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El Pacto de Lausana: del dicho al hecho El quinto de una serie de artículos sobre el Congreso Lausana 3 (Cape Town, octubre 2010, África del Sur), escrita por Samuel Escobar. MUY PERSONAL AUTOR Samuel Escobar 04 DE DICIEMBRE DE 2010 Como dice nuestro viejo refrán español “Del dicho al hecho hay mucho trecho”. En el movimiento de Lausana, que se vio retratado en el Congreso Lausana 3 de Ciudad del Cabo, se ha podido apreciar como aquel dicho, aquella declaración de intención que fue el Pacto en 1974, se ha ido desarrollando en hechos misioneros en las tres décadas y media transcurridas desde entonces. Como documento fundamental el valor del Pacto ha permanecido. El historiador Mark Noll dice que es el documento teológico más importante que se ha forjado en el siglo veinte, suscrito por un número altamente significativo de protestantes alrededor del mundo. Es una confesión de fe y al mismo tiempo es contextual. Durante el Congreso hubo ciertos hechos que ilustran la forma en que el pacto ha sido pertinente y ha contribuido a desarrollar numerosos movimientos dentro del mundo evangélico. Como su nombre lo indica en el Pacto había un compromiso: “Creemos que el Evangelio es la buena nueva de Dios para todo el mundo, y por su gracia estamos decididos a obedecer la comisión de Cristo de proclamarla a toda la humanidad y hacer discípulos de todas las naciones. Deseamos por lo tanto afirmar nuestra fe y nuestra resolución y hacer público nuestro pacto.” (Introducción). En Ciudad del Cabo estuvieron mis antiguos colegas y amigos Ramez Atallah y su esposa Rebeca que viven y trabajan en Egipto. Él dirige la Sociedad Bíblica en El Cairo y ella ha desarrollado un programa de educación cristiana entre los chicos que trabajan en el basural de Mokattam. Hay una nota firmemente evangelizadora en todo lo que hacen, y por su acción miles de jóvenes y niños han escuchado por primera vez el Evangelio. Con el

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El Pacto de Lausana: del dicho al hecho El quinto de una serie de artculos sobre el Congreso Lausana 3 (Cape Town, octubre 2010, frica del Sur), escrita por Samuel Escobar. MUY PERSONAL AUTOR Samuel Escobar 04 DE DICIEMBRE DE 2010 Como dice nuestro viejo refrn espaol Del dicho al hecho hay mucho trecho. En el movimiento de Lausana, que se vio retratado en el Congreso Lausana 3 de Ciudad del Cabo, se ha podido apreciar como aquel dicho, aquella declaracin de intencin que fue el Pacto en 1974, se ha ido desarrollando en hechos misioneros en las tres dcadas y media transcurridas desde entonces. Como documento fundamental el valor del Pacto ha permanecido. El historiador Mark Noll dice que es el documento teolgico ms importante que se ha forjado en el siglo veinte, suscrito por un nmero altamente significativo de protestantes alrededor del mundo. Es una confesin de fe y al mismo tiempo es contextual. Durante el Congreso hubo ciertos hechos que ilustran la forma en que el pacto ha sido pertinente y ha contribuido a desarrollar numerosos movimientos dentro del mundo evanglico. Como su nombre lo indica en el Pacto haba un compromiso: Creemos que el Evangelio es la buena nueva de Dios para todo el mundo, y por su gracia estamos decididos a obedecer la comisin de Cristo de proclamarla a toda la humanidad y hacer discpulos de todas las naciones. Deseamos por lo tanto afirmar nuestra fe y nuestra resolucin y hacer pblico nuestro pacto. (Introduccin). En Ciudad del Cabo estuvieron mis antiguos colegas y amigos Ramez Atallah y su esposa Rebeca que viven y trabajan en Egipto. l dirige la Sociedad Bblica en El Cairo y ella ha desarrollado un programa de educacin cristiana entre los chicos que trabajan en el basural de Mokattam. Hay una nota firmemente evangelizadora en todo lo que hacen, y por su accin miles de jvenes y nios han escuchado por primera vez el Evangelio. Con el mismo espritu evangelizador, hay miles de personas que trabajan usando los medios de comunicacin para difundir el Evangelio. En Lausana 3 estaban, por ejemplo, Jos Pablo Snchez de Espaa y Brian Stiller del Canad en cuyos programas de televisin que alcanzan a miles de personas he tenido la oportunidad de participar. V tambin a Philemon Choi de Hong Kong que publica la revista Breakthrough dirigida especialmente a la juventud no creyente y conoc al Profesor Prabhu Guptara que ensea Economa Global en la Universidad William Carey de la India y dirige la revista bilinge Forward, en ingls y hindi, dirigida al mundo secular. Tambin ya tenemos en Madrid el peridico de distribucin gratuita Puerta Abierta dirigido por Manuel Lpez, para el lector comn y corriente y que ya tiene una circulacin de 20,000 ejemplares. Son todos esfuerzos por volcarse hacia afuera de las comunidades evanglicas para alcanzar a los lectores que todava no conocen a Cristo. Una de las oradoras en Ciudad del Cabo fue Becky Pippert, la conocida escritora y conferencista que tiene un don excepcional para la comunicacin del Evangelio especialmente en los medios universitarios. Ahora desde Belfast en Irlanda del Norte se dedica a capacitar personas y congregaciones para la evangelizacin en los cinco continentes. Disponemos ya de sus escritos en castellano: Fuera del salero para servir al mundo, Cmo hablar de Jess sin sonar religioso, La esperanza tiene sus razones, todos ellos publicados en Espaa por Editorial Andamio. El Pacto es un documento teolgico porque contiene afirmaciones bsicas de lo que creemos, por ejemplo, acerca del Dios trino, Padre, Hijo y Espritu Santo, de la autoridad de la Biblia, del carcter nico y el alcance universal de la obra salvadora de Jesucristo. Estas afirmaciones teolgicas expresan la verdad del Evangelio y son el fundamento comn que hace posible la cooperacin misionera. A veces al afirmar la verdad al mismo tiempo combatimos el error. Eso es lo que ha pasado por ejemplo con mi amigo el Obispo Robinson Cavalcanti de Recife en Brasil, al que encontr en Lausana 3 y en un momento evocamos nuestra presencia en Lausana de 1974. El obispo Cavalcanti ha tenido que librar batallas por la integridad de la fe en el seno de la comunidad anglicana de su patria. El prrafo 10 del Pacto se refiere a la evangelizacin y la cultura reconociendo que las misiones con mucha frecuencia, han exportado una cultura extraa con el Evangelio. Por ello afirma que El evangelio no presupone la superioridad de una cultura sobre otras, sino que evala a todas las culturas segn sus propios criterios de verdad y justicia. En conferencias y grupos de estudio en los aos siguientes a 1974 se explor las consecuencias de estas verdades y se estimul a las iglesias a expresar su culto, su fe y sus esfuerzos de comunicacin del mensaje de Jesucristo en sus propias categoras culturales, las de su contexto. Es lo que los estudiosos de la misin llamamos contextualizacin. Pues bien, en Lausana 3, los tiempos de alabanza y adoracin se realizaron en una increble variedad de formas culturales junto a algunos de los himnos clsicos europeos o anglosajones. Adems desde la plataforma la verdad se comunic no slo en la expresin sermonaria tradicional sino usando el drama, la danza, y los medios audiovisuales ms variados. Fue una expresin de que la iglesia es hoy una realidad global con sus mltiples expresiones culturales y que parte del espritu fraterno es la aceptacin y el disfrute de esa variedad. La msica y la liturgia de Lausana 3 fue completamente diferente a la de Lausana 1974, y sin duda en aquella fecha algunas de estas formas culturales nuevas habran escandalizado a ms de un evanglico. Sin embargo la contextualizacin se aplica tambin en la comprensin y expresin de las verdades bblicas. El prrafo 2 del Pacto de Lausana afirma sin ambages: Afirmamos la divina inspiracin, fidelidad y autoridad de las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, sin error en todo lo que aseveran, y que son la nica norma infalible de fe y conducta. Luego de afirmar el poder de la Palabra por medio de la cual el Espritu Santo sigue comunicando hoy la verdad de Jesucristo, este prrafo termina diciendo l ilumina la mente del pueblo de Dios en cada cultura, para percibir la verdad nuevamente con sus propios ojos, y as muestra a toda la iglesia ms de la multiforme sabidura de Dios. La consecuencia de esta verdad es que los biblistas, esos estudiosos que se especializan en las lenguas originales y en la comprensin del mensaje bblico, juegan un papel importante en la contextualizacin de la Palabra de Dios, al servicio de la tarea pastoral y evangelizadora de las iglesias. Hubo varios biblistas en Lausana 3, que adems de ser entusiastas de la evangelizacin se dedican al trabajo diligente de producir o editar material contextual. Menciono slo a tres de ellos. En primer lugar Ren Padilla, especialista en Nuevo Testamento que dirigi el equipo de traduccin de la Nueva Versin Internacional de la Biblia en castellano y que actualmente dirige el proyecto de un comentario bblico latinoamericano en un tomo. Luego al africano David Oginde uno de los expositores bblicos en el congreso y que ha colaborado en el comentario bblico africano en un tomo que apareci hace un par de aos. Un expositor muy apreciado es el britnico Chris Wright, sucesor de John Stott en la Fundacin Langham, y cuyo mensaje del sbado 23 de octubre en Lausana 3 fue un llamado conmovedor a la humildad, la integridad y la simplicidad en la misin. Digamos de paso que la fundacin que dirige Wright ha ayudado a financiar tanto el comentario africano como el latinoamericano. Los fondos que lo han hecho posible empezaron con la donacin que hizo John Stott de todas sus entradas por los derechos literarios de sus numerosos libros con el fin de promover la exposicin bblica, la formacin de biblistas y la publicacin de libros sobre temas bblicos en los pases pobres de Asia, frica y Amrica Latina. El ao pasado apareci en castellano el libro de Chris Wright La misin de Dios una obra monumental de 735 pginas publicada por Editorial Andamio. En Lausana 3 hubo un encuentro de personas y movimientos como los que aqu he recordado, cuyos hechos misioneros han venido haciendo realidad los dichos del Pacto de Lausana.Leer ms:http://protestantedigital.com/magacin/11469/El_Pacto_de_Lausana_del_dicho_al_hecho

INTRODUCCIONComo miembros de la Iglesia de Jesucristo, provenientes de ms de 150 naciones, que hemos participado en el Congreso Internacional sobre Evangelizacin Mundial en Lausana, alabamos a Dios por Su gran salvacin y nos regocijamos en la comunin que nos ha dado consigo mismo y del uno para con el otro. Impulsados al arrepentimiento por nuestros fracasos, y desafiados por la inconclusa tarea de la evangelizacin, nos sentimos profundamente conmovidos por las cosas que Dios est haciendo en nuestros das. Creemos que el Evangelio es la buena nueva de Dios para todo el mundo, y por Su gracia, estamos decididos a obedecer la comisin de Cristo, de proclamarla a toda la humanidad, y hacer discpulos de todas las naciones. Deseamos, por lo tanto, afirmar nuestra fe y nuestra resolucin y hacer pblico nuestro pacto.

1. EL PROPOSITO DE DIOSAfirmamos nuestra fe en un solo Dios eterno, como Creador y Seor del mundo, Padre, Hijo, y Espritu Santo, que gobierna todas las cosas segn el propsito de Su voluntad. l ha estado llamando, del mundo, un pueblo un pueblo par S, y envindolo al mundo como siervos y testigos Suyos, para la extensin de Su Reino, la edificacin el cuerpo de Cristo y la gloria de Su Nombre. Confesamos con vergenza que a menudo hemos negado nuestro llamamiento y fallado en nuestra misin, conformndonos al mundo o separndonos de l. Sin embrago, nos regocijamos de que, aunque en vasos de barro, el Evangelio sigue siendo un precioso tesoro. A la tarea de dar a conocer ese tesoro, por el poder del Espritu Santo, deseamos dedicarnos de nuevo.

Isa. 40:28; Mat. 28:19; Ef. 1:11; Hech. 15:15; Juan 17:6,18; Ef. 4:12; 1 Cor. 5:10; Rom. 12:2; 2 Cor. 4:7

2. AUTORIDAD Y PODER DE LA BIBLIAAfirmamos la divina inspiracin, fidelidad y autoridad de las Sagradas Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, sin error en todo lo que aseveran, y que son la nica norma infalible de fe y conducta. Afirmamos tambin el poder de la Palabra de Dios para cumplir Su propsito de salvacin. El mensaje de la Biblia se dirige a toda la humanidad, puesto que la revelacin de Dios en Cristo y en las Escrituras es inalterable. Por medio de ella el Espritu Santo sigue hablando hoy. El ilumina la mente del pueblo de Dios en cada cultura, para percibir la verdad nuevamente con sus propios ojos, y as muestra a toda la iglesia ms de la multiforme sabidura de Dios.

2 Tim. 3:16; 2 Pedro 1:21; Juan 10:35; Isa. 55:11; 1 Cor. 1:21; Rom. 1:16; Mat. 5:17,18; Judas 3, Ef. 1:17,18; 3:10,18.

3. SINGULARIDAD Y UNIVERSALIDAD DE CRISTOAfirmamos que hay un solo Salvador y un solo Evangelio aunque existen diversos acercamientos a la evangelizacin. Reconocemos que todos los hombres tienen algn conocimiento de Dios por medio de Su revelacin general en la naturaleza. Pero rechazamos tambin, como un insulto a Cristo y al Evangelio, toda clase de sincretismo y dilogo que implique que Cristo habla igualmente por medio de todas las religiones e ideologas. Jesucristo es el Dios-hombre que se entreg a S mismo como nico mediador entre Dios y el hombre. No hay otro nombre en que podamos ser salvos. Todos los hombres perecen causa del pecado, pero Dios ama a todos los hombres y es Su deseo que ninguno perezca sino que todos se arrepientan. Sin embargo, los que rechazan a Cristo repudian el gozo de la salvacin y se condenan a una eterna separacin de Dios. Proclamar a Jess como El Salvador del mundo no es afirmar que todos los hombres son salvos automtica o finalmente, y menos an afirmar que todas las religiones ofrecen la salvacin en Cristo. Es mas bien, proclamar al mundo de los pecadores e invitar a todos los hombres a responder al El como Seor y Salvador en la entrega personal y autntica del arrepentimiento y la fe. Jesucristo ha sido exaltado sobre todo nombre: esperamos el da cuando toda rodilla se doble ante El y toda lengua lo confiese como Seor.

Gl. 1:8,9; Rom. 1:18,32; 1 Tim. 2:5,6; Hech. 4:12; Juan 3:16-19; 2 Tes, 1:7-9; Juan 4:42; Mat. 11:28; Ef. 1:20,21; Fil.2:9-11.

4. NATURALEZA DE LA EVANGELIZACIONEvangelizar es difundir la buena nueva de que Jesucristo muri por nuestros pecados y resucit de los muertos segn las Escrituras, y que ahora como el Seor que reina ofrece el perdn de los pecados y el don liberador del Espritu Santo a todos los que se arrepienten y creen. Nuestra presencia cristiana en el mundo es indispensable para la evangelizacin; tambin los es un dilogo cuyo propsito sea escuchar con sensibilidad a fin de comprender. Pero la evangelizacin es la proclamacin misma del Cristo histrico y bblico como Salvador y Seor, con el fin de persuadir a las gentes a venir a El personalmente y reconciliarse con Dios. Al hacer la invitacin del Evangelio, no tenemos la libertad para ocultar o rebajar el costo del discipulado. Jess todava llama, a todos los que quieran seguirlo, a negarse a s mismos, tomar su cruz e identificarse con su nueva comunidad. Los resultados de la evangelizacin incluyen la obediencia a Cristo, la incorporacin en Su iglesia y el servicio responsable en el mundo.

1 Cor. 15:3,4; Hech. 2:32-39; Juan 20:21; 1 Cor. 1:23; 2 Cor. 4:5; 5:11-20; Luc. 14:25-33; Mar. 8:34; Hech. 2:40,47; Mar. 10:43-45

5. RESPONSABILIAD SOCIAL CRISTIANAAfirmamos que Dios es tanto el Creador como el Juez de todos los hombres. Por lo tanto, debemos compartir Su preocupacin por la justicia y la reconciliacin en toda la sociedad humana, y por la liberacin de todos los hombres de toda clase de opresin. La humanidad fue hecha a la imagen de Dios; consecuentemente, toda persona, sea cual sea su raza, religin, color, cultura, clase, sexo, o edad tiene una dignidad intrnseca, en razn de la cual debe ser respetada y servida, no explotada. Expresamos adems nuestro arrepentimiento, tanto por nuestra negligencia, como por haber concebido, a veces, la evangelizacin y la preocupacin social como cosas que se excluyen mutuamente. Aunque la reconciliacin con el hombre no es lo mismo que la reconciliacin con Dios, ni el compromiso social es lo mismo que la evangelizacin, ni la liberacin poltica es lo mismo que la salvacin, no obstante afirmamos que la evangelizacin y la accin social y poltica son parte de nuestro deber cristiano. Ambas son expresiones necesarias de nuestra doctrina de Dios y del hombre, de nuestro amor al prjimo y de nuestra obediencia a Jesucristo. El mensaje de la salvacin implica tambin un mensaje de juicio a toda forma de alienacin, opresin y discriminacin, y no debemos temer el denunciar el mal y la injusticia dondequiera que existan. Cuando la gente recibe a Cristo, nace de nuevo en Su Reino y debe manifestar a la vez que difundir Su justicia en medio de un mundo injusto. La salvacin que decimos tener, debe transformarnos en la totalidad de nuestras responsabilidades, personales y sociales. La fe sin obras es muerta.

Hech. 17:26,31; Gn. 18:25; Isa. 1:17; Sal. 45:7; Gn. 1:26,27; Sant. 3:9; Lev. 19:18; Luc. 6:27,35; Sant. 2:26-26; Juan 3:3,5; Mat. 5:20; 6:33; 2 Cor. 3:18.

6. LA IGLESIA Y LA EVANGELIZACIONAfirmamos que Cristo enva a los redimidos al mundo as como el Padre lo envi a El, y que ello exige una similar penetracin profunda y costosa en el mundo. Necesitamos salir de nuestros ghettos eclesisticos y penetrar en la sociedad no cristiana. En la misin de la Iglesia, que es misin de servicio sacrificial, la evangelizacin ocupa el primer lugar. La evangelizacin mundial requiere que toda la Iglesia lleve todo el Evangelio a todo el mundo. La Iglesia est en el corazn mismo del propsito csmico de Dios y es el instrumento que El ha designado para la difusin del Evangelio. Pero una Iglesia que predica la cruz debe el misma estar marcada por la cruz. Se convierte en una piedra de tropiezo para la evangelizacin cuando traiciona al Evangelio o carece de una fe viva en Dios, un genuino amor a los hombres, o una escrupulosa honradez en todas las cosas, incluyendo la promocin y las finanzas. La Iglesia es la comunidad del Pueblo de Dios, mas bien que una institucin, y no debe identificarse con una cultura, sistema social o poltico, o ideologa humana particular.

Juan 17:18, 20-21; Mat. 29:19-20; Hech. 1:8; 20:27; Ef. 1:9; 3:9-11; Gl. 6:14,17; 2 Cor. 6:3,4; 2 Tim. 2:19-21; Fil. 1:27.

7. COOPERACION EN LA EVANGELIZACIONAfirmamos que la unidad visible de la Iglesia en la verdad es el propsito de Dios. La evangelizacin tambin nos invita a la unidad, puesto que la unidad fortalece nuestro testimonio, as como nuestra falta de unidad menoscaba nuestro evangelio de reconciliacin. Reconocemos, sin embargo, que la unidad organizacional puede tomar muchas formas y no necesariamente sirve a la causa de la evangelizacin. No obstante, los que compartimos la misma fe bblica, debemos estar estrechamente unidos en comunin, trabajo y testimonio. Confesamos que nuestro testimonio ha estado a veces marcado por un individualismo pecaminoso y una duplicacin innecesaria. Nos comprometemos a buscar una unidad ms profunda en la verdad, la adoracin, la santidad y la misin. Urge el desarrollo de una cooperacin regional y funcional para el avance de la misin de la iglesia, el planeamiento estratgico, el nimo mutuo y el compartir de recursos y experiencia.

Juan 17:21,23; Ef. 4:3,4; Juan 13:35; Fil. 1:27; Juan 17:1-23.

8. LA IGLESIA Y EL COMPAERISMO EN LA EVANGELIZCIONNos gozamos de que una nueva era misionera haya empezado. El viejo modelo de dominacin occidental est desapareciendo rpidamente. Dios est levantando de las iglesias jvenes, grandes y nuevos recursos para la evangelizacin mundial, y est demostrando as que la responsabilidad de evangelizar pertenece a todo el cuerpo de Cristo. Todas las iglesias, por lo tanto, deben preguntar a Dios y preguntarse a s mismas lo que deben hacer para evangelizar su propia rea y enviar misioneros a otros pases del mundo. Le evaluacin de nuestra responsabilidad y la tarea misionera debe ser continua. As crecer el compaerismo entre las iglesias y se manifestar, con mayor claridad, el carcter universal de Cristo. Tambin damos gracias a Dios por todas las agencias que trabajan en la traduccin de la Biblia, la educacin teolgica, los medios masivos de comunicacin, la literatura cristiana, la evangelizacin, las misiones, la renovacin de la iglesia y otros campos especializados. Ellas tambin deben empearse en una autocrtica constante, a fin de evaluar su efectividad como parte de la misin de la Iglesia.

Rom. 1:18; Fil. 1:5; 4:15; Hech. 13:1-3; 1 tes. 1:6-8.

9. LA URGENCIA DE LA TAREA DE EVANGELIZACIONMs de 2700 millones de personas, es decir, ms de las dos terceras partes de la humanidad, no han sido evangelizadas todava. Nos avergonzamos de que tantas personas hayan sido descuidadas; esto es un continuo reproche para nosotros y para toda la iglesia. Hoy, sin embargo, hay muchas partes del mundo en que hay una receptividad sin precedentes frente al Seor Jesucristo. Estamos convencidos, de que es el momento en que las iglesias y las agencias para-eclesisticas oren fervientemente, por la salvacin de los inconversos, e inicien nuevos esfuerzos para realizar la evangelizacin del mundo. Una reduccin del nmero de misioneros y de fondos procedentes del exterior, puede ser a veces necesario para facilitar, en un pas evangelizado, el crecimiento de una iglesia nacional que tiene confianza en si misma, y para desplazar recursos a otras reas no evangelizadas. Debe haber un libre intercambio de misioneros, de todos los continentes a todos los continentes, en un espritu de servicio humilde. La meta debe ser, por todos los medios disponibles y en el ms corto plazo posible, que toda persona tenga la oportunidad de escuchar, entender y recibir la Buena Nueva. No podemos esperar alcanzar esta meta sin sacrificio. Todos nos sentimos sacudidos por la pobreza de millones de personas y perturbados por las injusticias que la causan. Los que vivimos en situaciones de riqueza aceptamos nuestro deber de desarrollar un estilo de vida simple a fin de contribuir ms generosamente tanto a la ayuda material como a la evangelizacin.

Jua 9:4; Mat. 9:36-38; Rom. 9:19; 1 Cor. 9:19-23; Mat. 16:15; Isa. 58:6,7; Sant. 1:27; 2:1-9; Mat. 25:31-46; Hech. 2:44,45; 4:34,35.

10. EVANGELIZACION Y CULTURAEl desarrollo de la estrategia para la evangelizacin mundial requiere imaginacin en el uso de mtodos. Con la ayuda de Dios, el resultado ser el surgimiento de iglesias enraizadas en Cristo y estrechamente vinculadas a su cultura. La cultura siempre debe ser probada y juzgada por las Escrituras. Puesto el hombre es una criatura de Dios, algunos de los elementos de su cultura son ricos en belleza y bondad. Pero debido a la cada, toda su cultura est mancillada por el pecado y algunos de sus aspectos son demonacos. El evangelio no presupone la superioridad de una cultura sobre otras, sino que evala a todas las culturas segn sus propios criterios de verdad y justicia, e insiste en principios morales absolutos en cada cultura. Las misiones, con mucha frecuencia, ha exportado una cultura extraa junto con el Evangelio, y las iglesias han estado ms esclavizadas a la cultura que sometidas a las Escrituras. Los evangelistas de Cristo deben tratar, humildemente, de vaciarse de todo, excepto de su autentcidad personal, a fin de ser siervos de los dems, y las iglesias deben tratar de transformar y enriquecer su cultura, todo para la gloria de Dios.

Mar. 7:8,9,13; Gn. 4:21,22; 1 Cor. 9:19-23; Fil. 2:5-7; 2 Cor. 4:5

11. EDUCACION Y LIDERAZGO.Confesamos que, a veces, hemos buscado un crecimiento de la Iglesia a expensas de la profundidad, y hemos divorciado la evangelizacin del crecimiento cristiano. Reconocemos tambin que algunas de nuestras misiones han sido lentas en cuanto a equipar y animar a los lderes nacionales para que asuman las responsabilidades a que tienen derecho. Sin embargo, aceptamos los principios de autocrtica y anhelamos que cada iglesia tenga lderes nacionales que manifiesten un estilo cristiano de liderazgo, no en trminos de dominio, sino de servicio. Reconocemos que hay mucha necesidad de mejorar la educacin teolgica, esencialmente para los lderes de la iglesia. En cada nacin y cultura debe haber un programa efectivo de entrenamiento para pastores y laicos, en doctrina, discipulado, evangelizacin, crecimiento y servicio. Tales programas de entrenamiento no deben depender de una metodologa estereotipada, sino que deben desarrollarse segn iniciativas locales creadoras en conformidad con las normas bblicas.

Col. 1:27,28; Hechos 14:23; Tito 1:5,9; Mar. 10:42-45; Ef. 4:11,12

12. CONFLICTO ESPIRITUALCreemos que estamos empeados en una constante batalla espiritual contra los principados y potestades del mal, que tratan de destruir a la iglesia y frustrar su tarea de evangelizacin mundial. Conocemos nuestra necesidad de tomar toda la armadura de Dios y pelear esta batalla con las armas espirituales de la verdad y la oracin, ya que percibimos la actividad de nuestro enemigo, no slo en las falsas ideologas fuera de la Iglesia, sino tambin dentro de ellas, en los evangelios falsos que tergiversan las Escrituras y colocan al hombre en el lugar de Dios. Necesitamos vigilancia y discernimiento para salvaguardar el Evangelio Bblico. Reconocemos que nosotros mismos no estamos inmunes a la mundanalidad en el pensamiento y en la accin, es decir, una contemporizacin con el secularismo. Por ejemplo, aunque los estudios del crecimiento de la Iglesia, tanto numrico como espiritual, tienen su lugar cuando se hacen con cuidado, a veces los hemos descuidado. Otras veces, en el deseo de asegurar una respuesta al evangelio, hemos acomodado nuestro mensaje, hemos manipulado a nuestros oyentes por medio de tcnicas de presin y nos hemos preocupado demasiado de las estadsticas y hasta hemos sido deshonestos en el uso que hemos hecho de ellas. Todo esto es mundanal. La Iglesia debe estar en el mundo, pero el mundo no debe estar en la Iglesia.

Ef. 6:12; 2 Cor. 4:3,6; Ef. 6:11, 13-18; 2 Cor. 10:3-5; 1 Juan 2:18-25; 4:1-3; Gl. 1:6-8; 2 Cor. 2:17; 4:2; Juan 17:5

13. LIBERTAD Y PERSECUCIONEs un deber sealado por Dios, que todo gobierno debe asegurar condiciones de paz, justicia y libertad, en las cuales la Iglesia pueda obedecer a Dios, servir al Seor Jesucristo, y predicar el Evangelio sin impedimento. Por lo tanto, oramos por los gobiernos nacionales y les hacemos un llamado para que garanticen la libertad de pensamiento y de conciencia, y la libertad de practicar y propagar la religin, de acuerdo con la voluntad de Dios en los trminos establecidos en la Declaracin Universal de los Derechos humanos. Expresamos tambin nuestra preocupacin profunda por quienes sufren prisin injustamente, y especialmente por nuestros hermanos que sufren por el testimonio del Seor Jess. Prometemos orar y trabajar por su libertad. Al mismo tiempo que no nos dejaremos intimidar por lo que les suceda a ellos. Con la ayuda de Dios, tambin nosotros procuraremos mantenernos firmes contra la injusticia y permanecer fieles al Evangelio cualquiera sea el costo. No olvidemos la advertencia de Jess de que la persecucin es inevitable.

1 Tim. 1:1-4; Hech. 4:19; 5:29; Col. 3:24; Heb. 13:1-3; Luc. 4:18; Gl. 5:11; 6:12; Mat. 5:10-12; Juan 15:18-21

14. EL PODER DEL ESPIRITU SANTOCreemos en el poder del Espritu Santo. El Padre envi a Su Espritu para dar testimonio de Su Hijo; sin el testimonio de EL nuestro testimonio es vano. La conviccin de pecado, la fe en Cristo, el nuevo nacimiento y el crecimiento cristiano, son todos obra Suya. Ms an, el Espritu Santo es un Espritu misionero, y por ello la evangelizacin debiera brotar de una iglesia que est llena del Espritu. La evangelizacin mundial ser una posibilidad realista, slo cuando el Espritu renueve a la Iglesia en sabidura, fe, santidad, amor y poder. Por lo tanto, hacemos un llamado a todos los cristianos, para que oren, a fin de que venga una visitacin del Espritu de Dios, de modo que todo Su fruto se vea en Su pueblo, y que todos Sus dones enriquezcan al cuerpo de Cristo. Slo entonces, la Iglesia toda llegar a ser instrumento adecuado en Sus manos, para que el mundo entero oiga la voz de Dios.

1 Cor. 2:4; Juan 15:26,27; 16:8-11; 1 Cor. 12:3; Juan 3:6-8; 2 Cor. 3:18; Juan 7:37-39; 1 Tes 5:19; Hech. 1:8; Sal. 85:4-7; 67:1-3; Gl. 5:22,23; 1 Cor. 12:4-31; Rom. 12:3-8

15. LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTOCreemos que el Seor Jesucristo regresar en forma personal y visible, en poder y gloria, para consumar Su salvacin y Su Juicio. Esta promesa de Su venida, nos impulsa poderosamente a evangelizar, porque recordamos Sus palabras que es necesario que el Evangelio sea predicado a todas las naciones. Creemos que en el perodo que media entre la ascensin de Cristo y Su segunda venida, la misin del pueblo de Dios tendr que completarse y que no podemos detenernos antes del fin. Tambin recordamos Su advertencia de que surgirn falsos profetas y falso cristos como precursores del Anticristo final. Por lo tanto, rechazamos todo sueo autosuficiente y arrogante de que el hombre podr construir una utopa en la tierra. Nuestra confianza cristiana es que Dios perfeccionar Su reino, y esperamos con gran expectativa el da en que habr nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales morar la justicia y Dios reinar para siempre. Entre tanto, nos dedicamos de nuevo al servicio de Cristo y de los hombres, sometindonos gozosamente a Su autoridad sobre la totalidad de nuestras vidas.

Mar. 14:62; Heb. 9:28; Mar. 13:10; Hech.1:8-11; Mat. 28:20; Mar. 13:21-23; Juan 2;18; 4:1-3; Luc. 12:32; Apoc. 21:1-5; 2 Pedro 3:13; Mat. 28:18

CONCLUSIONPor tanto, teniendo en cuenta nuestra fe y nuestra resolucin, hacemos pacto solemne con Dios y con nuestros hermanos, de orar, planear y trabajar juntos para la evangelizacin de todo el mundo. Hacemos un llamado a cuantos quieran unirse a nosotros.

QUE DIOS NOS AYUDE POR SU GRACIA Y PARA SU GLORIA A SER FIELES A ESTE PACTO! Amn, Aleluya.

HISTORIA

El Movimiento de Lausana surgi del Congreso Internacional de Evangelizacin Mundial en Lausana, Suiza, en 1974 convocado por el Rvdo. Billy Graham y el Obispo Jack Dain. Aquella reunin de 2,700 lderes cristianos de 150 naciones produjo el Pacto de Lausana, el cual ha sido aclamado como quizs la confesin ecumnica ms significativa sobre evangelismo que la iglesia jams haya producido en su historia. El comit de redaccin del Pacto de Lausana fue presidido por John Stott. El tema unificador del Movimiento de Lausana y el Pacto de Lausana es una cooperacin en la evangelizacin holstica mundial.

ACERCA DEL MOVIMIENTO DE LAUSANA

El Movimiento de Lausana y su Historia

Este reproductor de vdeo se reproduce automticamente a travs de todos los clips de vdeo sobre la historia y el impacto del Movimiento de Lausana.(O bien, ver todos losvdeos relacionados)

La historia de Lausana se inicia con el evangelista Dr. Billy Graham.A medida que comenz a predicar a nivel internacional, desarroll una pasin por "unir a todos los evanglicos en la tarea comn de la evangelizacin total del mundo.

En 1966, la Asociacin Evangelstica Billy Graham, en colaboracin con los Estados UnidosChristianity Todaymagazine, patrocin el Congreso Mundial de Evangelizacin en Berln.Esta reunin seal a 1.200 delegados de ms de 100 pases, e inspirado nuevas conferencias en Singapur (1968),

Minneapolis y Bogot (1969) y Australia (1971).Poco despus, Billy Graham percibe la necesidad de una ms grande, ms diversa Congreso para volver a marco de la misin cristiana en un mundo de agitacin social, poltica, econmica y religiosa.La Iglesia, a su juicio, haba que aplicar el Evangelio al mundo contemporneo, y trabajar para entender las ideas y los valores detrs de los rpidos cambios en la sociedad.l comparti su pensamiento con 100 lderes cristianos, procedentes de todos los continentes, y afirm la necesidad.Sera una reunin oportuna.

El Primer Congreso de Lausana

En julio de 1974 unos 2.700 participantes e invitados de ms de 150 nacionesse reunieron en Lausana, Suiza, durante diez das de debate, el compaerismo, la adoracin y la oracin.Dada la variedad de nacionalidades, etnias, edades, profesiones y afiliaciones de la iglesia,la revista Timelo describi como "un foro formidable, posiblemente la reunin widestranging de los cristianos jams celebrada.

Entre los oradores estuvieron algunos de los pensadores ms respetados del mundo cristiano de la poca, incluyendo a Samuel Escobar, Francis Schaeffer, Henry Carl y John Stott.discurso en sesin plenaria Ralph Winter, en la cual presenta el 'grupos no alcanzados de la gente el trmino, fue aclamado como "uno de los eventos hito en la misionologa.Algunos pedan una moratoria en las misiones extranjeras, pero de invierno argument lo contrario.Miles de grupos se quedaron sin un solo cristiano, y que no tienen acceso a las Escrituras en su lengua, la evangelizacin para cross-cultural necesario para ser la principal tarea de la Iglesia.

El Pacto de Lausana

Un logro importante del congreso fue desarrollarel Pacto de Lausana.John Stott presidi el comit de redaccin y se describe mejor como su principal arquitecto.Este iba a ser una alianza con Dios, declarado pblicamente, y un Pacto entre s, sino que ha demostrado ser uno de los ms utilizados ampliamente en los documentos de historia de la iglesia moderna.El Pacto ha ayudado a definir la teologa evanglica y la prctica, y ha establecido el escenario para muchas nuevas asociaciones y alianzas.En el ltimo da del congreso, que se firm pblicamente por Billy Graham y el obispo anglicano Jack Dain de Sydney, Australia.Desde entonces, ha sido firmado personalmente por miles de creyentes, y contina sirviendo como base para la unidad y una llamada a la evangelizacin mundial.

Al reflexionar sobre el impacto del congreso de 1974, John Stott escribe: "Muchos una conferencia se ha parecido a un espectculo de fuegos artificiales.Se ha hecho un ruido fuerte y sistema de iluminacin del cielo nocturno de unos segundos brillantes breves.Qu es lo emocionante sobre Lausana? es que su fuego sigue desencadenar otros fuegos.

Desde el Comit para un Movimiento

Ms del 70% del Congreso inst a que un Comit de Continuacin se establecer, para construir sobre los logros alcanzados.En enero de 1975 este grupo, nombrado por el Congreso, se reuni en la Ciudad de Mxico con el Obispo Jack Dain en la silla.Algunos miembros presionados por un enfoque exclusivo sobre la evangelizacin, otros a favor de un enfoque ms amplio y holstico.El Comit estuvo de acuerdo en un objetivo unificado para 'promover la misin total bblica de la Iglesia, reconociendo que en esta misin de servicio sacrificial, la evangelizacin es primordial, y que nuestra especial preocupacin debe ser el [entonces 2.700 millones] de personas no alcanzadas del mundo. 'Este objetivo sigue caracterizando El Movimiento de Lausana.

El Comit invit a Gottfried Osei-Mensah, de Ghana para servir como su primer Secretario General, y de nuevo se nombr el Comit de Lausana para la Evangelizacin Mundial.Se unidos por el Pacto y por lo que Billy Graham primero llamado "el espritu de Lausana", ejemplifica el espritu de la oracin, el estudio, la asociacin y la esperanza - en, confiamos, un espritu de humildad.Segn Leighton Ford, primer presidente de la Comisin, fue el espritu de Lausana un nuevo compromiso y urgente de la evangelizacin del mundo en todos sus aspectos, una nueva actitud de cooperacin en la tarea, y una nueva sensibilidad cultural con el mundo a la que son llamados. "Cuando la Comisin se reuni el ao siguiente, en Atlanta, su objetivo definido fue dividida en cuatro funciones: la intercesin, la teologa, la estrategia y la comunicacin.Un grupo de trabajo para cada uno se cre, y los cuatro de estos grupos siguen siendo ahora.

Continuando Impacto

A lo largo de su historia, el Movimiento de Lausana ha preferido permanecer estructuralmente pobre.Se esfuerza por ser un catalizador para nuevas asociaciones y alianzas estratgicas entre los cristianos misionales de ideas afines que orar, planear y trabajar juntos para la evangelizacin mundial.Su poco personal son en gran parte apoyada, y su presidencia de dichos comits son voluntarios, a menudo asumiendo el papel de Lausana en la parte superior de otras importantes responsabilidades.Sus estructuras son simples, con tentculos en 200 naciones.Lausana no pretende ser ampliamente conocidos, sino que no se esfuerza para hacer un nombre por s mismo, sino para servir a la Iglesia.

Desde 1974, docenas de conferencias relacionadas con el Lausana se han convocado.reuniones globales incluyen la Consulta sobre la Evangelizacin Mundial (Pattaya 1980), la Conferencia de Lderes Jvenes (Singapur 1.987), el Foro para la Evangelizacin Mundial (Pattaya 2004) y ms jvenes "Reunin de Lderes del (Malasia 2006).Lausana ha inspirado a muchas redes regionales y de las conferencias-tema, como el Comit de Lausana Asia sobre Evangelizacin (ALCOE), chino Centro de Coordinacin para la Evangelizacin Mundial (CCCOWE), una serie de congresos de Nigeria en la evangelizacin del mundo, y variasconsultas internacionales sobre judos evangelismo.

Los principales segundo congreso, conocido comoLausana ll(Manila, Filipinas, julio de 1989) seala tres mil participantes de 170 pases, incluyendo Europa del Este y la Unin Sovitica, pero no con tristeza China.Lausana II produjoel Manifiesto de Manila, como una expresin social de sus participantes.Esta declaracin, de 31 de las clusulas elaboradas en el Pacto de Lausana, despus de 15 aos.ll Lausana fue el catalizador de ms de 300 asociaciones y nuevas iniciativas, en el mundo en desarrollo y en otros lugares.Su importancia se aprecia mejor a travs de la amplia influencia de este tipo de iniciativas.

Reuniones de Lausana han producido a menudo documentos histricos conocidos comoDocumentos de Lausana (LOPS).La mayor parte de la atencin temprana LOPS en el testimonio cristiano a grupos especficos, como los hindes, los budistas, los refugiados y los cristianos nominales.El Foro de 2004 en Pattaya generado31 LOPSen una amplia gama de reas, incluyendo la biotica, business-as-misin, la persecucin de los cristianos, y la globalizacin.

Ciudad del Cabo 2010

El Tercer Congreso de Lausana para la Evangelizacin Mundialse celebr en Ciudad del Cabo, Sudfrica, 16-25 de octubre de 2010.El objetivo de Ciudad del Cabo 2010 era volver a estimular el espritu de Lausana, como se representa en el Pacto de Lausana, y as promover la unidad, la humildad en el servicio, y una llamada a la evangelizacin mundial activo.

Unos 4.000 lderes de 198 pases asistieron en calidad de participantes y observadores, y miles ms han participado en seminarios, universidades, iglesias, y por medio de agencias misin y redes de radio a nivel mundial, como parte de la Globalink Ciudad del Cabo.

Iniciado en el ao previo al Congreso, y se extiende ms all de ella, es la conversacin en el Mundial de Lausana www.lausanne.org / conversacin.Se trata de involucrar a los lderes evanglicos en todos los continentes.

El ltimo mandato de Cristo en la tierra nunca ha sido revocado.Queremos que muchas ms para escuchar y responder al evangelio de Cristo, y crecer en su fe, y ellos mismos a ser evangelistas, para la gloria de Dios.Debemos trabajar juntos como proclamar y defender el mensaje eterno de una manera contempornea y culturalmente apropiados.El siguiente captulo de la historia de Lausana est siendo escrito.

Conexin con el Movimiento

ElSitio de Lausanapermite a los lderes para acceder a la informacin actual e histrica sobre la evangelizacin mundial, aprender nacional, regional e internacional acerca de las reuniones de la evangelizacin y la accin teolgica y estudios prcticos y de investigacin.Lausana tambin proporciona en lnea la revista mensual deLausanne World Pulse(LWP).LWP misiones y ofrece noticias, informacin y anlisis de la evangelizacin de los lderes de todo el mundo.LWP es una asociacin de colaboracin entre Lausana y elInstituto de Evangelismo Estratgicoy elEvangelismo y Misiones Servicio de Informacin(Wheaton College, en Wheaton, Illinois, EE.UU.).