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Kenyon College
El papel de Aristóteles en la transición democrática de España:
Un análisis de Adolfo Suárez y su uso de ethos, pathos, y logos
Jacob Hegge
Senior Comps
4 abril 2015
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Introducción
La transición de España a la democracia fue una de las transiciones más rápidas que
el mundo haya visto. El 20 de noviembre del 1975, el dictador de España Francisco Franco
murió; tres años más tarde en 1978, fue firmada la Constitución Española (Linz 88).
Aunque la transición fue un proceso rápido, “it had to deal with a certain problem: how to
dismantle the nondemocratic regime and its institutions and to gain democratic legitimacy
based in election in order to confront the many problems faced by the society” (Hooper
203). Aunque hoy en día, el Rey Juan Carlos recibe mucha atención por su papel en la
transición de España, el principal papel de la transición cayó en el gobierno de Adolfo
Suárez, quien, en efecto, dirigió la operación, estableció el calendario, y tomó las principales
iniciativas. Su influencia en el cambio fue totalmente inesperada dados sus antecedentes,
sin embargo aprendió las lecciones de la sociedad española, y también en parte de la
oposición. “Suarez did what the opposition could not. He was helped by an astute political
sense that was a result of his ability to seize the moment, of his cool and his sense of
timing.” (Tussel 282).
Suárez tuvo un papel importante durante la transición. En uno de sus primeros
discursos principales, convenció a las Cortes a votar por la Ley de Reforma Política. De
hecho, el 99,7 por ciento de los miembros de las Cortes votaron a favor de mover a España
lejos de la dictadura de la época de Franco y convertir a España en una monarquía
constitucional con un sistema de parlamento basado en la democracia representativa. Por
otra parte, Suárez entregó una serie de discursos persuasivos para convencer a los
españoles de los beneficios de la transición hacia una democracia. Curiosamente, Suárez no
ha escrito una autobiografía y sus poderosos discursos no han sido traducidos al inglés. Sin
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embargo, debido a su poderosa persuasión en sus discursos, muchos expertos en la
transición consideran Suárez como el funcionario más importante durante el proceso de
transición. Tomar una mirada más cercana a sus discursos, uno puede ver que en el primer
discurso, La reforma, Suarez usa el subjuntivo con regularidad cuando se dirige a Cortez. De
manera interesante, sin embargo, en el segundo discurso La ley para la reforma política,
Suarez raramente usa el subjuntivo. Analizaré dos de los discursos más influyentes de
Suarez, La reforma y La ley para la reforma política, y hablaré de las teorías de persuasión
de Aristóteles (ethos, pathos y logos) y como estos teorías jugaban un papel importante en
los discursos de Suarez. Al investigar las ideas de Aristóteles sobre la persuasión y la
retórica, se puede ver el uso de motivos, la segunda persona plural, y el subjuntivo en los
discursos de Suárez, crearon un mensaje que muchos españoles encontraron poderoso y
persuasivo.
Según Aristóteles, hay tres modos de persuasión: ethos—el carácter personal del
hablante, pathos—poniendo al espectador en un cierto estado de ánimo, y logos—la
prueba, o prueba aparente proporcionada por las palabras de la propia voz. Con estos tres
modos de la Retórica de Aristóteles, creo que Adolfo Suárez fue la clave detrás de la
transición de España a la democracia. Dos de sus más famosos discursos poseen todos los
modos importantes de la persuasión. Una de las mayores cualidades de los discursos de
Suárez era su uso de la retórica. En los dos discursos políticos que analizaré, podemos ver
lo poderoso uso de sus palabras y su forma de hablarle al público. La lógica de sus palabras
en la descripción del camino hacia la democracia es potenciada por su intención de
complacer a ambos lados de la lucha política, y de proporcionar al pueblo español y al
gobierno un camino claro hacia la democracia.
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Antes de la Transición
Antes de discutir y analizar la retórica de Suárez y su poderoso papel en la
transición, es importante hacer un breve resumen de la España de Franco y el gobierno que
quedó inmediatamente después de su muerte. Durante la guerra civil española, muchos
republicanos huyeron del país a raíz de la guerra, y los tribunales militares fueron
establecidos para juzgar a los que se quedaron. Estos tribunales enviaron miles de
españoles a la muerte, y "Franco admitió a mediados de la década de 1940 que tenía 26 mil
presos políticos encarcelados" (Hooper 231). El régimen de Franco también esencialmente
hizo al catolicismo la única religión tolerada, prohibió el catalán y el vasco fuera del hogar,
prohibió ponerles nombres catalanes y vascos a los recién nacidos, prohibió los sindicatos,
promovió políticas de autosuficiencia económica y creó una vasta red de policía secreta
para espiar a los ciudadanos. “His regime habitually violated the freedom and rights of the
individual and showed exceptional cruelty over many years” (Tussel 263).
En su estado envejecido, Franco evitaba los asuntos políticos cotidianos, prefiriendo
cazar y pescar. Al mismo tiempo, los controles policiales y la censura de prensa
comenzaron a relajarse, las huelgas y las protestas se convirtieron en algo común, y se
introdujeron algunas reformas de libre mercado. El último año de la vida de Franco, para
algunos, fue patético debido a la ciega determinación del dictador a mantenerse en el
poder. Es importante recordar la muerte de Franco señaló la muerte de su régimen
también. Durante sus últimos meses de vida, sin embargo, la esperanza creció entre los
españoles de que pronto recuperarían su libertad perdida. En el momento de la muerte del
general Franco, ciertos factores llevaron a los españoles a sospechar que los problemas
iban a multiplicarse en el futuro cercano y algunos de ellos iban a ser extremadamente
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difíciles. Parece más allá de la duda que en la última fase del franquismo, gracias a un
mayor grado de tolerancia por parte de los gobernantes sobre cuestiones tales como la
prensa, y un mayor sentido de la igualdad entre los españoles también, los principios
democráticos habían comenzado a esparcirse. Una encuesta oficial realizada en 1966 hizo
preguntas sobre las actitudes hacia las ideas democráticas y autoritarias. “While 54 percent
of those consulted did not know how to answer, or chose not to do so, only 35 percent said
that it was better if decisions were taken by “those elected by the people” rather than the
alternative, which was that “a man of outstanding qualities should take decisions on our
behalf.” In 1974 the percentage had risen to 60 percent” (Tussel 290). Aunque muchos
españoles veían la posibilidad de un fututo con problemas, sabían que una transición era
posible. Por suerte para los españoles, tenían un líder que se acercó con la mentalidad y las
habilidades que podrían conducir un país lleno de incertidumbre en el camino hacia la
democracia.
Adolfo Suárez
Había sido olvidado por la historia, ignorado en favor de otros políticos españoles
como Felipe González y, sobre todo, el 'rey democrático ", Juan Carlos, Adolfo Suárez y el
papel que desempeñó en la democratización de España. Sin embargo, fue reconocido
finalmente más de diez años después de su renuncia en el 1981. “Yet he was the key figure
in the Spanish transition process, the lynchpin around whom the whole process was to
unfold. Suarez forced the pace with great political dexterity and demonstrated considerable
personal courage in his determined quest for the democratization of Spain” (Coverdale
137). En el 1976, el rey Juan Carlos nombró a Suárez para suceder Carlos Arias Navarro
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como primer ministro. Navarro, asimismo, logró la posición de almirante Carrero Blanco,
delfín elegido personalmente de Franco, que fue asesinado en diciembre de 1973.
En 1975, antes de la muerte de Franco, el rey Juan Carlos inició el proceso de
democratización, haciendo un nombramiento político clave - Adolfo Suárez como
presidente del gobierno. Tras la muerte de Franco, para que el proceso de democratización
pudiera procede, algunos miembros del gobierno de Franco tuvieron que ser tratados;
principalmente Carlos Arias Navarro, a quien Franco había dejado como presidente del
gobierno en el momento de su muerte. Las relaciones entre el rey Juan Carlos y Arias, que
siempre habían sido malas, fueron considerablemente peores después de la muerte de
Franco. Juan Carlos restringió la mayoría del poder de Arias. De hecho, “the king had not
thought of the president as anything but a temporary expedient” (Tussell 297). No pasó
mucho tiempo antes de que el rey convocara al presidente después de una audiencia con
diplomáticos en el Palacio de Oriente; allí, el rey Juan Carlos le pidió al presidente que
dimitiera de su cargo. Así acabó toda posibilidad de que el franquismo pudiera sobrevivir
en cualquier forma, y contribuyó a la reforma que ahora parece inevitable, incluso en los
ojos de la mayoría de las clases dominantes del régimen anterior. En la búsqueda de un
reemplazo de Carlos Arias Navarro como presidente, las condiciones eran adecuadas para
el rey para ejercer alguna influencia y presentar su propio candidato: Adolfo Suárez. “This
was, in the words Suarez’s successor, “a new man but not completely so, young but not
overly young, a falangist but not excessively so, a Monarchist but not exclusively so”
(Parlier 280). El nuevo presidente, Adolfo Suárez, en realidad no parecía tener una carrera
política muy brillante hasta su elección. Antes de su presidencia, su cargo más importante
había sido como director de la red de radio y televisión española RTVE (Radiotelevisión
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Española), pero en el primer gobierno del nuevo monarca, tuvo un papel primordial. De
hecho, “The leadership skills of Adolfo Suarez were of extraordinary importance during the
initial period of the transition” (Gunther 86). Adolfo Suárez nació en el 1932 y era
considerado un hombre profundamente religioso. Sus mentores lo describieron como
valiente y simpático; cuando se enfrentó a la adversidad demostró ser capaz de sobrevivir y
mostró ambición. Profesó una humildad que era sincera, pero también fue un producto de
sus debilidades. Eso en sí mismo lo hizo capaz de hacer frente a las realidades políticas, sin
tratar de obligarlas a cumplir con sus propias ideas. En sus propias palabras, “‘I am an
ordinary man and I have many gaps in my knowledge’…he described himself as ‘and
ordinary straightforward man’” (Tussel 281). Debido al fuerte carácter y la valentía
personal de Suárez, fue capaz de crear dos discursos muy poderosos que proporcionaron
los medios y aseguraron el camino de España hacia la democracia.
El poder de la retórica
La retórica de Aristóteles ha sido considerada por la mayoría de los retóricos como
la obra más importante de la persuasión jamás escrita. Según Aristóteles, "La retórica es
vista como la capacidad en cada caso particular para ver los medios de persuasión"
(European Rhetoric). En el primer libro de Aristóteles en la persuasión y el uso de la
retórica, él nos da una visión general:
“The orator must not only try to make the argument of his speech
demonstrative and worthy of belief; he must also (1) make his own character
look right and (2) put his hearers, who are to decide, into the right frame of
mind. As to his own character; he should make his audience feel that he
possesses prudence, virtue, and goodwill” (Hunnycutt).
En los primeros años de la transición política de España, creo que los discursos de Suárez
incluyen todas estas estrategias. En términos más generales, Aristóteles creía que un
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verdadero líder persuasivo debe poseer ethos, o apelación ética, pathos, o emoción, y logos,
o medios de persuadir por el uso de razonamiento. Ethos, o la credibilidad, es importante al
dar un discurso. Tendemos a creer a las personas que respetamos. La persona que hace la
persuasión, Adolfo Suárez, en este caso, debe convencer al oyente que es alguien digno de
ser escuchado. En otras palabras, el orador debe presentarse como agradable y digno de
respeto. Según una traducción al inglés de la Retórica de Aristóteles, “The personal
character of the speaker could almost be called the single most effect means of persuasion”
(Hunnycutt). Es fácil de ver en mis párrafos anteriores que muchas personas en el gobierno
tenían un gran respeto por Suárez. Una de las citas más famosas de Suárez, "Hacer lo
normal en la política lo que ya se considera normal en la calle" (Linz 181), le hizo
relacionable con la población española. Debido a esto, era muy popular entre la mayoría de
los ciudadanos españoles.
Pathos, o persuadir apelando a las emociones del lector es también una
característica importante que un líder debe poseer. El selección del idioma afecta la
respuesta emocional de la audiencia, y el atractivo emocional efectivamente se puede
utilizar para mejorar una discusión. De hecho, cuando estamos contentos y amables,
nuestros juicios no son los mismos que cuando estamos de doloridos y hostiles. En mi
opinión, Adolfo Suárez hace un excelente trabajo al jugar con las emociones de su público.
En todos sus discursos vemos repetidos motivos tales como "el camino a una democracia" y
"el pueblo" cuando se está refiriéndose a la gente de España. Además, su uso del subjuntivo
en sus discursos también es interesante. En español el subjuntivo puede expresar estados
como el deseo, la emoción, la posibilidad, o una acción que todavía no ha ocurrido.
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Mediante el uso del subjuntivo, Adolfo Suárez está jugando con las emociones; habla de
posibilidades maravillosas de España, y al hacerlo, despierta las emociones de la audiencia.
Finalmente, logos, o persuadir por el uso del razonamiento, según Aristóteles, es la
clave final de la persuasión. Para Aristóteles, “Logos is something more refined than the
ability to make private feelings public: it enables the human being to perform as no other
animal can; it makes it possible for him to perceive and make clear to others, through
reasoned discourse, the difference between what is just and what is unjust” (Aristotle 93).
Lo más importante, logos es la apelación a la razón lógica, por lo que el hablante quiere
presentar un argumento que parece ser sólido a la audiencia. El hablante quiere demostrar
la exactitud de su argumento, o al menos hacer que parezca ser sólido. La idea de
Aristóteles de logos es evidente en los discursos políticos de Suárez, y en mi opinión, es
más evidente en su primer discurso a las Cortes. Su razonamiento en ambos discursos fue
muy lógico, o dicho de otra manera, que tenía sentido. Él proporcionó ideas fáciles que el
público podría creer. La reforma fue un discurso fuerte y poderoso que inició la transición.
Debido al fuerte carácter de Suárez y su conexión emocional con los ciudadanos españoles,
él fue capaz de presentar hechos indiscutidos que el gobierno y los ciudadanos aceptaban
creer.
La reforma
La reforma, por algunos, ha sido considerada uno de los discursos más
influyentes de Suárez. Como se dijo en la introducción, la transición española tenía que
encontrar la manera de desmantelar el régimen no democrático y sus instituciones y para
ganar legitimidad democrática basada en elecciones. Tras la muerte de Franco, Juan Carlos
junto con Suárez, comenzaron de inmediato a buscar opciones. Las instituciones
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franquistas tuvieron que cesar; una declaración de inconstitucionalidad por el rey para
iniciar una nueva constitución estaba fuera de la cuestión dado el ambiente actual. Después
de mucho debate dentro del régimen, había ideas de la posibilidad de utilizar las Cortes
para cambiar el régimen con una nueva constitución. Así, los reformadores tenían que
actuar con cautela, y su instrumento fue la reforma legal, haciendo posible un órgano
elegido democráticamente que pudiera hacer frente a los muchos problemas en el
horizonte, como problemas del Estado y una crisis económica. El camino elegido fue
convencer a las Cortes—la legislatura creada y en parte designada por Franco—a permitir
la creación de un tipo fundamentalmente diferente del cuerpo legislativo después de
elecciones libres con la participación de los partidos políticos. Según Linz, “The equivalent
of Suarez’s speech in the USSR would have involved Gorbachev convincing the Communist
Party and the legislative organs of the Soviet Union to allow multiparty elections” (Linz 92).
En La reforma, Suárez, entonces hablando como ministro-secretario general del partido el
movimiento, hizo un argumento complejo a las Cortes de Franco, que afirmado la
liberalización y eventualmente la democratización, era necesaria.
A lo largo de este discurso poderoso y convincente, Adolfo Suárez demostró los
modos de ethos, pathos y logos. Antes de que él fuera el presidente de España, Suárez era
muy conocido por carácter personal. Hacia el final de la vida de Franco, Suárez se convirtió
en el ministro secretario general del movimiento nacional, que era el único partido político
en España desde hace 38 años. Según Aristóteles, “People believe good men more fully and
readily than others. This is absolutely true where exact certainty is impossible and opinions
are divided” (Aristotle 100). Suárez fue considerado fácilmente un buen hombre entre los
funcionarios del gobierno de España. Según Tussel, “His modesty and character were his
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key strengths” (Tussel). A pesar de ser un miembro de la clase dirigente política en tiempos
de Franco, si algo caracterizó a Suárez fue su genuino deseo de servir al bien común.
Además, su pasado no le impidió ser un hombre verdadero. En su lugar, le hizo cultivar las
virtudes que sirvieron de base para la convivencia pacífica, al mismo tiempo que la
sociedad española lo estaba haciendo.
En La reforma, Suárez hace un excelente trabajo de jugar con las emociones de la
audiencia. Suárez comienza recordando el apoyo "del monarca democrático" para la
reforma. Luego continúa argumentando que, dado el desarrollo socioeconómico bajo
Franco, el gobierno debe dar el siguiente paso en la reforma política al permitir las
asociaciones políticas libres. Varias veces durante el discurso Suárez repite la palabra
"pueblo". Suárez afirma, “Cuando tantos intérpretes surgen para la voz del pueblo, es lógico
y es urgente que nos apresuremos a escuchar la voz real del pueblo, que la tiene y que
quizá sea muy diferente de cómo pensamos todos” (Suarez). Además, le dice a las Cortes,
“De vuestra votación dependerá que la palabra “pueblo” no se quede en una mera
formulación teórica. De vuestro voto depende que ese pueblo se pueda organizar por
afinidad de ideas, para arrinconar a los intérpretes gratuitos de sus aspiraciones” (Suarez).
De las citas anteriores, podemos ver que la palabra "pueblo" es un motivo repetido. Según
Abbott, “Identifying motifs can help enormously in establishing what a speech is about
where its focus lies” (Abbott 88). Al utilizar la palabra "pueblo" una y otra vez a lo largo de
su discurso, él se conecta a sí mismo con el público. De esta manera, ya no es el hablante o
futuro líder, sino un ciudadano normal y simpatizante. Para continuar, podemos también
ver frases como "vamos a hacer”, "vamos a elevar", y vamos a escuchar ", por nombrar
algunos. “The ethos of the speaker is transmitted via his self-portrayal and use of language”
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(Hunnycutt). Al utilizar la segunda persona del plural en español, otra vez vemos Suárez
tirando de él más cerca de la audiencia. En lugar de separarse a sí mismo de la audiencia,
está considerándose a sí mismo parte de la audiencia. Al mismo tiempo, como dije en mi
introducción, en La reforma, Suárez utiliza una gran cantidad de subjuntivo. Una vez más,
Suárez está mostrando su deseo de reforma y, al mismo tiempo, jugar con las emociones de
las Cortes. Suárez necesita las Cortes aprobar La ley de reforma política; sin embargo, con
el fin de hacer esto, tiene que convencer a las Cortes a votar por la ley. Utilizar el
subjuntivo, Suárez disminuyendo la distancia entre él y la audiencia.
Lo más importante, Suárez terminó su discurso a las Cortes con un poema:
“Está el hoy abierto al mañana.
Mañana al infinito.
Hombres de España. Ni el pasado ha muerto,
Ni está el mañana ni el ayer escrito” (Antonio Machado).
Suárez comienza este discurso explicando a las Cortes por qué es necesario para que
puedan votar por la Ley de la reforma política. Suárez informa a las Cortes, “De vuestro voto
depende, en suma, que hoy demos un paso importante hacia la democracia, bajo el signo de
las libertades sociales. Así ha sido la historia permanente de nuestro Régimen” (Suarez). En
esencia, Suárez pinta este cuadro maravilloso de lo que el futuro de España se verá así; Sin
embargo, el futuro de España depende de su voto. Antonio Machado, un famoso poeta y
escritor español, era un rebelde durante la Guerra Civil española. En 1938, Machado huyó a
Francia con el fin de buscar la seguridad del régimen de Franco. Menos de un año más tarde
Machado murió. Al poner fin a su discurso con este poema, Suárez está señalando el final
del régimen de Franco y el inicio de la democratización. Por otra parte, se establece una
conexión con los luchado por la República. En otras palabras, Suárez está haciendo su
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discurso muy creíble para todos. Para continuar, al terminar con el poema anterior,
nuevamente está recordando a las Cortes que el futuro de España no se conoce; sin
embargo, con su voto a favor de la Ley de la reforma política, ellos garantizarán una España
que prosperará. La idea de Aristóteles de poseer ethos es fácil de ver en La reforma. En mi
opinión, la manera en que Suárez juega con sus palabras y las emociones es una de las
razones fundamentales pon las de la Ley de la reforma política aprobó las Cortes.
Junto con la conexión emocional con el público y el carácter personal de Suárez, La
reforma tuvo muchas ideas claras y sencillas que el público pudiera seguir y creer
claramente también. Podemos ver esto más claramente cuando Adolfo Suárez dice a las
Cortes, “…con una sociedad que se pueda organizar lícitamente con medios propios para la
denuncia o el aplauso, con recursos para impulsar alternativas válidas, no sólo habremos
eliminado el riesgo de la falsificación sino que habremos comenzado a tocar con la mano el
ideal de los países con los que coincidimos en historia, geografía, economía y cultura”
(Suarez). En este sentido, Suárez señala el éxito del "mundo democrático". Durante este
tiempo, los países democráticos, como la mayor parte de Europa y los Estados Unidos,
estaban bien establecidos política y económicamente. Al comparar la nueva España para el
mundo democrático, Suárez está reforzando la lógica de lo mucho más fuerte económica y
culturalmente que España podría ser con una transición democrática. Por otra parte, “…
[Suarez] had something that the opposition lacked, and that was a grasp of the notion of the
state (its strengths and weaknesses)” (Coverdale282). Suárez sabía que España era débil;
sabía que sin una transición democrática, España caería. Suárez dice a las Cortes, “El
Gobierno del Presidente Arias no trata de anular las conquistas logradas, ni niega sus
raíces. Trata, eso sí, de adaptar las instituciones a la realidad social, ya que lo contrario
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sería un intento de autocracia. Trata de concluir la construcción de una fórmula que
responda a las exigencias de los nuevos tiempos” (Suarez). Él entendió que eran otros
tiempos, en otras palabras, España necesitaban adaptarse y transformarse. Considerando
su fuerte carácter personal y su atractivo emocional para las Cortes, es fácil ver por qué
mucha gente creía lo que decía Suárez. Por otra parte, creían en las posibilidades del futuro
de España.
La reforma fue el primer discurso notable de Suárez. "Muchos analistas de la
transición española creen que este discurso fue clave en la selección del rey del joven
Adolfo Suárez para suceder Arias Navarro como primer ministro" (Chaves 93). Suárez se
acercó a este discurso con mucha cautela, sabiendo que tendría que ser audaz y parecer
fuerte a fin de que las Cortes esté de acuerdo con la transición. Una vez más, el fuerte
carácter y la popularidad de Suárez ya lo pusieron en una luz favorable con las Cortes.
Además, hizo un excelente trabajo apelando a las emociones de la audiencia. Él no
separarse de la audiencia, por el contrario, utilizó la segunda persona del plural que le
permitió estar en un nivel más personal con las Cortes. Para continuar, Suárez utiliza
repetidamente el subjuntivo para representar las posibilidades del futuro de España.
Debido a su carácter y juego emocional con las Cortes, era mucho más fácil creer en lo que
estaba diciendo. Las Cortes no podían dejar de imaginar el futuro de una España tan
próspera. Aunque este discurso fue un gran éxito, Suárez sabía que tenía que apelar a otro
grupo: los ciudadanos españoles.
La ley para la reforma política
Después del discurso de Suárez a las Cortes y antes de que él presentó el texto a las
Cortes para el proceso que aprobación legal, salió en la televisión nacional e hizo su
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segundo discurso histórico. "En este discurso a la nación, Suárez advirtió implícitamente
las Cortes que sin nuevas normas constitucionales podría haber un conflicto social: "La
ausencia de reglas lleva a 'ad-hockery' y puede conducir a la anarquía"” (Linz 95). Suárez
sabía que no sólo necesitaba convencer las Cortes de los beneficios de la democracia, sino
también a los ciudadanos españoles. Dentro de La ley para la reforma política instó a las
Cortes para evitar el conflicto al permitir la gente expresar su voluntad. Le dijo a la nación
que confiaba que las Cortes aceptarían su misión histórica. A continuación, hizo el paso
crucial de la liberalización a la democratización. Abogó por elecciones libres y abiertas y
fijó una fecha. “Con ello comenzamos a convertir lo que ya dije en otra ocasión: elevar a la
categoría política de normal lo que a nivel de calle es simplemente normal; quitarle
dramatismo y ficción a la política por medio de unas elecciones. He dicho la palabra
«elecciones» y, efectivamente, ésta es la clave del proyecto” (Suarez). Las palabras de
Suárez resonaron con los ciudadanos españoles que miraban por toda España. Una vez
más, similar a La reforma, podemos ver el uso de Suárez de ethos, pathos y logos en el
discurso. La ley para la reforma política era el siguiente paso para asegurar la transición de
España a la democracia.
Adolfo Suárez era muy popular entre los españoles. “El presidente del Gobierno,
Adolfo Suárez, ha ganado más de un tercio de la popularidad que tenía antes de la muerte
de Franco, según una encuesta de Icsa-Gallup” (Cebrian). Para Suárez, la tarea fundamental
era hacer lo que estaba presente en la calle y en la sociedad civil, participar en el sistema
político. Reconoció la importancia de los grupos de la oposición y los líderes, reiteró su
argumento de que sólo las elecciones determinarían con quién negociar. Por otra parte,
Suárez se presentó a sí mismo como alguien que estaba trabajando por el bien común.
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Según a Tussel, “…if anything characterized Suarez it was his genuine desire to serve the
common good” (Tussel 282). En su discurso, los españoles pudieron sentir su compasión y
su deseo de servir al bien común. Otra vez, es importante señalar que Aristóteles creía que
el carácter personal del hablante puede ser llamado el medio más efectivo de la persuasión.
Mientras más popularidad tenga una persona y mientras mejor carácter posea, más creerá
el público en él. No hay duda de que Suárez fue considerado creíble por la sociedad
española.
Similar a La reforma, en La ley para la reforma política Suárez hace un trabajo
excepcional al conectar con el público y jugar con sus emociones. En el segundo párrafo de
su discurso Suárez informa a los ciudadanos de que la transferencia de poder ha
comenzado, ya no se quedarán callada voces españolas. Suárez dice: “…creemos haber
llegado a la recta final de este proceso iniciado hace tiempo, del modo más raciona(Idea of
logos?) y congruente con la sinceridad democrática: dar la palabra al pueblo español”
(Suarez). Suárez hace que el público crea que su voz tiene el poder y sólo ellos pueden
elegir el futuro de España. Suárez concluyó su discurso informando a la sociedad española,
“…y repetir, una vez más, que el futuro no está escrito, porque sólo el pueblo puede
escribirlo” (Suarez). Al hacer esto, él hace que los ciudadanos españoles se sientan
especiales, es decir, está jugando con sus emociones. Por otra parte, Suárez les dice a los
ciudadanos españoles, “Cuando este pueblo haga oír su voz se podrán resolver otros
grandes problemas políticos con la autoridad que da la representatividad electoral.
Entonces se podrán abordar con rigor temas como la institucionalización de las regiones,
dentro de la permanente unidad de España” (Suarez). Otra vez, Suárez no está diciéndole la
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gente de España lo que deben hacer; más bien les está informando que ahora están a cargo
de su propio futuro.
Curiosamente, éste fue el discurso primero televisado de Suárez. Al mirar el
discurso, es fácil ver que Suárez está haciendo todo lo posible para establecer una conexión
con el público. Durante el discurso, él se encuentra en su escritorio con sólo él mismo
delante de la cámara, y durante todo el discurso que él mantiene el contacto visual con la
cámara. Este entorno íntimo sin duda hace que el espectador se sienta mucho más
individualizada; por tanto, se siente como si Suárez estuviera hablando con ellos
personalmente. Por otra parte, similar a La reforma, este discurso está lleno de motivos
tales como, "pueblo" y "Camino a la futuro". Una vez más, al repetir estas palabras, está
creando un tema implícito en sus discursos. Abbott nos dice, “Themes are implicit in motifs,
but not the other way around” (Abbott 88). Debido al hecho de que los temas están
implícitos en los motivos, creo que la repetición de "pueblo" y "camino al futuro" crea un
tema que rodea a las grandes posibilidades del futuro de España; sin embargo, es un futuro
que sólo el pueblo puede decidir. A diferencia de La reforma, Suárez rara vez usa el
subjuntivo. En este discurso está hablando directamente al pueblo español. Tiene que
parecer ser un líder fuerte que las personas apoyarán. Además, tiene que asegurar a la
gente que no tiene dudas sobre el futuro de España. Mediante el uso de la tensa indicativo,
está demostrando su capacidad para dirigir. Suárez vuelve a mostrar su increíble uso de
pathos en su discurso. Él reduce la distancia entre el hablante y el espectador y claramente
juega con las emociones de la gente.
El uso de Suárez de logos es un poco más difícil de pensar en este discurso. Como un
recordatorio, “Logos is the appeal towards logical reason, thus the speaker wants to
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present an argument that appears to be sound to the audience” (European Rhetoric). En
este discurso, creo que es más fácil de entender que sin ethos y pathos no tendríamos logos.
Por lo tanto, debido al fuerte carácter personal de Suárez y su atractivo emocional de la
audiencia, sus argumentos parecen mucho más lógicos y creíbles. Por otra parte,
Aristóteles afirma, “An argument should prove something or at least it should appear to
prove something” (European Rhetoric). Creo que esta idea enlaza muy bien con los motivos
repetidos en el párrafo anterior. Al repetir "pueblo" en su discurso, Suárez está creando la
idea de que el pueblo tiene el poder de elegir el futuro de España. Al ver esta idea en varias
ocasiones durante todo el discurso demuestra la importancia y trascendencia que las
personas ahora tienen.
Ambos La reforma y La ley para la reforma política eran discursos clave detrás de la
transición política en España. Creo que sin estos dos discursos influyentes, no veríamos la
España que tenemos hoy. La popularidad de Suárez y su carácter personal sin duda le
permitieron ser más creíble y por lo tanto persuasivo. Debido a su fuerte ethos, Suárez fue
capaz de jugar con las emociones de la gente. Él fue capaz de reducir la distancia entre él
mismo, el hablante, y el público. Es importante recordar, “Our judgments when we are
pleased and friendly are not the same as when we are pained and hostile” (Aristotle 93).
Debido a la fuerte ethos y pathos de Suárez, él fue visto como un hombre muy creíble. En La
reforma, Suarez le dice a las Cortes hechos y compara España a la mundo democrático. Es
fácil entender los argumentos lógicos de Suárez en cada uno de sus discursos, sin embargo,
es importante entender que, debido a su popularidad y su forma de jugar con las
emociones, parecía como si la gente creería cualquier cosa que él dijo. De la Retórica de
Aristóteles, es fácil ver que Suárez posee todos los modos de unos líderes persuasivos. Sin
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los discursos persuasivos de Suárez y su carácter, no creo que España sería el país que
vemos hoy.
El voto
El día antes del voto, muchas personas no estaban seguros de que La ley para la
reforma política se aprobaría. Este miedo es creíble ya que al aprobar esta ley, los
miembros de las Cortes estarían desperdiciando sus posiciones dentro del gobierno. El
pueblo español votó abrumadoramente a favor de la reforma: aproximadamente el 94 por
ciento de los votantes dieron su aprobación. Los resultados del referéndum fortalecieron la
posición del gobierno de Suárez y del rey y representaban una reivindicación para los
partidarios de la reforma más que una revolución. Sin embargo, debido al discurso
persuasivo de Suárez a los ciudadanos españoles, la transición hacia la democratización
había ganado tanta ímpetu que las Cortes aprobaron la ley por un margen de 425 votos a
favor contra 59 votos en contra (Millas). Después de la aprobación del referéndum para la
Ley de Reforma Política, el proceso de desmantelamiento del gobierno autoritario de
Franco había comenzado y el poder democrático estaba fortalecido. Después de aprobar el
referéndum, el poder de Suárez había aumentado enormemente también. El 15 de junio de
1977, se celebró la primera elección democrática de España después del régimen
franquista. No en vano, el partido de Suárez ganó la mayoría de votos y así selló la
transición de España a la democracia. "La habilidad política de Suárez, el coraje y la
determinación de Juan Carlos, y la voluntad de los líderes de la oposición a sacrificar sus
esperanzas para el cambio social más radical a la meta más inmediata de garantizar la
democracia política ayudaron a poner fin a la polarización" (Chaves 88). No se puede negar
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el papel de los dos discursos de Suárez; La reforma y La ley para la reforma política jugaron
un papel muy importante en la transición de España a la democracia.
Conclusión
Antes de la muerte de Franco, España era un país sin libertades individuales y al
borde de sufrir una crisis económica. Cuando la vida de Franco llegó a su fin, un deseo de
libertad democrática se extendió por España. El 25 de noviembre de 1975, con la muerte de
Franco, la transición de España a la democracia comenzó. Poco después de la muerte de
Franco, Juan Carlos nombró a Adolfo Suárez como jefe de gobierno. Aunque la transición
democrática en España había comenzado, el movimiento real no fue visto hasta el 9 de
junio de 1976 cuando Adolfo Suárez habló con las Cortes sobre las posibilidades del futuro
democrático de España. Poco después de ese discurso en noviembre, Juan Carlos, Rey de
España, nombró a Suárez como nuevo primer ministro de España. Adolfo Suárez fue sin
duda la clave detrás de la transición de España a la democracia, no a causa de su poder
político, sino debido a su uso de la retórica en sus discursos.
Según Aristóteles, hay tres modos de detrás de la persuasión: ethos, pathos y logos.
Al ser el líder del único partido político de España, el movimiento por treinta y ocho años
Suárez era un hombre muy respetado. Suárez tuvo un carácter personal muy fuerte. Él era
famoso por decir: "Hacer lo normal en la política lo que ya se considera normal en la calle"
(Suarez). Debido a esto, muchos ciudadanos españoles lo respetaban. Una vez más, con la
definición de Aristóteles de ethos, la gente cree en los hombres buenos más plena y
fácilmente que en otros. Por lo tanto, debido a su exitosa carrera política con el movimiento
y su popularidad entre los ciudadanos, ambos los políticos de las Cortes y ciudadanos
españoles lo veían como un líder fuerte y creíble.
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Además, en mi opinión, el rasgo más fuerte de Suárez en la persuasión era su
capacidad de jugar con las emociones de la audiencia. En La reforma y La ley para la
reforma política, Suárez predicó sobre las increíbles posibilidades del futuro de España.
Cuando habló a las Cortes, Suárez utiliza repetidamente motivos tales como "pueblo" y su
constante uso de la segunda persona plural. Al hacer esto, se está reduciendo la distancia
entre el hablante (el mismo) y las Cortes (la audiencia). Para continuar, el uso de Suárez del
subjuntivo es poderoso también. En La reforma, Suárez utiliza el subjuntivo cuando él está
hablando con las Cortes, sin embargo, en La ley para la reforma política, Suárez utiliza la
tensa indicativo cuando se habla con el pueblo español. En La reforma, Suárez tiene que
persuadir a las Cortes a votar por la Ley de reforma política. Mediante el uso del subjuntivo
Suárez está reduciendo la distancia entre él y las Cortes. Por lo tanto, Suárez no parece
demasiado de una figura de poder, sino un igual. En La ley para la reforma política, Suárez
tiene que demostrar a la gente de España que él es un líder fuerte. Él tiene que demostrar a
la gente que no tiene ninguna duda de que el futuro España va a tener con la aprobación de
la ley de reforma política. Para continuar, en ambos discursos, le dice repetidamente las
Cortes y el pueblo de España que el futuro de España depende de ellos. En este sentido,
Suárez está poniendo al espectador en una posición de poder. Lo más importante es que
Suarez termina ambos discursos con líneas extremadamente poderosos. En La reforma él
termina con un poema famoso de Antonio Machado diciendo que el futuro de España está
abierta a inmensas posibilidades, sin embargo, esas posibilidades dependen de las Cortes.
En La ley para la reforma política, Suarez termina diciendo a los ciudadanos españoles que
el futuro de España no está escrito, porque sólo los ciudadanos pueden escribir el futuro de
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España. Al jugar con sus emociones, Suárez demuestra una vez más uno de los modos de
persuasión de Aristóteles.
La idea de Aristóteles de logos es fácil ver en los dos discursos de Suárez. Suárez
ofrece ideas a su audiencia que son simples y puedan fácilmente creer. En La reforma y La
ley para la reforma política, Suárez ofrece a su audiencia con el razonamiento lógico y
debido a esto, muchas personas creen lo que está diciendo. Por último, debido al fuerte
carácter personal de Suárez y su habilidad para complacer al público y hacer que se sientan
importantes, es fácil ver que el gobierno y los españoles vieron lo que Suárez estaba
diciendo como lógica. Debido al fuerte uso de la retórica en los dos discursos de Suárez, La
ley para la reforma política pasó las Cortes. Además, más del noventa por ciento de los
ciudadanos españoles estaban a favor de la transición democrática. Las personas pueden
argumentar que Suárez no es diferente de otros líderes de todo el mundo que ayudaron a
sus países transición a la democracia; sin embargo, es importante tener en cuenta que la
transición de España fue la más rápido. Expertos en la transición política en España como
Jeffrey Linz y Javier Tusell están de acuerdo que Suarez fue el secreto detrás de la
transición rápida y sin contratiempos de España. A lo largo de los dos discursos más
influyentes de Suárez se puede concluir que el uso poder de sus palabras, su forma de
hablar a la audiencia, y la lógica de sus palabras al describir del camino hacia la democracia,
proporcionaron al pueblo español y el gobierno un camino claro y exitoso hacia una
democracia.
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Discursos que voy a analizar:
“La Reforma” - 9 junio 1976
“Promoción de la Ley para la Reforma Política” - 10 septiembre 1976