3
EL ESPECTADOR / DOMINGO 5 DE ENERO 2020 / 23 EL ESPECTADOR / Cartagena Festival de Música Andrea Lucchesini: la naturaleza del sonido La vida de este pianista italiano transcurre entre los escenarios, las clases que da en la Escuela de Música de Fiesole, su estudio personal, los paseos a campo abierto con su perro y el fútbol, del cual se siente un espectador aficionado. l sueño de infancia que no cumplió Andrea Lucche- sini fue convertirse en fut- bolista. Desde sus seis años, la música fue su cen- tro y fue configurándose, más que en un sueño, en una realidad definida y en un proyecto de vida al que ha entregado toda su energía. Lucche- sini cambió el balón blanquinegro por otro juguete de los mismos colores: las teclas del piano. Hoy, 48 años más tarde, es uno de los pianistas más aclamados, un maestro apasionado y un gran amante de las músicas del mundo. El piano estaba en su casa, pues su pa- dre era un talentoso multiinstrumen- tista, maestro y arreglista. “Aunque su instrumento principal era la trompeta, sabía tocar casi todo: desde la guitarra, hasta la percusión y el piano”, dice Luc- chesini. “Me acerqué al instrumento e intenté reproducir lo que sentía. La fa- cilidad con que lo hice no pasó desaper- cibida, por lo que mi padre me escribió una pequeña improvisación en estilo jazz y me llevó al Conservatorio de Flo- rencia, donde la gran pianista María Ti- po, quien escuchaba por casualidad, se convirtió en mi maestra”. Fue bajo la tutoría de esta célebre pianista, con quien siempre estará profundamente agradecido, que Luc- chesini se formó como artista y obtu- vo la suficiente inspiración y compro- miso con el piano. A los 18 años se con- virtió en el primer italiano en ganar el prestigioso Premio Dino Ciano de La Scala de Milán y, sumado a su contrato de grabación con el sello Angel Recor- ds de EMI, comenzó su reconoci- miento internacional. Tocar solamente las obras que lo se- ducen es una de las reglas de oro de Andrea Lucchesini. “No creo posible hacer y compartir música si el intér- prete no es el primero que está fasci- nado por su mensaje”, dice con con- vencimiento y recalca que solo una pequeña parte de su repertorio lo de- dica a la música contemporánea de compositores como Luciano Berio, con quien trabajó de la mano. Schubert y Beethoven son sus pila- res, aquellos que conoce a cabalidad y que integran sus programas de con- cierto en el Cartagena Festival de Mú- sica 2020. De Schubert tocará los Cuatro impromptus Op. 90 y la Sonata para piano No. 20. A Beethoven lo in- terpretará junto al violonchelista co- lombiano Santiago Cañón Valencia, a quien observa como un intérprete ex- traordinario. Cañón lo aprecia por ser “completamente genuino en lo que transmite, un músico real y una exce- lente persona”. Para Lucchesini, la música de Schu- bert es aparentemente simple, pero contiene una gran profundidad que oscila, según el artista, entre la espiri- tualidad, la emoción y el patetismo. “Schubert me conquistó por comple- to. Es la profundidad de su música lo que me fascina, especialmente por la sorpresa que genera en el intérprete: puedes leerlo sin dificultad y luego ser raptado hacia un laberinto sonoro maravilloso en el cual sigues descu- briendo detalles preciosos”. Curiosamente, esta descripción de Schubert es muy similar a la percepción que tiene Federica Bortoluzzi, estu- diante de Lucchesini, sobre su maestro. “Es un poeta lírico. Cada vez que lo es- cuchas ocurre el mismo hechizo: eres arrastrado a una dimensión similar a un sueño, del que luego te levantas con ali- vio interno y emoción intensa, quizá no por lo que has visto, sino por lo que has intuido”. Lo describe como un músico profundamente expresivo, natural, con una alta capacidad de emoción y asom- bro, humilde, generoso y comprometi- do como maestro. La conexión entre Lucchesini y Schubert no es casual, pues uno solo se conecta con aquel que refleja buena parte de uno mismo. Lucchesini vive en Florencia con su esposa, Valentina Pagni, quien tam- bién es pianista, profesora y literata, y E con su perro Ibla, al que adoptaron en la ciudad. Sus dos hijos heredaron el talento musical y estudiaron violín y violonchelo, pero sus carreras univer- sitarias las dedicaron a las leyes y la economía. “Casi nunca logramos es- tar todos juntos, pero el cariño que nos une es una de las mayores alegrías de mi vida”, asegura con emoción des- bordada. Su vida transcurre entre los escena- rios, las clases que da en la Escuela de Música de Fiesole, su estudio perso- nal, los paseos a campo abierto con su perro, el fútbol, del cual se siente un espectador aficionado, la lectura jun- to a la chimenea y el cultivo de una pe- queña huerta que tiene en su casa. La trompeta de Chet Baker le recuerda a su padre, las canciones de Tom Jobim lo apasionan; juntos logran su relaja- ción perfecta. “Siento una gran responsabilidad al hacer música, por eso, después de 40 años de vida artística, la emoción de subir a un escenario no ha cambiado. Me siento ansioso de establecer con- tacto con el oyente y llamar su aten- ción resaltando los paisajes sonoros que más me entusiasman. Después de tocar me siento feliz de compartir tanta belleza con otros, aunque creo, como todos los intérpretes, que siem- pre puedes hacerlo mejor”. Tal vez por ese vínculo genuino que establece Lucchesini con la música y el oyente es que Federica Bortoluzzi lo describe como un águila que “con el primer ba- tir de alas ha conquistado la cumbre”. IRENE LITTFACK

EL ESPECTADOR /DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 0 E L E S PE C T … · 2020. 1. 7. · Andrea Lucchesini. 6N ocreo posible hacer y compartir mÙsica si el intÈr - prete no es elprimero que

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: EL ESPECTADOR /DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 0 E L E S PE C T … · 2020. 1. 7. · Andrea Lucchesini. 6N ocreo posible hacer y compartir mÙsica si el intÈr - prete no es elprimero que

EL ESPECTADOR / DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 0/ 23

E L E S PEC TAD OR

/ Cartagena Festival de Música

AndreaLu cc h e s i n i :la naturalezadel sonidoLa vida de este pianista italiano transcurre entrelos escenarios, las clases que da en la Escuela deMúsica de Fiesole, su estudio personal, lospaseos a campo abierto con su perro y el fútbol,del cual se siente un espectador aficionado.

l sueño de infancia que nocumplió Andrea Lucche-sini fue convertirse en fut-bolista. Desde sus seisaños, la música fue su cen-tro y fue configurándose,

más que en un sueño, en una realidaddefinida y en un proyecto de vida al queha entregado toda su energía. Lucche-sini cambió el balón blanquinegro porotro juguete de los mismos colores: lasteclas del piano. Hoy, 48 años más tarde,es uno de los pianistas más aclamados,un maestro apasionado y un granamante de las músicas del mundo.

El piano estaba en su casa, pues su pa-dre era un talentoso multiinstrumen-tista, maestro y arreglista. “Aunque suinstrumento principal era la trompeta,sabía tocar casi todo: desde la guitarra,hasta la percusión y el piano”, dice Luc-chesini. “Me acerqué al instrumento eintenté reproducir lo que sentía. La fa-cilidad con que lo hice no pasó desaper-cibida, por lo que mi padre me escribióuna pequeña improvisación en estilojazz y me llevó al Conservatorio de Flo-rencia, donde la gran pianista María Ti-po, quien escuchaba por casualidad, seconvirtió en mi maestra”.

Fue bajo la tutoría de esta célebrepianista, con quien siempre estaráprofundamente agradecido, que Luc-chesini se formó como artista y obtu-vo la suficiente inspiración y compro-miso con el piano. A los 18 años se con-virtió en el primer italiano en ganar elprestigioso Premio Dino Ciano de LaScala de Milán y, sumado a su contratode grabación con el sello Angel Recor-ds de EMI, comenzó su reconoci-miento internacional.

Tocar solamente las obras que lo se-ducen es una de las reglas de oro deAndrea Lucchesini. “No creo posiblehacer y compartir música si el intér-prete no es el primero que está fasci-nado por su mensaje”, dice con con-vencimiento y recalca que solo unapequeña parte de su repertorio lo de-dica a la música contemporánea decompositores como Luciano Berio,con quien trabajó de la mano.

Schubert y Beethoven son sus pila-res, aquellos que conoce a cabalidad yque integran sus programas de con-cierto en el Cartagena Festival de Mú-sica 2020. De Schubert tocará losCuatro impromptus Op. 90 y la Sonatapara piano No. 20. A Beethoven lo in-terpretará junto al violonchelista co-lombiano Santiago Cañón Valencia, aquien observa como un intérprete ex-traordinario. Cañón lo aprecia por ser“completamente genuino en lo quetransmite, un músico real y una exce-lente persona”.

Para Lucchesini, la música de Schu-bert es aparentemente simple, perocontiene una gran profundidad queoscila, según el artista, entre la espiri-tualidad, la emoción y el patetismo.“Schubert me conquistó por comple-to. Es la profundidad de su música loque me fascina, especialmente por lasorpresa que genera en el intérprete:puedes leerlo sin dificultad y luego serraptado hacia un laberinto sonoromaravilloso en el cual sigues descu-briendo detalles preciosos”.

Curiosamente, esta descripción deSchubert es muy similar a la percepciónque tiene Federica Bortoluzzi, estu-

diante de Lucchesini, sobre su maestro.“Es un poeta lírico. Cada vez que lo es-cuchas ocurre el mismo hechizo: eresarrastrado a una dimensión similar a unsueño, del que luego te levantas con ali-vio interno y emoción intensa, quizá nopor lo que has visto, sino por lo que hasintuido”. Lo describe como un músicoprofundamente expresivo, natural, con

una alta capacidad de emoción y asom-bro, humilde, generoso y comprometi-do como maestro. La conexión entreLucchesini y Schubert no es casual,pues uno solo se conecta con aquel querefleja buena parte de uno mismo.

Lucchesini vive en Florencia con suesposa, Valentina Pagni, quien tam-bién es pianista, profesora y literata, y

E con su perro Ibla, al que adoptaron enla ciudad. Sus dos hijos heredaron eltalento musical y estudiaron violín yviolonchelo, pero sus carreras univer-sitarias las dedicaron a las leyes y laeconomía. “Casi nunca logramos es-tar todos juntos, pero el cariño quenos une es una de las mayores alegríasde mi vida”, asegura con emoción des-b o rd a d a .

Su vida transcurre entre los escena-rios, las clases que da en la Escuela deMúsica de Fiesole, su estudio perso-nal, los paseos a campo abierto con superro, el fútbol, del cual se siente unespectador aficionado, la lectura jun-to a la chimenea y el cultivo de una pe-queña huerta que tiene en su casa. Latrompeta de Chet Baker le recuerda asu padre, las canciones de Tom Jobimlo apasionan; juntos logran su relaja-ción perfecta.

“Siento una gran responsabilidad alhacer música, por eso, después de 40años de vida artística, la emoción desubir a un escenario no ha cambiado.Me siento ansioso de establecer con-tacto con el oyente y llamar su aten-ción resaltando los paisajes sonorosque más me entusiasman. Después detocar me siento feliz de compartirtanta belleza con otros, aunque creo,como todos los intérpretes, que siem-pre puedes hacerlo mejor”. Tal vezpor ese vínculo genuino que estableceLucchesini con la música y el oyentees que Federica Bortoluzzi lo describecomo un águila que “con el primer ba-tir de alas ha conquistado la cumbre”.

IRENE LITTFACK

Page 2: EL ESPECTADOR /DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 0 E L E S PE C T … · 2020. 1. 7. · Andrea Lucchesini. 6N ocreo posible hacer y compartir mÙsica si el intÈr - prete no es elprimero que

EL ESPECTADOR / DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 0 EL ESPECTADOR / DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 024 / / 25El Pentagrama N° 3

ANTONIO MISCENA

Cinco ideassobre“Lo bello ylo sublime”

Lo belloLo bello es algo que debe inspirar

sensaciones estéticas agradables yatrayentes, y para ello debe nacer de laperfección de las formas, de su armo-nía, de su regularidad, de su equilibrio.Este concepto es típico del arte clásicode la Antigua Grecia, al que se referíanla mayoría de las corrientes artísticasde la segunda mitad del siglo XVIII,incluyendo el musical.

Lo sublimeLo sublime es una de las categorías

estéticas asociadas a la interpretaciónde las obras de los primeros movi-mientos románticos. Lo sublime es esesentimiento mixto de consternación yasombro que está determinado por loabsolutamente grande e inconmensu-rable (lo ilimitado del tiempo y del es-pacio) y por las fuerzas oscuras de lanaturaleza que despiertan en el hom-bre el sentido de su fragilidad, finitud,impotencia. La categoría de lo sublimees una de las claves de la interpreta-ción del primer romanticismo, inclui-do el musical.

Lo sublime y la sinfoníaLa categoría de lo sublime fue utili-

zada por muchos autores como clavepara interpretar la sinfonía, un géneroinstrumental que, a principios del sigloXIX, presentaba contenidos musicalesabsolutamente innovadores. E.T.A.Hoffmann he escrito, en este sentido,un ensayo innovador para la época, so-bre la Quinta sinfonía de Beethoven.

Lo clásico en música es belloLa música del período clásico se ca-

racteriza por una claridad formal ex-trema. Los temas, las estructuras ar-mónicas y los ritmos son siempre fun-cionales a la afirmación de un equili-brio general de la composición musi-cal. La forma y el contenido coinciden.La música instrumental está experi-mentando un gran desarrollo.

Romántico en música es sublimeEn la música romántica, la inspira-

ción y la necesidad expresiva del artis-ta tienen prioridad sobre la estructuraformal. El equilibrio formal típico de lamúsica clásica se ve socavado por la in-mediatez de la idea creativa del com-positor. La música instrumental seconvierte en un verdadero lenguaje dealta expresión artística. La jerarquíaentre la música vocal y la instrumentalse invierte a favor de esta última.

Beethoven, elpunto de partida

para Schubert

El concierto de estanoche de domingo en el

Cartagena Festival deMúsica es una magníficaoportunidad de percibir

la relación especialentre Beethoven y

Schubert en el campos i n fó n i c o .

l igual que todos loscompositores en Vienaa comienzos del sigloXIX, Franz Schubert vi-vió bajo la sombra deBeethoven. El composi-

tor alemán había recibido el legado deHaydn y Mozart y llegó a dominar lasformas propias del clasicismo como elconcierto, la sinfonía, el cuarteto decuerdas y la sonata, pero las llevó mu-cho más allá, pues sus ideas exigíannuevos formatos más amplios enconstrucción y expresión. Por eso, alacercarnos a su obra encontramosuna sorprendente evolución en cuan-to a la técnica de composición, unpensamiento novedoso teniendo encuenta las formas y sobre todo una ex-presión enérgica, vital, que iba másallá del estilo clásico. No cabe duda deque la obra de Beethoven ha sido tras-cendental para los creadores poste-riores y para el mundo en general,que, a propósito, celebra en grande es-te año 2020 los 250 años de su naci-m i e n t o.

Schubert admiraba tanto a Beetho-ven que incluso se sentía intimidadopor él. “Secretamente, en lo más pro-fundo de mi corazón, todavía tengo laesperanza de ser capaz de hacer algopor mí mismo, pero ¿quién puede ha-cer algo después de Beethoven?”. Es-to escribió Schubert en una carta a suamigo Josef von Spaun. Unos 27 añosmenor que Beethoven, Schubert co-noció las obras del compositor ale-mán durante sus años de formaciónmusical en la prestigiosa escuelaStadkonvikt de Viena, bajo la tutela deAntonio Salieri, en la que hizo partede la orquesta de la institución comoviolinista. Allí interpretó las primerassinfonías de Beethoven. La segunda lecausó una especial impresión cuandotenía 12 años, lo que con seguridad in-fluyó en su deseo de componer. Du-rante toda su vida, Schubert tuvo aBeethoven como una referencia y unmodelo, si bien su estilo llegó a sermuy diferente.

El compositor austriaco admirabael ingenio y la habilidad de Beethovenen la forma de variaciones y en 1822compuso no pocas obras utilizando elformato, entre ellas las Variacionessobre una canción francesa Op. 10, D.624 que dedicó a Beethoven “con ve-neración y admiración”. En el campodel lied, la publicación de la colección

A

de canciones An die ferne Geliebte, Ala amada lejana, de Beethoven tuvo unenorme impacto en Schubert, quienhacia 1815 compuso Lieder sobre losmismos textos que Beethoven habíautilizado. Teniendo como referenciala serie de cuartetos Razumovsky Op.59 de Beethoven, Schubert pensó pu-blicar sus tres cuartetos en la, re y sol,aunque en su vida solo se publicó unode ellos. La principal contribución deSchubert al género coincide con losúltimos cuartetos de Beethoven. Paralos magistrales Tríos con piano D. 99 yD. 100, así como para la Sonatensatz D.28 y el Notturno D. 897, Schubert seinspiró en los tríos Op. 70 y en el tríoArchiduque de Beethoven, quien con-virtió la forma hasta entonces de usodoméstico en una obra de un exigentenivel técnico y artístico, y de sonori-dad casi sinfónica. También en el re-pertorio para piano encontramos quelas últimas tres sonatas de Schubertson un homenaje evidente a las tresúltimas sonatas de Beethoven.

En otras ocasiones encontramosen sus obras evocaciones y citas másdirectas a obras de Beethoven. Es elcaso del lied Auf dem Strom, en el queSchubert cita la marcha fúnebre de laSinfonía n. 3, Heroica de Beethoven.Asimismo, en el último movimientode su Sinfonía n. 9, Schubert hace unacita muy clara a la Sinfonía n. 9 deBeethoven, obra que le había causa-do un gran impacto cuando asistió asu estreno el 7 de marzo de 1824. To-do esto comprueba la importanciaque Beethoven tenía para el compo-sitor austriaco. Sus obras, sus proce-dimientos compositivos, sus expre-siones, fueron un modelo y una graninspiración para Schubert, pero fue-ron sobre todo el punto de partida desu propio estilo. Schubert quería ha-cer su propio camino, pero partiendodel punto al que Beethoven había lle-g a d o.

El concierto de esta noche de do-mingo en el Cartagena Festival deMúsica es una magnífica oportunidadde percibir esa relación entre Beetho-ven y Schubert en el campo sinfónico.Beethoven abrió un espacio nuevo a laforma de la sinfonía. Sus obras en elgénero están construidas con un sen-tido clásico de la estructura, perotambién con un temperamento heroi-co y enérgico que claramente va hacialo romántico. En 1808 Beethoven es-trenó su Sinfonía n. 5 en do menor op.67, una obra que sorprendió con unanueva sonoridad, pues sobrepasabalas dimensiones de la orquesta utili-zada hasta entonces.

Por otro lado, la intensidad emocio-nal de la obra resultó revolucionaria ysu poder y encanto se han mantenidohasta hoy. Ocho años más tarde, en1816, Schubert, que tenía entonces 19años, compuso su Sinfonía n. 4 D. 417,a la que dio el nombre de Trágica. Estasinfonía tiene una fuerte conexióncon la quinta de Beethoven. Schubertopta por la misma tonalidad de do me-nor y construye la obra igualmente encuatro movimientos de tempos simi-lares. Pero además, a diferencia de sussinfonías anteriores, muy cercanas aHaydn y Mozart, Schubert exploranuevas técnicas relacionadas con eluso de ciclos tonales e intenta crear un

lenguaje romántico, pero sustentadoen el clasicismo, todo esto de formamuy personal pero inspirado por laobra de Beethoven. Bajo la batuta deChristoph Koncz, la Camerata RoyalConcertgebouw Orchestra será la en-cargada de introducirnos en las ge-nialidades de estas dos sinfonías en elTeatro Adolfo Mejía a las 7:00 p.m.

El 26 de marzo de 1827 murió Beet-hoven en Viena. Tres días después sellevó a cabo su funeral, al que asistie-ron miles de personas. Una acuarelade Franz Xaver Stöber nos muestra laimportancia del suceso que, por su-

puesto, trascendió las fronteras deViena. Franz Schubert fue uno de losque llevaron una antorcha en el corte-jo fúnebre. La tristeza por la pérdidadel gran maestro traía también paraSchubert la esperanza de ser recono-cido en adelante como el más impor-tante compositor. Pero poco más deun año después, también la vida deSchubert terminaba a los 31 años. Eselapso estuvo marcado para Schubertpor la dolorosa enfermedad y por unafrenética actividad de composiciónque dio como fruto innumerablesobras maestras. Prácticamente en su

lecho de muerte, Schubert pidió escu-char el Cuarteto en do sostenido op. 131de Beethoven.

La mayoría de las obras de Schu-bert, a diferencia de las de Beethoven,no fueron interpretadas ni publicadasen su tiempo sino que tuvieron que es-perar varios años para ser rescatadasy divulgadas. Es por eso que, a la luz dehoy, podemos entender la grandezade Schubert y cómo su genialidad, quese alimentó de Beethoven, entreotros, llegó a un nivel que trasciendesu tiempo y proyecta al futuro un uni-verso musical complejo y único.

Ludwig van Beethoven.

Franz Schubert.

CAROLINA CONTI

Page 3: EL ESPECTADOR /DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 0 E L E S PE C T … · 2020. 1. 7. · Andrea Lucchesini. 6N ocreo posible hacer y compartir mÙsica si el intÈr - prete no es elprimero que

EL ESPECTADOR / DOMINGO 5 DE ENERO 2 02 026 /

/ Cartagena Festival de Música

Santiago Cañón Valencia, lajoven leyenda del violonchelo

Uno de los invitados de honor del Cartagena Festival de Músicaes considerado el joven prodigio de su instrumento. En la décimacuarta edición, que gira en torno a lo bello y lo sublime, esteartista ofrecerá tres conciertos en los que interpretará obras deBeethoven, Schubert, Pinzón y Chopin.

MARÍA GAVIRIA

n día, en el auditorioLeón de Greiff de la Uni-versidad Nacional sedeBogotá, un niño con ca-misa blanca, moño azulrey, pantalones negros y

pelo oscuro se acercó al escenario.Con caminar lento y una sonrisa tími-da saludó a los músicos de la OrquestaFilarmónica de Bogotá, se acomodó ycuando el director dio la indicaciónempezó a interpretar el Concierto enla menor para chelo y orquesta de An-tonio Vivaldi.

“Fue una experiencia muy bonita”, lorecuerda hoy día Santiago Cañón Va-lencia, uno de los jóvenes chelistas másimportantes del mundo. Desde eseconcierto ha cimentado una carrerabrillante y una imagen fresca, contem-poránea, por su manera de interpretarel violonchelo, característica que atraea un público afiebrado de bravos yaplausos de todas las edades, como fa-náticas adolescentes que hacen fila pa-ra recibir una firma y foto suya, y perso-nas amantes de la música académica, osus padrinos artísticos, Mayra y Ed-mundo Esquenazi, quienes han confia-do en su talento a partir de 2011.

La genialidad de Cañón Valencia serefleja en su técnica y se ve en la mane-

El pentagramaPeriódico oficial del CartagenaFestival de MúsicaPresidenta: Julia Salvi

Director General: Antonio MiscenàSocios Principales: Postobón, RCNRadio, RCN TelevisiónSocios: Cine Colombia, ElE s p e ct a d o r

Fundadora de El Pentagrama:Paula Ojeda PalacioDirectora de El Pentagrama:Ángela Martin LaitonEditor General: Juan CarlosP i e d ra h í t a

Redactoras de El Pentagráma:Melissa Mazuera, ManuelaGómez y Silvia Oviedo

Fo to g ra f í a : Tico Ángulo,Wilfredo Amaya, Felipe FlórezD i s e ñ o: William NiampiraG amba

ra como toca cada obra, con tranquili-dad, virtuosismo y la agilidad que lepermita el tempo marcado en la parti-tura. Además impregna en su inter-pretación los sentimientos y emocio-nes que guardan las diversas piezas desus compositores y que ha presentadoalrededor del mundo, en diferentesconcursos y competencias, en las queha recibido reconocimientos, como lamedalla de plata y el premio de la au-diencia en la International Tchai-kovsky Competition, el premio Star-ker y el tercer premio en el prestigiosoConcurso Internacional de Violon-chelo Queen Elisabeth en Bruselas.

Esa sensibilidad naciente, a veces ro-mántica, otras contemporánea, es unamuestra de cómo encara las composi-ciones en su metodología de estudiopara prepararlas. “Prefiero estudiar enla madrugada. Analizo la obra, la escu-cho, evalúo su período, su historia, in-vestigo sobre el compositor y su inten-ción al momento de escribirla. Esto

puede llevarme uno o dos meses, de-pende del tiempo que tenga antes delconcierto”, señala el violonchelista.

Entre los músicos que más admira ylo inspiran a ser como ellos están Pa-blo Casals y Yo-Yo Ma, de quienes afir-ma que ha aprendido mucho a travésde videos, grabaciones y conciertos.En paralelo a su pasión por la músicaclásica, Santiago Cañón apuesta porotro tipo de sonidos, como el rock y lamúsica electrónica.

Con su estilo de una estrella actualde rock and roll, tanto en su interpreta-ción como en presentación personal,acompañará a Julio Victoria, destaca-do dj colombiano, con su Live Band, y ala Orquesta de Cámara de Colombia enun concierto que rompe esquemas ypresenta una fusión de los Paisajes ca-ribeños de Martinus, la Rapsodia de loscuatro elementos para chelo de Pinzóncon el set list de Victoria, el sábado 11de enero, a las 7:00 p.m., en el Centrode Convenciones Cartagena de In-

dias, auditorio Getsemaní.“Cuando tenía seis años toqué por

primera vez con una orquesta. Esa ex-periencia me hizo pensar que estar enun escenario es algo que me encanta”,confirma Cañón Valencia, quien asegu-ra que a partir de ese primera presenta-ción descubrió el asombro que generala música, esa fuerza natural que lleva losublime a lo infinito, aspecto similar alperíodo del primer romanticismo, unade las corrientes musicales que van aser exploradas en esta edición del Car-tagena Festival de Música.

Uno de los conciertos que describeesta relación estará compuesto porDoce variaciones en fa mayor para vio-lonchelo y piano Op. 66 del tema de Pa-pageno de La flauta mágica,ySiete va-riaciones en mi bemol mayor para vio-lonchelo y piano, también de la obra deMozart, de Beethoven.

El concierto lo complementa Sietevariaciones en mi bemol mayor paraviolonchelo y piano de Schubert. Enesta pieza estará acompañado por elpianista italiano Andrea Lucchesini,el domingo 5 de enero, a las 4:00 p.m.,en el Teatro Adolfo Mejía.

Lucchesini también lo acompañaráel sábado 11 de enero, a las 10:00 p.m.,en la plaza San Pedro Claver, con laOrquesta Sinfónica de Cartagena y elTrio Di Parma, bajo la dirección deJuan Pablo Noreña.

El Pentagrama N° 3

Colaboradores El Pentagrama:Irene Littfack, Carolina Conti yMaría Gaviria

U