El Periódo de La Institucionalización Geográfica en Chile 1889-1979

7/21/2019 El Perido de La Institucionalizacin Geogrfica en Chile 1889-1979

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Rev. geogr. Valpso.(En lnea)N 49 / 2014ISSN 0718 - 9877[ 30.54. ]

DE LA LOCA GEOGRAFADE MISTRAL A LA GEOGRAFA

MILITAR DE PINOCHET: EL PERIODO DE LAINSTITUCIONALIZACIN GEOGRFICA EN CHILE (1889-1979).

Rodolfo Quiroz* y ngelo Narvaez*** Departamento de Geografa, Universidad Alberto Hurtado ([email protected])

** Departamento de Geografa, Universidad Alberto Hurtado ([email protected])

Artculo recibido: 31-03-2014Artculo aceptado: 02-06-2014


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DE LA LOCA GEOGRAFA DE MISTRAL A LA GEOGRAFA MILITAR DE PINOCHET.

P g i n a | 31| Rev. geogr. Valpso (En lnea) N 49 /2014 |ISSN 07189877 | [30.54.] |

RESUMEN

El presente ensayo busca reconstruir y discutir el periodo de institucionalizacin de lageografa en Chile. Comprendida desde finales del siglo XIX hasta avanzado el golpemilitar (1979), la institucionalizacin de la geografa est marcada por el

desplazamiento de una razn de Estado nacionalista y progresivamente desarrollista, auna razn de Estado utraliberal y neoconservadora que paulatinamente escinde lasprcticas geogrficas de su formacin holstica y pblica. Finalmente, lejos de constituiruna ruptura, se discute el estado actual de la geografa y su relacin histrica con lainstitucionalizacin militar, sumergida en una profunda continuidad entre el saberconservador, instrumental y liberal de las prcticas geogrficas y las principales formasde representacin social de la geografa.

Palabras clave: prcticas geogrficas, epistemologa, Pinochet, ultraliberalismo,neoconservadurismo.

ABSTRACT

This essay seeks to reconstruct and discuss the period of institutionalization ofgeography in Chile. Ranging from the late nineteenth century until well into the militarycoup (1979), the institutionalization of geography is marked by the displacement of a

reason nationalist developmental state and gradually, at a rate of neoconservative andState utraliberal gradually cleaved geographical practices its holistic and publiceducation. Finally, far from being a break, the current state of geography and itshistorical relationship with the submerged military institutionalization in a deepcontinuity between the conservative, liberal and instrumental knowledge ofgeographical practices and the main forms of social representation is discussedgeography.

Key words: geographical practices, epistemology, Pinochet, ultra-liberalism, neo-conservatism


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INTRODUCCIN

El sujeto/objeto que abordamos en este ensayo, la produccin de prcticasgeogrficas en Chile, caracteriza los centros militares y universitarios como los puntosnodales del proceso de institucionalizacin, entrelazando sus mtodos y enseanzas.

Se discute y analiza la incorporacin de las diferentes prcticas ligadas al sabergeogrfico nacional, desde del primer programa de Historia y Geografa en clavesdocentes y educacionales (1889), encomendado al joven gegrafo alemn HansSteffen (1865-1936), hasta la aprobacin del plan de estudios de gegrafos delInstituto de Geografa de la Pontificia Universidad Catlica de Chile en 1977, quecoincide significativamente con el primer lustro del rgimen militar. Defendemos esteperiodo de institucionalizacin, porque a nuestro juicio, all converge el ncleo de lahistoricidad geogrfica del pas. Es decir, ya sea previo o posterior a este periodo, susramificaciones convergen hasta hoy, trazando subterrneamente la propia historicidadde nuestro pas y las significaciones sociales ms relevantes del campo geogrfico.

Metodolgicamente as, la institucionalizacin de la geografa puede serentendida como el periodo y proceso acumulativo de acciones y circunstancias

histricas que validaron, direccionaron y configuraron paulatinamente la incorporacinde la geografa a la vida pblica nacional, ya sea desde un influjo civil o militar. Desdeluego, no se trata de una institucionalizacin homognea, estable o simplementeunidireccional, sino por el contrario, se trata de comprender el desplazamientocualitativo de las diferenciadas formas institucionales de las prcticas geogrficas denuestro pas; conocer y ensayar histricamente sus contradicciones internas yexternas, as como reabrir y re-codificar el patrn comn que funda a la geografa generalmente sin distinciones de clase o lucha de clases- como la representacinespacial y natural del territorio del Estado, en su paso del largo siglo XIX al corto sigloXX.

Se trata, pues, de la etapa ms rica y abrumadora de contenidos, aunqueciertamente, la ms extensa y compleja en tanto cadena de significados, muchasveces dramticos y altamente indisociables a los cambios histricos del pas. Por lomismo, rechazamos de plano la categorizacin institucional propuesta por Liendo ensu estudio de la profesionalizacin de la geografa (Avalos, 2004; Liendo, 2004).Primero, por tratarse de episodios aislados y lineales de ciertas prcticas geogrficas(casi exclusivamente acadmicas y en vas de burocratizacin), carentes de una

mirada histrica imbricada con la sociedad chilena. Segundo, porque el ejercicioprofesional de la geografa de ningn modo puede abarcar el conjunto de significadosy prcticas geogrficas producidas socialmente (o desde sus instituciones), ya seadesde los niveles educacionales hasta el ejercicio acadmico o poltico de la geografa.Y tercero, porque para hablar de institucionalidad geogrfica en general, tambin es

necesario abrir un escenario epistemolgico de la geografa (tanto en el plano nacionalcomo internacional) y sus encuentros y desencuentros con las significaciones sociales,cuestin que Liendo simplemente silencia. Ante estos inconvenientes, proponemos almenos, tres rutas simultneas y divergentes que han definido las prcticasgeogrficas, desde luego, mucho ms all de la profesionalizacin. De hecho,concluimos que la profesionalizacin es un gran problema abierto y, sin embargo,fundamental para repensar las rutas sociales de la geografa.

Volviendo a los vectores histricos, en primer lugar, desde finales del sigloXIX distinguimos un desplazamiento de una institucionalizacin formativa yeducacional de horizontes ilustrados y prcticos docentes, fundacional, hacia unaformacin e institucionalidad geogrfica cada vez ms tcnica y especializada que,paulatinamente, comienza a definirse como razn de Estado (de Bienestar) en la

dcada del 40`. La expresin social que cristaliza este proceso puede observarse enLa geografa econmicade Chile, organizada y editada por la Corporacin de Fomentode la Produccin (CORFO) en 1950. Desde este monumental trabajo e instrumentoeconmico del Estado chileno, surge por primera vez una geografa acadmica-mayoritariamente anclada a la Universidad de Chile- que, una vez avanzada suautonoma frente a otros conocimientos, se amplia e intensifica mediante la creacindel primer plan de gegrafos (1966). Lentamente as comienza a vigorizarse la ideaprofesional, siendo su principal gestor y promotor, el gelogo y gegrafo HumbertoFuenzalida Villegas (1904-1966). Si bien la geografa tiende a ser concebida como unsaber prctico y profesional, contradictoriamente todava goza de una vasta formacinhumanstica y cientfica, anclada en la esfera pblica y social del Estado que, lejos decualquier tipo de especializacin y/o conjugacin estrictamente tcnica o burocrtica,sigue abierta al pensamiento ilustrado y a la produccin de conocimiento acadmico,

en general. Es decir, todava la geografa no se tecnifica y el gegrafo puede serconsiderado como cualquier intelectual o estudioso de las humanidades o cienciasnaturales.


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Por otro lado, y simultneamente, desde la dcada del treinta surge confuerza una segunda direccin institucional de las prcticas geogrficas, a saber: lageografa de pretensin militar definida como un saber estratgico y, porconsecuencia, monopolio del conocimiento militar. Dichas iniciativas, la mayora deellas altamente pragmticas, geodsicas y descriptivamente fsicas, terminan gestando

una perspectiva geopoltica de alcances estatales, siendo el general del EjrcitoRamn Caas Montalva (1896-1962) el actor fundamental de su cristalizacin. Cabedestacar que Caas Montalva fund la primera revista de pretensin cientfica delcampo geogrfico nacional, Terra Australis (1948) y adems fue director deimportantes instituciones de carcter geogrfico, tales como el Instituto Panamericanode Geografa e Historia (IPGH) y el Instituto Geogrfico Militar (IGM), entre otrasfunciones y reconocimientos.

Finalmente, surge una tercera direccin, profundamente marcada por lairrupcin militar de 1973 y la propia influencia de Pinochet. Aqu convergen y setransforman las dos anteriores rutas (las prcticas geogrficas acadmicas ymilitares), pero desde un nuevo prisma. A partir del rgimen, la pretensin profesionalde la geografa pasa a ser parte de la estrategia de seguridad interna y desarrollo del

Estado, creando as una funcin geogrfica nueva o una refundacin de las prcticasgeogrficas civiles, pero, marcadas por los lmites epistemolgicos militares en unclima histrico de altas ramificaciones sociales e ideolgicas que, a su vez, abarca latotalidad social del pas. Se trata, pues, de un proceso geogrfico que lleva la marcaineludible de la obra de Pinochet y que sin embargo poco y nada tensiona a lacomunidad geogrfica nacional. La dictadura militar, en efecto, reinici el cicloprofesional de la geografa fundado en el sesenta, pero implic nuevos contenidos,sutilmente digeridos o asimilados por el conjunto de centros y formadores del sabergeogrfico nacional.

Como dira Lacoste en La geografa un arma para la guerra (1976), sepetrific una nueva geografa institucionalizada de los Estados mayoresque, por unlado, transform las funciones profesionales sutilmente y, por otro, reivindic la

enseanza descriptiva de la geografa de los Profesores. Al mismo tiempo, seprofundiz la cientificidad como mecanismo de legitimacin y autoridad, negandoimplcitamente la capacidad creativa de las prcticas geogrficas, en el sentido deimaginar una nueva espacialidad social o instituir una geografa compenetrada con lasproducciones populares o socialmente activas (Lefebvre, 2013). Mediante estaoperacin terica-prctica, la dictadura justific as el saber geogrfico desde el

experto profesional o planificador espacial que, a lo largo del proceso, terminnaturalizando o subsumiendo el sentido geogrfico social, anclado en las necesidadessociales y/o sus voluntades transformadoras.

La elaboracin de este trabajo, entonces, forma parte de un proyecto de altas

pretensiones: reconstruir una memoria crtica de las prcticas geogrficas en Chile,ms all de las nostalgias, ms ac de los silencios. Y es que desde la tarda llegadade la geografa a la divisin universitaria del conocimiento moderno, -trazada en clavespositivistas y naturalistas a finales del siglo XIX-, hasta las diversas y especializadasgeografas de nuestros das, persiste una separacin irreconciliable entre elconocimiento geogrfico social y el conocimiento geogrfico moderno. Esta escisinfundacional, se amplifica en el caso de Chile producto de varios factores colonizacindel saber, escisin de la cultura y sus prcticas sociales, la exacerbacin del artedelos expertos, la produccin intelectual sin sentido, la violencia heredada por ladictadura, etc.- que terminan cerrando cualquier intento de socializacin y enseanzacrtica y didctica de la geografa. El problema central visto en su conjunto, es que noexiste una memoria activa de las prcticas geogrficas, por lo tanto, se prescinde deuna historicidad crtica capaz de abrir una identidad (sujeto) que permita una

significacin social profunda, de cara a las prcticas sociales, abierta a nuevassubjetividades.

Durante ms de tres dcadas la geografa chilena se ha formado sincomprender o siquiera balbucear su propia historia, negando as cualquier posiblesignificacin social de ruptura. Se nos ha dicho, una y otra vez, que la geografa nacede la mano de Humboldt y Ratzel all por finales del siglo XIX, o que la geografa es elordenamiento del territorio y una herramienta clave para el desarrollo, o que lageografa la hacen los gegrafos (porque nunca se habla de gegrafas, no existen), oque siempre ayuda a tomar mejores decisiones espaciales porque es la ciencia delespacio. O, peor an, mediante un ingenuo chauvinismo, se nos ha repetidosostenidamente que la geografa es la sntesis de los aspectos fsicos y humanos, yque los gegrafos son una especie de operadores espaciales de alto magnetismo

profesional, inclumes a cualquier tarea, ya sea ambiental, social, regional,cartogrfica, etc. En fin, nos han inculcado muchas ideas que son relativamenteciertas, si es que no son tensionadas al calor de nuestra realidad histrica, si es que noconstruyen sentido al quehacer de nuestras propias prcticas geogrficas. Frente aestas medias verdades, proponemos.


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La geografa como prctica social nace en los procesos sociales y emerge endeterminados contextos histricos que la marcan; si bien la huella de Humboldt yRatzel es una consolidacin progresiva del pensamiento occidental y la totalidad de sugeografa, dicha huella es indiferente y superflua si no la reapropiamos o tensionamosdesde las prcticas geogrficas en Chile. O visto de otro modo, de qu nos sirve un

ejercicio profesional sinttico o cientfico exitoso,abstracto, si ni siquiera forjamos unaproduccin de conocimiento atento de nuestro origen y cotidianidad, si ni siquieracuestionamos nuestras posibilidades o lmites, o al menos, ensayamos traspasar lasactuales fronteras tericas y praxiolgicas? Sobre la base de esta necesidadepistemolgica crtica e histrica, en este ensayo proponemos una lectura crtica de lasdiferentes prcticas geogrficas que han definido el saber geogrfico nacional.

Partimos de la base que en Chile ha existido una vasta produccingeogrfica conforme a la historia social de nuestro pas. Sin embargo, producto de lagran operacin terica y prctica instalada por el rgimen militar y continuada por losgobiernos democrticos, constatamos una escisin del relato interno de las prcticasgeogrficas ms contemporneas, perdindose entre la naturalizacin del saberprofesionalizante, por un lado, o la pretensin de una geografa crtica sin historia, por

el otro. Ambos polos han perdido la fibra histrica social de las prcticas geogrficas yse han sumergido en trazos sueltos que slo observan los intereses de una tasa amedio llenar, o a veces, a medio vaciar. Es all donde ponemos estas lneas a discutir.

2.1 HANS STEFFEN Y EL AFLUENTE FUNDACIONAL DE LA GEOGRAFAEN CHILE

Si arrancamos la institucionalizacin de la geografa con Hans Steffen, noslo se debe a su vasta erudicin1o produccin intelectual, ni tampoco a una simplevinculacin con el Estado, ni mucho menos a un etnocentrismo encubierto que buscaensayar una historicidad desde los individuos ilustres o sus ideas centrales,hegemnicas. Ms bien, arrancamos con el joven alemn tena 27 aos- debido al

profundo impacto y significado social que implic su llegada al pas. Solo desde all,posteriormente, es posible recuperar y dar lugar a su obra.

1 Para hacerse una idea de este punto recomendamos la lectura de El Dr. Hans Steffen deRicardo Donoso, publicado en la Anales de la Universidad de Chile (1936).

En efecto, la llegada del joven Steffen nace de los requerimientos de unaeducacin pblica adolescente, cercana a sus inicios. Ms especficamente, surgeproducto de un nuevo impulso educativo comandado por el rectorado de Diego BarrosArana y su pretensin de actualizar el plan de estudios suscrito en 1868. La constanteinsistencia de la impronta geogrfica alemana advertida por Valentn Letelier y Claudio

Matte Prez -quienes tambin se formaron en Alemania-, al propio Barros Arana yotros importantes funcionarios de gobierno, finalmente concret el arribo de Steffen(Gangas y Santis, 1987; Santis, 1989).

Prximos al fin del siglo XIX, todava no se desataba la trgica cada delgobierno de Balmaceda y el proyecto de un espacio pblico cualitativamente estatal.Siendo Ministro de Instruccin Pblica, Federico Puga Borne, el joven Steffen seconvirti en el catedrtico fundador de Historia y Geografadel Instituto Pedaggico en1889, dependiente de la Universidad de Chile. Recin comenzaba la gestacin de unplan especfico y moderno para la gestacin del profesorado nacional. El objetivo deesta nueva institucin, por consiguiente, era formar profesorado de Estado endiversas asignaturas en dos secciones: de humanidades superiores y de ciencias.Geografa e historia, como era de esperar, qued inserta en la seccin de

humanidades superiores (Gangas y Santis, 1987: 80). Por primera vez, la geografacomenzaba a perfilarse acadmicamente en principios modernos y cientficos, aunquemuy lejos de conectarse con problemticas sociales. Steffen fue un destacado alumnode filosofa y humanidades en las universidades de Berln y Halle, y para 1888 yacontaba con el grado de doctor, tras un elogiado estudio geogrfico sobre la Franconiainterior (Donoso, 1946: 6). Antes de Steffen, la mayora de los textos geogrficoscorrespondan a series descriptoras y memorsticas de variables fsicas o ambientales,donde no haba un programa epistemolgico capaz de sustentar los problemasgeogrficos (Gangas, 1985).

No obstante a estos indicadores de ordenacin, siguiendo la internafragmentacin del conocimiento moderno, la enseanza de la geografa o sucodificacin institucional qued inmersa en dos facultades. Por un lado, se integr a la

Facultad de Ciencias Fsicas y Matemticas, mediante la carrera de ingeniero-gegrafoy cartgrafo (desde mediados del siglo XIX, muy cercada por los militares). Y, por otro,form parte de la Facultad de Filosofa y Humanidades que, internamente, seconformaba con el Instituto Pedaggico y su Departamento de Historia y Geografa. Deesta forma, la geografa de Steffen qued adherida al modelo de educacin y fueresponsable por ms de tres dcadas o tres generaciones de estudiosos de la


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geografa (Donoso, 1946). Cabe destacar que, paralelamente, en 1890 ya EnriqueEspinoza publicaba su Geografa descriptiva de la Repblica de Chile. Un libro quetuvo una gran circulacin cuatro ediciones- y que tambin constataba el dficit en laenseanza del cuerpo geogrfico nacional.

Avanzada su incorporacin a la casa universitaria, en 1893, Steffen elaborel Programa de Geografa e Historia(pp. 197-204), perteneciente al Plan de estudios yprogramas de instruccin secundaria, el cual fue aprobado por el Consejo deInstruccin Pblica para los liceos del Estado (Donoso, 1946). Lejos de involucrar undesarrollo estrictamente interno o un gran estudio geogrfico nacional, la tareapedaggica de Steffen implic profundos cambios a la hora de pensar la geografa delpas, su enseanza y su imaginario. Si bien esta primera generacin se circunscribe enla pugna entre el naturalismo alemn ritteriano y el regionalismo francs vidaliano(Gangas y Santis, 1987), lenta y paulatinamente va anclndose en la segundaposicin. Segn Gangas y Santis, entre la primera generacin de gegrafos que formSteffen, puede destacarse Julio Montebruno Lpez (1871-1947), Luis GaldamesGaldames (1882-?), Elas Almeyda Arroyo (1883-1958) y Luis A. Puga Rojas (1886-1974) (Gangas y Santis, 1987: 85). Todos ellos fueron importantes tejedores de las

sucesivas prcticas geogrficas; sobre todo, don Elas Almeyda Arroyo, quienelaborar los primeros textos educativos de la geografa universitaria (Quiroz, 2009).

Ahora bien, ms all de estas apreciaciones metodolgicas, es un hecho quela llegada de Steffen cristaliza el conjunto de saberes y prcticas geogrficas quevenan desarrollndose a lo largo del siglo XIX. Ello puede fundamentarse desde laltima dcada del siglo XIX (1892-1898), cuando con el apoyo explcito de BarrosArana, Steffen comienza sus estudios limtrofes al sur de Chile, generando importantescontribuciones que exploran tanto la cuestin fsica como geopoltica del extremo delpas (Donoso, 1946; Gangas, 1985). Steffen no solamente recorri el valle de Peulla, elcordn de la cuesta de los Raules, el Ro Fro, los ventisqueros del flanco oriental delmacizo del tronador, sino que tambin instituy una significacin pblica del sabergeogrfico, simbolizado desde la defensa territorial del Estado chileno2.

2 Entre 1893-1894, Steffen explor la regin del ro Palena y Puelo, constatando en situ ladivisin interocenica de las aguas (Donoso, 1946, p. 8). En 1896 continu por el Ro Manso,reconociendo la hoya hidrogrfica del ro Aysn. Entre 1897-98 prolong su exploracin por elvalle del ro Cisnes y un ao despus continu por los fiordos y desembocaduras del paralelo46, descubriendo y bautizando tres ros: Baker, Bravo y Pascua. A raz de estos trabajos,

Y es que al constituirse el Tribunal Arbitral en Londres, con el fin de definirlos lmites de Chile con Argentina en el sur del pas, Steffen pas a ser consultortcnico y asesor del gobierno de Chile por decreto de Estado en 1899 (Donoso, 1946).Para ello, Steffen elabor informes incorporados a la memoria explicativa de los cuatro

tomos que present la defensa chilena y, adems, redact y construy los materialescartogrficos para posteriormente responder a las rplicas argentinas. El fallofinalmente se dio en Noviembre de 1902. Dos aos despus, uno de los ministros de lacorte londinense, sir Thomas Holdich, recordaba a Steffen tras su visita como miembrode la comisin arbitral en la zona de conflicto:

Su conocimiento prctico de la costa del Pacifico y de los caminos de la costahacia el interior, logrados en sus exploraciones de la regin en inters de lasreclamaciones chilenas, no conoce probablemente rival alguno, y suscondiciones para obtener los servicios del elemento ms capacitado, as comopara proporcionar las ltimas informaciones ms detalladas en los asuntosesenciales, fu (sic) de inapreciable valor. Desempe las funciones decomisario y oficial encargado de los transportes, al mismo tiempo, mientras

permanecimos en territorio chileno, y el de gua y consejero cientfico de laexpedicin, de modo que estaba siempre ocupado. Ciertamente el Gobiernochileno no pudo encontrar un defensor ms serio y ms capaz de que estedistinguido profesor alemn (porque, segn mis noticias, el Dr. Steffen no se hanaturalizado en Chile), y en el recuerdo que fue (sic) para m personalmentede tanto inters, siempre evocar agradablemente la enorme y corts ayudaprestada por este gran explorador y gegrafo3(Donoso, 1946:10).

Luego de sus siete exploraciones a la Patagonia chilena, Steffen publicViajes de exploracin y estudio en la Patagonia occidental (1892-1902) en 1909.Segn Donoso (1946), Steffen fue un erudito profesional con gran estilo literario. Entresus mltiples colocaciones destaca su Contribucin de los alemanes al estudio de la

Steffen se convirti en autoridad en materia geogrfica del sur y al mismo tiempo actor clave enla definicin de los territorios patagnicos con Argentina.

3 El texto original se intitula The countries of the King Award, por el coronel Sir Thomas Holdich,London Hurst and Blackett Limited, 1904, pgs. 382-383.


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geografa y geologa de Chile durante el primer siglo de la Independencia(1910)4, y, unao despus, su estudio crtico de Anotaciones a la Historia Indica del Capitn PedroSarmiento de Gamboa5 (1911). Otro texto que habra que desterrar y discutir es,Apuntes sobre algunas obras histricas y geogrficas relativas a Chile (1929),publicado en la Revista Chilena de Historia y Geografa6. Finalmente, por

complicaciones de salud, en 1913 Steffen se jubila trasladndose a Berln, falleciendoen Suiza en 1936.

2.2 EL REPUNTE DE LA GEOGRAFA MILITAR

La geografa de Steffen marc la ruta de la geografa chilena del siglo XX:por un lado, abord la tarea de crear un conocimiento nacional y fsico del pas en laformacin de los nuevos ciudadanos; y por otro lado, implcitamente continu y fortificla importancia de un saber estratgico del territorio, tradicin decimonnica expresadaen el saber geogrfico del Ejrcito y sus proyecciones cartogrficas y geopolticas. Enese sentido, cabe destacar que paralelamente a las expediciones de Steffen, en 1891,se cre la Oficina Geogrfica del Ejrcito. Y una dcada ms tarde, se fund laSociedad Chilena de Historia y Geografa7en 1911 (Gangas y Santis, 1987) que, deuna u otra forma, dibuj un imaginario ms significativo de la geografa de Chile.

Por otra parte, y circundante a este proceso de institucionalizacin, muchoms relevante, es la creacin del Instituto Geogrfico Militar(IGM), bajo el gobierno deArturo Alessandri Palma en 1922. De esta manera, ya se comenzaba a vigorizar elsentido militar de la geografa y su funcin geodsica y cartogrfica de Estado. De ahque por va decreto de Estado, en 1930, el IGM pas a convertirse en la autoridadoficial, en representacin del Estado, en todo lo que se refiere a la geografa,levantamiento y elaboracin de cartas del territorio nacional (Seplveda, 1966; Hirt yPalominos, 2011). Eran tiempos de auge militar pero tambin de importantes crisispolticas entre las fuerzas liberales y conservadoras (Ibaez del Campo y Alessandri).En este contexto, para la institucionalidad del Estado pareciera que la geografa

4Imprenta Universitaria, 69 pgs.5Anales Universidad de Chile, pp. 1007-1214.6Enero-Marzo, nmero 64, pp.184-192.7Se forma en Santiago, sobresaliendo el nombre de los ingenieros-gegrafos Luis Risopatrn,Greve y Garca Gorroo (Gangas y Santis, 1987).

contiene un sesgo prctico y facilitador en sus funciones soberanas va militarizacin.Una situacin que si bien prevalece hasta la actualidad, no deja de tener menosocultamientos y contradicciones histricas a la hora de entender el desarrollo de ladisciplina8.

Ahora bien, si por un lado la geografa era representada pblicamente comouna funcin militar y geofsica (o geodsica) de las estructuras nacionales; por otrolado, subterrneamente, la disciplina avanzaba sus horizontes epistemolgicos juntocon la sociologa, la antropologa y la ciencia econmica. Entre 1926 y 1930 un jovenegresado de historia y geografa de la Universidad de Chile, Humberto FuenzalidaVillegas (1904-1966), realizaba sus estudios en la Universidad Sorbonne de Pars, bajola formacin de De Martonne y otros destacados regionalistas franceses. Entrando ladcada del treinta, ya obtena las especialidades en geologa y geografa fsica(Gangas y Santis, 1987), comenzando as un silencioso y nuevo captulo de lasprcticas geogrficas. Consecutivamente, a nivel nacional, se configuraba unimportante re-encuadramiento poltico y social cristalizado por la llegada de losgobiernos radicales en 1938, que al mismo tiempo coincidan con una fuerte empresageopoltica por la posesin chilena en la Antrtica desde el mando militar.

Precisamente bajo este impulso, en 1935 se cre la organizacin del ComitNacional de Geografa, Geodesia y Geofsica , organizacin gubernamental quefuncion bajo la tuicin del Director de IGM y, por supuesto, la activa participacin delcoronel del Ejrcito Ramn Caas Montalva que, desde varias dcadas atrs,atrincherado en el estrecho sur del pas, vena ensayando y publicando un importantearchivo geopoltico fundado en la necesidad estratgica de la posesin Antrtica deChile. Caas Montalva fue general en Jefe del Ejrcito entre 1947-1949 y, comoveremos ms adelante, fue un significativo promotor del estudio geopoltico y, porconsecuencia, de la geografa. Desde 1946 Caas fue designado Director del IGM, elcual asumi creando ese mismo ao la Revista Geogrfica de Chile Terra Australis,rgano del Comit Nacional de Geografa, Geodesia y Geofsica, el cual presidi 9. La

8 Nos referimos al hecho que abordaremos ms adelante: el significado ideolgico de lasprcticas geogrficas en la dictadura militar arrancada el 11 de Septiembre de 1973. 9 En su inauguracin fue electo Vicepresidente del Instituto Panamericano de Geografa e

Historia, del cual luego ser Presidente. Posteriormente, en 1954 presidi la inauguracin delCentro Panamericano para la Formacin de Expertos en la Evaluacin de Recursos Naturales; elmismo ao es electo Director de la Sociedad Cientfica de Chile y realiza el curso de extensin


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amplitud y magnitud de estas actividades, adems de una profusa produccinbibliogrfica y contacto directo con intelectuales como Rudolf Kllejn (Pea, 2013),implic que Caas haya influido primero a muchos militares; luego, a historiadores,juristas y finalmente, a algunos gegrafos (Gangas, 1985: 58) 10. Con Caas, desdeluego, se produce una intensificacin de la geografa en el mundo militar a travs de

una reflexin geopoltica concordante con la razn geogrfica militar operativa desde1891 hasta la actualidad. La razn cartogrfica y la reflexin geopoltica son los doscaminos recorridos por la institucionalizacin militar de la geografa en Chile. An as,el aporte de Terra Australis y por extensin de Caas, puede pensarsecualitativamente a travs de la divulgacin de la geografa. En un estado del arte de lainvestigacin geogrfica a la dcada del sesenta, segn Seplveda, el aporte de TerraAustralis se debe producto la constancia y contenido: "han publicadoininterrumpidamente 19 nmeros entre 1948 y 1961. Entre ellos est condensado, almargen de la simple divulgacin, un valioso material que aclara mltiples aspectos dela geografa chilena" (Seplveda, 1966: 25), entre los cuales figura el destacadoAlejandro Lipschutz y una provocadora serie de artculos sobre los pueblos originariosfueguinos (Seplveda, 1966). Sin duda se trataba de un esfuerzo editorial quetrasciende el sentido originalmente militar de la geografa y que por defecto, queda

pendiente de analizar. Segn Juan Cristbal Pea, en su magistral ensayo La secretavida literaria de Augusto Pinochet (Debate, 2013), Caas Montalva fue relativamente

de la Universidad de Chile titulado La Geopoltica de Chile. Dos aos ms tarde, en 1956, asisteal Congreso Mundial de Geografa en Ro de Janeiro y preside el Comit Panamericano para elAo Geofsico Internacional. Afinando su ntima relacin con las prcticas geogrficas, en 1958propone la creacin de un Centro Continental para la Formacin de Gegrafos Profesionales yen 1960 organiza el Primer Simposio de Geodesia en Santiago. Entregado su cargo en el IPHGes declarado Presidente Honorario.10Entre historiadores y juristas? A comienzos de la misma dcada el profesor PrislawWeisenberg introduca la geopoltica como materia en sus cursos en los Departamentos deGeografa, Historia y Ciencia Poltica en la PUC (Gangas, 1985: 59). El curso? Filosofa de laHistoria. Por otra parte, Federico Marull, abogado, haba presentado en 1956 su tesis para optar

el ttulo de Profesor de Estado en la Facultad de Filosofa y Educacin de la Universidad deChile titulada Introduccin a la Geopoltica (Santis, 1998: 139), material a partir del cual realizaraposteriormente cursos de geopoltica a los estudiantes de Pedagoga en Historia y Geografa. Sibien las experiencias de Weisenberg y Marull representan esfuerzos marginales en comparacina los de Caas Montalva, constituyen los primeros antecedentes de la introduccin de lageopoltica en el mundo universitario.

cercano a Pablo Neruda, lo cual dara una muestra del amplio y controvertidoimaginario intelectual que sera la vida de Caas.

Volviendo al proceso original de estos cambios cualitativos de la formacingeogrfica, como sostenamos ms arriba, avanzada la dcada del treinta se extiende

o emerge el periodo del Frente Populary un nuevo ciclo histrico para el pas que, porextensin, constituir una nueva significacin social de la geografa. Durante estenuevo ciclo, se va a renovar la disciplina geogrfica disputando y equiparando susignificacin militar a travs de las universidades que, aun ancladas en preceptosnaturalistas, irn incorporando paulatinamente la idea de una geografa humana yprctica profesional, como sntesis del orden geogrfico y sus relaciones en laexperiencia de vida (regionalismo francs). Para demostrar esa relativa y cambianteparidad militar y civil de la geografa, en investigaciones futuras sera significativoexplorar y observar los itinerarios, por un lado, de Humberto Fuenzalida Villegas en lacarrera universitaria y, por otro, los fundamentales pasos de Ramn Caas Montalvaen la formacin militar y la razn estatal geogrfica. Asimismo, ser necesariorecuperar sus mltiples intercambios y cooperaciones que, lamentablemente, por faltade materiales, hemos prescindido.

2.3 ENTRE LA INDUSTRIALIZACIN Y LA GEOPOLTICA

El terremoto de Chilln de 1939, como se sabe, agiliz la primera polticanacional y econmica productiva del Estado chileno: la creacin de la Corporacin deFomento de la Produccin(CORFO). Siendo uno de los terremotos ms devastadoresde la historia de Chile, con centenares de vctimas y multitudinarias edificacionespblicas y privadas daadas, implic una radical tarea de reconstruccin nacional y elinicio de la industrializacin chilena en lo que se denomin el modelo desarrollista okeynesiano. Este cambio morfolgico del Estado, tambin responda a correlacionesexternas y supranacionales que suponan un equilibrio productivista y la emergenciade polticas sociales. La pugna entre socialismo y capitalismo encontraba ribetes

diferenciados y relativamente abiertos por la hegemona en Amrica Latina. Losestados latinoamericanos por primera vez comenzaban a reconstruir un giro interno desus institucionalidades y la implementacin de sus polticas. Se trataba, pues, de unprograma desarrollista que desde luego tambin blicamente expresaba las secuelasde la segunda guerra mundial y el conjunto de polticas globales que obligaban a ponerla caresta social en el centro de l os instrumentos financieros del Estado.


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El Estado chileno vena permeado de continuas polticas liberales yconservadoras que, producto de la agitada movilizacin social de finales de siglo XIX ycomienzos del XX. Esto signific que Chile fue uno de los primeros paseslatinoamericanos que comenz con la aplicacin de leyes sociales; como la ley devivienda social de 1905. De all el carcter catalizador de la CORFO que, internamente,

tension el sentido de propiedad privada industrial hacia nuevas posesioneseconmicas desde un Estado benefactor. En ese contexto, uno de los primerosobjetivos de la CORFO fue la creacin de un estudio sistemtico del comportamientoeconmico, poltico y natural del territorio chileno: un catastro cientfico y racional delos principales recursos y potencialidades, as como una estrategia de desarrolloregional capaz de buscar las mejores condiciones de maximizar la productividadeconmica nacional. Fue all que la geografa comenz a situarse estratgicamentedesde una mirada total, integral y nacional, anclada a las pretensiones del Estado, msall de sus revueltas geopolticas (incursionadas por Caas)11.

Sin embargo, imaginariamente la geografa todava no gestaba una funcinsocial legtimamente anclada en un saber institucional o estrictamente intelectual. Untestigo de aquello es don Eusebio Flores Silva cuando nos relata que Geografa de

Chile de Elas Almeyda Arroyo era el nico libro de Geografa en el pas (Quiroz,2009), en la dcada del cuarenta. Para Flores, Elas Almeyda Arroyo fue uno de lospocos junto Fuenzalida que luch por hacer geografa en Chile (Quiroz, 2009). Estepunto no debe ser desapercibido porque, pese los alcances educativos y programas ala fecha, la geografa universitaria del pas todava manifiesta una escasa legitimidadintelectual en general. Fue en 1942, por orden del rectorado de Gomez Milla, cuandoEusebio Flores se integr al Instituto de Geografa de la Universidad de Chile. Peroinsiste: haban clases de geografa pero haban profesores muy malos, nodespertaban el inters en la gente, en cambio brillaban los profesores de historia(Quiroz, 2009).

Simultneamente, por ese mismo periodo, en 1940 Caas Montalvadenunciaba el imperialismo argentino y publicaba en la revista La Verdad, una dura

crtica a la segunda exploracin del almirante Richard Byrd que haba instalado unabase norteamericana en la Antrtica (Pea, 2013). En efecto, Caas defenda y

11 Volveremos a este punto ms adelante, ya que desde este proceso emerge la primerageneracin acadmica estrictamente destinada a la formacin de gegrafos.

tensionaba: era el momento ms oportuno para que Chile defienda su opinin en lahegemona que se disputa (Pea, 2013: 54). El artculo era desmedido para un militar,sin embargo, Caas tena respeto y no fue sancionado. Ms an, siete meses despusrecibi una respuesta del propio presidente Pedro Aguirre Cerda, quin promulgara eldecreto 1.747 dando lmites a Chile en la Antrtica (Seplveda, 1966). Finalmente

Caas era correspondido tras su fundacional emblema geopoltico y comenzaba apreparar un trabajo expedicionario que, a lo largo de su carrera militar, llegara aconcretarse mediante tres expediciones a la Antrtica. De esta forma, la geografalentamente comenzaba a vigorizar, como decamos, una reputacin pblica, militar, yde horizonte nacional, aunque universitariamente aun empobrecida.

Por otra parte, la significacin social de la geografa tambin iba encontraruna relevante expresin mediante la obra Chile o una loca geografa de BenjamnSubercaseaux, publicada en 1941. Este ensayo literario y cultural, sin exageraciones,puede ser examinado como la primera interpretacin geogrfica aunque un tantoapolgica- de la identidad nacional. Rica en claves sociales y subjetivas, la locageografade Subercaseaux ubic a la geografa en lo ms alto de las humanidades ylas artes o el debate social acadmico. El prlogo de la obra pertenece a Gabriela

Mistral y merece un punto aparte difcil de explicar y matizar.

En realidad, ms que un prlogo y elogio estricto a la obra de Subercaseaux,la poeta elabora un ensayo poltico y literario de la ms activa significacin del espaciosocial en el Chile de la poca (1941) y el Continente. Se trata, pues, de una miradahistrica y potica del proceso de acumulacin toponmica en Chile que, con slo unascuantas pginas, a nuestro juicio, es significativamente contempornea y abierta a lacrtica radical del espacio. Y es que Mistral erige implcitamente una profunda crtica ala dispersa, deshumanizada e inmvil Geografa de Chile de todo el siglo XIX y partedel XX. Un libro sencillamente magistral sacuda y sentenciaba la poetisa de Amricaen el prlogo y afirmaba sarcsticamente:

Perdneme este feo pensamiento pedaggico: estimo su ensayo geogrfico,

sobre todo, como un agente de educacin de nuestro pueblo; se lo agradezcocomo un entrenamiento de los sentidos indoamericanos, harto inapetentesdelante del tendal de la hermosura terrestre. Son asuntos de mucha monta,son grandes seores los cinco sentidos, y en una raza quebrada por la mezcla,han cado en gran decadencia. El indio artfice y msico vea y oa mejor quelos mestizos. El espaol galop su Amrica sin echarle ojeada que no llevase


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una intencin de minas o de huacas y el propio D. Alonso de Ercilla llevabatal viga en el ojo que no vi (sic) la selva araucana (en Subercaseaux,1949:15).

El problema que vea Mistral tena relacin con la prdida de sentido en

nuestros lugares experienciales y palabras toponmicas. Se trata, pues, de una crticaradical a la normalizacin y elitizacin del conocimiento geogrfico y su particularsentido institucional a la hora de significar espacialmente los lugares, sin susproductores y tradiciones locales, sin sus pueblos originarios. Si antes los primerosdescubridores ejercitaban una nomenclatura toponmica y social con un donaire, queera popular, hoy, cada vez, se pierden en su artificialidad y falta de musicalidad social.De all que sea necesario pensar en un futuro alternativo, una historicidad profunda ylocal que permita sensibilizar la riqueza de las venas de nuestra Amrica:

Ahora, y aunque a usted poco le guste, escuche al indio mentador: Chilli, quees donde acaba la Tierra, Chiri, que significa fro, Hueln que dice pena.Qu bien suenan esos motes hasta cuando, como en albacora, no lesabemos el sentido! Y veamos cmo nombran el criollo y el mestizo: gndola

al mentar el mnibus; oficinapara mencionar una fundacin en el desierto;despacho indicando un almacn de comestibles El pobre hombre blanco yel cruzado cayeron verticalmente de su rango de bautizadores (enSubercaseaux, 1949:20).

Probablemente, tres dcadas lecosta la geografa occidental llegar a lasadvertencias de la geografa de Mistral. Con todo, el texto de Subercaseaux es unaprovocacin a cualquier crtica positivista o de nacionalismo vulgar que, desde luego,atraviesa a la geografa desde sus enclaves militares hasta la CORFO. Adems de suprodigiosa pluma y organigrama literario del territorio chileno, es relevante demarcar aSubercaseaux porque constata el avance de la geografa de la poca, ms all de losenclaves nacionales. Ya en sus primeras pginas advierte su temor frente a laignorancia de la evolucin de la geografa en general y la posibilidad real que su libro

sea incomprendido en sus nfasis. En efecto, para Subercaseaux, la geografa habacaminado o evolucionado histricamente en tres grandes pasos metodolgicos,resumidos por: 1) la geografa matemtica; 2) la geografa descriptiva; 3) y la geografahumana. Para Subercaseax entonces, existe una percepcin deshumanizada de lageografa, que se manifiesta en un imaginario territorial histrico que ha perdido lariqueza de sus lugares. Ms an, es el mundo entero el que ha sido tutelado por el

catalogo puerildel turismo internacional, negando sistemticamente la significacinde la vida y el espacio geogrfico, desde sus mltiples interdependencias ydeterminaciones sociales. Pero aade:

No obstante, la Geografa seria continu su camino y evolucion en el sentido

de armonizarse ms directamente con el hombre y con su vida. Estudi lascostumbres de los pueblos y la relacin, ms menos constante, que podahaber entre el hecho geogrfico y las modalidades del vivir. Como toda cienciaen marcha, comprendi que la especializacin puede tener su oportunidad enlos comienzos, cuando la urgencia del conocimiento obliga a rechazar losecundario para ocuparse solamente de aquello que reviste un carcterinmediato y vital (Subercaseaux, 1949: 27).

Es sumamente relevante esta definicin regionalista y vidaliana de lageografa, pues, en aquel momento an no exista una raigambre acabada de estacorriente francesa. Asimismo, destaca la claridad de Subercaseaux para distinguir ellugar de la geografa humana como sentido de la utilidad universal del sabergeogrfico, fundido entre el conocimiento biolgico y sociolgico. Cuestin nada de

evidente si pensamos en los principales textos escolares de la poca, o inclusive, sianalizamos las obras de los principales representantes de la geografa nacional que,sin duda, seguan una lectura o mirada fsica o geolgica de las relacionesgeogrficas.

No obstante, frente a estas propuestas epistemolgicas de la geografa, ellibro de Subercaseux se declara inconexo o representante de un cuarto orden, que vams all de las tres funciones estrictamente cientficas o acadmicas de la geografa:el placer de ser chileno es el sentido que anima y declara transgresoramente al autorde Chile o una loca geografa. La crtica de Subercaseaux se dirige, nuevamente, tantoal nacionalismo vulgar como al cientificismo que permanentemente oculta lasubjetividad que da sentido a la vida y que constituye la significacin primaria delhabitar y el reconocerse espacialmente. De all que las geografas ya sea

matemtica, descriptiva o humana que reconoce Subercaseaux en su presentacin-tampoco seran la excepcin:

Somos unos herejes cientficos que vemos en el hombre algo ms que elhbitat que la sociologa y sus necesidades inmediatas. Creemos que, junto aestas cosas complicadas y desagradables, el hombre se manifiesta en una


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forma que es la expresin misma de su vitalidad: en el placer. Los cientficosparecen olvidarlo a menudo; por suerte aqu est la Literatura para recordarlesque el hombre vive tambin de sus placeres; placer del Arte, placer del espritu,placer de vivir (Subercaseaux, 1949: 27).

Este objeto de estudio (o creacin)el deseo- es la misma conclusin que vaa llegar Henri Lefebvre, dos dcadas ms tarde, en La vida cotidiana en el mundomoderno (1967). Sin duda, se trata de un momento de alto nivel reflexivo para ampliarel ancho epistemolgico de la Geografa12. Porque, ya era tiempo que los hombresadultos de cuerpo y espritu pudieran leer una Geografa de Chile sin tener que llevarlos aedos cubiertos de tinta y el pulgar metido en la nariz (Subercaseaux, 1949: 28).Sin embargo, la loca geografano va gestar resonancia dentro de la formacin de losplanteles de geografa y ms bien slo ocupar un lugar simblico en la semblanza13.No obstante, al ao siguiente (1942), dentro de la Facultad de Filosofa de laUniversidad de Chile se cre el Instituto de Geografa con fuerte influencia deFuenzalida Villegas, y, cuatro aos ms tarde, emergi la Sociedad Geogrfica deChile(1944).

Si bien estos movimientos institucionales constataban la emergencia de unageografa universitaria y civil cada vez ms autnoma y escindida de la significacinmilitar, no por aquello se desaceleraba el campo militar de la geografa. Por el contario,en 1946 y bajo el mando de Caas Montalva, insistentemente se instalaba la primerabase chilena en la Antrtica. Y un ao ms tarde, en 1947, se creaba el programa deingeniera en geografa por la Academia Politcnica Militar. Significativamente esemismo ao, el presidente Gonzlez Videla rompa con la alianza comunista y mediantela ley malditalos militantes comunistas quedaban en la ilegalidad (incluido el amigo deCaas Montalva, Pablo Neruda). Precisamente, producto de estos estremecedoreseventos polticos, el general en jefe del Ejrcito Guillermo Barrios Tirado, pasaba aocupar las tareas de Ministro de Defensa y Ramn Caas Montalva asuma comogeneral en jefe del Ejrcito.

12El libro fue un xito de ventas llegando a tres reediciones en menos de dos aos. 13Todos los autores que de una u otra forma ensayan un recorrido de la geografa en Chile, a ladcada del sesenta, sin excepcin mencionan el libro de Subercaseaux (Seplveda, 1966).

En relacin a la simbologa militar de la geografa, no deja de ser menosilustrativo que, mientras se creaba la primera ctedra Geografa de Chile en laUniversidad de Chile (1948), a cargo de Humberto Fuenzalida; paralelamente, esemismo ao, el presidente Gonzlez Videla llegaba a la Antrtica para inaugurar lasegunda base chilena -OHiggins- a cargo de la supervisin del general Ramn Caas.

Precisamente posterior a la tercera expedicin (1948), Caas encomend al generalGregorio Rodrguez Tascn la creacin de la primera ctedra de geopoltica en laAcademia de Guerra (Pea, 2013). De este modo, en 1949 se inauguraba as laprimera ctedra geopoltica promovida por el alto mando militar del general RamnCaas Montalva y el general Guillermo Barrios Tirado 14, en ese momento Ministro deDefensa. Asimismo, silenciosamente, despus de dos intentos fallidos, un capitn deapellido Pinochet cursaba su primer ao de la Academia de Guerra y atendaposiblemente la conferencia de Geopoltica que expona el Profesor GregorioRodrguez Tascn.

Como sostenamos ms arriba, Chile o una loca geografa, tuvo unasignificativa divulgacin que, para Subercaseaux, se deba a la necesidad apremiantede tomar conciencia de nuestra tierra (Subercaseaux, 1949: 31). Es relevante

destacar este asunto, porque, avanzada la dcada del cuarenta, aun se careca deestudios sistmicos y cientficos que entrelazaran el vasto territorio nacional, demanera funcional a un horizonte poltico-social o nacional.

Precisamente, como respuesta a esa profunda carencia de conocer, valorizary significar la tierra del pas, finalmente la CORFO public Geografa Econmica deChile en 1950. Esta monumental obra la guagua de cinco kilos le decan losestudiantes de la Universidad de Chile (Quiroz, 2009)-, sin duda, har huella en laformacin del campo geogrfico universitario. Fue el primer estudio de corte cientficoque aventur hiptesis sobre el comportamiento econmico y natural del territoriochileno en su totalidad. Asimismo, por primera vez se fundament una divisinadministrativa y poltica del pas en claves desarrollistas que, al mismo tiempo,buscaba e implementaba herramientas cientficas de anlisis econmico, bitico y

urbano. En esta obra, participaron importantes investigadores y quizs los primerosgegrafos formados por el Estado chileno, a saber, Rmulo Santana y Sergio

14 Segn la investigacin de Juan Cristbal Pea (Debate, 2013), este general fue masn yconstitucionalista y, por la dcada del treinta, habra sido el orientador de la carrera acadmicade Pinochet en la alta jerarqua militar.


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Seplveda Gonzlez, entre otros. Este ltimo, introdujo los principios regionales de laescuela francesa o vidaliana. Del mismo modo, importantes captulos sobre laestructura geolgica y geomorfolgica del pas, estuvieron a cargo de HumbertoFuenzalida (Santis y Gangas, 1981).

Decimos huella porque desde las filas profesionales de esta obra, se abrir elprimer plantel de geografa destinado a la formacin exclusiva de gegrafos(Universidad de Chile, 1966). Esta fundacin, desde luego, ser el resultado y laconclusin institucional de un importante intercambio con gegrafos europeos durantela dcada del cincuenta que formaron escuela a travs de sus investigaciones yctedras. La dcada del cincuenta, a su vez, arranca con la primera revistauniversitaria de geografa, Informaciones Geogrficas, fundada y dirigida por HumbertoFuenzalida en la UCH (1951, tres aos despus de Terra Australis de Caas). Unapublicacin geogrfica que, tan slo aparece un ao antes de que el capitn Pinochet,sea promovido Profesor auxiliar de Geografay Geopolticaen la Academia de Guerra,producto del traslado del fundador de la ctedra (Rodriguez Tascn) como agregadoen la Embajada de Chile en Per.

Este cruce invisible y silencioso no deja de ser relevante por el significativopapel de la dictadura militar y el propio Pinochet en la formacin de las prcticasgeogrficas ms adelante. Ahora bien, siguiendo a Gangas y Santis (1981), es recin amediados del siglo XX, con el impulso de Humberto Fuenzalida Villegas, que lageografa comienza una reformulacin o legitimacin mediante una segundageneracin de intelectuales15.

15 Entre la obra de Fuenzalida, se destaca: 1) la creacin del Instituto de Geografa de laUniversidad de Chile en 1942; 2) la creacin de la primera revista geogrfica universitaria,Informaciones Geogrficas en 1951; 3) y finalmente, el desarrollo terico y prctico de la

geografa mediante la CORFO y el intercambio de un importante xodo de valiosos gegrafoseuropeos. Si bien la formacin de Fuenzalida fue francesa, cabe destacar que fue muy cercanoe influenciado por el gelogo alemn Juan Brggen Messtorff (1887-1953), quin adems tuvoun significativo lugar dentro la creacin de los centros de investigacin geolgica y matemticaen la Universidad de Chile (Osses y Nuez, 2013).

En efecto, segn las notas histricas de Santis y Gangas (1981), la llegadade gegrafos europeos para avanzar el estudio geogrfico chileno y los procesosformativos, se vigoriza desde 1953 mediante la presencia de Ellis Martn de laUniversidad de Syracuse, autor de La Divisin de la Tierra En Chile Central, JeanBorda y Roland Paskoff de la Universidad de Burdeos y, por otra parte, Wolfgang

Weischet de la Universidad de Friburgo, de Brisgovia. Mientras Paskoff constituye unvalioso aporte al conocimiento de la geografa fsica del pas, Jean Borde desarrollcontribuciones en problemticas urbanas y regionales econmicas (aunque tampocoabandon los temas fsicos). A su vez, tanto Paskoff como Borde son impulsados porJean Tricart de la Universidad de Estraburgo, quien a su vez, habra formado aldestacado gegrafo Reinaldo Brgel Olivares desde 1957 (Santis y Gangas, 1981).Por otra parte, los autores distinguen un segundo grupo de extranjeros, quienesabrieron el Instituto de Geografa y Geologa de la Universidad Austral de Valdivia(1957), entre ellos, Wilhem Lauer de la Universidad de Bonn (Ex Universidad de Kiel),W. Weischet, Huber Mller, Carl Klohn (Santis y Gangas, 1981).

Simultneamente, ese mismo ao (1953), el IGM publica Sntesis geogrficade Chile, Argentina, Bolivia y Per del Profesor auxiliar de la Academia de Guerra,

capitn Augusto Pinochet Ugarte. El libro posteriormente se volvi un clsico entre laformacin militar y se reedit en dos ocasiones (1955 y 1964), consagrandotempranamente a Pinochet como acadmico militar (Pea, 2013). Si bien no tienebibliografa ni agradecimientos, est dedicado a la Escuela Militar de Chile, vivero detradiciones donde se forma el alma de la oficialidad de nuestro ejrcito (Pinochet,1953: s/p).

Posteriormente, paralela a la primera reedicin del libro de Pinochet, en 1955se cre la Asociacin de Gegrafos de Chile(AGECH), siendo su primer presidentedon Elas Almeyda Arroyo. Esta institucin durante aos organiz los EncuentrosNacionales de Geografa y represent los esfuerzos por desarrollar investigacincientfica que, de una u otra forma, pudiera agilizar el ejercicio profesional de lageografa. Paralelo a la creacin de la AGECH, tambin se public el segundo libro del

capitn Augusto Pinochet, Sntesis Geogrfica de Chile. El texto de poco ms de cienpginas y descripciones fsicas del territorio nacional, no solamente recibi importanteselogios del mando militar, sino que fue destacado por el propio Ministerio deEducacin, quin felicit el esfuerzo de Pinochet recomendndolo como material delectura imprescindible en las escuelas y colegios del pas (Pea, 2013).


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Este hecho, ms all de ciertos alcances legitimadores o casualidadeshistricas, nos hace pensar dos tesis, al menos: por un lado, todava en la dcada delcincuenta, es ineludible la fuerza de la geografa como monopolio militar en elimaginario nacional, pese al indudable salto cualitativo del saber geogrficocomandado por la CORFO y los programas acadmicos de la UCH; Por otro lado, es

insoslayable la falta de tradicin en la enseanza de la geografa que, para eseentonces (1955), todava no cuenta con textos escolares que superen el marco fsico,fragmentador y descriptivo del cuerpo geogrfico nacional, ya sea tanto la Geografade Chile (IGM, 1948) de Oscar Kaplan, o bien, los clsicos Geografa de Chile(Universitaria, 1924)o Biografa de Chile (San Francisco, 1943) de don Elas AlmeydaArroyo.

Para fundamentar esta hiptesis, cabe mencionar que ese mismo 1955 elProfesor de Historia y Geografa Econmica, Oscar Aguilar Vidal, publica Geografaeconmica de Chile y Geografa econmica general por la editorial Nascimiento, con elobjetivo de subsanar la carencia casi absoluta de conocimientos elementales de lageografa econmica de Chile y los otros pases del mundo (Aguilar, 1963: 8). Aguilarprepara los ensayos de ingreso al bachiller universitario, y si bien ya demuestra la

presencia de la corriente francesa, tambin no deja de agradecer y sustraerse delimportante trabajo de la Geografa Econmica de Chile(1950) de la CORFO.

Paso a paso, puede distinguirse como avanzan los caminos paralelos entrela geopoltica y la geografa de la industrializacin de la UCH que, muytempranamente, colisionarn. La dcada del sesenta, como decamos, es el lugar queda inicio al primer programa que imparte la formacin exclusiva de gegrafosprofesionales. Ser la Universidad de Chile mediante su Departamento de Geografa,quin asumir la tarea bajo la gestin y direccin de don Eusebio Flores Silva (1966).

Asimismo, en 1967 el IGM publica Geografa Militar del coronel AugustoPinochet, con un tiraje de 2000 ejemplares (Pea, 2013). A estas alturas, Pinochet yaes un entusiasta profesor y acadmico militar y se destaca por sus grandes

recopilaciones y apuntes de clases. En esas condiciones, no es en absoluto unasorpresa que, nuevamente, un ao ms tarde (1968), se publique Geopoltica, elcuarto libro de Pinochet. Desde luego, no se trata de un supervit de publicaciones

militares, sin embargo, no es menos evidente el afn intelectual del coronel 16. Parasignificar ms an el estado del arte, ese mismo ao, el joven oficial Julio Cesar VonChrismar publicaba Geopoltica. Leyes que se deducen del estudio de la expansin delos Estados, integrando la coleccin de la Biblioteca del Oficial de El Memorial delEjrcito17(Pea, 2013).

Ms all de estas irrupciones militares, lo cierto es que cerrando la dcadadel sesenta y comenzando la del setenta, ya sea militar, ya sea universitaria, lasignificacin social de la geografa pareciera manifestar una buena salud. Una saludvigorosa reflejada en un nmero relevante de publicaciones, adems de reasespecficas de conocimiento. Segn Gangas y Santis (1987), arrancada la dcada delsetenta, el saber geogrfico universitario manifiesta una autonoma que se expresa enuna diversidad o heterogeneidad de estudios, ms menos agrupados bajo lossiguientes bloques categoriales:

Geografa fsica y geografa humana, geografa regional, instrumentos para elanlisis geogrfico, enseanza de la geografa, teora y mtodo, estudiosbibliogrficos, aspectos profesionales, exploraciones y geografa histrica,

historia de la geografa chilena y del pensamiento geogrfico (Gangas y Santis,1987: 88).

16En este sentido recomendamos el trabajo de Juan Cristbal Pea, La secreta vida literaria deAugusto Pinochet (Debate, 2013). La investigacin de Pea es notable y extiende otra aristasobre Pinochet: su pretensin intelectual. Las claves intelectuales del mundo militar y eldesarrollo mismo de Pinochet una vez al mando de la irrupcin militar, permite distinguir unacuriosa y oscura vanidad por las ideas, una lgica interna que legitima el reconocimientointelectual sin desconocer la violencia y jerarqua del como ejercer el poder. Pinochet,psicolgicamente, es un personaje terrorfico, un cuadro de vasta inseguridad y una decididapsicopata intelectual.17Ensaya la investigacin de Pea (2013), reforzada por el propio testimonio de Von Chrismar,

que Pinochet haba pretendido cerrar el lugar histrico de Ramn Caas Montalva en lageopoltica del pas, al tiempo de haber ejercido evidentes plagios a su Profesor GregorioRodrguez Tascn. Si bien esta situacin no es la arista ni mucho menos la preocupacin deeste ensayo, no deja de ser ilustrativo, que la primera autoridad de la dictadura ms dramticade nuestro pas, haya tenido este tipo de conducta.


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Sin embargo, tras el golpe de Estado, todo ello, por un momento, se disuelveen el aire. Las carreras, salvo la Universidad de Chile, todava no definen unaexclusividad y autonoma de los estudiantes de geografa, que siguen cursandosimultneamente historia y geografa y otras materias en las facultades de ciencia ymatemticas. Este hecho, de modo general, va a cambiar solo cuatro aos ms tarde,

significativamente, cuando la PUC apruebe su plan de currculos para gegrafos en1977. Cmo veremos ms adelante, es sumamente polmico que para Santis yGangas la innovacin de la geografa se asocia a una tendencia nica yepistemolgica de la geografa: los mtodos y tcnicas cuantitativos (Santis y Gangas,1982). Dicho juicio, no slo reduce la discusin del campo geogrfico de la poca, sinoque tambin pierde anclaje epistemolgico internacional y define una posturasumamente a-crtica de sus preferencias. Ms adelante volveremos a este punto.

2.4 EL SENTIDO PROYECTUAL DEL GOLPE Y LA EMERGENCIAGEOPOLTICA

El golpe militar del 11 de Septiembre de 1973, cerr y reabri un nuevo ciclopara la geografa chilena. Esta situacin obedece, sin duda, al carcter revolucionariode la obra impuesta en dictadura (1973-1990) y continuada en democracia (Garate,2012). Las prcticas terroristas iniciadas el 11 de Septiembre de 1973, en efecto, sibien fueron prolongadas y contenidas en varias etapas durante el rgimen, tenan unlmite. Deban fundamentarse ontolgica y epistemolgicamente mediante una raznde fondo que pudiera mantener el orden interno dentro de las instituciones y lospoderes militares del Estado. Con urgencia, un proyecto nacional modernizador o totaldeba ser capaz de traspasar las distintas esferas de la vida social y jerarquizar elmandato poltico. Slo de esta manera va proyectual- era sostenible la irrupcinmilitar que deba reinvertir el tejido social en Chile18.

18Siguiendo el destacadsimo trabajo de Vernica Valdivia, Rolando lvarez y Karen Donoso, Laalcaldizacin de la poltica. Los municipios en la dictadura pinochetista(LOM, 2012), habran dosfactores que gatillaron el carcter proyectual del rgimen. Por un lado, la inexistencia desubversin armada de la izquierda y sus partidos. Y, por otro lado, el aislamiento internacionaldel rgimen producto de la excesiva violencia ejercida, sumado al profundo reconocimientodemocrtico y legitimo del gobierno de Salvador Allende (Valdivia, 2012, p. 18).

Ya en su discurso Primer ao de la reconstruccin nacional(1974), Pinochetexplicaba que derrocar al marxismo no solamente supona cambiar la conciencia delos chilenos, sino que tambin implicaba la creacin de un nuevo sistema de ideas(Valdivia, 2012: 22). Estos profundos objetivos y posicionamientos daban fundamentoal golpe y sostenan la necesidad de prolongar el poder indefinidamente 19. Desde la

ptica militar, la problemtica institucional y la aguda crisis poltica y econmica de laUnidad Popular (UP), se contena fundamentalmente en la estrecha relacin entre elmarxismo y la pobreza. La fuerza y amenaza de la izquierda y el marxismo, as, norecaa tanto en su posible instrumento militar ni en sus estrategias revolucionarias,sino, arrancaba por la direccin social de las polticas estatales promovidas durante lasltimas dcadas y, sobre todo, por la profunda insercin del imaginario izquierdista enla sociedad chilena de los ms pobres (Valdivia, 2012: 20).

En este contexto y como prueba de lo anterior, a finales de 1973 surge eldecreto de Reforma Administrativa, con el propsito de crear una regionalizacin.Dicho trabajo es comandado por la Corporacin Nacional de Reforma Administrativa(CONARA), formada por militares y civiles, entre ellos, gegrafos, economistas,abogados y otras profesiones. El fundamento de la regionalizacin buscaba integrar

territorialmente a las regiones, maximizar los recursos naturales y constituir unaequilibrada distribucin geogrfica del pas. Sin duda la geografa se inmiscua en losproblemas de Estado. Todo ello, entendiendo que la seguridad nacional y el controlterritorial de las materias pblicas, eran momentos fundacionales para una nuevapoltica del pas.

Para entender el impulso de la descentralizacin regional as, es necesariodistinguir que dentro de las fuerzas armadas haba una profunda y continuapreocupacin por el desarrollo social y econmico del pas: una tradicin intelectualmilitar desarrollista que entenda la proliferacin del marxismo como la expansindiscursiva de los altos niveles de pobreza del pas. Por ello, antes que la represin y lapersecucin poltica a la subversin marxista, para el pensamiento militar era

19Vase la Declaracin de Principios de 1974, Las Fuerzas Armadas y de Orden no fijan plazoa su gestin de Gobierno, porque la tarea de reconstruir moral, institucional y materialmente elpas, requiere de una accin profunda y prolongada. En definitiva, resulta imperioso cambiar lamentalidad de los chilenos (Junta Militar, 1974, s./p).


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absolutamente necesario replantear una respuesta poltica que definiera y enfrentara lacuestin del desarrollo y, por consiguiente, la pobreza (Valdivia, 2012: 15). En estesentido, si bien a medida que avanz la conflictividad y polarizacin del periodo seensanch la tesis de la Doctrina de Seguridad Nacional, ello no impidi la desaparicinde la tendencia desarrollista entre los militares.

Lo interesante que rescata Valdivia, es que dicha mirada desarrollista, sefundamentaba en la influencia que entre los militares tena la geopoltica, la cualrelacionaba la geografa y la accin poltica, en tanto poda ofrecer soluciones aproblemas prcticos, pues su naturaleza de ciencia permita definir objetivos polticos apartir de criterios cientficos y resultados tcnicos (Valdivia, 2012:16). En efecto, lageografa deba producir instrumentos tcnicos y una serie de conocimientoscientficos que permitiesen visualizar y medir los impactos de las decisiones polticas yeconmicas, al tiempo que deban fundamentar una racionalidad de Estadodesarrollista y territorial. La tesis del subdesarrollo y la migracin campo-ciudad,repetida una y otra vez por Pinochet, consista, precisamente, en anular o cooptarcualquier tipo de aglomeracin urbana en la cual los sujetos identificaran lamarginalidad, o ms bien su marginacin, como un posible foco de subversin.

Sin embargo, para Pinochet no se trataba de un problema estructural de un modoespecfico de produccin, sino de un subdesarrollo heredado, fundamento emprico eideolgico de la hiptesis de la necesidad de modernizacin del Estado. La migracincampo-ciudad planteaba Pinochet

en realidad no ofrece la posibilidad de incorporar [a los campesinos] a la fuerzade trabajo como lo imaginaron cuando emigraron; y entonces se inicia un lentoperiodo de espera en los alrededores, formando verdaderos cinturones demiseria, donde se crea un ambiente propicio a la vagancia, la delincuencia y laanarqua social (CONARA, 1974: 4)

Era el mismo Pinochet quin enfatizaba la necesidad de romper con estos movimientos

migratorios rurales que conducan al desorden. El problema se emplazaba, ahora, enla erradicacin de la pobreza o, al menos, en la significacin social de la pobreza,que para el pensamiento militar era el sustento de la subversin y punto de partida delmarxismo. La geopoltica clsica -Kllejn, Haushofer o Mackinder-, construa una altaargumentacin, donde el Estado era un organismo espacial que deba racionalizar elejercicio del poder nacional que, a su vez, deba expresar un orden instrumental y

organizador de la espacializacin de las prcticas econmicas y sus funcionespolticas. De este modo, para la interpretacin golpista chilena, la geopoltica erasinnimo de seguridad y desarrollo y, por consecuencia, era la herramienta tericaclave para enfrentar la conduccin del pas y avanzar respuestas a la aguda crisiseconmica antes y durante del golpe. El coronel Pedro Ewing, Secretario General de la

Presidencia, aclaraba en Qu Pasa(1974):

Nosotros estamos, en este momento, en una situacin de gran tr ascendencia yante un grave compromiso con el futuro. La geopolticacomo ciencia asesoraal estadista tiene en la actualidad una gran importancia para la conduccinfutura del Estado, en la identificacin real y concreta de objetivos de tiponacional, que obedezcan a las caractersticas geogrficas del pas y laidiosincrasia de su pueblo. De all tiene que salir una doctrina que searealmente chilena, realmente nuestra; esa es la nica forma de satisfacer, tantoen lo espiritual como en lo material, al pueblo de Chile (Valdivia, 2012: 16).

Las prcticas geogrficas militares quedaron en el primer plano de la funcingeopoltica. Y, por lo tanto, fueron signadas activamente desde el alto mando militar.

Pero desde luego, no era cualquier tipo de geografa y exploracin epistemolgica desus prcticas. Por el contrario, los lmites fueron sumamente claros: se trat de unageografa descriptiva de las relaciones fsicas del territorio nacional, sumergida en unarazn cartogrfica de Estado mayor (Lacoste, 1998). Tericamente, se trataba de unageografa de mltiples determinaciones pero fundida en convenciones cientficas ymodernas: desde la composicin geolgica del suelo, pasando por la hidrulica deros y fronteras, hasta la superposicin de imgenes satelitales y la identidad de lasexpresiones regionales. Pero, imperceptiblemente, tambin se trataba de unageografa separada de las prcticas sociales, dividida o distanciada del sabergeogrfico del cuerpo social, anclado en las significaciones vividas y cotidianas. Unageografa, a fin de cuentas, deshumanizada y superpuesta desde una naturalezacosificada, inmovilizada por una pretensin de transparencia, o por una pretensin deresolucin de conflictos segn una gestin en mayor o menor medida adecuada a los

elementos definidos por el aparato burocrtico que, paulatina e instrumentalmente,comenzaba a fundamentar la necesidad de una geografa de servicios pblicos yactivamente profesionales.

Uno de los documentos ms expresivos de esta direccin, puede encontrarse en laDeclaracin de principios del Gobierno de 1974, texto de reconocida influencia de


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Jaime Guzmn (Cristi, 2011). En ella, se constata la necesidad de una nuevainstitucionalidad capaz de superar los vicios del pasado, basada en unadescentralizacin tecnificada y de verdadera participacin social (Junta Militar, 1974:s./p.). Dicha descentralizacin se constituye dualmente mediante un poder poltico y unpoder social, claramente escindidos de funciones y tareas. Mientras el poder poltico

significa la facultad de decidir en los asuntos de inters general para la nacin o lapraxis de gobernar (en ese momento perteneciente al alto mando militar y civiles quelos acompaan), el poder social se entiende como la facultad de los cuerpos mediosde la sociedad para desarrollarse con legitima autonoma hacia la obtencin de susfines especficos, transformndose en vehculo de lmite a la vez de enriquecimiento ala accin del poder poltico (Junta Militar, 1974: s/p). De all que segn la Junta Militar:

Resulta imperioso restituir a los Municipios el papel trascendental einsustituible que les corresponde como vehculo de organizacin social,devolvindoles su carcter de entidad vecinal al servicio de la familia y elhombre, incompatible por tanto a la politizacin a la cual se los ha arrastrado(Junta Militar, 1974: s/p).

Con esta restitucin dice la Junta Militar- se lograra retomar la intensa tradicinorganizacional de Chile, fundada por Los cabildos, la comuna autnoma, elsindicalismo laboral y el gremialismo (Junta Militar, 1974: s/p). En efecto, paraasegurar el correcto funcionamiento del poder social descrito ms arriba, se debenproteger dos grandes condiciones y funciones. Primero, Asegurar la independencia ydespolitizacin de todas las sociedades intermedias entre el hombre y el Estado (Junta Militar, 1974: s/p), lo que implica que la independencia y autonoma se asocia altutelaje de los partidos polticos. Al mismo tiempo, los gremios estn fuera o negadosde cualquier participacin partidaria, ya que podran eventualmente validar lainstrumentacin de los intereses partidarios por sobre los intereses del pueblogenuinamente organizado; Segundo, todo lo anterior supone un nuevo sentido delgremio(Junta Militar, 1974: s/p) que permita una gestin reivindicativa armnica conlos intereses del Estado, basada en el conocimiento especializado de sus miembros y

no en sus sesgos ideolgicos. Solo as podr ser efectivo que Chile se convierta enuna sociedad tecnificada, en que la palabra de los que saben prevalezca sobre lasconsignas, y de una sociedad de verdadera participacin social, en que la voz delpueblo organizado emerja sin desfiguraciones partidistas y sin mezquindades que laempobrezcan. Nuestra democracia entonces ser orgnica, social y de participacin afirma la Junta Militar (1974, s/p.).

Estos elementos no solo impactaron al conjunto de la sociedad chilena hasta laactualidad. Sino que radicalmente tienen una impactante concretizacin en la divisindel conocimiento y su relacin con la poltica. Desde luego, l a palabra de los quesaben, ha sido el centro de la legitimacin de las diferentes polticas pblicas durante

estas ltimas dcadas. Ms an, ha sido el sentido orientador del cmo las diferentesdisciplinas se conjugan dentro del aparato productivo, en su funcin de expertos,economistas, ingenieros, abogados, socilogos, gegrafos, etc. Basta escuchar la msmnima reforma o debate pblico cuando mgicamente irrumpen los expertos y conellos la verdadera participacin social que pens Jaime Guzmn y su sociedadtecnificada. Si bien es una clave que escapa al objeto de discusin de este ensayo,producto que aborda al conjunto de la divisin social del conocimiento y susramificaciones polticas, insistimos, he aqu las claves para entender el proceso deconsolidacin de las prcticas geogrficas una vez arrancado el rgimen militar.Porque, ya era la hora de reemplazar la artificial y anacrnica visin poltico-administrativa de las provincias y departamentos que hoy nos rige, por unaregionalizacin adecuada a la realidad chilena contempornea (Junta Militar, 1974:s/p.).

Similar al proceso ocurrido en la implementacin colonial de la Espaa franquista enMarruecos (Albet et al., 1995), Pinochet agudiz su doctrina geopoltica mediante elpoder del Estado, un poder dirigido a controlar territorialmente la sociedad mediante lasorganizaciones comunitarias y gremiales. De all que sea necesario en futurasinvestigaciones, ensayar las rupturas y continuidades de las prcticas geogrficas eneste periodo 1973-1979, as como la bifurcacin entre conocimiento geogrfico eimaginario social basado en la idea de gremios y organizaciones territoriales.Ciertamente, por los alcances de este trabajo, en ningn caso podremos hacernoscargo de este multitudinario concierto de significaciones y contradicciones, sinembargo, creemos que abrimos una puerta solidaria para comenzar la tarea dereconstruccin histrica y crtica de la memoria social de la geografa en Chile.


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2.5 LA GEOGRAFA UNIVERSITARIA TRAS EL GOLPE

Como se sabe, posterior al golpe militar una importante planta deacadmicos, funcionarios y estudiantes, a lo ancho y largo del pas, tuvieron queromper sus cotidianidades. Ms estructuralmente, se trat de una fecunda serie de

represiones y restauraciones oligrquicas y monoplicas que rpidamente alteraron elciclo de las subjetividades sociales y los patrones productivos y reproductivos. Unnuevo estrato de coaccin cultural gest un nuevo ethos de las prcticas socialeshistricas del pas y, por consecuencia, de las prcticas universitarias de la geografa.

Sin embargo, como sostenamos ms arriba, la geografa vena de unproceso de alta diversificacin y produccin de conocimientos, que demora en rompercon la Geografa Econmica de la CORFO y la creacin de los programasuniversitarios relativamente especializados durante el paso del cincuenta al sesenta.De la generacin de Humberto Fuenzalida Villegas sucesora de Steffen, pasamos auna tercera generacin de acadmicos que perfeccionan sus estudios fuera del paa,al mismo tiempo que comenzaron a disear perspectivas con la idea de re-fundar lageografa en Chile, o sus maneras de ensear y analizar. En ese rumbo, cabe destacar

el aporte de Eusebio Flores, Sergio Seplveda, Rmulo Santana, Rolando Salinas,Pedro Cunill, Reinaldo Brgel, Ximena Aranda, Graciela Uribe, Hernn Zepeda, entreotros. Desde luego, siempre muy conectados e influenciados por sus maestrosPaskoff, Borde y Gini Martin, entre otros.

Una vez avanzado el golpe militar sucedi la intervencin militar de lageografa universitaria, al igual que el conjunto de las carreras universitarias del pas.Al momento del golpe existan cuatro instituciones que impartan la enseanza yconduccin hacia la geografa: Universidad de Chile (UCH), Universidad Catlica deChile (UC), Universidad de Antofagasta (UA) y la Universidad Catlica de Valparaso(UCV). Segn Larran e Hidalgo (1993), solo la carrera de geografa de la UC semantuvo abierta antes, durante y posterior al golpe. El resto de las carreras transitaronsucesivas etapas; desde el cierre total de la carrera hasta la reestructuracin radical de

sus mallas y profesores titulares:

La carrera de gegrafo fue cerrada en la Universidad Catlica de Valparaso yen la Universidad de Antofagasta, mientras que en la Universidad de Chile fuesometida a una drstica reestructuracin, al punto que durante varios aos el

ingreso de alumnos estuvo congelado. A lo largo de este perodo, la nicainstitucin de enseanza superior que ofreca la carrera era la UniversidadCatlica de Chile, por medio del Instituto de Geografa (Larran e Hidalgo,1993: s/p.).

Pero las diferencias entre los diversos planteles universitarios no sloradicaba en los niveles de intervencin militar sobre una itinerante autonoma poltica,sino tambin en la diferenciacin curricular y la proyeccin de los posibles sentidosprcticos de la geografa. As, por ejemplo, los problemas de investigacin engeografa fsica se intensificaron en reas como volcanismo, climatologa,meteorologa, vegetacin, oceanografa, geomorfologa, entre otras. La geografahumana, por su parte, si bien sigui la divisin clsica moderna (desde una visingeneral y especfica donde emergan sub-reas como la demografa, la geografaeconmica, la geografa urbana y rural, la geografa poltica y la geografa regional),tuvo una prdida sustantiva de sus principales referentes.

A contracorriente de un informe del estado del arte de la investigacingeogrfica, publicado por Sergio Seplveda en la CORFO (1966), Gangas y Santis

(1982) recalcan una importante proliferacin del estudio de la geografa teorticadesde la UC. Tensionando el afn fsico de la geografa de la UCH que, segn ellos,no habra dado cabida a la innovacin cuantitativa (el conocimiento teortico),adhieren una suerte de vanguardia del conocimiento geogrfico de la UC, desdefinales del sesenta. Pero no solamente eso, tambin destacan ciertas condicionespolticas o institucionales para el florecimiento de este conocimiento:

Parecera que la corriente teortica hace su aparicin entonces en otroscentros universitarios, en aquellos que no tenan el influjo directo de profesoresextranjeros, en los cuales las tradiciones universitarias eran abiertas, ni estado-docentistas ni ideolgico-partidistas. Lo que intentamos significar es que enaquellos centros universitarios en que el hombre es centro de preocupacinacadmica, aparece el inters por la especulacin terica. Este tipo de centros

siempre se encuentran abiertos y receptivos a nuevos planteamientos. Ya en1969, 1os gegrafos de la Universidad Catlica de Chile conocan las nuevascorrientes en el pensamiento geogrfico europeo occidental. Las primerasnoticias llegan all a fines del primer lustro de los aos sesenta. El profesor J.Betancourt, en su primera estancia estadounidense, estudia algunas materias


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geogrficas en la Universidad de St. Louis (1964-1965); luego vuelve a laUniversidad de Iowa (1968 en adelante) (Santis y Gangas, 1982:13)

Es realmente significativo que en medio de la dictadura militar ms brutal dela historia de nuestro pas (1981, ao de la publicacin del texto), dichos autores

destaquen la libre especulacin terica de la geografa en aquellas tradicionesuniversitarias abiertas, ni estado-docentistas ni ideolgico-partidistas donde elhombre es centro de preocupacin acadmica. Significativo e ineludible porque unospocos aos antes, varios acadmicos se vieron forzados a abandonar tanto el pascomo sus investigaciones, reconstituyendo casi por completo el imaginario vivido de lageografa universitaria y las prcticas sociales de la geografa en general.

De esta manera, resulta improcedente pensar en tradiciones universitariasabiertas y transparentes a una diversidad de prcticas tericas, pues es justamentetras el golpe militar que se suprime cualquier diferencia radicalmente divergente.Cuanto ms sorprendente es abogar por una preocupacin teortica anclada enpretensiones humanistas o como sinnimo de innovacin, cuando el escenariointernacional de la geografa desde finales del sesenta y principios del setenta, se

caracteriza por una crtica radical a la geografa teortica y sus lmites epistemolgicosanclados en el positivismo, gestando un ardiente debate lejos de extinguirse.

Y s, porque mientras se desintegraba militarmente la Moneda (1973),negando los derechos sociales conquistados a lo largo de un siglo y se consignabaimaginariamente el primer experimento de un Estado neoliberalen el mundo; por esemismo ao, en Francia se publicaba Espace et politique de Henri Lefebvre y porEstados Unidos asonaba con mucha incidencia Social Justicie and the Cityde DavidHarvey. Una larga tradicin crtica se manifestaba disciplinariamente creando un nuevofundamento para pensar la geografa y el fenmeno urbano dentro del capitalismo;mientras en Chile y el conjunto de sus tramas sociales se sacuda radicalmente desdesus pilares. De esta manera qued clausurada violentamente la posibilidad de anclajestericos radicales y se continu una lnea de pensamiento tradicional, muy ligada a la

racionalidad del Estado y su funcin espacial, aunque, cuantitativa.

Respecto a la violencia, asimismo, es sumamente necesario recordar ysignificar los nombres de Mara Isabel Gutirrez Martnez y Freddy Marcelo TabernaGallegos, ambos pertenecientes a comunidades geogrficas y que pasaron a engrosarla larga lista de detenidos desaparecidos en dictadura. A los 26 aos, Mara Isabel

Gutirrez Martnez fue egresada de Geografa de la Universidad Catlica deValparaso y detenida el 24 de Enero de 1975 en Quilpu por la DINA20. Por su parte, alos 30 aos Freddy Marcelo Taberna Gallegos (1943-1973) era director de la OficinaRegional de Planificacin (ORPLAN, actualmente MIDEPLAN) y haba concluido suformacin de gegrafo en la Universidad de Chile. Segn el informe Rettig, junto a

centenares de chilenos y chilenas, fue ejecutado el 30 de octubre de 1973 en el campode prisioneros de Pisagua21.

En consecuencia, no se trata si la geografa terica floreci o no dentro de laUC, como sostienen Gangas y Santis (1981, 1987), sino ms bien, se trata deentender las condiciones de produccin cientfica de la geografa, el lugar inequvocode los debates y contiendas tericas a lo largo del siglo XX y su ruptura desde 1973.Podemos compartir o no la distincin crtica permanente de los autores, en tanto laaguda visin prctica de la geografa atada desde el Estado o la Universidad de Chileque segn ellos- de una u otra forma cerrara las posibilidades de la innovacingeogrfica por su afn fsico (Santis y Gangas, 1982). Pero, lo que no podemossiquiera discutir, es el hecho de que a partir del golpe militar no existen lasposibilidades de construccin geogrfica de antao. No solamente se cierran las

experiencias centrales que venan gestndose a lo largo de a lo menos, tres dcadasde publicaciones y prcticas, sino que ms radical an, el pas entero se interna enuna metamorfosis indita que sumerge a la totalidad de produccin de conocimientos.Por lo tanto, es indudable que cualquier significacin de las prcticas geogrficas delperiodo debe estar en una abierta tensin con la historicidad del pas.

Como intuimos ms arriba, a raz del golpe surge el periodo de los exiliosinternos y externos, voluntarios, clandestinos y obligatorios. Ciertamente, no todos losprofesores son desplazados inmediatamente por el rgimen militar, algunos de ellos lodeciden voluntariamente tras la crisis generalizada de persecucin y ejecucin en elpas; mientras otros abiertamente se pliegan a las nuevas autoridades militares.

20Ms informacin en el sitiohttp://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/temas/maria-isabel-gutierrez-martinez.phpConsultado el 1 de mayo del 2014. 21Ms informacin en el sitiohttp://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados_T/taberna_gallegos_freddy_marcelo.htm
http://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/temas/maria-isabel-gutierrez-martinez.phphttp://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/temas/maria-isabel-gutierrez-martinez.phphttp://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/temas/maria-isabel-gutierrez-martinez.phphttp://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/temas/maria-isabel-gutierrez-martinez.phphttp://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados_T/taberna_gallegos_freddy_marcelo.htmhttp://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados_T/taberna_gallegos_freddy_marcelo.htmhttp://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados_T/taberna_gallegos_freddy_marcelo.htmhttp://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/temas/maria-isabel-gutierrez-martinez.phphttp://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/temas/maria-isabel-gutierrez-martinez.php


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El caso de Pedro Cunill militante DC- es un exilio voluntario y sin retornohacia Venezuela, lugar donde gestar una importante obra de alcanceslatinoamericanos. Exilios significativos tambin son la expulsin de Graciela Uribe militante PC- a Repblica Checa y posteriormente a Mxico, pas donde anlogamentea Cunill, gestar una importante produccin en geografa poltica, siendo activa

propulsora de una nueva geografa mexicana. Por otra parte, el exilio de don EusebioFlores a Costa Rica, tambin va a gestar una profusa y reconocida fundacin de lageografa costarricense. Otros gegrafos nacionales a su vez, se exilian internamenteen otros espacios institucionales del pas. Tal es el caso del Profesor Miguel Villa militante PS- que ingresa al Centro Latinoamericano de Demografa (CELADE)perteneciente de la CEPAL, luego de ser suspendidas y negadas sus tareas comosecretario acadmico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile.

Para distinguir con mayor precisin la proporcin o magnitud de la alteracinuniversitaria al momento del golpe, solo en el Instituto de Geografa de la Universidadde Chile existan 47 acadmicos de planta, de los cuales 38 fueron exonerados yobligados a renunciar (Barton e Irarrzaval, 2014). A ello se su

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El Periódo de La Institucionalización Geográfica en Chile 1889-1979