El Exodo - Emilio Bidondo

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El Exodo - Emilio Bidondo

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El xodo del 23 de Agosto. Ocupacin realista de Jujuy Por Emilio Bidondo * A fines de julio de 1812, el ejercito de Goyeneche haba logrado dominar el Alto Per y establecido su cuartel general en Potos, y se aprestaba para reanudar sus operaciones defensivas de acuerdo con las ordenes del virrey Abascal: Avanzar sobre Salta con un ejrcito de 2000 hombres, dejando otro de 1.000 hombres en Suipacha y adelantar destacamentos de 500 hombres hasta el ro del Pasaje, para realizar desde all incursiones hasta Tucumn a fin de estrechar el cerco sobre Buenos Aires y privarlo de todos los recursos que le ofrecan las provincias del Norte.Si alguna duda quedaba a Belgrano sobre el proceder de los realistas, otro oficio reservado del Gobierno le indicaba: Se sabe, por cartas interceptadas de Goyeneche a Abascal, que rene aquel todo su ejrcito y viene a ocupar la provincia de Salta, debiendo emprender su marcha a mediados de enero. Esto har, sin duda, que nuestro ejrcito retrograde, pero que, sobre todo, no conviene exponer las fuerzas. En tal caso, es necesario hacer la retirada con el mayor orden, destruyendo cuanto pueda ser til al enemigo para dificultar sus marchas y recursos.Tras otras indicaciones sobre la forma como conducir las operaciones retrgradas, reiteraba la orden de quitarse todo cuando recurso podra favorecer sus marchas [las del enemigo]. La Patria es preferible a las lgrimas de los que se creen infelices por medidas de tal naturalezaMientras tanto, las informaciones que se iban recibiendo en el Cuartel General de Jujuy indicaban que las fuerzas espaolas se acercaban peligrosamente a Yavi con la idea de continuar hacia el Sur.La situacin era clara y sus lineamientos generales se ajustaban a lo previsto en las rdenes impartidas por el Gobierno y as las circunstancias colocaban a Belgrano ante un duro trance. Despus de haber revitalizado la confianza de los pueblos interiores, deba obligarlos a abandonar el terruo y retirarse de sus hogares sin dejar nada que pudiera servir al invasor. Qu terrible dilema el que tena que afrontar, qu fe y qu carcter deba poner en evidencia para impartir esta orden y hacerla cumplir sin vacilaciones de ninguna especie! Pero los tiempos eran propicios para los gestos heroicos y la orden fue impartida.El bando del comandante en jefe del 29 de julio era claro y enrgico. Deca a los pobladores: Lleg pues la poca en que manifestis vuestro herosmo i de que vengis a reuniros al Ejrcito a mi mando, si como aseguris queris ser libres, trayndose las armas de chispa, blancas y municiones que tengis o podis adquirir, i dando parte a la justicia de los que las tuvieren i permanecieren indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder, no slo vuestros derechos, sino las propiedades que tenis.Hacendados: Apresuraos a sacar vuestros ganados vacunos, caballares, mulares i lanares que haya en vuestras estancias i al mismo tiempo vuestros charquis hacia el Tucumn, sin darme lugar a que tome providencias que os sean dolorosas, declarando os adems si no lo hiciesen por traidores de la Patria. Labradores: Asegurad vuestras cosechas estrayndolas para dicho punto, en la inteligencia de que no hacindolo incurriris en igual desgracia que aquellos.Comerciantes: No perdis un momento en enfardar vuestros efectos i remitirlos, e igualmente cunto hubiere en vuestro poder de ajena pertenencia, pues no ejecutndolo sufriris las penas de aquellos, i adems sern quemados los efectos que se hallaren, sean en poder de quien fuere, y a quien pertenezcanAdems, expresa claramente que sern pasados por las armas todos aquellos que fueran encontrados fuera de las avanzadas del ejrcito, los que por hechos y conversaciones atentasen contra la sagrada causa de la Patria y aun los que inspiren desaliento. Que sern tenidos por traidores todos los que a mi primera orden no estuvieren prontos a marchar y no lo efecten con la mayor escrupulosidadEl tremendo Bando hizo estremecer de ansiedad y amargura a la sociedad de Jujuy y ante la gravedad del problema se reuni el Cabildo y llam a su asesor general, el doctor Teodoro Snchez de Bustamante, para analizar la situacin.Seala el doctor Carrillo que luego de una detenida discusin se resolvi solicitar a Belgrano la modificacin del Bando, reclamando que ste no fuera cumplido por los ancianos, enfermos, invlidos y desamparados, principalmente mujeres. Snchez de Bustamante, en su carcter de asesor, redact el correspondiente oficio a presentar a Belgrano.La contestacin de ste fue rotundamente negativa. Reiteraba que la orden deba cumplirse irremediablemente ya que, como se deca en el Bando se acabaron las contemplaciones de cualquier especie que sean. Despus de este episodio, la ciudadana jujea se dispuso, sin hesitaciones de ninguna naturaleza, a cumplir la orden rigurosa y terminante.Ante la aproximacin del enemigo, Belgrano dispuso que el coronel Daz Vlez, ya recuperado de su enfermedad, retomara el mando de la vanguardia en Humahuaca. Entre sus ltimas disposiciones antes de la partida, organiz en la ciudad una nueva unidad de caballera bajo el nombre de Decididos, compuesta en su totalidad por jvenes jujeos.En la noche del 22 de agosto se imparti la orden definitiva y al amanecer del da siguiente, la ciudadana jujea abandon la ciudad y a media tarde sali el grueso del ejrcito, en tanto que Belgrano recin sala a la medianoche, despus de haber comprobado personalmente que su orden se haba cumplido. En la noche del 23, la vanguardia patriota era atacada desde diversos lugares y slo pudo salvarse gracias a la accin enrgica del capitn Zelaya, que organiz el repliegue bajo el fuego enemigo.El 24 de agosto entraba la vanguardia realista en Jujuy y slo el 9 de septiembre se celebr la primera reunin del Cabildo bajo el dominio del invasor, que design como alcalde de primer voto a don Martn de Otero, quien deba buscar sujetos de probidad para los empleos. En la reunin del Cabildo del 21 de septiembre solamente concurrieron el mencionado Otero y Alejandro Torres regidor defensor general de menores y alcalde de segundo voto-, pues fueron los nicos que aceptaron tales cargos. Dos das despus, en la nueva reunin del Cabildo, consta que concurri un corto vecindario, cuyo nmero alcanz a doce personas. En la reunin del 7 de octubre se indicaba que el general Tristn haba nombrado gobernador interino de Salta al coronel Jos Marques de la Plata. Varias son las actas que siguen a continuacin, dando cuenta de los actos de gobierno de los realistas en Jujuy.Despus de las victorias de Belgrano, ste escribira en el Libro del Cabildo: Aqu empieza el Cabildo del tiempo de los tiranos, a la cabeza del acto realista del 9 de septiembre: La ocupacin de Jujuy y su jurisdiccin durara hasta marzo de 1813. Fragmento extrado de Historia de Jujuy de Emilio Bidondo, Coleccin Historia de nuestras provincias, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1980.Emilio Bidondo naci en San Salvador de Jujuy 12 de febrero de 1920 y falleci el 28 de septiembre de 1997. Militar y prolfico historiador. Estuvo entre los miembros fundadores del Instituto Belgraniano de Jujuy y fue miembro de nmero del Instituto Nacional Belgraniano.Es autor de numerosos textos de investigacin histrica, entre ellos, Contribucin al estudio de la Guerra de la Independencia en la frontera norte. El aporte jujeo, obra que obtuvo el Primer Premio Estmulo a la Literatura Militar Argentina; Los tenientes gobernadores de Jujuy, 1810 -1834, Jos Mara Fascio, primer gobernador de Jujuy. 1834 -1835; Juan Guillermo de Marquiegui, personaje jujeo 1777-1850; La guerra de guerrillas y la lucha por la Independencia en Salta, Jujuy y el Alto Per - 1809-1825 e Historia de Jujuy.En 1971 fue condecorado por la Soberana Orden Militar de Malta en grado de oficial y en 1972 por la Repblica de Italia con el grado de Caballero.