El Pendiente

Era una tarde fría en la ciudad de Londres, el ambiente estaba lleno de neblina. A lo lejos se veía una pareja, ambos estaban tomados de la mano, de repente ella lo abraza, después de unos minutos que parecían enternos, se separan y ella se marcha. El se quedó parado mirandola partir, levanta la mano levemente como si se secara un lágrima, da media vuelta y comienza a caminar.

Su nombre era Keith, profesor y autor de varios libros de arqueología; hijo de uno de los arqueólogos más importantes de la ciudad de Londres. Por años nadie le había conocido novia alguna; todos sabían de su afinidad con las mujeres, pero nunca había presentado a nadie de manera formal. A sus 25 años de edad, se podía decir había vivido una vida llena de aventuras, había probado tanto el sabor del éxito como del fracaso.

Ella se llamaba Fiorella, italiana de nacimiento, heredera y dueña de viñedos que producían uno de los mejores vinos a nivel mundial. Aficionada a la arqueología y la pintura. A los 16 años sus padres le enviaron a Inglaterra para mejorar su nivel de inglés. Después de varios viajes decidió erradicarse en la ciudad de Londrés, donde vivió hasta una fatídica tarde de niebla.

Pasaron tres años después de esa tarde, ambos, Keith y Fiorella, ya con 28 y 23 años, respectivamente; se habían borrado de sus mentes, o al menos eso pensaban ellos.

Sentado en un restaurante en la ciudad de Grecia, Keith logra divisar a una persona a lo lejos. No podía creer lo que sus ojos veían, se levantó de la mesa, parecía ella. Su corazón se negaba a aceptar la realidad, este palpitaba a toda velocidad. Se escuchaban pasos lentos, luego fueron aumentando de velocidad hasta que solo el silencio embargaba el lugar.

Era ella, parecía como si el tiempo no hubiera pasado. Se

escuchó una carcajada que dejo ser abruptamente, ambos se miraron atentamente. Por un momento, el se imaginó en Inglaterra caminando por las calles de Londres junto a ella, divisó un lago y una casa.

Sin embargo, el sueño se terminó cuando ella dulcemente agarra la mano de su compañero. A Keith le parecía como si el mundo se cayera a pedazos. Al verla, se dió cuenta que Fiorella tenía un pendiente, el que había hecho que ambos se separaran.

El pendiente tenía un valor incalculable, había sido hallado por Fiorella en una de las expediciones que vivieron juntos. Para Keith ese pendiente también era muy importante; había reunido todos los pendientes usados por antiguos reyes egipcios conocidos, el mantenía el record. Hubiera sido la consagración de su carrera.

Ese pendiente era la razón por la que el había decidido estudiar arqueología. Su sueño dorado era mostrarlo junto con el resto de pendientes en su propio museo.

Cuando Fiorella hayó el pendiente no se lo contó a Keith, ella también estaba destrás de el, antes que se conocieran. Su familia estaba pasando por momento financieros terribles. Su padre y madre, así como el resto de sus hermanas, se habían dedicado a viajar por lo que habían descuidado los viñedos.

En un unos de sus viajes de regreso a casa, el capataz de la hacienda le contó a Fiorella sobre los gastos de sus padres y familia en general; así como de la baja en calidad de los vinos. Ya no recibían el número de pedidos que solían recibir por mes, sin contar que había deudas que no habían sido renegociadas y estaban por vencer.

Esta situación hizo que Fiorella revise el estado general de la hacienda, estaban en bancarrota. El número de deudas adquiridas era infinitamente superior al capital con que la familia de Fiorella contaba. Ni aún vendiendo todo podrían sacar a flote por lo menos la hacienda principal, la haciendo

Daisy, como se llamaba su abuela.

En una noche Keith descubre el pendiente entre sus pertenencias, le pregunta por el. Fiorella le dice que es una réplica; sin embargo Keith sabía que eso no era cierto. Keith le reclamó por este hecho, el sabía que era la razón de su existencia. Había vivido solo para encontrarlo; y estaba allí. Ambos se miraron, Fiorella le dijo que ella no había hecho nada malo. Fue Fiorella la que sabía donde encotrarlo y la que había planificado esa expedición.

Keith se sintió traicionado, Fiorella solo quería estar con el; pero tenía que salvar a su familia. Desde el principio Fiorella quería ir sola, pero Keith insistió por lo que no tuvo opción más que dejar que la acompañe.

Después de una pelea que duró hasta el atardecer, decidieron terminar la relación, el sale de la habitación corriendo, ella sale detrás de el. A lo lejos se los divisa a ambos juntos tomados de las manos. No te olvidaré le dice Keith a Fiorella, yo tampoco replica Fiorella.

No lo había vendido, después de tres años, el broche seguía ahí, colgado de su cuello. Entonces como salvó a su familia de la bancarrota. Miró su mano, no había anillo; seguía soltera, es decir, no se habia casado para conseguir el dinero. Muchas opciones pasaron por su mente, pero jamás la verdad.

La verdad, era que Fiorella se había encontrado con un amigo, el conde David Yates, dueño de viñedos, este había estado enamorado de ella desde pequeño. El le hizo prometer que se casarían en el lapso de tres años, tiempo que el necesitaba no solo para poner todo en orden y lograr hacer más dinero; si además podrían ambos seguir estudiando.

Ella acepta, la condición era razonable. Sabía dentro de su corazón, que volver a amar era imposible. Quién vaya a ser su futuro esposo, no lo iba a ser por amor. Sin contar con el hecho de que había tratado de vender el dije varias veces pero cada vez que escuchaba una oferta la rechazaba. En el fondo sabía que si lo vendía estaba traicionando a Keith; sin contar con el

hecho de que era lo único que tenía de el.

Sentados en la mesa de restaurante ella lo vé, su corazón empieza a latir a diez mil minutos por hora, tenía ganas de llorar; sin embargo tuvo que contenerse. Sabiendo lo que esto representaba, agarra ambas manos de David y comienza a reir.

Sin embargo no podía contener lo que sentía por lo que le pide a David permiso para ir al baño, mientras se dirige al baño Keith la agarra del brazo. Le pregunta por el dije, le dice por que aún lo tiene. Le pide le explique por que aun lo tenía, fue esa la razon de su separación. De repente a Ketih se le ocurre una idea; David ya existía. El dije no fue la razón por la que se habían separado, pensó que el dije era solo el reflejo de la vanidad de una niña tonta y que toda la historia de la bancarrota era una mentira.

Keith la suelta, Fiorella no entendía lo que estaba pensando. El la ve, suelta una lágrima y sale del lugar a toda prisa. Fiorella pensó en buscarlo pero no podía, David estaba en la mesa. David ya había pagado la mayoría de las deudas, Fiorella no podía abandonarlo.

Pasaron unos meses, y en el periódico local se anunciaban dos bodas. Keith había decidido vengarse. Por lo que planeó casarse con una ex-novia el mismo día en que Fiorella pensaba casarse solo que una hora después de ella.

Ambas noticias aparecieron en el periódico local de Londres. El conde Yates y el profesor Durcan se casaban. Dos conocidos y famosos hombres habían decidido casarse el mismo día. La noticia causó sensación no solamente por que ambos eran conocidos sino por que ambos se casaban el mismo día. Parecía como si uno de los reyes de Inglaterra fuera a casarse.

Fiorella desconocía de este evento. Fiorella hizo de todo para buscar otra iglesia, sin embargo Keith había hablado con cada encargado de las iglesias más conocidas e importantes de Londres. Sabía que Fiorella y su familia jamás iban a permitir que se casaran en una inglesia no acorde a su estatus.

También pensó en cambiar la fecha, pero no pudo; todas las iglesias estaban ya reservadas por casi un año. Fiorella, tenía una última opción, escoger una iglesia de menos categpría. Pero ya se habían enviado las invitaciones. Keith le había estropeado la boda.

Keith sabía que Fiorella lo quería, lo pudo ver en sus ojos; antes de entrar al baño sus ojos estaban negros por lar lágrimas; sabía que al verlo casarse esta iba a sufrir.

Keith logró retrasar la boda lo que más pudo. Cada pareja tenía solo una hora; y ya había pasado media hora de lo previsto. Fiorella estaba desesperada; el cura no llegaba.

De repente habían dos carros afuera de la iglesia. Habían dos novias; una más hermosa que la otra. Y dos novios dentro esperando por su futuras esposas. Al llegar el padre este les sugiere que ambas bodas se efectúen al mismo tiempo, la primera novia acepta.

Sin embargo; Fiorella entendió el plan de, estaba vengándose. Salió del carro, entró a la iglesia, agarró a Keith de la mano, atravesó toda la iglesia y se encerraron en el cuarto del cura. David los persiguió. Mientras la otra novia sin sospechar nada, estaba dentro del carro esperando.

Fiorella le reclama a Keith, le dice por que le hace eso. Ya todo entre ambos había terminado. Keith le dice que nunca terminó que aún la quería como al principio, que seguía tanto aún mas enamorado de ella. Fiorella lo abraza y lo besa muy dulcemente; pero le dice que debe dejarla casarse; no había otra opción. Le cuenta toda la historia y saca de su bolsillo el pendiente, se lo enseña y le dice que ella tampoco lo había olvidado.

David entra en la habitación le dice que ha amado toda su vida a Fiorella y que le desgarra en el alma el dejarla. Al comienzo no reacciona bien; tres años, he esperado por tí tres largos años, grita David. He pagado tus cuentas y ayudado en lo que he podido. Te he respetado, ni un solo beso; esperando a que seas tu quien me lo de.

David se acerca a una mesa coloca las dos manos sobre ella. Levanta la cabeza y le dice a Fiorella mirándola a los ojos. Creo que nunca te voy a olvidar; hoy era el día más feliz de mi vida. Pero también es cierto que no te he sido fiel. Cada viaje me encontraba con una vieja amiga, creo voy a volver a sus brazos. Recuerda que te amo y sobre el dinero..

Keith no dejó que terminaral la frase y le dice, por eso no te preocupes yo tengo suficiente para poder pagar todo lo que hayas invertido; piensa que es una inversión. Fiorella mira a Keith desconcertada, Keith tenía pensado quedarse con ella.

David deja la habitación, se escucha una música suave. Fiorella levanta la mano, Keith se la agarra y ambos salen afuera. Keith le dice que va a haber boda pero hay cambio de parejas.

De cerca se observa una vitrina, en la cual hay un grupo de pendientes, entre ellos el pendiente de Fiorella. Keith vestido con una chaqueta caqui y Fiorella en ropa informal, se encuentran abrazados dentro de un museo contemplando lo que fuera a ser el verdadero artífice de su unión.