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  • 10 LA OTRA CRONICA EL MUNDO SBADO 15 JUNIO 2013

    Dos candidatos a una coro-na sin trono. Es el caso del infante don Carlos de Bor-bn-Dos Sicilias (Lausana,

    Suiza, 1938), duque de Calabria y primo hermano del Rey Juan Carlos, y del italiano Carlo Mara di Borbo-ne delle due Sicilie, duque de Castro (Saint Raphael, Francia, 1963). A pe-sar de su diferencia de edad 75 y 50 aos respectivamente, los caba-lleros son primos segundos. Y no muy bien avenidos. Les enfrenta una vieja disputa por la jefatura de las Dos Sicilias (dinasta que perdi el trono en 1861) que dura ya medio si-glo. Segn el jurista e historiador Al-fonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala y Marqus de la Floresta, no se alcanza a compren-der que un Infante de Espaa, miembro de la Familia Real espao-la como lo fueron su padre y su abuelo sea simultneamente el su-

    puesto jefe de otra casa real euro-pea, y que como tal distribuya sus condecoraciones en el territorio es-paol, ejemplifica este aristcrata especializado en genealoga y herl-dica. Tras servir lealmente y duran-te aos al infante espaol, en la ac-tualidad apoya la causa del italiano, a quien considera el legtimo suce-sor. No en vano es el delegado para Espaa de la verdadera Orden Constantiniana de San Jorge, ligada a la Corona de las Dos Sicilias desde el siglo XVIII. De origen caballeres-co y carcter religioso y asistencial, la orden tiene sede en Italia y Espa-a. Al igual que sus grandes maes-tres, las camarillas de ambos bandos estn enfrentadas por un qutame all esos ttulos. La ltima incidencia tuvo lugar el pasado 10 mayo. Ese da, el infante don Carlos concedi el ttulo italiano de duque de Cpua a su joven nieto Jaime de Borbn (hi-jo de Pedro de Borbn, duque de

    Noto) y lo hizo pblico en Miln. Episodios como ste han colmado la paciencia del dinasta napolitano, casdo con la rica heredera Camilla Crociani. Harto de esta incmoda si-tuacin, no quiere que el conflicto se alargue otros 50 aos. El catedrtico Antonio de Sousa Lara explica cmo surgi la anomala dinstica. En 1960, el infante don Alfonso de Bor-bn (padre del infante don Carlos), decidi por su cuenta y riesgo que era el jefe de la casa de Borbn-Dos Sicilias, para lo cual estableci toda una casa real, se titul conde de Ca-serta, cre una Orden Constantinia-na de San Jorge y otras condecora-ciones dinsticas y se rode de un variopinto grupo de partidarios es-paoles y extranjeros, casi ninguno italiano, todos ellos bien dispuestos a entrometerse en los asuntos de la casa a cambio de recibir ttulos y cruces. Naturalmente, esta manio-bra dej perplejo a su primo italiano, el prncipe Don Rainiero de Borbn (abuelo del actual Duque de Castro), que fue arropado en su protesta por la mayora de las casas reales euro-peas, la Repblica Italiana y la San-ta Sede. Ni siquiera la hermana del infante rebelde, Doa Mara de las Mercedes, madre del Rey, tom en serio sus pretensiones, como refleja en sus memorias Yo, Mara de Bor-bn (1995).

    LA HISTORIA A cuento de qu un infante espaol se encapricha de la corona de las Dos Sicilias? Todo se hizo bajo la influencia de don Juan de Borbn, afirma Ceballos-Escalera. El conde de Barcelona deseaba quitarse de en medio a dos prncipes espaoles que podran competir con l y su hijo en su carrera para alcanzar el anhelado trono de Espaa. Y sin duda alguna logr estos propsitos polticos, ya que el infante don Alfonso y su hijo don Carlos, en cuanto se autoprocla-maron prncipes napolitanos y se cambiaron legalmente el apellido, dejaron de ser prncipes espaoles y, por ende perdieron todo llamamien-to al trono espaol, segn prevena la Ley de Sucesin a la Jefatura de Estado promulgada en 1947.

    LOC se ha puesto en contacto con el infante don Carlos para conocer

    su versin. No puedo hablar de es-te asunto, intntelo con mi hijo, res-ponde amablemente a travs de su telfono mvil. Por su parte, su hijo Pedro de Borbn nos remite a un portavoz de confianza, Amadeo-Martn Rey y Cabieses. No creo que este tema preocupe a los esta-dos espaol e italiano, pero espero que se solucione de la mejor mane-ra posible y haya un acercamiento entre ambas partes. Al fin y al cabo

    JUAN CARLOS RODRGUEZ

    LOS PRIMOS DEL REY

    INFANTE DON CARLOS

    PELEA ENTRE DOS BORBN- DOS SICILIAS Candidatos a una corona sin trono, la rama espaola y la italiana tienen abierta una vieja disputa por la jefatura de la familia. As llevan medio siglo

    PRETENDIENTE ITALIANO. Carlos Mara di Borbone delle due Sicilie con su mujer, la rica Camila Crociani y sus dos hijas. / LBUM FAMILIAR

    PRETENDIENTE ESPAOL. Don Carlos y su hijo Pedro de Borbn.

    El padre del infante don Carlos se invent una orden para poder conceder ttulos

  • LA OTRA CRONICA 11 EL MUNDO SBADO 15 JUNIO 2013

    son primos, tercia este experto. Y sentencia: No hay bienes materiales en disputa; el beneficio sera ms bien simblico. Lo que aqu se dirime es un hecho histrico que se ha veni-do arrastrando durante aos.

    A falta de tribunales, los expertos manejan diversos argumentos hist-ricos y legales para dar legitimidad a uno u otro candidato.

    El primero de ellos tiene que ver con el prncipe Carlos, sobrino del ltimo rey de las Dos Sicilias, quien en 1889 fue enviado a Espaa. En nuestro pas se enamor de la prin-cesa de Asturias y al poco tiempo se concert el matrimonio. No obstan-te, antes de la boda tuvo que firmar un documento mediante el cual re-nunciaba para siempre, tanto l co-mo sus descendientes, a los dere-chos dinsticos de la casa real de las Dos Sicilias. Para los partidarios del pretendiente italiano, aquella renun-cia hereditaria fue irrevocable. Para los partidarios del espaol, fue con-dicional: la renuncia trataba de evi-tar que se unieran las dos casas (Bor-bn y Dos Sicilias), y como final-mente no se unieron, tal dejacin dinstica fue invlida.

    EMBARGADO A esa supuesta renuncia condicional se agarr Don Alfonso (el padre del infante don Carlos) para, a partir de 1960, volver a remover el asunto de los derechos dinsticos. Supuesta-mente, apremiado por el conde de Barcelona. El caso es que sus preten-siones germinaron y se afianzaron gracias a su corte de defensores. Hasta el punto de que, en 1984, el rey Juan Carlos solicit dictmenes al Consejo de Estado espaol, as co-mo a las Reales Academias de la His-toria, Jurisprudencia y Legislacin, acerca de la sucesin a la corona de las Dos Sicilias. Dichos dictmenes concluyeron que el pretendiente le-gtimo era el espaol y no el italiano.

    Pocos aos ms tarde, mediante un real decreto de 1994, el Rey Juan Carlos concedi el ttulo de infante de Espaa a su querido primo don Carlos con quien se haba criado de nio en Las Jarillas y a quien con-sidera como un hermano, otorgn-dole el tratamiento oficial de Alteza Real. Esta gracia aup al duque de Calabria a los consejos de Adminis-tracin de empresas espaolas como Grupo Dragados, Cepsa, Reyal Urbis o Iberpistas, que le han proporciona-do una desahogada posicin econ-mica. Padre de cinco hijos, en 2011 se enfrent a un embargo cautelar de sus bienes por su actuacin como consejero independiente de Viajes Marsans.

    A su primo italiano, padre de dos nias y millonario gracias al inmen-so patrimonio de su esposa, slo le molesta que don Carlos siga jugan-do a dos barajas. Teniendo en cuan-ta la avanzada edad y la delicada sa-lud de su contrincante, su sobrino don Pedro de Borbn (Madrid, 1968) se perfila como su interlocutor ms viable. Ambos tienen edades y men-talidades parecidas, lo que ha propi-ciado un tmido acercamiento entre ellos. Seguir levantando el nuevo aspirante la bandera de las Dos Sici-lias? El tiempo lo dir

    Cuando aparece el apellido Borbn vinculado a un es-cndalo, inmediatamente todos se preguntan por su

    grado de parentesco con el Monar-ca. Eso ha ocurrido esta semana cuando un nuevo episodio de co-rrupcin saltaba a la palestra, pro-tagonizado por Margarita de Bor-bn-Dos Sicilias Lubomirska (78 aos), su hermana Inmaculada de 75 y la hija de esta, Ilia (Cecilia) Garca de Sez Borbn Dos-Sicilias (39 aos) llamadas a declarar como imputadas por delito fiscal y blan-queo de capitales, bajo la acusacin de recoger dinero en efectivo de la red mafiosa liderada por Gao Ping.

    En este caso el grado de paren-tesco es relativamente cercano, ya que Margarita e Inmaculada eran primas hermanas de doa Mara, madre del Rey, y por tanto tas se-gundas de don Juan Carlos. Aun-que la relacin no es muy estrecha, fueron invitadas a la boda del prn-cipe Felipe. Son hijas de Gabriel de Borbn, benjamn de los 12 hijos del conde de Caserta, Alfonso de Borbn-Dos Sicilias, abuelo mater-no de don Juan Carlos.

    Gabriel, casi treinta aos menor que su hermano mayor (de ah que las encausadas tengan la misma edad que su sobrino Juan Carlos) opt por seguir la carrera militar en Espaa, siendo destinado a Jerez. Es en esta etapa cuando la relacin entre la ma-dre del Rey, que resida en Sevilla, y su to Ga-briel es ms estrecha, como relataba la conde-sa de Barcelona en sus memorias: To Gabriel estaba destinado en Je-rez y lo veamos mucho. Era muy guapo y simp-tico. Se cas con una po-laca, Mara Czartoryska, pero se qued viudo jovencsimo por culpa de su suegra, que no qui-so que su hija diese a luz en Espa-a, porque deca que era un pas atrasado. Crea que las mujeres se paseaban con la faca en la liga y la usaban para sacar a los nios en el parto y la llevaron a dar a luz a Ca-nnes y muri de fiebres pauperales! A to Gabriel, un viudo joven y gua-po, le perseguan las mujeres, pero al final se cas con otra polaca, me-

    dio prima de su mujer, Margarita Czartoryska.

    Madre de las dos encausadas, Margarita e Inmaculada, que nacie-ron en Varsovia, as como su her-mano Casimir, aunque posterior-mente se trasladaron a Jerez, don-de Margarita conoci a su marido, Luis Gonzaga Maldonado y Gor-don, sobrino de la condesa de Gar-vey, con el que protagoniz una bo-da por todo lo alto en junio de 1962 que reflejaron las crnicas sociales: el gape se celebr en la finca fami-liar de los Garciagos. Tras la luna de miel en Brasil, se establecieron en la calle Santo Domingo de Jerez donde nacieron sus hijas, Margari-ta, Claudia y Cecilia.

    Distinto camino sigui su herma-na Inmaculada, hoy residente en Madrid, que se cas con un poltico navarro, Miguel Garca de Sez y Tellechea, quien durante el fran-quismo fue director del Instituto de Emigracin y agregado laboral en Washington. ntimo del marqus de Villaverde, este fue testigo de su bo-da, que se celebr en 1970 en la iglesia de San Carlos de Ibiza, fir-mando tambin como testigos Si-men de Bulgaria y el duque de Ba-dajoz, cuado del Rey Juan Carlos. De este matrimonio, que se separ en 1979, nacieron dos hijos, Jos Luis y Cecilia. Esta ltima, apodada Ilia, tambin imputada junto a su madre y su ta, ha sido la nica de

    las tres en ir a declarar, ya que Mar-garita aleg encontrarse hospitali-zada, e Inmaculada sufrir lagunas de memoria. Ilia reconoci ante el juez que una intermediaria de la mafia china, Malka Maman, contac-t con ellas para entregar dos cuan-tiosas sumas de dinero, operacin que se realiz en la residencia de su madre, Inmaculada de Borbn-Dos Sicilias, en la elitista urbanizacin La Moraleja.

    MARGARITA / INMACULADA / ILIA

    LAS PRIMAS DEL REY, EN LA MAFIA CHINA Han sido llamadas a declarar como imputadas por delito fiscal y blanqueo de capitales. Apenas han tenido trato con nuestro monarca

    El padre de Inmaculada y Margarita era Gabriel, hermano del abuelo materno del Rey

    LA PRIMA MARGARITA Hija de Gabriel de Borbn-Dos Sicilias (1897-1975) y de su

    segunda esposa Cecilia Lubomirska (1907-2001). Casada en 1962 con Don Luis Gonzaga Maldonado y Gordon (1932).

    LA PRIMA INMACULADA Hermana de Margarita de Borbn. Divorciada de don Miguel

    Garca de Sez y Tellecea, que muri en 1982. Ha tenido un hijo y una hija.

    ILIA, LA HIJA DE INMACULADA Fue la nica miembro de la honorable familia en acudir a declarar

    ante el juez Andreu, instructor del caso Emperador. Tiene 46 aos. Es hija de Inmaculada y Miguel Garca Saz.

    CONSUELO FONT