6
EL REGIONALISMO SONORENSE Por: Armando Hopkins Durazo Los sonorenses tenemos fama de ser extremadamente regionalistas y se nos acusa con frecuencia y a veces con mucha razón de cometer actos no solo descorteses sino ofensivos con visitantes y gentes de otras latitudes. ¿Qué tan real es ese regionalismo y por qué existe? ¿Cuáles son sus orígenes y por qué se manifiesta tan crudamente? Las repuestas a estas interrogantes podrían dar lugar a todo un estudio de orden histórico-sociológico-psicológico, sumamente interesante, pero este pequeño trabajo no pretende llegar a esas alturas sino solo apuntar algunos aspectos de orden histórico que quizás podrían servir para estudios más serios. El regionalismo del sonorense es absolutamente cierto y se manifiesta en miles de formas no solo desagradables y ofensivas sino también constructivas y edificantes. Quizás el regionalismo del sonorense esté más acendrado y se muestre con mayor crudeza que el de otros estados de la República, pero la verdad es que en los habitantes de todas las entidades se puede apreciar un cierto grado de regionalismo. Por lo que respecta al regionalismo sonorense yo creo que empezó a manifestarse desde la época colonial, cuando debido a la tremenda distancia que nos separaba del centro del virreinato se descuidaban los asuntos políticos y militares de la administración española en la provincia forzando a que sus habitantes se acostumbraran a resolver los problemas por su propia cuenta. Ejemplos de esta situación los tenemos durante el período colonial con la explotación minera en Sonora, que a diferencia de lo que sucedía en el territorio del centro del virreinato

El Regionalismo Sonorense

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Historia sobre la identidad de los pobladores de Sonora y las marcadas diferencias con el resto del paías.

Citation preview

Page 1: El Regionalismo Sonorense

EL REGIONALISMO SONORENSE

Por: Armando Hopkins Durazo

Los sonorenses tenemos fama de ser extremadamente regionalistas

y se nos acusa con frecuencia y a veces con mucha razón de

cometer actos no solo descorteses sino ofensivos con visitantes

y gentes de otras latitudes. ¿Qué tan real es ese regionalismo

y por qué existe? ¿Cuáles son sus orígenes y por qué se

manifiesta tan crudamente?

Las repuestas a estas interrogantes podrían dar lugar a todo un

estudio de orden histórico-sociológico-psicológico, sumamente

interesante, pero este pequeño trabajo no pretende llegar a

esas alturas sino solo apuntar algunos aspectos de orden

histórico que quizás podrían servir para estudios más serios.

El regionalismo del sonorense es absolutamente cierto y se

manifiesta en miles de formas no solo desagradables y ofensivas

sino también constructivas y edificantes. Quizás el

regionalismo del sonorense esté más acendrado y se muestre con

mayor crudeza que el de otros estados de la República, pero la

verdad es que en los habitantes de todas las entidades se puede

apreciar un cierto grado de regionalismo.

Por lo que respecta al regionalismo sonorense yo creo que

empezó a manifestarse desde la época colonial, cuando debido a

la tremenda distancia que nos separaba del centro del

virreinato se descuidaban los asuntos políticos y militares de

la administración española en la provincia forzando a que sus

habitantes se acostumbraran a resolver los problemas por su

propia cuenta.

Ejemplos de esta situación los tenemos durante el período

colonial con la explotación minera en Sonora, que a diferencia

de lo que sucedía en el territorio del centro del virreinato

Page 2: El Regionalismo Sonorense

donde ésta constituía una operación apoyada militar y

moralmente por la Corona, aquí dependía primordialmente y casi

en absoluto de la audacia y tenacidad del empresario minero y

el trabajo libre y remunerado de los indígenas.

Después del período colonial, las luchas por definir las

diversas corrientes políticas, étnicas a ideológicas en el

capital del México independiente hicieron aún más agudo el

olvido de la provincia.

El historiador norteamericano, Stuart F. Voss dice que uno de

los legados más importantes que recibió la América Latina de la

época colonial fue precisamente el regionalismo y apunta, entre

las causas más importantes que lo generaron las siguientes: a)

El colapso de la sociedad de conquista a fines del siglo XVI,

b) La falta de dirección en el gobierno de la corona española

después del siglo XVI y la erosión continua de su autoridad, c)

Las barreras naturales aislacionistas de la geografía

latinoamericana, d) Las distintas mezclas de los elementos

raciales, y, e) En muchos casos una contracción económica.

Todo esto, - dice Voss,- contribuyó a la creación de diversas

sociedades regionales con diferentes experiencias históricas al

través de toda la América Española y es la explicación de por

qué surgieron la gran cantidad de pequeñas naciones al lograrse

la independencia.

Durante la colonia las sociedades regionalistas pudieron

coexistir con el imperio porque los unía el respeto y lealtad a

la corona, pero al venirse la independencia y al substituirse

las fuerzas imperiales por estructuras de gobierno que

pretendían dar forma a las naciones-estado, muchas fracasaron

teniendo que dividirse en pequeños países, cada uno de ellos

correspondiente a una sociedad regional que existió durante la

colonia.

Page 3: El Regionalismo Sonorense

Así nacieron las repúblicas centroamericanas y las de Ecuador,

Paraguay y Uruguay. Otras, como Argentina, Perú, Colombia y

Venezuela se dividieron en pequeños grupos que perdieron mucho

tiempo tratando de identificar y conciliar los intereses de las

sociedades regionales con los de interés nacional.

No obstante que en nuestro país existían las diversas

sociedades regionales, erigidas como consecuencia de las mismas

causas que señala Voss, fue México el único país de la América

española que al consumarse la independencia conservó los mismos

límites geográficos que tenía durante la época colonial; ya que

Guatemala era prácticamente autónoma del gobierno virreinal.

Y esto sucedía cuando por razón de su inmenso territorio eran

mucho más fuertes los efectos divisionarios y separatistas de

las sociedades regionales, especialmente los de las localizadas

en la periferia. Por eso se perdió Texas y aunadas a otras

circunstancias forzosas también California, Nuevo México y

estuvo muy cerca de suceder con Yucatán.

La sociedad colonial de la Nueva España no tenía puntos de

identificación, no existían entre las diversas sociedades

regionales los mismos planes y propósitos, no los ligaba nada

en común, solo se identificaban en su lealtad a la Corona y era

lo único que les mantenía artificialmente unidas; cuando el

imperio cayó se creó un vacío de poder.

En el caso de Sonora se repiten las mismas causas señaladas por

Voss, pero inciden con mucha fuerza las últimas tres y se

agregan aún otras muy importantes.

En primer lugar, la Sierra Madre era y es hasta la fecha una

tremenda barrera natural que mantenía a Sonora y a todas las

entidades del noroeste muy alejadas del centro. Cualquier acto

de autoridad que se generaba en el virreinato y después, en el

México independiente, difícilmente se ejecutaba fielmente en

Page 4: El Regionalismo Sonorense

una provincia tan distante del lugar de donde emanaba. Por esa

razón, quienquiera que jefaturara la sociedad regional tenía

muy fuertes bases de autonomía y libertad de acción. Por eso

surgieron los hombres fuertes tan frecuentes en Sonora en el

siglo XIX.

En segundo lugar, es también de gran importancia en el caso de

Sonora la diferente mezcla de elementos raciales que se dio en

estas tierras. Por una parte los indígenas sonorenses eran muy

diferentes en muchos aspectos los que encontraron los españoles

en Mesoamérica, por la otra, la integración étnica de los

mismos para formar la nueva raza fue también más intensa.

Además, a fines del siglo XVIII llegaron a Sonora muchas

familias españolas atraídas por las reformas instituidas por el

gobierno de la casa borbónica que ofrecía también

características raciales diferentes a la mayoría de los

españoles que habitaba el centro pues provenían del norte y

oriente de la península. Estas eran las familias que ya ricas y

fuertes, se disputaron durante mucho tiempo el predominio de su

autoridad en Sonora.

En el caso de la sociedad regional de Sonora incide también la

última causa apuntada por Voss, la contracción económica.

Durante la guerra de independencia, - que en nada afecto a

Sonora en el aspecto militar -, se cancelaron abruptamente las

posibilidades de desarrollo que habían abierto las medidas

borbónicas, teniendo un gran efecto en la sociedad sonorense.

Los precios de herramientas, utensilios y materiales que se

utilizaban en la explotación minera, por ese entonces principal

sostén de la economía sonorense, se fueron para arriba debido a

la escasez que se originó cuando ocasionado por la guerra se

cortaron las líneas de abastecimiento desde el centro. Muchas

minas tuvieron que suspender sus operaciones y se suscitó un

Page 5: El Regionalismo Sonorense

problema grave de desempleo y miseria en la clase trabajadora.

Los productores agrícolas y ganaderos que tenían dificultades

para encontrar mercados fueron gravados con impuestos

especiales de la Corona para financiar la guerra y al término

de misma se encontraban en serias dificultades económicas. El

comercio que abastecía la demanda de las operaciones mineras,

agrícolas y ganaderas se vio grandemente afectado al

suspenderse muchas de las compras y al cortar también su

principal fuente de abastecimiento que era la metrópoli

virreinal.

A todas estas causas señaladas por el historiador

norteamericano como elementos importantes para hacer surgir en

el noroeste de México una sociedad desligada del centro habría

de agregar otras muy importantes, entre ellas, el aspecto

religioso.

Es bien conocida la fuerza que durante la época de la Colonia

adquirió, política y económicamente el clero, pero esta fuerza

en el norte del País nunca tuvo la magnitud alcanzada en los

núcleos urbanos del centro, México, Puebla, Guadalajara,

Valladolid, etc. y ello se debió principalmente a que el clero,

en una gran parte del territorio mexicano, - la antigua

provincia de la Nueva Vizcaya,- estaba representado y ejercía

su influencia al través de las misiones jesuitas que no estaban

tan íntimamente ligadas al clero político, ni a la autoridad

virreinal.

Después de la expulsión de los jesuitas y al arribo de

franciscanos y el clero secular no se logró nunca substituir la

influencia eclesiástica local perdida con los jesuitas y

durante la guerra de independencia no se crearon los problemas

en que se vieron inmersas las sociedades del centro del País.

Sonora pues, en este aspecto, el religioso, quedó también muy

desligada del centro y con una práctica religiosa mucho menos

comprometida con el clero político.

Page 6: El Regionalismo Sonorense

Todos estos factores influyeron en una a otra forma para ir

formando en los sonorenses una mentalidad regionalista que

después conocería y gustaría de la ambición sajona que tan

cercana tenemos al norte y adoptaría el pragmatismo y la

afición al trabajo que le permite satisfacerla. Factor que,

aunado a los anteriores, ayuda a crear en los sonorenses una

mentalidad regionalista que en ocasiones de expresa

equivocadamente, pero que en momentos de prueba ha sabido

responderle la nación. Los episodios guerreros de Guaymas,

Caborca, Ures, etc. son ejemplos de mexicanidad y de

regionalismo al servicio de la Patria.