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Por JEFFERY PIPPENGER. -- Queridos amigos: Recientemente un amigo en del Sur de California asistió a una bien conocida Escuela sabática donde el profesor enfatizó que la lluvia tardía es derramada exclusivamente en la ley dominical. Es en la ley dominical que la lluvia tardía es derramada sin medida, pero este hecho no ex- cluye que antes de la ley dominical la lluvia tardía sea derramada con medida. La ley dominical En la ley dominical la iglesia de Dios es purificada y el trigo y la cizaña del Adventismo son separados cuando reciben o la marca de la bestia o el sello de Dios. “Si se os ha presentado la luz de la verdad que revela el sábado del cuarto mandamiento y que muestra que en la Palabra de Dios no hay fundamento para la observancia del domingo, y sin embargo seguís aferrándoos al falso día de reposo, rehusando observar el santo sábado al que Dios llama ‘mi día santo’, recibís la marca de la bestia. ¿Cuándo ocurre esto? Cuando obedecéis el decreto que os ordena dejar de trabajar el domingo para adorar a Dios, mientras sabéis que no hay una sola palabra en la Biblia que muestre que el domingo no sea un día como todos los demás, entonces consentís en recibir la marca de la bestia y rechazáis el sello de Dios (RH, 13 de Julio de 1897)”. Ev:174-175. En los Testimonios se nos dice que el sello “es impreso” cuando “sale el decreto” de la ley dominical, y que “nin- guno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha”. “Hemos de orar por la impartición del Espíritu como el remedio para las almas enfermas. La iglesia necesita con- vertirse, ¿y por qué no hemos de postrarnos ante el trono de la gracia, como representantes de la iglesia, y con un corazón quebrantado y un espíritu contrito elevar fervientes súplicas para que el Espíritu Santo sea derramado sobre nosotros desde lo alto? Oremos porque cuando sea generosamente concedido, nuestros fríos corazones revivan, y tengamos discernimiento para comprender que procede de Dios, y lo recibamos con gozo. Algunos han tratado al Espíritu como a un huésped no bienvenido, apartándose de él, y condenándolo como fanatismo. Cuando el Espíritu Santo mueve al agente humano, no nos pregunta de qué manera ha de guiarlo. A menudo lo usa de maneras inesperadas. Cristo no vino en la forma en que los judíos lo esperaban. No vino de una manera tal que los glorificara como nación. Su precursor vino a preparar el camino para él, llamando al pueblo a arrepentirse de sus pecados, a, convertirse y bautizarse. El mensaje de Cristo fue: ‘El reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al Evangelio’. Los judíos rehusaron recibir a Cristo, porque él no vino según la forma en que lo esperaban. Las ideas de hombres finitos eran tenidas como infalibles, porque eran de venerable edad. Este es el peligro al cual la iglesia se halla expuesta ahora, es a saber, que las invenciones del hombre finitos determinen la forma precisa en que debe venir el Espíritu Santo. Aunque no quieran reconocerlo, algunos ya han hecho esto. Y porque el Espíritu ha de venir, no para alabar a los hombres o para construir sus erróneas teorías, sino para reprobar al mundo de pecado, de justicia y de juicio, muchos se apartan de el. No están dispuestos a ser despojados de su justicia propia. No están dispuestos a cambiar su justicia, que es injusticia, por la justicia de Cristo, que es la verdad pura no adulterada. El Espíritu Santo no adula a ningún hombre, ni trabaja de acuerdo con el designio de algún hombre. Los hombres finitos, pecadores, no han de manejar al Espíritu Santo. Cuando éste venga como un reprobador, por medio de cualquier agente humano a quien Dios escoja, le toca al hombre oír y obedecer su voz”. TM:61-62. Nr. 11/ NOVIEMBRE 2008 Newsletter gratuito para descarga en www.librito.org AdventNews El Espíritu Santo no Halaga a Ningún Hombre

El espiritu santo no halaga a ningun hombre

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Por JEFFERY PIPPENGER. -- Queridos amigos:Recientemente un amigo en del Sur de California asistió a una bien conocida Escuela sabática donde el profesor enfatizó que la lluvia tardía es derramada exclusivamente en la ley dominical. Es en la ley dominical que la lluvia tardía es derramada sin medida, pero este hecho no ex-cluye que antes de la ley dominical la lluvia tardía sea derramada con medida.

La ley dominical

En la ley dominical la iglesia de Dios es purificada y el trigo y la cizaña del Adventismo son separados cuando reciben o la marca de la bestia o el sello de Dios.“Si se os ha presentado la luz de la verdad que revela el sábado del cuarto mandamiento y que muestra que en la Palabra de Dios no hay fundamento para la observancia

del domingo, y sin embargo seguís aferrándoos al falso día de reposo, rehusando observar el santo sábado al que Dios llama ‘mi día santo’, recibís la marca de la bestia. ¿Cuándo ocurre esto? Cuando obedecéis el decreto que os ordena dejar de trabajar el domingo para adorar a Dios, mientras sabéis que no hay una sola palabra en la Biblia que muestre que el domingo no sea un día como todos los demás, entonces consentís en recibir la marca de la bestia y rechazáis el sello de Dios (RH, 13 de Julio de 1897)”. Ev:174-175.

En los Testimonios se nos dice que el sello “es impreso” cuando “sale el decreto” de la ley dominical, y que “nin-guno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha”.

“Hemos de orar por la impartición del Espíritu como el remedio para las almas enfermas. La iglesia necesita con-vertirse, ¿y por qué no hemos de postrarnos ante el trono de la gracia, como representantes de la iglesia, y con un corazón quebrantado y un espíritu contrito elevar fervientes súplicas para que el Espíritu Santo sea derramado sobre nosotros desde lo alto? Oremos porque cuando sea generosamente concedido, nuestros fríos corazones revivan, y tengamos discernimiento para comprender que procede de Dios, y lo recibamos con gozo. Algunos han tratado al Espíritu como a un huésped no bienvenido, apartándose de él, y condenándolo como fanatismo.Cuando el Espíritu Santo mueve al agente humano, no nos pregunta de qué manera ha de guiarlo. A menudo lo usa de maneras inesperadas. Cristo no vino en la forma en que los judíos lo esperaban. No vino de una manera tal que los glorificara como nación. Su precursor vino a preparar el camino para él, llamando al pueblo a arrepentirse de sus pecados, a, convertirse y bautizarse. El mensaje de Cristo fue: ‘El reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al Evangelio’. Los judíos rehusaron recibir a Cristo, porque él no vino según la forma en que lo esperaban. Las ideas de hombres finitos eran tenidas como infalibles, porque eran de venerable edad. Este es el peligro al cual la iglesia se halla expuesta ahora, es a saber, que las invenciones del hombre finitos determinen la forma precisa en que debe venir el Espíritu Santo. Aunque no quieran reconocerlo, algunos ya han hecho esto. Y porque el Espíritu ha de venir, no para alabar a los hombres o para construir sus erróneas teorías, sino para reprobar al mundo de pecado, de justicia y de juicio, muchos se apartan de el. No están dispuestos a ser despojados de su justicia propia. No están dispuestos a cambiar su justicia, que es injusticia, por la justicia de Cristo, que es la verdad pura no adulterada. El Espíritu Santo no adula a ningún hombre, ni trabaja de acuerdo con el designio de algún hombre. Los hombres finitos, pecadores, no han de manejar al Espíritu Santo. Cuando éste venga como un reprobador, por medio de cualquier agente humano a quien Dios escoja, le toca al hombre oír y obedecer su voz”. TM:61-62.

Nr. 11/ NOVIEMBRE 2008

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AdventNewsEl Espíritu Santo no Halaga a

Ningún Hombre

“Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha. Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación. En-tonces la lluvia tardía caerá sobre nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de Pente-costés…Cuando se promulgue el decreto y se estampe el sello, su carácter permanecerá puro y sin mancha para la eterni-dad”. 5T:199, 201.

Algunos emplean este pasaje para identificar que la lluvia tardía es derramada en la ley dominical, tal como sucedió en el Pentecostés, sin darse cuenta que la historia del Pentecostés identifica un derramamiento progresivo del Espíritu.

“El acto de Cristo de soplar el Espíritu Santo sobre sus discípulos y de impartirles su paz, fue como unas pocas gotas antes de la abundante lluvia que debía ser dada en el día de Pentecostés. Jesús impresionó en sus discípulos el hecho de que a medida que avanzaran en la obra con-fiada a ellos, más plenamente comprenderían la naturale-za de esa obra y la forma en que el reino de Cristo sería establecido en la tierra. Fueron nombrados como los testigos del Salvador. Debían testificar lo que habían vis-to y oído de su resurrección: debían repetir las bondado-sas palabras que procedían de sus labios. Estaban familia-rizados con su carácter santo. Él era como un ángel de pie en el sol, pero sin proyectar sombra alguna. La obra sagrada de los apóstoles era la de presentar el inmaculado carácter de Cristo a los hombres como la norma para sus vidas. Los discípulos habían estado tan íntimamente re-lacionados con este Modelo de santidad, que en cierto grado se habían asemejado a él en carácter, y estaban capacitados especialmente para hacer conocer al mundo sus preceptos y su ejemplo (3SP:243-244)”. 5CBA:1124.

El Espíritu Santo fue derramado sin medida en el día de Pentecostés tal como será derramado sin medida cuando la iglesia sea purificada en la ley dominical, pero esta ver-dad no niega que el goteo del Espíritu Santo está señala-do para comenzar antes al día de Pentecostés. Una falta de voluntad para analizar el testimonio profético sobre este asunto, desarrolla un falso modelo para la secuencia de eventos que transcurren durante el tiempo de la lluvia tardía. Sin entender el goteo de la lluvia tardía que pre-cede y conduce al pleno derramamiento, muchos pasajes de la Inspiración se vuelven confusos o vagos. Considere la próxima cita como un ejemplo de este problema.

“El gran derramamiento del Espíritu de Dios que ha de alumbrar toda la tierra con su gloria, no sobrevendrá hasta que tengamos un pueblo esclarecido que sepa por experiencia lo que significa ser colaboradores juntamente

con Dios. Cuando tengamos una consagración com-pleta y sincera al servicio de Cristo, Dios reconocerá el hecho derramando su Espíritu sin medida; pero esto no ocurrirá mientras la parte más grande de la iglesia no trabaja juntamente con Dios. Dios no puede derramar su Espíritu cuando el egoísmo y la complacencia propia se manifiestan en forma tan notoria, cuando prevalece un espíritu que, si se lo tradujera en palabras, constituiría la respuesta de Caín: ‘¿Soy yo guarda de mi hermano?’. RH, 21 de Julio de 1896”. CSMC:56.

Si nos aferramos de la falsa premisa que el Espíritu Santo es derramado exclusivamente en la ley dominical, enton-ces este pasaje está enseñando que justo antes de la ley dominical la mayor parte de la iglesia serán obreros fieles. Esto está en desacuerdo con todo el testimonio de la condición de la iglesia de Dios antes de la ley dominical, porque tanto la Biblia como el Espíritu de Profecía nos informan que la mayoría del pueblo de Dios no estará preparado para la prueba de la ley dominical.Cuando entendemos que la lluvia tardía comienza a go-tear sobre la iglesia antes de la purificación de la ley do-minical y que el propósito del goteo es el de despertar y purificar a aquellos que están dentro de la iglesia y que recibirán el sello de Dios en la ley dominical, entonces los pasajes como estos son fáciles de entender, porque “Dios irá” a derramar “Su Espíritu sin medida” cuando “la mayor parte de la iglesia” sean “colaboradores” con Él. Porque en la ley dominical, cuando la iglesia cambie de la iglesia militante a la iglesia triunfante, la mayoría de la iglesia estará entonces totalmente consagrada a Dios.Es una falsa premisa sugerir que el Espíritu Santo es de-rramado exclusivamente en la ley dominical.

El mensaje de la lluvia tardía

Muchos en el Adventismo no están concientes que la lluvia tardía es un mensaje. Hasta que entendamos que la lluvia tardía es un mensaje es difícil, si es que no es im-posible, dividir en forma correcta las diversas verdades relacionadas al correcto entendimiento de la lluvia tardía.

“Buscad al Eterno mientras puede ser hallado, llamadlo en tanto que está cerca. Deje el impío su camino, y el hombre malo sus pensamientos; y vuélvase al Señor, quien tendrá de él misericordia, y a nuestro Dios, que es amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos —dice el Eterno—. Como es más alto el cielo que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros cami-nos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Como descienden del cielo la lluvia y la nieve, y no vuel-ven allá, sino que riegan la tierra, y la hacen germinar y producir, y da semilla para sembrar y pan para comer, así será mi Palabra que sale de mi boca, no volverá vacía,

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antes hará lo que yo quiero, y prosperará en lo que le ordené”. Isa. 55:6-11.

La palabra de Dios es como la lluvia. Su doctrina cae como gotas de lluvia. Su discurso destila como el rocío.

“Goteará como la lluvia mi doctrina, destilará como el rocío mis razones, como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba”. Deut. 32:2.

El aceite que es tan necesario para las vírgenes del Ad-ventismo es la palabra de Dios.

“Y junto a él dos olivos, uno a la derecha del depósito, y otro a la izquierda. Proseguí y pregunté al ángel que ha-blaba conmigo: ‘¿Qué es esto, señor mío?’ El ángel que hablaba conmigo respondió: ‘¿No sabes qué es esto?’ Di-je: ‘No, señor mío’. Entonces respondió: ‘Esta es la Pala-bra del Señor a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu' —dice el Eterno Todo-poderoso”. Zac. 4:3-6.

“El aceite con el cual las vírgenes sabias llenaron sus lámparas representa al Espíritu Santo. ‘El ángel que hablaba conmigo volvió, y me despertó como un hom-bre que es despertado de su sueño. Me preguntó: "¿Qué ves?" Respondí: "Veo un candelabro todo de oro, con un depósito de aceite, siete lámparas encima y siete tubos para las lámparas que están encima de él. Y junto a él dos olivos, uno a la derecha del depósito, y otro a la izquier-da. Proseguí y pregunté al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?’.Los ungidos que están en pie por el Señor de toda la tie-rra, tienen la posición dada una vez a Satanás como que-rubín cubridor. A través de los seres santos que rodean Su trono, el Señor mantiene una constante comunica-ción con los habitantes de la tierra. El aceite dorado re-presenta la gracia con la cual Dios mantiene suplidas las lámparas de los creyentes, para que no vacilen ni se apa-guen. Si este aceite santo no fuese derramado del cielo en los mensajes del Espíritu de Dios, las agencias del mal tendrían un total control sobre los hombres.Dios es deshonrado cuando no recibimos las comuni-caciones que él nos envía. Así rehusamos el aceite do-rado que él derramaría sobre nuestras almas para que sea comunicado a aquellos que están en tinieblas. Cuando venga el llamado, ‘He ahí viene el esposo, salid a recibirle’, aquellos que no han recibido el santo aceite, que no han acariciado la gracia de Cristo en sus corazo-nes, encontrarán, al igual que las vírgenes fatuas, que no están listos para encontrarse con su Señor. No tienen en sí mismos, el poder para obtener el aceite, y sus vidas están destruidas. Pero si el Espíritu Santo de Dios es pe-dido, si lo suplicamos, tal como lo hizo Moisés, ‘mués-trame tu gloria’, el amor de Dios será derramado en

nuestros corazones. A través de los tubos dorados, el aceite dorado nos será comunicado. ‘No por fuerza ni poder, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los ejérci-tos’. Al recibir los brillantes rayos del Sol de Justicia, los hijos de Dios brillan como luces en el mundo”. RH, 20 de Julio de 1897.

El mensaje de 1888

En el periodo de tiempo de 1888 el Señor envió un “mensaje muy precioso” el cual fue identificado como el mensaje del tercer ángel y que debía ser proclamado con “gran voz” y “acompañado con el derramamiento de Su Espíritu”. Muchos entendieron correctamente el mensaje de Jones y Waggoner en el periodo de tiempo de 1888, y que era el mensaje de la lluvia tardía, pero al hacerlo al-gunas veces perdieron el punto que el Señor trataba de derramar, la lluvia tardía a través de Jones y Waggoner, en 1888, enviando un mensaje. La lluvia tardía es un mensaje.

“El Señor en su gran misericordia envió un muy precio-so mensaje a su pueblo por medio de los pastores Waggoner y Jones. Este mensaje había de presentar en forma más prominente al mundo al Salvador levantado, el sacrificio por los pecados del mundo entero. Presenta-ba la justificación por la fe en el Garante [Cristo]; invita-ba al pueblo a recibir la justicia de Cristo, que se mani-fiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios. Muchos habían perdido de vista a Jesús. Necesita-ban dirigir sus ojos a su divina persona, a sus méritos, a su amor inalterable por la familia humana. Todo el poder es colocado en sus manos, y él puede dispensar ricos dones a los hombres, impartiendo el inapreciable don de su propia justicia al desvalido agente humano. Este es el mensaje que Dios ordenó que fuera dado al mundo. Es el mensaje del tercer ángel, que ha de ser proclamado en alta voz, y acompañado por el derra-mamiento de su Espíritu en gran medida”. TM:89.

El mensaje de Jones y Waggoner era el mensaje de la llu-via tardía, pero fue solamente el comienzo del mensaje de la lluvia tardía. El mensaje de la lluvia tardía en 1888 fue rechazado por los hermanos y quitado por el Señor y por lo tanto no se desarrolló más allá del “comienzo de la luz”.

“El tiempo de prueba está precisamente delante de noso-tros, pues el fuerte pregón del tercer ángel ya ha comen-zado en la revelación de la justicia de Cristo, el Redentor que perdona los pecados. Este es el comienzo de la luz del ángel cuya gloria llenará toda la tierra. Esto es así, porque la obra de cada uno a quien ha llegado el mensaje de amonestación es la de exaltar a Jesús, presentarlo al mundo tal como está revelado en figuras y bosquejado en

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símbolos, tal como es manifestado en la revelación de los profetas, tal como es revelado en las lecciones dadas a sus discípulos y en los milagros maravillosos efectuados para los hijos de los hombres. Escudriñad las Escrituras, pues ellas son las que dan testimonio de Cristo.Si queréis salir incólumes del tiempo de angustia, debéis conocer a Cristo y apropiaros del don de su justicia, la cual imputa al pecador arrepentido (RH, 22 de Noviem-bre de 1892)”. 1MS:425-426.

Habría de venir más luz después del mensaje de Jones y Waggoner, pero el pueblo de Dios impidió que esa luz llegara.

“La falta de voluntad para renunciar a opiniones precon-cebidas y aceptar esta verdad fue la principal base de la oposición manifestada en Minneapolis contra el mensaje del Señor expuesto por los hermanos [E. J.] Waggoner y [A. T.] Jones. Suscitando esa oposición, Satanás tuvo éxito en impedir que fluyera hacia nuestros hermanos, en gran medida, el poder especial del Espíritu Santo que Dios anhelaba impartirles. El enemigo les impidió que obtuvieran esa eficiencia que pudiera haber sido suya para llevar la verdad al mundo, tal como los apóstoles la proclamaron después del día de Pentecostés. Fue resistida la luz que ha de alumbrar a toda la tierra con su gloria, y en gran medida ha sido mantenida lejos del mundo por el proceder de nuestros propios hermanos”. 1MS:276.

El mensaje de la lluvia tardía de Jones y Waggoner tenía que llevar a cabo una repetición del Pentecostés, pero la lluvia tardía fue “resistida”.La lluvia tardía viene en el tiempo de la cosecha.

Las lluvias orientales

“Es cierto que en el tiempo del fin, cuando la obra de Dios en la tierra esté por terminar, los fervientes esfuer-zos realizados por los consagrados creyentes bajo la direc-ción del Espíritu Santo irán acompañados por manifesta-ciones especiales del favor divino. Bajo la figura de la lluvia temprana y tardía que cae en los países orientales al tiempo de la siembra y la cosecha, los profetas hebreos predijeron el derramamiento de la gracia espiritual en una medida extraordinaria sobre la iglesia de Dios. El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue el comienzo de la lluvia temprana, y gloriosos fueron los resultados. Hasta el fin del tiempo, la presencia del Espíritu ha de morar con la iglesia fiel”. HAp:44-45.

El mensaje de la lluvia tardía es el mensaje de la cosecha que madurará tanto el trigo como la cizaña.

“Ante Juan se abrieron escenas relativas a la experiencia de la iglesia que eran de interés profundo y conmovedor.

Vio las circunstancias, los peligros, las luchas y la libera-ción final del pueblo de Dios. Consigna los mensajes finales que han de hacer madurar la mies de la tierra, ya sea en gavillas para el granero celestial, o en manojos para los fuegos de la destrucción. Le fueron revelados asuntos de suma importancia, especialmente para la úl-tima iglesia, con el objeto de que los que se volvieran del error a la verdad pudiesen ser instruidos con respecto a los peligros y luchas que les esperaban. Nadie necesita estar a oscuras en lo que concierne a lo que ha de aconte-cer en la tierra”. CS:390.

Los mensajes en el libro de Apocalipsis tienen que hacer madurar la cosecha de la tierra y por lo tanto son los mensajes de la lluvia tardía, los cuales incluyen el mensa-je a Laodicea. El mensaje laodiceano produce la misma reacción entre el pueblo de Dios que el mensaje de 1888 llevó a cabo durante aquella historia.

“El mensaje dado por A. T. Jones y E. J. Waggoner es el mensaje de Dios para la iglesia laodiceana, y hay un ay para todo aquel que profesa creer la verdad pero no refle-ja a los demás los rayos dados por Dios”. 15ML:92.

La resistencia hacia el mensaje de Jones y Waggoner en 1888 prefiguró la resistencia al mensaje de la lluvia tardía de hoy, y esa resistencia también está representada como siendo el zarandeo.

“Vi que algunos, con fe robusta y gritos acongojados, clamaban ante Dios. Estaban pálidos y sus rostros de-mostraban la profunda ansiedad resultante de su lucha interna. Gruesas gotas de sudor bañaban su frente; pero con todo, su aspecto manifestaba firmeza y gravedad. De cuando en cuando brillaba en sus semblantes la señal de la aprobación de Dios, y después volvían a quedar en severa, grave y anhelante actitud.Los ángeles malos los rodeaban, oprimiéndolos con ti-nieblas para ocultarles la vista de Jesús y para que sus ojos se fijaran en la oscuridad que los rodeaba, a fin de inducirlos a desconfiar de Dios y murmurar contra él. Su única salvaguardia consistía en mantener los ojos alzados al cielo, pues los ángeles de Dios estaban encargados del pueblo escogido y, mientras que la ponzoñosa atmósfera de los malos ángeles circundaba y oprimía a las ansiosas almas, los ángeles celestiales batían sin cesar las alas para disipar las densas tinieblas.De cuando en cuando Jesús enviaba un rayo de luz a los que angustiosamente oraban, para iluminar su rostro y alentar su corazón. Vi que algunos no participaban en esta obra de acongojada demanda, sino que se mostraban indiferentes y negligentes, sin cuidarse de resistir a las tinieblas que los envolvían, y éstas los encerraban como una nube densa. Los ángeles de Dios se apartaron de ellos y acudieron en auxilio de los que anhelosamente

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oraban. Vi ángeles de Dios que se apresuraban a auxiliar a cuantos se empeñaban en resistir con todas sus fuerzas a los ángeles malos y procuraban ayudarse a sí mismos invocando perseverantemente a Dios. Pero nada hicieron sus ángeles por quienes no procuraban ayudarse a sí mismos, y los perdí de vista.Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el testi-monio directo que exige el consejo que el Testigo fiel dio a la iglesia de Laodicea. Moverá este consejo el co-razón de quien lo reciba y le inducirá a exaltar el estan-darte y a difundir la recta verdad. Algunos no soporta-rán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios.Vi que el testimonio del Testigo fiel había sido escuchado tan sólo a medias. El solemne testimonio del cual de-pende el destino de la iglesia se tuvo en poca estima, cuando no se lo menospreció por completo. Ese testi-monio ha de mover a profundo arrepentimiento. Todos los que lo reciban sinceramente lo obedecerán y queda-rán purificados.Dijo el ángel: "Escuchad." Pronto oí una voz que reso-naba dulce y armoniosa como concertada sinfonía. Era incomparablemente más melodioso que cualquier músi-ca que yo hubiese oído hasta entonces, y parecía henchi-da de misericordia, compasión y gozo santo y enaltece-dor. Conmovió todo mi ser. El ángel dijo: "Mirad". Mi atención se fijó entonces en la hueste que antes había visto y que estaba fuertemente sacudida. Vi a los que antes gemían y oraban con aflicción de espíritu. Doble número de ángeles custodios los rodeaban, y una arma-dura los cubría de pies a cabeza. Marchaban en perfecto orden como una compañía de soldados. En su semblante expresaban el tremendo conflicto que habían sobrelleva-do y la congojosa batalla que acababan de reñir; pero los rostros antes arrugados por la angustia, resplandecían ahora, iluminados por la gloriosa luz del cielo. Habían logrado la victoria, y esto despertaba en ellos profunda gratitud y un gozo santo y sagrado.El número de esta hueste había disminuido. En el zaran-deo, algunos fueron dejados al lado del camino. Los des-cuidados e indiferentes que no se unieron con quienes apreciaban la victoria y la salvación lo bastante para per-severar en anhelarlas orando angustiosamente por ellas, no las obtuvieron, y quedaron rezagados en las tinieblas, y sus sitios fueron ocupados en seguida por otros, que se unían a las filas de quienes habían aceptado la verdad. Los ángeles malignos todavía se agrupaban en su derre-dor, pero ningún poder tenían sobre ellos.Oí que los revestidos de la armadura proclamaban pode-rosamente la verdad, con fructuosos resultados. Muchas personas habían estado ligadas; algunas esposas por sus consortes, y algunos hijos por sus padres. Las personas sinceras, que hasta entonces habían sido impedidas de

oír la verdad, se adhirieron ardientemente a ella. Desva-necióse todo temor a los parientes y sólo la verdad les parecía sublime. Habían tenido hambre y sed de la ver-dad, y ésta les era más preciosa que la vida. Pregunté por la causa de tan profundo cambio y un ángel me respon-dió: ‘Es la lluvia tardía; el refrigerio de la presencia del Señor; el potente pregón del tercer ángel’. Aquellos escogidos tenían gran poder”. PE:269-272.

El mensaje de la lluvia tardía de 1888 y la posterior resis-tencia contra ese mensaje prefigura el zarandeo que suce-de dentro del Adventismo cuando el Señor una vez más le presenta el mensaje de la lluvia tardía a Su pueblo. La conclusión de este zarandeo produce dos tipos de adora-dores.

“El hombre finito tiene la tendencia a juzgar mal el ca-rácter, pero Dios no deja la obra de juicio y de pronun-ciarse acerca del carácter a aquellos que no están capaci-tados para ello. No podemos decir qué es lo que consti-tuye el trigo y qué es cizaña. El tiempo de la cosecha determinará completamente el carácter de ambas clases especificadas bajo la figura de trigo y cizaña. La obra de separación les es dada a los ángeles de Dios, y no en las manos de ningún hombre. La falsa doctrina es una de las influencias satánicas que trabaja en la iglesia, y trae a ella a aquellos que no están convertidos de corazón. Los hombres no obedecen las palabras de Jesucristo, y así buscan la unidad en la fe, en el espíritu y en la doctrina. No trabajan por la unidad de espíritu por la cual Cristo oró, la cual haría del testimonio de los discípulos de Cristo efectivo para convencer al mundo que Dios ha enviado a Su Hijo al mundo, ‘que cualquiera que crea en Él no perecerá, sino que tendrá vida eterna’. Si la unidad por la cual Cristo oró, existiera en el pueblo de Dios, llevarían un testimonio vivo, llevarían una gran luz que brillaría entre las tinieblas morales del mundo”. RH, 5 de septiembre de 1893.

Un mensaje bajo diferentes nombres

La lluvia tardía es un mensaje y está representado de di-versas maneras dentro del testimonio inspirado. El men-saje de la lluvia tardía es el mensaje del tercer ángel, el mensaje del alto clamor, el mensaje de 1888, el mensaje de Laodicea y el mensaje de Apocalipsis 18, para identi-ficar solo algunos. Todos estos mensajes son intercam-biables y pueden ser representados como el alto clamor de del tercer ángel. Es este mensaje, el mensaje de la llu-via tardía el que produce dos clases de adoradores dentro de la iglesia, porque son los ángeles los que tienen que llevar a cabo la separación. El mensaje del tercer ángel, que es el mensaje de la lluvia tardía, produce la separa-ción. El crecimiento del tercer ángel separa el trigo y la cizaña en cumplimiento de la parábola.

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Ambas clases dentro del Adventismo que son llevadas a madurar por el mensaje de la lluvia tardía, demostrarán el carácter que han desarrollado en la ley dominical.

Línea tras línea

Isaías ilustra que el mensaje de la lluvia tardía tiene que ser enseñado juntando la línea profética con otras líneas proféticas.Isaías 28 identifica que el mensaje de la lluvia tardía será enseñado por el pueblo de Dios a través del proceso de traer una línea profética de historia de una parte de la Biblia y juntándola con otras líneas proféticas paralelas de la historia desde otras áreas de la Biblia.

“¿A quién se enseñará conocimiento, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los recién reti-rados de los pechos? Porque ha de ser precepto tras pre-cepto, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá. Por-que con labios extranjeros, en extraña lengua, Dios ha-blará a este pueblo, a quien dijo: ‘Este es el reposo, dad reposo al cansado; éste es el refrigerio’. Pero no quisieron escuchar. Así, la Palabra del Eterno les será precepto tras precepto, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espalda, y sean quebrantados, en-lazados y presos”. Isa. 28:9-13.

Isaías identifica “el refrigerio” como un mensaje donde él declara, “este es el refrigerio; pero no oirán”. Él también lo identifica como un mensaje donde dice “porque con labios tartamudeantes, en extraña lengua, Dios hablará a este pueblo”. La lluvia tardía es un mensaje que Cristo le habla a Su pueblo.

Reconociendo la lluvia tardía

Antes de la ley dominical la lluvia tardía comienza a go-tear sobre la iglesia de Dios. Una clase dentro de la igle-sia recibe la lluvia y otra clase no lo recibe. Una clase reconoce la lluvia tardía, y la otra no la reconoce. Este hecho demuestra que la lluvia tardía comienza a caer antes que la iglesia sea purificada en la separación de la ley dominical.

“Muchos han dejado en gran medida de recibir la prime-ra lluvia. No han obtenido todos los beneficios que Dios ha provisto así para ellos. Esperan que la falta sea suplida por la lluvia tardía. Cuando sea otorgada la abundan-cia más rica de la gracia, se proponen abrir sus cora-zones para recibirla. Están cometiendo un terrible error. La obra que Dios ha comenzado en el corazón humano al darle su luz y conocimiento, debe progresar conti-nuamente. Todo individuo debe comprender su pro-

pia necesidad. El corazón debe ser vaciado de toda contaminación, y limpiado para la morada interna del Espíritu. Fue por medio de la confesión y el perdón del pecado, por la oración ferviente y la consagración de sí mismos a Dios, como los primeros discípulos se prepara-ron para el derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. La misma obra, sólo que en mayor grado, debe realizarse ahora. Entonces el agente huma-no tenía solamente que pedir la bendición, y esperar que el Señor perfeccionara la obra concerniente a él. Es Dios el que empezó la obra, y él la terminará, haciendo al hombre completo en Cristo Jesús. Pero no debe haber descuido de la gracia representada por la primera lluvia. Sólo aquellos que están viviendo a la altura de la luz que tienen recibirán mayor luz. A menos que estemos avanzando diariamente en la ejemplificación de las vir-tudes cristianas activas, no reconoceremos las manifes-taciones del Espíritu Santo en la lluvia tardía. Podrá estar derramándose en los corazones en torno de no-sotros, pero no la discerniremos ni la recibiremos”. TM:515-516.

La clase en el Adventismo que será bendecida por la llu-via tardía es la clase que la reconoce cuando llega.

“El Señor llama para que todo medio y talento sea pues-to en uso. Cuando el reproche de la indolencia y de la indolencia haya sido eliminado de la iglesia, el Espíritu del Señor será graciosamente manifestado; el poder divi-no se combinará con el esfuerzo humano, la iglesia verá las providenciales interposiciones del Señor Dios de los ejércitos, la luz de la verdad será difundida, y el conoci-miento de Dios y de Jesucristo a quien Él ha enviado. Tal como en el tiempo de los apóstoles, muchas lamas se volverán al Señor. La tierra será iluminada con la glo-ria del ángel del cielo.Si el mundo va a ser convencido de pecado, como trans-gresores de la ley de Dios, la agencia tiene que ser el Es-píritu Santo trabajando a través de las instrumentalida-des humanas. La iglesia tiene que sacudirse de su sueño mortal, porque el Señor está esperando para bendecir a Su pueblo, el cual reconocerá Su bendición cuando llegue, y la difundirá en claros y fuertes rayos de luz.‘Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos. Os daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Pondré mi Es-píritu dentro de vosotros, y haré que andéis en mis Mandamientos, que guardéis mis normas, y las cum-pláis’. Eze. 36:25-27.Si el desierto de la iglesia va a quedar como un campo fructífero, y el campo fructífero como una floresta, es debido al derramamiento del Espíritu Santo de Dios sobre Su pueblo”. 15ML:308-309.

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Hay una obra que tiene que ser llevada a cabo antes que el Espíritu Santo sea derramado sin medida en la ley dominical. Tenemos que reconocer la “bendición cuando llegue” y tenemos que “entender” nuestra “propia” nece-sidad y entonces, a través del poder del Espíritu Santo tenemos que vaciar nuestro “corazón” de “toda contami-nación”.Es la lluvia tardía la que lleva a cabo el despertamiento que es necesario para “entender” nuestra “necesidad”, pero solo podemos recibir las bendiciones acompañando a la lluvia tardía, si reconocemos que la lluvia tardía ha llegado. Este es el motivo por el cual Zacarías identifica que tenemos que orar por la lluvia tardía en el tiempo de la lluvia tardía, enfatizando así que aquellos que oran por la lluvia tardía tienen que reconocer que están en el tiempo de la lluvia tardía.

“Pedid al Señor lluvia en el tiempo de la lluvia tardía. Y él hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba en el campo a cada uno”. Zac. 10:1.

La lluvia tardía tiene que despertarnos a nuestra condi-ción para que podamos prepararnos para el pleno derra-mamiento en la ley dominical. Es el mensaje de la lluvia tardía que nos reaviva, para que podamos reconocer nuestra condición laodiceana y hagamos la adecuada preparación.

“Cuando sea proclamado el tercer mensaje, crece[rá] has-ta convertirse en un fuerte clamor, y a medida que la obra final sea acompañada por gran poder y gloria, los fieles hijos de Dios participarán de esa gloria. La lluvia tardía es la que los revive y fortalece para que puedan pasar por el tiempo de angustia.-7CBA:995 (1862)”. EUD:205.

La lluvia tardía revive al pueblo de Dios, y el reaviva-miento representa una vuelta a la vida, pero la lluvia tar-día no será derramada sin medida sobre un pueblo que está espiritualmente muerto.

“Deben realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la ministración del Espíritu Santo. Reavivamiento y re-forma son dos cosas diferentes. Reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual, una vivificación de las facultades de la mente y del corazón, una resurrección de la muerte espiritual. Reforma significa una reorgani-zación, un cambio en las ideas y teorías, hábitos y prácti-cas. La reforma no producirá los buenos frutos de justicia a menos que esté relacionada con el reavivamiento del Espíritu. El reavivamiento y la reforma han de efectuar su obra asignada y deben entremezclarse al hacer esta obra. (RH, 25 de Febrero de 1902)”. 1MS:149.

Es solamente cuando reconozcamos que la lluvia tardía viene en dos fases – el goteo con medida, seguido por el pleno derramamiento sin medida – que podemos correc-tamente aplicar la información profética relacionada con la historia de la lluvia tardía.Antes de la purificación con la ley dominical, la lluvia tardía comienza a caer para despertar a las vírgenes sabias del Adventismo, mientras que las vírgenes fatuas conti-núan durmiendo.

“Todos los que esperan por el Esposo celestial son repre-sentados en la parábola como durmiendo porque su Se-ñor atrasó su venida; pero las sabias se levantaron a sí mismas con el mensaje de Su aproximación, y respon-dieron al mensaje, y su discernimiento espiritual no se había extinguido por completo, y saltaron nuevamente a la línea [línea de frente]. Al aferrase a la gracia de Cris-to, su experiencia religiosa se volvió vigorosa y abundan-te, y sus afectos fueron colocados sobre las cosas de arri-ba. Ellos discernieron dónde estaba la fuente de su ali-mentación, y apreciaron el amor que Dios tenía por ellos. Abrieron sus corazones para recibir el Espíritu San-to, a través del cual el amor de Dios fue derramado en sus corazones”. ST, 28 de Junio de 1910.

La lluvia tardía no solo nos despierta sino que también nos purifica, significando esto que comienza a caer cuan-do nosotros aun tenemos impurezas. No podemos recibir el sello de Dios en la ley dominical si aun poseemos im-purezas, porque nadie recibe el sello de Dios si tiene una mancha en su carácter. El goteo de la lluvia tardía es un periodo de tiempo donde aun hay oportunidad para ser purificado antes del pleno derramamiento en la ley do-minical.“El refrigerio viene de la presencia del Señor. Coloque-mos nuestros corazones en orden para que la verdad de Dios pueda vivir en nosotros; para que pueda purifi-carnos, listos para recibir la lluvia tardía”. 8ML:228.

“Dios exige que sus hijos se limpien a sí mismos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor. Todos los que sean indi-ferentes y se disculpen por no hacer esta obra, esperando que el Señor haga por ellos lo que él exige que ellos ha-gan por sí mismos, serán hallados faltos cuando los man-sos de la tierra, que han puesto por obra sus juicios, sean escondidos en el día de la ira del Señor.Se me mostró que si el pueblo de Dios no hace esfuerzos de su parte, sino que espera que venga el refrigerio y qui-te sus errores y corrija sus equivocaciones; si depende de ello para limpiarse de la inmundicia de la carne y del espíritu, a fin de estar preparado para empeñarse en el fuerte clamor del tercer ángel, será hallado falto. El refri-gerio, o sea el poder de Dios, viene solamente sobre los que se hallan preparados para él haciendo la tarea que

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Dios les pide, es a saber, limpiarse a si mismos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. CRA:37-38.

Un proceso de refinamiento

El goteo de la lluvia tardía produce un proceso de refi-namiento que culmina con la ley dominical. Entonces la iglesia es purificada y la lluvia tardía es derramada sin medida.

“El Señor viene pronto. En cada iglesia debe haber un proceso de purificación y de zarandeo, porque entre nosotros hay hombres impíos que no aman la verdad ni honran a Dios. Hay una necesidad de transformación del carácter. ¿Se levantará la iglesia y se colocará sus be-llas ropas, la justicia de Cristo? Es muy temprano para ver quiénes son vasos de honor. ‘Después de eso vi a otro ángel descender del cielo con gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria. Y clamó con potente voz: ¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Y se ha vuelto ha-bitación de demonios, guarida de todo espíritu impuro, y albergue de toda ave sucia y aborrecible’. ‘Entonces volveréis, y veréis que hay diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios, y el que no le sirve’. ‘Viene el día ardiente como un horno. Y todos los sober-bios, todos los malhechores serán estopa. Y ese día que está por llegar los abrasará, y no quedará de ellos ni raíz ni rama —dice el Eterno Todopoderoso. Pero para voso-tros que respetáis mi Nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá sanidad’.Aquí se ven claramente aquellos que serán vasos de honra; porque recibirán la lluvia tardía. Toda alma que continúe en pecado a la luz que ahora brilla sobre nues-tro camino, quedará ciego y aceptará los engaños de Sa-tanás. Nos estamos acercando ahora al cierre de la histo-ria de este mundo. ¿Dónde están los fieles atalayas en las murallas de Sión, que no dormitan, sino que declararán fielmente la hora de la noche? Cristo está viniendo para ser admirado en todos aquellos que creen. Cuán penoso es contemplar el hecho que el Señor Jesús está siendo mantenido en segundo plano. Cuán pocos magnifican su gracia y exaltan su infinita compasión y amor. No habrá envidia, ni celos, en los corazones de aquellos que buscan ser semejantes a Jesús en carácter”. RH, 19 de Marzo de 1895.

El mensaje de la lluvia tardía es un mensaje de adver-tencia

La lluvia tardía es un mensaje de advertencia que nos permite despertar y prepararnos. Para que un mensaje sea identificado como una advertencia, tiene que ser de una naturaleza tal como para identificar una necesidad que puede ser alcanzada por aquellos que escuchan el mensa-

je. Tiene que haber un tiempo para responder al mensa-je, si es que es un mensaje de advertencia.La Inspiración ha identificado el mensaje del tercer ángel como el mensaje que Jones y Waggoner trajeron en el periodo de tiempo de 1888 y también es identificado como el mensaje de la lluvia tardía; por lo tanto el men-saje de la lluvia tardía es el mensaje de advertencia del tercer ángel.

“En cada generación Dios envió siervos suyos para re-probar el pecado tanto en el mundo como en la iglesia. Pero los hombres desean que se les digan cosas agrada-bles, y no gustan de la verdad clara y pura. Muchos re-formadores, al principiar su obra, resolvieron proceder con gran prudencia al atacar los pecados de la iglesia y de la nación. Esperaban que mediante el ejemplo de una vida cristiana y pura, llevarían de nuevo al pueblo a las doctrinas de la Biblia. Pero el Espíritu de Dios vino sobre ellos como había venido sobre Elías, impeliéndole a censurar los pecados de un rey malvado y de un pueblo apóstata; no pudieron dejar de proclamar las declaracio-nes terminantes de la Biblia que habían titubeado en presentar. Se vieron forzados a declarar diligentemente la verdad y señalar los peligros que amenazaban a las al-mas. Sin temer las consecuencias, pronunciaban las pala-bras que el Señor les ponía en la boca, y el pueblo se veía constreñido a oír la amonestación.Así también será proclamado el mensaje del tercer án-gel”. CS:664.

“A medida que se acerca la segunda venida de Cristo, el Señor envía a sus siervos con un mensaje de advertencia al mundo, para prepararlo para ese gran evento. Mien-tras el mundo ha estado viviendo en transgresión de la ley de Dios, en misericordia él envía un mensaje de ad-vertencia para levantar su atención y mostrarles la ley de Dios como un espejo e3n el cual ellos pueden mirar y descubrir los defectos en su carácter moral. Si ellos in-mediatamente hacen esfuerzos sinceros para remediar estos defectos, mediante un arrepentimiento hacia Dios y fe hacia nuestro Señor Jesucristo, serán perdonados a través de los méritos de su sangre, porque esta es la única esperanza del transgresor de la ley de Dios. Pero tal como en los días de Noé, la gran mayoría no cree en el testi-monio que Dios en su misericordia les ha enviado para advertir al mundo de su pronta destrucción”. ST, 3 de Enero de 1878.

Ojo a ojo

El mensaje de la llt6 es el único mensaje genuino que el pueblo de Dios va a proclamar en el periodo de tiempo de la lluvia tardía, porque es el mensaje de la verdad pre-sente para esta generación. Cualquier otro mensaje, aun cuando sea verdad, sería apenas una distracción. Durante

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el goteo de la lluvia tardía Dios traerá a aquellos que es-tán reconociendo que la lluvia tardía ha comenzado a caer para unificar el mensaje.

“Alzan la voz, juntos dan voces de júbilo. Cuando el Eterno vuelva a Sión, lo verán con sus mismos ojos”. Isa. 52:8.

Hay un tiempo específico cuando la unidad del mensaje es llevada a cabo entre el pueblo de Dios.

“La cru7z de Cristo es la promesa de nuestra fraternidad y unión. Tiene que llegar el tiempo cuando los atala-yas vean ojo a ojo; cuando la trompeta dé cierto sonido; cuando ‘Efraín no envidiará a Judá, y Judá no molestará más a Efraín’”. RH, 3 de Enero de 1899.

El mensaje de la lluvia tardía va a sobreponerse a cual-quier otro mensaje a medida que se convierta en un alto clamor y el verdadero pueblo de Dios se unirá en una sola voz con ese mismo mensaje.

“La espada del Espíritu, que tiene dos filos, tiene que estar en las manos de los siervos de Dios. Su inspiración tiene que estar sobre ellos, guiándolos a Todos a Hablar con una Sola Voz”. [La negrita y las letras mayúsculas están en el original]. ST, 7 de Febrero de 1900. “Cuando se trabaje con sinceridad y tesón, se verá la efi-cacia de la gracia de Cristo. Los centinelas colocados so-bre los muros de Sión deben mantenerse vigilantes y despertar a los demás. El pueblo de Dios debe ser tan ferviente y fiel en la obra del Maestro que todo egoísmo quede separado de su vida. Entonces todos trabajarán en perfecta armonía [ojo a ojo], y se manifestará el brazo del Señor, cuyo poder se revelará en la vida de Cristo. Entonces renacerá la confianza y habrá unidad en las filas de la iglesia”. 9T:27.

El mensaje de la lluvia tardía consistirá en identificar la historia de la lluvia tardía.

“Alcen la voz los centinelas ahora, y den el mensaje que es verdad presente para este tiempo. Mostremos a la gen-te dónde estamos en la historia profética, y procuremos despertar el espíritu del verdadero protestantismo, ha-ciendo sentir al mundo el valor de los privilegios de la libertad religiosa que se han disfrutado durante tanto tiempo”. 5T:670.

Los tiempos del refrigerio

Los “tiempos del refrigerio” es el tiempo de la lluvia tar-día. Es un periodo de tiempo, no es un evento singular, y la historia de la lluvia tardía es la historia en la cual todos los profetas desearon vivir y testimoniarlo.

“Pero Dios ha cumplido así, lo que antes había anuncia-do por medio de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. Así, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, y vengan los tiempos del re-frigerio de la presencia del Señor; y él envíe a Jesucristo, designado de antemano; a quien es necesario que el cielo retenga hasta el tiempo de la restauración de todas las cosas, que desde la antigüedad Dios prometió por medio de sus santos profetas. Porque Moisés dijo a los padres: 'El Señor vuestro Dios os levantará de entre vuestros hermanos, un profeta como yo. A él oiréis en todo lo que os diga. Y el que no oiga a ese profeta, será desarraigado del pueblo'. Todos los profetas, desde Samuel en adelan-te, todos anunciaron estos días”. Hechos 3:18-24.

Los “tiempos del refrigerio” es la historia de la lluvia tar-día.

“La gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder divino que la que señaló el prin-cipio de ella. Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión de la lluvia temprana, al principio del mi-nisterio evangélico, deben volverse a cumplir en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio. Esos son los ‘tiempos de refrigerio’ en que pensaba el apóstol Pedro cuando dijo: ‘Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, y enviará a Jesucristo’. (Hechos 3:19-20)”. CS:669-670.

El tiempo de la lluvia tardía ha sido ilustrado previamen-te en la historia sagrada.

“El ángel que une su voz a la proclamación del tercer mensaje, alumbrará toda la tierra con su gloria. Así se predice una obra de extensión universal y de poder extraordinario. El movimiento adventista de 1840 a 1844 fue una manifestación gloriosa del poder divi-no; el mensaje del primer ángel fue llevado a todas las estaciones misioneras de la tierra, y en algunos países se distinguió por el mayor interés religioso que se haya visto en país cualquiera desde el tiempo de la Reforma del siglo XVI; pero todo esto será superado por el poderoso movimiento que ha de desarrollarse bajo la proclamación de la última amonestación del tercer ángel.Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostés. Como la ‘lluvia temprana’ fue dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo al principio del ministerio evangélico, para hacer crecer la preciosa semi-lla, así la ‘lluvia tardía’ será dada al final de dicho minis-terio para hacer madurar la cosecha. ‘Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová: como el alba está aparejada su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra’. ‘Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová vues-

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tro Dios; porque os ha dado la primera lluvia arreglada-mente, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio’. ‘Y será en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne’. ‘Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo’. (Oseas 6:3; Joel 2:23; Hechos 2:17, 21)”. CS:669.

La historia de la lluvia tardía ha sido prefigurada en la historia del Pentecostés y en la historia de los Milleritas desde 1840 hasta 1844.

Pentecostés

“‘Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo [poder]; y gran gracia era en todos ellos’. ‘Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos’. El Espíritu de Cristo animaba a toda la congregación; porque habían encontrado la perla de gran precio.Estas escenas han de repetirse, y con mayor poder. El descenso del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue la primera lluvia, pero la última lluvia será más abundante”. PVGM:92.

“Es con ferviente anhelo que anticipo el tiempo cuando se repetirán los sucesos del día de Pentecostés aun con mayor poder que en esa ocasión. Juan dice: ‘Vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria’. [Apoc. 18:1]. Entonces, co-mo en el momento del Pentecostés, la gente oirá la ver-dad que será presentada a cada hombre en su propio idioma. 6CBA:1055 (1886)”. EUD:206.

1840-1844: El movimiento de 1844

“Hay un mundo que está en impiedad, en engaño e ilu-sión, en la misma sombra de la muerte, durmiendo, durmiendo. ¿Quién se siente acongojado para despertar-los? ¿Qué voz puede alcanzarlos? Mi mente fue llevada hacia el futuro, cuando la señal será dada. ‘He aquí el Esposo, salid a recibirle’. Pero algunos habrán poster-gado la acción de obtener aceite para volver a llenar sus lámparas, y demasiado tarde encontrarán que el carácter, el cual es representado por el aceite, no es transferible”. RH, 11 de Febrero de 1896.

“El poder que conmovió al pueblo tan fuertemente du-rante el movimiento de 1844 se ha de manifestar una vez más. El mensaje del tercer ángel avanzará, no en tono silencioso, sino con gran clamor”. 5T:233.

El goteo de la lluvia tardía marca un periodo de tiempo anterior a la separación provocada por la ley dominical. Durante este periodo de tiempo el Espíritu Santo reaviva

y lleva a cabo la obra de purificación que es necesaria para aquellos representados por el trigo dentro del Ad-ventismo, para que reciban el sello de Dios en la ley do-minical. La historia del movimiento de 1844 fue una ilustración de esta precisa obra porque representa cuando el Espíritu Santo fue manifestado y llevó a cabo una obra de transformación.

Volverán a repetirse

“Se ha cumplido todo lo que Dios ha especificado en la historia profética, y se cumplirá todo lo que aún deba cumplirse. Daniel, el profeta de Dios, permanece firme en su lugar. Juan también lo está. En el Apocalipsis, el León de la tribu de Judá ha abierto el libro de Daniel a los estudiosos de la profecía, y así es como Daniel per-manece firme en su sitio. Da su testimonio, el cual le fue revelado por Dios por medio de visiones de los grandes y solemnes acontecimientos que debemos reconocer en este momento cuando estamos en el mismo umbral de su cumplimiento.Mediante la historia y la profecía, la Palabra de Dios des-cribe el prolongado conflicto entre la verdad y el error. Ese conflicto sigue en desarrollo. Las cosas que han acontecido volverán a repetirse. Revivirán antiguas controversias. Y continuamente surgirán teorías nuevas. Pero el pueblo de Dios, el cual mediante sus creencias y su cumplimiento de la profecía ha desempeñado una parte en la proclamación de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel, sabe dónde se encuentra. Tiene una experiencia que es más preciosa que el oro refinado. Debe permanecer firme como una roca, afe-rrándose al comienzo de su confianza hasta el fin.Un poder transformador acompañó a la proclamación de los mensajes del primer ángel y del segundo, e igualmente acompaña el mensaje del tercer ángel. Es-to impresionó las mentes humanas con convicciones ver-daderas. El poder del Espíritu Santo se manifestó. Hu-bo estudio diligente y detallado de las Sagradas Escritu-ras. Se dedicaron noches casi íntegras a una investigación fervorosa de la Palabra. Buscamos la verdad como si hu-biéramos buscado tesoros escondidos. El Señor se reveló a nosotros. Se derramó luz sobre las profecías, y supimos que habíamos rec ib ido instrucc ión div ina” . 2MS:124-125.

La naturaleza progresiva de la lluvia tardía también es representada por la historia progresiva del Pentecostés.

“El hecho de Cristo de soplar sobre sus discípulos el Es-píritu Santo, e impartir su paz sobre ellos, fue como unas pocas gotas antes del completo aguacero que sería dado en el día de Pentecostés”. 3SP:243.

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Historia paralela

La historia desde 1840 hasta 1844 hace un paralelo con la historia de la lluvia tardía.

“Dios les ha dado a los mensajes de Apocalipsis 14 su lugar en la línea profética, y su obra no debe cesar hasta el cierre de la historia de esta tierra. Los mensajes del primer y segundo ángel aun son verdad para este tiempo, y tienen que correr en paralelo con el que le sigue. El tercer ángel proclama su advertencia con gran voz. ‘Des-pués de estas cosas’, dijo Juan, ‘vi a otro ángel descender del cielo, teniendo gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria’. En esta iluminación, la luz de los tres mensajes está combinada”. 1888M:804.

“La obra de Dios en la tierra presenta, siglo tras siglo, sorprendente analogía en cada gran movimiento refor-matorio o religioso. Los principios que rigen el trato de Dios con los hombres son siempre los mismos. Los mo-vimientos importantes de hogaño concuerdan con los de antaño, y la experiencia de la iglesia en tiempos que fueron encierra lecciones de gran valor para los nuestros”. CS:391.

“El ángel que une su voz a la proclamación del tercer mensaje, alumbrará toda la tierra con su gloria. Así se predice una obra de extensión universal y de poder ex-traordinario. El movimiento adventista de 1840 a 1844 fue una manifestación gloriosa del poder divino… Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostés”. CS:669.

Las historias paralelas que prefiguran el periodo de tiem-po de la lluvia tardía identifican una manifestación pro-gresiva del poder del Espíritu Santo. Marcar el derrama-miento de la lluvia tardía como un evento singular que se cumple con la ley dominical, es negar el testimonio de estas historias paralelas. El movimiento Millerita fue cumplido cuando los tres ángeles de Apocalipsis 14 llega-ron en la historia y esta historia tiene que repetirse.

“Los mensajes del primero, segundo y tercer ángel serán repetidos”. RH, 31 de Octubre de 1899.

Iluminando la tierra

El primer ángel descendió en Apocalipsis 10 el 11 de Agosto de 1840 y prefiguró el descenso del poderoso ángel de Apocalipsis 18 que va a iluminar la tierra con su gloria. La hermana White identifica que la obra que es llevada a cabo por el poderoso ángel de Apocalipsis 18 es la misma que la obra del primer ángel.

“Me fue mostrado el interés que todo el cielo se había tomado en la obra que se está realizando en la tierra. Je-sús comisionó a un ángel poderoso para que descen-diese y amonestase a los habitantes de la tierra a prepa-rarse para su segunda aparición. Cuando el ángel dejó la presencia de Jesús en el cielo, iba delante de él una luz excesivamente brillante y gloriosa. Se me dijo que su mi-sión era alumbrar la tierra con su gloria y avisar al hombre de la ira venidera de Dios”. PE:245.

La obra del primer ángel durante la historia Millerita es idéntica a la obra del cuarto ángel de Apocalipsis 18, porque él iba a iluminar la tierra con su gloria. Él fue entonces seguido por el segundo ángel que identificaba que Babilonia había caído.

“Me fue mostrado el interés que todo el cielo se había tomado en la obra que se está realizando en la tierra. Je-sús comisionó a un ángel [EL PRIMER ÁNGEL] po-deroso para que descendiese y amonestase a los habi-tantes de la tierra a prepararse para su segunda aparición. Cuando el ángel dejó la presencia de Jesús en el cielo, iba delante de él una luz excesivamente brillante y gloriosa. Se me dijo que su misión era alumbrar la tierra con su gloria y avisar al hombre de la ira venidera de Dios. Multitudes recibieron la luz…Otro poderoso ángel [EL SEGUNDO ÁNGEL] fue comisionado para que descendiese a la tierra. Jesús le puso en la mano algo escrito, y cuando llegó a la tierra, clamó: ‘¡Ha caído, ha caído Babilonia!’…A medida que el pueblo de Dios se unía en el clamor del segundo ángel, la hueste celestial manifestaba el más pro-fundo interés en el efecto del mensaje…Jesús comisionó a otros ángeles [EL CLAMOR DE MEDIA NOCHE] para que volasen prestamente a revi-vir y fortalecer la fe en decadencia de su pueblo y a pre-pararlo para comprender el mensaje del segundo ángel y el paso importante que pronto se había de dar en el cielo. Vi a estos ángeles recibir gran poder y luz de Jesús y volar prestamente a la tierra para cumplir su mandato de ayu-dar al segundo ángel en su obra. Una gran luz resplande-ció sobre el pueblo de Dios cuando los ángeles clama-ron: ‘¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!’”. PE:245-248.

La hermana White declara que la “misión” del tercer án-gel de Apocalipsis 14 “fue la de iluminar la tierra con su gloria”. Esta es la misión del poderoso ángel de Apocalip-sis 18 que libera el “alto clamor”, y el “alto clamor” pro-viene de aquellos que se están preparando para anunciar la caída de Babilonia, haciendo así un paralelo con la historia del primero y del segundo ángel en la historia Millerita.

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“‘Otro ángel’ ha de bajar del cielo. Este ángel representa la proclamación del fuerte clamor, que procederá de los que se están preparando para clamar en forma pode-rosa, con una voz potente: ‘Ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible" (Apoc. 18:2)”. 3MS:470-471.

Los ángeles representan al pueblo de Dios

Los ángeles, tanto en nuestra historia como en la historia de los Milleritas, son símbolos que representan la obra que es llevada a cabo por el pueblo de Dios.

“Juan vio ‘otro ángel descender del cielo, teniendo gran poder; y toda la tierra fue iluminada con su gloria’ Apoc. 18:1. esa obra es la voz del pueblo de Dios proclamando un mensaje de advertencia al mundo”. 1888M:926.

“He tenido preciosas oportunidades para obtener una experiencia. He tenido una experiencia en los mensajes del primero, segundo y tercer ángel. Los ángeles están representados como volando por el medio del cielo, pro-clamándole al mundo un mensaje de advertencia, y te-niendo una relación directa con el pueblo que vive en los últimos días de esta historia terrenal. Nadie escucha la voz de estos ángeles, porque son símbolo para repre-sentar al pueblo de Dios que está trabajando en armo-nía con el universo del cielo. Hombres y mujeres, ilumi-nados por el Espíritu de Dios, y santificados a través de la verdad, proclaman los tres mensajes angélicos en su orden”. Notas Biográficas:429.

“Se representa al tercer ángel como volando por en me-dio del cielo, como símbolo de la obra de los que pro-claman los mensajes del primero, el segundo y el tercer ángeles; todos éstos están íntimamente vinculados”. 3MS:462.

En la historia de los Milleritas hay u a manifestación progresiva del poder de Dios que es ilustrada por los án-geles de Apocalipsis 14. El comienzo de esa historia está marcado cuando el primer ángel ascendió en 1840, y su descenso hace un paralelo con el descenso del ángel de Apocalipsis 18.

“Después de eso vi a otro ángel descender del cielo con gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria”. Apoc. 18:1.

Después del descenso del primer ángel, el segundo ángel llegó en Junio de 1842.

“En Junio de 1842, el Sr. Miller presentó su segunda serie de conferencias en Pórtland. Consideré

un gran privilegio poder asistir, porque me había desa-nimado y no me sentía preparada para encontrarme con mi Salvador. Esta segunda serie despertó una conmoción mucho mayor que la primera. Con pocas excepciones, las diferentes denominaciones cerraron las puertas de sus iglesias al Sr. Miller”. 1T:26.

Junio de 1842 prefigura Apoc. 18:2-3.

“Y clamó con potente voz: ‘¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Y se ha vuelto habitación de demonios, guari-da de todo espíritu impuro, y albergue de toda ave sucia y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación. Los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con su excesiva lujuria’”. Apoc. 18:2-3.

En el clamor de media noche de Agosto de 1844, al se-gundo mensaje angélico le fue dado poder cuando fue derramado el Espíritu Santo sin medida, prefigurando así la ley dominical tal como es representada en Apoc. 18:4.“Y oí otra voz del cielo que decía: ‘¡Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados, y no recibáis de sus plagas!’”. Apoc. 18:4.

El clamor de media noche vino después del descenso del primer ángel en 1840, marcando así que el descenso del ángel de Apoc. 18:1 precede a la ley dominical del versí-culo 4.

“Vi que este mensaje terminaría con fuerza y vigor muy superiores al clamor de media noche”. PE:278.

La historia de la lluvia tardía ha sido identificada por la Inspiración como una manifestación progresiva del po-der de Dios. Durante la manifestación de ese poder tiene que haber una obra que es llevada a cabo por el pueblo de Dios. La obra que el pueblo de Dios lleva a cabo es tanto una preparación individual como la obra de pro-clamar el mensaje de la lluvia tardía. La proclamación de ese mensaje causará el zarandeo entre el pueblo de Dios.

“Tiene que haber en las iglesias [Adventistas del Séptimo Día] una maravillosa manifestación del poder de Dios, pero no actuará sobre aquellos que no se han humillado a sí mismos ante el Señor, y que no han abierto la puerta del corazón a través de la confesión y el arrepentimiento. En la manifestación de ese poder que ilumina la tierra con la gloria de Dios, ellos verán solamente algo que en su ceguera piensan que es peligroso, algo que despierta sus temores, y se prepararán para resistirlo. Debido a que el Señor no obra de acuerdo a sus ideas y expectativas se opondrán a la obra. ‘¿Por qué’, dicen ellos, ‘no debiéra-mos conocer al Espíritu de Dios, cuando hemos estado en la obra durante tantos años?’

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El mensaje del tercer ángel no será comprendido, la luz que iluminará la tierra con su gloria será llamada de luz falsa, por aquellos que se rehúsan a caminar en su progresiva gloria”. RH, 23 de Diciembre de 1890.

La resistencia contra el mensaje de la lluvia tardía ha sido prefigurada en la historia de 1888 y en la historia de Cristo.

“Los judíos rehusaron recibir a Cristo porque no apare-ció en armonía con sus expectativas. Por la mucha expe-riencia que tenían, las ideas de los hombres fueron teni-das por infalibles. Este es el peligro al cual está expues-ta la iglesia: que las invenciones de seres finitos señale la manera precisa como ha de venir el Espíritu Santo. Aunque no quieran reconocerlo, algunos ya han hecho esto. Y como el Espíritu ha de venir, no para alabar a los hombres o para vigorizar sus teorías equivocadas, sino para reprochar al mundo de pecado, de justicia y de jui-cio, muchos se apartarán de él... El Espíritu Santo no adula a nadie, ni hace su obra de acuerdo con los planes de hombre alguno”. RP:323.

El Adventismo hoy quiere considerar la posibilidad de que la lluvia tardía sea derramada cuando todos vengan a orar juntos en el séptimo día del séptimo mes del sépti-mo año, cuando no hay ninguna sugerencia en ninguna parte de la palabra de Dios de que Él derramará Su Espí-ritu basado en alguna fórmula humana sin sentido. Al-gunos Adventistas argüirán hoy que la lluvia tardía es derramada exclusivamente cuando llegue la ley domini-cal, aun cuando el testimonio inspirado no apoye esa idea. Pero la realidad es que la lluvia tardía es un mensaje especial de la verdad presente que identifica el desdobla-miento de la historia profética de la lluvia tardía.La recepción de la lluvia tardía posee requerimientos espirituales específicos. Nadie recibe el sello de Dios si tiene una mancha en su carácter. Antes de la ley domini-cal, cuando la lluvia tardía sea derramada sin medida, el pecado tendrá que haber sido vencido para siempre por aquellos que participarán en esa experiencia. El periodo de tiempo cuando comienza a gotear la lluvia tardía, que precede al pleno derramamiento en la ley dominical, es el tiempo cuando comienza el sellamiento de los 144000. es el tiempo cuando nos asentamos completa-mente en la verdad, justo antes al zarandeo de la prueba de la ley dominical.

El mensaje de sellamiento

“Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado en sus frentes -no es un sello o marca que puede verse, sino un asentamiento en la verdad, intelectual y espiritualmente, de modo que no pueden ser movidos, tan pronto como el pueblo de Dios, sea sellado y preparado para el za-

randeo, éste vendrá. De hecho, ya ha comenzado; los juicios de Dios ya están sobre la tierra,... para que sepa-mos lo que se avecina”. DNC:92.

Durante el tiempo de sellamiento el mensaje especial de la verdad presente de la lluvia tardía despierta y prepara al trigo del Adventismo.

“En este tiempo de sellamiento Satanás está valiéndose de todo artificio para desviar de la verdad presente el pensamiento del pueblo de Dios y para hacerlo vacilar. Vi una cubierta que Dios extendía sobre su pueblo para protegerlo en tiempo de aflicción; y toda alma que se hubiese decidido por la verdad y fuese de corazón puro había de ser cobijada por la cubierta del Todopoderoso.Satanás sabía esto y obraba con gran poder para mante-ner vacilantes y perturbados acerca de la verdad a tantos como le fuese posible”. PE:43.

Cuando llega el goteo de la lluvia tardía y se inicia el se-llamiento del pueblo de Dios, comienza el juicio de los vivos. El libro de Hechos claramente que tenemos que enviar nuestros pecados de antemano a juicio para poder recibir “el refrigerio” que la hermana White además iden-tifica como la lluvia tardía. Por lo tanto, cuando comien-za a gotear la lluvia tardía, hemos llegado al tiempo cuando los pecados de los vivos están siendo borrados.Nuestras vidas necesitan ser investigadas y juzgadas antes del borramiento.

“La obra del juicio investigador y el acto de borrar los pecados deben realizarse antes del segundo advenimien-to del Señor. En vista de que los muertos han de ser juz-gados según las cosas escritas en los libros, es imposible que los pecados de los hombres sean borrados antes del fin del juicio en que sus vidas han de ser examina-das. Pero el apóstol Pedro dice terminantemente que los pecados de los creyentes serán borrados ‘cuando vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, y en-viará a Jesucristo’. (Hechos 3:19-20)”. CS:539.

El proceso de sellamiento que comienza cuando comien-za a gotear la lluvia tardía, confronta primero al Adven-tismo, porque es llevado a cabo juntamente con el juicio investigador, y el juicio comienza por la casa de Dios.

“Porque es tiempo de que el juicio empiece por la casa de Dios. Y si empieza primero por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué será del infiel y el pecador?”. 1 Pedro 4:17-18.

El juicio de los vivos comienza en el Adventismo antes de la ley dominical, porque determinará quién permane-cerá en pie o caerá en la prueba de la ley dominical.

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“Dice el profeta: ‘Comenzaron pues por los ancianos que estaban delante de la Casa’. (Eze. 9:1-6) La obra de destrucción empieza entre los que profesaron ser guardianes espirituales del pueblo. Los falsos centine-las caen los primeros”. CS:714.La obra de encerramiento de los 144000 sucede durante el juicio de los vivos. Durante este tiempo son juzgadas dos clases dentro de la iglesia y sus caracteres son finali-zados antes de la demostración que harán en la prueba de la ley dominical, porque en la ley dominical manifes-taremos o el carácter preparado para la marca de la bestia o para el sello de Dios.

“Es en la crisis cuando se revela el carácter. Cuando la voz fervorosa proclamó a media noche: ‘He aquí, el espo-so viene; salid a recibirle’, y las vírgenes que dormían fueron despertadas de su sueño, se vio quién había hecho la preparación para el acontecimiento. Ambas clases fue-ron tomadas desprevenidas; pero una estaba preparada para la emergencia, y la otra fue hallada sin preparación. Así también hoy en día, una calamidad repentina e ines-perada, algo que pone al alma cara a cara con la muerte, demostrará si uno tiene verdadera fe en las promesas de Dios. Mostrará si el alma es sostenida por la gracia. La gran prueba final viene a la terminación del tiempo de gracia, cuando será demasiado tarde para que la necesi-dad del alma sea suplida.Las diez vírgenes están esperando en el atardecer de la historia de esta tierra. Todas aseveran ser cristianas. Todas han recibido un llamamiento, tienen un nombre y una lámpara: todas profesan estar realizando el servicio de Dios. Aparentemente todas esperan la aparición de Cris-to. Pero cinco no están listas. Cinco quedarán sorprendi-das y espantadas fuera de la sala del banquete”. PVGM:339-340.

Este tiempo de sellamiento es la lluvia tardía.

“Este sellamiento de los siervos de Dios es el mismo que se le mostró a Ezequiel en visión”. TM:453.

Este tiempo de sellamiento es el tiempo del juicio de los vivos y comienza cuando la lluvia tardía comienza a go-tear.

“El verdadero pueblo de Dios, que toma a pecho el espí-ritu de la obra del Señor y la salvación de las almas, verá siempre al pecado en su verdadero carácter pecaminoso. Estará siempre de parte de los que denuncian claramente los pecados que tan fácilmente asedian a los hijos de Dios. Especialmente en la obra final que se hace en favor de la iglesia, en el tiempo del sellamiento de los ciento cuarenta y cuatro mil que han de subsistir sin defecto delante del trono de Dios, sentirán muy profun-damente los yerros de los que profesan ser hijos de Dios.

Esto lo expone con mucho vigor la ilustración que presenta el profeta acerca de la última obra, bajo la figura de los hombres que tenían sendas armas destructo-ras en las manos. Entre ellos había uno vestido de lino que tenía a su lado un tintero. ‘Y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella’ (Eze. 9:4).¿Quiénes siguen el consejo de Dios en este tiempo? ¿Son los que excusan virtualmente los yerros de entre el profe-so pueblo de Dios, y quienes murmuran en su corazón, si no abiertamente, contra los que quisieran reprender el pecado? ¿Son aquellos que se les oponen y simpatizan con los que contemporizan con el mal? No, en verdad. A menos que se arrepientan, y dejen la obra satánica de oprimir a los que tienen la preocupación de la obra, y de dar la mano a los pecadores de Sión, nunca recibirán el sello de la aprobación de Dios. Caerán en la destruc-ción general de los impíos, representada por la obra de los hombres que llevaban armas. Nótese esto con cui-dado: Los que reciban la marca pura de la verdad, desa-rrollada en ellos por el poder del Espíritu Santo y re-presentada por el sello del hombre vestido de lino, son los que ‘gimen y que claman a causa de todas las abomi-naciones que se hacen’ en la iglesia. Su amor por la pure-za y el honor y la gloria de Dios es tal, y tienen una vi-sión tan clara del carácter excesivamente pecaminoso del pecado, que se los representa agonizando, suspirando y llorando. Léase el capítulo noveno de Ezequiel”. 3T:295-296.

“Ahora es el tiempo cuando debemos confesar y abando-nar nuestros pecados para que puedan ser llevados de antemano al juicio para ser borrados. Ahora es el tiempo cuando debemos confesar y olvidar nuestros pecados, para que sean juzgados con anticipación, y borrados. Ahora es el momento cuando debemos limpiarnos ‘de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccio-nando la santidad en el temor de Dios’ (2 Cor. 7:1) ... ¿Cuál es la defensa del pueblo de Dios en este tiempo? Una relación viviente con el cielo. Si deseamos habitar a salvo de la pestilencia malsana, si deseamos ser preserva-dos de peligros visibles e invisibles, debemos ocultarnos en Dios; debemos asegurarnos el cuidado protector de Jesús y los santos ángeles. En estos días de peligro, el Se-ñor quisiera que camináramos delante de Él en humil-dad. En vez de tratar de cubrir nuestros pecados, a Él le gustaría que los confesásemos, así como Josué confesó los pecados del antiguo Israel. Profesamos ser los deposita-rios de la ley de Dios. Profesamos estar construyendo ‘los antiguos lugares’, y de estar levantando ‘los fundamentos de muchas generaciones’. Si esta grande y solemne obra realmente se nos ha comisionado a nosotros, ¡cuán im-portante es que nos apartemos de toda iniquidad!

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El mensaje del tercer ángel tiene que iluminar la tierra con su gloria; pero solamente aquellos que han resistido la tentación en la fuerza del Poderoso, se le permitirá hacer una parte en proclamarlo cuando se halla trans-formado en el alto clamor”. RH, 19 de Noviembre de 1908.

El sellamiento del pueblo de Dios es llevado a cabo por el mensaje de la lluvia tardía.

“El Señor me ha mostrado que las almas preciosas están hambrientas, y muriendo por la falta de la verdad pre-sente y selladora, la comida a su debido tiempo; y que los rápidos mensajeros debieran apurarse en su camino, y alimentar al rebaño con la verdad presente. Oí a un ángel decir: ‘que se apuren los mensajeros, que se apuren los mensajeros; porque el caso de cada alma será decidido muy luego, ya sea para vida o para muerte’”. RH, 1 de septiembre de 1849.

El mensaje de la lluvia tardía es el mensaje sellador de la verdad presente para esta generación.

“Las Escrituras están abriéndose constantemente para el pueblo de Dios. Siempre ha habido y siempre habrá una verdad especialmente aplicable a cada generación. El mensaje dado a Noé fue verdad presente para aquel tiempo; y si el pueblo hubiese aceptado ese mensaje, ha-brían sido salvos de perecer en el diluvio. Ahora supon-gan que ciertas personas digan: ‘Todos tenemos la verdad que tuvieron nuestros padres; no queremos más’, y el Dios del cielo debiera enviarles un mensaje así como lo hizo con Nínive. ¿Cuál sería el resultado? El mismo que habría resultado si los Ninivitas no se hubiesen arrepen-tido. Fue pronunciada una sentencia sobre ellos, pero su arrepentimiento los salvó. Cuán agradecidos debiéramos ser por tener a un Dios que se arrepiente del mal amena-zador, cuando el errante vuelve a Él con verdadera con-trición de alma”. RH, 29 de Junio de 1886.

Siempre hay un mensaje de verdad presente especial para cada generación, el cual es rechazado y hay oposición de parte de una clase dentro de la iglesia. Ese mensaje repre-senta a Cristo, y rechazarlo, es rechazar a Cristo.

“Muchos dicen: ‘Si hubiese vivido en los días de Cristo, no habría torcido sus palabras, ni habría interpretado falsamente sus instrucciones. No lo habría rechazado ni lo habría crucificado como lo hicieron los Judíos’; pero eso será comprobado por la manera en la cual usted lidia con su mensaje y con sus mensajeros hoy. El Se-ñor está probando a las personas de hoy de la misma manera en que Él probó a los Judíos en sus días. Cuando Él envía sus mensajes de misericordia, la luz de su ver-dad, él está enviando el espíritu de verdad hacia usted, y

si usted acepta el mensaje, acepta a Jesús. Aquellos que declaran que si hubiesen vivido en los días de Cristo, no habrían hecho lo que hicieron los que rechazaron su mi-sericordia, serán probados hoy. Los que viven en estos días no son responsables por los hechos de aquellos que crucificaron al Hijo de Dios; pero si con toda la luz que brilló sobre las personas de antaño, delineada delante de nosotros, andamos sobre el mismo camino, acariciamos el mismo espíritu, nos rehusamos a recibir amonestacio-nes y advertencias, entonces nuestra culpa será grande-mente aumentada, y la condenación que cayó sobre ellos caerá sobre nosotros, solo que será tanto mayor como mayor es la luz de nuestra época que la luz de la época de ellos”. RH, 11 de Abril de 1893.

¡A pesar de la resistencia levantada contra el mensaje, la obra de aquellos que reconocen el mensaje es proclamar el mensaje de tal manera que sobresalte y despierte a aquellos que serán despertados!

“Los ministros designados por Dios encontrarán que es necesario llevar a cabo esfuerzos extraordinarios para cap-tar la atención de las multitudes. Y cuando logren reunir una vasta congregación, deben presentar mensajes de un carácter tan extraordinario que logren interesar y amonestar a los asistentes. Deben utilizar todos los re-cursos que sea posible idear para lograr que la verdad se destaque con claridad y definición. El mensaje de prue-ba para este tiempo debe presentarse con una claridad y decisión que alarme a los oyentes y los induzca a desear estudiar las Escrituras”. 9T:89.

Aun cuando se requiere que reconozcamos la lluvia tar-día, muchos se negarán a hacerlo.

“Ahora, hermanos, Dios quiere que tomemos nuestra posición con el hombre que lleva la linterna; queremos tomar nuestra posición donde está la luz, y donde Dios le ha dado a la trompeta un cierto sonido. Queremos darle a la trompeta un cierto sonido. Hemos estado en perplejidad, y hemos estado en duda, y las iglesias están listas para morir. Pero ahora leemos aquí: ‘Después de eso vi a otro ángel descender del cielo con gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria. Y clamó con poten-te voz: ‘¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Y se ha vuelto habitación de demonios, guarida de todo espíritu impuro, y albergue de toda ave sucia y aborrecible’’. Apoc. 18:1-2.Ahora bien, ¿cómo vamos a saber algo acerca de ese men-saje si no estamos en una posición de reconocer nada sobre la luz del cielo cuando ella llega a nosotros? Y va-mos a ser terriblemente engañados cuando llegue a noso-tros a través de alguien que concuerde con nosotros, cuando no tenemos ni una partícula de evidencia que el Espíritu de Dios la ha enviado. Cristo dijo: ‘Yo vine en

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nombre de mi Padre, y no me recibís. Si otro viniera en su propio nombre, a ése recibiríais’. Ahora, esa es justa-mente la obra que se ha estado haciendo aquí desde la reunión de Minneapolis. Debido a que Dios envía un mensaje en su nombre que no concuerda con sus ideas, entonces ustedes [concluyen] que no puede ser un mensaje de Dios”. 1Sermons and Talks:142.

La resistencia al mensaje de la lluvia tardía ha sido prefi-gurado por todos los demás mensajes de verdad presente.

“Los que llegaron a comprender esta verdad y se dedica-ron a proclamarla no fueron los teólogos eruditos. Si éstos hubiesen sido centinelas fieles y hubieran escudri-ñado las Santas Escrituras con diligencia y oración, ha-brían sabido qué hora era de la noche; las profecías les habrían revelado los acontecimientos que estaban por realizarse. Pero tal no fue su actitud, y fueron hombres más humildes los que proclamaron el mensaje. Jesús ha-bía dicho: ‘Andad entre tanto que tenéis luz, porque no os sorprendan las tinieblas’. (Juan 12:35) Los que se apartan de la luz que Dios les ha dado, o no la procu-ran cuando está a su alcance, son dejados en las tinie-blas. Pero el Salvador dice también: ‘El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida’. (Juan 8:12) Cualquiera que con rectitud de corazón trate de hacer la voluntad de Dios siguiendo atentamente la luz que ya le ha sido dada, recibirá aun más luz; a esa alma le será enviada alguna estrella de celestial resplandor para guiarla a la plenitud de la verdad”. CS:358.

¿Por qué resistirán los hombres el mensaje de la lluvia tardía?

“¿Por qué los hombres no creen bajo suficiente eviden-cia? Porque no quieren ser convencidos. No tienen ninguna disposición de entregar su propia voluntad a la voluntad de Dios. No están dispuestos a entender que han acariciado una incredulidad pecaminosa al resis-tir la luz que Dios les ha dado. Han estado deseando las dudas, buscando ganchos donde colgar su increduli-dad. Han estado listos para aceptar un testimonio que es débil e insuficiente, un testimonio que Dios no les ha dado en su palabra, pero que les agrada porque con-cuerda con sus ideas, y está en armonía con su disposi-ción y voluntad. Estas almas están en gran peligro. Si inclinaran su orgullosa voluntad, y la pusieran al lado de Dios en esta cuestión; si con humildad y con corazones contritos buscaran la luz, creyendo que es luz para ellos, entonces verían la luz, porque el ojo es único para discernir la luz que viene de Dios. Entenderían la evi-dencia de autoridad divina. Las verdades espirituales brillarán de la página divina. Pero el corazón tiene que estar abierto para la recepción de la luz, porque Satanás está siempre listo para oscurecer la preciosa verdad que

los haría sabios para la salvación. Si alguien no la reci-be, permanecerá para siempre un misterio de miste-rios para ellos”. RH, 23 de Diciembre de 1890.

Ideas preconcebidas

“Preguntas tú: ¿Qué haré para salvarme? Debes abando-nar a la puerta de la investigación tus opiniones precon-cebidas, tus ideas heredadas y cultivadas. Si escudriñas las Escrituras para vindicar tus propias opiniones, nunca alcanzarás la verdad. Estudia para aprender qué dice el Señor. Y cuando la convicción te posea mientras investi-gas, si ves que tus opiniones acariciadas no están en ar-monía con la verdad, no tuerzas la verdad para que cua-dre con tu creencia, sino acepta la luz dada. Abre la men-te y el corazón, para que puedas contemplar las cosas admirables de la Palabra de Dios”. PVGM:83-84.

“Al escudriñar las Escrituras, no debéis procurar interpre-tar sus declaraciones de tal manera que concuerden con vuestras ideas preconcebidas; antes bien, cual aprendi-ces, allegaos para entender los principios fundamenta-les de la fe de Cristo”. CSES:27.

El 11 de Septiembre del 2001 los “grandes edificios” de la ciudad de “Nueva York” fueron “derribados por el po-der de Dios”. En ese instante se cumplió Apoc. 18:1-3.

“Ahora viene la palabra que he declarado que Nueva York va a ser barrida por una inmensa ola. Nunca he dicho eso. Yo he dicho, que mientras miraba a los gran-des edificios que se levantan allí, piso tras piso: ‘¡Qué terribles escenas sucederán cuando el Señor se levante para sacudir terriblemente la tierra! Entonces se cumpli-rán las palabras de Apocalipsis 18:1-3’. Todo el capítulo 18 de Apocalipsis es una advertencia de lo que va a venir sobre la tierra. Pero no tengo ninguna luz en particular en relación a lo que le va a suceder a Nueva York, solo se que un día los grandes edificios serán derribados por el poder de Dios. De la luz que se me ha dado, yo se que la destrucción está en el mundo. Una palabra del Señor, un toque de Su gran poder, y estas macizas estructuras cae-rán. Sucederán escenas espantosas que no podemos ima-ginar”. RH, 5 de Julio de 1906.

Estamos viviendo ahora en el último llamado para el Adventismo.

“A menos que aquellos que pueden ayudar en [el Adven-tismo] sean despertados a un sentido de su deber, no reconocerán la obra de Dios cuando se oiga el fuerte clamor del tercer ángel. Cuando brille 1a luz para ilu-minar la tierra, en lugar de venir en ayuda del Señor, ellos querrán detener su obra para que se conforme a sus propias ideas estrechas. El Señor actuará en esta obra

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final mucho más fuera del orden común de las cosas, y de una manera que será contraria a todos los planes humanos. Habrá entre nosotros personas que siempre querrán controlar la obra de Dios, y dictar hasta qué movimientos deben hacerse cuando la obra progresa bajo la dirección del ángel que se une al tercer ángel en el mensaje que ha ser dado al mundo. Dios utilizará formas y medios por los cuales se verá que él está toman-do las riendas en sus propias manos. Los obreros se sor-prenderán por los medios sencillos que él utilizará para realizar y perfeccionar su obra de justicia”. TM:304-305.

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Vale la pena de vez en cuando echar un vistazo a nuestra página web. Recientemente, conseguimos más y más terminar material para su descarga gratuita: por ejemplo el mapa de 1843 en español o "El Tiempo del Fin". Pero pronto habrá muchos más, entre otros la entrevista con Jeffrey Pippenger con 16 preguntas sobre temas actuales proféticos.