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Me divierte observarlo cuando la noche cierra: Enciende sus faroles de luz amarillenta y sale despacito por la barriada quieta. Don Juan serenatero, los caballetes trepa a cantarle a la luna destempladas endechas. Le tiran zapatazos, le lanzan una piedra, lo mandan a la porra, pero eso no lo inquieta. Empero algunas veces, de sonoras reyertas, mordido y patituerto al otro día regresa. Entonces le aplicamos calmantes y compresas, pero de sus parrandas ¡nadita que escarmienta! Ramón Villegas “El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla”. Robert Browning, poeta inglés (1812-1889) El padre llega a casa y pregunta al niño: -A ver, a ver… ¿Quien ha sido bueno y ha obedecido en todo a mamá? -¡Tú, papá! –contesta el pequeño. EL GATO Suplemento infantil del diario EL TIEMPO. Premio Nacional de Periodismo 1990 Miércoles 17 de agosto de 2011 - Año 22 - No. 1.176

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Me divierte observarlocuando la noche cierra:Enciende sus farolesde luz amarillentay sale despacitopor la barriada quieta.

Don Juan serenatero,los caballetes trepaa cantarle a la luna destempladas endechas.

Le tiran zapatazos,le lanzan una piedra,lo mandan a la porra,pero eso no lo inquieta.

Empero algunas veces,de sonoras reyertas,mordido y patituertoal otro día regresa.

Entonces le aplicamoscalmantes y compresas,pero de sus parrandas¡nadita que escarmienta!

Ramón Villegas “El que escucha música siente que su soledad, de

repente, se puebla”.

Robert Browning, poeta inglés (1812-1889)

El padre llega a casa y pregunta al niño: -A ver, a ver… ¿Quien ha sido bueno y ha obedecido en todo a mamá?-¡Tú, papá! –contesta el pequeño.

EL GATO

Suplemento infantil del diario EL TIEMPO. Premio Nacional de Periodismo 1990Miércoles 17 de agosto de 2011 - Año 22 - No. 1.176

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Ana Bermúdez8 años, 3er Grado

Alba Piña 9 años, 5to Grado

Chuíto y Jacinta van a la escuela

¿Qué opinión tienes sobre el diario El Tiempo?

Preguntamos esta semana a un grupo de amigos:

Carlos Flores 9 años, 5to Grado

Isis Aranguren 9 años, 4to grado

3 4

Luis Rivera10 años, 4to Grado

Gabriela Juliac 10 años, 6to grado

5 6

“Es una empresa muy importante para toda la región oriental porque de no existir, las personas no estarían informadas de lo que sucede. Las historietas son mi parte favorita del periódico, me parecen muy divertidas”.

Agosto es un mes de fiesta para la familia del diario El Tiempo.

Amigos, trabajadores y alia-dos comerciales se unen para celebrar su “nacimiento”. Hoy, cuando faltan 11 días para su 53 cumpleaños, Caballito de Mar te invita a conocer un poco sobre su historia, sus avances, su elaboración, su gente y de cómo se convirtió en el “Periódico del Pueblo Oriental”.

El Tiempo surgió como un semanario llamado “Voz Caribe” el 29 de agosto de 1951. Dejó de circular en enero de 1958 durante la Dictadura de Marcos Pérez Jiménez, pero en agosto de ese mismo año Jesús Már-quez y Jesús Alvarado deciden retomar la empresa y sacar al mercado un nuevo producto, con

más páginas y de circulación dia-ria, bautizado como El Tiempo. Su primera sede fue en la calle Boyacá de Puerto La Cruz, luego funcionó en la Av. Constitución y actualmente opera en la Av. Municipal.

El proceso de creación era bastante complejo. Dolores Subero, quien labora como transcriptora desde hace 30 años, cuenta que los textos se empezaban a tipiar a las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche. El material se imprimía en un papel de bobina (rollo) que otros de sus compañeros recortaban y pegaban en una lámina rec-tangular encerada. “Cuando se detectaba un error ortográfico, retirábamos la palabra o la letra con un bisturí y la sustituíamos”.

Mientras eso sucedía, Ovidio Ruíz afinaba todos los detalles en el departamento de Producción

“El diario El Tiempo es muy bueno porque no sólo es un periódico, también tiene revistas como Ardentía, Claro y productos como Caballito de Mar, Urbania, Tiempo en Casa. Ahora tiene otro diario que se llama El Mío”.

“Lo que más me gusta es Caballito de Mar. He leído cosas muy educati-vas, sobretodo de cómo conservar el ambiente, y esto me parece muy bueno porque así todos los niños aprendemos a cómo cuidar nuestra ciudad”.

“Es un periódico completo. Lo que más me gusta es Caballito de Mar. Felicito a todas las personas que trabajan en este periódico y espero sigan haciendo un buen trabajo como hasta ahora”.

“Felicito a todo el equipo del Dia-rio El Tiempo, en especial a quienes llevan muchos años en esta empresa tan conocida por todos los orientales. Espero sigan informando de lo que acontece en nuestra ciudad”.

“Siempre están brindando in-formaciones a todas las personas del acontecer noticioso. Quiero agradecer a todos los que trabajan en el Diario El Tiempo por el valioso trabajo que hacen todos los días”.

Entre las AlgasEL SOL SALE CADA DÍA

El Sol sale cada díava tocando en cada casa,da un golpe con su bastóny suelta una carcajada…¡que salga la vida al Sol!

de donde todos la guardany veréis como la vida

corre de Sol empapada.

Nicolás Guillén, poeta cubano (1902-1989)

17 de agosto de 1814: Se libra la batalla de Aragua de Barcelona, la más sangrienta de todas las batallas de la independencia. Duró siete horas, después de las cuales, los españoles vencedores se ensañaron con la población civil.

Un caracol nos recuerda

Redacción El Tiempo

A través de El TiempoMiércoles 17 de agosto de 2011

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Ciencias

¿Qué es un asteroide?

Los asteroides son cuerpos rocosos o metálicos que orbitan alrededor del Sol, la mayoría entre Marte y Júpiter en el llamado cintu-rón principal. Son conocidos también como planetas menores o planetoides, y vistos desde la Tierra tienen aspecto de estrellas. Se dice que los asteroides surgieron a partir de la destrucción de algún pequeño planeta, aunque también parece confiable la tesis de que algunos de ellos (alrede-dor de 50) se formaron junto con el Sistema Solar, mientras que el resto es producto de la fragmentación. Resultan muy interesantes para los científicos los asteroides que orbitan en las cercanías de la Tierra, de tres tipos: Amor, Apolo y Atón. También están los troyanos, que circulan alrededor de la órbita de Júpiter y los centauros, próximos a planetas de mayor tamaño.

Juan Vicente Torrealba

Músico y compositor ve-nezolano nacido en Caracas el 20 de febrero de 1917. Es el autor de numerosas y populares piezas de nuestro

folklore como Concierto en la llanura, Rosario, La

potranca zaina, Madrugada llanera, Sabaneando; y se le considera como el arpista de mayor renombre en el

país.

¿Sabes quién es…?

más páginas y de circulación dia-ria, bautizado como El Tiempo. Su primera sede fue en la calle Boyacá de Puerto La Cruz, luego funcionó en la Av. Constitución y actualmente opera en la Av. Municipal.

El proceso de creación era bastante complejo. Dolores Subero, quien labora como transcriptora desde hace 30 años, cuenta que los textos se empezaban a tipiar a las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche. El material se imprimía en un papel de bobina (rollo) que otros de sus compañeros recortaban y pegaban en una lámina rec-tangular encerada. “Cuando se detectaba un error ortográfico, retirábamos la palabra o la letra con un bisturí y la sustituíamos”.

Mientras eso sucedía, Ovidio Ruíz afinaba todos los detalles en el departamento de Producción

para poner en marcha la prensa plana con la que se imprimían los 2 mil ejemplares que salían a la calle. Ovidio ya tiene 32 años en la empresa y ha sido testigo de sus progresos tecnológicos, un progreso que se traduce en mayor producción (75 mil ejemplares de lunes a viernes y 85 mil los domingos), beneficios para los trabajadores y una gama de productos destinados a informar, orientar, entretener y educar a los orientales.

“En 1988 nació Caballito de Mar, en 2006 surgió la revista Ardentía y empezó a circular Claro. Dos años después llegó Urbania y en 2010, el diario popular El Mío”, señala Ramón Godoy, una de las 285 personas que integra esta gran familia.

El esfuerzo, el compromiso y la responsabilidad del diario El Tiempo han sido reconocidos con

dos Premios Nacionales de Periodismo, en 1982 y 1989, y con el galardón otorgado en 1990 a Caballito de Mar como la mejor publicación de literatura infantil de ese estilo en el país.

Palabras llenas de orgulloEn sus 53 años, El Tiempo

ha tocado el corazón de muchos orientales con sus historias, los ha acompañado en momentos do-lorosos y felices, ha contribuido con su desarrollo social y ha logrado cambios deseados por el pueblo. Elizabeth Laya, Editora de Internacionales, recuerda aquellos años 80 cuando las comunidades, los comerciantes y el gobierno estadal solicitaban mejoras en la vía que comunica el Oriente con el centro del país. Fue tanto el apoyo brindado por El Tiempo, que esas peticiones se hicieron realidad. “Aquí en El

Tiempo promovemos la cultura, el deporte y las buenas costumbres. Somos portavoces de las necesi-dades y denuncias de las perso-nas. Además, tenemos programas de Responsabilidad Social para incentivar la lectura y la creati-vidad como son el Concurso de Cuentos Creatividad Sin Límites y los Encuentros de Pintura Infantil. En el deporte también hemos sentado precedentes con el premio Luis Miñoso Martínez, entre otros. En definitiva, somos el reflejo de nuestro pueblo”, dice con orgullo Elizabeth.

Hoy felicitamos al diario El Tiempo y agradecemos a sus lec-tores por el respaldo que siempre le han brindado. El compromiso sigue latente. Esperamos festejar muchos años más con ustedes.

A través de El Tiempo

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Félix Orea

Miércoles 17 de agosto de 2011

Una estrella de mar nos cuenta

EL PELÍCANO DE PEDRITO

Pedrito estaba feliz. Sus padres decidieron ir ese domingo hasta una isla donde

podría jugar en la arena y bañarse en las aguas poco profundas y tibias. Esperaba ansioso el momento en que partirían al viaje, que dada la distan-cia del pueblo en que vivían, duraría al menos unas dos horas. Pero eso no le importaba ya que, como era hijo único, su placer consistía en jugar solo con cualquier objeto que cayera en sus manos. Se entretenía hasta con trozos de madera que encontraba a veces en las cercanías y jugaba imaginando que eran animalitos. Tenía un precioso gato blanco con manchitas negras al que llamó Tigre por esas manchitas, aunque había visto en revistas que los tigres no son blancos ni negros, pero por las manchitas y lo lindo que hallaba a ese animal quiso ponerle ese nombre a su gatito, que era su mejor amigo.

Su papá no aceptó que llevara a Tigre al paseo y aunque le rogó a la mamá, tampoco obtuvo el permiso.

Durante el viaje iba pensando que tal vez encontraría algún animalito en la isla donde iban y se haría amigo de él para jugar. Tal vez también podrían nadar juntos. Se preguntaba: “¿Pero qué animalito podría ser que supiera nadar?” Sabía que en la isla había iguanas, pero a él no le gusta-ban. Sabía que en las aguas nadaban infinidad de peces muy bonitos, pero

no saldrían del agua para jugar en la arena. Y así, pensando y pensando en un nuevo animalito amigo, se quedó profundamente dormido.

Lo despertaron al llegar a la playa donde tomarían un bote para ir hasta la isla. Encantado subió al bote con su papá, su mamá y otras personas grandes. No iba tampoco ningún niño ni niña con quien poder jugar.

“¿Por qué él era tan solo?” El papá tomó fotos de la mamá en el bote, luego de él con la mamá. La mamá tomó fotos de él con el papá. Después le pidieron a un señor, de los que iban en el bote, que les tomara fotos a ellos tres.

- Para guardarlos de recuerdo de este lindo día - dijo el papá.

Arribaron a la isla y bajaron en una de las playitas. Las otras gentes siguieron hacia otra playa. A ellos les gustaba estar los tres solamente. Así la mamá preparaba un sabroso almuer-zo y el papá se zambullía feliz en las aguas transparentes que rodeaban la isla. A Pedrito le gustaba mucho nadar, pero ese día no sabía por qué se sentía un poco triste. Entonces de pronto vio que unas ramas se movían. No había viento, ni siquiera una brisa suave en esos momentos. Se acercó con cuidado y vio un pequeño pelíca-no que agitaba sus alitas entre las ramas. Lo cogió con mucho cuidado. Le pareció que estaba herido porque no se movía. Corrió adonde la mamá para contarle que había encontrado a ese

pajarito y ella comprobó que realmen-te tenía una patita quebrada. Como la mamá sabía de primeros auxilios, cogieron al pequeño pelícano. Ella sacó unas vendas de su botiquín, que siempre llevaba consigo cuando salían de paseo, y dijo a Pedrito que buscara un palito pequeño. Limpió muy bien el palito, lo colocó en la patita herida del ave y vendándolo dejó la patita inmovilizada.

Pedrito estaba entre feliz y triste por lo que sucedía. Le daba tristeza ver a ese pajarito herido y a la vez se sentía contento, porque iba a tener un amiguito en la isla. Dejó cuidadosamente a su nuevo amiguito junto a unas piedras. Corriendo fue a jugar un rato en el agua. Nadando alcanzó al papá y allá, en medio de las aguas verdes y transparentes, le contó del pelícano. El papá no le dio importancia.

Pedrito estaba tan contento que regresó pronto a la playa para estar con su pelícano. Ya lo consideraba suyo. Entonces preguntó a la mamá:

- ¿Podemos llevarnos el pelícano para la casa?

- ¡Cómo se te ocurre Pedrito!- ¿Y por qué no podemos?- Mira, los pelícanos viven sola-

mente cerca del mar y además es muy pequeño y no sabe volar bien.

- Entonces, ¿qué vamos a hacer? Yo no lo voy a dejar aquí solito cuando nos vayamos a la tarde.

- Puede que se mejore de la patita y entonces veremos qué hacer.

Pedrito miraba y miraba al pe-queño pelícano. Entonces se le ocurrió que debería tener hambre. Como había visto a los pelícanos grandes volar lar-go rato y de pronto bajar rápidamente y meterse en el mar, recordó que le habían enseñado que ellos se alimentan de peces pequeños que pescan de esa manera.

En esos momentos sintió un cariño

inmenso por su nuevo amiguito. “Casi tanto como quiero a mi Tigre”, pen-saba. Decidió ir él personalmente a buscar algunos pececitos para darle de comer al pelícano. Nadó por debajo del agua y provisto de una pequeña red, que siempre llevaba cuando iban a las playas, logró coger un pececito. Regresó feliz junto a su nuevo amigui-to, con cuidado le abrió el piquito y le introdujo el pececito que el pelicanito tragó contento.

Volvió Pedrito varias veces a buscar pececitos con los que alimentó durante el día a su nuevo amigo. Ya atardecía cuando el papá y la mamá decidieron regresar.

- Pedrito. Tendrás que dejar aquí al pajarito.

- No papá. No puedo. Capaz que se muera.

- Espera- dijo la mamá - cuando menos está ya bien de su patita.

Dicho esto se acercó al pajarito y sacándole la venda le quitó el palito. ¡Oh maravilla! ya movía feliz su patita. Entonces el papá, tomando a Pedrito de la mano le dijo, mostrando hacia un lugar en el mar

-¿Sabes? Vamos a nadar los dos hasta la Isla de los pelícanos que está allá.

- ¿Para qué?- Para llevar a tu amigo hasta

donde viven los demás pelícanos que estarán muy contentos de recibirlo.

- ¡Qué bueno eres papito! Y cogiendo al pelícano lo colo-

caron en una canastita que el papá puso en su mochila. Luego padre e hijo nadaron hasta la isla donde se veían muchos pelícanos tomando tranquila-mente el sol. Al llegar se acercaron lo más posible y depositaron entre las rocas bajas a este feliz pelicanito que, gracias al cariño y atenciones de esta familia, regresó a su hogar sano y salvo.

Identifica la figura igual a la señalada

Odette Doyhamboure, Chile