El Girasol, un descontaminante ambiental

Por Ing. Roberto Cano Socarras

Debido al constante desarrollo científico técnico del hombre transitamos por el riesgo constante de vernos involucrados en un desastre ecológico, provocado por personas irresponsable o por fenómenos atmosféricos severos, debido a cambios de temperaturas en el planeta, o por puro accidente tecnológico.

Esto es una realidad, como también es, que la Madre Naturaleza, savia al fin, cuenta con su propia defensa, entre ellas, muchas plantas que la protegen como verdaderos Alfiles.

Científicos e Investigadores han comprobado que la descontaminación de la tierra y las aguas, es parte del trabajo constante que realizan algunas plantas, que utilizan como herramienta , las propiedades que poseen algunas raíces, hojas y flores, que para tranquilidad de todos, crecen en varios lugares del mundo. Hoy comentaremos sobre una de ellas.

El girasol (Helianthus Arnous), nombre común de las hierbas anuales y vivaces del género de las familias de las Compuestas. El género, tiene unas 67 especies, se considera nativo de Sudamérica, aunque ahora son patrimonio casi universal.

Pueden medir hasta 3 metros de altura, tienen lígulas amarillas que rodean un disco central de flósculos o flores individuales de color rojo o púrpura.

La orientación de esta planta hacia el sol se debe al crecimiento diferencial del tallo; cuando la iluminación es desigual, el lado sombreado de la planta acumula auxina, un regulador del crecimiento vegetal; esta acumulación hace que la parte sombreada crezca más rápidamente que la soleada, y el tallo se incline hacia el sol.

El Girasol ha adquirido gran valor comercial al obtenerse de éste, aceite comestible de muy buena calidad, la fabricación de jabones, y forraje para el ganado, entre otros.

Pero ponga atención en lo siguiente. Chernobil, Ucrania, república de la extinta URSS. Allí se produjo un accidente nuclear en 1986, catástrofe que contaminó gran parte de ese territorio.

En ese lugar, donde las extensas plantaciones de girasoles cubrían enormes extensiones de terreno, para asombro de los científicos dichas plantaciones en menos de 10 días fueron capaces de absorber el 95 por ciento de dos sustancias radiactivas; (el estroncio y el cesio).¡ Increíble ¡

En esta ciudad de Nuevitas viven cincos adolescentes, que al ser cultivadores de bonsáis y conocer la experiencia ucraniana decidieron dedicarse también a cultivar el girasol.

Ellos se nombran Damaris, Miguelito, Emilitín, Rafelito y Hebercito, todos vecinos de la comunidad La Gloria, que incorporaron a su patio- jardín esta practica y al mismo tiempo disfrutan de las vivencias que le aportan cultivar esta singular planta de bellas flores amarillas como el sol.

Preparar los canteros, sembrar las semillas, verlas germinar y crecer, con la constante preocupación de regarlas, abonarlas, son experiencias que los convierten en mejores jóvenes, aspecto muy importante para las nuevas generaciones, encargadas de garantizar el cuidado del medio ambiente contribuyendo a la concepción de que un mundo mejor es posible.

Pero estos jóvenes tienen propósitos mayores, una vez cosechadas las semillas de girasol, aprovechan la particularidades de estas y las someten al proceso de germinado.

Las semillas germinadas constituyen un alimento muy nutritivo, pues estos brotes están creciendo hasta el momento de masticarlo. Consumirlas garantiza participar en una dieta balanceada y muy sana.

Por eso ello tienen en cuenta el procedimiento correcto para cultivarlas.

¿Cual es el procedimiento para el germinado? 1- Lavar y seleccionar los granos o semillas. 2- Colocarlo en un frasco de vidrio que esté bien limpio.3- Cubrirlo con agua a temperatura ambiente.4- Dejar en remojo hasta que las semillas se hidraten, este proceso depende del tipo de semillas, por lo general 8 horas. 5- Cubrir el pomo con una gasa bien ajustada.6- Colocar el pomo en un lugar oscuro.7- Después de haber transcurrido el tiempo requerido e hidratadas las semillas, eliminar el agua, enjuagarlo y dejarlos dentro del pomo, escurrirlo y sin agua.

Esta operación la repiten al enjuagar los granos y escurrirlos dos o tres veces al día, hasta el quinto día, tiempo en que las germinaciones han desarrollado casi seis veces su tamaño inicial.

Entonces Damaris, Miguelito, Emilitín, Rafelito y Hebercito se sienten satisfechos, saben que contribuyen al cultivo del girasol y se preparan para aprender a convivir con la naturaleza, preservarla es su objetivo, de ahí que inviten a otros adolescentes y jóvenes a incorporarse a esta acción.

Educar a las nuevas generaciones en el cuido del medio ambiente, el uso racional de los recursos y mejorar su hábito de alimentación es garantía para la sucesión del hombre como especie. Cabe preguntarnos ¿Por qué se comportan estos adolescentes así?. Pues muy sencillo, el sistema educacional de Cuba es uno de los mejores del mundo, busca constantemente programas y métodos nuevos que conlleven a alcanzar una cultura general integral.

Esta razón que se esparce entre los lugareños, nos permite apreciar en no pocos jardines y patios el cultivo del girasol, una planta que siempre busca la cara del sol y nos refleja sus hojas amarillas para invitarnos a ser alegres, optimistas, pensar en un futuro apacible y en plena convivencia con la madre Natura.