7/26/2019 El mvil como fuente de estrs

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INTRODUCIN

Los mviles son una distribucin de componentes y acciones entre gente y objetos.Segn Bruno Labour (1992) pertenece a la categora de mviles inmutable, objeto quese lleva consigo en todo momento sin perder la informacin ntima (nmeros, fotos,mensajes) que tenemos en l, mediatizando la comunicacin personal, con lo que

podemos explicar su utilidad en distancias. Dentro de este mismo grupo entran losporttiles, Mp3 y Tablets entre otros.

Los telfonos, desde su comercializacin hace un siglo, han suscitado diferentesmiedos, tales como contagio de enfermedades infecciosas (como la gripe o latuberculosis), seguido de temores de rumores, cotilleos o noticias infundadas (llevando aalgunas comunidades a prohibir la implantacin, como los Amish estadounidenses) odesaparicin o confundi en las redes sociales. Incluso en un estudio sobre los temoressociales y sanitarios por el uso de los mviles mostr algunas semejanzas con el telfonofijo de hace ms de un siglo. Ya a finales del siglo XIX, algunas publicaciones americanaso inglesas comunican sobre el exceso de presin en los odos y de la excitacin nerviosa

que pueden producir los dispositivos mviles, pudiendo causar dolores, mareos,patologas mentales o adiccin. ste ltimo surgi con el mvil, con l se revel lafragilidad de las ilusiones de control en el mundo de los objetos.

Los mviles, como entonces los telfonos fijos, contribuyen a la redefinicin delsistema de interaccin, cambiando las normas sociales y afectivas.

FUNCIN DEL MVIL

Los primeros usuarios del telfono lo consideraban una manera de reducir laansiedad y aumentar la seguridad psicolgica, incluso fsica. Tambin aumentaba la

seguridad de aquellos familiares, de aquellos que haban emigrado.Proporciona una gran disponibilidad para el receptor y tambin le permite ser

accesible. Reemplaza la necesidad de organiza y planificar el tiempo, de diferenteactividades, por una accesibilidad a personas, informacin y datos.

Para las mujeres, el mvil favoreci que ellas conciliaran sus obligacionesfamiliares con las profesionales. Podan ocuparse de otros, de la organizacin familiar,mantenerse comunicados y conectadas por si algo suceda. sta adaptacin a losquehaceres de muchas mujeres puede explicar, en parte, la introduccin del mvil almercado casi al mismo tiempo y nmero tanto para hombres como para mujeres,rompiendo as con el modelo de adopcin y uso preferente de los hombres.

Accesibilidad y bsqueda de informacin de los dems. El posible rechazo aposeer el mvil est relacionado con la mnima participacin y organizacin domstica oimprevistos, por parte de algunos hombres, para evitar control y vigilia conyugal, laboral einstitucional, ste ltimo en un reducido nmero de trabajadores. Sim embargo laaccesibilidad y la bsqueda de informacin no est limitado a la vigilia, sino que tambines para relaciones cotidianas de confianza y responsabilidad.

Facilita la coexistencia entre espacios, grupos distintos y distantes.Proporciona conectividad e interaccin que da una proximidad simblica,

reduciendo la movilidad social y geogrfica.Organiza el tiempo, favorece la organizacin de la vida cotidiana. Permite

responder a imprevistos, ayuda a gestionar las diferentes redes sociales, a la par quecontribuye a mantener las relaciones, actividades, informacin, incrementa el nmero decontactos y oportunidades.

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Incluso puede ser considerado como elemento de compaa, han pasado a serobjetos que siempre estn en la mano (tanto en hombres como en mujeres de todas lasedades) lo llevan siempre encima incluso sin estar usndolo. Juegan distradamente conl (llevando el mvil a la mejilla o al odo, acariciando con el pulgar) mientras hablancon otros o esperan un caf.

QU GENERA ESTRSLlevar consigo el mvil todo el tiempo, producto de la propia posibilidad de contacto

permanente, el verse interceptado constantemente. El mvil acompaa a su dueoabierto, entendido esto como a comunicacin, informacin, sorpresas, encuentros,incluso al control ajeno.

Olvidarse el mvil. En la mayora de la ocasiones la accesibilidad, que proporcionael mvil, es ms importante que su uso real. Su prdida causa sentimientos negativos,irritacin o clera.

Dependencia, para muchos el mvil es indispensable y esencial. La descripcin decomo se siente cuando olvidan su mvil es: raros, perdidos, incmodos, triste, aislados.

Francis Jaurnguiberry (2003), socilogo, seala que si bien el mvil puede reducir elestrs, con la ayuda de la organizacin y flexibilidad que da, tambin induce a una nuevaforma de ansiedad, con la privatizacin de la conexin.

Prdida de posibilidad de ser conectado. Resultados de un estudio (Lasn, 2005)muestran que las emociones, generadas con la perdida del mvil, son producto de lacreencia de la posibilidad prdida de accesibilidad, es decir la posible privacin deoportunidades.

En definitiva, es la constante ALERTA o VIGILIA hacia el mvil lo que genera elestado de ansiedad. Esto se da sobre todo en personas con niveles de uso moderado oalto, dependientes.

Algunos estudios recientes han descrito, lo que sienten aquellas personas quesufren un nivel de dependencia alto y son privadas de sus dispositivos, lo que se podraconsiderase un sndrome de abstinencia (angustia, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad,etc..). Tambin se le puede aadir problemas de autoestima o inseguridad, dificultad paralas relaciones interpersonales, aislamientos y otros factores emocionales.

BREVE COMPARACIN HISTORICA

En 1975, un incendio en una centralista de Nueva York dej a 100.000 usuarios sinservicio telefnico, dejndolos en una resentida privacidad por unos 33 das. Ah serealiz un estudio, para conocer la percepcin del telfono, como medio para reducir la

ansiedad o la soledad y sustentador de la cohesin grupal, en contra posicin de lapercepcin como invasor de la intimidad y privacidad. Como resultado se obtuvo que losusuarios afectados por el incendio, se sintieron aislados, incomodos y con menor controlsobre su vida, sin poder encontrar claras ventajas. Afirmaban hechas mas en falta laposibilidad de recibir llamadas que la de realizar llamadas.

En 2003, una gran avera dejo a 8.7 millones de usuarios se quedaron sin sealmenos de 24 horas, algunos usuarios pudieron recuperar su linea antes de las dos de latarde. El diario El Pas describi la situacin de los afectados como absolutamenteincomunicados durante horas, sin poder recibir llamadas. A pesar de que podan utilizarotros medios de comunicacin, muchos dependan de sus mviles para el trabajo, paracontactar con a familia y amigos. En entrevistas de diferentes medios de comunicacin,

los usuarios afirmaban haberse sentido aislados, incomodos y sin control de sus vidas,sentimiento que se observ en los resultados obtenido con los americanos, comentadoanteriormente.

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DEPENDENCIA

La adiccin al telfono mvil se puede considerar dentro de las adicciones sinsustancias, tambin denominadas adicciones psicolgicas.

Los mviles generan dependencia y sentimiento de apego, es decir la interaccinentre las personas y mviles, suscitan el reconocimiento de que algunas cosas no sepueden hacer sin el artefacto. Empero en diversas entrevistas los usuarios revelan unafalacia de prevencin de autonoma. La poca atencin prestada a quin controla a quin.

El apego y la necesidad no est limitada por la relacin entre usuario y artefacto,sino es una expectativa generalizada de accesibilidad, la gente ( parejas, familia, amigos.colega, jefes, clientes) espera poder contactar cuando lo necesitan. No slo unodepende de su mvil, sino que otros tambin dependen de que uno est siempredisponible. Por otro lado gran parte del tiempo el mvil est en vibracin, para as nomolestar a los dems, aumentando el deseo de proximidad (bolsillos, cinturones ocolgados), con el fin de sentir alguna notificacin.

El apego que recibe este artefacto, deriva del contenido. Contenido como direccin,

nombre o nmeros, pero en su mayora son de tipo afectivo (mensajes de personasespeciales).

La reaccin o sentimientos que causa la prdida o robo del mvil revela el apego aste artefacto. Genera la sensacin de disminuido, incompleto cuando uno es privado deldispositivo, o sentimientos como ira, tristeza, frustracin y falta cuanto uno pierde elartefacto, inclusive por encima de su valor econmico.

Existe dificultad para diferenciar entre un uso normal del mvil y el abuso delmismo. Una manera de diferenciarlo es por la frecuencia e intensidad de su uso y desdeun punto de vista ms objetivo por la inversin realizada y las interferencias que estocausa sobre sus relaciones familiares, sociales y laborares en el sujeto. La interferencia

(De la Puente y Balmori, 2007) correlaciona significativa con el nivel de compulsin oincapacidad de control. En comparacin con los usuarios de nivel moderado o bajo, losadictos, presentan un estado de alerta o vigilia permanente, provocndoles unanecesidad incontrolada de consultar el mvil asiduamente, sin importar la tarea que estnrealizando en ese momento.

Un estudio realizado, por el Defensor del Menos de la Comunidad de Madrid en2004 a travs de Protgeles, con jvenes de entre 11 y 17 aos concluy que elsndrome es una realidad constatable. El 38% de ellos se sentan intranquilos, agobiado olo pasaban fatal, si por alguna razn tenan que prescindir del mvil. Un estudio de laUniversidad de Navarra confirma la adicin en los jvenes. Otros estudios realizados enCorea del Sur, muestra que el 30% de sus jvenes, que sufren dependencia, padecen

estados de confusin y depresin transitoria cuando son despojados de su mvil.

MENSAJERA INSTANTNEA

A inicios de 2012 ya haba alcanzado un billn de mensajes de WhatsApp enviadosal da. En abril de 2014 500 millones utilizan este sistema de comunicacin, cada vez saleaparecen nuevas app de mensajera instantnea. sta proliferacin es susceptible aconductas adictivas.

Sin embargo, una visin ms positiva, en un estudio de Rambe y Bere (2013) enuna universidad sudafricana destacar el valor pedaggico del WhatsApp. La aplicacinpotencia la participacin de los estudiantes, incluso en aquellos estudiantes ms

reservados.

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En otro estudio de Ou y Davison (2011), en el mundo laboral, se concluye que lasdesventajas no superan a las ventajas, fomenta la comunicacin y la conectividad entrecompaeros, incluso fomenta la confianza mutua y la productividad de la empresa.

En un estudio de la Universidad de Barcelona (Universitat Abat Oliba CEU), conuna muestra de 247 personas. Se obtuvo que 245 tienen acceso a internet, dejando pordebajo del 1,25% a personas sin acceso a internet, y de todos ellos solo uno no posea un

smartphoney una persona que no utilizaba la mensajera instantnea. Como resultado seobtuvo que el 100% utilizaba Internet con frecuencia, siendo el hogar desde donde msse conectan siguiendo la universidad. La razn de uso de estas aplicaciones es sugratuidad. Sin embargo a pesar del gran uso, el 67% de los entrevistados consideran quees ms cmodo mantener una conversacin oral, que tener que teclearla. En este estudiofue comprobado que la adiccin a estas aplicaciones provoca ansiedad y estrs, tambinqued palpable el uso de estas aplicaciones. Al comprobar si exiga adiccin se puedeafirmar que existe cierto grado de dependencia al mvil y a la mensajera instantnea.Qued manifiesto por la necesidad, que tienen los jvenes, de llevar el telfono consigo.Un tercio de ellos sentir vibrar el mvil sin que realmente lo estuviera haciendo, ms de lamitad confes haber sentido el apuro de responder con prontitud (necesidad psicolgica),tambin expresaron preocupacin cuando no reciben respuesta inmediata. Una cuartaparte de ellos admite recibir quejas de sus compaeros, por estar con el mvil estandocara a cara con ellos. Desde el punto de vista acadmico los estudiantes pierden horas desueo para dedicarse a responder los mensajes (causando efectos negativos en laproductividad, capacidad de concentracin y aprendizaje), tambin les genera estrsestar pendientes de si reciben mensajes o respuestas en clases, afectando esto a suproductividad.

En conclusin la utilizacin de estas aplicaciones no solo produce estrs yansiedad, sino que afecta a las relaciones personales y a la productividad acadmica.

RECOMENDACINLos jvenes son la franja de edad ms vulnerable, la edad de inicio de utilizacin

de estos artefactos es cada vez ms temprana, quienes son ms vulnerables a lasinfluencias de stos dispositivos. Su cerebro y organismo en vas de desarrollo ymaduracin aumenta las posibilidades de un uso indebido, por lo que es necesario quelos adultos, incluso los profesionales que estn relacionados con esta poblacin(psiclogos, educadores) tienen que buscar los mecanismos necesarios para permitirimplantar claves, que permitan educar y reeducar a los jvenes, para un uso msresponsable de los mviles.

REFERENCIA De la Puente, M. P., y Balmori, A. (2007). La adiccin al telfono mvil: existen

mecanismos neurofisiolgicos implicados?. Proyecto Hombre: Revista Trimestral de laAsociacin Proyecto Hombre, (61), 8-12.

Fondevila Gascn, J. F., Carreras Alcalde, M., Mir Bernal, P., del Olmo Arriaga, J. L.,&yPesqueira Zamora, M. J. (2014). El impacto de la mensajera instantnea en losestudiantes en forma de estrs y ansiedad para el aprendizaje.Didctica, innovacin ymultimedia, (30), 1-15.

Lasn Daz, Amparo (2006). Lo social como movilidad: usos y presencia del telfonomvil. Poltica y Sociedad, vol. 43 (2), 153-167. Madrid.

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