de los RocafuertesEl Nacimiento

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Se estima que el nacimiento de los rocafuertes fue para el año 0, tiempo en que se abrió la puerta del desarrollo para las civilizaciones. Fue como un río

de cuatro brazos o como un árbol simétrico. Ella y El fueron los primeros, pero no fueron los únicos. Cuando los vieron salir abrigados, Ella y El buscaron el fuego, buscaron cuevas co mo refugios y rocas por habitación. Nada los hacia estar mejor o mas cómodos o mejores. Cada condición de tiempo le enroscaba su existencia. No podían estar solos.

Cuando regreso el año 0 le habían crecido hermanos y esta vez fue distinto. Los rocafuertes para entonces habían olvidado prácticamente todo, pero teniendo una necesidad urgente de arrimar su oído. Afinarlo. No recordaban, como nombrar las cosas, como la tierra se chupo el agua que le llegaba hasta los ojos, cuando le crecieron lenguas como exponentes, como conocer al amigo. Olvidaron que sus primeros; Ella y El, salieron de la puerta abriga(dos). Pero de la misma manera que el olvido le había secado los ojos, su sed se despertaba como una llama salvaje. RocaFuerte les hablaba de los frutosos ramales que sobrepasaban la azotea, de sus nidos y las frutas y el final. Hablaba de promesas en el tiempo, cuando se disolvería la muerte el dinero y el temor. Saturaba sus bocas como un río y sus pies se volvían pesados; rocas fuertes; indestructibles, raíces gigantes.

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Tenían dificultades para moverse al principio y eran obvias las razones. Eran como pasos que removían la adversidad destruían el mundo como había sido conocido. Incomodaban así a los hombres de hierro y barro. Ellos parecieran más fuertes o más sensibles, pretendiendo también ser más veloces. Pero rodar no es lo mismo que caminar. Y mucho menos caminar creciendo. Eran hombres de la tierra, tenían pedacitos de hierro impregnados. Sin embargo, los rocafuertes no entendían como ellos mismos se transformaban y era muy notable. Imposible de esconder.

El nacimiento de los rocafuertes se dio no como un proceso histórico aleatorio sino como un proceso orgánico y consecuente. Los rocafuertes que morían dejaban sus zapatos/rocas intactos al ellos irse. Por lo tanto sus hijos, o los hijos de sus hijos se montaban en sus zapatos al menor costo, de gratis. Misteriosamente, los hombres de la tierra no podían calzar sus zapatos. Su viscosidad le impedía y su aleación era incompatible con la roca. Se destruían.

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“Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen,

que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba

en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de

esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata;

su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus

pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas

mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e

hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y

los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el

hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron

como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin

que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a

la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.”

- Daniel 2:35

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El nacimiento de los rocafuertes es una historia, escrita por Ricardo Morales, que narra y describe el origen de las primeras civilizaciones y el

desarrollo de estas. Morales utiliza tres elementos que han sido claves en el desarrollo de estas civilizaciones. El hierro, el barro y la roca. Pero el significado de estos elementos en la lectura no es simplemente literal.

En Daniel 2:35 podemos apreciar cómo estos elementos son utilizados para representar la fortaleza, la debilidad y la firmeza. El hierro es, muchas veces, asociado con la foraleza y la dureza, pero para ello debe ser tratado en altas temperaturas. La mezcla de este con el barro es una mezcla débil. Mientras que la piedra en su estado natural es fuerte y firme.

de la HistoriaAnálisis

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En un principio el conocimiento y la sabiduría en parte eran desconocidos, la visión era totalmente distinta. La única forma probablemente de diferenciar al ser humano era a través de las cualidades físicas. Se necesitaban los unos a los otros. No había un más o un menos, un mejor o un peor, sino un balance, pues probablemente por fuerza de la naturaleza entendían que compartían ciertas necesidades en común. Necesidades que los llevaron a experimentar con su medio y a desarrollar objetos que los satisficieran. No existía la estética, lo bueno o lo malo, sino lo funcional. Pero el ser humano evoluciona y mientras, este se hace cada vez más “torpes en sus percepciones”. Los rocafuertes pasaron a ser hombres de hierro y barro. Llegamos al día de hoy.

Luego el autor hace referencia a una posible catástrofe:

“No recordaban, como nombrar las cosas, como la tierra se chupo el agua que le llegaba hasta los ojos, cuando le crecieron lenguas como exponentes, como conocer al amigo. Olvidaron que sus primeros; Ella y El, salieron de la puerta abrigados. Pero de la misma manera que el olvido le había secado los ojos, su sed se despertaba como una llama salvaje.”

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Una catástrofe dónde los hombres de hierro y barro –que en sus principios fueron rocafuertes- quedan en el olvido, una catástrofe que da origen a nueva generación de rocafuertes. Posiblemente con las mismas necesidades pero esta vez con más dificultades. Los rocafuertes “destruían el mundo como había sido conocido”, lo rediseñaban. Y los hombres de hierro y barro se sentían incómodos, no estaban preparados, eran débiles...

...la piedra los destruía.