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Una de las cosas que hace que destaquen los genios es la capacidad que tienen para aún teniendo una firma personal no hacer una obra sea algo clónico. En ese sentido este director va a tener que afinar mucho. Recuerdo un libro de Umberto Eco, "Seis paseos por los bosques narrativos", donde se alababa la creación de la tensión en la obra literaria. Poniendo ejemplos de esta cuestión recalcaba la escena de "Conspiración de silencio" la maravillosa película dirigida por John Sturges. Spencer Tracy da una paliza con su único brazo al malvado, eso después de haber aguantado una serie de ofensas y de humillaciones sin rechistar. Se convierte en una especie de paroxismo, un momento que el espectador disfruta porque lleva toda la película acumulando la tensión. La catarsis se produce de manera inevitable. El protegido es todo lo contrario, cada plano de la película es presentado como si se tratara de un momento cumbre, tantos momentos álgidos hacen que la película sea plana. Como si nos encontráramos en una meseta, eso sí. El amigo Willis sobreactúa más que de costumbre, o por lo menos se le nota más, lo que es achacable a este querer mostrarnos tanta y tanta trascendencia. Elijah, clave de la película, nos es presentado justo después del accidente de tren, curiosamente de niño, sin que medie un flashback decente, lo que se convierte en una chapuza de montaje. Independientemente de todo esto y como opinión personal creo que este tipo de películas necesitan algo de sentido del humor, que brilla por su ausencia y, por supuesto, algo más de acción, que para eso es una película de superhéroes. Lancaster

El Protegido

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Critica de cine

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Page 1: El Protegido

Una de las cosas que hace que destaquen los genios es la capacidad que tienen para aún teniendo una firma personal no hacer una obra sea algo clónico. En ese sentido este director va a tener que afinar mucho. Recuerdo un libro de Umberto Eco, "Seis paseos por los bosques narrativos", donde se alababa la creación de la tensión en la obra literaria. Poniendo ejemplos de esta cuestión recalcaba la escena de "Conspiración de silencio" la maravillosa película dirigida por John Sturges. Spencer Tracy da una paliza con su único brazo al malvado, eso después de haber aguantado una serie de ofensas y de humillaciones sin rechistar. Se convierte en una especie de paroxismo, un momento que el espectador disfruta porque lleva toda la película acumulando la tensión. La catarsis se produce de manera inevitable. El protegido es todo lo contrario, cada plano de la película es presentado como si se tratara de un momento cumbre, tantos momentos álgidos hacen que la película sea plana. Como si nos encontráramos en una meseta, eso sí. El amigo Willis sobreactúa más que de costumbre, o por lo menos se le nota más, lo que es achacable a este querer mostrarnos tanta y tanta trascendencia. Elijah, clave de la película, nos es presentado justo después del accidente de tren, curiosamente de niño, sin que medie un flashback decente, lo que se convierte en una chapuza de montaje. Independientemente de todo esto y como opinión personal creo que este tipo de películas necesitan algo de sentido del humor, que brilla por su ausencia y, por supuesto, algo más de acción, que para eso es una película de superhéroes. Lancaster