El Mensajero de San Antonio

El sueño africano.

MISIONES ANTONIANAS

Yvonne Pierron. La sobreviviente.

TESTIMONIO

n.2 Septiembre - Noviembre 2013

25 consejos para afrontar las perdidas.

PSICOLOGIA

FRANCISCO EN ASIS

Di rec tor: Carlos Trovarelli

Jefe de Redaccion: Luis Furgoni Ferrari

Consejo de Redacción: Ismael Crespo, Orquídea Díaz Maseda, Luis Furgoni Ferrari, María Cecilia Jaurrieta, Gabriel López Santamaría, Elida Orfano, Carlos Trovarelli

Responsable edición digital: Gabriel Lopez Santamaria / [email protected]

Redacción: Cóndor 21501437 Buenos Aires, Argentina

Te lé fo no: +54-11-49183673 - Fax: +54-11-49181209

Co rreo elec tró ni co: [email protected]

P á g i n a w e b : w w w . v o z d e s a n a n t o n i o . o r g

w w w . f a c e b o o k . c o m / p a z y b i e n . e s

ACTUALIDAD IGLESIA EN FAMILIA

SUMARIO

n. Septiembre - Noviembre 2013

DI REC CIO NESPARA INFORMACIÓN

ITALIAVia Or to Bo ta ni co, 11 35123 Pa duaTel.: +39-0498225777 Fax: +39-0498225650

CANADÁSaint Anthony of Padua Mission Aid1320 Leslie St. Suite 100Toronto, ON - M3C 2K9Tel: +1 416 690 9904 / Fax: +1 416 690 2969

USAAn tho nian As so cia tion101 St. An thony Dri ve Mount St. Fran cis, IN 47146Tel.: +1-812-9236356 / Fax: +1-812-9232300

ESPAÑAPlaza de los Franciscanos,328011 MADRIDTel. 91-464.76.30

Colaboran en este numero:Luis Furgoni, Hugo Sartorio, Orquidea Diaz Maseda, Maria Cecilia Jaurrieta, Victor Parachin, Lucas Cerviño, Jorge R. Fernández, Jude Winkler, José Luis Gennaro, Fidel Aizpurua Donazar, Asunta Utande

Publicidad: [email protected]

La revista "El Mensajero de San Antonio", edición digital es la voz de la Basílica de San Antonio (Padua-Italia), y es editada por los Hermanos Franciscanos Conventuales, de la Provincia Rioplatense "San Antonio de Padua".

Con el permiso de los Superiores.

Todos los derechos reservados.

EDI TO RIAL 1

FIESTA DE SAN FRANCISCO EN ASIS CON EL PAPA FRANCISCO 2

BIBLIA: APRENDIENDO A AGRADECER 5

ESPIRITUALIDAD LAICA: REVISITANDO EL CONCILIO VATICANO II 8

TESTIMONIO: YVONNE PIERRON, LA SOBREVIVIENTE 10

ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA: LA EUCARISTIA 14

IGLESIA HOY: EN ALGUN LUGAR DE AMERICA 16

PSICOLOGIA: COMO AFRONTAR LAS PERDIDAS 21

EDUCACION: BENDITO FRACASO 24

DDHH: SOMOS TIERRA 25

CARITAS ANTONIANA EN MALAWI. INVERTIR EN EL FUTURO 26

NOS EN VÍ AN 31

EL CUEN TO 32

NOTICIAS 33

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1Septiembre - Noviembre 2013

Ya nos hemos acostumbrado a asociar a san Francisco de Asís con Francisco obispo de Roma, dos personas de aquí en más inseparables. Desde cuando,

en el balcón de la Basílica de San Pedro, se asomó un nuevo Papa, mejor dicho, un Papa nuevo, que de inmediato ha logrado que miles de personas se sintieran cómodas diciendo simplemente “buonasera” (buenas tardes). Con un nombre que todos hemos comenzado a repetir con gozo, con alegría, y no sin un cierto orgullo.

La mañana del día 16 de marzo, encontrándose en el Aula Pablo VI con apro-ximadamente seis mil periodistas, el Papa Bergoglio disipó toda duda sobre la decisión, madurada durante el cónclave, de por qué se llamó Francisco. “Francisco de Asís… es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y cuida de la creación; en este tiempo nosotros no tenemos una relación muy buena con la creación, ¿verdad? Francisco es el hombre que nos da un espíritu de paz, el hombre pobre… ¡Ah, como desearía una Iglesia pobre y para los pobres!”.

Por lo tanto, ni Francisco Javier ni Francisco de Sales, sino el Pobrecillo de Asís, el pobre amigo de los pobres que se ha despojado de todo haber, para acceder a la riqueza de ser, para vivir una más auténtica relación con el Altísimo y realizar una fraternidad de “menores”, de pequeños, en los que existe sólo una jerarquía de servicio, una fraternidad que no excluye nada ni a nadie, y que por lo tanto abarca a toda criatura.

Es así que, desde los primeros instantes de su pontificado, Papa Francisco ha puesto al centro la pobreza, el DNA franciscano y por tanto evangélico; una paz que todos extrañamos y que se alcanza construyendo puentes y oponiéndonos a toda intransigencia y agresividad; una salvaguardia de la creación generosa en el impedir toda desfiguración de la obra de Dios. El primer Papa jesuita es también el primer Papa no europeo luego de 1.300 años, y el primer Papa que asume el nombre de Francisco, aquel que una tradición consolidada llama alter Christus, “un ícono vivo del Cristo” como ha afirmado Benedicto XVI. Ya van ocho siglos en que Francisco de Asís cambió de signo la historia, introduciendo en ella una aceleración espiritual extraordinaria, una renovación de la cual todavía hoy podemos aprender mucho. He aquí lo que piensa Papa Bergoglio acerca de la revolución de los santos: “En la historia de la Iglesia católica, los verdaderos renovadores han sido los santos. Son ellos los verdaderos reformadores que cambian, que transforman, que desarrollan y suscitan el camino espiritual. Francisco de Asís ha aportado al cristianismo una nueva concepción de la pobreza opuesta al lujo, al orgullo y a la vanidad de los poderes civiles y eclesiásticos de su época. Ha desarrollado una mística de la pobreza y del desprendimiento, y ha cambiado la historia”.El camino espiritual, en determinadas épocas, viene literalmente resucitado y reorientado por grandiosas figuras de fe, porque una lectura más profunda del evangelio, más radical -no en el sentido de más dura, más pedante, cuasi funda-mentalista- fascina y atrae una tropa de cristianos que busca de seguir a Cristo con todas sus fuerzas.Y vale la pena recordar que los grandes carismas -como el franciscano y el jesuítico-, no son “privatizables” por nadie, ni siquiera por las Órdenes religiosas que oficialmente los encarnan, sino que son para y de toda la Iglesia, por lo tanto también de los laicos.

Dos Franciscos, un unico

Evangelio.Por Fray Hugo Sartorio

EDITORIAL

Septiembre - Noviembre 2013

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IGLESIA HOY

EL PAPA FRANCISCO EN ASÍS

Tal vez Jorge Mario Bergoglio hubiera deseado

llegar a Asís en el tren regional, cargando su

propio portafolio; tomarse un colectivo local en la

estación de Santa María y subir hasta el Sacroconvento para rezar ante la tumba del

Poverello…

por Fray Jorge R. Fernández

El 4 de octubre, fecha de la celebración de

la fiesta de san Francisco de Asís, produce un sentimiento universal de adhesión, de simpatía, para creyentes cris-tianos, católicos y también para gente de otros credos e incluso para gente no creyente. Para los que nos sentimos y nos llamamos franciscanos y, amén de eso, pertenecemos a alguna institución franciscana, es un día que nos conmueve el alma y los huesos. Si un 4 de octubre nos encuentra en Asís, y si ese 4 de octubre vie-ne a Asís el primer Papa de la historia que adopta el nombre Francisco, y si uno es latino-

americano y argentino, como él… ¡imagínense! Son muchos los Papas que han visitado Asís y algunos lo han hecho varias veces, por ejemplo Juan Pablo II. De hecho el Sacroconvento de Asís y sus basílicas son casa del Papa, son basílicas pon-tificias. Lo particular del Papa Francisco, entre otras cosas a las cuales haremos referencia en el presente texto, fue que quiso visitar la ciudad del “po-verello” en el día de la fiesta en que se conmemora la vida y la santidad de ese pequeño hombre medieval, santo, que signara para siempre la historia

FIESTA DE SAN FRANCISCO EN ASIS, CON EL PAPA FRANCISCO.


3

de su ciudad, de su país, de la Iglesia y del cristianismo todo.

La tragedia de Lampedusa, a causa del hundimiento de una nave de inmigrantes y que dejara el terrible saldo, entre muertos y desaparecidos, de casi 300 personas, acaecida el día 3 de octubre, había sumido a Italia en un clima de luto na-cional, un luto con indignación y dolor, un luto de impotencia frente a las injusticias, un luto que constituye un desafío al compromiso solidario y que hiciera gritar al Papa: “¡Ver-güenza, qué vergüenza!”, ante una Europa mayoritariamente indiferente.

TRÁNSITO Y ESPERAEl 3 de octubre, a la hora del ocaso, cuando se rezan las vísperas, como es tradición se celebra también el “tránsito de san Francisco”, conmemoran-do los últimos momentos de vida terrenal del pequeñuelo de Asís, sus últimas palabras y gestos, y su sereno encuentro con la hermana muerte cor-poral. Esta celebración tiene su epi-centro en la basílica de Santa María de los Ángeles (La Por-ciúncula), donde acontecieron históricamente los hechos conmemorados. Allí converge la familia franciscana toda, las autoridades eclesiales, las au-toridades civiles, en especial aquellas de la región a la cual toca ese año ofrecer el aceite para las basílicas franciscanas, y tantos otros creyentes. Con gran solemnidad se lle-vó a cabo esta celebración, presidida por Mons. Gualtiero

Bassetti, contando este año además con los obispos, las autoridades, como así con toda la tradición y los colores de la región umbra, la misma que viera nacer, crecer y san-tificarse a Francisco de Asís. Por la noche se llevó a cabo, en la misma basílica, una vigilia de oración, para prepararse mejor a la fiesta del santo y al en-cuentro con el Papa Francisco. También para este momento el templo se vio colmado de fieles, en particular jóvenes, felices de celebrar y rezar en fraternidad. Todo era bello e intenso, pero a la vez reinaba la sensación de estar aún en una “antesala” de los acontecimientos centrales que se esperaban vivir.

FRANCISCO SE ENCUENTRA CON FRANCISCO

Tal vez Jorge Mario Bergoglio hubiera deseado llegar a Asís en el tren regional, cargando su propio portafolio, tomarse un colectivo local en la esta-ción de Santa María y subir hasta el Sacroconvento para rezar ante la tumba del Pove-rello, sin legiones de guardias, de periodistas y de millares de personas en afano por verlo, por escucharlo, por percibir un gesto suyo, tal vez…

Pero el papa Francisco llegó en helicóptero, a una ciudad con-vulsionada que había amaneci-do cubierta de nubes, un poco fría, amenazando lluvia. Pero el Papa Francisco… fue en primer lugar a visitar el Instituto Seráfico “San Francisco”, que alberga y cuida personas con discapacidades serias a nivel

motriz, neurológicas, mentales, etc. Allí se abrazó con esos hermanitos, se acarició con ellos, compartió bendiciones con ellos, y dedicó tiempo a cada uno de ellos. Allí se besó con el leproso y tocó las lla-gas de Cristo. Aquellas llagas que el Hijo de Dios, bellísimo después de su resurrección, no quiso que desaparecieran de su cuerpo celestial y se las llevara al cielo y constituyen sus signos de distinción más elocuentes. ¡Francisco estaba encontrando a Francisco, de corazón a corazón!

EN EL SACROCONVENTO Luego de otras visitas a dis-tintos lugares de Asís, el Papa llegó a la basílica de San Francisco antes de las diez de la mañana. Los frailes ya nos encontrábamos todos en la hermosa basílica superior, formados y dispuestos, espe-rando poder saludarlo perso-nalmente.

FIESTA DE SAN FRANCISCO EN ASIS, CON EL PAPA FRANCISCO.


Con el estilo cordial y directo que lo caracteriza y que está marcando un tiempo nuevo en la Iglesia, nos saludó uno por uno y nos bendijo. Paradojas de la historia: Francisco de Asís y sus hermanos fueron a ver al señor Papa a Roma; hoy en cambio, fue el señor Papa que vino, peregrino, a ver a los frailes en Asís, a saludarlos y bendecirlos uno por uno. ¡Gra-cias señor Papa!

El Papa Francisco descendió a la tumba, se arrodilló un rato, cerró sus ojos, lo cual no impi-dió que de ellos brotaran unas lágrimas cargadas de emoción y probablemente de dolor. Sí, de dolor porque “¡El amor no es amado!” gritaba llorando Francisco de Asís, angustiado y desesperado, por los bo-sques de los alrededores.

El amor no es amado porque los inmigrantes siguen pere-ciendo en Lampedusa; porque sigue habiendo guerras crimi-nales, por intereses económi-cos, en nombre de la paz; por-que las drogas destruyen las vidas de millares de jóvenes; porque aún son demasiados los niños a los cuales se les cierra la ventana para mirar y soñar el horizonte del futuro; porque son muchos los que necesitan trabajo… ¡El amor no es amado!, llora Francisco, clamando a Dios.

Luego el Papa presidió la Eucaristía, en la plaza inferior de San Francisco, con la pre-sencia del primer ministro de Italia, E. Letta, y una comitiva numerosa de gobernantes, políticos y tanta gente que había logrado acceder a un lugarcito, aunque más no sea en una ventana o arriba de un techo.

EL SEÑOR PAPA COME CON LOS POBRES

Luego de la Eucaristía, todos los invitados oficiales a la misma, compartieron un al-muerzo en el gran comedor del Sacroconvento. Pero el señor Papa ¡no!, se fue a compartir el almuerzo con un grupo de inmigrantes pobres, asistidos por Cáritas, porque la única Iglesia rica es la Iglesia que se despoja.

Dama Pobreza se sentía bella y cortejada, se regocijaba por las calles de Asís, corría can-tando por el valle de Spoleto, sonreía seductora hacia el corazón de los frailes…

Papa Francisco

Venido del fin del mundopara volver al principio de lo

simple y esencial.

Jesús ha retornado a la plaza:camina, mira a los ojos, sonríe,

bendice, abraza, llama,narra historias con lenguaje llano

que conmueven al pueblo,logra que los pobres entiendan,

se alegren y crean,y crean…

La Iglesia es Pueblo de Dios,donde las personas tienen la

tarea de amar,

el amor se hace desafío a la creatividad

y cada uno proclama: “¡Aquí estoy, yo me comprometo!”.

Una voz de brisa suave,-Dios llamando frente a la gruta

de nuestro corazón-paloma mensajera de gozo y

esperanza,revela misterios de profunda

bellezatanto cuanto desnuda fariseísmos

propios y ajenose invita a “armar líos” evangélicos.

Apóstol de la “projimidad”y de cuidar al pueblo en su

fragilidad.

Hombre que adora de rodillas al Único Adorable

pero permaneces de pie, con la frente alta,

ante los ídolos usurpadores de adoración.

La libertad se despereza en la Iglesia,

retoza sacudiéndose de pompas superfluas,

en los pastores que huelen a ovejas

y van en búsqueda de aquellas que andan perdidas…


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APRENDIENDO A AGRADECER

BIBLIA

FORMACION

“Demos gracias a los hombres y a las

mujeres que nos hacen felices, ellos

son los encantadores jardineros que hacen

florecer a nuestros espíritus” (Will Rogers)

por Fray Jude Winkler OFMConv.

Hace un tiempo se hizo una experiencia en un supermer-cado. Los investigadores dejaron las puertas abiertas y permitieron que durante unas horas los clientes se llevaran todo lo que desearan. El obje-tivo era estudiar su compor-tamiento. Solamente uno en cincuenta se dio vuelta para decir “gracias”. ¡Es tan fácil considerar que todo lo que tenemos es gratis!

Con Dios nos suce-de lo mismo. Sabemos que debemos recurrir al Él cuan-do necesitamos algo. Pero ¿recordamos agradecer sus bendiciones?

La Biblia nos propor-ciona un ejemplo de gratitud, ya en sus primeras páginas. Cuando las aguas retroceden, luego del diluvio, lo primero que hace Noé es ofrecer un sacrificio de agradecimiento. El Génesis nos cuenta que Dios se sintió contento por lo que había hecho Noé. Era como la confirmación que la apuesta divina a salvarlo con toda su familia, valía la pena. La respuesta a los be-neficios otorgados por Dios se encuentra también en las historias de los Patriarcas de Israel. Siempre que Dios les concede algo, estos perso-najes ofrecen un sacrificio de agradecimiento y a menudo construyen altares como me-moriales que recordarán este acontecimiento a las futuras generaciones. A menudo, de estos altares surgieron tem-

plos esparcidos por toda la tierra de Israel.

La Tierra Prometida La respuesta de Isra-el después del éxodo es un poco más compleja. Los israelitas, que entonaban un himno de alabanza luego de haber atravesado el Mar Rojo, sin embargo mostraron tener memoria muy corta. Siempre que aparecía una dificultad parecían olvidar cómo Dios los había protegido. Su actitud era algo así como decirle a Dios “¿Qué has hecho por mí últimamente?”. Esta situación se volvió aún peor cuando Israel entró en la Tierra Prometida. Al me-nos, cuando deambulaban por el desierto, experimentaban constantemente la precarie-dad en que vivían. Y sentían la providencia de Dios que les daba el alimento, el agua y los protegía de los enemigos. Cuando llegaron a la tierra que

http://es.wikipedia.org/wiki/Will_Rogers


“manaba leche y miel”

sintieron que podían conseguir todo ellos mismos. Se sintieron tan autosuficientes que olvida-ron que todo era un regalo de Dios. Inclusive, comenzaron a sentirse deudores de los dioses paganos por la pro-speridad alcanzada. A veces Dios utilizaba acontecimientos históricos, como las derrotas militares, para recordarles que Él es el Señor.

Los profetas, continua-mente, recordaban a los isra-elitas todo lo que Dios había hecho por ellos en el pasado y en sus días. Condenaban la actitud de ingratitud y presun-ción del pueblo. Una y otra vez decían: ¡Recuerden!

La Nueva Alianza Un buen ejemplo de gratitud es Jesús. Una y otra vez le agradece al Padre lo que hace por medio de Él. Jesús le decía al pueblo que sólo podía hacer milagros por la autoridad de su Padre (por ejemplo en la plegaria antes de resucitar a Lázaro). Él agradece a Dios por revelar sus misterios a los niños y a los simples. Habló de cómo el Padre daba testimonio de Él y de aquellos a quienes quería

revelarse.

En el Evangelio de Lu-cas, especialmente se narra la curación de diez leprosos. Es un episodio directamente co-nectado con el agradecimien-to. Los enfermos descubren que han sido curados cuando están camino a recibir el “cer-tificado” de curación de los sa-cerdotes. Entonces, solamente uno vuelve (Lc 17,11-19). Y como es típico de Lucas, se encarga de señalar que el agradecido es samaritano, la raza odiada por los judíos.

San Pablo también ofrece una lección de agra-decimiento en sus cartas. A la estructura de sus cartas, toma-das del estilo griego, añade un elemento original a la mayoría: la acción de gracias.

Pablo agradece a Dios la fe de aquellos a los que está escribiendo. Agradece la fortaleza que Dios concede a los apóstoles para que pro-clamen sin temor el Evangelio. Agradece la bondad de los destinatarios de las cartas.

La carta a los Gálatas es la única en la cual no hay una acción de gracias. Es porque en ella vuelca todo su enojo. El apóstol siente que no hay mucho para agradecer. En la carta a los Tesa-lonicenses Pablo se extiende en el tema del agradecimiento con una finalidad “correctiva”. Más de la mitad del texto tie-ne que ver con la obligación de reconocer los dones que el Señor ha concedido a esa comunidad.

Gracias a la protección divina y no a los esfuerzos humanos, es que la predica-ción ha tenido éxito. Pablo no quiere devaluar el valor de los tesalonicenses, pero tampoco desea que se sientan orgullo-

sos y arrogantes del lugar que ocupan.

La acción de gracias está destinada a colocar cada cosa en su lugar.

Ser agradecidos ¿Por qué costará tanto ser agradecidos? La razón, en parte, tiene que ver con que nos cuesta admitir que nece-sitamos de otros, que somos dependientes. A todos nos gusta sentir que “podemos”.

http://www.aica.org

http://www.aica.org


Hay personas que se vuelven resentidas si se los ayuda. Al agradecer, el foco está dirigi-do hacia el otro y su regalo, su don. Y dejamos de tener el primer plano. Eso puede volvernos resentidos y celosos. A veces, también nos cuesta ser agrade-cidos porque sospechamos que quedaremos “atados” a la otra persona, y eso nos hace sen-tirnos menos libres.

Falta de gratitud La falta de gratitud conlleva el peligro de “sentirnos con derecho a” o considerar “Todos me deben algo”.

Pasamos más y más tiempo pensando en lo que no tenemos y lo que los otros poseen. Nos perdemos ese tiempo precioso que nos permite contemplar las bendiciones que nos han sido regaladas. Nos obsesionamos rumiando cómo ha cambiado nuestra vida (para mal) y cuán injusto es todo lo que nos sucede.

Todos los programas de recuperación de adicciones, basados en los Doce pasos, hace mucho tiempo que han reconocido cuán esencial es el sentido de la gratitud. Si no se hace un in-ventario de las bendiciones que se han recibido de Dios en la propia vida, y si no se agradece a Dios (o el Poder Superior en el lenguaje de los Doce pasos), uno no puede encontrar el equilibrio y la armonía.

Cuando descubrimos que todo es un don, entonces somos capaces de experimentar esa paz y alegría que apagan los sentimientos de enojo y resentimiento que a veces nos oprimen.

SOBRE EL AUTORFray Jude Winkler, ofm conv. es Asistente General por la CFC de los Frailes Menores Conventuales.

Provincia de San Antonio de Padua (USA)n. West Seneca (NY – USA) 15/12/1953

prof. temp.: 15/08/1972 * prof. sol.: 15/08/1975 * ord. sac.: 25/07/1981

Bachiller en Filosofía por el St. Hyacinth College and Seminary de Granby, Massachusetts, en 1976;

bachiller en Teología por la facultad San Buenaventura de Roma (Seraphicum)

en 1980. Ordenado sacerdote el 25 de julio de 1981. En 1984 recibió un SSL del Biblicum en

exégesis.

Fue docente de Sagrada Escritura en el St. Hya-cinth College and Seminary de Granby, Massa-

chusetts, y en el St. Anthony Theological Faculty de Rensselaer, New York. Nombrado Director de

estudios teológicos en Ellicott City, Maryland, ejerció por cinco años, mientras enseñaba en va-rias facultades (Oblate College, De Sales School of Theology, Washington Theological Union, The

Ecumenical Faculty of St. Mary’s Seminary, St. Bonaventure University, y en la Católica Franciscana Rumana de Roman, Rumanía).

Cumplidos estos compromisos docentes, inició el apostolado de la predicación en retiros a reli-

giosos, sacerdotes y fieles en varias parroquias (1997-2010). Ha publicado más de

300 artículos en revistas de divulgación popular sobre Biblia; reflexiones sobre las lecturas domi-

nicales, libros de meditación y reflexiones bíblicas para laicos. También ha publicado

treinta y cinco libros para la educación en la fe de los niños.

El 22 de septiembre del 2010 fue elegido Asistente General para la CFC (Conferencia de

Provincias y Custodias de EEUU, Canadá, Inglate-rra e Irlanda).


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ESPIRITUALIDAD

LAICA

“El Concilio (Vaticano II) pone las bases para un giro ‘copernicano’. No hay que comprender a los laicos

desde el clero, como ocurrió anteriormente, sino que hay que definir la identidad del ministro en referencia al

laico. El prototipo del cristiano es el seglar, no el monje o el sacerdote, y hay que

replantearse la eclesiología desde la condición cristiana laical que es la base de la

que derivan y se desarrollan posteriormente los ministros y los religiosos.” (Juan Estrada)

por Lucas Cerviño

En el documento Lumen Gen-tium sobre la Iglesia, luego de presentar a ésta como Pueblo de Dios se va ahondando en cada una de las diversas vocaciones. Sobre los laicos afirma que son “todos los fieles cristianos, a excepción de los miembros que han recibido un orden sagrado y los que están en estado religioso reconocido por la Iglesia” (LG 31). Estamos ante una definición negativa, en el sentido que se define al laico por lo que no es más que por lo que es, con todo lo limitante de una definición con estas carac-terísticas.

Pero el documento conti-núa afirmando que estos “fieles cristianos, por estar incorpora-dos a Cristo mediante el bautis-mo, constituidos en Pueblo de Dios y hechos partícipes a su manera de la función sacerdotal, profética y real de Jesucristo, ejercen, por su parte, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo.” (LG 31) Dicho con otras palabras, laicos y laicas son lisa y llanamente los cristianos y cristianas que, por su bautismo, reciben y pueden ejercer la misión sin necesidad que alguna autoridad se los conceda.

LA ESPECIFICIDAD DEL LAICO

Y como “el carácter se-cular es propio y peculiar de los laicos” (LG 31), la misión laical se juega principalmente en el “siglo”, o sea en el mundo y sus historias. Claro que esta misión laical no es excluyente, porque un laico también puede aportar en los ámbitos intra-eclesiales o un ministro ordenado o religioso

en lo secular, pero si prioritaria, preferencial. Porque, como continúa el documento, es “allí (en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social con las que su existencia está como entretejida) que están llamados

por Dios a cumplir su propio co-metido, guiándose por el espíritu evangélico, de modo que, igual que la levadura, contribuyan desde dentro a la santificación del mundo.” (LG 31)

REVISITANDO EL CONCILIO VATICANO II


09

La familia y la sociedad son los lugares del laicado, donde lo fundamental no es “ser” y “estar” en lugares religiosos, sino el “como”. En este caso, “como” se vive cada momento: dejándose guiar por el espíritu evangélico,

discerniendo su presencia para manifestar la plenitud de Cristo, o sea, la santidad. Porque sola-mente experimentando la pleni-tud de vida, viviendo la vida en su cotidiano discurrir, el laicado puede “convertirse en constante fermento para animar y ordenar

los asuntos temporales según el Evangelio de Cristo” (AG 15).

Pero es necesario se-ñalar, retomando esta vez la Gaudium et spes, que en esta responsabilidad que cada laico

y laica tiene de estar “guiándo-se por el espíritu evangélico” hay posibles desviaciones, como claramente las señala el documento: “Se equivocan los cristianos que, pretextando que no tenemos aquí ciudad perma-nente, pues buscamos la futura,

consideran que pueden descui-dar las tareas temporales, sin darse cuenta que la propia fe es un motivo que les obliga al más perfecto cumplimiento de todas ellas según la vocación personal de cada uno. Pero no es menos grave el error de quienes, por el contrario, piensan que pueden entregarse totalmente del todo a la vida religiosa, pensando que ésta se reduce meramen-te a ciertos actos de culto y al cumplimiento de determinadas obligaciones morales. El divor-cio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestra época.” (GS 43)

Los padres conciliares nos recuerdan una vez más esa incapacidad, que por momentos parece casi innata en el cristiano y la cristiana, de no poder arti-cular creativamente y equilibra-damente nuestro ser cristiano con nuestro ser ciudadano. Una vez la tentación de la religión como evasión, refugio, cobijo y resguardo ante la hostilidad del mundo, con la consecuente des-preocupación de nuestro deber ciudadano y compromiso en los asuntos temporales.

REVISITANDO EL CONCILIO VATICANO II

http://www.pazybien.es


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TESTIMONIO

La monja francesa, compañera de Alice

Domon y Lèonie Duquet, que se salvó de las torturas de la

ESMA y de “los vuelos de la muerte”

por Dra. Orquídea A. Díaz Maseda.

“En toda lucha hay siempre un sobreviviente para con-

tar la verdadera historia” dice Yvonne Pierron, la monja fran-cesa que se salvó de las tortu-ras de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y de “los vuelos de la muerte”.

Yvonne Pierron, pertene-ciente a la Congregación

francesa de Hermanas de las Misiones Extranjeras, fue compañera de Alice Domon y Lèonie Duquet, las dos mon-jas francesas que fueron se-cuestradas y torturadas en la ESMA, y arrojadas al mar en el año 1977 durante la dictadura presidida por el General Jorge Rafael Videla.

Yvonne Pierron nació en la región de Alsacia, Francia,

en 1928 en el seno de una familia obrera católica. Eran seis hermanos entre mujeres y varones. Cuando tenía once años estalló la Segunda Guerra Mundial y vivió bajo la ocupa-ción nazi. Sus padres, católi-cos y socialistas, ayudaron a familias judías que habitaban con ellos en el pequeño pue-blo de Lorraine. Tenía Yvonne 17 años cuando se produce la liberación y decide su vo-cación religiosa, profesando en la Congregación de las Hermanas de las Misiones Extranjeras.

YVONNE PIERRON: LA SOBREVIVIENTE

Incansable. Yvonne Pierron recorre el interior misionero./ENRIQUE ROSITO


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LUCHAS CAMPESINAS

Llegó a la Argentina en 1955 y fiel a su juramento de

ayudar a los más desposeídos, se enamoró del país y de su gente. Enfermera de profesión, luego de una breve estadía en la ciudad de Buenos Aires y un breve paso por la Patagonia (El Malleo), se traslada a la provincia de Corrientes, misio-nando en Curuzú Cuatiá, Goya y Perrugorría, trabajando con Las Ligas Agrarias, participan-do activamente en las luchas campesinas y actuado como médica, enfermera y farmacéu-tica. En su libro autobiográfico titulado “Misionera durante la dictadura” (Editorial PLANETA, año 2009) nos dice que “nunca conoció una organización eco-nómica tan injusta como la de Corrientes” (pag. 19).

Sufrió persecución no bien se instaló la Junta Militar

presidida por el General Vide-la, y en la primavera de 1977 conoce uno de los momentos más horrorosos de su exis-tencia, como ella misma lo reconoce y que podría haber terminado con su vida. Gracias a un jovencito que trabajaba como mozo en el cuartel ge-neral de Curuzú Cuatiá, y que oyó decir “la Hermana Yvonne, esta tarde…”, y que sabiendo que Alice Domon estaba de paso por la ciudad, le hace sa-ber lo oído en el cuartel. A toda prisa Alice Domon redacta una breve esquela y encomienda a otro jovencito que viaje a Perrugorría y le entregue la esquela que decía “Yvonne no te quedes en casa esta tarde. Porque esta tarde, vienen por ti”. Luego de leer la esquela y de abrazar al muchacho, Yvon-

ne cierra la puerta y comienza a organizar su huída, sola, sin más compañía que la cruz y la alianza de su profesión religiosa y un bolso con unas pocas pertenencias. Camina atravesando campos, ocul-tándose para evitar las luces de los faros del jeep que salió en su búsqueda al no hallarla en la casa cuando fueron a buscarla.

Yvonne Pierron logró esca-par de las garras asesinas;

no así Alice Domon y Lèonie Duquet entregadas por el Teniente de la Marina Alfredo Astiz, infiltrado entre los fa-miliares que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz en la ciudad de Buenos Aires, con el nombre falso de Gustavo Niño. Ante la desaparición de éstas, la Embajada de Francia en Ar-gentina le pide que abandone el país, a lo que en un primer momento Yvonne se niega, pero que después acepta con el compromiso de colaborar en la denuncia internacional de los crímenes de la dictadura. Disfrazada de “abuelita en silla de ruedas” y con pasaporte falso, se embarca en un vuelo de Air France con la compli-cidad del comandante que la protegió ante la requisa militar realizada en el avión.

Luego de dos años de permanencia en Francia

(1978-1980) donde se pone en contacto con refugiados argentinos (entre ellos Matilde Herrera, periodista, con tres hi-jos “desaparecidos”) y crean el COSOFOM (Comité de apoyo para las familias argentinas) del cual es designada presi-denta. Es en París, donde a través de una refugiada cono-

ce del paso de Alice Domon y Lèonie Duquet por la ESMA. Desde el COSOFOM toma parte en la campaña que se organiza en Europa para boi-cotear el mundial

“RECONSTRUIR”NICARAGUA

Luego de su estadía “forzo-sa” según ella en Francia,

donde también el reencuen-tro con sus hermanos (sus padres ya habían fallecido) fue muy importante, se dirige a Nicaragua donde participa activamente, como volunta-ria enfermera, en la tarea de reconstrucción, luego de la guerra civil de 1979. Contaba con 54 años de edad cuando arriba a Managua, la capital, instalándose en Río San Juan, al sudeste de Nicaragua, dis-puesta a ayudar a un país que salía de una guerra civil con el proyecto sandinista que no era totalitario o stalinista.

En Nicaragua trabajó como enfermera integrando un

grupo de voluntarios interna-cionales, y su tarea consistía en inculcar a las mujeres y a los niños nociones de higiene y salud, establecer un diagnósti-co de los problemas sanitarios de la región, y vacunación. En Nicaragua Yvonne fue fe-liz porque se sintió útil en la construcción de un país para que la gente tuviera un mañana mejor. Lo que le impactó, y lo relata en su libro, es que el gran combate de la revolución sandinista no se redujo a la reforma agraria, sino que in-cluyó a la educación. Nos dice “Los sandinistas exigen cultura para todos y reivindican tanto la herencia socialista como la de las “luces” “(pag.155).

YVONNE PIERRON: LA SOBREVIVIENTE


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Conoce y dialoga con Ernesto Cardenal, sa-cerdote, ministro de Cultura, uno de los más grandes pensadores de la Teología de la Li-beración, quien se interesa por la Argentina, y en especial por lo ocurrido con Alice Domon y Lèonie Duquet.

A comienzos de 1981 se trasla-

da a Managua para trabajar en el Mini-sterio de la Reforma Agraria donde le proponen redactar un proyecto de salud para el sector rural. Ya en Managua, se contacta con exilia-dos argentinos, y el recuerdo de Argenti-na y su gente vuelve a instalarse en su corazón.

Cuando el papa Juan Pablo II visita Nicaragua en ocasión de su gira por América Central, Yvonne está en la plaza principal de Managua donde el pontífice celebrará la Misa. Comparto con ella que aquella jornada puso en evidencia que Juan Pablo II desco-nocía la realidad nicaragüense, que no podía ni debía oponerse a la revolución, que debía entender que la re-volución era popular y sostenida por la inmensa mayoría de los cristianos y por la Iglesia de Nica-ragua. Conviene recordar que meses antes, Juan Pablo II se había pronunciado en contra de la Te-ología de la Libera-ción.

Yvonne cantó con muchos allí presentes, el himno del Frente Sandinista, frente al Papa que, luego de una accidentada celebración eucarística, abandonó presuroso el lugar, superado por la gente que a los gritos le exigía memoria por los muertos del día anterior en Estelé (campesinos masa-

crados por los “contras” subvencionados por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica), matanza que no fue por azar que ocurrierala víspera de la visita del Papa.

Yvonne Pierron fe-steja, con los exilia-dos argentinos, el 30 de octubre de 1983 el regreso de la democracia con el triunfo en las urnas del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, y decide re-tornar porque, como la mayoría de los argentinos, se em-pezaba a soñar con la justicia, la libertad y la verdad.

Regresa a la Argen-tina en los primeros meses de 1984.

Siempre recordará los cuatro años vividos en Nicaragua como una experiencia personal extraordinaria, pero “su lugar en el mundo” esta-ba en Argentina, y de aquí, enfatiza, no volverá a irse. Primero se instala en Morón, en el conur-bano bonaerense, y a fines de 1984 un exiliado

argentino con el cual había trabajado en Nicaragua, abogado de profesión, y que había regresado del exilio le dice que en Misiones, su provin-cia, el Movimiento Agrario ha reinicia-do sus tareas y que podría participar en ellas. Yvonne acepta la propuesta y viaja a Misiones, instalán-dose en la pequeña ciudad de Montecarlo donde una familia le alquila una habita-ción. Iniciado el año

escolar de 1985 se incorpora como profesora de Francés en el colegio secundario y se vin-cula al SERPAJ (Servicio Paz y Justicia) una asociación cristiana vinculada al Movimiento Agrario que se dedica a la búsqueda de los desaparecidos en todo el país.


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PUEBLO ÍLLIA Yvonne Perrion, desde que regresó a nuestro país, ha vivido los tiempos de esta recuperada democracia que cumple 30 años, entregándose día a día para que los más de-sprotegidos tengan un futuro mejor al presente.

Primero Montecarlo, luego un pueblito vecino a la frontera con Brasil, llamado Dos de Mayo, donde a pedido del entonces obispo de Iguazú Joaquín Piña, crea grupos de solidaridad femenina en los poblados que rodean a la pequeña ciudad. Dos años después, en 1989, se instala en Pueblo Íllia (en homenaje al presidente Dr. Arturo Hum-berto Íllia que lo había visita-do) situado en lo alto de una colina cortada en dos por un camino de tierra colorada. Es un caserío y a su alrededor hay campos de tabaco, de te, de yerba mate, y algunos pastiza-les con vacas… y más allá, la selva. Una familia campesina le da albergue en su modesta casa (un granero de madera construido sobre pilotes).

E Yvonne comienza a dar cuerpo a su sueño: crear un colegio secundario (liceo) con internado, para los jóve-nes de los alrededores. Ese sueño hasta concretarse vivió muchas vicisitudes, incluyendo un incendio intencional para que no prosperara el proyecto. Pero la tozudez de la alsaciana hizo que ese sueño, el liceo, fuera realidad y Pueblo Íllia evolucionó desde su creación, porque se ha transformado en una gran familia.

Hoy Yvonne no está a cargo de la dirección del liceo; ha delegado su función a dos jóvenes (unidos en matrimonio) que estuvieron entre los prime-ros en concluir el bachillerato, y viaja una vez al año a Francia para visitar a su familia y a las religiosas de su congregación.

Yvonne Perrion, que ha cumplido 85 años, ha tenido fuerzas para lanzarse a otro proyecto: las tribus indígenas guaraníes que se encuentran a 200 kilómetros de Pueblo Íllia. Si bien se siente prepa-rada para el retorno a la Casa del Padre, y ya indicó a sus amigos de Pueblo Íllia el lugar

de su tumba en el pequeño cementerio ubicado en lo alto del pueblo, tiene entusiasmo para generar oportunidades para los más postergados. La vida de Yvonne Per-rion atraviesa la historia política argentina de la segunda mitad del siglo XX y nos permite de-scubrir otro rostro de la Iglesia Católica. Después del Concilio Vaticano II, e incluso como anticipándose a él, en América Latina la Iglesia, a través de obispos, sacerdotes, religiosas y laicos, se comprometió con las clases sociales más poster-gadas. Aunque no podemos dejar de señalar, que integran-tes de la jerarquía eclesiástica apañaron dictaduras militares y ocultaron crímenes de lesa humanidad. Yvonne Perrion, que fue condecorada por el Gobierno de Francia con las insignias de la Legión de Honor por su defensa de los Derechos Humanos, forma parte de esa otra Iglesia, la comprometida con su tiempo y aún hoy, lo sigue haciendo.

http://vocacionesfranciscanas.blogspot.com.ar/


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La Iglesia ha ido penetrando en las enseñanzas de Jesús de Nazaret y de los Apóstoles. Y en cada época ha conducido a su Pueblo por el Camino del Señor: guiando, iluminando, consolando, alentando a los que se quedan, frenando a los que se escapan solos y corrigiendo a los que mal interpretan, y más a los que hacen equivocar el camino de muchos.

En la época de San Francisco, el Concilio IV de Letrán dio un nuevo rumbo a las prácticas eucarísticas, su-perando la crisis que se había provocado, después del sano fervor de los primeros siglos de Cristianismo.

San Francisco, hombre católico y apostólico, supo be-ber de esa fuente para orientar y centralizar su relación con el Señor. Y de sus prácticas de oración y contemplación, su vida fraterna y misionera nos deja unos maravillosos escritos en los que se puede saborear lo que él comprendió y que nos legó en sus escritos, que se enraízan en el Evange-lio.

He aquí lo que nos dice en la primera admonición: “Dice el Señor Jesús a sus discípulos: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino por mí. Si me cono-cierais a mí, ciertamente cono-ceríais también a mi Padre; y desde ahora lo conoceréis y lo habéis visto.

Le dice Felipe: Señor, muéstra-nos al Padre y nos basta. Le dice Jesús: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me habéis conocido? Feli-pe, el que me ve a mí, ve tam-bién a mi Padre (Jn 14,6-9). El Padre habita en una luz inaccesible (cf. 1Tim 6,16), y Dios es espíritu (Jn 4,24), y a Dios nadie lo ha visto jamás (Jn 1,18). Por eso no puede ser visto sino en el espíritu, porque

ESPIRITUALIDAD

FRANCISCANA

“Si alguien me demostrara que Cristo está fuera de

la verdad, y aunque fuera efectivamente cierto que la verdad no está en Cristo, yo preferiría quedarme

más con Cristo que con la verdad”.

(Fedor Dostoevskij)

por Fray José Luis Gennaro

LA EUCARISTIA CONTEMPLADA POR SAN FRANCISCO

mailto:joseluisgennaro%40yahoo.com.ar?subject=Articulo%20en%20MSA%20Online


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el espíritu es el que vivifica; la carne no aprovecha para nada (Jn 6,64). Pero ni el Hijo, en lo que es igual al Padre, es visto por nadie de otra manera que el Padre, de otra manera que el Espíritu Santo.

De donde todos los que vieron al Señor Jesús según la humanidad, y no vieron y creyeron según el espíritu y la divinidad que él era el verda-

dero Hijo de Dios, se condena-ron. Así también ahora, todos los que ven el sacramento, que se consagra por las pa-labras del Señor sobre el altar por mano del sacerdote en forma de pan y vino, y no ven y creen, según el espíritu y la divinidad, que sea verdadera-mente el santísimo cuerpo y sangre de nuestro Señor Je-sucristo, se condenan, como lo atestigua el mismo Altísimo, que dice: Esto es mi cuerpo y mi sangre del nuevo testamen-to, [que será derramada por muchos] (cf. Mc 14,22.24); y: Quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna (cf. Jn 6,55).

De donde el espíritu del Señor, que habita en sus fieles, es el que recibe el santísimo cuerpo y sangre del Señor. Todos los otros que no participan del mismo espíritu y se atreven a recibirlo, comen y beben su condenación (cf. 1Cor 11,29)”.

Con un estilo claro, preciso y sencillo, San Franci-sco nos muestra cómo supo: “beber de la fuente y llegar a la cumbre” (Vaticano II, SC 10). Jesús nos abrió el verdadero camino que lleva a la vida y nos mostró el verdadero Ro-stro de Dios, que es Padre Misericordioso… Y la misma fe, la misma tarea que tuvieron los Apóstoles para creer que en Jesús de Nazaret había una realidad y misterio profundo. ¡El Hijo de Dios, hecho hom-bre en María! desde la Ultima

Cena, se quiso quedar, ¡más humilde todavía!, bajando al altar por las manos del Sacer-dote, nos brinda la posibilidad de estar en plena comunión trinitaria y eclesial. Y ésta es una gran oportunidad para que lo podamos contemplar… Y ahora nosotros debemos dar un salto en la fe como los Apóstoles y Discípulos, creyendo que Él se queda como alimento para que ten-gamos su fuerza para amar como Él nos amó. Viendo el Rostro del Padre y guiados por su mismo Espíritu Santo, debe-mos socorrer a los sufrientes de nuestro tiempo; consolar y sanar sus heridas, y lograr que puedan encontrarse personal-mente con Jesús.

LA EUCARISTIA CONTEMPLADA POR SAN FRANCISCO


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Joven en la capilla de Nstra. Sra. de Copacabana escribiendole al Papa

“La Eucaristía, signo de la unidad con todos, que

prolonga y hace presente el misterio del Hijo de Dios hecho hombre, nos plantea la exigencia de una evangelización integral. La inmensa mayoría de los católicos de nuestro continente viven bajo el flagelo de la pobreza. Esta tiene diversas expresiones: económica, física, espiritual, moral, etc. Si Jesús vino para que todos tengamos vida en plenitud, la parroquia tiene la hermosa ocasión de responder a las grandes necesidades de nuestros pueblos. Para ello, tiene que

seguir el camino de Jesús y llegar a ser buena samaritana como Él. Cada parroquia debe llegar a concretar en signos solidarios su compromiso social en los diversos medios en que ella se mueve, con toda “la imaginación de la caridad”. No puede ser ajena a los grandes sufrimientos que vive la mayoría de nuestra gente y que, con mucha frecuencia, son pobrezas escondidas. Toda auténtica misión unifica la preocupación por la dimensión trascendente del ser humano y por todas sus necesidades concretas, para que todos alcancen la plenitud que Jesucristo ofrece”.

IGLESIA HOY

por Maria Cecilia Jaurrieta

EN ALGUN LUGAR DE AMERICAToda auténtica misión unifica la preocupación por la dimen-sión trascenden-te del ser huma-no y por todas sus necesida-des concretas, para que todos alcancen la ple-nitud que Jesu-cristo ofrece”. (Aparecida, 176)


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sede parroquial atienden las capillas de Itatí, San Antonio, Padre Lorenzo Massa (en el predio deportivo del Club San Lorenzo), Nuestra Señora de Copacabana y San Juan Bautista.

El desafío de las adicciones, combinadas con la

exclusión, hizo que se creara dentro del ámbito parroquial el Hogar de Cristo Don Bosco para acompañar a muchos jóvenes en su recuperación.

EN PRIMERA PERSONA

Tres protagonistas de su acción pastoral

nos cuentan su actividad en primera persona. Ticha, encargada del Servicio Social desde hace casi cuarenta años, y dos jóvenes, Sebastián y Hugo, que tuvieron la dicha de participar del último Encuentro de Jóvenes en Rio de Janeiro.

Ticha: “Me parecía tan raro que unos vivieran tan bien y otros tan mal” Mi nombre es Ester Adaro,

pero todos me reconocen como Ticha. Soy porteña. Nací en una familia sin complicaciones económicas. Mi padre y cuatro de mis hermanos son médicos. Me parecía tan raro que unos vivieran tan bien y otros tan mal. Estudié en el colegio Jesús María. Cuando tenía diecisiete años, una chica del movimiento Emaús vino a invitarnos a participar de una actividad en la villa 1-11-14 donde tenían un dispensario. Dejé de venir cuando me casé.

(Aparecida, 176)

LA PARROQUIA: ESPACIO DONDE

JESÚS SE HACE PRESENTE

En algún lugar de América Latina, en alguna parroquia

ó capilla estarán sucediendo las mismas cosas. Con una maravillosa diversidad pero con un sorprendente espíritu de comunión.

Jesús conversaba y comía con la gente, tenía

gestos de cercanía, curaba, consolaba, se condolía, enseñaba, perdonaba… Y a sus discípulos los enviaba de dos en dos a practicar las cosas que Él les había enseñado. Los discípulos fueron catequizados principalmente con el ejemplo y repitieron una y otra vez la tarea. Por imitación del Maestro volvieron a enseñar, a curar, a perdonar y a compadecerse, a acompañar al pueblo de Dios. Y el ciclo se repite hasta nuestros días, con luces y sombras, claro está.

Hemos intelectualizado tanto la misión de la Iglesia

que nos sorprende cuando vemos que se realizan estas actividades.

La Iglesia fue establecida como un Jesús-

caminando-por-la-historia, un cuerpo de Cristo armado con todos los bautizados y con los pastores a la cabeza. Esa presencia parece hacerse todavía más visible cuando se da entre los pobres.

Cuando en una villa miseria, un cantegril, una favela,

se proclama el Reino de Dios, es como actualizar aquella presencia de Cristo en la sinagoga de Nazaret. Y que todos los miembros vivos de esa comunidad pronunciaran, con su compromiso pastoral, las mismas palabras del que los envió: “El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19).

UNA PARROQUIA EN LA VILLA MISERIA

La parroquia Santa María Madre del Pueblo es la

primera en erigirse en una villa miseria de la ciudad de Buenos Aires. En sus orígenes fue una capilla atendida por el padre Rodolfo Ricciardelli (“Richard”) y una guardería. La Villa (1-11-14) fue literalmente “barrida” en tiempos del gobierno militar. Lentamente se volvió a establecer con la llegada de migrantes, tanto del interior de la Argentina como de los países vecinos. Actualmente, sus pastores son los sacerdotes Gustavo Carrara, párroco y Vicario para la Pastoral de las Villas de Emergencia de la Arquidiócesis de Buenos Aires -una creación del entonces Cardenal Bergoglio-, Hernán Morelli y Nicolás Angelotti (“el Tano”). Además de la

EN ALGUN LUGAR DE AMERICA

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Tuve mis hijos y al mismo tiempo estudié la

Licenciatura en Servicio Social en la Universidad del Salvador. A Rodolfo Ricciardelli lo conocía por todas las marchas y las protestas que hacía en Tribunales por el tema de las villas. Primero vine como voluntaria y luego fui contratada por Cáritas.

Mi maestro fue Rodolfo. Además de todo lo que

aprendí en la Facultad toda mi formación con respecto al servicio a los pobres se la debo a él. Hace treinta y siete años que trabajo acá.

Mi tarea fue variando con los años. Al principio

estaba a cargo de la guardería con una mamá. Eran cinco o seis chicos. Después, con un auxilio de Misereor, armamos un taller de uso comunitario. Hice durante mucho tiempo educación para la salud, sobre todo con los niños. Nos dimos cuenta que enseñándoles a los chicos íbamos a producir cambios en las familias.

También trabajamos con mujeres voluntarias.

Hicimos un relevamiento sobre discapacitados y su atención. Hubo colaboración de una psicóloga. También con la tercera edad. Nos dieron un espacio en la radio del barrio para difundir estas temáticas. Si me dan a elegir, prefiero lo grupal y comunitario.

Siempre había q u e d a d o

p e n d i e n t e con Rodolfo el tema de las a d i c c i o n e s . Al principio solamente había a l c o h o l i s m o ; luego vino el poxiran, y después el paco, que eclosionó y hubo que dar una respuesta. Y así se gestó el Hogar de Cristo Don Bosco que ya cumplió dos años. En este espacio pongo la oreja,

acompaño, asesoro en las distintas problemáticas que se presentan, como obtener un documento o acceder a un subsidio. Lo que me hace mal es la falta de comunicación institucional, no tanto las frustraciones por la imposibilidad de ver que la gente no modifica sus conductas.

La semana la reparto viniendo al Hogar o yendo

a una de las granjas. El trabajo del Hogar continuamente se va modificando. Es muy difícil… yo diría para titanes. Aunque no tenemos cifras muy significativas, yo creo que lo importante del Hogar es que se genera un vínculo. El

chico o la chica que reinciden, casi siempre vuelven y eso es lo que me parece más valioso. Quiere decir que se ha sembrado algo, como un clima de familia. Y cuando vuelve, nunca vuelve como la primera vez.

Lo que me pone mal es el tema de las chicas

y la sexualidad. Quisiera entender esa necesidad de ser queridas, abrazadas, de recibir un poco de afecto que las lleva a cambiar de pareja constantemente.

Tengo cinco hijos varones y dos mujeres. Los fines de

semana son intocables para mí… Los dedico a compartirlos con ellos y mis treinta nietos.

Sebastián Bello: Río fue un golpe al corazón

Mi vida fue un poco complicada. Poco

a poco inicié un camino de recuperación con el acompañamiento del Hogar de Cristo.

“Ticha” en su taller.

Hugo y Sebastian


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Río de Janeiro fue un golpe al corazón. Llegar a Río…

Pero mucho antes disfrutar de cosas únicas como las Cataratas. Me preguntan si traje recuerdos pero yo les digo que todo me quedó en el corazón.

El viaje fue largo. Nos perdimos y llegamos a

una parroquia que no era a la que teníamos que ir. Pero lo mismo nos atendieron, nos cuidaron, con tanto amor. Pensar que éramos dos culturas diferentes, dos idiomas y sin embargo nos podíamos entender. Cuando me preguntan cómo hice para comprender el portugués, me acuerdo lo que decía el Padre Eduardo. Que las cosas que tenemos para decirnos las hablamos con el corazón. Estábamos comunicados a través de la fe, con un solo objetivo…: llegar y escuchar las palabras del Papa. Eso de que la fe es una sola, que no se mete en una licuadora. Que escuchemos a los ancianos. Que los jóvenes hagamos lío. Vivir intensamente cada momento.

La vigilia de los jóvenes. Dormíamos apenas tres

horas. Disfruté cada momento. Me daba tanta felicidad lo que estaba viviendo. Yo le contaba

al padre Nicolás y veía cómo se emocionaba de lo que yo había vivido. Yo a Bergoglio lo conocía de acá del Hogar de Cristo, cuando vino a hacer el lavatorio de pies. Yo un poco me enojé cuando dio la misa para los argentinos, porque nos quedamos afuera. Y me decía… “Pensar que cuando estaba en la villa lo podía ver, acercarme y ahora no puedo. Estuvimos setenta y nueve horas viajando, pensando que lo íbamos a ver y no pudimos”. Cuando él comenzó a hablar se hizo un gran silencio. Y se dio cuenta que habían quedado muchísimos afuera. Entonces pidió que subieran el volumen del audio así lo podíamos escuchar todos. Treinta mil personas hicieron silencio para escucharlo.

No era tan importante verlo o tocarlo, sino escucharlo.

En la última misa nos dijo: “Chicos, porque ustedes son el futuro. Quiero que hagan silencio y busquen dentro de ustedes algo y comprométanse”. Antes de irme de acá, yo había perdido un poco la esperanza, la fe. Veía como la droga destruye a los chicos. Yo trabajo como coordinador de una de las granjas de recuperación del Hogar de Cristo y también en el Hogar Santa María, de acá de la parroquia. Fui en

busca de renovar mi fe, mi esperanza. Estuvimos en una favela no muy complicada. Pero cuando entramos en Río pudimos ver lo que hace el consumo. Vimos a los chicos en un estado físico “shockeante”. Parecía que no habíamos salido del Bajo Flores. Chiquitos desnudos descalzos consumiendo.

Luego viene la alegría del encuentro y quedan

imágenes que te quedan en el alma. Al final es como eso del yin-yang: en todo lo malo hay algo bueno y en todo lo bueno hay algo malo.

http://www.sinpaco.org/hogar-santa-maria-madre-del-pueblo-1-11-14/


Hugo Portillo: Traje más ganas de servir a la Iglesia y a la Parroquia

Nací y me crié en el barrio. Mis padres vi-nieron de Paraguay. Comencé a participar

del Movimiento infantil junto con la Capilla San Antonio en el 2009. La casa de mi abuelo está a unos diez metros de la capilla. Un día el padre Joaquín vino a ver a mi hermana para que diera catequesis en la Capilla San Antonio. Ese día cenamos en familia .Y también conversó conmi-go. Yo le conté que era ayudante de catequesis en la parroquia San Judas Tadeo (muy próxima a la casa de Hugo).

Y que también tenía un grupo de monaguillos. Y me ofrecí a dar catequesis en la capilla, y

me empecé a enganchar en todo lo que tiene que ver con la parroquia. A fines del 2010 con-vocaron jóvenes para formar un movimiento. Así empecé a venir a la parroquia. El padre Nicolás, que entonces era seminarista, nos contó que se quería formar un movimiento para los más chicos, para que tuvieran un espacio donde po-der crecer. Nos comenzamos a reunir y tuvimos un campamento en Córdoba. A partir de ese encuentro se empezó a formar el Movimiento Infantil Madre del Pueblo. El padre Nicolás nos fue preparando para saber conducir los grupos, cómo hacer la recreación. Fue un tiempo de formación.

En Córdoba arrancamos cincuenta y seis dirigentes que fuimos aprendiendo a tener

una mejor organización. Yo estoy encargado del movimiento en todas las capillas. Tenía-mos entre dieciséis y dieciocho años. Fuimos creciendo dentro de la parroquia y dentro del Movimiento Infantil. El padre Hernán es el re-ferente. Y todo lo demás queda a cargo de los coordinadores que formamos un equipo. A los jefes nos llaman “soles”. El grupo animador se reúne cada quince días para evaluar, progra-mar, y ver cómo andan las cosas. Lo bueno de trabajar en grupo es que nos conocemos todos, y podemos dialogar y compartir distin-tos criterios. A veces surgen diferencias pero las arreglamos. Se busca entre todos la mejor opción. En total hay unos cuatrocientos chicos que participan del Movimiento Infantil Madre del Pueblo.

La idea es formar líderes positivos. La mística del Movimiento Infantil es la de servir. Desde

que son chiquitos se les inculca este espíritu en las pequeñas cosas, se los educa en la fe

para que puedan ser luego animadores cuando crezcan. Cada domingo podemos ver cómo los chicos van creciendo. Tenemos tres años de ver que los chicos pueden cambiar cosas, ex-presarse mucho más. Yo camino todo el barrio y cuando me ven me saludan, me reconocen. A los chicos les gusta, porque les hace bien. Es una experiencia que no tenía, por ejemplo la de los campamentos. Los chicos y chicas que asumen ser jefes de sedes, arrancan desde los catorce años. También comenzamos con la escuela de dirigentes. Son encuentros formati-vos para que los dirigentes los puedan aplicar en la sede de cada capilla.

Del encuentro de Río me traje mucha expe-riencia y muchas ganas de seguir trabajan-

do por los chicos y por el barrio. De servir a la parroquia y a la Iglesia. Fue inevitable pensar en los chicos. Ellos sabían que íbamos y nos pedían que rezáramos por ellos. Cuando llega-mos nos preguntaban: “¿Y lo viste al Papa?”.

Respuesta del Santo Padre Francisco a los chic@s del lugar.


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PSICOLOGIA

No hay maneras correctas o incorrectas de sobrellevar una

pérdida. Solamente existen modos sanos de hacerlo. El

autor comparte su experiencia de más de veinte años como

terapeuta.

por Victor Parachin

VEINTICINCO CONSEJOS PARA AFRONTAR LAS PÉRDIDAS

“Cuando mi esposo falleció, creí que mi vida terminaba. Creía que mi vida no tenía más sentido. Vivía llorando y llena de lástima por mí misma. Estaba enojada y me sentía egoísta. En lo único que pensaba era en mi dolor” (Dr. Joyce Brothers, Viudez).

Todos los días en alguna familia se produce una pérdida. Esta experiencia sumerge a los sobrevivientes en una emoción poco conocida: el luto. Ofre-cemos 25 maneras de sentir, afrontar y curar las heridas que deja una pérdida.

1. Acepta tu pérdida Ante la muerte de un ser querido sobreviene una espe-cie de insensibilidad y descrei-miento. Resiste la tentación de suprimir los sentimientos que te invadan. “Cuando alguien muere, aún si la muerte es es-perada, hay siempre una sen-sación de que no ha sucedido”, comenta el Dr. William Worden

en su libro Asesoramiento y Terapia del duelo.“La primer tarea del duelo con-siste en aceptar que esa perso-na ha partido y que no volverá”.

2. Aparecerán muchas emociones Durante los primeros meses te encontrarás con una cantidad de sentimientos que te confundirán y tal vez originen conflictos. La lista de emo-ciones que experimentarás, incluyen ansiedad, depresión, culpa, pena, ira, frustración y miedo, unidos a un poco de desorientación y desorganiza-ción.

3. Habla de tus sentimien-tos Busca a alguien que te escuche. Hablar te ayuda a aceptar y resolver tu pérdida. “Descarga tus sentimientos. Llora cuando necesites llorar. Enójate cuando necesites eno-jarte. No te reprimas intentando ser estoico. Cuanto más expre-


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ses tu pena más libre te senti-rás” dice Judit Tatelbaum una trabajadora social y escritora.

4. Lee la Palabra de Dios La Biblia es muy clara en lo que respecta a Dios que escucha, ayuda y cura a aque-llos corazones oprimidos por el dolor. “Él sana los corazones destrozados y venda sus heri-das” (Salmo 147,3). “Si claman, el Señor los escucha y los libra de todas sus angustias” (Salmo 34,18). “Vengan a mi los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré”.( Mateo 11,28).Reclama al Señor estas prome-sas para ti.

5. Aprende sobre el duelo Lyndon Caine, que en-viudó cuando su esposo tenía 40 años, comenta que le hubie-ra sido útil saber más sobre el proceso del duelo. “Si después que Martín falleció, hubiera tenido a alguna persona con autoridad que me dijera algo así como: Querida, el duelo es como una herida. Es como una lastimadura… Pero vas a curar. Será lento. Poco a poco volverás a estar entera otra vez. Y serás una persona más fuerte.

Así como un hueso fractu-rado se suelda y vuelve a estar fuerte otra vez, así te pasará a ti”. En vez de tambalear en medio de la pena, busca lecturas que te ayuden. Trata de entender mejor lo que te pasa. El conoci-miento ayuda a entender mejor lo que te está suce-diendo.

6. Apóyate en gente positiva Hay personas que tienen un talento especial en brindar consuelo y alivio. Mantente en contacto con estos seres únicos.

7. Lleva un diario Escribir es una forma po-derosa y curativa de expresar el dolor. Escribe sin preocuparte como “suena” ya que nadie más que tú leerá el diario. “Mi diario se convirtió en un salva-vidas”, expresó una viuda.

8. Dispuesto a cambiar La muerte de un ser querido traerá cambios, gran-des o pequeños a tu vida. No los resistas. Abrázalos para permitir que nuevas formas de vivir afloren a tu existencia.

9. Reúnete con un grupo de autoayuda Esta actividad te permi-tirá afrontar el aislamiento y la soledad que experimentarás. Aprenderás de otros que están viviendo lo mismo que tú. Esto te llenará de confianza en ti mis-mo. Sentirás que puedes lograr lo mismo que los demás.

10. Ten paciencia No esperes milagros de la noche a la mañana. Las pérdidas no se superan rápidamente. Llevan tiempo, mucho más del que la gente supone. Recuerda este dicho de Shakespeare:

“¡Qué pobres son los que no tienen paciencia! ¿Qué herida no curó sino de a poco?”

11. Confía en Dios Cuando atravesamos un dolor lo hacemos en soledad pero también nos aislamos. Eleva una plegaria a Dios para que te conceda fortaleza, te guíe y te de un nuevo motivo para vivir. Toma valor de las palabras del apóstol Pablo. “Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Pa-dre compasivo y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación, para que nosotros podamos consolar a los que pasan cualquier tribu-lación con el mismo consuelo que recibimos de Dios” (2Cor 1,3-4).

12. Utiliza la terapia del humor Podría parecer que el luto y la risa recorren caminos excluyentes. Sin embargo no es así. “La risa permite enfocar el dolor, reducir su dimensión y manejar con eficacia el sen-timiento de pérdida”, comenta el rabino Earl Grollman. “Como esas válvulas de seguridad, el humor permite un cambio de perspectiva y energía que es capaz de restablecer el equi-librio. Está bien reír de nuevo”, añade.

13. Ten calma Recuerda que sobrelle-var una pérdida es una tarea pesada. Consume muchas energías de tipo emocional que pueden llegar a agotarte. Tráta-te con amabilidad. “La simple rutina del diario vivir como ha-cer las compras, comer, dormir o vestirse pueden convertirse en pesadas por un tiempo. Pero cada día es un paso más en el camino de la recuperación”, afirma la Dra. Nancy O´Connor, en su libro El proceso del duelo.

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14. Espera algunas amis-tades “No te alarmes si ami-gos o parientes con los que hubieras querido contar como apoyo desaparecen. Ni llama-dos, ni invitaciones, solamente silencio. Te sentirás sorpren-dido, herido, enojado”. Es el comentario de Harris Adriance en su libro Desafío, escrito poco después de la muerte de su esposa. “Algunas puertas se cierran sin razón visible. Afortu-nadamente se compensa con la irrupción de nuevas amistades que brindan calor y compren-sión. A veces proviene de las personas menos esperadas”.

15. Recuerda a tus hijos Tus hijos no están blin-dados para la tragedia. La muerte es una crisis que debe ser compartida por todos los miembros de una familia. Los niños, a veces son olvidados por los adultos en duelo. El si-lencio y el secreto los privan de compartir sus sentimientos de dolor. No permitas que todos se aíslen en el pesar. Los jóve-nes y niños también necesitan apoyo.

16. Cuídate Mantén un régimen salu-dable de vida en las comidas y bebidas. A veces es oportuno realizar un chequeo de salud.

17. Mantente ocupado No se puede estar per-manentemente viviendo en la tristeza. Realizar actividades puede mantener la mente aleja-da de los momentos de dolor. El trabajo es una gran ayuda para conservar la salud mental.

18. Evita las pastillas y el alcohol No utilices medicación para el sueño o alcohol para aliviar tu pena. Retardan tu re-cuperación y pueden ocasionar nuevos problemas.

19. Es un camino lento Dicen que lleva entre tres y cinco años recuperarse de una pérdida. El primer año es el peor ya que se siente la ausencia del ser querido en las fiestas de fin de año, los cum-pleaños y tantas celebraciones familiares.

20. Vuelve a la rutina diaria Tan pronto como sea posible vuelve a las actividades que tenías, incluso si no tienes ganas. Reanuda tu vínculo con la comunidad religiosa a la que perteneces. Vuelve a insertarte en los grupos sociales a los que perteneces.

21. Ejercicios Una buena caminata, correr, practicar deportes pue-de ayudar a mantener la mente despejada. Sobre todo para prevenir estados depresivos.

22. Actúa como un vence-dor Ten pensamientos posi-tivos sobre tu capacidad para sobrellevar la tragedia. Re-cuerda las palabras de Hellen Keller: “Aunque el mundo está lleno de sufrimiento, también lo está de la posibilidad de superarlo”. Trata de sentir que

podrás superar esta batalla.

23. Evita tomar decisiones importantes Mientras sea posible en los primeros años luego de una pérdida trata de no hacer decisiones trascendentes, a menos que sea absolutamente necesario. No vendas tu casa, no te mudes, no hagas inversio-nes. No es conveniente hacer cambios cuando no se está en estado de equilibrio emocional.

24. Ignora los “Deberías” Seguramente se te acer-carán personas bien intencio-nadas que te darán consejos. “Deberías” o “no deberías”, son las formas que adoptan sus sugerencias. Recíbelas con cortesía pero toma tus decisio-nes solamente guiado por tus propias intuiciones y juicios.

25. Sigue conectado con la vida Acepta todas las invita-ciones que te hagan, incluso si no estás totalmente convenci-do. Necesitas salir de ti mismo y ver otra gente. Invariablemente, estar conectado con la gente es un gran estímulo tanto físico como espiritual.


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BENDITO FRACASOEDUCACIÓN

“Septiembre es el verda-dero enero”. Lo leí en una revista de moda y aun sabiendo el riesgo que corro al mostrles mi parte frívola, no puedo evitar estar más de acuerdo.

Aunque no es el primer mes del año, todo empieza en septiembre. El curso esco-lar condiciona la vida no solo de estudiantes y profe-sores sino de padres, abue-los, centros comercles, tele-visión... Todos, de un modo u otro, empezamos algo en septiembre...

por ASUNTA UTANDE

...Y ahora que todos empeza-mos algo, quiero hablar de fracaso. Me consta que hablar de comienzo y de fracaso pue-de resultar contradictorio, o peor aún, de mal gusto. Nadie quiere fracasar, no está “bien visto”. Tendemos a evitarlo, incluso a alejarlo de nuestro vocabulario, como si su sola mención lo hiciera real. A pe-sar de todo ello, quiero nom-brarlo e incluso bendecirlo (decir bien de él).

Es necesario fracasar. Sin fra-caso no hay creatividad, no hay avance. Si algo he apren-dido en mis años de estudio (como ven, me las he inge-niado para que no terminen el artículo recordando solo mi parte frívola) es que el cono- cimiento, los descubrimientos son fruto de una sucesión de errores (y de mucha tenaci-dad, por supuesto).

Es importante hacerlo. Cada fracaso encierra una oportu-nidad de crecimiento, cada error supone un aprendizaje del que privamos a alguien cuando le evitamos que fra-case. Ténganlo en cuenta no solo en su vida sino en la de aquellos que le rodean, sobre todo si tienen que ver con su educación. ¿Quién no ha oído o pronunciado alguna vez “es que no quiero que lo pase mal” o “si puedo evitárselo”?.

Y aunque se hace con la mejor intención y para evitar un su-frimiento, el resultado a largo plazo suele ser mayor sufri-miento y la intención resulta no ser la mejor. Si no dejamos que alguien caiga y aprenda a levantarse, le estamos limitan-do su vida.

Si me preguntaran cuál es el mejor regalo que se puede hace a un hijo, educativamen-te hablando, no lo dudaría: ob-stáculos. O citando al grupo educativo INED 21: “No podemos evi-tarles la grandeza de equivo- carse: ahí comienza la vida y lo que llamamos educación”.

Es bueno. No solo nos enseña a aprender y a vivir. Fracasar nos hace conscientes de nue-stras propias limitaciones. Nos hace sabernos débiles y poquita cosa. Y esa es la fi-sura que en ocasiones utiliza la Gracia para inundar nue-stra vida. La enfermedad de Francisco de Asís truncó sus sueños de ser caballero, pero cerrar esa puerta le permitió abrirse a Dios y a su voluntad.

Como ven, he puesto mis pa-labras y mi empeño en con-vencerles de que dejemos de considerar el fracaso como una maldición a evitar, pero por si aún no les convenci-do, les propongo lo siguiente: salgan a la calle esta tarde y contemplen el atardecer, ese “fracaso” del sol que se repite a diario.

Quizás la belleza del momen-to les impida llamarlo fracaso. No importa, en cualquier caso, Bendito Fracaso.

REVISTA ANTENA CONVENTUAL

Esta nota fue extraida de la revista de la Provincia Ntra. Sra. de Montserrat. Franciscanos Conventua-les (España). Numero 32 de Septiembre de 2013

http://www.pazybien.org/03_QuienesSomos/05_publicaciones/02_antenaConventual.php


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Somos tierra.“El error consistió en creer que la tierra era nuestra cuan-do la verdad de las cosas es que nosotros somos de la tierra” (N. Parra)

Efectivamente, la ingenuidad de la persona (y su incontro-lada soberbia) le ha llevado a creer que era “rey de la creación” con todos los de-rechos al expolio, cuando en realidad es un ser altamente dependiente del resto de los seres. No ha tenido en cuenta jamás una humildad cósmica que lo situara correctamente en el coro de lo creado. La afirmación por la apropiación le ha llevado a la destrucción. Un camino equivocado de siglos que, tal vez ahora, es-tamos comenzando a ver de otra manera.

ACTUALIDAD

DD.HH.

Organizado por el Centro Franciscano de Argentina, el dia 10 de Noviembre, se

realizo en Buenos Aires una jornada sobre Franciscanismo

y Derechos Humanos.

Compartimos un extracto de una de las ponencias.

por Fidel Aizpurua Donazar

Nosotros somos de la tierra y, como dirá Boff, somos tierra, eso y no otra cosa. Tierra con toda su hermosura y su limita-ción, con su entrañabilidad y con su dureza. Pertenecemos al orden de la tierra. En base a una mal comprendida espiritualidad nos hemos alejado de lo “te-rrenal” y lo hemos opuesto a lo espiritual, ensalzado esto último y menos preciando a aquello, para perjuicio de ambos. No hemos sabido elaborar una espiritualidad de la tierra (hasta estos últimos tiempos), y, por lo mismo, no nos ha preocupado el cuidado de la tierra.

Pero hoy, como dice Gailot, po-demos soñar con un tiempo en que los humanos aprendamos que cuidar la tierra es cuidarnos a nosotros mismos, que saberse tierra es situarse en el mejor ám-bito para comprender los inex-tricables caminos de nuestro arcaico corazón. Saberse tierra no es ningún desoro y quizás sea la senda mejor para toparse con la honda espiritualidad de la existencia, y esto solamente en apariencia es paradójico.

Ama la tierra que el Señor te daComo se le decía a Moises, des-preciar la tierra es despreciar al donante. Considerarla un valle de lagrimas es un menosprecio a la generosidad de Dios. Por eso es preciso amarla, aprender a amarla con sus limitaciones; amarla contribuyendo a que, si es posible, no sea tan limitada. Hay que estra seguros de que

se ama ala tierra. Y como quien sabe de amores, cuando se ama se sabe y cuando no se ama se sabe también.Es importante vivir con gozo el ritmo de la tierra. El tiempo de las estaciones, de los días, de las horas, de las épocas, del amanecer hasta el anochecer, el calendario que sustenta nuestra vida. Disfrutar de cada episodio; no renegar ninguno; verlos to-dos como momentos propicios para ir caminando gozosos de la mano de la tierra que nos sostienen y abraza.

Perspectiva franciscana“Loado seas mi Señor por la hermana y madre tierra, que nos sustenta y gobierna y produce diversas frutas, con coloridad flores y hierbas”

Estas son las palabras hermo-sas de Francisco sobre la tierra: hermana que acompaña nuestro caminar día a día, hermana bue-na y generosa. Madre que nos engendra y nos acoge, nos con-suela y abraza, nos da lo mejor. Sustento sin el que estaríamos perdidos, por lo que merece el respeto y la racionalidad en el uso de los bienes. Productora de frutos sin los que no habría horizonte para nadie y produc-tora de belleza que alegra, tan importante como los frutosY hierbas, que parece que no valen para nada pero en las que viven y de las que viven miles de seres que son nuestros benefactores en muchos casos. Misterio de la tierra buena


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“Solo la escuela pueda cambiar las cosas” Mientras habla en su italiano “nasal” aprendido en Roma durante sus estudios de teología, fray Linus Mulenga mira mas allá de sus gafas rectangulares, decenas de cabecitas semi rapadas. En la amplia sala hecha de ladrillos de barro con techo de paja hay, por lo menos, noventa niños agrupados en

pequeños grupos sobre el suelo polvoriento.

Los mas pequeños en brazos de los mas

grandes. El silencio es irreal, la atención es máxima, la disciplina intachable. Un profesor va y viene entre esta y otra clase, niños mas pequeños aquí, niños mayores en la otra. Dos clases, dos

CARITAS ANTONIANA

Una parroquia inmensa, casi 5000 kilometros cuadrados, una comunidad de 80.000

bautizados y un sistema escolar colapsado. Un desafio

casi imposible, a cargo de cuatro frailes zambianos.

Una oportunidad para todos nosotros de apoyar la primer mision integramente

africana de los Frailes Menores Conventuales.

Al centro los jovenes y una escuela que cambiara su vida.

por Giulia CananziFotos: Nicola Bianchi

MALAWI. SUEÑO AFRICANO.


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programas, la misma hora y el mismo profesor. “Ningún profesor quiere venir aquí, pero cambiara, las cosas cambiaran” repite fray Linus contra toda evidencia, con el optimismo que solo un franciscano puede tener.

El proyecto que Caritas Antoniana propone al lector

comienza con una pequeña

comunidad de frailes menores conventuales originarios de Zambia destinados a Mzimba, un distrito rural del norte de Malawi, en el Africa sudoriental.

Se trata de una escuela superior que estará

dedicada a San Francisco: ocho clases, servicios higiénicos, tres pozos de agua y un alojamiento para los profesores. Un proyecto, en apariencia, similar a tantos otros, que aquí, entre los pobres del interior atrasado del país es una revolución Fray Linus lo sabe y sabe que este es un gran desafío: para su gente, para él que es el responsable y para los otros tres frailes, Justin, Abraham y Cornelius, que con el, han iniciado esta aventura en 2008. Un desafío también para la Provincia de los santos protomartires franciscanos de Zambia, porque la suya es la primera misión totalmente africana en tierra africana. Una primacía que es un signo de los tiempos en una Iglesia cada vez mas multietnica y abierta al mundo.

Pioneros y franciscanos.

“Hemos venido aquí porque el Nuncio Apostólico, que es el mismo para Zambia y Malawi, pensó que el carisma franciscano era el mas adecuado para estos lugares. Cada día buscamos entender como testimoniar el

espíritu de Francisco y ahora tenemos un Papa que lleva su nombre. ¡Que oportunidad maravillosa!” Los ojos de Linus brillan mientras dice estas palabras. Un momento de silencio y luego comienza a contar, como se hace de noche, alrededor del fuego, en el pequeño poblado tribal de chozas color tierra rodeado del verde intenso del altiplano.

“Llegamos el 16 de junio de 2008, sin una idea precisa de que nos encontraríamos”

La parroquia de San Pablo a la que fueron asignados,

tiene un territorio de unos 5000 kilómetros cuadrados, subdividido en 88 iglesias, llamadas outstation (termino ingles para definir lugares remotos), diseminadas por poblados de veinte o treinta casa cada uno, mal comunicados y con caminos que se vuelven intransitables durante la temporada de lluvias. “No había ningún censo fiable, pero las estimaciones hablan de unos 80.000 bautizados. ¿Como podremos llegar a todos?”

No es la única sorpresa: hace poco me he enterado

que bajo su responsabilidad esta, ademas, la gestión de 38 escuelas publicas que el gobierno dio a los católicos dándoles solo una subvención para los gastos de los profesores: “De la noche a la mañana -continua Linus- nos hemos encontrado con la responsabilidad de casi 40.000 alumnos sin ni siquiera saber donde estaban sus escuelas”.

MALAWI. SUEÑO AFRICANO.


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A los hermanos les lleva meses rastrearlos a todos,

recorriendo kilómetros y kilómetros de caminos. Al final el panorama es desolador: “Las escuelas explotaban de alumnos, cada una con entre 400 y 1000. Cada una en condiciones ruinosas, inutilizables con las lluvias, sin bancos ni materiales. En algunos casos las salas no alcanzaban y las clases se

daban a la intemperie”. Pero el aspecto mas preocupante se da con los profesores, son dos, tres, máximo cuatro, por cada escuela: cada uno con ciento veinticinco, ciento cincuenta alumnos contra una media nacional, ya muy alta, de un profesor cada sesenta alumnos. “No obstante todas las lecciones se imparten – comenta Linus – y los niños están ávidos de venir a la

escuela y aprender todo lo que puedan”

Una misión toda africana.

Pero la dificultad mas grande no radica en la

vastedad de la misión sino en las diferencias culturales. “El Africa es grande,

incluso para nosotros africanos -sonríe Linus-. Es inmensa y difícil de comprender pero tiene un alma muy grande”

En el interior de Mzimba sobreviven costumbres

milenarias. Hay un sentido del respeto al otro que se expresa en la distancia y en rígidos rituales. Hay, por ejemplo, un distanciamiento enorme

entre hombres y mujeres y en particular entre padres e hijos. Los rituales tienden a bloquear las relaciones porque no se puede tratar directamente a una persona a la que se debe respeto como los padres o los sacerdotes. “Para nosotros, frailes, habituados a contextos diversos, venir a este lugar de Africa para anunciar el Evangelio, que es la Palabra que libera, y no poder hablar

directamente con las personas y en particular con los jóvenes es una contradicción en extremo”. No se trata solo de una limitación pastoral: rápidamente los frailes se dieron cuenta de que el black out de relaciones es un peligro para los mas jóvenes que no tienen guía ni posibilidades de expresarse. Esta “Palabra que libera” debe ser encarnada, testimoniada todos los días


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pero ¿como? “Respetamos los rituales de saludo pero luego comenzamos a hablar a todos directamente y en publico – continua fray Linus- incluso con las mujeres. Abrazamos a nuestros jóvenes y vamos de casa en casa explicando a los padres cuan peligroso puede ser aquel silencio. La gente nos miraba con recelo, decían que eramos africanos, si, pero con la mente como los occidentales, casi inmorales: esto fue un gran sufrimiento. Nos confortaba saber que testimoniar a Francisco en esta situación significaba trasmitir a la gente la alegría, la paz y la libertad de los hijos de Dios. Fue realmente un gran desafío”

Un gran avance.

La misión de los frailes se convirtió en un incansable

peregrinaje por los caminos polvorientos de Mzimba, pueblo tras pueblo. Para provocar un cambio es necesario hacerse presente, aceptar el desafío del silencio, del rechazo. Un viaje espiritual y humano que lleva a los frailes a comprender cada vez mas nitidamente que “la escuela, solo la escuela pueda cambiar las cosas” Y el peregrinaje deviene en vida nueva, Palabra encarnada: “Tuvimos que preparar un plan de intervención y fijar un objetivo mínimo: debíamos subdividir el territorio y encontrar un responsable en cada uno que se hiciera cargo de las condiciones de las escuelas”.

Así nació la SPACTA (Asociación católica de

maestros parroquiales de San Pablo, por sus siglas en ingles) una asociación de profesores y padres de la parroquia. Al inicio no es simple: “la gente

se preguntaba: “¿que podrán hacer ustedes que son pobres como nosotros?” Es verdad no teníamos ni dinero ni medios, como en vez sucede cuando llega un misionero blanco, pero dentro mio estaba convencido que la hermana pobreza seria

capaz de unirse con el hecho de que somos hijos de esta tierra. El no tener nada resalta nuestro testimonio. Nuestro oro era el franciscanismo. Entonces entendí porque el obispo nos había querido aquí”.

La desconfianza se resiste a morir y llevara mucho

tiempo. Pero la gente comienza a comprender, a colaborar: los pobladores se comprometen con la mano de obra para construir las residencias de los profesores, condición mínima para ayudar

a los maestros a establecerse en las comunidades.

El punto de inflexión se produjo en 2010 cuando

los frailes organizaron un workshop (jornada de trabajo y estudio) para promover el trabajo en equipo y brindar

conocimientos de liderazgo. “Vinieron representantes de todas las zonas y escuelas: por primera vez se escucharon unos a otros compartiendo dificultades y soluciones”

Una escuela superior ¿Porque?

Al día de hoy no todo esta

resuelto, requerirá tiempo pero el mejoramiento del sistema escolar básico esta ya al alcance de la comunidad.

El problema ahora se

encuentra con los adolescentes que a los 13 o 14 años salen de la escuela básica y no tienen ninguna posibilidad ni de trabajar ni de seguir estudiando, una situación que en Mzimba le espera a 6000 jóvenes cada año: “Aquí no hay industrias se vive de la agricultura para sobrevivir -explica Linus-. La falta de perspectivas vuelve muy frágiles a estos jóvenes, exponiéndolos al matrimonio precoz, la prostitución, el alcoholismo, a contraer el SIDA, muy expandido en esta zona.

Una preocupación, compartida ahora con los padres, luego de cuatro años de intenso trabajo de concientización. Razones que nos llevaron a pedir ayuda para construir una escuela, una tarea imposible debido a nuestra pobreza pero que haría avanzar notablemente la lanza del desarrollo”

Una escuela secundaria del estado ya existe en el centro

de la ciudad de Mzimba pero solo acoge a unas centenas de estudiantes y no es viable para los jóvenes del interior. “Entonces nuestra escuela resolverá el problema – admite fray Linus- pero tenemos la ambición de convertirla en la mejor de la zona, buscando a los

profesores mejor cualificados. Algunos de nuestros frailes en formación en Zambia eran profesores antes de entrar en la Orden y serán un gran recurso para el futuro. Este lugar olvidado por todos sera el centro de una nueva fase”.

La Escuela Secundaria San Francisco acogerá

trescientos estudiantes que podrían convertirse en el doble si los frailes logran encontrar los profesores necesarios. “Una gota en el océano – concluye fray Linus-. Pero Madre Teresa decía que incluso una gota puede hacer la diferencia porque produce un efecto multiplicador. Si tenemos éxito en nuestro objetivo, en la

Escuela San Francisco podrán formarse los administradores, los profesionales, los lideres del mañana. Haremos mejores las condiciones de todos los otros y serán protagonistas del desarrollo futuro. Una esperanza que nosotros, franciscanos del Africa, queremos donar a estos hermanos con vuestra ayuda”.

Puedes colaborar con esta y otras iniciativas

de CARITAS ANTONIANA ingresando en

www.caritasantoniana.org


http://www.caritasantoniana.it/ita/pagina.asp%3Fid%3D225


Muchas gracias a los mas de 25.000 lectores de practicamente todos los paises de habla hispana que han leido el primer numero de El Mensajero de San Antonio! Vamos por más!

Paz y Bien!

Alicia Esther Mazzilli Teleyú (Montevideo, Uruguay)

Gracias Señor por esta oportunidad!!! Gracias, porque puedo leerla a traves de este medio!!! y gracias a Fanny que me paso el correo!. Miles de bendiciones para todos.

Mary Cordeiro (Buenos Aires, Argentina)

Gracias por este lanzamiento!!! Ya extrañaba no poder leer la revista. El Espiritu Santo sabe lo que la Iglesia necesita y los tiene a ustedes como instrumento. Gracias!

Alvaro Baizabal Mendez (Veracruz, Mexico)

Estimados Hermanos; Reciban mis mas sinceros saludos y al mismo tiempo deseo recibir de ustedes la Revista en version de papel.

Quedo pendiente de recibir un mensaje de ustedes y que Dios los colme de Bendiciones.SOY MEMBRO DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR.

Roberto Castro (Madrid, España).

Muchas gracias por este nuevo formato. Extrañabamos recibir en casa la Voz de San Antonio!Paz y Bien!

Lofrano (Buenos Aires, Argentina)

Gracias PAZ Y BIEN! por permitirnos seguir leyendo el Mensajero de San Antonio, por las reflexiones sobre la Orden Franciscana Seglar que escribe mi querida amiga Cecilia!! gracias!! amo a Jesús, amo a la Virgen y amo a San Francisco!!!! cariños a todos

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Desde sus orígenes, está latente la maravillosa idea de lo porfiado que resulta el cristianismo. Es un movimiento que nace porfiándole al Templo de Jerusalén, que se expande porfiándole al imperio Romano, que le porfía a los cánones de prestigio social de todos los tiempos, que le porfía a la muerte con la resurrección y que –en su eterna porfía- pretende siempre renovarse para nunca estancarse.

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Las páginas de este libro están orientadas a grupos de jóvenes, pero bien pueden adaptarse al trabajo tanto con los más chicos como con adultos. Cada encuentro se centra en una parábola y se desarrolla en forma de dinámicas de grupo. Cada una de las parábolas se vincula a un valor, que ayudará a iluminar aspectos concretos de la vida de los participantes y será un aporte provechoso para los catequistas, los animadores y los coordinadores de grupo.

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“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?” -le preguntó un joven a un sabio que, sin mirarlo, le dijo:

¡Cuanto lo siento muchacho!, pero no puedo ayudarte porque debo resolver primero un problema. Quizás después...”. Y, ha-ciendo una pausa, agregó: “Si me ayudas, yo podría resolver mi problema, y después te ayudaría”.

El sabio se quitó un anillo y, dándoselo al muchacho, agregó: “Toma el caballo y vete al mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. No lo vendas en menos de una moneda de oro”.

El joven tomó el anillo y partió. Ofreció el anillo a los mercaderes que… lo miraron con interés hasta que el joven dijo que preten-día una moneda de oro. Algunos se reían, otros le daban vuelta la cara. Después de ofrecer el anillo a toda persona que se cruzaba por el mercado, y abatido por su fracaso, regresó y le dijo al sabio: “Lo siento, no pude conseguir la moneda de oro”.“Qué importante lo que dijiste, jovencito -contestó el sabio. De-bemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vete ahora al joyero y dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto vale; luego vuelve aquí con mi anillo”.

El joyero examinó el anillo y dijo: “Dile al sabio, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo”.

El joven corrió emocionado a la casa del sabio a contarle lo sucedido.

“Siéntate, -le dijo el sabio después de escucharlo. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces en la vida, pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?”.

Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo.

Moraleja: ofrécete a Cristo: Él sabe cuánto vales, y… ¡por eso murió en la cruz!

¿Y tú, cuanto vales?por Hermano Suplicio

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San Antonio

ESPECIAL El Credo según

San Francisco

AÑO DE LA FE

n.1 Julio / Agosto 2013

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¿Descendio a

los infiernos?

BIBLIA

IGLESIA VIVA!

En memoria.

Señor llegó el HOY, tu tiempo. Gracias por darme a conocer mi fin; la forma y la meta. Si esta es tu voluntad, significa que me llamas a empezar

mi preparación para encontrarte. ¡Cuántos sentimientos, pensamientos, recuerdos, peticiones

y demás cosas caen sobre mi corazón!

mailto:info%40vozdesanantonio.org?subject=Mensajero%20en%20papel

http://www.vozdesanantonio.org

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