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José Ángel Sotillo, Irene Rodríguez, Enara Echart y Tahina Ojeda El Espacio Iberoamericano de Educación Superior Diagnóstico y propuestas institucionales Documento de Trabajo nº 39

El espacio iberoamericano de educación superior

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Diagnóstico y propuestas universitarias.

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  • Jos ngel Sotillo, Irene Rodrguez,Enara Echart y Tahina Ojeda

    El Espacio Iberoamericano de Educacin Superior

    Diagnstico y propuestas institucionales

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    de

    Educ

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    Documento deTrabajo n 39

    DT39

    CeALCI Fundacin [email protected]

    www.fundacioncarolina.es

    El Centro de Estudios para Amrica Latina y la Coope-racin Internacional (CeALCI) se crea, en noviembre de2004, con la voluntad de promover la investigacin y eldebate en torno a la realidad de los pases en desarrolloen general, y de Amrica Latina en particular, y parapotenciar los estudios y propuestas sobre la mejor manerade enfrentar los problemas que aquejan a estos pases.

    Bajo la denominacin Documentos de Trabajo se publicanresultados de los proyectos de investigacin realizados ypromovidos por el CeALCI. Adems pueden ser incluidosen esta serie aquellos estudios que, previa aceptacin porel Consejo Editorial, renan unos requisitos de calidadestablecidos y coincidan con los objetivos de la FundacinCarolina y su Centro de Estudios.

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  • Fedeerratas:Enlapgina83,enelepgrafeI.2,9lnea,dondedice:SEGIBdebedecir:SecretaraGeneraldelaOrganizacindeEstadosIberoamericanosparalaEducacin,laCienciaylaCultura.

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  • EL ESPACIO IBEROAMERICANODE EDUCACIN SUPERIOR:

    DIAGNSTICO Y PROPUESTASINSTITUCIONALES

    Jos ngel SotilloIrene Rodrguez

    Enara EchartTahina Ojeda

    001_10 00a pri 17/2/10 17:22 Pgina iii

  • Estos materiales estn pensados para que tengan la mayordifusin posible y que, de esa forma, contribuyan alconocimiento y al intercambio de ideas. Se autoriza, portanto, su reproduccin, siempre que se cite la fuente y serealice sin nimo de lucro.

    Los trabajos son responsabilidad de los autores y sucontenido no representa necesariamente la opinin de laFundacin Carolina o de su Consejo Editorial.

    Estn disponibles en la siguiente direccin:http://www.fundacioncarolina.es

    Primera edicin, diciembre de 2009 Fundacin Carolina - CeALCI

    C/ Guzmn el Bueno, 133 - 5. dcha.Edificio Britannia28003 [email protected]

    Diseo de la cubierta: Alfonso GamoFoto de cubierta: ClinkerDERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY

    Impreso y hecho en EspaaPrinted and made in SpainISSN: 1885-866-XDepsito legal: M-5.584-2010Fotocomposicin e impresin: EFCA, S.A.Parque Industrial Las Monjas28850 Torrejn de Ardoz (Madrid)Impreso en papel reciclado

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  • 001_10 00a pri 17/2/10 17:22 Pgina v

  • Jos ngel Sotillo Lorenzo (director de la investigacin) es doctor en Ciencias Po-lticas y Sociologa por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Profesor titu-lar de Relaciones Internacionales de la UCM, especialista en cooperacin para el de-sarrollo y relaciones eurolatinoamericanas. Autor de Un lugar en el mundo. La polticade desarrollo de la Unin Europea y coautor de Amrica Latina en construccin. Ac-tualmente es director del Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperacin (IUDC-UCM), del Magster en Cooperacin Internacional del mismo centro y codirector de laRevista Espaola de Desarrollo y Cooperacin.

    Irene Rodrguez Manzano (codirectora de la investigacin) es doctora en CienciasPolticas y licenciada en Sociologa por la Universidad Complutense de Madrid. Ac-tualmente es profesora titular de Relaciones Internacionales en la Facultad de Cien-cias Polticas y Sociales de la Universidad de Santiago de Compostela. Es autora dela obra Mujeres y Naciones Unidas: Igualdad, Desarrollo y Paz y editora (junto a Car-los Teijo Garca) de la monografa Ayuda al Desarrollo: piezas para un puzle. Asimis-mo, es experta independiente del Consello Galego de Cooperacin para o Desenvo-vemento.

    Enara Echart Muoz (investigadora) es licenciada en Ciencias Polticas y de la Ad-ministracin por la UCM, experta universitaria en Promocin y Gestin de ONG(IUDC-UCM) y doctora en Ciencias Polticas por la UCM. Es investigadora y docenteen el IUDC, donde coordina el Magster en Cooperacin Internacional y la Revista Es-paola de Desarrollo y Cooperacin. Entre sus publicaciones se encuentran: Origen,protestas y propuestas del movimiento antiglobalizacin (2005) y Movimientos so-ciales y relaciones internacionales (2008), as como diferentes artculos sobre de-sarrollo, democracia y movimiento sociales.

    Tahina Ojeda Medina (investigadora) es licenciada en Estudios Internacionales yabogada por la Universidad Central de Venezuela, posee los ttulos de Magster enCooperacin Internacional (IUDC-UCM) y Magster en Estudios Contemporneos deAmrica Latina por la Facultad de Ciencias Polticas y Sociologa de la UCM. Actual-mente es doctoranda en Ciencia Poltica por la UCM e investigadora del IUDC en lalnea Cooperacin Sur-Sur y en temas de cooperacin en Amrica Latina.

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  • LISTADO DE SIGLAS Y ACRNIMOS ...................................................................... IX

    PRESENTACIN ........................................................................................................ XI

    INTRODUCCIN ....................................................................................................... XIII

    PRIMERA PARTE

    EL CONTEXTO

    1. LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIN SUPERIOR PARA EL DESARROLLO:LTIMA ETAPA INDISPENSABLE DEL SISTEMA EDUCATIVO ....................... 3

    I. La educacin como derecho humano ................................................... 3II. La educacin superior como ltima etapa indispensable del sistema

    educativo ................................................................................................. 5III. La educacin superior y el desarrollo: crecimiento econmico o

    desarrollo humano? ............................................................................... 8

    2. LA COOPERACIN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA EN EL MBITO DELA EDUCACIN SUPERIOR .............................................................................. 19

    I. De la universidad colonial a las reformas: tres momentos histricosde conexin iberoamericana ............................................................. 19

    II. El reformismo de Crdoba, la universidad nacional y otros ante-cedentes futuros ................................................................................... 21

    III. De las reformas a las contrarreformas: los impactos de la globaliza-cin en la enseanza superior ............................................................... 24

    IV. Internacionalizacin y transnacionalizacin de la enseanza supe-rior: hacia un espacio iberoamericano? .............................................. 28

    SEGUNDA PARTE

    LA PUESTA EN MARCHA DEL ESPACIO IBEROAMERICANODE EDUCACIN SUPERIOR

    3. QU ES? ........................................................................................................... 35

    I. Delimitacin de trminos ....................................................................... 35II. Diferenciacin de otros conceptos ........................................................ 45

    NDICE

    VII

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  • 4 DNDE Y POR QU SURGE? .......................................................................... 51

    5. CMO EVOLUCIONA? .................................................................................... 57

    I. Programas Iberoamericanos en el marco de las Cumbres Iberoame-ricanas de Jefes de Estado y de Gobierno ............................................ 57

    II. Programas en el marco de la cooperacin universitaria iberoameri-cana ......................................................................................................... 64

    III. Programas en el marco de los esquemas de integracin regional ..... 70

    6. INSTITUCIONES Y ENTIDADES IMPLICADAS ................................................ 79

    I. Quin hace qu? .................................................................................... 79II. Mecanismos de coordinacin institucional .......................................... 86

    TERCERA PARTE

    PROPUESTAS Y ACCIONES EMPRENDIDAS

    7. OPORTUNIDADES E INICIATIVAS PLANTEADAS EN EL MARCO DEL EIC ... 91

    8. PRINCIPALES PROBLEMAS Y OBSTCULOS DETECTADOS ........................ 103

    I. En el campo de la cooperacin universitaria iberoamericana ............. 103II. En el campo de la coordinacin institucional de los actores involu-

    crados ...................................................................................................... 104

    9. VINCULACIN DEL EIC CON EL EEES .............................................................. 107

    I. La cooperacin eurolatinoamericana en educacin superior ............. 108II. Situacin y perspectivas ........................................................................ 115

    10. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ...................................................... 117

    I. Conclusiones ........................................................................................... 117II. Recomendaciones .................................................................................. 119

    BIBLIOGRAFA, DOCUMENTOS Y ENTREVISTAS ................................................. 123

    I. Bibliografa .............................................................................................. 123II. Declaraciones e informes ....................................................................... 127III. Entrevistas realizadas ............................................................................. 129

    ndice

    VIII

    001_10 00a pri 17/2/10 17:22 Pgina viii

  • ABINIA Programa de Desarrollo de Bibliotecas Nacionales de los Pases deIberoamrica

    AECID Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo ALBA Alternativa Bolivariana para Amrica Latina y el Caribe ALCUE Amrica Latina, el Caribe y la Unin Europea ASCUN Asociacin Colombiana de Universidad AUGM Asociacin de Universidades del Grupo de Montevideo AUIP Asociacin Universitaria Iberoamericana de Postgrado CAB Convenio Andrs Bello de Integracin Educativa, Cientfica, Tecnol-

    gica y Cultural CIECC Consejo Interamericano de Educacin, Ciencia y Cultura CIJEG Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno COLAM Programa Colegio de las Amricas CRC-ES Comisin Regional Coordinadora de Educacin Superior CRES Cumbre de Rectores de Universidades Estatales CRES Conferencia Regional de Educacin SuperiorCRISCOS Consejo de Rectores para la Integracin de la Subregin Centro-Oeste

    de Sudamrica CRUE Consejo de Rectores de Universidades Espaolas CSUCA Consejo Superior Universitario Centroamericano CUIB Consejo Universitario Iberoamericano CYTED Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnologa para el Desarrollo DIPREDCA Programa Desarrollo de Capacidades de Investigacin para la Preven-

    cin y Mitigacin de Desastres en Amrica Central DUDH Declaracin Universal de los Derechos HumanosEEES Espacio Europeo de Educacin Superior EIBES Espacio Iberoamericano de Educacin SuperiorEIC Espacio Iberoamericano del Conocimiento ENLACES Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeo de Educacin Su-

    perior ES Educacin Superior EUA European University Association GATS Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (siglas en ingls)GTZ Deutsche Gesellschaft fr Technische Zusammenarbeit GUNI Global University Network for InnovationIBERPYME Programa Iberoamericano de Cooperacin Interinstitucional para el

    Desarrollo de la Pequea y Mediana Empresa IES Instituciones de Educacin SuperiorIESALC Instituto Internacional para la Educacin Superior en Amrica Latina y

    el Caribe

    LISTA DE SIGLAS Y ACRNIMOS

    IX

    001_10 00b siglas 17/2/10 17:22 Pgina ix

  • IGLU Programa Instituto de Gestin y Liderazgo Universitario MERCOSUR Mercado Comn del Sur MEXA Mecanismo Experimental de Acreditacin de Carreras para el Reco-

    nocimiento de Ttulos de Grado Universitario en los Pases del MER-COSUR, Bolivia y Chile

    MIPYME Micro, pequea y mediana empresa OEI Organizacin de Estados Iberoamericanos para la Educacin, la Cien-

    cia y la Cultura OIJ Organizacin Iberoamericana de la Juventud OMC Organizacin Mundial del ComercioOUI Organizacin Universitaria Interamericana PICBIP Programa Iberoamericano de Cooperacin en Materia de Bibliotecas

    Pblicas PIMA Programa Iberoamericano de Movilidad Acadmica PUEDES Programa Universidad-Empresa para el Desarrollo Sostenible RIACES Red Iberoamericana de Agencias de Evaluacin y Acreditacin de la

    Calidad de la Educacin Superior RLCU Red Latinoamericana de Cooperacin Universitaria SEGIB Secretara General Iberoamericana SELA Sistema Econmico Latinoamericano y del Caribe SHIP Programa Sistema Hemisfrico de Intercambio de Postgrado Sistema Sistema de Acreditacin de Carreras Universitarias para el Reconoci-ARCU-SUR miento Regional de la Calidad Acadmica de sus Respectivas Titula-

    ciones en el MERCOSUR y Estados asociados TEIB Televisin Educativa Iberoamericana TIC Tecnologas de Informacin y Comunicacin UDUAL Unin de Universidades de Amrica Latina UE Unin Europea UERJ Universidad Estadual de Rio de JaneiroUNAM Universidad Nacional Autnoma de Mxico UNASUR Unin de Naciones Suramericanas UNB Universidade de Brasilia UNESCO Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y

    la Cultura UNICA Asociacin de Universidades e Institutos de Investigacin del Caribe UNILA Universidad de la Integracin Latinoamericana USAID United States Agency for International Development

    Lista de siglas y acrnimos

    x

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  • En la educacin se funden dos aspectosbsicos: es un derecho que toda personadebe tener y, adems, contribuye al des-arrollo de los pases. Sin duda, la educa-cin bsica es un derecho fundamental yas lo reconocen distintos instrumentos,como los Objetivos de Desarrollo del Mi-lenio, al establecer que se debe lograr laenseanza primaria universal.

    Reconociendo ese principio bsico, laeducacin superior se convierte en uninstrumento fundamental en la mejorade las condiciones para el desarrollo decualquier pas. sta no es una cuestinmeramente tcnica que tiene como ob-jetivo la mejora de la competitividad,sino que tambin es un aspecto sustan-cial en el desarrollo integral de las per-sonas. Se convierte en la ltima etapaindispensable del sistema educativo. Escierto que existe una percepcin gene-ralizada, bastante cargada de razn, deque este tipo de educacin es slo acce-sible para una pequea parte de la po-blacin que cuenta con recursos parallegar hasta ella. Sin embargo, sta esuna dimensin eminentemente pblica,en la que las instituciones de gobierno,en sus distintos niveles, deben tener unpapel preponderante.

    Sobre la base del idioma comn, la edu-cacin es un lugar natural para lo ibero-americano y en ese marco es donde pre-senta todo su potencial la construccinde un Espacio Iberoamericano de Edu-cacin Superior que, a su vez, estarplenamente vinculado al Espacio Euro-latinoamericano de Educacin Superior.

    En la investigacin que da origen a estedocumento se reconoce el acervo ibero-americano en la construccin de unasrelaciones basadas en la cooperacineducativa y en las mltiples variantesque hoy presenta esa cooperacin (con-venios, redes, intercambios, programasde becas, doctorados, msteres, etc.),que se asientan en la intensa relacinacadmica entre centros espaoles y la-tinoamericanos y caribeos. Dicho Es-pacio Iberoamericano ha contado yacon el impulso poltico de gobiernos einstituciones, siendo especialmente re-levante el papel del Foro Iberoamerica-no de Responsables de Educacin Su-perior, Ciencia e Innovacin, y del trode instituciones que forman la estructu-ra bsica de funcionamiento en la cons-truccin de ese espacio comn: la Secre-tara General Iberoamericana (SEGIB), laOrganizacin de Estados Iberoamerica-nos para la Educacin, la Ciencia y laCultura (OEI), y el Consejo UniversitarioIberoamericano (CUIB). Esa labor se po-tencia con la activa presencia de diver-sos organismos regionales y redes deuniversidades como CSUCA, IESALC,RIACES y la Fundacin Carolina, ascomo por iniciativas como el ProgramaUniversia.

    Es cierto que en su relativamente nove-dosa puesta en escena se detectan toda-va algunos fallos, que incluyen desdeuna cierta confusin sobre su mbito deaccin hasta la descoordinacin de lasentidades implicadas. Estas cuestionesconstituyen el ncleo central de estaobra, que tambin aporta algunas de las

    PRESENTACIN

    Jos ngel Sotillo

    XI

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  • recomendaciones que podran hacerfrente a esas situaciones.

    La creciente importancia de esta cues-tin se visibiliza cada vez con ms fre-cuencia en la agenda iberoamericana(XIX Cumbre Iberoamericana, Estoril, 30de noviembre y 1 de diciembre de 2009,dedicada a Innovacin y conocimien-to) y en la eurolatinoamericana, msaun con motivo de la presidencia espa-ola de la Unin Europea, en el primersemestre de 2010; en mayo, se celebra-r la VI Cumbre Unin Europea-AmricaLatina y Caribe Madrid, que se centraren la innovacin y la tecnologa comomotor del desarrollo sostenible y la inte-gracin social, con una mencin explci-ta a la educacin superior, en lnea conel mandato de la anterior Cumbre UE-ALC, que tuvo lugar en Madrid en 2002.Ms adelante, la Cumbre Iberoamerica-na de Argentina (Mar del Plata, 11 y 12de noviembre de 2010) afrontar tam-

    bin el tema educativo, como un grandesafo y una prioridad para el espacioiberoamericano.

    Consideramos, por tanto, que estamosante un sector estratgico para el desarro-llo de cualquier pas y que la voluntad po-ltica para activarlo debe encontrar, inclu-so en etapas de crisis econmica, elmomento oportuno que representa elcrecimiento econmico latinoamericano,que permite realizar ese esfuerzo conjun-to por conseguir una educacin de cali-dad, una de las piezas que contribuye aldesarrollo social para la construccin deuna sociedad ms justa e incluyente.

    Queremos agradecer a la Fundacin Ca-rolina, y en concreto al Programa de In-vestigacin CeALCI, la oportunidad paraanalizar este tema, cuyos resultadosservirn para conocer ms y mejor elEspacio Iberoamericano de EducacinSuperior.

    Jos ngel Sotillo

    XII

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  • Uno de los mbitos ms importantespara el desarrollo es el de la educacin,en sus distintos niveles. En un mundoglobalizado, de interdependencias com-plejas, la educacin es un referente uni-versal cuya situacin indica el grado deavance desde una dimensin social.Aunque la educacin bsica es el primerpilar de todo sistema educativo, la educa-cin superior se ha convertido en un ele-mento central para el desarrollo humanode los pases, as como para aumentarlas capacidades de innovacin y compe-titividad y para vincular la formacinavanzada al empleo. Como enseanza decontenido esencialmente pblico es unaactividad educativa diseada para la for-macin de valores, y, en este sentido,contribuye tanto a fortalecer sus estruc-turas de convivencia democrticascomo a potenciar el desarrollo econmi-co de un pas.

    Estas dos contribuciones de la educa-cin superior, si bien han de entendersede forma complementaria, han dado lu-gar, en la prctica, a dos visiones biendivergentes de la educacin superior:aquella que la considera un bien pbliconecesario para el desarrollo humano, yla que se orienta primordialmente a laformacin de mano de obra cualificadapara el mercado. Este debate, que dainicio a la investigacin que aqu pre-sentamos, es crucial a la hora de disearmodelos educativos y de cooperacininterregional en este campo, tal y comoha sido reiterado en las diversas confe-rencias sobre educacin superior enAmrica Latina. En efecto, la educacin

    superior es ya un tema central en laagenda multilateral y una preocupacinconstante para muchos gobiernos, insti-tuciones y otros actores pblicos y pri-vados.

    Partiendo de esta premisa, se analiza laevolucin histrica y la situacin actual,tanto de la educacin superior en la re-gin como de los procesos de coopera-cin en este mbito. Esto nos permitirentender mejor las dinmicas y los de-bates que se han dado en el mbito dela educacin superior latinoamericana,y contextualizar las actuales tendenciasde la integracin educativa regionalpara encuadrar la creacin de un Espa-cio Iberoamericano de Educacin Supe-rior (EIBES) a partir de los lazos histri-camente tejidos, haciendo hincapi enlos principales marcos, debates y de-safos de cooperacin interregional y bi-rregional. No hay dudas de las potencia-lidades que esto supone, pero tampocode las dificultades e insuficiencias quesiguen existiendo, y que podran conlle-var un pobre resultado con respecto aesta potencialidad inicial.

    En efecto, se detecta una serie de caren-cias y obstculos que dificultan la pues-ta en marcha de un EIBES, y que pasanpor trabas burocrticas que dificultan elacceso de latinoamericanos a estudiosde postgrado, por la escasa visibilidadde las acciones emprendidas hasta aho-ra, por la falta de informacin desde lasinstituciones responsables, por la des-coordinacin entre los distintos actoresimplicados, etctera. Todo lo cual puede

    INTRODUCCIN

    XIII

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  • terminar generando desconfianza, con-fusin y, sobre todo, prdida de credibi-lidad de las instituciones encargadas dela educacin superior, especialmentelos organismos oficiales y las universi-dades. Consideramos de este modonecesario indagar en cules son esosobstculos para adoptar las medidasnecesarias para solventarlos, con el finde elaborar la estructura de un EIBES.

    Una de las muestras de esta situacin seencuentra, por ejemplo, en la dificultadde delimitar los trminos centrales deesta investigacin, entre ellos, incluso,el propio EIBES. En efecto, la idea de in-tensificar los vnculos entre institucio-nes iberoamericanas de educacin su-perior, y de crear un espacio comnpara la educacin superior en Iberoam-rica, ronda desde 1991 en las CumbresIberoamericanas de Jefes de Estado yde Gobierno, posteriormente en lasReuniones de Responsables de Educa-cin Superior y, finalmente, en casi to-dos los encuentros de rectores. Sin em-bargo, la propia definicin de un EIBESa da de hoy est inmersa en una inde-terminacin conceptual por parte de lasmismas instituciones encargadas de suimpulso y consolidacin. Lo cual, sinduda, genera imprecisiones negativas ala hora de coordinar esfuerzos entre losactores, y dar respuestas a las necesida-des y expectativas que el tema planteaentre los futuros beneficiarios del espa-cio.

    De esta forma, nos encontramos anteuna prctica que transita por una va ha-

    cia la concrecin de un espacio comnpara la educacin superior, pero a tra-vs de un camino un tanto atomizado deiniciativas, a veces convergentes y otrassuperpuestas, que no deja clara la idea,no slo de la coordinacin entre los ac-tores responsables, sino del futuro de lainiciativa misma. As pues, coexisten,por ejemplo, el Espacio Iberoamericanodel Conocimiento (EIC), que a su vezcontiene el EIBES, y el Espacio de Edu-cacin Superior entre Amrica Latina, elCaribe y la Unin Europea (ALCUE).

    La iniciativa del EIC se centra en el desa-rrollo de un espacio interactivo y de co-laboracin fundamental en los mbitosde la educacin superior y la investiga-cin como vectores del conocimientocientfico y tecnolgico articulado con lainnovacin y el desarrollo. Dicho espa-cio fue definido en el documento de tra-bajo elaborado por los responsables deeducacin superior de Iberoamrica,para la XVI Conferencia Iberoamericanade Educacin, que tuvo lugar en Monte-video en 2006, como un mbito en elcual promover la interaccin y la coope-racin para la generacin, difusin ytransferencia de los conocimientos so-bre la base de la complementariedad yel beneficio mutuo, de tal manera queello genere una mejora de la calidad ypertinencia de la educacin, la investi-gacin cientfica e innovacin que fun-damente un desarrollo sostenible de laregin.

    La idea de constituir un espacio abiertopara la formacin superior que propicie

    Jos ngel Sotillo, Irene Rodrguez, Enara Echart y Tahina Ojeda

    XIV

    001_10 00d intro 17/2/10 17:22 Pgina xiv

  • el aprendizaje permanente, brindandouna ptima gama de opciones y la posi-bilidad de entrar y salir fcilmente delsistema, as como oportunidades de re-alizacin individual y movilidad socialcon el fin de formar ciudadanos que par-ticipen activamente en la sociedad yestn abiertos al mundo, y para promo-ver el fortalecimiento de las capacida-des endgenas y la consolidacin en unmarco de justicia de los derechos huma-nos, el desarrollo sostenible, la demo-cracia y la paz 1 en Iberoamrica requie-re de una convergencia y articulacin delos actores partes del proceso de crea-cin y puesta en marcha. Es por ello queel EIC mantiene los principios de gra-dualidad, flexibilidad, priorizacin, arti-culacin, calidad, corresponsabilidad,multilateralidad, beneficio mutuo y sos-tenibilidad; en el entendido de que laconstruccin de un espacio de tal natu-raleza debe ser producto de un procesogradual, modulado por la madurez delas propuestas implementadas y el com-promiso de los actores implicados en suejecucin.

    Entre los pilares del EIC, la educacinsuperior y la investigacin son conside-radas herramientas para impulsar pro-cesos concretos de integracin en lasregiones y en los pases, para la genera-cin y distribucin de conocimiento rele-vante (local, regional y global), as comopara la formacin de profesionales con

    una visin y pertenencia iberoamerica-na, a la par de la innovacin y el desa-rrollo tecnolgico, que de igual formason considerados fundamentales parala integracin y el desarrollo de Iberoa-mrica, ampliando as el concepto deconocimiento, que incluye una vertientecientfica y tecnolgica.

    En el caso que nos ocupa, la educacinsuperior es concebida, por tanto, dentrodel EIC, como un mbito propio centra-do en la formacin, la transmisin delconocimiento y la contribucin a la ge-neracin de una ciudadana responsa-ble 2, su papel en el desarrollo econ-mico y social no admite discusin encuanto responsable de la generacin deconocimiento y capacidades. Por tanto,la cooperacin entre instituciones uni-versitarias y las redes que se han creadoen los ltimos aos se muestran comovaliosos esfuerzos para mejorar la cali-dad y pertinencia de las instituciones yde los actores involucrados.

    Dado que el EIC enmarca una serie demecanismos, elementos y acciones detipo general en el mbito cultural, edu-cativo, cientfico y tecnolgico, social einstitucional, el EIBES, aunque pilar deun espacio mayor, se ve amalgamadoconceptualmente con la formacin depostgrado, la investigacin cientfica, eldesarrollo tecnolgico y la innovacin.Si bien se reconocen las relaciones e in-

    Introduccin

    1 Declaracin mundial sobre la educacin superior en el siglo XXI: Visin y accin, disponible en la web:http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm, consultada el 9/12/08. 2 XVI Conferencia Iberoamericana de Educacin (Montevideo, 2006), El espacio iberoamericano del co-nocimiento. Disponible en la web: http://www.oei.es/espacioiberoamericano.htm, consultada el 12/11/08.

    XV

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  • terdependencia entre ambos compo-nentes, cada uno de ellos tiene ciertaslgicas propias que se manifiestan enuna especificidad de los actores que in-tervienen y en la naturaleza de sus pro-cedimientos y mecanismos de accin.Es por ello que, mientras en la investiga-cin cientfica la educacin superior juegaun papel importante constituyendo unade sus funciones sustantivas, se re-quiere la participacin de otros actores,como centros de investigacin, empre-sas, centros tecnolgicos, institucionesde fomento y otras que se han constitui-do como elementos integrantes de lossistemas nacionales de innovacin.Mientras que en el mbito de la educa-cin superior las universidades, las redesconformadas en su nombre y dems ac-tores, como profesores y alumnos, sonquienes dan sentido a su dinmica 3.

    Por las caractersticas propias de los di-ferentes componentes del Espacio Ibe-roamericano del Conocimiento, stedebe ser abordado con especificidad deacuerdo a su naturaleza. En este senti-do, es preciso delimitar las actuaciones,objetivos y principios generales, paraabarcar con efectividad y dar viabilidada las propuestas.

    Por todo ello, es necesario analizar condetenimiento la puesta en marcha delEIBES como componente del anterior,sus caractersticas, sus premisas, dndey por qu surge, cmo evoluciona, susactores, as como las principales oportu-

    nidades, lmites y obstculos y su rela-cin con proyectos afines. stos sernlos temas centrales de la investigacinque aqu se presenta. Pero, adems, elenfoque ser principalmente institucio-nal, entendiendo el peso que los actoresinvolucrados tienen en la configuracinde este espacio, y el papel que deben ypueden desempear las distintas insti-tuciones y entidades implicadas en estaactividad. As, se analiza el papel que,desde el impulso dado por la coopera-cin iberoamericana, vienen desempe-ando instituciones como la SecretaraGeneral Iberoamericana (SEGIB), la Or-ganizacin de Estados Iberoamericanospara la Educacin, la Ciencia y la Cultura(OEI) y el Consejo Universitario (CUIB),como polos de referencia de otra seriede entidades en cuyo mbito de trabajose incluye la cooperacin educativa enel mbito universitario.

    En definitiva, sobre la base del estudiodel estado de la cuestin en este mbi-to, con esta investigacin se pretendeproponer lneas maestras para la confi-guracin de un espacio para la educa-cin superior, centrndose prioritaria-mente en la dimensin institucional quedebe configurarlo. Se trata, pues, deidentificar las bases de ese modelo encuanto espacio pblico de conocimientocompartido, constituido en un eje priori-tario de lo iberoamericano, del multila-teralismo activo y eficaz, que se insertaadems en lo eurolatinoamericano, enel marco de la asociacin estratgica bi-

    Jos ngel Sotillo, Irene Rodrguez, Enara Echart y Tahina Ojeda

    3 dem.

    XVI

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  • rregional entre la UE y Amrica Latina yel Caribe.

    Creemos que el momento es especial-mente oportuno para una investigacinde estas caractersticas, en la medida enque coinciden una serie de elementoscatalizadores de este proceso: el nfasisque ha puesto la Administracin espa-ola en potenciar el espacio iberoameri-cano en este mbito 4, el crecimientoeconmico sostenido que presenta elconjunto de la regin latinoamericana y,vinculado a esta cuestin, el coste deoportunidad que supone la educacinsuperior, conectada al aumento de lascapacidades, a la investigacin cientfi-ca y al desarrollo tecnolgico. Todo ello,adems, en la perspectiva que abre laconjuncin de tres vectores: la conme-moracin de los Bicentenarios de las in-dependencias de los pases latinoameri-canos, la celebracin de la VI CumbreUE-ALC (Espaa, 2010) y la celebracinde la Cumbre Iberoamericana de 2012en Cdiz.

    Partiendo de este escenario, el objetivogeneral de este estudio es examinar elestado actual de los principales proble-mas y opciones que afectan a la coope-racin universitaria iberoamericana enel mbito de la educacin superior, de-

    tectando las deficiencias que obstaculi-zan un mayor enlace e impacto con res-pecto a las demandas latinoamericanasy ofrecer propuestas y recomendacionespara esta cooperacin universitaria.

    De esta forma, los resultados de la in-vestigacin muestran un diagnsticodel estado actual de la cooperacin uni-versitaria iberoamericana en el mbitode la educacin superior, as como delos principales obstculos que impidenque la cooperacin universitaria iberoa-mericana responda a las necesidadesactuales del contexto latinoamericano.En este sentido, se han analizado las for-talezas y debilidades de las institucionesimplicadas en el EIBES. Todo ello con elobjetivo de ofrecer nuevos planteamien-tos sobre este espacio que permitirn alas instituciones implicadas crear suspropias estrategias de intervencin fu-tura, en concordancia con sus interesesy perfiles institucionales.

    Estos resultados han validado las hip-tesis de trabajo de las que parta este es-tudio, a saber, que:

    1. La creacin de un EIBES se relacio-na con el fortalecimiento de las ins-tituciones vinculadas a la educacinsuperior en Iberoamrica, al igual

    Introduccin

    4 El 17 de enero de 2008, el diario Pblico ofreca el siguiente titular: Los latinos prefieren las becas espa-olas a la Fulbright, sealando el ascenso de los becarios carolinos en detrimento de los fulbright. Losdatos avalaran esta afirmacin, ya que licenciados, investigadores y docentes iberoamericanos puedenoptar a una de las 1.720 becas que concede la Fundacin Carolina. Casi al mismo tiempo, el 21 de febrero,el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, asista al acto de entrega de becas a 165 estu-diantes de doctorado y licenciaturas de 20 pases latinoamericanos que forman parte del programa BecasUniversidad de Salamanca-Banco de Santander, del que se han beneficiado 361 universitarios.

    XVII

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  • que la capacidad financiera y degestin para la puesta en marcha deprogramas de estudios comparti-dos que permitan la movilidad delos estudiantes y docentes.

    2. Existen prcticas de cooperacinentre los actores, pero an quedapendiente una coordinacin de es-fuerzos y articulacin en cuanto alos planes y programas que se eje-cutan en el marco del actual EIC.

    Estas hiptesis, junto con los resultadosde la investigacin, dan lugar a una se-rie de recomendaciones relacionadascon el fortalecimiento del conjunto deactores involucrados en el EIBES, fo-mentando a su vez las estructuras de co-ordinacin y cooperacin entre ellas.

    En cuanto a la metodologa empleada,la investigacin presenta un enfoquecualitativo. Se utiliza un sentido inducti-vo, partiendo de instrumentos de anlisisespecficos para el caso de las polticasen materia de educacin superior, quepermitan la formulacin de propuestasconcretas en concordancia con estosinstrumentos. Entre las herramientasmetodolgicas que se han utilizado enla investigacin se encuentra, en primerlugar, la revisin de fuentes documenta-les y bibliogrficas, que nos han permi-tido, por un lado, entender la evolucin,la situacin actual y los debates en tor-no a la educacin superior en AmricaLatina, debates que muchas veces se re-montan a pocas anteriores y que nohan dejado de tener actualidad, como elque se refiere a la necesaria pertinencia

    de la educacin superior, en cuantodebe responder a la realidad y las nece-sidades de las sociedades en las que seinserta. Adems, los diversos documen-tos oficiales y declaraciones surgidas enlas reuniones que han tratado, de formacentral o transversal, la educacin supe-rior, permiten hacerse una idea de cmoha ido creciendo el inters que suscita, ycmo se ha ido plasmando en prcticasy programas concretos.

    Ms all de esta revisin bibliogrfica ydocumental que ha servido de base a lainvestigacin, la novedad del EIBES, laescasez y falta de acceso, en muchasocasiones, a informacin relevante paraentender sus ltimas dinmicas, ascomo la necesidad de entender el papelde cada uno de los actores involucra-dos, nos ha llevado a participar en reu-niones y seminarios relacionados conlas temticas de estudio, en los que seha hecho un seguimiento de los cam-bios y avances registrados, pero quetambin han permitido contactar conpotenciales instituciones educativasque nos han brindado una informacinespecialmente relevante. En efecto, elrecurso a entrevistas a representantesde organizaciones relevantes para la in-vestigacin (como la OEI, OIJ, el progra-ma Universia, etc.), as como a consulto-res especializados, ha sido una de lasherramientas metodolgicas de mayorutilidad para entender su papel en laconfiguracin del EIBES.

    Todo ello ha dado lugar a un plan de in-vestigacin que va desde los aspectos

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    XVIII

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  • ms generales de la educacin superioren la regin y su contribucin al desa-rrollo humano de la misma hasta losms especficos de la conformacin deun EIBES, dando lugar, como cierre dela misma, a una serie de recomendacio-nes orientadas a la toma de decisiones yal diseo e implementacin de polticaspor parte de los actores involucrados.

    Para ello, el plan de investigacin segui-do parte de una contextualizacin en laque se analiza, en primer lugar, la im-portancia de la educacin superiorcomo elemento indispensable del desa-rrollo humano. En este punto, se insisteen la educacin como un derecho hu-mano que debe ser garantizado, princi-palmente en el mbito de la educacinprimaria, pero tambin en cuanto a laigualdad de acceso a la educacin supe-rior. En este sentido, conviene tener pre-sente que la educacin superior no essino la ltima etapa del sistema educati-vo, y su calidad y el acceso a la mismadepende de lo conseguido en las etapasanteriores, debate especialmente rele-vante en el mbito latinoamericano.Pero, adems, se presentan las dos vi-siones de la educacin superior, comobien pblico al servicio de la sociedad ocomo bien privado al servicio del mer-cado, visiones que a su vez correspon-den a dos concepciones muchas vecesdivergentes del desarrollo, entendidobien como desarrollo humano, biencomo crecimiento econmico. La tomade postura respecto a este debate darlugar al predominio de un determinadomodelo de educacin superior, como

    derecho humano, y por tanto de todos,o como institucin elitista al alcance deunos pocos.

    Estos debates tienen especial fuerza enAmrica Latina, como se observa en laprimera parte de este documento, en laque se presenta el estado actual de lacooperacin universitaria iberoamerica-na en el mbito de la educacin supe-rior. En consecuencia, es importante,previamente, contextualizar la creacindel EIBES a partir de la evolucin hist-rica de los debates y de la educacin su-perior en la regin. Para ello se repasantres momentos histricos en el mbitode la conexin universitaria iberoame-ricana, desde el periodo colonial hastael actual contexto de la globalizacin,pasando por la importante Reforma deCrdoba, punto de inflexin en las refle-xiones sobre este mbito, en cuanto su-puso un gran intento de renovacin pro-funda de la enseanza superior enAmrica Latina durante el siglo XX, y cu-yos legados llegan hasta nuestros das.Se presentan, finalmente, algunos datosde especial relevancia para entender elestado actual de la educacin universi-taria latinoamericana, para terminar conla presentacin de algunos ejemplos decoordinacin y trasnacionalizacin eneste mbito, previos y superpuestos alEIBES.

    En la segunda parte de la investigacinse analiza ms especficamente la pues-ta en marcha del EIBES, partiendo deuna delimitacin del trmino, que se en-cuadra en un espacio ms amplio, el del

    Introduccin

    XIX

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  • EIC (con lo que ms adelante trabajare-mos con este concepto que logr absor-ber la idea central del EIBES), y diferen-cindolo de otros conceptos, ampliandolo ya sealado en la introduccin. Se es-tudia a continuacin su origen y su evolu-cin, repasando las diversas conferenciasy reuniones en las que se va delimitan-do la idea de un espacio que en un prin-cipio no toma en cuenta la necesidad deavanzar en trminos de la convergenciaprevia de los sistemas educativos, paraposteriormente llegar a la creacin deun espacio ms natural para la educa-cin superior, traduciendo y llevando ala vida real prcticas y programas con-cretos que transciendan a los existentesy se mantengan de forma sostenible enel tiempo. Todo ello prestando especialatencin a los actores involucrados enel mismo, esto es, aquellas institucionesy entidades implicadas en su concep-tualizacin y coordinacin (institucionesgubernamentales, organismos interna-cionales, fundaciones, entidades priva-das y alianzas pblico-privadas), ascomo los mecanismos puestos en mar-cha para la coordinacin institucional.

    La tercera parte del estudio busca pre-sentar las propuestas y acciones em-prendidas, en este caso concentrndo-nos en el EIC (como finalmente sedenomina por parte de los organismoscorrespondientes y los Estados), desta-cando los principales programas que sehan propuesto hasta la fecha para dina-mizarlo: el Programa de Movilidad Aca-dmica Pablo Neruda y el Proyecto Me-tas 2021. La educacin que queremos

    para la generacin de los Bicentenarios,y el Centro de Altos Estudios Universita-rios. En esta parte se puede observar laestructura de cada uno de los progra-mas, sus mecanismos de funcionamien-to y sus perspectivas de futuro, lo quenos permite entender tanto las oportu-nidades e iniciativas planteadas comolos principales problemas y obstculosdetectados tanto en la conceptualiza-cin como en la puesta en marcha deeste espacio.

    En este punto, adems, nos parece cru-cial establecer una vinculacin entre elEIC y el Espacio Europeo de EducacinSuperior (EEES), dinmica en la que nosencontramos inmersos en el propio m-bito universitario europeo, y que, relacio-nndola con el anterior, podr dar lugar aun futuro espacio eurolatinoamericanode educacin superior. Para el desarro-llo de este apartado analizamos el he-cho de que la cooperacin iberoameri-cana en educacin superior debe irnecesariamente junto al EEES, aunquehasta ahora han transitado caminos se-parados, lleg la hora de que confluyan,en este sentido, analizamos el marco ylas acciones de cooperacin eurolatino-americana de educacin superior, des-tacando los programas lan y ALFA,para concluir con un anlisis de la situa-cin actual y las perspectivas de futuroque indican que aunque son caminosparalelos, en poco tiempo el EIC se de-ber adaptar al eurolatinoamericano,conviviendo con las complejidades quesupone la propia implantacin delEEES.

    Jos ngel Sotillo, Irene Rodrguez, Enara Echart y Tahina Ojeda

    XX

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  • Finalmente, la investigacin se cierracon una serie de recomendaciones ypropuestas de lneas maestras para laconfiguracin del espacio iberoamerica-no. Se pretende con ellas dar una ideade los pasos necesarios para la implan-tacin del EIC en su componente deeducacin superior, y su posible com-plementacin con el sistema europeode educacin superior. Conclusionesque transitan por la necesidad imperio-sa de coordinacin entre los actores,sustentados en un diagnstico de lasnecesidades reales del sector, la identifi-cacin de las capacidades instituciona-les tanto nacionales como regionales, laidentificacin de las experiencias exis-tentes que pueden ser tomadas encuenta para la absorcin de leccionesaprendidas, la incorporacin de todoslos actores involucrados en el tema, laposibilidad de que se cree una unidadregional coordinadora de todo el pro-ceso, y la necesidad de establecer unaestructura de informacin para los be-neficiarios del EIC, que visibilice las ac-ciones y d mayor orientacin sobre lasoportunidades que se ofrecen en el marcodel espacio, llenando as el vaco infor-mativo que se detect en el transcursode la investigacin.

    Asimismo, se aade una bibliografa dereferencia, as como una serie de docu-mentos oficiales de especial relevanciapara entender el estado actual de lacuestin objeto de este estudio.

    Agradecemos especialmente las aporta-ciones realizadas por los expertos eneducacin superior entrevistados a lolargo de la investigacin, y muy espe-cialmente las contribuciones de:

    Jess Sebastin. Experto en temas deeducacin superior, ciencia e innova-cin, y asesor de la OEI en la materia.Por sus orientaciones tericas y prcti-cas, que nos permitieron entender elsentido y la direccin en la que se desa-rrolla el EIC.

    Breno Bringel. Investigador del Depar-tamento de Ciencia Poltica III y del Gru-po de Estudios Contemporneos deAmrica Latina de la Universidad Com-plutense de Madrid. Por su aporte teri-co para la evaluacin y determinacindel contexto en el que se desenvuelve laeducacin superior en Amrica Latina.

    Javier Surasky. Experto en DerechosHumanos y profesor del Instituto de Re-laciones Internacionales de la Universi-dad Nacional de La Plata (Argentina).Por sus recomendaciones y observacio-nes a este documento.

    Indira Massip. Abogada y especialistaen Cooperacin Internacional para elDesarrollo. Por su apoyo y labor de se-guimiento a los temas vinculados al EICen el terreno.

    Introduccin

    XXI

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  • 001_10 00d intro 17/2/10 17:22 Pgina xxii

  • PRIMERA PARTE

    EL CONTEXTO

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  • 001_10 01 aju 17/2/10 17:21 Pgina 2

  • La educacin es un derecho humano ycomo tal resulta central en el progresohacia mayores niveles de desarrollo hu-mano. En este sentido, la educacin su-perior tiene una importancia crucial, enla medida en que permite una genera-cin y difusin de saberes especializa-dos, y una defensa de los valores nece-sarios para una sociedad democrtica.Nos encontramos ante dos visiones dela educacin superior que se asemejana concepciones divergentes del propiodesarrollo. Adems, esta ltima etapadel proceso educativo no puede enten-derse de manera aislada del sistema enel que se inserta, lo que hace necesario,entre otras cuestiones, que el principiode igualdad en el acceso, tal y como seestablece en la Declaracin Universal deDerechos Humanos, se sustente y se ga-rantice en los niveles educativos pre-vios. En este captulo analizaremos es-tas cuestiones, teniendo como marco dereferencia el contexto latinoamericano.

    Conviene tener muy en cuenta la refle-xin del escritor Carlos Fuentes:

    En el otro extremo del proceso educativo seencuentra la continuidad. En sociedadescomo las nuestras, de grandes desigualda-des econmicas y exigencias inmediatas desupervivencia, abunda la desercin escolar yse limita la educacin adulta. Por ello, debe-mos fortalecer un proceso de educacin per-manente. No slo como proceso intermina-ble de adquisicin de conocimientos, sino

    como manera de crear relaciones entre indi-viduos, grupos y, an, naciones. Porque nosacercamos si no es que estamos inmersosya a una crisis comn al mundo en desa-rrollo y al desarrollado. Cul es el destinodel trabajador en las sociedades tecnolgi-cas avanzadas? Cul es el destino del traba-jador sin entrenamiento en las sociedadesatrasadas? 1.

    I. LA EDUCACIN COMO DERECHOHUMANO

    La educacin no slo es un componentebsico del desarrollo humano, entendi-do como un aumento de las capacida-des y opciones de las personas, sinoque adems, y sobre todo, es un dere-cho humano fundamental, tal como seseala en la Declaracin Universal delos Derechos Humanos (DUDH) de 1948.El prrafo 1 de su artculo 16 estableceas que:

    Toda persona tiene derecho a la educacin.La educacin debe ser gratuita, al menos enlo concerniente a la instruccin elemental yfundamental. La instruccin elemental serobligatoria. La instruccin tcnica y profesio-nal habr de ser generalizada; el acceso a losestudios superiores ser igual para todos, enfuncin de los mritos respectivos.

    Adems, el prrafo 2 del referido artcu-lo precisa la funcin propia de la educa-cin, al afirmar que:

    1. LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIN SUPERIORPARA EL DESARROLLO: LTIMA ETAPA INDISPENSABLEDEL SISTEMA EDUCATIVO

    1 Carlos Fuentes, La educacin, base del desarrollo, en Felipe Gonzlez (ed.) (2009): Iberoamrica 2020.Retos ante la crisis, Madrid, Fundacin Carolina/Siglo XXI.

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  • La educacin tendr por objeto el pleno de-sarrollo de la personalidad humana y el for-talecimiento del respeto a los derechos hu-manos y a las libertades fundamentales;favorecer la comprensin, la tolerancia y laamistad entre todas las naciones y todos losgrupos tnicos o religiosos; y promover eldesarrollo de las Naciones Unidas para elmantenimiento de la paz.

    El reconocimiento de la educacin comoun derecho humano tiene importantesimplicaciones: adquiere un carcter uni-versal; est estrechamente vinculada ypotencia el ejercicio del resto de los dere-chos; y como bien pblico debe ser ga-rantizada y protegida por el Estado (e in-cluso contra el Estado). Sin embargo, elejercicio efectivo de este derecho se en-frenta a importantes retos, estrechamen-te ligados a la propia concepcin quepredomina en la educacin. As, frente alcarcter pblico de la educacin que pre-valece en la DUDH, las tendencias actua-les parecen tener un enfoque ms econo-micista o mercantilista, insistiendo enlos beneficios econmicos de la misma.Y esto tiene graves implicaciones en lamedida en que, como seala Gentili:

    atribuir como principal mrito de la educa-cin sus virtudes para ampliar los retornoseconmicos de la inversin educativa ha su-puesto en estos ltimos sesenta aos enfati-zar los beneficios privados que ella genera y,en consecuencia, reducir el papel del Estadoa una funcin subsidiaria perifrica o mera-mente asistencial [2009: 49].

    En este sentido, y teniendo en cuentaque la educacin es un derecho humano

    universal, nos encontramos ante una di-cotoma:

    El derecho a la educacin, como derecho hu-mano fundamental, o pertenece a todos, ono pertenece a nadie. [...] Esto es lo que dife-rencia el valor pblico y poltico de la educa-cin como derecho de todos, contra el prin-cipio mercantilizado y privatizador de laeducacin como un derecho individual queslo adquiere relevancia en la medida enque es capaz de crear valores en el mercado[2009: 50].

    Esta dicotoma responde a dos visionescontrapuestas del desarrollo: aquellaque entiende el desarrollo principal-mente como crecimiento econmico,con un papel protagonista del mercadoen su consecucin, frente a la queapuesta por un desarrollo humano ba-sado en el incremento de las capacida-des de las personas, y que debe contarcon el soporte de las instituciones y po-lticas pblicas. Pero antes de adentrar-nos en este debate, conviene tener pre-sente que la educacin superior no essino la ltima etapa del sistema educati-vo, y por tanto, que el derecho a la mis-ma se sustenta en una educacin prima-ria y secundaria igualitaria y de calidad.Por ello, y centrndonos en el contextolatinoamericano, donde sta se encuen-tra ms debilitada, es necesario sealar,aunque sea brevemente, algunos de losretos a los que se enfrenta el sistemaeducativo en su conjunto, desafos a su-perar para hacer real la contribucin dela educacin superior al desarrollo hu-mano.

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  • II. LA EDUCACIN SUPERIORCOMO LTIMA ETAPA INDISPENSABLEDEL SISTEMA EDUCATIVO

    Tras la adopcin de la Declaracin Uni-versal de Derechos Humanos, origen dela legislacin internacional que sancionael derecho a la educacin, este derechose ha integrado en un amplio conjunto deinstrumentos jurdicos, incorporndoseprogresivamente a las legislaciones na-cionales. Entre estos instrumentos se en-cuentran la Convencin relativa a la Lu-cha contra las Discriminaciones en laesfera de la Enseanza, la ConvencinInternacional sobre la Eliminacin de to-das las Formas de Discriminacin Ra-cial, el Pacto Internacional de DerechosCiviles y Polticos, el Pacto Internacionalde Derechos Econmicos, Sociales yCulturales, la Convencin sobre la Elimi-nacin de todas las formas de Discrimi-nacin contra la Mujer, la Convencinsobre los Derechos del Nio y la Decla-racin del Milenio. La incorporacin demetas relativas a la educacin en losObjetivos de Desarrollo del Milenio esuna prueba ms de que se trata de uncomponente indispensable de las polti-cas de desarrollo y de cooperacin parael desarrollo.

    Los pases de Amrica Latina son, segu-ramente, los que ms han avanzado enel cumplimiento de esas metas, consi-

    guiendo altos niveles de matriculacinen enseanza primaria. No obstante, si-guen existiendo barreras que superar.En efecto, pese a la progresiva y soste-nida expansin de los sistemas escola-res en la regin, as como al avance enlegislacin sobre la obligatoriedad de laeducacin y en la igualdad de gnero enla educacin, an son importantes lasdesigualdades, tanto regionales comode acceso y, sobre todo, de permanen-cia en las instituciones educativas, prin-cipalmente para los ms pobres y paralos sectores de poblacin tradicional-mente excluidos, como indgenas y afro-descendientes 2.

    Estos avances ponen de manifiesto laexpansin de la escolaridad en los pa-ses de Amrica Latina y el Caribe que,por lo dems, han ido acompaados deun desarrollo legislativo particularmen-te notable. No obstante, como se avan-z, la educacin sigue afrontando im-portantes obstculos que es necesariosuperar para hacer realidad el derechohumano a la educacin en esta zona delmundo, entre los que destacan las ten-dencias excluyentes en las sociedadeslatinoamericanas. Pablo Gentili (2009:15) habla de una exclusin incluyen-te, de

    un proceso mediante el cual los mecanismosde exclusin educativa se recrean y asumen

    La importancia de la educacin superior para el desarrollo

    2 Vase, por ejemplo, la informacin relativa a la educacin en los siguientes informes de Naciones Uni-das: Objetivos de Desarrollo del Milenio: Una mirada desde Amrica Latina y el Caribe, 2005; Objetivos deDesarrollo del Milenio. Informe 2006: Una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonoma de la mujeren Amrica Latina y el Caribe, 2007.

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  • nuevas fisonomas, en el marco de dinmi-cas de inclusin o insercin institucional queacaban resultando insuficientes o, en algu-nos casos, inocuas para revertir los procesosde aislamiento, marginacin y negacin dederechos que estn involucrados en todoproceso de segregacin social, dentro y fue-ra de las instituciones educativas.

    En ese sentido, el tener asegurado el ac-ceso o la permanencia en un sistemaeducativo de amplios sectores de la po-blacin no implica disfrutar de una edu-cacin de calidad, ni la superacin dedesigualdades y exclusiones socialesms amplias.

    Un ejemplo paradigmtico de esta dis-cusin es el sistema de cuotas estableci-do en las universidades pblicas de Bra-sil a principios de este siglo. A travs deacciones positivas de carcter puntual,varias universidades, como la Universi-dade de Brasilia (UNB) o la UniversidadEstadual de Rio de Janeiro (UERJ), deci-dieron reservar una cuota de sus plazasa la poblacin negra, notablemente ex-cluida de la enseanza superior. Estasiniciativas provocaron un amplio debatesocial sobre las acciones positivas yacabaron impulsando un Proyecto deLey que regulara la inclusin de po-blacin negra e indgena. Las experien-cias anteriormente mencionadas, comola de Ro de Janeiro, demostraron que lamera inclusin de los negros en la uni-versidad no era suficiente ya que mu-chos de los que se vieron obligados aabandonar los estudios lo hicieron porfalta de condiciones econmicas (exclu-

    sin social ms amplia) o por su incapa-cidad para responder al ritmo acadmi-co (educacin precaria en la primaria yen la secundaria). En trminos ms ge-nerales, los detractores han esgrimidoargumentos tales como el problema dela identificacin (cmo saber quin esnegro en Brasil?) o la posibilidad de unracismo a la inversa (problema de la es-tigmatizacin racial). Entre los defenso-res, los argumentos ms habituales hansido la deuda histrica con estas pobla-ciones, la justicia social y la reivindica-cin de la diferencia. Finalmente, unaposicin intermedia ganara importan-cia dentro del debate: aquella que apoyacrticamente las polticas de cuotas, ar-gumentando que son vlidas, pero queel gran problema es que la generacinde la exclusin nunca obedece a unanica variable (como por ejemplo el co-lor de la piel), sino que responde a uncruce de mltiples variables (color de lapiel, posicin social, gnero, nacionali-dad, etctera).

    Dicho debate se ha traducido, en trmi-nos tericos, en la divisin entre aque-llos que se apoyan en las concepcionesvinculadas a la tradicin del liberalismoigualitario y aquellos que defienden unapropuesta de poltica de la diferencia.A su vez, en trminos programticos,la Propuesta de Ley 73/199 apuesta por lareserva de un 50% de las plazas en lasuniversidades pblicas para alumnosque cursaron la enseanza secundariaen la red pblica, en particular negrose indgenas. La vigencia y amplitud dela discusin apunta a la cuestin de la

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  • igualdad de acceso y a las polticas delucha contra la desigualdad como unode los temas centrales en los debatessobre educacin superior en toda Am-rica Latina. Y, como queda patente en elcaso ilustrado, estas polticas, para serefectivas, no deben iniciarse en la fasesuperior de la educacin, sino que hande aplicarse en todo el sistema educati-vo, comenzando en los niveles bsicos.De lo contrario, se corre el riesgo deque, en lugar de propiciar la inclusin, laeducacin superior termine configuran-do nuevas desigualdades, esta vez en elmbito del conocimiento. Por otra parte,la falta de polticas integrales de carc-ter social y laboral puede tener impac-tos negativos en el desarrollo humanoy, en particular, generar desempleo, faltade cohesin social o incluso migracio-nes y fuga de cerebros. En este sentido,es imprescindible que el Estado asumasu responsabilidad en este terreno, pues,a la vista de sus implicaciones, no pue-de dejarse en manos del mercado o lainiciativa privada.

    Entre estos procesos de exclusin quedificultan el ejercicio pleno del derechoa la educacin, cabe resaltar las siguien-tes dinmicas:

    Las condiciones de pobreza y des-igualdad en las que vive una parteimportante de la poblacin latino-americana. En efecto, pese a la ex-pansin de la educacin, sta noha logrado superar importantesbrechas sociales, mantenindosegrandes diferencias en las oportu-

    nidades educativas que afectansobre todo a los sectores ms po-bres y a las poblaciones indgenasy negra. La discriminacin educati-va refleja, por lo tanto, una discri-minacin social ms amplia (vaseAponte-Hernndez, 2008).

    La estructura del sistema educati-vo, fragmentado, complejo, y condiferencias en las oportunidadesque ofrecen las instituciones edu-cativas. La complejidad, la hetero-geneidad, y la diferenciacin segnla procedencia, de los sistemaseducativos termina convirtindoseen un obstculo para aquellos nofamiliarizados con sus entresijos,plasmndose en una diferencia-cin en el acceso y progreso edu-cativos; una discriminacin peda-ggica y una desigualdad en loslogros escolares en virtud de crite-rios de gnero, raza, etnia o perte-nencia a una determinada regin;una desigualdad en la calidad edu-cativa y en la distribucin de lasoportunidades educativas (accesoa diferentes escuelas, profesores,recursos pedaggicos, competen-cias, expectativas, etctera).

    La propia concepcin de la educa-cin que, entendida desde una pers-pectiva fundamentalmente econ-mica, prima la formacin orientadaal acceso y la competitividad en elmercado. La educacin, desde estaperspectiva, tendra la responsabili-dad de contribuir a aumentar la pro-ductividad y las oportunidades edu-cativas, as como a aumentar las

    La importancia de la educacin superior para el desarrollo

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  • posibilidades de competir por el do-minio de los conocimientos tcnicosy disciplinarios necesarios para in-sertarse en el mercado. Y ste es untema de crucial importancia en elcampo de la educacin superior, alque nos referiremos en el siguienteapartado, ya que es el que terminadeterminando su valor como dere-cho humano.

    Pero adems de la importancia de lasdesigualdades sociales en los logroseducativos, en muchos pases de la re-gin, como afirman el BID y la CEPAL, elsistema educativo las refuerza, y la edu-cacin terciaria es de hecho la que ma-yor impacto tiene en la reproduccin yel refuerzo de estas desigualdades.

    En definitiva, para que la educacin su-perior sea realmente la ltima etapa deun sistema educativo indispensablepara el desarrollo humano ha de supe-rar varios obstculos. Estos obstculos,presentes en las sociedades latinoame-ricanas, no son otros que las condicio-nes de pobreza, desigualdad, discrimi-nacin e injusticia. Todos ellos limitantanto la igualdad en las oportunidades

    de acceso a la educacin superior comola propia concepcin de la educacin ysu contribucin al desarrollo.

    III. LA EDUCACIN SUPERIORY EL DESARROLLO: CRECIMIENTOECONMICO O DESARROLLOHUMANO?

    Partiendo de lo establecido en la Decla-racin Universal de Derechos Humanosy dando continuidad al conjunto de con-ferencias internacionales auspiciadaspor las Naciones Unidas en la dcada delos aos noventa sobre diversas dimen-siones del desarrollo, muchas de lascuales atienden a la cuestin de la edu-cacin, aportando recomendaciones eneste mbito 3, la Declaracin Mundialsobre la Educacin Superior en el sigloXXI: Visin y accin, adoptada en Pars el9 de octubre de 1998 4, seala en su pre-mbulo la importancia fundamentalque este tipo de educacin (superior) re-viste para el desarrollo sociocultural yeconmico, en la medida en que:

    si carece de instituciones de educacin supe-rior e investigacin adecuadas que formen a

    Jos ngel Sotillo, Irene Rodrguez, Enara Echart y Tahina Ojeda

    3 Entre otras la Conferencia Internacional de Educacin (Ginebra, 1994 y 1996), la Conferencia General dela UNESCO, la Conferencia Mundial sobre Educacin para Todos (Jomtien, Tailandia, 1990), la Conferenciade las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Ro de Janeiro, 1992), la Conferencia so-bre Libertad Acadmica y Autonoma Universitaria (Sinaia, 1992), la Conferencia Mundial de Derechos Hu-manos (Viena, 1993), la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague, 1995), la IV Conferencia delas Naciones Unidas sobre la Mujer (Beijing, 1995), el II Congreso Internacional sobre Educacin e Infor-mtica (Mosc, 1996), el Congreso Mundial sobre Educacin Superior y Desarrollo de los Recursos Huma-nos en el siglo XXI (Manila, 1997) o la V Conferencia Internacional de Educacin de las Personas Adultas(Hamburgo, 1997). 4 http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm#marco.

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  • una masa crtica de personas cualificadas ycultas, ningn pas podr garantizar un autn-tico desarrollo endgeno y sostenible; lospases en desarrollo y los pases pobres, enparticular, no podrn acortar la distancia quelos separa de los pases desarrollados indus-trializados. El intercambio de conocimientos,la cooperacin internacional y las nuevastecnologas pueden brindar nuevas oportu-nidades de reducir esta disparidad.

    Afirmbamos antes lo imprescindibleque resulta que el Estado asuma sus res-ponsabilidades en el campo de la educa-cin superior que por su valor social nopuede ser dejado en manos del merca-do. Ahora vamos a profundizar en estepunto refirindonos al debate respectode la posibilidad de que la educacin su-perior sea considerada un bien comer-cial. No se trata de un simple cuestiona-miento terico, sino que la respuestaque se d al mismo tiene importantesconsecuencias, tanto ms cuando desdehace aos existen sectores represen-tados por el Banco Mundial, entre otrosque buscan considerar la educacin su-perior como un bien en comercio, y paraello se siguen las reglas acordadas a ni-vel mundial en el marco de la Organiza-cin Mundial del Comercio (OMC), msprecisamente dentro de uno de los trata-dos fundamentales en materia de co-mercio internacional, por el respeto delos cuales la OMC debe velar: el AcuerdoGeneral sobre el Comercio de Servicios(GATS por sus siglas en ingls), en vigordesde enero de 1995.

    Segn el artculo 1.3 del GATS sus nor-mas son aplicables a todo servicio de

    cualquier sector, excepto los serviciossuministrados en ejercicio de facultadesgubernamentales para aclarar luegoque un servicio es suministrado en ejer-cicio de facultades gubernamentalescuando no se suministre en condicio-nes comerciales ni en competencia conuno o varios proveedores de servicios.

    No pas mucho tiempo antes de que laSecretara de la OMC afirmase que laexistencia de universidades privadasque ofertan servicios de educacin su-perior introduce la competencia en elsector y que es el propio Estado, alaceptar su creacin y funcionamiento,quien ha habilitado la consideracin delsector como comercial: se ha puesto a smismo en competencia con otras insti-tuciones privadas oferentes de educa-cin superior, dejando de ser ella portanto un servicio suministrado en ejerci-cio de facultades gubernamentales. Enconsecuencia, la educacin superiorsera materia pasible de ser reguladapor la OMC, lo que deriva directamenteen la libertad de su arancelamiento y enla aplicacin de las reglas de libre com-petencia al mbito universitario.

    Frente a esta situacin, la ConferenciaMundial sobre la Educacin Superior dePars de 1998, tras afirmar que: La edu-cacin superior comprende todo tipo deestudios, de formacin o de formacinpara la investigacin en el nivel postse-cundario, impartidos por una universi-dad u otros establecimientos de ense-anza que estn acreditados por lasautoridades competentes del Estado

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  • como centros de enseanza superioren su artculo 14, que lleva por relevantettulo La financiacin de la educacinsuperior como servicio pblico, man-tiene la funcin esencial del Estado enesa financiacin: El apoyo pblico a laeducacin superior y a la investigacinsigue siendo fundamental para asegu-rar que las misiones educativas y socia-les se llevan a cabo de manera equili-brada.

    En 1999 la educacin se incluye en elseno de la OMC entre los serviciosque deben ser regulados por la Organi-zacin y un ao despus se abren porprimera vez negociaciones sobre la libe-ralizacin de los servicios educativos.

    Una respuesta a esta decisin llega de lamano de la III Cumbre Iberoamericanade Rectores de Universidades Pblicasrealizada en Porto Alegre del 25 al 27 deabril de 2002, reuniendo a dirigentesuniversitarios provenientes de 14 pa-ses. All la entonces Rectora de la Uni-versidade Federal do Rio Grande do Sul(Porto Alegre, Brasil) planteaba el temade la siguiente manera:

    Lo que est en cuestin, y lo que interesa acasi todos en casi todos los pases del mun-do, es el destino mismo del conocimientocomo patrimonio social y de la educacincomo bien pblico. Subyacentes a la iniciati-va de la OMC, estn en juego, por lo tanto,adems de la concepcin de Universidad,nuestras convicciones de la importancia dela investigacin para la enseanza superior ydel rol de la colaboracin internacional paralas universidades, e incluso de su papel para

    el desarrollo social y econmico de nuestrospueblos y para la afirmacin de nuestrasidentidades culturales. La iniciativa de laOMC contrara todo lo que construimos, pa-cientemente, en los ltimos aos, en diferen-tes foros internacionales [Panizzi, 2003: 96].

    Esta posicin se vio reflejada en el docu-mento final resultante de la reunin dePorto Alegre:

    los acadmicos iberoamericanos, aqu reuni-dos, reafirmando los compromisos asumi-dos por los gobiernos y por la comunidadacadmica internacional en octubre de 1998,en Pars, en la Conferencia Mundial de Edu-cacin Superior, considerando la educacinsuperior como un bien pblico, [...] requie-ren a los gobiernos de sus respectivos pa-ses que no suscriban ningn compromiso enesta materia en el marco del Acuerdo Gene-ral sobre el Comercio de Servicios de laOMC.

    Aportando mayor claridad expositiva, elprofesor Altbach (2002) sostiene que:

    [La educacin] ya no es vista primordialmen-te como un conjunto de habilidades, actitu-des y valores necesarios para el fortaleci-miento de la ciudadana y para la efectivaparticipacin en la sociedad moderna, o sea,como una contribucin clave al bien comnde cualquier sociedad. En lugar de esto seve, cada vez ms, como un bien de consumoque puede ser comprado por un consumidorpara adquirir un conjunto de habilidades quesern utilizadas en el mercado; o es vistacomo un producto que puede ser compradoo vendido por corporaciones multinaciona-les, instituciones acadmicas convertidas ennegocios o por otros proveedores.

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  • El eje del debate pasa por si la educacinsuperior es un bien comercial o un biensocial. Sin dudarlo nos pronunciamosdecididamente por la segunda opcin, yaque tal como afirma Medina Sandino(2003): Un sistema educativo proporcio-na las habilidades necesarias para lograrxito econmico, pero tambin y, sobretodo, crea los fundamentos para una so-ciedad civil fuerte muy participativa.

    En el mismo sentido se pronunci laConferencia Regional de la EducacinSuperior en Amrica Latina (CRES) en elao 2008 a travs de su declaracin, don-de afirma que: La Educacin Superiores un derecho humano y un bien pblicosocial. Los Estados tienen el deber funda-mental de garantizar este derecho.

    Se hace honor as a lo afirmado por laDeclaracin de Pars de 1998 cuandoafirmaba que la educacin es uno delos pilares fundamentales de los dere-chos humanos, la democracia, el desa-rrollo sostenible y la paz, por lo que de-ber ser accesible para todos a lo largode toda la vida. En este sentido, la edu-cacin superior, entendida como un bienpblico, tiene diversas funciones, en elcentro de las cuales se encuentra la mi-sin de contribuir al desarrollo sosteni-ble y el mejoramiento del conjunto de lasociedad. Para ello, no slo tiene la fun-cin de educar, formar y realizar investi-gaciones (considerando los valores de lasociedad y el pluralismo cultural), sinotambin la de formar ciudadanos; de-

    sempear una funcin tica, con autono-ma, responsabilidad y prospectiva; ase-gurar la igualdad de acceso (de acuerdocon la propia Declaracin Universal deDerechos Humanos); fortalecer la parti-cipacin y promocin del acceso de lasmujeres; promover el saber mediante lainvestigacin en los mbitos de la cien-cia, el arte y las humanidades y la difu-sin de sus resultados; reforzar la coo-peracin con las necesidades de lasociedad y con el mundo del trabajo; di-versificarse como medio de reforzar laigualdad de oportunidades; fomentarmtodos educativos innovadores, basa-dos en el pensamiento crtico y la creati-vidad, etc. Son centrales en esta declara-cin tambin las cuestiones relativas a lacalidad y la evaluacin, la pertinencia, lafinanciacin y la gestin, o la fuga de ce-rebros y el retorno. En muchos de estostemas se refleja la dicotoma que seala-mos en el ttulo, presente, por lo dems,en los debates generados por los docu-mentos que sirvieron de base a las revi-siones de los avances en la educacinposterior, como veremos ms adelante.

    Partiendo de esta idea, y profundizandoen algunas de las cuestiones que se se-alan en la Declaracin Mundial, se ce-lebran las Conferencias Internacionalesde la GUNI (Global University Networkfor Innovation), la ltima de las cuales,Educacin superior: Nuevos retos y ro-les emergentes para el desarrollo huma-no y social, se celebr en Barcelona del31 de marzo al 2 de abril de 2008 5. En

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    5 http://www.guni-rmies.net/k2008.

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  • ella se trabajaron las siguientes temti-cas: a) tica y pertinencia del conoci-miento cientfico: qu conocimientopara qu sociedad? (en la que se refle-xion sobre las bases y las implicacio-nes ticas de la prctica cientfica y de lainvestigacin en su relacin con el desa-rrollo humano); b) Tecnologas del cono-cimiento para la transformacin social(donde se analizaron las posibilidadesde las TIC, orientadas hacia el desarrollohumano y social en la educacin supe-rior); c) Educacin superior y equidad degnero (en la que se trataron de esclare-cer las implicaciones de la educacinsuperior en las relaciones sociales degnero, de cara a construir sociedadesms equitativas e inclusivas); d) Educa-cin superior, las artes y la creatividad(cuyo eje no fue otro que el papel de laeducacin superior en el logro de un de-sarrollo humano y social integral, soste-nible y equitativo); e) El rol de la educa-cin superior en la construccin de lapaz y los procesos de reconciliacin(centrndose dicho rol en la denuncia yla persecucin de la violacin de los de-rechos humanos, en la participacin encomisiones de la verdad o en el impulsode proyectos de reconciliacin, porejemplo); f) Educacin superior para eldilogo intercultural y el multiculturalis-mo (orientada al fomento de los proce-sos de entendimiento, dilogo y convi-vencia entre culturas); g) Educacinsuperior para el desarrollo sostenible(respondiendo a la declaracin por partede la ONU del periodo 2005-2014 como

    la Dcada de la Educacin por un FuturoSostenible, y a la centralidad de la edu-cacin superior en la transicin a undesarrollo humano sostenible); y h)Educacin superior y ciudadana, parti-cipacin y democracia (donde se exami-nan las interrelaciones entre estas din-micas, as como la importancia de laeducacin superior en la difusin de losvalores democrticos, el fomento de laparticipacin de una ciudadana infor-mada; y la respuesta a la pobreza y la in-justicia social).

    En el contexto geogrfico que nos ocu-pa, un hito importante fue la Decla-racin de Bariloche, adoptada en laV Cumbre Iberoamericana de Jefes deEstado y de Gobierno, que tuvo lugar enArgentina el 16 y 17 de octubre de1995 6. Esta declaracin insiste en laeducacin como factor esencial del de-sarrollo econmico y social. La educa-cin se concibe como el instrumentocentral para enfrentar al triple desafoen los umbrales del siglo XXI: la promo-cin y la consolidacin de un desarrolloeconmico y social sostenido y sosteni-ble, la profundizacin y ampliacin delos procesos de integracin en un mar-co de regionalismo abierto, y su inser-cin en un mundo en profunda transfor-macin a causa, especialmente, de larevolucin cientfica, tecnolgica y pro-ductiva, en la medida en que: El acce-so del conjunto de la poblacin a los va-lores, conocimientos y competenciasque brinda el sistema educativo se cons-

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    6 http://www.oei.es/vcumbre.htm#III.

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  • tituye en un elemento imprescindiblepara garantizar la continuidad y perma-nencia de las instituciones democrticas,la participacin poltica, econmica, so-cial y cultural, en particular para los gru-pos ms desposedos, y como parte dela lucha contra la pobreza.

    En esta declaracin se establecen unaserie de principios rectores que destacanla importancia de consolidar los sistemaspolticos democrticos y de conformaruna sociedad integrada y participativa, atravs de la transmisin de conocimien-tos y de valores. Para ello, las polticaseducativas han de ser polticas pblicas,de Estado, que garanticen el acceso, laigualdad, y la cohesin social, debin-dose fomentar la cooperacin en estembito dentro de una Comunidad Ibero-americana cada vez ms integrada. Sibien es cierto que se pone el acento enla educacin bsica y media, tambin sereconoce el significado de la educacinsuperior. En este sentido, se seala quelos centros universitarios tienen hoyun doble reto: la modernizacin tantoestructural como curricular y la adapta-cin de la enseanza a las exigencias delas sociedades iberoamericanas, con elpropsito de contribuir al desarrollo po-ltico, econmico y social de nuestrospueblos.

    Tambin en el mbito latinoamericano,la Conferencia Regional de EducacinSuperior (CRES) de La Habana (1996),previa a la Conferencia Mundial de1998, reuni a delegados de 26 pasesde la regin, con el objetivo de debatir

    sobre la educacin superior en la re-gin. Como seala Tnnermann (2008):Reconociendo que el desarrollo, la de-mocracia y la paz son inseparables, laCRES asumi el concepto de desarrollohumano sostenible y abog por un cre-cimiento fundado en la justicia, la equi-dad, la solidaridad y la libertad, que con-tribuya a construir, sobre bases slidas,una cultura de paz, sealando queante la emergencia de un nuevo para-digma productivo, basado en el poderdel conocimiento y el manejo adecuadode la informacin, la educacin superiorest llamada a desempear un rol estra-tgico, tanto en los pases industrializa-dos como en los menos avanzados.Adems, se afirm entonces que, peseal crecimiento de las matrculas, persis-tan desigualdades en Amrica Latinaque dificultaban la democratizacin delconocimiento, as como otras dificulta-des derivadas de la reduccin de la in-versin pblica en el sector o de la cre-ciente participacin del sector privadoen el mismo. Frente a ello, se reitera enla declaracin final que

    la educacin general, y la superior en par-ticular, son instrumentos esenciales para en-frentar exitosamente los desafos del mundomoderno y para formar ciudadanos capacesde construir una sociedad ms justa y abier-ta, basada en la solidaridad, el respeto de losderechos humanos y el uso compartido delconocimiento y la informacin (CRES, 1996).

    Ms all de estas declaraciones, quesuelen insistir en la visin de la educa-cin superior como un bien pblico que

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  • contribuye al desarrollo humano, locierto es que, tal y como vimos en elepgrafe anterior, las dinmicas en laprctica parecen apuntar hacia otrosenfoques de la educacin. Se puedendistinguir principalmente dos interpre-taciones en la relacin entre educaciny desarrollo. La primera, y actualmentepredominante en la prctica, entiendeque la educacin favorece el desarrolloen su dimensin econmica, en cuantoforma a los trabajadores, mejora el in-greso econmico y contribuye al creci-miento econmico y a la modernizacin,ofreciendo as un servicio al mercado.La segunda, plasmada en las declaracio-nes analizadas, se fundamenta en elconcepto de desarrollo humano, encuanto incrementa las capacidades delas personas, poniendo un nfasis espe-cial en el contexto social y en el rol re-distributivo del Estado, responsable,por lo dems, de asegurar la igualdaden el acceso. Por otra parte, incrementarlas capacidades de las personas incluye,entre otras cuestiones, mejorar sus ca-pacidades de ingreso en el mercado la-boral. En este sentido, por ejemplo, estla libertad econmica, que implica con-tar con recursos y asegurar los derechoseconmicos de las personas. Esta liber-tad debe ir pareja a una libertad de parti-cipar en la vida econmica, pero tam-bin, y sobre todo, en la poltica. Setrata de unir desarrollo personal, social

    y laboral. La educacin no puede limi-tarse a su visin utilitaria, de servicio almercado, que obvie su aportacin a lademocracia, las libertades y las capaci-dades ms amplias, lo que a su vez con-tribuye a ampliar el desarrollo humano.

    La contradiccin reside por lo tanto enque aunque en la Declaracin Universalde Derechos Humanos no hay una argu-mentacin que asigne valor a la educa-cin por su aportacin a la generacinde riquezas, sea precisamente sa laconcepcin que se ha impuesto. Y coneste panorama se obvia la verdaderacuestin del Estado: no la subsidiarie-dad y el asistencialismo en una interpre-tacin mercantilista de los bienes edu-cativos, sino su funcin de garante delderecho a la educacin en una concep-cin socializante. Esta disyuntiva hasido reiterada en mltiples discusionessobre la educacin superior latinoame-ricana, tanto en las sesiones de segui-miento del Plan de Accin de la CumbreMundial de 1998 7 como, por ejemplo,en los documentos que sirvieron debase para la ltima Conferencia Regio-nal de Educacin Superior, celebrada enCartagena de Indias en 2008, en la quese valoraron los avances y retos de laeducacin superior en Amrica Latina 8.

    De este modo, es importante recalcarque dichas discusiones tienen implica-

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    7 Por ejemplo, en Amrica Latina y el Caribe, se celebraron en La Plata, Argentina (2001); en La Habana,Cuba (2002); en Montevideo (2003); en Mxico (2004), en Colombia (2008). 8 En cuanto a los avances de la regin cinco aos despus de la Cumbre mundial, se puede consultar el in-forme Reforms and innovation in higher education in some Latin American and Caribbean countries, 1998-2003, disponible en http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001303/130340e.pdf, consultada el 26/06/2009.

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  • ciones para la propia calidad de la edu-cacin (tema central del debate univer-sitario), por ejemplo en cuanto a la for-ma de medirla y valorarla. Como sealaMarcela Mollis 9: las reformas globalesde la llamada educacin superior enAmrica Latina han dado especial im-portancia a la rendicin de cuentas(accountability) y al mejoramiento de lacalidad universitaria en aras a satisfacerun principio econmico fundamentaldel capitalismo global: las institucionesde educacin superior son herramientasprioritarias para el desarrollo, el progre-so y la prosperidad econmica. Si-guiendo la lnea apuntada por los auto-res anteriores, seala el peligro de quela educacin superior se vincule dema-siado a la lgica del mercado globalfrente a otras funciones vinculadas alsaber: las universidades tienen altera-da su identidad como instituciones delos saberes, y van hacia la construccinde una nueva identidad que las asemejaal supermercado, donde el estudiantees tratado como consumidor o cliente,los saberes como una mercanca y elprofesor se convirti en un asalariadoenseante.

    Junto a la calidad, otro tema de gran im-portancia es precisamente la pertinen-cia, entendida como la capacidad delas IES y de los sistemas de educacinsuperior para dar respuestas concretasy viables, desde su naturaleza y fines, a

    las necesidades de la sociedad, tematratado por Manuel Ramiro Muoz 10 yque implica varios requisitos: normasticas, imparcialidad poltica, capacidadcrtica y, al mismo tiempo, una mejor ar-ticulacin con los problemas de la socie-dad, el mundo del trabajo, fundando lasorientaciones a largo plazo en objetivosy necesidades sociales, comprendidasel respeto de las culturas y la proteccindel medio ambiente (Declaracin de laCumbre Mundial sobre Educacin Su-perior de 1998). Este aspecto es central,segn el autor, para distinguir la educa-cin superior y el conocimiento comobienes de libre mercado, y la educacinsuperior como un bien pblico y el co-nocimiento como un bien social:

    La pertinencia de la educacin superior, en elcontexto social, poltico y sobre todo econ-mico nos pone frente a uno de los muchosdilemas a los que se enfrenta da a da laeducacin superior de la regin hoy, a saber:La educacin superior concebida como em-presa que desarrolla un bien de libre merca-do o la educacin superior concebida comouna institucin que garantiza un derecho ypresta un servicio a la sociedad.

    Y ste es un reto en Amrica Latina,donde coexisten esas dos lgicas defuncionamiento de la educacin supe-rior enfrentadas. Por ello, el tema de lapertinencia debe ser profundizado, yms en el actual contexto de la globali-

    La importancia de la educacin superior para el desarrollo

    9 Marcela Mollis, Identidades alteradas: de las universidades reformistas a las universidades de la refor-ma, en C. Tnnermann (2008).10 Manuel Ramiro Muoz, Pertinencia y nuevos roles de la educacin superior en la regin, en C. Tn-nermann (2008).

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  • zacin, en el que se liga estrechamentea la equidad, ya que Una educacinpertinente es incompatible con un pro-yecto de sociedad que favorezca la acu-mulacin de riquezas en pocas manos yel despojo de millones de seres huma-nos; entre otras razones, porque la Uni-versidad, si bien puede ser la concienciade la sociedad, es un reflejo de la mismasociedad en la que se encuentra.

    La financiacin de la educacin superiores otro tema medular, y est vinculadono slo a consideraciones econmicas,sino tambin polticas y sociales. En pri-mer lugar, se seala la importancia de lafinanciacin pblica, en la medida enque se trata de una responsabilidad es-tatal. Sin embargo, el peso de otros acto-res es cada vez ms importante, siendonecesario un equilibrio para asegurar elcumplimiento de los principios de laeducacin superior. Por ello, es acucian-te superar las visiones centradas exclusi-vamente en la eficiencia en la asignacinde los recursos 11, pues nos encontra-mos ante un bien pblico que no puede

    supeditarse a la lgica del mercado.Para Garca Guadilla:

    en el financiamiento de la educacin supe-rior intervienen factores que tienen profun-das implicaciones polticas, sociales y cultu-rales. En este sentido, se sealaba que,aunque la eficiencia econmica y la forma-cin cientfica cumplen un papel central, labsqueda de una sociedad con ciudadanosms ilustrados, dentro de una concepcin desociedad sustentable, con mayores nivelesde equidad, es una visin que debe acompa-ar la reflexin sobre las polticas financie-ras 12.

    Otro de los documentos que sirvieronde base para la Conferencia Regional deEducacin Superior de 2008 fue el titula-do: Tendencias de Educacin Superioren Amrica Latina y el Caribe (Didriks-son, 2008b). En l, adems de enfatizarel compromiso social de las institucio-nes de educacin superior, su calidad,pertinencia y autonoma responsable,se destaca la importancia de la coopera-cin interuniversitaria. En particular,Xiomara Zarur Miranda 13 apuesta, fren-

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    11 Este debate es importante en relacin a la educacin. Vase, por ejemplo, Ernesto Cohen, Hacia dndeva el gasto pblico en educacin? Logros y desafos, vol. I: La bsqueda de la eficiencia. Serie Polticas So-ciales 42. CEPAL, Santiago de Chile, octubre de 2000. En la introduccin de este documento se presentanlos trminos del debate de la siguiente manera: El anlisis de la eficiencia constituye una preocupacinfundamental en el proceso de asignacin de recursos. En el campo educativo se traduce en minimizar elcosto de los insumos requeridos para maximizar la cobertura. sta es una condicin necesaria para alcan-zar los fines perseguidos. La condicin suficiente consiste en aumentar, paralelamente, la calidad de laeducacin, que est desigualmente distribuida como resultado de la estructura social vigente. (...) El deba-te se centra sobre dos ejes principales: a) Cmo se puede optimizar la eficiencia en los recursos asignados,y b) Cules son las vas que permiten maximizar el rendimiento educativo.12 Carmen Garca Guadilla, Dinmicas del financiamiento de la educacin superior en el contexto de ladiversidad latinoamericana. A diez aos de la CMES, en C. Tnnermann (2008).13 Xiomara Zarur Miranda, Integracin regional e internacionalizacin de la educacin superior en Am-rica Latina y el Caribe, en A. Didriksson (2008b).

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  • te a la integracin de la economa po-tenciada por la globalizacin, por otrosprocesos de cooperacin e integracinen el mbito educativo, basados en lacooperacin interuniversitaria. En estesentido, para que la educacin superiorcontribuya al desarrollo humano es ne-cesario que fomente una cooperacinsolidaria, horizontal, complementaria ybasada en procesos de asociacin, deintercambio de conocimientos, con di-logos no slo Norte-Sur, sino tambinSur-Sur, que permitirn mejorar la perti-nencia de los modelos educativos. Dadoque la educacin superior es un bien p-blico, esa cooperacin debe partir depolticas pblicas, con procesos de inte-gracin regional de la educacin supe-rior que tengan en cuenta las capacida-des y debilidades especficas de laregin, y puede basarse en las agen-das regionales y subregionales, los ob-servatorios de buenas prcticas, las re-formas legislativas y los postgradoscolaborativos, todos ellos concebidosdesde la perspectiva de la construccinde los escenarios de futuro deseados ydel posicionamiento de la educacin su-perior ante la sociedad y el Estado alao 2021.

    En definitiva, el modelo de educacinsuperior por el que se abogue tiene im-portantes repercusiones en mbitosmuy diversos, y el debate sobre el mis-mo se convierte en un tema central enel diseo de estrategias de calidad, per-tinencia o cooperacin universitarias,entre otras. As, si bien se han mejora-do las polticas dirigidas a la educacin

    superior, fortalecindose, al menos enel discurso, un modelo de educacinsuperior como bien pblico, y se hanpuesto en marcha procesos de evalua-cin y acreditacin que aseguren su ca-lidad, quedan todava importantes pa-sos que dar en la aplicacin prctica dedichos principios. En efecto, sigue sien-do intensa la lucha entre las dos visio-nes de la educacin superior: aquellapropugnada por la propia DeclaracinMundial como un bien pblico, fr