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Risto Santala Risto Santala EL MESÍAS E N E L N UEVO T ESTAMENTO A LA LUZ DE LOS ESCRITOS RABÍNICOS

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  • Risto SantalaRisto Santala

    EL MESASEN EL NUEVO TESTAMENTO

    A LA LUZ DE LOS ESCRITOS RABNICOS

  • EL MESAS EN ELNUEVOTESTAMENTO

    A LA LUZ DE LOSESCRITOS RABNICOS

  • EL MESASEN EL

    NUEVO TESTAMENTOA LA LUZ DE LOS

    ESCRITOS RABNICOS

    Risto Santala

    Traducido del ingls por

    Darrell Clingan

  • Copyright 1992 por Risto Santala

    Bible and Gospel Service, 15270 Kukkila, Finland.

    La traduccin al espaol se ha hecho del equivalente en ingls. El libro

    Las Races del Cristianismo fue escrito originalmente en hebreo

    y publicado en 1984 en Jerusaln.

    Prohibida la reproduccin total o parcial de esta obra sin

    la autorizacin escrita de los editores.

  • AL LECTOR HISPANO,

    Agradecemos a Dios el que nos haya permitido presentarte estesegundo tomo en la serie sobre el Mesas a la luz de los escritosrabnicos. Deseamos que este libro tenga amplia circulacin entreaquellos que buscan una mejor comprensin de las racesjudaicas del Nuevo Testamento, como lo tuvo la edicin hebreade El Mesas en el Antiguo Testamento entre el pblico israel.

    Es importante que la iglesia entre los gentiles redescubra loslazos fuertes entre el Nuevo Testamento y los diversos escritosrabnicos del periodo del Segundo Templo, que siguen siendoautoridad para el pueblo judo hasta el tiempo actual.

    En Israel y entre el judasmo mundial el da de hoy, Mesas hadejado de ser una mera idea o ideal abstracto, y es ms bien unapersona cuya llegada se espera y se anhela. El Mesas anunciadoen el Antiguo Testamento y revelado en el Nuevo Testamento enla persona de Jess de Nazaret es la esperanza de Israel. Auncuando es rechazado hoy, ser reconocido a su debido tiempo, ytodo Israel ser salvo.

    Heinola, Finlandia, a 28 de febrero de 2003

    El Publicador

    Victor Smadja

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  • CONTENIDO

    INTRODUCCIN 11

    LA CONFIABILIDAD DELNUEVO TESTAMENTO 16

    El Cristianismo visto por los primeros historiadores 21Menciones de Juan Bautista 26 Discutida mencin de Jess por Josefo 28 Comparacin del Nuevo Testamento conel resto de la literatura de la antigedad 30

    Jess a la luz de las fuentes judas 32Cundo y cmo se produjeron los evangelios? 39 Jess realmente se refiri a la destruccin de Jerusaln? 41 Cul era la situacin de la lengua hebrea durante el periodo del segundo templo? 44 Nueva luz sobre la fecha del Nuevo Testamento 47 El concepto de la escuela de Jerusaln sobre los orgenes del evangelio 50

    JUAN BAUTISTA:HERALDO DE LA VENIDA DEL MESAS 62

    Jess, el principio de la creacin, segn Juan 64El nacimiento de Jess segn la descripcin de Mateo 73 Es Jess el Hijo de David? 74 La estrella que apareci en tiempos del nacimiento de Jess 78 La presentacin de regalos al Mesas 85 La Matanza de los Inocentes en Beln 87

    Los eventos en torno al nacimiento de Jess,vistos con los ojos de la Virgen Mara 90 Qu sabemos acerca de Lucas mismo? 91

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  • El testimonio de Lucas sobre el nacimiento virginal 93 Lucas, coleccionista de salmodias 94 La historicidad de su narracin 96 Primera infancia de Jess 98

    MINISTERIO PBLICO Y PREDICACIN DE JESS 104Panorama geogrfico de itinerario de predicacin de Jess 110Fechas del ministerio de Jess 123

    BOCETOS DE LA VIDA DE JESS 127Nicodemo oye acerca del Nuevo Nacimiento 128Jess se encuentra con una mujer pecadora: 135 La mujer samaritana 136 El escndalo en el santuario 139

    Jess el Sanador: 146 El ciego de nacimiento recibe la vista 148 Jess y el leproso 151 Jess, el ahuyentador de la muerte 153

    JESS A LA LUZ DE SU ENSEANZA 158Sermn del Monte: Manifiesto de Jess 159El trasfondo de las Bienaventuranzas 160La naturaleza general de la enseanza de Jess 163Jess, el explicador de los mandamientos 167La enseanza respecto al amor por el prjimo 172Ayuno y oracin 175El trasfondo judo de la oracin de Jess 178Un mensaje de aliento y exhortacin 181Qu fue primero: el huevo o la gallina? 187Las parbolas en orden cronolgico 189Los discursos didcticos en orden cronolgico 192

    LA PASIN DE CRISTO 194El rey llega a su ciudad capital 196La pascua en tiempos de Jess 199La Santa Comunin del Seorun banquete Mesinico 205Posible reconstruccin del juicio de Jess 212El arresto en Getseman 214

  • Las diversas etapas del juicio 216Jess ante los representantes del estado romano 222Hechos relacionados con la muerte de Jess 225Pruebas de la resurreccin 230

    JESS A LA LUZ DE SU PREDICACIN ESCATOLGICA 235

    La Biblia habla de dos ltimos tiempos 236Qu dicen las fuentes judas respecto a los ltimos Das? 239La renovacin de Israel que ocurrir en los ltimos Das 243

    QU, PUES, DIREMOS A ESTO? 248LITERATURA CONSULTADA 254

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  • INTRODUCCIN

    En la primera parte de nuestro estudio de races, El Mesas en elAntiguo Testamento a la Luz de los Escritos Rabnicos, intentamostrazar una perspectiva panormica de la expectativa mesinicajuda con base en el Antiguo Testamento. Nuestro objetivo eraver cmo se maneja la expectativa de un Mesas venidero en lostextos originales ms antiguos y menos censurados.

    En plticas como las celebradas en el congreso de representantesde las Iglesias Evanglicas y las Sinagogas Judas en Berln enoctubre de 1976, se sugiri que se realizaran estudios de este tipo.En una declaracin hecha en esa fecha, se ofreci apoyo a loscristianos para que difundieran los fundamentos de su fe entre losjudos y a la inversa. Estos temas tambin se han discutido enreuniones internacionales de la Federacin Luterana Mundial ypor su comit sobre La Iglesia y los Judos desde 1960 en adelante.Entre muchos acuerdos memorables, algunos de los ms impor-tantes probablemente hayan sido las celebradas en Bossey enagosto de 1982 sobre La Importancia de los Judos en la Vida yMinisterio de la Iglesia, que se beneficiaron con la presencia deuna gran representacin juda. El tema principal del dilogo fue:La Relacin del Cristiano con su Legado Judo. La declaracinfinal de la reunin establece que el conocimiento que del AntiguoTestamento tienen, tanto los antiguos como los modernos eruditosjudos, bien pudiera enriquecer a la iglesia y proporcionarleun entendimiento ms profundo de sus propias races bblicas.Por esta razn los maestros de la iglesia deben comparar lasraces de su fe con el legado religioso de Israel.

    Cuando adquirimos conciencia de las races judas de nuestrafe y su legado judo, stos pudieran producir un nuevo poderde fe en todos los aspectos de la vida de la iglesia.1 Nuestrosestudios sobre races estn dirigidos precisamente a estos retos.

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    Nota del traductor: En este libro se ha utilizado la versin Biblia de las Amricas.1 LWB-Studien, Die Bedeutung des Judentums Fr Leben und Mission der Kirche,Bericht, Abril 1983, pgs. 9-17.

  • Nosotros sostenemos que para poder entender la expectativamesinica y la cristologa de la iglesia, es necesario familiarizarsecon los principios del pensamiento judo. Por esta razncomentamos en el primer tomo, la diferencia fundamental entrela mentalidad hebrea y la occidental. El pensamiento judo procedede lo particular a las reglas generales, de las percepcionesconcretas a lo abstracto. No quiere saber nada de lo que pretendeser sistemtico. Por naturaleza es asociativa, en el sentido de quecada aspecto tiene su lugar en relacin con el todo, y cada cosadepende de todo lo dems. Escuchar; accin y el aspectoprctico son tpicos rasgos hebreos, y el verbo ser o estar nose utilizan de la misma manera que en los idiomas occidentales.El pensamiento hebreo no representa aquello que es esttico, sinoms bien lo que est en movimiento dinmico.2 El ejercicioespeculativo de occidente y el filosofar que busca armonaintrnseca, dirigidos hacia regularidades lgicas, son ajenos alpensamiento bblico.En la parte anterior esbozamos algunas modalidades de presentacinque son peculiares de la literatura juda, las cuales, a la luz deinvestigaciones recientes, son evidentes en cada pgina delNuevo Testamento. Esto lo veremos, por ejemplo, en los comen-tarios sobre la enseanza de Jess.3 El mtodo resulta ser siempreun factor decisivo, tambin desde el punto de vista de los resul-tados de la investigacin. Es natural que el Nuevo Testamento seestudie a la luz de las propiedades que sirvieron de base para susurgimiento. La confiabilidad histrica del Nuevo Testamento sesubraya adicionalmente por el hecho de que los judos habanestablecido, en su poca, una exigencia incondicional de precisinen el copiado de las Escrituras y de las obras tradicionales. Poraqu y por all se deja ver que si un copista cometa un error, noera permisible corregirlo, para que no hubiera correccin decorreccionesy el mensaje original se preservaba con la ayudade la tradicin.Un rasgo que se puede apreciar en la predicacin de la sina-goga o literatura Midrash, y en los textos de la Edad Media, es la

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    2. Vase Shalom Ben-Chorin, Jdischer Glaube, pgs. 17-21 o Thorlief Boman, HebrewThought compared with Greek, SCM Press, Bristol 1960.3. Vase por ejemplo M. Gertner, Midrashim in the New Testament, o Addison G. Wright,The Literary Genre Midrash, y I.L. Seeligmann, Voraussetzungen der Midraschexegeseetc.

  • costumbre de los eruditos de respaldar cada argumento con citasdel Antiguo Testamento. Se forman as puentes internos hacia larevelacin bblica, y se evitan las filosofas privadas abstractas.El mejor testigo de este mtodo es el Nuevo Testamento, quesegn sus propias palabras se bas en lo que est escrito.

    Las parfrasis Targumim o arameas del Antiguo Testamento, elMidrash o predicacin de la sinagoga, y el Zohar, el comentarioexpositivo sobre el Pentateuco, son todos ellos reconocidos comorepresentantes de una manera de pensar puramente juda en sucontenido, en su metodologa asociativa, la forma en quepresentan sus argumentos, en su concepto del mundoen toda sumanera de pensar en general. Como estos mismos documentoscontienen la esencia de la cristologa de la iglesia, la teologacristiana no debe proyectar sus orgenes contra un trasfondo demitologa griega, que para los rabinos hubiera carecido total-mente de sentido.

    El Nuevo Testamento fue dado en forma escrita antes que todosesos escritos rabnicos, y no tiene necesidad de ellos para apoyarlo que tiene que decir. Pero si, a pesar de la crisis entre la iglesiay la sinagoga, el mismo tipo de expectativa mesinica todava sepuede encontrar entre los judos instruidos, esto atestiguar de laautenticidad y confiabilidad del Nuevo Testamento. Las nicaspalabras de un rabino judo citados por el Nuevo Testamento seencuentran en el consejo de Gamaliel en Hechos 5:38:

    Por tanto, en este caso os digo: no tengis nada que vercon estos hombres y dejadlos en paz, porque si este plan oaccin es de los hombres, perecer; pero si es de Dios, nopodris destruirlos; no sea que os hallis luchado contraDios.

    Esto refleja la misma clase de actitud tolerante que el Pirqe Avth,los Dichos de los Padres, atribuye a Gamaliel:

    Todo grupo que se constituye para la gloria de Dios,perdurar; pero el que no es constituido para la gloria deDios, se desplomar.4

    Nuestra poca se inclina por los estudios fragmentarios, enpequea escala. Siempre existe el peligro con estos, de perder la

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    4. Pirqe Avth 5,20.

  • perspectiva global del tema, y llegar a conclusiones falsas quepueden entonces, dominar la mentalidad de generaciones enteras.Semejante error cardinal definitivamente se cometi en el caso dela crtica del evangelio de Juan, especialmente en lo que se refierea la determinacin de la fecha de su redaccin, como veremos.Adems, es fcil que esto influya para cerrar la mentalidad delcrtico, con el resultado de que infiere en el texto lo que no estall, al grado de que l mismo se vuelve incapaz de aceptarcualquier otra interpretacin. De esta manera, UN mtodo sepuede robar las llaves del conocimiento.Pasando ahora a la descripcin de la expectativa mesinica delNuevo Testamento, continuamos, por decir as, con nuestro saltode Nasn, cruzando el Mar de los Carrizos hacia la TierraPrometida. Como recordamos, Nasn, segn la tradicin juda,fue el primero en avanzar para cruzar el Mar Rojo a la orden deMoiss. Nuestro estudio del Antiguo Testamento fue un salto defe en relacin con este mismo asunto. En el Nuevo Testamentoencontraremos el cumplimiento de las profecas mesinicas queya hemos descrito.Al dar el salto de Nasn, siempre existe, por supuesto, el peligrode que aquel que tiene la valenta necesaria para ponerse a lamerced de las olas, se encuentre totalmente solo. Por tanto, fuesumamente alentador cuando un judo ortodoxo ley tres veces elprimer libro, El Mesas en el Antiguo Testamento, y corrobortodas las citas rabnicas. Dijo que slo una de ellas no la habapodido encontrar, hasta que la localiz en su fuente original siria.Ese hombre, atado a las tradiciones de su propia fe, era de laopinin de que este libro se deba traducir al alemn y al ingls.An ms alentadora fue una carta enviada por el arzobispo de laIglesia Oriental en Jerusaln, el erudito, y la mxima autoridaden arameo, Mar Jacob, en el cual amablemente sugiere que segura-mente ignoro la importancia potencial de mi libro, y que existeuna urgente necesidad de que se traduzca al ingls y al francs,y tambin al espaol.5 Esto sirve de alguna manera para restaurarel equilibrio de una situacin en la que la apelacin a las racesjudaicas de la fe cristiana no se ha encontrado con ninguna

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    5. Estas Iglesias Orientales representan a las iglesias que se originaron en Mesopotamiay Asiria, fundadas, segn la tradicin, como resultado de las actividades de Tadeo,Bartolomeo y Toms.

  • respuesta favorable ante los ojos de los eruditos liberales. Enmuchos deportesclavadismo o patinaje sobre hielo, porejemplono se le concede ningn valor a los extremos de lacrtica. Este debe ser el caso tambin en los concursos teolgicos.No obstante, slo deseo, con estos comentarios, sealar que lasautoridades sobre races semticas de nuestra fe valoran losdocumentos presentados por nuestro estudio de races.

    Kukkila, Finlandia

    28 de febrero de 2003

    RISTO SANTALA

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    LA CONFIABILIDAD DELNUEVO TESTAMENTO

    Durante los ltimos 150 aos se ha planteado repetidas veces enel mundo occidental, la pregunta respecto a que se pueda considerarhistrica la narracin del evangelio de Cristo. A mediados delsiglo XIX, Bruno Bauer incluso se atrevi a negar la historicidadde Jess mismo. Pero el debate sobre lo del mito realmente llega su apogeo en los aos de 1910-11 cuando el profesor defilosofa en Karlsruhe A. Drews public su Die Christusmythe (ElMito de Cristo), en el que sostena que era un error garrafalpensar en el desarrollo de la iglesia cristiana como algo que tuvosu origen en un personaje histricoJess.Sin embargo, frecuentemente resulta que los argumentos nega-tivos le dan un deseable cambio de rumbo a todo el dilogo. Y asfue que las principales lumbreras de la escuela mtica (Karlhoff,Robertson, Smith, Jensen, y Drews) vieron refutados sus argu-mentos por aquellos de quienes menos se esperara: dos de losms distinguidos pensadores judos de la poca. Leo Baeck publicsu libro On the Christ-Myth Question (Sobre el Asunto del Mitode Cristo), en el que demostraba que la credibilidad de la fe cris-tiana se sostiene o cae, dependiendo de que Cristo haya sido o noun personaje histrico, mientras que el judasmo, por ejemplo,podra sobrevivir incluso sin Moiss. Agreg que los cristianosestaran en una postura mucho ms fuerte para responder a todoese asunto si estuvieran familiarizados con el terreno del quehaba surgido el cristianismo. An ms digno de mencin es elligero tomo del rabino principal de Estocolmo, Gottlieb Klein: IsJesus a historical character? (Es Jess un PersonajeHistrico?), publicado originalmente en alemn. Segn mi manerade ver, el profesor Gsta Lindeskog, en un tiempo altamenterespetado, ha escrito la mejor obra sobre investigacin juda deJess.6 l cuenta cmo esta pequea obra de Klein fue el estmulodeterminante para la obra de toda su vida. A tal grado que en laAlemania de los 1930 l era continuamente asediado a causa de

    6. Gsta Lindeskog, Die Jesusfrage im Neuzeitlichen Judentum, Leipzig 1938, 369 pgs.

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    su amor por los judos. Este mismo pequeo tomo fue para mtambin, una experiencia decisiva al principio de mi vida de estu-diante, conducindome a un estudio sistemtico del judasmo.Klein dijo que durante 30 aos l haba estudiado asiduamente elNuevo Testamento, y sobre esa base poda,

    resumir mis reflexiones como sigue: no se ha preservadoninguna otra enseanza antigua que porte un sello ms bri-llante, ms preciso, ni ms personal que la de Jess . . .7

    Klein dedica mucha atencin al estilo de enseanza de Jess y altrasfondo histrico que se presenta con tanta sencillez en el NT.El maestro israel del dilogo, Profesor Martn Buber, alguna vezdijo que Klein conoca la literatura del periodo del segundo templomejor que ninguno de sus contemporneos. El erudito judoentiende con ms facilidad que ninguno que Jess no es ningnmito y que sus ideas no tienen nada de mticas. No obstante,segua candente la idea de que el Nuevo Testamento era esencial-mente mtica, y finalmente estall en llamas de manera diferente.El debate teolgico pos-guerra en Alemania fue dominada porRudolf Bultmann, quien quiso rescatar al cristianismo, limpin-dolo de todo lo que era de naturaleza mtica, y ofreciendo en sulugar la predicacin de la fe de la iglesia, el kerygma. Aun cuan-do no siempre encuentra apoyo en el verdadero Jess histrico, estaempresa, tal como existe, ha ejercido cierta influencia sobre eldesarrollo posterior de la teologa, en el hecho de que gradualmentese empez a recalcar la fe de la iglesia y el acto de sal-vacin experimentado por la congregacin. El profesor judoDavid Flusser ha recalcado con frecuencia que esta mentalidad esalgo extraa:

    La expurgacin de mitos, Entmythologisierung, real-mente es una forma de alejamiento de la realidad,Entrealisierung.

    El NT mismo se esmera en sealar que los apstoles no siguieronfbulas artificiosas, y que lo ocurrido en la narracin del evan-gelio no se ha hecho en algn rincn.8 En mi opinin,Bultmann bien pudiera tener razn al decir que los Evangeliosson una especie de Midrash, pero esta predicacin se basa en los

    7. Vase Gottlieb Klein, r Jesus en historisk personlighet? Estocolmo 1910, 48 pgs.8. II Pedro 1:16 y Hechos 26:26.

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    testimonios confiables de testigos oculares, no en la interpretacinposterior de la iglesia. En su investigacin de estos asuntos, elexgeta del NT debe decidir si el relato del Evangelio es autnticoo si es una creacin posterior, y tambin si los Evangelios fueronescritos en una etapa suficientemente temprana como para serconsiderados confiables.

    David Flusser, catedrtico de NT en la Universidad Hebrea deJerusaln, se pregunta cmo pudiera ser posible que un grupo dediscpulos titubeantes, divididos por conflictos internos, de pronto,en su trabajo coordinado llegaran a un acuerdo respecto a Jess.Debe haber sucedido algo decisivo en algn momento. An cuandosigue firmemente arraigada en la mente de los eruditos la ideamtica del NT, y reina la opinin general de que el uso religiosodel lenguaje requiere un adorno mtico, es difcil demostrar queesas caractersticas realmente existan en la enseanza de Cristo oen la prdica de los apstoles. Como hemos visto, la exgesisjuda es gobernada por dos medios: la Halakha, indicacionesrespecto al andar personal del individuo delante de Dios; y laHaggada, relatos, leyendas, intentos por describir lo ms exac-tamente posible, los eventos y sucesos. Entre ms la distancia delterreno mismo de la Biblia, ms pura la ficcin que se empeza-ba a introducir en este ltimo medio. En los relatos de AT y NT,no se manifiesta de manera alguna.

    Por el contrario, la naturaleza Midrash del NT es tpico del obje-tivo comn de la exgesis juda, en la que el sabio intenta mostrartodos los posibles aspectos de su materia sin olvidar que, La palabrade Dios jams pierde su significado especfico.9 El cuidado quese debe tener al comentar la Haggada o problema determinado,se complica por el hecho de que les encantaba a los rabinos inves-tigar a su vez, los diferentes aspectos o middoth - proporciones:al Rab Aqiba le gustaba la amplificacin y limitacin; R.Ishmael Ben Elisha, quien tambin vivi en el segundo siglo,interpretaba con base en generalizacin y especificacin;10 R.Hillel tena 7 puntos de partida; R. Ishmael 13; y algunos otros,como hemos visto, tenan 32, 49 o hasta 70 maneras de interpre-

    9. Vase Addison G. Wright, The Literary Genre Midrash, N.Y. 1967, pgs. 62-65.10. Shebuoth 26a.

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    tar la Escritura. Nada se deba manejar con ligereza, sin reflexin.Veremos que hasta Jess usaba esas mismas tcnicas Midrashque dominaban la exgesis juda. Los rabinos frecuentementerepetan el dicho de que la verdad es el sello de lo divino.Indudablemente el NT tambin es gobernado por este mismo celopor la verdad.

    Es de esperar que la interpretacin bblica cristiana y las metasestablecidas por los eruditos judos difieran. El cristiano pro-mueve a Cristo, y el judo fomentar lo que exalte la Tora. Losargumentos que el cristiano extrae del AT, tales como son, noconvencen al judo. El Talmud recalca que: Las palabras de lossabios son ms importantes incluso que las de los profetas,11 yque: El que repite las palabras de su rabino, repite, como si fueran,las palabras del Espritu Santo.12 Sin embargo, si un cristianollegara a expresar alguna opinin no bblica, sera rechazada deinmediato. Por esta razn el cristiano debe hablar respecto a laposible identidad de Jess como Mesas, basado tanto en el ATcomo en la tradicin oral.

    La palabra crtico, del griego kritikos, es un concepto bastanteajeno al mundo del pensamiento rabnico. El pensamiento judono toma como punto de partida la idea de que los fenmenosdeban ser criticados o condenados a priori. Dicho sea de paso,que por este medio se podra invalidar cualquier evento histrico.El judo generalmente escucha con su facultad de discerni-miento auditivo para determinar si la esencia del asunto est deacuerdo con las leyes bsicas de la vida. Por esta razn el Talmudpresenta una materia a la luz de diversos eruditos y tradiciones, yslo despus de una larga exposicin, saca sus conclusiones.Incluso existe la posibilidad de que, revelemos conceptos en laTora que no estn de acuerdo con la Halakha prevaleciente.13

    El concepto verdad aparece ms de 100 veces en el NT. Enhebreo, la palabra correspondiente, emet, contiene la primera,mediana, y ltima letra del alfabeto hebreola verdad es confiableen todas sus partes. El Evangelio fue encomendado a hombresconfiables.

    11. Vase Jer. Talmud, Masekhet Berakoth I, halakha 4.12. Sanhedrin 110a.13. Masekhet Avth III, mishna II.

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    Se esforzaron por retener la palabra fiel tal como ha sido enseada.Lucas investig cuidadosamente todo desde el principio paraque fuera claro cuan ciertsimos son los fundamentos del evan-gelio. Y el apstol Pablo en dos ocasiones declar que: Esta espalabra fiel y digna de ser recibida por todos. Sera un pocoextrao que alguna distorsin de la verdad pudiera echar races enesta clase de suelo. Jess mismo pidi en su oracin sacerdotalintercesora: Padre, santifcalos en tu verdad; tu palabra esverdad.

    En la actualidad los cristianos se empiezan a dar cuenta del hechode que la postura escptica de la teologa liberal ha puesto en telade duda casi todo lo que dijo Jess. Este escepticismo se basa enla crtica literaria, la crtica de fuentes con sus diversas teoras, lacrtica de redaccin y una diversidad de anlisis con sus respec-tivas hiptesis. El estudio del mtodo intenta an ms criticar elgrado de certeza, hasta de estas conclusiones. Todo esto suenamuy cientfico, pero cuando consideramos que el borradorpreliminar del Evangelio, segn parece, fue escrito en hebreo, yque las versiones griegas fueron hechas en presencia de unescritor sombreado, difcilmente ser posible que exista algunacrtica literaria que pueda descubrir sus secretos. De manerasemejante, Pablo, debido a su miopa, tuvo que utilizar muchosamanuenses, lo cual significa que en efecto, tampoco se puededestilar nada de los escritos de l por estos mtodos. Los eruditosjudos en muchos casos tienen una capacidad intuitiva parapercibir lo que es hecho en Israel, y as sus opiniones suelen sermucho ms positivas que las de los tericos de occidente.

    Los judos tienen una larga tradicin de registrar las SagradasEscrituras. Ya desde los tiempos de Samuel leemos que el SEORestaba con l; no dej sin cumplimiento ninguna de sus palabras.El buen alumno de un rabino es como un pozo blanqueado, queno deja fugar ni una gota.14 No se haba de hacer el ms dimin-uto cambio en el Escrito Sagrado; ni agregar nada, ni quitarnada, como nos advierte el libro de Apocalipsis.15

    14. I Samuel 3:19 y Avoth 2,11.15. Apocalipsis 22:18-19.

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    Cuando el profesor judo, Josef Klausner, en su poca evaluabala confiabilidad del Nuevo Testamento, cit a Rousseau, quiendijo: Mi amigo, tales cosas no se inventan! Los datos respectoa Scrates continu Rousseau de cuya existencia nadieduda, descansan sobre una base mucho ms dbil que aquellosque nos hablan acerca de Jess de Nazaret. Sera mucho msdifcil sostener que varios hombres se haban unido para recopilareste libro, que sostener que un hombre haba sido la fuente de sucontenido . . . El carcter de los Evangelios es tan perfectamenteinimitable, que si hubiera sido invento de hombres, los inventoresseran ms grandes que el hroe mismo.16 Las enseanzas de unhombre siempre son representativas de su nivel moral y espiri-tual. Es precisamente en este sentido que Jess es inimitable.

    Hay un proverbio en latn que dice: Ex nihilo nihil fit, o nadaprocede de la nada. Al arrojar una piedra a un charco, produceolas que se propagan en todas las direcciones. Lo mismo sucedeen la historia. Los eventos del Nuevo Testamento, por su mismanaturaleza se reflejan en las crnicas del mundo romano. Si bienes cierto, que estas referencias dispersas a Jess y los primeroscristianos no agregan nada al retrato presentado por el NuevoTestamento, a su manera s brindan apoyo a nuestra fe en cuantoa la confiabilidad bsica de los registros de estos eventos.

    EL CRISTIANISMO VISTO POR LOS PRIMEROSHISTORIADORES.No tenemos ninguna informacin especfica sobre la correspon-dencia entre el procurador, Poncio Pilato, y el Emperador. Auncuando Justo Mrtir, escribiendo alrededor del ao 150 d. C.,menciona algunos documentos de este tipo, nunca se ha encon-trado nada.17 No se cuenta con ninguna otra correspondencia entreel gobernador de Judea y el gobernante romano. Por otra parte,ciertos escritores e historiadores romanos han registrado men-ciones aisladas de los primeros cristianos.

    16. Klausner, Jesus Von Nazareth, seine Zeit, sein Leben und seine Lehre, pgs. 90 y 98.17. Justo, First Apology 35, 7-9.

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    En el ao 49 d. C. el emperador Claudio expuls a todos losjudos de Roma debido a algunos disturbios locales. Hechos 18:2menciona que Aquila y su esposa Priscila salieron de Italia comoresultado de esta persecucin y vinieron a Corinto. En la segundadcada del segundo siglo el historiador SUETONIO escribi ensu libro Vidas de los Csares:Claudio expuls a los judos de Roma, a causa de los motines enlos que participaban constantemente, instigados por Crestus.18

    Aparentemente l entenda que Cristo era un lder rebelde. Losdisturbios pudieran haberse originado cuando los cristianosintentaban evangelizar en los sectores judos.19

    El historiador romano CORNELIO TCITO, nacido ca. 50 d. C.,escribe en 116 d. C. en sus Anales respecto al Gran Incendio deRoma:

    Empez a circular un rumor de que el incendio no habasido ningn accidenteque haba sido encendido por elemperador Nern. Con el fin de callar el rumor, Nern culpa esas personas que eran aborrecidas por sus abominablesprcticas, y conocidas por el nombre vulgar de Cristianos;a estos los castig de manera exquisita. Ellos tomaban sunombre de Cristo, quien fuera ejecutado por sentencia delprocurador Poncio Pilato en el reinado de Tiberio. Esocontuvo la nociva supersticin por un tiempo breve, perosurgi de nuevo, no slo en Judea, donde se origin laplaga inicialmente, sino en Roma misma, donde todas lascosas horribles y vergonzosas del mundo se renen yencuentran hogar.20

    La conflagracin tambin la describe SUETONIO, quien afirmaque: El castigo cay sobre los cristianos, un grupo de personasadictas a una supersticin novedosa y malvola.El comienzo del segundo siglo cristiano tambin fue testigo de laactividad de un escritor cuya correspondencia con el emperadorTrajano y sus gobernantes contemporneos exhibe un talento lite-rario excepcional. PLINIO, cuyos 10 libros bien preservados

    18. Crestus, un nombre popular de esclavo, era una forma errnea comn de Cristus.

    19. F.F. Bruce, Jesus and Christian Origins Outside the New Testament, Michigan 1974,pgs. 20-31.20. Tcito, Anales 15,44

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    tambin contienen su dilogo con el Emperador en el ao 111d. C. arroja luz sobre la naturaleza de los primeros cristianos.PLINIO haba sido enviado para gobernar Bitinia, habiendo sidoantes primer magistrado de la ciudad de Roma. Un ao despusde su nombramiento redact una declaracin detallada respecto alos cristianos, a quienes se haba acusado de ofensas criminales.Pidi instrucciones respecto a la manera en que haba de interro-gar y juzgar a los acusados. Deba ser tan severo con losjvenes, los ancianos y las mujeres como con los hombres? Dehecho les haba preguntado tres veces si eran cristianos, advir-tindoles del castigo que eso implicaba. Slo entonces los habacondenado a muerte. En un caso tortur a dos doncellas a las quese les deca diaconisas, pero no las haba encontrado culpablesmas que de supersticiones desviadas. No representaban ningunaamenaza para el estado. Plinio haba odo que a estos cristianosno se les puede hacer que invoquen a los dioses ni adorenimgenes, an cuando se les obligue. Tambin pareca quetenan la costumbre de reunirse en cierto da determinado,antes del amanecer para recitar un himno antifonal a Cristocomo Dios, y obligarse con un juramento a no cometer ningndelito, sino a abstenerse de todo acto de robo, latrocinio y adul-terio, de violaciones de la fe y de repudiar una promesa cuandofuera su deber honrarla. En su carta verborrica, Plinio nos diceque esta supersticin contagiosa no slo se haba difundidopor las ciudades, sino tambin por las aldeas y el campo, y quelos templos se haban empezado a vaciar de gente. Por tanto lesolicita al emperador de Roma instrucciones adicionales.Trajano contest que Plinio haba procedido correctamente en susinterrogatorios, pero que los cristianos de ninguna manera debanser castigados sobre la base de acusaciones annimas: Esto slosentar un mal antecedente, poco digno de la poca en quevivimos.21 Sabemos que estas instrucciones proveyeron loslineamientos para las actitudes de los funcionarios para con loscristianos en Asia Menor por un tiempo considerable.El inicio de la primera carta de Pedro da testimonio de la difusindel evangelio hasta Bitinia, donde la carta fue recibida por loselegidos de Dios, extranjeros en el mundo. Entre ellos se con-

    21. Plinio, Epstolas X.97.

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    taban los que haban sido dispersos en el Ponto, Galacia,Capadocia, Asia y Bitinia. Es iluminador observar que Juan A.T.Robinson estima la fecha de II Pedro cerca de 61-62 d. C. yI Pedro en la primavera de 65 d. C. Vemos por la descripcin dePlinio que la vida de la iglesia al inicio del segundo siglo seencontraba organizada al grado de que los oficiales de la iglesia,como son las diaconisas, haban sido asignados sus funciones; loscristianos eran conocidos por su vida irreprensible; se abandonabala idolatra en los lugares a donde se difunda la nueva fe. El relatoacerca del da de Pentecosts encontrado en los Hechos, mencionaque el auditorio de Pedro estaba compuesto por peregrinos deMesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto y Asia (Menor), Frigia yPanfilia, Egipto y las regiones de Libia pertenecientes a Cirene, yviajeros de Roma. El profesor judo, David Flusser ha subrayadoel hecho de que estas reas especficas eran pobladas principal-mente por contribuyentes emigrados judos. Ya hemos visto queexistan cantidades importantes de cristianos en Roma alrededordel ao 50 d. C.El historiador THALO, nacido en Samaria, quien escribi una histo-ria completa del Oriente Cercano, abarcando desde la guerra deTroya hasta su propio tiempo, tambin hizo referencia a Cristo. Enel tercer tomo de su obra sostiene que la oscuridad que se produjoen torno a la crucifixin de Cristo era resultado de un eclipse delsol. Sin embargo, como Jess fue crucificado en tiempo de lunallena, cuando no sera posible un eclipse del sol, esta explicacinresulta poco convincente. Sabemos que aunque los movimientos delas estrellas eran trazados con precisin miles de aos antes deltiempo de Jess. Pero no fue sino hasta el tiempo de Coprnico,activo al principio del siglo XVI, y las observaciones de Kepleral inicio del siglo XVII, que obtuvimos nuestra perspectivaheliocntrica y se comprendieron los movimientos lunares. Sinembargo, es ms importante tomar nota de que un historiadorcontemporneo sintiera curiosidad respecto a la muerte de Cristoya desde el ao 52 d. C., cuando THALO escribi su magnum opus.Tenemos conocimiento de la historia de la poca del segundotemplo por los escritos de FLAVIO JOSEFO, ms que por ningunaotra obra. l naci en Jerusaln alrededor del ao 37 d. C., ysu biografa debe ser uno de los ms coloridos y emocionantes enel mundo. A la edad de 13 aos lleg a ser discpulo de losrabinos en Jerusaln. A los 16 adopt la vida de asceta desrtico

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    durante tres aos bajo la direccin de Bano, un esenio. l probel farisesmo, el saducesmo, y el esenismo, deseando, en suspropias palabras, escoger de entre ellos lo que era mejor. A laedad de 20 aos fue a Roma, donde particip en la intriga polticade la poca. A su regreso a Palestina, se vio envuelto en las luchasinternas de poder entre los judos, y finalmente, en la rebelincontra los romanos. Mientras funga como lder de un movimientode contraataque en Galilea, huy a la cueva de Jotapata, en la quel y sus hombres decidieron por votacin unnime, cometersuicidio cuando se encontraban completamente rodeados. Josefoiba a ser el ltimo en suicidarse, pero se entreg a los romanos.Pronto consigui el favor de Vespasiano y su hijo Tito, y aceptpersuadir a los judos para que abandonaran su revuelta. Porsupuesto, despus de poco tiempo lleg a ser considerado traidorde su patria. Sin embargo, parece que s senta algn afecto genuinopor su parentela: cuando en una ocasin Tito dio rdenes enTekoa para que tres judos fueran crucificados, Josefo suplic conlgrimas que fueran perdonados. A pesar de su falta de integridadpersonal, Josefo se ha ganado un lugar en la historia, gracias a sudetallado relato de los eventos de su poca.Muy poco se conoce de la historia de Palestina entre los aos de150 a. C. y 70 d. C. Josefo, al llegar a Roma, inici su BellumIudaicum, o Guerras de los Judos, que fue publicado en el ao77 d. C. Esta obra es un relato del tiempo entre Antoco Epfanes,alrededor de 170 a.C., y la destruccin de Jerusaln.Posteriormente, en el ao 93 d. C., apareci su Historia Juda,Antiquitates Iudaicae, que presenta primeramente los eventosdel Antiguo Testamento a la luz de la historia, y luego las fasesposteriores de Palestina, con todas las intrigas, disputasreligiosas, sin faltar los chismes contemporneos. Estas dosobras, en sus traducciones hechas del griego, alcanzan entreambas, 1800 pginas. Cuando sumamos a esto su autobiografa,y, por mencionar una obra ms, la Contra Apionem, o lasPolmicas contra Apion, la informacin especfica que proveees de valor incalculable. Se debe reconocer que el relato que lhace de los eventos frecuentemente es ventajoso para l mismo ofavorece las actitudes judas, pero semejante propaganda en favorde su propio pueblo es perfectamente comprensible. No obstante,se esforz por registrar los hechos para las generaciones futuras.

  • Posiblemente en el sentido moderno no siempre sea crtico hacialos objetos de su estudio, pero gozaba de una posicin ventajosamuy singular desde la cual poda observar los eventos religiososy polticos de su tiempo.El legado ms valioso que nos ha dejado Josefo es su galera deretratos que provee como parte de su variada narracin. Describevarios personajes que nos son conocidos por el NuevoTestamento, como es Herodes, el sacerdocio de Jerusaln, Pilato,Cirenio, Arquelao y hasta Santiago el hermano del que esconocido como el Cristo. Es importante recordar que Josefo era de distinguida descendenciasacerdotal, y que desde su juventud parece haber sido consideradoun genio, gaon en hebreo. Sacerdotes y distinguidas personali-dades de la ciudad venan a buscar sus opiniones sobre la inter-pretacin de la ley cuando l an era joven. En su autobiografamenciona que era su memoria lo que particularmente asombrabaa la gente. Por esta razn es posible considerar que en generalJosefo es confiable. Su inters en Juan Bautista y en la personade Cristo pudiera brotar del hecho de que l mismo haba vividoentre los esenios y conoca la intensa expectativa mesinica de supoca.

    Menciones de Juan BautistaEn el sub prrafo 5 del libro XVIII de Antigedades de losJudos, Josefo habla de Herodas, la esposa de Felipe, hermano deHerodes Antipas. Herodes se haba hecho acompaar de Herodascomo su amante en un viaje a Roma. Su legtima esposa, la hijadel rey rabe Aretas, se enter del asunto y sbitamente se retira la fortaleza de Makairos al lado oriental del Mar Muerto. De allhaba poca distancia hasta el trono de su padre en Petra.Enfurecido por el rechazo de su hija, el rey Aretas declar laguerra contra Herodes. Herodes recibi asistencia militar delgobernador de Siria, pero al parecer, an as sostuvo prdidasfuertes en los encuentros que ocurrieron.En su relato de esta situacin Josefo explica que:

    Algunos de los judos consideraban que la destruccin delejrcito de Herodes era un juicio divino, un castigo muymerecido por su ejecucin de Juan Bautista. Pues Herodes

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  • lo mat a pesar del hecho de que era un buen hombre, queenseaba a los judos a practicar la virtud, a mostrar justiciahacia los dems y piedad hacia Dios, y a formar una comu-nidad por medio del bautismo. l enseaba que estebautismo era aceptable delante de Dios si los que lo acepta-ban lo hacan, no para obtener remisin de pecados, sinopara purificar el cuerpo despus de que el alma ya habasido purificada por la justicia. Sus compatriotas judos loseguan porque quedaban muy impresionados cuando looan predicar. Pero Herodes tema que su gran poder depersuasin pudiera conducir a un levantamiento, pues elpueblo pareca estar dispuesto a seguir su consejo en todo.As que consider recomendable detenerlo y matarlo antesde que iniciara una revuelta; esto, crea l, era mejor quetener que lamentarlo despus de los hechos, una vez quehubiera brotado la revuelta. As que Juan, cayendo vctimade las sospechas de Herodes, fue enviado en cadenas a lafortaleza de Macaero, que mencion anteriormente, ymuerto all. Los judos, pues, crean que fue para vengar lamuerte de Juan que Dios trajo este desastre sobre el ejrcitode Herodes.22

    Se conjetura que Josefo originalmente escribi su primer libro,Guerras de los Judos, en arameo para los judos deMesopotamia, y slo despus lo tradujo al griego. Sin embargo,en el nterin, la versin en arameo ha desaparecido. Al principiodel siglo XX la obra se public en ruso con muchas aadiduras,de las cuales algunas proceden de la Historia de los Judos. Seha sostenido que esta versin en ruso refleja el material de lafuente original aramea. Gottlieb Klein toma muy en serio estematerial eslavo, aunque los eruditos modernos evitan una posturadefinida. La versin en ruso afirma que Herodes hizo matar aJuan Bautista porque haba criticado a Herodes por tomar poresposa a Herodas, la mujer de Felipe. El Nuevo Testamentopresenta el asunto de la misma manera.23

    Estas variaciones eslavas, que parecen haber sido influenciadasen alguna medida por las fuentes originales arameas, contienen

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    22. Antigedades XVIII,5. El rey Aretas tambin se menciona en II Corintios 11:32.Rein del 9 a. C. hasta el 40 d. de C.

    23. Mateo 14:3-12 y Marcos 6:14-30

  • dos descripciones de la singular vestimenta de Juan Bautista,confeccionada de pieles de animales, y una mencin de que nobeba vino ni sidra, ni coma carne de animal.24 Algunos crticoscreen que aqu hay referencias a los esenios, entre los cualesJosefo mismo pas tres aos.

    La suerte de Juan Bautista aparentemente preocupaba a los eru-ditos de la poca de Cristo. Gottlieb Klein, en su obra Is Jesus ahistorical person? (Es Jess una persona histrica?), publicadaen 1910, cita un fragmento de la tradicin juda:

    El Rab Hillel vio la cabeza de Juan Bautista flotando enel agua y dijo: Porque bautizaste has sido sumergido en elagua, y el final de los que te han arrojado all es que ellosmismos sern ahogados. En otras palabras, la justicia deDios tomar venganza sobre los malhechores.25

    Al comparar las palabras de Josefo con las de Hillel, Klein diceque: Quien reconoce la posibilidad del conocimiento histricotiene que admitir que aqu estamos frente a un hecho que ha sidoconfirmado por documentos.

    Discutida mencin de Jess por JosefoEn el tercer sub prrafo del libro XVIII de las Antigedades delos Judos, Josefo presenta a Jess:

    Ahora, vivi por este tiempo Jess, un hombre sabio, si esque fuera legtimo llamarle un hombre, pues era hacedorde obras maravillosas, maestro de hombres que reciben laverdad con placer. Atrajo a s mismo a muchos, tantojudos como gentiles. Era el Cristo. Y cuando Pilato, porsugerencia de los principales entre nosotros, lo hubo con-denado a la cruz, los que le haban amado desde el princi-pio no le abandonaron; pues l se apareci vivo delante deellos al tercer da; as como los profetas divinos habanpredicho estas y otras diez mil cosas maravillosas acercade l. Y la tribu de cristianos, llamados as por causa de l,no han desaparecido hasta el da de hoy.

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    24. Vase F. F. Bruce, Op. cit. pgs. 42-53. Cf. Lucas 7:33.25. Gottlieb Klein, Op. cit. p 20.

  • Muchos crticos han sostenido que Josefo, aferrado al judasmo,jams pudo haber escrito en este sentido, y que este pasaje debeser falsificado. Sin embargo, la versin griega de este texto escaracterstica de Josefo, hasta en esta parte. El historiadorEusebio, que vivi a principios del siglo IV, conoca este pasajey lo aceptaba como original, lo mismo que Jernimo y Ambrosio.Hasta el alemn Harnack, conocido por su crtica severa, lo con-sideraba original. La actitud negativa se basa principalmente enla aseveracin de que Josefo no pudo haber aprobado de estamanera el carcter mesinico de Jess. F.F. Bruce seala queJosefo consideraba que Vespasiano cumpla con el papel mesinico,que le haba sido otorgado por Dios, siendo as el gobernante delmundo predicho por los profetas. En otras palabras, Vespasianoera el Mesas prometido.26 En ese tiempo el concepto de Mesasan era muy diverso. Todava hoy es posible que un erudito oescritor judo considere que Jess sea el Hijo de Dios sin quenecesariamente sea cristiano. As, por ejemplo, el escritor ShalomAsh dijo que l haba buscado seguridad, fe y contenido espiri-tual en su vida, y todo lo haba encontrado en el Nazareno. lconfes que:

    Jesucristo es para m la persona ms importante de todoslos tiempos, tanto como Hijo de Dios y como Hijo deHombre. Todo lo que l dijo o hizo es de valor paranosotros hoy; esto no se puede decir acerca de ningn otrohombre, vivo o muerto.27

    Sera extrao si Josefo no hubiera escrito acerca de Jess en suHistoria. Su nfasis sobre el hecho de que Jess fue hacedor deobras maravillosas siempre ha sido aceptado entre crculosjudos. Josefo nos dice que Pilato crucific a Jess por sugerenciade los principales entre nosotros. Josefo tambin habla de laresurreccin que ocurri al tercer da, una expresin que seencuentra en el Midrashim judo, por no mencionar su importanciabblica. Adems, slo el judo Josefo poda haber sostenido quetodos los profetas divinos haban predicho estas y otras diez mil

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    26. F. F. Bruce, Op. cit. pgs. 32-33 y Guerras de los Judos III,8.27. Arthur W. Kac, The Rebirth of the State of Israel, pgs. 22-23.

  • cosas maravillosas acerca de l. Una interpolacin cristiana,como acostumbran expresarlo tan fastidiosamente los telogos,se hubiera contentado con docenas.Josefo era perfectamente capaz de haber escrito la referencia tandiscutida a Jess. No es posible simplemente ridiculizarlo, en elnombre de la ciencia. Como historiador tambin ha realizado unalabor incomparable, sin la cual la vida religiosa y poltica de lostiempos de Jess, se hubieran quedado sin expresin.

    Comparacin del Nuevo Testamento con el resto dela literatura de la antigedad

    Cuando colocamos la principal fuente literaria de la fe cristiana,el Nuevo Testamento, al lado de las dems obras literarias super-vivientes de la antigedad, inmediatamente observamos una grandiferencia en relacin con el tiempo transcurrido entre la escrituraoriginal de determinado documento y las copias ms antiguas quenos son conocidas. Por ejemplo, los manuscritos ms antiguasexistentes de las obras de Sfocles fueron copiados 1400 aosdespus de la muerte del autor. Con las obras de Eurpides, ladiferencia de tiempo es de 1600 aos, con Platn 1300 yDemstenes es de 1200 aos. No obstante, estas obras no se hansujetado al mismo grado de crtica que el Nuevo Testamento. Elpoeta romano Virgilio, segn esta norma, es una rara excepcinen que el ejemplar ms antiguo que se conserva de sus obras fuehecho slo cuatro siglos despus de su muerte.28

    Los ejemplares ms antiguos de algunas partes del NuevoTestamento se remontan a una etapa muy temprana. Existenalgunos fragmentos de papiros del evangelio de Juan que datandel ao 125 d. C.29 De manera semejante, se han encontrado frag-mentos ms extensos de Juan y tambin de Lucas y de las cartasde Santiago y Pablo, que se han fechado en el tercer siglo.30 Lascuevas de Qumran tambin han producido fragmentos de papirode Santiago que datan de 50-60 d. C.31 Entre los aos 200-350 esposible encontrar todos los ejemplares ms tempranos del NT.

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    28. Daniel-Rops, Jesus and His Times, Tomo I, pgs. 31-32.29. P-52, fragmento Rylands 457 Juan 18:31-33 y 37-38.

    30. Ej. P-66, Bodmer 2 y P-20, P-22 o P-46.

    31. Qumran, cueva 7.

  • Aproximadamente 2500 manuscritos griegos antiguos de los evan-gelios se han preservado, de los cules ms de 40 se remontan amucho ms de mil aos. Adems de esto, la iglesia conserva aproxi-madamente 1500 lecturas dirigidas, los leccionarios, en loscuales los evangelios se encuentran dispuestos en porciones diarias.Desde el principio el Nuevo Testamento era traducido a los dialec-tos sirios, al copto, al armenio, al etope y por supuesto, al latn. Enalgunos casos estas traducciones son ms antiguas que los msprimitivos manuscritos griegos que se conservan. Por ejemplo, unaversin en copto de Tebn pertenece al siglo III, y existen casi 8000copias de la vulgata latina de fines del siglo IV. El manuscrito cono-cido como Codex Sinaiticus, encontrado en 1844 en Sina, pudieraser uno de los 50 ejemplares que Eusebio, obispo de Cesarea mandhacer en 331 d. C. para el emperador Constantino. Estas compara-ciones demuestran que el Nuevo Testamento es capaz de sostenerseal lado de cualesquiera de las obras de la antigedad.Aunque difcilmente es justificable en la actualidad pensar en laspalabras de Cristo como si originalmente hubieran sido logiasdesconectadas, bien pudieran haber existido ms de estos dichosque no fueron incluidos en el Nuevo Testamento. Pablo cita uno deellos al despedirse de sus amigos en Mileto; les dice que recuerdenlas palabras del Seor Jess, que dijo: Ms bienaventurado esdar que recibir. (Hechos 20:35). Muchas personas tambinconocen las palabras de Jess citadas por Orgenes: El que estcerca de m est cerca del fuego, y el que est lejos de m est lejosdel reino de Dios.En la tradicin literaria cristiana, la diferencia entre lo que esgenuino y lo que es falsificado es tan clara que los libros tradi-cionalmente aceptados del Nuevo Testamento, el canon, erandistinguibles en una etapa relativamente temprana, de otros mate-riales de naturaleza devocional o puramente imaginaria. Auncuando el canon no se haba establecido oficialmente sino hastael snodo de Crtago y de Hipo en el 393 y 397 d. C. respecti-vamente, tom forma en una etapa mucho ms temprana. En1740 cierto coleccionista llamado Muratori encontr un docu-mento antiguo en Miln en el que se enumeraban los manuscritosdel Nuevo Testamento considerados Escritos Sagrados por laiglesia en Roma alrededor de 170-180 d. C. All se hace mencinde una carta apcrifa, conocida como el Pastor de Hermas,diciendo que es demasiado tardo y no de origen apostlico. El

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  • Canon Muratorio menciona aproximadamente la misma composi-cin del Nuevo Testamento que el que se usa hoy: cuatro evan-gelios, los Hechos de los Apstoles y 13 epstolas paulinas. Dicerespecto a las cartas a Timoteo y Tito, que son generalmenteaceptadas como guas para los cargos eclesisticos. Las tres cartasde Juan y la de Judas tambin figuran en la lista Muratoria. JohnA.T. Robinson, cuyo libro sobre la fecha del Nuevo Testamentose comentar ms adelante, especula que Judas auxili a Pedro enla redaccin de su segunda epstola, y que le agreg algunos con-ceptos de su propia carta, que se consideraban importantes desdeel punto de vista de la iglesia. La fecha de la redaccin de estasmuy discutidas cartas es fijada por Robinson en 61-62 d. C.Es evidente que la estructura y compilacin del NuevoTestamento datan desde la mitad del segundo siglo. Los historia-dores no podran esperar de ningn movimiento religioso unaevaluacin crtica ms temprana de su propio significado.

    JESS A LA LUZ DE LAS FUENTES JUDASLa tradicional actitud juda hacia Jess se determina por una parte,por afirmaciones aisladas del Talmud, que fueron ordenadas enforma escrita entre los aos 200-500 d. C. y por otra parte, por laobra polmica Toldth Yeshu, Relatos de Jess. Esta ltimatambin se conoce con el nombre de Mase Talui, traducido LosHechos del Crucificado.

    El TOLDOTH YESHU tuvo su origen en el siglo V, cuando muytemprano, y subsecuentemente se difundi, en sus versioneshebrea y judeoalemana, entre los campesinos judos. Ni siquieralos eruditos judos argumentan que tenga alguna base histrica;de principio a fin es pura leyenda. La mayora de los crticos con-sideran que es producto de la Italia del siglo VIII, y del tumultode las Cruzadas en el siglo XI, en la que hubo muy difundidapersecucin de los judos. Sin embargo, se han encontrado en elCairo fragmentos de papiro arameo que pudieran considerarseversiones ms originales de las leyendas.32 El catedrtico judoJosef Klausner ha hecho un gran servicio a su pueblo, testificandoen su libro, Jesus von Nazaret, pgs. 58-66, que estas ancdotas

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    32. Vase el libro hebreo Ginzei Schchter I, fragmentos Midrash y Hgada, artculo delrabino Yitsh.ak Ginsburg, pgs. 324-338.

  • polmicas carecen de valor histrico. No obstante, el clebre ateoVoltaire, entre otros, sostenan que eran relatos autnticos de lavida de Jess.33 Yo siempre haba pensado que estas leyendas sloeran conocidas por los judos de Europa Oriental, hasta que unhombre de trasfondo rabe me dijo que l haba odo de ellas ensu infancia. Sin embargo, a pesar de las blasfemias que con-tienen, su efecto sobre l fue que finalmente lo condujeron a lacomunin con una iglesia cristiana.

    El Toldth Yeshu habla de cmo Juan, un hombre temeroso deDios, conocedor de la Tora y procedente de la casa de David, secomprometi para matrimonio con cierta Miriam, originalmentede Beln, hija tmida y honorable de una vecina viuda. Sinembargo, el vulgar pero externamente atractivo Pandera, tambinse fij en Miriam. Una noche de sbado vino a Miriam durante suregla y la viol. Miriam pens que era su prometido y cedi antel despus de una infructfera lucha, grandemente asombradaante la conducta de su prometido, previamente tan piadoso.Cuando vino el verdadero prometido, Juan, ella le expres clara-mente su enojo. l sospech inmediatamente de Pandera y lecont todo es asunto al Rab Shimon Ben Shetah. . Miriam seembaraz, y como Juan saba que el nio no era de l, pero queera incapaz de demostrar quin era el culpable, huy a Babilonia.

    El argumento central del relato es que se supone que Yeshu serob el Shem ha-Mephorash, el nombre de Dios que no se debepronunciar, tomndolo del Lugar Santsimo del Templo, y pormedio de l realiz milagros. Pero Judas, el hombre de Kerioth,quien ofreci traicionar a Yeshu ante los lderes de la nacin, tam-bin se rob el nombre impronunciable de la misma manera, yrealizaba los mismos milagros. El fragmento arameo de Cairodice que Yeshu y Judas volaron en el aire. Judas vol ms altoque Yeshu y lo hizo caer al contaminarlo con su semen, con lo queambos se hicieron inmundos y cayeron al suelo. Este repugnanterelato se relaciona con Balaam, quien condujo a Israel a lainmoralidad, y cuyo castigo, segn el Talmud, fue que lo senten-ciaron a ser arrojado a una caldera de semen hirviendo.34 El

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    33. G. Lindeskog, Jesus och Judarna, p 23.34. Gittin 57a.

  • nombre Yeshu, formado al tomar sus letras de las letras inicialesde otras palabras, se explica como Yimmah. SHm Vezichr, quesu nombre y toda memoria de l sea obliterada.

    Luego se nos cuenta cmo Yeshu fue encarcelado en Tiberias,pero escap y de all huy a Antioqua y Egipto para aprender anms brujera. Al regresar a Jerusaln quiso, una vez ms, robarseel nombre secreto de Dios, que mientras tanto haba olvidado.Yehuda (Judas) inform de esto a los sabios de Jerusaln, y dijoque l se arrodillara ante Yeshu para que ellos pudieran distin-guirlo de sus discpulos, que vestan ropas del mismo color. Deesta manera Yeshu fue tomado preso y fue sentenciado a morir enla horca el da antes de la Pascua, viernes.

    Despus de que fue sepultado, el hortelano, Yehudi, tom sucuerpo y lo escondi en una zanja en su huerto. Sus discpulos, alno poder encontrar su cuerpo en la tumba, le dijeron a la reinaHelena que l haba resucitado de los muertos, y por ello la reinaquiso matar a todos los sabios de Israel. Sin embargo, el RabTanh.uma (Bar Abba), con la ayuda del Espritu Santo, encontrel cuerpo, que luego fue atado a la cola de un caballo y arrastradohasta donde estaba la reina. Pero los discpulos de Yeshudifundieron el evangelio acerca de l entre los gentiles. Entreestos discpulos estaban los doce apstoles, que eran fervientesperseguidores de los judos.

    Podemos ver que el Toldth Yeshu de ninguna manera coincidecon la historia. Rab Shimon Ben Shetah vivi en el tiempo deAlejandro Janeo (126-76 a.C.). El Talmud lo presenta como unhombre inmisericorde, capaz de haber ordenado en un mismo daen Askaln, la crucifixin de 80 mujeres acusadas de brujera.35

    Razn de sobra, pues, para hacer de l un testigo de los poderesmgicos de Yeshu. Rab Tanh.uma, considerado sello delMidrashim, estaba activo alrededor de 350-375 d. C. ReinaHelena obviamente es una referencia a la madre cristiana deConstantino el Grande, quien visit la Tierra Santa y tuvo unainfluencia enorme sobre su hijo. Juan, el prometido de Miriam,

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    35. Mishna Sanhedrin 6,4.

  • parece reflejar la actividad de Juan Bautista. El Talmud se refiere aYeshu como Ben Pandera, el hijo de Pandera,36 y tambinencontramos en sus pginas el repugnante relato acerca de lapolucin contenido en el Toldth Yeshu: un castigo similardeba ser la suerte de quienes blasfemen las palabras de losSabios.37 En el texto antiguo, no censurado, se menciona aYeshu en este contexto.38 Aunque el Talmud hace a Yeshupartcipe de vida eterna,39 el conflicto entre la iglesia y la sinagogafrecuentemente ha dado origen a comentarios de mal gusto, encon-trados en los escritos ms antiguos de ambos lados: por ejemplo,algunos escritos catlicos y la literatura de oracin Ortodoxa ylas obras polmicas de Lutero exhiben un matiz antisemtico. Nodebemos intentar embellecer aquello de lo cual es tan culpable elgentil como el judo.

    Las menciones de Jess en el Talmud son pocas y dispersas. Sihemos de comparar las palabras del Nuevo Testamento con lastradiciones encontradas en el Talmud, ser necesario relatar algoacerca de la naturaleza y el origen del Talmud.

    Una consecuencia de la destruccin del segundo Templo en elao 70 d. C. fue el peligro de que el legado espiritual judopudiera desaparecer. Para evitar esto, Rab Joh.anan Ben Zak.kai,quien haba sido sacado de Jerusaln de contrabando en un atadpor sus alumnos, empez inmediatamente a reunir a los fariseosletrados en Jabne, mejor conocida como Jamnia. l expona laTora con el espritu tolerante de Hillel el anciano y de Gamaliel.Con el consentimiento de los romanos, fundaron el GranConcilio, que funcion en asuntos legales como Suprema Corte,y empez simultneamente a compilar los decretos tradicionalesde los Padres. Poco despus de esto vino el Rab A. qiba, quien,hasta su muerte en 135 d. C., orden este material tradicionalbajo diversos encabezados. Su pupilo, Rab Meir, continu con laobra hasta que Rab Judah, quien representa la cuarta generacindespus de Hillel, termin la compilacin del MISHNA.40 Al

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    36. A. boda Zara 27b.37. Gittin 57a.38. Vase la coleccin de pasajes censurados H. esronth ha-Shas, kolel teshuvoth ha-RaDaQ leha-Notsrim, Cracova 1893, p 26.39. Sanhedrin 43a.40. Judah presidi sobre el Gran Concilio de 170-217 d. de C.

  • mismo tiempo se compil el TOSEPHTA, que complementalos pronunciamientos de los eruditos de los primeros dos sigloscristianos. Este periodo de Tannaim fue seguido por el Amoraim,que dur hasta el ao 500 d. C. Durante ese periodo de 300 aosfue compilado, tanto en Babilonia como en Palestina, elGEMARA, que completa y concluye la coleccin de tradi-ciones. Los Mishna y el Gemara se conocen colectivamentecomo el Talmud, o enseanza. El Talmud de Jerusaln, lasenseanzas de la tierra de Israel, se haban compilado para el ao350, mientras que el gigantesco Talmud Babilnico de 12 tomosno se termin sino hasta el ao 500 d. C. Cuando comparamos laspalabras de los eruditos del Talmud con las enseanzas de Cristo,siempre debemos determinar qu periodo representa cada erudito.

    El Talmud se refiere comparativamente poco a Jess. Prefiere darinstrucciones copiosas acerca de la manera de abordar a los quecreen en Jess el nazareno. Esta es la interpretacin habitual dela palabra Min, que se supone es una abreviatura de MaamineiJesha. ha-Notsri. El Talmud habla de cmo el Nazareno Yeshurealiz milagros y enga a la gente; blasfemaba contra los eru-ditos que explicaban la Tora al estilo de los fariseos; tuvo cincodiscpulos;41 dijo que haba venido para destruir la Ley, no paracumplirla;42 fue crucificado en vsperas de la Pascua como incita-dor de rebelin nacional;43 sus discpulos sanaban a los enfermosen su nombre.44 El Talmud se refiere a los evangelios como a. vngilyon o ven gilyon. Ambos trminos significan escritopecaminoso. Algunos rabinos eran de la opinin que deban serquemados; otros sentan que deba quitarse el nombre de Diosantes de quemarlos.45 Los estudiosos judos recalcan que la crti-ca del Talmud generalmente no se dirige contra la persona deJess: a l se le considera judo, y aun en los comentarios sobresu crucifixin, se admite que l estaba cerca del reino deDios.46 El Talmud no duda que Jess y sus discpulos hayanrealizado milagros, simplemente prohbe aceptar ayuda de los

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    41. Sanhedrin 43a.42. Vase el resumen de Josef Klausner en su libro Jesus of Nazareth, German ed., p55.43. Sanhedrin 43a.44. A.voda Zara 27b.45. Tosephta, Shabbath 13,5.46. Sanhedrin 43a.

  • Minim, aun cuando est en peligro la vida de la persona. Desdefines del segundo siglo cristiano en adelante, esta actitud searraigaba cada vez ms profundamente.

    Podemos entender muy bien el esfuerzo del Talmud por prohibirtoda comunicacin con los cristianos judos. Haba surgido unproblema serio: Cmo se le deba contestar a un judo cristiano?Exista el deseo de refugiarse de la influencia del cristianismo.Abundan ejemplos de esto. Los ms ilustrativos pudieran ser losdos comentarios en el Talmud del Hijo del Hombre del libro deDaniel, un pasaje de gran importancia para los cristianos, ya queaparece 84 veces en los evangelios y habla de la naturalezahumana y divina del Mesas. Daniel dice:

    Vena uno como un Hijo de Hombre . . . y le fue dadodominio, gloria y reino, para que todos los pueblos,naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es un dominioeterno que nunca pasar, y su reino uno que no serdestruido (7:13-14).

    Este pasaje es la base del llamado al evangelismo del mundo, porel hecho de que aborda la autoridad csmica y universal delMesas.

    Una vez un hombre vino al Rab A. qiba y le pregunt por quDaniel 7:9 dice en plural: Segu mirando hasta que seestablecieron tronos. A. qiba respondi: Uno es para Dios, y elotro para David, es decir, el Mesas. Con eso, Rab Josi loreprendi y dijo: A. qiba, hasta cundo contristars al Espritude Dios? No. Ms bien, uno est reservado para la Justicia y elotro para la Rectitud.47 El Talmud se esfuerza por evitar todainterpretacin Mesinica e interpreta este pasaje como unareferencia a Metratrn, que lleva el mismo nombre de Dios yque frecuentemente incluso se identifica con el Mesas. El buenamigo y cuado del Rab A. qiba, R. Eliezer, conocido tambincomo discpulo del R. Joh. anan Ben Zakkai, finalmente fue exiliadoa Lida de por vida al ser hallado culpable de ser un Min, un judocristiano. Tambin fue excomulgado del Gran Concilio en Jabne.Parecera que R. Josi tema que A. qiba tambin encontrara su

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    47. Sanhedrin 38b y H. aggiga 14a. Vase tambin Daniel 7:9 y 13-15.

  • camino hacia la comunin cristiana. Sin embargo, pudiera ser queA. qiba simplemente haya agregado su propia interpretacin alpasaje del Salmo 110 que describe al Mesas sentado a la diestrade Dios, una interpretacin generalmente aceptada por los rabinos,como vimos en el primer tomo de nuestro estudio sobre races.Podemos ver en muchos pasajes del Talmud cmo la sinagoga seescudaba de la influencia del cristianismo.LOS LIBROS DE TEXTO ESCOLARES de Israel en la actualidadpresentan, por primera vez desde la destruccin del Templo, lapostura oficial respecto al ms noble ejemplar del judasmo,Jess. El profesor Pinh.as E. Lapide hizo un estudio sobre larelacin de diez de los principales libros de texto escolar con elcristianismo y con Jess.48 Cinco de ellos empiezan por presentara Juan Bautista como alguna especie de hroe nacional y maestroque fue activo antes de Jess. En siete de los libros las palabrasde Jess se presentan al lado de las palabras de los profetas delAntiguo Testamento. Tres de ellos dan el nombre de Jess enforma completa comoYesha. , como lo hacen los judos cristianosy como tambin se refiri a l RaMBaM. La forma acortadaYeshu, en realidad tiene un matiz despectivo, como hemos visto.En todos estos libros se subraya lo judo de Jess y se hace verclaramente que no se trata del mismo Jess de la iglesia. Cadauno de estos diez libros de texto sostienen que San Pablo separla iglesia del judasmo con su enseanza de la Tora, y as convirtiuna secta en una religin. En hebreo esto constituye unaespecie de juego de palabrasun kat, secta se convirti en le-dat, una religin.En lo que concierne a las enseanzas de Jess, siete de los libroshacen hincapi en que l proclamaba la inminencia del reino deDios; cinco sealan su fidelidad a la Tora; tres afirman que erade los fariseos; slo uno de ellos sostiene que se opona a loshombres letrados de su poca. Jess predic justicia social yamor fraternal; dijo que debamos amar an a nuestros enemigos;en particular, se declar en contra de la hipocresa y las aparien-cias externas. Slo uno dice que crea ser el Mesas.Cuantitativamente hablando, uno de estos libros dedica slo dosrenglones al tema de Jess, aunque dedica cuatro pginas y media

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    48. Pinh.as E. Lapide, Jesus in Israeli School Books, en el Journal of Ecum. Studies, TomoIV, 1973, pgs. 515-531.

  • a la descripcin de la expectativa mesinica en la poca delsegundo Templo. El que ms ampliamente trata con el tema deJess, le dedica cuatro pginas completas. En total, los libroscitan 18 versculos diferentes del Nuevo Testamento, dedicandola mayor atencin al Sermn del Monte. Un comentarioTalmdico sobre Jess es mencionado slo una vez,49 y el ToldthYeshu ni siquiera se menciona.

    En 1970 el Ministerio de Educacin Israel public lineamientosen cuanto a la manera en que haba de ensearse este material.Este folleto sobre Cristianismo Primitivo aborda los siguientestemas: a) Jess y los primeros cristianos, aprox. 8 pgs.; b)Cmo lleg a ser el cristianismo la religin oficial del imperioromano, 12 pgs.; c) Cristianismo y la Iglesia, 10 pgs.; d) laIglesia y los Judos, 5 pgs. Estas instrucciones se dieron parala enseanza de nios de alrededor de 12-13 aos de edad.

    El Profesor Lapide afirma al final de su estudio que los libros detexto de Israel pintan el cuadro ms positivo de Jess que jamshayan recibido de sus maestros los nios judos. Posiblementepudiramos agregar aqu que el Nuevo Testamento ha sido ledoen la Universidad de Jerusaln como literatura juda desde los1930. Adems, Israel es el nico pas del Oriente Cercano en elque existe un sistema multipartidario y que intenta, al menosformalmente, observar el principio de libertad de expresin. Estohace posible el dilogo abierto entre judos y cristianos, y pudierasanar relaciones que durante siglos han sido terriblementedaadas.

    CUNDO Y CMO SE PRODUJERON LOS EVANGELIOS?Cuando investigamos las races de la enseanza del NuevoTestamento, debemos recordar que los Apstoles fueron testigosoculares de los eventos de los evangelios. Pedro testific ante elGran Sanhedrn: No podemos dejar de decir lo que hemos vistoy odo, y en sus cartas, que an entre liberales actualmente setratan con ms simpata que antes, dice: No seguimos fbulas

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    49. Sanhedrin 43a, en el que podemos leer de la crucifixin de Jess en vsperas de laPascua, sus cinco discpulos y lo de estar cerca del reino.

  • ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares desu majestad. Juan escribe: Lo que hemos odo, lo que hemosvisto . . . y lo que han palpado nuestras manos . . . damos testi-monio y os anunciamos la vida eterna . . . Lo que hemos visto yodo, os proclamamos.50 El libro de los Hechos insiste que slolos que han estado con nosotros desde el tiempo del bautismode Juan eran candidatos al cargo apostlico.51

    Esto conduce a la pregunta: Qu garantas tenemos de que elmismo cuidado escrupuloso se haya aplicado al registro de losevangelios mismos? Tambin pudiramos preguntar: Cundo ycmo fueron escritos los evangelios? Definitivamente es obvioque cada uno de los evangelios presenta un testimonio peculiar as mismo, hasta en lo que concierne a su estructura. Difcilmentesera posible que algn reportero estrella de hoy alcanzara elmismo grado de precisin. No obstante, no equivalen meramentea cuatro grabaciones magnticas, repitiendo lo mismo, palabrapor palabra. Despus de todo, los discpulos siguieron al maestrodurante unos tres aos y medio, y slo cuando recordamos estopodremos entender el ltimo versculo del evangelio de Juan: Yhay tambin muchas otras cosas que Jess hizo, que si se escri-bieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podracontener los libros que se escribiran.

    Existen cientos de libros que se han escrito nicamente sobre elorigen de los evangelios. Desde los tiempos del padre de la iglesia,Agustn, a fines del siglo IV y principios del V, se han sealadosimilitudes entre los relatos escritos por los cuatro evangelistas.Aun cuando muchos crticos han sealado de cuando en cuandoque detrs de los reportes griegos estn los originales semticos, noobstante han sido estudiados con base en su supuesta afinidad conotras obras literarias griegas de la antigedad. En otras palabras, laCristologa del Nuevo Testamento se consideraba indistinguible dela cultura ms amplia de la era helenista. Un punto fundamental departida, por ejemplo, era la suposicin de que Jess no pudo haberhablado en su propio tiempo acerca de la destruccin del Templo,por tanto, todos los evangelios deban haber sido escritos despus

    40

    50. Hechos 4:20, II Pedro 2:16 y I Juan 1:1-3.

    51. Hechos 1:21-22.

  • del ao 70 d. C. Se supona que reflejaban ideas que ya habanechado races en las iglesias en lugar de que nos permitieran unaperspectiva de la mente de Cristo haciendo impacto sobre lahistoria. El catedrtico fins, Heikki Risnen, por ejemplo,acepta, segn el ttulo de uno de sus libros, que la ciencia anest tratando de decidir cmo entender la Biblia. En el momentoactual prosigue, los crticos no estn de acuerdo sobre elasunto de que haya existido o no, un mito pre cristiano sobre elcual se pudiera haber fundado la especulacin cristiana. lseala que, con la cada de la hiptesis helenizante, el investigadoran queda incierto respecto a la pertinencia desde nuestraperspectiva, de estas especulaciones judas, que la reflexin cris-tiana utiliz en su poca para ventaja propia. Segn su opinin,no se ha encontrado ningn prototipo indiscutible de mitocristolgico en un entorno helenstico.52

    Si esto es as, se debe poner en tela de duda todas las teorasmodernas y la fecha y orgenes de los evangelios se deben recon-siderar. Las cartas de Pablo son reconocidas, aun entre crculosliberales, como autnticas en trminos generales, y su fecha seubica entre los aos 50-60 d. C. De modo que en este sentido elasunto no tiene discusin. Pero si los evangelios no fueronescritos hasta despus de la destruccin del Templo, entonces suautenticidad tambin debe ser dudosa. Ser de primordial impor-tancia pues, establecer primero, si Jess realmente habl de ladestruccin del Templo antes de los hechos, y segundo, quidioma hablaba.

    Jess realmente se refiri a la destruccin de Jerusaln

    como lo afirman los evangelios? Existen tantos indicios de queste realmente fue el caso que resulta difcil sostener lo contrario.En Mateo 22:7, donde Jess relata su parbola acerca del banquetede bodas, dice que el rey envi a su ejrcito y quem su ciudad.Al final del captulo siguiente habla de cmo anhelaba reunir alos habitantes de Jerusaln como la gallina junta a sus polluelosdebajo de sus alas, pero como ellos no estuvieron dispuestos,

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    52. Heikki Risnen, Raamattunkemyst etsimss, pgs. 56-57.

  • dice: He aqu, vuestra casa se os deja desierta.. En hebreo lapalabra que se usa para Templo es bayith, que significa casa.Lucas 21 tambin anuncia que Jerusaln ser rodeada por ejrcitosy que su desolacin entonces estar cerca. Y Jerusaln serhollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles secumplan. Estas cosas no son meros inventos de percepcinretrospectiva.La destruccin del Templo en Jerusaln fue predicha, no slo porJess, sino tambin por otros judos letrados de la poca. Existentres fragmentos en el Talmud que se refiere a algo terrible quesucede 40 aos antes de la destruccin del Templo, y que sedice tuvo diversas consecuencias, una de las cuales fue que lossacrificios perdieron su eficacia. Joh.anan Ben Zakkai, un amigode Nicodemo, clam en una ocasin en que las puertas delTemplo se abrieron por s solas: O Templo, Templo . . . Yo sque has de ser destruido! Con esto se refera a Zacaras 11:1:Abre tus puertas, Lbano, y consuma el fuego tus cedros!53

    Lbano, segn los rabinos, es un nombre secreto para referirseal Templo, porque sus letras races forman la palabra emblan-quecer: el Templo por tanto emblanquece los pecados de lanacin.La profeca ms clara respecto a la destruccin del Templo es, porsupuesto, el captulo 9 de Daniel, al que hace referencia incidentalel historiador judo Josefo,54 quien tambin registr el hechoadmirable de que la puerta oriental del Templo se abri por s soladurante la noche.55 La prueba ms fuerte de que se considerabaposible la destruccin del Templo, se encuentra en las GuerrasJudas de Josefo: Durante la fiesta de los tabernculos cuatroaos antes de la revuelta juda, cuando la ciudad floreca y seencontraba en perfecta paz, un cierto Jess, hijo de Anano,empez a proclamar noticias extraas, clamando a gran voz:Una voz clama contra Jerusaln, contra el Templo de Dios,contra la nacin entera! Continuaba, de noche y de da, portodas las avenidas y los callejones de la ciudad, y a pesar de quetanto los oficiales judos como los romanos lo azotaban hastadejar al descubierto sus huesos, no derram una lgrima nireprendi a sus perseguidores. Persever en esto durante siete

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    53. Ej. Yoma 39b.54. Antigedades X 10-11.55. Guerras de los Judos VI 5,3. Vanse tambin las observaciones de Jacob Neusnersobre esto en First Century Judaism in Crisis, pgs. 73-75.

  • aos y cinco meses, hasta la fecha misma del sitio de la ciudad.Finalmente, a su clamor de Ay de ti, Jerusaln! agreg laspalabras: Ay, Ay de m tambin! Poco despus de que comen-zara el sitio, nos dice Josefo, fue muerto por una piedra de unabalista romana.56

    Lucas 19:41-44 nos proporciona un cuadro ms detallado de laprofeca de Jess respecto a la destruccin que estaba a punto devenir sobre Jerusaln:

    Cuando se acerc, al ver la ciudad, llor sobre ella, diciendo:Si t tambin hubieras sabido en este da lo que conduce ala paz! Pero ahora est oculto a tus ojos. Porque sobre tivendrn das, cuando tus enemigos echarn terrapln delantede ti, te sitiarn y te acosarn por todas partes. Y te derribarna tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarn en ti piedrasobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitacin.

    Existe un comentario en el Talmud acerca de Jeremas 13:17,donde el profeta llora en secreto, a causa del orgullo que seniega a dar gloria al SEOR, y por esto, el rebao del SEORser llevado cautivo. R. Shmuel Bar Yitsh.ak dice que: esto esel resultado de la pecaminosidad de Israel, y es la razn por laque la Tora les ser quitada y entregada a las nacions gentiles.57

    El Talmud mismo interpreta esto en el sentido de que Dios mismopermitir que el Templo sea destruido y que hasta los ngeles depaz llorarn por l. Haba algo de este mismo pesar en el lamentode Jess.

    Si Joh.anan Ben Zakkai saba que el Templo sera destruido, ysi esta extraa expectativa ya circulaba en el ambiente en esetiempo, entonces existen buenas razones para rechazar la vacasagrada de la teologa de que Jess no pudo haber hablado deestas cosas con anticipacin. De esta manera nuestra actitud haciala predicacin escatolgica de Jess tambin adoptar un tonoms positivo. Hasta en la televisin finesa se ha presentado latesis de que el evangelio de Marcos tiene una perspectivaescatolgica ms corta que los dems, y que l esperaba la

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    56. Guerras de los Judos, VI, al final de 5,3.57. H. aggiga 5b.

  • segunda venida de Cristo en su propio tiempo. No obstante,Marcos tambin dice respecto al santuario, que no quedarpiedra sobre piedra que no sea derribada, y que antes de lasegunda venida, el evangelio debe ser predicado a todas lasnaciones.58 Si intentamos determinar la fecha de los orgenes delos evangelios apoyndonos en suposiciones tan falsas, sloservirn para impedir que prestemos odo al testimonio delpropio Nuevo Testamento.El Doctor Bo Reicke escribe en uno de sus estudios, que no esms que dogma patriotero y superficial sostener en la crticaneotestamentaria, que los evangelios deben haber sido escritosdespus de la revuelta juda [66-70 d.C.], slo porque contienenprofecas respecto a la destruccin del segundo Templo que slopueden haberse insertado en una fecha posterior.59

    Cul era la situacin de la lengua hebrea durante el periodo del segundo templo?

    Tanto entre eruditos como entre laicos, se ha planteado la preguntaa travs de los siglos, respecto al idioma que hablara Jess. Estoes doblemente importante cuando consideramos que el objeto de lacrtica es determinar el significado original y el trasfondo de losconceptos y la terminologa que l us. Los eruditos se han incli-nado por la opinin de que en la poca del segundo Templo, elarameo era el idioma principal de la gente. Una excepcin a estofue cuando el crtico judo M.H. Segal escribi en 1927 que losrabinos usaban hebreo mishnico,60 pero esta tesis no hallmucha aceptacin general.El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto entre 1947-1963estableci por fin, indiscutiblemente, que el hebreo se utilizaba,no slo en la exposicin de la Escritura y para la oracin, sinotambin para fines no religiosos. Estos rollos contienen aproxi-madamente 600 fragmentos de manuscritos, 179 de los cualesson extractos directamente del Antiguo Testamento. Los manus-critos anteceden por mil aos a cualquier otro que hubiera sido

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    58. Marcos 13:2 y 10.

    59. Vase Bo Riecke, Synoptic Propheciese on the Destruction of Jerusalem, en Nov. Test.Suppl. Leiden 1972, 121-134.60. Matthew Black, An Aramaic Approach to the Gospels and Acts, Oxford 1967, p47.

  • encontrado hasta esa fecha. Diez de los documentos nos propor-cionan las principales reglas doctrinales y organizacionales de lasecta de los esenios, habindose escrito nueve de ellos en hebreoy slo uno en arameo. Aun el manuscrito conocido como el rollode cobre y los fragmentos del segundo siglo de la era cristiana,dan testimonio del uso del hebreo durante el tiempo de la ocu-pacin romana. El profesor Frank Cross, considerado uno de lasms eminentes autoridades sobre estos manuscritos, hizo un estudiocomparativo de la destreza lingstica de los copistas. Encontrque su competencia gramatical y sintctica en arameo era clara-mente inferior a su capacidad en el hebreo.61

    El Talmud relata un incidente gracioso que ocurri en Jerusalnen tiempos de Jess. Un hombre de letras llamado Baba BenButta, renombrado por su humildad, acostumbraba sentarse encierto lugar para instruir a la gente. Cerca de all viva un hombrebabilonio que se haba casado con una hija de Jerusaln. Sinembargo, esta esposa joven tena cierta dificultad para entenderel idioma de su marido. Un da l le pidi a su esposa que fueraal mercado para comprarle dos sandas. La joven no entendi lapeticin y trajo dos velas, por lo cual fue severamente reprendida.Finalmente su marido le dijo: V y rmpelas al rsh baba, enarameo, literalmente en la cima del portal. Su joven esposa fueal lugar cercano donde estaba Rab Baba, quien estaba en plenasesin de enseanza, y rompi las velas sobre su cabeza. Elsereno erudito pregunt por qu la joven dama haba actuado deesa manera, a lo cual ella contest: Mi marido me orden que lohiciera. Si as es contest el rabino, entonces has hechobien en obedecer. Que Dios te conceda agreg dos hijosvarones que sean como Baba Ben Butta! Esta es evidencia adi-cional de que el hebreo se usaba en forma popular en Jerusaln y,al parecer, en la vecina aldea de Beln, de donde originalmenteeran Mara y Jos.62

    Mencionamos anteriormente que algunos crticos son de laopinin de que Josefo originalmente escribi sus Guerras de losJudos en arameo para un pblico lector babilnico y hasta pos-

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    61. David Bibin & Roy B. Blizzard, Understanding the difficult words of Jesus, MakorFound., Calif. 1983, p43.

    62. Nedarim 66, al final de la pgina b.

  • teriormente en griego. En Jerusaln, el uso de la lengua sagrada,el hebreo, pudiera haber continuado sin interrupcin hasta eltiempo del segundo Templo, mientras que en Mesopotamia elarameo fue el idioma oficial ya desde los tiempos de Daniel y deEsdras. Esta regin de diversos dialectos de arameo alcanzabahasta Palestina. Recordamos que Pablo us el hebreo cuandoestuvo en la escalinata de la fortaleza Antonia, cuando losromanos lo arrestaron a causa del motn que haba empezado enel Temploy la gente inmediatamente observaron an mssilencio para escucharle. Cuando relata su experiencia en elcamino a Damasco tambin hace mencin especial de que Jessle habl en la lengua hebrea. Parecera que cuando leemos de quela gente se asombraba de que Jess conociera las Escrituras,aun cuando hasta donde ellos saban, l no tena ninguna instruc-cin en ellas, la frase significa que las citaba en el idioma originaldel hebreo del Antiguo Testamento. Los rabinos prohiban que elintrprete de la sinagoga, el meturgeman, tuviera los rollos del ATen sus manos cuando interpretara el texto del hebreo al arameo,para que no se comunicara la idea de que estaba leyendo laEscritura Sagrada. En cuanto a las oraciones, exista una instruc-cin especfica de que se deban recitar en hebreo, para que losngeles intermediarios, que slo entienden hebreo, pudieranllevrselas a Dios. Posiblemente Jess, siendo hijo de una famil-ia de Beln, haya tenido la oportunidad de aprender desde su tem-prana infancia el dialecto hebreo, ms o menos como idiomamaterno, ya que supla una ruta abreviada hacia la lecturairrestricta del Antiguo Testamento.Desde el punto de vista del crtico vale la pena sealar que todoslos conceptos del Nuevo Testamento reflejan el pensamientojudo, y que desde el principio al final, se refleja la mentalidadsemtica y la forma lingstica original en los documentos delNuevo Testamento. El profesor David Flusser de la Universidadde Jerusaln escribi en la dcada de los 1960, que todo estudianteserio del Nuevo Testamento debe, en la medida posible, serautoridad sobre el judasmo.63 El dominio del hebreo realmenteno es tan difcilhasta los nios pequeos en Israel lo pueden

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    63. David Flusser, Die konsequente Philologie und die Worte Jesu, Jerusaln 1968, p32.

  • hablar! Sin embargo, una dificultad es que el grueso de loscomentarios rabnicos estn escritos en lo que se llama escrituraRaSHI, que tiene un aspecto totalmente distinto a las letras delhebreo del Antiguo Testamento.

    Nueva luz sobre la fecha del Nuevo Testamento

    Los crticos en general han sacado sus conclusiones respecto a laautenticidad de los evangelios y de las palabras de Jess sobre lasuposicin bsica de que el Nuevo Testamento no es mas que unaexpresin de las creencias de la iglesia primitiva, entre 50-80aos despus de la muerte de Jess. Si este fuera el caso, entonceslo ms natural sera que el pensamiento helenstico ya hubieraafectado el contenido del evangelio. Pero si sucediera que losevangelios fueron escritos en la forma griega que hoy conocemosya desde 50-60 d. C., y que su trasfondo tambin delata una etapade borrador hebreo, entonces el contenido de los evangeliosadquiere una nueva confiabilidad. De esta manera el NuevoTestamento presentar un retrato del Jess histrico, y nostransmitir mucho ms que la fe de la iglesia primitiva y laexperiencia que tuvo esa iglesia del evento redentor.El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto produjo un cam-bio muy radical pero positivo en la crtica del evangelio de Juan enla dcada de los 50, como veremos. Se puede percibir una mediavuelta similar en direccin positiva en relacin con los dems evan-gelios. Hace como 25 aos, el entonces obispo de Woolwich, JohnA.T. Robinson, caus un escndalo cuando escribi en rpida suce-sin, dos libros que tuvieron muy amplia circulacin: Honest toGod (Honestidad ante Dios) y The New Reformation (La NuevaReforma). En esos dos libros puso en tela de duda todas las doctri-nas fundamentales de la fe cristiana, al decir que:

    Existe una doble presin para descartar la construccin com-pleta, y con ella toda creencia en Dios, y que el legalismosupranaturalstico que se pone de manifiesto en losmandamientos ya no es pertinente para el hombre que hallegado a la madurez.64

    No obstante, diez aos despus de la publicacin de estos libros, en1976, public un estudio Reasignando Fecha al Nuevo

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    64. John A.T. Robinson, Honest to God, London SCM Press 1963, pgs. 16, 117, y TheNew Reformation, SCM Press, 1965.

  • Testamento, creando nuevamente una sensacin con su mentalidadabierta. Este libro de 380 pginas y 1300 extensas notas de pie depgina, es un ataque frontal contra la exgesis teolgica infestada detabs, y provee respuestas a las preguntas Cmo? y Cundo?65

    Robinson se pregunta por qu no habr la menor insinuacin en elNuevo Testamento respecto a las persecuciones de Nern despusdel ao 64 d.C., ni de la ejecucin de Santiago, el hermano delSeor, en el 62 d. C.; no existe la menor mencin de la revueltajuda contra los romanos que inici en el 66 d.C., ni de la destruc-cin de Jerusaln en el 70 d.C. En su opinin los evangelios fueronescritos antes del primer encarcelamiento de Pablo entre 57-60, ytodos los libros del NT se habran escrito antes de la destruccin deJerusaln. Citando a un clebre erudito, dice que su propia investi-gacin plantea ms preguntas que las respuestas que presenta. Sinembargo, si resultara que algunas de sus conclusiones sean correctas,tendrn repercusiones de muy largo alcance, y muchasIntroducciones al Nuevo Testamento tendrn que modificarse.La interpretacin de las cartas de Pablo y el tiempo de su escriturageneralmente no vara mucho. Por tanto, para los fines de nuestroestudio, como representan una cristologa ya madura, es impor-tante estar conscientes de su fecha temprana. Robinson los fechacomo sigue:

    I Tesalonicenses Primavera 50II Tesalonicenses ca. 50-51I Corintios Primavera 55I Timoteo Otoo 55II Corintios Primavera 56Glatas Otoo 56Romanos Primavera 57Tito Otoo 57Filipenses Verano 58Colosenses Verano 58Efesios tardo Verano 58II Timoteo Otoo 58

    Para validar su tesis Robinson presenta pruebas muy completas,dedicando por ejemplo, unas 60 pginas y unas 200 notas de pie de

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    65. John A.T. Robinson, Redating the New Testament, SCM Press 1976.

  • pgina a dos de los problemas ms espinosos del NuevoTestamento, las cartas de Pedro y de Judas, concluyendo con fechasrelativamente tempranas para ellas tambinun hecho que tambinapoya su autenticidad. El resto de las cartas del Nuevo Testamentolas fecha como sigue:

    Santiago ca. 47-48Judas ca. 61-62I Pedro ca. 61-62Hechos ca. 57-62I, II, III Juan ca. 60-65II Pedro Primavera 65

    Al fechar los evangelios, la tendencia en la crtica bblica es colo-carlas con un origen posterior a la destruccin del Templo. Unejemplo tpico de este fechado es la Exposicin y Enseanza dela Biblia, editado por Rafael Gyllenberg y Esa Kiveks,66 ydiseada para maestros y oficiales eclesisticos en Finlandiacomo gua para la interpretacin bblica. Este libro fecha el msantiguo de los evangelios, el de Marcos, alrededor del 70 d.C.,Mateo en los 80, y Lucas ca. 90 d.C. Estiman que Juan fue escritoen los 90, pero no apareci sino hasta alrededor del ao 100 d.C.El profesor fins, Aapeli Saarisalo fecha los evangelios as:Marcos, escrito inmediatamente despus de la muerte de Pedro,v.g. alrededor de 65-68 d. C.; Mateo, entre 60-70, y Juan, en el 90d. C. Robinson los fecha as:

    Marcos entre 45-60Mateo entre 40-60+Lucas aparentemente en los aos 57-60+Juan posiblemente 40-65+

    Al final de su estudio, Robinson agrega una carta de C.H. Dodd,autoridad sobre el evangelio de Juan, en la cual este ltimo, escri-biendo poco antes de su muerte, dice que tiene fuertes dudasrespecto al fechado temprano de Juan, aun cuando

    arroja luz valiosa sobre la iglesia primitiva [y] hasta infor-macin autntica respecto al Jess de la historia . . . Escierto que Bultmann mismo estaba dispuesto a asignarleuna fecha temprana, pero eso basado en su presuposicinde que el cristianismo empez como una especie de gnos-ticismo, y que hasta despus fue judaizado e historizado.

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    66. Gyllenberg-Kiveks, Raamatun Tulkinta ja Opetus, Kirjapaja 1979.

  • Razonamientos de este tipo son producto de una vvida imagi-nacin y contrarios a los hechos. Bultmann consider que nisiquiera vala la pena intentar penetrar ms all del kerygma opredicacin. Esta clase de eliminacin del elemento mtico esen realidad, como lo ha dicho David Flusser, enajenacin de laverdad, Entrealisierung. La naturaleza histrica del evangeliode Juan es indiscutible.

    En la actualidad la exgesis se tiene que preguntar: Qu sucedesi el retrato de Jess presentado por los evangelios realmentefuera verdad? Las dudas en el nivel de catedrticos nonecesariamente estn siempre justificadas. Uno de los mejoresejemplos de esto fue la respuesta dada en el radio por un profe-sor de Historia de la Universidad de Helsinki, a la preguntaplanteada por unos nios estudiantes: Realmente vivi Jess?l respondi que consideraba que Jess era un personaje inven-tado, comparable con los dioses Apolo y Zeus de la antigedad.El Nuevo Testamento aporta datos respecto a Jess, registradoscon fecha tan temprana que, en el tiempo que hubo para ello, escasi inconcebible que se haya introducido ninguna interpolacin.

    El concepto de la escuela de Jerusaln sobre los orgenes del evangelio

    La pregunta acerca de la manera en que fueron unidos los evan-gelios ha ocupado a los eruditos durante los ltimos doscientosaos. Generalmente se piensa que los relatos acerca de Jess ysus hechos se transmitieron en forma oral hasta que fueronconsignados por escrito en griego entre los aos de 70-100 d.C.Esto colocara al evangelio de Juan en una fecha todava posterior.El profesor fins de teologa, Heikki Risnen explica suconcepto de la estructura de los primeros tres evangelios cuandodice que en los ltimos cien aos se ha vuelto

    ms y ms obvio que la hiptesis de la doble fuentees la que msse ac