7/31/2019 EL JOVEN MARX, HACIA UN PENSAMIENTO ARQUEOLGICO

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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE FILOSOFA

CLASICOS DEL PENSAMIENTO MARXISTA I

PROFESOR:

Lic. Leonet Zelaya

ALUMNO:

Rojas Lpez, Jos Gustavo

Ciudad Universitaria, 13 de Junio de 2012

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Y es porque los mrgenes de un libro no estn jams neta ni rigurosamente cortados: ms all del ttulo, las

primeras lneas y el punto final, ms all de su configuracin interna y la forma que lo autonomiza, est

envuelto en un sistema de citas de otros libros, de otros textos, de otras frases como un nudo en una red.

Michel Foucault

El Joven Marx, hacia un pensamiento Arqueolgico.

Antes de aventurarme en mi exposicin he de hacer nfasis en dos puntos a los cual

considero de importancia para dar inicio en la empresa sta, de escribir sobre Marx. A

saber:

1. Que hablar de Marx, o lo que hasta este momento he logrado entender y

leer de l, y

2. Har una relacin con lo que puedo llamar mi bagaje terico, que he idoacumulando en este tiempo y vida universitaria, no sin querer dicho sea de paso-

poner en prctica ese gusto que he encontrado con los filsofos franceses

estructuralistas, lingistas, historiadores y epistemlogos.

Deca Nietzsche que no existan hechos, solamente interpretaciones de hechos,

Foucault acompaaba la misma nocin y le agregaba que todo depende de la

perspectiva que se utilice para ver un hecho, hecho que deja de serlo como tal, y pasa a

ser como lo decimos, interpretamos, modificamos y/o deformamos.

Me viene la inquietud y pienso, que si existen slo interpretaciones, un texto se presta

para incontables interpretaciones, pero, habr una interpretacin a la cual llamar ms

fiel a lo correcto?

Para llevar a cabo este anlisis, los historiadores disponan de instrumentos (libros) de

una parte elaborados por ellos, y de otra parte recibido. Estos instrumentos les haban

permitido distinguir, en el campo de la historia, capas sedimentarias.

Sedimentos que al principio, o casi siempre se mantienen como hechos aislados que se

suceden, que se entrelazan, que sincronizan a su gusto para darle sentido, a lo que

ellos creen la forma ms sana de interpretar al texto. Aqu me traigo a colacin lo que

Adolf Meyer-Abich con sentenciosa intencin deca acerca de las humanidades (y la

historia misma) al tildarlas de Ciencias de papel.

La historia de un concepto no es, en todo y por todo, la de su acendramiento (purificacin) progresiva,

de su racionalidad sin cesar creciente, de su gradiente de abstraccin, sino de diversos campos de

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constitucin y de validez, la de sus reglas sucesivas de uso, de los medios tericos mltiples donde su

elaboracin se ha realizado y acabado. Michel Foucault

La historia del pensamiento, de los conocimientos, de la filosofa, de la literatura,

parece multiplicar las rupturas y buscar todos los erizamientos de la discontinuidad;

mientras que la historia propiamente dicha, la historia a secas, parece borrar, enprovecho de las estructuras ms firmes, la irrupcin de los acontecimientos.

He expuesto para resumir lo anterior, el trabajo tradicional del hacer historia, o el Ser

Historia, para el ojo de costumbre, el pensador de libros en su escritorio, como

encerrado en s, en su mundo. Ahora bien, de qu se trata al final romper con la

tradicin, o, por lo menos que han encontrado estos filsofos a los que hice mencin al

principio.

Hubo un tiempo en que la arqueologa, como disciplina de los monumentos mudos, de

los rastros inertes, de los objetos sin contexto y de las cosas dejadas por el pasado,tenda a la historia y no adquira sentido sino por la restitucin de un discurso histrico;

podra decirse, jugando un poco con las palabras, que, en nuestros das, la historia

tiende a la arqueologa, a la descripcin intrnseca del monumento.

Este ultimo fragmento que en un momento encontr, y sumado a mi experiencia nueva

con textos de Karl Marx, y sobre todo su pensamiento, y ms an, su pensamiento

acerca de otros pensares, me dio la pauta de realizar (o intentarlo en todo caso) una

relacin del trabajo realizado por el joven Marx como un arquelogo original del

pensamiento, de los textos de sus antecesores y de contemporneos suyos a la vez,

trabajo que rompe los lmites de la tradicin de leer, opinar, criticar, aprobar o

desaprobar textos por textos.

Marx se dar la tarea de viajar perspicazmente hacia el contexto donde se escribe lo que

analiza, como arquelogo que al descubrir ruinas monta una escena contextual que dio

vida a tal obra; como buen fillogo tambin nuestro autor tiene un sentido claro del

momento en que una palabra vio luz, estaba de voga su especial utilizacin, su

significado primero, los sentidos que sufre en un proceso evolutivo, y con qu valor se

encuentra en su actualidad. Lo que quiero hacer ver, segn mis experiencias directas

con l por lo menos en sus Glosas Crticas y su Cuarto Manuscrito en el resumen delcaptulo final de la Fenomenologa del Espritu de Hegel y no dudara en extenderlo a

toda su obra de juventud y madurez, es ver ese desplazamiento de herramientas

tericas que superan la historia, y las ciencias de papel, y le dan ese carcter de ciencia

tal vez no exacta, pero s altamente rigurosa.

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joven, originalidad que lo hace hacer un pensador original, como la historia lo ha

reconocido, y como lo reconocemos.