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El sentimiento de lo fantástico Julio Cortázar

El Sentimiento de Lo Fantástico Cortázar

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Julio Cortázar "El sentimiento de lo fantástico"

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El sentimiento de lo fantsticoJulio CortzarYo he sido siempre y primordialmente considerado como un prosista. La poesa es un poco mi juego secreto, la guardo casi enteramente para m y me conmueve ue esta noche dos personas diferentes hayan aludido a lo ue yo he podido hacer en el campo de la poesa. !..." he pensado ue me gustara ha#larles concretamente de literatura, de una forma de literatura$ el cuento fantstico.Yo he escrito una cantidad pro#a#lemente e%cesiva de cuentos, de los cuales la inmensa mayora son cuentos de tipo fantstico. El pro#lema, como siempre, est en sa#er u& es lo fantstico. Es in'til ir al diccionario, yo no me molestara en hacerlo, ha#r una definici(n, ue ser aparentemente impeca#le, pero una vez ue la hayamos ledo los elementos impondera#les de lo fantstico, tanto en la literatura como en la realidad, se escaparn de esa definici(n.Ya no s& ui&n dijo, una vez, ha#lando de la posi#le definici(n de la poesa, ue la poesaes eso ue se ueda afuera, cuando hemos terminado de definir la poesa. Creo ue esa misma definici(n podra aplicarse a lo fantstico, de modo ue, en vez de #uscar una definici(n preceptiva de lo ue es lo fantstico, en la literatura o fuera de ella, yo pienso ue es mejor ue cada uno de ustedes, como lo hago yo mismo, consulte su propio mundo interior, sus propias vivencias, y se plantee personalmente el pro#lema de esas situaciones, de esas irrupciones, de esas llamadas coincidencias en ue de golpe nuestra inteligencia y nuestra sensi#ilidad tienen la impresi(n de ue las leyes, a ue o#edecemosha#itualmente, no se cumplen del todo o se estn cumpliendo de una manera parcial, o estn dando su lugar a una e%cepci(n.Ese sentimiento de lo fantstico, como me gusta llamarle, porue creo ue es so#re todo un sentimiento e incluso un poco visceral, ese sentimiento me acompa)a a m desde el comienzo de mi vida, desde muy peue)o, antes, mucho antes de comenzar a escri#ir, menegu& a aceptar la realidad tal como pretendan impon&rmela y e%plicrmela mis padres ymis maestros. Yo vi siempre el mundo de una manera distinta, sent siempre, ue entre dos cosas ue parecen perfectamente delimitadas y separadas, hay intersticios por los cuales, para m al menos, pasa#a, se cola#a, un elemento, ue no poda e%plicarse con leyes, ue no poda e%plicarse con l(gica, ue no poda e%plicarse con la inteligencia razonante.Ese sentimiento, ue creo ue se refleja en la mayora de mis cuentos, podramos calificarlo de e%tra)amiento* en cualuier momento les puede suceder a ustedes, les ha#r sucedido, a m me sucede todo el tiempo, en cualuier momento ue podemos calificar de prosaico, en la cama, en el (mni#us, #ajo la ducha, ha#lando, caminando o leyendo, hay como peue)os par&ntesis en esa realidad y es por ah, donde una sensi#ilidad preparada a ese tipo de e%periencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras pala#ras, lo ue podemos llamar lo fantstico. Eso no es ninguna cosa e%cepcional, para gente dotada de sensi#ilidad para lo fantstico, ese sentimiento, ese e%tra)amiento, est ah, a cada paso, vuelvo a decirlo, en cualuier momento y consiste so#re todo en el hecho de ue las pautas de la l(gica, de la causalidad del tiempo, del espacio, todo lo ue nuestra inteligencia acepta desde +rist(teles como inamovi#le, seguro y tranuilizado se ve #ruscamente sacudido, como conmovido, por una especie de, de viento interior, ue los desplaza y ue los hace cam#iar.,n gran poeta franc&s de comienzos de este siglo, +lfred Jarry, el autor de tantas novelas y poemas muy hermosos, dijo una vez, ue lo ue a &l le interesa#a verdaderamente no eran las leyes, sino las e%cepciones de las leyes* cuando ha#a una e%cepci(n, para &l ha#a una realidad misteriosa y fantstica ue vala la pena e%plorar, y toda su o#ra, toda su poesa, todo su tra#ajo interior, estuvo siempre encaminado a #uscar, no las tres cosas legisladas por la l(gica aristot&lica, sino las e%cepciones por las cuales poda pasar, podacolarse lo misterioso, lo fantstico, y todo eso no crean ustedes ue tiene nada de so#renatural, de mgico, o de esot&rico* insisto en ue por el contrario, ese sentimiento estan natural para algunas personas, en este caso pienso en m mismo o pienso en Jarry a uien aca#o de citar, y pienso en general en todos los poetas* ese sentimiento de estar inmerso en un misterio continuo, del cual el mundo ue estamos viviendo en este instantees solamente una parte, ese sentimiento no tiene nada de so#renatural, ni nada de e%traordinario, precisamente cuando se lo acepta como lo he hecho yo, con humildad, con naturalidad, es entonces cuando se lo capta, se lo reci#e multiplicadamente cada vez con ms fuerza* yo dira, aunue esto pueda escandalizar a espritus positivos o positivistas, yo dira ue disciplinas como la ciencia o como la filosofa estn en los um#rales de la e%plicaci(n de la realidad, pero no han e%plicado toda la realidad, a medida ue se avanza en el campo filos(fico o en el cientfico, los misterios se van multiplicando, en nuestra vida interior es e%actamente lo mismo.-i uieren un ejemplo para salir un poco de este terreno un tanto a#stracto, piensen solamente en eso ue utilizamos continuamente y ue es nuestra memoria. Cualuier tratado de psicologa nos va a dar una definici(n de la memoria, nos va a dar las leyes de la memoria, nos va a dar los mecanismos de funcionamiento de la memoria. Y #ien, yo sostengo ue la memoria es uno de esos um#rales frente a los cuales se detiene la ciencia,porue no puede e%plicar su misterio esencial, esa memoria ue nos define como hom#res, porue sin ella seramos como plantas o piedras* en primer lugar, no s& si alguna vez se les ocurri( pensarlo, pero esa memoria es do#le* tenemos dos memorias, una ue es activa, de la cual podemos servirnos en cualuier circunstancia prctica y otra ue es una memoria pasiva, ue hace lo ue le da la gana$ so#re la cual no tenemos ning'n control.Jorge Luis .orges escri#i( un cuento ue se llama /0unes el memorioso1, es un cuento fantstico, en el sentido de ue el personaje 0unes, a diferencia de todos nosotros, es un hom#re ue posee una memoria ue no ha olvidado nada, y cada vez ue 0unes ha mirado un r#ol a lo largo de su vida, su memoria ha guardado el recuerdo de cada una de las hojas de ese r#ol, de cada una de las irisaciones de las gotas de agua en el mar, la acumulaci(n de todas las sensaciones y de todas las e%periencias de la vida estn presentes en la memoria de ese hom#re. Curiosamente en nuestro caso es posi#le, es posi#le ue todos nosotros seamos como 0unes, pero esa acumulaci(n en la memoria de todas nuestras e%periencias pertenecen a la memoria pasiva, y esa memoria solamente nos entrega lo ue ella uiere.2ara completar el ejemplo si cualuiera de ustedes piensa en el n'mero de tel&fono de su casa, su memoria activa le da ese n'mero, nadie lo ha olvidado, pero si en este momento,a los ue de ustedes les guste la m'sica de cmara, les pregunto c(mo es el tema del andante del cuarteto 345 de 6ozart, es evidente ue, a menos de ser un m'sico profesional, ninguno de ustedes ni yo podemos sil#ar ese tema y, sin em#argo, si nos gusta la m'sica y conocemos la o#ra de 6ozart, #astar ue alguien ponga el disco con ese cuarteto y apenas surja el tema nuestra memoria lo continuar. Comprenderemos en ese instante ue lo conocamos, conocemos ese tema porue lo hemos escuchado muchasveces, pero activamente, positivamente, no podemos e%traerlo de ese fondo, donde uiz como 0unes, tenemos guardado todo lo ue hemos visto, odo, vivido.Lo fantstico y lo misterioso no son solamente las grandes imaginaciones del cine, de la literatura, los cuentos y las novelas. Est presente en nosotros mismos, en eso ue es nuestra psiuis y ue ni la ciencia, ni la filosofa consiguen e%plicar ms ue de una manera primaria y rudimentaria.+hora #ien, si de ah, ya en una forma un poco ms concreta, nos pasamos a la literatura, yo creo ue ustedes estn en general de acuerdo ue el cuento, como g&nero literario, es un poco la casa, la ha#itaci(n de lo fantstico. 7ay novelas con elementos fantsticos, pero son siempre un tanto su#sidiarios, el cuento en cam#io, como un fen(meno #astanteine%plica#le, en todo caso para m, le ofrece una casa a lo fantstico* lo fantstico encuentra la posi#ilidad de instalarse en un cuento y eso ued( demostrado para siempre en la o#ra de un hom#re ue es el creador del cuento moderno y ue se llam( Edgar +llan 2oe. + partir del da en ue 2oe escri#i( la serie genial de su cuento fantstico, esa casa de lo fantstico, ue es el cuento, se multiplic( en las literaturas de todo el mundo y adems sucedi( una cosa muy curiosa y es ue +m&rica Latina, ue no pareca particularmente preparada para el cuento fantstico, ha resultado ser una de las zonas culturales del planeta, donde el cuento fantstico ha alcanzado sus e%ponentes, algunos de sus e%ponentes ms altos. 2iensen, los ue se preocupan en especial de literatura, piensen en el panorama de un pas como 0rancia, 8talia o Espa)a, el cuento fantstico no e%iste o e%iste muy poco y no interesa, ni a autores, ni a lectores* mientras ue, en +m&rica Latina, so#re todo en algunos pases del cono sur$ en el ,ruguay , en la +rgentina... ha ha#ido esa presencia de lo fantstico ue los escritores han traducido a trav&s del cuento. C(mo es posi#le ue en un plazo de treinta a)os el ,ruguay y la +rgentina hayan dado tres de los mayores cuentistas de literatura fantstica de la literatura moderna. Estoy naturalmente citando a 7oracio 9uiroga, a Jorge Luis .orges yal uruguayo 0elis#erto7ernndez, todava, injustamente, mucho menos conocido.En la literatura lo fantstico encuentra su vehculo y su casa natural en el cuento y entonces, a m personalmente no me sorprende, ue ha#iendo vivido siempre con la sensaci(n de ue entre lo fantstico y lo real no ha#a lmites precisos, cuando empec& a escri#ir cuentos ellos fueran de una manera casi natural, yo dira casi fatal, cuentos fantsticos.!..." Elijo para demostrar lo fantstico uno de mis cuentos, La noche #oca arri#a, y cuya historia, resumida muy sint&ticamente, es la de un hom#re ue sale de su casa en la ciudad de 2ars, una ma)ana, en una motocicleta y va a su tra#ajo, o#servando, mientras conduce su moto, los altos edificios de concreto, las casas, los semforos y en un momento dado euivoca una luz de semforo y tiene un accidente y se destroza un #razo,pierde el sentido y al salir del desmayo, lo han llevado al hospital, lo han vendado y est en una cama, ese hom#re tiene fie#re y tiene tiempo, tendr mucho tiempo, muchas semanas para pensar, est en un estado de sopor, como consecuencia del accidente y de los medicamentos ue le han dado* entonces se adormece y tiene un sue)o* sue)a curiosamente ue es un indio me%icano de la &poca de los aztecas, ue est perdido entre las ci&nagas y se siente perseguido por una tri#u enemiga, justamente los aztecas ue practica#an auello ue se llama#a la guerra florida y ue consista en capturar enemigospara sacrificarlos en el altar de los dioses.:odos hemos tenido y tenemos pesadillas as. -iente ue los enemigos se acercan en la noche y en el momento de la m%ima angustia se despierta y se encuentra en su cama de hospital y respira entonces aliviado, porue comprende ue ha estado so)ando, pero en elmomento en ue se duerme la pesadilla contin'a, como pasa a veces y entonces, aunue &l huye y lucha es finalmente capturado por sus enemigos, ue lo atan y lo arrastran haciala gran pirmide, en lo alto de la cual estn ardiendo las hogueras del sacrificio y lo est esperando el sacerdote con el pu)al de piedra para a#rirle el pecho y uitarle el coraz(n. 6ientras lo su#en por la escalera, en esa 'ltima desesperaci(n, el hom#re hace un esfuerzo por evitar la pesadilla, por despertarse y lo consigue* vuelve a despertarse otra vez en su cama de hospital, pero la impresi(n de la pesadilla ha sido tan intensa, tan fuerte y el sopor ue lo envuelve es tan grande, ue poco a poco, a pesar de ue &l uisiera uedarse del lado de la vigilia, del lado de la seguridad, se hunde nuevamente enla pesadilla y siente ue nada ha cam#iado. En el minuto final tiene la revelaci(n. Eso no era una pesadilla, eso era la realidad* el verdadero sue)o era el otro. ;l era un po#re indio, ue so)( con una e%tra)a, impensa#le ciudad de edificios de concreto, de luces ue no eran antorchas, y de un e%tra)o vehculo, misterioso, en el cual se desplaza#a, poruna calle.-i les he contado muy mal este cuento es porue me parece ue refleja suficientemente lainversi(n de valores, la polarizaci(n de valores, ue tiene para m lo fantstico y, uisieradecirles adems, ue esta noci(n de lo fantstico no se da solamente en la literatura, sino ue se proyecta de una manera perfectamente natural en mi vida propia.:erminar& este peue)o recuento de an&cdotas con algo ue me ha sucedido hace apro%imadamente un a)o. o les voy a contar el final del cuento, ue esfantstico, pero s lo ue sucedi( despu&s.El a)o pasado reci# desde >ueva Yor? una carta firmada por una persona ue se llama John 7o=ell. Esa persona me deca lo siguiente$ /Yo me llamo John 7o=ell, soy un estudiante de la universidad de Colum#ia, y me ha sucedido esto* yo ha#a ledo varios li#ros suyos, ue me ha#an gustado, ue me ha#an interesado, a tal punto ue estuve en 2ars hace dos a)os y por timidez no me anim& a #uscarlo y ha#lar con usted. En el hotel escri# un cuento en el cual usted es el protagonista, es decir ue, como 2ars me ha gustado mucho, y usted vive en 2ars, me pareci( un homenaje, una prue#a de amistad, aunue no nos conoci&ramos, hacerlo intervenir a usted como personaje. Luego, volv a >.Y, me encontr& con un amigo ue tiene un conjunto de teatro de aficionados y me invit( a participar en una representaci(n* yo no soy actor, deca John, y no tena muchas ganas de hacer eso, pero mi amigo insisti( porue ha#a otro actor enfermo. 8nsisti( y entonces yo me aprend el papel en dos o tres das y me divert #astante. En ese momentoentr& en una li#rera y encontr& un li#ro de cuentos suyos donde ha#a un cuento ue se llama#a /8nstrucciones para John 7o=ell1. @C(mo puede usted e%plicarme esto, agrega#a, c(mo es posi#le ue usted haya escrito un cuento so#re alguien ue se llama John 7o=ell, ue tam#i&n entra de alguna manera un poco forzado en el teatro, y yo, John 7o=ell, he escrito en 2ars un cuento so#re alguien ue se llama Julio Cortzar.Yo los dejo a ustedes con esta peue)a apertura, so#re el misterio y lo fantstico, para ue cada uno apele a su propia imaginaci(n y a su propia refle%i(n y desde luego, a partirde este minuto estoy dispuesto a dialogar y a contestar, como pueda, las preguntas ue me hagan.08>Fragmento de Tzvetan Todorov, en el que se define el relato fantstico:En primer lugar, es necesario que el texto obligue al lector a considerar el mundo de los personajes como un mundo de personas reales y a vacilar entre una explicacin natural y una explicacin sobrenatural de los acontecimientos evocados. Luego, esta vacilacin puede ser sentida tambin por los personajes; de tal modo, el papel del lector est, por as decirlo, coniado a un personaje y, al mismo tiempo, la vacilacin est representada, se convierte en uno de los temas de la obra !..." inalmente, es importante que el lector adopte una determinada actitud rente al texto. #eber rec$a%ar tanto la interpretacin alegrica como la interpretacin &potica&.Yo he sido siempre y primordialmente considerado como un prosista. La poesa es un poco mi juego secreto, la guardo casi enteramente para m y me conmueve ue esta noche dos personas diferentes hayan aludido a lo ue yo he podido hacer en el campo de la poesa. !..." he pensado ue me gustara ha#larles concretamente de literatura, de una forma de literatura$ el cuento fantstico.Yo he escrito una cantidad pro#a#lemente e%cesiva de cuentos, de los cuales la inmensa mayora son cuentos de tipo fantstico. El pro#lema, como siempre, est en sa#er u& es lo fantstico. Es in'til ir al diccionario, yo no me molestara en hacerlo, ha#r una definici(n, ue ser aparentemente impeca#le, pero una vez ue la hayamos ledo los elementos impondera#les de lo fantstico, tanto en la literatura como en la realidad, se escaparn de esa definici(n.Ya no s& ui&n dijo, una vez, ha#lando de la posi#le definici(n de la poesa, ue la poesaes eso ue se ueda afuera, cuando hemos terminado de definir la poesa. Creo ue esa misma definici(n podra aplicarse a lo fantstico, de modo ue, en vez de #uscar una definici(n preceptiva de lo ue es lo fantstico, en la literatura o fuera de ella, yo pienso ue es mejor ue cada uno de ustedes, como lo hago yo mismo, consulte su propio mundo interior, sus propias vivencias, y se plantee personalmente el pro#lema de esas situaciones, de esas irrupciones, de esas llamadas coincidencias en ue de golpe nuestra inteligencia y nuestra sensi#ilidad tienen la impresi(n de ue las leyes, a ue o#edecemosha#itualmente, no se cumplen del todo o se estn cumpliendo de una manera parcial, o estn dando su lugar a una e%cepci(n.Ese sentimiento de lo fantstico, como me gusta llamarle, porue creo ue es so#re todo un sentimiento e incluso un poco visceral, ese sentimiento me acompa)a a m desde el comienzo de mi vida, desde muy peue)o, antes, mucho antes de comenzar a escri#ir, menegu& a aceptar la realidad tal como pretendan impon&rmela y e%plicrmela mis padres ymis maestros. Yo vi siempre el mundo de una manera distinta, sent siempre, ue entre dos cosas ue parecen perfectamente delimitadas y separadas, hay intersticios por los cuales, para m al menos, pasa#a, se cola#a, un elemento, ue no poda e%plicarse con leyes, ue no poda e%plicarse con l(gica, ue no poda e%plicarse con la inteligencia razonante.Ese sentimiento, ue creo ue se refleja en la mayora de mis cuentos, podramos calificarlo de e%tra)amiento* en cualuier momento les puede suceder a ustedes, les ha#r sucedido, a m me sucede todo el tiempo, en cualuier momento ue podemos calificar de prosaico, en la cama, en el (mni#us, #ajo la ducha, ha#lando, caminando o leyendo, hay como peue)os par&ntesis en esa realidad y es por ah, donde una sensi#ilidad preparada a ese tipo de e%periencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras pala#ras, lo ue podemos llamar lo fantstico. Eso no es ninguna cosa e%cepcional, para gente dotada de sensi#ilidad para lo fantstico, ese sentimiento, ese e%tra)amiento, est ah, a cada paso, vuelvo a decirlo, en cualuier momento y consiste so#re todo en el hecho de ue las pautas de la l(gica, de la causalidad del tiempo, del espacio, todo lo ue nuestra inteligencia acepta desde +rist(teles como inamovi#le, seguro y tranuilizado se ve #ruscamente sacudido, como conmovido, por una especie de, de viento interior, ue los desplaza y ue los hace cam#iar.,n gran poeta franc&s de comienzos de este siglo, +lfred Jarry, el autor de tantas novelas y poemas muy hermosos, dijo una vez, ue lo ue a &l le interesa#a verdaderamente no eran las leyes, sino las e%cepciones de las leyes* cuando ha#a una e%cepci(n, para &l ha#a una realidad misteriosa y fantstica ue vala la pena e%plorar, y toda su o#ra, toda su poesa, todo su tra#ajo interior, estuvo siempre encaminado a #uscar, no las tres cosas legisladas por la l(gica aristot&lica, sino las e%cepciones por las cuales poda pasar, podacolarse lo misterioso, lo fantstico, y todo eso no crean ustedes ue tiene nada de so#renatural, de mgico, o de esot&rico* insisto en ue por el contrario, ese sentimiento estan natural para algunas personas, en este caso pienso en m mismo o pienso en Jarry a uien aca#o de citar, y pienso en general en todos los poetas* ese sentimiento de estar inmerso en un misterio continuo, del cual el mundo ue estamos viviendo en este instantees solamente una parte, ese sentimiento no tiene nada de so#renatural, ni nada de e%traordinario, precisamente cuando se lo acepta como lo he hecho yo, con humildad, con naturalidad, es entonces cuando se lo capta, se lo reci#e multiplicadamente cada vez con ms fuerza* yo dira, aunue esto pueda escandalizar a espritus positivos o positivistas, yo dira ue disciplinas como la ciencia o como la filosofa estn en los um#rales de la e%plicaci(n de la realidad, pero no han e%plicado toda la realidad, a medida ue se avanza en el campo filos(fico o en el cientfico, los misterios se van multiplicando, en nuestra vida interior es e%actamente lo mismo.-i uieren un ejemplo para salir un poco de este terreno un tanto a#stracto, piensen solamente en eso ue utilizamos continuamente y ue es nuestra memoria. Cualuier tratado de psicologa nos va a dar una definici(n de la memoria, nos va a dar las leyes de la memoria, nos va a dar los mecanismos de funcionamiento de la memoria. Y #ien, yo sostengo ue la memoria es uno de esos um#rales frente a los cuales se detiene la ciencia,porue no puede e%plicar su misterio esencial, esa memoria ue nos define como hom#res, porue sin ella seramos como plantas o piedras* en primer lugar, no s& si alguna vez se les ocurri( pensarlo, pero esa memoria es do#le* tenemos dos memorias, una ue es activa, de la cual podemos servirnos en cualuier circunstancia prctica y otra ue es una memoria pasiva, ue hace lo ue le da la gana$ so#re la cual no tenemos ning'n control.Jorge Luis .orges escri#i( un cuento ue se llama /0unes el memorioso1, es un cuento fantstico, en el sentido de ue el personaje 0unes, a diferencia de todos nosotros, es un hom#re ue posee una memoria ue no ha olvidado nada, y cada vez ue 0unes ha mirado un r#ol a lo largo de su vida, su memoria ha guardado el recuerdo de cada una de las hojas de ese r#ol, de cada una de las irisaciones de las gotas de agua en el mar, la acumulaci(n de todas las sensaciones y de todas las e%periencias de la vida estn presentes en la memoria de ese hom#re. Curiosamente en nuestro caso es posi#le, es posi#le ue todos nosotros seamos como 0unes, pero esa acumulaci(n en la memoria de todas nuestras e%periencias pertenecen a la memoria pasiva, y esa memoria solamente nos entrega lo ue ella uiere.2ara completar el ejemplo si cualuiera de ustedes piensa en el n'mero de tel&fono de su casa, su memoria activa le da ese n'mero, nadie lo ha olvidado, pero si en este momento,a los ue de ustedes les guste la m'sica de cmara, les pregunto c(mo es el tema del andante del cuarteto 345 de 6ozart, es evidente ue, a menos de ser un m'sico profesional, ninguno de ustedes ni yo podemos sil#ar ese tema y, sin em#argo, si nos gusta la m'sica y conocemos la o#ra de 6ozart, #astar ue alguien ponga el disco con ese cuarteto y apenas surja el tema nuestra memoria lo continuar. Comprenderemos en ese instante ue lo conocamos, conocemos ese tema porue lo hemos escuchado muchasveces, pero activamente, positivamente, no podemos e%traerlo de ese fondo, donde uiz como 0unes, tenemos guardado todo lo ue hemos visto, odo, vivido.Lo fantstico y lo misterioso no son solamente las grandes imaginaciones del cine, de la literatura, los cuentos y las novelas. Est presente en nosotros mismos, en eso ue es nuestra psiuis y ue ni la ciencia, ni la filosofa consiguen e%plicar ms ue de una manera primaria y rudimentaria.+hora #ien, si de ah, ya en una forma un poco ms concreta, nos pasamos a la literatura, yo creo ue ustedes estn en general de acuerdo ue el cuento, como g&nero literario, es un poco la casa, la ha#itaci(n de lo fantstico. 7ay novelas con elementos fantsticos, pero son siempre un tanto su#sidiarios, el cuento en cam#io, como un fen(meno #astanteine%plica#le, en todo caso para m, le ofrece una casa a lo fantstico* lo fantstico encuentra la posi#ilidad de instalarse en un cuento y eso ued( demostrado para siempre en la o#ra de un hom#re ue es el creador del cuento moderno y ue se llam( Edgar +llan 2oe. + partir del da en ue 2oe escri#i( la serie genial de su cuento fantstico, esa casa de lo fantstico, ue es el cuento, se multiplic( en las literaturas de todo el mundo y adems sucedi( una cosa muy curiosa y es ue +m&rica Latina, ue no pareca particularmente preparada para el cuento fantstico, ha resultado ser una de las zonas culturales del planeta, donde el cuento fantstico ha alcanzado sus e%ponentes, algunos de sus e%ponentes ms altos. 2iensen, los ue se preocupan en especial de literatura, piensen en el panorama de un pas como 0rancia, 8talia o Espa)a, el cuento fantstico no e%iste o e%iste muy poco y no interesa, ni a autores, ni a lectores* mientras ue, en +m&rica Latina, so#re todo en algunos pases del cono sur$ en el ,ruguay , en la +rgentina... ha ha#ido esa presencia de lo fantstico ue los escritores han traducido a trav&s del cuento. C(mo es posi#le ue en un plazo de treinta a)os el ,ruguay y la +rgentina hayan dado tres de los mayores cuentistas de literatura fantstica de la literatura moderna. Estoy naturalmente citando a 7oracio 9uiroga, a Jorge Luis .orges yal uruguayo 0elis#erto7ernndez, todava, injustamente, mucho menos conocido.En la literatura lo fantstico encuentra su vehculo y su casa natural en el cuento y entonces, a m personalmente no me sorprende, ue ha#iendo vivido siempre con la sensaci(n de ue entre lo fantstico y lo real no ha#a lmites precisos, cuando empec& a escri#ir cuentos ellos fueran de una manera casi natural, yo dira casi fatal, cuentos fantsticos.!..." Elijo para demostrar lo fantstico uno de mis cuentos, La noche #oca arri#a, y cuya historia, resumida muy sint&ticamente, es la de un hom#re ue sale de su casa en la ciudad de 2ars, una ma)ana, en una motocicleta y va a su tra#ajo, o#servando, mientras conduce su moto, los altos edificios de concreto, las casas, los semforos y en un momento dado euivoca una luz de semforo y tiene un accidente y se destroza un #razo,pierde el sentido y al salir del desmayo, lo han llevado al hospital, lo han vendado y est en una cama, ese hom#re tiene fie#re y tiene tiempo, tendr mucho tiempo, muchas semanas para pensar, est en un estado de sopor, como consecuencia del accidente y de los medicamentos ue le han dado* entonces se adormece y tiene un sue)o* sue)a curiosamente ue es un indio me%icano de la &poca de los aztecas, ue est perdido entre las ci&nagas y se siente perseguido por una tri#u enemiga, justamente los aztecas ue practica#an auello ue se llama#a la guerra florida y ue consista en capturar enemigospara sacrificarlos en el altar de los dioses.:odos hemos tenido y tenemos pesadillas as. -iente ue los enemigos se acercan en la noche y en el momento de la m%ima angustia se despierta y se encuentra en su cama de hospital y respira entonces aliviado, porue comprende ue ha estado so)ando, pero en elmomento en ue se duerme la pesadilla contin'a, como pasa a veces y entonces, aunue &l huye y lucha es finalmente capturado por sus enemigos, ue lo atan y lo arrastran haciala gran pirmide, en lo alto de la cual estn ardiendo las hogueras del sacrificio y lo est esperando el sacerdote con el pu)al de piedra para a#rirle el pecho y uitarle el coraz(n. 6ientras lo su#en por la escalera, en esa 'ltima desesperaci(n, el hom#re hace un esfuerzo por evitar la pesadilla, por despertarse y lo consigue* vuelve a despertarse otra vez en su cama de hospital, pero la impresi(n de la pesadilla ha sido tan intensa, tan fuerte y el sopor ue lo envuelve es tan grande, ue poco a poco, a pesar de ue &l uisiera uedarse del lado de la vigilia, del lado de la seguridad, se hunde nuevamente enla pesadilla y siente ue nada ha cam#iado. En el minuto final tiene la revelaci(n. Eso no era una pesadilla, eso era la realidad* el verdadero sue)o era el otro. ;l era un po#re indio, ue so)( con una e%tra)a, impensa#le ciudad de edificios de concreto, de luces ue no eran antorchas, y de un e%tra)o vehculo, misterioso, en el cual se desplaza#a, poruna calle.-i les he contado muy mal este cuento es porue me parece ue refleja suficientemente lainversi(n de valores, la polarizaci(n de valores, ue tiene para m lo fantstico y, uisieradecirles adems, ue esta noci(n de lo fantstico no se da solamente en la literatura, sino ue se proyecta de una manera perfectamente natural en mi vida propia.:erminar& este peue)o recuento de an&cdotas con algo ue me ha sucedido hace apro%imadamente un a)o. o les voy a contar el final del cuento, ue esfantstico, pero s lo ue sucedi( despu&s.El a)o pasado reci# desde >ueva Yor? una carta firmada por una persona ue se llama John 7o=ell. Esa persona me deca lo siguiente$ /Yo me llamo John 7o=ell, soy un estudiante de la universidad de Colum#ia, y me ha sucedido esto* yo ha#a ledo varios li#ros suyos, ue me ha#an gustado, ue me ha#an interesado, a tal punto ue estuve en 2ars hace dos a)os y por timidez no me anim& a #uscarlo y ha#lar con usted. En el hotel escri# un cuento en el cual usted es el protagonista, es decir ue, como 2ars me ha gustado mucho, y usted vive en 2ars, me pareci( un homenaje, una prue#a de amistad, aunue no nos conoci&ramos, hacerlo intervenir a usted como personaje. Luego, volv a >.Y, me encontr& con un amigo ue tiene un conjunto de teatro de aficionados y me invit( a participar en una representaci(n* yo no soy actor, deca John, y no tena muchas ganas de hacer eso, pero mi amigo insisti( porue ha#a otro actor enfermo. 8nsisti( y entonces yo me aprend el papel en dos o tres das y me divert #astante. En ese momentoentr& en una li#rera y encontr& un li#ro de cuentos suyos donde ha#a un cuento ue se llama#a /8nstrucciones para John 7o=ell1. @C(mo puede usted e%plicarme esto, agrega#a, c(mo es posi#le ue usted haya escrito un cuento so#re alguien ue se llama John 7o=ell, ue tam#i&n entra de alguna manera un poco forzado en el teatro, y yo, John 7o=ell, he escrito en 2ars un cuento so#re alguien ue se llama Julio Cortzar.Yo los dejo a ustedes con esta peue)a apertura, so#re el misterio y lo fantstico, para ue cada uno apele a su propia imaginaci(n y a su propia refle%i(n y desde luego, a partirde este minuto estoy dispuesto a dialogar y a contestar, como pueda, las preguntas ue me hagan.08>