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pd posdata EL MERCANTIL VALENCIANO VIERNES, 27 DE ENERO DE 2012 BONAVIRI Y BERGOUNIOUX El universo natal Dos autores, uno francés, otro italiano, narran con diferente actitud y pulso el mundo rural de sus lugares infantiles. 3 Análisis Aproximadamente una década ha transcurrido desde los tiempos álgidos de la especulación urbanística en la Comunidad Valenciana. Un breve periplo actual por la periferia de Valencia y por el entorno de muchos pueblos y comarcas nos mostrará amplias zonas de paisaje inculto, las más de las veces desvelando todavía el tra- zado de las tablas de huerta o los abancalamientos característicos de los huertos de naranjos que fueron, colonizados ahora por herbáceas que, en su etapa pionera, todavía no han hecho sino comenzar su lenta tarea de restauración de una tími- da biodiversidad. Sin embargo, los paisajes resultantes del fracaso de la burbuja inmobiliaria se alejan en mucho de la estética espontánea del terrain vague que Gilles Clé- ment reivindica en su conocido Manifiesto del tercer paisaje, como defensa de una cierta insumisión del territorio. No se trata aquí de pequeñas zonas de indefinición en los lindes de las ciudades o de las vías férreas, a modo de resis- tencia espontánea a nuestro afán de ordenación, sino de verdade- ros paisajes del expolio, donde los regadíos de huerta y los naranja- les han sido abandonados y recalificados ma- sivamente como «suelo urbanizable» ante la esperanza de un futuro de promisión, con- fiando en que la infinita avidez constructora y compradora de segundas residencias en me- dio de la nada no se acabaría nunca. Pero acabó abruptamente hace ya tres años, y con el final de la burbuja se coaguló el flujo de transformaciones urbanizadoras so- bre los cientos de PAIs en proceso de ejecución, dejando un paisaje de naranjos muriendo lentamente, de huertas convertidas en páramos y, en los PAIs ya urbanizados, viales asfaltados que no conducen a ninguna parte y aceras re- cién acabadas con sus correspondientes faro- las que sólo podrán iluminar parcelas asilves- tradas. Una escenografía de espejismos eclip- sados donde ya comienzan a pastar rebaños de ovejas pastoreadas por inmigrantes africa- nos. Buñuel lo habría inmortalizado mejor que nadie, con su especial maestría para representar ese surrealismo profundo tan nuestro y tan per- sistente. Pero fuera del extrañamiento surrea- lista, y a diferencia de los paisajes de ruinas pos- modernas que ya han creado una cierta tra- dición de memoria industrial —en la estela de Robert Smithson en su conocido texto The mo- numents os Passaic —, los paisajes del abandono agrícola sólo alcanzan a expresar una entropía sin más hitos, a no ser el cartel herrumbroso de alguna inmobiliaria anunciando cientos de adosados que nunca llegarán a ser. La mirada desde el recuerdo nos hablará de la muerte del paisaje, siguiendo la ar- gumentación de Alain Roger en su Breve tratado del paisaje, pues el proceso de naturalización de los te- rrenos abandonados pasa necesa- riamente por la pérdida de los cul- tivos, pero también por el borra- miento de la belleza cultural del pai- saje agrícola, depositario, como sa- bemos, de parte de nuestra identi- dad como pueblo. A su vez, el deterioro estético implica también una merma del valor económico del territorio. ¿Quién desearía comprar una casa de campo, o incluso un adosado, rodeados de campos abandonados? Las urbaniza- ciones que llegaron a cons- truirse en muchas ocasiones aca- POR JOSÉ ALBELDA Los paisajes del declive Son los resultantes del fracaso de la burbuja inmobiliaria, del modelo económico que la respaldó y de la cultura utilitarista. Territorios recalificados como «suelo» objeto de la ya volátil plusvalía. Son los paisajes del expolio, la muerte del paisaje en la Comunidad Valenciana. Una escenografía de espejismos que refleja el abandono agrícola de valor también identitario, que ahora exige una mirada desde la perspectiva económica, ecológica, cultural y estética que podría, por qué no, ser una de las líneas del futuro desarrollo. PACO ROCA Y SUS ARRUGAS Hoy se estrena la película Este viernes se estrena en los cines la pelícu- la Arrugas, de Ignacio Ferreras, basada en el cómic homónimo del dibujante valenciano Paco Roca, Premio Nacional 2008. Un cómic de excepción para una película que ya repre- senta una de las sorpresas de la animación española del momento. La historia de amis- tad entre Emilio y Miguel, dos ancianos re- cluidos en un geriátrico, está preselecciona- da para los Oscar en la categoría de mejor película de animación. PROTAGONISTA DE LA SEMANA PASA A LA PÁGINA 2 Barraca en ruinas y en venta en el término de Alboraia (Camí de Farinós). Su aban- dono forma parte de nuestra identidad como pue- blo FMANUEL MOLINES Bancales recalificados en el término de Bétera. Los abanca- lamientos ca- racterísticos de los huertos de naranjos son ahora coloniza- dos por herbá- ceas en su eta- pa pionera, de escasa biodi- versidad. FLEVANTE-EMV Lo que era una antigua y rentable masía de naranjos en Montesano de Benagéber ahora es un erial con un cartel herrumbroso de una inmobiliaria que anuncia una urbanización que nunca llegará a ser. F. BUSTAMANTE

EL MERCANTIL VALENCIANO - medias.levante-emv.com · Manifiesto del tercer paisaje, como defensa de una cierta insumisión del territorio. No se trata aquí de pequeñas zonas de indefinición

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EL MERCANTIL VALENCIANO

�VIERNES, 27 DE ENERO DE 2012

BONAVIRI Y BERGOUNIOUX

El universo natalDos autores, uno francés, otroitaliano, narran con diferente

actitud y pulso el mundo rural desus lugares

infantiles.�3

Análisis

Aproximadamente una década hatranscurrido desde los tiempos álgidosde la especulación urbanísticaen la Comunidad Valenciana.Un breve periplo actual por laperiferia de Valencia y por elentorno de muchos pueblos ycomarcas nos mostrará ampliaszonas de paisaje inculto, las más delas veces desvelando todavía el tra-zado de las tablas de huerta o losabancalamientos característicos delos huertos de naranjos que fueron,colonizados ahora por herbáceasque, en su etapa pionera, todavía nohan hecho sino comenzar su lentatarea de restauración de una tími-da biodiversidad. Sin embargo, lospaisajes resultantes del fracaso dela burbuja inmobiliaria se alejan enmucho de la estética espontáneadel terrain vague que Gilles Clé-ment reivindica en su conocidoManifiesto del tercer paisaje, comodefensa de una cierta insumisióndel territorio. No se trata aquí depequeñas zonas de indefiniciónen los lindes de las ciudades o delas vías férreas, a modo de resis-tencia espontánea a nuestro afánde ordenación, sino de verdade-ros paisajes del expolio, donde losregadíos de huerta y los naranja-

les han sido abandonados y recalificados ma-sivamente como «suelo urbanizable» ante laesperanza de un futuro de promisión, con-fiando en que la infinita avidez constructora ycompradora de segundas residencias en me-dio de la nada no se acabaría nunca.

Pero acabó abruptamente hace ya tresaños, y con el final de la burbuja se coaguló elflujo de transformaciones urbanizadoras so-bre los cientos de PAIs en proceso de ejecución,dejando un paisaje de naranjos muriendolentamente, de huertas convertidas en páramosy, en los PAIs ya urbanizados, viales asfaltadosque no conducen a ninguna parte y aceras re-cién acabadas con sus correspondientes faro-las que sólo podrán iluminar parcelas asilves-tradas. Una escenografía de espejismos eclip-sados donde ya comienzan a pastar rebaños deovejas pastoreadas por inmigrantes africa-nos. Buñuel lo habría inmortalizado mejor quenadie, con su especial maestría para representarese surrealismo profundo tan nuestro y tan per-sistente. Pero fuera del extrañamiento surrea-lista, y a diferencia de los paisajes de ruinas pos-modernas que ya han creado una cierta tra-dición de memoria industrial —en la estela deRobert Smithsonen su conocido texto The mo-numents os Passaic—, los paisajes del abandonoagrícola sólo alcanzan a expresar una entropíasin más hitos, a no ser el cartel herrumbroso dealguna inmobiliaria anunciando cientos deadosados que nunca llegarán a ser. La mirada

desde el recuerdo nos hablará de lamuerte del paisaje, siguiendo la ar-gumentación de Alain Roger en suBreve tratado del paisaje, pues elproceso de naturalización de los te-rrenos abandonados pasa necesa-riamente por la pérdida de los cul-tivos, pero también por el borra-miento de la belleza cultural del pai-saje agrícola, depositario, como sa-bemos, de parte de nuestra identi-dad como pueblo.

A su vez, el deterioro estéticoimplica también una merma delvalor económico del territorio.¿Quién desearía comprar unacasa de campo, o incluso unadosado, rodeados de camposabandonados? Las urbaniza-ciones que llegaron a cons-

truirse en muchas ocasiones aca-

POR JOSÉ ALBELDA

Los paisajes del declive

Son los resultantes del fracaso de la burbuja inmobiliaria, del modelo económico que la respaldó y de lacultura utilitarista. Territorios recalificados como «suelo» objeto de la ya volátil plusvalía. Son los paisajesdel expolio, la muerte del paisaje en la Comunidad Valenciana. Una escenografía de espejismos que reflejael abandono agrícola de valor también identitario, que ahora exige una mirada desde la perspectivaeconómica, ecológica, cultural y estética que podría, por qué no, ser una de las líneas del futuro desarrollo.

PACO ROCA Y SUS ARRUGASHoy se estrena la película

Este viernes se estrena en los cines la pelícu-la Arrugas, de Ignacio Ferreras, basada en

el cómic homónimo del dibujante valencianoPaco Roca, Premio Nacional 2008. Un cómicde excepción para una película que ya repre-

senta una de las sorpresas de la animaciónespañola del momento. La historia de amis-

tad entre Emilio y Miguel, dos ancianos re-cluidos en un geriátrico, está preselecciona-

da para los Oscar en la categoría de mejorpelícula de animación.

PROTAGONISTA DE LA SEMANA

PASA A LA PÁGINA 2

Barraca en

ruinas y en

venta en el

término deAlboraia(Camí de

Farinós).Su aban-

dono formaparte denuestra

identidad

como pue-

bloFMANUEL

MOLINES

Bancalesrecalificadosen el términode Bétera.

Los abanca-lamientos ca-racterísticos delos huertos denaranjos sonahora coloniza-dos por herbá-ceas en su eta-pa pionera, deescasa biodi-versidad.FLEVANTE-EMV

Lo que era una antigua y rentable masía de naranjos en Montesano de Benagéber ahora es un erial con un cartel herrumbroso de una inmobiliaria que anuncia una urbanización que nunca llegará a ser.F. BUSTAMANTE

elAnaquel

DIEGO MERET

En la pausaLA UÑA ROTA, TRADUCCIÓN: EURO TRANSMIT, 2011

Se publica por vez primera en España esta excéntrica y emocionante novela de iniciación.Premiado por Piglia, alabado por Fogwill y recomendado por Pauls, estamos ante el libro que hapuesto de acuerdo a los tres grandes de la literatura argentina. «La casa donde nací, como la detantos amigos del barrio, era casa de un solo libro. Y no es metáfora ni cosa semejante», nos dice elnarrador al principio de esta historia extrañamente autobiográfica. Un día, tras leer ese único libro,comprende que su destino es leer. Vivir para leer y leer para vivir. Una obra que nos habla, con unaalegría inusual, de la precariedad como una manera creíble de estar en este mundo.

RICHARD P. BENTALL

Medicalizar la menteHERDER EDITORIAL, TRADUCCIÓN: NURIA CAÑETE COLMENA, 2012

¿Existen pruebas de que la psiquiatría haya tenido un impacto positivo en el bienestar de loshumanos? Según Bentall, no. Mientras la historia reciente de la medicina somática ha estadomarcada por avances en un aumento significativo de las probabilidades de supervivencia en casosde enfermedades mortales, no existen pruebas similares en la capacidad para tratar un trastornomental grave. El autor revela la realidad de los sistemas de salud mental en Occidente, donde segúnla OMS los pacientes se recuperan con más dificultad que en países en vías de desarrollo. No setarda nada en descubrir la fuerte dependencia que la psiquiatría tiene de los fármacos.

FEDERICO MAYOR ZARAGOZA Y MARÍA NOVO

Donde no habite el miedoEDICIONES LITORAL, 2011

Esta obra aborda en clave poética la crisis global que sufre el planeta y que afecta a nuestrahistoria personal y colectiva. En una secuencia de poemas a dos voces, los autores —Zaragozaes presidente de la Fundación Cultura de Paz y Novo, del Proyecto Ecoarte— reflexionansobre lo que se desmorona y lo que pretende aprisionar nuestra libertad mediante el miedo,pero también sobre la necesidad de construir la resistencia, de volver a situar la vida en elcentro de nuestras sociedades, de abrazar el compromiso que moviliza las utopías y dasentido a la vida. La latitud del dolor, el viaje hacia los sueños y el territorio de las esperanzas.

PETER SLOTERDIJK

Has de cambiar tu vidaPRE-TEXTOS, TRADUCCIÓN DE PEDRO MADRIGAL, 2012

«No puede negarse: el único hecho de importancia ética universal en el mundo actual es elreconocimiento, cada vez mayor y difusamente omnipresente, de que así no se puedecontinuar». Las tesis de Sloterdijk, en su investigación acerca de la naturaleza del hombre,podrían ser comprendidas como la crítica del cuento del retorno de las religiones. No es lareligión la que retorna, sino que, más bien —tal como lo documenta— encuentra su lugar algomuy fundamental en el presente: el hombre como ser que practica, como ser que, a través desus ejercicios, se produce y se transciende a sí mismo.

baron convirtiéndose en islas rodeadas deno-lugares, en una tierra de nadie ajena alsentido del paisaje como una unidad de con-junto con suficiente cohesión estético-am-biental.

Fracasado el modelo económico, se esfu-maron en muy poco tiempo las falsas plus-valías de la riqueza ficticia y desaparecierontambién —o se recolocaron en nuevos cargospúblicos— los políticos que perpetraron las le-yes y ejecutaron el expolio. Pero en contras-te con la volatilidad del modelo y de sus artí-fices, permanece estable en el paisaje el re-gistro físico de la destrucción. Esta firme pre-sencia a través del tiempo podemos nombrarlacomo la inercia de los paisajes, a modo de re-cordatorio del fracaso de sus proyectos trans-formadores abandonados. Podemos citar alrespecto un ejemplo todavía hiriente en la me-moria: la huerta milenaria de La Punta d’EnSilvestre, cercana a Pinedo, fue destruida enunos pocos meses tras más de ocho años delucha vecinal y ciudadana. Sin embargo, lazona de actividades logísticas (ZAL) que pa-recía tan urgente y vital para la autoridad por-tuaria nunca se construyó, permaneciendo alo largo de todos estos años el vacío del terri-torio como testimonio del sinsentido de unode los más flagrantes expolios de la belleza denuestro paisaje agrícola periurbano. Una vo-luntad de destrucción que continúa opo-niéndose al deseo colectivo de recuperacióndel paisaje, como hemos podido comprobarrecientemente con la negativa del BBVA a quelos vecinos de Benimaclet continuaran con suproyecto de huertos urbanos en los terrenos

de uso público de un PAI sin construir que

lleva catorce años degradándose. Ante todo lo expuesto, y contando con la po-

derosa inercia de unos paisajes del declive quenos recuerdan continuamente el fracaso no sólode un modelo económico, sino de toda una cul-tura utilitarista del territorio entendido comosimple «suelo», se impone una amplia reflexiónsobre el derecho al paisaje, a su cuidado y dis-frute. El Tratado Europeo del Paisaje puede ofre-cernos un buen marco general de referencia, so-bre todo por la reivindicación de la cohesiónpaisajística y el valor de los paisajes humanosdiversos, superando una mirada centrada en laexcepcionalidad, el conservacionismo natu-ralista o el pintoresquismo como únicos valo-res a proteger. Es el paisaje extenso el que debeser respetado, no museificado ni congelado,sino regulado convenientemente para conci-liar su historia identitaria con la necesariaproyección económica desde la perspectiva dela sostenibilidad, equilibrando sus valores am-bientales y su potencialidad produc-

tiva. Empezaremos a hablar, en este nuevo con-texto, de los paisajes de la sostenibilidad comoun nuevo modelo que incluya tanto la variableecológica como la cultural y la estética, consi-derando su belleza de conjunto como bien pa-trimonial, un valor intangible despreciablepara la ciega mirada del capitalismo, perocada vez más presente, según nos recuerdaJoanNogué en su libro El paisaje en la cultura con-temporánea, que comprende lasdistintas miradas

de reconocidos autores como el citado AlainRoger o Agustin Berque, así como una inte-resante aproximación ética a la estética del pai-saje del filósofo Jörg Zimmer.

No resulta aventurado apuntar que la res-tauración paisajística puede llegar a ser una delas líneas de desarrollo económico más pro-metedoras en la Comunidad Valenciana en lospróximos años. La evidencia del fracaso del mo-delo especulativo-urbanizador con el territo-rio y el empobrecimiento que conlleva como«valor añadido», nos obliga a un replantea-miento radical en la forma de pensar y de ac-tuar sobre el paisaje, que no es territorio sinidentidad ni mucho menos estrictamente sue-lo. Y esta reflexión —seguida de su puesta enpráctica— debe llevarse a cabo implicando asectores diversos en un pacto por la sostenibi-lidad ambiental, económica y estética de los pai-sajes, donde colaboren paisajistas, arquitectosy urbanistas, pero también ecólogos, sociólo-gos, especialistas en arte y entorno, agriculto-res y economistas vinculados a la sostenibili-dad, políticos y, por supuesto, ciudadanos, a tra-vés del amplio e imprescindible tejido asocia-tivo de la sociedad civil.

GILLES CLÉMENTManifiesto del tercer paisaje

GUSTAVO GILI, BARCELONA, 2007

ALAIN ROGERBreve tratado del paisaje

BIBLIOTECA NUEVA, MADRID, 2007

ROBERT SMITHSONUn recorrido por los monumentos dePassaic, Nueva Jersey

GUSTAVO GILI, BARCELONA, 2006

JOAN NOGUÉ ED.El paisaje en la cultura contemporánea

BIBLIOTECA NUEVA, MADRID, 2008

Construcciones junto al Montgó (Dénia) La Comunidad Valenciana ha sido criticada en repetidas ocasiones por las autoridades europeas acerca de

su política de construcción sostenible, de acuerdo con informes de la Comisión Europea. FREUTERS. HEINO KALIS

Surrealismo buñueliano.

Terrenos abandonados junto a la cemente-

ra en Puerto de Sagunto donde ahora pastan

las ovejas. F LEVANTE-EMV

� La barraca de Cucalo,de Alboraia.

FDFDSFDSDFS

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 27 DE ENERO DE 20122

FEDERICO UTRERA

Los leones del Congreso. Peleas, amores, pactos, amistades y vicios de los diputadosSIRUELA, PRÓLOGO DE LUIS MAGRINYÀ, 2012

¿Por qué presumía Rajoy de sus viajes privados a Cuba tanto como de sus habanos?¿Por qué aArenas le llaman «el terror de las nenas»? ¿Cómo conquista Álvarez Cascosa sus rubias? ¿Quiénfalta por salir del armario? ¿Cuáles son las principales familias españolas que dejan en herencia losescaños? ¿Es cierto que después de una bronca parlamentaria los diputados se van juntos acenar? Todas estas preguntas y más son respondidas por los leones del Congreso, que rugen porprimera vez las interioridades del hemiciclo, desde los escarceos amorosos de los diputados, losabusos de alcohol o el hachís, hasta sus trifulcas, sus lecturas privadas y un montón de anécdotas.

PAUL AUSTER

Diario de inviernoANAGRAMA, TRADUCCIÓN: BENITO GÓMEZ, 2012 (TAMBIÉN, EN FORMATO DIGITAL)

Es el último y esperado libro de Paul Auster, un diario en el que el autor vuelve la mirada sobresí mismo y parte de las primeras señales de la vejez para rememorar episodios de su vida queconforman un magistral autorretrato. Así, se suceden las historias: un accidente infantil, eldescubrimiento del sexo, la rememoración de sus padres, una larga lista comentada de las 21habitaciones en las que ha vivido a lo largo de su vida, sus ataques de pánico, los viajes, los paseos,la presencia de la nieve, el paso y la herida del tiempo... A su edición Anagramaedita también enformato tradeLa invención de la soledady La trilogía de Nueva York, dos obras maestras.

LUIGI PIRANDELLO

Cuentos para un añoNÓRDICA, TRAD: MARILENA DE CHIARA, 2012

Se publican por primera vez en España todos los cuentos que escribió Luigi Pirandello,Premio Nobel de Literatura 1934. Son la parte menos conocida de su producción, pero es la queél más amaba y en la que trabajó desde su adolescencia hasta el final de su vida. Es en losrelatos donde Pirandello se muestra más natural e imaginativo y contienen la clave de sucapacidad para crear personajes. Por la diversidad de temas, estilos y estructuras, suponen unfresco, lleno de humor y ternura, de la Italia de la época —especialmente de su Sicilia natal—, ala vez que representa la condición humana. Quiso escribir 365 cuentos. No llegó a todos. Murió.

JAN ŠVANKMAJER

Para ver, cierra los ojos PEPITAS DE CALABAZA, TRAD: E. CASTRO, S. GUIARD Y R. DERGAM. INTROD: JESÚS PALACIOS, 2011

Jan Švankmajer (Praga, 1938) es uno de los grandes maestros del cine de animación, unconstructor de poderosas imágenes al servicio de la imaginación subversiva. Cultivador deprocedimientos creativos que van del uso de marionetas al collage, del objeto al dibujomediúmnico, los aplica a su exploración sobre el tactilismo y los integra en su obra, uno de loshallazgos más deslumbrantes y perturbadores del siglo XX. Esta edición presenta por primeravez en castellano una selección de escritos de Švankmajer (el impulso de su obra), acompañadosde un centenar de imágenes de su trabajo y de una entrevista realizada por Peter Hames.

Narrativa

De Pierre Bergounioux, profesor y es-cultor francés, discípulo de Roland Barthes,ya conocíamos Una habitación en Holanda,donde repasaba el proceso que llevó a Des-cartes a retirarse a Holanda para pensar yescribir, pero nos sorprende ahora, sin aban-donar su enfoque minimalista, con un con-junto de relatos de trasfondo autobiográfi-co en los que pesa su capacidad flaubertia-na para observar los detalles del entorno,para poner un espejo en el camino, y tam-bién parece pesar su afición a la entomolo-gía, a contemplar el comportamiento de unmundo de tamaño reducido. Seguramentepor esa capacidad para mirar de cerca trans-mite en pocas páginas una idea muy preci-sa de lo que para él significa haber nacido enLa Corrèze, en el Lemosín francés: «La in-fancia es un misterio, y doblemente cuandoel universo que uno descubre es aquelagrario, cerrado, milenario que hasubsistido al margen del movi-miento, del intercambio, de la mo-dernidad hasta la mitad de este si-glo y un poco más, a ve-ces, según el lu-

gar». Seguramente muchos de los mejoresautores valencianos podrían decir lo mismo.El gran Julio Llamazares también podríadecirlo. No importan las lenguas ni los pai-sajes, importa saber contarlos con emoción.«Es allí donde empecé. Esta convicción afor-tunada me fue entregada con el paisaje».

Bergounioux mantiene en la memoria,como un lugar sagrado, un puente que visi-tó en la infancia, no se atreve a profanar enel presente lo que experimentó en el pasa-do para poder seguir soñándolo; un paseo enun viejo Citröen de tracción delantera conotros amigos en la adolescencia; la obser-vación de las alturas de Millevaches; unbreve asomarse a la Historia del lugar que lovio nacer, vislumbrando al César de La gue-rra de las Galias mientras trata de com-prender a las gentes del Lemosín —topóni-mo que viene precisamente de Roma, del la-tín, y viene a querer decir algo así como «losguerreros del olmo»— y la Gran Guerra, el es-fuerzo inútil que sacrificó en masa y no sir-vió de nada porque acabó conduciendo a

Munich, a una nueva guerra, enor-me, devastadora, con su ocupa-

ción, su colaboración, su resis-tencia y su difícil superación;la contemplación, con ojoscargados de literatura —dePierre Michon y de Rousse-

au, de Balzac y de Faulk-ner— de ese hombre

que vive apartado en unapequeña casa, sin apenas

hacienda, soltero, al que élve cada año en su paseo por LaCorrèze y del que ha averiguadoalgo de su enigma preguntandoaquí y allá, pero con el que no cru-zará una palabra más allá de un es-cueto saludo.

Todo en Bergounioux se debateentre la aspereza antropológica y

la belleza del paisaje, entrela precisión científica y la

pasión poética. El lector ve pasar ante sus ojosun mundo duro, rudo y ya extinto, pero queexistió hasta ayer mismo y del que todavíaquedan algunos vestigios, lo ve pasar pro-ducto del filtro que supone la mente analí-tica que se lo muestra, y producto tambiéndel pulso lírico del que es capaz la mano quemueve esa mente: «El progreso, como se dice,los abonos, la concentración de la tierra, lafuerza mecánica han devuelto a su estadobaldío las 'peores tierras', el juego de la ren-ta diferencial ha condenado sin apelaciónesos márgenes al abandono. Entrarán ma-ñana en el olvido, en la nada. Para muy pocagente —los que han visto declinar este uni-verso— y por muy poco tiempo —aquel, exactamente, que lesqueda de vida—, Millevacheses el teatro medio real, me-dio alucinado, donde el granpasado se resiste a desapa-recer».

La vida en el campo, titu-ló Giovanni Verga un libromemorable en el que retrató lasgentes y paisajes de Sicilia, y dela vida en el campo, al igualque Bergounioux, pero conotro paisaje sirviéndole de mar-co, visto con otra actitud, nos ha-bla también Giuseppe Bonaviri(-), importante escritor italianoque fue además un reputado cardió-logo. Nacido en Mineo, Sicilia, gas-tó pausadamente su vida entre elpaisaje de la Catania y el de la pe-queña ciudad de Forsinone, en

el Lacio, donde ejerció su profesión. En Elenorme tiempo el lector tiene la oportunidadde descubrir una voz robusta y clara quecuenta las hazañas de un médico novatovuelto a su pueblo con el título recién saca-do bajo el brazo. Corre el año y la mi-seria de la posguerra, unida al atraso secu-lar de Sicilia, una isla que o expulsa o explotaa sus habitantes, provoca que el joven mé-dico, de carácter racionalista, tropiece con to-dos los males del país: los apaños caciqui-les en las elecciones, el estado ruinoso del sa-natorio, la superstición de los campesinos,abusos nobiliarios representados por baro-nes capaces de quedarse para uso privadolos acuíferos de todo un pueblo, clientes queaducen lejanos parentescos con el médicopara demorar los pagos, cabreros que se in-dignan porque se les quiere obligar a vacu-nar sus cabras para evitar la fiebre de Mal-ta, transmitida por la leche sin hervir de lascabras, y un largo etcétera. No en vano le pre-viene su fiel Giorlando: «Pero, ¿qué anda pre-guntando, doctor? Dejemos a los muertoscon su destino. Ya se sabe que en estospueblos se sufre de vivos y de difuntos». Y elpropio Bonaviri entiende que «no resultabafácil cambiar la mentalidad de un pueblosuspendido siempre en el péndulo del des-empleo y la miseria».

Entre y , el tiempo que abarcanestas memorias contadas a modo de nove-la —Bonaviri tiene en el ayudante Giorlan-do su Sancho Panza particular— vemos amenudo al joven médico superado por losacontecimientos y humillado por los resul-tados —pierde la guerra con los cabrerosporque la tradición puede más que la ra-zón—, pero inasequible al desaliento, al finse encoge de hombros y sigue adelante.

Muy poco traducido al español, Bonavi-ri fue un escritor importante en Italia. Apa-sionado de la literatura desde niño, co-menzó a escribir poemas en la adolescen-

cia y en la editorial Einaudi publicósu primera novela, Il sarto della stra-

dalunga, que había terminado de es-cribir en las hojas de un re-

cetario mientras cumplíael servicio militar. Esa

primera novela esta-ba dedicada a su pa-

dre, sastre y poetasecreto. Rastros deesa existencia sen-cilla, envueltos enun estilo construi-do con amor, hu-mor y dolor, con

cristalina humani-dad, encontrará el

lector en El enormetiempo, sin duda un

descubrimien-to literario.

POR ALFONSO LÓPEZ ALFONSO

La vida en elcampo

Bergounioux y Bonaviri. Dos relatos sobre el mundo rural: Un poco deazul en el paisaje,obra del escultor y profesor francés, y El enormetiempo,del narrador y cardiólogo italiano. Ambos retratan gentes ypaisajes. El primero, del Lemosín francés. El segundo, de su Sicilia natal.

Bergounioux no se atreve a profanar enel presente lo que experimentó en elpasado. Con Bonaviri, poco traducido alcastellano, el lector tiene la oportunidadde descubrir una voz robusta

GIUSEPPE BONAVIRIEl enorme tiempo

Traducción: Pepa LinaresSAJALÍN EDITORIAL, 2011

PIERRE BERGOUNIOUXUn poco de azul en el paisaje

Traducción de David StaceyMINÚSCULA, 2011

GiuseppeBonaviri.

PierreBergounioux.

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 27 DE ENERO DE 2012 3

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOVIERNES, 27 DE ENERO DE 20124

Entrevista

Hay vidas que parecen entresacadas de unanovela de espionaje. Otras son más del estilo deuna comedia de Woody Allen, o de una obrade Beckett. La de Michael Aaron Rocklandna-vega entre diferentes géneros: se trata de unade esas personas fascinantes a las que nuncaimaginaríamos frente a un café con denomi-nación de origen de bar universitario —y es asícomo lo entrevistamos. Sobre todo si se piensaque un día compartió copas con Ava Gadneren el hotel más lujoso de Madrid— ¿quién, quese precie de ser ilustre, no flirteó con ella algu-na vez?; aunque, mirándolo bien, Rocklandtambién fue una de estas personas todoterre-no, que igual lucen un esmoquin, como seadentran en ropa interior, junto al séquito delGeneralísimo, en las aguas de Palomares. Lapublicación de sus memorias como agregadocultural de la Embajada de EE. UU. en Madrid—donde residió entre y — nos per-mite recuperar un testimonio exclusivo deaquellos años.

Desde la perspectiva de un joven norteame-ricano de ideas poco afines con el Régimen, Roc-kland sigue la estela de predecesores de razacomo Washington Irving, Henry WadsworthLongfellow y Ernest Hemingway, al recuperardel olvido y pasar por el filtro de la autobiogra-fía —no exenta nunca de ficcionalización—sus experiencias en España. Cuatro décadas des-pués de aquel primer contacto con un país al queha vuelto puntualmente, como buen escritor,Rockland ha seleccionado algunos de los epi-sodios que parecen el resultado de una gran fa-bulación. Poco propenso a las nostalgias y el sen-timentalismo, nos encontramos ante un gran fa-bulador que seduce al lector con este anecdo-tario que, con marcado impresionismo, resul-ta idóneo para inmiscuirse en los tejemanejesculturales, y no solo culturales, de aquellosaños sesenta. En este libro, el escritor reconstruyea su medida una imagen de joven intrépido ca-paz de ingeniárselas para no estrechar la manode Franco en una recepción, o de lidiar con unaélite intelectual que no aceptaba que, bajo su su-pervisión, un investigador estadounidense hu-biese sido el descubridor de varios cuadernosilustrados de Da Vincien la Biblioteca Nacional.

En sus memorias cuenta cómo la misióncultural que desempeñó desde finales de se vio implicada en asuntos de políticainterna franquista.

Oficialmente, en las embajadas tenía bue-nas relaciones, pero estas se desarrollaban enplena guerra fría. Aunque es verdad que yo tra-bajaba en otro campo; mi trabajo consistía en

establecer relacionescon las universidades, con los artistas, con losintelectuales y con los estudiantes; me encar-gaba también de contactar con bandas de jazzy de mostrar, en definitiva, nuestra cultura a losespañoles.

Todo aquello lo observa hoy con una mi-rada cómica, distinta de la perspectiva quehasta ahora han tomado la mayoría de no-velas españolas sobre el período franquista.

La verdad es que todo era cómico, a la vezque trágico. En el primer capítulo del libro, quepara mí es un cuento delicioso, narro cómo enuna recepción en el Palacio de Cristal me es-condí tras un panel, donde estaban colgadosalgunos cuadros, para tratar de no dar la mano

a Franco. Yo era amigo de intelectuales, de ar-tistas, en fin, que hubiesen interpretado muymal aquel saludo… Paradójicamente, ningúnartista representado allí con sus obras se en-contraba presente. Sus pinturas me sirvieronde escondite. La juventud es algo maravilloso.Tenía miedo de que me viera alguien de mi em-bajada y me expulsara del país, pero lo hice.

Sus anécdotas demuestran que el texto au-tobiográfico no se distingue tanto del litera-rio, puesto que con el primero se pretendereconstruir la imagen que uno tiene de sí mis-mo en el pasado, pero desde el presente. Unaficción de la propia identidad…

Este libro es el número de mi producción:además de mi carrera académica como profe-

sor universitario, soy novelista, he trabajado enel cine, y como actor también en alguna oca-sión. Es interesante: me hubiera gustado ser unhombre del Renacimiento, pero en las univer-sidades norteamericanas quieren que enfo-ques tu carrera hacia algo muy estrecho, aun-que yo nunca he podido ser así. Trabajo en his-toria, en novelas, en memorias, soy periodistatambién. Una vez intervine en una película parala tv basada en un hecho real protagonizado…¡por mí mismo! En Three Days in the Big CityWaters se cuenta el viaje en canoa de dos pro-fesores locos, desde New Yersey a Manhattan;la aventura fue real, y un director de cine se en-teró de ella y decidió rodar la película.

La ficción forma parte de su vida.Sí, solo hay que pensar en episodios histó-

ricos que me ha tocado vivir, como el de Palo-mares. Parecía una película: yo era el funcio-nario más joven en el sector cultural y me asig-naron ser el mensajero de unos documentossecretos que habían llegado de Washington.Después de toda una noche en coche oficialcon los documentos atados a la mano, a mi lle-gada tuve que desnudarme como todos losfuncionarios de la embajada —ellos con trajede baño, yo no— y meterme en el agua paradescartar la radioactividad de aquella zona.Había muchas mujeres delante, ¡imagínese!La famosa foto del ministro Fraga con el em-bajador Duke se hizo por la tarde: pero nues-tro embajador, no sé todavía por qué, quisohacerla también por la mañana. Disney estáplaneando una película cómica sobre esto:sobre un norteamericano de las fuerzas aére-as en Palomares.

Entonces, no es tan difícil negociar con elpasado y relatar con humor la historia.

Pues no. Y así lo veo ahora cuando recuerdomi nombramiento como decano de RutgersUniversity. Yo tenía experiencia política en ladiplomacia, así que me invitaron a ser decano,¡sin haber sido profesor antes!: esa fue la épocade la guerra de Vietnam, de las revueltas de losestudiantes afroamericanos, después la de lasmujeres, la de los homosexuales, con cóctelesmolotov a diario en las universidades… Yo fuiel intermediario entre unos y otros, como en-cargado de mantener aquellas tensiones. Mitrabajo consistía en defender la libertad de ex-presión. Hubo quienes quisieron cerrar las uni-versidades.

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POR MARIA ROSELL

El de Michael Rockland es un testimonio exclusivo y divertido, el de undiplomático todoterreno que ha escrito sus memorias como agregado

cultural de la Embajada de EE. UU. en el Madrid de los sesenta.

MICHAEL AARONROCKLANDUn diplomáticoamericano en laEspaña de Franco

Biblioteca Javier Coyd’Estudis Nord-americans

PUV, VALÈNCIA, 2011�

«Me escondí en elPalacio de Cristal

para no darle la mano a Franco»

Michael Aaron

Rockland, en primer

término, en una de

sus múltiples facetas

aventureras.

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 27 DE ENERO DE 2012 5

CancionesespañolasFundación

BBVA5 CD, DDD.

CRÍTICAS DEANTONIO

GASCÓ� O. Sala, E. de la Merced, A. Arteta, Mª J. Montiel, Ana Mª Sánchez, J.Bros, M. Bayo, I. Rey, J. Ferrero, y otros. Pianistas A. Zabala y R. Fernández.

De entre los compositores contemporáneos, Antón García Abril es uno de losque más obras tiene editadas en disco. En este sentido, puede considerarseafortunado, porque las discográficas son cicateras en cuanto al registro de obrasde autores de nuestro tiempo. Si hace una década un ramillete de sus cancionesvieron la luz interpretadas por María Oran en un registro Emi, ahora es laintegral de todas ellas la que ve la luz, merced al generoso patrocinio de lafundación BBVA, interpretadas por los artistas dedicatarios de las mismas.Precisamente, la semana pasada en el Palau de la Música pudimos oír a AinhoaArteta, que es una de las artistas que aparecen en estas grabaciones, interpretaralgunas de las partituras pensadas para ella. Junto a la soprano tolosarraaparecen un conjunto de destacados cantantes españoles que pueden pertenecera su generación, estando todos ellos en la década de los cuarenta, arriba o abajo.Es decir: en plenitud. A destacar la abundante nómina de cantantes valencianosque ofrecen un muy destacado nivel. García Abril ha pensado en voces biendistintas: mezzosopranos, sopranos, barítonos y tenores interpretan las obras delturolense con un destacado primor, habida cuenta que han debido trabajarlascon el propio autor y por tanto, el resultado está bendecido por su beneplácito.Es toda una garantía y un documento histórico como lo son las siete canciones deFalla en la voz de la Barrientos y con el compositor al piano.

GARCÍA ABRIL LAS MÁS RELEVANTES VOCES

MelancolíaRomanzas de

zarzuelas ylied español

DeutscheGrammophon

DDD, Un CD

� P. Petibon, soprano. Orquesta Nacional de España. Director Josep PonsLa soprano Patricia Petibon acaba de grabar, y con buen resultado, un

disco con una selección de música española en donde figuran desde zarzuelas alied español. No es habitual que una cantante foránea se atreva con unrepertorio hispano, porque tenemos la convicción de que la música de cadaterritorio geográfico tiene que ser interpretada por sus aborígenes paraotorgarle el legítimo sabor patrio. Sin embargo, perdemos de vista que lamúsica, lenguaje universal donde los haya, va destinada a los intérpretes quetengan condiciones, sensibilidad y talento para traducirla, independientementede su lugar de nacimiento. Este es el caso de la cantante gala, que declaratener una especial afinidad con el repertorio español y la hace muy creíble,llegándose a arrancar por cante jondo, con enorme convicción, en el inicio de lacanción El vito de Nin.La Petibon es una lírico ligera que tiene muy presente a Victoria de losÁngeles para abordar el programa, en donde hay fragmentos que exigen uncuerpo central vocal mayor (como la Salú de La vida Breve o los Cantares deTurina) pero que, sin embargo, con una personal sensibilidad y un musicaldiscernimiento, los lleva a su terreno cuajando versiones singularmentepropias, atractivas y, sobre todo, novedosas. Entiende muy bien el ritmo, pese aque lo cambia en ocasiones respecto de lo que es la ortodoxia tradicional. Ellohace más atractivo el registro, porque lo establece con novedosos acentos.

VV AACASTICISMO HISPANO A LA FRANCESA

Escultura

Escultura de Proceso. IVAM. Guillem De Castro118. Hasta el 2 de mayo

Sometida a la funcionalidad material, la ar-quitectura es —entre las artes clásicas— el gé-nero más voluble en su desarrollo desde susplanteamientos teóricos y estéticos hasta suconsumación formal. Permeable a diversidadde condiciones, intereses y criterios que con-curren paralelos a su realización, la obra ar-quitectónica final puede que no sólo diste sinoque, incluso, se oponga a los intereses origina-les de su gestación. Sólo los divos de vocaciónmonumentalista llegan a ver practicados sussueños bajo el patrocinio —histórico— de lospoderes interesados en el uso emblemático odirectamente propagandístico de su obra.

Arquitecto de formación y oficio, Arturo Ber-ned (Madrid, ) ha encontrado —desdehace tres lustros— en la aventura de la escul-tura lo que las necesidades profesionales le co-artaban y esta exposición viene a consignar lo

que ha dado de sí este camino. De-finidas como Cintas, Cabezas y Ca-jas en función de su peso visual, ensus piezas el cálculo, la escala y lasproporciones, por un lado, y las re-laciones entre la contundencia delmaterial, —acero corten e inoxida-ble—, el volumen constructivista ylos juegos del vacío y la luz, porotro, resultan en moradas que aco-gen no ya al ser en su cotidianidadsino a las miradas, las ideas y lasemociones en su misterio.

Del ángulo recto y de la modulación de vo-lúmenes, de la fórmula matemática y de la exal-tación del vacío, Berned construye estructurasdentro de estructuras o, a modo de puzzle, frag-mentos que sugieren otras mayores e inasibles,en una investigación sobre las mecánicas des-conocidas del espacio en cuyas fronteras teó-ricas su obra entronca con las propuestas y losmodelos geométricos de las figuras imposiblesmerced a la superposición óptica de planos yperspectivas de su trabajo.

Tan constructivista en la práctica metodo-lógica como deconstructivista en la búsquedade esencias, el autor se manifiesta como un via-

jero dispuesto a cam-biar sus itinerarios: siparte del análisis mate-mático en su asertivi-dad tiene en el puntode inflexión un hallazgo,si parte de la tensión for-mal acaba en el movi-miento subyacente, im-portando el viaje —elproceso— en sí, cues-tión que en esta exposi-ción se podrá corroboraren un espacio taller des-tinado a próximas apor-taciones escultóricas ala propia muestra.

POR CHRISTIAN PARRA-DUHALDE

Posdata VIERNES, 27 DE ENERO DE 20126

a saltado al aire la programacióndel IVAM para el que corre. Des-tacan muy destacadamente lasexposiciones de Stella y Freud.

Qué voy a decir de dos de los grandes del pa-sado siglo (y parte de este) excepto tal vezque tenía la secreta fantasía de ser retratadopor Lucian Freud, así de gordo, como estoyahora, y desnudo, por supuesto. Pero por di-fícil que lo tuviese, ahora aún lo tengo más,ya fallecido Freud. O sea, que va a ser que no.

Después, cómo no, tras el obligado in-terludio caribeño (ay, cómo nos gusta elmojito) viene la representación anual va-lenciana que es de apaga y vámonos. Ma-cho, no la traigo aquí porque no quieroencima dar publicidad, pero ambos tresvienen avalados por una sórdida marañade influencias (quise decir sólida).

Ya que estamos en el tema, aprovecharépara desmontar un mito bastante comúnen Valencia, según el cual Consuelo notiene ni idea de lo que se pesca. Esta espe-cie circula por ahí: Consuelo es una indo-cumentada y yo no lo creo. Consuelo Cis-car tiene un amplio historial como copro-pietaria de galerías en Valencia y tiene ma-yor cultura artística de la que le atribuyenalgunos. Lo que, a mí entender tiene aúnmayor delito, porque, ¿por qué expone en-tonces en el IVAM las cosas que expone?Porque son sus amiguitos del alma, hom-bre, sus amiguitos del alma.

Pues mira, aún prefiero a los amiguitosdel alma a los que quiere un huevo que ala representación valenciana de este año, yque conste que a Consuelo también laquiero un huevo y no estoy ni contra ellani nada. Yo lo que estoy es a favor de losgaleristas, críticos y artistas que están con-tra ella, pero yo contra ella no estoy. No eslo mismo.

El otro día un artista decía en estas pági-nas (el artista era Evaristo, pero no quieronombrarlo aquí porque ya lo he sacadovarias veces últimamente) un artista, digo,decía que ningún otro artista, incluyendoa los críticos con el IVAM, rechazaría unaexposición en el museo.

Pues mira, yo creo que este artista seequivoca, o mira, a lo mejor no, porquemás o menos está convirtiendo implícita-mente esta afirmación en una regla, quees: ningún artista se resistiría a una expo-sición en el IVAM. Pero si convenimos enque esto es una regla, como tal debe teneruna excepción que la confirme, y la excep-ción es servidor: éste que viste y calza. Ja-más expondría en el IVAM en las actualescircunstancias, claro que también dicenpor ahí que todos tenemos un precio y a lomejor en esto ya no soy la excepción: yotambién tengo un precio, lo que pasa esque resulto carísimo. De modo que si mehicieran carantoñas para que expusieseallí les diría: vale, expongo si me hacéisuna compra de ó kilos como hizoPaco con aquel otro, o no, mejor de ó.

Y así todos contentos (menos los des-contentos de siempre, claro).

___________joanverdu.es

H

¿Ivam? No, gracias

Joan VerdúMATERIAL SENSIBLE

Arturo Berned

Mecánicas del espacio

Cintas, Cabezas y Cajas resultan moradas que acogen miradas,ideas y emociones. Son las de Berned estructuras imposibles queinvestigan sobre las mecánicas desconocidas del espacio.

Pintura

ZEN of Ink. Club Diario Levante. Traginers, 7.Valencia. Hasta el 24 de febrero

Conocer la Historia de la cultura china ysu civilización sería el primer paso a la horade acercarse a contemplar una obra funda-mentada en el Zen. Alejada de sucedáneoscontemporáneos al uso, el arte Zen procedíaen China de la sectaCh´an que en el siglo XIIIresurgiría excepcionalmente en la región de

Hangzhou, acercando a la pintura el ascetis-mo y sinceridad de las enseñanzas «budis-tas» a través de la iluminación e interioriza-ción. En una época donde el arte cortesanose apartaba de lo espiritual, la influenciaCh´ansupondría una auténtica revolución alas Artes. La inmediatez y simplicidad pictó-rica de estos artistas se produciría siglos des-pués en el mundo occidental, con lo que co-noceríamos en el siglo XX como abstracción.

En este sentido, la muestra ZEN of ink, quepresenta el pintor chino David Zhou (Qing-tian, Zhejiang, ) en el Club Diario Le-vante, nos introduce por un universo detintas sobre papel inspiradas en estas creen-cias. Pero la abstracción pura en China ha sidoun fenómeno bastante contemporáneo yparadójicamente la coincidencia entre lavanguardia occidental y el legado de Extre-mo Oriente, entre la abstracción informalis-ta y la pintura china, con su caligrafía y sus pai-sajes evanescentes, no se produciría hasta fi-nales de los sesenta, de la mano de Zao WouKi, artista cuya influencia está presente en lasquince tintas sobre papel que presenta lamuestra.

Formado en la universidad de Hangz-hou, Zhou ha desarrollado una obra de in-fluencia del pincel caligráfico —procedentede la figura paterna—, que le confiere a suobra un trazo suave y una pincelada ligera.Una búsqueda de la espiritualidad y la inte-riorización, que introduce al espectador poruna constante reconciliación entre la «natu-raleza» y el «ser», entre la «abstracción» y la«representación». Lagos, nubes, hojas, mo-vimientos, tornados o estaciones se equilibrana través del suave y cuidado cromatismo delas aguadas. En esta primera muestra indi-vidual en España, presenta como novedaduna serie de lienzos sobre óleo, que bajo el ti-tulo Evolución recrea una suerte de guiño alarte occidental.

POR ROSA ULPIANO

David Zhou

Ascetismo budista

El trazo suave y la pincelada ligera, caligráfica, de la obra de este artistachino que bebe del ascetismo budista remiten al guiño de unaevolución entre el milenario arte Zen y la abstracción contemporánea.

Arriba, el trabajo Cinta II(2011). En el centro, laobra Cabeza VII (2011).Abajo, Vacío I (2010).

Caballo y nube.

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 27 DE ENERO DE 2012 7

Albert CorbíDesprendimientos dela intimidad

Fotografía

Desprendimiento, 01. Galería pazYcomedias. Pl.Colegio del Patriarca, 5. Valencia. Hasta el 13/2

Hay un tono de conjunto unificador en todaslas fotografías del valenciano Abert Corbí (Al-coy, ), y es ese color ocre, amarillo másbien, creado por la fuerte luz de sol en sus dife-rentes grados. Unas veces atraviesa directa-mente el cristal, desnudo de cualquier tela yotras se desliza sobre el papel y se cuela entrelas rendijas. El resultado es una masa de luzcompactada en el centro de la imagen que atraetoda la atención del espectador y que obliga in-cluso a entrecerrar los ojos, juego óptico inten-sificado, además, por unas estancias alicatadascuyo brillo refleja con mayor intensidad ese res-plandor exterior. Mientras, el resto de los ele-mentos va quedando en un diffuminato pro-gresivo, suavizando la intensidad hasta llegarprácticamente a la penumbra.

Nada es casual, no obstante, en estas foto-grafías. Los elementos, especialmente esas de-cenas de metros de cinta aislante, que preten-den sellar ventanales, han sido dispuestos de for-

ma tal que se generan construcciones en dia-gonal que permiten observar, en un segundo re-corrido más pausado, el fuerte contraste entreesas composiciones escultóricas interiores y elentorno arquitectónico exterior, con los perfi-les contundentes de los edificios traseros per-pendiculares a la habitación. Entendemos quees precisamente esta imagen, la de la solidez delos ladrillos, de las fachadas que rodean la ha-bitación o incluso de aquella montaña que sedivisa muy al fondo, frente a la de la fragilidaddel papel, en medio de la desnudez de su es-tancia, apenas ya sujeto, desprendiéndose delcristal por un proceso natural del tiempo y loscambios de temperatura, el calor intenso del altomonte y el frío alcoyano y, sobre todo, el silen-cio del vacío apenas interrumpido por su tenuey continuado desgarro, el mensaje que su au-tor nos quiere transmitir. Y lo consigue.

El artista no nos proporciona, sin embargo,ninguna pista sobre el camino a seguir, o sobresus preferencias: ¿mejor quedarse en ese pe-queño universo, cálido a la luz del sol, frío al con-tacto con el azulejo y donde poco a poco todo

empieza a tambalearse? ¿Optar por salir y en-frentarse al duro entorno urbano? Algunas delas fotografías de Corbí se expusieron este pa-sado año en la exposición por valen-cianos en el Centro del Carmen. Entonces, ro-deados por la obra de noventa y nueve artistasmás, no alcanzamos a relacionar estas imáge-nes con las del pintor americano Edward Hop-per: grandes ventanales, entornos duros, si-lencios, y la disyuntiva entre enfrentarse almundo exterior o asistir al paulatino desmo-ronamiento de nuestra íntima existencia.

ColectivaTransporte público

Obra gráfica

Viaje Exterior. Sala de exposiciones Lametrode la Estación Colón. Plaza Los Pinazo. Valencia.Hasta el 29 de enero

Catorce artistas —docentes pertenecientesa la Facultad de Bellas Artes e integrados en elcolectivo Arte y Entorno— proponen su perso-nal Viaje Exterior tras un recorrido artístico entranvía por la ciudad de Valencia. Subieron altranvía en un caluroso mes de julio. Cada artis-ta-investigador propone su visión personal des-de el viaje que rodea ese entorno tan especial.Un viaje ecológico, repleto de emociones esté-ticas y transferibles a ese viaje interior del ciu-dadano, que lo sumerge cada día y lo transpor-ta a un mundo interpretado en imágenes. XimoAldás, Luis Armand, Juan Antonio Canales,

José Luis Cueto, Paco De la Torre, Juan Car-los Domingo, Amparo Galbis, José ManuelGuillem,Joel Mestre, Dolores Pascual, NuriaRodríguez, Rafael Sánchez, Paula Santiago eIsabel Tristán observan, comparten y expre-san con diversas técnicas, elementos y códigossus miradas, interpretaciones y propuestas per-sonales. Una expresión de color plástica, contexturas, reflejos y sombras, e incluso movi-miento, donde en ocasiones la luz comparte untrayecto con el visitante, para proponerle un in-tenso trayecto con paradas en estaciones crea-das a capricho del artista. Cada uno de ellos re-visa lo que rodea al transporte público con elsentimiento más puro, para plasmar en el pa-pel, disparar su cámara o filmar un vídeo. Deestas reflexiones, surgen obras donde se con-jugan la investigación desde la perspectiva delarte, revisando el entorno social-cultural y elpropio medio de locomoción, en definitiva elviaje.

Esta muestra organizada por la Cátedra me-trovalencia en Bellas Artes, está comisariada porVictoria Cano y Constancio Collado.

POR CHELE ESTEVE

POR ISABEL PÉREZ

GaleríaAbierta

Obra de Isabel Tristán.Trabajo de Albert Corbí.

Eusebio Sempere (Onil, ;Alicante, ), es uno de los artis-tas más singulares que ha dado elsiglo XX español. Pintor, escultor yartista plástico en toda su extensiónsintió desde siempre su vocaciónpor la actividad pictórica. Tal comodetalla en este libro de la colec-ción Grandes Genios del Arte de laComunitat Valencianael crítico Je-sús Cámara López, Sempere se sin-tió inconformista con su formaciónacadémica en la Escuela de BellasArtes de San Carlos por ello «mar-chó a París en , donde halló sucamino dentro de la abstraccióngeométrica». Kandinsky, Klee, De-launay y Mondrian fueron sus pri-migenias fuentes, «para después

pertenecer por derecho propio almovimiento óptico y cinético quese estaba gestando en ese períodoen la capital francesa, en torno a lagalerista Denise René, junto anombres como Vasarely o Soto». Elartista alicantino sintió y creó «unlenguaje propio inconfundible,producto de un inagotable proce-so de investigación a través de la luzy el color», ya sea tanto en sus añosparisinos como desde la instala-ción definitiva en España a princi-pios de .

El Museo de Arte Abstracto deCuenca y el Museo de Escultura dela Castellana en Madrid, señala elhistoriador de arte y miembro de laasociación internacional de críticosde arte de Madrid, «le deben su em-

peño y tesón». Sempere recibió un buen nú-

mero de distinciones y reconoci-mientos, todos ellos, merecidísi-mos. En , se le otorgó la Me-dalla de Oro al Mérito en las BellasArtes y al año siguiente es nom-brado Presidente del Patronato delMuseo de Arte Contemporéneo deMadrid. A partir de este año, comose cuenta en la obra que se distri-buye con Levante-EMV, una en-fermedad degenerativa, —escle-rosis lateral amiotrópca—, le in-movilió casi por completo de talmodo que le impedía pintar, inclu-so moverse por sí mismo o expre-sarse con claridad.

Tuvo la gran fortuna de estaracompañado por su amigo y cola-borador Abel Martín, y los galar-dones no cesaron y endulzaronsus últimos años. Como el nom-bramiento de Hijo Predilecto de Ali-cante en ; el Premio AlfonsRoig de la Diputación de Valenciay el Premio Príncipe de Asturias delas Artes, en en .

No en vano, el pasado demarzo de se inauguró el Mu-seo de Arte Contemporáneo deAlicante (MACA) que conserva y ex-hibe no sólo los fondos donados porel artista en , sino también la

mejor colección que sobre su obraexiste en institución pública algu-na. La pinacoteca acoge el mejorconjunto de su creación, junto a lade artistas amigos y de su genera-ción.

Este notable compendio de fon-dos se instaló en la casa de la Ase-gurada y cuenta con obras de Pi-

casso, Miró, Juan Gris, Braque, Ju-lio González, Gargallo, Dalaunay,Arp, Cocteau, Marc Chagall, Dalí,Giacometti, Vasarely, Max Ernst,Calder, Tàpies y Chillida, entre otrasprimeras figuras del arte.

El libro se puede adquirir el pró-ximo domingo, por sólo , euros,más el precio del ejemplar aparte.

J. M. V. VALENCIA

La decimotercera entrega de la colección «Grandes Genios del Arte de la ComunitatValenciana» aborda la figura y la obra de Eusebio Sempere, excomponente delEquipo Crónica, pero ante todo un investigador de la luz y el color.

Eusebio Sempere o la abstracción geométrica

GRANDES GENIOS DEL ARTE

«Relieves Luminosos», 1955-1960, de Sempere.

finales del pasado mes de di-ciembre, cerraba por trasladola Galería VALi, que duran-te cerca de medio siglo contri-

buyó en gran manera, y al margen detoda oficialidad, a la divulgación de lacultura plástica contemporánea, siendo

un referente único en nuestra ciudad.Emigra al interior, tierra adentro, a co-

tas más elevadas, a la serranía de Pedral-ba, donde la austeridad y el rigor sonmás propicios para continuar su labor depromoción y fomento de las artes plásti-cas, y seguir dando soporte y espacio alos artistas jóvenes e innovadores quequieran expresarse libremente.

VALi siempre estuvo al margen dede la oficialidad, sólo una minoría dife-rente, cultivada, discretos coleccionistascon fino olfato y finura intelectual, se

acercaron a este espacio a lo largo de suscasi cuarenta y cinco años de actividad.Junto a artistas de prestigio, sus puertasestuvieron abiertas y sus muros acogie-ron las más atrevidas propuestas de jóve-nes creadores que no encontraron apoyoen otros espacios.

Por esta entrañable galería ha pasadolo mejor de cada casa. Sus paredes hanalbergado los mejores Sauras, Sempere,Genovés, Millares, Tàpies, Arroyo,Equipo Crónica, Anzo, Teixidor, Morea,Sanleón, Mercé, Gadea, Los Pompeya-nos y muchos mas.

Durante estos años, Vicente y Lolaaportaron trabajo, ilusión y conocimien-to artístico a este lugar de encuentro,donde las tertulias informales eran habi-

tuales, dejando con su cierre en orfandadcultural un espacio que no cubren ni losmuseos ni los eventos de cuantiosos pre-supuestos, con escasos o nulos resulta-dos. Corren tiempos difíciles, aguas pococlaras, más bien turbias, tiempo de Fór-mulas, Copas, Eventos de altos vuelos ybaja cama, coro de grillos alejados delbuen hacer y saber de estos galeristas.Larga vida a VAl i , para seguir hacien-do historia.

(*) pintor

A

VALi30 se echa al monte

Jorge Mercé AndreuTRIBUNA

Perfil

Gabriel Rodríguez Benedicto (-)fue uno de esos grandes personajes del apasio-nante siglo XIX, prototipo del hombre burgués,liberal y culto. Una figura relevante del mundocultural decimonónico, que sin embargo ha ca-ído en el más injusto olvido en la actualidad. Suinnovadora labor en el ámbito de la economía,la ingeniería, la política y el derecho ha sido rei-vindicada por diversos autores. Sin embargo, sufaceta como compositor y musicógrafo es, aúnhoy, casi desconocida. El tiempo y la historiaarrinconan, a veces, a figuras importantes. Ensu caso, él mismo, a través de su actitud vital, fueresponsable parcial de su propio olvido. Lasmismas virtudes de independencia y modestiaque le otorgaron prestigio en vida han llevadoa su desaparición de la memoria colectiva. Enpalabras de sus contemporáneos, Rodríguezpracticaba la «modestia y un apartamiento casisistemático y un poco exagerado del camino delos honores y los puestos oficiales».

Perfil biográfico e intelectual. Nació en Va-lencia en , hijo de un empleado de Ha-cienda que fue trasladado a Madrid. Hizo unacarrera como Ingeniero de Caminos, desem-peñó la dirección del Ferrocarril del Noroeste yejerció desde muy joven como catedrático deEconomía política y Derecho Administrativo enla Escuela de Ingenieros, donde fue maestro deJosé Echegaray, del que fue amigo y mentor.

En , por motivos económicos, abando-nó la ingeniería y comenzó a ejercer comoabogado. Su bufete alcanzó notoriedad; en él tra-bajó como pasante Joaquín Costa, entre y , con quien trabaría una profunda amis-tad. El mismo Costa se refiere a él como su«maestro» y como «una de las verdaderas emi-nencias en los ramos del saber».

Ejerció puestos de responsabilidad política.Fue uno de los miembros del grupo de los lla-mados «economistas», cercanos al krausismo,que alcanzaron el poder con la Revolución de e inspiraron la Constitución democráticaliberal y progresista del Sexenio. Ejerció comosubsecretario de Hacienda, siendo ministroLaureano Figuerola, en el primer gobierno pro-visional tras la revolución, y rechazó varioscargos de ministro que le fueron ofrecidos porPrim y Ruiz Zorrilla. José Burell, en el El He-raldo de Madrid (), le califica como «el úni-co español que no quiso ser ministro». Fue, sinembargo, diputado y vicepresidente de las Cor-tes y senador por Puerto Rico.

Además, estableció una profunda amistadcon Francisco Giner de los Ríos, participandoactivamente en la Institución Libre de Ense-ñanza como socio fundador, profesor y confe-renciante.

Actividad musical. En este ámbito, fue unmusicólogo y crítico de prestigio, un intérpre-te competente y un compositor de valía. Su fi-gura, aunque olvidada, resulta fundamental enla historia de la música española decimonóni-ca en el campo de la canción culta de salón. Fueestimado como compositor y erudito musicalen el grupo institucionista y respetado por unamplio círculo de músicos como Bretón, Arrie-ta, Monasterio, Espí o Tragó, entre los cualestuvo amigos íntimos como Pedrell, Granadoso José Inzenga Rodríguez dio a conocer sus crí-ticas y ensayos musicales en periódicos y revistascomo El Imparcial, La Iberia, Crónica de la Mú-sica o La Época, y en publicaciones especiali-zadas, nacionales e internacionales. Su interésse centró en la música vocal, y en sus trabajoses difícil separar la investigación musicológicade la tarea crítica. Además, desarrolló una im-portante tarea de divulgación introduciendo enEspaña las conferencias musicales, según el mo-delo europeo, en colaboración con Giner de losRíos, y con la ayuda del maestro Inzenga al pia-no.Colaboró en la organización de veladasmusicales en la Institución y el Ateneo, procu-rando la presencia de la música de cámara delrepertorio germano y del lied alemán en ellas,algo poco común en la época. Las veladasmusicales en su casa tuvieron también rele-vancia y a ellas acudían Moret, Figuerola,Echegaray, Giner de los Ríos, Azcárate e im-portantes músicos como Pedrell o Sarasate.

Colección de melodías para canto y piano.La única obra publicada y conservada de su pro-ducción musical es su Colección de melodíaspara canto y piano editada de forma anónima,de la que solo se editaron ejemplares. La in-fluencia de Pedrell fue determinante para quese publicase, ya que convenció a Rodríguez, apesar de sus reticencias, de la necesidad de dara conocer sus composiciones, que el músico ca-talán consideraba excelentes y que creía quemarcarían la línea a seguir en la música vocal desalón española. Tuvieron un valoración positi-va de personalidades como Monasterio, Tra-gó,Granados, Bretón, Guervós, Espío Morphy.

Esta colección reúne piezas, escritas entre y , con textos de Carrer, Carducci, Le-opardi, Víctor Hugo, Uhland, Balaguer, RuizAguilera y Bécquer. Canciones que muestraninfluencias del lied de Schubert y Schumann yde la ópera alemana e italiana, aunque mante-niendo un estilo personal, siendo el germen delo que hubiera podido constituir un lied hispa-no. (*) Universidad Autónoma de Madrid

POR LETICIA SÁNCHEZ DE ANDRÉS

Protagonista Gabriel Rodríguez

El valencianoque no quiso serministro

El martes 31, el barítono Carlos López Galarza y la pianista HusanPark ofrecerán en el Palau de la Música un recital con las únicascomposiciones que se conservan de un intelectual valencianodesconocido como compositor. Se trata de Gabriel Rodríguez. Subuscada independencia, unida a una elevada modestia, le llevaronal apartamiento sistemático del camino de los honores.

COMPOSITOR

Su cierre deja en orfandad cultural unespacio que no cubren ni los museos ni los eventos de cuantiosospresupuestos, con escasos resultados

GABRIEL RODRÍGUEZColección de melodías paracanto y piano

pdPosdataEditorial Prensa Valenciana, S. A. Coordinación: Maria Tomàs [email protected]

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 27 DE ENERO DE 20128

Gabriel Rodríguez Benedicto.LEVANTE-EMV