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Artículo sobre el impacto de la participación estudiantil en Medicina sobre su formación.
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El rol de la participación estudiantil en la Educación Médica Fernández Peralta I., Morrás de la Torre I., Parafita Losada E., Peña Mosquera S., Snopeková M.
Introducción
En los nuevos planes de estudio se utiliza
cada vez más la planificación por objetivos de
aprendizaje. Estos objetivos son la
adquisición de ciertas competencias
generales. Para el titulado en medicina y
profesional médico, estas competencias
están recogidas en el libro blanco de la
titulación de medicina de la ANECA y son las
siguientes:
– Un conocimiento adecuado de las ciencias en las que se funda la medicina, así como una buena comprensión de los métodos
científicos, incluidos los principios de medida
de las funciones biológicas, de la evaluación
de los hechos científicamente probados y del
análisis de
datos. – Un conocimiento adecuado de la estructura, de las funciones y del comportamiento de los seres humanos, sanos y enfermos, así como de las relaciones entre el estado de salud del hombre y su entorno físico y social. – Un conocimiento adecuado de las materias y de las prácticas clínicas que le proporcione una visión coherente de las enfermedades
mentales y físicas, de la medicina en sus
aspectos preventivo, diagnóstico y
terapéutico, así como de la reproducción
humana.
– Una experiencia clínica adecuada adquirida en hospitales bajo la oportuna supervisión.
Además de las competencias generales, el libro blanco define las llamadas competencias transversales (Tabla 1), que serían aquellas que rebasan los límites de una disciplina para desarrollarse en todas ellas. Se pueden dividir en tres grupos y como las define el libro blanco aparecen a continuación: a) Instrumentales:
1. Capacidad análisis y síntesis 2. Resolución de problemas 3. Toma de decisiones 4. Comunicación oral escrita en lengua nativa 5. Capacidad organización y planificación 6. Conocimiento lengua extranjera 7. Capacidad gestión de la información 8. Conocimientos informáticos relativos al ámbito de estudio
b) Personales:
1. Compromiso ético 2. Razonamiento crítico 3. Trabajo en equipo 4. Habilidades en relaciones interpersonales 5. Trabajo en equipo de carácter interdisciplinar 6. Reconocimiento diversidad y multiculturalidad 7. Trabajo contexto internacional
c) Sistémicas
1. Aprendizaje autónomo 2. Motivación por la calidad 3. Adaptación a nuevas situaciones 4. Iniciativa y espíritu emprendedor 5. Creatividad 6.Sensibilidad hacia temas medioambientales 7. Conocimiento de otras culturas y costumbres 8. Liderazgo
Tabla 1. Competencias transversales
Instrumentales Personales Sistemáticas
1) Capacidad análisis y síntesis 2) Resolución de problemas 3) Toma de decisiones 4) Comunicación oral escrita en lengua nativa
5) Capacidad organización y planificación
6) Conocimiento lengua extranjera
7) Capacidad gestión de la información
8) Conocimientos informáticos relativos al ámbito de estudio
1) Compromiso ético 2) Razonamiento crítico 3) Trabajo en equipo 4) Habilidades en relaciones interpersonales
5) Trabajo en equipo de carácter interdisciplinar
6) Reconocimiento diversidad y multiculturalidad
7) Trabajo contexto internacional
1) Aprendizaje autónomo
2) Motivación por la calidad 3) Adaptación a nuevas situaciones
4) Iniciativa y espíritu emprendedor
5) Creatividad 6) Sensibilidad hacia temas medioambientales
7) Conocimiento de otras culturas y costumbres 8) Liderazgo
Este trabajo parte de la percepción de lo que
ha aportado nuestra experiencia en
organizaciones estudiantiles, tratando de
recoger los aspectos positivos de estas y las
principales amenazas que existen sobre
estas.
Empezaremos describiendo los actores de la
formación en la carrera médica, para
después introducir el concepto de
participación estudiantil y posteriormente
analizar su función en la adquisición de
competencias. Finalmente analizaremos
factores favorecedores y factores que
comprometen a esta.
Los actores de la formación en la carrera
médica
En la carrera médica existen tres agentes
implicados en la formación: el docente, el
discente y la institución.
Estos tres ejes principales interactúan entre
sí. Existen diferentes modelos de interacción
según el peso que se le otorgue al docente y
al discente.
Los resultados de esta interacción son, en
mayor o en menor grado, el motor de cambio
que tiene por objeto la educación, según
reivindica el manual de la UNESCO, The role
of student affairs and services in higher
education.
El docente es el agente que enseña, el
emisor de la información. Este papel lo
desempeña el profesor de universidad en el
pregrado. Pero en el postgrado será el mismo
profesional el que adquiera esa posición con
respecto a otros colegas.
El discente es el agente que recibe la
información. En este caso, este papel será el
desempeñado por el estudiante, que
tradicionalmente ha sido considerado el
receptor de la formación. Sin embargo, los
estudiantes tienen que ser considerados
partícipes iguales y fundamentales de su
propia educación con el derecho a
organizarse como vean conveniente dentro
del contexto de sus instituciones
educacionales, sistemas y comunidades.
Siguiendo las directrices del manual de la
UNESCO que anteriormente citábamos, el
estudiante debe adoptar un papel central en
el proceso educativo, porque su implicación
en la evaluación de la forma en que está
siguiendo éste es simultánea al desarrollo del
mismo. Actúa de esta forma como catalizador
de los reajustes del sistema de educación.
Por ese motivo su feedback directo es
necesario para el perfeccionamiento del
proceso educativo en todas sus vertientes
(competencias técnicas, desarrollo humano,
reflexión ética, intercambio cultural...).
La institución tiene la capacidad de diseñar
las políticas educativas. Además da soporte
al sistema educativo para amortiguar
diferencias socio-económicas en el acceso a
la educación.
Por otro lado, también proporciona las
instalaciones e infraestructura necesaria para
garantizar unos recursos educativos
mínimos.
La participación estudiantil
Definición.
Tal y como hemos señalado, el estudiante
como eje central del proceso educativo es el
personaje que adquiere protagonismo en el
momento de evaluar en directo su propio
proceso educativo.
Se hace necesario, pues, introducir la idea de
la participación estudiantil como vía para
conseguir un diálogo ente los estudiantes, los
profesores y las instituciones. De esta forma
el flujo de ideas-proyectos será más veloz:
relación volumen de aportaciones / tiempo
será mayor, por lo tanto se consigue mayor
efectividad a la hora de rediseñar proyectos
educativos.
Según Las políticas de participación
estudiantil en el proceso de Bolonia”, esta
podría definirse como:
La participación, entendida como
competencia cívica, debe ser un contenido
formativo aprendido por los estudiantes en su
paso por la Universidad con la finalidad de
convertirse en ciudadanos activos,
comprometidos y responsables con la
sociedad.
No obstante, consideramos que este
concepto está definido como una
competencia, limitando sus dimensiones.
En un intento de definirla, podríamos decir
que la participación estudiantil -en sentido
amplio- es un fenómeno social que engloba
cualquier actividad del estudiante que
extralimite el hecho de seguir la actividad
académica propiamente dicha. Su puesta en
práctica repercute en la universidad, en la
comunidad, y en los estudiantes (siempre).
En este sentido, este impacto es positivo y,
centrándonos en el estudiante, refuerza su
desarrollo personal y profesional.
Canales de participación.
Esta participación se desarrolla a través de
diversos canales y por iniciativa de diferentes
agentes. Atendiendo a criterios de relación
con la institución, las vías de participación se
podrían dividir en formales e informales. La
importancia de esta clasificación radica en la
repercusión sobre el grado de participación:
Los cauces formales son aquellos
diseñados o facilitados por la administración
(en nuestro caso, por la Universidad) en los
que el estudiante puede formar parte o ser
consultado.
Algunos de ellos son creados por la propia
Institución para los estudiantes: Algunos
ejemplos son la representación, el claustro
universitario, la Junta de centro, o la Junta de
Departamento.
También se puede incluir, recordando la
amplitud del concepto de participación
estudiantil, la fiigura del alumno interno.
Otras acciones que son consideradas
participación estudiantil son las consultas al
alumno en encuestas de calidad o de
evaluación interna.
Otros nacen de la iniciativa de grupos
distintos: a la institución: grupos corporativos
estudiantiles (asociaciones) que están
reglamentadas, reguladas según el derecho
administrativo, y por tanto tienen vocación de
reglamentación formal.
Los cauces Informales se caracterizan por
ser: Flexibles (por la facilidad o continua
entrada y salida de individuos en ellos);
puntuales (porque su razón de ser son metas
concretas); independientes.
En la participación no formal se pueden
englobar colectivos organizados o no
organizados, como son:
Grupos corporativos estudiantiles con menor
vocación de reglamentación formal; ONGs;
cooperación y voluntariado; movimientos
sociales; foros de debate; proyectos
concretos o puntuales.
No hay que olvidar que dentro de este grupo
se encuentran las manifestaciones, siendo
estas la forma más inmediata de participación
informal, fuera de los cauces administrativos.
La ventaja de los cauces informales frente a
los anteriores son que se convierten en vías
de participación de fácil acceso, permitiendo
una participación más directa. Por contra,
podrían tener mayor grado de riesgo de no
asegurar unas garantías y límites.
El rol de la participación en la formación
del estudiante de Medicina.
Este fenómeno consolida la formación
médica y actúa como adyuvante para
adquisición de competencias importantes en
los tres ciclos formativos de la carrera
médica: Pregrado, postgrado, y formación
médica continuada, finalmente redundando
en una mejor atención sanitaria.
Las competencias que se adquieren en el
contexto de la participación estudiantil se
pueden dividir en dos tipos, para una
comprensión más didáctica de las mismas:
a) Competencias impartidas: son las que se
adquieren por el hecho de ser beneficiario de
los programas formativos de las iniciativas
estudiantiles: Intercambios clínicos o de
investigación; publicación de artículos
científicos; participación en eventos
formativos, en cualquiera de sus formatos
(Congresos, Jornadas, formación online,
Talleres -Workshops o trainings-, Co-
formación o Peer to Peer education, y un
sinfín de formatos).
Las herramientas empleadas en este proceso
de aprendizaje son las propias de la
educación no formal (aprendizaje basado en
problemas; aprendizaje basado en proyectos;
E-learning; o Peer education).
De las competencias específicas básicas del
plan de estudios de Medicina, el estudiante
tiene una gran plasticidad para profundizar en
algunas de ellas, iniciar una búsqueda activa
de enfoques multidisciplinares de estas,
correlacionar toda la información que
incorpora a su conocimiento médico, e
integrar el conocimiento obteniendo una
perspectiva holística del paciente y la
sociedad de la que este forma parte.
El Libro Blanco de la Titulación de medicina
de la ANECA y el Libro del Residente de
MFyC reconocen las siguientes
competencias a las que nos referimos en el
párrafo anterior:
- Conocimientos sobre la salud pública y sistemas de salud. - Habilidades clínicas - Fundamentos científicos de la medicina - Valores profesionales, actitudes y comportamientos éticos -¿Conoce los elementos teóricos para la
conducción y dinamización de
reuniones?
b) Competencias adquiridas: son conocidas
como habilidades metacognitivas de gestión.
Se adquieren mediante un enfrentamiento
directo del estudiante a una situación
eminentemente práctica, con una formación
teórica previa que se mueve en un rango muy
variable. Es un aprendizaje basado en la
experiencia y los errores propios, que se
caracteriza por solidificar en etapas
tempranas de la formación.
Concretamente, pueden adquirirse en la
coordinación de proyectos, preparación de
ponencias, búsqueda activa de información,
gestión de entidades, o gestión de la toma de
decisiones.
Una de las características de estas
competencias es que quedan incorporadas a
lo largo de la vida profesional del médico. Es
beneficioso que el estudiante se enfrente a
determinadas situaciones de manera precoz
y que se enfrente a las primeras etapas de su
vida profesional con cierto bagaje en lo que a
competencias transversales se refiere.
En este sentido, el papel de la participación
estudiantil es un apoyo fundamental.
Algunas de estas competencias también se
reflejan en el Libro del Residente de MFyC tal
y como citamos a continuación:
- Realizar actividades de mejora comunicacional en transmisión de conocimientos. - Actuar como docente en actividades formativas programadas por la Unidad Docente - Conocer la estructura (organigrama) y funciones de las partes de la organización para la que trabaja - Tiene actitud positiva hacia la evaluación y conocimiento del error como método de mejora. - Mostrar una actitud abierta, de curiosidad y predispuesta a explorar las propias actitudes, creencias y expectativas, derivadas de la condición de médicos - Manejo práctico de reuniones
Factores que favorecen la participación
estudiantil:
a) Independencia
aquí podemos hablar de independencia para:
1) Crear iniciativas libres de conflictos
de intereses: ese c de i puede ser:
comercial (económico), ideológico,
institucional,
2) no censura de contenidos
(independencia ideológica)
3) Se debe aceptar, comprender y
potenciar por parte de las
instituciones y el profesorado la
independencia, y dar apoyo y
asesoramiento para que cualquier
grupo no encuentren problemas
derivados de ésta.
b) Flexibilidad
En contraposición a lo que expresaremos al
apartado c de Factores que comprometen la
participación estudiantil.
La existencia de una flexibilidad en la
programación que posibilite al estudiante
gestionar sus propios cronogramas tiene
impacto sobre su capacidad de implicación
en la participación estudiantil. A la par, la
flexibilidad de esta participación, cuando
exista, permite facilitar la convivencia entre
estudios y participación.
c) Apoyo de las instituciones
Que permita un pleno desarrollo de los
programas de participación estudiantil, para
que estos dispongan de una infraestructura
que amortigüe las posibles diferencias de
acceso. De esta manera se consigue mejorar
la equidad en las oportunidades de mejora
del currículum entre los estudiantes de
medicina.
Este apoyo se puede prestar en el plano
1) Económico (ayudas económicas,
subvenciones)
2) Logístico (aporte de material,
provisión de espacios)
3) Normativo (asesoramiento
administrativo-legal)
4) Recursos humanos (animadores,
asesores)
5) Redes de contactos
d) Accesibilidad (estructura accesible)
Una estructura accesible, que surge como
consecuencia de los puntos anteriores,
supone una potencialidad de captar una
mayor cantidad de recursos humanos, lo cual
constituye un estímulo para la participación
estudiantil que se retroalimenta
positivamente.
Las estructuras no formales ofrecen más
accesibilidad, si bien, en ocasiones por su
naturaleza quedan más restringidas en
cuanto a recursos humanos, mientras que
otras estructuras más formales, aun con lo
que esto conlleva, logran cierto éxito en la
captación.
e) Reconocimiento oficial
Es preciso el reconocimiento efectivo de la
actividad llevada a cabo por los colectivos
estudiantiles, ya recogido en el estatuto del
estudiante universitario. De esta forma el
currículum del estudiante se correlacionaría
de forma más fiel a sus verdaderas
competencias.
Por otro lado, el reconocimiento oficial
supone una estabilización de las estructuras
de participación en tanto que éstas pueden
dedicarse más a sus intereses que al
mantenimiento de la propia estructura,
potenciando su capacidad de acción.
Factores que comprometen la
participación estudiantil
a) Normativización:
A través del derecho administrativo se regula
la participación, con el objeto de garantizar el
derecho de participación -entre otros
(derechos)- y ciertos límites entre los
participantes.
La normativización plantea un problema de
acceso a las estructuras de participación.
Asimismo, los canales de participación que
esta ofrece suelen ser mayoritariamente
informativos y consultivos, pero estos no
suelen incluir una intervención directa del
estudiante sobre la toma de decisiones.
Por otro lado, el acceso a estas estructuras
participativas se ve dificultado de forma
proporcional al grado de reglamentación de la
misma.
b) Falta de reconocimiento:
Según el informe realizado por The
European Students’ Union sobre el proceso
de Bolonia (Bologna with students’ eyes
2009), parece ser que hay retrasos en la
implementación de legislación sobre la
participación estudiantil. Las implicaciones de
esto son que no se contempla la participación
estudiantil como una forma de trabajo del
estudiante. En este sentido, una buena parte
de las universidades españolas no disponen
de los mecanismos garantizados por el
Estatuto del Estudiante Universitario, o son
insuficientes.
c) Incompatibilidad con el programa del Título
de Medicina:
En relación a la falta de reconocimiento, la
incompatibilidad con estudios formales pone
de manifiesto la incongruencia existente entre
los derechos recogidos en el Estatuto del
Estudiante y la situación real de los
estudiantes en el contexto de Bolonia.
El artículo 7 del Estatuto del Estudiante reza
así en algunos de sus apartados, al
reconocer los derechos de los estudiantes:
i) A obtener
reconocimiento académico
por su participación en
actividades universitarias
culturales, deportivas, de
representación estudiantil,
solidarias y de
cooperación en los
términos establecidos en
la normativa vigente.
q) A su incorporación en
las actividades de
voluntariado y
participación social,
cooperación al desarrollo,
y otras de responsabilidad
social que organicen las
universidades.
Según el análisis de Bologna with students’
eyes, la carga de trabajo que supone la
implantación del plan Bolonia en algunos
lugares, medida por el cálculo de cada ECTS,
pueden suponer un obstáculo para la
participación estudiantil.
En algunos países europeos, la carga de
trabajo sobre el estudiante no cambió con la
implantación del Espacio Europeo de
Educación Superior. En otros, sin embargo,
aumentó. En teoría el cálculo de ECTS debe
hacerse año a año. En el caso Español, el
número de horas está fijado en el plan de
estudios.
d) Competitividad entre organizaciones: Las relaciones de competitividad entre colectivos estudiantiles en el planteamiento de los procesos de participación y asignación de recursos deterioran varios aspectos de la participación como los que se enumeran a continuación:
1) La accesibilidad a las estructuras participativas; 2) La motivación de sus integrantes, ocasionando burn out de los recursos humanos y probable fuga. 3) Falta de eficacia en el trabajo de las entidades, que se centra en una captación de recursos (humanos y económicos) superior que el resto de colectivos más que en la consecución de sus propios objetivos;
4) Falta de diversidad en la oferta de participación estudiantil.
Hay que tener en cuenta que diversificación
no ha de suponer fragmentación. Este último
concepto está relacionado con
competitividad.
e) Falta de oferta en las formas de
participación estudiantil:
Si la participación del estudiante consiste
únicamente en la información y en la
consulta, se perderá la iniciativa del
estudiante.
Ésta tiene importancia en tanto que es
responsable directa de la pluralidad de las
formas de organización. Asmismo, la
hegemonía de un órgano estudiantil sobre el
resto puede suponer un empobrecimiento
general del discurso, que, en última instancia,
reduce el impacto beneficioso general en la
comunidad universitaria que suele tener la
paticipación estudiantil.
La pluralidad a su vez interviene en la
creación de diálogos y debates abiertos entre
los estudiantes, y entre estos y las
instituciones.
f) Recambio generacional:
Es una característica propia de la
participación estudiantil, que se ve más
acentuada en los estudios de Medicina, en
los que la tasa de fracaso académico es muy
baja y la duración media de los estudios está
estimada en 6,3 años (claro, que esto era en
el año 94... al menos había numerus
clausus).
El elevado recambio generacional aporta:
1)Inestabilidad a los colectivos de
estudiantes de medicina
2) Ineficiencia del trabajo de estos,
porque hay que dedicar períodos de
tiempo dilatados en hacer relevo. Si
éste no resulta efectivo, se repiten los
mismos problemas que impiden una
evolución estas estructuras.
3) Jerarquías basadas en la
antigüedad. Estas se pueden eliminar
mediante el trabajo normativo, sin
embargo pueden aparecer de forma
tácita. Para evitarlo es necesaria una
formación continua sobre el proceso
de toma de decisiones.
El recambio generacional es una
característica intrínseca de la participación
estudiantil que, además, reporta grandes
beneficios, entre los que hay que destacar la
continua renovación de ideas que permiten
madurar a los colectivos.
Conclusión y reflexiones finales
La participación estudiantil en medicina
supone un complemento imprescindible para
la formación médica.
Esta supone una aproximación precoz a la
futura situación laboral del estudiante, y a las
competencias que le serán necesarias para
un desarrollo pleno como trabajador y
persona.
En el contexto actual de Bolonia la calidad de
la participación estudiantil se está viendo
amenazada desde el momento en el que no
se pueden conciliar los estudios con la
dimensión social del estudiante.
Es necesario un diálogo abierto entre las
instituciones y la totalidad de las
organizaciones de estudiantes de medicina
para hacer propuestas de mejora de la
participación estudiantil y de su conciliación
con el estudio del Título de Medicina.
Existe un apoyo desigual en diferentes
canales de participación, en tanto que las
entidades integradas en los órganos de
gobierno de las Facultades (Delegación,
claustro o junta) parten de una posición
privilegiada de la que otros canales, formales
o no formales, no disfrutan.
Los estudiantes de Medicina tienen que
reclamar el cumplimiento del Estatuto del
Estudiante, concretamente en los artículos
7,12 y 32.
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