14
FACULTAD LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS TEOLÓGICOS FLET ENSAYO : EL EMBRIÓN HUMANO MERECE VIVIR Cómo llegué a creer que el aborto es un pecado. Una base bíblica sobre el propósito y los derechos del embrión a la vida. Materia: ÉTICA Y VALORES CRISTIANOS - HU 103B Autor: Rubén Darío González Solano Profesor: RicardO CRANE FLET Septiembre/2010

El Embrion Humano Merece Vivir

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Cómo llegué a creer que el aborto es un pecado. Una base bíblica sobre el propósito y los derechos del embrión a la vida.Así que, a continuación presento mi ensayo, como un esfuerzo de mi estudio bíblico personal, y como un testimonio del proceso que tome para llegar a creer que, de hecho la vida humana comienza en el momento de la concepción, que el embrión tiene un propósito de vida, y que por tanto el aborto en cualquiera de su estadios es un pecado.

Citation preview

Page 1: El Embrion Humano Merece Vivir

FACULTAD LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS TEOLÓGICOS

FLET

ENSAYO:

EL EMBRIÓN HUMANO MERECE VIVIR

Cómo llegué a creer que el aborto es un pecado. Una base bíblica sobre el propósito y los derechos del embrión a la vida.

Materia: ÉTICA Y VALORES CRISTIANOS - HU 103B

Autor: Rubén Darío González Solano Profesor: RicardO CRANE

FLET

Septiembre/2010

Page 2: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 1

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………………………………. 2

I. EL COMIENZO DE LA VIDA Y SUS IMPLICACIONES BIOLÓGICAS Y MORALES…...………..………….. 3 A. EL POLVO DE LA TIERRA, LA SANGRE Y EL AGUA …………………………………………….……… 3

1. EL POLVO Y LA SANGRE: EL CUERPO FÍSICO Y SU VIDA BIOLÓGICA. …………….………… 4 2. EL AGUA: EL ALMA Y SU VIDA PSICOLÓGICA, RACIONAL Y EMOCIONAL………….………… 4 3. EL AGUA Y LA SANGRE: UNA COMBINACIÓN PARA LA VIDA HUMANA……………………….. 5

B. EL SOPLO DE ALIENTO DE VIDA, EL ESPÍRITU Y LA CONCIENCIA…………………………………... 8

II. EL ABORTO Y SUS IMPLICACIONES TELEOLÓGICAS Y MORALES……………………………………….. 9

A. LA FECUNDACIÓN OBEDECE A UN PROPÓSITO………………………………………………………….. 9

B. LAS RELACIONES SEXUALES SE TIENEN CON PROPÓSITO………………………………………….... 10

C. LO CONCEBIDO TIENE DERECHO A CUMPLIR SU PROPÓSITO NATURAL…………………………... 10

D. NEGARLE EL DERECHO A LA VIDA Y AL PROPÓSITO NATURAL ES UN PECADO…………………. 10

III. EL ABORTO Y LA PARTICIPACIÓN DIVINA EN LA CONCEPCIÓN……………………………………………11

A. EL TESTIMONIO DE LA BIBLIA SOBRE EL EMBRIÓN QUE NO VE LA VIDA…………………………… 11

1. Job. 2. Jeremías. 3. Salomón. 4. David. 5. Oseas.

B. LA INTERVENCIÓN DIVINA EN LA CONCEPCIÓN DEL INDIVIDUO……………………………………… 12

1. David lo testifica. 2. Isaías lo testifica. 3. Jeremías lo testifica. 4. El apóstol Pablo lo testifica. 5. El médico y evangelista Lucas lo testifica. 6. Elisabet lo testifica.

CONCLUSIÓN……………………………………………………………………………………………………………………… 13 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………….……………….……… 13

Page 3: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 2

INTRODUCCIÓN Muchos años han pasado desde cuando comencé a dudar que el aborto, en las primeras semanas de

embarazo, fuera un pecado. Hasta llegué a creer con convicción que la vida humana no comienza en el momento de la concepción, todo esto como resultado de mi estudio personal y de mi instrucción bíblica.

Llegar a cambiar de opinión no ha sido fácil de mi parte, porque cuando he llegado a convencerme de algo lo he confesado y defendido hasta las últimas consecuencias. Sin embargo, no sucedía así con el tema

del aborto. Con el tiempo llegué a darme cuenta que era muy importante definir mi posición, especialmente al

confrontarme con dos situaciones: una era la de debatir sobre las posiciones “pro-life” o “pro-choice”, y la otra era tener que aconsejar a mujeres embarazadas que querían abortar. Debatir sobre las posiciones “pro-

vida” o “pro-libre elección” siempre me dejaba con un gusto amargo. Por un lado aceptaba y apoyaba las

acciones y manifestaciones “pro-vida”, porque mi esposa servía en uno de sus ministerios aconsejando a

señoritas para que eligieran no abortar. Por el otro lado, sostenía que las personas deberían hacer su propia elección sin temor a ser condenadas por ello.

Pero en nuestro ministerio nos confrontábamos con casos reales y no con simples debates sobre

teorías filosóficas o teológicas. Así que cuando me tocaba aconsejarlas a mí, les aconsejaba que eligieran no abortar y que lucharan por la vida. Al hacer esto me daba cuenta que mi conciencia estaba tranquila, pero no

así mi integridad intelectual, porque no lo estaba haciendo creyéndolo, sino más bien sintiéndolo. Con el

tiempo creí que llegaría a acostumbrarme a sobrellevar eso que yo consideraba una paradoja, un conflicto en mi integridad de fe personal, el creer algo que no podía sostener y confesar abiertamente. Y por otro lado, el

hacer algo sobre lo que no solo dudaba, sino que no lo creía, pero que dejaba en paz mi conciencia espiritual,

aunque no así a mi conciencia intelectual, produciendo una carga de responsabilidad moral al respecto*1 y

una necesidad de estar persuadido bíblicamente, porque información ya he tenido suficiente.

Alberto Mestre dice los siguiente: “Junto a todo esto hay que añadir la enorme cantidad de información

indiscriminada a la que el hombre de hoy puede acceder, con la consiguiente dificultad de elaborar una síntesis

personal satisfactoria, por lo que en muchas ocasiones queda suspendido el propio juicio sobre los temas en discusión

buscando más bien adherirse a opiniones y respuestas prefabricadas por otros.”*2

El tiempo pasó, y se llego el día de confrontarme de nuevo con ese tema sin temor a debatirlo y sin

temor a salir vencido, o mejor dicho convencido. Esto sucedió al comenzar a leer el libro de “Ética

Cristiana”, de Gerald Nyenhuis y James P. Eckman, con muchas de mis predisposiciones y prejuicios

sostenidos con base bíblica mucho más convincente que las presentadas por los autores. Al llegar al capítulo cuatro, sobre el aborto, decidí hacer el ensayo sobre dicho tema, con la intención de debatir y por primera vez

manifestar abiertamente mis convicciones, sostenidas exclusivamente con la Biblia, que la vida no comienza

en el momento de la concepción, sino que en el momento del nacimiento, así como también concluir que el aborto no es un pecado.

Conforme avanzaba en el estudio de la Biblia y a escribir mis argumentos, comencé a darme cuenta

de lo inconsecuente y peligroso de mis creencias. Así que, el debate fue conmigo mismo, con los mismos textos, pero con más compresión, luz bíblica, biológica y ética. Al terminar el estudio y de escribir el ensayo,

me sorprendí a mi mismo persuadido de lo contrario que buscaba.

Así que, a continuación presento mi ensayo, como un esfuerzo de mi estudio bíblico personal, y como un testimonio del proceso que tome para llegar a creer que, de hecho la vida humana comienza en el

momento de la concepción, que el embrión tiene un propósito de vida, y que por tanto el aborto en cualquiera

de su estadios es un pecado.

1- “En muchas ocasiones también parece el término responsabilidad sinónimo de conciencia, por lo que parece se

pueden intercambiar con facilidad dichos términos.” La ética de la responsabilidad según Robert Spaemann, Alberto

Mestre, Profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. El Concepto

de la responsabilidad. pag. 5. Leer un extracto del libro en:

http://mail.ups.edu.ec/universitas/publicaciones/universitas/contenidospdf//laetica10.pdf 2-ibid. La vivencia de la responsabilidad en el mundo de hoy. pag 4.

Page 4: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 3

I. EL COMIENZO DE LA VIDA Y

SUS IMPLICACIONES BIOLÓGICAS Y MORALES

Según la Biblia, el ser humano se convierte en “ser viviente” con el soplo de aliento de vida:

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de

vida, y fue el hombre un ser viviente.” Génesis 2:7.

Considero que el Espíritu de

Dios no nos ha dejado este texto de la

Escritura limitado solamente para

hablarnos de este proceso creativo del

ser humano por parte de Dios, sino

también como una imagen de todo su

proceso reproductivo o procreativo

posterior, desde su concepción hasta

su nacimiento.

A. EL POLVO DE LA TIERRA, LA SANGRE Y EL AGUA

Tomando primeramente en cuenta los tres elementos que dan testimonio de la vida, mencionados en

la Escritura, como son: el Espíritu, el agua y la sangre (1Juan 5:8). Y segundo, los tres elementos

que forman al ser humano: cuerpo, alma y espíritu (1Tes. 5:23; Job 7:11). Veremos que la

concepción está representada por todo el proceso creativo que comienza por la constitución de los

elementos del “polvo de la tierra” y “la sangre”, los cuales son combinados por el poder de la

palabra creativa de Dios, “el agua”. La activación o animación de dicha materia prima viene a través

del “soplo divino”, “el espíritu”. Y es la participación de todos estos elementos juntos, el que lo

convierten en un “ser viviente”, con personalidad y espiritualidad; a la imagen y semejanza de Dios.

1. EL POLVO Y LA SANGRE: EL CUERPO FÍSICO Y SU VIDA BIOLÓGICA.

El “polvo de la tierra” constituye la materia del cuerpo (Gén. 2:7; 3:19; 18:27; Sal. 104:29;

34:15; Ecl. 3:20), y la “sangre” constituye la vida del cuerpo. Es en la sangre, como dice la Biblia,

que esta la vida: “Porque la vida de la carne en la sangre está” (Lev.

17:11), “Porque la vida de toda carne es su sangre” (Lev. 11:14), y “la

sangre es la vida” (Deut. 12:23). Por eso en la Biblia el “derramamiento

de sangre” significa la muerte del cuerpo (Heb. 9:16-18, 22), porque sin

sangre el cuerpo físico está muerto. Pero la sangre no es el alma, como

enseñan los Testigos de Jehová, pues un hombre puede morir sin

necesidad de derramar su sangre, o sea cuando entrega su alma, el hálito

de vida (Job 12:10; 1Rey. 17:17, 21-22). De hecho, la Biblia dice que

Jesús murió cuando entregó el espíritu (Mat. 27:50; Jn. 19:30).

Page 5: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 4

Por lo tanto, la combinación del polvo de la tierra y la sangre convierten o dan a luz, a lo que

el Apóstol Pablo dio en llamar “el cuerpo animal” (1Cor. 15:44), enfatizando claramente que “lo

espiritual no es primero, sino lo animal, luego lo espiritual”. Así que donde hay sangre, hay vida.

Aunque esto, por supuesto, podría ser valido solamente después de la caída de Adán en pecado, pues

originalmente, antes de la caída, su cuerpo fue creado para vivir, para ser inmortal, así que

seguramente su cuerpo no necesitaba de la sangre para vivir. Como ejemplo podemos considerar el

cuerpo de Jesucristo después de la resurrección, el cual tenía carne, huesos, y podía comer, pero no

menciona su sangre. ¿Por qué? Porque su sangre ya había sido derramada y su nuevo cuerpo, uno

glorificado, no necesitaba de la sangre para poder vivir (Lucas 24:39-43).

El cuerpo humano como consecuencia de la corrupción del pecado no puede ser restaurado o

santificado en vida, tiene que sufrir la muerte para poder ser redimido, porque como dice el Apóstol

Pablo, “la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios”, para ello necesitamos de un

cuerpo glorificado (1Cor. 15:50-54).

2. EL AGUA: EL ALMA Y SU VIDA PSICOLÓGICA, RACIONAL Y EMOCIONAL.

El “agua” juega un rol mucho más importante en la

creación, aún antes de la creación del hombre y la mujer.

Es así como vemos al principio al “Espíritu de Dios

moviéndose sobre la faz de las aguas” en el acto mismo de

la creación, pues como dice la Escritura, “que en el tiempo

antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y

también la tierra, que proviene del agua y por el agua

subsiste” (Gén. 1:2; 2Ped. 3:5).

Las aguas están muy relacionadas con lo espiritual, con el alma, con la

personalidad. Así que, sin el agua no habría alma, no existiera personalidad. Lo

que naciera solamente sería carne, cuerpo con vida biológica, sin alma, sin vida

psicológica. En toda la Biblia el agua se compara con la vida del alma, con el

corazón (Lam. 2:19); así como con la vida espiritual (Juan 4:14; Apoc. 21:6). Es

el alma la que llega a tener sed de Dios, la que desea las “corrientes de aguas”

(Salm. 63:1). En el Evangelio de Juan, Jesucristo dijo: “El espíritu es el que da

vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son

espíritu y son vida” (Juan 6:63).

Jesucristo comparó el nacimiento de agua

con el nacimiento carnal (Juan 3:4-6), dejándole

claro a Nicodemo que, cuando él dijo, “el que no

naciere de agua y del Espíritu…”, con el agua él

se refería al nacimiento carnal, al ser viviente

puramente humano. Y se lo explicó al añadir, “Lo

que es nacido de la carne, carne es y lo que es

nacido del Espíritu, Espíritu es” (Juan 3:5,6).

Pero es en el cerebro humano donde radica la

capacidad de pensar, sentir, disfrutar, alegrarse,

etc. Uno de los elementos más sorprendentes del

Alma

Cerebro

Page 6: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 5

*3

ser humano que lo diferencian de cualquier otra criatura es su capacidad de la imaginación, para

soñar durmiendo o despierto, para imaginar el futuro. Esto no solo como resultado de su capacidad

psíquica, sino también de su habilidad espiritual para trascender la realidad y el presente, pudiendo

recordar el pasado y volver a sentirlo, así como imaginar el futuro y emocionarse. Es de hecho esta

misma habilidad la que capacita al ser humano para creer, para tener fe, así como para crear la

cultura y el arte, la ciencia y la poesía.

Pero está sola capacidad psíquica, la del alma y

no la del espíritu humano, no lo capacita para evaluar

moralmente, ni para tener conciencia de la eternidad

(Ecl.3:11), sino simplemente para razonar, sentir,

expresarse emocionalmente, para comunicarse y para

vivir en comunidad.

Así que el cerebro y el alma no lo habilitan al ser

humano para tener conciencia de Dios, del bien y del

mal, para ello se necesita de algo más, del espíritu

humano, del aliento de vida. Pero eso sí, donde hay alma

hay conciencia de la vida, de lo temporal y de la finitud.

Es interesante notar que, aunque el alma del ser humano ha sido corrompida por el pecado,

puede ser santificada y renovada durante la vida terrenal por el agua de la Palabra de Dios (Efes.

4:23; Rom. 12:2; Col. 3:10; Tit. 3:5; Efes. 5:26).

3. EL AGUA Y LA SANGRE: UNA COMBINACIÓN PARA LA VIDA HUMANA.

El agua y la sangre tienen una correlación muy importante en la Biblia. El

agua se compara con la sangre por sus atributos de vida, así también vemos como

milagrosamente el agua es convertida en sangre o en vino, tipo de la sangre (Éx.

7:17,20; Juan 2:7-9). De hecho, el agua es comparada con la sangre de Jesucristo y

con la Palabra de Dios, atribuyéndosele los atributos del lavamiento, santificación y

purificación espiritual (Efes. 5:26; Heb. 10:22; Apoc. 1:5).

También podemos apreciar la importancia de

ambos elementos en el nacimiento de Jesucristo, cuando la

Escritura dice en el Nuevo Testamento: “Éste es Jesucristo, que vino

mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua

y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la

verdad” (1Juan 5:6). Así también ambos elementos los encontramos en su

muerte, al ser atravesado su cuerpo con una lanza, el evangelista Juan hace

la observación siguiente: “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante

salió sangre y agua.” (Juan 19:34), como significando que no solo derramaba su sangre, sino

también su alma.

Así que, de igual manera como la sangre es la vida biológica del

cuerpo; así el agua, o sea el alma, es la vida psicológica, racional y

emocional del ser humano.

Po lo tanto, es evidente hasta este momento, que para que haya vida

tienen que existir estos dos elementos: la sangre y el agua.

3-(Ver composición del esperma: http://www.harunyahya.com/creation02.php)

Page 7: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 6

Biológicamente está comprobado

que la “sangre” y el “agua”*1

coexisten desde el mismo

momento de la concepción, a

través del esperma y el ovulo, el

que posteriormente, al ser

fecundado y convertirse en

cigoto, se desarrollará como

embrión dentro del útero, hasta

convertirse en feto. Una vez

dentro del saco amniótico, el feto

es alimentado permanentemente

por la sangre materna y crece

rodeado de líquido amniótico, el

cual está compuesto al final de la

gestación en su mayor parte de

orina fetal.

Ver enlace fuente de imagen.*4

Ver enlace fuente de imagen.*5

4-(El 70% del cuerpo humano, el 90% de la sangre, el 85% del cerebro y el 95% de los ojos. En el momento de la

concepción, el cigoto (la unión entre el espermatozoide y el óvulo) es 99% agua. http://www.ener-gie.com/h2o-

water_molecule.html; http://www.evolutionhealth.com/bragg_h20.html http://www.saludmed.com/Salud/Nutricion/Agua.html

5-http://www.aula2005.com/html/cn3eso/17elprocesreproductiu/17elprocesreproductiues.htm

Page 8: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 7

“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas,

sin faltar una de ellas.” Salmo 139:16 (Ver nota de pie de página de la página 12).

La evidencia bíblica y científica es indiscutible, la vida biológica existe desde el mismo

momento de la concepción. Todo el mapa genético que determina la formación del cuerpo y de la

vida de ese cuerpo humano, el genoma humano, está contenido en esos 23 cromosomas aportados

por el gameto masculino (espermatozoide) y los 23 aportados por el gameto femenino (ovulo).*6

Al final de las cuatro semanas*7: El bebé mide 1/4 pulgada de largo. El corazón, el sistema digestivo, la espina dorsal y la médula

espinal empiezan a formarse. La placenta (a veces llamada “secundinas”) empieza a

desarrollarse. El huevo único fertilizado está ahora 10,000 veces más

grande de lo que estaba en el momento de la concepción.

6-http://usuarios.multimania.es/hispataxia/FOLLFA/07-LEYES.htm

7-http://www.bebes.sutterhealth.org/babygrowth/fetaldev/bg_fetaldev-1.html

Page 9: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 8

B. EL SOPLO DE ALIENTO DE VIDA, EL ESPÍRITU Y LA CONCIENCIA

Ha quedado evidenciado que la vida biológica existe desde el momento de la concepción, y

una vida muy especial y única, la de un ser humano. Ahora bien, el que exista vida biológica en ese

cuerpo humano, aún no nos ayuda a determinar que eso lo convierta en un “ser viviente” con “soplo

de vida”, o sea con espíritu humano. ¿Por qué y cuáles serían las implicaciones de ello? Bueno,

continuaré por buscar la evidencia bíblica, partiendo del texto de la creación en Génesis y poder así

dar alguna respuesta sustancial y espero que también, para mi beneficio personal, convincente:

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de

vida, y fue el hombre un ser viviente.” Génesis 2:7.

“El soplo de aliento de vida” no es únicamente lo que distingue al ser humano de cualquiera

otra de las criaturas o seres vivientes, o sea de los animales, pero eso sí, es esta parte lo que lo hace a

la imagen y semejanza de Dios, convirtiéndolo en un ser moral (Rom. 2:15; 1Cor. 2:11).

Si el hombre y la mujer fueran solo cuerpo y alma, podrían incluso hablar, razonar, sentir,

imaginar, socializar, etc., considerando al alma como la parte psíquica, mental y emocional, ubicada

en el cerebro. Podrían incluso, hasta contar con una conciencia intuitiva que les permitiría ser

conscientes de sí mismos, del tiempo y del espacio, una conciencia que les permitiría ser afectivos

como muchos otros animales y aún superiores a ellos, pero en ningún caso morales y por tanto

imposibilitados para amar, porque el amor es moral, y mucho menos amar a Dios. Podrían ser

cualquier cosa, pero menos seres espirituales en un cuerpo animal (1Cor. 15:44; 2Ped.2:12), más

bien serían solamente, como bien lo describe Judas en su epístola, seres sensuales sin espíritu. (Jud.

1:10,19).

Es el “soplo de aliento de vida” el que lo hace diferente y lo convierte en ser humano, en

hombre y mujer, en seres vivientes únicos, con espíritu y con conciencia moral, consciente de Dios,

del bien y del mal. Es esta parte la que dota al ser humano de un espíritu, otorgándole

completamente los atributos de la espiritualidad en una intima combinación con los de la

personalidad. O sea el alma y el espíritu interaccionando en un solo cuerpo, vivificando las

cualidades de la personalidad humana a la imagen y semejanza de Dios.

Así que, el ovulo y el esperma, elementos que bien podrían estar representados en Génesis

por el “polvo de la tierra” o por la “costilla de Adán”, se procesan luego por el “agua”, que está

representada por la participación activa y acción volitiva de la palabra de Dios (Efes. 5:26; 2Ped.

3:5; 1Jn. 5:8), para luego venir la intervención del Espíritu, el aire, el respiro divino, el aliento de

vida. Así es como se forma el ser humano viviente, con cuerpo, alma y espíritu (1Tes. 5:23).

Todo este proceso de carácter constructivo, orgánico, físico y psíquico,

no estaría consolidado sin esta parte espiritual. Contaríamos solamente con un

cuerpo humano o con un “ser humano” biológica, fisiológica, psicológica y

genéticamente, pero no con un ser viviente a la imagen y semejanza de Dios.

Para ser considerado un “ser viviente”, el cuerpo humano necesita de

aquellos atributos concedidos o adquiridos por Adán a través del “soplo de

aliento de vida”. Dichos atributos morales y espirituales son los que le

convirtieron en “ser viviente”, y estos no se heredan por la sangre. Es por ese

aliento de vida que llegamos a ser un “ser viviente” consciente y autoconsciente, moral y espiritual,

a imagen y semejanza de Dios, conocedores del bien y del mal.

8-En la foto, la creación de órganos bio-artificiales: http://news.sciencemag.org/sciencenow/2008/01/14-02.html; Enero

14 del 2008.

*8

Page 10: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 9

Así que, de igual manera como Adán adquirió dichos atributos posterior a su formación

física, biológica y psicológica; así también podría ser que desde entonces, nosotros sus

descendientes, recibiéramos o adquiriéramos dichos atributos en el momento de nuestro nacimiento

y no en el momento de nuestra concepción biológica. No hay ninguna duda que es por medio de la

sangre que heredamos el mapa genético de la corrupción biológica y la muerte física, como

consecuencia del pecado. Pero podría ser que la corrupción moral, el pecado, sea transmitido por

nuestro espíritu humano que adquirimos al momento de nacer (Rom. 5:12).

Siguiendo el mismo patrón, constatamos que el “aliento de vida” ya no se recibe por un

soplo divino, sino que por un respiro o inhalación al momento de nacer, con el primer llanto, cuando

el bebe respira por primera vez y se convierte en un ser independiente, en un ser viviente.

Mientras que el bebe se encuentra en el vientre materno, es sustentado física y

espiritualmente por la madre, el bebe vive a través de su madre, “respira” a

través de ella, siente a través de ella, es dependiente de ella y expuesto a la

muerte. Es un ser humano sin la habilidad de ejercer sus potencialidades.

Así que, de acuerdo a todo lo anterior expuesto, podríamos llegar a la

conclusión, que el bebe solo llega a ser un “ser viviente” al momento de

nacer, cuando por la voluntad de su madre es sacado al mundo, cuando se le

da a luz. Sería en ese preciso momento, cuando él se separa de su madre y

respira por sí mismo, que recibe los atributos que lo convierten en un “ser

viviente”, moral y espiritual, a imagen y semejanza de Dios, en un ser humano en ejercicio de todos

sus atributos personales, en un pecador necesitado de redención (Rom.5:12).*9

Entonces, si así fuera, ¿cuáles serían las implicaciones éticas y los límites morales que

protegerían a la criatura humana antes de nacer?

Nuestra obligación moral estaría en proteger a la vida humana y al ser humano aunque este

no esté en ejercicio de su personalidad, ya sea antes de nacer o después de haber nacido.

II. EL ABORTO Y SUS IMPLICACIONES TELEOLÓGICAS Y MORALES

A. LA FECUNDACIÓN OBEDECE A UN PROPÓSITO.

Somos seres humanos, seres que “habitamos un cuerpo”, seres con propósito y

responsabilidad moral por constitución esencial creacional y congénita. El ser humano es concebido

con propósito, a través de relaciones sexuales con propósito. Dicho propósito se logra a través de la

copulación de los dos sexos por amor y con pasión, potencializados por el esperma y la ovulación,

resultando en la fecundación y el embarazo, hasta el nacimiento. El más mínimo detalle ha sido

programado con un propósito, como el de los 250 millones de espermatozoides que viajan a través

de la vagina para que solo uno de ellos pueda fecundar el ovulo y convertirse en embrión.

9- Son millones los abortos naturales o espontáneos, y muchos en estado embrionario. Uno de cada cinco embarazos termina en

aborto espontaneo en los primero tres meses. http://kidshealth.org/parent/en_espanol/medicos/miscarriage_esp.html, Sept.2010.

Page 11: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 10

B. LAS RELACIONES SEXUALES SE TIENEN CON PROPÓSITO

Aún el coito, el acto sexual en sí, fue diseñado y ordenado con propósito y finalidad, el de la

satisfacción y el bienestar. Dicho propósito se logra ya sea a través de un acto sexual exclusivo o

inclusivo, así es como yo los defino. El acto sexual exclusivo tiene como finalidad el placer, y el

acto sexual inclusivo tiene como finalidad la reproducción.

El propósito natural o biológico siempre existe, aun cuando dicho proceso sexual sea

limitado a su propósito exclusivo, con la única finalidad del placer sexual, ya sea bloqueando o

evitando el proceso reproductivo; sin importar si se hace por medios lícitos o ilícitos, responsable o

irresponsablemente, dentro o fuera del matrimonio. Y no importa si se utilizan métodos

anticonceptivos naturales o artificiales, no abortivos o abortivos, el propósito natural o biológico

siempre seguirá latente, aunque a veces inactivo.

La práctica lícita y legitima del sexo por placer, aun cuando es excluyente (evitando la

reproducción) y exclusiva (solo por placer), en ninguna manera cambia, invalida o elimina el

propósito biológico para el cual fue diseñado todo el organismo y proceso sexual. Sino que,

simplemente lo desactiva, lo evita o lo supera, como evitamos o superamos a la fuerza de la

gravedad. Por cierto, así como no existe medio ilícito o inmoral de superar la fuerza de la gravedad,

así tampoco debería de considerarse ilícito o inmoral ningún medio que ayude a evitar la

concepción, no así para interrumpirla.

C. LO CONCEBIDO TIENE DERECHO A CUMPLIR SU PROPÓSITO NATURAL

Así que, la vida humana es concebida desde la concepción. Ese embrión en el vientre

materno o en el tubo de ensayo o congelado, ya tiene todos los atributos humanos de la vida para

crecer y ser un bebe, un ser viviente. Aún cuando todavía es un feto, ese cuerpo humano tiene un

propósito patente (activo), de carácter genético y biológico; así como un propósito latente (pasivo),

de carácter espiritual y moral. Su propósito activo se manifiesta en su potencialidad natural

exclusiva de llegar a ser un “cuerpo habitado”, un ser viviente cohabitado por alma y espíritu, el de

llegar a ser un ser humano con un fin moral y espiritual.

Y una vez que ya se ha concebido, voluntaria o involuntariamente, el propósito natural para

dicho “embrión” se activa y ya no hay manera de evitarlo, a menos que se elimine, o que se

interrumpa el embarazo. Pero en condiciones normales, no existe ninguna justificación moral para

eliminarlo o interrumpirlo, ya haya sido fecundado “in vitro” o como resultado de relaciones

sexuales involuntarias, irresponsables o inconscientes. Hacerlo sería irresponsable e inmoral, sería

un pecado contra la vida, un atentado contra un ser humano.

D. NEGARLE EL DERECHO A LA VIDA Y AL PROPÓSITO NATURAL ES UN PECADO.

Es un pecado porque le niega el derecho a cumplir su propósito natural. El pecado consiste

en la violación del propósito para lo cual algo ha sido creado, sería “errar el blanco” (Significado de

la palabra pecado en griego, “Hamartion”). El embrión en sí tiene un propósito para el cual fue

creado y deberíamos ayudar a su cumplimiento y en ningún caso interrumpirlo.

Al ser concebido, en cualquiera de sus estados, el embrión goza de derechos innatos y

genéticos, así como morales, porque sus atributos y características son diferentes y únicos, no solo

los biológicos y psicológicos, sino también los teleológicos. Esto es lo que lo hace distinto a

cualquier otro ser viviente. Dicho propósito le es concedido en su concepción a través de sus

cromosomas y genes, los que lo forman con la potencialidad y con el propósito para crecer y para

nacer, para llegar a ser un “ser viviente”, una persona con un propósito en su vida.

Y como solo un embrión humano cuenta con la potencialidad de convertirse en un ser

viviente con alma y espíritu, y con propósito de vida; dicha particularidad lo convierte en algo único

y exclusivo, digno de aprecio, protección y cuidado, así como de derechos exclusivos.

Page 12: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 11

Dichos derechos están dependientes y subordinados a sus progenitores mientras se desarrolla

y permanece en el vientre materno, mientras aún no haya nacido. Por lo que sus progenitores

cuentan con la obligación moral de cuidar que se desarrolle hasta su máximo potencial y cumplir así

su propósito.

Por lo tanto, la concepción involuntaria o accidental, como resultado de relaciones sexuales

irresponsables o inmorales sería un pecado, por ser un despropósito. Y el aborto por tanto sería un

pecado mucho más grave, la interrupción de una vida con propósito.

III. EL ABORTO Y LA PARTICPACIÓN DIVINA EN LA CONCEPCIÓN

Todo ser humano, cada persona, debería alabar a Dios, porque es El quien nos otorgó los

atributos y potencialidades de la procreación. Es Dios quien en su sabiduría y poder creó al hombre

y a la mujer con la capacidad de concebir y procrear a través del acto sexual. Es Dios quien

prácticamente, gracias a los atributos genéticos que nos ha otorgado como especie, es el que

“entreteje” en el vientre de cada madre las fibras de cada ser humano, ofreciéndonos así la

oportunidad de la vida. (Salmo 139)

A. EL TESTIMONIO DE LA BIBLIA SOBRE EL EMBRIÓN QUE NO VE LA VIDA

Job y otros escritores bíblicos lo tenían bastante claro cuando se referían a un no nacido, aunque lo

consideraban la obra de Dios, ellos no lo consideraban consciente de su existencia, sino por el

contrario, como si no hubiera existido. Esto igual si moría aun inmediatamente después de haber

nacido. Esto solo confirma la ausencia o inactividad de ciertos atributos sicológicos y espirituales,

como los de la conciencia antes del nacimiento.

1-Leamos algunos versículos de Job.

Capítulo 3:

-3:11 ¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre?

-3:13 Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría; Dormiría, y entonces tendría descanso,

-3:16 ¿Por qué no fui escondido como abortivo, Como los pequeñitos que nunca vieron la luz?

-10:18 ¿Por qué me sacaste de la matriz? Hubiera yo expirado, y ningún ojo me habría visto.

-10:19 Fuera como si nunca hubiera existido, Llevado del vientre a la sepultura.

2-Lo que dice Jeremías.

-20:17 porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre

embarazado para siempre.

3-Leamos lo que dice Salomón en Eclesiastés.

- 6:3 Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad

fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo

que un abortivo es mejor que él.

-6:4 Porque éste en vano viene, y a las tinieblas va, y con tinieblas su nombre es cubierto.

-6:5 Además, no ha visto el sol, ni lo ha conocido; más reposo tiene éste que aquél.

4-Lo que dice David en Salmos.

-Salmo 58:8 Pasen ellos como el caracol que se deslíe; Como el que nace muerto, no vean el sol.

5-La oración de Oseas.

-Oseas 9:14 Dales, oh Jehová, lo que les has de dar; dales matriz que aborte, y pechos enjutos.

Page 13: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 12

B. LA INTERVENCIÓN DIVINA EN LA CONCEPCIÓN DEL INDIVIDUO.

Pero al mismo tiempo notamos la claridad con la que se afirma en la Biblia, ya sea explícita

o implícitamente la participación divina activa en la concepción individual de cada ser humano. O

sea que, ningún embrión pasa desapercibido delante de Dios, sino que goza del beneficio de la

intervención divina. De hecho, la fecundación conlleva no solamente la concepción del embrión,

sino también la concepción del propósito divino activo y pasivo para dicho embrión.

1-David lo testifica:

-Salmo 22:10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi

Dios.

-Salmo 71:6 En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el

que me sacó; De ti será siempre mi alabanza.

-Salmo 139:13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

-Salmo 139:15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido

en lo más profundo de la tierra.

-Salmo 139:16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas

Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.*10

2-Isaías lo testifica:

-Isaías 49:5 Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para

hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los

ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza);

3-Jeremías lo testifica: Aquí el testimonio es de Dios mismo.

-Jeremías 1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te

di por profeta a las naciones.

4-El apóstol Pablo lo testifica:

-Galátas 1:15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me

llamó por su gracia,

5-El médico y evangelista Lucas lo testifica:

-Lucas 1:41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su

vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,

6-Elisabet lo testifica:

-Lucas 1:44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de

alegría en mi vientre.

10- En este texto, cuando David menciona, “Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”, personalmente creo que la expresión “en tu libro” se está refiriendo a lo que Dios ya ha escrito en el mapa genético de cada ser humano, su ADN aún desde su estado embrionario.

Page 14: El Embrion Humano Merece Vivir

CÓMO LLEGUÉ A CREER QUE EL ABORTO ES UN PECADO. ENSAYO FLET, DARÍO GONZÁLEZ - 13

CONCLUSIÓN

Por tanto, quedo persuadido que desde el mismo momento de la concepción, el ovulo

fecundado tienen un propósito divino para el cual fue concebido y que nuestra obligación moral es

la de ayudarlo a alcanzar su feliz término hasta el nacimiento. La interrupción de dicho proceso bajo

cualquier forma constituye un despropósito moral a lo determinado por Dios para dicha criatura, y

por tanto un pecado.

Dicha participación divina en la concepción trae consigo una responsabilidad moral para con

los progenitores, la sociedad y el Estado. La madre y el padre se constituyen, especialmente la

madre, en tutores divinos, con la obligación moral de ayudar a la finalización o feliz cumplimiento

del designio divino para dicho cigoto, embrión, feto o bebe.

El aborto debe considerarse un acto delictivo, ya sea en el caso del aborto asistido o auto

inducido, cuando este es efectuado sin ningún otro motivo que el de la irresponsabilidad. No he

entrado en detalles sobre las excepciones o penalizaciones de los casos porque no ha sido la

intención del presente ensayo.

Mi propósito ha sido el de persuadirme y persuadirnos sobre la gravedad moral del aborto en

cualquier momento después de la concepción, y del por qué debe ser considerado como pecado

desde el punto de vista bíblico. Especialmente, considerando el argumento de aquellos que sostienen

que mientras esta en el vientre materno en cualquiera de sus estados antes del nacimiento no se trata

del aborto de una “persona”, término que he evitado en lo posible, por considerarlo

contraproducente desde el punto de vista bíblico, prefiriendo el término bíblico “ser viviente”, pero

en ningún caso como substituto de “ser humano”, sino como complemento y cumplimiento

espiritual de este.

Nuestra sociedad debería de tomar todas las medidas precisas para instruir al respecto,

advirtiendo de la gravedad de dicho acto delictivo y ayudar a prevenirlo por todos los medios a su

disposición, incluyendo la legislación respectiva.

Interesante sería ver a los protectores de la naturaleza pronunciándose ante lo que es una

fragante violación contra la naturaleza, el aborto, pues interrumpe el desarrollo natural del embrión

hasta su nacimiento, negándole la vida. Muchas instituciones se preocupan de los animales y del

medio ambiente, pero pasan por alto una de la violaciones más graves a la naturaleza, y a veces

hasta lo promueven, la privación de ser un “ser viviente”, negándole el derecho a la vida humana.

Así que éticamente el aborto es un acto inmoral, un pecado delante de Dios y un delito

contra la humanidad.

El Espíritu Santo testifica así del propósito de cada hijo de Dios:

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la

imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” Romanos 8:29

BIBLIOGRAFÍA

-Gnesler, Henrry J. Spurgin, Earl W. Spurgin. Swindal, James C. ETHICS, Contemporary readings. New York and

London: Routledge, 2004. (Especialmente la sección, “A defence of Abortion”, pag. 266)

-Lacueva, Francisco. Cursos de formación teológica cristiana, ETICA CRISTIANA. Barcelona: Editorial CLIE, 1975.

-McDowell, Josh. Mitos de la educación sexual. Terrassa: Editorial Clie, 1992.

- Nyenhuis, Gerald y Eckman, James P. Ética Cristiana. Miami: Logoi In., 2002.

- Reina, Valera. Santa Biblia, Revisión 1960. -Yahya, Harun. The miracle of human creation. New Delhi: Goodword Books, April 2003. (Excelente presentación

científica desde la perspectiva del Corán).