El espíritu o gran Aliento de Cristo radica en el corazón, y este es el salvador o redentor. No olvidemos que Cristo fue crucificado en un madero o cruz, indicando ello las cuatro fuerzas aludidas; que nació en medio de animales, para indicar que estas fuerzas son violentas y difíciles de manejar; que fue visitado por tres magos, el uno venido del Norte, o blanco, el otro del Sur, o negro, el otro del Oriente, o amarillo, al par que Él, el Cristo, representa el equilibrio por excelencia.

El mago de color negro le ofrece mirra, símbolo característico de la energía creadora; el amarillo le ofrece incienso, símbolo de la sublimación de aquella, al par que el blanco le ofrece oro, característico símbolo de la realización sublimadora del poder creador, para servir los fines del Cristo redentor.