El proceso de integración de América Latinainiciativaradical.org/web/wp-content/docs/integracion.pdf · 2017-01-04 · ja ante los innumerables escenarios de crisis a los que tiene

ientras surgen inicia-tivas por doquier, mu-chas veces sin buscarsu complementarie-dad, América Latina

aparece cada vez más dividida endos grandes bloques políticos, unosituado en la izquierda bolivarianay, el otro, en las antípodas de la de-recha liberal. Encontrar el equili-brio, tal como trata de hacer el pre-sidente de Colombia, Juan Manuel

Santos, es difícil y arriesgado, puescada paso puede ser malinterpreta-do por el otro bloque.

Al mismo tiempo, Estados Uni-dos, tal como se ha revelado con lavisita del presidente Barack Obamaa Chile, El Salvador y Brasil, tratade encontrar su espacio, a mediocamino entre la izquierda moderadaque encarnan esos países y el centropolítico por el que apuestan susprincipales aliados. Sin embargo,su fuerza y su potencia se desdibu-ja ante los innumerables escenarios

de crisis a los que tiene hacer fren-te, como Libia, que se vino a unir alos no cerrados de Afganistán, Irake Israel.

! Numerosasiniciativas, pocos

resultados

A la confusión reinante, fruto de lasdivisiones políticas atizadas sobretodo desde el bloque ‘bolivariano’,se le viene a unir la sopa de letrasque conforma el proceso de integra-

6 CUADERNOS PARA EL DIÁLOGO • s e p t i e m b r e / o c t u b r e 2 0 1 1 • Nº 58

El continente ha comprendido,por primera vez, que tendrá quecooperar y unirse si deseacompetir en un mundo cada vezmás globalizado y complejo,aunque las diferencias políticashacen avanzar lentamente alproceso. Sirva como ejemplo lacantidad ingente de organismossupranacionales quepresuntamente velan por losintereses de la comunidadlatinoamericana: Unasur,Mercosur, Parlamento Andino,Alba, Sica, CAN, Parlacen, AEC,Caricom y, para colmo, laOrganización de EstadosAmericanos. Un verdaderogalimatías supraestatal

RICARDO ANGOSO

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El proceso de integración deAmérica Latina

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ción regional. Tenemos Unasur,Mercorsur, el Parlamento Andino,la Alba, el Sica, la CAN, el Parla-cen, la AEC, el Caricom y, por sifuera poco, la OEA. Muchas inicia-tivas y propuestas para afianzar laintegración, pero pocos resultadossobre el terreno.

En los últimos años, quizá desdela llegada de Hugo Chávez al go-bierno de Venezuela hace ya más dedos lustros, la división política haprimado sobre las tentativas deafianzar las alianzas regionales. Por

ejemplo, la intromisión de Chávezy la Alba en la política hondureña,al apoyar al presidente Zelaya ensus intentos por reelegirse ilegal-mente y sentar régimen, bloquearontodas las iniciativas centroamerica-nas y causaron enormes estragoseconómicos a la región, dada la si-tuación geoestratégica privilegiadade Honduras.

Y también dividieron al conti-nente en torno a la respuesta que sedebía dar a la crisis. Golpe de Esta-do para unos, crisis institucional

para otros, ni en materia semánticalograron ponerse de acuerdo los pa-íses del continente. Paradójicamen-te, el proyecto que pretendía sem-brar la unidad continental, la Alba,sembró la discordia.

Lo que se percibe, más allá delos huecos y pomposos nombres delas iniciativas ya en marcha, es unaclara división política en dos blo-ques. Por un lado, los países líderesy en marcha de centro derecha, co-mo Chile, Colombia, México y Pa-namá, que son denominados ya poralgunos como el ‘bloque Pacífico’;mientras que, en el extremo contra-rio, los países de la izquierda radi-cal que lidera Venezuela, entre losque se encuentran Bolivia, Ecuador,Nicaragua y algunos microestadosdel Caribe. El resto, entre los quedestacan Argentina, Brasil, Para-guay y Uruguay, intentan manteneruna política más autónoma y aleja-da de las estridencias y el histrio-nismo circense de Chávez, aunqueideológicamente se encuentran máscerca de la Alba que de la derechacontinental.

! Estados Unidos,principal socio

comercial

Sin embargo, al margen de la polí-tica, la realidad económica se im-pone. Estados Unidos es el princi-pal socio de una buena parte de lospaíses de América Latina, entre losque destacan Argentina, Colombia,Ecuador, Honduras y Panamá. In-

7Nº 58 • s e p t i e m b r e / o c t u b r e 2 0 1 1 • CUADERNOS PARA EL DIÁLOGO

Mito o realidad


cluso Venezuela, debido a las ven-tas petroleras a lo que el régimen deChávez denomina el ‘imperio’, esuno de los principales clientes delos Estados Unidos, a donde van aparar, ni más ni menos, que750.000 barriles diarios del petró-leo venezolano. Ambos, pese a suteatral pulso, se necesitan y no pa-rece que ninguno vaya a cometer elerror de romper relaciones. La polí-tica en América Latina es pura es-cenificación retórica.

Luego hay otra realidad sobre elterreno, como es el importante pesoque tienen las remesas enviadas porlos inmigrantes en los Estados Uni-dos en las economías de estos países,pero especialmente en Colombia,Ecuador, Guatemala, Honduras yMéxico.

Se calcula que las remesas norte-americanas en el continente superanlos 60.000 millones dólares; unacantidad nada desdeñable que va másallá del desinterés creciente por par-te de la actual administración nortea-mericana por América Latina.

Fruto de este estado de cosas, elreciente viaje del presidente nortea-mericano, Barack Obama, fue decep-

cionante, ya que ni siquiera se hablóde los tratados de libre comercio, co-mo el de Colombia, que sigue pen-diente, o del notable deficit demo-crático que padecen muchos paísesde la región, como la Venezuela cha-vista.

!Unasur. Voluntad deacción politica ynecesidad de un

mundo globalizado

En cualquier caso, con el nacimien-to de Unasur, que ahora preside lacolombiana María Emma Mejía, elcontinente volvió a mostrar quebusca vías e iniciativas autonómas alas auspiciadas por Washington enel pasado y que intenta diferenciar-se en el camino hacia la plena inte-gración de los Estados Unidos.

El problema reside en que lapercepción política en este procesoes radicalmente distinta entre losque se alinean claramente en el blo-que “bolivariano”, como los paísesde la Alba, y los que están en unasposiciones de centro moderado eincluso izquierda no bolivariana,como podría ser el caso de Brasil.

La division en dos bloques políticosclaros no facilita las cosas.

Luego está el asunto de Brasil,que emerge como la gran potenciacontinental y desbalancea todas lasiniciativas en marcha, pues aunquetiene su punto de mira puesto enalianzas regionales que fortalezcansus relaciones comerciales tambiéntiene una política exterior autonó-ma bastante alejada de la “mucha-chada bolivariana”. Ya ha estableci-do sólidas alianzas con Francia pa-ra hacer acopio de armas, mientrasmantiene un buen nivel en sus rela-ciones con los Estados Unidos yotros potencias occidentales. En suafán por convertirse en una granpotencia que sea el actor fundamen-tal de cualquier futura alianza o ini-ciativa regional verdaderamenteprotagonista, Brasil prefiere mante-ner su plena autonomía en políticaexterior y ejercer como potenciamilitar, motivo que explica su ace-lerado y reciente rearme.

Como conclusión final, hay queseñalar que los países del continen-te son más conscientes que nuncade la necesidad de integrarse y coo-perar en temas como el comercio,la economía y su acción exterior enun mundo globalizado y cada vezmás complejo, donde Asia emergecomo el nuevo polo con una inten-sidad y un peso, sobre todo econó-mico, indiscutible.

Sin embargo, la division políticano ayuda a la necesaria convergen-cia y todavía falta una mayor con-creción en proyectos como Unasur,la propia Comunidad Andina o unMercosur restringido sólo al ConoSur de América Latina junto a Bra-sil. El proyecto está en marcha, pe-ro todavía necesita el rodaje sufi-ciente y definir hasta dónde sequiere llegar.

La voluntad política de los diri-gentes del continente será vital paraafianzar este proceso. !




éctor Helí Rojas es, asus 56 años, uno de loslíderes liberales de Co-lombia más popularesy conocidos, habiendo

sido casi todo en su país: representan-te en la Cámara, senador, precandida-to presidencial y ahora parlamentarioandino por elección popular. Jurista deprofesión y notable orador, Helí Rojasse nos muestra en esta entrevista comoun notable conocedor de los proble-mas y desafíos que representa paraAmérica Latina el proceso de integra-ción política y económica en marcha.

¿Qué es el Parlamento Andino?El Parlamento Andino es uno de losórganos del sistema andino de integra-ción, un proyecto que nace con elAcuerdo de Cartagena en 1969. Des-pués se llamó el Pacto Andino y luegose le fue dando forma a una serie deórganos, como el Consejo Presiden-cial Andino, el Consejo Andino deCancilleres, la Corporación Andina deFomento, la Universidad Simón Bolí-var y un órgano de deliberación y con-

trol de los otros órganos que es el Par-lamento Andino. Este foro está com-puesto por cinco representantes de ca-da país (Bolivia, Colombia, Ecuador yPerú).

¿Cómo está, en estos momentos, elproceso de integración de América La-tina? ¿no cree que la dispersión entantos proyectos no facilita las cosas?Desde luego hay varios procesos deintegración en marcha, pero las condi-ciones son muy diferentes a las de ha-

ce muchos años. El más integral es elproceso de integración de la Comuni-dad Andina, en donde participan Co-lombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia yPerú, que crearon este sistema. Desa-fortunadamente, Venezuela abandonóeste proyecto hace cinco años y Chile,por ejemplo, actúa como miembroasociado y nos acompaña permanen-temente, aunque no es miembro for-malmente de pleno derecho. El pro-yecto andino de integración es un granacuerdo económico, desde luego, ycomercial, pero también social y talvez eso es lo que le distingue de otrosproyectos de integración regional, co-mo Unasur, que es un proyecto esen-cialmente económico, al igual que laAlba que inspira Venezuela y que esun proyecto meramente político. Sinembargo, quiero destacar que Unasurnace de las propuestas concretas quese hacen desde el Parlamento Andinoy Mercosur porque, en definitiva, to-dos esos caminos tendrán algún díaque concluir en un gran proceso de in-tegración latinoamericana. Nosotros,de hecho, desde el Parlamento Andino

H

Héctor Helí Rojas, diputado yvicipresidente del Parlamento Andino

“El único modelo de integraciónes la Comunidad Andina”

Ricardo Angoso



trabajamos e interactuamos con el Par-lamento Centroamericano (Parlacen)y también con otras instituciones re-gionales.

¿No fue un duro golpe la marcha de Ve-nezuela de las instituciones andinas?Desde luego que para la ComunidadAndina, y especialmente para Colom-bia, la salida de Venezuela fue grave.Colombia exportaba numerosos pro-ductos a Venezuela, en un monto totalen exportaciones que superaba los7.000 millones de dólares, mientrasque ahora no llegamos siquiera a los1.600 millones; eso revela el golpe quesignificó para la economía de Colom-bia la ruptura de esos vínculos. Sin em-bargo, hay que destacar que Venezuelaalegó unas razones muy profundas ybastante aceptables para justificar susalida: Colombia y Perú estaban desa-tendiendo sus compromisos adquiridossobre la integración regional y comen-zaron a actuar buscando la bilateraliza-ción en sus relaciones comerciales conlos Estados Unidos, es decir, tratandode establecer Tratados de Libre Co-mercio (TLC) con ese país. Y lo hicie-ron sin actuar ni negociar en conjuntocon la Comunidad Andina. Esa fue laprincipal razón por la que se salió Ve-nezuela y que dio pasos después parala creación de la Alba, que es un pro-ceso de integración bastante ideologi-zado y politizado. Colombia, entonces,vio con cierta reserva ese proceso yporque el país no está, desde luego, enla línea del “Socialismo del SigloXXI”.

¿Cómo examina la nueva relación en-tre Colombia y Venezuela tras la recon-ciliación auspiciada por el presidenteSantos, que incluso ha llegado a deno-minar a Chávez como su “nuevo mejoramigo”?Es positivo que Santos haya variado supolítica exterior, que antes estuvo muycentrada en una relación muy especialcon los Estados Unidos y muy mala

con nuestros vecinos, como Ecuador yVenezuela. Hoy Santos recompone lasrelaciones con los vecinos, estrecha re-laciones con Europa y Asia y tiene unapresencia activa en los foros regiona-les, como Unasur. A Colombia le aca-ban de otorgar la Secretaría General deUnasur. Yo creo que el momento esmuy positivo y bueno para Colombia,avanza en la escena internacional y re-compone sus maltrechas relacionescon el exterior. Sin embargo, el asuntode Venezuela es para analizar con másprofundidad, pues su economía atra-viesa un momento delicado y su aban-dono de la Comunidad Andina le harábuscar reemplazos en sus relaciones.Las normas sobre aranceles, marcas ypatentes, informaciones industriales deVenezuela, a grosso modo, quizá aca-

ben sustentadas, en sus relaciones eco-nómicas, sobre un tratado comercialentre ambos países. El comercio conVenezuela está muy dañado y no hayconfianza en los exportadores colom-bianos, que ahora buscan otros merca-dos porque todavía no han cobrado loque se les adeuda por lo que exporta-ron en su momento. Esa relación tar-dará mucho tiempo en recomponersetotalmente y que vuelva a su nivel an-terior.

Lo que sí se percibe en el continenteuna clara división ideológica, inclusoen la Comunidad Andina. ¿Cree que es-tos dos bloques ideológicos, uno másbien de izquierda chavista y otro de

corte liberal, se consolidarán en elcontinente?Sí, y eso me preocupa. El presidenteSantos ha cambiado la cara de las rela-ciones internacionales para Colombia,pero como que se le apunta a todo;asiste a Unasur, dialoga con Mercosury finalmente habla con el presidente dePerú acerca de crear un “bloque del Pa-cífico”, en donde se integrarían los dospaíses con Chile y México. Sería unmodelo desarrollista y neoliberal, mi-rando más hacia Asia que hacia Amé-rica Latina, y tomando posición no só-lo frente a Venezuela, sino tambiénfrente a otros países como Argentina,Brasil, Bolivia, Ecuador y Uruguay. Yocreo que si esta política se consolidasesería especialmente grave para el pro-ceso de integración latinoamericana.Quizá lo que habría preguntarse es quépretenden los proyectos de integraciónen marcha y hacia dónde van, si sonconvergentes o divergentes. Precisa-mente, y esto lo quiero destacar, el úni-co modelo de integración económica ysocial es la Comunidad Andina. El otroasunto es que la potencia emergente esBrasil, que actúa como bisagra entrelos dos bloques identificables en Amé-rica Latina, es decir, Unasur y Merco-sur.

¿Cómo ve el proceso del Tratado de Li-bre Comercio (TLC) entre Colombia yEstados Unidos?Eso se está volviendo un tema de dig-nidad nacional. Nosotros aprobamos elTLC con Estados Unidos, pero quieroseñalar que en Colombia hay tambiénquien tiene sus prevenciones con res-pecto a este asunto, sobre todo en lo re-lativo a los alimentos y los medica-mentos, que podría subir de precio amerced de la acción de las grandestrasnacionales. Se teme a la desregula-ción de los mercados de estos produc-tos básicos y un auge indebido de losprecios que pueda afectar al común delos colombianos. Sin embargo, Co-lombia tiene que aceptar que el 34% de

Para la Comunidad Andina, y especialmente para Colombia, la salida de Venezuela de las instituciones andinas fue grave



sus exportaciones van a Estados Uni-dos y que este país es nuestro primersocio comercial. Ojala lo fueran Vene-zuela y Ecuador, pero no es así. Creoque el TLC, en definitiva, traerá bene-ficios al conjunto del país, pero golpe-ará en otros sectores y provocará algu-nos problemas. El libre comercio purono existe, pues siempre el fuerte acabaimponiendo sus condiciones, que mu-chas veces no son los Estados sino lasgrandes compañías multinacionales

que imponen a los países condicionesno siempre del todo ventajosas. Aquí,en Colombia, a diferencia de los Esta-dos Unidos, no existen subsidios paralos agricultores y podrían verse afecta-dos por el libre comercio. Luego otroproblema grave, como ya he dicho an-tes, son los medicamentos y es unasunto que no se puede obviar, puesquizá muchos de los sectores socialesmás desfavorecidos del país no podrí-an acceder, por su alto coste, a algunos

de los medicamentos que venden estasgrandes trasnacionales farmacéuticas.

¿El proyecto de la Unión Europea (UE)es el sueño al que aspiran en AméricaLatina?Sí, claro, nosotros examinamos con in-terés lo que fue el proyecto europeo.Sin embargo, no debemos olvidar quela UE ha tenido unas crisis profundas yvemos ahora con preocupación la gra-ve coyuntura económica que atravie-san países como España, Grecia, Irlan-da y Portugal. Nos preocupa que eseproceso atraviese esos problemas. Es-tamos muy interesados en que funcio-nen las instituciones de cooperaciónentre los dos continentes, como el Eu-rolab o las conferencias parlamentariasentre Europa y América Latina, puesnos mantiene informados acerca de loque ocurre y establece nuevas basespara la cooperación. También se cele-bran encuentros permanentes, y de ca-rácter anual, entre eurodiputados y par-lamentarios andinos y latinoamerica-nos en general. Nos retroalimentamose intercambiamos opiniones sobrenuestros respectivos procesos y la co-yuntura que atravesamos. También hayque tener en cuenta que este procesode integración tiene una evolución yunas vivencias muy distintas a lo queha sido el proceso de integración euro-peo; aunque tenemos raíces jurídicaseuropeas, en los temas económicos de-pendemos más de las doctrinas nortea-mericanas y lo que se llamó, en su mo-mento, el Consenso de Washington olas políticas neoliberales auspiciadaspor las administraciones de Reagan yBush en una buena parte de las déca-das de los ochenta y los noventa. Esonos marca una limitación muy gravede cara a posibilitar un proyecto idénti-co al que fue la UE, pero, sin embargo,en el tema de los derechos humanosestamos muy cerca del proyecto euro-peo y creemos que la integración con-tinental debe de partir de un respetohacia estos derechos fundamentales. !


ese a su juventud, laparlamentaria andinaLuisa del Río Saave-dra es una de las po-líticas colombianas

más conocidas y con una larga ca-rrera a sus espaldas. Mujer profe-sional y comprometida, esta perio-dista ha sido concejal de Bogotá yha trabajado para el Senado de supaís como asesora en temas y asun-tos sociales. Perteneciente al Parti-do de la U del presidente Santos,Del Río tiene, además, el honor dehaber sido una de las primeras mu-jeres de su país en ser elegida deforma directa como parlamentariaandina.

¿Cree realmente que este procesoandino, con las divisiones que hayen la región, tiene futuro?Yo creo que estamos en el momentoy en el tiempo para que las cosas serealicen. Cuarenta años de un siste-ma como la Comunidad Andina,que no ha dado los resultados y los

frutos esperados, tiene ahora ante síenormes posibilidades. Luego esta-ba que los representantes andinos,al menos en Colombia, no eran pordesignación democrática y carecíande legitimidad. Ahora, al haber sidoelegidos democráticamente, los par-lamentarios tienen que rendir cuen-tas y tienen una visibilidad que an-tes no tenían, ya que han sido elegi-dos por los ciudadanos. Nos puedenexigir los votantes y nosotros tene-mos que dar cuentas. La ComunidadAndina estaba desacreditada y notenía un peso específico, pero yo

creo que no era debido al Parlamen-to Andino porque no debemos olvi-dar que en este sistema de integra-ción confluyen varios órganos queson los que hacen posible que todoel proceso avance. El Parlamento esuna parte más en la estructura, perono se pueden achacar todos los ma-les. Luego, en el sentido general, yocreo que la Comunidad Andina esuna parte esencial para el desarrollode nuestros pueblos, sobre todo enlo que se refiere a la cooperacióneconómica. Los intercambios co-merciales son muy importantes en-tre nuestros países. Los europeostardaron sesenta años en construirtodo lo que han hecho; nosotros lle-vamos cuarenta años y todavía nohemos conseguido los resultados es-perados, pero esperamos que con eltiempo se superarán las diferenciasy el proceso se consolidará. Lo mis-mo puedo decir de Unasur y Merco-sur, que son procesos que se estánrodando y que con el tiempo mos-trarán su fortaleza. Además, hay


P

Luisa del Río Saavedra, diputada andinapor el oficialista Partido de la U

“Chávez quizá nuncaretorne al sistema andino”

Ricardo Angoso

El Parlamento Andino es una parte más en la estructura, pero no se le pueden achacar todos los males de Latinoamérica


cuestiones muy importantes, comolos migrantes que tenemos en esteimportante mercado y en el exterior;la Comunidad Andina quiere traba-jar por ello y crear un espacio de de-rechos. Hemos pasado en lo años 70de intercambios por valor de 170millones de dólares a 7.000 en esteaño, lo que constituye un avance ex-traordinario. Pero los avances notienen que ser sólo económicos, si-no en lo social, en lo educativo y enlo cultural. Somos una región muydiversa y tenemos muchas diferen-cias entre nosotros mismos, tene-mos que ser capaces de superarlas ytrabajar juntos en aras de la coope-

ración. Creo que son más los pro-blemas que tenemos, como la edu-cación de la que carecemos, la co-rrupción y otros retos, que debemosmostrar nuestra fortaleza trabajandojuntos y haciendo frente a todas es-tas cuestiones. Hay que trabajar porun sentido de comunidad andina,creo que estamos en el momento decooperar juntos por hacer frente aestos problemas y el momento dehacerlo es ahora mismo. Colombiaasume en junio la presidencia de laComunidad Andina y es un gran de-safío. Y estos proyectos en marcharequieren de voluntad política paraafrontarlos y liderarlos; quiero decir

que sin el apoyo de nuestra máximaautoridad, el Consejo PresidencialAndino, no se trabajará lo suficien-te para poner en marcha definitiva-mente el proyecto andino. El Parla-mento Andino, sin el apoyo de nues-tros máximos líderes y sin esa vo-luntad política decisiva, no podráhacer nada para avanzar definitiva-mente en la integración. Estamos enun buen momento porque el Parla-mento Andino va a liderar ese pro-ceso si hay voluntad política y, almismo tiempo, va a auditar los tra-bajos que se hagan y cómo se gastael presupuesto que tenemos sobre lamesa.



¿Ves voluntad política por parte depaíses como Bolivia y Ecuador portrabajar en la Comunidad Andina yen el proyecto de integración regio-nal?La apuesta de estos países ahora pa-sa más por Unasur, pero siguendentro del proyecto y tienen volun-tad por estar en el mismo trabajan-do con los demás socios. Siguendentro, es decir, participan dentrode la misma estructura y mientrasno se demuestre lo contrario estándentro del sistema andino de inte-gración a todos los efectos.

¿Y Venezuela? ¿Cree que seguirá almargen del proceso o retornará almismo?Venezuela es siempre una duda. Pa-rece ser que algunos en ese paísopinan que el país no es propiamen-te andino y pertenece más al áreadel Caribe y que preferiría verse in-tegrada en un proyecto más ampliolatinoamericano. También se diceque mientras Hugo Chávez esté enel poder, Venezuela no retornará alsistema andino porque sería darmarcha atrás y reconocer un errorpolítico. Se tomó una decisión erró-nea y no se quiere reconocer. Chá-vez quizá nunca retorne al sistemaandino. Sin echar marcha atrás enmi defensa de la gestión y herenciadel expresidente Álvaro Uribe, creoque la Colombia de Santos se en-cuentra en un excelente momentopara el desarrollo de unas buenasrelaciones internacionales, espe-cialmente con sus vecinos. Inclusoen el Parlamento Andino se ha cre-ado un buen momento para la coo-peración y para aparcar nuestras di-ferencias políticas, pese a que la iz-quierda dominaba la escena y teníamayoría. Nos estamos centrandomás en lo que nos une que en lo quenos divide y separa; ese es el aspec-to fundamental que muestra ahora

la Comunidad Andina. Tenemos lavoluntad política de llegar a acuer-dos y de mostrar que nuestra poten-cialidad debe ponerse al servicio dela comunidad y la cooperación re-gional. La integración es la clavepara avanzar en el camino hacia laconstrucción andina.

¿Cómo ves el reciente acercamien-to entre Colombia y Venezuela?¿cree que es algo transitorio o seconsolidará?Creo que Uribe y Chávez eran muydiferentes, muy apasionados y ve-

hementes. Y que eso imposibilitabamuchas veces el acercamiento y eldiálogo entre ambos. Yo creo que ladiplomacia y las relaciones interna-cionales deben estar basadas en elrespeto. Por ejemplo, yo no com-parto el estilo y la ideología políti-ca del presidente Chávez, pero nodebo perder de vista que eso es loque los venezolanos han elegido ydebo aceptarlo como es aunque nome guste. El Parlamento Andino nodebe entrar en el juego político e in-terferir en las políticas de los Esta-dos. Pero de la misma forma querespeto lo que ocurre en Venezuela,creo que el mismo respeto se mere-ce Colombia, sea del color políticoque sea el gobierno que tenga. Elrespeto es una clave dentro de la de-mocracia, pero también dentro delas relaciones internacionales.

Parece que existe una gran disper-sión en las iniciativas regionales.¿No cree que eso no beneficia ennada al proceso de integración re-gional?Esta disparidad de procesos mues-tra que hay una gran necesidad dellegar a un verdadero proceso de in-tegración. El mundo está cambian-do, emergen nuevos polos, comoAsia, y se necesitan nuevas herra-mientas para la verdadera integra-ción. Brasil, por ejemplo, se estáconvirtiendo en una gran potencia.Nosotros antes mirábamos muchohacia Estados Unidos, pero los nue-vos desafíos nos empujan hacia lanecesaria integración y la coopera-ción. Y Brasil será la próxima po-tencia de la región, pero tambiénnecesitará la integración, ¿jugarálimpio? Lo que apunta todo es a ungran bloque regional quizá lideradopor Unasur sin que desaparezcanotras iniciativas subregionales quejugarán algún papel, como la Co-munidad Andina. Creo que Merca-


La Colombia de Santos se encuentra en un excelente momento para el desarrollo de unas buenas relaciones internacionales


sur y la Comunidad Andina se com-plementarán con Unasur jugando elpapel de submercados regionales.

¿Podría ser la Unión Europea el mo-delo de integración ideal para Amé-rica Latina?Ese es uno de los problemas que te-nemos en América Latina, el de en-contrar nuestro verdadero modelode integración regional sin mirar-nos en otros. El modelo europeo esexcelente, funciona bien, pero no-sotros no somos europeos sino lati-noamericanos. Tenemos nuestraesencia, nuestra identidad. Nuestrosestándares son muy distintos a losde Europa, nuestros valores tienenque estar en relación con el modeloque nos queremos dar y buscar enesas fuentes el verdadero modelo deintegración que puede funcionar eneste zona del mundo.

¿No cree que, con todos estos paí-ses que están en otra órbita ideoló-gica, como la Venezuela de Chávez,será muy difícil avanzar en la inte-gración latinoamericana?Creo que sí, pues tristemente esoafectará a la integración de los pue-blos, que es lo que realmente quedaen un proceso de estas característi-cas. La integración no se ha logradoporque hemos intentado integrargobiernos muy diferentes, y esoafecta a la institucionalización de laintegración. Creo que estamos, noobstante, en el momento de llevar acabo el proceso, incluso uno en-cuentra buena disposición en go-biernos como el de Ecuador, endonde el presidente Rafael Correase muestra mucho más receptivo acolaborar con Colombia. Pero tam-bién Chávez ha cambiado y semuestra mucho más abierto a undiálogo con el presidente Santos, loque facilita mucho más las cosasentre ambos países y distiende a to-

da la región. Venezuela, creo, al re-tirarse del sistema andino dio unpaso hacia atrás y dañó al procesode integración andino.

¿Qué puede aportar Colombia a laintegración regional, qué ideas tie-ne en este proceso?Colombia es uno de los países conel marco jurídico más avanzado dela región, pues tenemos un sistemanormativo que rige casi todos nues-tros aspectos de la vida y creo quetécnicamente muy bien elaborado.Tenemos un concepto legislativo

moderno y riguroso que regula casitodos los aspectos, y creo que pue-de ser un modelo para nuestros ve-cinos; hay un importante capital in-telectual y político puesto al servi-cio del funcionamiento del Estado.Luego somos un país que tiene con-fianza inversionista en el mundo yal que están llegando en estos mo-mentos capitales extranjeros que in-

vierten en nuestra economía. Perúha logrado un importante papeltambién en este sentido y es un pa-ís líder, pero Colombia también seencuentra en esos líderes y brindagrandes posibilidades para la inver-sión por su confianza y seguridadesjurídica y política. Tenemos unasbuenas universidades, una cuadroeducativo moderno y adecuado…En definitiva, tenemos una gran ca-pacidad de liderazgo que puede ser-vir a nuestros vecinos como mode-lo y que nosotros queremos aportarcomo algo positivo en este procesode integración regional.

¿Cómo ve el momento político co-lombiano?Creo que Santos es un hombre quese preparó para ser presidente todala vida, es un estadista de primera.Un hombre muy capaz e inteligen-te, que está mostrando con su pro-yecto de la “unidad nacional” quepuede aglutinar a diversos sectorespolíticos y sociales para que traba-jen juntos por el bien del país y pa-ra resolver los problemas que loscolombianos tenemos. Creo que te-nía un proyecto y está mostrandoque tiene la capacidad para llevarloa cabo. Luego la naturaleza de lascoaliciones que sustentaban a Uribey a Santos son muy diferentes. Elnuevo presidente ha mostrado quepuede crear grandes coaliciones endonde trabajen diversos proyectospolíticos, mientras que el estilo deUribe era muy diferente y tenía otraforma de entender la política. Creoque Uribe fue un gran presidente,pero Santos ha continuado con mu-chas de sus líneas políticas pero conotro estilo. El país sigue la senda deUribe con otras formas y vías dis-tintas, que son las de Santos, y con-tinúan consolidando políticas exito-sas, sobre todo en lo que se refierea la seguridad ciudadana. !



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