El Marxismo y La Cuestión Del Estado

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Resumen

Citation preview

El marxismo y la cuestin del Estado | Sobre la Introduccin de Engels a La Guerra Civil en FranciaLa Introduccin de Engels puede dividirse en dos partes desde el punto de vista de su estructura temtica. En la primera hace la presentacin de la obra de Marx y del contexto histrico de la Comuna, as como tambin esboza una resea de la accin de sta. En la segunda desarrolla los aportes de la Comuna en la cuestin del Estado.

La experiencia de la Comuna marc un antes y un despus en el movimiento socialista. Hasta ese momento, la cuestin del Estado era un problema ms terico que prctico. Las distintas corientessocialistas (incluimos aqu al anarquismo) vean al Estado como un enemigo al que haba que destruir o procuraban ignorarlo, construyendo las bases del socialismo por fuera de la intervencin de este. La Comuna, al concretar la toma del poder por la clase obrera (aunque sea por un breve plazo) oblig a la militancia socialista a plantearse (o replantearse) qu hacer con el Estado en el caso de una revolucin triunfante. Hasta ese momento, corrientes como el blanquismo (2) o los mismos Marx y Engels defendan la idea de que haba que servirse del Estado para dirigir a la sociedad hacia el socialismo. Como tantas otras veces, la experiencia del movimiento obrero forz a Marx a modificar radicalmente sus puntos de vista.

Al revisar sobre la marcha misma de los acontecimientos las acciones de la Comuna, Marx lleg a la conclusin de que,la clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesin de la mquina del Estado tal y como est y servirse de ella para sus propios fines.(3). Engels enfatiza esto en su Introduccin:

La Comuna tuvo que reconocer desde el primer momento que la clase obrera, al llegar al poder, no poda seguir gobernando con la vieja mquina del Estado; que, para no perder de nuevo su dominacin, recin conquistada, la clase obrera tena, de una parte, que barrer toda la vieja mquina represiva utilizada hasta entonces contra ella, y, de otra parte, precaverse contra sus propios diputados y funcionarios, declarndolos a todos, sin excepcin, revocables en cualquier momento.(p. 265).La clase obrera no puede servirse del Estado burgus, del Estado creado a su imagen y semejanza por la burguesa, porque dicho Estado es una mquina de opresin. Hay que recordar que la institucin estatal surgi con la divisin de la sociedad en clases sociales antagnicas, y que su objetivo primordial fue reproducir la dominacin de la clase dominante en cada momento histrico. Engels indica en el texto que el Estado, adems de este objetivo, puede transformarse en un fin en s mismo:En un principio, por medio de la simple divisin del trabajo, la sociedad se los rganos especiales destinados a velar por sus intereses comunes. Pero, a la larga, estos rganos, a la cabeza de los cuales figuraba el poder estatal, persiguiendo sus propios intereses especficos, se convirtieron de servidores de la sociedad en seores de ella. Esto puede verse, por ejemplo, no slo en las monarquas hereditarias, sino tambin en las repblicas democrticas. No hay ningn pas en que los polticos formen un sector ms poderoso y ms separado de la nacin que en Norteamrica. Aqu cada uno de los dos grandes partidos que alternan en el Gobierno est a su vez gobernado por gentes que hacen de la poltica un negocio, que especulan con las actas de diputado de las asambleas legislativas de la Unin y de los distintos Estados federados, o que viven de la agitacin a favor de su partido y son retribuidos con cargos cuando este triunfa. () Y es precisamente en Norteamrica donde podemos ver mejor cmo progresa esta independizacin del Estado frente a la sociedad, de la que originariamente deba ser un simple instrumento. () en Norteamrica nos encontramos con dos grandes cuadrillas de especuladores polticos que alternativamente se posesionan del poder estatal y lo explotan por los medios y para los fines ms corrompidos; y la nacin es impotente frente a estos dos grandes crteles de polticos, pretendidos servidores suyos, pero que, en realidad, la dominan y la saquean.(p. 265-266).

Ms all de que el prrafo citado contiene la tesis (errnea) de que el Estado surgi para servir a los intereses comunes de la sociedad, el nfasis de Engels acerca de la progresiva autonoma del Estado frente a la sociedad es de rigurosa actualidad. El Estado capitalista es inseparable del mantenimiento de la explotacin de la clase trabajadora; dicho en otros trminos, desde el punto de vista de su propio financiamiento requiere de la plusvala extrada por los empresarios a la clase trabajadora. Esto pone un lmite a la autonoma del Estado capitalista: no le es posible sacar los pies del plato del capitalismo. Pero la creciente extensin de la divisin del trabajo bajo la lgica del capital hace que el Estado deba encarar tareas cada vez ms complejas de regulacin; la burocracia estatal se multiplica y, como es sabido, los burcratas pasan a considerar como un fin en s mismo a la conservacin de sus privilegios. De este modo, a la vez que sirve al capital, el Estado se convierte cada vez ms en un parsito que succiona cada vez ms recursos de la sociedad.

El ejemplo de los EE.UU. es significativo. En la actualidad, cuando tantos polticos e intelectuales progresistas consideran que el Estado es el remedio para los males de la sociedad, donde se pregona la consigna ms Estado como antdoto frente a los estragos del neoliberalismo, es conveniente volver a los clsicos. El Estado es una herramienta de dominacin aunque se vista de nacional y popular. El Estado capitalista es cada vez ms un parsito aunque se pregone que es un instrumento de liberacin. Engels sostiene que, en la medida en que se mantenga la dominacin del capital sobre el trabajo, ninguna liberacin puede venir por el lado del Estado. De ah que la transformacin de la estructura estatal y la abolicin de la propiedad privada de los medios de produccin sean tareas que no pueden separarse.En realidad, el Estado no es ms que una mquina para la opresin de una clase por otra, lo mismo en la repblica democrtica que bajo la monarqua; y en el mejor de los casos, un mal que se transmite hereditariamente al proletariado triunfante en su lucha por la dominacin de clase. El proletariado victorioso, lo mismo que lo hizo la Comuna, no podr por menos de amputar inmediatamente los lados peores de este mal, entretanto que una generacin futura, educada en condiciones sociales nuevas y libres, pueda deshacerse de todo ese trasto viejo del Estado.(p. 267).Engels, como Marx en el manifiesto de la 1 Internacional, resalta la eliminacin del ejrcito permanente y de la polica por la Comuna. La transformacin del Estado comienza por la desaparicin de su aparato represivo y su reemplazo por el armamento general del pueblo (vieja consigna del movimiento socialista). Esto modifica radicalmente el significado de la expresin dictadura del proletariado: ya no se trata de una dictadura a travs del aparato represivo heredado de la burguesa. No hay que temer a las palabras. Una transformacin radical de la sociedad implica modificar radicalmente la relacin de fuerzas, y la revolucin socialista, si tiene algn sentido, es precisamente la modificacin ms radical de esa relacin de fuerzas. Esto supone, hablando en criollo, pasar por encima de los derechos adquiridos por la burguesa, de la legalidad desarrollada bajo el capitalismo. Es un hecho de fuerza. Si esa supresin de la legalidad burguesa se hace con los mismos instrumentos del Estado burgus, derivar tarde o temprano en la explotacin de la sociedad por los funcionarios. La burocracia socialista pasar a ser la clase dominante en la sociedad y, si se mantiene la economa mercantil, tarde o temprano retornar el viejo capitalismo.

Para que la dictadura del proletariado signifique algo diferente a la dictadura del capital es preciso hacer pedazos el aparato represivo del Estado capitalista y desarrollar la democracia a niveles imposibles bajo el capitalismo. Algo de eso hizo la Comuna cuando estableci que todos sus funcionarios seran elegidos en elecciones y que sus mandatos podran ser revocados si no cumplan lo prometido a sus electores. Adems, la Comuna resolvi que ninguno de sus funcionarios podra cobrar un salario superior al de un obrero.ltimamente, las palabras dictadura del proletariado han vuelto a sumir en santo horror al filisteo socialdemcrata. Pues bien, caballeros, queris saber qu faz presenta esta dictadura? Mirad a la Comuna de Pars: he ah la dictadura del proletariado!(p. 267).Los intelectuales, ya sean marxistas, liberales o conservadores, suelen pensar que extraen de sus cabezas toda la sabidura del mundo. El texto de Engels demuestra, para el caso del marxismo, que fue la experiencia concreta del movimiento obrero la que motiv las transformaciones fundamentales de la teora.