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1 EL POSGRADO Y SU INFLUENCIA EN LA PRÁCTICA DOCENTE Laurencia Barraza Barraza [email protected] Instituto Educativo GUBA RESUMEN Este es un reporte parcial de una investigación cualitativa que tuvo como objetivo conocer la influencia que tienen los estudios de posgrado en la práctica docente de los profesores de educación básica. Se desarrolló a partir del método Estudio de Casos, debido a que el foco es un programa de Maestría, impartido por una Institución Formadora de Docentes del estado de Durango. El instrumento utilizado para el levantamiento de información fue un cuestionario de respuesta abierta, aplicado a diez egresados de diferentes generaciones. La información se sistematizó utilizando la categorización y se validó mediante la triangulación. Se encontró que los estudios de posgrado mejoran la práctica docente, fortalecen aprendizajes, se desarrollan habilidades intelectuales y comunicativas, generan procesos empáticos, elevan el autoconcepto, la autoestima y representan una opción formativa para la mejora de la calidad educativa. PALABRAS CLAVE: práctica docente, posgrado. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En México, a partir de que la profesión docente se abrió a la lógica del libre mercado y la concreción de este hecho, la Reforma Educativa actual y la aprobación de leyes y reglamentos que obligan a su cumplimiento han generado en el magisterio efectos que pudieran considerarse nocivos, que van desde el miedo hasta la aceptación acrítica. Con la entrada en vigor la Ley del Servicio Profesional Docente (2012), la elección de los perfiles de desempeño quedaron en función de los exámenes que presentan los aspirantes y los resultados de idoneidad son los que finalmente determinan la contratación o no de quienes aspiran a ser profesores de educación básica, quienes además son sometidos a una serie de actividades y tareas que los apabullan y no les permiten pensar la docencia desde esquemas que no sean meramente oficiales. Estas acciones condujeron a visualizar la formación docente y la superación profesional en función de una racionalidad instrumental. Esto ha generado que los profesores estén altamente preocupados por pasar un examen, no así por tener una buena práctica docente y una mejor preparación profesional,

EL POSGRADO Y SU INFLUENCIA EN LA PRÁCTICA DOCENTE · 2020-04-14 · La práctica docente se concibe como el conjunto de situaciones dentro del aula, que configuran el quehacer del

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EL POSGRADO Y SU INFLUENCIA EN LA PRÁCTICA DOCENTE

Laurencia Barraza Barraza [email protected]

Instituto Educativo GUBA

RESUMEN

Este es un reporte parcial de una

investigación cualitativa que tuvo como objetivo

conocer la influencia que tienen los estudios de

posgrado en la práctica docente de los

profesores de educación básica. Se desarrolló

a partir del método Estudio de Casos, debido a

que el foco es un programa de Maestría,

impartido por una Institución Formadora de

Docentes del estado de Durango. El

instrumento utilizado para el levantamiento de

información fue un cuestionario de respuesta

abierta, aplicado a diez egresados de

diferentes generaciones. La información se

sistematizó utilizando la categorización y se

validó mediante la triangulación. Se encontró

que los estudios de posgrado mejoran la

práctica docente, fortalecen aprendizajes, se

desarrollan habilidades intelectuales y

comunicativas, generan procesos empáticos,

elevan el autoconcepto, la autoestima y

representan una opción formativa para la

mejora de la calidad educativa.

PALABRAS CLAVE: práctica docente, posgrado.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En México, a partir de que la profesión docente se abrió a la lógica del libre mercado y

la concreción de este hecho, la Reforma Educativa actual y la aprobación de leyes y

reglamentos que obligan a su cumplimiento han generado en el magisterio efectos que

pudieran considerarse nocivos, que van desde el miedo hasta la aceptación acrítica.

Con la entrada en vigor la Ley del Servicio Profesional Docente (2012), la elección de

los perfiles de desempeño quedaron en función de los exámenes que presentan los

aspirantes y los resultados de idoneidad son los que finalmente determinan la contratación o

no de quienes aspiran a ser profesores de educación básica, quienes además son sometidos

a una serie de actividades y tareas que los apabullan y no les permiten pensar la docencia

desde esquemas que no sean meramente oficiales. Estas acciones condujeron a visualizar

la formación docente y la superación profesional en función de una racionalidad instrumental.

Esto ha generado que los profesores estén altamente preocupados por pasar un

examen, no así por tener una buena práctica docente y una mejor preparación profesional,

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es decir, están concentrados en “estudiar para el examen” o en realizar cursos exprés, de

modo que generalmente les brindan conocimientos limitados y poco profundos, además de

que un número importante de ellos deben cursarse en línea y de forma obligatoria.

Estas circunstancias provocan cualificaciones deficientes porque se inician procesos

de reflexión que no trascienden, o bien, son fragmentados porque los tiempos dedicados para

este fin son muy cortos.

En este contexto, los estudios de posgrado no representan una prioridad para los

docentes en servicio porque los consideran largos y costosos, además de que apenas reciben

apoyo de las autoridades educativas o de las instancias que les exigen una mejor preparación.

Asimismo el salario que perciben no es suficiente para cubrir sus necesidades básicas y las

de sus familias, razones por las que casi no se inclinan por procesos formativos de esta

índole.

La información que se incluye a continuación, confirma la situación de los estudios de

posgrado.

El posgrado desde los reportes estadísticos

En México de acuerdo con el historial de ANUIES (2018), el número de personas que

cuentan con estudios de posgrado se ha movido, como se aprecia en la tabla, aunque se nota

un crecimiento en el rubro, sobre todo entre los ciclos 2013 a 2016. Sin embargo, en

comparación con la matrícula total de educación superior, este número es bajo.

Tabla 1. Educación superior Matrícula

total de

posgrado

2014-2015 2015-2016 2016-2017

Especialidad Mtria Doctorado Especialidad Mtria Doctorado Especialidad Mtria Doctorado

No

escolarizada

pública

1402 15009 491 1648 16951 586 1750 17946 748

No

escolarizada

privada

4126 48592 7284 4289 59786 7553 4768 62018 8007

Escolarizada

pública

29988 67919 22096 29897 67098 22724 30930 65702 23202

Escolarizada

particular

16962 90860 9268 16495 93496 7917 17817 93730 7491

Total 52478 222350 39139 52329 273331 38780 55265 239396 39448

Total 313,967 364,440 334,109

3

Total en Ed.

Superior

4,430 303 4,243,790 4,032,992

Fuente: ANUIES (2017)

En esta misma tesitura, la Secretaría de Educación Pública (2017) ofrece los siguientes

datos respecto a la matrícula en el posgrado: se indica que en el ciclo 2016-2017 en la

modalidad escolarizada se inscribieron 238 872 estudiantes, mientras que en la modalidad

no escolarizada 95 237, la suma de ambos nos reporta 334 109 estudiantes.

Esta misma fuente indica que en Durango, durante el ciclo escolar 2016-2017, en la

modalidad escolarizada existían 50 118 estudiantes inscritos en educación superior.

Respecto al posgrado indica que en total se inscribieron 3 728 estudiantes en modalidad

escolarizada y 547 en la no escolarizada, haciendo un total de 4 275 estudiantes que

corresponde al 8.5 % de la matrícula total de la educación superior. Si se considera que el

Sistema Educativo Estatal, según SEP (2017), tiene una planta docente de 34 634 profesores,

distribuidos en los diferentes niveles educativos, desde preescolar hasta educación superior,

y en posgrado están inscritos 4 275 estudiantes provenientes de diferentes ramas de

conocimiento, puede asegurarse que el número de profesores que cursan o tienen estudios

de posgrado es muy reducido.

La SEP (2015) reportó que de la planta de profesores que existe en el estado de

Durango, solamente 2 155 docentes cuentan con estudios de posgrado, lo que indica que

solamente el 6.1 % de la planta docente del Sistema Educativo del Estado de Durango cuenta

con estos.

En una encuesta aplicada en el año 2018 a 330 profesores de educación básica que

asistieron a un evento de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), se

encontró que solamente el 24 % contaba con estudios de posgrado, mientras que pare el

resto su grado máximo era licenciatura o un equivalente. Otro dato que se destaca es que el

44 % tiene entre 1 y 10 años de servicio docente y el otro 8 % todavía no cumplía un año de

antigüedad en la docencia. Los datos muestran que el posgrado es una opción formativa a la

que muchos profesores no han accedido, de igual manera indican que existe un porcentaje

muy alto de planta docente joven que deberá formarse para alcanzar niveles de competencia

más altos que les apoyen en el desempeño de sus funciones laborales y en específico en la

comprensión de su quehacer docente.

En la búsqueda por conocer la influencia que el posgrado tiene en el desarrollo de la

práctica docente de los profesionales de la educación que han optado por ellos se realizó esta

investigación, eligiendo un programa que tiene énfasis en la mejora de la práctica docente.

Las asignaturas que conforman su mapa curricular están dirigidas a la revisión del campo de

la enseñanza y del aprendizaje con la finalidad de propiciar procesos de intervención que

contribuyan a solucionar problemáticas en estas áreas, para esto los estudiantes deben de

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manera constante realizar recorridos teórico-prácticos, la meta es que estructuren propuestas

que integren elementos innovadores.

En el afán de conocer qué tanto los estudios de posgrado habían influido en su

quehacer docente, se decidió aplicar un cuestionario de respuesta abierta a un grupo de

estudiantes que habían egresado de este programa, incluyendo un conjunto de preguntas

para explorar el tema.

Las preguntas que guiaron esta investigación fueron: ¿Cómo los estudios de posgrado

influyen en la práctica docente de los profesionales de la educación que han optado por ellos?

¿Cuál es la percepción que tienen sobre estos y su influencia en la práctica docente? ¿Qué

aspectos de la práctica docente han modificado o mejorado a partir de haber cursado estudios

de posgrado? ¿Qué aprendizajes y habilidades obtuvieron o consolidaron? El objetivo general

fue conocer la influencia que han tenido los estudios de posgrado en el desarrollo de la

práctica docente de los profesores de educación básica. Para este efecto los objetivos

específicos fueron: describir la percepción que los profesores de educación básica tienen

sobre la influencia de los estudios de posgrado en su práctica docente.; conocer los aspectos

de la práctica docente que han modificado y mejorado y detectar los aprendizajes y

habilidades que desarrollaron o consolidaron a partir de estos estudios.

La práctica docente y el posgrado desde algunos marcos conceptuales

En este apartado se conceptualizan los términos “práctica docente” y “estudios de

posgrado”, debido a que son básicos en el desarrollo de la investigación. La práctica docente

es uno de los términos más utilizados en el campo educativo, su uso es cotidiano y es

precisamente en éste que su significado se diluye, porque alude a todo el conjunto de tareas

que realiza el profesor, no solamente en las aulas sino en la escuela, se conecta y repercute

en otros espacios como pueden ser el social, político, cultural y económico. Es decir, la

práctica docente aunque se circunscribe a espacios acotados su trascendencia va mucho

más allá, esto significa que su análisis no puede ignorar la influencia que estos factores tienen

en el desarrollo de la misma.

Desde la literatura se pueden percibir la tendencia que la circunscribe a espacios

delimitados y acotados como, por ejemplo García-Cabrero, Loredo y Carranza (2008), indican

que la práctica docente se refiere a todas aquellas acciones que se realizan dentro del aula,

donde la acción del profesor se dirige a los procesos de enseñanza y existen una serie de

relaciones complejas. Es definida de la siguiente forma:

La práctica docente se concibe como el conjunto de situaciones dentro del aula, que

configuran el quehacer del profesor y de los alumnos, en función de determinados objetivos

de formación circunscritos al conjunto de actuaciones que inciden directamente sobre el

aprendizaje de los alumnos (p.4).

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En tanto que Barraza y Barraza (2014, p. 115) indican que: la práctica docente es un

proceso que incluye un conjunto de tareas y formas de abordar los contenidos; para su

desarrollo es necesario realizar actividades de planeación, que estarán presentes, antes,

durante y después del ejercicio docente, estas actividades tienen como fin alcanzar los

objetivos establecidos en planes y programas de estudio y lograr aprendizajes significativos.

Estos autores coinciden en que la práctica docente tiene su énfasis en la enseñanza y

el aprendizaje, acotados a los espacios del aula. El plan y programa de estudios demandan

del profesor actuaciones consecuentes con estos fines, la meta es lograr aprendizajes,

situación que indica la primacía del estudiante en este proceso.

Existe la vertiente en la que la práctica docente es el espacio en el que se transforma,

emancipa y produce conocimiento a partir de la indagación, el análisis y la reflexión. En este

sentido, De Tezanos (2015, p. 11) afirma que “los profesores producen saber, un saber que

en su particularidad y especificidad recibe la denominación de pedagógico” y señala que

surge de la reflexión sistemática sobre la práctica, reclama conversar, compartir, discutir y

analizar entre pares. Tiene su origen en las prácticas que fundamentalmente están dirigidas

a transformar diferentes ámbitos sociales, resolviendo situaciones que se presentan en la

cotidianeidad.

Prieto (2012, p. 3) al discutir los conceptos de práctica y praxis indica: se considera

que el quehacer docente surge como práctica, entendida ésta como un conjunto de

conocimientos, habilidades y destrezas o competencias adquiridas experiencialmente, que

enseñan cómo hacer algo, mientras que la praxis alude al acto reflexivo (léase a un

devolverse sobre…) cuyo objeto es el hacer.

Desde los conceptos de estas autoras se identifica que su énfasis está en la reflexión

en y sobre la práctica docente, destacándola como espacio proclive para la investigación y,

por lo tanto, con la posibilidad de su transformación. Subrayando la producción de

conocimiento desde los espacios áulicos donde se realiza formalmente la enseñanza y el

aprendizaje.

En esta investigación se utiliza el término “desarrollo de la práctica docente” para

referirse a las acciones que se realizan para la concreción de la misma, que van desde la

planeación hasta la reflexión y evaluación. Es decir, al preguntarles a los egresados del

posgrado sobre su práctica docente se intenta identificar los aspectos de conocimiento y

técnicos que obtuvieron y les apoyaron para una práctica reflexiva, crítica que trasciende los

espacios áulicos. Desde esta perspectiva, los conceptos propuestos por los autores

referenciados en este apartado se complementan, concibiendo a la práctica docente desde

sus dimensiones técnica y la reflexiva.

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El posgrado

Los posgrados que tienen como eje la reflexión de la práctica docente han apostado

por la vinculación de la investigación con el quehacer docente, con la finalidad de formar

profesionales de la educación que no solamente realicen su trabajo con eficiencia y eficacia,

sino que lo analicen, expliquen y comprendan, además de generar propuestas pedagógicas

alternativas e innovadoras y conocimiento didáctico, curricular y educativo.

El posgrado es definido por la SEP (2017) como los estudios que se realizan después

de la Licenciatura, aquí se ubican los programas de Especialidad, Maestría y Doctorado,

donde los planes de estudio de forma general deberán estar orientados fundamentalmente a

profundizar en los conocimientos de un campo de formación específico. Se reconoce la

existencia de posgrados con orientación profesionalizante y de investigación.

El Plan de Desarrollo 2013-2018, respecto al posgrado afirma:el posgrado representa

el nivel cumbre del Sistema Educativo y constituye la vía principal para la formación de los

profesionales altamente especializados que requieren las industrias, empresas, la ciencia, la

cultura, el arte, la medicina y el servicio público. México enfrenta el reto de impulsar el

posgrado como un factor para el desarrollo de la investigación científica, la innovación

tecnológica y la competitividad que requiere el país para una inserción eficiente en la sociedad

de la información (Poder Ejecutivo, 2013, p. 65).

Desde estas perspectivas el posgrado tiene la función de lograr mejores niveles de

competencia en aquellos que optan por cursarlos, pero también se pretende elevar su

desempeño de tal forma que impacte en el desarrollo del país y en el caso concreto de la

educación alcanzar las metas propuestas en cuanto a la calidad educativa.

La práctica docente y la investigación

Para efectos de esta investigación, se buscaron trabajos de investigación similares

realizados en el campo de la práctica docente. De este modo, se encontró que la mayoría de

los trabajos se ubica en la Educación Superior, entre las que destaca la de Segura, Ramírez

y Domínguez (2017), cuyo objetivo es analizar las prácticas docentes de profesores del

Instituto Politécnico Nacional. Utilizaron una metodología cualitativa y encontraron que los

profesores transitaron de una enseñanza tradicional, básicamente expositiva por una

centrada en el estudiante, donde incorporan elementos de la investigación y el uso de las

Tecnologías de la Comunicación y la información (TIC). Identificaron que sus prácticas

cumplen con algunos criterios de innovación, tales como novedad, creatividad,

intencionalidad, sistematicidad y pertinencia.

Pagalajar (2016) realizó un estudio con la intención de “conocer la valoración del

alumnado acerca de la concepción del conocimiento, del aprendizaje y de la enseñanza

utilizada por el profesorado universitario, sus métodos de enseñanza y evaluación y sus

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habilidades docentes” (p.99), por lo que, al utilizar el enfoque cuantitativo, encontró que los

estudiantes percibían que un buen profesor es aquel que explica adecuadamente los

contenidos de su asignatura, domina la materia que imparte, es responsable de organizar los

conocimientos y los sabe transmitir al alumnado, sin que la lección magistral y la recogida de

apuntes sea la metodología fundamental. Valora el hecho de que el profesorado establezca

un entorno en el que el alumno ocupa un papel activo ofreciéndole la oportunidad de realizar

aportaciones personales con las que construir su propio conocimiento.

Hurtado, Serna y Madueño (2015) indagaron sobre cómo la práctica docente

representa un contexto de aprendizaje que beneficia la formación del profesor universitario.

La investigación fue de carácter documental, ya que revisaron un conjunto de reportes de

investigación sobre la práctica docente universitaria y, a partir de esto, concluyeron que ésta

representa un contexto de aprendizaje para el profesor, debido a que le permite ir

experimentando diversas estrategias, aprende a partir de la mediación entre pares y en

espacios colegiados.

Por otra parte, Villalpando y Ponce (2016) evaluaron el desempeño docente de

profesores de posgrado. Entre los hallazgos se reporta que sus prácticas son congruentes

con lo estipulado en el programa de estudios de la maestría, y la organización de los tiempos

posibilita el cumplimiento de los contenidos programados con antelación; empero, ninguno de

ellos realiza adecuaciones curriculares requeridas para la atención de algún estudiante en

particular (p. 83). En relación con el clima escolar, detectaron que existe por lo menos un

profesor que genera un clima carente de interacción, tolerancia y diálogo, plagado de

autoritarismo y faltas de respeto, lo que propicia un espacio intimidante y obstaculizador para

el desarrollo académico (p.84). Detectaron que los docentes tienen dominio de la materia,

planean y organizan su clase.

Entre las investigaciones que relacionan el impacto del posgrado en la práctica

docente, Mungarro y Monge (2013) realizaron una bajo la pregunta ¿cómo ha impactado la

formación recibida en el posgrado en la práctica profesional de los egresados y en sus

esquemas de movilidad laboral? Respecto a la práctica profesional, reportan que una cuarta

parte de los egresados afirman que haber cursado estudios de posgrado tuvo un impacto

positivo en su práctica, señalan que adquirieron más competencias para la docencia, generó

la reflexión sobre su práctica y les aportó conocimientos generales en el área educativa.

Solamente un 2.9 % advierte que lo estimuló para el uso de las TIC.

En tanto que Contreras y Urrutia (2017) realizaron un seguimiento de egresados de un

programa de maestría de la Universidad Autónoma de México y reportan que los egresados

señalan que tuvieron cambios significativos en cuanto al concepto y el uso de la evaluación,

los referentes pedagógicos asociados a los modelos educativos, centrados en el estudiante;

conciben el aprendizaje como proceso constructivo, la planeación se ajusta a las necesidades

y la evaluación la conciben como un mecanismo para promover el aprendizaje significativo

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de los estudiantes; consideran que el programa cumple con el objetivo de formar

profesionales altamente capacitados.

Método

Éste es un reporte parcial de una investigación que se realizó para conocer la influencia

que tuvo en maestros de educación básica el haber cursado un programa de posgrado para

el desarrollo de la práctica docente. Se llevó a cabo desde el enfoque cualitativo, el que según

Katamaya: está orientado al conocimiento de la naturaleza de un grupo social. Posibilita el

análisis de fenómenos muy subjetivos. Se centra en fenómenos típicamente humanos.

Posibilita aclarar motivos poco claros. Facilita el examen de relaciones sociales no

generalizada y utiliza un método de carácter inductivo (2014, p. 44).

Se desarrolló con el método de estudio de casos, debido a que el foco es un programa

de posgrado, impartido en una Institución Formadora de Docentes del estado de Durango.

Stake (1999) indica que un caso puede ser una persona o un programa, que posee

particularidades que lo hacen único, no menos complejo.

Los participantes fueron diez docentes egresados de diferentes generaciones, elegidos

en función de su ubicación laboral, a quienes se les aplicó un cuestionario de respuesta

abierta que consta de 17 preguntas. Para la sistematización de la información se utilizó la

categorización apriorística propuesta por Cisterna (2005), que consiste en conformar las

categorías a partir de tópicos previstos antes del levantamiento de la información,

generalmente expresados en las preguntas u objetivos de la investigación. De este proceso

surgieron las categorías, pero para fines de este reporte se incluyen sólo cuatro: percepción

sobre los estudios de posgrado, cambios en la práctica docente, fortalecimiento de

aprendizajes y habilidades.

La información se trianguló usando dos estrategias propuestas por Stake (1999):

triangulación de datos y teórica. Primero se trianguló la información de las respuestas emitidas

por los participantes, agrupándolas por generación, comparando y confrontando los datos y

una vez que se tuvieron los resultados se confrontaron con los resultados de otras

investigaciones para identificar cuáles eran similares y aquellos que aportaban información

nueva.

Resultados y discusión

En la categoría percepción sobre los estudios de posgrado, se encontró que todos los

informantes perciben que sus estudios los apoyaron ampliamente para la mejora de su

práctica docente, consideran que les ayudaron a mejorar su relación con los estudiantes,

facilitaron el trabajo en aula y fueron un apoyo para comprender y aplicar procesos

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institucionales y enfoques curriculares, desarrollar estrategias de enseñanza y aprendizaje,

desempeñar mejor las funciones correspondientes a su nombramiento, asimismo los

condujeron a realizar procesos de reflexión sobre su trabajo y cómo lo desempeñaban.

Además, opinan que éstos les ayudaron a vincular su quehacer con el medio educativo, les

proporcionaron herramientas para orientar a otros docentes y para investigar sobre problemas

relacionados con la enseñanza y el aprendizaje. En general perciben que los hicieron mejores

docentes; aseveran que los estudios de posgrado fueron trascendentales, significativos e

importantes y que provocaron no solamente cambios en el ámbito profesional sino también

personal.

En la categoría cambios en la práctica docente, los informantes reportan cambios en

los siguientes aspectos: estrategias didácticas, formas de planeación del trabajo docente,

comprensión de la complejidad de los contenidos, de los enfoques curriculares y del desarrollo

psicopedagógico de los alumnos. Además comprendieron el proceso de aprendizaje de los

niños, desarrollaron habilidades para la docencia y valores, así como tolerancia hacia los

alumnos. También desarrollaron estrategias para el trabajo en los Consejos Técnicos

Escolares, analizaron Reformas Educativas y comprendieron algunas de sus implicaciones.

La mayoría afirma que cambiaron su práctica expositiva por una dinámica y reflexiva,

obtuvieron mejores resultados en los exámenes que les fueron aplicados por organismos

evaluadores tanto a ellos como a sus alumnos.

En la categoría fortalecimiento de aprendizajes, se encontró que existe una diversidad

de aspectos donde los informantes se fortalecieron: obtuvieron más dominio de planes y

programas de estudio, de las estrategias de intervención grupales, de la planeación,

evaluación, la enseñanza y el aprendizaje, además de que perciben que mejoraron su práctica

docente. Fortalecieron la seguridad frente a los estudiantes y los compañeros de trabajo,

ganaron liderazgo académico a través de guiar a otros y de exponer experiencias de

aprendizaje, asimismo mejoraron las relaciones interpersonales en sus centros de trabajo. En

general perciben que afianzaron e incrementaron sus conocimientos, desarrollaron o

consolidaron habilidades para la docencia y para las relaciones interpersonales y obtuvieron

reconocimiento por parte de sus iguales y directivos por sus saberes.

En la categoría habilidades se encontró que los informantes desarrollaron habilidades

para: planear, organizar, evaluar, investigar, observar, adecuar estrategias, reflexionar sobre

su quehacer docente, manejo de la tecnología. Entre las habilidades comunicativas

desarrolladas se encuentran: redacción, comprensión, producción de textos, análisis y

argumentación. Entre las que consolidaron están: implementar diversas estrategias, diseñar

instrumentos de evaluación, expresar oralmente y por escrito sus ideas, abstraer, comparar,

realizar búsquedas de información, razonamiento y técnicas de estudio. La expresión oral, la

lectura y la escritura.

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En función de los resultados se puede afirmar que los estudios de posgrado influyen

positivamente en la práctica docente, coincidiendo con lo que señalan Mungarro y Monge

(2013), Contreras y Urrutia (2017) y Segura, Ramírez y Domínguez (2017) se percibe que los

egresados del programa tuvieron un impacto integral en el quehacer de la docencia, los

conocimientos adquiridos les permitieron, analizar, reflexionar y reconceptualizar la práctica

docente, moviéndose hacia el concepto de práctica reflexiva perspectiva utilizada por De

Tezanos (2015) y Prieto (2012).

Desde la información obtenida se percibe que los egresados capitalizan en mayor

medida el conocimiento técnico, sin embargo, éste adquiere relevancia a la luz de las

vinculaciones entre los aspectos prácticos del quehacer docente y la teoría que los explica.

Efectivamente la práctica ocupa el centro de la valoración porque son las acciones las que

generan la pauta para trascender y elevar o profundizar los niveles de consciencia que

conllevan a la comprensión y explicación.

Un dato que resulta particularmente significativo es la comprensión sobre los procesos

de aprendizaje de los niños, porque esto genera un cambio radical por lo menos en tres

aspectos: 1) Los niños se convierten en sujetos que aprenden y adquieren la centralidad. 2)

El profesor se advierte como profesional de la docencia. 3) Todas las acciones de enseñanza

estarán focalizadas y acordes al desarrollo de los procesos mentales. Esto también muestra

que el aprendizaje es una construcción por lo que las repeticiones sin sentido que con

frecuencia se realizan en los espacios de formación para los docentes no adquieren

significado sino a la luz de la comprensión de las implicaciones que tiene ubicar al estudiante

como centro del aprendizaje.

Otro hallazgo es la percepción que de sí mismos tienen los profesores, desde esta

perspectiva podría concluirse que los estudios de posgrado elevan la autoestima docente

porque se sienten más seguros, confiados, dispuestos al diálogo, abiertos para apoyar a otros

y compartir conocimiento. De la misma manera, desarrollaron habilidades para expresarse en

público, fundamentar, debatir ideas, desplegar procesos empáticos y, en general, se advierten

mejores personas y profesionales.

Los resultados muestran hallazgos interesantes en función de las políticas educativas,

por las que se ha optado para formación continua de los profesores en educación básica,

puesto que muchas de las aseveraciones y declaraciones oficiales asocian la calidad de la

educación con el desempeño laboral, aquí se muestra que éste mejora y se transforma con

estudios que permiten profundizar en áreas de conocimiento como es el objetivo de los

posgrados, situación que conduce a preguntarse qué tan efectivos son los cursos cortos y

obligatorios a los que han sido sometidos los docentes para alcanzar la calidad educativa.

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Conclusiones

La práctica docente de los profesores que optaron por cursar un programa de posgrado

con énfasis en la enseñanza y el aprendizaje mejoró y se transformó debido a que

comprendieron que es necesario vincular los aspectos prácticos con el análisis teórico,

asimismo lograron una reconceptualización de su quehacer acercándose así al concepto de

práctica reflexiva, el que de acuerdo con Tezanos (2015) y Prieto (2012) permite generar

conocimiento, de modo que los docentes perciben la práctica como un espacio de

aprendizaje, pero también de oportunidad para contribuir desde sus espacios al análisis, la

reflexión, evaluación, convirtiéndola así en un espacio de investigación.

Los estudios de posgrado son una herramienta potente para la mejora de la práctica

docente y de los procesos de gestión institucionales, porque brindan la oportunidad de

visualizar y profundizar en el conocimiento relativo al campo educativo, permiten comprender

procesos presentes en los espacios escolares y su vinculación con otros entornos, generan

en los profesores aspectos emocionales que les favorecen la autoestima, el autoconcepto y

la seguridad sobre su competencia, además incentivan la innovación y la capacidad de

propuesta.

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