8/16/2019 El Secreto de La Melodía. Almendro

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EL SECRETO DE LA MELODÍA

 ...al lado de estos almendros esperando siempre.

Claudio Rodríguez, Los almendros de Marialba.

 No, tú ya no me urges amor,

y sin embargo, cuando más te olvido

más te recuerdo, en sazón,

con la inocencia hermosa

de quien hace de la sinceridad

 bandera de justicia donde honrar

la vida, pero es así, en penumbra,

cuando más te quiero.

Me qued aquí,

 junto a estos almendros, que preservan

tu adolescencia y la veneran y la sue!an

 para que quede testimonio,

 porque el tiempo es cruel

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 pero tambin da limosna, "lores de almendro,

 pinturas al alcance de la mano,

a veces pobre recompensa.

# duermo y sue!o y venero

estos almendros que vieron tu corazón

latiendo con premura$

verte era la pura delicia

y arrancarte una sonrisa bastaba a mi día

 para ser eterno.

 No he dejado ni una ma!ana

de mirar cada almendro como un espejo

que contuviera tu talle y tus senos,

el óvalo per"ecto y sagrado,

y ahora me tiemblan las manos

y no puedo sangrar,

sólo llorar,

 por el miedo que hay en mis entra!as,

mas no a la muerte, sino al olvido,

o que tal vez nunca jamás estos almendros

me den la medida de tu libertad.

%ajo estos almendros he so!ado

con tu regreso. &ra tan real que veía

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tu "alda al viento, tu semblante de mujer 

hecha, tus brazos en remolino, y quise

ser viento, y celeste primavera

 para acariciar sin dolor,

amar generoso y honesto.

Me crecían alas con tu sue!o,

se abría la vida y el mar,

siempre tan lejano,

se llegaba hasta mis pies,

desbordaba mi cuerpo

y siempre me entregaba

y corregía mi error.

&l sue!o acababa siempre igual,

yo alargaba mi brazo

 para impedir que te "ueras,

 pero la brisa crujía los almendros

y te llevaba, porque ya no me pertenecías,

solo a ellos,

de ellos eras,

 para siempre,

en eternidad..