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30 ZERO Foto PABLO RODRÍGUEZ El aleteo de una mariposa es capaz de provocar un huracán al otro extremo del planeta, y el tesón de unas cuantas mujeres somete a los peores monstruos. En Sudáfrica la bestia del sida ha invadido a cinco millones y medio de personas. La miseria y la marginación condenan la lucha por sobrevivir al fracaso. Sin embargo, el espíritu rebelde y generoso de las voluntarias de Tapologo transforma la degra- dación en optimismo. El documental que han dirigido las hermanas Gabriela y Sally Gutiérrez Dewar lleva el nombre de Tapologo, la aventura que protagonizan las mujeres del asen- tamiento de chabolas de Freedom Park, al noroeste de Sudáfrica. Esta ciudad de infraviviendas crece junto a la explotación minera, y en ella se hacinan los trabaja- dores y las mujeres que buscan sustento. La pobreza las empuja a la prostitución y con ésta el contagio del sida es cuestión de tiempo. Antes, las mujeres seropo- sitivas aguardaban la muerte en soledad y abandono, ahora se unen para ofrecer alimento, tratamiento médico, asistencia y una vida digna. “Tapologo ha demostrado que funciona, ante todo porque es gestionada por las mujeres mismas que están infectadas, que son un ejemplo y un apoyo para sus vecinas”, nos cuentan Sally y Gabriela. Las hermanas, cercanas a Sudáfrica desde sus primeros viajes en los 90, llegaron a Freedom Park para rodar la labor de las voluntarias. “Fue una experiencia muy dura, es tremendo estar en una chabola de tres metros cuadrados con una mujer de 25 años muy enferma de SIDA, y nosotros allí, sanos, con la cámara y la pértiga… Pero también fue una enorme lección en todos los sentidos”. Tapologo no sólo capta la lucha y el optimismo de las marginadas entre margi- nados, también es reflejo del nuevo brío que, pese a ser residual, brota en el seno de la Iglesia Católica como desafío a la doctrina moral que impone el Vaticano. El obispo Kevin Dowling, impulsor del Tapologo, es un entusiasta defensor del uso del condón, así como de la autonomía de las mu- jeres del proyecto. Los noventa minutos del documental Tapologo huyen del cliché africano que se regodea en el victimismo del llamado Tercer Mundo. En su lugar derrocha cánticos y bailes improvisados, amplias sonrisas y la victoria que protagonizan a diario las mujeres de Freedom Park. EL EFECTO TAPOLOGO Documenta Madrid proyecta Tapologo en dos sesiones: Viernes 2 de Mayo a las 0:30, Cines Princesa, Sala 9 Lunes 5 de Mayo, a las 16.00 en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. El Festival de Cine Africano de Tarifa lo programa el 2 de mayo, a las 19:00, en la sala Santa María. www.tapologofilm.com DE FRENTE//

El efecto tapologo

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El aleteo de una mariposa es capaz de provocar un huracán al otro extremo del planeta, y el tesón de unas cuantas mujeres somete a los peores monstruos. En Sudáfrica la bestia del sida ha invadido a cinco millones y medio de personas. La miseria y la marginación condenan la lucha por sobrevivir al fracaso. Sin embargo, el espíritu rebelde y generoso de las voluntarias de Tapologo transforma la degra-dación en optimismo.

El documental que han dirigido las hermanas Gabriela y Sally Gutiérrez Dewar lleva el nombre de Tapologo, la aventura que protagonizan las mujeres del asen-tamiento de chabolas de Freedom Park, al noroeste de Sudáfrica. Esta ciudad de infraviviendas crece junto a la explotación minera, y en ella se hacinan los trabaja-dores y las mujeres que buscan sustento. La pobreza las empuja a la prostitución y con ésta el contagio del sida es cuestión de tiempo. Antes, las mujeres seropo-sitivas aguardaban la muerte en soledad y abandono, ahora se unen para ofrecer alimento, tratamiento médico, asistencia y una vida digna.

“Tapologo ha demostrado que funciona, ante todo porque es gestionada por las mujeres mismas que están infectadas, que son un ejemplo y un apoyo para sus vecinas”, nos cuentan Sally y Gabriela. Las hermanas, cercanas a Sudáfrica desde sus primeros viajes en los 90, llegaron a Freedom Park para rodar la labor de las voluntarias. “Fue una experiencia muy dura, es tremendo estar en una chabola de tres metros cuadrados con una mujer de 25 años muy enferma de SIDA, y nosotros

allí, sanos, con la cámara y la pértiga… Pero también fue una enorme lección en todos los sentidos”.

Tapologo no sólo capta la lucha y el optimismo de las marginadas entre margi-nados, también es refl ejo del nuevo brío que, pese a ser residual, brota en el seno de la Iglesia Católica como desafío a la doctrina moral que impone el Vaticano. El obispo Kevin Dowling, impulsor del Tapologo, es un

entusiasta defensor del uso del condón, así como de la autonomía de las mu-jeres del proyecto.

Los noventa minutos del documental Tapologo huyen del cliché africano que se regodea en el victimismo del llamado Tercer Mundo. En su lugar derrocha cánticos y bailes improvisados, amplias sonrisas y la victoria que protagonizan a diario las mujeres de Freedom Park.

EL EFECTO TAPOLOGO

Documenta Madrid proyecta Tapologo en dos sesiones:

Viernes 2 de Mayo a las 0:30, Cines Princesa, Sala 9

Lunes 5 de Mayo, a las 16.00 en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes.

El Festival de Cine Africano de Tarifa lo programa el 2 de mayo, a las 19:00, en la sala Santa María.

www.tapologofi lm.com

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