24
Educ Med Salud, Vol. 20, No. 4 (1986) EL MERCADO DE TRABAJO MEDICO Y LA PRODUCCION DE SERVICIOS DE SALUD EN LA ARGENTINA' María del Carmen Troncoso, 2 Susana Belmartino, 2 Carlos Bloch 2 e Irene Luppi 2 INTRODUCCION La investigación que desarrolla el Centro de Estudios Sanitarios y Sociales de Rosario tiene como objetivo el estudio de la dinámica general del mercado de trabajo médico durante la última década en la ciudad de Rosario, la forma de incorporación del médico joven al mercado, y, en tercer lugar, la correspondencia entre su formación y las exigencias de la práctica profesional por un lado, y el conjunto de opiniones y valores sobre el papel del médico y la medicina en la sociedad del que son portadores dichos profesionales por el otro. Esto permitirá disponer del conocimiento necesario para la elaboración de políticas de formación y utilización del recurso humano en salud ajustadas a las necesidades del país. Este trabajo es previo a la investigación y está destinado a elaborar los conceptos generales indispensables para su encuadre. Es un primer intento de abordaje teórico. Como tal, se ocupará de definir el conjunto de relaciones que pueden reconocerse entie el trabajo médico, la producción de servicios de atención médica, la formación de profesionales de salud y su capacitación de posgrado por una parte, y entre estos procesos y las determinaciones sociales de carácter extrasectorial por la otra. Una vez realizada la investigación, sus resultados permitirán corroborar, ampliar o redefinir parcialmente tales supuestos, proporcionando un nuevo punto de partida para la interpretación de la problemática en estudio. El artículo presenta el marco teórico de una investigación sobre el mercado de trabajo médico y los profesionales de reciente graduación de Rosario, Argentina. 2 Centro de Estudios Sanitarios y Sociales (CESS), Rosario, Argentina. 535

EL MERCADO DE TRABAJO MEDICO - hist.library.paho.orghist.library.paho.org/Spanish/EMS/927.pdf · Mercado de trabajo médico, Argentina / 537 concepción marxista del conflicto social,

  • Upload
    hadien

  • View
    223

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Educ Med Salud, Vol. 20, No. 4 (1986)

EL MERCADO DE TRABAJO MEDICOY LA PRODUCCION DE SERVICIOS DESALUD EN LA ARGENTINA'

María del Carmen Troncoso, 2 Susana Belmartino, 2 Carlos Bloch2 eIrene Luppi2

INTRODUCCION

La investigación que desarrolla el Centro de Estudios Sanitariosy Sociales de Rosario tiene como objetivo el estudio de la dinámica generaldel mercado de trabajo médico durante la última década en la ciudad deRosario, la forma de incorporación del médico joven al mercado, y, entercer lugar, la correspondencia entre su formación y las exigencias de lapráctica profesional por un lado, y el conjunto de opiniones y valores sobreel papel del médico y la medicina en la sociedad del que son portadoresdichos profesionales por el otro. Esto permitirá disponer del conocimientonecesario para la elaboración de políticas de formación y utilización delrecurso humano en salud ajustadas a las necesidades del país.

Este trabajo es previo a la investigación y está destinado a elaborarlos conceptos generales indispensables para su encuadre. Es un primerintento de abordaje teórico. Como tal, se ocupará de definir el conjuntode relaciones que pueden reconocerse entie el trabajo médico, la producciónde servicios de atención médica, la formación de profesionales de salud ysu capacitación de posgrado por una parte, y entre estos procesos y lasdeterminaciones sociales de carácter extrasectorial por la otra. Una vezrealizada la investigación, sus resultados permitirán corroborar, ampliar oredefinir parcialmente tales supuestos, proporcionando un nuevo puntode partida para la interpretación de la problemática en estudio.

El artículo presenta el marco teórico de una investigación sobre el mercado de trabajomédico y los profesionales de reciente graduación de Rosario, Argentina.

2 Centro de Estudios Sanitarios y Sociales (CESS), Rosario, Argentina.

535

536 / Educación médica y salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

LA ELECCION DEL VOCABULARIO, ¿DEFINICION DETERMINOS O UTILI[ZACION DE CATEGORIAS?

Un primer problema que debe aclararse es el de la elección deun determinado criterio de resolución del problema que es necesaria paraevitar confusiones derivadas de la imprecisión en el lenguaje, y para tomarposición ante una incipiente polémica. Se relaciiona, además, con la tareade definir categorías de análisis que ayuden a comprender y explicitarmejor el sentido de las relaciones estudiadas.

Tras ese objetivo, puede ser útil partir de la distinción formuladapor Passos Nogueira cuando señala que los términos fuerza de trabajo yrecursos humanos expresan conceptos con una esfera específica de aplicación.Fuerza de trabajo sería tina expresión consagrada por la economía política,estrechamente relacionada con la escuela clásica (Smith, Ricardo, Marx),que se presta para un uso analítico en el conocimiento de fenómenos ma-croeconómicos (1). Por su parte, recurso humano, como expresión prove-niente de la ciencia de la administración, se aplicaría en la actividad gerencialo de planificación, tanto en el análisis micro-institucional como en el macro.Según el mismo autor, además de esta distinción de tipo instrumental, nose puede dejar de tener en cuenta que ambos tipos de abordaje estánsustentados en presupuestos teóricos irreconciliables: la teoría de sistemasy el marxismo.

Por su parte, un reciente informe de la Oficina Panamericanade la Salud dedicado a la Investigación sobre Personal de Salud (2), centrael problema en la necesidad de precisar el alcance de conceptos que, en elárea de salud, se han tomado como sinónimos cuando en realidad no loson. La diferenciación propuesta reside en considerar que los términos"recursos humanos", "personal" y "fuerza de trabajo" en salud designan conjuntosde individuos de diferentes grados de amplitud. El primero, recurso humano,sería el más abarcador, refiriéndose a todo individuo o grupo que, organi-zado formalmente o no, puede satisfacer un objetivo determinado en elcampo de la salud. Personal de salud, en cambio, se referiría a aquellosindividuos que están formalmente organizados para trabajar dentro delsector. La organización formal define, pues, a este subconjunto de recursoshumanos, incorporando distinciones relacionadas con su formación institu-cionalizada o el reconocimientojurídico de su práctica. Por último, lafuerzade trabajo en salud se define por criterios de tipo económico y comprendeaquel subconjunto de los recursos humanos y del personal que participaen acciones de salud recibiendo una remuneración.

Un tercer enfoque es el utilizado por Mario Testa en un trabajoinédito sobre planificación en salud (3). Testa rechaza la expresión recursohumano por considerar que su utilización se relaciona con los enfoques másrígidamente productivistas de la sociología administrativa. Considera, porotra parte, que la expresión fuerza de trabajo, al remitir directamente a la

Mercado de trabajo médico, Argentina / 537

concepción marxista del conflicto social, puede estar excesivamente conno-tada para el tipo de abordaje inherente a la lógica de la planificación.Soluciona el problema adoptando la expresión personal de salud, y otorgán-dole un sentido más amplio que el tradicionalmente asociado con el manejoadministrativo de la cuestión, de manera de abarcar "todo lo que se relacionacon la gestión, actividad, transformación y sustitución de la fuerza de trabajoen salud".

Ninguna de las tres soluciones responde completamente a lapercepción de los autores sobre el problema. Comparten la distinción quehace Passos Nogueira entre diferentes modalidades de abordaje asociadastradicionalmente con la utilización de uno u otro término. Sin embargo,no concuerdan con la adscripción de un-vocablo, aun cuando fuera utilizadocomo categoría de análisis, de manera exclusiva a una determinada corrientede pensamiento. Es posible afirmar que el uso -muchas veces indiscrimi-nado y poco preciso- de ambas expresiones se ha extendido y ampliadohasta negar todo vínculo directo con una determinada escuela de pensa-miento.

Suponer una mutua exclusión, dirigida a negar validez a unautilización acotada de ambas expresiones tras una definición precisa delcontenido que se adjudica a cada una de ellas, no conduciría más que aempobrecer el análisis. Aunque no hay motivo para atribuir a Passos No-gueira una posición tan extrema, su falta de explicitación de una soluciónpara el problema deja abierto un campo de indefinición que los autoresconsideran indispensable superar.

Por su parte, la solución propuesta en el Documento de la OPSpuede ser operativa cuando se trata de clasificar, cuantificar, describir,ordenar, a los individuos relacionados con prácticas de salud. Pero, se puedediscutir su aplicabilidad en un enfoque que pretenda dar razón del conjuntode relaciones intersectoriales o de aquellas que definen la inserción delsector en la sociedad que lo contiene. Saber que un mismo individuo puedeconsiderarse como recurso humano, personal o fuerza de trabajo en saludsegún el criterio de clasificación elegido, no servirá para explicitar la índolede las relaciones que puede entablar con otros sectores sociales en cada unade esas situaciones, si dichas relaciones no se explicitan e incorporan a ladefinición del vocablo. En la concepción del citado Documento, los términospodrán ser utilizados como instrumentos clasificatorios pero no como cate-gorías de análisis.

En cuanto a la pragmática salida adoptada por Testa, que basasu evaluación del sentido subyacente en la utilización de términos comorecurso humano o fuerza de trabajo en consideraciones que lo aproximana Passos Nogueira, sirve para reforzar la idea de que la utilización de losvocablos debe estar asociada con el enfoque que se otorga al tratamientodel problema. La opción consistente en ampliar operativamente la signifi-cación del término personal puede ser óptima para tratar un problema de

538 / Educación médicay salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

lógica de asignación de recursos en planificación, pero no resuelve la to-talidad de nuestras inquietudes centradas en el estudio del mercado detrabajo.

Mucho más cercana a nuestra línea de pensamiento se encuentrala diferenciación planteada por Donángelo (4) cuando afirma la operativi-dad de una distinción, que solo puede entenderse como analítica, entre lamedicina considerada como práctica técnica y como práctica social. Se hablade una distinción exclusivamente analítica, porque la práctica médica esuna sola e incluso puede aparecer ante una mirada ingenua como unatotalidad perfectamente integrada. Sin embargo, para el análisis de su ar-ticulación en el proceso de producción de servicios de salud en las sociedadescontemporáneas, es indispensable deslindar los aspectos técnicos y los socia-les como pertenecientes a conjuntos de relaciones que es necesario diferen-ciar. En un segundo paso, la elaboración de categorías permite explicitarla índole de esas relaciones e integrarlas en un análisis que recupere latotalidad, pero esta vez como totalidad compleja con múltiples determi-naciones.

El abordaje de la medicina como práctica técnica, supone consi-derar al médico como un profesional dotado de la capacidad técnica paradar respuesta a una necesidad social. En este caso, es correcta la referenciaal recurso humano, en 1:anto conjunto de individuos que se han apropiadode un saber técnico que los pone en condiciones de resolver un problemaque la sociedad considera relevante. En las páginas que siguen la expresiónrecurso humano se alternará indistintamente con capacidad de trabajo médico,aun cuando se tenga claro que la capacidad de trabajo médico se refiere aun atributo que permite aplicar determinado saber a una situación, mientrasel recurso humano es el individuo portador de dicho atributo. Por otraparte, entender la medicina como práctica social supone reconocer que elsaber técnico solo puede aplicarse a su objeto a través de un proceso social:el proceso de producción de servicios de salud, que supone la mediaciónde un conjunto de relaciones sociales. La ubicación del portador de sabertécnico -el recurso humano- en dicho proceso, dependerá de un conjuntode circunstancias sociales, en particular las referidas a la disponibilidad delos medios de trabajo y la posibilidad de control del proceso mismo detrabajo: más precisamente, la posibilidad del individuo de poner en marchapor sí solo el acto terapéutico.

Conforme al mayor o menor control del médico sobre su procesode trabajo y los medios indispensables para llevarlo a cabo, variarán lascondiciones sociales de su práctica: tendrá la posibilidad de desempeñarseen forma autónoma, conservando el control de las prerrogativas tradicional-mente asociadas con la práctica liberal, o deberá resignar alguna de talesprerrogativas, ubicándose en ambos casos como trabajador autónomo; traba-jará como funcionario asalariado en un proceso de producción de serviciosno orientado a la obtención de lucro, formando parte entonces del personal

Mercado de trabajo médico, Argentina / 539

de un servicio público o perteneciente a la seguridad social; o bien seinsertará como fuerza de trabajo asalariada en un sistema de produccióndirigido fundamentalmente a la valorización de un capital. En este últimocaso el recurso humano se transforma en insumo de un proceso que ya notiene como objetivo primordial la resolución de una necesidad social, sinola generación de un beneficio susceptible de apropiación privada.

Para abarcar íntegramente la complejidad del problema se hacenecesario considerar que los aspectos técnicos y los aspectos sociales de lapráctica se encuentran en interacción constante, en un proceso en el quelas transformaciones producidas en un ámbito no pueden dejar de incidiren la evolución del otro.

EL SISTEMA DE PRODUCCION DE SERVICIOS DE SALUD

Un segundo momento en la explicitación de las relaciones quefundamentan la dinámica del mercado de trabajo médico, lleva a considerarel sistema de producción de servicios de atención médica tal como se haconfigurado en la Argentina, y los rasgos que caracterizaron su evoluciónen las últimas décadas.

Se hace necesario recordar, en primer lugar, que en la conforma-ción del sistema de servicios de salud en una sociedad concreta inciden unaserie de determinaciones histórico-estructurales que se expresan a travésde la interacción de factores -económicos, políticos, sociales y culturales-derivados del conjunto de relaciones establecidas entre los diferentes gruposque la conforman. Relaciones que, en última instancia, remiten no solo auna diferente capacidad de apropiación de los bienes y servicios producidos,sino también a diferente capacidad de acceso a los canales de decisión,diferente capacidad de discernir opciones y, consiguientemente, de realizarelecciones.

La referencia a la evolución de la atención médica argentinapuede dar una idea de la complejidad de los factores intervinientes y desus interacciones: algunos vinculados con la lucha por la distribución delexcedente, otros relacionados con el avance del conocimiento médico ensus aspectos teóricos y aplicados, otros derivados de las necesidades delegitimación del sistema político o conectados con los modelos socialmentevalorados de organización de la práctica médica. Su peculiar articulaciónen una sociedad concreta en un determinado momento de su desarrollohistórico contribuyó a modelar un sistema de servicios de salud de caracte-rísticas muy particulares.

Organización y financiación de la atención médica

La coyuntura nacional e internacional asociada con la crisis de1929, la Segunda Guerra Mundial y su inmediata posguerra, supuso cam-

540 / Educación médica y salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

bios muy importantes en la definición de las funciones del Estado, queadquirió un carácter más intervencionista y más asistencial. El progresivoreconocimiento de derechos civiles y políticos a la totalidad de la población,paralelo al paulatino fortalecimiento de la democracia liberal, se vio conti-nuado, en la Argentina y en el mundo, por un aumento sustancial de laorganización de los :sectores populares y la emergencia de un conjunto dereivindicaciones relacionadas con la afirmación de los derechos sociales.Las condiciones de trabajo, la educación, la vivienda, la salud de los grandesconjuntos poblacionales, tradicionalmente ajenos a la órbita de acción delos poderes públicos, comienzan a tener un lugar creciente en la. actividadde un Estado preocupado al mismo tiempo por aliviar las tensiones emer-gentes de la situación de crisis y lograr la reactivación del circuito económico.

El fundamento de las políticas sociales del Estado suele ubicarseen torno a la doble necesidad de satisfacer las exigencias del aparato pro-ductivo (mantenimiento y reproducción de la Fuerza de trabajo) y asegurarla conservación del orden político (legitimación, búsqueda de consenso).Esa definición del problema no debe hacer olvidar que no se trata de unaacción lineal, ni de una "concesión" de derechos y beneficios otorgadagraciosamente y "desde arriba"; por el contrario, está fuertemente condicio-nada por la movilización y organización de los grupos sociales comprome-tidos. En lo relacionado específicamente con la organización y financiaciónde servicios de salud, tal como se ha producido en la Argentina, y la diferenteaccesibilidad a los mismos para diferentes sectores sociales, puede afirmarseque dependió de la acción de tres grandes conjuntos de variables:

1 Las necesidades del aparato productivo, medidas no solo en tér-minos de fuerza de trabajo, sino también en lo relacionado conla realización del plusvalor obtenido en ramas afines, como laproducción de fármacos y equipamiento médico.

2 Los niveles de organización y movilización de los diferentes gru-pos sociales, la manera particular como cada uno de ellos definióhistóricamente sus necesidades en salud y la modalidad organi-zativa más adecuada para satisfacerlas, las concepciones domi-nantes en torno a las posibilidades y límites de la "intervención"médica, y la definición de las condiciones de "excelencia" de laatención.

3 Las estrategias de desarrollo puestas en práctica desde el Estado,que suponen una determinada forma de resolver la contradicciónentre acumulación y distribución y, por consiguiente, una ma-nera particular de redistribución del excedente generado por elconjunto social (5).

Esa compleja interacción determinó, en las últimas dScadas, ladelimitación de los tres subsectores en que se divide el sistema de atención

Mercado de trabajo médico, Argentina / 541

médica, las interrelaciones, cada vez más complejas, que se establecen entresus instituciones, la diferenciación de los sectores de población a cargo, ylos alcances y límites de cada una de las formas de cobertura. Tambiénincidió, por supuesto, en las modalidades que asume la práctica médica encada uno de los subsectores, presentando diferencias en cuanto a la orga-nización del proceso de trabajo, la índole de las prestaciones más frecuentes,el énfasis en las prácticas preventivas en oposición a las curativas, las activi-dades dirigidas a la formación del recurso humano, las formas dominantesde captación y utilización de dicho recurso, etc.

Entre todos los factores con peso en la configuración del sistemade servicios, la acción del Estado merece atención particular. La políticaestatal dirigida a regular la cobertura de obras sociales, fiscalizando la con-tratación con los prestadores, fijando el valor de la unidad de reembolso(galeno) o arbitrando la negociación entre las partes, definiendo rangos enel valor de las diferentes prácticas a través del Nomenclador de Prestaciones,y estimulando o limitando -según los diferentes proyectos a lo largo deltiempo- el desarrollo de servicios propios, no solo ha condicionado lasupervivencia del médico como trabajador autónomo, sino que ha influidotambién en la definición de algunas de las características más relevantes dela práctica, en particular la desvalorización del enfoque clínico y la tendenciaa la proliferación de especialidades y la incorporación de tecnología.

Este tipo de razonamiento lleva a considerar que también lasomisiones del Estado han contribuido a la conformación de un determinadomodelo de utilización del recurso humano en salud. La falta de controlsobre la incorporación de tecnología, la abdicación por parte de los organis-mos públicos de su derecho a controlar la eficacia y seguridad de los recursostécnicos utilizados, a supervisar su utilización sobre la base de normas deacreditación y habilitación, y a evaluar si su incorporación responde a lasprioridades emergentes de las condiciones de salud de la población, esfuente de las graves distorsiones que hoy presenta la distribución de losrecursos si se correlaciona con el tipo de patología predominante.

Por fuera de este complejo proceso que podría definirse comosocio-político el trabajo médico estuvo también sometido a la influencia dedeterminaciones resultantes del desarrollo del conocimiento técnico cientí-fico tanto teórico como aplicado.

Avances del conocimiento médico y consecuencias sobre la práctica

Desde el punto de vista técnico, los procesos que han determinadolos cambios más relevantes en la atención médica en el mundo, han sidoel aumento del número de especialidades y subespecialidades y el trabajoen grandes instituciones. Consecuencia natural del desarrollo técnico cien-tífico, la diferenciación de especialidades médicas va unida a un procesode crecimiento de la información que se traduce en una constante redefi-

542 / Educación médicay salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

nición de los límites entre lo normal y lo patológico, un aumento de lacapacidad de intervención en los problemas asociados con la enfermedad,y la necesaria división técnica del trabajo en el interior del cuerpo profe-sional.

Según Dormangelo (6), la especialización conduce a una diferen-ciación entre productores que se expresa en tres niveles:

1 Especificidad de los instrumentos de trabajo con los que operan(información y equipamiento).

2 Especificidad del objeto inmediato de su trabajo (grupos etáreos,patologías específicas, sistemas, aparatos u órganos).

3 Especificidad de las acciones técnicas que se desarrolla sobre eseobjeto.

Esa diferenciación de procesos de trabajo que suponen abordajes

parciales de la unidad. biopsicosocial que constituye el ser humano conlleva,como necesaria recomposición de dicha unidad, a la complementariedadentre las diferentes especialidades y la dependencia recíproca entre especia-listas, es decir, al trabajo en equipo. Esa circunstancia, unida a las ]necesida-des derivadas del aumento y especialización del equipamiento, favoreceríael trabajo en grandes organizaciones dirigidas a facilitar una atención in-tegral.

Esta consideración de los aspectos técnicos del problema haceaparecer al proceso como dotado de una racionalidad interna que solomuestra sus contradicciones cuando se analizan los límites de la posiblerespuesta a las necesidades de salud de la población. Entre los problemasmás evidentes se señala en primer lugar que la especialización y la consi-guiente fragmentación del objeto de trabajo no ha estado acompañada deun aumento sustantivo del trabajo en equipo, aun cuando la práctica seradique en institucion es complejas. En segundo término, la aceptación me-cánica de los avances técnicos producidos en países centrales supone uniénfasis en patologías que no siempre representan los problemas más rele-vantes en las sociedades donde esos conocimientos se trasplantan. Por últi-rno, el desarrollo de subespecialidades no siempre está asociado a la nece-sidad de dominar un cuerpo de conocimiento en continuo crecimiento; enocasiones se trata del dominio de una técnica o la utilización de un aparatoclue por su rentabilidad justifican la dedicación exclusiva del profesional asu aplicación.

Conforme el análisis de Passos Nogueira (1), la concentracióndel trabajo en unidades de relativa complejidad, se vio favorecida por dosprocesos relativamente independientes: la intervención estatal dirigida aprestar servicios a determinados sectores de la población y el crecimientode la inversión privada en el área. La concentración y especialización delprofesional constituirían las bases técnicas del proceso de superación de lafase histórica en la que la mayor parte de la actividad de salud era desarro-

Mercado de trabajo médico, Argentina / 543

llada por profesionales autónomos con formación predominantementeclínica.

Sin embargo, aun cuando el trabajo se efectúe en institucionescomplejas y se desarrolle una cierta interdependencia entre profesionales,la tarea de cada uno de ellos, por lo menos en países como la Argentinadonde no se ha producido una introducción masiva de equipos electrónicoscomputadorizados, sigue dependiendo en buena medida de sus conocimien-tos, destrezas y aptitudes individuales.

Esa circunstancia puede constituir uno de los factores, entreotros, que respaldan el mantenimiento de una concepción individualistade la práctica: la convicción de que el individuo es la verdadera unidad deservicio, dado que la calidad de este depende de lo acertado de su juicio yda lugar a una responsabilidad intransferible. Enfrentadas a esta concep-ción, la normatización de las actividades, la racionalización del uso de ins-trumentos de trabajo, el establecimiento de vías institucionalizadas de coo-peración entre especialistas, encuentran obstáculos en la resistencia delprofesional a someterse a normas capaces de interferir en su autonomíaen la ejecución del trabajo y en la espontaneidad de la relación médicopaciente, encarada como una relación singular y exclusiva (6).

En lo referente a los cambios producidos por la incorporaciónde aparatos electrónicos, es necesario señalar que si bien los servicios desalud han mostrado una decidida tendencia a incorporar las innovacionestecnológicas a medida que aparecían en el mercado, ese proceso no supusoeconomía en la utilización de recurso humano.

Frecuentemente la introducción de equipos complejos da lugara la conformación de nuevas unidades de servicios y a la introducción desubespecialidades médicas en un proceso que puede caracterizarse comodivisión técnica del trabajo en sentido horizontal (1). En forma complemen-taria se ha producido también una cierta división técnica del trabajo queopera verticalmente, a partir de la redistribución de tareas entre personasde diferentes niveles de calificación generando por consiguiente una impor-tante demanda de personal auxiliar.

Mientras el primer proceso mencionado, la división técnica hori-zontal del trabajo, aumenta la complejidad y el costo del acto médico, enrazón de la intervención de un mayor número de profesionales altamentecalificados, el segundo podría contribuir a una mayor productividad médicaen el sentido de menor costo por unidad de trabajo, a partir de la introduc-ción de personal menos calificado y con menor nivel de remuneración. Elcosto global aumentaría por la adición de actos diagnósticos y terapéuticos,pero se producirían economías en la utilización de personal que redunda-rían en menor costo por práctica.

Es posible que tales procesos se estén desarrollando en el medioargentino de manera paralela a la incorporación masiva de tecnología pro-ducida en la última década; sin embargo, la oferta de trabajo médico abun-

544 / Educación médicay salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

dante puede haber favorecido la incorporación a tareas auxiliares de pro-fesionales con un nivel relativamente alto de calificación; esto determinauna situación de subocupación de buena cantidad de médicos jóvenes y notan jóvenes y una subremuneración de su trabajo que estimula la búsquedadel multiempleo.

EL MERCADO DE TRABAJO MEDICO

En el artículo se considera mercado de trabajo médico la relaciónentre oferta y demanda de profesionales calificados para el ejercicio de lamedicina.

Esa relación depende muy estrechamente de las característicasque asuman, en cada sociedad concreta, dos procesos sociales compleja-mente articulados: el proceso de producción de capacidad de trabajo médico(educación médica) y el proceso de producción de servicios de salud (prácticamédica).

Aunque estrechamente relacionados, dado que la educación mé-dica tiene por finalidad exclusiva la formación del recurso humano técnicoindispensable para la satisfacción de las necesidades de salud de la población,ambos procesos son independientes y están sometidos a un conjunto dedeterminaciones sociopolíticas, económicas e ideológicas. Esto hace que elrecurso humano resultante del proceso formativo no siempre se adecueajustadamente a las necesidades de la producción de servicios. Los posiblesdesajustes suelen estar referidos no solamente a cantidades sino también aconocimientos, aptitudes, actitudes y sistemas de valores incorporados, yson un elemento más entre los que dificultan la inserción del médico en elmercado de trabajo.

El sistema de producción de servicios médicos, por su parte, estáconformado por un conjunto relativamente heterogéneo de procesos quese constituyen en vehículos de intermediación entre la disponibilidad derecurso humano médico y la demanda de atención por parte de la población.Se trata de un sistema institucional complejo que absorbe el recurso humanoy lo canaliza hacia la ofierta de servicios. En ese sistema habrá que contabilizarno solo los establecimientos "efectores" -públicos, privados o de la seguri-dad social- sino también las instituciones que regulan la financiación socialde las prestaciones y que, por ese hecho, intermedian incluso aquella rela-ción entre médico y demanda poblacional que aparece como más directa:la que se establece en el consultorio del profesional con una práctica rela-tivamente autónoma.

La complejidad de tal sistema no está exenta de anarquía.: super-posiciones en algunas áreas y falencias en otras constituyen obstáculos parael aprovechamiento integral de los recursos disponibles. Las dificultadespara una asignación eficaz de los mismos, tanto materiales como humanos,

Mercado de trabajo médico, Argentina / 545

se han asociado tradicionalmente a la existencia de tres subsectores, biendelimitados pero no totalmente autónomos, independientes en cuanto a lajurisdicción a la que se describen los efectores pero interrelacionados desdeel punto de vista de las fuentes de financiación y otros aspectos vinculadosal funcionamiento del sistema.

De las necesidades de ese complejo conjunto de procesos deproducción de servicios depende la demanda de recurso humano médico,expresada ya sea en un número determinado de cargos en los que el pro-fesional es retribuido mediante salario, o un número variable de actosmédicos, retribuidos mediante honorarios solventados directamente por lapoblación o de manera indirecta a través del sistema de seguridad social ode los seguros privados.

Tanto los cargos o puestos de trabajo médico como las diferentesprestaciones realizadas por profesionales autónomos o semiautónomos nopueden abordarse desde el punto de vista meramente cuantitativo. Por elcontrario, dependen de una compleja escala de estratificación, derivadaprincipalmente de las diferencias en la calidad del adiestramiento indispen-sable para efectivizar las prestaciones, pero que no se agota allí, sino queda lugar a muy diferentes niveles de valoración social de la respectivapráctica y, consiguientemente, muy diferentes escalas de retribución de lasmismas.

Ese diferente nivel de adiestramiento que califica la oferta detrabajo médico en el mercado resulta de dos componentes con distinto pesosegún las especialidades: la formación de posgrado que posibilita el accesoal título de especialista y el consiguiente perfeccionamiento y la antigüedaden la profesión.

Sin embargo, no puede decirse que la capacitación entendidacomo formación que permite la utilización de determinados recursos técni-cos para resolver un problema de salud, sea el único componente de ladiferente valoración del trabajo médico. También influyen una serie deelementos que se originan en pautas culturales y particulares escalas devalores, uno de los cuales, muy relevante, es la valoración otorgada alcomponente tecnológico de la atención, proveniente sin duda de la depen-dencia de modelos de práctica originados en los centros, donde el desarrollocientífico-tecnológico ha sido más dinámico y ha contribuido en mayormedida a configurar los servicios de atención médica como un área privile-giada de inversión de capital y realización de beneficio para las industriassubsidiarias, en particular las de medicamentos y equipos.

La precedente descripción del conjunto de variables que incidenen las modalidades de absorción del recurso humano médico, aunque segu-ramente incompleta, ilustra suficientemente las dificultades asociadas conla intención de definir un mercado de trabajo en términos de oferta ydemanda, y analizar su posible elasticidad. Para proceder ordenadamente

546 / Educación médica y salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

parece indispensable, como paso previo, considerar el mercado de ofertay demanda de atención médica del cual el primero es subsidiario.

Es indudable que la incorporación de recurso humano médicoal mercado de atención -la cantidad y calidad de profesionales requeridospara la efectivización de las prestaciones- depende de la manera particularmediante la cual en una sociedad concreta se organiza la respuesta socialante la enfermedad, más concretamente, de las características particularesque asume la organización de la oferta de atención médica. Del "modelo"de organización de los servicios adoptado, dependerá la cantidad y calidaddel recurso humano a incorporar.

Como ejemplo de la posible diversidad de situaciones puedepensarse en el tipo de recursos que absorben sistemas con "puerta de entra-da", basados en el predominio de la atención primaria y las actividadespreventivas, frente a otros que privilegian la atención de la demanda espon-tánea y el recurso directo a la consulta especializada.

Una manera de ordenar el análisis consiste en aceptar el supuesto--por lo menos a nivel de hipótesis- de que no existe un solo mercado deoferta y demanda de servicios sino varios, que se diferencian por la fuentede financiación y la accesibilidad resultante. Si la hipótesis resultara cierta,se podrían definir también diferentes mercados de trabajo médico, cadauno con modalidades específicas de incorporación del recurso humano.Una forma de aproximación al problema es considerar la situación porsubsectores aun teniendo en cuenta, como ya mencionamos, que la relaciónexistente entre modalidades de financiación y organización de los serviciosen cada uno de ellos no es totalmente lineal.

Sin embargo, la existencia de interconexiones, establecidas par-ticularmente por los :Flujos de población, no niega la evidencia de que, porlo menos hasta el presente, existe una especificidad en la función desarro-llada por cada uno de ellos. Dicha especificidad emana de los sectores depoblación que cubre, y tiene consecuencias muy importantes sobre las mo-dalidades de organización predominantes.

El subsector privado

Las instituciones de atención pertenecientes al subsector privadoabsorben la demanda solvente, aquella con capacidad de pago directo ocubierta por alguna forma de seguro social (obras sociales, mutualidades)o seguro privado, en general bajo las modalidades de libre elección delprofesional y pago por prestación. Se puede afirmar, sin caer en generali-zaciones, que el móvil de su actividad es la generación de un beneficiodestinado a ser apropiado en forma privada, aunque se reconozca que enla práctica concreta ese beneficio puede asumir formas que van desde laretribución del trabajo personal hasta la valorización de un capital invertidoen instalaciones, equipos o contratación de profesionales retribuidos bajo

Mercado de trabajo médico, Argentina / 547

salario. Del mismo modo, la organización misma de la práctica puede variardesde el consultorio individual aislado hasta las grandes empresas médico-sanatoriales.

Tales diferencias internas no constituyen obstáculo para que enel interior del subsector privado se hayan esbozado en los últimos años lastendencias que han permitido definir el llamado modelo médico hegemó-nico: una práctica fundamentalmente curativa, especializada e intensiva enla utilización de tecnología. Ese tipo particular de práctica constituye elnivel más alto de excelencia, tanto para los legítimos detentadores del "sabermédico" como para la población en general. Dicha circunstancia, la genera-lizada aceptación del principio de libre elección, y la modalidad dominantedel pago por terceros, influyen en la aparición de componentes mercanti-listas, y tienen importancia en la forma particular que asume la relaciónentre oferta y demanda de servicios.

Esa relación asume características tan particulares que suponenproblematizar su condición de mercado, autorizando al menor a definirlocomo un mercado atípico.

Desde el lado de la oferta, no se trata de un servicio unitario,sino de una multiplicidad de servicios y bienes sumamente heterogéneos yde diferente nivel de complejidad: consultas, medicamentos, intervenciones,análisis, internaciones, prácticas diversas, remiten a procesos de producciónaltamente especializados, con muy diferente incorporación de recursos téc-nicos y materiales.

Se trata de un mosaico de entidades económicas separadas, conmuy diferente significación en términos de costo, utilización de mano deobra y productividad (7), y enlazadas por una sola condición: la eleccióndel servicio o bien que se va a consumir no se define desde el lado de lademanda, sino que está determinada por una decisión que correspondeexclusivamente al ofertante. El médico es quien prescribe y, por lo tanto,quien decide el tipo, calidad y monto de la intervención: quedando a la

decisión del consumidor tan solo la oportunidad de la primera consulta.El demandante de atención no puede decidir el contenido de su consumo,ni tampoco tiene pautas para considerar con precisión la calidad de laatención recibida: carece de la posibilidad de evaluar si otro oferente podríahaber prestado el servicio de manera más eficaz.

Por otra parte, la regulación del consumo por el lado de la ofertano está regida en forma exclusiva -como sucedería en un mercado clásico-por el incentivo del beneficio. Juegan también en este caso condicionamien-tos relacionados con las modalidades del saber médico y la ideología médicadominante: la necesidad de brindar al paciente la totalidad de las oportu-nidades que la ciencia ofrece para tratar su caso, independientemente decualquier consideración de costo-beneficio, constituye una actitud de raíztécnico-ética generalmente aceptada y considerablemente difundida, cono-cida en la literatura especializada como "imperativo tecnológico".

548 / Educación médica y salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

El sistema de organización de los servicios influye también en larelación entre oferta y demanda. Un factor que asume importancia parti-cular en la escasa transparencia de este mercado es la persistente índoleartesanal de la práctica: aun en las organizaciones más complejas es todavíala pericia atribuida al profesional la que define la calidad (real o supuesta)del bien ofrecido. Esa situación obstaculiza el logro de una mayor produc-tividad y multiplica los productores o los torna intercambiables. A lo sumo,se obtiene una cierta ampliación del "círculo de prestigio", trasladando elaura de pericia desde el profesional prestigiado a su equipo de trabajo.

Si bien es indudable que en materia de consumo de atenciónmédica la oferta modela la demanda, también esta tiene influencia sobrela primera. Es conocido el hecho de que la organización de la seguridadsocial y el sistema de contratación con el sector privado a partir del pagopor prestación como modalidad dominante de retribución permitieron lasubsistencia en la Argentina de una práctica médica organizada bajo pará-metros liberales, anulando paralelamente la consideración del factor costoen la toma de decisiones relacionadas con la atención del paciente.

En los últimos años, además, la regulación de esa contrataciónpor parte del Estado ha convertido al Nomenclador de Prestaciones en unvirtual mecanismo de estímulo para determinadas prácticas -aquellas queaparecen como más rentables y para la aparición de una creciente gamade especialidades y subespecialidades generalmente orientadas a la utiliza-ción de tecnología compleja.

Por el doble camino del prestigio con que la especialización esconsiderada en el terreno académico, y de los incentivos económicos deri-vados de las modalidades de cobertura social, la condición de especialistase ha transformado en requisito indispensable para una buena inserciónen el mercado de trabajo médico.

Llevando la observación a otro nivel, la elasticidad del mercadode oferta y demanda de servicios dependerá del comportamiento del gastode la población destinado a solventar las prestaciones; investigaciones pro-ducidas en países centrales asocian el desarrollo de las especialidades y laincorporación de tecnología con un mayor número de prácticas --actosmédicos- y por consiguiente un aumento del gasto global (8).

Para una caracterización más precisa del mercado es necesarioobservar, además, que ese aumento del consumo por parte de la poblaciónno se distribuye de manera igualitaria entre los oferentes en el mercadode atención, por el contrario, la información disponible permite apreciaruna creciente concentración de la demanda en beneficio de determinadosprofesionales dentro de cada especialidad y de determinadas especialidadesen el conjunto de las mismas.

Estas características peculiares del mercado de oferta y demandade servicios médicos en el subsector privado influirán, como es obvio, enla demanda de recursos humanos para ese subsector. Si se recuerda que

Mercado de trabajo médico, Argentina / 549

las organizaciones dedicadas a la producción de servicios cubren un espectrosumamente diversificado que va desde la gran organización sanatorial hastael consultorio privado individual, resulta indudable que esa circunstanciase traducirá en la práctica en una amplia gama de "puestos" de trabajo conexigencias diferentes en cuanto a formación requerida y también muy di-ferentes niveles de retribución para la oferta de fuerza de trabajo disponibleen el mercado.

La expansión de la capacidad instalada tanto en recurso camacomo en servicios especializados de diagnóstico y tratamiento supone unaumento de la demanda de diferentes cantidades y "calidades" de trabajomédico: por una parte, médicos escasamente calificados (o por lo menosdispuestos a realizar una tarea de escasa calificación) para cubrir cargos demédicos de guardia y médicos internos; por la otra, médicos especialistaspara cubrir un conjunto creciente de tareas que suponen nuevas subdivisio-nes del objeto de trabajo, y en muchos casos se relacionan con la incorpo-ración de tecnología compleja: hemodiálisis, tomografía axial computado-rizada, ecografía, etc. Puede resultar sobreabundante mencionar que losprimeros reciben salarios exiguos para realizar tareas rutinarias en largasjornadas de trabajo y los segundos se encuentran en condiciones relativa-mente mejores aun cuando se desempeñen también en relación de depen-dencia.

El problema del médico autónomo, trabajando en un consultorio,ya se encuentre este aislado o integrado en una institución, es diferente, yposiblemente más complejo por la imposibilidad de trazar líneas de separa-ción entre los dos mercados definidos al comienzo. Se trata en este caso deprofesionales que, para solventar sus necesidades de subsistencia, debencaptar parte de la demanda efectiva de servicios de atención médica, ac-tuando en el mercado a través de la competencia por diferenciación deproducto; es decir, procurando demostrar que el producto que ofrecen esmejor que el que son capaces de producir sus colegas. Este recurso humanomédico se inscribe directamente en el mercado de oferta de servicios, com-pitiendo en él con las otras organizaciones que lo integran para captar partede la demanda solvente.

Sin embargo, el estrechamiento del mercado producido por lareducción de la demanda solvente, como consecuencia de la crisis económicageneral y de la crisis financiera del sistema de seguridad social, ha servidode estímulo para que algunos grupos profesionales sustituyan la competen-cia por la captación de la demanda por acuerdos dirigidos a establecerformas de distribución de esa demanda y obstaculizar el acceso a la mismapor parte de nuevos especialistas. Este tipo de prácticas comienza a desarro-llarse en aquellas especialidades que por diferentes razones todavía no hanincorporado a un número importante de profesionales. El número relativa-mente reducido posibilita la formulación de acuerdos dirigidos a obstacu-lizar la formación de nuevos especialistas, cerrar el acceso a cursos de

550 / Educación médicay salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

actualización y organizar alguna forma de distribución del uso de la nuevatecnología: uno o varios profesionales adquieren un aparato o aprendenuna técnica que supone una formación particular, y se dedican exclusiva-mente a aplicarla, recibiendo pacientes por derivación de sus colegas. Tam-bién permite mejores condiciones de negociación con la seguridad social oincluso, en algunos casos, la salida del sistema.

El1 subsector público

La actividad del subsector público destinada a satisfacer cdemandade atención médica por parte de la población tiene características que ladiferencian de la desarrollada por el sector privado, en razón de que nose encuentra orientada a la percepción de un beneficio sino a la realizaciónde un servicio de índole social: dar respuesta a las necesidades de salud dela población de escasos recursos.

Paradójicamente, la actividad del sector no está en realidad de-terminada por aquellas necesidades que debería satisfacer, sino fundamen-talmente por la disponibilidad de recursos financieros; es decir, por aquellaparte de los recursos estatales que se destinan a satisfacer este tipo denecesidades sociales.

Esa disparidad entre necesidades de la población y oferta efectivade servicios por parte del Estado se ha puesto en evidencia particularmenteen los últimos años. Las consecuencias sociales de la crisis económica hanproducido un aumento de la demanda de servicios en el sector público,por parte de una población cuyas condiciones vitales se han desmejoradosensiblemente. En ella coexisten el tradicional indigente médico y los secto-res con cobertura teórica en obras sociales que no pueden utilizar en razónde que los co-seguros se han convertido en una barrera que limita la acce-sibilidad. Ante esa demanda acrecentada, la evolución de los servicios pú-blicos se ha caracterizado por el agravamiento de las insuficiencias en cuantoa disponibilidad de recursos humanos y materiales y por el deterioro delas actividades de formación y capacitación en servicio del recurso humanodisponible.

Como consecuencia de una evolución que dejó muy atrás la épocaen que los efectores del Estado eran el lugar de radicación de la tecnologíamás avanzada, actualmente el médico hospitalario carece de los elementosmínimos indispensables para la atención. En algunas especialidades críticasse ha llegado a contratar prestaciones con el subsector privado, y se hainiciado un proceso de privatización de la institución estatal que agravatodavía más sus dificultades financieras.

A pesar de esas deficiencias, el subsector público sigue constitu-yendo un área de capacitación particularmente valorada. Las escasas resi-dencias disponibles para los egresados de la Facultad de Medicina quequieren acceder a la especialidad, constituyen situaciones de privilegio en

Mercado de trabajo médico, Argentina / 551

términos de adiestramiento, si bien significan tres años de trabajo intensivo,con remuneraciones notoriamente insuficientes. El resto de los egresados,aquellos que no pueden ingresar a una residencia, se ven forzados a conti-nuar su adiestramiento a través de las "concurrencias" que proporcionanuna formación no sistematizada, de escaso valor práctico y sin ningunaremuneración.

En razón de brindar la única oportunidad de formación de pos-grado sistematizada y de valor reconocido, el sector público consigue am-pliar su capacidad operativa por encima de las posibilidades ofrecidas porlos recursos que se le destinan. Consigue disponer de recursos que de otramanera no podría seguramente contratar. Por medio de dos mecanismos:retribuir magramente el trabajo de los residentes, o utilizar el trabajo ad-ho-norem de los concurrentes. También el personal médico de la planta públicapermanente está mal remunerado, situación que se compensa solo parcial-mente con las oportunidades de continuar el proceso de capacitación, o elnivel de prestigio relativo que supone el ejercicio de un cargo hospitalarioo de la docencia en una cátedra universitaria.

Para el profesional médico este mercado de trabajo se ha idoestrechando paulatinamente en los últimos años, como ya se ha mencionado,en razón del achicamiento de los recursos destinados al subsector. A ladificultad existente para ingresar en la carrera médica hospitalaria debidoal escaso número de vacantes, se unen las arbitrariedades que en ciertosperíodos han dominado los mecanismos de selección de personal.

En el ámbito local se hace necesario distinguir entre lajurisdicciónprovincial donde existe una Carrera normatizada, que establece modalida-des de selección para el ingreso y sistemas de promoción, y los efectoresmunicipales, donde se aplican las disposiciones generales del Estatuto queregula la actividad del personal municipal. Aunque en ambas jurisdiccionesdichas disposiciones legales se han aplicado de manera inorgánica, las arbi-trariedades han sido más frecuentes en el orden municipal. En los períodosde gobiernos de facto, en general, se han dejado de cumplir las disposicionesreferidas a la periodicidad de los concursos de ingreso y de los destinadosa cubrir funciones jerarquizadas. En esos períodos con mayor frecuencia,pero también bajo gobiernos democráticos, los cargos hospitalarios suelenconvertirse en instrumentos de recompensa para diferentes tipos de clien-tela; clientelas políticas para los funcionarios del Estado, clientelas confor-madas por los discípulos y miembros del equipo de trabajo para los especia-listas que dirigen las diferentes secciones y departamentos.

En los dos subsectores considerados, por consiguiente, ni el au-mento de las necesidades de salud de la población ni el incremento de lademanda solvente significan una ampliación correlativa en la posibilidadde inserción en el mercado, del recurso humano disponible. En el subsectorprivado, por la creciente concentración del ingreso que beneficia a lasespecialidades y la capacidad instalada sanatorial; en el público, por la

552 / Educación mnédcay salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

contracción de los recursos que se le destinan, derivada de determinadasprioridades en la asignación de los recursos del Estado o de políticas dedisminución del gasto destinadas a paliar el déficit fiscal.

Los efectores propios de las obras sociales. En cuanto al tercer:mercado de trabajo, el correspondiente a los servicios "propios" de las obrassociales, se asemeja al subsector público en razón de que su actividad notiene fines de lucro y se orienta a la prestación de servicios a los beneficiariosde las instituciones que han optado por este sistema. Los profesionales seencuentran en relació:n de dependencia y son retribuidos mediante salario.

Se trata de un mercado de trabajo relativamente reducido enrazón de la escasa capacidad instalada existente en este subsector, y en éldomina más sistemáticamente que en el público la discrecionalidad políticacomo sistema de selección entre los postulantes al ingreso.

En cuanto a la organización, las instituciones más antiguas, comoel Hospital Ferroviario, por ejemplo, adoptaron las modalidades dominan-tes en el sector público, tanto en la infraestructura edilicia como en lorelacionado con la organización de la práctica médica. En épocas posterioresse comienzan a asimilar a las instituciones sanatoriales privadas, incorpo-rando elementos de confort en cuanto a hotelería y adoptando el modelode práctica especializada, centrada en la atención de la enfermedad, conescasa o nula relevancia de las actividades de protección y promoción dela salud. La organización es centralizada, con grandes unidades sanatorialesdonde se concentra la totalidad de la atención. La demanda de recursoshumanos, por consiguiente, asume las mismas características que la derivadade las instituciones sanatoriales privadas en razón de que la organizaciónde la práctica es muy similar.

Este sistema tampoco ha mostrado elasticidad en relación con elaumento de la población beneficiaria y la posible mayor demanda de aten-ciión. Podría suponerse que estas instituciones se encuentran en mejorescondiciones para dar respuesta a las necesidades de salud de sus beneficia-rios que aquellas que subcontratan con el sector privado, en razón de haberadoptado el sistema de prestación directa de servicios que excluye la gene-ración de beneficio y todos los incentivos para la realización de una mayorcantidad de prestaciones centrados en expectativas de obtención de lucro.Siin embargo, puede afirmarse que, en general, se enfrentan también a unasituación de escasez de recursos para hacer frente a la demanda de sus

beneficiarios. Aun cuando existe una cierta diversidad de situaciones queinvalida toda afirmación en términos absolutos, en la mayoría de los casosla ineficiencia en la administración y las consideraciones políticas que regu-lan la incorporación de personal agravan las dificultades financieras queamenazan la supervivencia de la totalidad del sistema.

Mercado de trabajo médico, Argentina / 553

MERCADO DE TRABAJO Y FORMACION DEL RECURSO HUMANO

Como ya se señaló, la oferta de trabajo médico está estrechamenterelacionada con las condiciones de formación del recurso humano. De lascaracterísticas del sistema de educación médica dependerá el flujo de per-sonal calificado hacia la oferta laboral. Entre dichas características puedendistinguirse aquellas cuantitativas (matrícula, tiempo y costo del adiestra-miento, índices de deserción) de las de carácter cualitativo (contenidoseducativos, métodos pedagógicos). Todas dependen de la acción de unamultiplicidad de factores, entre ellos la demanda social de educación mé-dica (9).

Aunque la relación entre el sistema de educación médica y elsistema prestador de servicios puede considerarse sobre la base de unainteracción recíproca, parece existir consenso sobre la existencia de unadeterminación más fuerte, que en última instancia supone que sea la prácticamédica la que regula la formación del recurso humano, Frenk y colabora-dores (9) distinguen tres niveles sobre los cuales se manifiesta dicha deter-minación. El primero resulta de la adopción de un determinado curriculumen respuesta a la demanda de las instituciones asistenciales por un determi-nado tipo de médico; el segundo estriba en la capacidad del sistema asisten-cial para hacer o no viables las reformas propuestas por el sistema educativo;el tercero se refiere al hecho de que el sistema de atención médica imprimesus modalidades específicas a los programas educativos al proveer los espa-cios para la práctica de los educandos.

En lo relacionado con la formación de pre-grado la situaciónactual puede caracterizarse de la siguiente manera: a) se otorga importanciaparticular al tipo de práctica que se realiza en las instituciones hospitalariasdedicadas a la atención de enfermedades agudas con baja prevalencia; b)se hace hincapié en la función asistencial dirigida sobre las fases más activasde la enfermedad, relegando a segundo plano aspectos tales como rehabi-litación, reinserción, seguimiento de crónicos, etc.; c) se privilegia la funcióncurativa ignorando la importancia de la promoción y prevención; d) no setienen en cuenta los factores psicológicos, sociales y ambientales de la salud/enfermedad, ni se integran eficazmente al curriculum los aportes de lasciencias sociales, las ciencias humanas y la epidemiología; e) se acentúanlos aspectos memorísticos del aprendizaje, descuidando la capacidad deraciocinio y el desarrollo del criterio clínico para la evaluación de la condi-ción del paciente (10).

Esta simple enumeración de características muestra de manerasuficiente como el sistema formador porporciona las bases intelectuales dela reproducción del modelo médico hegemónico.

Considerando el problema desde el ángulo de la inserción en elmercado de trabajo, es necesario tener en cuenta que la complejización ytecnificación de la práctica y las notorias deficiencias de la carrera de grado,

554 / Educación médica y salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

han convertido a la formación de posgrado en un requisito indispensablepara completar el adiestramiento profesional. El tipo de carrera de posgradoal que el joven profesional puede acceder y la especialidad elegida se con-vierten en elementos diferenciadores de su posterior integración al mercadode trabajo.

Esto se traduce en que una adecuada inserción laboral exige unaprevia inversión en capacitación, en razón de las escasas posibilidades deformación de posgrado disponibles. Es en ese terreno donde las eleccionesy las posibilidades individuales comenzarán a pesar en cuanto a la futuracalificación y consiguiente definición de los límites de la competencia en elmercado para cada profesional.

Es en este aspecto de la formación de posgrado donde se inter-conectan el sector privado y el público. Las instituciones estatales brindanprácticamente las únicas posibilidades sistemáticas de formación a travésdel sistema de residencias, las carreras y los cursos formalizados de posgra-do; pero las condiciones de la enseñanza y la elección de los contenidos serigen por las condiciones prevalecientes en el sector privado, que orientantambién las expectativas de los educandos.

A MODO DE CONCLUSION PROVISORIA

Las consideraciones desarrolladas hasta aquí parecen avalar laafirmación de la inexistencia de un mercado de trabajo médico que puedadefinirse a partir de variables estrictamente económicas como oferta, de-manda, precios, cantidades, productividad, etc. Habría que acordar, al me-nos, que se trata de un mercado atípico o, mejor aún, de varios mercadosatíipicos, diferenciados principalmente por el mecanismo financiador delproceso de producción de atención médica en el que el recurso humanose integra. Factores políticos y sociales,junto a otros que expresan el desa-rrollo del conocimiento teórico y aplicado, las transformaciones producidasen las expectativas de la población relacionadas con su salud, la respuestade las instituciones al imperativo tecnológico, la mercantilización de la prác-tica, la transformación de la medicina en una importante área de valoriza-ción de capital, inciden de manera diferente en cada uno de los subsectores,determinando diversas posibilidades de absorción del recurso humano dis-ponible y diversas posibilidades de carrera para los individuos que lo in-tegran.

Por otra parte, la especial valoración acordada a la obtención dela especialidad otorga mayor importancia a las condiciones de acceso a laformación de posgrado. Las dificultades existentes para lograr la especiali-dad tendrán seguramente un peso significativo en el futuro profesional delas nuevas generaciones de médicos.

La convicción generalizada del carácter indelegable de la acción

Mercado de trabajo médico, Argentina / 555

del Estado en la asignación de recursos humanos y materiales para la satis-facción de las necesidades de salud, y en la regulación de la formación yutilización de la capacidad de trabajo médico, justifican el esfuerzo que serealice para respaldar con nueva información las decisiones futuras, anali-zando en profundidad las condiciones de trabajo y capacitación de unacohorte de profesionales jóvenes.

RESUMEN

Se parte de la base de considerar al médico como un profesionaldotado de la capacidad técnica para dar respuesta a una necesidad social.En este sentido, se definen primero los términos: recurso humano comoequivalente de la capacidad de trabajo médico y la ocupación del médicocomo trabajador autónomo, como personal de un servicio público o de laseguridad social y como fuerza de trabajo de una empresa privada.

En segundo lugar, se analiza el sistema de producción de serviciosde atención médica en la Argentina, país donde desde la crisis de 1929 seredefinieron las funciones del Estado, que adquirió un carácter más inter-vencionista y asistencial.

En esta sección se describen dos elementos: organización y lafinanciación de la atención médica organizada en tres subsectores (público,de la seguridad social y privado), los avances del conocimiento médico yde la tecnología, y las consecuencias sobre la práctica (especialización, subes-pecialización y trabajo en grandes instituciones). Se destacan en esta partedel trabajo las repercusiones de la rápida introducción de tecnología com-pleja sobre la práctica médica y la situación de la Argentina con la presenciade profesionales de un nivel de calificación relativamente alto en tareasauxiliares.

En la sección dedicada específicamente al estudio del mercadode trabajo se analizan relaciones entre oferta y demanda. Esa relacióndepende de dos procesos sociales articulados: la educación médica y lapráctica médica. Se analizan las relaciones posibles de estos procesos y seacepta como supuesto de la investigación que el mercado de la oferta y lademanda de servicios es múltiple y que se diferencian por la fuente definanciación. En esta sección se describen las características de la actividadmédica en cada subsector y sus relaciones con la formación.

En la sección dedicada a la interrelación entre mercado de trabajoy formación, se describen las características de la formación de pregradoy de la formación de posgrado y sus relaciones con la inserción del profe-sional en el mercado laboral.

Entre las conclusiones provisorias de este artículo, los autoresdestacan el carácter atípico de este mercado de trabajo, los valores socialesinvolucrados y el carácter indelegable de la acción del Estado en la asignación

556 / Educación médicay salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

de recursos humanos para la salud y en la regulación de la capacidad detrabajo médico.

REFERENCIAS

1 Passos Nogueira, R. A força de trabalhoen saúde. Rev Adin Publica 3(17):61-70,1983.

2 Organización Panamericana de la Salud.Investigación de Personal de Salud. Wash-ington, DC, 1985. Serie de Desarrollo deRecursos Humanos 66,.

3 Testa, M. Lógica deprogramación, BuenosAires, 1986. Documento mimeogra-fiado.

4 Donnangelo, M. C. NMedicina: Práticatécnica - Prática social. Cap. I de Don-nangelo, M. C. y Peresra, L. Saúde e So-ciedade. Sao Paulo, Livraria Duas Cida-des, 1976.

5 Belmartino, S. y Bloc.h, C. Economía,sociedad y política de salud en Argen-tina. Cuad Med Soc (Rosario) 31:5-26,1985.

6 Donnangelo, M. C. Medicina e Sociedade(O mnedico e seu mercado de trabalho).Sáo Paulo, Livraria Pioneira Editora,1975.

7 Michel, C. La consommaticon de soinsmédicaux en France. Rev Int Secur Soc24(4):465-484, 1981.

8 Faure, H. y Sandier, S. L'evolution descouts hospitalieres. Hopitaux Publics,1965-1977. Consommation 1:3-38, 1979.

9 Frenk, J., Hernández Llamas, H. y Al-varez, K. El mercado de trabajo médico.México, Universidad Autónoma Metro-politana (UAM), Xochimilco, 1980.

10 Centro de Análisis y Programas Sanita-rios. Sistema sanitario y personal médi-co (1970-1990), Barcelona, 1985.

THE MEDICAL LABOR MARKET AND THE PRODUCTIONOF HEALTH SERV][CES IN ARGENTINA

Summary

The article begins by considering the physician as a professiornal techni-cally qualified to respond to a social need. First, the terms are defined: manpowerequals the medical labor resource and the work of the physician in private practice,i:n the employ of a public or social security establishment, or in private firm.

The article then examines the production system of medical care servicesin Argentina, where the functions of the State have been redefined since the depres-sion of 1929 and have become more interventionist and care-oriented.

This section describes three points: the organization and financing ofmedical care in three subsectors (public, social security, and private), advances inmedical knowledge and technology, and the consequences for practice (specializa-tion, subspecialization, and employment in large institutions). This part of the articlestresses the effects on medical practice of introducing complex technology, and thespecial situation in Argentina where relatively highly qualified professionals areemployed in auxiliary tasks.

Mercado de trabajo médico, Argentina / 557

In the section specifically on the study of the labor market, relationsbetween supply and demand care considered. This relationship depends on twointerrelated social processes: medical education and medical practice. The possiblerelationships between these processes are examined, and the research is based onthe assumption that there are many markets, each with its own supply of anddemand for services and all differing in the sources of their financing. This sectiondescribes the characteristics of medical work in each subsector and their relationshipto training.

The section on the interconnection between the labor market and train-ing describes the characteristics of undergraduate and graduate training and howthey bear on the professional's placement on the labor market.

Among the article's provisional conclusions, the authors emphasize theatypical character of this labor market, the social values involved, and the role ofthe State, which cannot be delegated, in the allocation of resources for health andin regulating the training and employment of medical human resources.

O MERCADO DE TRABALHO MÉDICO E A PRODUÇÁO DESERVIÇOS DE SAÚDE NA ARGENTINA

Resumo

O trabalho parte da base na qual o médico é considerado como umprofissional dotado de capacidade técnica para responder a uma necessidade social.Nesse sentido, define primeiro os termos: recurso humano como equivalente dacapacidade de trabalho médico e a ocupaçáo do médico como trabalhador autónomo,como pessoal de um serviço público ou da previdéncia social e como força detrabalho de uma empresa privada.

Em segundo lugar, analisa o sistema de produaáo de serviços de ateniáomédica na Argentina, país onde, depois da crise de 1929, as funçóes do Estadoforam redefinidas, dando-lhe um caráter mais intervencionista e assistencial.

Nessa seçáo se descrevem dois elementos: organizaçao e financiamentoda atençáo médica, organizada em trés subsetores (público, da previdéncia social eprivado), os avanços dos conhecimentos médicos e da tecnologia, e as suas conse-qüencias sobre a prática (especializaaio, subespecializaçáo e trabalho em grandesinstituió6es). Esta parte do trabalho destaca as repercussoes da introduçáo de tecno-logia complexa na prática médica e a situaçáo especial da Argentina, com a presençade profissionais com nível de qualificaçáo relativamente alto exercendo tarefasauxiliares.

Na parte especificamente dedicada ao estudo do mercado de trabalhoanalizam-se as relaçoes entre a oferta e a procura, que dependem de dois processossociais articulados: a eduçáo médica e a prática médica. Estudam-se as possíveisrelaçoes entre esses processos, aceitando-se como hipótese da pesquisa que o mer-cado da oferta e o da demanda de serviços sáo múltiplos e que se diferenciam pelafonte de financiamento. Nessa seaáo, se descrevem as características da atividademédica em cada subsetor e as suas relaçóes com a formaçáo.

558 / Educación méddicay salud * Vol. 20, No. 4 (1986)

Na seçao dedicada a inter-relaaáo do mercado de trabalho coin a forma-áao profissional, se descrevem as características da formaaáo aos niveis de pré e

pós-graduaçáo e as suas relaçoes com a inseraáo do profissional no mercado detrabalho.

Entre as conclus6es provisórias deste artigo os autores destacain o caráteratípico daquele mercado de trabalho, os valores sociais em causa e o caráter náodelegável da açáo do Estado na consignaçao de recursos para a saúde e na regula-mentaçáo da formaçáo e do uso da capacidade de trabalho médico.

LE MARCHÉ DU TRAVAIL MÉDICAL ET LA PRODUCTIONDE SANTÉ EN ARC;ENTINE

.Résumé

Les auteurs partent du principe que le médecin est un professionnel,doté de la capacité technique voulue pour répondre a un besoin social. C'est danscet esprit qu'on défini en premier lieu le terme ressource humaine, comme l'équi-valent de la capacité de travail médical, et ensuite l'occupation du médecin commetravailleur autonome, comme fonctionnaire d'un service public ou de la sécuritésociale, et comme force de travail d'une entreprise privée.

En deuximne lieu, on analyse le systéme de production de services desoins médicaux en Argentine, pays oú, depuis la crise de 1929, on a redéfini lesfonctions de l'Etat, qui a acquis un caractére plus interventionniste et bienfaiteur.

Cette section décrit l'organisation et le financement des soins médicaux,eux-mémes distribués en trois sous-secteurs (public, de sécurité sociale, et privé),les progrés des connaissances médicales et de la technologies, et les conséquencessur la pratique (spécialisation, sous-spécialisation et travail dans de grandes institu-tions). Cette partie de l'ouvrage met en relief les répercussions de l'introductiond'une technologie complexe sur la pratique médicale et la situation spéciale del'Argentine, oú l'on trouve des professionnels d'un niveau de compétence relative-ment élevé occupés a des táches auxiliares.

Dans la section spécialement consacrée iL l'étude du marché du travail,on analyse les rapports entre l'offre et la demande. Ce rapport dépend de deuxprocessus sociaux qui s'articulent: l'éducation médicale et la pratique médicale. Ony analyse les rapports qui peuvent exister entre ces processus et l'on admet aux finsde l'enquete que le marché de l'offre et la demande de services est multiple et quela différence réside dans la source de financement. Cette méme section décrit lescaractéristiques de l'activité médicale dans chaque sous-secteur, ainsi que ses rap-ports avec la formation.

Dans la section portant sur les relations réciproques entre le marchéclu travail et la formation, on trouve une description de la formation avant et apresl'obtention du diplóme universitaire, et des liens entre ces genres de formation etl'insertion du professionnel dans le marché du travail.

Parmi les conclusions provisoires de l'article, les auteurs soulignent lecaractére atypique de ce marché du travail, les valeurs sociales entrant en jeu, et lecaractére inaliénable de l'action de l'Etat quant a l'assignation de ressources pourla santé et la réglementation de la formation et de l'utilisation de la capacité detiravail médical.