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El nacimiento de la red ferroviaria argentina. La red ferroviaria argentina comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo IXX. Fue una herramienta eficaz para consolidar un modelo de país diseñado por los hombres de la generación del 80. En 1857 el Ferrocarril del Oeste, que unía plaza Lavalle y Floresta, fue el primero en funcionar en Argentina, y construido totalmente con capitales nacionales. Lo primeros ferrocarriles se hicieron con el esfuerzo nacional, pero los gobiernos liberales hicieron una vergonzosa entrega, cediendo tierras y garantizando tarifas y utilidades en base a los balances de las propias empresas ingleses, cuyos gerentes o asesores muchas veces eran además funcionarios del gobierno. Mitre, como presidente, adopta una política liberal de entrega al capital inglés. Entrega también los ferrocarriles, incluidos los ya construidos con capital nacional, como el “Oeste”, y al inaugurar la estación del “Sud” (1862) dirá en su discurso “¿Quien impulsa este progreso? Señores: es el capital ingles” Años más tarde capitales ingleses y franceses construyeron nuevos tramos para acceder a los puertos de Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Bahía Blanca y Neuquén. En 1870 había 772 kilómetros de vías . Desde entonces, y por varias décadas, en la Argentina se desató una verdadera fiebre ferroviaria. En 1900 la cifra había ascendido a 16.500 kilómetros de vías, cantidad que se duplicó en 1915 cuando la Argentina, con 33 mil kilómetros , se colocaba entre los diez países con mayor kilometraje de vías férreas en todo el mundo. La rápida extensión ferroviaria fue potenciada por el interés político de las presidencias de Avellaneda, Mitre, Sarmiento y Roca que utilizaron al nuevo transporte como un eficaz mecanismo para el control del territorio nacional. Argentina mantenía, por esos años, zonas con claro predominio indígena, se necesitaron de intensas campañas militares para exterminarlas. Si bien los ferrocarriles, en aquellos años, colaboraron para mejorar la recaudación de la aduana, fortaleciendo el dominio porteño sobre el resto de las provincias, mayor interés económico tuvieron los capitales extranjeros. El control inglés sobre nuestros ferrocarriles.

El Nacimiento de La Red Ferroviaria Argentina

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El nacimiento de la red ferroviaria argentina.

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El nacimiento de la red ferroviaria argentina.La red ferroviaria argentina comenz a construirse en la segunda mitad del siglo IXX.Fue una herramienta eficaz para consolidar un modelo de pas diseado por los hombres de la generacin del 80. En 1857 el Ferrocarril del Oeste, que una plaza Lavalle y Floresta, fue el primero en funcionar en Argentina, y construido totalmente con capitales nacionales.

Lo primeros ferrocarriles se hicieron con el esfuerzo nacional, pero los gobiernos liberales hicieron una vergonzosa entrega, cediendo tierras y garantizando tarifas y utilidades en base a los balances de las propias empresas ingleses, cuyos gerentes o asesores muchas veces eran adems funcionarios del gobierno.

Mitre, como presidente, adopta una poltica liberal de entrega al capital ingls. Entrega tambin los ferrocarriles, incluidos los ya construidos con capital nacional, como el Oeste, y al inaugurar la estacin del Sud (1862) dir en su discurso Quien impulsa este progreso? Seores: es el capital ingles

Aos ms tarde capitales ingleses y franceses construyeron nuevos tramos para acceder a los puertos de Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Baha Blanca y Neuqun. En 1870 haba 772 kilmetros de vas. Desde entonces, y por varias dcadas, en la Argentina se desat una verdadera fiebre ferroviaria.

En 1900 la cifra haba ascendido a 16.500 kilmetros de vas, cantidad que se duplic en 1915 cuando la Argentina, con 33 mil kilmetros, se colocaba entre los diez pases con mayor kilometraje de vas frreas en todo el mundo.

La rpida extensin ferroviaria fue potenciada por el inters poltico de las presidencias de Avellaneda, Mitre, Sarmiento y Roca que utilizaron al nuevo transporte como un eficaz mecanismo para el control del territorio nacional.

Argentina mantena, por esos aos, zonas con claro predominio indgena, se necesitaron de intensas campaas militares para exterminarlas.

Si bien los ferrocarriles, en aquellos aos, colaboraron para mejorar la recaudacin de la aduana, fortaleciendo el dominio porteo sobre el resto de las provincias, mayor inters econmico tuvieron los capitales extranjeros.

El control ingls sobre nuestros ferrocarriles.

Fueron los ingleses, quienes encontraron en los trenes de carga un medio rpido y eficaz en el proceso de traslado de materia prima a zonas portuarias, para desde all embarcarlas rumbo a Europa.

A principio de siglo, el desarrollo ferroviario impuls el crecimiento agropecuario y sus exportaciones a Europa. Un desarrollo que tena como contrapartida el estancamiento de la Argentina industrial. Fueron aos donde nuestro pas importaba, del viejo continente, productos manufacturados con materia prima Argentina. Una situacin denunciada por sectores polticos con sustento popular, como los progresistas santafesinos de Lisandro de la Torre o los personalistas de Hiplito Yrigoyen.

En 1947 de los 42.700 kilmetros de vas existentes, 29 mil haban sido construidos por capital privado y extranjero. Capitales britnicos financiaban el crecimiento de la red ferroviaria, al tiempo que condicionaban el desarrollo de la industria nacional. Las empresas que intermediaban en el negocio eran, generalmente, britnicas y pertenecan al mismo grupo de intereses que invertan en la red ferroviaria.

La nacionalizacin

Tras los aos, sellados en la historia argentina como la dcada infame, la nacionalizacin de los ferrocarriles se transform en una causa que sirvi a un proceso cultural con eje en la revalorizacin nacional. Se masific la comprensin de lo que representaba la red ferroviaria al servicio de un pas que pugnaba por romper los lazos de dependencia que impona la poltica Britnica en el Ro de la Plata.

Pern no desaprovecho aquel momento, transform la nacionalizacin de los ferrocarriles en la accin poltica ms trascendente de sus primeros aos de gobierno.

El 1 de marzo de 1948 una multitud rodeo la estacin retiro para festejar la nacionalizacin de los ferrocarriles. Juan Pern no pudo asistir al acto, fue operado de urgencia, afectado por apendicitis. Frente a la terminal de trenes miles de personas se enteraron, en ese mismo instante, de la ausencia del presidente en el lugar.

Sobrevol, entonces, el temor de una accin contra Pern. La multitud dud y comenz a pedir su presencia. Para calmar los nimos, y darle credibilidad al parte oficial, se tuvo que organizar una comunicacin desde el lugar donde estaba internado Pern. Setenta minutos despus de iniciado el acto se anunci la palabra del jefe de Estado y su seora.

Primero habl Evita....Fue de las pocas veces que una multitud escuch a Evita sin corear su nombre. En silencio esperaron la palabra de Pern...

La estatizacin de los ferrocarriles no fue simplemente una transferencia de la administracin de los servicios. Aquel traspaso represent la creencia que se estaba ante un hecho soberano e independiente que fortaleca la identidad nacional.

El proceso de industrializacin que estaba desarrollando la argentina requera de un estado fuerte, capaz de ser la locomotora que impulse la produccin nacional.

La red ferroviaria continu creciendo hasta 1957, ao en que se lleg a los 47 mil kilmetros de extensin. Desde entonces, comenz un retroceso gradual y sostenido en la red.

Hacia la destruccin menemista.

En 1992, cuarenta y cuatro aos despus de su nacionalizacin, los ferrocarriles volvieron a manos privadas. Antes de concretar aquel traspaso, hubo despidos masivos para adaptarse a las exigencias de los nuevos concesionarios. Tan slo en la lnea del ramal Bartolom Mitre haba, en 1992, 7.000 trabajadores. Cinco mil fueron empujados al retiro voluntario. Fue un despiadado aporte a los crecientes ndices de desocupacin nacional.

Ferrocarriles pas de tener 60 mil trabajadores a fines de los aos ochenta a los 15 mil que hay en nuestros das.

Los 45 mil puestos de trabajo no fueron el nico costo social que el pas pag por aquel traspaso. El gobierno nacional emplaz a las provincias, y le puso fecha, el 10 de marzo de 1993, para que se hagan cargo de los servicio de carga y pasajeros. Desde aquel da se cerraron los ramales y cientos de pequeos poblados, repartidos en toda la geografa nacional, se quedaron sin una comunicacin vital, como lo adverta, en aquellos aos, el diputado Lorenzo Pepe...

En un trabajo titulado la Argentina que desaparece, la sociloga Marcela Benitez, resalta que en la actualidad hay 430 pueblos, con menos de 2 mil habitantes, que estn en vas de extincin. El 19% se qued sin transporte a principio de los noventa. Aunque, desde hace ya algn tiempo la tendencia se fue modificando con la reapertura de ramales an esta pendiente la implementacin de polticas que restituyan todo lo perdido.

Sin embargo, el conflicto ms preocupante para las autoridades nacionales esta en Buenos Aires, a partir de los malos servicios que prestan las distintas concesionarios y las prdidas que siguen ocasionando, en trminos econmicos, al estado Nacional. Una situacin que desnuda la falta de inversin que sector privado sostuvo durante todos estos aos. Las concesionarias, adems de los ingresos por la venta de pasajes, cobran puntualmente subsidios millonarios.

Los operadores ferroviarios cobraron en 1998, 318 millones por subsidios, un 18% ms de lo recibido en 1997. Con las pocas mejoras que realizaron, captaron miles de pasajeros nuevos y recaudaron, en los primeros 4 aos de concesin, 70 millones ms de lo proyectado antes de hacerse cargo. Desde que asumieron la responsabilidad de administrar, los concesionarios han cobrado ms de 2 mil millones de dlares por subsidios.

Con ese dinero se podra haber construido el Transpatagnico, un ramal que lleva una postergacin de 100 aos y resulta clave para el desarrollo de las economas del sur de nuestro pas.

En 1999, a pesar de los duros cuestionamientos escuchados en las audiencias pblicas donde se denunci la falta de inversin, Menem, a punto de finalizar su mandato, firm un decreto por el que autoriz la prolongacin de concesiones por 20 aos ms. El decreto presidencial, adems autoriz subsidios por 5 aos ms y un aumento progresivo del precio de los boletos hasta llegar a un 129%.

Por esa nueva extensin las empresas prometieron realizar inversiones por 1.700 millones de dlares. Se repeta el modelo impuesto durante los gobiernos de Menem. Se otorgaban concesiones, tal como en las rutas con peajes, sin exigir inversin ni capital de riesgo. Se financian obras con aumentos de las tarifas y subsidios.

El acuerdo de 1999 ratific que los 700 mil usuarios que diariamente viajan en tren financiaran las reformas con aumentos en las tarifas.

Por aquellos das consultbamos al ingeniero Elido Veschi, Secretario General de la Asociacin de Personal de Direccin de Ferrocarriles y Puertos Nacionales.

El cierre de ramales en los aos 90 provoc que la red ferroviaria, que abarcaba ms de 46 mil kilmetros en todo el pas, baje a 27 mil kilmetros. Increblemente, se consider un progreso la desaparicin de 19 mil kilmetros de vas, manteniendo el mismo dficit de un milln de pesos diarios. Dficit que, de distribuirse por todo el pas, pas a ser devorado por los 1000 kilmetros de la regin metropolitana.

Los subsidios entregados a ferrocarriles representaron un rojo diario de casi un milln de dlares para el estado, sostenidos durante varios aos de la ltima dcada. Se trata del mismo monto deficitario que tenan los trenes estatales, pero con 45 mil trabajadores ms...

Despus de Menem.

Que sucedi con el sector ferroviario, despus de los 10 aos de Menem?.

En enero de 2000 el Ministro de Economa Jos Luis Machinea, renegoci la poltica de subsidios y el aumento de tarifas programados en aquellos decretos de Carlos Menem.

Los ferrocarriles para un pas con la extensin territorial de la argentina, son un medio de comunicacin estratgico, clave para el desarrollo de las economas regionales, y tambin es el medio de transporte de pasajeros ms econmico para unir grandes distancias.

Lo que nunca quiso tener en cuenta el modelo privatizador que Menem y Cavallo encabezaron en nuestro pas, fue el costo social que generaban sus medidas econmicas. Las empresas en manos del estado no se miden simplemente por el xito econmico, sino por el resultado social que obtienen.

En sus balances contables anuales los ferrocarriles estatales franceses, espaoles o italianos dan perdidas. Pero, en su balance social ofrecen grandes ganancias con un servicio que garantiza seguridad, rapidez y no contaminacin.

Aquellos ferrocarriles argentinos en manos del estado, aunque con un servicio deficiente y con prdida econmicas como los actuales, al menos mantenan ocupados a 60 mil personas ms, adems de ayudar a las economas regionales...

La privatizacin de las redes ferroviarias en la Argentina, con las caractersticas que se realiz, no tiene demasiados antecedentes mundiales. En Inglaterra, tras la impronta del gobierno de Margaret Tatcher, el servicio fue concesionado. Hoy es blanco de duras crticas. Graves accidentes ocurridos, como el choque frontal de dos formaciones en la estacin central londinense de Paddingthon en octubre de 1999, que provoc ms de cien muertes, han colocado al servicio de trenes ingleses como uno de los peores en Europa.

Lejos de pensar en tener formaciones de alta velocidad, los habitantes de Buenos Aires esperan, adems del maquillaje en algunas estaciones, mayor nivel de seguridad en los trenes. El promedio de accidentes no ha descendido.

Hay cruces ferroviarios denominados puntos negros en Buenos Aires, as considerados por tener ms de tres accidentes con vctimas fatales en un ao. Por ejemplo, la interseccin de la calle Brasil y las vas del ex - Ferrocarril Roca en Florencio Varela o el cruce del ferrocarril en las estaciones Spegazzini y Ezeiza.

Son cruces donde hay accidentes que seran evitables sin hay un mnimo de inversin. Barreras que funcionen bien en lugar de seal fonoluminosa.

Hubo accidentes que pueden quedar registrados en el libro guines. El 5 de mayo de 1999 un convoy del ferrocarril Urquiza, que administra Metrovas, cruzo cinco estaciones sin parar porque no tena maquinista. La formacin finalmente pudo ser detenida por un pasajero evitando una tragedia.

En diciembre del ao 2003 el Gobierno nacional prorrog por un ao ms el pago de subsidios que el estado desembolsa para las concesionarias de trenes y subtes del rea metropolitana. Durante todo el 2004 estn cobrando 212 millones de pesos en concepto de compensacin tarifaria, unos 600 mil pesos diarios.

Se prorrog a pesar que la Auditoria General de la Nacin denunci incumplimientos contractuales por parte las empresas.

A cinco meses de aquella renovacin del acuerdo, en mayo del 2003, el gobierno puso un lmite a la incapacidad empresaria de los concesionarios. El actual Secretario de Transporte Ricardo Jaime fue el encargado de anunciar el cese de una concesin y explico los subsidios que recibe...

De aquellos ferrocarriles que abrieron el camino para que miles de personas dieran a luz nuevos pueblos, de aquellos ferrocarriles que simbolizaron la poca de nacionalizar para crear conciencia de industria local, a estos que hoy circunscriben al negocio en los subsidios para sostener el servicio en reas metropolitanas, hay dos modelos de pas.

Los ferrocarriles no son ms que un espejo de lo que argentina viene generando en sus ltimos cien aos, fueron y son parte de una lucha por disear la arquitectura definitiva de esta regin del cono sur.

Trabajo de Investigacin realizado por CLAUDIO LEVERONI para la audicin radial :TEMAS PENDIENTES. trasmitida por LRA. Radio Nacional.

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LOS FERROCARRILES DEBEN SER ARGENTINOS - RAL SCALABRINI ORTIZ

Este libro fue escrito entre los aos 1935 y 1946; es decir en el lapso que media entre la dcada infame ( Emprstito Patritico, Banco Central Corporacin de Transportes) y las vsperas de la compra por parte del gobierno argentino, del sistema ferroviario hasta entonces, en su mayor parte, de propiedad inglesa.(Tomado de Cadena de difusin: Arnaldo Salvini)ARTURO PEA LILLO

A treinta aos de haber escrito este libro Ral Scalabrini Ortiz, podra parecer inslita su publicacin, pero lo realmente inslito es su vigencia. La dramtica realidad argentina tiene la rara virtud de mantener lozano lo ms viejos problemas, apenas desfigurados por la dialctica de los tiempos que corren. Titulado originariamente Los Ferrocarriles deben ser del Pueblo Argentino, resuma el esfuerzo de Scalabrini Ortiz, para decidir el trnsito definitivo de un pas colonial, en dueo definitivo de su destino.

En el prlogo - Palabras explicativas, dice el autor: Durante tres meses deb aclarar muchas dudas, despejar muchos errores, enriquecer con informacin a muchos vacilantes y desbrozar ese enorme tejido de sofismas con que se haba disfrazado el problema ferroviario

Ya sabemos todos como se liquid liego dicho pleito. Tambin recordamos la resistencia que levantara la definitiva propiedad por parte de la Nacin, del sistema ferroviario ingls en nuestro pas. La adquisicin del hierro viejo, as llamado el material ferroviario en cuestin, resultaba una ruinosa operacin, slo explicable en funcin del grave enjuiciamiento por parte de la oposicin al gobierno: el peculado.

La inminente caducidad de la Ley 5.315 llamada Mitre, aparentaba terminar con cuarenta aos de discrecionalidad, privilegios e insolencia de los ferrocarriles ingleses en nuestro pas. Adquirir pues, en dichas circunstancias los Ferrocarriles era algo as como salvar del infierno a un pecador ya condenado.

Pero la Ley Mitre no caducaba ni los ingleses iban al infierno; paradjicamente volvan a caer en otras formas de disfrute que Scalabrini Ortiz agudamente denuncia al hacer el anlisis del articulado de dicha ley en el presente libro.

Desgraciadamente los mitos encierran una fuerza superior a la realidad misma, al que no es ajena la informacin mezquina, la propaganda interesada y por sobre todo, la incapacidad de comprender el problema ferroviario integrado en una realidad econmica nacional.

Scalabrini Ortiz no consideraba en s la compra material fsica, de las cosas que hacen al sistema ferroviario, sino el rescate de una palanca fundamental para el desarrollo armnico de una Nacin. Se compra soberana.

stas son sus propias palabras que configuran la expresin de una doctrina, en la que, la operacin comercial es meramente accidental, aunque naturalmente, para los accionistas de la rubio Albin contaran los metros de gastados rieles y las victorianas casillas, solemnemente llamadas estaciones.

Pero la mitologa ferroviaria sigue an en pie. El viejo slogan" de la inutilidad de la chatarra ferrocarrilera. ha sido suplantado por la opinin general de que su explotacin ha de dar al traste con las maltrechas finanzas de la Nacin, cuando no se le atribuye directamente el desbarajuste de las mismas.

Est fresco en la memoria de los argentinos el desmantelamiento comenzado en 1961, siendo presidente el Dr. Arturo Frondizi, con la clausura de talleres y ramales bajo la vigilante observancia de los funcionarios del F.M.I.

La industria de la carretera y del automotor, tenan mucho que ver en este avance, contenido en gran medida por los mismos obreros del riel. El lector valorar, asimismo, lo poco serio que resulta el argumento opuesto por la industria del camin al transporte ferroviario.

Para terminar, debemos explicar al lector porqu consideramos oportuna la edicin de este libro cuyo ttulo supone un anacronismo; efectivamente, los ferrocarriles son argentinos, pese a una oculta poltica orientada en el sentido de la empresa mixta, como en el caso de SEGBA, cuyas consecuencias son tan gravosas, para la economa del pas como la explotacin lisa y llana por parte del imperialismo.

Como una vieja enfermedad resurrecta, que cobra actualidad con el dolor, Ral Scalabrini Ortiz nos la recuerda para evitar las recadas.

EL PENSAMIENTO DE SCALABRINI ORTIZ

....... Los ferrocarriles constituyen la llave fundamental de una nacin. La economa nacional, pblica y privada, el equilibrio de las diversas regiones que la integran, la actividad comercial e industrial, la distribucin de la riqueza y hasta la poltica domstica e internacional estn ntimamente vinculadas a los servicios pblicos de comunicacin y transporte.

Todos sabemos cuan poderoso es el estado entre nosotros y cuantas facultades se han concedido a los ejecutivos. Pero muy pocos saben que la potencia de los ferrocarriles es quizs superior a la potencia del Estado, porque se ejerce sin contralor alguno, discrecionalmente...

... Los ferrocarriles pueden extraer sus rentas del modo que a ellos les convenga. Ellos pueden matar industrias, como las mataron. Pueden aislar zonas enteras del pas, como las aislaron. Pueden crear regiones de preferencia, como las crearon, Pueden inmovilizaron poblaciones, como las movilizaron o inmovilizaron de acuerdo a sus conveniencias: pueden aislar puertos, como los aislaron. Pueden ahogar ciertos tipos de cultivos, como los ahogaron, pueden elegir gobernadores como los eligieron.

El ferrocarril extranjero es el instrumento del antiprogreso. Como muy bien lo explica Allen Hutt en El fin de la crsis. Dice Hut. La construccin de los ferrocarriles en las colonias y pases poco desarrollados no persigue el mismo fin que en Inglaterra, es decir, no son parte - y una parte esencial - de un proceso de industrializacin. Estos ferrocarriles se emprenden solamente parta abrir esas regiones como fuentes de productos alimenticios y materias primas, tanto vegetales como animales. No para apresurar el desarrollo social por un estmulo a las industrias locales. En realidad la construccin de ferrocarriles coloniales y de pases subordinados es una muestra del imperialismo, en su papel antiprogresista que es su esencia.

Esta poltica ha provocado, naturalmente protestas que se ahogaron en su propia impotencia.

El ferrocarril puede ser el elemento aglutinador de una colectividad o su ms pernicioso disgregador. Por eso, la actividad inicial de los pueblos que logran su conciencia propia es obtener el contralor inmediato de sus propios ferrocarriles.

Bismarck consolid la unin de Alemania con la centralizacin ferroviaria de las lneas particulares y estaduales, impuesta por expropiacin. La unidad italiana se afirm, asimismo, en la apropiacin por el Estado de todos los sistemas ferroviarios de la pennsula. Los estadistas que hicieron la grandeza del Japn demostraron tambin haber comprendido cual es el cimiento bsico de una unidad nacional orgnica y, a pesar de tener ms energa que medios, nacionalizaron todos los ferrocarriles por expropiacin ( Ley N 17 del 31 de marzo de 1916).

Tan esenciales son los ferrocarriles para el desarrollo de una poltica comercial que ni siquiera en las colonias inglesas son ingleses los ferrocarriles. Las lneas especialmente primordiales del Canad no son inglesas, son canadienses. el gobierno del Dominio las expropi en 1917 ( 7-8- Geo, V, c. 24 ). El estado canadiense posee actualmente un sistema ferroviario de primer orden de 38.548 kilmetros de longitud. Datos del Annuaire du Canad, 1932 ( Pgina 563).

Tampoco los ferrocarriles de Australia son ingleses: son australianos. sobre un total de 44.356 km. de vas frreas, 39.356 pertenecen a los diversos estados o provincias; 3.459 km. al Commonwealth o gobierno central, y solamente 1.496 km, son de propiedad particular - Year Book 1934-.

En los pases en que los ferrocarriles siguen perteneciendo a los particulares, la legislacin se ha ajustado estrictamente para obligarlos a que sirva, ante todo, a las conveniencias generales de la Nacin. La legislacin norteamericana es un magnfico ejemplo de la minuciosa intervencin del Estado en todas las actividades ferroviarias. Mediante sus delegaciones legalmente autorizadas, el gobierno controla las tarifas, la formacin del capital, la seguridad de los empleados y del pblico, los salarios, la contabilidad de las empresas y la orientacin de las corrientes nacionales de trfico.

(*) NOTA: Los datos consignados en este artculo, corresponden al ao 1965, fecha de publicacin de la obra citada

EXTRADO DE LA OBRA: Los ferrocarriles debe ser Argentinos Editorial A. Pea Lillo - Buenos Aires, 1965 - Pginas 32/34

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PERN COMPR CHATARRA FERROCARRILERA? (*)(Por Arq. Juan F. Fava, Paran)

Uno de los hechos ms importantes de la Revolucin Peronista y clave para la consolidacin de la independencia econmica argentina (legalizada en sus bases en la Constitucin Liberal de 1853, y reformada con el Acta de la Declaracin de la Independencia Econmica del Justicialismo el 9 de Julio de 1947 en San Miguel de Tucumn), fue la compra de los ferrocarriles.

El ferrocarril ingls le haba ganado a la carretera nacional. Los ferrocarriles eran utilizados por los agentes britnicos para llevarse del pas nuestros productos como granos, carnes, y alimentos enlatados para sus soldados.

Estos productos llegaban con el abanico de lneas frreas riel lineal hacia el nico Puerto, el de Bs. As, punto estratgico del comercio ingls.

Esa forma de abanico de hierro cumpla la funcin esencial de carga y transporte de mercaderas hasta el embudo del puerto de Buenos Aires donde se cargaban en los barcos ingleses con rumbo a la gran Metrpoli.

El Pas haba sido diseado estratgicamente en beneficio de la Corona Britnica. Esto significaba la dependencia de los productores de materia prima con los receptores manufactureros industrializados del Imperio Ingls, y anglo-yanqui despus.

Apoyados por sus sbditos locales, el Pas dependiente era succionado hacia fuera, concretndose una conquista econmica y cultural que termin en el coloniaje ( los tratados, la inmigracin y los ferrocarriles ); y los capitales que ingresaron apuntaron solo a la exportacin.

Esto se reverti porque apareci un lder ( J.D.Pern ), que comenz un proceso de nacionalizacin que empez con el tratado Miranda - Fady, y fue concretado por la nueva Argentina peronista que se abra paso con su Revolucin Justicialista.

Al nacionalizarse los ferrocarriles, no solo se incorpor al Estado Argentino el parque de locomotoras, vagones y vas, sino que se se excluyeron miles de hectreas productivas con pueblos includos del negocio mobiliario e inmobiliario ingls ( Ca. de Tierras, Ferrocarril Central Argentino, Convencin y Protocolo W. Runciman - J.A.Roca; Leyes de Coordinacin Nacional, Corporacin del Transporte Bs. As.; etc...)

Se incorporaron los Territorios Nacionales del Norte y del Sur, se tuvo acceso a regiones olvidadas y atrasadas de nuestro pas, se organiz el sistema social de pasajeros. Comenz el acceso a la tierra de los campesinos pobres, y se combati el latifundio ingls.

Apareci la maquinaria agrcola nacional de tractores, cosechadoras y posteriormente la industria nacional de vehculos utilitarios para el trabajo agrcola ( tractor Pampa, camioneta Rastrojero, etc...).

Se crearon las escuelas tcnicas; dentro de la Empresa FF.C.A se realiz la capacitacin y posterior ingreso de los hijos de los ferroviarios ( Escuelas Fbricas: Ley N 12.921).

Tambin se empez a transportar nuestros combustibles en los trenes en forma barata al pie de los centros industriales en formacin. ( fuel oil, gas oil, petrleo, gas, etc...) Aparecen los surtidores nacionales de Y.P.F., y a bajo costo los combustibles y lubricantes en las estaciones de servicio de ciudades y pueblos.

La Independencia Econmica del flete, hizo que pudiramos enviar nuestros barcos a varios pases del mundo con nuestros productos Comenz el comercio internacional, ingresaron divisas...

La argentina se convirti en un pas independiente y soberano.

Fuente:

- Cadena de Difusin (A.S.)- (*) Arq. Juan F. Fava, D.N.I. N 5.406.531, Paran (E. Ros).

Ver artculos relacionados:

Proyecto ABC - La unin latinoamericana.El 17 de Octubre.La Libertadura.El Banco Central.Pern y el FMI.El populismo.