65
Prefacio a la segunda edición Los amigos de mi esposo quieren que escriba un breve prefacio para esta nueva edición de El nacionalismo argentino 1 . Me es particularmente difícil. A medida que él iba escribiendo estas páginas me las leía y comentaba. Escucho aún su voz que ya ha sido silenciada, acepto y ofrezco el dolor de su muerte, amo todo lo que él amó, y rechazo lo que él repudiaba. No tenía tiempo para odiar, se entregaba a la cátedra y a sus libros apasionadamente, urgido por una ardiente caridad y con esa “tácita obstinación” (Séneca) del que sabe que el tiempo se va, se está yendo y tal vez no le permitiera completar su mensaje esclarecedor, sin desaliento, sin amargura, afirmativo, valiente; con ese valor que da la verdad libremente reconocida y libremente amada. “Dios es el verdadero protagonista de la historia”, enseñaba; no hubo desengaño que lograra socavar su fe en el futuro de la Patria, porque el hombre es proclive al mal pero la gracia lo rescata de sus miserias, de sus temores, de sus ataduras carnales y le da la fuerza para vencerlos y para trascenderlos cuando una gran misión lo reclama. Entendía que esa misión es restaurar a la Patria en Cristo. Escribía para todos sus compatriotas, para los mejores, para los que no estaban definitivamente comprometidos con la antipatria y sus deleznables servidores, verdaderos lacayos de amos exigentes e innobles. Se ha dicho que se dirigía, sobre todo, a los miembros de las Fuerzas Armadas. Quería que nuestras Fuerzas Armadas volvieran a reencontrarse con el coraje y la capacidad de actuar en espíritu de servicio; nunca llamó a la puerta de ningún cuartel, que cada cual leyera las viejas verdades y decidiera las nuevas actitudes, con espíritu independiente y, por eso mismo, sometido al esplendor y a las exigencias de la verdad. Si hubiera escrito a oficiales de las Fuerzas Armadas lo hubiera hecho como José Antonio: “Si la Providencia pone otra vez en vuestras manos, oficiales, los destinos de la Patria, pensad que sería imperdonable emprender el mismo camino sin meta. No olvidéis que quien rompe con la normalidad de un Estado (yo hubiera escrito: aparente normalidad) contrae la obligación de edificar un Estado nuevo, no meramente ha de restablecer una apariencia de orden. Y que la edificación de un Estado nuevo exige un sentido resuelto y 1 La primera edición de esta obra fue publicada por la Editorial Cultura Argentina, Buenos Aires, 1972.

El Nacionalismo Argentino

Embed Size (px)

DESCRIPTION

J.Bruno Genta

Citation preview

Page 1: El Nacionalismo Argentino

Prefacio a la segunda edición

Los amigos de mi esposo quieren que escriba un breve prefacio para estanueva edición de El nacionalismo argentino1.

Me es particularmente difícil.A medida que él iba escribiendo estas páginas me las leía y comentaba.

Escucho aún su voz que ya ha sido silenciada, acepto y ofrezco el dolor de sumuerte, amo todo lo que él amó, y rechazo lo que él repudiaba.

No tenía tiempo para odiar, se entregaba a la cátedra y a sus librosapasionadamente, urgido por una ardiente caridad y con esa “tácitaobstinación” (Séneca) del que sabe que el tiempo se va, se está yendo y talvez no le permitiera completar su mensaje esclarecedor, sin desaliento, sinamargura, afirmativo, valiente; con ese valor que da la verdad librementereconocida y libremente amada.

“Dios es el verdadero protagonista de la historia”, enseñaba; no hubodesengaño que lograra socavar su fe en el futuro de la Patria, porque elhombre es proclive al mal pero la gracia lo rescata de sus miserias, de sustemores, de sus ataduras carnales y le da la fuerza para vencerlos y paratrascenderlos cuando una gran misión lo reclama.

Entendía que esa misión es restaurar a la Patria en Cristo.Escribía para todos sus compatriotas, para los mejores, para los que no

estaban definitivamente comprometidos con la antipatria y sus deleznablesservidores, verdaderos lacayos de amos exigentes e innobles.

Se ha dicho que se dirigía, sobre todo, a los miembros de las FuerzasArmadas.

Quería que nuestras Fuerzas Armadas volvieran a reencontrarse con elcoraje y la capacidad de actuar en espíritu de servicio; nunca llamó a la puertade ningún cuartel, que cada cual leyera las viejas verdades y decidiera lasnuevas actitudes, con espíritu independiente y, por eso mismo, sometido alesplendor y a las exigencias de la verdad.

Si hubiera escrito a oficiales de las Fuerzas Armadas lo hubiera hechocomo José Antonio: “Si la Providencia pone otra vez en vuestras manos,oficiales, los destinos de la Patria, pensad que sería imperdonable emprenderel mismo camino sin meta. No olvidéis que quien rompe con la normalidad deun Estado (yo hubiera escrito: aparente normalidad) contrae la obligación deedificar un Estado nuevo, no meramente ha de restablecer una apariencia deorden. Y que la edificación de un Estado nuevo exige un sentido resuelto y

1 La primera edición de esta obra fue publicada por la Editorial Cultura Argentina, Buenos Aires, 1972.

Page 2: El Nacionalismo Argentino

maduro de la historia y de la política, no de una temeraria confianza en lapropia capacidad de improvisación”.

Como tengo que referirme a este libro, lo haré con sus propias palabras,más definitorias que las mías.

Analiza primeramente el llamado nacionalismo de izquierda quesostiene la "negación del Verdadero Señor del tiempo y de la eternidad,Jesucristo".

Citando a H. Coston, escribe: “...la república francesa tiene un Rey:Rothschild”.

Y agrega: “el egoísmo es el principio de la sociedad burguesa. El diosdel egoísmo es el dinero”. “[...] según este criterio del hombre egoísta elpoder político se haya subordinado al poder económico”.

Estudia a continuación los tres elementos ideológicos que distorsionan ydesvirtúan los principios del nacionalismo: el populismo, el clasismo y elsocialismo.

Del populismo aclara: “[…] el derecho y la ley se fundan en el criteriomás inconsistente, accidental, voluble y arbitrario “[...] la soberanía populares la omnipotencia del número [...] el señorío sobre todo lo propio, no resultani de una convención ni del sufragio, sino del sacrificio y la sangrederramada: compromete a las generaciones que van llegando a renovar elsacrificio si fuera menester” [...] el populismo es radicalmente subversivo,antijerárquico e inorgánico [...] la multitud, como tal, es inepta para gobernar;no puede, por sí misma, decidir ni legislar, ni administrar justicia que son lasfunciones propias del gobierno político”.

Del clasismo: “[...] la ideología clasista se traduce en una especie demaniqueísmo social por cuanto hay una clase de los buenos y otra de losmalos, explotados y explotadores, sin atenuantes” [...] es notorio que lostitulares de los poderes económicos multinacionales están fuera y por encimade las clases burguesas nacionales [...] los titulares de la internacional deldinero residen en el extranjero y son invisibles [...] las jerarquías socialesnaturales y todo lo que constituye un orden se estructura jerárquicamente: lafamilia, la escuela, la universidad, la profesión, la empresa, el Estado, laIglesia […] la dialéctica que informa las ideologías es un hábito perverso dela mente, una verdadera subversión que construye esquemas aberrantes porlos cuales se hace salir lo superior de lo inferior, la virtud del vicio, el ser delno ser [...] la justicia de la Nación se alcanza en la caridad de Dios [...] tansólo el terror sistemático puede doblegar al hombre [...] el clasismo contradicela esencia misma del nacionalismo argentino y asociado al populismo loconvierte en instrumento eficaz de la subversión comunista”.

Page 3: El Nacionalismo Argentino

Del socialismo: “El liberalismo individualista y el liberalismo socialistason las dos caras de la misma moneda falsa del ateísmo, o mejor, delAnticristo […] Rousseau niega el dogma del pecado original y postula lainmaculada concepción o bondad natural, el hombre nace bueno y la sociedadlo corrompe […] Sociedad sin propiedad privada, sin clases, sin Estado y sinla Iglesia […] Las cuestiones humanas, incluso la cuestión social, no sepueden plantear ni resolver con sentido realista fuera de Cristo y de sumesianismo trascendente […] la ideología socialista propone una historia desalvación sin Dios, sin alma espiritual e inmortal, sin Divina Providencia [...]donde el único protagonista es el hombre reducido a un animal súperevolucionado y movido por sus necesidades materiales […] es un hechoconstante que las universidades, actualmente, son el vivero de la guerrilla ydel terror.”

Y resume:"El nacionalismo distorsionado por la ideología populista confunde a la

Nación con una clase proletaria.”“El nacionalismo distorsionado por la ideología clasista no resiste la

confrontación con la realidad social”. “El nacionalismo distorsionado por una ideología socialista busca la

libertad económica de la Nación [...] en la abolición de la propiedad privada yen un capitalismo de Estado […] el individualismo y el socialismo sontotalitarios”.

Define después al auténtico nacionalismo argentino: “Constructivo yrestaurador, jerárquico e integrador, cristiano y argentino en su contenido y ensu estilo. Una afirmación soberana frente a la plutocracia y al comunismo.”

Concluye definiendo al nacionalismo sin ideologías como “el únicocapaz de establecer el orden de la Nación en los principios supremos que ledieron el Ser”.

Verdad, Sacrificio, Jerarquía: esta última trilogía reemplaza a la tanpregonada y desquiciadora de la revolución francesa.

Este pequeño libro, a la luz de la teología y de la metafísica, aclara elproblema del falso y del auténtico nacionalismo.

Agradezco a la Editorial Cultura Argentina que desinteresada ygenerosamente publicó varios libros de mi esposo para que su pensamientofuera conocido y en la esperanza o certidumbre de que así servían a la Patria.

Ya mi esposo no podrá publicar nuevos libros. Yo pido al lector querecuerde la muerte de mi esposo, una generosa y meditada oblación; esamuerte que el P. Torres Pardo en la misa concelebrada calificó de “lindamuerte”.

Sí, fue una linda muerte.

Page 4: El Nacionalismo Argentino

Voy a repetir las palabras que escribí para José Antonio: “Para el quevive aprendiendo el arte de bien morir, ¡Qué linda muerte, su muerte! Sobre lacamisa azul clavel de sangre florece”.

Y ruego a Dios y a la Virgen Nuestra Señora, que el pensamientoexpuesto en sus libros sea conocido por “un número suficiente de argentinos”y tal vez podamos decir las palabras finales de la glosa:

“¡Ahora sí, vive la Patria, porque vive de su muerte!”Me han dicho que en casi todo lo que escribo hablo demasiado de la

muerte.¿Qué puede realizarse sin espíritu de sacrificio y de donación, sin desear

una muerte que sea un supremo y lúcido holocausto?Porque por mis venas corre buena sangre requeté: ¡Viva la muerte!

Buenos Aires, Agosto de 1975

María Lilia Losada de Genta

Page 5: El Nacionalismo Argentino

INTRODUCCION

El nacionalismo argentino en sus versiones más difundidas como elnacionalismo de izquierda y el justicialismo, padece una grave distorsiónideológica originada en la dialéctica populista, clasista y socialista queinforma su doctrina política. Este carácter ideológico lo compromete con lasubversión marxista-leninista que avanza arrolladora en América Latina.

Por más que levante el estandarte de la Cruz y enarbole la banderanacional, se vuelca inexorablemente en la corriente subversiva delcomunismo internacional que ya domina oficialmente en Cuba y en Chile.

La guerra subversiva se presenta en cada una de las naciones delcontinente como si fuera un fenómeno local y vernáculo; se reviste de unfingido nacionalismo y su divisa ostensible es la liberación nacional frente alimperialismo yanqui; pero tan sólo una inexcusable ingenuidad o unacomplicidad solapada, pueden desconocer que en todas partes es unaexpresión del poder comunista mundial.

Hay quienes por comodidad pretenden que el movimiento comunista sedivide para enfrentarse. La prensa difunde que el comunismo chino seperfila en una oposición creciente al comunismo soviético. El generalBeaufré en su pequeño libro de inspiración sinárquica, La apuesta deldesorden, habla de la revolución inminente de las naciones integradas ysatélites de la Unión Soviética, aunque considera posible un endurecimientostalinista.

Por nuestra parte, nos remitimos a la historia próxima para anticipar elfuturo inmediato. Recordemos que en el año 1848 se publicó el ManifiestoComunista de Marx y Engels; que en 1864, Marx fue secretario de la PrimeraInternacional de Trabajadores; que en 1889 se reunió la SegundaInternacional; que a fines de 1917, el comunismo marxista conquistó el poderpolítico en la inmensa Rusia; que después de la Segunda Guerra Mundial sudominio se ha extendido a la mitad de las naciones y, a la vez, impulsa lasubversión social en el resto... y así hasta el imperio mundial no quedamucho camino por recorrer. Una apreciación prudente no puede dejar deadvertir la trayectoria fulgurante de este movimiento ideológico sinprecedentes en la historia mundial.

Claro está que existe la Divina Providencia; pero humanamente es unaposibilidad cada día más configurada en el acontecer histórico, el triunfopolítico del comunismo ateo instrumentado por el poder internacional deldinero. Sería el breve reinado del Anticristo previsto en el Apocalipsis.

Page 6: El Nacionalismo Argentino

La negación del verdadero Señor del tiempo y de la eternidad, Jesucristo, se acusa históricamente en la exaltación de los falsos señores del dinero. El único dilema teológico es: Dios o las riquezas.

El pluralismo ideológico y la coexistencia pacífica con el comunismomarxista que ha logrado un pleno conformismo ambiental en lasdemocracias plutocráticas, es la obra de una propaganda abrumadora portodos los medios de comunicación, financiada por el poder internacionaldel dinero.

H. Belloc en su bien documentado libro sobre Los judíos, nos advierteacerca de “una cuasi alianza que se percibe en todo el mundo entre losbanqueros judíos por una parte, y el comando judío de la Revolución Rusapor otra” (pág.121).

El Padre Meinvielle en su estudio teológico sobre la cuestión judía,concluye en base a sólidos argumentos que “la apostasía universal de lospueblos gentiles y la dominación judaica de todos los pueblos serán un solohecho histórico”.

H. Coston en su libro Les financiers qui ménent le monde (Con dinerorueda el mundo, en la traducción castellana), nos demuestra que “hasta elsiglo XVI [...] el poder político es el más fuerte. Sabe y es capaz de resistir alos señores feudales y a los banqueros [...] pero en el siglo XVIIII, larepública francesa tiene un rey: Rothschild”.

El documento más notable y menos cuestionable que se puede citar enorden a la idolatría de la riqueza en la Cristiandad contemporánea, nos loofrece el judío Carlos Marx, en una serie de artículos juveniles reunidos enun opúsculo titulado La cuestión judía:

“El egoísmo es el principio de la sociedad burguesa. El dios delegoísmo es el dinero. El dinero humilla a todos los dioses del hombre y losconvierte en una mercancía. Es el valor universal de todas las cosas. Hadespojado de su valor peculiar a todos los seres... El dios de los judíos se hasecularizado. La letra de cambio es el dios real del judío. El dinero convierteal hombre y a todos los seres en cosas enajenables, venales, entregadas a laservidumbre de la necesidad egoísta, del tráfico y de la usura.”

El judío ateo, Carlos Marx, nos revela con agudeza implacable, elverdadero significado del Estado liberal jacobino, democrático, nacido de laRevolución Francesa. Es el Estado edificado por cristianos renegados, sobreel hombre egoísta erigido en el hombre real y verdadero, en el hombrenatural. El hombre comienza y acaba en cada hombre. El hombre nace libre ybueno, pero la sociedad lo ha corrompido hasta ahora por medio de lareligión, de la familia, de la patria. Hay que desarraigarlo de todo vínculoexistencial con el pasado, lo histórico, lo tradicional, porque es un lastre de

Page 7: El Nacionalismo Argentino

prejuicios y de servidumbres inadmisibles. Las nuevas estructuras sociales ypolíticas tienen que ser convencionales, contractuales y revocables avoluntad: familia, Patria, Estado. En principio, el derecho y la ley no tienenotra finalidad que garantizar los derechos del hombre egoísta. La seguridad esel valor supremo en la sociedad liberal; se sobreentiende que se trataexclusivamente de la seguridad material.

Se comprende que según este criterio del hombre egoísta, el poderpolítico se haya subordinado al poder económico; el servicio haya sidorelegado por el provecho; los intereses individuales o de grupos hayanprevalecido sobre el interés general. Esto nos explica el Estado liberal,neutro, indiferente, policía de seguridad para los triunfadores; la economía delucro y la libre concurrencia sin límites; la propiedad como derecho absolutoe incondicionado; el imperialismo internacional del dinero y la concienciaideológica de clases an tagónicas, extremas e irreconciliables, más acá y másallá de las fronteras nacionales.

La política que no sirve al bien común, suprema ley de la sociedaddespués de Dios, se corrompe y se degrada. Una institución es buena sisirve adecuadamente, eficazmente, al fin para que esta hecha; es mala si nosirve y, por el contrario, conspira contra dicho fin. El Estado liberal, jacobinoy democrático edificado sobre el hombre egoísta y el sufragio universal, hanpermitido que la riqueza del poder soberano de la Nación haya sidoreemplazada por el poder de la riqueza sin Dios y sin Patria. La plutocraciainternacional a la sombra de la llamada soberanía popular, mediatiza lospoderes públicos y explota a las naciones. La concentración progresiva de lasriquezas nacionales, en poderes financieros multinacionales a favor de losprincipios liberales, ha despojado y miserabilizado a la inmensa mayoría delas personas y de las naciones.

En previsión de la protesta y de la rebelión de los oprimidos, de losexpoliados y de los marginados, el imperialismo internacional del dineropromueve y canaliza a la ideología marxista-leninista y sus revolucionessocialistas. La conciencia de clases extrema y la lucha de clases a nivelinternacional, ha sido el designio común de la plutocracia y el comunismopara arrasar con el sentido de lo nacional, con el amor a la Patria, con elarraigo a una empresa común de destino histórico; pero a pesar de la difusiónde la ideología marxista, de los slogans, de las canciones, de las marchas yde las banderas rojas de comunistas y socialistas, obreros, empleados yestu-diantes, vistieron el uniforme de los soldados de sus respectivasnaciones y siguieron hasta la muerte sus banderas en las dos guerrasmundiales. Lo nacional se ha revelado más fuerte, mucho más fuerte quelo social, entendido como intereses de clase. Hasta en Rusia soviética lo

Page 8: El Nacionalismo Argentino

nacional prevaleció sobre lo social en la resistencia y oposición a la invasiónalemana.

Las grandes reacciones nacionalistas contra la plutocracia y elcomunismo fueron vencidas militarmente; pero el valor de lo nacional semostró más relevante y superior a cualquier otro valor humano. Los hombresestán hoy como estuvieron siempre, dispuestos a sufrir y a morir por la Patriaque es la Nación vista como un territorio estable y una herencia común.

Esta es la razón por la cual Stalin disolvió aparentemente la TerceraInternacional en el año 1944. Y es la razón por la cual a partir de 1945, larevolución comunista mundial instrumenta dialécticamente la fuerza de lonacional en los movimientos subversivos de los países que son o sedenominan subdesarrollados.

Los últimos veinticinco años documentan el giro nacionalista en laacción del Comunismo Internacional, ateo y apátrida por definición,intrínsecamente perverso pero radicalmente anticristiano.

Y llegados a este punto, volvemos al comienzo de estas páginaspreliminares para examinar las versiones del nacionalismo argentino que enla actualidad, aparecen instrumentadas ideológicamente por el marxismo-leninismo y al servicio de la subversión comunista en América Latina.Vamos a demorarnos en el análisis de los elementos ideológicos quedesvirtúan su contenido doctrinal y su plan de acción, hasta confundir sutrayectoria con la izquierda revolucionaria. Dichos elementos son elpopulismo, el clasismo y el socialismo, incompatibles con el orden de losprincipios de un nacionalismo constructivo y restaurador, jerárquico eintegrador, cristiano y argentino en su contenido objetivo y en su estilo.

La Nación es normalmente el medio natural donde se levanta y seconstituye una soberanía política; donde los hombres alcanzan la suficienciade la vida temporal en el bien común; donde despliegan su personalidadtrascendente y participan en una empresa de destino histórico. La Nación quees la Patria vista en la continuidad solidaria de las generacionescomprometidas en una responsabilidad común, viene después de Dios en lajerarquía de los valores y en el amor de los hombres arraigados en una mismatierra histórica.

Cuando la Nación está enferma, declinante, sometida o entregada;cuando está en peligro de sucumbir, la reacción nacionalista es un deberperentorio e inexcusable. Su finalidad es restablecer a la Naciónreafirmándola en los principios que le dieron el Ser; recuperar el señoríosobre todo lo propio y devolverla al imperio de la virtud, del bienestar y de lagrandeza.

Page 9: El Nacionalismo Argentino

He aquí el significado real y la verdadera justifica-ción delnacionalismo. No hay otra política admisible en la hora del peligro nacional.Es la reacción espontánea del amor a la Patria y de la vergüenza; se traduceen una política de la verdad, del sacrificio y de la jerarquía.

La verdad exige el lenguaje de la definición; le repugna la adulacióny la demagogia.

El sacrificio que es el amor en su extremo, exige dar la vida para hacerla verdad.

La jerarquía, “esa escala de los nobles designios”, exige restablecer elorden de la verdad en las almas y en las instituciones.

El nacionalismo se corrompe y se extravía cuando sufre la influencia delas ideologías que propagan los enemigos y renegados del género humano:los señores del dinero y los empresarios de la subversión comunista.

Las ideologías son esquemas mentales elaborados en base aabstracciones que parcializan la realidad o a generalizaciones abusivas de laexperiencia. Ver e interpretar la conducta de los hombres, el acontecerhistórico o las estructuras sociales por medio de ideologías, es empobrecer,deformar, mutilar o ensuciar la realidad. Es ver e interpretar las acciones ylos acontecimientos humanos en la perspectiva de intereses egoístas osectarios, de las pasiones sociales, de las preferencias pragmáticas querecortan su faz aprovechable, interesada o partidista.

La educación pública en todos sus grados y la propaganda masiva de losmedios de difusión van conformando la mentalidad de la población según lasideologías en boga. Las gentes vulgares e ilustradas se habitúan a discutirsobre lo que acontece en el ámbito social y político, por medio de esquemasmentales, arbitrarios y artificiosos, sectarios y tendenciosos. El discursodesarraigado de la esencia y del fin objetivos, no procede según la identidad,sino según una lógica de la apariencia, dialéctica y contradictoria. En laactualidad, lo mismo en la calle que en nuestros ambientes universitarios yhasta en la Iglesia de Cristo, prevalece esa mentalidad ideológica. No seargumenta con ideas reales y verdaderas donde transparece la esencia y el finde lo que existe, sino con esquemas mentales prefabricados o seudoconceptosque no son más que mitificaciones ideológicas.

El populismo, el clasismo y el socialismo son tres ejemplos deideologías, cuya infiltración en el nacionalismo argentino lo distorsiona, loconfunde y lo extravía. Lo comprometen gravemente en su doctrina y en suacción, hasta el punto de instrumentarlo al servicio de la subversióncomunista.

La infiltración de las mismas ideologías en la Iglesia de Cristo, a travésdel Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, también la compromete

Page 10: El Nacionalismo Argentino

en la guerra y en los objetivos del comunismo ateo, un poder mundial queimpulsa, dirige y absorbe toda forma de protesta o de rebelión que se dejacontaminar por la ideología marxista-leninista.

Vamos a analizar entonces, en sucesivos capítulos, el populismo, elclasismo y el socialismo, con el propósito de contribuir a la depuracióndoctrinal del nacionalismo argentino. Cumplida esta urgente tarea purgativa,surgirá limpia, diáfana y precisa su idea y su línea de acción, como unaafirmación soberana frente a la plutocracia y al comunismo.

I Parte

EL NACIONALISMO ARGENTINO

Las ideologías que lo distorsionan: el populismo, el clasismo, elsocialismo

Page 11: El Nacionalismo Argentino

Capítulo I

EL POPULISMO

La formulación más radical de la ideología populista procede deRousseau en su Contrato Social; por esto le corresponde con más títulos que aningún otro intelectual, la paternidad de la Revolución Francesa de 1789.

El hombre original es el individuo que por su naturaleza es bueno, libre ysoberano, autosuficiente para conservar su ser. Claro está que cada hombre seve obstaculizado, al concurrir con los demás en procura de los mismos bienes.No puede subsistir en el estado primitivo de aislamiento y se ve impelido aformar por agregación una suma de fuerzas que le permita obrar en armoníacon sus semejantes. Es así como surge el orden social cuyo derecho no vienede la naturaleza, sino que está fundado en convenciones. Se trata, pues, deencontrar una forma de asociación que defienda y proteja con toda la fuerzacomún, a la persona y los bienes de cada asociado, y por virtud de la cual cadauno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y quede tan libre comoantes. Tal es el problema fundamental, al cual da solución el Contrato Social(Libro I, capítulo 6). Lo esencial del Contrato o Pacto Social se reduce a lossiguientes términos: “Cada uno pone en común su persona y todo su poderbajo la suprema dirección de la voluntad general y cada miembro es parteindivisible del todo”(Libro I, capítulo 6).

Este acto, según Rousseau, produce inmediatamente una unidad moral,una persona pública, un yo común con su vida y su voluntad “que sedenomina Estado cuando es positivo; soberano cuando es activo [...] yrespecto de los asociados toma colectivamente el nombre de pueblo”.

Aunque las contradicciones son frecuentes en este manual de lasdemocracias contemporáneas, el dogma jacobino de proyección políticauniversal se resume en el Libro IV, capítulo 2:

“No hay más que una sola ley que por su naturaleza exija unconsentimiento unánime: el pacto social, porque la asociación civil es el actomás voluntario del mundo; habiendo todo hombre nacido libre y dueño de símismo nadie puede, con ningún pretexto sujetarlo sin su asentimiento [...]Fuera de este contrato primitivo, la voz del mayor número obliga siempre atodos los demás [...] cada uno dando su sufragio, da su opinión sobre unacuestión propuesta, y del cálculo de votos se saca la declaración de la voluntadgeneral. Por tanto, cuando la opinión contraria vence a la mía, no se pruebaotra cosa sino que yo me había equivocado, y que lo que yo consideraba comovoluntad general no lo era”.

Page 12: El Nacionalismo Argentino

El pueblo es el soberano y su soberanía es inalienable: sólo puede serrepresentada por el pueblo mismo y se manifiesta por el voto de la mayoríaque es la voluntad general. El pueblo soberano instituye el gobierno quequiere, puede conservarlo o reemplazarlo por otro. Todas las leyes sonreversibles, incluso el mismo Pacto Social (cf. Libro III, capítulo 18).

Hemos prolongado las citas para demostrar a través del análisis, elcarácter puramente ideológico de esta resonante concepción política.

Rousseau desconoce la naturaleza social del hombre; afirma que es libre,soberano y autosuficiente por naturaleza. La soberanía popular resulta de unconvenio unánime de estas soberanías individuales y se ejerce por el voto delas mayorías accidentales; es la voluntad general, ilimitada en su poder ydueña absoluta de las decisiones. La soberanía popular es la omnipotencia delnúmero. El derecho y la ley se fundan en el criterio más inconsistente,accidental, voluble y arbitrario.

El esquema natural elaborado por Rousseau, deja de lado la naturalezasocial del hombre y lo que la experiencia histórica documenta acerca de sucondición existencial.

El hombre nace de sus padres y en una Patria determinada, con frecuenciaconstituida en Estado soberano por el sacrificio de los héroes y de lasgeneraciones fundadoras; es heredero de una tradición y responsable de undestino histórico con sus compatriotas. Quiere decir que el hombre nacecomprometido y vinculado [con] sociedades naturales aunque intervenga lavoluntad en su formación; medios necesarios como la familia, la Patria, elEstado nacional, en los cuales desarrolla y madura su personalidad; tienedeberes y tareas preexistentes, hacia la familia y la Patria, que no dependen desu arbitrio.

La soberanía política, o sea, el señorío sobre todo lo propio no resulta deuna convención ni del sufragio, sino del sacrificio y la sangre derramada;compromete a las generaciones que van llegando a renovar el sacrificio sifuera menester.

No es verdad que el hombre no tiene más deberes que los que impone oreconoce libremente; por sobre lo convencional, están las dependenciasnaturales que constituyen deberes y compromisos irrenunciables.

Entre todas esas dependencias la primera y principal es la religiosa, elvínculo de la criatura [con el] Creador que reviste un carácter personal, íntimoy trascendente en el cristiano, por el misterio de la Encarnación y la DivinaRedención, consumada en el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo ycontinuada en su Iglesia.

La soberanía popular excluye a la Soberanía de Dios y rechaza el dogmadel pecado original al que pretende reemplazar por una supuesta bondad

Page 13: El Nacionalismo Argentino

natural y sobre todo, por la inmaculada concepción del pueblo soberano. Lavoluntad general que se expresa en el voto de las mayorías, es sana, recta einfalible.

Cualquier persona con sentido común advierte cuán absurdo, insensato eirresponsable es este criterio político, basado en la movilidad infinita delinterés egoísta y de la opinión. La experiencia documenta la acumulación deruinas provocada por la adulación y la demagogia.

Por otra parte, el populismo jacobino no sólo es ateo, sino radicalmenteanticristiano. Rechazar el pecado original es eliminar a Cristo y a la DivinaRedención. Si el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe, tal comodeclama Rousseau, sólo queda lugar para un mesianismo puramente social,una reforma en las relaciones humanas para ajustarlas a la bondad natural. Secomprende, [así], el [actual] proceso de secularización del Cristianismo y elconsiguiente reemplazo de la teología por la sociología en el planteo ysolución del problema ético del hombre en todos los órdenes: personal, social,político, etcétera.

Asistimos a la disolución de Cristo; se deja de lado lo divino, losobrenatural, para atender exclusivamente a lo humano, a lo natural. La figurade Cristo se reduce a una expresión demasiado humana y la cuestión social seconvierte en la cuestión última y decisiva de la existencia. La DivinaRedención se cambia en revolución social.

El mal no se ha originado en una desobediencia del hombre a Dios, sinoque tiene un origen histórico-social: la institución de la propiedad privada.Rousseau relata el suceso en su Discurso sobre el origen de la desigualdadentre los hombres, de un modo tan directo y simple como el relato delGénesis: “Cuando un hombre le puso cerco a un terreno y dijo: «esto es mío»[…] allí comenzó la desigualdad que engendra odio y el mal hizo presa delcorazón bueno” (Discurso sobre la desigualdad entre los hombres, II Parte).

Comunistas, socialistas, anarquistas y sus variaciones, verán en lasupresión radical o en la tendencia a suprimir la propiedad privada, sobre todode los medios de producción, la solución mesiánica de la cuestión social, de lainjusticia y de los males sociales. Y lógicamente el pueblo, el verdaderopueblo identificado con la inmensa mayoría de proletarios -sin propiedad -,será el ejército mesiánico de su propia liberación de la miseria, por medio dela expropiación de los propietarios y la socialización de la producción.

Se advierte claramente que el populismo, el clasismo y el socialismo sonmomentos de una sola y misma ideología, cuya expresión más acabada yeficaz es el marxismo-leninismo. So pretexto de combatir los excesos delindividualismo, se niegan las legítimas superioridades, las personalidades

Page 14: El Nacionalismo Argentino

rectoras, los auténticos jefes que saben mandar. Se habla cada vez más de lamasa creadora, protagonista de la historia; a lo sumo, se reconoce a losconductores su lugar en la cresta de la ola. La masa viene de abajo y allí estáel impulso y la fuerza, la dirección y la eficacia. “Bien sabemos, -declara elpresidente de Chile, [Salvador] Allende- que desde la base nace el poderpopular”. La soberanía política tiene su sujeto y su titular primero en el pueblosoberano que la ejerce por sí mismo, la delega, la traspasa o se vale derepresentantes; pero retorna siempre a su base como a su principio, el únicosujeto real y verdadero según el falso dogma de la soberanía popular, elprejuicio más generalizado en la sociedad contemporánea, el más arraigado enlas gentes con ilustración y sin ella.

En el número, en la mayoría siempre accidental, reside la salud, laverdad y la justicia. La calidad está en la cantidad, la legitimidad de laautoridad en la aprobación de los que obedecen, los dirigidos son losverdaderos dirigentes; los maestros son hechuras de los aprendices.

El gobierno del demos estudiantil en la universidad de la Reforma de1918, no es más que el traslado al ámbito académico de la soberanía popular.Así como los ciudadanos con más de dieciocho años eligen a sus gobernantes,los estudiantes deben elegir a sus maestros y rectores.

El populismo es radicalmente subversivo; quebranta el orden natural ycristiano de la sociedad y del Estado; invierte la escala de todas las jerarquíassociales, encumbrando los escalones más bajos hasta los últimos.

El proceso normal de actuación de las causas, de las razones, de lasmotivaciones, de las preferencias debe ajustarse a un sentido vertical yjerárquico que corresponde al orden del Ser en el universo creado, al orden dela verdad en la mente y al orden de la conducta en la sociedad.

Es una subversión en el orden de las causas explicar el universo real porla evolución ciega de una masa incandescente inicial. Es una subversiónexplicar el origen del hombre por un transformismo zoológico. Es unasubversión explicar la inteligencia por la sensación, la voluntad por el instinto,la conciencia por la inconsciencia. Es una subversión explicar la acción deljefe por la decisión de los subalternos. Es una subversión radical la soberaníapolítica, esto es, el señorío sobre todo lo que es propio de una Nación, en lamultitud numéricamente considerada.

Son todos ejemplos de subversión porque hacen salir lo superior de loinferior, la forma de la materia, el fin de los medios, la calidad de la cantidad,la expresión más cumplida de personalidad, la del que sabe mandar, de lamasa anónima e indiferenciada cuyos votos se cuentan y no se pesan.

El populismo es radicalmente subversivo, antijerárquico e inorgánico. Suvigencia en el Estado liberal se acusa en la revolución permanente que sólo se

Page 15: El Nacionalismo Argentino

extingue dialécticamente con la dictadura del proletariado, en la servidumbresistemática impuesta por el terror comunista.

El nacionalismo no puede ni debe ser populista, porque socava[ría] todaslas jerarquías naturales que integran la Nación en un Estado soberano. Si elnacionalismo se propone salvar a la Nación, restablecerla en su ser, en suunidad, en su integridad y en su señorío político, no puede entregarse a lasubversión populista que corrompe el principio de autoridad y el espíritu desubordinación a la jerarquía y al orden.

El nacionalismo auténtico no confunde jamás la soberanía nacional, cuyoprecio es el sacrificio, con soberanía popular que sólo existe en el papel y en laretórica demagógica.

En nuestra Patria, después de cuarenta y tres años de la Revolución deMayo, después de haber conquistado y consolidado la soberanía política por elsacrificio de la sangre, a través de sucesivas guerras de la Independencia,civiles e internacionales, se organiza la Nación por medio de una Constituciónque se funda en la soberanía popular. Desde entonces y a la sombra de dichaConstitución populista, los sucesivos gobiernos han sido mediatizados, enmayor o menor medida, por la internacional financiera, la internacionalmasónica y la internacional marxista, tres manifestaciones del poder satánicoempeñado en borrar el nombre de Cristo de las almas y de las instituciones.

Los gobiernos digitados por la oligarquía liberal, los gobiernos elegidosmasivamente por el pueblo y los gobiernos de facto de origen militar que serepiten desde 1930, todos han proclamado su fe populista y su decisión finalde escuchar la voz del soberano en las urnas. Las transgresiones másflagrantes de la legalidad constitucional no alteran, en lo más mínimo, elpopulismo inconmovible de los gobernantes de turno, sean civiles o militares.

La ideología populista no siempre reconoce el origen jacobino. Ennuestro país, se agrega otra corriente de influencia secular a través delmagisterio ejercido por el padre jesuita Francisco Suárez. Los abogados queintervinieron en la Revolución de Mayo, emplearon en los documentosoficiales una retórica populista que responde a esa tradición escolástica.

No se invoca un pacto social entre las soberanías individuales al modo deRousseau, pero si un pacto político entre el pueblo -primer titular de lasoberanía por la delegación divina-, y el príncipe. Cuando el gobierno cesa oes destituido, el poder soberano [revierte] hacia el pueblo. De ahí el postuladoteológico de Suárez, según el cual: “Ningún principado político es deinstitución divina inmediata; pero todos han sido establecidos por intermediode la voluntad de la multitud soberana”.

Page 16: El Nacionalismo Argentino

No se discute que un gobierno pueda ser elegido por la multitud, en elsentido de ser designado; pero es inadmisible que la multitud sea soberana ypueda transmitir o delegar la potestad que no tiene.

No es soberano el que no puede ejercer por sí mismo el señorío. Latitularidad es indivisible del ejercicio, carece de sentido afirmar que tienemando el que no es capaz de mandar.

La multitud como tal es inepta para gobernar; no puede por sí mismadecidir, ni legislar, ni administrar justicia que son las funciones propias delgobierno político. Por esto es que el Padre Bouillón insiste con razón: “Elpoder tiene horror al número. Creado para unificar, su perfección seproporciona a su unidad [...] Por esencia, no puede ser ejercido por todos” (Lapolítica de Santo Tomás).

El poder o soberanía política viene de Dios; pero no desciende haciaquien no puede ejercerlo; por esto es que el pueblo materialmente consideradocomo multitud de individuos, no es titular primero, ni segundo; no puede sersujeto de poder por su ineptitud.

Claro está que es lícito sostener que el poder político resida en el pueblo,si nos referimos a la multitud unida, jerarquizada, organizada, donde una partegobierna para el todo. Ni siquiera es necesario el consentimiento de losgobernados. Se comprende que gobernar con la aprobación del pueblo todo ode la mayoría, es muy conveniente; pero no es necesario.

La legitimidad de un gobierno político no [reside] en las elecciones ni enel consentimiento de las mayorías; su justificación es el cumplimiento del finque es servir eficazmente al bien común, suprema ley de la sociedad despuésde Dios. Y no se puede servir al bien común sin la plena posesión de lasoberanía política que permite la libertad necesaria para realizar dicho fin.

El General Franco, por ejemplo, gobierna España desde hace más detreinta años. No fue elegido por el pueblo, ni puede decirse que lo acompañaraen su gestión el consentimiento general. Llegó al gobierno por la fuerza de lasarmas y en los años difíciles, bajo el peso abrumador de un millón de muertosy [de] las ruinas acumuladas, reconstruyó España con sólidas estructuras,sirvió al bien de su pueblo e hizo fuerte y grande a la Nación. El hecho de queen los últimos años se adviertan concesiones liberales y algún relajamientodel régimen, no invalida la formidable obra providencial y justicieracumplida después de tres años de cruenta guerra civil y en medio de lasdificultades creadas por la Segunda Guerra Mundial y de las brutalessanciones que le fueron impuestas.

Oliveira Salazar realizó un gobierno sabio, constructivo y ejemplar enPortugal, a lo largo de cuarenta años; fue llamado al gobierno por los jefes delEjército y lo ejerció sin el voto y sin el consentimiento popular. No dudamos

Page 17: El Nacionalismo Argentino

de que la inmensa mayoría de los portugueses terminará por aprobar yagradecer el inmenso bien realizado por el insigne estadista, servidor lúcido,fiel, abnegado y austero, que enseñó a sus compatriotas esta suprema normapolítica: “preferir ser mejores a estar mejor”. El prudente Aristóteles insiste,en su tratado sobre la Política, en la primacía de la virtud sobre el bienestarmaterial.

En nuestra república, los dos gobiernos de base popular, librementeelegidos por la mayoría, democráticos en su origen y en su trámite, Irigoyen yPerón, acabaron por ser un atentado contra el bien común y por precipitar unproceso de descomposición moral y material. Tuvieron que ser destituidos poralzamientos militares, a pesar del fervor popular que los acompañó en todomomento, incluso después de la caída.

Los estragos producidos por la adulación y el servilismo en la épocaperonista han sido tales que todavía hoy -1972-, uno de los hombres máscorrompidos y corruptores de la historia universal, sigue contando con elapoyo de muchos en todos los niveles sociales. Han pasado diecisiete añosdesde la revolución que lo derrocó y el planteo de una salida electoral,democrática y legal, exige ir a buscar la solución a Madrid.

La inmaculada concepción del hombre y de la multitud, que es unsupuesto del populismo, no resiste el examen más superficial. Quieran que no,hay que volver al dogma del pecado original y reconocer una proclividad almal en todos los hombres, sea que los consideremos aislados o en el seno de lamultitud. Claro está que la responsabilidad principal es de los dirigentes,sofistas aprovechadores y hábiles demagogos que envenenan al pueblo con lasideologías y lo degradan hasta el nivel de la masa, la gran bestia de [la] quehabla Platón.

El populismo en cualquiera de sus expresiones, no sólo es una falsaideología sino que es funesto para el destino de una nación. Su infiltración enlas almas y en las instituciones compromete todo sentido de orden y lo arrastraa la subversión. En la medida de su influencia, lleva al desconocimiento y aldesprecio de toda forma de autoridad y señorío, del espíritu jerárquico y delsentido de la responsabilidad personal.

El populismo arremete contra el carácter paternal que es inherente alejercicio de la autoridad sea la que fuere, la del padre de familia, la deleducador, la del jefe militar, la del gobernante político. Condena como lesivode la dignidad del hombre y del pueblo, a todo gobierno paternalista porque nosoporta que sea una imagen del Padre que está en los cielos, ni que seaejercido en su Nombre.

Nada más natural que un verdadero conductor sea un padre para los queconduce. Y es profundamente cristiano reconocer a un padre en el que manda.

Page 18: El Nacionalismo Argentino

La paternidad hace referencia a un principio y a un superior; tiene unsentido personal, vertical y jerárquico. La filiación es un vínculo dedependencia y señala de quien se procede y de quién se es deudor: Dios, laPatria, los padres, el maestro, el caudillo, el héroe.

La paternidad no se elige, ni figura entre las cosas que se discuten. Dios,la Patria, los padres no se eligen ni se discuten. Nos son dados y debemosreconocerlos y acatarlos, aunque podamos renegar de ellos cometiendo elmayor de los crímenes. Son los primeros en amarnos y servirnos hasta elsacrificio, hasta darlo todo, incluso la vida por los suyos.

Dios Padre nos envía a su Hijo hecho hombre y su testimonio supremo deamor es el sacrificio: Cristo acepta el sufrimiento y la muerte para salvarnos.En la cruz adoramos a la Verdad crucificada por amor.

La Patria nos ofrece el sacrificio de los héroes y de las generacionespatricias para hacernos herederos de un nombre, de un destino histórico, de unseñorío político.

Los padres carnales aman y cuidan de sus hijos hasta el sacrificio de suspropias vidas.

El titular del gobierno político puede ser elegido por la multitud o haberseconstituido, [legítimamente], por propia decisión; pero el poder lo recibe deDios y debe ejercerlo como un padre, a imagen y semejanza del Padre que estáen los cielos. Por ser paternal es ministerio de justicia y de amor, un ministeriode servicio para el bien de los gobernados.

Gobernar es un modo eminente de servir al prójimo, en este caso, elpueblo todo. Cuando el que preside se sirve en lugar de servir, cuando seaprovecha de su pueblo para su propio beneficio, el de los suyos o de unaparte privilegiada, degenera y se vuelve tiránico, oligárquico o demagógico;también puede ser una combinación de estas corrupciones, como enseñaAristóteles.

Insistimos en que el populismo arrasa con el carácter paternal del poder yexime de responsabilidad al gobernante de base popular, delegado de unsoberano impersonal, anónimo e inepto.

La obsesión populista hace que los gobiernos de facto, tal como ocurre ennuestro país desde el año 1930, busquen afanosamente el consensomultitudinario o prometan un retorno a plazo fijo del régimen constitucional.Se suceden las dictaduras militares, pero sus titulares se declaraninvariablemente democráticos y civilistas, respetuosos de la voluntad popular.

El horror a la responsabilidad personal se refugia a la sombra delpopulismo. Los gobernantes de turno consagrados por el voto o elconsentimiento de la mayoría, operan con una cierta impunidad ante un“soberano” tan voluble e inconsciente. Es justamente [esta impunidad]

Page 19: El Nacionalismo Argentino

fundada en esa ficción que es la soberanía popular, lo que ha permitido lamediatización de los poderes públicos por el imperialismo internacional deldinero. También nos explica la urgencia de los gobiernos de facto por la salidaelectoral, a fin de que los parlamentos elegidos por el pueblo soberano,legalicen las concesiones y enajenaciones del patrimonio nacional. Losúltimos cuarenta años de historia política argentina ilustran acerca de esaurgencia por volver al vómito electoral, en los gobiernos surgidos depronunciamientos militares.

Hemos intentado demostrar que el apoyo popular, multitudinario,numérico, es conveniente para el gobierno político; pero de ningún modonecesario ni determinante de su legitimidad. El voto o consentimiento de lamayoría puede ser legal; pero no asegura en absoluto que el gobierno va aservir eficazmente al bien común.

No hablamos aquí de transferencia o delegación de una soberanía que elpueblo en bloque no tiene, sino de la simple designación de los gobernantespor la vía del sufragio universal. Nada tiene que ver con la legitimidad, ni esgarantía de eficiencia prudencial, ese aval de la mayoría; es meramente unmedio accidental, establecido en el derecho positivo, para la designación delos que van a ejercer el poder político.

Por esto es que no se ajusta a la realidad sino a la ideología populista, eltexto siguiente de Maritain que transcribimos de su libro: El hombre y elEstado: “El pueblo goza siempre de la posesión permanente de ese derecho agobernarse, cuyo ejercicio delega el mando sobre los demás, en virtud de laprimera fuente de la autoridad. El gobernante es la imagen del pueblo y elsupremo delegado popular” (capítulo V).

Por lo pronto, el derecho a gobernarse en un pueblo o nación, no es “unaposesión permanente”, sino una conquista ardua y difícil, cuyo precio es lasangre derramada en los campos de batalla; una conquista que se mantiene porla disposición permanente al sacrificio en las generaciones presentes yvenideras, no de la ficticia soberanía popular.

El ejercicio del gobierno soberano lo cumple un sujeto o titular que esparte del pueblo; pero de ningún modo delegado popular ni imagen delpueblo. En rigor, continuador de una responsabilidad histórica, otorgada porDios al sacrificio, ejerce el gobierno soberano para servir al bien común de supueblo, en nombre de Dios y a su imagen.

El derecho al gobierno soberano se pierde en un pueblo por corrupción,abandono, claudicación o dimisión de los responsables; por esta razón, los queno saben mandarse tienen que obedecer a un poder extranjero. La cuestión de

Page 20: El Nacionalismo Argentino

la soberanía política no se resuelve en las urnas, sino por las armas en la horadel sacrificio.

En cuanto a la designación de los gobernantes por el voto popular, hayque tener en cuenta la lección prudencial que nos ha dejado San Agustín en sudiálogo sobre El libre arbitrio:

“Agustín: Ahora bien, si se diera pueblo tan morigerado y grave ycustodio tan fiel del bien común que cada ciudadano tuviera en más la utilidadpública que la privada, ¿no sería justa una ley por la que se le permitiera a estepueblo elegir magistrados, que administren la hacienda pública del mismo?

Evodio: Sería muy justo.Agustín: Y si, finalmente, este mismo pueblo llegara poco a poco a

depravarse de manera que prefiriese el bien privado al bien público y vendierasu voto al mejor postor, y, sobornado por los que ambicionan el poder,entregara el gobierno a hombres viciosos y criminales, ¿acaso no obraríaigualmente bien el varón que, conservándose incontaminado en medio de lageneral corrupción y gozando a la vez de gran poder, privase a este pueblo dela facultad de conferir honores, para depositarla en manos de los pocos buenosque hubieran quedado, y aún de uno sólo?

Evodio: Sí, igualmente bien”. (De libero arbitrio, Libro I, capítulo 6)

El gran teólogo se revela maestro de prudencia política. Ser prudente esobrar en conformidad con la realidad; y no según la ideología populista, porejemplo, que sustituye la realidad por un esquema mental prefabricado: laburda ficción del pueblo inmaculado y autosuficiente, integrado por unamultitud de soberanos que nacen libres, buenos e iguales.

Se comprende fácilmente el funesto error que encierra esta retóricaadulatoria y servil. Y en consecuencia, la grave imprudencia de guiarse en laacción política por la ideología populista. La verdad es que el hombre no nacebueno, sino proclive al mal. Y esa proclividad al mal se extiende también a lamultitud de los hombres que integran materialmente un pueblo. Tampoco elhombre nace libre, sino en la más extrema dependencia de sus mayores yllegar a ser libre exige una rigurosa disciplina, al punto de que “la mayorlibertad es hija del mayor rigor” (Leonardo da Vinci). Y, finalmente, loshombres no nacen iguales, sino que la distribución natural de las aptitudes ytalentos no puede ser más desigual.

Ocurre que los pueblos se elevan en la virtud o se degradan en el vicio. Yun mismo pueblo, tal como advierte San Agustín, puede ser virtuoso en unmomento y dejar de serlo en otro. De ahí que sea justo en un caso concederle

Page 21: El Nacionalismo Argentino

el derecho de elegir sus magistrados; y también justo quitarle ese derechocuando se corrompe.

Claro está que un pueblo se pudre por la cabeza, o sea, por su clasedirigente. No es como afirma Maritain: “El [gobernante] es imagen delpueblo” sino que el pueblo es imagen del [gobernante].

La Argentina hoy se manifiesta más bien como una masa que como unverdadero pueblo. La acción deformante y subversiva de las ideologías, más lapavorosa corrupción de las costumbres públicas, configuran un estado derelajamiento general, sobre todo en las grandes urbes. Hay una masa juveniluniversitaria y una masa proletaria y burocrática, profundamente confundidasy subvertidas por el marxismo, a través de las ideologías populistas, clasista ysocialista. Las Fuerzas Armadas y la Iglesia de Cristo también padecen unaseria infiltración ideológica.

Quedan, por cierto, reservas intactas en todos los niveles e instituciones;un resto importante de gentes honestas y patriotas para emprender larestauración nacional, o mejor, nacionalista, que reclama la Patria en peligro.

En conformidad con su misión específica, las Fuerzas Armadas debenconstituirse en la columna vertebral, donde se articula y sostiene la Nación ensu existencia soberana, como en el tiempo inicial de la historia Patria.

La doctrina nacionalista que debe informar y orientar la acción políticatiene que ser jerárquica para restaurar el orden de los principios en las mentesy en las instituciones sociales. Tan sólo así la masa urbana, tanto universitariacomo proletaria, será liberada de su populismo radical y elevada a la altura deun verdadero pueblo.

Nada más oportuno para terminar este capítulo, como recurrir, después deSan Agustín, a otro gran contemplativo para iluminar el sendero de laprudencia política. Nos ha dejado el poeta Shakespeare un pasaje magistral ensu tragedia Troilo y Cressida:

“Ulises: [...] una empresa sufre bastante cuando se quebranta la jerarquía,escala de todos los grandes designios. ¿Por qué otro medio sino por lajerarquía, las sociedades, la autoridad en las escuelas, la asociación en lasciudades, el comercio tranquilo entre las orillas separadas... las prerrogativasde la edad, de la corona, del cetro, del laurel, podrían debidamente existir?Quitad la jerarquía, desconcertad esa sola cuerda y escuchad la confusión quese sigue. Todas las cosas van a encontrarse para combatirse; las aguascontenidas elevarían senos más altos que sus márgenes, y harían un pantanode este sólido globo; la violencia se convertiría en ama de la debilidad, el hijobrutal golpearía a su padre a muerte; la fuerza sería el derecho... GranAgamenón, cuando la jerarquía está ahogada, he ahí el caos que sigue a su

Page 22: El Nacionalismo Argentino

ahogo. Lo que caracteriza ese desprecio de la jerarquía es retroceder siempreun escalón...” (Acto I. Escena III).

Medite el lector, los pasos que hemos retrocedido y el desprecio de todaforma de autoridad en que hemos caído, por obra del populismo que domina lamentalidad de los argentinos, en particular de su clase dirigente.

El nacionalismo populista no es más que un contrasentido y se conviertenecesariamente en un instrumento dialéctico de la subversión social que nosarrastra hacia el comunismo ateo.

El nacionalismo verdadero y constructivo es jerárquico, porque la Naciónbien ordenada en justicia y caridad, comporta grados de diferenciación socialque hacen al desarrollo de la personalidad humana y a la común grandeza.

Page 23: El Nacionalismo Argentino

Capítulo IIEL CLASISMO

El nacionalismo de izquierda, el nacional justicialismo, la llamadapromoción obrera de los sacerdotes tercermundistas y todo movimiento que sepropone alcanzar la liberación nacional por medio de la guerra subversiva, a lainfluencia ideológica del populismo jacobino agregan la del clasismomarxista.

El pueblo no es toda la Nación, sino aquella parte que se estima la másnumerosa y la más golpeada por la injusticia social, la clase obrera o elproletariado. Y en consecuencia, el bien del pueblo es el bien de la claseobrera y no el bien común social y nacional.

Así como Sieyes identifica a la Nación con el tercer estado, excluyendo ala nobleza y al clero, Marx y sus epígonos, identifican al pueblo con el estadollano de los proletarios o sin propiedad. El resto de la Nación se integra con lafracción de los apropiadores y explotadores, corrompidos e irredentos, queforman la clase burguesa, la cual tiene que ser aniquilada para que elproletariado reducido actualmente a ser una nada social, pase a ser el todo enla nueva sociedad sin clases.

El origen de esta simplificación arbitraria y abusiva de una realidadcompleja, así como su empleo sistemático, se remonta al “ManifiestoComunista”, de Marx y Engels, publicado a principios de 1848:

“La historia de la sociedad hasta nuestros días, es la historia de la luchade clases. En las primeras épocas históricas, encontramos por doquier, unacompleta división de la sociedad en diversos estamentos, una variadajerarquización social. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros yesclavos. En la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, compañe-ros y siervos.

Nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza, sin embargo, porhaber simplificado los antagonismos de clase. Toda la sociedad se divide, cadavez más, en dos clases directamente enfrentadas: burguesía y proletariado”.

He aquí el esquema dialéctico de una contradicción social insuperable,cuya difusión y fijación masivas, ha proliferado en una falsa y falacísimaconciencia de clase que sacrifica a la actitud subversiva, las realidades másnotorias.

El marxismo ha fraguado e impuesto con máxima eficacia una concienciaideológica de clase víctima, no de injusticias, sino de la injusticia por la cual lamayor parte de la humanidad se ha alienado en la extrema inhumanidad quepadece la clase proletaria.

Page 24: El Nacionalismo Argentino

Tan sólo por medio de una lucha de clases sostenida, implacable, sincuartel, contra los culpables burgueses, el proletariado podrá lograr suliberación y su recuperación de todas las alienaciones.

La lucha de clases se reviste en la actualidad, con la máscara delnacionalismo y se plantea como lucha por la liberación nacional contra elimperialismo yanqui y la burguesía nativa. El esquema dialéctico de las clasesextremas y antagónicas permanece intacto y la subversión comunista lo aplicainvariablemente:

La burguesía –tesis- provoca el nacimiento y el desarrollo delproletariado - antítesis -, a fin de que su contradicción resulte la síntesis de lasociedad sin clases y si diferencias que engendran odio.

La ideología clasista se traduce en una especie de maniqueísmo social porcuanto hay una clase de los buenos y otra clase de los malos, explotados yexplotadores sin atenuantes.

Frente a esta simplificación absurda nos basta recordar la existencia delas clases medias, tan importantes y de tanta gravitación económica, social ypolítica, por ejemplo, en nuestra Argentina.

Por otra parte, la característica más relevante entre nuestras clases omedios sociales ha sido la apertura, la comunicación y la circulación, sobretodo, de abajo hacia arriba. La actual clase dirigente procede en casi sutotalidad, de inmigrantes proletarios en primera, segunda o tercera generación.

Un elevado número de obreros, antes y ahora, ascienden ellos mismos ensus hijos a las profesiones universitarias o al nivel empresario. Se comprendeel precio de esfuerzos y sacrificios que deben pagar; pero a nadie le estávedado abrirse camino y escalar posiciones. Es una constante en nuestrahistoria.

Aparte de la vigencia del derecho común para todos los habitantes, lassituaciones de iniquidad social como las que describiera Barret en su folleto“Así son los yerbales”, pertenecen en general a un pasado superado y eran másbien excepciones.

No hay duda de que a fines del siglo pasado y comienzos del actual lascondiciones de trabajo eran duras y los salarios bajos, tanto en la ciudad comoen el campo; pero aún así era corriente que los trabajadores se procurasen lavivienda familiar y educaran a sus hijos en vista de un nivel social superior.Los barrios residenciales de las ciudades principales tuvieron ese origenesforzado y nobilísimo.

La sociedad argentina es la refutación más palmaria del esquemamarxista de las clases extremas y antagónicas. La variedad, riqueza ysignificación de las clases medias es el carácter dominante y distintivo.

Page 25: El Nacionalismo Argentino

El clasismo no resiste la confrontación con la realidad social. No hay enel día de hoy una clase obrera explotada y miserabilizada, sumergida en loinhumano. Hay sí una multitud de marginados, refugiados en los suburbios delas ciudades o vegetando miserablemente en zonas del interior. Nomencionamos a las villas de emergencia que exhiben un enjambre de antenasde televisión, a pesar de los horrores de la promiscuidad que comparten conlos conventillos. Nos referimos a los quinientos mil menores sueltos en elGran Buenos Aires, condenados a todas las lacras físicas y morales; también amillares de familias que arrastran una vida infrahumana en las provinciaspobres. Son las víctimas del régimen liberal del dejar hacer y del dejar pasar,desentendido del bien común, que se vienen multiplicando desde laorganización política en 1853.

La concentración monstruosa de las dos terceras partes de una poblaciónde veinticuatro millones, en unas pocas grandes ciudades, sobre todo, en unade ellas, con casi tres millones de kilómetros cuadrados de territoriocontinental, es la más terminante acusación contra el régimen liberal y susgobiernos subordinados a las directivas del poder financiero.

No es la plusvalía de Marx la que ha creado el submundo de losmarginados sociales en continuo aumento, sino la usura de los señores deldinero que manejan el mundo.

No es el patrón que se queda con el producto del trabajo de sus obreros;es el especulador de afuera y de adentro que se queda sin esfuerzo y sin riesgocon la mayor parte del beneficio que corresponda a obreros y patrones. Es laideología clasista que confunde las cosas y arroja a los obreros contra lospatrones, en una lucha ruinosa que va creando las condiciones de laservidumbre de unos y otros; bajo el régimen comunista que propicia einstrumenta el imperialismo internacional del dinero.

La coexistencia pacífica entre la plutocracia y el comunismo, así como elplan en marcha para el gobierno mundial de la sinarquía, son la mejorilustración acerca de la vigencia del reino del Anticristo.

Un rápido examen de lo que en la ideología clasista se entiende por claseburguesa, nos permitirá desenmascarar todavía mejor su impostura y siniestrafinalidad.

Vamos a encarar la cuestión en el propio terreno marxista de ladeterminación económica de las clases sociales en juego, conforme almaterialismo histórico que es su fundamento.

Si por clase burguesa se entienden los empresarios, patrones, dueñosde los medios de producción y de los bienes de capital, ocurre que los máspoderosos capitalistas, aquellos que disponen y manejan a su antojo la mayorparte de la riqueza de las naciones, no integran la clase burguesa. Es notorio

Page 26: El Nacionalismo Argentino

que los titulares de los poderes económicos multinacionales, están fuera y porencima de las clases burguesas nacionales. Son ateos y apátridas; no entran enla dialéctica marxista de clases que aún en la fase imperialista, identifica conla Nación yanqui, al puñado de banqueros internacionales, judíos en sumayoría, y con la complicidad de cristianos renegados.

Por otra parte, son numerosos los patrones-empresarios que trabajan enfunciones directivas o técnicas en sus propias empresas, percibiendo un salariomás elevado, pero un salario como sus obreros y empleados .En otros casos,los directivos administrativos o técnicos de grandes empresas industriales,agrícolas, comerciales o de servicios, son empleados a sueldo sin participaciónen el dominio.

Un elevado porcentaje de patrones de empresas pequeñas y medianas,tanto en la ciudad como en el campo, son los trabajadores exclusivos oprincipales. Las economías agrarias de tipo familiar, las cooperativas másdiversas, talleres, fábricas, transportes auto-motores, estaciones de servicios,comercios de barrios, consultorios profesionales, etc., son atendidos por suspropios dueños con o sin ayuda de empleados. Y queda todavía el variadorenglón de los trabajadores independientes a domicilio.

Es evidente que la mayor parte de estos patrones, dueños de sus mediosde producción, cambio y servicios, en pequeña, mediana o gran escala, nopueden ser incluidos en una clase burguesa explotadora que se queda con elexcedente de lo producido por el trabajo de sus obreros y empleadosasalariados.

Resulta difícil en muchos casos delimitar las clases sociales y ubicar a laspersonas y familias, por cuanto no siempre se puede distinguir entrepropietario y proletario (sin propiedad). Además los trabajado-res manualesasalariados que configuran al obrero típico, no son los únicos que trabajan.Los directores, los ejecutivos, los ingenieros, los profesionales universitarios ytecnológicos, los educadores, los invento-res, los ejecutivos, los ingenieros,los profesionales universitarios y tecnológicos, los educadores, los inventores,proyectistas, planificadores y organiza-dores, también trabajan en el nivelcontemplativo de todo lo que es principal y dirigente en la empresa.

Los verdaderos explotadores en las economías nacionales, los que seapropian de la mayor parte de las ganancias sin responsabilidad ni riesgo, sonlos especuladores, intermediarios, agiotistas, acaparado-res, prestamistas ybanqueros y en primer término, los titulares de la internacional del dinero queresiden en el extranjero y son invisibles.

Por otra parte, son cada vez menos los burgueses que viven de renta. Ladesvalorización de la moneda, la inflación continua y galopante, las leyes dealquile-res y arriendos, han reducido considerablemente los ingresos de

Page 27: El Nacionalismo Argentino

muchas familias. Lo habitual es que se empleen en ocupaciones remuneradasy en trabajos manuales, en otro tiempo despreciados.

Bertrand-Serret en el libro citado nos advierte que “la burguesíasobrevive a la desaparición de sus reservas y que éstas no constituyen unverdadero elemento de distinción. Tampoco lo son el género de actividad, laocupación, la profesión que, tal como se ha visto, no tienen a ese respecto lasignificación antigua” (Cap. 1, pág. 40).

Y agrega que la burguesía es un ambiente más que una clase, cuyovínculo es una mentalidad y un estilo de vida; una cierta conducta y un decoroque se mantiene incluso en la adversidad; un cuidado por la corrección en lasformas y en el lenguaje; también en el vestido, la vivienda, la higiene y elarreglo en todo.

Claro está que la mentalidad burguesa, informada por el liberalismo,acusa un modo egoísta de ser y de obrar, un sentido de provecho antes que deservicio, así como la indiferencia por las virtudes públicas y el desarraigo delas tradiciones nacionales.

El sentido despectivo que en el uso común, tiene la palabra“aburguesado”, “aburguesamiento”, se debe a una modalidad frecuente que laconcepción liberal imprime en la conducta de los que ejercen una profesión y,sobre todo, en aquellas que integran un estado, como la profesión militar o lasacerdotal.

Se califica de aburguesado al que degrada una misión de servicio en unaactitud de provecho, al que cambia la disposición al sacrificio por un espírituconformista y burocrático.

La ideología clasista del marxismo, por su parte, promueve unaconciencia de clases en las masas que se caracteriza por un egoísmo sectario,insensible a todo vínculo con la Nación y con su pasado histórico.

Es una conciencia dividida que se funda y sostiene en la contradicción,sin otro impulso que un feroz resentimiento social contra toda autoridad,jerarquía y excelencia. Y esta conciencia envenenada ha permitido que losagitadores profesionales convirtieran a los obreros en la tropa de la lucha declases y de la guerra subversiva.

No se discute la justicia de muchas reivindicacio-nes económicas ysociales; pero a la sombra de esas reivindicaciones, se persigue elarrasamiento de todas las jerarquías espirituales y naturales hasta borrar losúltimos vestigios de la civilización cristiana.

Es la revolución nihilista del ateísmo llevada hasta el fin, la que estamospresenciando en el día de hoy.

Page 28: El Nacionalismo Argentino

Las jerarquías sociales naturales y todo lo que constituye un orden seestructura jerárquicamente: la familia, la escuela, la universidad, la profesión,la empresa, el Estado, la Iglesia.

La ideología clasista que se inspira en el materialis-mo histórico, no sólodesconoce la naturaleza humana y el fin último, sino que parte de la ficción deun homo economicus y de una historia de contradicciones sociales que va aresolverse dialécticamente en una humanidad liberada, armónica y feliz.

La promesa del comunismo o socialismo marxista se configura en unasociedad final sin Estado, sin Fuer-zas Armadas, sin clases, sin jerarquías, sinpropiedad privada; esto es, sin ninguna de las insoportables dife-rencias queseparan y enfrentan a los hombres. Y esa humanidad dichosa no tendránecesidad de la religión que promete una felicidad en el más allá paracompensar el “valle de lágrimas” que ha sido la tierra hasta el presente;tampoco el hombre se sentirá vincu-lado ni comprometido con una Patria,como heredero y responsable de un destino histórico.

La idea de justicia y de igualdad social se vera cumplida en lanivelación de todos con todos, eliminadas las desigualdades irritantes y en lavida socializada hasta borrar la individualidad y la distinción.

Se habrá realizado por fin el sueño de Graco Babeuf: “La sociedad de losiguales”, donde los bienes serán comunes y no habrá más codicias, ni disputas,ni violencias por el poseer y disponer de algo como propio.

Claro está que para llegar a esa sociedad sin propiedad privada, sin clasesy sin Estado, el camino a transitar es duro, cruel, inhumano, en cuyo curso lamayor parte de los hombres sufrirán despojos, vejaciones y violenciasinsoportables, bajo el signo del terror: primero será el terrorismo físico,económico y psicológico de la guerra subversiva; después el terror sistemáticode la dictadura del proletariado o gobierno popular.

El super Estado, el Leviathán, consisten en el despotismo más absorbentey aniquilador de la persona humana, para llegar a la extinción del Estado, a laabolición de toda autoridad sobre las personas, al “Estado administrador decosas”, de que habla Engels en el Antidhüring.

En este punto, se ve con claridad meridiana, el absurdo de la dialécticamarxista que discurre en la contradicción infinita, en la negación de lanegación: el proceso del autoritarismo sin límites que se revuelve en el “saltoa la libertad” de la anarquía para el privilegio absoluto de los jerarcas ymiembros del partido que en su desarrollo extremo se anula en la igualdad detodos con todos; en clasismo más radical de la dictadura del proletariado quetermina finalmente en la sociedad sin clases.

Lo grave es que esta manera de razonar que sustituye la identidad por lacontradicción, el ser por el devenir, la realidad por la apariencia, se ha

Page 29: El Nacionalismo Argentino

adueñado de la mentalidad tanto de las masas universitarias como de las masasproletarias y burocráticas: por el mal se llega al bien, por la injusticia se llegaa la justicia, por la violencia máxima se llega a la máxima paz.

La dialéctica que informa las ideologías, es un hábito perverso de lamente, una verdadera subversión que constituye esquemas aberrantes por loscuales se hace salir lo superior de lo inferior, la virtud del vicio, el Ser del noser.

Así, por ejemplo, se habla de la Iglesia postconciliar como una Iglesia delcambio y se subraya la idea del cambio como si fuera lo esencial. Se pretendeque el aggiornamiento abarca una renovación que no sólo afecta a locircunstancial, sino a la sustancia misma de la doctrina de la Fe y de la moral.Se pasa por alto que lo primero y principal en la Iglesia de Cristo es lo quepermanece y no lo mudable.

Lo mismo ocurre con las declaraciones sobre el cambio de estructuras enla sociedad actual. Hay un orden natural y jerarquías naturales que elcristianismo confirma en su ser, a los cuales deben ajustarse las institucionessociales. El cambio en la estructura de la familia, de la escuela, de launiversidad, de la profesión, de la empresa, del Estado, debe ser devuelta a susprincipios constitutivos en las nuevas circunstancias. El cambio no afecta, nodebe afectar la esencia ni el fin; tan sólo a las circunstancias.

La categoría mental del cambio se hace jugar en el plano de la esenciafija e inmutable que identifica cada cosa con ella misma; a la vez que semediatiza el fin y se lo confunde con lo puramente instrumental. Se enfocanlas situaciones y los acontecimientos en una perspectiva de sucesivosdesplazamientos que los priva del sentido y el derecho se reduce al hechoconsumado que dura y mientras dura. Así es como se intenta justificar laevolución y el progreso indefinidos, la revolución permanente, el éxito comocriterio de verdad.

La contradicción se instala en la entraña misma de los seres y no sevacila en presentar unidos términos que se excluyen entre sí como porejemplo, masa creadora, soberanía popular, educar al soberano, socialismocristiano, nacionalismo obrero, burgués u oligárquico, etc.

Insistimos en que el nacionalismo no es clasista. Existe unaincompatibilidad manifiesta entre nacionalismo y clasismo. Confundir laNación con una clase, así sea la más numerosa, es como confundir el todo conuna de sus partes.

La Nación es el cuadro natural donde se integran todas las clases ymedios sociales que son solidarios de un pasado y de un porvenir comunes,responsables de un destino histórico y partícipes de una existencia políticaautónoma en el Estado soberano.

Page 30: El Nacionalismo Argentino

La justicia social se alcanza naturalmente en la Nación que el Estadosoberano ordena al bien común. Empresarios y obreros, patrones yasalariados, en lugar de enfrentarse para destruirse, deben colaborar en el biende la empresa y en la grandeza de la Nación y de la persona humana contra losespeculadores agentes y testaferros del imperialismo internacional del dinero,residan o no en su territorio. La justicia de la Nación se alcanza, a su vez, en lacaridad de Dios. Por perfecta que sea la justicia humana –conmutativa,distributiva y legal- , no es suficiente para fundar la tranquilidad en el orden,una verdadera paz social.

No es suficiente darle a cada uno lo suyo, porque algunos merecen muchoy otros muy poco. En un régimen de estricta justicia, la desigualdad entre laspersonas y familias sería extrema. Los más fuertes, los más capaces, los másaudaces, los más afortunados, serían acreedores a la mayor parte de los bienes.No habría conformidad en los más pobres, al menos en muchos de ellos,aunque hubiesen recibido lo justo. No olvidemos la condición existencial delhombre, herido por el pecado de origen y proclive al mal, aunque redimidopor la sangre de Cristo. No es fácil ni frecuente en los hombres librados a símismos, aceptar la pobreza y saber ser pobres; menos todavía en un mundodominado por el ateísmo.

Darle a cada uno lo suyo no es suficiente; hay aquellos a quienes lesdebemos mucho más de lo que podemos darles. Hay deudas imposibles depagar como la que tenemos con Dios, con la Patria, con la familia, con losamigos verdaderos. Hay deudas que surgen no de lo debido al prójimo, sino delo que el prójimo necesita, más allá de lo que pueda merecer por sus obras.

En el primer caso, ocurre que no podemos pagarlo debido porqueexcede nuestras posibilidades; en el segundo caso, al pagar exactamente lodebido no satisfacemos la necesidad del otro.

No hay solución en términos de una justicia demasiado humana.Hace falta más, un exceso, una abundancia que sobrepasa los límites de lajusticia y cuya fuente es el Amor; pero el Amor infinito de Dios, la caridad deDios revelada en la presencia arrebatadora de la Cruz.

El Amor divino es creador y redentor. En su abundancia infinita einagotable da siempre más. Esto significa más de lo que es necesario a lacriatura para cumplir su fin, más de lo que le es debido por sus méritos; mástodavía ante la indigencia culpable porque perdona.

Dios es causa de nuestro amor hacia El, de nuestro amor a nosotrosmismos y de nuestro amor al prójimo, porque nos hace partícipesgratuitamente de su misma Vida que es Amor. Hecho hombre nos ama con unAmor igual a sí mismo hasta el extremo del sacrificio, hasta el sufrimiento, elescarnio y la muerte de cruz por nuestra salvación. Y en la Eucaristía se hace

Page 31: El Nacionalismo Argentino

alimento bajo las apariencias del pan y del vino para que vivamos de su mismaVida.

A medida que Cristo llega a ser nuestra propia vida, nos hace libresinteriormente, verdaderos seño-res de nuestros amores, de nuestros bienes y denuestros poderes. La perfección del señorío, es el don de sí mismo sireservarse nada: el amor no es posesión sino sacrificio; los bienes se tienen enencomienda y para ser compartidos en el uso; el poder es un ministerio deservicio en cualquiera de sus especies.

El que ama no busca lo suyo; sabe que su Ser y su haber no los harecibido para sí mismo. Renovados en Cristo y con su divina ayuda, debemosamar como El nos amó, hasta el sacrificio, porque sólo los que estándispuestos a perder la vida van a ganar la Vida Eterna.

No hay más que el Amor de Dios - amar al prójimo como Cristo nos amó-, para superar sin suprimir la desigualdad social que obra la justicia, que da acada uno lo suyo. La medida del amor no es lo debido al otro, sino lo que elotro necesita; por esto es que se da sin medida, hasta el límite de sus fuerzas,hasta el sacrificio. Cuando el fuerte lleva gratuitamente la carga del débil,cuando el que sabe enseña al ignorante, cuando el que gobierna es el primerservidor de sus gobernados, cuando el primero se hace como el último,entonces todos se igualan hacia arriba, por participación en lo mejor, así comoel Amor de Dios nos hace partícipes de la Vida divina en Cristo.

Esta igualdad por participación que obra el Amor, no suprime las clasesni las diferencias sociales; pero extiende a todos los hombres un trato de honory los hace partícipes de la soberanía.

La sociedad sin clases que promete el comunismo, es una utopía y elintento de forzar un igualitarismo antinatural e injusto. Tan sólo el terrorsistemático puede nivelar hacia abajo hasta configurar una sociedad determitas laboriosas y sumisas, bajo la férrea dirección de un puñado dejerarcas del Partido, tal como ocurre detrás de la Cortina de Hierro. Y todavíaes una sociedad de clases la llamada dictadura del proletariado.

Las diferencias engendran odio en la sociedad que rechaza el Amor deDios ofrecido en el sacrificio de la Cruz. El resentimiento social que losagitadores profesionales cultivan en las masas proletarias y estudian-tiles,tiene su origen en el ateísmo, más precisamente, en la negación de Cristo y desu divina redención. Las injusticias sociales tienen el mismo origen y no haysolución humana porque la cuestión social no es principalmente una cuestiónde justicia, sino de Amor y de Amor divino.

El nacionalismo clasista –obrerista, burgués u oligárquico-, esantinacional, anticristiano. Reiteramos que la ideología clasista de clarainspiración marxista pretende confundir a la Nación real con una clase

Page 32: El Nacionalismo Argentino

prefabricada, inexistente, ficticia, a la que se presenta como inmensa mayoríaen la figura de la víctima despojada, explotada y escarnecida por una minoríaprivilegiada que se ha apropiado de la riqueza de todos y explota a lostrabajadores por medio del aparato del Estado y de las estructuras socialesexistentes.

Hemos visto que esa clase así presentada no existe en la NaciónArgentina, donde la clase obrera es una parte importante junto con otras partestan importantes como ella; y donde existe un submundo social de marginadosque son numerosos en los suburbios de las grandes urbes y de las provinciaspobres, producto del Estado liberal que se desentiende de las personas y delbien común. Los principales explotadores están fuera de la Nación, a los quedeben agregarse los testaferros y especulado-res de adentro. Unos y otros sonapátridas y no pertenecen a ninguna clase ni medio social; son elementosextraños al cuerpo de la Nación y sus peores enemigos. Su habilidad consisteen propagar la ideología clasista y en concientizar, como se dice ahora, a losobreros para lanzarlos contra los patrones y aprovecharse de las ruinas que vanacumulando en su lucha destructora y estéril.

El clasismo contradice la esencia misma del nacionalismo argentino yasociado al populismo, lo convierte en un instrumento eficaz de la subversióncomunista.

El Estado nacional debe organizarse jurídicamente en conformidad con laintegridad de la Nación y no en función de los intereses de clase, para ser unasociedad política perfecta en cuanto a su esencia y en cuanto a su finalidad.

Page 33: El Nacionalismo Argentino

Capítulo III

EL SOCIALISMO

Iniciamos el examen de la ideología socialista con una grave advertenciadel Papa Pío XII, en un mensaje del 14 de setiembre de 1952:

“Hay que impedir que la persona y la familia se dejen arrastrar al abismohacia donde las empuja la socialización de todas las cosas, socialización acuyo término la imagen aterradora del Leviatán llegará a ser una horriblerealidad. Es con la última energía que la Iglesia librará esta batalla en la queestán en juego valores supremos: la dignidad del hombre y la salvación eternade las almas”.

Corresponde aclarar el significado del término socialización en el textoque acabamos de transcribir. Es el que ha generalizado el uso marxista yequivale al de colectivismo estatal, según el cual se deben transferir al Estadolos medios de producción y de distribución de la riqueza, así como laasistencia y previsión sociales, la educación y la cultura. Suprimidas lapropiedad privada y la iniciativa personal, el Estado se constituye en el únicocapitalista y empresario, absorbe toda la actividad económica y planifica sudesarrollo integral en forma estricta y detallada. En el mismo sentido, seimpone como el único educador y agente de la cultura. Favorecido por elprogreso de la ciencia, la técnica y la racionalización, tiende a uniformar yautomatizar no sólo a la empresa económica, sino a cualquier otra especie deactividad social. Se comprende la preocupación de Pío XII frente a laperspectiva del Estado moderno que va a aniquilar a la persona humana en elextremo de la socialización así entendida.

Ocurre que el Papa Juan XXIII en la encíclica “Mater et Magistra”(1961), emplea el término socialización en un sentido diferente; mejor dicho,el término aparece en la traducción castellana, pero no en el texto latinooriginal. Se refiere “al progresivo multiplicarse de las relaciones deconvivencia, con diversas formas de vida y de actividad asociada y comoinstitucionalización jurídica.”

Nada tiene que ver este sentido con el marxista, porque la tendencianatural a asociarse para conseguir objetivos que exceden la capacidad y losmedios individuales, no exige la abolición del derecho de propiedad privada,ni de la iniciativa personal. Toda actividad asociada en el trabajo, en laprevisión, en la educación, en la investigación científica, en el deporte, en

Page 34: El Nacionalismo Argentino

los diversos cuerpos intermedios y en el propio Estado comporta obligacionesy restricciones en sus miembros; pero no la absorción ni la liquidación de lapersonalidad individual. Implica la libertad de poseer y de disponer por símismo, de ascender, de perfeccionarse, de participar activamente, etc., dentrode los límites del orden debido y de las exigencias del bien común.

Se pueden y se deben mentalizar los peligros inherentes al incremento delas relaciones sociales y a la institucionalización excesiva, disponiendo que lasorganizaciones intermedias –gremios, sindicatos, corporaciones, cooperativas,etc.-, gocen de una autonomía suficiente una vez superada la injerencia de lasideologías; deben presentar, además, la forma de verdaderas comunidades depersonas con una participación activa de sus miembros.

En conformidad con las recomendaciones de la “Mater et Magistra”, lareconstrucción orgánica de la convivencia y el desarrollo de las iniciativassociales deben realizarse en el equilibrio entre la colaboración autónoma yactiva de personas y grupos, y la acción coordinadora y directiva del Estado.

Aclarado el sentido en que se emplea la palabra socialización en laversión castellana de la Encíclica de Juan XXIII, vamos a examinardemoradamente la ideología socialista y las consecuencias de la socializaciónque se inspira en sus fuentes marxistas.

El texto de Pío XII nos previene enérgicamente en contra de la ideologíaque violenta tanto la naturaleza del hombre como el orden de la convivencia.

El socialismo o comunismo en su expresión más radical, se proponeacabar con la propiedad privada y reemplazarla por la propiedad colectiva:esto es, hacer que los bienes sean comunes a todos, asumiendo el Estado elcuidado y la distribución de los mismos. Se pretende el logro de la justiciasocial con el traspaso de los medios de producción a la comunidad, paraasegurar luego el reparto de las utilidades con igualdad perfecta entre todos.Un puñado de jerarcas o funcionarios del Estado, propietario exclusivo de lariqueza, tendrá a su cargo la administración de los bienes, así como laproducción y la distribución. La inmensa mayoría quedará encuadrada en unatarea fija y preestablecida, un trabajo igual cuyo valor se mide en horas-trabajo, con un salario igual y en condiciones iguales. Todo igual o contendencia a igualar, también las comodidades y las diversiones.

El presidente de Chile, Dr. Allende, en su conversación con Debray, serefiere expresamente a los elementos comunes de la experiencia socialistapuestos en práctica en su país:

“1º) Creación de un nuevo sistema de valores en que se destaque elcarácter social la actividad humana.

2º) Revalorización del trabajo como la práctica humana esencial.

Page 35: El Nacionalismo Argentino

3º) Reducción al mínimo indispensable de los estímulos que impulsan laactividad privada y el individualismo”.

Esta formulación general y bastante moderada de la ideología socialista,destaca claramente el propósito de absorber en lo social la actividad humana,con detrimento de lo individual o personal. So pretexto de combatir losexcesos del individualismo egoísta, se pretende reprimir la libre iniciativa, elingenio, la inventiva de la personalidad singular, así como el derecho deposeer y disponer de bienes propios.

Por un lado, se exalta el trabajo manual del obrero como si fuera lapráctica humana esencial, con menosprecio evidente de toda especie detrabajo superior como el que realiza el director, el planificador, el organizador,el técnico altamente especializado. No hay distinción, ni calidad, ni jerarquíaen el trabajo, respondiendo a la tesis marxista que afirma: “todo trabajo estrabajo humano igual”.

Por otro lado, la política socialista allí donde no se ha llegado a laabolición radical de la propiedad privada, desmoraliza y despoja al propietariocon una sobrecarga de impuestos y obligaciones. Se provoca con estascargas agobiadoras una división entre la persona y la propiedad hasta derivarhacia sociedades anónimas de responsabilidad limitada. El empresariopropietario tiende a desaparecer y surgen los administradores de grandessociedades anónimas, sujetas a poderes financieros multinacionales.

Así es como las empresas nacionales van cayendo bajo la dependenciadel imperialismo internacional del dinero denunciado por el Papa Pío XII ysus sucesores.

El Dr. Allende encuentra las bases ideológicas de su política socialista enla obra de Lenín: “El imperialismo, fase superior del capitalismo”:

“Los socialistas advertimos que nuestro enemigo número uno es elimperialismo y por eso concedemos y aún lo hacemos en la actualidad,prioridad primera a la liberación nacional. La penetración y dominación delcapital foráneo se ha acentuado en los últimos años hasta hacer casi invisible ala burguesía nacional”.

“La lucha esencial en los países capitalistas dependientes o en vías dedesarrollo, es la lucha antiimperialista.”

Estas palabras definen un programa político, análogo al que se vienerealizando en Cuba desde hace más de diez años. La liberación nacional sepretende lograr en lo que se refiere al capital, por la concentración de lariqueza en manos del Estado y su administración por un equipo de fun-

ciones. Quiere decir que el proceso de socialización que viene operandola plutocracia internacional, es transferido al Estado nacional, propietario yempresario único de la producción y de la distribución de los bienes.

Page 36: El Nacionalismo Argentino

La liberación nacional en lo que se refiere al trabajo, se opera a través dela más estricta socialización de la actividad laboral en la fábrica, en la empresaagrícola y en los servicios públicos. Cada uno tiene asignada su tarea y debecumplirla con la precisión de una máquina; ninguna movilidad y ningunapresencia personal, todo previsto y calculado en vista del rendimiento. Lasocialización del trabajo suprime la libertad, ahoga la iniciativa ydespersonaliza al hombre por el automatismo de la tarea “standard”, lamecanización del proceso de al producción en serie.

La ideología socialista no sólo no contribuye a la liberación de la Naciónni de las personas, sino que hace el Estado un Leviatán que aplasta a la Nacióny de las personas, termitas laboriosas de un inmenso hormiguero.

El capitalismo de Estado y el colectivismo laboral son los frutos amargosdel socialismo, sean cuales fueren los nombres que adopte, lo mismo el desocialismo nacional que el de socialismo cristiano.

El nacionalismo que opta por la ideología socialista, aunque se valga deuna fraseología patriótica y evangélica, atenta contra la Nación y contra ladignidad de la persona humana; a la vez que colabora eficazmente con lasubversión social y la entrega al comunismo ateo.

El socialismo no es evangélico porque es contrario a la naturalezahumana, al Decálogo y al mandamiento de amor a N. S. Jesucristo. Elmagisterio de la Iglesia ejercido por la cátedra de Pedro, fiel a Cristo y alorden natural, sostiene que la propiedad privada es un derecho natural, relativoy condicionado como todo derecho de la criatura racional, libre y social pornaturaleza. La legitimidad de la posesión depende del uso con sentido social ycomunitario de los bienes.

Leemos en la “Mater et Magistra”, una definición nítida, precisa,perfecta:

“El derecho de propiedad privada de los bienes, aún de los productivos,tiene valor permanente, precisamente porque es derecho natural fundado sobrela prioridad ontológica y de finalidad de los seres humanos particularesrespecto de la sociedad”.

Esto significa que lo social no es la suprema instancia en el hombre; no esprincipio primero ni fin último de la existencia humana. La persona tiene unalma espiritual e inmortal que le confiere una dignidad de imagen de Dios, undestino personal.

El hombre social como el hombre egoísta, son figuras del ateísmocontemporáneo. Niegan por i- gual la trascendencia del hombre y loencierran en un horizonte demasiado humano. El liberalismo individualista yel liberalismo socialista son las dos caras de al misma moneda falsa delateísmo, o mejor, del Anticristo.

Page 37: El Nacionalismo Argentino

El liberalismo individualista hace de la propiedad privada un derechoabusivo de algunos y priva de ese derecho a muchos. El liberalismo socialistaniega ese derecho a todos en principio, pero se lo entrega a algunos que sonadministradores exclusivos de la riqueza de todos.

Si queremos entender adecuadamente esta cuestión de la propiedadprivada y su significado existencial, será oportuno meditar acerca del hecho deque su negación como derecho natural, coincida históricamente con lanegación del pecado original. Es una coincidencia por demás sugestiva en elSiglo XVIII y se documenta entre otros autores, en Juan Jacobo Rousseau,figura representativa del liberalismo y claro precursor ideológico delcomunismo marxista o socialismo científico.

Rousseau niega el dogma del pecado original y postula la inmaculadaconcepción o bondad natural: “el hombre nace bueno y la sociedad locorrompe”.

Negar el pecado original es negar que la cuestión del mal sea unacuestión entre el hombre y Dios; significa negar sea una cuestión teológica yhace superflua la encarnación del hijo de Dios y la divina redención. Si no haypecado original, Cristo está de más.

¿ Cuál es entonces el origen del mal ?En su famoso “Discurso sobre el origen de la desigualdad...”, Rousseau

se vale de un relato sencillo, fácil y directo: “el día en que un hombre lepuso cerco a un terreno y dijo: esto es mío, obligando a los demás a reconocersu dominio”, ese día se instituyó la propiedad privada, se originó ladesigualdad entre los hombres, causa de los males que nos afligen.

Quebrantado un supuesto comunismo primitivo reflejo de un supuestoigualitarismo natural, la apropiación de la riqueza por unos y la expropiaciónde otros, multiplicó “las diferencias que engendran odios y violencias sin fin”.

Quiere decir que el origen del mal no radica en una desobediencia delhombre a Dios, sino en la división y enfrentamiento entre los hombres porcausa de la propiedad privada.

Proudhon lanza en el siglo XIX, la sentencia socialista: “La propiedad esun robo”, como réplica a los mandamientos de la Ley de Dios: “no robarás” y“no codiciarás los bienes ajenos”.

Marx con su concepción de la plusvalía y de la explotación del obrero porel patrón que resulta de la apropiación del exceso producido en sus horas-trabajo, denuncia el robo como inherente al sistema capitalista y burgués. Laexplotación no es un hecho ocasional que surge de situaciones individuales,sino que es una consecuencia necesaria de la lógica misma del sistema econó-

Page 38: El Nacionalismo Argentino

mico, estructurado sobre la propiedad privada de los medios de producción yde cambio.

La mayor parte del botín arrancando al esfuerzo del trabajador, elcapitalista lo aplica a incrementar los bienes de producción.

72En el esquema dialéctico del marxismo, el trabajador recibe apenas lo

necesario para subsistir con su familia; su condición proletaria es irremediabley a ella van ingresando las mayorías.

El proceso de la historia conduce inexorable-mente a la liquidación deeste sistema de explotación del hombre por el hombre. Los apropiadores seránexpropiados y la propiedad de los medios de producción pasará a lacomunidad, más concretamente al Estado socialista.

La lucha de clases y la guerra subversiva no son más que el empujón alproceso de cambio de las estructuras, como se dice en la actualidad. Ladictadura del proletariado es el empujón final, el más violento porque se tratadel terror sistemático para imponer la socialización total de la riqueza, deltrabajo, de la educación, de la cultura, de la recreación, de todas las formas deconvivencia. Cumplida esta depuración de todo resabio individualista,mentalizada y adaptada la multitud al hombre íntegramente social, seculminará en la sociedad sin propiedad privada sin clases, sin Estado y sin laIglesia del valle de lágrimas que había sido el mundo, antes del retornoplanificado al paraíso comunista de los primeros tiempos. Claro está queasistido con los prodigios de la técnica y de la organización.

En la raíz del socialismo como de las otras ideologías marxistas, está elateísmo, más precisamente la negación de Cristo y de la historia judeocristianade la salvación. Esa historia comienza con la separación del hombre respectode Dios por obra del pecado original; sigue con el pacto de alianza entre Diosy el pueblo judío, mantenido por la paciencia amorosa de Dios y un resto fielhasta la venida de Cristo; se consuma con la divina redención en el sacrificiode la Cruz y se continúa en la Iglesia hasta la segunda venida de Cristo parajuzgar a los vivos y a los muertos. Al final nos espera la felicidad eterna enDios o la condena eterna en el infierno.

La historia de la salvación es una historia de justicia y de Amor, en cuyocentro está la Encarnación del Hijo de Dios, cuya pasión, muerte yresurrección recapitula toda la historia de la humanidad. Nada nuevo puedeacontecer; todo ha acontecido ya. Si por el Amor de Dios que se derrama ennuestros corazones, creemos en Cristo y nos crucificamos con El en nuestrosamores humanos, somos salvos en esperanza. La vida temporal es un lugar deprueba y de testimonio en vistas de la Vida Eterna.

Page 39: El Nacionalismo Argentino

Las cuestiones humanas, incluso la cuestión social, no se puedenplantear ni resolver con sentido realista fuera de Cristo y de su mesianismotrascendente. Los males sociales proceden del pecado original que es un malteológico y no hay, ni puede haber remedio puramente humano. Hemos vistoque la justicia es insuficiente para resolver la cuestión social; hace falta lacaridad de Dios que da más de lo debido e iguala a los hombres en ladisposición al sacrificio, conservando cada uno su lugar propio.

No hay retorno posible al paraíso terrenal. El destino de las naciones sejuega aquí abajo y lo más a que se puede aspirar es hacer del propio país unatierra habitable y decorosa para sus habitantes, bajo el cuidado de un Estadosoberano. No es razonable, ni prudente, ni cristiano, prometer una felicidadplena y definitiva, en este mundo; pero hay que asegurar con la ayuda de Dios,un trato de honor y una suficiencia de vida a todos los hombres en el ámbitode la Nación soberana y responsable de un destino histórico.

No reconocer los límites del poder político y pretender alcanzar loabsoluto en esta vida de prueba y de agonía hasta el fin, significa poner enpeligro los bienes relativos. En perspectiva de eternidad, la efectiva grandezaque pueden ofrecer las personas y las naciones, es el testimonio de fidelidad ala imagen de Dios en que hemos sido creados, deshecha por el pecado yrehecha por Cristo en la cruz.

La ideología socialista propone una historia de salvación sin Dios, sinalma espiritual e inmortal, sin divina redención, sin eternidad, donde el únicoprotagonista es el hombre reducido a un animal superevolucionado y movidopor sus necesidades materiales. En lugar de un origen teológico, el mal tieneprocedencia histórico-social: la institución arbitraria y convencional de lapropiedad privada. Las desigualdades provocadas por las apropiacio-

75nes y expropiaciones han promovido odios, violencias y contradicciones

sociales. Los privilegiados han montado en cada época un aparato estatal deseguridad y represión para mantener su posición y ahogar las protestas de lasvíctimas. La historia de la humanidad hasta el presente, sostiene Marx, ha sidola historia de la lucha entre explotadores y explotados, entre cla-

ses extremas y antagónicas. Las estructuras econó-micas en cada etapa ylas superestructuras socia-les, jurídicas, educacionales, políticas, culturalesson la obra invariable de una situación injusta y conflictiva. El hombre nacebueno pero la sociedad lo corrompe porque es un semillero de desigual-dadesirritantes y de violencias institucionaliza-das. La causa de los males socialesson las estruc-turas vigentes, comenzando por la sustitución de la propiedadprivada. La solución está en el cambio de las estructuras, y en primer término,

Page 40: El Nacionalismo Argentino

en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. Lasolución está en la socializa-ción de la economía, de la educación, delderecho, de la política, de la cultura, de la religión, inclusive. El movimientode la historia sigue ese curso; pero es menester un empujoncito por medio dela subversión y del terror. La meta es la sociedad de los iguales que no va acorromper la bondad nativa del hombre, sino que le va a favorecer y estimularen su desarrollo, en un medio social idílico, fraterno, solidario. Lahumanidad habrá logrado, por fin, la felicidad terrenal, remate de una largahistoria de iniquidades y violencias indecibles para la inmensa mayoría. Notendrá más necesidad de la religión con su ilusoria promesa de felicidad en elmás allá, porque será dichosa aquí en la tierra.

La ideología socialista tiene, pues, su historia de la salvación; pero setrata de un mesianismo secular, histórico y social. El Mesías es la propiavíctima, la multitud de los pobres, el proletariado despertado a la conciencia ya la lucha de clases para su liberación. La fuerza que lo impulsa es el odiovenenoso y destructor, un resentimiento feroz contra toda autoridad, jerarquíay distinción. La misión salvífica no se consuma en el ofrecimiento de lavíctima, porque los pobres han sido la víctima obligada y crucificada en elcurso de la historia universal; se cumple, por el contrario, sembrando devíctimas y de ruinas el camino de la liberación. Por el odio será consagrado elamor; por el terror se llegará a la paz idílica; por el nihilismo se levantaráun mundo afirmativo, armonioso y feliz.

Los agentes de la subversión y del terrorismo no se reclutan entre lospobres proletarios; son intelectuales y universitarios en la Argentina y en todaspartes. Muchas veces se trata de jóvenes que pertenecen a familias cultas y devida desahoga-da. Es un hecho constante que las universidades son el viverode la guerrilla y del terror.

Hay en la juventud un ansia de justicia y un espíritu de rebeldía contra elfariseísmo de los triun-

77fadores en medio de miserias sociales que claman al cielo. Urgidos por el

afán de hacer algo a favor de los que sufren, se dejan seducir fácilmente porlas ideologías y se entregan sin reservas a la violencia nihilista que creenredentora. Su evangelio es el “Manifiesto Comunista” de Marx y engels; suguía para la acción, el “catecismo revolucionario” de Netchaiev en las diversasversiones en boga.

Las masas proletarias y estudiantiles envenenadas por las ideologías –populismo, clasismo, socialismo-, no son más que la tropa del ejército de lasubversión cuya vanguardia son los comandos guerrilleros y terroristas.

Page 41: El Nacionalismo Argentino

Detrás está el poder mundial del comunismo que simula un pluralismo deetiquetas nacionales. Más atrás el imperialismo internacional del dinero queinspira, financia e instrumenta la subversión comunista en las naciones todavíalibres, paralizando y disociando a las fuerzas de resistencia. A los quepreguntan por una razón que justifique la coincidencia de la plutocracia y delcomunismo, se les responde que la razón es teológica. Coinciden en elateísmo, o mejor, en la negación de Cristo y de su divina redención, tanto losidólatras del dinero como los ideólogos del comunismo esclavista yaniquilador de la persona humana. La subversión y el terror comunistas noapuntan jamás contra los señores del dinero, contra los que amasan fortunasinmensas con las

78

especulaciones, los préstamos, los monopolios, en lugar de hacerse unpatrimonio con el trabajo constructivo.

Por otra parte, los seguros cubren ampliamen-te cualquier pérdida poratentados a sus bienes inmuebles.

Una prueba en los hechos de la coincidencia entre plutocracia ycomunismo, es la coexistencia pacífica y el diálogo constructivo.

Lo peor que podría ocurrir y de más funestas consecuencias, se haconsumado en nuestros días, con la infiltración de las ideologías marxistas enel nacionalismo argentino y en la Iglesia Católica, Apostólica Romana.

Hoy la subversión y el terrorismo comunistas actúan a la sombra de labandera azul y blanca, e invocan el Santo Nombre de Cristo crucificado. No seenarbola más la bandera roja, ni se canta más la Internacional, ni se vocea másel grito de guerra: “¡Proletarios del Mundo: uníos!”.

No se ataca más de frente a la Iglesia de Cristo, ni se denuncia más a lareligión como “el opio del pueblo”.

El nacionalismo distorsionado por la ideología populista, proclama laficticia soberanía popular en lugar de la soberanía política de la Nación que esla real y verdadera.

El nacionalismo distorsionado por la ideología clasista confunde a laNación con una clase proletaria configurada según una imagen inexistente.Confunde el todo con la parte, en lugar de integrar a las partes reales en eltodo de la Nación.

El nacionalismo distorsionado por la ideología socialista, busca laliberación económica de la Nación como la solución de la cuestión social, enla abolición de la propiedad privada y en un capitalismo de Estado, así comoen la socialización igualitaria del trabajo.

Page 42: El Nacionalismo Argentino

El enemigo no es el imperialismo yanqui, sino el imperialismointernacional del dinero que es ateo y apátrida. Y la liberación económicade la Nación depende del ejercicio real de la soberanía política y de un alibertad de acción suficiente para servir al bien común. La misión del Estadosoberano no es erigirse en propietario único y administrador de la riqueza totalsino estimular la iniciativa individual y la extensión de la propiedad privada almayor número, velando por el bien común en la actividad económica deindividuos o grupos.

El orden cristiana de la economía nacional se funda en la conjunciónarmónica entre al iniciativa privada y las exigencias del bien común, a travésde las profesiones organizadas. Nada mejor que transcribir el texto luminosode la Encíclica “Mater et Magistra”:

“Ante todo afirmamos, declara el Papa Juan XXIII, que el mundoeconómico es creación de la iniciativa personal de los ciudadanos, ya en suactividad individual, ya en el seno de las diversas asociaciones para laprosecución de intereses comunes.

“Sin embargo, deben estar también activamente presentes los poderespúblicos a fin de promover debidamente el desarrollo de la producción enfunción del progreso social y en beneficio de todos los ciudadanos. Su acciónque tiene carácter de orientación, de estímulo, de coordinación, de suplencia yde integración, debe inspirarse en el principio de subsidiariedad

formulado por Pío XI en la Encíclica Quadragésimo Anno: Debe contodo quedar a salvo

81un principio importantísimo en la filosofía social: Que así como no es

lícito quitar a los individuos lo que ellos pueden realizar con sus propiasfuerzas e industrias para confiarlo a la comunidad, así también es injustoreservar a una sociedad mayor o más elevada lo que las comunidades menorese inferiores pueden hacer. Y esto es jurídicamente un grave daño y untrastorno del recto orden de la sociedad: porque el objeto natural de cualquieraintervención de al sociedad misma es ayudar de manera supletoria a losmiembros del cuerpo social y no el destruirlos y absorberlos”.

La doctrina social de la Iglesia confirma en Cristo, el orden natural yrechaza abiertamente al socialismo que anula o restringe el papel de iniciativapersonal en al actividad económica, a la vez que preconiza un colectivismoestatal que suprime la propiedad privada, sobre todo, de los medios deproducción.

El orden cristiano en contra de la socialización del trabajo, propende aque el trabajo asalariado sea fuente de capitalización y de acceso del

Page 43: El Nacionalismo Argentino

trabajador al dominio de la empresa, en una medida proporcionada a su lugary función.

El orden cristiano en contra de la socialización o estatización de lapropiedad, exige su efectiva difusión entre todas las clases sociales por esto esque insiste el Papa Juan XXIII con su predecesores:

“la dignidad de la persona humana exige normal-mente, como fundamento natural para vivir, el de-

82

recho al uso de los bienes de la tierra, al cual corresponde la obligaciónfundamental de otorgar una propiedad privada, en cuanto sea posible a todos;y por otra parte, entre las exigencias que se derivan de la nobleza moral deltrabajo, también se halla comprendida la conservación y el perfeccionamientode un orden social que haga posible una propiedad segura, aunque seamodesta, a todas las clases sociales”.

Difundir la propiedad privada, como enseñaba Aristóteles haceveinticuatro siglos, es difundir la libertad y desarrollar la clase media que esun principio de estabilidad y de equilibrio en la convivencia. Insistimos, unavez más, que el derecho de propiedad privada no debe revestir un carácterabsoluto e incondicionado como pretende el liberalismo individualista: tieneque ser relativo y condicionado por un sentido social, conforme a lasexigencias del bien común.

El individualismo y el socialismo son totalita-rios; el primero absorbe alhombre en su egoísmo individual que lo constituye en principio y fin de lasociedad; el segundo absorbe al hombre en la sociedad que se constituyeprincipio y fin del individuo.

El hombre real es la persona, sustancia de naturaleza racional y libre,unidad sustancial de un cuerpo y de un alma inteligente y capaz de querer,hecha a imagen y semejanza de Dios, orde- nada a Dios como a su fin últimoy trascendente. El hombre necesita de las sociedades naturales y

83de la sociedad sobrenatural (Iglesia) para el desarrollo integral de su

personalidad y para alcanzar el fin de su existencia. La sociedad tiene siemprerazón de medio para el hombre, el cual necesita de la familia, de la escuela, dela propiedad, de la profesión, del municipio, de la Nación y del Estado para lasuficiencia de la vida temporal. Y necesita de la Iglesia para unirse a Dios enla eternidad. No son dos vidas separadas y paralelas, la vida natural y lasobrenatural; son una sola vida personal en Cristo que es Dios y hombre, el

Page 44: El Nacionalismo Argentino

Verbo que nos ha creado y que hecho hombre nos ha redimido. Una vidapersonal que debe realizar esa unidad de la libertad y de la Gracia, de lohumano y de lo divino en su vida. El sentido cristiano debe informar loeconómico, lo social, lo educacional y lo político.

EL ORDEN CRISTIANO EN LA ECONOMIA

El motor esencial de la economía no puede ser ni la voluntad egoísta dellucro, ni la voluntad absorbente del colectivismo estatal. Tiene que ser lavoluntad de servir y el espíritu de sacrificio.

Se requiere una organización social, racional, fraterna y solidaria tantoen la producción como en la distribución de los bienes materiales.Organización en el cuadro de las profesiones y en el ámbito de la Nación lacual no debe ser, en principio, obra del Estado; pero sí tiene que inter-

84

venir con carácter subsidiario.La empresa económica tiene que dejar de ser un lugar de contradicciones,

para llegar a ser un lugar de colaboración entre todos sus miembros, esto es,una comunidad de personas dentro de la unidad de dirección y la jerarquíanecesaria de funciones y de responsabilidades.

Es menester que la economía nacional se desenvuelva en un equilibriorenovado entre la libertad de iniciativa empresaria y el cuadro de lasprofesiones organizadas.

La profesión, estructurada como sindicato o corporación, debe agrupar atodos los agentes económicos que participan en la producción de bienes o deservicios análogos o por lo menos, concurrentes a un mismo fin.

La organización sindical o corporativa de las profesiones resulta así unaverdadera sociedad natural. Por su mediación, la libre concurrencia sin límiteses reemplazada por una colaboración razonable de los que tienen un interéscomún.

Las profesiones organizadas integran, a su vez, las grandes corporacionesde la agricultura, de la industria, de la energía, de la minería, del transporte,del comercio, del crédito, etc.

Los representantes de las grandes corporacio-nes constituyen un consejoeconómico nacional que debe ser expresión de los intereses más ge-

nerales. El Estado ejerce la función de árbitro entre las corporaciones

profesionales; interviene en el con-

Page 45: El Nacionalismo Argentino

85trol de las industrias y servicios vitales del comercio, sobre todo, del

exterior y del crédito; interviene, además, en función subsidiaria, en caso deincapacidad o deficiencia en los grupos intermedios o en las personas.

Quiere decir que para superar al liberalismo y prevenir al socialismo, sedebe promulgar para la economía nacional, un Estatuto de Derecho Público,fundado en la comunidad de responsabilidades entre todos los que participanen la producción, en la distribución y en los servicios.

El Papa Pío XII enseña que “en las corporacio-nes tienen primacía losintereses comunes a toda profesión y ninguno hay tan principal como lacooperación de cada una de las profesiones a favor del bien común de lasociedad”.

La solución de la cuestión social debe buscarse en la paridad fundamentalentre patrones y empleados, a través de una tarea conjunta de todos los sujetoseconómicos integrados en organismos representativos. Se debe estimular yfavorecer por todos los medios, el acceso a la propiedad al mayor número quesea posible, lo cual significa una intensificación progresiva de la iniciativapersonal y de grupos asociados. El equilibrio entre la libre iniciativa personaly las exigencias del bien común se logrará a través de las profesionesorganizadas. Llegado el caso, el sacrificio será de todos para todos, así comotodos para todos, así como la riqueza deberá alcanzar

86con mayor solicitud a los más necesitados. Lo necesario ha de primar

sobre lo debido y la caridad sobre la justicia.Se habrá logrado así una economía al servicio del hombre, cuya finalidad

será cubrir las necesidades del pueblo y desarrollar la potencialidad de laNación.

Tales son los lineamientos generales de una economía nacional,estructurada conforme al sentido cristiano de la vida.

El Papa Paulo VI, en su Carta Apostólica publicada el 14 de Mayo de1971, con motivo del 80º aniversario de la Encíclica Rerum Novarum, insisteen señalar la contradicción que existe entre la doctrina cristiana y lasideologías tanto marxista como liberal: “El cristiano que quiere vivir su Fe enuna acción política, concebida como servicio, no puede adherir sincontradicción a sistemas ideológicos que se oponen radicalmente en lospuntos sustanciales a su Fe y a su concepción del hombre: ni a la ideologíamarxista por su materialismo ateo, su dialéctica de la violencia y por lamanera que entiende la libertad individual dentro de la colectividad, negando

Page 46: El Nacionalismo Argentino

al mismo tiempo toda trascendencia al hombre... ni a la ideología liberal quecree exaltar la libertad individual sustrayéndola a toda limitación estimu-

lándola con la búsqueda exclusiva del interés y del poder, y considerandolas solidaridades sociales como consecuencias más o menos automáticas deiniciativas individuales y no ya como un fin y un

87criterio más elevado del valor de la organización social”.Y agrega como severa advertencia para el cristiano que “adhiere a una

ideología que no repose sobre una doctrina verdadera y orgánica, refugiándoseen ella como una explicación última y suficiente de todo; surge así un nuevoídolo del cual se acepta, a veces sin darse cuenta, el carácter totalitario yobligatorio”.

Es el caso de las ideologías populista, clasista y socialista que hemosexaminado, radicalmente falsas y funestas en su proyección práctica; su ídoloes la multitud proletaria, creadora, mesiánica y libertadora. La idolatría seprodiga en las expresiones más serviles de la adulación demagógica: masacreadora de la historia; el pueblo soberano y protagonista de su destino; lavoluntad popular sagrada e infalible; la clase obrera en la vanguardia de laliberación nacional; el demos proletario y el demos estudiantil como tribunainapelable de justicia, etc.

Son como un remedo de los innumerables nombres de Dios, los queprodiga la retórica de la adulación idolátrica y demagógica. No es un len-guaje de amor ni de respeto hacia el prójimo; es un lenguaje de desprecio queafrenta la dignidad del hombre en el pueblo.

Se pretende encontrar en ese ídolo la justificación de la subversión y delterror, a los que se interpreta como una acción generosa de

88

servicio; pero sus caminos en lugar de liberar al hombre, terminarían porsometerlo al peor de los despotismos.

El párrafo treinta y uno de la Carta Apostólica reclama un comentarioaclaratorio para evitar equívocos, porque se refiere a la atracción que ejercenactualmente las corrientes socialistas sobre los cristianos: “tratan de reconocerallí un cierto número de aspiraciones que llevan dentro de sí mismos ennombre de su Fe. Se sienten inmersos en esta corriente histórica y quierenrealizar una acción dentro de ella”.

El Santo Padre previene de inmediato acerca del peligro de que esacorriente histórica, aunque pueda asumir diversas formas, tenga “su

Page 47: El Nacionalismo Argentino

inspiración en ideologías incompatibles con la Fe. Se impone un atentodiscernimiento. Con demasiada frecuencia los cristianos atraídos por elsocialismo, tienen la tendencia a idealizarlo, en términos, por otra parte, muygenerosos: voluntad de justicia, de solidaridad y de Igualdad.”

Esa tendencia a idealizar el socialismo es la que termina por confundir acristianos impacien-tes y urgidos por la justicia; pero que no ven o noquieren ver la presión de la ideología marxista de origen en los movimientoshistóricos socialistas.

Insiste Paulo VI en que es preciso establecer distinciones para noextraviarse en las opciones concretas. Se trata de investigar los vínculosideológicos de los planteos políticos que se decla- ran a favor del socialismo,a fin de no comprome-

89terse con un programa de acción que vulnere la libertad, la

responsabilidad y la apertura a lo espiritual de la persona humana.Toda posición política que tienda a socializar la economía, en el sentido

de restringir la libre iniciativa personal y la posesión privada de los bienes deproducción, se aparta de la doctrina social de la Iglesia, porque contradice a laFe de Cristo y al orden natural. Un cristiano no puede sostener sincontradicción que la propiedad privada es un mito; tampoco puede aceptar laconclusión de la Conferencia General de Medellín (Cap. 1), cuando declaraque “tiene plena conciencia de que el proceso de socialización desencadenadopor las técnicas y medios de comunicación de masas, hace de éstas uninstrumento necesario y muy apto para la educación social, la conciencia enorden al cambio de estructuras y la vigencia de la justicia”.

El magisterio de la cátedra pontificia no se cansa de repetir que esnecesario e imperioso contrarrestar ese proceso de socialización, parasalvaguardar la libertad y la dignidad de la perso- na. Uniformar, nivelar,masificar, mecanizar, es siempre atentar contra la responsabilidad perso-naly el margen siquiera mínimo de aventura que exige la misión y el destino delhombre.

Personalidad es distinción y jerarquía; por eso es que el poeta JuanRamón Jiménez dice en uno de sus versos: “Lo querían matar los igualesporque era distinto...”

90Dios no reparte igual los talentos, ni espera igual de todos los hombres;

cada uno debe responder de lo que ha recibido.

Page 48: El Nacionalismo Argentino

Cristo no ama igual a sus discípulos; tiene preferencias bien señaladaspor Pedro, Santiago, y sobre todo, por Juan. El amor es preferencia lapreferencia, distinción.

Es lícito poseer bienes propios, pero siempre que se usen como si fuerancomunes; esto es, haciendo partícipes a otros. Así enseñaba Aristóteles,intérprete fiel del orden natural. El cristianismo confirma esa enseñanzaporque Cristo es el autor de la naturaleza.

Extender la propiedad privada es extender la libertad personal y familiar;restringirla o supri-mirla es atentar contra la libertad. Proponer un socialismocristiano es una contradicción en los términos, por más que se intenteparafrasear el Evangelio para justificarlo.

Expropiar a los especuladores extranjeros y nativos, no exige abolir lapropiedad privada para liberar a la Nación y resolver justicieramente lacuestión social. Cuando los especuladores hayan sido suprimidos o anuladospor drásticas medidas políticas, remontará espontáneamente el valor de lamoneda argentina, aumentará la producción y el consumo; habrá ocupaciónplena y se multiplicarán las fuentes de trabajo; se contará con grandesexcedentes exportables y se comercializarán a precios remuneradores para elproductor; la distribución de la riqueza será equi-

91tativa y la prosperidad general de la población estará asegurada. La

organización de las profesiones logrará plena estabilidad y el equilibriorenovado entre los agentes de la economía nacional. La caridad extremará laso-licitud hacia los más necesitados, haciendo que la justicia abunde siempremás allá de lo debido al otro.

La Iglesia de Cristo también sufre la influencia de las ideologías queconfunden la doctrina y extravían el apostolado de muchos sacerdotes y hastade Obispos. Progresistas y tercermundistas predican la secularización delEvangelio y de la divina redención, en aras de un mesianismo puramenteterrenal: “Hoy la buena nueva debe significar la abolición del régimen declases, el fin de la carrera armamentista y la superación de las fronterasanacrónicas”(P. Cardonnel).

“La revolución juvenil mundial, la revolución científica de nuestrotiempo, el movimiento contra

la discriminación racial , el movimiento pacifista, en fin toda larevolución para la secularización” (P. Cox). Se estima que en el pasado, la Fecristiana se empleaba para alienar al hombre de la historia, separando elcristianismo espiritual del cristianis-mo social.

Page 49: El Nacionalismo Argentino

Las nuevas corrientes se aplican a resolver los problemas temporalesdel hombre, sin referencia alguna al orden sobrenatural y a la vida eterna.

En este sentido, el Manifiesto del Tercer Mun-

92

do, año 1967, concluye que “El verdadero socialis-mo es el cristianismointegralmente realizado en el justo reparto de los bienes y en la igualdadfundamental”.

No se recuerda siquiera la apremiante recomendación de Nuestro SeñorJesucristo en el Sermón de la Montaña “Buscad primero el Reino de Dios y suJusticia, que lo demás se os dará por añadidura”.

Ocurre que lo evangélico ha pasado a ser la añadidura; y se busca lasolución de la unión del hombre con Dios en Cristo, del pecado y de la DivinaRedención, del Juicio Final, del Cielo y del Infierno.

Se desconoce la raíz teológica de la cuestión social y se confíaexclusivamente en la eficacia de los medios humanos. Así es como laConferencia General de Medellín destaca que “el proceso de socializacióndesencadenado por las técnicas y los medios de comunicación de masas,hace de éstos un instrumento necesario y muy apto para la educación social, laconcientización en orden al cambio de estructuras y la vigencia de la justicia.

No se vacila en comprometer a Cristo con las corrientes inmanentes de lahistoria; se pretende que impulsan una ascensión continua y triunfal de lahumanidad en bloque para llevarla a la plenitud eterna, cuando la verdad esque Cristo cargó con el pecado de los hombres para rescatarlo al precio de suSangre inocente. La preparación terrenal para la salvación eterna, no es lajusticia social,

93aunque el cristiano debe luchar para su instauración, sino la donación y el

sacrificio de la propia vida por amor al prójimo en Cristo crucificado. En lugarde la conducción a la plenitud eterna a través de todas las liberacioneshumanas de que hablan los obispos del tercer mundo, lo que nos aguarda es eljuicio final, en el que rendiremos cuenta personalmente ante Cristo, cuyasentencia debemos esperar con temor y temblor, si bien confiados en sumisericordia infinita. El cristiano sabe por la Fe que existe el Reino de Dios,pero también que hay infierno y condenados eternamente.

El curso de la historia de la salvación no es una evolución lineal,ascendente y progresiva que conducida por Cristo, va a terminar en un fin felizpara toda la humanidad. La vida de cada hombre es una agonía entre Dios y el

Page 50: El Nacionalismo Argentino

diablo que se dispu tan su corazón hasta el último suspiro. La idea de unahumanidad que se va haciendo cada vez mejor, se inspira en la falsa ideologíadel progreso indefinido y es contraria a la divina redención.

En todo tiempo, enseña el Papa Juan XXIII, “el hombre separado de Diosse vuelve inhumano consigo mismo y con sus semejantes... el aspecto mássiniestramente típico de la época moderna consiste en la absurda tentativa dequerer reconstruir un orden temporal, sólido y fecundo,

En todo tiempo, enseña el Papa Juan XXIII, “el hombre separado deDios se vuelve inhumano consigo mismo y con sus semejantes... el aspecto

94

más siniestramente típico de la época moderna consiste en la absurdatentativa de querer reconstruir un orden temporal, sólido y fecundo,prescindiendo de Dios, único fundamento en el que puede sostenerse” (Materet Magistra).

El absurdo intento socialista de construir un orden temporal sin propiedadprivada, sin clases y finalmente sin Estado, es una consecuencia del ateísmocontemporáneo. El resultado efectivo es el terror sistemático de un Estadototalitario, administrado por un puñado de jerarcas del partido único.

Tan sólo el cristiano que ha dejado de creer en Cristo y en su divinaredención, puede ver en el socialismo la satisfacción de un anhelo de justicia,de igualdad y de solidaridad social.

Page 51: El Nacionalismo Argentino

II Parte

El auténtico Nacionalismo Argentino

Constructivo y restaurador, jerárquico e integrador, cristiano yargentino en su contenido y en su estilo. Una afirmación soberana frente a laPlutocracia y el Comunismo.

Page 52: El Nacionalismo Argentino

ConclusiónEL NACIONALISMO SIN IDEOLOGÍAS

El Nacionalismo argentino liberado de las ideolologías que lodistorsionan en su doctrina y lo extravían en la acción política, se perfila conlos siguientes rasgos distintivos:

a) Es jerárquico porque se propone establecer la existencia soberana de laNación; esto es, el ejercicio pleno del señorío sobre lo suyo.

La Soberanía Nacional que nada tiene que ver con la llamada soberaníapopular, es la primera realidad del orden político y la principal obra delesfuerzo y del sacrificio de la sangre de los héroes y de las generacionespatricias; se conserva y se reconquista al mismo precio. Es en primera yúltima instancia, una decisión de las Armas y no de las Urnas.

Frente al proceso de descomposición y de subversión de la vida socialque soporta la Nación, urge la reacción del señorío político parareorganizar, disciplinar y jerarquizar las instituciones naturales,representando el ser y la finalidad propia de cada una de ellas: familia,propiedad, escuela, universidad, profesión, empresa.

El orden en cualquier terreno, se constituye jerárquicamente porque nohay otro modo de reducir la multitud de los individuos a la unidad del biencomún. Cada uno debe estar en su lugar propio, en la función yresponsabilidad que le corresponde. Cada nivel se debe alcanzar por elesfuerzo, la abnegación y el sacrificio personales.

El Nacionalismo argentino exige el lenguaje de la Verdad, el estilojerárquico y la disposición al sacrificio para establecer el Orden de la Naciónen los principios supremos que le dieron el Ser:

1º) La Verdad de Dios uno y trino, del alma inmaterial e inmortal y de laDivina Providencia que nos ha sido revelada por la Fe de Cristo Crucificado,Creador y Redentor de los hombres, cuya misión salvífica se continúa en laIglesia fundada por Él.

2°) Las verdades esenciales y normativas que atesora la filosofíaperenne, en las que se funda el arte soberano de las definiciones, el orden delas virtudes y el gobierno de los hombres.

3º) Las instituciones sociales y el orden de las jerarquías naturales de lascuales el hombre necesita para el libre desarrollo de su personalidad y elservicio del Bien Común: familia, propiedad privada, escuela, universidad,profesión, empresa, municipio, Nación y Estado soberano. Y para laparticipación en el orden sobrenatural y trascendente, la Iglesia de Cristo.

4º) La libertad de la persona humana indivisible de la Verdad y de laAutoridad de Dios, de donde procede y en cuyo nombre se ejerce toda

Page 53: El Nacionalismo Argentino

autoridad legítima entre los hombres. Es exigencia del Bien Común temporaly eterno que la justicia se integre y perfeccione en la caridad de Dios.

5°) El espíritu de servicio y la disposición al sacrificio para obrar laverdad y ser capaces de vivir en Soberanía.

Estos principios superiores, deberán inspirar la política nacional quetratará de alcanzar los siguientes objetivos para todos los hombres nativos oextranjeros que habitan su territorio:

1. — Un trato de honor y un bienestar suficiente en el cuadro de realgrandeza nacional y de existencia soberana liberada de mediatización depoderes extranjeros, financieros e ideológicos, la Nación argentina será unatierra habitable, decorosa y digna.

2. — Una educación de la inteligencia y del carácter de la juventud en laDoctrina de la Verdad, del Sacrificio y de la Jerarquía.

3. — Una economía al servicio del hombre y del Bien Común, queestimule y proteja, a la vez, la libre iniciativa personal y la difusión de lapropiedad privada al mayor número de personas y familias, a fin de asegurarla libertad y la movilidad social, indispensables para la tranquilidad en elorden.

4. — La superación de la conciencia y de la lucha de clases, en laintegración armónica de todos los medios y niveles sociales.

5. — El efectivo desarrollo integral de la Nación y la reubicacióndemográfica imprescindible para una promoción adecuada de las diversasregiones del país.

6. — Un ordenamiento jurídico que realice lo que es justo, en lastransacciones, en la distribución y en lo que es debido al Estado y a laSociedad. El Derecho positivo será conforme a la Ley de Dios, a la dignidadde la persona humana y a las exigencias del Bien Común. Se cumplirá así lajusticia Social en el cuadro natural de la Nación y la justicia de la Nación en laCaridad de Dios.

7. — La represión de todas las formas del terror: físico, económico eideológico.

8. — El reordenamiento de la Libertad de expresión, dentro de loslímites exigidos por la moral pública, el honor de las personas y la seguridadde la Nación.

9. — El adoctrinamiento de los cuadros militares para que cada uno sepalo que debe defender y lo que debe combatir a muerte.

10. — Superación del criterio y del nivel de masa por el criterio y elestilo de un pueblo de Señores en todos los órdenes de la vida pública.

Page 54: El Nacionalismo Argentino

Acabamos de trazar los lineamientos esenciales del programa político deun nacionalismo jerárquico, cuya ejecución sólo puede llevar a cabo unaférrea Dictadura nacional de base militar, sin otras limitaciones que elDecálogo y el Derecho Natural. Una Dictadura que sea capaz de construir unEstado en conformidad con el ser de la Nación y en perfecta correlación con laconstitución de las sociedades naturales, como la familia, la parroquia, elmunicipio, la Provincia y las Corporaciones económicas sociales,educacionales, culturales, con sus libertades jurídicas fundamentales.

Todos estos organismos integran la Nación y deben tener participacióndirecta en la Constitución del Estado nacional corporativo, representativo yfederal.

El Nacionalismo jerárquico propone una representación naturalconsciente y responsable en base al criterio de profesión y de vecindad, frenteal Sufragio universal antinatural, inconsciente e irresponsable. Claro está queesta construcción nacionalista y corporativa del Estado, exige un proceso deorganización gradual y de ajustadas integraciones. No puede ser como lasConstituciones liberales, al modo de la Constitución nacional de 1853,prefabricada de antemano, acabada en todas sus partes y rígida en suestructura. No puede proyectarse al margen de la realidad, ni ser copia más omenos literal de una Constitución extranjera, para evitar el funestodesencuentro entre el estatuto jurídico y el ser nacional.

Se requiere un cambio de mentalidad y de costumbres, a través delretorno a los principios superiores que nos dieron el ser. Se requiere lasuperación de las ideologías que confunden la mente y envenenan el corazónde los argentinos. Se requiere terminar con las especulaciones, lasexpoliaciones y con toda forma de explotación financiera de la Nación y delas personas. Se requiere una redistribución de la población, de la industria,del comercio y de los recursos que contemple las necesidades regionales y laSeguridad de la Nación. Se requiere una movilización de todos los argentinosy el sacrificio de todos para la salvación común.

El cumplimiento de este difícil programa político, sólo puede llevarlo acabo una Dictadura Nacional con el respaldo de las FF.AA. y de las personashonestas del país.

b) El Nacionalismo argentino es integral; jerárquico e integral porquedebe comprender a todas las clases y medios sociales. Es incompatible con elclasismo sea el que fuere, porque el todo no puede estar mediatizado por unaparte, sino que todos deben estar al servicio del todo. El Bien Común es la Leyprimera de la Sociedad después de Dios.

Page 55: El Nacionalismo Argentino

El clasismo oligárquico es una consecuencia del liberalismoindividualista, con su posición de los derechos absolutos del hombre egoísta ysu Estado neutro que deja hacer al libre juego de los intereses, de lasnecesidades y de las tentaciones individuales o de grupos.

El clasismo proletario es una consecuencia del liberalismo socialista,con su posición de los derechos absolutos del hombre social o colectivo queabsorbe la vida de las personas.

Uno y otro son anticristianos y antinacionales porque desconocen laSoberanía de Dios y la Soberanía política de la Nación; invocan la soberaníadel hombre y la soberanía popular. Niegan el Pecado Original y, porconsiguiente, al divino Redentor; postulan la bondad natural del hombre y lasolución de los conflictos sociales por la libre concurrencia de los egoísmosindividuales o por la masificación colectivista.

En cuanto al Estado Nacional, resuelven la Soberanía política en unasimple convención entre los individuos y limitan el papel del Estado a lacustodia de los egoísmos triunfantes o prometen su extensión final bajo elrégimen socialista.

El Nacionalismo liberado del velo de las ideologías que falsifican el serdel hombre y la política, parte del hombre real que es un cuerpo animado porun alma inteligente y capaz de querer, un alma inmaterial e inmortal creada aimagen y semejanza de Dios. Sabe que el hombre es social por naturaleza;pero que la Sociedad y el Estado son medios necesarios para alcanzar lasuficiencia de la vida temporal. Sabe por la Fe de Cristo que el hombre realnace con una lesión interna, herencia del Pecado, origen y raíz de lascontradicciones sociales y de todos los males de la existencia. Y sabe tambiénpor la Fe que el hombre del pecado ha sido redimido por Cristo y que sólopuede alcanzar la plenitud de la justicia, unido a Dios en Cristo.

El Nacionalismo jerárquico e integral no confunde al hombre real con elindividuo egoísta ni con la termita socialista Su punto de partida es el hombreesencial y su empeño es el ajuste con las circunstancias mudables. Sostiene laprimacía de lo Nacional sobre lo Social, y promueve tanto la difusión de lapropiedad privada como la circulación de las clases sociales. Quiere asegurarde este modo, la mayor libertad posible y la expansión de la personalidad.

Una característica lamentable en el revisionismo histórico y que se acusaen la mayor parte de sus representantes, es la tendencia ideológica —populistay clasista—, en la interpretación de nuestro pasado nacional: se presenta, porejemplo, a Rosas que era un verdadero señor, en la figura de un demagogopopulista; se contrasta una clase mínima de doctores privilegiados yextranjerizantes con una clase social mayoritaria de gauchos pobres y

Page 56: El Nacionalismo Argentino

analfabetos, siguiendo, quieras que no, el falso esquema dialéctico deSarmiento, Civilización y barbarie.

Rosas es el ejemplo más relevante en la Historia Patria, de caudilloacatado y no elegido por el pueblo. Y en su largo gobierno de veinte años,colaboraron los argentinos más ilustrados de la época, como Anchorena,Arana, Vélez Sarsfield, Echagüe, Urquiza, Alvear, Mansilla y tantos otros.

Insistimos, una vez más, en que no hubo jamás en nuestra SociedadArgentina, ni siquiera cuando éramos provincia española, clases socialesextremas y antagónicas, cerradas e incomunicadas entre sí. Hubo sídivisiones doctrinales y políticas extremas que se tradujeron en luchassangrientas; pero lo económico social no fue el determinante. La circulaciónsocial y el ascenso de clase es una constante en la sociedad argentina, sobretodo, a partir de la gran inmigración europea de hace un siglo. Es un hechonotorio que la actual clase dirigente tiene un origen proletario en primera,segunda o tercera generación.

Es preciso evitar la contaminación de la ideología clasista para que noenvenene la conciencia nacionalista con el resentimiento social. Se debereconocer, en cambio, que a partir de la Organización Nacional bajo el sistemaliberal, ha sido constante el aumento de nativos abandonados, marginados yrelegados a una vida infrahumana por el Estado indiferente que se desentiendedel Bien Común.

c) El Nacionalismo jerárquico e integral debe ser cristiano, o sea,plenamente humano por su conformidad con la Verdad y la Voluntad de Diosen Cristo.

El cristianismo protege al hombre, a todo el hombre, incluso al que nocree, siempre que se encuadre en el Orden Natural, porque Cristo es el autorde la Naturaleza y el alma de cada hombre es naturalmente cristiana, antes dellegar a serlo sobrenaturalmente por el Bautismo.

El Nacionalismo jerárquico, integral y cristiano rechaza tanto alindividualismo como al socialismo, a la libre concurrencia sin límites como alcolectivismo estatal, a la propiedad privada sin sentido social como a laabolición de la propiedad privada, a la lucha de clases como a la supresiónde las clases, al Estado neutro como al Estado totalitario. Su programapolítico se propone restaurar el orden natural de la convivencia, realizándolo yperfeccionándolo por la participación en el orden sobrenatural de la Gracia deDios en Cristo. Por esto es que se opone enérgicamente a la socialización dela economía que es un atentado contra el orden natural. Reconoce comopilares de la economía a la libre iniciativa, individual o asociada, a las

Page 57: El Nacionalismo Argentino

organizaciones profesionales y a las exigencias del Bien Común (tal como seexpresa en el Capítulo III).

La divisa suprema del Nacionalismo jerárquico, integral y cristiano, seresume en tres palabras esenciales y normativas:

VERDAD, SACRIFICIO y JERARQUÍAPolítica de la Verdad, cuya primera realidad es el Estado Nacional

soberano; esto es, un gobierno independiente con una superioridad sobre todolo propio; autonomía y libertad de acción suficiente para servir al BienComún, en el ámbito de un territorio estable. Se trata, pues, de un Podersoberano, libre de toda mediatización financiera, ideológica o políticaextranjera, que no reconoce más límites que la ley de Dios y el Derecho deGentes.

Política del Sacrificio porque sólo la disposición al Sacrificio puederealizar la Verdad de la Soberanía Nacional en un mundo sometido al Poderdel Anticristo, con su rostro bifronte: la Internacional del Dinero y laInternacional Comunista.

Sucumbir en la demanda es todavía triunfar y proyectar en el futuro unaejemplaridad arrebatadora, según el modelo de Cristo crucificado.

Política de la jerarquía porque se trata de la vida vivida ensubordinación, o sea, en la obediencia lúcida al orden de la Verdad, de laJusticia y de la Caridad para instaurarlo todo en Cristo, desde la familiahasta el Estado Nacional.

Esta es la divisa del Nacionalismo argentino; nacionalismo de Señores,no de masas, cuyo estilo es el servicio por amor a Dios y a la Patria.

Hemos intentado una depuración crítica de la doctrina nacionalistadespejándola de toda mezcla de ideologías que empañan y deforman sucontenido, para presentarla con la nitidez de una afirmación soberana. Hemosquerido proponerla a la juventud argentina como la más alta y pura razón devivir y de morir. Un ideal claro, limpio y diáfano, capaz de urgir la esperanzaen una Patria libre y grande, renacida en Cristo y en María.

Sabemos que hay un resto de argentinos lúcidos y fieles que no seresignan a ver la Patria arrollada por la Plutocracia Internacional niesclavizada por la Internacional Comunista. Un resto capaz de asumir uncompromiso de vida por la causa de la restauración nacional. Un compromisoque exige el total desprendimiento de todos los afectos y bienes humanos,incluso del propio yo. No puede haber entrega, donación entera de sí mismo,sin desprendimiento y sin la renovación de los más legítimos amores en Cristocrucificado. Sólo así se es libre para darse sin reservas, para amar sin reclamarnada y sin sentido de posesión, para servir hasta el límite de las fuerzas, hasta

Page 58: El Nacionalismo Argentino

no poder más y hasta el sacrificio de la propia vida. Hay que amar a la Patria,al prójimo, como Cristo nos amó El primero. Es el único modo de entender lasentencia evangélica: "Nadie tiene amor más grande, que el que da su vida,'por sus amigos" (San Juan 15,13).

El Nacionalismo argentino necesita que la Patria sea amada y servida enCristo, por todos aquellos que abracen su causa y sean capaces del sentidoheroico de la vida.

Tan sólo investidos con la fuerza de Cristo y de María, será posibleenfrentar y vencer a las legiones del Padre de la Mentira que están arrasandolas Naciones con el poder del dinero y el poder de la Subversión.

"El Catecismo Revolucionario" de Netchaiev expone las exigencias quedebe cumplir el aspirante a ingresar en los Comandos terroristas. No se inspiraen la Verdad crucificada por amor, sino en la Mentira que el odio expandetriunfalmente en el mundo. Su camino de redención no es el Vía Crucis querecorre la víctima que se ofrece en sacrificio por amor al prójimo en Cristo. Elcamino que recorre, lo va cubriendo de cadáveres y de ruinas con pasiónnihilista y un odio invencible a todo lo que es ("Todo lo que existe mereceperecer", sentenciaba Engels); acaso muere en la demanda, pero justifica elasesinato, la destrucción y el terror porque cree que lo hace por la más noblede las causas: un futuro feliz para la humanidad donde reine pura la justicia yla paz.

Leemos en el libro "Los Terroristas" de Roland Gaucher, la primeraentrevista del terrorista ruso Boris Savinkov con Dora Brillant, una jovenapasionada que quería ingresar a la Organización Combate, vanguardia de lasubversión en el año 1904, en las vísperas de la fracasada Revolución Socialde 1905. Es un diálogo breve y tajante que fija la disposición de ánimo y elgrado de resolución exigido al aspirante a integrar las células o los comandosterroristas, lo mismo en 1904 que en 1972:

—¿Sabe Ud. que tendrá que abandonarlo todo, familia, amigos,relaciones, ambiente social, todo... ?

—Sí.—¿Vivir clandestinamente, sin tener siquiera un rincón que sea suyo?—Sí.—¿Tal vez morir?—Sí.—¿Tal vez matar?—Sí.Se trata como se ve, de una entrega total, sin reservarse nada, aceptando

las más duras condiciones de vida, el sufrimiento y la muerte en cualquier

Page 59: El Nacionalismo Argentino

momento. .. incluso la decisión de matar y destruir, todas las veces que así loordene un mando oculto y desconocido.

Si nos preguntamos el por qué y el para qué de semejante compromiso,la respuesta la encontraremos en la seducción diabólica que ejercen losmesianismos terrenales sobre la juventud urgida por la justicia, en medio deun mundo donde la mayor parte de las personas soporta grandes injusticias yviolencias. El ateísmo dominante lo aparta de Cristo, de su divina Redencióny de la vida eterna; no admite demoras y está impaciente por soluciones aquíabajo. No vacila en cometer los crímenes más horrendos y las más flagrantesinjusticias en la creencia ilusoria de que así apura el advenimiento de unnuevo mundo de paz, justicia y amor para todos.

Decimos seducción diabólica porque en una Sociedad que ha dejado deser Cristiana, el Diablo es quien inspira los más sutiles engaños y alienta laspromesas mesiánicas más arrebatadoras a cumplirse en el más breve plazo yaquí en la tierra. La voz del Padre de la Mentira, halagadora y persuasiva,sugiere llegar a la luz por las tinieblas, al amor por el odio, a la justicia por lainjusticia, a la paz social por el terrorismo. Y así es como hace presa de ladialéctica a la mente y al corazón, hasta convencernos de que se llega a laafirmación por la negación de la negación: a la justicia se responde con lainjusticia para lograr la justicia; al mal se responde con el mal para terminar enel bien.

La lógica aparente de la contradicción infinita, sustituye a la lógica realde la identidad, tanto en él discurso como en la acción. Y esa lógica dialécticaenvenena el corazón en el más feroz e implacable resentimiento, convirtiendoen demonios a los jóvenes intelectuales que aprueban el examen de ingreso alos comandos del Terror. Son siempre de nuevo, los que señala el dedoacusador del profeta Isaías (5,8) :

"¡Ay de los que al mal llaman bien, que de la luz hacen tinieblas y de lastinieblas luz; que dan lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!"

Claro está que tampoco es humana la avaricia de los que explotan a lasnaciones con el Poder del Dinero; de los que mediatizan a los gobiernos paraespecular, expoliar y corromper en la más absoluta impunidad, a los pueblos ylas personas. A ellos les alcanza también el apóstrofe del Profeta (5,20):

"¡Ay de los que añaden casas a casas, de los que juntan campos a camposhasta acabar al término, siendo los únicos propietarios en medio de la tierra".

Las gentes ilustradas se ríen de que se pueda considerar al Diablo comoalgo más que una figura literaria. Ocurre que los mismos que no creen en ladivinidad de Cristo, tampoco creen en la existencia del Diablo. Se ríen delCielo y del Infierno; pero toman en serio la idea de edificar un paraíso en la

Page 60: El Nacionalismo Argentino

tierra para los pobres, con la sangre de las víctimas elegidas e incluso con lapropia, mientras que lo que se va configurando es un verdadero infierno.

Hemos distinguido en un opúsculo anterior "Seguridad y Desarrollo",tres especies de terrorismo: físico, económico y psicológico. La verdad es quelos titulares de la Usura internacional y nativa integran una organizaciónterrorista que opera con otros medios, como son la especulación, laexpoliación, "el vaciamiento de empresas", etc.; pero que arrollan a laNación, provocando el empobrecimiento y la servidumbre de sus habitantes.

El terrorismo psicológico es el que se aplica a perseguir, difamar,calumniar o intimidar a las personas honestas para destruirlas moralmente opresentarlas en una imagen falsa al público. Se vale de todos los medios dedifusión para provocar la muerte civil o el vacío alrededor de las víctimaselegidas.

Estas tres especies de terrorismo operan impunemente en nuestra Patria,atentando contra las personas, en su vida, en su honor o en sus bienes. LaSeguridad de la Nación se ve cada vez más comprometida y la inquietud seextiende y se ahonda en todos los medios sociales.

La Guerra subversiva que soporta la población y que golpea implacablecontra las fuerzas de resistencia, tiene en el Terrorismo su principal armaofensiva porque hiere a todo el hombre: el alma, el cuerpo y las Instituciones.

La pregunta final que nos queda por responder es: ¿Cómo enfrentar alTerrorismo subversivo que nos está arrollando?

Lo primero es ser objetivos y ver la realidad tal como se nos presenta. Talcomo es. Es evidente que la corriente de la historia universal y nacional, si laconsideramos desde una perspectiva humana, va a desembocarinexorablemente en el Comunismo ateo y materialista, instrumentado por elPoder del Dinero. Si no hubiera nada más que las fuerzas del orden natural enjuego sería un vano empeño oponerse a la corriente y no quedaría más que elacomodo o la desesperación. Esta clara situación nos explica el actual virajehacia la izquierda del Nacionalismo argentino, la tentación de las ideologíasde origen marxista y el compromiso con el socialismo más o menosacristianado y nacionalizado.

Sin la Fe de Cristo y sin el reconocimiento de que existe la DivinaProvidencia, el Nacionalismo sucumbe necesariamente ante las corrientes dela Historia y colabora en la Subversión marxista.

Si queremos liberar a la Patria en Cristo y nuestra opción política es elNacionalismo cristiano, debemos comenzar por nuestra libertad interior,renovando los afectos, bienes y poderes en Cristo Crucificado.

Desprendidos del propio yo y de todo lo que poseemos, amaremos a laPatria y al prójimo con un amor trascendente, despojado de todo carácter

Page 61: El Nacionalismo Argentino

posesivo y que no busca nada suyo. Amaremos como Cristo nos amó, con unadisponibilidad sin reservas para el servicio y con un espíritu de sacrificio quetodo lo da sin esperar nada.

Tan sólo así, investidos por las fuerzas de Dios, potenciados por la Graciade las virtudes y dones sobrenaturales, venceremos al mundo como lo vencióCristo. No tendremos en cuenta el éxito, sino el testimonio de la Verdad y elejemplo de los hacedores de la Verdad.

El nacionalismo que no se propone reconstruir a la Patria en Cristo, noes conforme con la realidad, ni con la verdad del hombre; no es tampococonforme con el origen, la raíz y la esencia del ser argentino. Perder en estacruzada es todavía ganar, porque del fracaso y de la derrota irradia unaejemplaridad triunfal y arrebatadora sobre las generaciones futuras.

Sin Cristo nada podemos hacer en el orden temporal, frente a lasubversión triunfante y a la impunidad con que el terrorismo va socavando alas almas y a las instituciones, incluso a las FF.AA. y a la Iglesia de Cristo.Insistimos, una vez más, en que la Patria soporta la acción del terrorismoeconómico y psicológico, tanto o más devastadora que la del terrorismo de laguerrilla urbana.

Con Cristo lo podemos todo y nuestro empeño en lo político, debe serpara que Él reine...

La solución de la Cuestión Social como de las otras cuestionestemporales, sólo puede lograrse en la Glorificación de Dios y en la unión de lodivino y de lo humano en Cristo, Nuestro Señor y Señor de la Patria.

No creemos en absoluto que se puede resolver ninguna de las cuestionescandentes por el camino de la ficticia soberanía popular. No hay más políticade la Verdad y de la realidad que la que se funda en la Soberanía de Dios yen el Sacrificio de la Cruz.

JORDÁN B. GENTABuenos Aires, abril 2 de 1972.

Domingo de Pascua de Resurrección.

Page 62: El Nacionalismo Argentino

Apéndice

A PROPÓSITO DEL SOCIALISMO

Hemos demostrado que el ateismo sistemático es la raíz y la esencia tantodel capitalismo liberal como del socialismo marxista. Hemos concluidotambién que el socialismo marxista es el instrumento ideológico más eficazpara consolidar al Imperialismo Internacional del Dinero.

Es un hecho notorio que la Revolución Rusa fue financiada a lo largo desu preparación y estallido final, por la Banca Khun, Loeb y Co., cuyosdirectores incluían a Jacobo Schiff y Warburg emparentados entre sí. Pero elhecho más significativo de una coincidencia esencial, es que la construcciónsocialista de la economía soviética ha sido y continúa siendo principalmenteobra de los mayores consorcios capitalistas de América y de Europa, tanto enla parte financiera como en la parte técnica.

El aporte soviético ha sido y es el trabajo forzado de la población,conforme a la imagen de la economía socialista que ha anticipado Lenin:

“Toda la sociedad será una sola oficina y una sola fábrica, con trabajoigual, salario igual y condiciones iguales... Y esta disciplina fabril se haráextensiva a toda la humanidad.” (El Estado y la Revolución).

El Sr. Robert Klinck resume y comenta un importante libro sobre el temaen cuestión, “Western Technology and Soviet Economic Development”, 1917a 1930, cuyo autor es el profesor Anthony Sutton, edición de la HooverInstitution on War, Revolution and Peace, Universidad de Stanford, año 1968.

“En este estudio cuidadosamente documentado, basado en informacionesde múltiples fuentes, ha mostrado que la idea de la construcción socialista dela economía soviética es una pura ficción. No ha sido el genio de Lenin ni elde Stalin, ni el celo de los trabajadores bajo la dictadura del proletariado, niel grandioso Plan Quinquenal, los que han reconstruido el aparatoproductivo de Rusia. Esto fue realizado por esos mismos supercapitalistasque los bolcheviques declaran ser sus enemigos mortales.

Su análisis ha conducido a Sutton a concluir que el Primer Quinquenal,comenzado en 1928, era un mito creado por la propaganda en el sentido deque casi todos los proyectos mayores comprendidos en el plan, fueronconcebidos por

121

Page 63: El Nacionalismo Argentino

compañías americanas”. Más adelante agrega: “Por lo menos, el 95% delas estructuras industriales soviéticas han recibido ayuda de las compañíasdel oeste”.

Las concesiones se hicieron en la forma de mecanismos contractuales,por los cuales las firmas americanas y europeas, organizaban y financiaban alas empresas industriales, dejando su aplicación a organismos soviéticos. Enotros casos, se agregaba la ayuda técnica.

Veamos, por ejemplo, lo ocurrido con la explotación del petróleo. Desdeel año 1921, el gobierno soviético importó cantidades masivas de equipos deexplotación, suministrados por la International Barnsdall Corporation y laLucey Manufacturing Co.

En el mismo sentido, Hill Electrical Drill (USA), EMSCO (USA), laMetropolitan Vickers (auxiliar británica de la Westinghouse) y la GeneralElectric, participaron ampliamente en el equipamiento de los campos depetróleo de Baku y de Grozny. Se financiaron también las refinerías y lasobras hidroeléctricas.

Lo mismo ha ocurrido con la explotación del carbón, del hierro, delcobre, del aluminio, con la industrialización de la agricultura, de la madera,con la producción de maquinarias y de energía eléctrica. Numerosascompañías americanas, europeas y japonesas han obtenido concesiones parael desarrollo de la economía socialista en Ru-

122sia. Los nombres más representativos de la plutocracia internacional,

como Rockefeller, Tyssen, Rathenau, figuran en la promoción de laeconomía soviética.

No es paradójico, sino que responde a la más pura lógica de laidentidad, la decisiva contribución de la plutocracia internacional al triunfo,consolidación y expansión del socialismo marxista o comunismo ateo.

La perfecta coincidencia entre capitalismo liberal y socialismomarxista, explica la coexistencia pacífica y el pluralismo ideológico que seproclama oficialmente en la actualidad; pero nada puede ilustrar mejor lasdos caras de la misma moneda falsa, como la confrontación gráfica delprograma marxista con el que expuso el plutócrata Rathenau en sus dos obras:“In days to come” (1917) y “The new economy” (1918):

Marx1. Abolición de

la propie- dad privada.

Rathenau1.Toda propiedad

Page 64: El Nacionalismo Argentino

1. Un impuestosobre la renta,progresivo y arrasa-dor.

2. Abolición delderecho de herencia.

3. Centralizacióndel cré- dito en manosdel Estado.

4. Centralización de los

Medios detransporte ycomunicación enmanos del Estado.

5. Aumento delnúmero de usinas delEstado y de los mediosde producción.

6. Obligaciónigual para todos lostrabajadores.

privada deberá serabolida progre-sivamente por las tasassobre la propiedad y elimpuesto sobre la renta.

1.El derecho de

herencia reducido alextremo.

2.El Estado en su

calidad de banqueroabsorberá todo elbeneficio neto de lain-

123industria tasando

el consu- mo, la renta yla propiedad.

3.El Estado llegará a

ser centro de laeconomía.

4.Todo lo que se

realice en la sociedadserá hecho por elEstado y para elEstado. Pleno empleo ynivelación de todotrabajo humano.

5.Pleno empleo y

nivela- ción de todotrabajo humano

El aporte del socialismo marxista a la reconstrucción de la economía, esla provisión de servicios y seguridades por medio de un aparato técnico que se

Page 65: El Nacionalismo Argentino

monta a través de la organización y la adaptación dirigidas. En el mejor de loscasos, lo que aporta es seguridad, pero sin libertad. La socialización ahoga lapersonalidad, la libre iniciativa, el espíritu de empresa y de aventura, todadistinción, en aras de una nivelación igualitaria, masiva, anónima, impersonal.El pueblo degrada en plebe y la persona en un robot.

Una política realista no puede fundarse en el hombre egoísta delliberalismo individualista, ni en el hombre gregario del socialismo marxista.Su fundamento inmediato es el hombre esencial y su meta es el bien comúntemporal en la dirección del bien común trascendente y eterno.