El Gasolinazo, tres meses después

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  • 7/31/2019 El Gasolinazo, tres meses despus

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    Reymi Ferreira

    el gasolinazotres meses despus

    Paisaje urbano de La Paz,, Rama King Nash, acrlico 60 x 80 cm. Ao 201

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    A MANERA DE INTRODUCCIN

    El proceso de construccin he-gemnica que llevaba ade-

    lante el MAS hasta diciembredel ao 2010, cuando se dictael Decreto Supremo No 748,

    se vio afectado por turbulencias que handestapado la primera crisis de importan-cia de la coalicin de fuerzas que liderael Presidente Evo Morales en el denomi-nado proceso de cambio. Este remeznpoltico, ocasionado por una inesperadadecisin gubernamental de incrementarel precio de los hidrocarburos en porcen-tajes nunca antes planteados, aparente-mente sac de la ilusin a la mayora debolivianos que apoyaban el proyecto gu-bernamental. Las respuestas previsiblesde los sectores populares, adquirieroncaractersticas imprevisibles y esto lleva su vez a una inesperada contramarchacon la derogatoria del precitado DecretoSupremo.La consecuencia visible y notoria fue laacentuada prdida de popularidad del pre-sidente de acuerdo a todas las encuestasde opinin, el incremento de la inacin,

    la consecuente escasez de alimentos, elalza de los precios que pese a haber ba-

    jado el precio del combustible, no bajaronen consonancia. Este nuevo escenario,cuya conguracin en general es diag-nosticada por los analistas sin grandesdiferencias, lleva a lecturas diferenciadascuando se habla respecto a los probablesdesenlaces.Difcil tarea es la de proyectar escenariosfuturos en un pas que como algn notableboliviano dijera, es un pas de vsperas.Mientras los elementos ms recalcitrantesde la oposicin creen estar viviendo mo-mentos parecidos a los de la UDP el ao1984, con protestas diarias, la inacin

    ms alta de todos los tiempos, colas paraabastecerse de alimentos y una crisis degobernabilidad casi absoluta. Otros en-

    tienden la presente situacin como una re-friega menor que ha acarreado como con-secuencia algn desgaste gubernamentalque no alterar en mucho el proyecto deconsolidacin poltica del MAS en el pas.Tratar de entender qu es lo que ha ocu-rrido en realidad con el MAS, el liderazgodel Presidente Evo Morales, la insurgen-cia de otros actores, as como determinarel impacto en el proceso poltico, del de-nominado gasolinazo, son los objetivosque pretende alcanzar este breve trabajo.La crisis es fruto de la evolucin de al-gunos factores o respuesta inesperada,

    surgida como rechazo al gasolinazo?Esta, es en principio la pregunta que debe-

    mos responder. Lo que ha ocurrido con el

    denominado gasolinazo es consecuencia

    anunciada de una serie de eventos que se

    venan produciendo sin mayor relevancia

    que ha llegado a acumular tensiones y se

    destaparon con el decreto que ordena el

    incremento de los hidrocarburos, o por el

    contrario es fruto instantneo de una medi-

    da errada y un retroceso obligado?

    Inicialmente habra que denir que el mo-mento que vive el pas es un ciclo esta-tal, surgido a partir de la crisis de nales

    de siglo, que se consolid con el ascensodel MAS al gobierno el ao 2006, luegode una contundente victoria electoral. Elmercantilismo, el liberalismo, el naciona-lismo, el neoliberalismo y ahora el neopo-pulismo se han venido sucediendo en elpas en ciclos bien marcados, y que de al-guna forma han tenido un correlato conti-nental. El MAS al igual que varios gobier-nos populistas en Latinoamrcia cabalgasobre movimientos sociales, crecidos porla crisis econmica notoria a partir delao 1998 producida principalmente por ladesaceleracin de la economa mundial.Crisis a la que se sum la deslegitimacindel sistema poltico representativo al quecondujo la prctica de la denominada de-mocracia pactada.El panorama econmico en todo el perio-

    do que le ha tocado gobernar al MAS, hasido generalmente propicio, con ingresosscales sucientes producto de la acer-tada medida de la nacionalizacin de loshidrocarburos el ao 2005 y el incrementode los tributos el ao 2006, medidas quedieron como resultado la posibilidad de

    satisfacer las demandas de la sociedad,incrementar la inversin pblica y generarcondiciones de estabilidad macroecon-mica. Sobre ese paraguas se edicaron

    las transformaciones polticas institucio-nales llevadas adelante por el MAS, entreellas, la ms importante, la adopcin deuna nueva Constitucin Poltica que con-solidaba el Estado plurinacional.Fortalecido el proceso de transformacin

    en varios eventos electorales, a nales del

    ao 2010, el gobierno llegaba con un nivel

    de aceptacin importante, dueo prctica-

    mente del poder, de tres cuartas partes de

    los gobiernos municipales del pas, de seis

    de las nueve prefecturas y poseedor del

    monopolio absoluto en ambas cmaras de

    la Asamblea Legislativa Plurinacional.

    Qu ocurri entonces con el denomina-do gasolinazo?

    LA ECONOMIA CUENTA. (El inicio delperiodo de las vacas acas)

    Ciertamente una medida impopular comola de elevar en algunos casos hasta el80% de los precios de los hidrocarburos,para evitar la subvencin, el contrabandoy por lo tanto la fuga de millones de d-lares al exterior, no se la toma, si es queno existen causales serias para hacerlo.En los primeros aos de la gestin deEvo Morales se lee en el editorial de

    Nueva Crnica existieron condicioneseconmicas que facilitaron las decisio-nes polticas y la asignacin de recursospblicos para diversos nes favorables

    al Presidente y su partido. La economaproporcion mrgenes de holgura para lagestin poltica, como en ninguna pocaanterior; la situacin scal se beneci del

    aumento de ingresos provenientes de laexportacin de hidrocarburos con preciosy tasas impositivas ms altas que en elpasado. 1

    Este contexto econmico, se vio favore-cido porque indicadores importantes de

    la macroeconoma como la inacin, tipode cambio y estabilidad nanciera, lo que

    permiti que el sector privado siga operan-do, a salvo de la incertidumbre y cambiosimprevistos. Adems del petrleo, los mi-nerales llegaron a alcanzar cotizacionesnunca antes vistas, favoreciendo el ingre-so de divisas. Respecto a la economa in-formal, no se puede negar el impacto quetiene el ingreso proveniente de comercia-lizacin de estupefacientes. Como sostie-ne Henry Oporto: Las cosas funcionaronbien por un tiempo, cuando se dispararonlos precios internacionales de las materias

    Este remezn poltico,

    ocasionado por una

    inesperada decisin

    gubernamental de in-crementar el precio

    de los hidrocarburos

    en porcentajes nunca

    antes planteados, apa-

    rentemente sac de la

    ilusin a la mayora de

    bolivianos que apoya-

    ban el proyecto guber-

    namental.

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    alimentaria y la pueden destruir. Los bo-livianos requieren alimentos, eso implicaque en lugar de destruir la produccincrucea, ella requiere de incentivos para

    invertir y aumentar la produccin.4

    EL MITO DE LA NACIONALIZACIN

    Una de las ideas fuerza del gobierno delMAS, que le permiti no slo responder alas demandas de las regiones, municipiosy sectores fue el resultado emergente dela nacionalizacin de los hidrocarburos,cuyas rentas permitieron extraordinariosingresos scales al pas, que se tradujeron

    en niveles altos de inversin. El ao 2010,sin embargo, a un quinquenio de la na-cionalizacin, los niveles de inversin sehan desplomado, la produccin baja, losmercados se han reducido, los grandesclientes disminuyen su consumo. Las re-servas de gas son notoriamente inferioresa las estimadas hace poco menos de unadcada. Las transnacionales en muchoscasos operan YPFB, y slo han invertidopara satisfacer las demandas de Brasil y

    Argentina, y, no demuestran mayor inte-rs en producir para el pequeo mercadolocal, que les redita ganancias menores.La crisis scal inminente, que supona

    poner en peligro la estabilidad macroeco-nmica, mantenida impecablemente enlos ltimos cinco aos, y la necesidad deun equilibrio scal, al parecer fueron losfactores que impulsaron a tomar la deci-sin de disponer el alza sustancial de losprecios de los hidrocarburos. No era, nies prometedor en el futuro un panoramaen el que el Estado ha asumido una seriede obligaciones (bonos, incentivos, subsi-dios, mayor gasto social, inversiones enempresas estatales no siempre rentables)mientras la renta del gas baja, la inversinprivada no se incrementa y los montos delos combustibles a subvencionar son ma-yores por el alza internacional en el preciode los hidrocarburos.

    Ral Prada Alcoreza, sostiene que lo queha destapado el gasolinazo es que no haynacionalizacin [] Por qu se ocultaque no se han cumplido los 44 contratosde operaciones por parte de las empre-sas transnacionales rmantes, no han

    invertido en exploracin y en explotacin,menos en industrializacin, tal como lo es-tablecen los contratos? Como dice MaraLohman, estas empresas slo invierten enla produccin (saqueo) del gas, para cu-brir los cupos comprometidos con Brasil y

    Argentina, a precios que les otorgan am-plios mrgenes de ganancia, ms atrac-

    tivos que el reducido mercado interno deproduccin de gasolina y diesel. 5

    El gasolinazo golpe la certidumbre de lagran mayora de los bolivianos que estabaconvencido de lo positivo que haba sidopara el pas la nacionalizacin de los hi-drocarburos y los decretos que incremen-taban los tributos sobre la produccin hi-drocarburfera. Este es a nuestro modestoentender uno de los puntos sensibles heri-

    dos con el Decreto Supremo No 748.

    EL ESTATISMO EN FIGURILLAS

    Seala Fernando Mayorga 6 que las dosbases de la sustentacin discursiva delgobierno del MAS son el indigenismo yel nacionalismo, entendiendo este ltimocomo el estatismo econmico y la luchacontra el neoliberalismo.Varias de las medidas del gobierno delMAS, especialmente en materia laboralderogaron algunos artculos del Decreto21060, la estatizacin de varias empresas

    capitalizadas y la creacin de varias otras(BOA, EMAPA, etc.) dieron la sensacinde que evidentemente el gobierno asumauna orientacin antineoliberal y estatista,sin embargo, ya el ao 2010 existan con-ictos por mejores salarios con la COB, enlas zonas rurales la reversin de tierras agrandes propietarios no se haba produci-do sino en determinados fundos, con con-notaciones simblicas ms que efectivas.El ya citado Ral Prada, cuestiona la acti-vidad de la empresa minera San Cristobalcuyas ganancias oscilan en un monto al-rededor de 1000 millones de dlares, de-

    jando prricos aportes al Estado boliviano.

    Por qu se esconde los fracasos de laempresa Jindal Steel and Power que va aexplotar el hierro del Mutn, subsidiaria deuna transnacional inglesa, la Jindal es co-

    nocida por escamotear y especular en elsistema mundial de las nanzas: tampocono se hacen transparentes las aventurasdel Litio?. 7

    El gasolinazo no hizo otra cosa que con-rmar las sospechas de alguna adheren-cia al neoliberalismo del rgimen, fue unamedida drstica que ni los gobiernos pro-piamente neoliberales se haban atrevidoa aplicar. La segunda herida de gravedadque causa el gasolinazo es despertar enla gente la idea que el MAS no es tan dife-rente en materia econmica que sus pre-decesores neoliberales.

    LA CRISIS DE LA ALIANZA CON LOSMOVIMIENTOS SOCIALES

    El nacionalismo revolucionario, el populis-mo, o el neopopulismo, tienden en gene-ral a sustentarse en movimientos sociales.Mario Rueda Pea, sostiene: En AmricaLatina tuvimos muchos casos de gobier-nos que cabalgaron sobre movimientossociales rumbo al poder total. Determina-das condiciones histrico-sociales hicie-ron de pitazo de partida hacia tan criticadodestino. Casi siempre la auta se origin

    en un periodo nacional de crisis provoca-da por una adversa coyuntura de mercadointernacional. Superados los contratiem-pos y con ingresos sucientes para hala-gar a los sectores populares de diversasmaneras, tales gobiernos se armaron

    por tiempos diferenciados, pero despusalgunos de ellos se derrumbaron mientrasotros ingresaron a un lento pero denitivo

    proceso de evanescencia poltica. No solola economa les empuj al derrumbe, sinosobre todo su inconsistencia estructural.Es que no eran partidos hechos y dere-chos, sino congregacin de movimientossociales de diferenciados y contrapuestos

    intereses, por lo que resultan ms propen-sos a la rencilla divisionista que al alinea-miento en torno a sus objetivos tcticos yestratgicos. 8 Esta caracterizacin en elcaso del MAS es evidente, al no ser estaorganizacin sino el agregado de diferen-tes actores sociales y grupos de presin.Como seala Oporto: Otro de los pilaresde sustentacin del rgimen es la alianzacon los movimientos sociales adems

    del respaldo militar, que ha dado paso

    a una estructura corporativa que suponeque el partido gobernante ejerce compar-tiendo parcelas de poder con una red de

    El ao 2010, sin em-

    bargo, a un quinquenio

    de la nacionalizacin,

    los niveles de inversinse han desplomado,

    la produccin baja, los

    mercados se han redu-

    cido, los grandes clien-

    tes disminuyen su con-

    sumo. Las reservas de

    gas son notoriamente

    inferiores a las estima-

    das hace poco menosde una dcada.

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    organizaciones populares, a las que seha conferido un derecho tutelar sobre laaccin del gobierno. 9 Sin embargo, elgasolinazo puso en duda la efectiva con-

    sulta en la toma de decisiones por partedel gobierno, al que se acusa desde aden-tro y desde afuera de haber incurrido enla concentracin del poder en manos deuna cpula, en desmedro de las fuerzassociales, componentes del bloque polti-co y social gobernante. La sensacin esque el caudillismo y el endiosamiento delos mximos gobernantes los ha llevadoa creer que podan tomar decisiones sinconsultar. Nuevamente el gasolinazo hadescubierto ese conicto seala Henry

    Oporto Y tambin los lmites del poder

    real de Evo. ste crey que poda solo,pero la reaccin popular le demostr queno. 10 El ya precitado Ral Prada Alcorezasostiene: El ltimo jacobino se inviste deRobespierre, pero del Robespierre de lapoca del terror. Acusa de derechistas aquienes se oponen a sus proyectos deli-rantes de industrializacin, a sus formaselitarias y cupulares de tomar decisiones,al procedimiento grupal de redactar leyesy decretos, sin consulta popular, mandan-do a obedecer a asamblestas que tie-nen la obligacin de levantar las manos yaprobar. 11

    Las primeras diferencias con la COB porel tema salarial, los enfrentamientos enCaranavi, en las minas, con algunos sec-tores campesinos en el oriente podan dar

    lugar a pensar en ciertas desavenenciasen el acuerdo MAS-Organizaciones socia-les, fue el Decreto el que caus un fuerterechazo al interior de varios de los movi-

    mientos sobre los que se haba constitui-do la alianza con el MAS.La aprobacin del Decreto No 748 fue elresultado de discusiones ms tcnicas delrgano ejecutivo, sin consulta y sin la pre-paracin para asegurarse su implemen-tacin que se haba realizado con otrasmedidas anteriores. El CONALCAM, oconglomerado de organizaciones socialesque apoyaban el proceso de cambio nofue convocado para el anlisis del proyec-to de decreto, y slo se invit a dialogarcuando las reacciones adversas al decre-to eran pblicas y motivaban marchas ymovilizaciones.El gasolinazo dej al desnudo la debilidadde los vnculos de participacin en las de-cisiones gubernamentales de los denomi-nados movimientos sociales, la conducta

    caudillista y la delimitacin de la toma dedecisiones a un pequeo crculo de poder.Las diferencias entre los movimientossociales y el ejecutivo no son nuevas, re-

    curdese que en casi todas las reunionespara evaluar la gestin, los movimientossociales han pedido la renuncia de variosministros, en especial los del rea tcnicay poltica. El pedido del presidente que lodejen gobernar fue la respuesta a esospedidos. Cuando los movimientos de El

    Alto, la COD e incluso sindicatos cocale-ros se desbordaron en diciembre del ao2010, recin cobra notoriedad la difcil arti-culacin del gobierno con los movimientossociales que lo sostienen.Al nalizar la primera parte de la exposicin,

    podramos llegar a algunas conclusiones:

    a) La reaccin popular contra el gasolina-zo es consecuencia de algunos proce-sos larvados, temidos en el imaginariopopular, y conrmados con la dictacin

    del decreto que eleva el precio de loscombustibles.

    b) El estatismo, la nacionalizacin de loshidrocarburos, el anti neoliberalismo ynalmente la forma cupular de tomar

    decisiones, fueron factores que estu-vieron relacionados con la reaccinfrente al gasolinazo.

    c) En el proceso de adopcin de la me-dida, el gobierno no se vali como en

    el pasado, de la CONALCAM y de susorganismos aliados, en un exceso de

    conanza, que a la postre hizo inviable

    la medida de haberse mantenido

    con desestabilizar el rgimen.

    OTROS FACTORES A TOMAR ENCUENTA

    Existen a nuestro entender, al menos tresfactores que inuyeron en menor me-dida a la fuerza de la protesta, y si bienno tienen la incidencia de los elementosanteriores, han tenido algn efecto en el

    resultado nal. Ellos son: el debilitamien-to de la oposicin regional, la ausencia deespacios institucionales para debatir lamedida, trasladando el conicto a la ca-lle, y el surgimiento en las zonas urbanasdel occidente del pas de organizacionesen especial el MSM que han servidode alguna forma como sostn al rechazodel gasolinazo.EL debilitamiento de la oposicin regional.Los primeros aos de gobierno del MAS,este tuvo que resistir a fuertes embestidasdesde la oposicin regional atrincheradaen las gobernaciones de los Departamen-

    tos que conguraron el CONALDE, en es-

    La sensacin es que el

    caudillismo y el endio-

    samiento de los mxi-

    mos gobernantes los

    ha llevado a creer que

    podan tomar decisio-

    nes sin consultar.

    Garagato II, Martina Noriega, acr/lienzo 1.20 X 0.80 m.

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    pecial Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando.La oposicin luego se traslad a Sucre,por el tema de la capitala, y lleg a tenercaracteres dramticos al punto que hicie-ron peligrar el proceso nacional constitu-

    yente. Las acciones del ao 2008, tomade instituciones, masacres, y luego el ao2009 el descubrimiento de afanes subver-sivos en Santa Cruz, lejos de debilitar algobierno lo fortalecieron, cohesionandoa gran parte de la poblacin de los seisdepartamentos occidentales del pas y alas mayoras quechuas y aymaras de lanacin que perciban que estaba en riesgola unidad nacional.La desacertada posicin de los dirigentes

    regionales en su radicalismo, sirvieron

    para justicar los discursos de integridad

    nacional, de rechazo al separatismo y a la

    posibilidad de trasladar la sede de gobier-no a Sucre. En esas crisis, los movimien-

    tos sociales se unieron slidamente. Fren-

    te a la oligarqua oriental, era fcil unir al

    pas. Una de las tcnicas utilizadas por el

    gobierno para generar unidad tras de sus

    posiciones fue enfrentar a un enemigo,

    real o imaginario. A lo largo del tiempo fue

    el neoliberalismo, el imperialismo, el sepa-

    ratismo, el terrorismo, el racismo.

    Con el exilio de varios dirigentes, la perse-cucin de otros, la claudicacin de varios,as como la destitucin de gobernadoresy alcaldes, el liderazgo regional fue debi-

    litndose, al extremo que fortalecido porlas elecciones de gobernadores, alcaldes,asamblestas y concejales en abril del ao2010, el MAS ha comenzado a controlargran parte de los bastiones de la oposi-cin. Paradjicamente, el debilitamientode la dirigencia poltica conservadora cru-cea, le ha perjudicado ms al gobiernoque a ella misma, al privarle discursiva-mente de un objetivo a quien dirigir el ata-que y generar cohesin interna.

    Al no existir un enemigo slido al frente,la lucha tiende a internalizarse y a buscarotros cauces por donde dirigir las diferen-

    cias y el equilibrio poltico. Probablemente

    este factor ha ayudado a que los movi-mientos sociales se sientan traicionandouna causa o fortaleciendo un supuestoenemigo al enfrentarse al gobierno lidera-do por Evo Morales.

    Ausencia de espacios institucionales paradebatir la medida.Otra situacin paradjica se presenta endiciembre del ao 2010. El MAS tiene dostercios de la Asamblea Legislativa Plurina-cional, maneja las dos Cmaras. Inuye en

    el poder judicial, tiene, excepto dos, todaslas dems gobernaciones. Ha derribado alos alcaldes opositores de Sucre y Potos,y arremete judicialmente contra el alcaldede La Paz. La oposicin no tiene espaciosqu negociar en el rgano legislativo. Estecopamiento del gobierno de los espaciosde debate y decisin, no dejan alternati-

    va para la oposicin a las medidas que lacalle. Una lucha que en La Paz, Cocha-bamba y mucho menos El Alto, habansido desechadas. Era inaudito que en lasede del gobierno o en El Alto se levanta-ran voces contrarias al MAS. Sin embargola gravedad de la medida y la ausencia deespacios institucionales hicieron que lafuerza en la calle comience a revalorizar-se. A eso se suma que los espacios socia-les (como lo era el CONALCAM u otrosde similar naturaleza) de coordinacin yconsulta tampoco funcionaron.

    SURGIMIENTO DE ORGANIZACIONESPOLTICAS DESDE LA IZQUIERDA ENEL OCCIDENTE DEL PAS

    El surgimiento de partidos polticos comoEl MSM en La Paz y Oruro, que ganaronlas alcaldas capitalinas, la AS de RenJoaquino en Potos que gan las elec-ciones municipales, y la insurgencia deUnidad Nacional con fuerza tanto en Co-chabamba como en El Alto, sirvi pararomper el monopolio poltico del MAS enesas ciudades del pas. En un hecho in-dito, la oposicin ya no es la oposicin

    derechista que provena del oriente, sino

    una oposicin de izquierda (AS y MSM) ode centro (UN) que se expresaban comoopositores por primera vez con fuerza enLa Paz, Oruro, El Alto, Cochabamba y Po-

    tos. Atrs han quedado los tiempos enque por oponerse al gobierno los activis-tas eran agredidos en la sede de gobier-no, inclusive en lugares como la zona sur.Como seala Fernando Mayorga, sonrivales y opositores 12 en el sentido queocupan un espacio discursivo parecidoal del gobierno, probablemente sin el tin-te indigenista, pero se oponen al mismoaunque identicndose con el proceso de

    cambio. Estas organizaciones polticas sibien no actuaron directamente inuyeron

    de forma indirecta a travs de los espa-cios de poder municipal que controlan endichas ciudades.

    LA IMPERMEABILIDAD RESPECTO ALA OPOSICIN CONSERVADORA ENLA CRISIS DE DICIEMBRE DEL AO2010

    El ao 2010, fue un ao de enfrenta-miento con la oposicin conservadorapor diferentes temas, como la Ley Marcode Autonomas, las leyes orgnicas, lasdestituciones de alcaldes, gobernadoresy dems acciones judiciales y parajudicia-les para desestabilizar a los opositores.Tambin fue ao de enfrentamiento durocon la prensa a raz de la dictacin de laLey contra toda forma de discriminacin.La accin sistemtica de los medios decomunicacin privada cuestion al gobier-no en una campaa meditica, que sinembargo poco inuy en el fenmeno de

    desgaste presidencial. No se puede negarque han tratado de llevar agua a su molinocon las movilizaciones contra el gasolina-zo, pero en todos los casos jugaron un rolsecundario y poco inuyente. Un ejemplo

    que ilustra la situacin lo puede dar el he-cho que las movilizaciones contra el ga-solinazo en Santa Cruz fueron pobres en

    convocatoria, a diferencia de lo ocurridoen La Paz y El Alto.Pese al duro golpe que ha signicado la

    detencin del general Sanabria en Esta-dos Unidos por temas de narcotrco, o

    las controversiales revelaciones del casoRozsa Flores, o las denuncias de corrup-cin o reversin de tierras a personas liga-das al ocialismo, estos factores, al pare-cer no producen gran desgaste debido ala conciencia de gran parte de la poblacinde que se trata de manipulacin meditica,dirigida durante aos como una verdaderacampaa de oposicin de los medios de

    Al no existir un enemigo slido al frente, la lucha

    tiende a internalizarse y a buscar otros cauces

    por donde dirigir las diferencias y el equilibrio

    poltico. Probablemente este factor ha ayudadoa que los movimientos sociales se sientan trai-

    cionando una causa o fortaleciendo un supuesto

    enemigo al enfrentarse al gobierno liderado por

    Evo Morales.

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    comunicacin, hecho que lleva a suponera gruesos sectores de la poblacin que lainformacin relacionada con esos hechostienen objetivos polticos. El otro factor es

    que el presidente Morales tiene una ima-gen de honradez personal a la que no leafecta lo que le suceda con sus allegados,hecho que se demuestra con el incremen-to del porcentaje de apoyo de la poblacinen el mes de marzo, cuando se dieran aconocer los entretelones de las andanzasdelictivas del general Sanabria, ex jefe deinteligencia de la polica, descubierto enactividades del narcotrco.

    EL DESGASTE DEL LDER

    En un proceso populista como el boliviano,

    cuyo partido gobernante en realidad no es

    un partido orgnico, sino una alianza de di-

    ferentes movimientos sociales que estruc-

    turan una organizacin dbil, el rol del lder

    (en este caso caudillo) es importante, ya

    que juega el rol articulador de la coalicin

    de fuerzas sociales gobernante. Al haber-

    se restringido los mecanismos de partici-

    pacin para la toma de decisiones, natu-

    ralmente la importancia del caudillo crece,

    al extremo de reducir a todo al movimiento

    a la omnmoda voluntad personal.

    Se debe agregar que debido a las carac-tersticas mesinicas que Evo Morales haasumido como lder, habiendo sido ungidoen Tiawanaku, sus decisiones fueron con-sideradas como infalibles y no sujetas acuestionamiento, tal como haba ocurridohasta diciembre del ao 2010.

    La derogatoria de la medida del gasolinazo,

    han afectado profundamente la creencia en

    la infalibilidad del lder no slo de parte de

    los indgenas, sino de gran parte de la po-

    blacin, que por lo menos en el occidente

    del pas no se haban atrevido a cuestionar

    la decisin del primer mandatario.

    Si bien la imagen del presidente ha sidoafectada, peor suerte ha corrido la ima-

    gen del vicepresidente, a quien ademsle cupo desempear de anunciador deldecreto del gasolinazo, aunque en suderogatoria gur el presidente Morales.

    La imagen del MAS como organizacintambin ha resultado daada, en trminosmuchos mayores que la del presidente.No se debe olvidar que la posibilidad decontinuidad del proceso de cambio ra-dica en la continuidad del presidente Mo-rales en el cargo, sin su presencia existela duda que la revolucin democrtica ycultural pueda tener posibilidades de de-sarrollo en el futuro.

    CONCLUSIONES

    1. El gasolinazo no ha puesto en duda la

    estabilidad del gobierno ni la permanen-

    cia del presidente. No se ha llegado acuestionar su permanencia y aunque

    sea formalmente la correlacin de

    fuerzas institucionales no se ha modi-

    cado. La oposicin sigue donde estaba,

    el gobierno maneja casi toda la institu-

    cionalidad pblica del pas. Sin embar-

    go la posibilidad de imponer un proyecto

    hegemnico a largo plazo es algo que

    ya no puede darse por sentado.

    2. Se ha roto la imagen de lder infaliblede la que goz Evo Morales a lo largode cinco aos de ejercicio de la pre-sidencia, una infalibilidad casi mtica.El perl de dirigente sindical que nun-ca retrocede ha sido roto. Primera vezque el gobierno cede signicativamen-te a una medida tomada.

    3. La ausencia de oposicin conservadora

    y regional ha funcionado como un fac-

    tor coadyuvante para avivar el disenso

    y la oposicin desde la parte occidental

    del pas, en la cual la oposicin conser-

    vadora, en especial la del oriente juga-

    ba una funcin catalizadora.

    4. Tres han sido los factores que causa-ron las condiciones de la resistencia algasolinazo: la crisis y desmiticacin

    de la nacionalizacin de los hidrocar-buros; la adopcin de medidas neoli-berales de un gobierno que se asumecomo antineoliberal y, por lo tanto, es-tatista y el distanciamiento en la tomade decisiones entre los movimientossociales y el gobierno nacional.

    5. La situacin creada por el incremento

    en el precio de los hidrocarburos, ha

    persistido pese a que los hidrocarburos

    volvieron al precio previo a la dictacin

    de la medida, lo que ha agravado la es-

    casez de productos alimenticios, la pr-dida del poder adquisitivo del dinero, y

    el encarecimiento de los productos de la

    canasta familiar. Las herencias son mu-

    chas; un pliego petitorio de incremento

    salarial superior al 10%, la demanda de

    incremento del precio del transporte p-

    blico y una escalada inacionaria, que

    aunque moderada, es importante si se

    compara con los ltimos cinco aos.

    6. La lucha poltica ha vuelto a pasar a lascalles en especial en la ciudad de LaPaz y El Alto, debido a la ausencia deespacios institucionales para la resolu-cin de los conictos y el no funciona-miento de instancias de coordinacinentre organismos sociales y gobierno.

    7. Existen principios de una oposicin

    desde el occidente del pas, que con un

    discurso que alude al proceso de cam-

    bio, se diferencia del MAS a quien se

    acusa de inconsecuencia con el mismo.

    8. El gobierno del MAS y su lder hansido afectados severamente en suimagen y credibilidad, pero no a nive-les que generen ingobernabilidad. Loque al parecer queda claro es que unproyecto hegemnico como el que seplantea, con algunos ribetes totalitariosno parece ser posible. Se produce laparadoja que a nivel de la organizacinestatal el MAS tiene predominio casiabsoluto, pero a nivel social ha perdidobastantes espacios, generndose divi-siones, separaciones e inclusive grie-tas y cuestionamientos internos.

    Pareja, Martina Noriega, acr/lienzo O,60 X 1,20 m.

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  • 7/31/2019 El Gasolinazo, tres meses despus

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