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El Sentido de la Cruz
Yo, no es, nunca, una respuestani tampoco, jamás, una pregunta,desde el amor es sólo una trampa.
¿Yo? Sólo me sirve para pedirte perdón. Para ver el mundo a través de tus ojos.
¿Sano egoísmo?
A los ojos del Evangelio no cuela la “mano invisible”
¿YO?
El que come mi carne vive en m y íyo en lé
TúSe que Tú eresSe qué tienes, se qué dasy dónde encontrartetambién lo se.Porqué mis pasos pesaban,mis manos no llegabany las ganas de vivira cada instantede mí se desparramabancuando Tú me levantaste.
