2
El señor corchea, antidiletante Era una noche encantadora y yo había decidido no hacer nada soñaba… ¿dar formula?... ¿quizá concluir esta obra o la otra? La noche seguía siendo encantadora, per o yo no me detenia en mi propia contemplación si no que me perdia de vista, hundiéndome en las ideas generales mas desagradables. En ese preciso momento llamaron ami puerta , y vi por primera vez al señor corchea. De inmediato despertó mi curiosodad por su visión particular de la música hablaba de una partitura de orquesta como de un cuadro. Dijo: ¿ ha notado usted la ostilidad de un publico de sala de concierto? ¿ha contemplado esos rostros grises de aburrimiento, de indiferencia o hasta de estupidez? Esas gentes señor siempre tienen aspecto de invitados mas o menos bien educados; sufren con paciencia el fastidio que se deriva de su condición de tales, y si no se marchan es por que tienen que ser vistos a la salida; de otro modo por que habrían venido? No me atrevi que mi opinión distaba muy poco de la suya; preferí preguntarle si escribia música -Señor no me agradan los especialistas. Pero, conozco toda la música, y de esto no conservo mas que el especial orgullo de haberme asegurado ontra toda clase de sorpresas 2 compases me dan la clave de una sinfonía, o de cualquier otra anécdota musical. En suma, trato de olvidar la música, por que me estorba para escuchar la que no conozco o conocere mañana…. ¿Por qué apegarse a lo que se conoce demasiado bien? Tengo mucha mas curiosidad por las impresiones sinceras que por la critica, pues esta se asemeja muy a menudo a brillantes variaciones sobre el tema de: usted se a equivocado por que no lo

El señor corchea

Embed Size (px)

DESCRIPTION

resumen

Citation preview

Page 1: El señor corchea

El señor corchea, antidiletante

Era una noche encantadora y yo había decidido no hacer nada soñaba… ¿dar formula?... ¿quizá concluir esta obra o la otra?

La noche seguía siendo encantadora, per o yo no me detenia en mi propia contemplación si no que me perdia de vista, hundiéndome en las ideas generales mas desagradables.

En ese preciso momento llamaron ami puerta , y vi por primera vez al señor corchea.

De inmediato despertó mi curiosodad por su visión particular de la música hablaba de una partitura de orquesta como de un cuadro.

Dijo: ¿ ha notado usted la ostilidad de un publico de sala de concierto? ¿ha contemplado esos rostros grises de aburrimiento, de indiferencia o hasta de estupidez? Esas gentes señor siempre tienen aspecto de invitados mas o menos bien educados; sufren con paciencia el fastidio que se deriva de su condición de tales, y si no se marchan es por que tienen que ser vistos a la salida; de otro modo por que habrían venido?

No me atrevi que mi opinión distaba muy poco de la suya; preferí preguntarle si escribia música

-Señor no me agradan los especialistas. Pero, conozco toda la música, y de esto no conservo mas que el especial orgullo de haberme asegurado ontra toda clase de sorpresas 2 compases me dan la clave de una sinfonía, o de cualquier otra anécdota musical. En suma, trato de olvidar la música, por que me estorba para escuchar la que no conozco o conocere mañana…. ¿Por qué apegarse a lo que se conoce demasiado bien?

Tengo mucha mas curiosidad por las impresiones sinceras que por la critica, pues esta se asemeja muy a menudo a brillantes variaciones sobre el tema de: usted se a equivocado por que no lo hace como yo , o bien usted tiene talento yo no tengo ninguno esto no puede continuar por mas tiempo

La música es la suma de muchas fuerzas disperas con las que se hace una canción especulativa! Prefiero mil veces las escasas notas de la flauta de un pastor egipcio, quien participa en el paisaje y escucha armonias ignoradas en vuestros tratados. Los músicos no muestran atención mas que a la música compuesta por manos hábiles; jamás a la que esta inscripta en la naturaleza

Marcos Everardo Huerta Pacheco