El LENGUAJE IBÉRICO ORIGEN ETIMOLÓGICO DEL CASTELLANO: EL SILABARIO Y LOS VERBOS

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El entendimiento de la lengua ibérica rompe con el origen etimológico establecido y el método académico de su incomprensión.

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    El LENGUAJE IBRICO

    ORIGEN ETIMOLGICO DEL CASTELLANO:

    EL SILABARIO Y LOS VERBOS

    Abelardo Lpez Prez

    En efecto, el smbolo es el origen de la escritura. El verbo se halla

    implcito en el smbolo y as lo manifiesta el mundo griego en una copa

    tica del siglo V a. de C. del Museo Arqueolgico Nacional de Atenas.

    Bajo el alfabeto jnico se representa una serie de puntos y eses seriadas. La

    serie de puntos determina el verbo conceder: convenir en lo que uno dice

    o afirma. Y las eses seriadas determinan el verbo clamar: emitir la

    palabra de manera grave y solemne. A todo esto se le aade la hoja de

    hiedra, smbolo de la unin.

    Con toda propiedad literal, en esta copa tica, se concede y se clama la

    unin de un sistema de escritura, el alfabeto jnico. Smbolos que comparte

    la cultura ibrica con pleno sentido conceptual manifestando la capacidad

    de conjugar los verbos con la misma propiedad intelectual que el mundo

    griego. Es en las propias lenguas que penden del collar de la Dama de

    Elche donde se profesa el verdadero intelecto cultural ibrico, ya que

    dichas lenguas, smbolo de la palabra (facultad de expresar el

    pensamiento por medio del lenguaje), estn circundadas por una serie de

    puntos, smbolo del verbo conceder: convenir en lo que uno dice o

    afirma.

    Copa tica.

    La cultura ibrica adopta estilos y conceptos del mundo griego, pero

    no representa a los griegos. La cultura ibrica adopta un sistema de

    escritura pero no una lengua.

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    El valor propio o forma independiente que demuestra el silabario

    ibrico, puede aplicarse a otros signos y smbolos muy presentes en la

    numismtica ibrica y celtibrica. Lo que permite elaborar una lectura

    epigrfica ms amplia justificando una sustancial y reveladora correlacin

    simblica.

    El silabario ibrico presume de conjugar verbalmente. Una de las dos

    variantes silabas son verbos:

    D (da) presente indicativo del verbo dar: (l) da.

    & (de) presente indicativo del verbo conceder: (l) concede.

    Y (di) pretrito perfecto del verbo dar: (yo) di.

    O (do) presente indicativo: (l) condona.

    (du) presente indicativo del verbo conducir: (l) conduce.

    Sinnimo de conduce es: gobierna, manda, rige. Y su elemento

    simblico determinante bien puede ser el timn, ya que su cualidad

    trascendental es la de conducir: gobernar, mandar o regir la embarcacin.

    El timn es una simbologa empleada en la moneda acuada en S

    Kese (Tarraco, Tarragona) donde tambin acua ases con la silaba

    du tras la cabeza del personaje.

    Cuando la se sita seguido de la silaba, conjuga gramaticalmente

    con su respectivo verbo.

    DR (dar) dar, entregar.

    &R (der) conceder.

    yR (dir) decir, dictar.

    OR (dor) condonar, perdonar.

    R (dur) conducir: gobernar, mandar, regir.

    Caso especial es cuando la vibrante se sita seguido de la vocal a

    ar aR ordena, o or R ordeno y e er R ordene.

    Referente a la silaba de, no se trata de una preposicin. El sinnimo

    de d es concede. El verbo conceder se representa con el smbolo

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    determinante de puntos seriados. De hecho, ya hemos comprobado la

    simbiosis entre smbolo y escritura en la copa tica del siglo V a. C., y la

    simbiosis entre smbolos en el collar de la Dama de Elche. En la

    iconografa de la pintura vascular del levante los puntos seriados

    intervienen en el discurso simblico estructurando todo un lenguaje. Como

    resultado narrativo de esta serie de puntos: junto a la flor de cuatro ptalos,

    concede la vida; junto al roleo simple, concede un alzamiento; junto a la

    estrella, concede la regencia, y junto a la hoja de hiedra, concede la unin.

    Todo ello se halla sobre cermicas que incluso comparten modelo imitado

    de importacin griega, por lo que contiene algo ms que una similitud

    formal, ya que tambin sincretiza la percepcin de un smil entendimiento

    simblico con el mundo griego. Referente a las eses seriadas que

    determinan el verbo clamar (emitir la palabra de manera grave y

    solemne), la Cultura Ibrica manifiesta su proverbial significado al situarlas

    linealmente ocupando espacios del mismo modo que los epigrficos en la

    pintura vascular de Liria.

    Simbiosis epigrfica y simblica en la cermica de Liria.

    El por qu el lenguaje ibrico utiliza un sistema dual o dos variantes

    silbicas con un mismo signo tiene una explicacin muy reveladora. Y

    puede corresponder tanto a la serie variante oclusiva sorda como sonora. La

    variante oclusiva sonora, da, de, di, do, du, son verbos, mientras que su

    variante oclusiva sorda, ta, te, ti, to, tu, no son verbos, suenan tal cual

    componiendo la frase deseada. Lo mismo podemos decir de las silabas con

    oclusivas sonoras, ba, be, bi, bo, bu, ya que son verbos, mientras que su

    variante oclusiva sorda, pa, pe, pi, po, pu, no los son. Continuando con esta

    dinmica gramatical la silabas oclusivas sordas ka, ke, ki. Ko, ku, son

    verbos, mientras que las oclusivas sonoras, ga, ge, gi, go, gu, no los son, y

    suenan tal cual.

    Cuando en un texto se repite seguidamente la misma silaba conjuga

    una frase o palabra. Por ejemplo, el texto kekebeste presente en la falcata

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    del Museo de Prehistoria de Valencia, bien puede mencionar una frase

    compuesta por dos palabras: kege- y -beste. El sinnimo de queje es: gima

    (llore, clame, implore, etc.). Para la siguiente segmentacin -beste, nuestra

    propia lengua nos dice que veste es: vestido, lo que sirve para cubrir el

    cuerpo humano. La importancia de este acto en la antigedad se acrecienta

    con el verbo vestir expuesto en el arma por excelencia de los beros.

    Vestir: guarnecer o cubrir una cosa con otra. Exornar una especie con

    galas retoricas. Aqu, en esta falcata se clama guarnecer o cubrir. El resto

    del texto completa el mensaje expresado en una de las armas ms

    engalanadas de la Cultura Ibrica. Nuestro propio diccionario nos dice que

    armar es vestir o poner a uno armas ofensivas o defensivas.

    El contexto de la silaba d al final del sintagma nominal manifiesta

    su sinnimo concede. Mientras que la te al final del sintagma nominal es

    dativo o acusativo sin preposicin del pronombre personal de segunda

    persona singular. En la misma falcata la frase se extiende: kekebeste

    ekiarte. Ekiar es interpretado como el verbo echar1, por lo que conjugan

    gramaticalmente con las dos terminaciones silbicas, con la interpretacin

    de la de: concede echar; y con la te: echarte.

    El verbo ekiar conjuga gramaticalmente con la interpretacin de la

    silaba de escrita con un signo diferente (T) en otro texto escrito en la

    cermica de Liria (P. 13,27,III)2, donde se escribe la frase separada por

    puntos: ;TR; de ekiar concede echar. En dicha cermica, una jarreta

    globular de cuello estrecho, se muestra una decoracin figurada muy

    reveladora, dos personajes gesticulan frente a frente y seguidamente un

    jinete parte amenazante con lanza en alto.

    La silaba c ka, est o no haciendo referencia a la abreviatura de la

    ceca en cuestin, debe permitir conjugar con la simbologa que le

    acompaa. El contexto sociopoltico elegido es primordial y la palabra

    seleccionada permitir analizar su interpretacin. De esta manera

    hallaremos uno de los verbos ms influyentes y significativos de la historia

    sociopoltica y religiosa de la humanidad. Dicha palabra se integra en el

    verbo acatar: tributar homenaje de sumisin y respeto.

    En los anversos de la ceca de Kaiskata (Cascante, Navarra) la silaba c

    ka se halla delante del personaje barbado, y detrs un arado, smbolo

    ejecutivo. La lectura hara referencia a la de acatar la labor ejecutiva, o lo

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    que es lo mismo, tributar homenaje de sumisin y respeto al sistema

    ejecutivo encargado de llevar a efecto leyes, ordenes, acuerdos y gestiones.

    No en vano, la silaba ka se inscribe en su toponimia dos veces, y lo

    ciertos es que se manifiesta una conjugacin gramatical interesante en la

    segmentacin kais- = acatis.

    En denarios, ases, semis y cuadrantes de la ceca de Turiasu (Tarazona,

    Zaragoza), acompaando a la cabeza del personaje se halla la silaba c

    ka. En los denarios se halla junto a la media luna, smbolo de la nacin,

    tributando homenaje de sumisin y respeto a la nacin de Turiasu. La

    silaba c ka tambin se halla junto a la letra z s sinnimo de es3,

    permitiendo un argumento narrativo de: acatar la sucesin.

    z (S) es = existe; sucede.

    Incluso la c en los ases de Turiasu se muestra guardando narrativa

    junto al delfn: acata el dominio. En esta ceca la ka tambin aparece

    conjugando con la silaba du, en este orden: c tras la cabeza, z bajo la

    cabeza, y frente a la cabeza, acompaado por delfines. En conjunto, en

    el mismo as de Turiasu se menciona: acata la sucesin, gobierna los

    dominios.

    As de Turiasu.

    La dinmica de la interpretacin del silabario con la consonante k,

    permite en un primer intento interpretar la silaba ke como acate, y la

    silaba ko como acato. Sin descartar la interpretacin de algn sinnimo

    de acata para dichas silabas, como por ejemplo acepta para la ke.

    c (ka) acata.

    k (ko) acato.

    (ke) acate.

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    La ceca de S kese (Cese, Tarraco, Tarragona) contiene una lectura

    muy coherente conjugando con el verbo imperativo: actese.

    El llamado sufijo -sken por la historiografa convencional, muy

    presente en leyendas de las cecas del norte del Ebro, as como en la ceca

    del sureste peninsular hlNKN Ikalkunsken, por estar aplicada a nombres de tribus o ciudades se le considera un genitivo plural (de los).

    Nada ms lejos de la realidad, aunque s contiene un sentido de pluralidad,

    su interpretacin tiene una lectura verbal muy significativa para el estado

    emisor de la moneda: sucesin acaten.

    (s) sucesin.

    K N (ken) acaten.

    Para la silaba ku observo que se halla en muchas ocasiones

    conjugando con la consonante n (-kun), indicando pluralidad en el

    verbo. No solo en la ceca de Ikalkunsken, sino al final de la frase escritas

    en tselas de hospitalidad como la de La Caridad (Caminreal, Teruel).

    Dado el contexto sociopoltico presente, en la epigrafa ibrica en

    general, en la tsera de hospitalidad y en especial en la numismtica, el

    verbo ms inmediato para la silaba ku es acuerdo: Resolucin tomada

    por varias personas y en especial por una junta, asamblea o tribunal.

    Sinnimo de acuerdo es: pacto y tratado. El vocablo kun indica la

    pluralidad del verbo acordar: acuerdan. Recordemos la funcin de las

    tseras de hospitalidad como un documento donde se formulan tratados o

    acuerdos. Y en la ceca de Ikalkunsken, -kun- le contina una s

    interpretada como sucesin -kuns-: acuerdan sucesin, y seguidamente

    la pluralidad del verbo acate (-ken), acaten: tributen homenaje de sumisin

    y respeto.

    Y es que el contexto sociopoltico se halla presente incluso en

    epigrafas inscritas en una imagen divina. Dicha imagen se delata

    claramente con la representacin de alas. Se trata de una figurita de bronce

    hallada en El Barco de vila (vila) que muestra en su reverso una

    escritura de tres frases separadas, en cuyo texto final dice: zc ska. La

    interpretacin mantenida sera: acata la sucesin. En el reverso de esta

    divinidad se tributa homenaje de sumisin y respeto a la sucesin.

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    Esta correlacin divina y regia se halla fuertemente presente en la

    numismtica de la ciudad de Cstulo (Cazlona, Jan) simbolizada por la

    esfinge. Para fusionar esos dos conceptos, gobierno y religin, en un poder

    teocrtico, tan slo es necesario fusionar al len con la divinidad, o lo que

    es lo mismo, la cabeza de la divinidad o del rey divinizado y el cuerpo del

    len. Como resultado obtendramos una esfinge, una composicin

    simblica heterognea que comparte lo real con lo ideal para establecer

    conceptos. Pues en reversos de ases de Cstulo acompaando a la esfinge y

    a la estrella tambin se halla la silaba ko k. Aqu la lectura interpretativa

    del presente indicativo del verbo acatar (yo) acato: tributo homenaje de

    sumisin y respeto al gobierno y la religin de Cstulo.

    As de Cstulo

    Sin lugar a dudas la epigrafa conjuga con la interpretacin simblica

    afirmando el significado de la esfinge. Es ms, la estrella tambin participa

    en la lectura tanto iconogrfica como epigrficamente corroborando su

    propio significado. La estrella simboliza al regente, la silaba bo tambin

    se representa con una estrella . Por lo que la silaba bo tambin puede

    interpretarse como un sinnimo del verbo regir, presumiblemente del

    presente indicativo: (yo) rijo.

    Recordemos el significado del signario silbico con la consonante b3

    donde la ambigedad analgica del verbo va nos traduce la forma verbal

    de dirigirse, sinnimo de regir o gobernar (entre otras muchas: administrar,

    mandar, regentar, acaudillar, capitanear etc.).

    be (ve) = ve; regente.

    B ba (va) = va; regenta.

    Bn ban (van) = van; regidos o gobernados.

    BR bar (bar) = regentar.

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    Referente a la silaba I bi no cabe duda de su conjugacin con el

    verbo ver, ya que se puede confirmar con una expresin muy elocuente

    escrita en una copa tica de figuras rojas de hacia el 375 a. C. La copa fue

    hallada en Ensrune (Hraut, Francia) y conserva parte de su decoracin:

    un personaje femenino alado que viste chiton bordado; al pie de un

    segundo personaje; grecas, damero y palmeta (Dubosse 2007, n 259). La

    lectura dice: IlX (MLH II. B. 1.13A)4 bigilako. La interpretacin

    dice claramente vigila, seguido de la silaba ko, acato. El acatamiento

    hace referencia a vigilar, velar sobre una persona o cosa.

    Segn Dubosse el texto (b.1.13a) se halla sobre una lnea incisa

    serpentiforme. La clave sobre lo que hay que vigilar se halla incisa junto al

    texto. La lnea serpentiforme o lnea ondulada determina el smbolo

    altercado. Dicha determinacin est basada en un hecho trascendental: una

    lnea ondulada expresa movimiento, y cuando ese movimiento se refleja

    con ondulaciones ms pronunciadas se manifiesta una alteracin. Una

    alteracin es un altercado, una disputa. Y as es como lo refleja la cultura

    ibrica y celtibrica ante escenas blicas.

    Para analizar la interpretacin de la silaba bu, considero intervenir

    en los textos ms oportunos, donde conjugue la palabra seleccionada con

    verbos ya identificados. Dicha palabra considero que se halla integrada en

    el presente indicativo del verbo volver, (yo) vuelvo, cuyo sinnimo es

    cambio. Cuando la silaba bu va acompaada por la se lee bur y se

    interpreta cambiar. Uno de estos textos oportunos es el hallado escrito en

    una roca, identificado como Pan.Escri. 5.1 Guils de Cerdanya5: ypBN

    (bu) cambio.

    yp(dir) dictar.

    BN (van) van.

    Textualmente dicen: van a dictar el cambio.

    En el anverso de la ceca de SaU Bursau (Borja, Zaragoza) se

    muestra la silaba bu tras la efigie barbada del personaje y delante un

    delfn. La interpretacin simblica y epigrfica compone la frase: vuelvo

    el dominio. En el propio nombre de la ceca bien puede intervenir el verbo

    S- bur volver sucesin. Para la vocal U u considero que debe de

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    tener un valor aadido propio. Tambin considero interesante su posible

    presencia en forma de dardo, alzado en manos del jinete representado en la

    moneda de Arsaos (Regin Navarra), ya que dicha vocal sera manipulada

    como un arma arrojadiza.

    En una jarra cermica se halla un texto (MLH. E. 1.159)4 corto pero

    muy explcito: S busi. Aqu el verbo volver se halla junto al adverbio

    s, afirmando un cambio o vuelta. El adverbio de afirmacin s con

    los signos invertidos para leerse de derecha a izquierda, se puede transcribir

    en el Plomo I de la Bastida de les Alcusses (Mojente, Valencia),

    concretamente en seis ocasiones. Se trata de un plomo escrito por ambos

    lados en alfabeto ibrico meridional, considerado un documento comercial

    con un listado de nombres propios. Pues en dicho documento se menciona

    en tres ocasiones la silaba ku (acuerdo), y en cuatro ocasiones la

    silaba du (gobierno), una de ellas acompaada por la R

    (gobernar). La silaba h ka (acata) aparece en dieciocho ocasiones, de

    las cuales dos estn acompaadas por la n hN y trece veces por la

    hr. La silaba h ka ms la N se pronuncia kan y se interpreta:

    acatan. La silaba h ms la R se pronuncia hR kar y se interpreta:

    acatar.

    Las palabras verbales de acata y acatar se hallan implcitas en la tsera

    de hospitalidad de Huete (Fosos de Bayona, Cuenca) revelando su

    irrefutable interpretacin. El texto expresado en dos lneas dice: libia-ka

    kortika-kar lIac kpycR.

    Segn recopila J. Ramn Rivera (2015) del banco de datos de lenguas

    paleohispnicas Hesperia: La palabra libiaka (tambin en SP. 02. 02.

    (k.0.4.) es una adjetivo femenino que deriva del nombre de lugar Libia, en

    nominativo singular, formado por el sufijo de deribacin ko- en su

    variante iako-. Con respecto a kortika hay que sealar que tambin se

    encuentra en SO, 06 (K.23), 2 y Gu.01, donde es sustantivo, al que Jordn

    le da un significado de pblico. Por otra parte kar es una abreviatura

    de la palabra que denomina el documento o el contrato. Para Almagro-

    Gorbea la traduccin podra ser: Tsera de hospitalidad libiaca (de

    Libia). A libiaka y kortika los considera adjetivos atributivos de kar,

    quizs abreviacin de Kauro, un sustantivo en genitivo singular. La

    traduccin queda como: Amistad pblica libiense.

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    El texto no parece hacer uso del sistema dual de escritura, pues

    presenta tanto coherencias como incoherencias en el empleo de los

    silabogramas. As, son coherentes el uso de ko1, para go y de ti1 para ti.

    Sin embargo son incoherentes ka1, silabograma simple para la secuencia

    con sorda en libiaka, en kortica y en kar.

    Respecto de la ciudad a la que hace referencia esta tsera, existe

    una ciudad Libia atestiguada en el Itinerario de Antonino 394.2 y a

    partir del tnico Libienses que da Plinio III, 3 24 y se localiza en

    Herramlluri (La Rioja).

    Pues bien, aqu la ciudad de Libia acata, verbo que se justifica con la

    al final del texto -kar, acatar: tributar homenaje de sumisin y respeto.

    Pero lo que tambin es verdaderamente revelador es que esta tsera tenga

    forma de toro, ya que el toro en el mundo antiguo no es el consagrado,

    sino el consagrante, lo que permite vincularlo a un hecho con poder de

    transustanciacin o de conversin, de transformar en el acto de la

    consagracin. Una consagracin divina o institucional, por dios, por ley o

    por tradicin, que permite la sacralidad del dios y lugar, por un lado, y la

    conmemoracin consagrada de un acto ritual, por otro (Lpez Prez, A.

    2009). La simbiosis entre el smbolo y la epigrafa no deja lugar a dudas, es

    un texto consagrado a la ciudad de Libia donde se tributa homenaje de

    sumisin y respeto.

    Con respecto a kortica prefiero leer kordiga, por lo que recoge la

    expresin del verbo decir: diga, sinnimo de publique o informe. Por lo

    que dada la funcin de este soporte que anuncia el acuerdo de una

    comunidad urbana, es muy posible que exprese el trmino de acordada:

    documento de comprobacin que una oficina pblica enva a otra.

    Tsera de hospitalidad de Huete (Cuenca).

    Espero haber resuelto algo ms que una denominacin, variante o

    incoherencia en el empleo de los silabogramas. Y para comprender mejor

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    la diferencia entre una oclusiva sorda o sonora, pondr un buen ejemplo de

    repeticin de oclusivas que conjugan con el silabograma ka y ko que se

    halla en la leyenda levantina ibrica del plomo del Solaig (Bech,

    Castelln) cPkzcR karkoskar (MLH, F. 7.1)4. Para la silaba kos, lo

    ms coherente es que trate de una oclusiva sonora -gos, conjugando

    gramaticalmente con kar-. Por lo que permite la interpretacin y lectura

    de la palabra cargos, que conjuntamente con el verbo acatar -kar del final

    de la lectura permite la coherente y reveladora frase: acatar cargos.

    c (Ka) acata.

    (ke) acate.

    k (ko) acato.

    cR (kar) acatar.

    cN (kan) acatan.

    N (ken) acaten.

    Otro dato importante de adaptacin epigrfica se halla impreso en la

    leyenda de la ceca de Carteia (Guadarranque, Algeciras, Cdiz) de hacia el

    50 a. C., ya que est escrita en romano, pero el significado es ibrico y lo

    escribe de cuatro formas diferentes carteia: acatarte ya (tributarte ya

    homenaje de sumisin y respeto); carte: acatarte (tributarte homenaje de

    sumisin y respeto); kar; car: acatar (tributar homenaje de sumisin y

    respeto). No en vano, los anversos de la ceca de Carteia muestra

    representada indistintamente a tres divinidades: Jpiter, Mercurio y

    Hrcules.

    Recordemos, el bero adopta un sistema de escritura, no una lengua. Y

    no por casualidad Carteia est considerada la primera colonia romana

    establecida fuera de Italia, convirtindose en la Colonia Libertinorum

    Carteia, segn Tito Livio en el ao 171 a. C.

    Las coherencias interpretativas se suceden. Otra lectura del plomo de

    Orley VI, La Vall dUix (Castelln), hallado en contexto funerario en el

    interior de una crtera de la tumba II de la necrpolis de dicho lugar. El

    texto en concreto es el F. 9.6 del MLH de Untermann4. El mismo plomo al

    que ya mencion en mi ltimo trabajo extrayendo la frase boto da se ice3

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    ODz interpretada como un texto sociopoltico: hice saber el voto de

    juramento. Y que directamente se traduce como: hice dase voto.

    En este plomo se transcriben dos adverbios que conjugan

    gramaticalmente con lo interpretado. Al final de dicho texto se conservan

    claramente ocho signos y el inicio de otro, identificado por varios autores

    como una posible . Con mi segmentacin y lectura dice: q a Bq a

    or ke ia bar ai. La interpretacin no tiene desperdicio: ordeno acate ya

    regentar ah.

    q (or) ordeno.

    (ke) acate.

    a (ia) ya.

    Bq (bar) regentar.

    a (ai) ah.

    Para no poner en duda la presencia del adverbio ah en la escritura

    ibrica, realizar una breve interpretacin escrita en el plomo Orleyl VII

    (MLH, F.9.7A)4, procedente tambin del interior de la crtera de la tumba

    II de la necrpolis de la Punta dOrleyl. En dicho plomo se repite, nada

    menos, que 18 veces la expresin ai. Pero una de ellas me ha llamado

    poderosamente la atencin, ya que incluso se repite en otro plomo (Orleyl

    V) hallado en el fondo exterior de la misma crtera. Se trata de una frase,

    que como todas las dems, se halla separada por puntos: ODz

    boto dase ai voto dase ah.

    O (boto) voto.

    Dz (dase) dase.

    (ai) ah.

    Otros ejemplos de coherencia interpretativa se hallan escritos en dos

    ejemplares de la vajilla ibrica argntea de Abengibre (Albacete),

    (Inventario del Museo Arqueolgico Nacional nms. 38215 y 38218),

    donde se muestran sendos textos, ledos de derecha a izquierda, que

    comienzan con la misma frase: Nqr ai dur ben (los signos

    originales se hallan mirando hacia la izquierda):

  • 13

    (ai) ah.

    r (dur) gobernar.

    qN (ben) ven.

    Literalmente dice: Ven a gobernar ah. Ven a gobernar el lugar.

    El ibrico aparentemente no dispone de la letra muda h, pero resulta

    muy revelador que se traduzca en los casos donde acompaa a la i

    conjugando la aspiracin en el adverbio ah (ai) y en el verbo hice

    (ice) , un fonema /h/ en ibrico traducido en el verbo echar (ekiar)

    aR, donde se sustituye la i por la h presente en la silaba ki .

    Referente a la silaba ki, para averiguar su valor verbal es

    necesario comenzar por contrastar interpretaciones en los textos ms

    cortos. Uno de estos textos se halla inciso en una cermica campaniense

    procedente de Ensrune (Hraut, Francia) (en Maluquer de Motes, 1968).

    El texto (B. 1.106)4 y diki, comienza con el verbo decir, dictar o

    jurar. El verbo elegido para la silaba ki debe de contener dicha silaba,

    una seleccin minuciosa de nuestro lenguaje castellano apunta hacia el

    verbo aquietar, en el que est incluido su sinnimo apaciguar.

    Literalmente en la cermica campaniense de Ensrune se mencionara:

    dicta apacigua.

    Otro caso se halla inciso en una crtera campaniense hallada en el

    mismo lugar de Ensrune (dem.). El texto (B. 1.106)4

    p arki,

    mencionara la orden de apaciguar: ar- = ordena, -ki = apacigua.

    El texto siguiente es ms extenso y se halla inciso en un plomo (P 3,

    195 Tivissa)6 donde las frases estn separadas por puntos, y una de ellas

    dice as: zlqStqocN;

    zl (sal) sal.

    (ai) ah.

    q(ar) ordena.

    (ki) apaciguar.

    S(s) sucesin.

  • 14

    tq(der) conceder.

    o (o).

    cN(kan) acatan.

    Referente a la silaba O do interpretada como presente indicativo del

    verbo condonar: (l) condona. Resulta muy significativa la lectura de la

    referencia CE8, 301. 5AL-albufereta7: ORoz

    OR (dor) condonar.

    oz (os) os.

    Literalmente dice condonaros. O lo que es los mismo, remitiros una

    pena o deuda. El sufijo /os/ determina la forma gramatical de futuro.

    Otra frase interesante se halla en el texto transcrito en la publicacin

    ActaNum 21-23, p. 93 Untermann B: ORSN9

    OR (dor) condonar.

    SN 9 (sincere) sincere.

    Otro caso interesante por su dualidad interpretativa se halla inciso en

    un nfora hallada en Ensrune (Hraut, Francia), MLH II, B.1.3304: Yor

    Y (di) dicta.

    OR (dor).

    Aqu se puede traducir la frase dicta perdonar una pena o deuda, o

    si juntamos las letras tambin dice dictador.

    Por cierto, el smbolo que determina al dictamen es un cordn en

    torsin. As lo manifiesta el correlato narrativo en el discurso iconogrfico

    ibrico de smbolos como la torsin del alambre en el torques y en pies de

    fbulas celtibricas que, nos hace comprender esa realidad, ya que dicha

    torsin es la producida por girar los dos extremos de una cosa flexible en

    sentido inverso u opuesto. La palabra torsin es accin y efecto de torcer,

    acepcin verbal que expresa el mudar la voluntad o el dictamen de alguno.

    Lo cierto es que sobran explicaciones, con lo expuesto es suficiente

    para hacer comprender la existencia de todo un cdigo lingstico,

  • 15

    epigrfico y simblico, visualizado a travs de nuestra propia Cultura

    Ibrica, capaz de afirmar una verdad demostrable. Un teorema que es

    avalado por nuestro propio lenguaje, la voz de nuestra ms profunda

    identidad cultural, el Castellano. Y cualquier otro camino ser negarse a la

    comprensin del lenguaje ibrico, negar la conciencia de un destino comn,

    de unidad, de origen y de historia.

    TABLA DE EQUIVALENCIAS VERBALES BERO-CASTELLANAS

    SIGNARIO TRADUCCION INTERPRETACION VERBO SINONIMO

    I BA VA IR REGENTA

    BE VE IR; VER REGENTE

    I BI VI VER

    BO RIJO DIRIJO

    REGIR DIRIGIR

    REGENTO

    BU VUELVO VOLVER CAMBIO

    d DA DA DAR ENTREGA

    & DE CONCEDE CONCEDER ENTREGE y DI DI DECIR;DAR JURA,DICTA

    O DO CONDONA CONDONAR PERDONA

    DU CONDUCE CONDUCIR GOBIERNA

    c KA ACATA ACATAR TRIBUTA

    KE ACATE ACATAR TRIBUTE

    KI AQUIETA AQUIETAR APACIGUAR

    k KO ACATO ACATAR TRIBUTO

    KU ACUERDO ACORDAR TRATADO

    aR AR ORDENA ORDENAR MANDA

    oR OR ORDENO ORDENAR MANDO

    R ER ORDENE ORDENAR MANDE

    aR EKIAR ECHAR ECHAR DEPONER

    dR KITAR QUITAR QUITAR LIBERAR

    zalR SALIR SALIR SALIR LIBRARSE

    ad ATA ATA ATAR LIGAR

    BRDN APARTAN APARTAN APARTAR ABANDONAN

    BRa PARA PARA PARAR DETENER

    laR BELAR VELAR VELAR CUSTODIAR

    Il BIGILA VIGILA VIGILAR OBSERVA

    RR ERIR HERIR HERIR MUERTE

    z ES SUCEDE SUCEDER SUCESIN z SE SABE SABER DOMINIO

    ICE HICE HACER OBR

    ADVERVIOS

    a IA YA TIEMPO

    a AI AH LUGAR

    S SI S AFIRMACIN

  • 16

    Bibliografa

    Dubosse, C. (2007): Ensrune (Nissan-lez-Ensrune, Hraut). Les

    cramiques grecques et de type grec dans leurs contextes (VIe- IVes. av.

    n..), CNRS, Lattes.

    Lpez Prez, A. (2008), El cdigo ibrico, Revista de Arqueologa

    n 321, Madrid. 36-45.

    Lpez Prez, A. (2009): El simbolismo del toro. Revista de

    Arqueologa n 337, pp. 24-33. Madrid.

    Lpez Prez, A. (2011): Cdigos de lectura en el Mundo Ibrico.

    Revista de Arqueologa n 364, pp.44-49. Madrid.

    Lazaro Mengod, A. Mesado Oliver, N. Aranegui Gasco C. y Fletcher

    Valls, D. (1981): Materiales de la necrpolis de Orley (La Vall dUx,

    Castelln). Servicio de investigacin prehistrica, Diputacin Provincial

    de Valencia, serie de trabajos varios Nm. 70.

    Maluquer de Motes, J. (1968): Epigrafa prelatina de la Pennsula

    Ibrica, Barcelona.

    Rivera Fernndez, J. Ramn (2015): De Tartessos a Iberia. Alrededor

    de su epigrafa religiosa. Editorial Crculo Rojo. Impreso en Espaa-Unin

    Europea.

    Nota

    (1) EKIAR: LA TRANSCRIPCIN DE UN VERBO IBRICO. ICONOTEOREMA

    iconoteorema.blogspot.com

    (2) Ferrer Jan, Joan i Escriv Torres, Vicent: 2013: "Quatre noves

    inscripcions ibriques pintades procedents de Llria": Palaeohispnica

    - revista sobre lenguas y culturas de la Hispania antigua: 13 p.461-

    482 .

  • 17

    (3) El lenguaje ibrico origen etimolgico del castellano: ir y ver; dar

    y decir. (www.descendenciafilial.blogspot.com).

    (4) MLH: Untermann, J.: Monumenta Linguarum Hispanicarum,

    Wiesbaden. I Die Mnzlegenden, 1975. II Die iberischen Inschriften

    aus Sudfrankreicht, 1980. III Die iberischen Inschriften aus Spanien,

    1990.

    (5) Pan.Escri.1999 (La Escritura ibrica en Catalua y su contexto

    socioeconmico: siglos V-I a. C.).

    (6) Palaeohispnica - revista sobre lenguas y culturas de la Hispania

    antigua.

    (7) Chronica Epigraphica (Palaeohispnica - revista sobre lenguas y

    culturas de la Hispania antigua).

    --------

    Agradezco la pronta informacin facilitada por Carme Jimnez

    Huertas sobre el soporte de un texto, as como a su web

    www.ibers.cat., y a la excelente aplicacin de bsqueda programada

    para la investigacin de la escritura ibrica de Joan Vilaseca,

    http://cathalaunia.org/ibr/ibr.