El Rey en Ezcaray. Academia General Militar de Zaragoza

Adolfo Soto Sáez Restaurantes y Apartamentos Turísticos Rincones del Vino Ezcaray - Logroño (La Rioja) España

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El Rey en Ezcaray. Academia General Militar de Zaragoza. (Capítulo 45) El nuevo alcalde de Ezcaray, Lorenzo Soto Vitores, anuncia a sus habitantes que el Ayuntamiento

que preside ha llegado a un acuerdo con la Academia General Militar de Zaragoza, en la que se forman buena parte de los oficiales del Ejército Español, saliendo como tenientes, para que puedan establecer en Ezcaray un campamento en los prados que se encuentran viniendo de Ojacastro, a la entrada del pueblo.

Al lado del alcalde, Lorenzo Soto, Cecilio Valgañón, derecha el Gobernador de Logroño, Martín Gamero.

Estarán durante unas semanas, entre el final de la primavera a principio del verano, con el fin de hacer maniobras de montaña en este valle. Vendrán “Caballeros Cadetes” de infantería, caballería, artillería, esquiadores, alpinistas, escaladores, etc. Banda de Música de la Academia, de tambores y trompetas y soldados de reemplazo, para montar el campamento, etc.

Autoridades civiles y militares en una comida de trabajo. Alcalde don Lorenzo Soto,Tte. Alcalde don Cecilio Valgañón, párroco don Blas…

1. Andas. Ceferino Soto, Muga. Izquierda Pepe Valgañón. Escolta el príncipe Don Juan Carlos con uniforme de montaña. 2. El príncipe Don Juan Carlos con uniforme de gala.


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Con los ‘Caballeros Cadetes’ vinieron a Ezcaray, para ver o estar con sus hijos, durante el tiempo de paseo al atardecer, muchas de sus familias. Ezcaray apareció en todos los medios de comunicación e información de la época, incluido el ‘Nodo’ y fue motor del turismo y nueva fuente de ingresos.

La Academia General Militar de Zaragoza es recibida con alegría por sus habitantes precedida y acompañado por la chiquillería y jovencitas. Nadie podía saber que uno de los cadetes que con los años llegaría a Ezcaray fuera el príncipe Don Juan Carlos de Borbón, actual Rey de España.

1. Los soldados son recibidos por el pueblo. Don Juan Carlos, abanderado, hablando con Gerardo. Mi clase en cabeza. 2. El príncipe Don Juan Carlos saluda al Obispo en la puerta de la iglesia. Alcalde, izquierda, Don Silverio Yáñez.

1. Llegan de la estación. Farmacia de Rivera antes de tirar la tapia al ceder este jardín su propietaria al Ayuntamiento. 2. ‘Salón de peluquería’. Campamento de Ezcaray.

Fiesta entre la chiquillería. Se cierra la escuela para recibir a los militares. La ‘Banda Municipal de

Música de Ezcaray’ les acompaña desde la estación de ferrocarril al campamento. Lorenzo Galillo, Floren y Monge, entre los músicos, Juanito Bascuñana junto a ellos.


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En el campamento tienen de todo, cantina, cocinas y comedores, capilla, incluso salón de peluquería al aire libre, junto al pequeño transformador. Los Caballeros Cadetes ocupan las tiendas de los prados situados entre la carretera y el río, los soldados de reemplazo, currantes, las del otro lado de la carretera. Oficiales de mayor graduación el antiguo chalet ‘del inglés’, más conocido tras la Guerra Civil, por ‘el Preventorio’.

1. Campamento de los soldados. Suministro de vino de Rioja, de cosechero, para la cantina y comedores, se servía en unas frascas de vidrio a los Caballeros Cadetes tanto en la comida como en la cena. . 2. Ezcaray. Don Juan Carlos con unos amigos junto a la iglesia.

Don Juan Carlos conversa con el Obispo a la puerta de la iglesia de Ezcaray ante la atenta mirada de Cecilio Valgañón y la sonrisa de Constancio Solanas (1). Entretienen hasta el perrito (2).

El grupo de esquiadores desde la estación se dirigen al campamento. Frente al matadero (1). Un rato de paseo antes del toque de retreta (formación para pasar a cenar) (2). Desfile de los Caballeros Cadetes con Banda Militar. Esquiadores (3).


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La escuadra de gastadores de infantería, o batidores si pertenecen al arma de artillería, de la que Don Juan Carlos es uno de sus miembros, da escolta al Corazón de Jesús en su solemne procesión.

1. Don Juan Carlos, primero a la izquierda de la imagen. Escuadra de gastadores. 2. El general Amado al frente de la caballería. Maniobras en Ezcaray. Durante muchos años, los gastadores de la ‘Academia General Militar de Zaragoza’ dieron escolta al Corazón de Jesús en Ezcaray.

Don Juan Carlos frente a los talleres-tienda de artesanía textil de los Hijos de Cecilio Valgañón.

1. Ezcaray. Campamento. Misa de Campaña. Escuadra de gastadores. Y año tras año el pequeño tren de vía estrecha trae a Ezcaray la ‘Academia General Militar de Zaragoza’ (3).


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Gerardo era un niño de mi edad, que desde el primer año que llegó aquel simpático cadete llamado Don Juan Carlos de Borbón a Ezcaray, se hizo amigo del príncipe. Cualquier ocasión era buena para verles juntos. Gerardo era un niño, digamos de alma limpia, inocente y buena persona, igual que aquel cadete que terminó cogiéndole tanto cariño.

Don Juan Carlos con Gerardo Izquierdo (1). Gerardo y el príncipe (2). Fotografías dedicadas y firmadas por en guapo caballero cadete y príncipe Don Juan Carlos (3).

Cuando aquel generoso cadete, ya que nos daba vales para poder pagar, aceitunas, patatas,

‘boquerones’ y refrescos en la cantina del campamento, un buen día, con olvido de su padre, Franco lo hace rey de España, no se olvida de Gerardo y le escribe para que vaya a Madrid con él. Gerardo en el fondo tímido, le parece que no debe abusar de su amistad y el ofrecimiento que le hace, renunciando a trabajar al servicio de su Majestad, cambiando una fábrica en Bilbao por el Palacio en Madrid.

1. Autoridades civiles y militares en una procesión. 2. Don Juan Carlos, con el resto de la escuadra de gastadores (infantería), escolta del Sagrado Corazón. Procesión junto a los portales de la plaza del Conde de Torremúzquiz. Soportales del Café Moderno. Llevan las andas Dionisio Riaño y Ángel, el hijo mayor. El padre José aparece tras el Sagrado Corazón de Jesús. Contreras (taxista) y Dionisio (barbero) en primer plano. El Caja, al otro lado junto a Revuelta (chucherías y helados).

Un militar, don Lorenzo Roca, conde de Torremúzquiz, tenía una buena amistad con el príncipe y los

dos años en que con la ‘Academia’ vino a Ezcaray, abriendo su casa-palacio. Traía unos preciosos caballos.


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El príncipe no solamente tomó cariño a Gerardo. En Ezcaray vivían cuando llegó don Juan Carlos unas chicas realmente guapas, más o menos de su edad, algunas, como en los cuentos de hadas, se habían enamorado de ‘el Príncipe’, y me consta que a él le gustaba una en particular, les daré una pista… ¡No era rubia!, si guapa, trabajadora, simpática e inteligente.

1. Procesión de Sta. Bárbara. 2. “Los chicos nos han dejado”. Fiestas de Santa Bárbara, años felices.

Les diré que si ya entonces un príncipe se hubiera podido casar por amor, con una periodista como

ejemplo, quizás la actual reina de España hubiera nacido en Ezcaray, es una broma y Doña Sofía la perdonará porque en ella hemos encontrado a una reina que no la merecíamos. En una de estas fotografías de chicas se encuentra la morena con la que el príncipe paseaba algunas tardes, llegando tarde al toque de retreta.

Pocos chicos en la cuadrilla, pero alguno va llegando, a pesar de la dura competencia (1). “A ver morena, me escuchas, que soy Juancar, esta tarde tengo libre y podemos acercarnos hasta ‘el Sauco” (2).

Para niños y chavalería el campamento era algo mágico, armas de todo tipo, la vida en las tiendas, la

caballería, y sobre todo, aquellos talonarios de vales de colores, dinero efectivo en la cantina del campamento, que muy pronto nos aprendimos su valor de memoria para que no nos dieran “calderilla” los “caballeros roñosos”, que de todo hay en la viña del Señor.


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Durante mucho, mucho tiempo, todos los años llegaban a Ezcaray aquellos alegres cadetes. Yo crecí

con ellos desde niño, un buen día alguien me dio una foto, en la que con otro amigo llevaba un santo en la procesión. Después, para estudiar, dejé Ezcaray y ya no les volví a ver, al no coincidir mis vacaciones con la época de sus maniobras en el valle. Guardo de aquellos años y épocas agradables recuerdos.

1. El autor, a la izquierda, en el campamento con una de sus primas, amigas y caballeros cadetes. 2. Guapas en el campamento.

De la niña de las trenzas, Ana, vestida de primera comunión, que va con otras delante del Sagrado

Corazón, llevando de escolta al príncipe Don Juan Carlos, como iba a sospechar que con los años me enamoraría para terminar la historia en feliz matrimonio, que tras 42 años, nos casamos en 1970, disfruta de tres maravillosos hijos y un nieto, Mateo, nacido en 2011.

1. Ana Mendi Solanas, con coletas y traje de primera comunión. Don Juan Carlos de escolta. 2. Para el pueblo son unos días diferentes y las calles se contagian con la alegría de estos jóvenes a quien el pueblo ofrece siempre un caluroso recibimiento. Esquiadores llegando de la estación.


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Pasaron los años, muchos. En los prados de la entrada de Ezcaray en los que se montaba el campamento, se levantaron nuevas y modernas fábricas, el ferrocarril de Haro-Ezcaray cerró en 1964.

Se hizo un último esfuerzo por parte del Ayuntamiento para que siguieran viniendo, montando el campamento en el nuevo campo de fútbol y espacios verdes de las recién inauguradas Piscinas Municipales.

Uno de los últimos años sufrieron los cadetes una fuerte intoxicación por algún alimento que comieron en mal estado. Lo pasaron muy mal y Ezcaray se volcó en ayudarles en cuanto humanamente fue posible. Ni el más sagaz de los enemigos hubiera podido poner fuera de combate a todo un ejército.

1. Nuevo campamento en el campo de fútbol de las nuevas piscinas municipales. 2. Prácticamente todos los cadetes y oficiales caen enfermos, algunos graves.

Nada tuvieron que ver estos sucesos con el final de la historia. En la vida, todo tiene sus tiempos. Ezcaray y la ‘Academia General Militar de Zaragoza’ amigablemente se separan. Una calle en el centro del pueblo mantiene el recuerdo de aquellas épocas y el agradecimiento de Ezcaray a la ‘Institución’, Avenida de la ‘Academia General Militar de Zaragoza’.

2. Dejaron de venir y sobre todo las chicas se quedaron un poco tristes.

Montando el campamento (1). Junto a las chicas, no con ellas en este caso, un oficial descansa (2). Como era de esperar, cupido acertó y algunas chicas del valle se casaron con sus “caballero cadetes”.


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1-6. Fueron muchos años de convivencia con la Academia y sus Caballeros Cadetes. Campamento, desfiles, procesiones, marchas.


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1-6. Durante unos días se rompía la monotonía y rutina del pequeño y perdido pueblo de montaña llamado Ezcaray.


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1-6. Durante dos años vino un simpático cadete que decían era Príncipe de Asturias

Era tan noble y normal que ni por un momento pudimos imaginar llegaría a ser el Rey de “casi” todos los españoles.

Mi quinto y compañero de escuela Gerardo, era una de las personas a las que el joven Príncipe más quería. El Rey nunca pudo volver a Ezcaray, pero recientemente hemos tenido el honor de recibir a una gran dama y señora, la Reina doña Sofía.


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Particularmente recuerdo estos años con cariño. Con mi padre, el ex-alcalde Lorenzo Soto, llegó a Ezcaray ‘la Academia’ por los años 40, con sus 97 años lo recuerda todo, incluido el nombre de varios generales y directores a quienes conoció y trató. Siempre se portaron bien con Ezcaray y el pueblo con ellos.

1. Con José Luís Pérez (Franco) llevando las andas. Mi tío Ceferino Soto, primero a la izquierda, a la derecha Dionisio, el barbero. 2. Justi y Elenita en compañía de un cadete en la plaza.

Y de niño llegue a joven, siempre en la compañía que por unos días los Caballeros Cadetes hacían a

Ezcaray. Entre los buenos amigos que hoy tengo, uno fue ‘Caballero Cadete’, de los intoxicados. Se casó con otra amiga de Ezcaray. El amor surgió en Madrid, tras adivinar el oficial, en un encuentro fortuito cuando ella le dijo que se llamaba Allende que era de Ezcaray, la historia es bonita y curiosa pero… es otra historia.

1. Como ven, las procesiones de esta época acompañadas por la Academia no podían ser más concurridas. 2. ¿Ustedes gustan? La costumbre de invitar ese día en el campo se mantiene.

Desde Santa Bárbara nos despedimos de este capítulo, porque simplemente encontré una foto de mi familia que me gustó de cuando se comía en la manta y yo me entretenía en el campamento.

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