El Espirítu Santo Y Tú-Dennis y Rita Bennet

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    EL ESPRITU SANTO y T

    samiento inspirado, o el intrprete puede escuchar eldiscurso en lenguas, o parte del mismo, como si lapersona estuviera hablando en el idioma vernculo.La interpretacin dar el mismo resultado que unadeclaracinproftica, es dec ir de "edificacin,exhor-tacin, consolacin". (1Corintios 14 :3-5.) Recorde

    mos que los dones nohan sido dispuestos para quenos sirvan como guia de nuestras vidas, sino paraconfirmar lo que Dios ya nosest diciendo ennuestroespritu y por medio de las Escrituras.

    Dios acta como quiere, pero se ajusta a ciertaspautas generales que nosotros podemosdetectar. Algunos han denominado a 1 Corintios 14 como lasreglas de oro carismticas del cristiano. Po r ejemplo,1 Corintios 14 :27, dice as: "Si alguno habla en unalengua, su nmero debe estar limitado a dos, o a lo

    sumo a tres, y cada uno (esperando su turno), y quealguien explique (lo que se h a d ic ho )" (Biblia Am-plificada). Esta escritura establece normas especfi-cas. Limita el nmero de intervenciones en lenguase interpretaciones a dos o tres veces en un a reunin.Algunos estiman que el prximo versculo significaque despus de dos otres dones de lenguas, un"in-t rprete oficial" deber brindar una sola interpreta-cin para los dos o tres discursos en lenguas,pero elversculo 13 indica que cualquiera que est acostum-

    brado a manifestar el don de lenguas, tambin puedeorar pidiendo el don de la interpretacin. Esto esimportante que lo tengamos en cuenta, desde el momento en que puede haber o tros en la reunin queno se sienten suficientemente entregados en ese momento para hacer la interpretacin que se necesita. Afin de evitar la confusin que produci ra ent re losincrdulos y loscreyentes no instruidos la falta deinterpretacin del don de l enguas (vers . 23, 33), pa-rece que es bblico quecada vez que se hable en len

    guas hay que hacer la interpretacin separadamente.Adems se tornara muy difcil retener la interpre-tacin por un perodo demasiado prolongado.

    El hablar en lenguas sera reconocido ms comoidioma conocido sihubiera alguien presente que su-piese ese lenguaje y pudiera traducirlo. Tambin esposible que en alguna medida el hablar en lenguas

    EL DON DE LENGUAS Y EL DON DE INTERPRETACIN

    sea en el "lenguaje de ngeles". (1 Corintios 13 :1.)Sabemosque en el mundo hay alrededor de 3.000 idiomas y dialectos, de modoque no puede sorprender anadie que muy pocos idiomas puedan se r reconocidosen un a localidad en particular; en realidad es sor-prendente que se puedan reconocer tantos. En el da

    de pentecosts haba alrededor de 120 personas ha-blando en l enguas , pero slo fueron reconocidos catorce lenguajes (Hechos 1:15; 2:1, 4, 7-14), a pesarde que haba "judos piadosos" de todas las nacionesdel mundo conocido. Este es ms o menos el porcentaje de idiomas conocidos identificados hoy en da.Orando conpersonas pidiendo la bendicin de pentecosts, y habiendo asistido a numerosas reuniones caris-mticasen muchas partes del mundo durante lospasados diez aos, hemos conocidogente que han ha-

    blado en lenguas en lat n, castellano,francs, hebreo,vasco antiguo, japons, arameo, chino mandarn, alemn, indonesio, dialectochino foochow, griego neotestamentario, ingls (por un orador no ingls) ypolaco.

    A veces, los queha n recibido la experiencia de pentecosts, debensoportar el desafo de algunos que nocomprenden el propsito de hablar en lenguas, conpreguntas tales como la siguiente:

    "Si rea lmente le ha sido dado un nuevolenguaje,

    por qu no lo hace analizar, descubre a qu paspertenece y va a ese pas como misionero a predicarel evangelio en eseidioma?" Otros preguntan:

    "S i pentecosts es ta n poderoso, cmo es que losmisioneros conesta experiencia tienen que estudiarun idioma en la Universidad?"

    Estas personas no se dan cuenta que el don delenguas es manifestado al incrdulo solamente cuando es dirigido por el Espritu Santo, y an en el casode que un a persona pueda se r uti lizada una sola vez

    p ar a h ab la r un determinado lenguaje, y con ello alcanzando a alguien para Cristo, no tiene ningunamanera de saber si le ser dado hablar alguna vez msen la vida ese lenguaje especfico. Sibien el creyentebautizado en el Espritu Santo puede hablar en suprivada lengua devocional, tanto en ste como en eldon de lenguas la eleccin dellenguaje que hable no

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    puede ser regulado por el individuo. Dios lleva acabo estos milagros vocales segn su eleccin y deacuerdo a sus propsitos.

    Aparte de todo ello,hay quienes errneamente ase-guran que la proclamacin del Evangelio se hizo enpentecostspo r medio del don de lenguas ypor lotanto sera el nico propsito vlidopara hablar enlenguas hoy en da. Si bien escierto que se escucha algunos hablando, impulsadospor el Espritu Santo,en idioma conocido en elda de pentecosts,tambines cierto que no proclamaron el Evangelio en len-guas, sino queestaban alabando a Dios. El que evan-geliz eseda fue Pedro. Aun cuando antes de hablara la gente l tambin fue edif icado alhablar en len-guas, en el momento debrindar el mensaje de sal-vacin, habl en un lenguaje que l comprenda yque todos sus oyentes entendan.

    Corre un a i dea muy generalizada, pero errnea, deque los oyentes en el da de pentecostseran "extranjeros" que no entendan el dialecto arameo del hebreo,que era el idioma corriente, yfue por ello que alpredicar les el evangelio lo hicieron en los idiomas delos pases de los cuales provenan .Este error se co-rrige fcilmente prestando atencin al relato.El se-gundo captulo de los Hechos, diceas:

    "Moraban entonces en Jerusaln judos, varonespiadosos, de todas las nacionesbajo el cielo." (Hechos 2:5.)Las personas que oyeronhablar en lenguas en elda de pentecosts a los 120primeros creyentes,eranfieles judos de la "Dispersin" o dispora, que er ael trmino utilizadopara indicar el hecho de que yaen esos das el pueblo judoestaba desparramado po rtodo el mundo.Pero igual a como lo hacen en eldade hoy, mantuvieron su identidad y criaron U: su shijos como buenos judos. Yan cuando hubierannacido en el extranjero, y hubieran sido educadoshablandootro idioma, a todos les enseaban lalenguahebrea, y sin duda alguna esperaban ansiosos eldaen que pudieran visitar Jerusaln. En el da de pentecosts sucedi algo as como si los pueblos dehablainglesa de todo el mundo sereunieran en.Londres ~ nocasin de un suceso nacional degran importancia,

    como sera, por ejemplo, la coronacin de laReinaIsabel Il . Habra gente de Nueva Zelanda, deJamaica, de la India, britnicos de nacionalidad, criados enhogares "a la inglesa", hablando el idioma ingls,pero que nunca estuvieron en la "madre patria". Ensu vida diaria hablaran a menudo una lengua "ex-tranjera". Imaginmonos a esa gente reunida enLondrespara la coronacin que escucharan de prontoa un grupo de londineses de clase popular-"cockneys"- con su acento caracterst ico,j hablando hermosamente en el lenguajenativo de los lejanos pasesde los cualesprovenan! "; No son "cockneys" todosestos que hablan? Cmo, pues, les omos nosotroshab la r cada uno en la lengua del pas en que vi-vimos ?"

    "Oh", dicen algunos, "todosoyeron en su propiolenguaje. Los discpuloshablaban en una mis teriosa"lengua" que milagrosamente le "sonaba" a cada unocomo su propio lenguaje."Es un a teora interesante,pero no bblica. La Biblia dice: "Comenzaron a ha-blar en otras lenguas, segn el Espritu les daba quehablasen." (Hechos 2 :4.)

    Cuando Pedro se dirigi a lamultitud les dijo:"Varones hermanos . . ." (Hechos 2 : 29.) Noeran

    extranjeros sino "hermanos" un trmino que los judos no usaban livianamente. Adems, es evidente quecuando Pedro se puso de piepara explicarles lo queestaba sucediendo, no habl en lenguas. Se mencionan14 naciones y sus respectivos lenguajes; debemosimaginar que Pedro les habl sucesivamente en esos14 idiomas?Por supuesto queno; habl en un len-guaje en que todos le entendieron. Qu estaran ha-ciendo en Jerusaln en el gran da si no entendieranel idioma y pudieran participar del acontecimiento?El relato nos dice tambin quehaba algunos pros-litos, es decir genti les convertidos,pero stos, tambin habran sido instruidos en el idioma hebreo.

    Habiendo dejado aclaradoest e pun to de que no seutiliza habitualmente el don de lenguaspara anunciarel evangelio, y que no fue utilizado en el da de pen-tecosts con ese propsito, reconozcamos tambin que,como en todos los casos,hay excepciones a la regla.Hay ejemplos esparcidos a lo largo de lahistoria del

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    cristianismo, de algunos a quienes el Espritu Santoles dot de la capacidad de hablar y entender unnuevo idioma, reten iendo esta capacidad en formapermanente. De acuerdo a sus b igrafos , el gran mi-sionero de Oriente, Francisco Javier, recibi de estamanera el idioma chino. Stanley Frodsham, en sulibro Con seales siguiendo nos relata varios ejemploss imilares que han ocurrido en el movimiento pente-costal moderno.

    John Sherrill, en su libro,Hablan en otras lenguas , 4cuenta de un misionero que en el ao 1832 fue utili-zado por Dios, mediante el don de lenguas, para llevar el mensaje de la salvacin a un a trib u de c a n ~ b a les. El misionero H.E. Garlock fue capturado y JUZ"gado po r los nativos. Les habl durante veinte minu-tos en lo que para l era un idioma desconocido,pero

    que evidentemente los canbales lo entendieron, lessatisfizo lo que les dijo, y lo dejaron en libertad, yposteriormente se entregaron a Cristo. Es significa-tivo el hecho dequ e cuando G ar loc k volvi al centromisionero continu oficiando a los liberianos en elidioma de' ellos que le hab a demandado t an to ti empoy t rabajo aprender. No retuvo en forma permanenteel i d i o ~ ade los canbales pues el Espritu se lohaba "prestado" solamente para esa emergencia.

    Alrededor de ocho aos atrs, una seorita de laiglesia de Sto Luke, Sea tt le , al v i s t i ~ run . ~ o ~ p i t a lse detuvo a conversar con una mujer asitica aquien no conoca.La muje r hablaba muy. poco ingls,pero lo suficiente para entender 9ue, la .v ~ s J t a n t e "que-r a orar con ella, a locual reacciono dicicndo : j Yo,Buda! j Yo, Buda!", significando con e l l ~ ,po : supues-to, que era budista. La seor it a de la iglesia de StoLuke se sinti inclinada a hablarle a la mujer a me-dida que el Espritu pona las palabra .s .en su boca, ydurante var ios minutos habl en un idioma desco:r:ocido para ella. Al hacer ademn de retirarse, la m u ~ e rle dijo, con el gozoreflejado en su r o ~ t r ~ :" Y o ~Jesus!Yo Jess!" Resulta obvio que la seor ita de StoLuke

    4John L. SherrilI, Hablan en otras lenguas (Editorial Vida, 1969),pp . 118-122.

    haba testificado a la asi t ic a en su propio lenguaje,y la mujer respondi recibiendo a Jess como suSalvador.

    Otra idea no bblica que sostienen algunos, es quelos corintios eran las "ovejas negras" de la iglesiaprimitiva. Atentaban con tr a las buenas costumbres,

    hablando en lenguas, por ejemplo, porque no eran msque convertidos "a medias" de su paganismo. Pablotuvo que "sermonearlos" debido a su emocionalismo.Aceptaba que hablaran en lenguas, pero a regaa-dientes.

    Lo equivocado de esta id ea puede comprobar se f-cilmente leyendo con atencin el Nuevo Testamento.Cuando Pablo fue a Corinto, Dios le dijo: "Yo tengomucho pueblo en esta c iudad." (Hechos 18 :10.) Fueen Corinto donde Pablo conoci a dos desu s grandescolaboradores, Aquila y Priscila, y ta mb i n fu e enCorinto donde trajeron a Apolos, uno de los m s elocuentes de entre los primeros evangelistas. No hayindicacin alguna de que los corintios fuesen ungrupo de segunda categora. Lo que sucede es queest generalizado un falso concepto popular de queuna g ran ig lesia es un a iglesia sin problemas. Locierto es todo lo contrario: mientras mayor sea laiglesia y mayor la obra que realiza, mayores sernlos problemas que Satans querr provocar. Cla roque tenan dificultades los cor in tios , pero ello eradebido a qu e Dios estaba realizando un a gran obraentre ellos y tenan que soportar el desafo del ene-migo.

    Pablo no le s echaba en cara a los corintios porquehablasen en l en gu as , s in o porque permi t an la en-trada en su grupo al orgullo y al divisionismo. Sugran preocupacin eran su s divisiones, su sectarismo,que a su vez originaban el abuso de los dones.Lejosde tratar de impedirles el uso de los dones losinstarepetidamente a solicitarlos: "Procurad los dones"(1 Corintios 12 : 31; 14: 1. ) "Que nada os falte enningn don . . . " "Quiero que en todas las cosas seisenriquecidos en l, en toda lengua . . ." Pero tambinles dice: "Empero hgase todo decentemente y conorden." (1 Corintios 14 :40.)

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    Si Pablo se hiciera presente en el mundo dehoyen da, con toda seguridad nos tratara como trata los corintios:

    "Hermanos y hermanas, he sido informado que hayentre vosotros divisiones... que cada uno de vosotros dice: yo soy de Lutero, y yo de Calvino, yalgunos otros de Pedro o de Wesley. Acasoestdividido Cristo 7 Fue crucificado Wesley por vosotros 7 i;O fuisteis bautizados en el nombre de laIglesia Episcopal?" A continuacin Pablo volvera sumirada a los grupos carismticos -r-r-O a algunos deellos, por lom e n o s ~y les dira algo as:

    "Mis queridos hermanos, estoy encantado de o ry ver los maravillosos dones del Espritu manifestados en vosotros. No poda entender qu se habanhecho cuandovisit esas otras iglesias . . . pero, porfavor! tiene que gritar tan fuerte ese hermano 7Observ que alguien se retir de la reunin cuandoese he rmano gri t . Tuv is te is vosotros una reuninpblica a la cualinvitasteis a incrdulos, y todos vosotros hablasteis en lenguas al mismo tiempo sinda r nin guna explicacin. Cresteis que fue sa lamejor manera de demostrar amor y preocupacinporvuestros invitados 7 Estoy cierto que a lgunas de laspersonas que tratis de alcanzar piensan que estislocos. j Recordad que el espritu del profeta est

    sujeto al profeta!"Puede se r imitado fraudulentamente el don dehablar en lenguas 7 S, por supuesto. Todos los donestienen su contrahechura satn ica, que en el caso deldon de lenguas se manifiesta por la emisin de expresiones o sonidos en labios dequienes adoran otrosdioses, oestn envueltos enotras religiones o cultos,que configuran una falsificacin del don de lenguas.En una reunin pblica numerosa, donde resulta difcil ejercer un control est ricto, puede darse el casode que una tal persona manifieste una imitacinfraudulenta. Y es en esas circunstancias cuando sepone de manifiesto la necesidad del don dediscernirlos espritus. Ningn cristiano que est caminandoen el Espritu bajo la proteccin de lasangre deJess, debe temer que pueda incurrir en una falsi fi -

    cacin del don delenguas. La Escritura nos recuerdanuestra seguridad en Cristo:

    " ~ Q u p ~ d r ede vosotros, sisu hijo le pide pan, ledara u,na piedra 7.o SI pescado, enlugar de pescado,le dara una serpiente 7 Pues si vosot ros s iendo malos, s ~ b i sda r buenas ddivas a vuestros hijos, cunto mas vuestro Padre celestial dar el Espritu Santoa los que se lo piden 7" (Lucas 11 :11, 13 .) "Nadieq ~ e .hable por el Espritu de Dios (esto puede signifcar un cristiano hablando en lenguas) llamaanatema a Jess." (1 Corintios 12 :3.).Resumiendo, el don de lenguas, y el de interpreta

    ~ I O n .de ,lenguas, es enprimer lugar, una seal paralos incrdulos (1 Corintios 14 :22), siempre y cuan-do. se manifiesten de acuerdo a las instrucciones b-blicae. En segundo lugar, ambos dones tienen el mismo efecto de una profeca, y po r lo tanto sirvenpara que la igles ia rec iba edificacin. (1 Corintios14 :5, 26-27.)

    Pidmosle a Dios que nosutilice en estos dos dones'a.mbos son necesarios. El apstol Pablo en C o r i n ~tIOS 12,. compara los dones del Espritu, pblicamente m a m f e s t ~ d o s ,con varios miembros y sentidos delcuerpo, temendo cada uno su lugar, y siendo cadauno necesario a su manera. A la luz de la Escriturano vem?s cmopueden se r clasificados los dones e ~categoras de mayor o menor significacin, desde elmomento en que P ablo pone nfasis en el hecho deque cada miembro del cuerpo es importante. A menos de que se pongan de manifiesto todos los donesel cuerpo de Cristo en la tierra se ver i m p e d i d ~en su accionar.

    . Cada uno de nosotros debera e xa min ar su pr opiaVIda y arreglar cuentas con Dios antes de manifestarlos, dones de Dios. Si lagente resulta beneficiadaj d e ~ o s l ea Dios la gloria! Oremos para que la g l o r i ~

    deDIOS

    tambin se manifieste a travs de otros miembros del cuerpo de Cristo. (Juan 17 :22.)

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    8El don de profeca

    El don de profeca se manifiesta cuando los cre-yentes expresan lo que est en la mente de Dios,

    por inspiracin delEspritu Santo y no por ins-piracin desus propios pensamientos.La profeca noes un don "privado", sino que siempre interviene ungrupo de creyentes, si bienpudiera estar destinadaa una o m s de las personaspresentes. De esa ma-nera puede s er " ju zg ad a" , es decir, evaluada por laiglesia.

    A pesar de qu e la profeca aparece en el sextolugar en la lista de 1 Corintios 12,Pablo la colocaal tope en el captulo 14,significando con ello loaltamente beneficiosa que espara la iglesia. As, dicePablo:

    "Seguid el amor; y procurad los dones espirituales,pero sobre todo que profeticis. . . el que profetiza,edi fi ca (cons truye) a la iglesia." El versculo,39 esm s enftico an:

    ": Procurad profetizar!"Ya vimos en el ltimo captuloqu e los dones de

    lenguas y de interpretacin, actuando juntos servan,en primer lugar, como seal para los incrdulos y,en segundo lugar, para la edificacin de la iglesia,es decir para los creyentes. Laprofeca es justamenteel reverso, primero para la edificacin de los cre-yentes y en segundolugar para los incrdulos: ". . . laprofeca (es seal), no a los incrdulos, sino a loscreyentes." (1Corintios 14 :22.)

    La Escritura nos dice que ha y tres maneras me-diante las cuales la profeca sirve a los creyentes:edificacin, exhortacin y consolacin; o, dicho enotras palabras, construyendo,animando y consolando.(l Corintios 14 :3.) De ah que la profeca tenga uncarcter esencialmenteestimulante para la iglesia, sibien no toda profec a t iene ese carcter. Si un padreter rena l nunca corr ig ie ra a su s hijos, estara adoptando un a actitud perjudicial y descariada. No crece-ran ni maduraran normalmente. Si,po r el contrario,el padre le dijera permanentemente al hijo que todolo que hace est mal y nunca le dijera que lo am ay aprecia lo que hace, nohabra un vnculo deamorentre pa dre e hijo. Podramos establecer una pro-porcin a de cu ada : u na tercera parte de exhortaciny dos terceras partes de consolacin.Es por ello queen u na r eu ni n hemos decontar con muchas profecasque expresan la consolacin delPadre y en menorproporcin las que suponen un regao. Unaprofecavlida no tendr que se r duramente condenatoria paralos creyentes,pero s un consejo dado en tonosfirmese inequvocos.

    Hasta el presente, en la mayora de las reunio-nes carismticas, ha sido mayor el ministerio dadoa los creyentes por el don de lenguas y deinterpretacin que por la profeca. Un a de las razones queexplicaran este hecho es de que pareciera que serequiere m s fe para hablar profticamente, que laque hace falta p ara que un a persona hable en len-guas y otra interprete. Hablar en lenguas es un donms fcil de manifestar que el de la profeca,precisamente porque el lenguaje es desconocido alorador y po r ello no siente ningn temor en caso deequivocarse y, adems,porque la interpretacin larealiza otra persona, po r lo general. Po r el contrario,sobre la persona que profetiza cae todo el peso dela responsabilidad.

    Po r lo tanto, el primer propsito del don deprofeca es hablar a los creyentes, pero este don puedetambin atraer a los incrdulos a Dios.La Escrituradice: "Pero si todos profetizan, y entra algn incr-dulo o indocto, po r todos es convencido,por todoses juzgado; lo oculto de su corazn se hacemanifies-

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    d b lEL DON DEPROFECA109

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    to ; y as, postrndose sobre elrostro, adorar aDios, declarando que verdaderamente Diosest entr e vosotros." (1 Corintios14 :24-25.) Esto indica eluso del don de profecajuntamente con el don deconocimiento. El don de conocimiento es la revelacin divina de hechos no aprendidos por el entendimiento natural. Hablaremos ms en detalle sobreeste don en un captulo ms adelante. Cuando el incrdulo se da cuenta que son revelados hechosntimos de su vida relacionados con su estado espiritual,se convence de la realidad de Dios y de inmediatose convierte.Po r otro lado, el creyente incrdulo oindocto, que no entiende en su plenitud los donesdel Espritu, no habiendo recibido el bautismo delEspritu Santo, muy a menudo, al llegar a este punto,se convence de que estas cosas son reales.(Esto ltimo est ocurriendo cada vez con mayor frecuencia,en el da de hoy. Muchos creyentes "no adoctrinados"solicitan recibir el bautismo delEspritu Santo, porque han visto en accin los dones de los cuales leshaban dicho que "noeran para el d a de hoy".)

    En el Antiguo Testamento hubo hombresinspirados de Dios para profetizar. Estos profetas fueronespecialmente elegidos por Diospara comunicar supalabra a la gente, oficiando los dones combinadosde profeca y conocimiento, y a menudo ejecutando"grandes proezas" por el poder de Dios. Muchas veces, por medio de ellos hizo conocer Dios su voluntade intencin. Habitualmentetoda profeca que se refiera al futuro va acompaada de la partcula condicional "si".

    "De aqu a cuarenta das Nnive se r des truida"(Jons 3 :4 ) es lo que Jons deba anunciar.Perolos habitantes de Nnive searrepintieron en saco yceniza. De qu habra valido enviar a Jons si nohubieran tenido ninguna oportunidad dearrepentirse?De modo que Nnive no fuedestruida --en esa ocasin al menos - j lo cual molest mucho aJons!Jeremas fue un profeta de la antigedad, que advirti a los habitantes de las ciudades de Jud, quese volvieran de sus malos caminos. Tambinsta fueuna profeca "condicional". Despus de orlohablarlas palabras del Seor, tanto el sacerdote como los

    profetas y el pueblo en general quisieronmatar aJeremas. A veces el papel delprofeta lo haca impopular y en ocasiones muy peligroso.Esteban desafi al Sanedrn preguntando: " A cul de los profeta s no persiguieron vuestrospadres?" Jess exclam:"Jerusaln, Jerusaln que matas a los profetas . . . !

    (Mateo 23:37; Hechos 7 :52.)Tambin hay profecas incondicionales que hacenr e f e r ~ n c i aa planes definidos de Dios, relacionadosespecialmente con la venida de Cristo.Isaias 53 esun perfecto ejemplo, pues set rata de un a de lasms grandes profecas delAntiguo Testamento relacionadas con el Seor Jess . Moiss profe tiz sobreCristo: "Profeta de en medio de ti, detu s hermanos,como yo, te levantar Jehov tu Dios; a l oiris."(Deuteronomio18:15.) Y, en realidad,Jesucristo mismo fu s un "profeta, poderoso enobra y en palabra".(Lucas 24 :19.) Fu e el profeta, 1 de la misma maneraq.ue fue el sacerdote, el rey. En el Nuevo Testamentofiguran numerosas declaraciones profticas hechaspor Jess. Los captulos 13 de Marcos y24 de Mateoson poderosas profecas sobre acontecimientos venideros. El captulo16 de Juan en su casi totalidad esuna profeca dada porJess a sus discpulos msallegados:

    "Estas cosas os he hablado,para que no tengistropiezo. Os expulsarn de lassinagogas; y aun vienela hora cuando cualquiera que os mate,pensar querinde servicio a Dios. Yharn esto porque no conocen al Padre ni a m. Mas os he dichoestas cosas,para que cuando llegue la hora, os acordis de queya os lo haba dicho. (Juan 16 :1-4.) (Leer el restodel captulo.)

    Estas profecas "incondicionales" fueron dadasprincipalmentepara servir como seales indicadorasa los creyentes,para que pudieran discernir las "seales de los tiempos".J es s dijo: "Os lo he dichoantes que suceda,para que cuando suceda, creis."

    1 El ,mero hecho de reconocer en Jess a un profeta, no hacecri s tiano a n ad i e; J es s debe se r reconocido como el divino Hijode Dios, D io s h ec ho carne.

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    110 EL ESPRITU SANTO y T(Juan 14 :29.) En este momento no estamos debatiendo sobre elvalor de las profecas , s implementelas mencionamos de paso,para ubicarnos y saberdnde estamos en elplan calendario de Dios.

    En tiempos delAntiguo Testamento Dios no podaan, por su Espritu, morar e nt re su pueblo, pero

    el Espritu Santo descendipara ung ir a ciertas personas sometidas a Dios. El Espritu repos sobreellos. Moiss-profeta y lder del pueblo deIsraellleg a la conclusin, cierto da, deque lo que seexigade l constitua una carga demasiado pesada parasoportarla por s solo, por lo cual Dios tom el espritu que estaba en l, y lo puso enotros setenta hombres; cuando esto ocurri, ellos, a su vez, comenzarona profetizar. Pero se plante un problema, porquesobre dos personas, Eldad y Medad, que nohaban

    estado en el Tabernculo con los otros setenta , tambin repos elEspritu y por su inspiracin comenzaron a profetizar a campo abierto.Entonces algunosde los otros se quejaron y queran que Moiss lesprohibiera que profetizaran. La respuesta de Moissfue, en s misma,una profeca:

    H Tienes t celos por m? Oja l que todo el pueblode Jehov fuese profeta, y que Jehov pusiera suespritu sobre ellos." (Nmeros 11 :29.)

    Estas palabras se cumplieron en los das de pen

    tecosts. Justamente ese da Pedro hizo referenciaa las palabras de Joel, que fueron similares a aquellas: "Esto es lo dicho porel profeta J ocl : Y en lospostreros das, dice Dios,derramar de mi Espritusobre toda carne. Y vuestros hijos y vuestras hijasprofetizarn; vuestros jvenesvern visiones, y vuestros ancianos soarn sueos; y decierto sobre missiervos y sobre mis siervas en aquellos dasderramar de mi Espritu y profetizarn." (Hechos 2 :16-18.)

    En Efeso, cuando Pablo impusosus manos sobre

    los doce y recibieron su "pentecosts" "hablaban enlenguas yprofetizaban". (Hechos 19:6.) La Escrituranos dice que desde elda de pentecosts y del derramamiento delEspritu Santo, en adelante,t oda cr iatura sometida a Dios puedese r movida por el EsprituSanto a profetizar. Pablo, estando en Corinto, luegode recomendarles con ahinco de que todos debenaspIrar

    a obtener el .don de la profeca, se ocupa de laspersonas poseedoras deeste don: "Los profetas hablendos o tres, y los dems juzguen. Y si algo le fuererevelado aotro que estuviere sentado, calle elprimero.Porque podis profetizar todos uno por uno, para quet ~ d o saprendan, y todos sean exhortados. Y los esp

    ritus de los profe tas estn sujetos a losprofetas."

    (1 Corintios 14 :29-32.)Estos versculos noshablan de las "normas" a que

    deben ajustarse los que profetizan en reuniones. Losprofetas deben limitarse a hablar dos o tres veceslo mismo que para las lenguas y la interpretacin:No importa cun maravillososean los dones vocales,no ~ e b e nocupa r toda la reunin. Ha y que permitirel tiempo necesar iopara la enseanza inspirada dela Palabra de Dios, para la alabanza y la oracin,

    paracompartir

    el testimonio,para can ta r

    las alabanzas a Dios, etc.Como ya lo hemos expresadoanteriormente, la

    profeca tiene siempre, comodestinataria, a la comunidad: el pueblo de Dios.En todos los casos, debeser anunciada en presencia de otros , porque la profeca t iene quese r juzgada o evaluada por la iglesiaen trminos del testimonio delEspritu en los coraZOTH'S de los dems hermanos,y en los trminos establecidos por la Palabra de Dios, con la cual debe

    concordar la profeca,sin

    excepcin.Esto sirve tam

    bin de controlpara evitar que una persona en particular demande demasiadopara s misma. El dirigente de la reunin debe estar atento para corregir cuando fuere necesario. Se hace mencin a los buenos modales y a la consideracin debidaa l a s dems personas. "Losespritus de los profetas estn sujetos a losprofetas", nos recuerda que los dones delEspritus ~ n por inspiracin y no por compulsin, y nohayninguna excusa que justifique un comportamiento extravagante. Siguiendo

    al pie de la letra alEspritu

    Santo, la reunin ser pac fica, apacible y ordenada : "decentemente y con orden", como lo dice Pablo.Para nosotros lapalabra "decentemente" pudiera traducirsemejor por "con propiedad" o "decorosamente".

    A las mujeres se les permite ejercer el ministeriode la oracin y la profeca,siempre que estn sujetas

    112 EL ESPRITU SANTO y T EL DON DE PROFECA 113l bit t l l h f t i l

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    a la direccin del hombre. Hemos descubiertounaefectiva "norma semi-paulina" pidindoles a las mujeres que no oficien una despus deotra sino hacindolo en forma alternada; por ejemplo, si unamujerha hablado en lenguas, debecontar con que un hombre har la interpretacin; si una mujer da un testimonio o declarauna profeca, debe pedirle a lao tra mujer que espere hasta que un hombrehayaoficiado antes de poderlo hacerotra mujer. De estaforma se anima tanto a los hombres como a lasmujeres, desde el momento en quehay muy pocasmujeres que no quieren quesea el hombre el quetome la iniciativa.

    Si una mujer est en duda con respecto a su derecho de profetizar, puede recordar la hermosa profeca declaradapor Mara, lamadre de Jess:

    "Engrandece mi alma alSeor; y mi espritu seregocija en Dios mi Salvador.Porque ha mirado labajeza de su sierva; pues he aqu, desdeahora medirn bienaventurada todas las generaciones.Porqueme ha hechograndes cosas el Poderoso; Santo es sunombre. Y su misericordia es de generacin en generacin a los que le temen. Hizo proezas con subrazo; esparci a los soberbios en el pensamiento desus corazones. Quit de los tronos a los poderosos,y exalt a los humildes. A loshambrientos colm debienes, y a los ricos envi vacos." (Lucas 1:46-53)

    Hasta aqu hemos hablado sobre el don de profecareferido a todos los miembros del cuerpo, peroahoravamos a referirnos a los que hacen de la profeca suministerio. De la mismamanera que la er a apostlica no esuna cosa concluida y elministerio del apostolado se mantiene en toda su vigencia en el da dehoy, as existen todava los quetienen el minist.eriode profeta.En razn de que losprofetas del AntiguoTestamento hablaban contra los abusos sociales ypol-ticos y contra las prcticas sacerdotales~ . d e~ a j ~ ; a ; , qua de esa poca, es decircontra la m s t I t U ? I ~ n ,ha echado races la errnea idea de que todo activis tay todo aquel queprotesta contra la injusticia s o c ~ a les un "profeta" y de que la"profeca" consiste, prrncipalmente, en denunciar la maldad humana.P ~ r ocomo ya lo hemos listo, no es loque el hombre dice

    en el mbitonatural lo que hace unprofeta, sino elhecho de que es impulsado por elEspritu de Diospara hablar las palabras que Dios pone en sus labios.

    El verdaderoprofeta no tendr necesidad de anunciar a los dems que l es unprofe ta ; ser reconocido por su ministerio. Moiss es un excelente ejemplode un profeta, y sin embargo la Biblia dice del :

    "Moiss era muy manso (humilde, benvolo), msque todos los hombres quehaba sobre la tierra."(Nmeros 12 :3.) Esto es un buencriterio para proba r a un profeta hoy en da. Es natural que unprofeta de Dios oficiar con frecuencia en el don dela profeca, que muchas veces va unido al don dela palabra de sabidura - m u y difcil a veces de establecer la distincinentre ambas -haciendo conocerla voluntad y el pensamiento de Dios. Cuando Jess,sentado junto al pozo, le cont a la mujer, con lujo

    de detalles, todo lo quesaba sobre su vida personal, lamujer de inmediato ledijo:"Seor, me parece quet e res p ro fe ta ." (Juan

    4:19.)Un verdaderoprofe ta ser un cristiano maduro,

    ya que su ministeriofigura en la lista como unode los oficios utilizadospara la edificacin de laiglesia. (Efesios 4:8, 11-16.) No se permitir a ninguna persona que ejerza el ministerio comoprofetaconsagrado en la iglesia, a menos que sea perfecta

    mente conocido por sus hermanos en cuanto a su doctrina y a su manera de vivir. Un verdaderoprofetadenunciar todo lo que sea malo, sintomar en consideracin si elactuar as lo har impopular ono.Atraer a la gente a Dios, no a s mismo.

    El ministerio del profeta debe se r juzgado msestrictamente que el de los hermanos en general queprofetizan en las reuniones. Puede darse el caso deque un hombre sea utilizado en el oficio proftico,y sin embargo cometererrores garrafales de vez en

    cuando. Nunca habrn de aceptarse suspalabras porel mero hecho de su ministerio, sino que debern serpuestas a prueba por la Palabra y el Espritu; yesto, por supuesto, nosignifica de ninguna maneraque sea un falso profeta, sino solamente de que noha alcanzado la perfecciny por ello est sujeto a

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    error. "E n par te profetizamos." (1Corintios 13:9.)El enemigo dispone de imitacionesfraudulentas de

    todos losverdaderos dones, y hay profusin de falsosprofetas en el mundo. Un falsoprofeta es tremendamente peligroso, ya queusar de su presunta auto-ridad para ejercer su maligna influencia sobre laspersonas, y sujetarlas a servidumbre por medio del te-r ror. Lograr separarlos de los dems miembros dela familia de Cristo - a menos que se lo ponga entelade juicio y sedescubra su falsedad- con el argumento de que pertenecen a un pequeo y selectogrupoescogido.Eso es lo que ocurri hace poco tiempoatrsen nuestra propia iglesia, cuando ungrupito de fervientes cristianos fueron dominados por un hombrede otra ciudad. Vino y les dijo que lhabra de se rsu "pastor". Tendran que abstenerse del ms mni-mo contacto- a n de sus familiares y amigos- contoda persona que rechazara al grupo, y les prohibique leyeranotra cosa fuera de lo que l lespermitaleer, i la mayor parte de lo cual lo haba escrito lmismor Por supuesto, tambin lesprohibi escuchara n ingn o tro maest ro fuera de l. Les dijo ademsque cualquierpersona que se separara del grupo, es-tara condenada a la perdicin.Es convenienteestarprecavidos, porque hay actualmente muchsimos "10-bos rapaces" como los llamaba Pablo, rondando alre-dedor del pueblo de Dios.

    "As ha dicho Jehov de los ejrcitos: no escuchislas palabras de los profetas que os profetizan: os ali-mentan con vanas esperanzas: hablan visin de supropio corazn, no de la boca deJehov." (.Jeremas23: 16.) El profeta mentiroso no advierte al puebloque debendejar de hacer lo malo (Jeremas 23:17-22),y generalmente la aparicin de un falsoprofeta seacompaa deinmoralidad.

    Debemos precavernos tambin de la profecapersonal y directa, especialmente cuando lamisma noes ejercitada por un hombre maduro y sometido aDios. Un abuso desenfrenado de"profecas persona-les" inin el movimiento delEspritu Santo que co-menz a principios de siglo. An hoy subsiste. A loscristianos les son dadas palabras de sabidura y deconocimiento para se r utilizadas entre ellos, "en el

    Seor" y tales palabras alientan y ayudan, pero t ieneque haber un tes timonio delEspritu de parte de lapersona destinataria de esas palabras, y habr queextremar las precauciones alrecibir cualquier supues-ta directiva o un a profeca que predice elfuturo. Enningn caso debemostomar determinaciones basadasnicamente en el hecho de quealguien emiti unasupuesta declaracin proftica o una interpretacinde lenguas, o por una presunta palabra de conoci-miento o de sabidura. Nunca hagamos algo por elmero hecho de que un amigo se nosacerca y nosdice: "E l Seor me dijo que te dijera que hicierastalo cual cosa." Si el Seor en realidad tiene instrucciones para darnos, nos proveer de un testigo ennuestros propios corazones, en cuyo caso laspalabrasemitidas por el amigo, opor intermedio de los donesdel Espritu Santo en una reunin, sern la confirmacin de lo que Diosya nos ha estado indicando.Ladireccin tambin debe concordar con la Escritura.y ya que hablamos deEscrituras, veamos lo que dijoPedro:

    "Tenemos tambin la palabra proftica ms segu-ra , a la cual hacisbien en estar atentos como a un aantorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que elda esclarezca y el lucero de lamaana salga en vues-tros corazones.. ." (2 Pedro 1 : 19.) La Palabra es-crita de Dios esnuestra gua del viajero, que debemosestudiar concienzudamente, y es elcriterio para ponera prueba todas las palabras habladas. Hay un antiguodicho que vale la penarepetir: "S i tenemos el Espritu sin la Palabra, estallaremos; si tenemos laPalabra sin el Espritu, nos secaremos; pero si tenemosel Espritu y la Palabra, creceremos."

    Hagamos notar la cautela del profeta Jeremas. ElSeor le dijo a Jeremas que comprara una propiedada su primo Hanameel. Jeremas no hizo nada hastaque recibi lavisita de su primo ofrecindole vender-le la propiedad,sin tener este ltimo lamenor ideade lo que elSeor el haba dicho a Jeremas. "Entonces" dijo Jeremas, "conoc que er a palabra de Jeho-v." Si el profeta Jeremas, ese gran hombre de Dios,fue tan cauteloso que desconfiabahasta de su propiaprofeca, j cunto ms deberemos serlonosotros! (Je-

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    remas 32 : 6-9.) j La profeca no es decir la buena-ventura! La profeca no es mirar en una bola de cris-tal, o echar l as cartas, o una supuesta prediccindelf ut ur o p or cualquier otro mtodo. C o ~ oya lo. hemosdicho detalladamente en captulosanteriores, DIOS pro-hibe terminantemente atisbar en el futuro; siemprelo ha prohibido. Si los hombres intentan hacerlo, re -cibirn informacin del enemigo para sus propiosfines y, si persisten, ser para su destruccin. C.iertoes, como ya lo hemos mencionado,que la Escrituranos dice que Dios, por medio de sus profe tas, nosrevela hechosque habrn de suceder; pero esto nadatiene que ve r con decir la buenaventura; se trata,simplemente,que en esos casos,Dios ha querido compartir sus intenciones con sus hijos fieles. El verda-dero profeta no procuraba obtener informacin sobreel presente o el futuro, pero como viva en estrechacomunin con el Seor, Dioscomparta con l su conocimiento. La verdadera profeca es anticipar, novaticinar.

    La profeca tampoco esuna "predicacin inspirada".La predicacin, quesignifica "proclamar el evange-lio" debe ser, naturalmente, inspi rada por el EsprituSanto, pero al predicar, esa inspi racin del EsprituSanto se extiende al intelecto, al entrenamiento, ala destreza, al trasfondo del predicador. Podemos es-cribir el sermn de antemano o improvisarlo, pero enambos casosproviene de un intelecto inspirado. Perola profeca significa que la persona est pronuncian-do las palabras que Dios le suministra directamente;proviene del espritu, no del intelecto.Una per sonapuede emitir palabras profticas que ni siquiera lmismo entiende. Durante el transcurso de un sermninspirado puede suceder que el predicador profetice omanifieste los dones de conocimiento ysabidura, peroesas palabras no son parte de la predicacin.

    La profeca tampoco es testimoniar. Algunos, porel contrario, aseguran que s lo es, procurando dees a manera justificar la falta de profecas en laIzlesia de hoy.Para ello citan la escritura que dice:"El testrmonio de Jess es el espritu de la profeca."Si bien es cierto que el Espritu Santo q uiere quetestimoniemos a los incrdulos, ynos ha dado elpoder

    para hacerlo, cmo podemosdarle el carcter de un a"profeca" cuando laprofeca es el mayor de los donespara la edificacin de la iglesia?

    . Pabl?, en su primera carta a los tesalonicenses,dice aSI: "N o menospreciis lasprofecas. Examinad-lo todo; retened lo bueno." (1 Tesalonicenses 5 :20-21.)El hecho de que seabusa de los dones deDios y deque el enemigo dispone de imitaciones fraudulentasno significa que debemos rechazar lo que Dios t i e n ~para .nosotros.Eso es exactamente lo que quisiera ele n e ~ m g o .Cuando los hijos de Israel abandonaron eld e ~ I e r t oy penetraron en la tierra prometida, descub n e r ? ~que los frutos eran mucho ms grandes, perotambin lo eran los enemigos. No slouvas habaen el valle de Escol, sino gigantes, y as puede se rn u e ~ t r aexperiencia si dec idimos tomar este nuevocamino en el Espritu, j pero la fruta vale el esfuerzo!

    Jess es profeta, sacerdote y rey. Tambin nosotros podemos ser, hoy en da, a travs de l pro-fetas , sacerdotes y reyes. (Apocalipsis 1:6.) El pro-feta habla a la gente las palabras de Dios; el sacer-dote le habla a Dios a favor de la gente, por mediod ~ la alabanza y de la oracin; el rey domina, mpo-menda su v o l u n t a ~ ,por medio de la palabra, sobrelas .obras del enemigo.En los tres ministerios la vozes Importantsima, y nos permite ahondar en la ra -zn del porqu la voz tiene que se r sometida en pentecosts. Si aspiramos a los dones verbales, guard-monos de hablar iniquidades, y as entraremos en lacategora de quienes Dios dice "sers Como mi boca".(Jeremas 15 :19.)

    Aspiremos al don de laprofeca. Pidmosle a Jessque edifique su cuerpo en la tierra, por nuestro in-termedio. Al tener comunin con el Seor y connuestros hermanos y hermanas en el Seor,habremosde experimentar que en nuestra mente toman formapensamientos y palabras de inspiracin que no escuchamos ni compusimos. Siestn de acuerdo Con laEscritura, entonces debemos compartirlos Con laIglesia. En cuanto a la interpretacin puede ocurrirque recibamos tan slo unas pocas palabras, queaumentarn una vez que hayamos empezado a nter-

    118 EL ESPRITU SANTO y TU

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    pretar. Podremos ver un cuadro con los "ojos de lamente" y las palabras brotarn cuando comenzamosa describir el cuadro. En cuanto a los dones de lenguas y de interpretacin, el Espritu brinda las pa-labras valindose de distintos medios. Algunos venlas palabras como si estuvieran escritas y se reducena leerlas palabra por palabra . . . .

    Los dones se manifiestan por la habilidad de DIOS,no de la nuestra. En la medida de nuestra fe l proveer las palabras que quiere que h a ~ l ~ m o s .(Romanos 12 : 6.) No tengamos miedo de emItIr una p r o f ~ ca ni nos sintamos acomplejados porque la Iglesiadebe eva luar la . No apaguemos el Espritu. El profetaAms pregunt: "S i habla Jehov el Seor quinprofetizar?" ( Am s 3 : 8.) j Olvidmosnos de nuestroorgullo y testifiquemos de Jess!

    9Dones de sanidades

    Los dones de poder son la sanidad, los milagros yla fe. Configuran la continuidad del ministerio demisericordia de Jess hacia los necesitados . La mayor a de las personas se muestran interesadas en losdones de la sanidad, porque la necesidad es algo tangeneralizado. Es fcil comprender que se trata deuno de los dones que ms benef ic ian al hombre ensu vida. De los nueve dones es, con mucho, el msaceptado por la cristiandad. Fue el Seor Jess quienle dio la preeminencia que ti ene, pues el noventa porciento de su ministerio en la/tierra lo utiliz sanandoenfermos. La primera instruccin que les dio a susdiscpulos fue:

    "Sanad enfermos!" (Mateo 10:8.)Sin embargo, en el lapso transcurrido entre la re

    surre ccin y su ascensin, la Biblia no registra queJess practicara ninguna curacin. Durante esos cuarenta das, ocup gran parte de su ti empo e nse a ndoy preparando a sus discpulos para proseguir conel ministerio que l comenz. Inmediatamente despus de pen tecosts , los primeros creyentes continuaron el ministerio de Jess , sanando enfermos, resu-citando a los muertos, y echando fuera espritus inmundos . El ministerio de sanidad de Jess ha proseguido por casi dos mil aos, y continuar as hastaque l vuelva a la t ie rr a. J ess nos dio esta g-ranpromesa: "E l que en m cree, las obras que yo hago,l las har tambin; y an mayores har, porque yovoy al Padre." (Juan 14 :12.)

    120 EL ESPRITU SANTO y TL d d l id d d i l

    DONES DE SANIDADES 121h b recibido el b ti en el E it S t al

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    Los dones de lasanidad se destinan para la curacin de lesiones, incapacidadesfsicas o mentales, yenfermedades en general,sin la ayuda de medios naturales o de la destreza humana. Son manifestacionesdel Espritu Santo que, movido a miser icordia, y canalizndose atravs de seres humanos, van en ayudadel necesitado.La s personas uti lizadas por Dios comosus conductos para ejercer la sanidad, no deberantener la pretensin de "poseer" esos dones, ni deberan adjudicarse el ttulo de "sanadores", sino msbien darse cuenta que a travs de ellos podran manifestarse cualquiera de los nueve dones, en la ocasinen que lo dispusiera el Espritu Santo, de acuerdo alas necesidades de los que lorodean. Existe una realinterdependenciaentre Dios y el hombre en todo lorelativo a los dones delEspritu. Po r ejemplo, sisomos movidos aorar por un amigo, debemostomarnuestro vehculo, ir a la casa del amigo,hablar decmo Jess sana hoy en da, orar con el amigo yJess har la curacin. Unespectador podra decir:"A lo que parece, lohan hecho todo."En realidad,al principio,fuimos un "testigo", informando lo quepuede hacer Jess; luego un "mensajero", trayendoel don deJess, a travs del Espritu Santo que moraen nosotros. Dios nos gu.a y nosutiliza en su tarea,pero el que sana es l. Gozamos del privilegio dese r colaboradoresjuntamente con el Seor Jess. Despus de la ascensin y de pentecosts, laEscrituranos dice que los discpulos ". . . saliendo, predicaronen todas partes, ayudndoles el Seor y confirmandola palabra con las seales que la seguan". (Marcos16 :20.)

    No es indispensable que uncristiano haya recibidoel baut ismo delEspritu Santo para poder orar porlos enfermos, ni el hecho de queun a persona que haorado conresultados positivospor un enfermo sea un aseal de que ha recibido el bautismo del EsprituSanto. Jess d ijo: "Estas seales seguirn a los quecreen. . . sobre los enfermos pondrn sus manos, ysanarn." (Marcos 16 :17-18.)Cualquier creyente puede orar por un enfermo y verlo curarse por el poderde Jess . Sin embargo, y hablando entrminos generales, el don desanidad se manifiesta despus de

    haber recibido el bautismo en el Espritu Santo alaumentarse .la. fe, y recin entonces elcristiano' cornienza a mmistrar a !os enfermos. Aligual que losotros dones, el de sanidad se exterioriza con mucham a y , o ~intensidad y realidad, despus derecibir elEsplr'itu Santo.

    Se entiende habitualmente por "imposicin de lasmanos" el tocar la cabeza del enfermo con una olas dos manos,mientras elevamos la oracin. No esun acto mgico, pero es bblico. Como lo expresaOral Roberts, constituye un"punto de contacto"paraque e ~ enfermo "libere su fe". Puede tambin se runa, V:Ia por la cual se canalice el efectivo poder delEsp r it u. La Biblia dice que podemosponer las manos sobre el enfermo, y as lo hacemos. N o obstante,tomemos.nota de que Jess or por los enfermos demuy variadas maneras. A veces pona sus manos sob!e ellos, o tocabasus ojos o sus o re j as ; en otras ocas ~ o n ~ sles soplaba su hlito; y a veces no haca nisiquiera un gesto, simplementepronunciaba una pal ~ b r ay los enfermos eran curados. En algunas ocasienes les ordenaba a ellos que hicieran algo, comoun acto de fe. Una vez le unt con barro los ojos aun hombre y le orden que selavara. Y a unos leprosos todo lo que les dijofue: "Id. mostraos a los sacerdotes'.' (eldepartamento sanitario), y al darse vuelta para Ir. j fueron sanados! De paso debemosllamarla atencin sobre todas laspersonas afectadas dee n f : r m e d a d e ~que requieren tratamiento mdico yestn sometIdas a medicacin. Aconsejamos a lostales, que. no~ u s p e n d ~ nel tratamiento especfico (contr a la. epilopsa, la diabetes, lostrastornos cardacospor ejemplo) antes de "ir y mostrarse a los sacerdotes" - l o s mdicos- quienes deberncertificar lacuracin. Lo mismo se aplica a laspersonas afectadasde tuberculos.is ocualquier otra enfermedad contagiosa. que ha sidocurada por Jess por medio del don

    de sanidad.En la epstola de Santiago leemos de curacionesefectuadas a enfermos "ungindoles conaceite" (Santiago 5: 14-15) y en respuesta a sus oraciones elevadas ca?, fe. Los ancianos, losdirigentes de la congregacion, efectan el ungimiento al par que oran

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    DONES DE SANIDADES 123

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    por los enfermos de esa congregacin enparticular.Los discpulosungan con aceite y oraban por losenfermos. (Marcos 6 :13.) En la Biblia el aceite representa uno de los smbolos delEspritu Santo."Ungi r" s igni fi caba der ramar aceite (generalmentede oliva) sobre el enfermo mientras se oraba por l.Actualmente lacostumbre se reduce a tocar la frentedel enfermo con aceite. La epstola deSantiago dicea continuacin:"La oracin de fe salvar (sanar)al enfermo, y el Seor lolevantar . . ." (Santiago5 :15.) Notemos lanaturaleza incondicional de la promesa. En la Escritura no hallamos ningn mandamiento que nosexija concluir la oracin desanidadcon esa frase tan devastadora de la fe que dice:"S ies tu voluntad". Dios ha dejadoclaramente sentadoen su Palabra, que es su voluntadcurar a los enfermos, de modo que todo cuanto sediga al respectoest dems. Jess j ams utiliz la forma condicionalcuando orpor los enfermos. El nosdijo que debemoscreer que habremos de recibir la respuesta a nuestrasoraciones,au n a nte s de que oremos. (Marcos 11 :24.)Algunos nos recuerdan que Jess or en Getsemandiciendo "Padre, si quieres . . . " O "no se haga mivoluntad, sino lat uya" . Pero esta es una situacintotalmente dis tinta. Jess saba cul er a la voluntaddel Padre. Vino al mundo con e! exclusivo propsitode mor ir por nuestros pecados yresucitar para nuestr a justificacin.La oracin serefera a su renuenciade sentirse separado de la amante comunin con suPadre, que es lo que ocurrira durante las dolorosashoras de la cruz, cuando cargsobre sus hombros elpecado de toda la humanidad.

    y cuando se trata de la sanidad, sabemos cul esla voluntad de!Padre: "Yo soy Jehov, tu sanador."(xodo 15 :26.) "E l que sana todas tu s dolencias."(Salmo 103:3.) "Quitar toda enfermedad de en me

    dio de ti." (Exodo 23:25.)Algunos confan en que Jess podra sanar, perono es tn muy seguros en cuanto al Padre! En ciertaocasin lepidieron a Dermis quevisitara a una mujergravemente enferma a quien los mdicos habandesahuciado.

    Cuando entr a la pieza, pudo ver que efectivamente estaba muy enferma . Plida y enflaquecidamostraba, sin embargo, un hermosoresplandor en aurostro. Con una sonrisa le dijo a Dennis: - N o sepreocupe.Estoy reconciliada con el hecho deque staes la voluntad de Dios.

    Qu poda responder a eso? Lo haban enviadoa .orar por su mejora, y ella estaba segura de queDIOS quera que muriera. Le dijo:

    - N o puedo discutir con usted en momentos comostos, pero le ruego me conteste una pregunta: siJess en persona entrara a esta pieza qu cree us tedque hara?

    - j Me sanara!Dermis asinti. - No tiene ninguna duda en cuan

    to a eso?Movi su cabeza en un gesto negativo.-BUeno. Jess dijo que l nicamente haca las

    cosas que vea hacer al Padre, es decir que no hacanada por s mismo. (Juan 5:19.) Tambin dijo quel y su Padre estaban tan unidos, como si fueranuno, y que, si le habamosvisto a l, habamos vistoal Padre. Cmo puedeusted decir, entonces, queJess la sanara pero que la voluntad delPadre es quemuera de esta enfermedad?

    Medit un rato y luego su rostro se i lumin msde lo que ya estaba.

    -Comprendo bien lo que ust ed qu iere decir.y ahora s podan orar en favor de su curacin.Una seora nos relat su experiencia."Cuando es-

    tuve gravem ente enferma, varias per sonas o ra ronconmigo pero al terminar siempre aadan las palabras "si fuere tu voluntad, Seor". Yo meangustiaba cada vez que oa esafrase. El da en querecuperla salud fue el da en que una de esas personas orcon verdadera fe. Estuve esperando escuchar la frase"s i fuere tu voluntad", peroj alabado sea elSeor!no la dijo." Si no podemosorar por un enfermo concerteza y fe, deberamosabstenernos de orar hastaque logremos hacerlo o, de locontrario, pedirle aotro que lo haga.

    No es necesar io que elevemoslargas oracionesporlos enfermos. Cuando contamos con la fenecesaria

    124 EL ESPRITU SANTO y T

    para pronunciarla unapalabra imperativa basta paraDONES DE SANIDADES12 5

    ibid l b ti lE it S t

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    para pronunciarla, unapalabra imperativa basta paralograr el resultado apetecido:" Sana, en el nombrede Jess!" Jess sanaba con un toque ouna palabra,casi siempre conuna orden: "S limpio" le dijo alleproso. Al para ltico le dijo:"Levntate, toma tulecho y vete atu casa." Orden a los odos del sordo:"S abierto." Al hombre quetena la mano seca le

    orden: "Extiende tu mano" y la mano le fue restaurada sana.Observemos que en lalista de 1 Corintios 12:9

    Pablo habla de "dones desanidades" y no de "donde la sanidad". Los mencionatres veces en el captuloy en todos los casos los dossustantivos estn en plural.La traduccin literaldira: "Dones de sanidades."

    y es lgico que as sea, desde el momento en quehay muchas enfermedades se neces itan muchos do

    nes. Una de las ms hermosas promesas de sanidad,referidas a Jess como nuestro Sanador, es la quedice: "El herido fue por nuestras rebeliones, molidopor nuestros pecados; el castigo denuestra paz fuesobre l, y por su llaga fuimos nosotros curados ."(Isaas 53 :5.) Y nosotros podemos decir con Pedro,lo que l dijo mirandoatrs hacia la crucifixin:"Porcuya herida fuisteis sanados," (1 Pedro 2:24.) Lastreinta llagas en las espaldas deJess representan lasanidad detodas nuestras enfermedades. Al igual que

    con los dems dones, algunoscristianos

    reciben elministerio de sanidad, y con frecuencia son utilizadosde esta manera. Y no esraro observar, en este ministerio, que resulta ms efectivoorar por algunasenfermedades en particular.Po r ejemplo, un amigonuestro realiza un poderosoministerio para la artri-tis, otro para los dolores de muelas, etc. Tal vezseasta la razn porque Pablo habla de "dones de sanidades". Algunos han desarrollado este ministerio demanera notable, a resultas de lo cual miles de personas han sidocuradas y auxiliadas.Estamos profundamente agradecidos a esas personas dedicadasy entregadas a Dios. Yser an ms esplndido cuando uncrecido nmero de los hijos de Dios, tomen la iniciativa y obedezcan el mandato de"sanad a los enfermos". En toda congregacin dondesus miembroshan

    recibido el bautismo en elEspritu Santo seencuentragente con Un ministerio desanidad latente.

    Una per sona puede s er cu rad a por la fe de otracuando est demasiado enferma o dbil para ejer-citar su propia fe (Marcos 2 : 3-5)aun cuando estinconsciente o en coma. La curacin puede ef'ectvizarse por medio de la fe sola(en Jess) del enfermo(Mateo 9:22, 29) o por la fe combinada del enfermoy del que ejerce su ministerio. (Marcos 5 :25-34.)Esto ltimo, por supuesto, es la situacinms deseable. Cuando sea posible, esimportante darse eltiempo suficiente para cimentar la fe del enfermo,antes de imponerle las manospara la curacin.Estopuede hacerse compartiendopasajes. de la B i ~ l i aquese. refieren a la sanidad,y compartiendo testimoniospersonales. Ya lo dijo el apstol Pablo escribiendo alos romanos: "L a fe es por el or,y el or, por laPalabra de Dios." (Romanos10:17.) Debemos aclarar con toda precisin que ni siquiera necesitamosdepender de la fe de otros,y que nos basta con laPalabra de Dios.

    Rita estaba compartiendo su testimonio con. ungrupo de mujeres en un hogar ~ n Spokane, Washington, en el ao 1965, cuando sano el telefono.E r ~unaseora que se llamabaJuanita B:eman. La d ~ e n adecasa la present a Rita por telefono, y tomo CO??-cimiento del problema. Jua ni ta tena ?-na .afecclOncardaca que semanifestaba por taquicardia (aceleracin de los latidos del corazn) debido a lo cualle haban instalado un marcapaso electrnico. A pesa r de que haban transcurrido varios meses, desdela operacinpara implantarle el aparato,tema queguardar cama en reposo absoluto. Su coraznestabadilatado y cada quince dastenan .que extraerle ellquido que resuma y que se. deposita alrededor delcorazn debido a la presencia delaparato que actuaba corno un cuerpo extrao. Le pidipor telfonoa Rita que fuera a su casa aorar por ella. A la~ a ana siguiente Rita fue a escuchar a. u,ne v a n g e l ~ s t visitante que predicaba sobre la fe. CIto~ a sEscntu:ra s con verdadera convicciny la fe de ~ I ~ a .~ u m e n t oconsiderablemente. Despus de eso sedirigi al hoga r del matrimonio Beeman,y no bien habl con ellos

    126 EL ESPRITU SANTO y Tdi d D

    DONES DE SANIDADES 127l l b l d f d f

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    se dio cuenta de que eran verdaderos creyentes. Despus de compartir los pasajes referidos a la sanidady de hablar sobre los distintos casos de sanidad queella haba presenciado, oraron.La presencia de Diosse hizo tan patente y poderosa, que todos ellosfueronmovidos algrimas. Varios das despus, cuandoJua-nita entr caminando al consultorio del mdico(antesdebido a su debilidadtena que se r transportada enuna silla de ruedas), ste le pregunt sorprendido:- Qu ha sucedido?

    Ella le respondi alegremente: - j Dios contestalas oraciones, doctor!

    El mdico la examin, y comprob que su coraznse haba reducido a su tamao normal, y que no sehaba depositadoms lquido. Juanita, desde entonces,ha vivido una vida gozosa y activa.

    Cuando oramos por los enfermos, tanto ellos comonosotrosdeberamos sentirnos edificados.Smith Wig-glesworth asegur que nunca senta tan de cerca elpoder de Dios como cuandoor aba por los enfermos.Muchas veces tuvo una visin de Jess cuando estaba entregado a una ferviente oracin de sanidad.Descubri, adems, laimportancia que t iene el medioambiente que nosrodea cuando hacemos la oracin.

    Nos consta que hemos visto a unpaciente literal-mente dominadopor la televisin, cuandotena susojos pegados a lapantalla j y a duras penas logramosconvencerloque apagara el televisor para poder eleva r una oracin de sanidad! Si las circunstanciasestn bajo nuestro control, debemosinsistir en quitartodo motivo de distraccin, no solamentedurante elmomento quedure la oracin,sinoespecialmente des-pus y, si es posible, antes.Smith Wigglesworth, sipoda, solicitaba a los incrdulos queabandonaranla pieza antes de elevar la oracin de sanidad. As 10hizo Jess cuando resucit a lahija de Jai ro . (Mar-cos 5: 38-40.) Po r supuesto que todas estas actitu -des deben se r tomadas con amor. (Recomendamos entusiastamente la lectura sobre la vida de Smith Wia-glesworth, en los l ibrosEver Increasing Faith (L a feque siempre crece) ySmith Wigglesworth, Apostle 01Faith (Smith Wigglesworth, el apstol de lafe). Son

    excelentes librospara la edi ficacin denuestra fe ypara la sanidad. Hay muchos otros.)

    Las personas que sientan la vocacin deorar porlos enfermos deben dedicar el tiempo quesea necesario para preguntarle a Dios cmo proceder. Se debecontar con que otros dones del Espritu, tales comola palabra de sabidura y la palabra de conocimientose manifiesten conjuntamente con los dones desani-dades. Pudiera haber algo en la vida del enfermoque est impidiendo la curacin, y quepodra se r re-velada por la palabra de sabidura.

    El don de la palabra de sabidura puede se r ungran edificador de la fe. A veces elSeor le harconocer a uncristiano que otro padece de una enfer-medad. Al compartir ambos cristianos este conocimiento, le infundir al enfermo una gran certeza yla fe necesaria para receptar la sanidad que se leofrece. Varios evangelistas de sanidad dependen engran medida de la palabra de sabidura para cimenta r la fe, y a medida que elSeor pone de manifiestolas necesidades, lagente es curada all donde se encuentren, sentadas o de pie, sin necesidad de quenadie en particular oficie con ellos individualmente,aparte del Seor.

    La fe, por supuesto, es elms importante de losdones en el ministerio de la sanidad. Ha y ocasionesen las cuales el don de la feser tan fuerte, quesabremos, aun antes de orar, que la persona sercurada.

    Es importante explicarle al enfermo, que cuandolas manos les son impuestas, debeda r ri enda sueltaa su fe y recibir la curacin. Como ya lo hemos dicho,la sanidad de Dios puedeproduci rse por un toque,una palabra o cualquier otro acto de fe. Algunas personas fueron curadas escuchando laradio cuando unevangelista predicaba sobre la sanidad.Esto ocurrirecientemente durante el curso de una transmisinradial en Seattle,Washington, a pesar de ni siquierahaberlo sugerido. Una radio-escucha diorienda sueltaa su fe y se cur.Personas que vivan en lugaresalejados, fue ron curadas por las oraciones de susamigos (Mateo 8 :8), an sin saber que los amigosestaban orando. Un grupo de miembros de la Iglesia

    128 EL ESPRITUSANTO y TE i l d N C lif i

    DONES DE SANIDADES 129casi simultneamente. (Hechos 9:17-18.) Y sabemos

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    Episcopal deVan Nuys, California,oraban por un aamiga que sufra de un tremendo absceso en la muela. Mientras oraban, son el telfono:

    - Qu est ocurriendo ah? -pregunt la muj e r - . i De pronto me he curado!

    La Biblia registra otros casos extraordinarios desanidad po r el simple hecho de que lasombra de un apersona pasara sobre los enfermos (Hechos 5:15) oentregando a los enfermos paos o delantales quehaban tocado las personasu ti li za da s p or Dios paraese ministerio de la sanidad. (Hechos19 : 11-12.) Dems est decir que estas cosaspueden se r motivo deabuso o de uso incorrecto, perosi n duda alguna sonreales y valederas. Adems, repetimos,brindan laocasin para da r r ie nd a s ue lt a a la fe. Sabemos decasos, en la actualidad, en quealguien ha puesto encontacto con el cuerpo delenfermo - s i n que el enfermo lo sup ie ra - un pauelo bendecido, yel enfermo se ha curado.En este caso acta la fe de la persona que trae el objeto bendecido y que es el conductoque Dios utiliza para la curacin.

    Sabemos po r la Biblia que Dios quiere que supueblo sea n tegro en espritu, alma y cuerpo. Apesarde lo maravilloso que es lacuracin fsica, estamosconscientes de quen ue st ra v id a en e st e p la ne ta nopasa de se r una gota en el Ocano de laeternidad.De ah que, como es fcil comprender, la sanidadm simportante es la curacin delalma y del espr itu , puesello tiene valor eterno. Muchas veces,si n embargo,cuando elhombre interior recibe la salvacin de Dios,se produce un a reaccin en cadena por la cual lasantidad de Dios le infundesalud al espritu y alcuerpo. Lacarta a los romanos diceas; "S i confesarescon tu boca queJess es el Seor, y creyeres entucorazn que Dios le levant de los muertos,serssalvo." (Romanos 10 :9.)En gr iego, la palabra quenosotros traducimos como "salvar" es SOZO, que significa se r curado, resguardado de peligro,mantenidoen lugar seguro, o salvado de lamuerte eterna. Esuna palabra que abarca muchsimos conceptos, y seaplica no slo alespritu sino tambin al alma y alcuerpo. CuandoAnanas or po r Pablo, stefu e curado de su mal fsico ybautizado en el Espritu Santo

    casi simultneamente. (Hechos 9:17 18.) Y sabemosque estas cosas ocurren en el d a de hoy. La oracinen el lenguaje que dicta el Espritu Santo (hablandoen lenguas) puede curar, pues el Espritu Santo nosgua para que oremos po r nuestras debilidades ydolencias, y po r las necesidades de otro. (Romanos2:26.)

    Hemos mencionado, segnSantiago 5, la s directiva s de ungir a los enfermos con aceite ypronunciarla oracin de la fe.Tambin observamos queSantiago dice "S i hubiere cometido pecados, lesern perdonados". (Santiago 5:15.) La enfermedad, como lamuerte, apareci como resultado de la cada del hombre. Pero el Seor Jess dej claramente sentado queno toda enfermedad es el resultado directo del pecadoen la vida del individuo. Los discpulos lepreguntaronsobre el ciegorelatado en Juan 9: " Quin pec, ste

    o sus padres, para que haya nacido ciego?" La respuesta de Jess fu e terminante: "N o es que pecste ni su s padres, sino para que las obras de Dios semanifiesten en l." (Juan 9 :3.)

    Pero en otras ocasiones, Jess establece un a relacin directa entre los pecados del individuo y su enfermedad. En Lucas 5 leemos de laforma de que sevalieroncuatro amigos para transportar un paralticohasta donde estaba Jess. Como primera medidaJessle dijo al paraltico: "Hombre, tu s pecados te son

    perdonados." Luego le orden que selevantara y sefuera a su casa.En Juan 5 Jess sana otro paraltico,pero esta vez

    le a dv ie rt e: " No peques ms,para que no te vengaalguna cosa peor." (Juan 5:14.)

    Cuando oramos po r los enfermos, debernosestaradvertidos de que un pecadosi n arrepentimiento, unhondo resentimiento o un a p s im a a ct it ud , puedeninterferir e impedir la curacin.El Libro de OracinComn en la parte correspondiente al serviciopara

    la visitacin de enfermos, da lassiguientes directivas:"Entonces la persona e nf er ma s er exhortada ahacer un a confesin especial desus pecados, si siente preocupacin de conciencia; despus deta l confesin, y con la evidencia de suarrepentimiento, elministro le dar seguridad de la misericordia y perdn

    130 EL ESPRITU SANTO y Tde Dios "1 Es de buena poltica antes de orar po r

    DONES DE SANIDADES 131das del Nuevo Testamento La curac in f s ica del

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    de Dios. 1 Es de buena poltica, antes de orar po run enfermo, preguntarle si "siente preocupacin deconciencia",y en caso afirmativo guiarlo al arrepentimiento y a la confesin de su pecado, de lamaneraen que siempre lo haremos. 2

    Doquiera se mueva el Espritu Santo, habr sanidad. Dios no esglorificado en la enfermedad de supueblo, comoalgunos errneamente ensean, sino, po rel contrario, en su curacin. Cuando Pablo nos diceque l se "gloriar en sus debil idades" (que no significa necesariamente debilidades fsicas o enfermedad) quiere decir que su debilidad le da ocasin aDios para demostrar su poder. Los hombres songuiados a Jess hoy en da al comprobar su poderde sanidad, de la misma manera que lo eran en los

    I Libro de Oracin Comn, p. 302.2 Po r supuesto que ha y grandes diferencias de opinin, entre var ios grupos cristianos, sobre la manera en qu e haya de efectuarsela confesin. Algunos sostienen que debe ser hecha exclusivamente a Dios y otros qu e debe se r en presencia de un sacerdote. Ennuestra opinin, la confesin hecha a un anciano (presbitero,sacerdote) fu e substituida po r la confesin a toda la iglesia, yreferidas a pecados que afectaban a toda la comunidad --es decirun escndalo p bl ico-c- en el cual el anciano pod a anunciar elperdn de Dios en beneficio de toda la i gl es ia e n asuntos que noera conveniente hacer lo abiertamente. Creemos qu e el mandamiento "confesaos vuestras o fe ns as u no s a otros" es de buenaprctica, y qu e la autoridad p ar a d ec la ra r el perdn de Diospertenece al ministerio de todo creyente. Por lo tanto, si la persona con quien e st am os o ra nd o no tiene conexin pastoral conninguna iglesia, y ningn hbito referido a la confesin, sugerimos que lo pongamos en con tacto con nuestro propio pastor osacerdote, o de lo contrario asistir!o personalmente al confesarsu s pecados a Dios, y darle la seguridad de l perdn de Dios conpalabras similares a las s iguientes : "H e oido la confesin de tu specados a Dios, y me consta que es t s ve rdaderamen te arrepentido. Te aseguro, basado en l a P al ab ra de Dios, qu e Dios te haperdonado tu s pecados, porque l ha dicho: "S i confesamos nuestros pecados, l es fiel y justo p ar a p er do na r nuestros pecadosy limpiarnos de toda maldad."

    Todo lo qu e oigamos de esta confesin, debemos guardarlo enel ms absoluto secreto, bajo el "sello confesional" que prohbehablar en lo sucesivo ni siquiera a la m ism a p erso na sobre lo sasuntos que ha confesado, a menos de contar con su anuencia.Tenemos que olvidarnos de lo que oimos. Dios ya tom cartas enel asunto.

    das del Nuevo Testamento. La curac in f s ica delincrdulo debera l levarle a Jess como su Salvador.Debido a que con el correr de los aos, y a n hoy,tantas iglesias han dejado de proclamar la verdad deque J es s s an a en la actualidad, ha n surgido cultosfalsos exhibiendo un tipo de sanidad que no es bblicay que no glorifica a Jess. Alguien ha denominadoa estos grupos como "las facturas impagas de laiglesia"; de estos hemos hablado en detalle en el captulo cuarto.

    Por otra parte, numerosas iglesias de todas las denominaciones,que se estn movilizando enuna direccin carismtica, comprueban m s y ms casos desanidad. Ciegos que recuperan la v is ta ; c at ar at asque se disuelven ( j y a n cuencas vacas que se llenan!); odos sordos que oyen; tumores que desaparecen; huesos fracturados que sueldan de inmediato;cardiopatas curadas; esclerosis mltiple, tuberculosis,cncer, parlisis, artritis, y todas las enfermedadesque afectan al cuerpo humano y son curadas por eltoque de lamano del Maestro. Algunas de estas curaciones han sido instantneas, otras progresivas, algunas parciales. En las ocasiones en las quehubiramos esperado ve r un a curacin y no la vimos, laculpa no fu e de Dios sino del hombre. Somos muyrpidos para decir : "Dios no lo hizo. Meimagino queno est dispuesto a sanarme." Sin embargo, la Palabra de Dios nos asegura que s lo est, y ahoramismo.3

    La gente dice: "Yo creera en la sanidad si vieraun caso en elcual el mdico tomara una radiografa,luego se orara, a continuacin el mdico tomara otraradiografa que probara que efectivamente se cur."

    3 La s Escrituras prometen salud para el creyente. Por otro lado,debido a un a variedad de razones, a veces los creyentes enferman.La promesa, si n embargo, es qu e s i enfermamos, Dios nos sanar.A lg un os d ic en : "Pero no va n a vivir para s ie mp re. A lg n d atienen qu e morir." Es cierto. Pero el pueblo de Dios t ie ne l a promesa de una larga vida, y cuando vayamos al hogar de nuestroPadre, no es necesario que lo hag-amos en enfermedad y dolor.En Gnesis 25:8 leemos que: "Y exhal el esp ri tu , y muri Abraha m en buena vejez, anciano y lleno de ao", y fue unido a Upueblo."

    13 2 EL ESPRITU SANTO y T

    Hay muchos de esos casos que estn debidamente rei d

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    gistrados y archivados, con la curac in per fectamen-te corroborada por la evidencia mdica, con radio-grafas, anlisis de l abo rator io, etc. 4 Desgraciada-mente, los que exigen tales pruebas nunca las bus-can. Jess dijo: "S i no oyen a Moiss y a los profe-ta s (que ciertamente fueron testigos de las curacionesde Dios), tampoco se persuadirn aunque alguno selevan ta re de los muertos ." (Lucas 16 :31.)

    La mejor manera de aprender sobre la sanidad, escomenzar a orar por los enfermos. Pidmosle a Diosque nos ayude en esta decisin y andemos en fe.Algunos sa ben cundo deben orar por un enfermopor el t es timonio interior; otros perciben una tibiezaen sus manos; otros pueden acusar una arrolladoracompasin. No debemos depender solamente de estossignos exteriores, pero si confirman la percepcininterior de nuestro esp r it u, con ta re mo s con dos tes-timonios para reclamar la sanidad de Dios, especial -mente si las c ircuns tanc ias favorecen que oremos porlos necesit ados. Cuando se produce la sanidad, demosla gloria a Dios y guiemos a Jess a la persona sanada, si an no lo ha encontrado. Las seales nos se-guirn en la medida que continuemos mirando alSeor Jess y permanezcamos en su amante comunin.

    4 Bennett, op. cito p. 199.

    10El obrar milagros

    Los milagros son hechos que anulan o contradicena las denominadas "leyes de la naturaleza". Estricta

    mente hablando, no existen "leyes de la naturaleza"como tales. El concepto de "leyes" f s ica s ha sido des-cartado por la f sica moderna, que def ine los sucesosnaturales en trminos de "probabilidades". Por ejem-plo, la antigua fsica newtoniana estableca que:

    "Hay una le y segn la cual -descontando la re-s is tencia del a i r e - todos los objetos caen con unaaceleracin de 9,81 metros/segundo, en cada segun-do." La ciencia moderna dira: "Es probable quetodo objeto que cae acelerar su velocidad a razn

    de 9,81 metros/segundo, en cada segundo." Y esto seasemeja muchsimo a lo que dice el cristiano: "Lasdenominadas leyes de la naturaleza, codificadas porla ciencia humana, no son otra cosa que la manerahabitual que tiene Dios de hacer las cosas." Man-tiene un orden regulado para nuestra conveniencia.j Qu desmaado se r a vivir en un universo dondenada se repitiera dos veces de la misma manera!j Sera como vivir en un mundo de "Alicia en el pasde las maravillas" y en medio de un gran desorden!

    Sin embargo , Dios en benef icio de su pueblo creyente,cambiar su acostumbrada manera de hacer las cosas,para poder atender a sus necesidades y adems paramostrarles que l es soberano y tiene todo el poder.Los grandes milagros del Antiguo Testamento se hicieron, justamente, para atender a las necesidades de

    134 EL ESPRITU SANTO y Tla gente y demostrarles que Dios era real y que

    EL OBRAR MILAGROS 135manifestarse en el da de hoy de acuerdo a lapro

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    la gente, y demostrarles que Dios era real, y quetodo est baj o su control .

    No es siempre fcil trazar una delgada lnea divisoria entre el don de milagros y los dones de sanidades. Pareciera que la "sanidad" comprende a aquellos actos de poder que supone la curacin de unacondicin en el cuerpo humano (o en el cuerpo animal, porque lasanidad alcanza tambin a los animales por la oracin). Otros sucesoscaeran bajo elttulo de milagros.

    Mencionaremos algunos de losmilagros tpicos delAntiguo Testamento: la separacin de las aguas delmar Rojo para que escapara el pueblo deIsrael (Exodo 14:21-31); la detencin del sol y de la lunaparaJosu (Josu 10 :12-14); la tinaja de harina que noescase y lavasija de aceite que no mengudurante

    el hambre en la tierra (1 Reyes 17:8-16); el fuegoque cay del cielo sobre el Monte Carmelopara quemar el sacrf'cio de Elas y revelar al verdadero Dios(1 Reyes 18:17-39); el retroceso de diez grados delsol segn el reloj de Acaz, enrespuesta a la oracinde Isaas (2 Reyes 20:8-11); las milagrosas plagasde Egipto (Exodo 7 :12); la transformacin en inocua de un potaje venenoso realizadopor un acto defe de Eliseo. (2 Reyes 4 :38-41.)La mayora de losgrandes milagros del Antiguo Testamento ocurrieron

    en las vidas de Moiss,Elas y Eliseo.El relato de Elas y de su discpuloElseo noshabla a nosotros en elda de hoy. Eliseo pidiuna"doble porcin" delEspritu Santo que posea El as .CuandoElas fue arrebatado al cielo, sumanto - s mbolo de su ungimiento- cay sobre Eliseo. (2 Reyes2 :9-14.) El hecho notable queregistra la Escritura,es que Eliseo hizo el doble de losmilagros que habaejecutadoElas. Esto es simblico de lo que les ocurri a los creyentes despus de la ascensin de .Jess,si bien Jess no les leg solamenteuna "doble porcin" de su Espritu, pues no estableci lmite alguno. Simplementedijo: "Mayoresobras har, porqueyo voy al Padre." (Juan 14 :12.)

    El don de milagros es uno de los dones que rindemucha gloria a Dios y uno de los quems debera

    manifestarse en el da de hoy, de acuerdo a laprom e ~ ad ~. Jess. Dios s ~ .deleita en hacer milagros, yesta utilizando a sus hIJOS en la prctica de este don.El poder para hacer mayores obras viene del hecho deque Jess ascendi al cielo y pentecosts recibi laplena potencia del Esprttu Santo, poder conque cuentan los cristianos desde aquel entonces.

    .Po r supuesto que Jess ejecut ms milagros queningn otro personaje en la Biblia,sin que todos ellos,aparentemente al menos, hayan sido registrados. Como ya lo dijo Juan: "Y hay tambin muchas otrascosas que hizoJess, las cuales si seescribieran unapor una, pienso que nian en el mundocabran losl ibros que sehabran de escribir." (Juan 21 :25.) Unoscuantos de sus milagros, que hallamos en laBibliaincluyen lossiguientes: transformar el agua en v i n ~(Juan 2 :1-11); caminar sobre las aguas (Mateo14 :25-33); alimentar milagrosamente a la multitud(Marcos 6 :38-44; Mateo 16:8-10); calmar la tempestad en el mar (Marcos 6 :45-52); la pesca milagrosa(Juan 21 :5-12); pescar un pez y sacar una monedade su boca (Mateo 17:27).

    El primer milagro de Jess fue la transformacindel agua en vino: "Este principio de seales hizoJess en Can de Galilea, y manifest su gloria' ysus discpulos creyeron en l." (Juan 2: 11.) Je ~ srealiz milagros movido por su compasinfrente alas necesidades humanas y por razones prcticas.Cuando caminsobre las aguas fue para tranquilizara sus discpulos y adems porque tena apuro enllegar a Betsada. Cuando alimentmilagrosamentea las multitudes, lo hizo porqueera imposible conseguir alimento de otra manera. Cuando transformel agua en vino fue por que haba necesidad de vinoen la fiesta. Observemos que los milagros no se ejecutaron para asustar a los incrdulos yforzarlos acre;r, sino ms bien para estimular a los que yacreJan o a los quequerrn creer. "L a generacinmalay adltera demanda seal; pero seal no leser dadasino la seal delprofeta Jons (haciendo referenciaa su muerte y resurreccin)." (Mateo 12 :39-40.) Mucha gente dice: "j Ah lo tienen! j No se supone quetengamos seal!" Pero pasan por alto el hecho de

    136 EL ESPRITU SANTO y Tque Jess est hablando a una "generacin mala y

    EL OBRAR MILAGROS 137guidores del enemigoharn "grandes seales y pro

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    q g yadltera". Por otra par te , Jess dijo:

    "Estas seales seguirn a los que creen . . ." (Marcos 16:17.)

    Despus de pentecosts, los apstoles y otros queno lo eran, hicieron muchas seales depoder: en varias ocasiones los creyentesfueron liberados de la

    crcel por elpoder anglico (Hechos12:1-17; 16:2540; 5:17-25); el evangelista Felipefue transportadocorporalmente a Azotopor el poder delEspritu Santo. (Hechos 8 :39-40.) (Tomemosnota de lo siguiente:esto no fue un a "proyeccinastral" o nada parecido.Felipe fue fsicamente y corporalmente arrebatadopor el Espritu Santo y transportado de Gaza a Azoto, j una distancia de 38 kilmetros!) Obrando milagrosamente,Pablo enceguectransitoriamente a Elimas el magopara que cejara en su oposicin al evan

    gelio. (Hechos 13 :9-12.) Pablofue mordido por unavbora venenosa y nosufri dao alguno. (Hechos28 :3-6.)

    Pedro y Pablo cuentan en su haber el mayor nmerode milagrosregistrados en el libro de los Hechos delos Apstoles,pero tambin ejecutaron milagros Esteban y Felipe, y en 1 Corintios 12 el don de hacermilagros es uno de los nueve dones queregularmentemanifestaban los creyentes.

    Qu quisodecir Jess cuando afirm que los que

    creen en l haran "cosas mayores"? Algunos piensan que significa que se producirn muchos ms milagros, en razn del mayor nmero de personas quehoy en da son llenados con elEspritu Santo. Otroscreen que podr a s ign if icar t ambin que se harnnuevos milagros, en adicin a los queregistra elrelato bblico, y mayores an que aquellos. Deunacosa estamos seguros, y es de que siJess tuvo laintencin de que los creyenteshicieran nuevos milagros, seran siguiendo el modelodeterminado ya por

    el Seor, y de acuerdo con lasEscrituras. Hay muchos hechoshorripilantes que tienen lugar en la actualidad, a medida que los hombres y lasmujeres experimentan con lo oculto y lo psquico, es decir conlos poderes deSatans, y el cristiano no debe dejarseengaar por ellos. La Escritura nos dice que los se-

    g g g y pdigios, deta l manera que engaarn, si fuese posible,an a los escogidos". (Mateo 24:24; Marcos 13 :22.)

    Sin 'embargo, los milagros se suceden hoy en da,de acuerdo a lasnormas establecidaspor las Escrituras. En el libro Ni ne O'Clock in the Morning, (Alas nueve de la maana), citamos varios casos en

    que Dios modificsorprendentemente las condicionesatmosfricas, en respuesta a una oracin hecha confe.!

    Hay ejemplos de personas que, en la actualidad,han sido transportadas f s icamente en elEspritu, dela misma manera en que lo fue Felipe el evangelista,segn lacrnica registrada en Hechos 8 :39-40. DavidduPlessis, probablemente el ms conocidotestigo delreavivamiento carismtico,fue actor de un milagroigual, al comienzo de su ministerio.Estaba reunidojuntamente con otros hombres en eljardn de la casade un amigo, orandopor otro hombre gravemente enfermo y que viva enuna casa distanciada casi doskilmetros de donde estaban ellos.

    "Mientras orbamos",cuenta David, "el Seor medijo: " Te necesitanya mismo al lado del lecho deese enfermo!" Arrebat mi sombrero,corr alrededorde la casa y di un primer paso saliendo del por ta l,para dar el segundo paso en elumbral de la casadonde yacaenfermo mi amigo, j a casi dos kilmetros

    de distancia! Por supuesto que me sorprend sobremanera.Me consta que fui transportado de manerainstantnea esa distancia, porque alrededor de quinceminutos lleg el resto de los hombres con quieneshaba estado orando, los cuales l legaronagitados porel esfuerzo realizado. Mepreguntaron: ": Cmo llegaste aqu ta n rpido?"

    David tena que llegar inmediatamente, y Dios simplemente provey eltransporte.

    En estos ltimos aos seest desarrollando en

    Indonesia lo queta l vez sea el ms poderosoreavvamiento de cristianismo neotestamentario, que elmundo haya experimentadojams. Nos llegan informes bien documentados de sucesos milagrosos de la

    1 Bennett. op. cit. pp . 101-3.

    138 EL ESPRITU SANTO y Tmisma naturaleza y magnitud que los relatados en

    EL OBRAR MILAGROS 139metros desde el suelo, aplena vista de la congrega-

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    y g qla Biblia.2 Miles depersonas han sido milagrosamentealimentadas con provisiones calculadaspara unoscuantos centenares; el agua ha sido transformada envino para poder tomar la santa cena; grupos decristianos ha n caminado sobre las aguas para podercruzar ros y proclamar las buenas nuevas de Cristo,por no decir nada de los milesque han sido sanadosy an resucitados de entre los muertos.f Se podrandescartar estos informes como fantasiosos, salvo elhecho de queha n sido confirmados por testigos fide-dignos, y a menudo por cri st ianos que previamenteno crean que los milagros relatados en el Nuevo Tes-tamento pudieran repetirse hoy en da. Ta l vez lams poderosa evidenciaindirecta de la verdad deestas seales, radica en el hecho que ms de dos mi-llones y medio demusulmanes ha n aceptado a Cr isto,como asimismo miles de comunistas. La prensa maho-metana admiti recientemente j la conversin de dosmillones demahometanos a la fe cristiana! Un a de lasprincipales razones de lo que est ocurriendo, sinduda alguna, estriba en el hecho deque estn viendoel poder de Dios manifestado, no solamente en el mi-lagro de vidas transformadas, sino en los milagrosliterales de la Biblia.Po r qu habran de ocurrirsemejantes acontecimientos'?Es debido a que los in-donesios nunca les han dicho que ciertas partes dela Biblia "no son para hoy"; de ah que lo estnpracticando en fe simple.j Y da resultado! j Dios vive!

    Dios se arriesga cuando comparte con su pueblosus obras sobrenaturales. Sin duda obrara ms mi-lagros entre su pueblo, perobien sa be que eso seraperjudicial para nosotros a menos que estemos es-piritualmente preparados. Omos la verdadera histo-ria de un evangelista que haba sido poderosamenteutilizado por Dios, hasta que una noche el poder yla gloria de Dios elevaron aesta persona un pa r de

    2 "Pacfico del Sur. Escenario de milagros de hoy", Christian LijeMagazine, Abril, 1968.3"Indonesia: La m s grande obra de Dios en el mundo de hoy",Acts Magazine 1, n? 3. 1967. (Dejamos el tema de la resurreccinde muertos para el prximo capi tulo.)

    desde el suelo, ap vista de la congregacin. Fu e ta n impresionante esta experiencia, quedesde esa noche en adelante ese particular siervo deDios no poda hablar de otra cosa sino de cmo al-g n da los c ri st ianos sern t ransport ados de unlugar a otro en el Espri tu para proclamar el evange-lio a todo el mundo. Alfinal se redujo a se r el nicotema de ese evangelista, resultando en un impedimentopara la predicacin del evangelio y unbuen ministerioreducido a cas i nada .

    Convienedetenernos un poco y analizar este ejem-plo en particular. Cul fue el propsito de este mi-lagro'? Podramos responder de inmediato: "j Oh, pa-ra probar a los asistentes que el evangelista estabadiciendo la verdad!" No, de ninguna manera, porquetambin