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El Mahamrityunjaya Mantra

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Page 1: El Mahamrityunjaya Mantra

El Mahamrityunjaya proviene del Krishna Yajur-veda, en el que

Mrityunjaya es un nombre de Shiva, el gran

yogui, conquistador de la muerte.

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Los mantras tienen un gran poder, y según Swami Satyananda, pueden lle-gar a cambiar el destino. Es el caso

del Mahamrityunjaya, cuyo nombre está compuesto de las palabras sánscritas maha (grande), mrityu (muerte), y jaya (victoria). Este mantra consta de 34 aksharas, sonidos eternos (literalmente indestructibles), y es el siguiente:

Om trayambakam yajaahmahesugandhim pushtivardhanam,urvaarukamiva bandhanaan

mrityormuksheeya maamritat.

Reverenciamos al Señor Shiva de los tres ojos, quien está eternamente en un estado de suprema beatitud, y sostiene a todos los seres vivos. Como el cohombro se libera y cae de su pedúnculo, que él nos libere del ciclo eterno de nacimiento y muerte, y nos

lleve hacia la inmortalidad.

Beneficios de cantar el MahamrityunjayaEl mantra Mahamrityunjaya es una potente combinación de sonidos que si se repiten con fe, dedicación y perseverancia durante un tiempo, se dice que conduce no sólo a superar el miedo a la muerte, sino a vencer a la muerte en sí, es decir al moksha, la libera-ción, por lo que también se le suele llamar el moksha mantra. Su recitación es estimulan-te y da calor, a diferencia, por ejemplo, del Gayatri mantra, que es calmante y refrescan-

te. Además, confiere longevidad, cura enfer-medades y protege frente a energías negati-vas, creando un escudo protector alrededor del practicante. Se le atribuye el poder de acabar con la miseria y destruir obstáculos para la realización de los deseos. Si se canta siete veces cada noche, antes de dormir, ase-gura un buen sueño libre de pesadillas.

OrigenEl Mahamrityunjaya proviene del Krishna Yajur-veda, en el que Mrityunjaya es un nom-bre de Shiva, el gran yogui, conquistador de la muerte. Shiva es también prateek, o sím-bolo de la consciencia, y tiene tres aspectos: el pacífico, santi roopa; el furibundo, raudra roopa; y el absorto en la meditación, dhya-anastha roopa. En el Mahamrityunjaya, su aspecto es el de raudra, el furibundo y des-tructivo.

Este mantra fue revelado a rishi Vashishtha cuando estaba en profunda me-ditación. Se encuentra en el Shree Rudra Prashanaha (Las preguntas de Rudra), en el capítulo 50 del Taittriya upanishad. También se menciona en diferentes sitios de los Rig-veda, Yajur-veda y Sama-veda. En realidad, el mantra en sí esta compuesto por mantras de tres vedas; el Rig-veda (mandal 7, capítu-lo 59, mantra 12), el Yajur-veda (capítulo 3, mantra 12), y el Atharve-veda (mandal 14, capítulo 1, mantra 17).

También se encuentra en algunos tex-tos de ayurveda, como en el Prakriti Khanda de Brahma Vaivarta Purana, en el que se dice

El Mahamrityunjaya mantra, la puerta hacia la inmortalidad

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43ARTE Y CIENCIA DE LA SALUD

que Sri Krishna transmitió el Mahamrityunjaya a la esposa de Sage Angira. En el Sati khand de Shiva Purana, Shukracharya (el gurú de los demonios) llama a este mantra Mrita Sanjeevani Vidya (el conocimiento que lleva a la vida eterna).

El canto del MahamrityunjayaEl mejor momento para cantar este mantra es cuando se tiene el estómago vacío o casi vacío. Para la recitación, se puede sostener un mala* de 108 cuentas en la mano dere-cha a la altura del corazón, en el centro del pecho (el kshetram o punto reflejo de anaha-ta chakra). Lo mejor es utilizar el propio japa mala, pero también se puede usar cualquier otro. El mantra se canta 108 veces a un ritmo constante.

Si se hace en grupo, uno de los partici-pantes debe llevar la iniciativa, y repetir una o dos veces el mantra antes de empezar para marcar el ritmo, la velocidad y la entonación, antes de que se le unan los demás. La perso-na que lleva el ritmo debe asegurarse de que no se pierde ni la entonación ni la regularidad durante toda la recitación.

Pronunciación, respiración, velocidad y entonaciónEs importante que la pronunciación sea co-rrecta, algo que, aunque al principio puede parecer complicado, no lo es en absoluto.

El mantra se canta normalmente en dos partes, con una inhalación después de la segunda línea para que resulte más cómodo,

fluido y suene mejor. No obstante, también se puede cantar en una sola respiración, aunque en general, eso suele resultar difícil.

Sea cual sea la velocidad escogida, hay que asegurarse de que es constante de principio a fin, para crear una cadencia sin-cronizada y melodiosa que eleve la mente y el espíritu.

Todos los que participan deben intentar que su voz se confunda con la de los demás, y así conseguir una atmósfera apacible y re-lajante. Excepto la de la persona que guía el mantra, ninguna voz debe sobresalir. Durante la recitación, es frecuente que la gente se in-trovierta o se canse de cantar, lo que a me-nudo ralentiza el ritmo; en ese caso, una sola persona con una voz alta y discordante, pue-de hacer bajar la energía del grupo entero y crear desarmonía. Por lo tanto, lo mejor es procurar no estar ni demasiado introvertido ni muy extrovertido.

Lo más normal es cantar el man-tra con tres notas. En el ashram de Swami Satyananda, en Rikhia (India) se suele cantar con cuatro notas para resaltar la belleza del sonido. De todas maneras, existe una amplia variedad de estilos, desde el clásico védico hasta los cantantes modernos, que lo0 han adaptado.

Al terminar la recitación hay que per-manecer sentados un rato disfrutando del silencio y la quietud tanto exterior como in-terior. En estos momentos es posible sentir el campo energético protector alrededor de uno mismo y, si se quiere, se puede incluir

a alguien en esa protección; sólo hay que pensar en esa persona y proyectar la energía hacia ella.

¡Que el Mahamrityunjaya mantra os eleve el espíritu y os ayude a superar cual-quier obstáculo!.

Para la recitación, se puede sostener un mala*

de 108 cuentas en la mano derecha a la altura del corazón, en el centro

del pecho. El mantra se canta 108 veces a un

ritmo constante.

El Mahamrityunjaya mantra se canta en los ashrams y centros de yoga Satyananda, en la India y en el mundo entero, todas las semanas. Los que tienen dificultades, obstáculos, enfermedades o crisis en su vida y no pueden estar presentes, se incluyen en la recitación dando su nombre; el poder de este mantra es tal, que muchos son los que han encontrado alivio o consuelo, a pesar de estar ausentes.

El canto se hace los sábados por la tarde alrededor de las 18 h, y tiene una pequeña variación según la estación del año. También se puede cantar en casa con familiares o amigos. Además, este mantra también se canta en ocasiones especiales, como ceremonias de iniciación y havans*.

Si queréis uniros a la recitación del mantra, preguntad en vuestro centro de yoga Satyananda más cercano.