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9 Universidad Nacional de Trujillo Oficina General de Extensión y Proyección Social Ernesto Zierer Entre valores y antivalores Trujillo Perú 2004

El rescate de valores – una compleja tarea

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Universidad Nacional de Trujillo Oficina General de Extensión y Proyección Social

Ernesto Zierer

Entre valores y antivalores

Trujillo – Perú

2004

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Ernesto Zierer, graduado de la Universidad de Heidelberg,

Alemania (1952), es profesor emérito de la Universidad

Nacional de Trujillo, a cuya docencia ingresó como contratado

en 1957, y como profesor ordinario, por concurso de méritos y

oposición, en 1963.

Hecho el Depósito Legal, Ley N° 26905

N° 13010120004 -1529

ISBN: 9972-9839-3-5

Copyright: Ernesto Zierer

Universidad Nacional de Trujillo

Trujillo – Perú

2004

Printed in Peru

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1

Acerca de la efectividad de los sistemas

de valores

Se acentúan los amenazantes problemas del mundo,

tales como la destrucción del medio ambiente, la

explosión demográfica y las crisis económicas en el

Tercer Mundo, los conflictos interétnicos, la delincuencia

en todas modalidades, la desintegración de las familias,

etc. Se plantea la interrogante de por qué la sociedad no

logra resolver estos problemas, o, por lo menos, reducir

su magnitud.

La crisis de la sociedad está vinculada a la

problemática de los valores (Zierer 2003, 7-22). Es cada

vez más difícil formar valores en una persona. Las

escalas de valores se desplazan, los sistemas de valores

se desmoronan, apareciendo antivalores y falsos valores,

que velozmente se imponen y propagan.

A continuación, trataremos de dilucidar algunos

aspectos de este fenómeno.

1. La formación de valores: un análisis en un primer

nivel

En principio, toda persona, en la realidad en la cual se

desenvuelve, discierne y aprecia ciertos fenómenos

como bienes al otorgarles importancia en la organización

de su vida, en su convivencia con otros miembros de la

sociedad, etc., y al estar dispuesta a hacer un sacrificio

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por alcanzarlos. Estos bienes representan valores para la

persona. Los valores se presentan aquí como el

resultado de valoraciones acerca de tales o cuales bienes

desde algún punto de vista (moral, estético, económico,

etc.).

Los valores tienen pesos (importancia o intensidad)

diferentes, que se manifiestan en la magnitud del

esfuerzo o sacrificio que una persona está dispuesta a

realizar por alcanzarlos, preservarlos o defenderlos. Los

valores pueden jerarquizarse.

Si bien esta concepción subjetiva acepta la relatividad

del valorar, no obstante, no implica necesariamente que

el valorar sea un acto meramente arbitrario,

independiente de los conocimientos y experiencias, de la

razón, del sentido común, y de fundamentaciones

consistentes (Weinberger 1989, 315).

Un bien se erige en un valor para una persona y

adquiere vigencia para ella cuando ésta lo internaliza, es

decir, lo acepta como orientador a su esfuerzo por

ubicarse a sí misma en una adecuada relación de orden

con su medio ambiente natural y social dentro de su

cultura. En teoría, internalizar el valor implica

practicarlo, es decir, conducirse efectivamente en

armonía con la(s) norma(s) que emane(n) de él, lo cual,

evidentemente redundará en beneficio de la formación

cultural y moral del individuo.

Este proceso se articula en los tres dominios

cognoscitivo, afectivo y volitivo o accional mediante las

siguientes competencias del hombre, entendidas como

variables:

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(1) Competencia cognoscitiva: Capacidad intelectual del

hombre para discernir un bien como valor en el

sentido arriba señalado;

(2) Competencia vivencial: Facultad del hombre para

experimentar una vivencia positiva ante un bien

discernido como valor; y

(3) Competencia volitiva: Fuerza de voluntad del hombre

para actuar en concordancia con el contenido del

valor.

El grafo que aparece como Fig. 1 ilustra, en un primer

nivel de análisis, el proceso de la formación de valores

en el individuo según nuestra concepción, y permite

apreciar que las competencias cognoscitiva, vivencial y

volitiva influyen en este proceso.

Como las tres competencias varían cualitativa y

cuantitativa de un individuo a individuo, todo proceso de

formación de valores es singular, como tampoco existen

dos caracteres iguales.

El análisis en este primer nivel parece ser relativamente

sencillo. Se refiere a un proceso que funciona mediante

relaciones causales simples. Así, saber discernir un

fenómeno como un bien, experimentar vivencias, y tener

fuerza de voluntad conducen con una alta probabilidad a

la internalización de un valor, con tal que se excluyan

otras variables, es decir, variables que podríamos llamar

intercurrentes.

La variabilidad de las tres competencias de un

individuo a otro, arriba señaladas, tiene implicancias para

la educación en valores, particularmente en el dominio

vivencial, donde se presenta el problema de que no es

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posible generar “ad libitum” situaciones vivenciales que

conduzcan a la aceptación de un bien como valor.

2. La formación en valores: su análisis en un segundo

nivel

El esquema anteriormente presentado, dilucida en un

primer nivel de análisis, la formación de valores sobre la

base de una relación causal simple, como proceso lineal

(Huber 1996, 12). Sin embargo, dicha esquema limitado

ya que no considera que el ser humano funciona como

un sistema dinámico abierto en interacción con su medio

ambiente natural y social en base al principio de

retroalimentación. El hombre resulta involucrado en

complejos entretejimientos multicausales, que, en la

teoría del caos, se denominan sistemas no lineales

(Meier 1991, 22-24), a diferencia de los sistemas lineales,

que funcionan sobre la base de relaciones causales

simples.

A través del análisis en un segundo nivel, interesa

comprender por qué el impacto (intensidad del efecto) de

la práctica e internalización de los valores (positivos) en

el contexto social no guarda una relación lineal con el

peso de las tres competencias - cognoscitiva, afectiva y

volitiva - necesarias para la formación de valores en el

individuo; es decir, interesa dilucidar el carácter no lineal

de este proceso.

La sociedad se desarrolla a base de una creciente

diferenciación estructural, emergiendo nuevos sistemas

en interacción no lineal, gracias al principio de la

autopoiesis o auto-organización (Maturana & Varela

1997). El hombre resulta involucrado en relaciones

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funcionales cada vez más complejas y numerosas

(Luhmann & de Goergi 1993), en la que también le es

cada vez más difícil actuar y reaccionar adecuadamente,

y, al mismo tiempo, con la celeridad necesaria (Zierer

2003, 53-64).

El hombre está inmerso en un “sistema global” cuyo

alto grado de complejidad se debe precisamente al hecho

de que está constituido por un complejo abierto de

sistemas y fenómenos dinámicos tales como los

siguientes: diferentes ramas de la administración pública,

grupos de interés, fuerzas económicas, sistemas de

comunicación, medios de comunicación masiva, sistema

bancario, sistema educativo, sistema de seguridad social,

organizaciones políticas, comunidades religiosas,

proyectos de desarrollo, mercado laboral, sistema de

salud, clubes sociales, conflictos sociales, conflictos

interétnicos, variaciones coyunturales de la economía,

desastres naturales, contaminación ambiental, estructuras

de dominio delincuenciales, espíritu dominante de la

época, etc.

Estos sistemas desarrollan su propia dinámica y están

interconectados mediante un intrincado entretejimiento

que ya no se puede explicar mediante estructuras

causales simples, sino sólo a partir de un enfoque no

lineal.

Estar inmerso en un “sistema global” de tamaña

complejidad, significa para el hombre en situaciones de

supervivencia difíciles, por no decir caóticas, con

múltiples incertidumbres, que, a su vez, generan

desconfianza del hombre hacia la sociedad, y que le

constriñen a buscar y adoptar estrategias y patrones de

conducta contrarios a la práctica de valores.

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En este contexto, surgen comportamientos que

inicialmente pueden parecer caóticos, pero que después

se manifiestan como determinísticos, es decir, no como

aleatorios, sino que más bien reflejan rasgos del carácter

del hombre que han de interpretarse como resultantes de

su interacción con el “sistema global” arriba señalado.

Estos rasgos tienen tendencia a desarrollarse hacia un

punto fijo, que en la teoría del caos se llama “atractor”

(Huber 1996, 15-21). En nuestro contexto, el atractor lo

constituye la “adaptación” del individuo a su contexto

social mediato e inmediato. Este proceso se estudia en la

psicología social y la caracterología, con resultados de

importancia para la educación social.

En lo que atañe a la formación en valores, podemos

resumir que es, por tanto, un proceso que transcurre con

singularidad en cada individuo debido a la interacción de

éste con el contexto social a través de relaciones no

lineales.

3. Efectividad de los sistemas de valores

Los valores pueden jerarquizarse según el peso o

intensidad que tengan en una cultura dada, y también

según la perduración de su vigencia, con el fin de

conformar escalas de valores (Schröder 1978, 27). Éstas,

a su vez, en base a afinidades y relaciones entre ellas,

constituyen sistemas de valores (Zierer 2003, 9). Así, una

escala de valores de salud es afín a una escala de valores

de educación. Ambas escalas están en relación,

conforman un sistema abierto.

En un tercer nivel de análisis de la formación de

valores, prevalece un enfoque macroscópico; es decir,

interesa dilucidar la efectividad de los sistemas de

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valores en la sociedad, particularmente, si una

constelación favorable de los sistemas de valores en la

sociedad influye positivamente en la moral de ésta. Aquí

cabe preguntarse (1) si la efectividad de un sistema de

valores depende linealmente de los individuos portadores

de los respectivos valores o no; y (2), si el

desenvolvimiento moral de la sociedad depende

linealmente de la efectividad de todos los sistemas de

valor o no. A ambos interrogantes tenemos que responder

negativamente como sigue:

El resultado “colectivo” de la efectividad de un sistema

de valores se debe a la interacción no lineal de sus

integrantes o portadores de valores; es decir, no es la

suma de las efectividades con que los individuos siguen

los sistemas de valores, lo cual confiere a esta situación

precisamente su carácter de compleja.

Por otro lado, los diferentes sistemas de valores

interaccionan con mayor o menor efectividad en base a

relaciones causales muy complejas, es decir, en base a

relaciones precisamente no lineales. Este proceso da

lugar a situaciones de caos determinístico en la sociedad,

con cambios que afectan a personas, instituciones,

economías, movimientos migratorios, administración

pública, las relaciones interculturales, la salud de la

población, etc., o generan la emergencia de nuevas

fuerzas como movimientos subversivos, religiosos y

morales, sistemas comunicativos irrestrictos y nuevo

ecosistemas computacionales omnipotentes, etc. y que

son de difícil pronóstico en cuanto a su naturaleza,

fuerza y rumbo que imprimirán al desarrollo de la

sociedad. En ello, también mecanismos sinergéticos

juegan un importante rol (Mainzer 19962, 280-281).

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Por otro lado, en la efectividad de los sistemas de

valores en la sociedad influye también el ritmo de su

interacción no lineal, determinado a su vez por los

tiempos propios correspondientes al desenvolvimiento

de cada uno de estos sistemas.

La efectividad de los sistemas de valores en la sociedad

representa, pues, un problema de mucha complejidad,

que, en última instancia, no está determinado por el mero

número de tales sistemas en vigencia en la sociedad, sino

por la interacción no lineal de éstos (Mainzer 19962,

273).

4. Educar en valores: una tarea difícil

Ante la trascendencia que la efectividad de los sistemas

de valores tiene en la sociedad para su desarrollo moral,

se impone el imperativo de educar en valores, es decir,

realizar acciones pedagógicas que conduzcan a la

formación de valores en un individuo. No cabe duda que

estamos ante una tarea difícil, no solamente por el alto

grado de complejidad del problema que representan la

efectividad de los sistemas de valores en la sociedad, y

por la dificultad inherente a la formación de valores en

el individuo, aspectos ya mencionada anteriormente, sino

también por ser pocas las experiencias pedagógicas

prácticas con las que se cuenta hasta ahora en esta

importante área de la Ciencia de la Educación.

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Referencias bibliográficas

(1) Huber, Andreas: Stichwort Chaosforschung, München:

Wilhelm Heyne Verlag, 1996.

(2) Luhmann, Niklas & R. de Goergi: Teoría de la Sociedad,

México D.F.: Universidad de Guadalajara, 1993.

(3) Maturana, Humberto R. & Francisco J. VRELA: Der

Baum der Erkenntnis: Die biologischen Wurzeln des

menschlichen Erkennens, Bern & München: Scherz

Verlag, 1984.

(4) Mainzer, Klaus: Thinking in Complexities – The

Complex Dynamics of Matter, Mind, and Mankind, New

York – Berlin – Heidelberg: Springer Verlag, 19962.

(5) Meier, Klaus: “Nichtlinearität – die Brücke zur Natur”,

en: Klaus Meier & Karl-Heinz Strech (Eds.):

Tohuwabohu – Chaos und Schöpfung, Berlin: Aufbau

Taschenbuch Verlag, 1991.

(6) Schröder, Hartwig: Wertorientierter Unterricht, München:

Ehrenwirth Verlag, 1978.

(7) Weinberger. Ota: Rechtslogik, Berlin: Duncker &

Humblot. 1989.

(8) Zierer, Ernesto: La pedagogía del buen ejemplo, Trujillo:

Universidad Nacional de Trujillo, 2003.

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2

El problema de la responsabilidad*)

El término responsabilidad, si bien sigue usándose con

frecuencia en nuestro lenguaje, denota hoy un valor

cuya dimensión ética, en gran parte, ha perdido vigencia.

La irresponsabilidad, eludir responsabilidades, etc. son

actualmente fenómenos que causan actos corruptivos en

muchas modalidades. Es oportuno analizar este

concepto con el fin de comprender mejor la importancia

de su rescate como valor en beneficio de nuestra

sociedad.

1. Algunos aspectos generales de la responsabilidad

Con el término responsabilidad se designa un

concepto en el cual se distinguen las siguientes

dimensiones (Ropohl 1994, 109-120):

(1) Titular de la responsabilidad: “¿Quién responde?”

El titular de la responsabilidad puede ser una persona

natural, una persona jurídica, un grupo de personas

solidariamente, incluso la sociedad.

(2) Acción o también omisión de una acción: “¿Qué

acción genera la responsabilidad?”

(3) Consecuencias de la acción: “¿Cuáles son las

consecuencias previsibles y no previsibles de la

acción o de su omisión que generan

responsabilidad?” Las consecuencias pueden ser

materiales, morales, intelectuales.

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(4) Criterio prescriptivo: “¿En qué norma se basa la

responsabilidad?” La norma puede ser jurídica, ética

o bien un valor.

(5) Instancia: “¿Ante qué instancia(s) responde el actor

de las de su acto?” Tales instancias pueden ser Dios,

la conciencia (“voz interior”) de uno, la ley, personas

naturales investidas de autoridad formal o que

representan una autoridad moral, órganos colegiados,

personas allegadas (parientes, compañeros de trabajo,

amigos, etc.), la sociedad, la naturaleza etc..

(6) Tiempo: “¿La responsabilidad se genera antes o

después de la acción?”

(7) Modalidad: “¿La responsabilidad se genera de modo

activo o pasivo?”

(8) Sentido o conciencia de la responsabilidad: “¿El

titular de la responsabilidad la discierne

(cognoscitivamente), la siente (vivencialmente), y la

asume de facto como valor moral?” Aquí cabe

señalar que el sentido de la responsabilidad, por

constituir un valor, no puede enseñarse sino que se

desarrolla en los dominios cognoscitivo, vivencial y

accional (Zierer 2003, 12-13).

Las dimensiones de la responsabilidad son relevantes

precisamente al establecerse responsabilidades con

respecto a una acción criticada.

Las responsabilidades pueden clasificarse como sigue

(Jonas 1984, 174-179):

(1) La responsabilidad impuesta desde fuera,

particularmente en el marco del Derecho. El actor

tiene que responder de su acto en el marco del

Derecho Civil, para que se repare el daño causado a

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otros (responsabilidad civil), o en el marco del

Derecho Penal), para que se restablezca el orden

moral en la sociedad ((responsabilidad penal).

(2) La responsabilidad asumida desde dentro, a partir de

un sentido o conciencia de la responsabilidad, de un

sentido del deber.

(3) La responsabilidad creada por la naturaleza como en

el caso (único) de la responsabilidad paternal (en

situaciones normales), que es independiente de

cualquier consentimiento previo, no instituida

socialmente, e irrevocable y global.

(4) La responsabilidad contractual, especificada en

cuanto a ámbito, contenido, tiempo, etc., revocable,

una variante de la responsabilidad civil.

La responsabilidad asumida (como acto de libre

albedrío) y la responsabilidad impuesta no son

necesariamente incluyentes ni excluyentes. Por ejemplo,

si en un sufragio general, le toca a un ciudadano ser

Presidente de Mesa, tiene que aceptar esta

responsabilidad aunque no le guste. En este caso, la

responsabilidad impuesta desde fuera no incluye una

responsabilidad asumida desde adentro. Por otro lado, si

en un desorden público, una persona, por sus cualidades

de líder, acepta el rol de policía sin serlo, restableciendo

el orden, esta persona ha asumido una responsabilidad

desde dentro, que no supone ninguna responsabilidad

impuesta desde fuera.

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2. Crítica y responsabilidad

Cuando se critica la acción de una persona, surgen, por

lo general, dos interrogantes conexos:

(1) ¿El autor de la acción criticada fue responsable?

(2) ¿Qué explicaciones (justificaciones o excusas) ofrece

la persona con respecto a la acción criticada?

Estos interrogantes tienen las siguientes implicancias:

(1) La crítica procede siempre que al actor le haya

correspondido asumir la responsabilidad.

(2) La crítica no procede o debe ser menos severa en la

medida en que el actor pueda justificar debidamente

su acción.

Estos interrogantes plantean dos problemas

fundamentales:

(1) ¿Bajo qué condiciones se puede considerar a una

persona responsable de su actuar o de su no actuar en

determinada situación?

(2) ¿Qué razones - “explicaciones” – pueden eximir al

actor de su responsabilidad y eventuales sanciones?

En este sentido, las explicaciones que el actor ofrece,

persiguen legitimar la acción criticada, o, por lo menos,

reducir el peso de la crítica.

Las explicaciones tienen motivaciones diferentes:

evitar sanciones, restablecer la credibilidad, mantener

relaciones sociales, etc.

Las explicaciones ofrecidas por el actor implican

interpretaciones que no necesariamente coinciden con

las del crítico, pero que influyen en la aceptación de las

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explicaciones como excusas y en la formulación del

juicio acerca de las responsabilidades en cada caso.

3. Formulación de juicios acerca de responsabilidades

La formulación de un juicio sobre la responsabilidad en

una determinada situación representa un proceso

interpretativo, inmerso en un contexto social, y en el cual

se consideran los siguientes aspectos:

Causalidad – Pueden concurrir una serie de causas,

desde una causa contingencial hasta causas que

implican también la responsabilidad representativa,

que es aquélla que resulta de las expectativas

específicas de los roles sociales.

Libertad de decisión - El actor, ¿habría podido actuar de otra manera?

Intencionalidad - El actor, ¿tuvo la intención de realizar la acción criticada?

Previsibilidad de las consecuencias de la acción - El

actor, ¿habría podido prever las consecuencias de su

acción si hubiera examinado la situación con cuidado?

Discernimiento y conciencia por parte del actor acerca de las implicancias morales de la acción criticada.

En el juicio acerca de la responsabilidad en una

determinada situación, estas variables se ponderan según

los diferentes factores que las determinan, y que

frecuentemente están fuera del control del actor, de modo

que puede darse el caso de que concurran una serie de

circunstancias atenuantes de la responsabilidad.

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4. Resistencia a la responsabilidad

La resistencia a asumir la responsabilidad en una

acción criticada se manifiesta, por lo general, en las

excusas que el actor ofrece. Al respecto se pueden

distinguir varias situaciones:

El actor acepta que la acción pueda ser criticada, y

también acepta el juicio negativo acerca de la misma,

pero niega la responsabilidad.

El actor niega la intencionalidad de la acción: “No lo había previsto (el posible daño causado por la

acción).”

El actor niega la voluntad de hacer la acción: “No he querido hacerlo.”

El actor niega la autoría de la acción: “Yo no lo

hecho.”

El actor apela a circunstancias atenuantes: “No sólo dependió de mí.”

En otras situaciones, el actor acepta la responsabilidad

de la acción, pero impugna la criticabilidad de la acción

y el juicio negativo acerca de ella, alegando

justificaciones tales como las siguientes (Keller 1996):

Se minimiza las consecuencias de la ación: “No fue para tanto.”

La acción se presenta como una represalia: “(El

perjudicado) no merece otro trato.”

El actor hace una comparación con respecto a otros:

“Otros han hecho lo mismo.”

El actor se apoya en órdenes emanadas de autoridades superiores: “Me lo han ordenado.”

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El actor invoca su autorrealización: “Era necesario

para mí hacerlo.”

Se alegan consideraciones utilitaristas: “El beneficio es mayor que el daño.”

Se invocan valores: “Ha sido necesario de acuerdo a mis convicciones.”

El actor invoca la necesidad de salvaguardar su

imagen.

El autor alega circunstancias especiales: “Al hacerlo, pude prevenir un daño mayor.”

Otra estrategia utilizada para no asumir la

responsabilidad es impugnar el derecho de la otra

persona a criticar.

Las excusas juegan un papel importante en el contexto

social. Intersubjetivamente, tienen la función de evitar

sanciones, y de asegurarse una imagen positiva ante

otros. Intrasubjetivamente, sirven para mantener una

autoimagen positiva como sujeto responsable y

competente.

En los actos delictivos y en la vida cotidiana, excusas,

tales como “infancia difícil”, “olvido”, “enfermedad”,

etc., son más aceptables que las justificaciones.

Las defensas funcionan también en la autocrítica. Por

ejemplo, el alumno se excusa del bajo rendimiento en un

examen, alegando que “no se sentía muy bien ese día”, o

que “este examen no era muy importante”.

No querer prestar ayuda en el caso de una extrema

emergencia puede significar el rehusar indebidamente

una responsabilidad: “No fue mi responsabilidad hacer

algo”. De ahí que la sociedad rechace esta excusa.

Con el fin de rehusar (indebidamente) la

responsabilidad, para justificar el no actuar en una caso

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de emergencia, el actor puede emplear la estrategia de

redefinir la situación de la víctima, cuestionando la

situación de emergencia de la víctima o la posibilidad

real de ayudarle, e incluso responsabilizando, íntegra o

parcialmente, a la misma víctima del daño sufrido como

lo simboliza la frase “Fue una imprudencia de él (o

ella)”..

5. Las responsabilidades asumidas como deber

en una sociedad de crisis

La responsabilidad impuesta desde fuera es una

responsabilidad formal. Desde fuera se hace responsable

al actor de la acción que se critica. La responsabilidad

formal gana en efectividad cuando el actor asume

también la correspondiente responsabilidad desde dentro,

lo cual depende, precisamente, de su competencia para

discernirla y vivirla.

Ahora bien: En un primer nivel, el ser humano no sólo

tiene que aceptar múltiples responsabilidades formales

en el contexto de una sociedad cada vez más compleja,

sino que también asume numerosas responsabilidades

desde dentro como actos de deber.

En un segundo nivel, la misma sociedad asume

responsabilidades no formales o desde dentro, por

ejemplo, cuando se organiza para realizar acciones de

voluntariado en beneficio de miembros necesitados de la

sociedad, o en defensa del medio ambiente.

.La responsabilidad desde dentro, que no va unida

necesariamente a una responsabilidad formal, se

caracteriza por un sentido del deber. Mas ante el hecho

de que la sociedad va desarrollándose hacia una

creciente diferenciación funcional (Luhmann & De

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Georgi 1993), donde se multiplican y también se

diversifican las responsabilidades notablemente, resulta

cada vez más difícil que los miembros de la sociedad,

inmersos precisamente en estos procesos de creciente

diferenciación, las disciernan y sepan asumir la carga

emocional que conlleva el cumplir adecuadamente con

los deberes inherentes a las responsabilidades, cada vez

más numerosas, que les toca asumir en este contexto.

Esta realidad, evidentemente, es un problema que, en

gran parte, explica no sólo el creciente número de

“irresponsabilidades”, o sea, de comportamientos

moralmente cuestionables en torno de nosotros, sino

también el por qué existen tantas situaciones confusas sin

resolver debido a que las responsabilidades

correspondientes no encuentran titulares.

Existen una serie de responsabilidades morales básicas

que no son asumidas cabalmente por muchos miembros

de la sociedad, lo cual, es precisamente, una de las causas

de su crisis. He aquí algunas, que al mismo tiempo

muestran la diversidad de estas responsabilidades,

diversidad de la que se puede inferir a su vez la

complejidad del panorama global al respecto:

Responsabilidad en la transmisión de la vida.

Emancipación auténtica de la mujer y defensa de su dignidad frente a su degradación en la publicidad

erotizada.

Rescate del sentido del ahorro ante el creciente consumismo.

Defensa de la dignidad del trabajo manual.

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Exigencia de seguir una pedagogía del buen ejemplo,

particularmente en las altas esferas de la

administración pública.

Mayor cuidado de la salud física y mental del hombre inmerso e una realidad que ecológicamente se vuelve

cada vez más problemático para él.

Formación de una conciencia y actitudes ecológicas en defensa del medio ambiente..

Toma de iniciativas para defender la paz social.

Apoyo a la educación social e intercultural.

Promoción de la ética profesional.

Mantenimiento actualizado del ordenamiento jurídico

del país.

Llegar de la seguridad social a los estratos sociales más bajos.

Rescate del hábito de la lectura.

Rescate de la educación musical.

Diversificación del deporte.

Responsabilidad transgeneracional.

Responsabilidad en el desarrollo de la ciencia y tecnología para el bien de la humanidad.

Lucha contra los “efectos secundarios” de los

diferentes procesos de globalización.

Defensa del tiempo intrasubjetivo del hombre (contra el creciente tiempo intersubjetivo o social).

Logro de un mayor aporte de los medios de comunicación masiva al desarrollo del país, y una

mayor vigencia de la ética periodística.

Ayuda al hombre a saber usar conocimientos y

destrezas para poder reaccionar con celeridad y

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acierto a los estímulos que recibe de un medio

ambiente incesantemente cambiante.

Logro de una mayor integración familiar para

combatir las influencias desintegradoras sobre la

familia.

Reacción positiva al crecimiento del número de los adultos mayores.

Ayuda al hombre a adquirir una visión del futuro en que necesariamente tendrá que convivir con

indeterminaciones e inseguridades.

Prevención de las restricciones que sobre el

desenvolvimiento de las cualidades del hombre y su

compromiso como ente social puede tener su

interacción con la inteligencia artificial, de modo

que la inteligencia artificial se limite a su función de

herramienta y el hombre no resulte ser sojuzgado ni

adicto a ella.

Logro que en los procesos comunicativos el uso de los recursos expresivos verbales obedezca a los

criterios de la ética y estética del lenguaje.

Logro de una mayor vigencia del principio de “igualdad de oportunidades”.

Compatibilización y coordinación de los modelos de

desarrollo de diferente procedencia (educativa,

político-ideológica, económica, etc.) para un desarrollo integral del país.

Formación de líderes con visión humanista que

ocupen los puestos claves de la sociedad.

Estimula, en el hombre, de la reflexión sobre lo trascendental para que acepte que en la vida no todos

los problemas puedan explicarse en términos de las

ciencias exactas ni resolverse mediante la tecnología,

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y que no todo lo que la tecnología puede hacer, es

también lícito de hacerlo.

El hombre es un ente social, sabe que la sociedad lo

ha convertido en tal ente, y también debe reconocer su

deuda para con ella, como lo formula Goethe: “Was man

ist, das blieb man andern schuldig.” (“Lo que uno es, se

lo debe adeudar a los demás”.) Esta deuda debe generar

en el hombre la responsabilidad el compromiso de, por lo

menos, ponerse en una adecuada relación de orden con la

sociedad.

6. La responsabilidad del docente universitario

En la Universidad, el docente ocupa una posición

singular (1) debido a su misión de forjar profesionales

académicos como sustento del progreso de la sociedad,

(2) dada su superioridad frente a los estudiantes por su

condición de profesional e investigador y su experiencia

institucional, y (3) por su compromiso como servidor del

Estado dentro de un régimen legal, que respeta la

autonomía universitaria como garantía para la libertad de

cátedra. sui generis (Zierer 1992).

De esta posición singular se deriva para el docente un

mayor grado de responsabilidad hacia la Institución.

Cuando el docente pierde la conciencia de esta

responsabilidad o deja de evidenciarla en su quehacer

universitario, se producen frustraciones en los

estudiantes, con el riesgo de que sus naturales

inquietudes y fuerzas morales se desvíen hacia fines o

métodos de lucha que no son propios de la universidad.

Es oportuno citar aquí al pensador peruano José Carlos

Mariátegui, quien manifestara lo siguiente:

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“La crisis (universitaria) es estructural, espiritual e

ideológica. La crisis no se reduce a que existen maestros

malos. Consiste, principalmente, en que faltan

verdaderos maestros. Hay en la universidad algunos

maestros que dictan sagaz y cumplidamente sus cursos.

Pero no hay un solo ejemplar de maestro de la juventud.

No hay un solo tipo de conductor, directriz, de líder y de

apóstol…Faltan maestros, faltan ideas.” (Mariátegui

1970, 81).

Los auténticos maestros universitarios siempre se han

distinguido por su sentido de responsabilidad ante los

estudiantes. Es oportuno recordar las bellas palabras con

que Federico Schiller define su responsabilidad ante los

estudiantes como profesor de Filosofía de la Historia en

su clase inaugural en la Universidad de Jena (Alemania)

con el títulos Qué significa la Historia Universal y con

qué fin se la estudia”: “Es para mí un placer y un honor, señores, el compromiso

de recorrer, al lado de Uds., un campo que brinda tan

diversos contenidos de enseñanza a quien lo contempla

pensativo, tan magníficos ejemplos de imitación al hombre de

acción, tan importantes revelaciones al filósofo, y tan ricas

fuentes del placer más noble a cualquiera sin distinción: el

amplio campo de la historia universal.

El ver aquí tantos jóvenes brillantes reunidos a mi alrededor

por el noble deseo del saber, transforma mi deber en un

placer, pero me hace sentir asimismo el rigor y la

trascendencia de esta tarea en toda su amplitud.

Cuanto más valioso sea lo que yo tenga que ofrecerles - ¡Y

qué bien de mayor valor tiene el hombre para ofrecer al

hombre que la verdad! –tanto más debo cuidarme de que este

valor no sufra menoscabo entre mis manos. Pues, mientras

con mayor pureza y vivacidad conciba vuestro espíritu en esta

etapa, la más feliz de su vida, y cuanto más rápidamente se

Page 26: El rescate de valores – una compleja tarea

34

enardezcan sus sentimientos juveniles, mayor habrá de ser la

exigencia para mí, de evitar que este entusiasmo, que sólo la

verdad tiene el derecho de despertar, se disipe indignamente

en el engaño y la decepción…” (Schiller 1789).

En la historia contemporánea encontramos también

casos en que el sentido de responsabilidad, inherente a la

condición de maestro universitario demanda el sacrificio

máximo. Así, en la Universidad de Munich, puede verse

una placa que recuerda a los hermanos Hans y Sophie

Scholl y a otros estudiantes, así como a Kurt Huber,

profesor de filosofía y psicología, quien imbuyó de

fuerza moral a estos jóvenes estudiantes cuando,

agrupados bajo la denominación de “Rosa blanca”,

luchaban contra el régimen nazi durante la Segunda

Guerra Mundial, no con medios violentos sino con las

armas que le son propias a la Universidad: la inteligencia

y la moral, invocando las ideas de los grandes humanistas

Schiller y Goethe en sus volantes.

EL profesor Huber supo cumplir con su responsabilidad

de maestro al salir públicamente en defensa de sus

alumnos y compartir con ellos la muerte en la guillotina

(1943) (Drobisch 1968).

Page 27: El rescate de valores – una compleja tarea

35

Referencias bibliográficas

(1) Drobisch, Klaus: Wir schwiegen nicht! Eine

Dokumentaion über den antifaschistischen Kampf

Münchener Studenten 1942/43, Berlin: Union Verlag,

1968.

(2) Jonas, Hans: Das Prinzip der Verantwortung – Versuch

einer Ethik für die technologisache Zivilisation, Frankfurt

a. M.: Suhrkamp Taschenbuch, Insel-Verlag, 1979.

(3) Keller, M.: “Rechtfertigungen. Zur Enwicklung

praktischer Erklärungen”, en: W. Edelstein & J. Habermas

(Jrsg.): Soziale Interaktion und soziales Verstehen,

Frenkfurt a.M., 1984.

(4) Keller, M.: “Verantwortung und Verantwortungsabwehr”,

en: Zeitschrift für Pädagogik 1, 1996.

(5) Mariátegui, José Carlos: Temas de educación, Lima,

Empresora Amauta, 1970.

(6) Popohl,G.: “Das Risiko im Prinzip Verantwortung”, en:

Ethik und Sozialwissenschaften 5, 1994.

(7) Schiller, Friedrich: “Was ist und zu welchem Ende

studiert man Universalgeschichte”, en: Deutscher Merkur,

1789.- Versión española por: Carolina Wu de Zierer y

Ernesto Zierer: “Qué es y con qué fin se estudia la

Historia Universal”, Trujillo: UNT, 1980.

(8) Zierer, Ernesto: Responsabilidad del docente en la crisis

de la Universidad, en: Suplemento Dominical del diario El

Comercio Lima, Perú), 12-12-92.

(9) Zierer, Ernesto: La pedagogía del buen ejemplo, Trujillo:

Universidad Nacional de Trujillo, 2003.

______

.*) Trabajo basado en el XXVI Seminario Interdisciplinario

conducido por el autor sobre “El problema de la

responsabilidad”, Trujillo: UNT, 01-03/09/03.

Page 28: El rescate de valores – una compleja tarea

36

Page 29: El rescate de valores – una compleja tarea

37

3

Los antivalores en la Universidad

Una serie de problemas de la sociedad son hoy materia

de creciente preocupación (Gil & Zierer 1998). No

hemos de ignorar que el desmoronamiento de las escalas

de valores, proceso acelerado por la “otra” globalización,

afectará también a las instituciones educativas,

particularmente a las universidades, cuya ética

institucional tiende a volverse cada vez más “elástica”, en

evidente perjuicio de una buena “cultura universitaria”.

1. Cultura universitaria

Con el término de cultura de la universidad o cultura

universitaria se designa hoy un conjunto de valores,

patrones de conducta, procedimientos y formas

(símbolos) que tienen vigencia en una universidad, y que

caracterizan el actuar de ls institución en el cumplimiento

de sus fines (Zierer 1999, 75)

La cultura universitaria se refleja en la interacción de

los tres estamentos de la institución: docentes,

estudiantes y trabajadores; en las múltiples formas de

interacción de la institución con su medio ambiente

social y natural; en la conducta de los miembros de los

tres estamentos dentro y fuera del claustro; en la

efectividad y eficacia del ordenamiento normativo de la

institución; en el ejercicio de su autonomía; en la

concepción que la Institución tiene con respecto a su

desarrollo; en la posición que la institución adopta frente

a los problemas del país; en la imagen que ofrece en

Page 30: El rescate de valores – una compleja tarea

38

cuanto a su infraestructura física y organizativa; y en su

firmeza a la hora de defender y rescatar los valores

morales, de combatir los antivalores y de

desenmascarar los pseudovalores.

Con el fin de conocer la cultura reinante en una

universidad, se deben explorar sus culturas sectoriales,

entendidas como aquellas culturas (parciales) que

caracterizan los diferentes ámbitos del desenvolvimiento

de la actividad de la universidad. Así, se pueden

distinguir culturas sectoriales con respecto a ámbitos

tales como gobierno y administración, ética institucional,

tradición e imagen, desenvolvimiento académico, etc.

(Zierer 1999, 76)

Las culturales sectoriales, por un lado, funcionan como

variables dependientes de una serie de factores, y por el

otro, están entretejidas; es decir, se influyen mutuamente,

dando lugar a una dinámica cuya resultado es

precisamente lo que entendemos por cultura

universitaria (global).

Las culturas sectoriales “ética institucional” y

“gobierno y administración” ocupan lugares claves en

esta estructura, por cuanto influyen en mayor grado sobre

la calidad de las demás culturas sectoriales.

2. El problema de los valores en el ámbito de la

ética institucional

El eje de la cultura universitaria es la ética

institucional. Por “ética institucional” ha de entenderse

la normatividad ética que la universidad discierne y

reconoce una normatividad ética en todos sus sectores y

niveles. Cuando la normatividad ética adquiere vigencia

en la práctica, se convertirá en “moral institucional”.

Page 31: El rescate de valores – una compleja tarea

39

Por “cultura de ética institucional” entenderemos

entonces (1) la aceptación de una normatividad ética por

parte de la institución para el desarrollo de sus acciones,

(2) la vigencia de esta ética en la vida institucional, y (3)

las acciones que la institución realiza para mantener su

vigencia.

Sin embargo, en la práctica, hay universidades en que

se constata un déficit en cuanto a la cultura de ética

institucional, lo cual se manifiesta en fenómenos como

los siguientes, y que, en el fondo, constituyen problemas

de valores:

Los mecanismos de control y supervisión,

reglamentariamente establecidos en los diferentes

sectores y niveles de la institución, no funcionan con

eficacia, produciéndose actos corruptivos de mayor o

menor gravedad.

Las decisiones que toman los órganos de gobierno y las autoridades de la institución no se ajustan a las

normas legales.

Las autoridades de la Universidad recurren a diferentes estrategias de manipulación (Zierer 1982).

En los procesos de reclutamiento y promoción del

personal docente y no docente no tienen vigencia

efectiva los principios de publicidad, legalidad,

veracidad, celeridad y eficacia.

En la institución, no se observan las normas legales relativas a las incompatibilidades laborales de los

docentes: por ejemplo, un docente en régimen laboral

de dedicación exclusiva a su institución, tiene

compromisos laborales remunerados en otras

entidades.

Page 32: El rescate de valores – una compleja tarea

40

La conducta de los miembros de la comunidad

universitaria no contribuye a crear una buena imagen

al interior y al exterior de la institución.

En la organización de los programas de postgrado, especialización y perfeccionamiento profesional

surgen tendencias “mercantilistas”.

Los docentes que trabajan en los “centros de producción de bienes y servicios” de la institución,

donde perciben ingresos adicionales a su sueldo, no

realizan con eficiencia sus diferentes tareas en la

ejecución de los programas de formación profesional.

Los procesos de adquisición de materiales y de

contratación de servicios accidentales no son

transparentes, no se desarrollan al marco de las

normas legales vigentes.

Las instancias encargadas de velar por la ética y moral institucional no funcionan con eficacia. La autocrítica

institucional no retroalimenta los procesos de decisión

en los diferentes niveles jerárquicos de la institución.

Las innovaciones que la institución realiza no responden a las necesidades académicas reales.

La interacción entre las autoridades y los demás

miembros de la comunidad universitaria no se basa en

la confianza y el respeto mutuo.

La institución no mantiene vivo el recuerdo de los docentes que en el pasado contribuyeron a acrecentar

su prestigio, es decir, la comunidad universitaria no

tiene conciencia histórica.

Los miembros de la comunidad universitaria no se identifican con la institución.

Tanto en la infraestructura de la institución como en el desenvolvimiento institucional, se notan

Page 33: El rescate de valores – una compleja tarea

41

incongruencias y manifestaciones de una falsa

imagen.

En la institución, no se practica la pedagogía del buen

ejemplo.

En el diseño y la ejecución de los currículos, no se da la debida importancia a la formación en ética

profesional.

En la investigación, no se cautela ni se promueve una práctica honesta que prevenga los plagios, la

falsificación de datos, la invención de resultados o

datos, las manipulaciones y omisiones intencionadas,

las imprecisiones y ambigüedades en la formulación

de conclusiones, la falta de transparencia en cuanto al

apoyo económico en los respectivos proyectos, etc.

(Deutsche Forschungsgemeinschaft 1998).

Las autoridades de la Universidad no apoyan la

publicación de los resultados de los proyectos de

investigación ejecutados por sus docentes.

En la administración del personal académico y no académico, se producen prácticas reñidas con la

moral, las buenas costumbres, la justicia y el respeto

que se debe a los docentes y trabajadores no docentes

de la institución.

Los conflictos internos de la institución no se tratan en el marco de la ética institucional.

Las autoridades de la Universidad no apoyan los esfuerzos e iniciativas de los docentes y estudiantes en

el rescate de valores y la defensa de la ética

institucional.

Page 34: El rescate de valores – una compleja tarea

42

No cabe duda que lograr y mantener una cultura

universitaria de calidad, constituye un importante

desafío para la Universidad en este siglo.

___________

Referencias bibliográficas

(1) Deutsche Forschungsgemeinschaft: Voschlaege zur

Sicherung guter wissenschaftlicher Praxis, Weinheim:

Wiley-VCH, 1998.

(2) Zierer, Ernesto: La autonomía universitaria y el riesgo de

la manipulación en la administración universitaria,

Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo, Instituto de

Administración Universitaria, mayo de 1982.

(3) Zierer, Ernesto: Cultura universitaria - ¿qué es?, en: Gil

Malca, Guillermo, Johanna Tresierra Reátegui & Ernesto

Zierer: Temas que nos inquietan y nos preocupan,

Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo. 1999, pp.75-

89.

.

_____________

Page 35: El rescate de valores – una compleja tarea

43

4

La manipulación como antivalor

La manipulación es un fenómeno en expansión. Se

produce hoy en la economía (publicidad comercial),

política (propaganda), en el mundo periodístico, en la

genética aplicada, en la terapia psíquica, y muchos otros

ámbitos. La manipulación funciona como antivalor

cuando implica la violación de normas éticas.

1. El concepto de manipulación

La manipulación se define como la influencia en la

conciencia y conducta de otra(s) persona(s) en beneficio

del que ejerce la influencia o en beneficio de terceros, sin

que la persona manipulada se dé cuenta.. Con respecto a

esta definición, conviene hacer los siguientes distingos

(von Rosenstiel, Molt & Rüttinger 1975, 179; Höffe

1996, 179-180; Zierer 1982, 19-21).

Manipulador.- Es quien trata de influir en la conducta

de otra persona en beneficio de sí mismo o en

beneficio de un tercero. Cabe notar lo siguiente:

(1) El manipulador puede o no ser identificado por la

persona manipulada.

(2) El manipulador puede no estar investida de

autoridad formal sobre la persona manipulada, lo

cual repercute en el efecto de la influencia (Zierer

1981).

Page 36: El rescate de valores – una compleja tarea

44

(3) El manipulador puede ejercer su influencia

directamente o a través de personas o instancias

intermedias.

(4) La manipulación puede realizarse en “equipo”,

es decir, un conjunto de personas ejercen la

influencia, e incluso pueden diseñar una estrategia

con este fin.

Persona manipulada.- Cabe notar que la

manipulación puede afectar a una sola persona pero

también a varias.

Aspecto intencional.- La persona influyente funciona como manipulador cuando tiene la intención de

influir en la conducta de la otra persona. Nótese que

puede haber también influencias no intencionadas.

Aspecto informacional.- El manipulador codifica la información en base a la cual él desea que decida el

receptor, que es quien decodifica la información.

Nótese que puede haber falta de coincidencia entre la

información codificada y la decodificada. En tal caso,

el efecto de la manipulación resultaría disminuido o

incluso reducido a cero.

Aspecto motivacional.- Frecuentemente, la influencia

se produce a través del dominio afectivo, donde el

manipulador logra crear una motivación adecuada

para que la persona manipulada se decida según el

deseo del manipulador. En otros casos, la incidencia

motivacional se refuerza cundo hay de por medio una

relación de dependencia.

Acto de decisión.- Se pueden dar las siguientes situaciones según que las persona manipulada:

(1) Crea que la información decodificada por ella es

la apropiada para decidir libremente y con acierto con

Page 37: El rescate de valores – una compleja tarea

45

respecto al problema planteado, aunque de hecho no lo

sea, o

(2) no crea que la información decodificada sea

apropiada, pero no obstante ello, acepta tomar una

decisión. En este caso, la persona manipulada se

percata de que es objeto de manipulación, que la

manipulación se produce con su anuencia.

2. Estrategias de manipulación

Para lograr su objetivo, el manipulador puede aplicar

estrategias de diferente índole (Zierer 1982, 24-27).

Hay un conjunto de estrategias que se diferencian

según las técnicas que el manipulador emplea en la

codificación de la información. Dichas técnicas

pueden ser las siguientes:

(1) El manipulador no codifica la información completa.

Omite información que es esencial para que su

receptor pueda tomar una decisión adecuada al caso.

(2) El manipulador codifica información distorsionada.

En lugar de la información auténtica que su receptor

necesita para tomar una decisión adecuada al caso,

proporciona información falsa.

(3) El manipulador combina las técnicas (1) y (2).

(4) El manipulador mezcla información relevante con

información no relevante, cuando para el receptor

puede ser difícil identificar la información necesaria

para tomar una decisión adecuada.

(5) El manipulador codifica toda la información

necesaria para un proceso de decisión. Sin embargo,

según el fin que persigue, recalca algunas partes y

Page 38: El rescate de valores – una compleja tarea

46

debilita otras, para lo cual emplea los

correspondientes recursos estilísticos.

Esta técnica es fácil de aplicar en la elaboración de

dictámenes, donde intervienen criterios subjetivos o

datos que el receptor no puede verificar antes de

decidirse. Mediante esta técnica el manipulador trata

que el receptor no logre decodificar la información

esencial y que, en consecuencia, la descarte

erróneamente como irrelevante para su acto de

decisión, resultando la decisión precisamente en el

sentido que el manipulador.

Esta técnica de manipulación se puede dar también

en la siguiente modalidad: se codifica correctamente

la información relevante en un texto, pero en una

sesión del organismo que debe decidir, quien preside

la sesión “interpreta” oralmente el texto,

enfatizando sus partes según la intención que

persigue. En tal situación, aumenta la probabilidad

de que los integrantes del gremio de decisión no

analicen críticamente la información escrita, y

resulten manipulados.

La manipulación a través del grupo es otra de las

estrategias a la que recurren los manipuladores. Una

de las características más importantes del

funcionamiento de un grupo social es que cada uno de

sus integrantes tiene que hacer concesiones al grupo y

asumir actitudes de cierto conformismo, a cambio de

la protección y la defensa de sus intereses que el grupo

le ofrece. En este sentido, el grupo debilita el yo del

miembro del grupo, absorbe sus potencialidades

sociales y restringe su libertad de acción.

Page 39: El rescate de valores – una compleja tarea

47

Esta situación favorece al manipulador,

particularmente cuando ejerce una autoridad formal (o

personal) en el grupo, presentando su propia opinión a

los miembros del grupo como si fuese la del grupo. El

manipulado no cuestiona la información (opinión)

porque tiene confianza en el grupo que le protege, o

porque no quiere entrar en conflicto con él, y termina

por decidirse según la intención del manipulador.

Aprovechar las circunstancias que rodean el proceso

de decisión es otra de las estrategias que se emplean

en la manipulación. Tales circunstancias pueden ser la

premura del tiempo, el cansancio de los integrantes del

organismo de decisión, la ausencia o el retiro de

algunos miembros de la respectiva reunión, etc. En la

práctica, esta estrategia funciona así: el manipulador

traslada el asunto por resolver hacia el final de la

reunión, cuando se puede esperar que la capacidad de

decodificación y de análisis crítico de la mayoría de

los miembros haya disminuido a causa del cansancio

o de otros factores circunstanciales.

También se produce manipulación dilatando el proceso decisorio. Esta estrategia consiste en dividir el

proceso en dos o más fases. En la primera fase, se

presenta la información relevante. Se deja transcurrir

cierto tiempo (días, semanas) para luego provocar la

toma de decisión en una segunda fase, o sea cuando ya

se haya diluido el resultado del análisis crítico de la

información relevante presentada en el primera fase.

En instituciones con una diversidad de estructuras jerárquicas se da el fenómeno de la manipulación

Page 40: El rescate de valores – una compleja tarea

48

indirecta. En este caso, el manipulador es manipulado,

a su vez, por otra persona o instancia, sin darse cuenta.

3. Factores que favorecen la manipulación

Hay una variedad de factores y circunstancias que

favorecen la manipulación en una organización con

estructura y funcionamiento complejos, y que se

desenvuelve con autonomía propia. Mencionamos los

siguientes (Zierer 1982, 28-29):

Las diversas relaciones jerárquicas en la

administración de la organización suelen producir

relaciones de dependencia personal, sobre todo

cuando entran en juego los intereses de miembros

individuales o de grupos dentro de la organización.

Tal constelación genera entonces una dinámica

institucional en la cual surge la manipulación cuando

hay pugnas por la satisfacción de los intereses

individuales o grupales.

En el éxito de la manipulación influyen variables tales como el dominio informacional del manipulador, sus

habilidades persuasivas, su motivación, su experiencia

en la administración, su carisma, su solvencia moral,

su dominio de las técnicas manipulatorias, etc.

Por otro lado, la manipulación tendrá éxito en la medida en que la persona a la cual vaya dirigida, se

encuentre en una situación de inferioridad con

respecto al manipulador en cuanto a dominio

informacional, experiencia administrativa, habilidades

intelectuales, etc. Además, influyen la urgencia con

que la persona manipulada espera que se satisfagan

sus intereses o necesidades, el grado de su

Page 41: El rescate de valores – una compleja tarea

49

dependencia personal respecto del manipulador, y su

solvencia moral.

El alto grado de complejidad de la estructura y del

funcionamiento de una organización, como podría ser,

por ejemplo, la Universidad, no sólo es favorable para

generar manipulaciones sino que también dificulta el

ponerlas al descubierto.

La manipulación como antivalor, practicada en una

organización lesiona la dignidad de sus miembros y

vulnera la ética institucional. Todos los miembros de la

organización están llamados por tanto, a combatirla.

__________

Referencias bibliográficas

(1) Höffe, Otfried: Lexikon der Ethik, München: C.H.

Beck’sche Verlagsbuchhandlung, 19975.

(2) Rosenstiel, Lutz von, Walter Molt & Bruno Rüttinger:

Organisationspsychologie, Stutttgart: W. Kohlhammer,

19752.

(3) Zierer, Ernesto: El principio de autoridad en la

Universidad, Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo,

Instituto de Administración Universitaria, N° 2, 1981

(setiembre).

(4) Zierer, Ernesto: La autonomía universitaria y el riesgo de

la manipulación en la administración universitaria,

Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo, Instituto de

Administración Universitaria, N° 4, 1982 (mayo).

____________

Page 42: El rescate de valores – una compleja tarea

50

Page 43: El rescate de valores – una compleja tarea

51

5

Autoridad y Desacato

En un sentido más general, se entiende por

“autoridad” la posibilidad que tiene una persona natural

o una institución – el titular de la autoridad -, para influir

directa o indirectamente, en virtud de una superioridad

específica, en las acciones de otra(s) persona(s).

.1. Modalidades de autoridad

En la sociedad, pueden distinguirse diferentes modalidades

de autoridad (Landwehrmann 1969, 269-280):

(1) La autoridad originaria: Se origina en la persona

que la posee, y en consecuencia, no puede privarse a la

persona de ella. . Se subclasifica como sigue:

(1.1) La autoridad originaria personal, que se

constituye sobre la base de determinadas cualidades

de la personalidad del titular de la autoridad, y que

se. subdiferencia, a su vez, como sigue:

(1.1.1) Autoridad (originaria) personal racional. Se

constituye este tipo de autoridad cuando su titular

ejerce una influencia positiva en su contexto social,

practicando y transmitiendo valores tales como el

sentido de responsabilidad, madurez, abnegación,

capacidad de análisis y síntesis, etc. En el lenguaje

común, se la designa también con la expresión

“autoridad moral”.

Page 44: El rescate de valores – una compleja tarea

52

(1.1.2) Autoridad (originaria) personal irracional,

que es el tipo de autoridad que surge cuando su

titular ejerce un poder sugestivo sobre otros.

(1.2) La autoridad (originaria) funcional, que se

constituye sobre la base de determinada habilidades o

destrezas, directamente evidenciadas en el titular; es

decir, sin que éstas tengan que ser acreditadas

formalmente. Se subdiferencia en:

(1.2.1) Autoridad (originaria) funcional técnica,

cuando las habilidades y destrezas evidenciadas se

refieren a determinada área técnica, y

(1.2.2) Autoridad (originaria) funcional organizativa,

que es la que se constituye en base a la experiencia e

interacción social del titular en alguna organización,

independientemente de competencias técnicas y del

cargo de alguna jerarquía formal que ocupe.

(2) La autoridad derivativa: Se constituye a partir del

reconocimiento formal de la influencia del titular,

efectuado por el representante legal del organismo

correspondiente, y se subclasifica en:

(2.1) La autoridad derivativa por delegación:: Esta

autoridad nace a partir de un acto formal mediante el

cual la autoridad es delegada al titular. Se

subdiferencia en:

(2.1.1) Autoridad (derivativa) delegativa por

representación, cuando el titular ejerce la autoridad

en virtud de la representación de alguna institución

que se la conferido, y

Page 45: El rescate de valores – una compleja tarea

53

(2.1.2) autoridad (derivativa) delegativa por

competencia, cuando el titular ejerce dicha

autoridad en virtud de determinadas competencias

específicas.

(2.2) La autoridad (derivativa) profesional: Esta

autoridad se fundamenta en las cualidades

profesionales del titular. Se subdiferencia en:

(2.2.1) autoridad (derivativa) profesional técnica, que

se le ha conferido al titular en base a sus cualidades

técnicas como profesional, y

(2.2.2) autoridad (derivativa) profesional organizativa,

que se fundamenta en las cualidades específicas para

organizar, administrar, etc. de un profesional en su

área profesional, a partir de una capacitación

especial formalmente acreditada.

2. Autoridad y desacato en la universidad

La Universidad como institución es un sistema social

con fines específicos. Su estructura y funcionamiento

pueden ser objeto de estudio de la Sociología de la

Organización. En este sentido se puede hablar de una

Sociología de la Universidad (Zierer 1980).

La Universidad como organización tiene una

composición heterogénea. Sus miembros son los

estamentos de docentes y estudiantes, y los trabajadores

no docentes.

Sobre el estamento de los docentes recae el mayor

peso de la responsabilidad institucional, por cuanto de

sus funciones de enseñanza e investigación se derivan

para los docentes la obligación de conducir y orientar a la

Page 46: El rescate de valores – una compleja tarea

54

institución, y también el derecho implícito de ejercer

autoridad sobre los estudiantes.

La complejidad de la estructura y funcionamiento de la

Universidad se refleja en la multiplicidad de

competencias y sistemas de jerarquías, operantes en la

institución, así como en la coexistencia de diferentes

modalidades de autoridad, lo cual da lugar que se

soslayen (y se desplacen) responsabilidades, se usurpen

funciones, se cometan abusos de autoridad, y se

produzcan otros fenómenos reñidos con la ética

institucional. La dinámica y ética con que se

desenvuelva la universidad en tal contexto, dependen de

cómo se ejerza en ella la autoridad delegada.

Frecuentemente, se esgrime el “principio de

autoridad” en la vida universitaria cuando, de manera

solapada, se tiene la intención de mantener estructuras de

dominación o de defender procedimientos éticamente

cuestionables. Se plantea la interrogante de si el ejercicio

de la autoridad delegada es legítimo cuando su titular

abusa de ella, traspasando no sólo una norma legal sino

también el correspondiente marco ético. Surge entonces

el problema del desacato a la autoridad.

Nuestra tesis es que el desacato a la autoridad

(delegada) no sólo es lícito sino incluso obligatorio sólo

si ésta se ejerce fuera del marco legal o ético,

atentando, además, contra la dignidad del docente. Esta

tesis se puede precisar en términos de la lógica deóntica

formal (Zierer 1980):

(1) x y E(x) ← o A(y)

En esta expresión, los símbolos utilizados tienen el

siguiente significado:

Page 47: El rescate de valores – una compleja tarea

55

x, y … “para todo titular de la autoridad, vale”

“para todo afectado por el ejercicio la

autoridad, vale”

(cuantificadores universales)

E …“ejercer la autoridad dentro del marco legal y

ético”

A … “acatar la autoridad”

(variables de predicado)

o … “es obligatorio” (operador deóntico)

…“sólo si … entonces” (constante o conectiva

lógica: implicación intensiva)

La fórmula se lee como sigue:

“Para todo titular x y todo y afectado por el ejercicio

de la autoridad vale lo siguiente: sólo si x la ejerce

dentro del marco legal y ético, y está obligada a

acatarla.”

En términos de la lógica predicativa, la fórmula

representa una implicación intensiva, cuya condición

necesaria aparece en el antecedente, lo cual se desprende

también de la correspondiente tabla de validez:

Caso E(x) A(y) E(x) o A(y)

I v v v

II v f v

III f v f

IV f f v

Page 48: El rescate de valores – una compleja tarea

56

En esta tabla, v simboliza “válido”, y f, “no válido”.

Los casos expresados en esta tabla deben interpretarse como

sigue:

I. La norma se cumple: El correspondiente valor de

validez es v (cuarta columna).

II. La norma se cumple, no se viola, aun cuando y no

acate la autoridad por razones de “fuerza mayor” (v.gr.

algún impedimento físico). Valor de validez: v.

III. No se cumple la condición necesaria enunciada en el

antecedente de la implicación. Se viola la norma. El

correspondiente valor de validez es f.

IV. La norma se cumple.

La inversión de la expresión (1) representa el llamado

“argumentum e contrario” (“argumentum a partir del

contrario”), y (2) corresponde precisamente a nuestra

tesis:

“Para todo titular x de autoridad, y para todo afectado

y por la autoridad vale lo siguiente: siempre que (cada

vez que) x no la ejerce dentro de un marco legal o ético,

y está obligado a no acatarla (= desacatarla).”

Como se trata de argumentar que el desacato ha de

producirse cada vez que, no se cumple la condición

necesaria enunciada en el antecedente, la tesis se

formulará como una implicación extensiva:

(2) x y E(x) o A(y)

En este expresión,

… “siempre (cada vez) que … entonces” (constante o conectiva lógica)

Page 49: El rescate de valores – una compleja tarea

57

… “no” (constante o conectiva lógica).

Con respecto a la negación debe notarse que ésta afecta

únicamente a las variables de predicado, pero no al

operador o (“es obligatorio”);pues la expresión

oA(y) significaría que el desacato a la autoridad no es obligatorio, es decir, quedaría a discreción de y, lo cual

cambiaría nuestra tesis.

La tabla de validez correspondiente a la expresión (2),

implicación extensiva, es la siguiente:

Caso E(x) A(y) E(x)A(y) E (x) oA(y)

I v v f f v

II v f f v v

III f v v f f

IV f f v v v

Caso I: La norma se cumple.

Caso II: La norma no se viola aun cuando y acate la

autoridad, pues razones de “fuerza mayor” le pueden

obligar a acatar la autoridad.

Caso III: Tratándose de una implicación extensiva, la

variable en el antecedente constituye una condición

suficiente, de modo que de asumir ésta el valor v, y la

variable contenida en el consecuente, el valor f, también

la implicación asume el valor f; es decir, la norma se

viola.

Caso IV: La norma se cumple.

Page 50: El rescate de valores – una compleja tarea

58

Para fundamentar la validez de nuestra tesis, se tendrá

que demostrar que la combinación de las dos expresiones

(1) y (2) como implicación extensiva, tiene validez

general, de modo que siempre asume el valor v,

cualquiera que fuera el valor de las variables (Klug 1966,

38-39).*)

La tesis correspondiente sería la siguiente:

“Para todo titular x, para todo afectado y por el

ejercicio de la autoridad, vale lo siguiente: Si la tesis

expresada en la forma (1) es válida, también será válida

su inversión en la forma (2).”

(3) x y (E(x)o A(y)) (E(x) oA(y))

En la última columna de la tabla de validez

correspondiente a esta implicación extensiva, siempre

aparecerá el valor v (válido), cualquiera que sean los

valores de validez que entrasen en las combinaciones

posibles, con lo que se habrá demostrado la validez

general de la expresión (3); es decir, el “argumentum e

contrario” es admisible, y por consiguiente, la validez de

nuestra tesis ha quedado fundamentada.

Con respecto a la obligatoriedad del desacato en

particular, podría alegarse que representa una exigencia

demasiado rigurosa, dado que puede producir una

colisión de deberes para el docente. Así, por ejemplo, su

deber como miembro de la Universidad, le obliga a

defender la ética institucional. Pero como padre de

familia, es responsable del mantenimiento de su familia,

que se pondría en riesgo cuando, a consecuencia de su

*)

Para el desarrollo detallado del procedimiento correspondiente en

términos de la lógica formal, véase: E. Zierer 1981, 8-10.

Page 51: El rescate de valores – una compleja tarea

59

actitud de desacato a la autoridad en la Universidad,

sufriera consecuencias de tipo económico.

Sin embargo, creemos que la obligatoriedad del

desacato debe mantenerse cuando la autoridad se ejerce

en forma ilegítima. Siendo la universidad una comunidad

democrática, todos sus miembros están obligados a

defender su ordenamiento jurídico y la dignidad de sus

docentes.

Es verdad que se presentan situaciones en las cuales es

difícil determinar si la autoridad se ejerce en forma

legítima o no. Mas en tales casos, puede recurrirse a

organismos de asesoramiento o técnicos dentro de la

Universidad, o sus instancias académicas, para que se

aclaren las dudas.

El acato a actos de autoridad ejercidos ilegítimamente,

o sea, fuera del correspondiente marco legal y ético,

frecuentemente tiene consecuencias que, a su vez,

implican la violación de otras normas legales,

propiciándose así la corrupción de la institución.

Desde luego, nuestra tesis referente al desacato a la

autoridad por delegación se impone en la medida en que

la solvencia moral de los docentes afectados por la

autoridad prime sobre las múltiples y complejas

relaciones de dependencias que existen en la universidad.

De ahí la necesidad de una legislación universitaria que

erija el ejercicio de la autoridad por delegación sobre la

base de la legitimidad.

Page 52: El rescate de valores – una compleja tarea

60

Referencias bibliográficas

(1) Klug, Ulrich.: Juristische Logik, Berlin-Heidelberg-New

York: Springer-Verlag, 1966.

(2) Landwehrmann, Friedrich: Autorität, en: Erwin Grochla

(Hrsgb.): Handwörterbuch der Organisation, Stuttgart:

Poeschel Verlag 1969.

(3) Zierer, Ernesto: “Sociología de la organización y

legislación universitaria”, en: Diario El Comercio (Lima),

05-11-80.

(4) Zierer, Ernesto: El principio de autoridad en la

Universidad, Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo,

Instituto de Administración Universitaria, No.2, 1981

(setiembre).

Page 53: El rescate de valores – una compleja tarea

61

6

El valor de la crítica universitaria*)

La expresión “crítica universitaria” es ambigua. Puede

significar la “crítica que ejerce la Universidad”, y

también la “crítica que se hace a la Universidad”.

En el presente estudio, nos ocuparemos de la “critica

universitaria” con el segundo significado arriba

señalado, particularmente aquella que los miembros de la

comunidad universitaria – docentes, estudiantes, y

trabajadores no docentes – hacen a los diversos aspectos

de la administración y vida de su Universidad.

1. Cultura universitaria: el marco contextual de la

crítica universitaria

Con los términos “cultura universitaria” o “cultura

de la universidad” se designa hoy un conjunto de

valores, patrones de conducta, procedimientos y formas

(símbolos) que tienen vigencia en una Universidad, y que

caracterizan, en múltiples aspectos, el actuar de la

institución en el cumplimiento de sus fines (Zierer 1999,

75-89).

El eje de la cultura universitaria es la ética institucional

(Zierer 199, 76-78). Este concepto denota aquí el que la

Universidad discierne una normatividad ética en todos

sus niveles y sectores. Cuando esta ética adquiere

vigencia en la práctica, se convierte en moral

institucional. Por cultura de ética institucional

entenderemos:

Page 54: El rescate de valores – una compleja tarea

62

La aceptación de una normatividad ética por la

Institución,

Su vigencia en la vida institucional, y

Las acciones que la Institución realiza para mantener su vigencia (Zierer 1999, 76).

Para conocer y evaluar la cultura de ética

institucional, interesa explorar, entre otros rubros, si la

autocrítica institucional - aquí denominada crítica

universitaria - funciona en la práctica (Zierer 1999, 78).

Por otro lado, el goce de autonomía implica para la

Universidad la obligación moral de velar porque este

privilegio se ejerza dentro del marco legal establecido y

de una cultura de ética institucional.

Este imperativo no ha de interpretarse como un

mandato de cuyo cumplimiento han de responder

únicamente los órganos de gobierno de la Institución,

sino que también compromete individualmente a cada

uno de los miembros de la comunidad universitaria, por

encima de la intrincada red de relaciones de dependencia

en la que suelen estar inmersos.

2. Legitimidad y necesidad de la crítica

universitaria

El docente universitario es “cuestionador” por

definición. El cuestionar es su actitud habitual cuando

investiga, y esta actitud debe inculcarla a sus alumnos

si pretende cumplir con su rol de maestro universitario.

La ética institucional demanda que esta actitud de

cuestionar del docente, alance también los aspectos

vulnerables de la vida institucional.

Page 55: El rescate de valores – una compleja tarea

63

No cabe duda que cuando el docente adopta una actitud

de permanente cuestionamiento de la vida institucional,

corre el riesgo de entrar en conflicto con el

“establishment” de la institución.

Para que el docente pueda hacer crítica que tenga

trascendencia, y pueda enfrentarse con éxito con el

“establishment” institucional, debe:

Haber desarrollado una actitud de identificación con

su institución más allá de una mera relación laboral,

en el sentido de sentirse responsable de su buen

desenvolvimiento.

No tener “vulnerabilidades”, que le impidan alzar su voz de crítica.

Tener valentía para manifestar su actitud crítica por encima de las múltiples relaciones de dependencia

dentro y fuera de la institución en la que está inmerso.

Tener la capacidad para formular la crítica

adecuadamente desde el punto de vista académico.

Desde el punto de vista de la ética institucional es

conveniente que los mismos docentes ejerzan la crítica a

su Universidad antes de que lo haga la comunidad

extrauniversitaria. La ley concede a la Universidad

autonomía en lo académico y en lo administrativo. En

este sentido, dicha institución tiene la facultad para

dotarse de un instrumento legal, por ejemplo, un

estatuto, que organice sus acciones en estos ámbitos, con

las responsabilidades que establece la ley.

La Universidad funciona como sistema y desarrolla

su propia dinámica, produciendo determinados efectos,

con los cuales se retroalimenta el sistema gracias al

Page 56: El rescate de valores – una compleja tarea

64

principio de recoplamiento, neutralizando así

interferencias negativas y asegurando su estabilidad.

Una crítica permanente y consistente a las acciones

de la Universidad representa una retroalimentación para

ésta, y propicia los reajustes necesarios para asegurar su

estabilidad. El ejercicio de la autonomía universitaria

debe implicar esta estabilidad.

La crítica universitaria debe basarse en los siguientes

axiomas:

La sociedad espera que la Universidad contribuya

significativamente a satisfacer sus necesidades

mediante la formación académica de profesionales, la

investigación científica y la realización de acciones de

proyección social.

La ética docente es la base de la ética institucional.

Al docente, por las cualidades inherentes a su condición de maestro universitario, le corresponde

prioritariamente una responsabilidad institucional

permanente.

La crítica universitaria constituye una

retroalimentación de la Universidad con la

información para asegurar su estabilidad.

La Universidad tiene canales por los cuales pueden conducirse las críticas a las respectivas instancias de

decisión.

La Universidad funciona como sistema abierto, desarrollando su dinámica en base al principio del

recoplamiento.

La crítica universitaria se puede enmarcar en un

modelo con cuatro niveles:

Page 57: El rescate de valores – una compleja tarea

65

(1) En el primer nivel, se ubican los valores:

competencia institucional - técnica y moral - para

responder a las expectativas legítimas de la sociedad.

(2) En el segundo nivel, se ubican los principios

correspondientes a estos valores: la Universidad con

autonomía como sistema que se retroalimenta a

través de la crítica universitaria.

(3) En el tercer nivel, se ubica la expresión normativa:

estructura orgánica de la universidad, estatuto,

reglamentos, canales de comunicación interna, etc.,

cuya vigencia y efectividad determinan la dinámica

institucional necesaria para viabilizar también la

crítica universitaria.

(4) En el cuarto nivel, se ubica la acción de criticar

adecuadamente a la Universidad.

La crítica universitaria debe hacerse

responsablemente, es decir, de manera consistente, y sin

lesionar la dignidad de las personas. He aquí algunos

criterios que consideramos válidos para la formulación de

críticas a la Universidad:

La crítica debe referirse a hechos ocurridos dentro de

la institución, o a acciones de las instancias de

decisión que el docente considera perjudiciales para

la Institución.

Debe hacerse, en lo posible, en base a documentos que puedan probar fehacientemente los hechos.

Debe responder a los siguientes interrogantes: :

¿El origen de la acción criticada es transparente o

no en cuanto a su legitimación ( = justificación en

Page 58: El rescate de valores – una compleja tarea

66

base a normas) y justificación ( = exposición de

razones para fines persuasivos)?

¿La acción bajo crítica se encuadra o no dentro de

las normas legales pertinentes no? ¿Dicha acción

concuerda o no con la ética institucional en sus

diferentes dimensiones?

¿Cómo se manifiestan los efectos de la acción

criticada? ¿En qué sector de la vida institucional

repercuten más?

¿Cuáles son los alcances de estos efectos a corto,

mediano o largo plazo?

¿A qué causas se atribuye lo negativo de los

efectos?

La acción criticada. ¿crea un precedente difícil de

eliminar?

Los efectos negativos, ¿son o tienden a ser

irreversibles?

De venir al caso, conviene hacer referencia a acciones

similares, criticadas en el pasado por sus efectos

comprobadamente negativos.

El lenguaje de la crítica debe ser alturado, claro y preciso, y debe traslucir el sentido de responsabilidad

del docente que formula la crítica.

La experiencia nos enseña que los canales internos de

comunicación pueden “obstruirse”, y que la crítica no

llega entonces a las correspondientes instancias de

decisión. En tales casos, la alternativa la constituyen los

canales externos como, por ejemplo, la prensa. Desde

luego, en este caso, la información tiene que limitarse a

lo más esencial, dado que el espacio disponible en un

órgano de prensa suele ser limitado.

Page 59: El rescate de valores – una compleja tarea

67

7. Observación final

Una crítica hecha con responsabilidad a la Universidad

es una manifestación de la ética institucional, y, como tal,

constituye un valor, cuya vigencia hay que defender y

rescatar, toda vez que contribuye a que la Universidad

como sistema mantenga su estabilidad y pueda responder

adecuadamente a las expectativas que la sociedad tiene

de ella.

_________

Referencias bibliográficas

(1) Zierer, Ernesto: “Cultura universitaria - ¿qué es?”, en:

Guillermo Gil Malca, Johanna Tresierra Reátegui &

Ernesto Zierer: Temas que nos inquietan y nos preocupan,

Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo, 1999.

(2) Zierer, Ernesto: Una concepción de crítica universitaria,

Trujillo: UNT, Instituto de Administración Universitaria,

Publicación N° 7, enero 1985.

_________

*) El presente trabajo se basa en: Ernesto Zierer: Una concepción de

crítica universitaria, Trujillo: UNT, Instituto de Administración

Universitaria, publicación N° 7, enero de 1985, donde se trata el

tema en términos de la lógica deóntica formal.

_________

Page 60: El rescate de valores – una compleja tarea

68

Page 61: El rescate de valores – una compleja tarea

69

7

José Faustino Sánchez Carrión:

su legado de valores*)

La cultura de un pueblo presenta dos modalidades. Así

podemos distinguir la cultura constituida por un conjunto

de bienes y valores, ligados al espacio y tiempo

históricos, y que son propios de un pueblo, por ejemplo,

las diferentes manifestaciones artísticas de las culturas

precolombinas. Esta cultura, conjuntamente con las

culturas de otros pueblos, conforma el gran mosaico de

la cultura universal, en el que la cultura de cada pueblo

es discernible como una unidad, y objeto de estudio y

admiración de manera independiente.

La segunda modalidad de la cultura de un pueblo la

representa el conjunto de valores (ideas, bienes culturales

no materiales) que trascienden el espacio y tiempo

históricos de su origen, acrecentando y robusteciendo el

acervo universal de valores, que conceptuamos como la

base sobre la cual se desenvuelve la humanidad. Estos

valores universales ya no son propios, es decir,

exclusivos de la cultura de un pueblo sino que son

vividos como suyos por todos los pueblos en su

desarrollo y en su convivencia.

Los aportes a esta segunda modalidad de cultura

universal tienen un origen muy variado. Provienen de

personajes que con su “pedagogía del buen ejemplo”,

Page 62: El rescate de valores – una compleja tarea

70

sus ideas, su producción literaria, artística o científica,

sus sacrificios, etc. destacan en la sociedad.

Muchos personajes de la historia universal fueron

vehículos de estas dos modalidades de la cultura de su

país. José Faustino Sánchez Carrión (1787-1825) fue

uno de ellos.

Por un lado, como prócer de la independencia del

Perú, ocupa un sitial singular en la Historia del Perú y

de América Latina. Ha sido valorado en esta dimensión

gracias a la magnífica obra de sus biógrafos. Allí destaca,

entre otras, la biografía “José Faustino Sánchez Carrión

– Ministro del Libertador”, con que su autor, Héctor

Centurión Vallejo, historiador de la Universidad

Nacional de Trujillo, ganó en 1975 el “Premio Archivo

General de la Nación” de Venezuela (Centurión 1975).

Es oportuno citar también la apreciación que el célebre

historiador peruano Jorge Basadre hace del prócer: “Fue

el hombre más eminente de la emancipación peruana.”

(Basadre 2000. 48).

Por el otro lado, Sánchez Carrión trascendió los límites

de su país y del momento histórico en que le tocó actuar,

fortaleciendo la humanidad mediante la defensa y

práctica de valores, en sus diferentes roles como

pedagogo, jurista estadista, escritor, político y como

amigo.

Aquí nos interesa discernir y reconocer, con mayor

claridad, el aporte de Sánchez Carrión al fortalecimiento

del acervo universal de valores, y la vigencia de su

pensamiento en nuestro siglo. Para este fin, ofreceremos

algunos ejemplos que ilustran la importancia de los

valores para Sánchez Carrión.

Page 63: El rescate de valores – una compleja tarea

71

La madurez ética que Sánchez Carrión había

alcanzado a la edad de apenas treinta años, se manifiesta

en esta célebre frase que apareció en su carta del 23 de

diciembre de 1817, dirigida a su amigo José Joaquín

Urdapileta:

“¡Cuánto puede la verdadera sabiduría, la humildad y

el desinterés!” (Centurión 1975, 32):

Con respecto a esta máxima, haremos el siguiente

comentario: la “verdadera” sabiduría no se encasilla en

la lógica aristotélica. Acepta el sentido común, la

contemplación y la intuición en los procesos

cognoscitivos y en la adopción de actitudes. Implica

madurez; es decir, una ética orientada hacia el futuro,

que se manifiesta en la práctica de los valores de la

responsabilidad y mesura. En este sentido, la verdadera

sabiduría se diferencia de la inteligencia cuando ésta

última se concibe como un mero instrumento, éticamente

neutro.

El énfasis que Sánchez Carrión pone en el valor de la

verdadera sabiduría, es de mucha actualidad en la

educación contemporánea, en la que se da hoy una

importancia excesiva al supuesto desarrollo de la

inteligencia mediante la llamada “estimulación

temprana”, mientras que se descuida la formación de

valores en el dominio afectivo del educando.

Otro aspecto interesante es que la insistencia de

Sánchez Carrión en la verdadera sabiduría, coincide con

el cuestionamiento de la lógica aristotélica que ya desde

hace algunas décadas se está llevando a cabo por una

variedad de nuevos sistemas de lógica no clásica como,

por ejemplo, la lógica difusa (Zadeh 1965; Kosko 1993),

Page 64: El rescate de valores – una compleja tarea

72

la lógica intuicionista, la lógica cuántica, etc. (Cryan,

Shatil & Mayblin, 2001, 89-106). La sabiduría, tan típica

del discurrir oriental, se distingue precisamente por el

rechazo de las limitaciones que imponen las reglas de la

lógica clásica.

La humildad, el segundo valor en que Sánchez Carrión

insiste en su máxima, se ha desplazado por la “cultura de

la imagen”, hoy predominante en todo los niveles y

sectores de la sociedad, hasta el extremo de que en

muchas instituciones funcionan “departamentos de

imagen”, trabajan “asesores en imagen”, y se publican

revistas en cuyo título aparece la palabra “imagen”, cuyo

fin es promover una buena imagen institucional.

Un hermoso ejemplo de la práctica de la humildad se

desprende de las palabras de Sánchez Carrión, Ministro

del Libertador, que figuran en la última parte de su

memoria, leída al Congreso Constituyente del Perú en la

sesión pública del día 12 de febrero de 1825, en su

calidad de Ministro de Estado en el Departamento de

Gobierno y Relaciones Exteriores, y que recogemos a

continuación:

“… Yo no tengo otro mérito que el de haber servido de

buena fe y de órgano al genio que ha mandado la

República. Pero sí, no me olvidaré jamás de que él

hubiese depositado en mí su confianza, cuando por todas

partes se veían horribles intrigas, defecciones inefandas.

Este es el honor que, como a Ministro, pudiera

corresponderme, ya que no he cumplido como debiera,

por falta de talentos, de luces, de experiencias.”

(Benvenuttto 1930, 200-217; Alva & Ayllon 2001, 237).

Page 65: El rescate de valores – una compleja tarea

73

Por el contrario, la falta de humildad, Sánchez Carrión

la fustiga en su artículo “Apuntamientos sobre la libertad

civil”:

“… Alterado el orden, todos se creen con talentos y

fuerzas para reformar abusos; cada uno se considera

enviado para este importante negocio y sin examinar sus

propios defectos.” (La Abeja Republicana, 27-10-1822;

Alva & Ayllón 2001, 64)

El tercer valor en que Sánchez Carrión insiste en su

máxima en su carta a su amigo José Joaquín Urdapileta,

es el desinterés. Este es otro de los valores en extinción

en nuestra sociedad en crisis, donde se ha generalizado el

afán de lucro, de trepar hasta lo más alto y a como dé

lugar. La vida de Sánchez Carrión, en cambio, nos ofrece

muchos ejemplos de la práctica de la virtud del

desinterés. Basta citar el siguiente párrafo extraído de la

obra de su ya citado biógrafo Centurión Vallejo:

“Sánchez Carrión interrumpió sus estudios de

jurisprudencia para dedicarse, a pesar de sus escasos

recursos económicos, a enseñar gratuitamente Filosofía,

Matemáticas y Derecho Canónico, en el Convictorio, en

desusada expresión de amor a la juventud, altruismo

intelectual y sano patriotismo.” (Centurión 1975, 33).

Otro testimonio del desinterés de Sánchez Carrión nos

da Hipólito Unanue en su carta del 19-06-1825 dirigida a

Bolívar:

“Carrión ha muerto en mucha pobreza, y por el honor

del gobierno, pienso que se costeen por los fondos de

éste, sus exequias.” (Centurión 1975, 211.)

Page 66: El rescate de valores – una compleja tarea

74

Sánchez Carrión tenía el sentido de la responsabilidad

altamente desarrollado, y siempre trataba de transmitirlo

a los demás, particularmente desde los cargos públicos

que ostentaba, pues sabía que la falta de la vigencia del

sentido de la responsabilidad era la causa principal de la

corrupción en la administración pública. Un ejemplo

ilustrativo de esta inquietud de Sánchez Carrión lo

tenemos en su discurso en el Acto de Instalación de la

Corte de Justicia de Trujillo:

“Vosotros sabéis …que vuestra conducta es el modelo

permanente de los funcionarios que les suceden. Sabéis

también que los ministros de la ley son venerados por su

integridad y por su sabiduría, cuyas dotes demanda

imperiosamente la moral de los pueblos, en la que está

librada su verdadera salud. Vosotros los sabéis,

entonces, yo sólo debo haceros presente que, siendo

escogidos por un genio que no reconoce otras bases de

la felicidad pública que la verdad, la libertad y la

justicia, os cumple, como a nadie, no comprometer jamás

el acierto de su elección” (La Gaceta del Gobierno, 8-5-

1824; Alva & Ayllón 2001, 179).

Otro ejemplo de la insistencia de Sánchez Carrión en la

importancia del sentido de la responsabilidad en la

administración lo encontramos en su artículo “La

inquisición política o el método de castigar por medio de

informes secretos es detestable y sólo puede ser conocido

en un país despótico”:

“Ningún funcionario podrá adquirir la estimación y la

confianza de sus conciudadanos a no ser por la conducta

y la sabiduría de sus juicios.” (La Abeja Republicana,

27-10-1822; Alva & Ayllón 2001, 55).

Page 67: El rescate de valores – una compleja tarea

75

Veracidad y autenticidad son valores imprescindibles

no solamente para sostener el orden social sino también

para el desarrollo de la sociedad por cauces éticos.

Sánchez Carrión era consciente de ello. De ahí que

insistiera en la importancia de este binomio de valores,

comenzando por una advertencia hecha precisamente a sí

mismo, contenida en una carta dirigida al editor de “El

Correo Mercantil, Político y Literario”, sobre el

“Gobierno Monárquico en el Perú”:

“Mas, sí tendré mucho cuidado en omitir toda lo que

huela a erudición insípida e impertinente, respecto de

que no se trata de ostentar lo que se ha leído ni cubrir

con apóstrofes y exclamaciones lo que se ha dejado de

leer… Así, pues, desde este instante: fuera pasiones viles

de adulación o de interés; lejos de mí afecciones

particulares, esperanzas y temores; y cuanto pueda

empañar el esplendor de la verdad.” (La Abeja

Republicana, 15-8-1822; Alva & Ayllón 24 y 25)

El debilitamiento de la autenticidad y veracidad es hoy

una de las múltiples consecuencias negativas de la

creciente informalidad en todos los sectores de la vida.

La humildad y la gratitud son dos valores que se

complementan, que se condicionan recíprocamente. La

verdadera humildad implica gratitud, y la verdadera

gratitud implica humildad. Vemos esta concepción

ejemplificada en la conducta de Sánchez Carrión, quien

no sólo expresaba su gratitud en muchos momentos de

su vida sino que, como pedagogo nato, también sabía

desarrollar este valor en su medio ambiente social.

Encontramos una bella prueba de ello en el Decreto de

la Fundación de la Universidad Nacional de Trujillo,

Page 68: El rescate de valores – una compleja tarea

76

firmado por el Libertador Simón Bolívar y redactado y

refrendado por su Ministro Sánchez Carrión en

Huamachuco, pueblo natal de éste, el 10 de mayo de

1824 (Centurión 1981, 14). En efecto, como escribe

Centurión (1981) “en el tercer considerando del Decreto

se afirma que por el aporte patriótico del antiguo

Departamento de Trujillo, “En las circunstancias más

apuradas de la República” y “por la fidelidad a la

causa” merecen mucho de la patria las provincias y el

Departamento de Trujillo, y por ello, como premio y

honra a los pueblos norteños Bolívar los dotaba con la

primera Universidad republicana del Perú.”

La Universidad de Trujillo nació, pues, como un noble

acto de gratitud nacional en un momento histórico del

Perú, lo que debe significar para todos los que estudian,

enseñan y trabajan en ella un compromiso moral de

mantener en alto el prestigio de la institución.

Otro testimonio histórico del sentido de gratitud de

Sánchez Carrión se refleja en el siguiente pasaje de su

memoria al Congreso Constituyente anteriormente citada,

pasaje en el cual reconoce la ayuda brindada por

Colombia al Perú durante la guerra de Independencia. en

unos momentos muy críticos:

“Once mil colombianos se han traslado al Perú y una

masa semejante ocasiona grandes gastos. Colombia,

señor, nos ha auxiliado con una generosidad sin límites;

su hacienda ha sido la nuestra; y sus pueblos, nuestros

contribuyentes, además de darnos sus soldados.”

(Benvenutto 1930, 200-217; Alva & Ayllon 2001, 233).”

Sánchez Carrión, como decíamos, fue un pedagogo

nato. Con su pedagogía del buen ejemplo y su

Page 69: El rescate de valores – una compleja tarea

77

permanente defensa de los valores morales, así como

con la incondicional veracidad en este afán, ha

alcanzado un alto nivel ético en su relativamente corta

vida. Ha llegado a ser uno de los representantes más

brillantes de aquella cultura peruana de la cual se extraen

los valores que han de incrementar y fortalecer el acervo

universal de valores de la humanidad, al que nos

referíamos al inicio del presente estudio.

Aquí es oportuno hacer hincapié en el factor afectivo,

que se da en toda práctica de valores, y que el historiador

trujillano Alfredo Valdivieso García resalta en su

apreciación de Sánchez Carrión:

“Sánchez Carrión no sólo poseyó una mentalidad

poderosa, sino y por sobre todo una subyugante

gallardía espiritual.” (Valdivieso 1987, 7); Alva &

Ayllón 2001, 7).

Sin desconocer el valor de las importantes obras que

sobre la vida de Sánchez Carrión y su rol en la Historia

han dejado sus ilustres biógrafos, creemos que queda

todavía por hacer un estudio exhaustivo de Sánchez

Carrión como defensor de los valores morales.

No quisiéramos terminar este breve ensayo sobre el

legado de valores de Sánchez Carrión para nuestra época,

sin transcribir aquellas palabras del Libertador Simón

Bolívar en su carta de condolencia a doña Mercedes

Dueñas, viuda del Prócer de fecha 4 de julio de 1925:

“…Mas yo me consuelo al considerar que él fue un

virtuoso, como nadie, que se ha sacrificado por su País.

EL premio, pues, de tanta virtud, no esta a en la tierra,

sino en el cielo, allá donde tienen su mansión las almas

justas.” (Centurión 1975, 211)

Page 70: El rescate de valores – una compleja tarea

78

Referencias bibliográficas

(1) Alva Castro, Luis & Fernando Ayllón Dulanto (sel.): José

Faustino Sánchez Carrión –En defensa de la patria, Lima:

Fondo Editorial de Congreso el Perú, 2001.

(2) Basadre, Jorge: Historia de la República, tomo 1, 8ª ed.,

Lima: La República, 2000.

(3) Centurión Vallejo, Hécto: José Faustino Sánchez Carrión,

Caracas: Archivo General de la Nación, 1975.

(4) Centurión Vallejo, Héctor: Historia de la Universidad

Nacional de Trujillo 1824-1876, Trujillo: Universidad

Nacional de Trujillo, 1881.

(5) Cryan, Dan, Sharron Shatil & Bill Mayblin: Introducing

Logic, Cambridge: Icon Books, 2001.

(6) Kosko, Bart: New York: Fuzzy Thinking, 1993.

(6) Valdivieso García, Alfredo: Homenaje a Sánchez Carrión.

Bicentenario de su nacimiento(1787-1987), Trujillo:

Universidad Nacional de Trujillo, 1987.

(7) Zadeh, Lotfi A.:“Fuzzy Sets”, en:Information and Control

8 (1965), pp. 338-353.

(8) Zierer, Ernesto: La pedagogía del buen ejemplo, Trujillo:

Universidad Nacional de Trujillo, 2003.

_________

*) Este trabajo se basa en la conferencia ofrecida con el mismo título

en la Universidad Nacional de Trujillo el 14 de abril de 2003 por el

autor con ocasión de la presentación su libro “La pedagogía del

buen ejemplo”.

___________

Page 71: El rescate de valores – una compleja tarea

79

8

La vulnerabilidad semiótica de los

sistemas jurídicos: un problema en la

administración de justicia *)

El desmoronamiento de los sistemas de valores tiene un

impacto particularmente perjudicial cuando afecta a en

los sistemas jurídicos, en los que puede generar

corrupción en múltiples formas.

Si bien las acciones corruptivas en el fuero judicial se

atribuyen a los seres humanos que administran la justicia,

es necesario reconocer que los sistemas jurídicos tienen

algunas características que los hacen vulnerables

semióticamente, y susceptibles de inducir a sus usuarios a

cometer faltas de ética.

Los procesos comunicativos se realizan mediante el uso

de signos. Existe una disciplina dentro de la cual se

estudia la constitución de los signos, la relación entre

ellos, y el uso de los signos por los participantes en los

procesos comunicativos. Esta disciplina se llama

Semiótica.

Cuando los signos se refieren a fenómenos jurídicos, y

constituyen términos jurídicos, su estudio forma parte de

la Semiótica Jurídica.

Page 72: El rescate de valores – una compleja tarea

80

1. Algunos conceptos básicos de la semiótica

(1) Símbolo: El símbolo tiene una estructura material,

formado por elementos acústicos, visuales, etc.

Representa un concepto de comunicación intersubjetiva.

Su recurrencia puede variar sólo dentro de cierto margen

de tolerancia. En el proceso comunicativo concreto,

constituye una señal que funciona como signo para el

usuario.

(2) Código comunicativo.- Este código está

conformado por un conjunto finito de símbolos, y un

conjunto finito de reglas, que gobiernan la combinación

y el uso de los símbolos. El código comunicativo integra

un sistema que procesa información según un plan

inmanente.

(3) Código lingüístico.- Es un código comunicativo,

conformado por un conjunto finito de símbolos

lingüísticos y un conjunto finito de reglas gramaticales.

El código lingüístico integra un sistema lingüístico, o sea

un sistema que procesa información verbal como es el

caso de las lenguas naturales o de las lenguas construidas

(p.e., el esperanto).

(4) Semiótica.- Es la disciplina que estudia los

procesos de semiotización, particularmente la

constitución funcional de los siguientes tipos de

relación:

relación entre los signos y la realidad a la cual se

refieren. Este tipo de relación es el resultado de un

proceso que se llama semantización;

Page 73: El rescate de valores – una compleja tarea

81

relación entre los signos en un enunciado

comunicativo, también conocida como

sintagmatización;

relación entre los signos y sus usuarios, también denominada pragmatización.

Podemos decir entonces que la Semiótica se compone

de las siguientes áreas: la semántica, la sintagmática y la

pragmática, en las cuales se estudian los tipos de

relaciones que hemos señalado.

Los sistemas comunicativos se constituyen y funcionan

mediante semantización, sintagmatización y

pragmatización.

El lenguaje (como sistema lingüístico) y su uso

constituyen un sistema semiótico, cuyos tres

componentes – semántico, sintagmático y pragmático –

funcionan como subsistemas. Cada uno de estos

subsistemas tiene un grado de apertura diferente. Así, el

subsistema sintagmático es el menos abierto, mientras

que el subsistema pragmático es el más abierto,

ocupando el subsistema semántico una posición

intermedia. A una mayor apertura corresponde una

mayor vulnerabilidad.

El grado de vulnerabilidad de un sistema semiótico

depende del grado de apertura de los tres subsistemas:

semántico, sintagmático y pragmático. En principio, todo

sistema semiótico es vulnerable.

(5) Semiótica general.- A esta área de la semiótica le

corresponde sistematizar los conocimientos de validez

general (principios, teorías, métodos), obtenidos en el

estudio de los diferentes fenómenos concretos de la

semiotización.

Page 74: El rescate de valores – una compleja tarea

82

(6) Semiótica especial.- Esta área de la semiótica

analiza los diferentes procesos de semiotización y trata

de descubrir nuevos fenómenos semióticos.

(7) Semiótica aplicada.- Cuando se aplican

conocimientos de la semiótica general a fines prácticos,

estamos ante la Semiótica aplicada.

2. La Semiótica Jurídica:

La Semiótica Jurídica, como semiótica especial,

enfoca el funcionamiento de un sistema jurídico a partir

de la semiótica.

Es oportuno introducir el concepto macrosistema

jurídico. Por este concepto entenderemos aquí la

interacción de los subsistemas jurídicos, que más abajo

especificaremos. La calidad de esta interacción

determina la calidad del ordenamiento jurídico de un

Estado de Derecho. Los subsistemas jurídicos son los

siguientes:

Principios generales.- Son principios relevantes

para la convivencia humana y para su regulación

jurídica, se obtienen mediante un razonamiento ético

creativo, y se explicitan en la constitución política de

un país.

Leyes.- Son las normas dictadas por el órgano competente conforme a procedimientos prescritos

constitucionalmente.

Consecuencias normativas formales, inferidas

directamente de las leyes.- Su validez es

demostrable mediante la lógica proposicional. Ej.:

reglamentación de una ley.

Page 75: El rescate de valores – una compleja tarea

83

Consecuencias normativas interpretativas de las

leyes promulgadas.- Ej.: un derecho.

Decisiones de validez jurídica tomadas en casos

particulares.- Ej. una sentencia

2.1 La Semántica Jurídica

Se llama Semántica Jurídica al área de la Semiótica

jurídica que estudia los procesos de semantización

jurídica, es decir, la constitución funcional de la relación

entre un signo y una realidad que requiere una regulación

jurídica.

La semantización jurídica abarca la creación de

términos jurídicos, y habilita las formas verbales

correspondientes a los conceptos de los subsistemas

jurídicos. Las formas verbales pueden ser:

formas léxicas extraídas de la lengua culta común, conservan su significado, p.e., “deudor”;

formas léxicas extraídas de la lengua culta común,

que adquieren un nuevo significado, (proceso de

neosemantización), p.e., “prescribir”;

formas léxicas que no son de uso común en la lengua común, p.e. “comodato” (contrato de préstamo);

Préstamos literales de otro idioma, p.e., latinismos, anglicismos, etc.

El grafo que aparece como Fig.1 ilustra, en forma

simplificada, la semantización jurídica.

La vulnerabilidad de la semantización jurídica, es

decir, el peligro de que puedan formarse términos

jurídicos defectuosos, puede obedecer a varios motivos:

Page 76: El rescate de valores – una compleja tarea

84

La definición del respectivo concepto jurídico puede

no ser correcta, o su formulación puede ser

imprecisa.

La definición del concepto varía según el contexto ideológico (o cultural).

El concepto evoluciona en consonancia con la evolución de la sociedad.

El jurista (o la entidad equivalente) puede tener

deficiencias en cuanto a su competencia lingüística y

su competencia como jurista.

2.2 La Sintagmática Jurídica

Se llama sintagmática jurídica al área de la Semiótica

Jurídica dentro de la cual se estudia la sintagmatización

o la constitución de un sintagma jurídico, entendido éste

como relación entre los términos jurídicos que genera

una regulación jurídica concreta ( norma jurídica), o un

concepto jurídico compuesto (o de mayor jerarquía).

La sintagmatización jurídica funciona sobre la base de

compatibilidades semánticojurídicas y de la sintáctica

lógica entre los términos jurídicos, actualizándose la

relación sintagmática, generalmente, mediante un

operador deóntico (p.e. “lícito”, “ilícito”, etc.). El grafo

que aparece como Fig. 2 ilustra en forma simplificada la

sintagmatización.

La sintagmatización jurídica es vulnerable, lo cual se

manifiesta en que puede haber:

Incoherencia o coherencia deficiente entre los términos del sintagma, debido a la incompatibilidad

semántica o jurídicosemántica entre dichos términos

o entre los mismos.

Page 77: El rescate de valores – una compleja tarea

85

Factores intercurrentes del contexto jurídico que

distorsionan la coherencia entre los términos que

conforman el respectivo sintagma.

Negligencia de factores del contexto jurídico que son relevantes para la coherencia entre los términos que

conforman el sintagma.

Deficiencias estilísticas (falta de precisión por uso inconsistente de los términos, complejidad

gramatical, etc.) en la verbalización del sintagma.

2.3 Pragmática Jurídica

Se llama pragmática jurídica el área de la Semiótica

Jurídica estudia la constitución de la relación entre los

términos y sintagmas jurídicos por un lado, y sus

usuarios, por el otro, es decir, la pragmatización jurídica.

Su resultado se llama pragmema jurídico.

El grafo que aparece como Fig. 3 ilustra, de manera

resumida, la constitución de un pragmema jurídico.

Generalmente, los pragmemas no aparecen como

elementos aislados en la comunicación jurídica, sino que

integran estructuras, constituyendo pragmemas

compuestos de menor o mayor jerarquía estructural, p.e.,

un fallo judicial.

La pragmatización jurídica es vulnerable debido a:

La subjetividad del usuario, determinada por su

formación en ciencias jurídicas, su sentido común, su

ideología, su concepción ética, sus experiencias, sus

intereses personales, su condición social, el desarrollo

de su carácter, etc.

el contexto judicial intercurrente (calidad del funcionamiento del sistema judicial);

Page 78: El rescate de valores – una compleja tarea

86

el contexto político-social intercurrente (influencias

procedentes de los poderes legislativo y ejecutivo, y

de otras fuentes extrajudiciales);

las características peculiares del término o sintagma a jurídico en cuanto a su forma y contenido;

el subsistema del sistema jurídico al cual pertenece el respectivo término o sintagma jurídico.

3. Observaciones finales

La mayor incidencia de vulnerabilidad semiótica de un

sistema jurídico se da en el plano de la pragmatización

de los términos y sintagmas jurídicos.

Si bien es verdad que todo macrosistema jurídico es

vulnerable semióticamente, lo que, por ende, facilita la

corrupción, existen algunas estrategias para disminuir la

vulnerabilidad semiótica de los sistemas jurídicos, como

son:

mejorar la calidad de la técnica legislativa;

lograr que los usuarios – juristas y no juristas – del macrosistema jurídico empleen un lenguaje claro y

entendible;.

mejorar la calidad del funcionamiento del sistema jurisdiccional;

emprender iniciativas de orientación jurídico-

pedagógica en las modalidades escolarizada y no escolarizada de la educación, como también en los

medios de comunicación masiva; etc.

No cabe duda que la corrupción en el ordenamiento

jurídico de un país disminuirá, y la seguridad jurídica de

la sociedad aumentará, en la medida en que se logre

Page 79: El rescate de valores – una compleja tarea

87

reducir la vulnerabilidad semiótica de sus macrosistemas

jurídicos mediante medidas apropiadas.

______________

*) Trabajo basado en: (1) Seminario Interdisciplinario “Ciencias

jurídicas y ciencias del lenguaje”, conducido por el autor en la Casa

del Abogado, del 14 al 16/02/01, bajo los auspicios de la

Universidad Nacional de Trujillo y el Colegio de Abogados de La

Libertad - Perú (2) Ernesto Zierer: La complejidad de la semiótica

jurídica, en Lenguaje y Ciencias 32.2, 1993, pp. 109-115.

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88

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89

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90

Page 83: El rescate de valores – una compleja tarea

91

9

Rescate de valores en la Municipalidad:

un esfuerzo en Costa Rica

1. El Sistema Nacional de Rescate de Valores de

Costa Rica

El debilitamiento de la fuerza que los valores morales

representan en la sociedad, da lugar al avance de los

antivalores, generando una sociedad en constante crisis,

cuya manifestación más llamativa es la corrupción, que

no puede detenerse únicamente con medidas represivas.

Se requieren también acciones preventivas de mayor

alcance. Mas, ¿cuáles? Costa Rica respondió a este reto,

creando y poniendo en marcha un Sistema Nacional de

Rescate de Valores, conducido por una Comisión

Nacional de Rescate de Valores, con sus

correspondientes Comisiones Sectoriales (Abarco Díaz,

Ovares Araya & Vega Miranda 2001; Zierer 2003, 79-

85).

Esta institución realiza una gran variedad de

actividades en materia de rescate y defensa de los valores

morales en los diferentes sectores de la sociedad

costarricense, incluyendo la administración pública. Así,

destaca, por ejemplo, el proyecto de la Comisión

Nacional de Rescate de Valores sobre el Rescate de

Valores en la Municipalidad, que se describirá

escuetamente a continuación (Zamora, Borja & Prado

1999).

Page 84: El rescate de valores – una compleja tarea

92

2. Justificación y fundamentación del Proyecto

El Proyecto se justifica debido a un marcado

debilitamiento de los valores morales y cívicos en el

ámbito municipal, lo que obliga a desarrollar iniciativas

que rescaten la vigencia de estos valores. Se considera

que el Régimen Municipal es un sector prioritario para el

desarrollo de estas iniciativas por los siguientes motivos:

El sector municipal constituye un elemento político

fundamental de la democracia participativa, y, por

consiguiente, está en un estrecho contacto con la

sociedad.

La Alcaldía representa hoy un liderazgo político.

La división geográfica y administrativa del país en municipalidades y distritos representa una

organización más fácil de dinamizar para la

realización de acciones de rescate de valores.

3. Concepciones

En el Proyecto se acepta un concepto de cultura que

comprende los conocimientos (ciencias, tecnología, etc.),

valores (morales, cívicos etc.), creencias (religiosas,

costumbres etc.) y las artes (fenómenos estéticos). La

Municipalidad es definida en el Proyecto como un

conjunto organizado de vecinos que conforman el ámbito

social, político, geográfico e institucional en que se

divide el país.(Zamora etc. 4-5).

Los autores del Proyecto proponen una taxonomía de

valores para su aplicación a funcionarios en instituciones.

Esta taxonomía se divide en tres grupos funcionales

(Zamoa etc. 6-7):

Page 85: El rescate de valores – una compleja tarea

93

Valores de personalidad del funcionario público,

tales como responsabilidad, justicia, solidaridad,

honestidad, laboriosidad, objetividad, comprensión,

transparencia, lealtad, autonomía, tolerancia,

disciplina, orden, constancia, ponderación, valentía,

respeto, cortesía, accesibilidad, etc.

Valores de institucionalidad del funcionario público. Bajo este rubro, se registran patrones de conducta

tales como los siguientes: respetar el principio de

legalidad y el debido proceso, evitar la concentración

de poder y dominación, cumplir con las obligaciones,

demostrar fidelidad y lealtad institucional, no eludir

responsabilidades, respetar la autonomía de otros

organismos, velar por el bien común, fortalecer y

respetar el control institucional, apoyar y fortalecer la

institución familiar, promover los principios éticos y

cívicos, etc.

Valores de patriotismo del funcionario público. Bajo este rubro, el Proyecto comprende patrones de

conducta tales como los siguientes: respetar los

derechos humanos, asumir compromisos cívicos,

defender la identidad nacional, desarrollar el aprecio

por lo autóctono, demostrar respeto, gratitud y

aprecio a la patria y a los símbolos patrios, rendir

tributos a los héroes y beneméritos, participar en

actos públicos, respetar la instituciones, propiciar la

participación civil, apreciar la convivencia social,

mostrar comprensión y solidaridad internacional,

apreciar y proteger la naturaleza y sus recursos,

cumplir con las obligaciones de ciudadano, etc.

En el Proyecto se consigna también un listado

abierto de antivalores y comportamientos inaceptables

Page 86: El rescate de valores – una compleja tarea

94

en una organización que pretende conducirse con ética

institucional. Muchos de estos comportamientos se

configuran como actos punibles, tales como mordidas,

soborno, favorecimiento ilícito, tráfico de influencias,

abuso de poder, acoso sexual, incumplimiento del

horario de trabajo, incumplimiento de deber, facilitación

de evasión fiscal, nombramiento por interferencia,

malversación de fondos, enriquecimiento ilícito,

peculado, concusión, cohecho, exacción ilegal, etc.

(Zamora etc. 8-9).

El Plan para el Rescate de Valores en el sector

municipal del Proyecto considera la complejidad de este

sector, resultante de la interacción de tres sectores: el

Municipio (alcalde, regidores, etc.), la Comunidad

(ciudadanos individuales, asociaciones y organizaciones

base, escolares, etc.), y el Estado (Gobierno Central,

Poder Legislativo, Poder Judicial, Comisión Nacional de

Rescate de Valores, etc.) (Zamora etc. 12-13).

En el Proyecto se subraya que el esfuerzo de rescatar

y formar valores no se agota en las correspondientes

acciones educativas sino que es imprescindible

desarrollar patrones de conducta concordantes con una

culturización del contexto social basada en la ética.

Particularmente en el ámbito de la administración pública

es importante que se actúe con transparencia y se

rescate la costumbre de rendir cuentas,, que haya

apertura a la socialización y participación ciudadana, y

que se fortalezca el control y monitoreo de las diferentes

actividades (Zamora etc. 14).

Los autores del Proyecto son conscientes que un

programa de rescate de valores en la Administración

Pública es eficaz en la medida en que cuente con la

Page 87: El rescate de valores – una compleja tarea

95

aceptación por parte de los funcionarios, y de que en

ello, el aspecto salarial juega un rol importante, que no

debe soslayarse (Zamora 15). Los sueldos excesivamente

bajos favorecen la comisión de actos de corrupción por

parte de algunos funcionarios. En este sentido, si se

desea realmente extirpar la práctica de la corrupción en

la municipalidad, se debe estudiar y evaluar este

problema más allá de las implicancias financieras.

4. Plan para el Rescate de Valores en el Municipio

En el Proyecto se incluye un “Plan para el Rescate

de Valores en el Municipio”. Sus objetivos apuntan a los

siguientes logros (Zamora etc. 16):

lograr un cambio de actitud hacia una mayor vigencia

y efectividad de los valores morales,

asegurar una mayor autenticidad en la conducta; es decir, que se practique lo que se predica,

llegar a un esclarecimiento de los principios éticos y de los valores morales que son de particular

importancia en el ámbito municipal, y

poner en marcha estrategias adecuadas para el rescate

y la defensa de los valores morales en el ámbito

municipal.

Para alcanzar estos objetivos, los autores del

Proyecto consideran fundamentales las siguientes

acciones:

realización de un Seminario de Iniciación con los Alcaldes,

implementación de un Programa Permanente de Rescate de Valores en el Municipio,

Page 88: El rescate de valores – una compleja tarea

96

realización de una Campaña de Sensibilización como

acción de apoyo paralela al Plan,

organización de un Sistema de Información como ente de apoyo logístico al Plan.

5. Seminario de Iniciación

Del Proyecto se desprende que este Seminario

tendría los siguientes objetivos (Zamora etc., 17):

iniciar la ejecución del Plan Municipal de Rescate de

Valores y lograr su aceptación en el contexto

municipal,

sensibilizar, motivar y comprometer a los participantes con el rescate y el respeto los valores,

identificar un conjunto de valores cuyo rescate se considera prioritario en el ámbito municipal,

comprometer al Estado para que preste apoyo logístico al Programa Permanente de Rescate de

Valores en el Municipio.

Según el Proyecto, se prevé la participación de las

siguientes autoridades en el Seminario: los alcaldes de

ochenta y dos Municipalidades, el Presidente de la

República, el Presidente de la Asamblea Legislativa, el

Presidente del Poder Judicial, el Ministro de Justicia, el

Ministro de Educación, el Ministro de Cultura, y la

Comisión Nacional de Rescate de Valores.

En el Proyecto se menciona como actividad del

Seminario la realización de conferencias, paneles y

trabajos grupales acerca de los siguientes temas: “los

valores, el Estado y el Municipio”, “Identificación y

priorización de valores”, “Tipificación de los

antivalores”, “Identificación de los focos de

Page 89: El rescate de valores – una compleja tarea

97

antivalores”, “Elementos estratégicos para el rescate de

valores”, “Elementos tácticos para el rescate de

valores” (Zamora etc. 23).

6. Programa Permanente de Rescate de Valores en el

Municipio

Este Programa se propone alcanzar una serie de

metas (Zamora etc. 18). He aquí algunas de ellas:

apoyar, asesorar y evaluar el proceso de rescate de

los valores en el Municipio,

desarrollar conceptos y metodología viables para el rescate de dichos valores.

ayudar a identificar oportunamente los focos organizacionales de antivalores,

fomentar y orientar la creación de comités activos

intra-municipales para el rescate de valores,

desarrollar métodos de Rendición de Cuentas;

fomentar la Control Ciudadano de los procesos en la Administración Municipal.

Para alcanzar estas metas, se propone que se realicen,

entre otras, las siguientes acciones:

Creación de un Centro Municipal para el Rescate de

Valores como órgano director y asistencial al Plan

para el Rescate de Valores en el Municipio, con las funciones de coordinación, promoción, investigación,

vigilancia y control;

mantener un Foro Permanente para discutir y analizar

el comportamiento social del régimen municipal

(Zamora etc.18-19);

Page 90: El rescate de valores – una compleja tarea

98

crear una estructura a modo de un “Comité Cantonal”

para la observancia y ejecutoria del Plan en cada

Cantón, que serviría de vínculo entre el respectivo

Cantón y el Centro Municipal de Rescate de Valores.

7. Campaña de sensibilización

Para esta campaña, que constituye una acción

paralela al Plan, se fijan los siguientes objetivos en el

Proyecto:

identificación de valores en el ciudadano;

incorporación de los valores al patrimonio cultural de la sociedad;

crear conciencia en cuanto a la corresponsabilidad

del funcionario y del ciudadano en la administración

municipal;

motivar la participación ciudadana en la gestión municipal;

fortalecer el concepto de transparencia en la gestión municipal.

8. Sistema de Información Nacional

Este sistema, conceptuado como apoyo logístico al

Plan, según el Proyecto, debe cumplir con los siguientes

objetivos:

Proporcionar información estadística sobre el desenvolvimiento de las actividades municipales

objeto de control, particularmente a la luz de la ética

institucional;

suministrar información estadística sobre casos que

involucran antivalores;

Page 91: El rescate de valores – una compleja tarea

99

desarrollo de sistemas integrados de información,

asistencia y control.

9. Presupuesto

El Proyecto incluye un presupuesto en el cual se

consigna el costo de la implementación de los diferentes

órganos, y el costo de la realización de las actividades

previstas en el Plan para el Rescate de Valores en el

Municipio, particularmente:

costo de la infraestructura para el Centro Ejecutivo para el Rescate de Valores en el Municipio;

costo operativo del Centro;

costo de la ejecución de las diferentes acciones.

10. “Costo” de la corrupción

En el Proyecto se señala también el perjuicio que

la no observancia de los valores causa a la gestión

municipal. Se especifican, entre otros, estos daños

(Zamora etc. 30)::

desmotivación laboral que afecta a la eficiencia institucional y los servicios municipales;

disminución del cobro justo de impuestos;

descuido de los bienes municipales;

ejecución deficiente de proyectos;

desmotivación de la sociedad y disminución de la participación social.

La corrupción, como vemos, tiene su “costo”.

Page 92: El rescate de valores – una compleja tarea

100

11. Observaciones finales

Todo esfuerzo de rescatar valores en la

administración pública debe basarse en la pedagogía del

buen ejemplo (Zierer 2003, 31-40): practicar lo que se

predica. Como el peso o gravitación de esta máxima

depende de la jerarquía que ocupa la persona de la cual se

espera la observancia de esta máxima, se comprenderá

que la ética institucional y, por ende, la calidad de

funcionamiento del gobierno local, constituido por el

régimen municipal, dependerá del buen ejemplo que se

practique en la cúspide de la administración municipal.

___________

Referencias bibliográficas

(1) Abarca Díaz, Marco, Olga Ovares Araya & Hernán Vega

Miranda: Fruto de la perseverancia – el Sistema Nacional

de Comisiones de Valores de Costa Rica, San José:

Universidad de Costa Rica, 2001.

(2) Zamora V. Narcisa, Alicia Borja R. & Eladio Prado C.:

Hacia el Rescate de Valores en la Municipalidad, San

José (Costa Rica): Comisión Nacional de Rescate de

Valores, julio de 1999.

(3) Zierer, Ernesto: La pedagogía del buen ejemplo, Trujillo

(Perú): Universidad Nacional de Trujillo, 2003.

(4) Zierer, Ernesto: Rescate de Valores en Costa Rica, en:

Ernesto Zierer: La pedagogía del buen ejemplo, Trujillo

(Perú): Universidad Nacional de Trujillo, 2003, pp 31-40. _____________

Page 93: El rescate de valores – una compleja tarea

101

10

La conciencia ecológica de un

empresario turístico

1. Conciencia ecoturística

Desarrollar en el hombre una conciencia ecológica es

un importante objetivo de la educación ambiental (Zierer

2003, 45). Este objetivo es relevante para el turismo si se

interpreta la expresión “turismo y educación” – y no

“educación y turismo” - en el sentido de las expectativas

que el turismo puede tener con respecto a la educación, y

qué aportes puede brindar la educación al turismo (Zierer

1993; Zierer 2002, 57)).

De hecho, la educación ambiental brinda al turismo

aportes ecológicamente importantes, por ejemplo cuando

persigue en el profesional en turismo y en el turista el

desarrollo de una conciencia ecológica turística. Esta

última se compone de lo siguiente:

información relativa al medio ambiente turísticamente relevante, disponible para el profesional en turismo ( y

para el turista);

experiencias y vivencias acerca del impacto del

turismo sobre el respectivo medio ambiente;

valor que asigna a su relación con el respectivo medio ambiente;

actitud ecológica turística o ecoturística, entendida como la consecuencia que saca de la magnitud o peso

Page 94: El rescate de valores – una compleja tarea

102

del valor que asigna a su relación con el respectivo

medio ambiente;

comportamiento ecológico turístico o ecoturístico, es

decir, acciones concretas en las que se traduce su

actitud ecoturística.

Cabe notar que entre la actitud ecológica turística y el

comportamiento ecoturístico del profesional en turismo y

del turista puede existir una inconsistencia en mayor o

menor grado, toda vez que, en la práctica, la traducción

de la conciencia ecoturística en acciones ecoturísticas

pueden chocar con diferentes tipos de obstáculos.

2. Un empresario turístico con visión ecológica

En los últimos años de la década de los ochenta del

siglo XX, Alejandro Carlos González Henríquez, un

empresario industrial (abogado, licenciado en

administración de empresas, y con estudios en

arquitectura), de linaje vinculado a la historia del

Departamento de Loreto, en la Amazonía, decidió llevar

el ecoturismo a la llamada Selva Alta, región tropical de

la parte nor-oriental al otro lado de la Cordillera de los

Andes del Perú (Moreno, Tresierra & Zierer 2002). Su

intención era crear un complejo turístico que representara

una ecología aplicada tanto a la infraestructura física

del mismo complejo, como a sus acciones turísticas en la

región. Así nació el complejo turístico Puerto Palmeras,

de una extensión de veintiuna hectáreas, situado pocos

kilómetros al sur de la ciudad de Tarapoto, en la Región

San Martín.

El esfuerzo ecoturístico de Carlos González ha sido

descrito y valorado en un libro editado por la

Universidad Nacional de Trujillo (Moreno, Tresierra &

Page 95: El rescate de valores – una compleja tarea

103

Zierer 2002), que nos servirá de fuente para las siguientes

apreciaciones El nombre del complejo turístico – Puerto

Palmeras – creado por Carlos González, encierra varios

significados ambientales. Relaciona el complejo con

Tarapoto, la “Ciudad de las Palmeras”, una referencia

ecológica debido a la abundancia de palmeras en la zona,

y también a la proximidad inmediata a un río (puerto).

Mas la palabra “puerto” también expresa

metafóricamente las ideas de paz, sosiego y seguridad,

que el turista debe encontrar en este complejo.

Por otro lado, la palabra “puerto” significa “lugar de

entrada” a un país, territorio, etc. En este sentido,

Puerto Palmeras es para el turista la puerta de entrada no

solamente a la Región San Martín sino a toda la

Amazonía. De hecho, el nombre “Puerto Palmeras”

simboliza hoy la entrada al circuito ecoturístico Nor-

Oriental Amazónico, conceptuado, diseñado y puesto en

marcha por Carlos González.

La aplicación de criterios ecológicos a la construcción

del complejo se manifiesta en formas tales como son las

siguientes:

El diseño de todo el complejo recoge el ritmo de la

geografía, topografía y flora de la zona. La

disposición de los diferentes componentes del

complejo es armoniosa y racional a la vez. Las

construcciones están unidas mediante alamedas y

plazuelas, todas denominadas con el nombre de

personajes vinculados, de un modo u otro, a la historia

de Puerto Palmeras.

Los acabados externos y los colores están en armonía con las formas y colores de la naturaleza de

la zona.

Page 96: El rescate de valores – una compleja tarea

104

La obra del hombre respeta la naturaleza. Así, antes

de cortar un árbol que impide la construcción de un

hecho externo, se respeta el árbol y se le permite

atravesar el hecho por una abertura.

Un río con su murmullo, y con rocas y vegetación en su orilla, que bordea buena parte del complejo, y hacia

el cual se puede bajar por andenes desde el comedor,

así como su murmullo, refuerza la vivencia ecológica

del turista en este paraíso.

Los “residentes” permanentes del complejo son una gran variedad de aves - un atractivo para los turistas

interesados en ornitología - así como representantes

de otras especies de la fauna local. Todos los animales

conviven en una libertad ecológica. Pueden alejarse

del complejo, pero por la noche regresan.

En Puerto Palmeras se ha logrado una armonía entre

ecología y del arte. Una turista que visitó Puerto

Palmeras nos dijo una vez que en esta obra se nota la

mano del artista detrás del esfuerzo ecológico por

doquier, hasta en sus mínimos detalles. Los pabellones

dispuestos en forma de claustros con hermosos patios

interiores, sus techos, la rítmica distribución de las

piedras que forman los pisos, el color blanco

combinado con el color del medio ambiente natural,

etc., producen en el observador una agradable

impresión estética. En Puerto Palmeras, como una vez

nos comentaba un turista, el mal gusto no tiene

cabida.

La concepción ecológica de Carlos González era

integral, lo cual se ha reflejado en lo siguiente:

Page 97: El rescate de valores – una compleja tarea

105

Puerto Palmeras no solamente facilita al turista el

diálogo con la naturaleza sino que también le permite

valorar la dimensión ecológica en la obra de los

mejores pintores de la Región San Martín. Así, los

diferentes ambientes techados están decorados con

hermosos cuadros que retratan los paisajes,

pobladores y costumbres de la región. Uno de los

ambientes funciona como una verdadera galería de

pinturas.

Es oportuno mencionar que todos los pintores de

estas obras, de un modo u otro, fueron promocionados

por Carlos González.

El complejo incluye una hermosa capilla con campanario, un ambiente apropiado para el turista que

desea reflexionar con sosiego y dialogar con Dios.

También esta previsión constituye una dimensión

ecológica en Puerto Palmeras.

La obra ecotúristica de Carlos González no se agota

en la creación de un complejo turístico con admirables

singularidades ecológicas y artísticas. Su esfuerzo se

proyecta también a toda la región, de dos maneras. Por

un lado, proporciona a los turistas de Puerto Palmeras

excursiones de estudio a los diferentes lugares de

atracción ecoturística, y por el otro, realiza

frecuentemente expediciones con el fin de descubrir

nuevos puntos con potencialidades para el ecoturismo.

La inquietud de Carlos González por el ecoturismo ha

trascendido también al ámbito académico. Así, Puerto

Palmeras colabora con varias universidades del país y

del exterior, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad

de realizar prácticas en gerencia turística. Precisamente

para que puedan desarrollar una conciencia ecoturística

Page 98: El rescate de valores – una compleja tarea

106

en una realidad en la que se ha puesto en práctica el

ecoturismo.

Aquí debemos reconocer también el apoyo que Puerto

Palmeras brindó durante más de una década al Proyecto

de Desarrollo Educativo Comunal del Distrito de Sauce,

proyecto que tenía como uno de sus componentes la

educación ambiental, y que fue iniciado y conducido por

la Universidad Nacional de Trujillo en el Distrito de

Sauce de la Región San Martín (Zierer 2003).

El esfuerzo de este empresario ecoturístico,

evidentemente, constituye una aportación significativa al

desarrollo de la Región San Martín del Perú.

Nuestra concisa apreciación de la obra Carlos

González no sería completa si no mencionáramos el

hecho de que en los momentos más difíciles que la

subversión (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru)

representó para la población de la Región San Martín,

Carlos González, continuó con valentía su obra, y a

pesar de su secuestro por los subversivos - secuestro del

que logró escaparse - dio ánimo a otros empresarios,

para que siguieran identificándose con la causa de esta

Región, en lugar de abandonarla.

Carlos González pone en práctica la pedagogía del

buen ejemplo.

___________

Page 99: El rescate de valores – una compleja tarea

107

Referencias bibliográficas

(1) Moreno Valera, Rossana, Johanna Tresierra Reátegui &

Ernesto Zierer: Puerto Palmeras – un esfuerzo

ecoturístico en la Amazonía, Trujillo: Universidad

Nacional de Trujillo, Publicaciones / Proyecto UNT-

Sauce N° 46, edición preliminar, septiembre de 2002.

(2) Zierer, Ernesto: Ëtica Ecológica, Filosofía de la

Educación y Educación Ambiental, en: Zierer, Ernesto:

La pedagogía del buen ejemplo, Trujillo: Universidad

Nacional de Trujillo, Serie: Defensa y rescate de valores

N° 11, 2003, pp. 41-51.

(3) Zierer, Ernesto: Desarrollo Educativo Comunal basado

en valores – un proyecto no convencional en el Distrito

de Sauce (Región San Martín, Perú), Trujillo:

Universidad Nacional de Trujillo, Serie: Defensa y

rescate de valores N° 12, 2004.

__________

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108

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11

La Ética del Lenguaje

El lenguaje facilita la formación de los valores

morales así como la verbalización de valores tales como

la veracidad, transparencia, buena intención y buena fe,

tacto y cortesía, etc. en que se apoya el respeto mutuo de

los participantes en la interacción comunicativa (oral y

escrita) (Kainz 1954, 234). El lenguaje cumple aquí una

función ética a través de sus usuarios, constituyendo un

sistema eticolingüístico o también una “ética del

lenguaje”.

Cuando los valores que determinan el respeto mutuo

de los participantes comunicativos no llegan a

actualizarse a través del lenguaje en la interacción

comunicativa, es decir, pierden su vigencia, surgen

incongruencias, falacias, ofensas, abusos del lenguaje

para engañar y manipular; en suma, situaciones que

atentan contra la “ética del lenguaje”.

Si bien no se haya constituido todavía una disciplina

académica para el estudio formal de la función ética del

lenguaje, es conveniente emplear el término de Ética del

Lenguaje* para referirse a reflexiones acerca de la

relación que existe entre el lenguaje y la ética,

* Para distinguir Ética del Lenguaje, entendida como disciplina, de

“ética del lenguaje”, entendida como la actualización lingüística de

los valores morales en la interacción comunicativa, escribimos el

primer término con letras iniciales mayúsculas.

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particularmente, la función que el lenguaje cumple “al

servicio” de la realización de los valores.

1. El cometido de la Ética del Lenguaje

Dentro de la Ética del Lenguaje, puede concebirse el

estudio de temas y problemas tales como los siguientes:

¿Cuáles son los mecanismos en una lengua dada

mediante los cuales se actualiza la función ética del

lenguaje en los diferentes contextos comunicativos?

¿Cuáles son los factores que influyen ellos?

¿Cuáles son los diferentes tipos de manifestaciones verbales en la interacción comunicativa que revelan

una defectuosa actualización de la función ética del

lenguaje, es decir, que no son compatibles con el

respeto que los participantes comunicativos se deben

guardar? ¿Cuáles son los mecanismos lingüísticos de

este tipo de manifestaciones?

¿Qué iniciativas pedagógicas en apoyo a la vigencia de la función ética del lenguaje serían viables en los

contextos educativos formal y no formal?

Particularmente, la ética del lenguaje ¿se concebiría

como “producto” de la “enseñanza” a través de

alguna asignatura específica dentro de un contexto

educativo formal, o más bien como la consecuencia

del contacto comunicativo del educando con una ética

del lenguaje fuertemente actualizada en todas las

asignaturas y situaciones pedagógicas en que se

encuentra involucrado el educando (“pedagogía del

buen ejemplo”)?

¿Qué repercusiones negativas tiene un déficit de ética

del lenguaje en los diferentes sectores de la vida

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pública tales como la administración pública, medios

de comunicación, política, comercio, etc.? ¿Qué

estrategias podrían proponerse para dar mayor

importancia a la ética del lenguaje en estos sectores?

¿Cómo se actualiza la ética del lenguaje en las

diferentes lenguas? ¿Cuáles son los rasgos y

mecanismos distintivos de la ética del lenguaje de una

lengua dada, en comparación con los de otra? y ¿cómo

se estructuraría una “Ética Comparada de las

Lenguas” (o “Ética Contrastativa de las Lenguas”)

como subdisciplina de la Ética del Lenguaje? ¿Cómo

se aprovecharían los resultados de estos estudios para

la enseñanza de idiomas?

¿En qué sentido podría considerarse a la Ética del Lenguaje una disciplina que tiende un puente entre la

Ciencia del Lenguaje y la Ética, con proyección a

otras disciplinas tales como la Pedagogía, las

Ciencias Administrativas, la Antropología Cultural, la

Etnolingüística, las Ciencias Jurídicas y Política, la

Psicología Social, la Ciencias Literarias, la Ecología

Social, etc.?

¿Cuál es el lugar que la Ética del Lenguaje ha de ocupar como disciplina científica en el ámbito

académico universitario?

2. Los mecanismos lingüísticos de la ética del

lenguaje

La función ética del lenguaje se actualiza en los

diferentes planos de una lengua. A continuación,

señalaremos algunos mecanismos y estrategias en que se

apoya la ética del lenguaje.

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Los participantes en la interacción comunicativa –

directa e indirecta - prefieren el uso de voces que sean

propicias para asegurar una relación de respeto

recíproco entre los(las) interlocutores(as), tomando en

consideración los diferentes grados de cortesía

determinados por factores tales como edad, grado de

parentesco, género, cultura, nivel instruccional,

relaciones de dependencia, jerarquías en

organizaciones, etc. Hay lenguas como, por ejemplo,

el japonés, en que existe un sistema léxico (verbos,

prefijos, adjetivos, partículas) especial para expresar

la compleja estructura de las jerarquías sociales en la

interacción comunicativa.

Los participantes se expresan con claridad mediante el

uso correcto del vocabulario, evitando construcciones

ambiguas o sobrecargadas de información, así como

expresiones hiperbólicas, a fin de que haya

transparencia semántica y el interlocutor pueda

codificar la información correctamente, y, de esta

manera, participar en la interacción comunicativa en

“igualdad de condiciones comunicativas” (Zierer

1994).

Los participantes utilizan eufemismos únicamente

cuando hay que referirse a fenómenos inoportunos,

impactantes, vulgares, etc., y no para encubrir la

verdad o presentar una realidad tergiversada. Por

ejemplo, la expresión “planificación familiar”

funciona como eufemismo cuando se refiere

únicamente al “uso de medios anticonceptivos”, y por

ende, su uso tendría que rechazarse en este caso.

Los participantes reducen el efecto apodíctico de sus

afirmaciones mediante el uso de palabras que indican

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113

relativización como la palabra “bastante” en la

oración “El Sr. Pérez habla inglés bastante bien”,

que es un juicio menos categórico que “El Sr. Pérez

habla inglés bien.” (Zierer 1986)

En sus argumentaciones, los participantes en la

interacción comunicativa emplean un estilo libre de

incongruencias e incoherencias, tanto entre los

elementos léxicos del mismo texto como entre el texto

y su contexto externo, con el fin de facilitar al

interlocutor la correcta decodificación del mensaje.

Los participantes evitan expresiones que revelan

actitudes egocéntricas, como son las frecuentes

construcciones en que se utiliza el verbo en la forma

de la primera persona del singular, o expresiones en

que se imponen criterios u opiniones al interlocutor.

Tales comportamientos lingüísticos atentan contra la

ética del lenguaje por cuanto no se respeta la simetría

que debe reinar en la interacción comunicativa.

Los participantes no usan improperios ni blasfemias

en su habla.. Al respecto cabe mencionar que el grado

de “desarrollo” del vocabulario injurioso no es el

mismo en todos los idiomas. Por ejemplo, el idioma

japonés, en comparación con otros idiomas, tiene muy

pocas palabras injuriosas o vulgares, y las pocas que

tiene, no son del mismo “calibre” que las que ocurren

en otras lenguas (Berlitz 1982, 80)

Dado que el lenguaje con su limitado léxico tiene que

procesar y denotar un sinnúmero de fenómenos de la

realidad, se comprende que muchas palabras sean

equívocas, y tenga que ser “elásticas” en su función

denotadora. Cuando este hecho es aprovechado para

fines de manipulación, encubrimiento de la verdad, o

Page 106: El rescate de valores – una compleja tarea

114

para similares comportamientos moralmente

cuestionables, estamos ante una violación de la ética del

lenguaje. El usuario del lenguaje ha de ser consciente de

este hecho al verbalizar sus mensajes.

Por otro lado, los participantes comunicativos están

sujetos a las limitaciones y hasta seducciones impuestas

por el mismo lenguaje, lo cual puede interferir en la

formulación de sus mensajes en perjuicio de la calidad de

la interacción comunicativa y de la ética del lenguaje

(Kainz 1954. 233-234; Kainz 1972). .

La veracidad debe constituir un valor guía para la

actualización de la ética del lenguaje. En este sentido, se

rechazan las estrategias comunicativas que pretenden

encubrir la verdad mediante mentiras (Kainz 1972, 396).

Sin embargo, hay situaciones comunicativas

excepcionales en que el participante, precisamente por

razones éticas, debe dar cabida a la verdad con cautela.

Este es el caso, por ejemplo, del médico cuando tiene

que comunicar un diagnóstico infausto a su paciente, para

lo cual tiene que emplear una estrategia comunicativa

que varía de paciente a paciente, y que, por respeto a la

dignidad del paciente, no debe incluir una falsedad a

sabiendas (Zierer 1997, 52-53).

. La ética del lenguaje, como mencionamos

anteriormente, se concreta no sólo en la interacción

comunicativa oral, sino también en la comunicación

escrita como, por ejemplo, en la Administración Pública,

donde los rasgos que tipifican los lenguajes jurídico y

administrativo, frecuentemente, suelen convertir estos

tecnolectos en una barrera lingüística, no sólo para el

público ciudadano en sus múltiples relaciones con el

Estado, sino también para los mismos agentes de la

Page 107: El rescate de valores – una compleja tarea

115

Administración Pública (Zierer 1986). En este caso, la

ética del lenguaje adquiere vigencia en la medida en que

haya un esfuerzo por elaborar las respectivas normas

jurídicas y administrativas con un máximo de claridad, y

sin vicios sustantivos ni formales.

Sin embargo, en la práctica encontramos muchas

normas que evidencian una palmaria violación de la ética

del lenguaje. He aquí un caso (Zierer 22-07-04; Zierer

02-03-04). Mediante un Decreto Supremo, se otorga a

los docentes universitarios en actividad de las

universidades públicas (estatales) una asignación

“especial” mensual, y se especifica que ésta “no tiene

carácter remunerativo ni pensionable”. Mas entre los

motivos en que se basa esta asignación “especial”, no

aparece ninguno que también sea especial; todos son

genéricos, lo cual constituye una incoherencia.

Por otro lado, una asignación “especial” es una

asignación extraordinaria. Mas si es mensual, ya no es

extraordinaria sino ordinaria, lo cual también representa

una incoherencia.

Luego, se califica la asignación especial como no

“remunerativa”, como si el pago mensual de cierta

cantidad de dinero por el Estado a sus servidores no

fuera una remuneración.

Con estos recursos, que están reñidos con la ética del

lenguaje, se persigue justificar el incumplimiento –

solamente por motivos económicos - de la ley

(jerárquicamente superior a un Decreto Supremo dado

por el Poder Ejecutivo) que beneficia a los docentes

cesantes con “cualquier aumento” del sueldo que se

concede a los docentes activos.

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Los recursos lingüísticos cuestionables desde el punto

de vista de la ética del lenguaje y usados en la

administración pública, suelen ser más sutiles que los que

se emplearon en el ejemplo de arriba.

Una área todavía no explorada a la luz de la ética del

lenguaje es el lenguaje de los medios de comunicación

masiva, y de la comunicación virtual a través de sistemas

de computación. Basta señalar aquí que el uso y la

difusión de los recursos lingüísticos en pugna con la

ética del lenguaje, son reforzados por los medios,

particularmente a través de muchos programas de

televisión, así como también mediante muchos

programas de multivídeo, disponibles a través del

INTERNET en los establecimientos con cabinas

públicas, y en los mismos hogares. Aquí debe

mencionarse también una forma de dialogar a través de

una computadora que se conoce con la palabra ”chatear”

(del inglés “to chat”: platicar). El lenguaje de los

interlocutores en el “chateo” alcanza un alto grado de

informalidad que, frecuentemente, ya no respeta los

criterios de la ética del lenguaje, lo cual tiene

implicancias pedagógicas, dado que esta modalidad de

interacción comunicativa tiene una mayor difusión

precisamente en la juventud.

Promover el desarrollo de la ética del lenguaje en los

educandos, debe ser una actitud permanente de la

pedagogía, particularmente de la educación social y la

educación en valores. La constitución de una didáctica

de la ética del lenguaje podría significar un soporte

importante para la realización de esta actitud.

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117

Referencias bibliográficas

(1) Berlitz, Charles: Die wunderbare Welt der Sprachen,

Wien/Hamburg: Paul Zsolnay Verlag, 1982

(2) Kainz, Friedrich: Psychologie der Sprache, I tomo,

Stuttgart: Ferdinand Enke Verlag, 1954.

(3) Kainz, Friedrich: Über die Sprachverführung des

Denkens, Berlín: Duncker & Humblot, 1972.

(4) Zierer, Ernesto: Los indicadores relativizantes del idioma

alemán y sus equivalentes en el idioma español, Lenguaje

y Ciencias 26.1-4 (1986), número especial.

(5) Zierer, Ernesto: Administración Pública y barrera

lingüística, Suplemento Dominical del diario El Comercio

(Lima), 14-12-86.

(6) Zierer, Ernesto: Neologismos hiperbólicos o hiperplasia

lexicosemántica, en: Lenguaje y Ciencias 34.2 (1994),

pp.73-76.

(7) Zierer, Ernesto: Madre e hijo, cruzando el río, Trujillo:

Editorial Computer Age, 1997.

(8) Zierer, Ernesto: Etica del lenguaje y normas jurídicas,

diario La Industria (Trujillo) 22-07-03.

(9) Zierer, Ernesto: ¿Defenderá el SUDUNT a los docentes

cesantes de la UNT?, diario La Industria (Trujillo), 02-

03-04.

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Serie: Defensa y rescate de valores

Las siguientes publicaciones de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) inciden directa o indirectamente en la problemática de los valores:

1. 1996: Ernesto Zierer: Educación para la paz y pacificación (informe ampliado sobre un Conversatorio Comunal en Sauce, San Martín: 16-18/02/95), Publ. N° 17 del Proyecto de Desarrollo Educativo Comunal del Distrito de Sauce, San Martín (PRODECS), Trujillo: UNT.

2. 1996: Betty Cabrera de Saavedra & Ernesto: Drogadicción: su prevención y tratamiento (informe sobre un Conversatorio Comunal en Sauce, San Martín: 15-17/06/95), PubI. N° 19 de PRODECS, Trujillo: UNT.

3. 1996: Doris Alva Díaz & Ernesto Zierer: Rescate y formación de valores en Sauce (informe ampliado sobre un Conversatorio Comunal en Sauce, San Martín: 14- 20/07/96), PubI. N°22 de PRODECS, Trujillo: UNT.

4. 1997: Milagros Morales García & Ernesto Zierer: Comunidad y personas de la tercera edad en Sauce (informe ampliado sobre el XVI Conversatorio Comunal en Sauce, San Martín, Perú: 13-15/02/97), PubL Nº 25 de PRODECS, Trujillo: UNT.

5. 1998: Guillermo Gil Malca & Ernesto Zíerer: Ante los desafíos del siglo XXI - desde una perspectiva humanista, Trujillo: UNT.

6. 1999: Guillermo Gil Malca, Johanna Tresierra Reátegui & Ernesto Zierer: Temas que nos inquietan y nos preocupan, Trujllo: UNT.

7. 2000: Yolanda Castañeda Almerí & Ernesto Zierer: La

integración familiar en e! desarrollo comunal del Distrito de Sauce (Informe sobre el XXVII Conversatorio Comunal en Sauce, San Martín, Perú: 23-24/11/00), Publ. Nº 39 de PRODECS, Trujillo: UNT.

8. 2001: Ernesto Zierer: El aporte de la Universidad Nacional

de Trujillo a la Pedagogía Cibernética e Instrucción Programada - rescate de un valor institucional, Trujillo: UNT.

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119

9. 2002: Ernesto Zierer: El aporte de la Universidad Nacional

de Trujillo a la Japonología - rescate de un valor institucional, Trujillo: UNT.

10. 2002: Cristina Calderón Saldaña & Ernesto Zierer: La pedagogía del buen ejemplo: su importancia en la reforma educativa (Informe sobre el XXXI Conversatorio – taller, Sauce, San Martín, Perú: 24-25/09/02), Trujillo: UNT.

11. 2003: Ernesto Zierer: La pedagogía del buen ejemplo, Trujillo: UNT.

12. 2004: Ernesto Zierer: Desarrollo educativo comunal basado

en valores – un proyecto no convencional en el Distrito de Sauce (Región San Martín, Perú), Trujillo: UNT.