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EL PRIMER TALLER DE TONELERIA EN RIOJA Jesús Fernández Ibáñez Cuando Diputación de Alava trae al “maestro de cueva” Jean Pineau para instruir a los cosecheros de la Rioja Alavesa en la elaboración del vino al estilo bordelés, con su refinamiento y perdurabilidad en el tiempo, uno de los primeros problemas que se plantean es la necesidad de barricas al estilo bordelés para los trabajos de vinificación. El contrato con Pineau se realiza el 12 de junio de 1862 teniendo efectos de compromiso al mes siguiente. Se quiere comenzar la experiencia con la cosecha de ese mismo año y uno de las primeras necesidades es la dotación de barricas de 225 litros para los cosecheros participantes. Pineau establece en la reunión de Laguardia con los cosecheros riojanoalaveses las condiciones para la realización del experimento: orden cronológico para la realización de la vendimia en los pueblos y tipología de los envases a utilizar: una barrica de roble de Estados Unidos, otra de roble del País y una cuba de 50 cántaras. El último envase es fácil de adquirir en los cuberos locales, abundantes, con larga tradición y personas conocedoras del oficio de la cubería; que aunque estaban más acostumbrados a envases de 200, 300 y más cántaras de capacidad, también hacían sus cubitas de menor tamaño. Don Guillermo Hurtado de Amézaga, residente en Burdeos y personaje clave en todo esta revolución vinícola en Rioja, adquirió 24 barricas de duelas estadounidenses en la zona bordelesa. Don Manuel Gortázar, comerciante bilbaíno y con hacienda en Laguardia, consiguió otras 24 de duelas de roble del País. De esta manera se adquirieron los primeros toneles o barricas bordelesas de 14 cántaras (225 litros) para elaboración y conservación de los vinos. La creciente demanda que se iba a suscitar en la zona al aumentar la elaboración de vino al nuevo estilo, llevaba consigo una necesidad de dotarse de barricas propias; para lo que se pensó por parte de Diputación en montar un taller de tonelería, aprovechando los conocimientos que sobre este arte tenía el propio Jean Pineau. En 1865 se monta en Laguardia, bajo las directrices y enseñanzas del propio Pineau el primer taller de tonelería en la comarca. Pocos datos tenemos sobre su puesta en marcha, ya que la única documentación que hemos encontrado ha sido la referente a la del final de su funcionamiento. Duró tres años la experiencia y, aparte de aportar barricas para los cosecheros que seguían las enseñanzas de Jean Pineau, también ganaron un premio de 200 reales en la Exposición de Bellas Artes e Industrias celebrada en Vitoria en 1867.

El primer taller de tonelería en rioja

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Page 1: El primer taller de tonelería en rioja

EL PRIMER TALLER DE TONELERIA EN RIOJA

Jesús Fernández Ibáñez

Cuando Diputación de Alava trae al “maestro de cueva” Jean Pineau para

instruir a los cosecheros de la Rioja Alavesa en la elaboración del vino al estilo

bordelés, con su refinamiento y perdurabilidad en el tiempo, uno de los primeros

problemas que se plantean es la necesidad de barricas al estilo bordelés para los

trabajos de vinificación.

El contrato con Pineau se realiza el 12 de junio de 1862 teniendo efectos de

compromiso al mes siguiente. Se quiere comenzar la experiencia con la cosecha de ese

mismo año y uno de las primeras necesidades es la dotación de barricas de 225 litros

para los cosecheros participantes. Pineau establece en la reunión de Laguardia con los

cosecheros riojanoalaveses las condiciones para la realización del experimento: orden

cronológico para la realización de la vendimia en los pueblos y tipología de los envases

a utilizar: una barrica de roble de Estados Unidos, otra de roble del País y una cuba de

50 cántaras. El último envase es fácil de adquirir en los cuberos locales, abundantes,

con larga tradición y personas conocedoras del oficio de la cubería; que aunque

estaban más acostumbrados a envases de 200, 300 y más cántaras de capacidad,

también hacían sus cubitas de menor tamaño.

Don Guillermo Hurtado de Amézaga, residente en Burdeos y personaje clave en

todo esta revolución vinícola en Rioja, adquirió 24 barricas de duelas estadounidenses

en la zona bordelesa. Don Manuel Gortázar, comerciante bilbaíno y con hacienda en

Laguardia, consiguió otras 24 de duelas de roble del País. De esta manera se

adquirieron los primeros toneles o barricas bordelesas de 14 cántaras (225 litros) para

elaboración y conservación de los vinos.

La creciente demanda que se iba a suscitar en la zona al aumentar la

elaboración de vino al nuevo estilo, llevaba consigo una necesidad de dotarse de

barricas propias; para lo que se pensó por parte de Diputación en montar un taller de

tonelería, aprovechando los conocimientos que sobre este arte tenía el propio Jean

Pineau.

En 1865 se monta en Laguardia, bajo las directrices y enseñanzas del propio

Pineau el primer taller de tonelería en la comarca. Pocos datos tenemos sobre su

puesta en marcha, ya que la única documentación que hemos encontrado ha sido la

referente a la del final de su funcionamiento. Duró tres años la experiencia y, aparte de

aportar barricas para los cosecheros que seguían las enseñanzas de Jean Pineau,

también ganaron un premio de 200 reales en la Exposición de Bellas Artes e Industrias

celebrada en Vitoria en 1867.

Page 2: El primer taller de tonelería en rioja

Al comienzo del mes de mayo de 1868 el taller de Laguardia deja de funcionar

bajo las directrices del maestro galo. Lleva dos meses sin aparecer por allí y el proyecto

“Medoc Alavés” va languideciendo . Pineau ve su futuro en el pueblo vecino de Elciego,

al servicio del Marqués de Riscal donde ya tiene construida su nueva bodega.

La documentación de este taller de tonelería en Laguardia nos la aportan dos

alumnos: Andrés Bengoa y Saturio Irazu, ambos residentes en Laguardia y que piden a

Diputación “que les dejen las herramientas con las que han trabajado, ya que de nada

pueden servir a la Provincia por su estado de deterioro” . A pesar de que el proyecto

alavés tiene su conclusión con el finiquito en ese mismo año de 1868 al “maestro de

bodega” francés, estos alumnos ven gran futuro a “esta confección de vinos por el

método burdeano” ya que “mejoran y dan salida a los vinos, una de las principales

riquezas del País….y sacar de su postración a la Rioja Alavesa”.

Diputación accede a la petición de estos primeros toneleros en Rioja y les deja

para su uso todo el utillaje y herramienta del taller. El inventariado de estos materiales

es una de las mayores aportaciones etnográficas que conservamos de este oficio.

Inventario:

- 4 achas ( dos mayores y dos menores)

- 2 cuchillas rectas y una torcida

- 3 compases de madera y uno de hierro

Page 3: El primer taller de tonelería en rioja

- 2 barrenos de más de una vara de longitud

- 1 barreno corto de hacer las bocas a las barricas

- 2 escoplos con mango de madera

- 2 escoplos para rajar tabla

- 2 cinceles para cortar hierro

- 2 raspadores

- 2 raspadores de mimbre

- 2 punzones

- 2 gatos o crirces (¿)

- Un chaflanero para barricas pequeñas

- Una medida de hierro para conocer la cabida de la barrica

- Un tirafondo de témpanos

- Dos bancos garlopas

- Dos bancos para labrar tabla

- Un banco con torno para domar las tablas

- Dos sierras

- Cuatro moldes de madera para barricas

- Un yunque

- Una máquina para hacer los témpanos

- Dos mantas (¿) de madera

- 5 cepillos de varias clases ( 3 para raspar las barricas y 2 para igualar las tablas)

- 3 regalgueras

- 2 azuelas

- Una rueda de piedra para afilar la herramienta

- Una piedra de afilar fina

- Cuatro martillos