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El entendimiento de la lengua ibérica rompe con el origen etimológico establecido y el método académico de su incomprensión.
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El LENGUAJE IBRICO
ORIGEN ETIMOLGICO DEL CASTELLANO:
EL SILABARIO Y LOS VERBOS
Abelardo Lpez Prez
En efecto, el smbolo es el origen de la escritura. El verbo se halla
implcito en el smbolo y as lo manifiesta el mundo griego en una copa
tica del siglo V a. de C. del Museo Arqueolgico Nacional de Atenas.
Bajo el alfabeto jnico se representa una serie de puntos y eses seriadas. La
serie de puntos determina el verbo conceder: convenir en lo que uno dice
o afirma. Y las eses seriadas determinan el verbo clamar: emitir la
palabra de manera grave y solemne. A todo esto se le aade la hoja de
hiedra, smbolo de la unin.
Con toda propiedad literal, en esta copa tica, se concede y se clama la
unin de un sistema de escritura, el alfabeto jnico. Smbolos que comparte
la cultura ibrica con pleno sentido conceptual manifestando la capacidad
de conjugar los verbos con la misma propiedad intelectual que el mundo
griego. Es en las propias lenguas que penden del collar de la Dama de
Elche donde se profesa el verdadero intelecto cultural ibrico, ya que
dichas lenguas, smbolo de la palabra (facultad de expresar el
pensamiento por medio del lenguaje), estn circundadas por una serie de
puntos, smbolo del verbo conceder: convenir en lo que uno dice o
afirma.
Copa tica.
La cultura ibrica adopta estilos y conceptos del mundo griego, pero
no representa a los griegos. La cultura ibrica adopta un sistema de
escritura pero no una lengua.
2
El valor propio o forma independiente que demuestra el silabario
ibrico, puede aplicarse a otros signos y smbolos muy presentes en la
numismtica ibrica y celtibrica. Lo que permite elaborar una lectura
epigrfica ms amplia justificando una sustancial y reveladora correlacin
simblica.
El silabario ibrico presume de conjugar verbalmente. Una de las dos
variantes silabas son verbos:
D (da) presente indicativo del verbo dar: (l) da.
& (de) presente indicativo del verbo conceder: (l) concede.
Y (di) pretrito perfecto del verbo dar: (yo) di.
O (do) presente indicativo: (l) condona.
(du) presente indicativo del verbo conducir: (l) conduce.
Sinnimo de conduce es: gobierna, manda, rige. Y su elemento
simblico determinante bien puede ser el timn, ya que su cualidad
trascendental es la de conducir: gobernar, mandar o regir la embarcacin.
El timn es una simbologa empleada en la moneda acuada en S
Kese (Tarraco, Tarragona) donde tambin acua ases con la silaba
du tras la cabeza del personaje.
Cuando la se sita seguido de la silaba, conjuga gramaticalmente
con su respectivo verbo.
DR (dar) dar, entregar.
&R (der) conceder.
yR (dir) decir, dictar.
OR (dor) condonar, perdonar.
R (dur) conducir: gobernar, mandar, regir.
Caso especial es cuando la vibrante se sita seguido de la vocal a
ar aR ordena, o or R ordeno y e er R ordene.
Referente a la silaba de, no se trata de una preposicin. El sinnimo
de d es concede. El verbo conceder se representa con el smbolo
3
determinante de puntos seriados. De hecho, ya hemos comprobado la
simbiosis entre smbolo y escritura en la copa tica del siglo V a. C., y la
simbiosis entre smbolos en el collar de la Dama de Elche. En la
iconografa de la pintura vascular del levante los puntos seriados
intervienen en el discurso simblico estructurando todo un lenguaje. Como
resultado narrativo de esta serie de puntos: junto a la flor de cuatro ptalos,
concede la vida; junto al roleo simple, concede un alzamiento; junto a la
estrella, concede la regencia, y junto a la hoja de hiedra, concede la unin.
Todo ello se halla sobre cermicas que incluso comparten modelo imitado
de importacin griega, por lo que contiene algo ms que una similitud
formal, ya que tambin sincretiza la percepcin de un smil entendimiento
simblico con el mundo griego. Referente a las eses seriadas que
determinan el verbo clamar (emitir la palabra de manera grave y
solemne), la Cultura Ibrica manifiesta su proverbial significado al situarlas
linealmente ocupando espacios del mismo modo que los epigrficos en la
pintura vascular de Liria.
Simbiosis epigrfica y simblica en la cermica de Liria.
El por qu el lenguaje ibrico utiliza un sistema dual o dos variantes
silbicas con un mismo signo tiene una explicacin muy reveladora. Y
puede corresponder tanto a la serie variante oclusiva sorda como sonora. La
variante oclusiva sonora, da, de, di, do, du, son verbos, mientras que su
variante oclusiva sorda, ta, te, ti, to, tu, no son verbos, suenan tal cual
componiendo la frase deseada. Lo mismo podemos decir de las silabas con
oclusivas sonoras, ba, be, bi, bo, bu, ya que son verbos, mientras que su
variante oclusiva sorda, pa, pe, pi, po, pu, no los son. Continuando con esta
dinmica gramatical la silabas oclusivas sordas ka, ke, ki. Ko, ku, son
verbos, mientras que las oclusivas sonoras, ga, ge, gi, go, gu, no los son, y
suenan tal cual.
Cuando en un texto se repite seguidamente la misma silaba conjuga
una frase o palabra. Por ejemplo, el texto kekebeste presente en la falcata
4
del Museo de Prehistoria de Valencia, bien puede mencionar una frase
compuesta por dos palabras: kege- y -beste. El sinnimo de queje es: gima
(llore, clame, implore, etc.). Para la siguiente segmentacin -beste, nuestra
propia lengua nos dice que veste es: vestido, lo que sirve para cubrir el
cuerpo humano. La importancia de este acto en la antigedad se acrecienta
con el verbo vestir expuesto en el arma por excelencia de los beros.
Vestir: guarnecer o cubrir una cosa con otra. Exornar una especie con
galas retoricas. Aqu, en esta falcata se clama guarnecer o cubrir. El resto
del texto completa el mensaje expresado en una de las armas ms
engalanadas de la Cultura Ibrica. Nuestro propio diccionario nos dice que
armar es vestir o poner a uno armas ofensivas o defensivas.
El contexto de la silaba d al final del sintagma nominal manifiesta
su sinnimo concede. Mientras que la te al final del sintagma nominal es
dativo o acusativo sin preposicin del pronombre personal de segunda
persona singular. En la misma falcata la frase se extiende: kekebeste
ekiarte. Ekiar es interpretado como el verbo echar1, por lo que conjugan
gramaticalmente con las dos terminaciones silbicas, con la interpretacin
de la de: concede echar; y con la te: echarte.
El verbo ekiar conjuga gramaticalmente con la interpretacin de la
silaba de escrita con un signo diferente (T) en otro texto escrito en la
cermica de Liria (P. 13,27,III)2, donde se escribe la frase separada por
puntos: ;TR; de ekiar concede echar. En dicha cermica, una jarreta
globular de cuello estrecho, se muestra una decoracin figurada muy
reveladora, dos personajes gesticulan frente a frente y seguidamente un
jinete parte amenazante con lanza en alto.
La silaba c ka, est o no haciendo referencia a la abreviatura de la
ceca en cuestin, debe permitir conjugar con la simbologa que le
acompaa. El contexto sociopoltico elegido es primordial y la palabra
seleccionada permitir analizar su interpretacin. De esta manera
hallaremos uno de los verbos ms influyentes y significativos de la historia
sociopoltica y religiosa de la humanidad. Dicha palabra se integra en el
verbo acatar: tributar homenaje de sumisin y respeto.
En los anversos de la ceca de Kaiskata (Cascante, Navarra) la silaba c
ka se halla delante del personaje barbado, y detrs un arado, smbolo
ejecutivo. La lectura hara referencia a la de acatar la labor ejecutiva, o lo
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que es lo mismo, tributar homenaje de sumisin y respeto al sistema
ejecutivo encargado de llevar a efecto leyes, ordenes, acuerdos y gestiones.
No en vano, la silaba ka se inscribe en su toponimia dos veces, y lo
ciertos es que se manifiesta una conjugacin gramatical interesante en la
segmentacin kais- = acatis.
En denarios, ases, semis y cuadrantes de la ceca de Turiasu (Tarazona,
Zaragoza), acompaando a la cabeza del personaje se halla la silaba c
ka. En los denarios se halla junto a la media luna, smbolo de la nacin,
tributando homenaje de sumisin y respeto a la nacin de Turiasu. La
silaba c ka tambin se halla junto a la letra z s sinnimo de es3,
permitiendo un argumento narrativo de: acatar la sucesin.
z (S) es = existe; sucede.
Incluso la c en los ases de Turiasu se muestra guardando narrativa
junto al delfn: acata el dominio. En esta ceca la ka tambin aparece
conjugando con la silaba du, en este orden: c tras la cabeza, z bajo la
cabeza, y frente a la cabeza, acompaado por delfines. En conjunto, en
el mismo as de Turiasu se menciona: acata la sucesin, gobierna los
dominios.
As de Turiasu.
La dinmica de la interpretacin del silabario con la consonante k,
permite en un primer intento interpretar la silaba ke como acate, y la
silaba ko como acato. Sin descartar la interpretacin de algn sinnimo
de acata para dichas silabas, como por ejemplo acepta para la ke.
c (ka) acata.
k (ko) acato.
(ke) acate.
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La ceca de S kese (Cese, Tarraco, Tarragona) contiene una lectura
muy coherente conjugando con el verbo imperativo: actese.
El llamado sufijo -sken por la historiografa convencional, muy
presente en leyendas de las cecas del norte del Ebro, as como en la ceca
del sureste peninsular hlNKN Ikalkunsken, por estar aplicada a nombres de tribus o ciudades se le considera un genitivo plural (de los).
Nada ms lejos de la realidad, aunque s contiene un sentido de pluralidad,
su interpretacin tiene una lectura verbal muy significativa para el estado
emisor de la moneda: sucesin acaten.
(s) sucesin.
K N (ken) acaten.
Para la silaba ku observo que se halla en muchas ocasiones
conjugando con la consonante n (-kun), indicando pluralidad en el
verbo. No solo en la ceca de Ikalkunsken, sino al final de la frase escritas
en tselas de hospitalidad como la de La Caridad (Caminreal, Teruel).
Dado el contexto sociopoltico presente, en la epigrafa ibrica en
general, en la tsera de hospitalidad y en especial en la numismtica, el
verbo ms inmediato para la silaba ku es acuerdo: Resolucin tomada
por varias personas y en especial por una junta, asamblea o tribunal.
Sinnimo de acuerdo es: pacto y tratado. El vocablo kun indica la
pluralidad del verbo acordar: acuerdan. Recordemos la funcin de las
tseras de hospitalidad como un documento donde se formulan tratados o
acuerdos. Y en la ceca de Ikalkunsken, -kun- le contina una s
interpretada como sucesin -kuns-: acuerdan sucesin, y seguidamente
la pluralidad del verbo acate (-ken), acaten: tributen homenaje de sumisin
y respeto.
Y es que el contexto sociopoltico se halla presente incluso en
epigrafas inscritas en una imagen divina. Dicha imagen se delata
claramente con la representacin de alas. Se trata de una figurita de bronce
hallada en El Barco de vila (vila) que muestra en su reverso una
escritura de tres frases separadas, en cuyo texto final dice: zc ska. La
interpretacin mantenida sera: acata la sucesin. En el reverso de esta
divinidad se tributa homenaje de sumisin y respeto a la sucesin.
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Esta correlacin divina y regia se halla fuertemente presente en la
numismtica de la ciudad de Cstulo (Cazlona, Jan) simbolizada por la
esfinge. Para fusionar esos dos conceptos, gobierno y religin, en un poder
teocrtico, tan slo es necesario fusionar al len con la divinidad, o lo que
es lo mismo, la cabeza de la divinidad o del rey divinizado y el cuerpo del
len. Como resultado obtendramos una esfinge, una composicin
simblica heterognea que comparte lo real con lo ideal para establecer
conceptos. Pues en reversos de ases de Cstulo acompaando a la esfinge y
a la estrella tambin se halla la silaba ko k. Aqu la lectura interpretativa
del presente indicativo del verbo acatar (yo) acato: tributo homenaje de
sumisin y respeto al gobierno y la religin de Cstulo.
As de Cstulo
Sin lugar a dudas la epigrafa conjuga con la interpretacin simblica
afirmando el significado de la esfinge. Es ms, la estrella tambin participa
en la lectura tanto iconogrfica como epigrficamente corroborando su
propio significado. La estrella simboliza al regente, la silaba bo tambin
se representa con una estrella . Por lo que la silaba bo tambin puede
interpretarse como un sinnimo del verbo regir, presumiblemente del
presente indicativo: (yo) rijo.
Recordemos el significado del signario silbico con la consonante b3
donde la ambigedad analgica del verbo va nos traduce la forma verbal
de dirigirse, sinnimo de regir o gobernar (entre otras muchas: administrar,
mandar, regentar, acaudillar, capitanear etc.).
be (ve) = ve; regente.
B ba (va) = va; regenta.
Bn ban (van) = van; regidos o gobernados.
BR bar (bar) = regentar.
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Referente a la silaba I bi no cabe duda de su conjugacin con el
verbo ver, ya que se puede confirmar con una expresin muy elocuente
escrita en una copa tica de figuras rojas de hacia el 375 a. C. La copa fue
hallada en Ensrune (Hraut, Francia) y conserva parte de su decoracin:
un personaje femenino alado que viste chiton bordado; al pie de un
segundo personaje; grecas, damero y palmeta (Dubosse 2007, n 259). La
lectura dice: IlX (MLH II. B. 1.13A)4 bigilako. La interpretacin
dice claramente vigila, seguido de la silaba ko, acato. El acatamiento
hace referencia a vigilar, velar sobre una persona o cosa.
Segn Dubosse el texto (b.1.13a) se halla sobre una lnea incisa
serpentiforme. La clave sobre lo que hay que vigilar se halla incisa junto al
texto. La lnea serpentiforme o lnea ondulada determina el smbolo
altercado. Dicha determinacin est basada en un hecho trascendental: una
lnea ondulada expresa movimiento, y cuando ese movimiento se refleja
con ondulaciones ms pronunciadas se manifiesta una alteracin. Una
alteracin es un altercado, una disputa. Y as es como lo refleja la cultura
ibrica y celtibrica ante escenas blicas.
Para analizar la interpretacin de la silaba bu, considero intervenir
en los textos ms oportunos, donde conjugue la palabra seleccionada con
verbos ya identificados. Dicha palabra considero que se halla integrada en
el presente indicativo del verbo volver, (yo) vuelvo, cuyo sinnimo es
cambio. Cuando la silaba bu va acompaada por la se lee bur y se
interpreta cambiar. Uno de estos textos oportunos es el hallado escrito en
una roca, identificado como Pan.Escri. 5.1 Guils de Cerdanya5: ypBN
(bu) cambio.
yp(dir) dictar.
BN (van) van.
Textualmente dicen: van a dictar el cambio.
En el anverso de la ceca de SaU Bursau (Borja, Zaragoza) se
muestra la silaba bu tras la efigie barbada del personaje y delante un
delfn. La interpretacin simblica y epigrfica compone la frase: vuelvo
el dominio. En el propio nombre de la ceca bien puede intervenir el verbo
S- bur volver sucesin. Para la vocal U u considero que debe de
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tener un valor aadido propio. Tambin considero interesante su posible
presencia en forma de dardo, alzado en manos del jinete representado en la
moneda de Arsaos (Regin Navarra), ya que dicha vocal sera manipulada
como un arma arrojadiza.
En una jarra cermica se halla un texto (MLH. E. 1.159)4 corto pero
muy explcito: S busi. Aqu el verbo volver se halla junto al adverbio
s, afirmando un cambio o vuelta. El adverbio de afirmacin s con
los signos invertidos para leerse de derecha a izquierda, se puede transcribir
en el Plomo I de la Bastida de les Alcusses (Mojente, Valencia),
concretamente en seis ocasiones. Se trata de un plomo escrito por ambos
lados en alfabeto ibrico meridional, considerado un documento comercial
con un listado de nombres propios. Pues en dicho documento se menciona
en tres ocasiones la silaba ku (acuerdo), y en cuatro ocasiones la
silaba du (gobierno), una de ellas acompaada por la R
(gobernar). La silaba h ka (acata) aparece en dieciocho ocasiones, de
las cuales dos estn acompaadas por la n hN y trece veces por la
hr. La silaba h ka ms la N se pronuncia kan y se interpreta:
acatan. La silaba h ms la R se pronuncia hR kar y se interpreta:
acatar.
Las palabras verbales de acata y acatar se hallan implcitas en la tsera
de hospitalidad de Huete (Fosos de Bayona, Cuenca) revelando su
irrefutable interpretacin. El texto expresado en dos lneas dice: libia-ka
kortika-kar lIac kpycR.
Segn recopila J. Ramn Rivera (2015) del banco de datos de lenguas
paleohispnicas Hesperia: La palabra libiaka (tambin en SP. 02. 02.
(k.0.4.) es una adjetivo femenino que deriva del nombre de lugar Libia, en
nominativo singular, formado por el sufijo de deribacin ko- en su
variante iako-. Con respecto a kortika hay que sealar que tambin se
encuentra en SO, 06 (K.23), 2 y Gu.01, donde es sustantivo, al que Jordn
le da un significado de pblico. Por otra parte kar es una abreviatura
de la palabra que denomina el documento o el contrato. Para Almagro-
Gorbea la traduccin podra ser: Tsera de hospitalidad libiaca (de
Libia). A libiaka y kortika los considera adjetivos atributivos de kar,
quizs abreviacin de Kauro, un sustantivo en genitivo singular. La
traduccin queda como: Amistad pblica libiense.
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El texto no parece hacer uso del sistema dual de escritura, pues
presenta tanto coherencias como incoherencias en el empleo de los
silabogramas. As, son coherentes el uso de ko1, para go y de ti1 para ti.
Sin embargo son incoherentes ka1, silabograma simple para la secuencia
con sorda en libiaka, en kortica y en kar.
Respecto de la ciudad a la que hace referencia esta tsera, existe
una ciudad Libia atestiguada en el Itinerario de Antonino 394.2 y a
partir del tnico Libienses que da Plinio III, 3 24 y se localiza en
Herramlluri (La Rioja).
Pues bien, aqu la ciudad de Libia acata, verbo que se justifica con la
al final del texto -kar, acatar: tributar homenaje de sumisin y respeto.
Pero lo que tambin es verdaderamente revelador es que esta tsera tenga
forma de toro, ya que el toro en el mundo antiguo no es el consagrado,
sino el consagrante, lo que permite vincularlo a un hecho con poder de
transustanciacin o de conversin, de transformar en el acto de la
consagracin. Una consagracin divina o institucional, por dios, por ley o
por tradicin, que permite la sacralidad del dios y lugar, por un lado, y la
conmemoracin consagrada de un acto ritual, por otro (Lpez Prez, A.
2009). La simbiosis entre el smbolo y la epigrafa no deja lugar a dudas, es
un texto consagrado a la ciudad de Libia donde se tributa homenaje de
sumisin y respeto.
Con respecto a kortica prefiero leer kordiga, por lo que recoge la
expresin del verbo decir: diga, sinnimo de publique o informe. Por lo
que dada la funcin de este soporte que anuncia el acuerdo de una
comunidad urbana, es muy posible que exprese el trmino de acordada:
documento de comprobacin que una oficina pblica enva a otra.
Tsera de hospitalidad de Huete (Cuenca).
Espero haber resuelto algo ms que una denominacin, variante o
incoherencia en el empleo de los silabogramas. Y para comprender mejor
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la diferencia entre una oclusiva sorda o sonora, pondr un buen ejemplo de
repeticin de oclusivas que conjugan con el silabograma ka y ko que se
halla en la leyenda levantina ibrica del plomo del Solaig (Bech,
Castelln) cPkzcR karkoskar (MLH, F. 7.1)4. Para la silaba kos, lo
ms coherente es que trate de una oclusiva sonora -gos, conjugando
gramaticalmente con kar-. Por lo que permite la interpretacin y lectura
de la palabra cargos, que conjuntamente con el verbo acatar -kar del final
de la lectura permite la coherente y reveladora frase: acatar cargos.
c (Ka) acata.
(ke) acate.
k (ko) acato.
cR (kar) acatar.
cN (kan) acatan.
N (ken) acaten.
Otro dato importante de adaptacin epigrfica se halla impreso en la
leyenda de la ceca de Carteia (Guadarranque, Algeciras, Cdiz) de hacia el
50 a. C., ya que est escrita en romano, pero el significado es ibrico y lo
escribe de cuatro formas diferentes carteia: acatarte ya (tributarte ya
homenaje de sumisin y respeto); carte: acatarte (tributarte homenaje de
sumisin y respeto); kar; car: acatar (tributar homenaje de sumisin y
respeto). No en vano, los anversos de la ceca de Carteia muestra
representada indistintamente a tres divinidades: Jpiter, Mercurio y
Hrcules.
Recordemos, el bero adopta un sistema de escritura, no una lengua. Y
no por casualidad Carteia est considerada la primera colonia romana
establecida fuera de Italia, convirtindose en la Colonia Libertinorum
Carteia, segn Tito Livio en el ao 171 a. C.
Las coherencias interpretativas se suceden. Otra lectura del plomo de
Orley VI, La Vall dUix (Castelln), hallado en contexto funerario en el
interior de una crtera de la tumba II de la necrpolis de dicho lugar. El
texto en concreto es el F. 9.6 del MLH de Untermann4. El mismo plomo al
que ya mencion en mi ltimo trabajo extrayendo la frase boto da se ice3
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ODz interpretada como un texto sociopoltico: hice saber el voto de
juramento. Y que directamente se traduce como: hice dase voto.
En este plomo se transcriben dos adverbios que conjugan
gramaticalmente con lo interpretado. Al final de dicho texto se conservan
claramente ocho signos y el inicio de otro, identificado por varios autores
como una posible . Con mi segmentacin y lectura dice: q a Bq a
or ke ia bar ai. La interpretacin no tiene desperdicio: ordeno acate ya
regentar ah.
q (or) ordeno.
(ke) acate.
a (ia) ya.
Bq (bar) regentar.
a (ai) ah.
Para no poner en duda la presencia del adverbio ah en la escritura
ibrica, realizar una breve interpretacin escrita en el plomo Orleyl VII
(MLH, F.9.7A)4, procedente tambin del interior de la crtera de la tumba
II de la necrpolis de la Punta dOrleyl. En dicho plomo se repite, nada
menos, que 18 veces la expresin ai. Pero una de ellas me ha llamado
poderosamente la atencin, ya que incluso se repite en otro plomo (Orleyl
V) hallado en el fondo exterior de la misma crtera. Se trata de una frase,
que como todas las dems, se halla separada por puntos: ODz
boto dase ai voto dase ah.
O (boto) voto.
Dz (dase) dase.
(ai) ah.
Otros ejemplos de coherencia interpretativa se hallan escritos en dos
ejemplares de la vajilla ibrica argntea de Abengibre (Albacete),
(Inventario del Museo Arqueolgico Nacional nms. 38215 y 38218),
donde se muestran sendos textos, ledos de derecha a izquierda, que
comienzan con la misma frase: Nqr ai dur ben (los signos
originales se hallan mirando hacia la izquierda):
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(ai) ah.
r (dur) gobernar.
qN (ben) ven.
Literalmente dice: Ven a gobernar ah. Ven a gobernar el lugar.
El ibrico aparentemente no dispone de la letra muda h, pero resulta
muy revelador que se traduzca en los casos donde acompaa a la i
conjugando la aspiracin en el adverbio ah (ai) y en el verbo hice
(ice) , un fonema /h/ en ibrico traducido en el verbo echar (ekiar)
aR, donde se sustituye la i por la h presente en la silaba ki .
Referente a la silaba ki, para averiguar su valor verbal es
necesario comenzar por contrastar interpretaciones en los textos ms
cortos. Uno de estos textos se halla inciso en una cermica campaniense
procedente de Ensrune (Hraut, Francia) (en Maluquer de Motes, 1968).
El texto (B. 1.106)4 y diki, comienza con el verbo decir, dictar o
jurar. El verbo elegido para la silaba ki debe de contener dicha silaba,
una seleccin minuciosa de nuestro lenguaje castellano apunta hacia el
verbo aquietar, en el que est incluido su sinnimo apaciguar.
Literalmente en la cermica campaniense de Ensrune se mencionara:
dicta apacigua.
Otro caso se halla inciso en una crtera campaniense hallada en el
mismo lugar de Ensrune (dem.). El texto (B. 1.106)4
p arki,
mencionara la orden de apaciguar: ar- = ordena, -ki = apacigua.
El texto siguiente es ms extenso y se halla inciso en un plomo (P 3,
195 Tivissa)6 donde las frases estn separadas por puntos, y una de ellas
dice as: zlqStqocN;
zl (sal) sal.
(ai) ah.
q(ar) ordena.
(ki) apaciguar.
S(s) sucesin.
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tq(der) conceder.
o (o).
cN(kan) acatan.
Referente a la silaba O do interpretada como presente indicativo del
verbo condonar: (l) condona. Resulta muy significativa la lectura de la
referencia CE8, 301. 5AL-albufereta7: ORoz
OR (dor) condonar.
oz (os) os.
Literalmente dice condonaros. O lo que es los mismo, remitiros una
pena o deuda. El sufijo /os/ determina la forma gramatical de futuro.
Otra frase interesante se halla en el texto transcrito en la publicacin
ActaNum 21-23, p. 93 Untermann B: ORSN9
OR (dor) condonar.
SN 9 (sincere) sincere.
Otro caso interesante por su dualidad interpretativa se halla inciso en
un nfora hallada en Ensrune (Hraut, Francia), MLH II, B.1.3304: Yor
Y (di) dicta.
OR (dor).
Aqu se puede traducir la frase dicta perdonar una pena o deuda, o
si juntamos las letras tambin dice dictador.
Por cierto, el smbolo que determina al dictamen es un cordn en
torsin. As lo manifiesta el correlato narrativo en el discurso iconogrfico
ibrico de smbolos como la torsin del alambre en el torques y en pies de
fbulas celtibricas que, nos hace comprender esa realidad, ya que dicha
torsin es la producida por girar los dos extremos de una cosa flexible en
sentido inverso u opuesto. La palabra torsin es accin y efecto de torcer,
acepcin verbal que expresa el mudar la voluntad o el dictamen de alguno.
Lo cierto es que sobran explicaciones, con lo expuesto es suficiente
para hacer comprender la existencia de todo un cdigo lingstico,
15
epigrfico y simblico, visualizado a travs de nuestra propia Cultura
Ibrica, capaz de afirmar una verdad demostrable. Un teorema que es
avalado por nuestro propio lenguaje, la voz de nuestra ms profunda
identidad cultural, el Castellano. Y cualquier otro camino ser negarse a la
comprensin del lenguaje ibrico, negar la conciencia de un destino comn,
de unidad, de origen y de historia.
TABLA DE EQUIVALENCIAS VERBALES BERO-CASTELLANAS
SIGNARIO TRADUCCION INTERPRETACION VERBO SINONIMO
I BA VA IR REGENTA
BE VE IR; VER REGENTE
I BI VI VER
BO RIJO DIRIJO
REGIR DIRIGIR
REGENTO
BU VUELVO VOLVER CAMBIO
d DA DA DAR ENTREGA
& DE CONCEDE CONCEDER ENTREGE y DI DI DECIR;DAR JURA,DICTA
O DO CONDONA CONDONAR PERDONA
DU CONDUCE CONDUCIR GOBIERNA
c KA ACATA ACATAR TRIBUTA
KE ACATE ACATAR TRIBUTE
KI AQUIETA AQUIETAR APACIGUAR
k KO ACATO ACATAR TRIBUTO
KU ACUERDO ACORDAR TRATADO
aR AR ORDENA ORDENAR MANDA
oR OR ORDENO ORDENAR MANDO
R ER ORDENE ORDENAR MANDE
aR EKIAR ECHAR ECHAR DEPONER
dR KITAR QUITAR QUITAR LIBERAR
zalR SALIR SALIR SALIR LIBRARSE
ad ATA ATA ATAR LIGAR
BRDN APARTAN APARTAN APARTAR ABANDONAN
BRa PARA PARA PARAR DETENER
laR BELAR VELAR VELAR CUSTODIAR
Il BIGILA VIGILA VIGILAR OBSERVA
RR ERIR HERIR HERIR MUERTE
z ES SUCEDE SUCEDER SUCESIN z SE SABE SABER DOMINIO
ICE HICE HACER OBR
ADVERVIOS
a IA YA TIEMPO
a AI AH LUGAR
S SI S AFIRMACIN
16
Bibliografa
Dubosse, C. (2007): Ensrune (Nissan-lez-Ensrune, Hraut). Les
cramiques grecques et de type grec dans leurs contextes (VIe- IVes. av.
n..), CNRS, Lattes.
Lpez Prez, A. (2008), El cdigo ibrico, Revista de Arqueologa
n 321, Madrid. 36-45.
Lpez Prez, A. (2009): El simbolismo del toro. Revista de
Arqueologa n 337, pp. 24-33. Madrid.
Lpez Prez, A. (2011): Cdigos de lectura en el Mundo Ibrico.
Revista de Arqueologa n 364, pp.44-49. Madrid.
Lazaro Mengod, A. Mesado Oliver, N. Aranegui Gasco C. y Fletcher
Valls, D. (1981): Materiales de la necrpolis de Orley (La Vall dUx,
Castelln). Servicio de investigacin prehistrica, Diputacin Provincial
de Valencia, serie de trabajos varios Nm. 70.
Maluquer de Motes, J. (1968): Epigrafa prelatina de la Pennsula
Ibrica, Barcelona.
Rivera Fernndez, J. Ramn (2015): De Tartessos a Iberia. Alrededor
de su epigrafa religiosa. Editorial Crculo Rojo. Impreso en Espaa-Unin
Europea.
Nota
(1) EKIAR: LA TRANSCRIPCIN DE UN VERBO IBRICO. ICONOTEOREMA
iconoteorema.blogspot.com
(2) Ferrer Jan, Joan i Escriv Torres, Vicent: 2013: "Quatre noves
inscripcions ibriques pintades procedents de Llria": Palaeohispnica
- revista sobre lenguas y culturas de la Hispania antigua: 13 p.461-
482 .
17
(3) El lenguaje ibrico origen etimolgico del castellano: ir y ver; dar
y decir. (www.descendenciafilial.blogspot.com).
(4) MLH: Untermann, J.: Monumenta Linguarum Hispanicarum,
Wiesbaden. I Die Mnzlegenden, 1975. II Die iberischen Inschriften
aus Sudfrankreicht, 1980. III Die iberischen Inschriften aus Spanien,
1990.
(5) Pan.Escri.1999 (La Escritura ibrica en Catalua y su contexto
socioeconmico: siglos V-I a. C.).
(6) Palaeohispnica - revista sobre lenguas y culturas de la Hispania
antigua.
(7) Chronica Epigraphica (Palaeohispnica - revista sobre lenguas y
culturas de la Hispania antigua).
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Agradezco la pronta informacin facilitada por Carme Jimnez
Huertas sobre el soporte de un texto, as como a su web
www.ibers.cat., y a la excelente aplicacin de bsqueda programada
para la investigacin de la escritura ibrica de Joan Vilaseca,
http://cathalaunia.org/ibr/ibr.