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EL SIN- DICA- TO Segunda época Número 1 Junio 2013 Entrevista con Guy Ryder, director de la OIT La nueva esclavitud laboral Mutuas, subsidio por desempleo y jubilación parcial Sigue la protesta En torno a la Cumbre Social Mujeres y delegadas ¿Qué ocurrió en Azsa? Incinerar no es la solución La re-conquista del salario social El movimiento obrero en Asturias durante el franquismo Lo que enseñan estas siglas Publicación de Comisiones Obreras de Asturias ccooasturias.es

el sindicato junio 2013

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ELSIN-DICA-TO

Segunda épocaNúmero 1Junio 2013

Entrevista con Guy Ryder,director de la OIT

La nueva esclavitud laboral Mutuas, subsidio por desempleo y jubilación parcial

Sigue la protesta

En torno a la Cumbre Social

Mujeres y delegadas

¿Qué ocurrió en Azsa?

Incinerar no es la solución

La re-conquista del salario social

El movimiento obrero en Asturias durante el franquismo

Lo que enseñan estas siglas

Publicaciónde ComisionesObreras de Asturias

ccooasturias.es

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Coordinado por el entonces secretario de Infor-mación de la Unión Regional de CCOO de As-turias, Severino Redondo Espina, en noviembre de 1986 se imprimía el número 0 del periódico El Sindicato. En aquel momento yo era respon-sable de Organización de la Unión Comarcal de Avilés y miembro del Consejo.

Resulta grato revisar ahora aquellas 12 pági-nas, que incluían un artículo de Marcelino Ca-macho, una entrevista con Emérito Álvarez en la que proclamaba: “Defendemos el futuro de los mineros”, y un especial sobre elecciones sindicales donde se resaltaba el sindicalismo “serio y responsable” de CCOO.

En enero de 2002, con 24 páginas y nuevo diseño y formato, el periódico estaba próximo a culminar el objetivo, sin duda ambicioso, que se había propuesto el responsable de Co-municación, Miguel Iglesias Ballina, de llevar El Sindicato al domicilio de toda la afiliación, decenas de miles de envíos.

Es un hecho que el mundo de la edición y la comunicación están cambiando mucho en estos años, y que los revolucionarios inventos tecnológicos han ido arrinconando a las publica-ciones impresas bajo el creciente predominio de

Internet, un poderoso instrumento que también debemos aprovechar y utilizar correctamente.

CCOO de Asturias se ha ido adaptando de manera paulatina a este proceso. Hemos desarrollado una potente página web y acabamos de crear, tras el último congreso, una nueva herramienta digital: “el sindicato.es”. Pero no vamos a renunciar al papel. Creemos en su utilidad y función. Y la prueba está aquí.

Tras 27 años y 217 números, la secretaría que dirige Amable González viene trabajando desde hace meses en el tránsito del periódico hacia esta nueva publicación que ahora pre-sentamos: una revista con vocación de favo-recer la reflexión, el análisis y el pensamiento crítico sindical, tan útiles y necesarios hoy.

Así que ¡larga vida a El Sindicato!

Un paso más deEl Sindicato

_ 2 ARTÍCULO DE ANTONIO PINO _ 3 EDITORIAL_ 4, 5 Y 6 ENTREVISTA CON GUY

RYDER DIRECTOR DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO _ 7, 8 Y 9

INFORME LA NUEVA ESCLAVITUD LABORAL _ 10 RESOLVIENDO DUDAS MUTUAS

/ SUBSIDIO POR DESEMPLEO / JUBILACIÓN PARCIAL _ 11 MOVILIZADOS SIGUE LA

PROTESTA _ 12 DOSSIER LA CUMBRE SOCIAL _ 13, 14 Y 15 REPORTAJE MUJERES Y

DELEGADAS _ 16 Y 17 SALUD LABORAL ¿QUÉ OCURRIÓ EN AZSA? _ 18 MEDIO AM-

BIENTE INCINERAR NO ES LA SOLUCIÓN _ 19 Y 20 ESTADO SOCIAL LA RE-CONQUISTA

DEL SALARIO SOCIAL _ 21 Y 22 CULTURA SINDICAL EL MOVIMIENTO OBRERO EN

ASTURIAS DURANTE EL FRANQUISMO _ 23 LECCIONES DE LA HISTORIA LO QUE ENSE-

ÑAN ESTAS SIGLAS _ 24 LA ÚLTIMA FOTO JAVIER BAULUZ, TEXTO XUAN BELLO

DIRECTOR AMABLE GONZÁLEZ _ COORDINADOR JUANJO BARRAL _ CONSEJO

ASESOR MAPY ARTIDIELLO, ÁNGEL ÁLVAREZ DÍEZ, BLANCA COLORADO, ALBERTO

VALLE FALIATO, VÍCTOR MANUEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ _ COLABORAN EN ESTE

NÚMERO JAVIER DOZ, JULIÁN GUTIÉRREZ DEL OLMO, MARÍA JOSÉ LÓPEZ JACOB,

JOSÉ MANUEL NEBOT, JOSÉ MANUEL PARRILLA, RUBÉN VEGA, FRANCISCO PRADO

ALBERDI, JAVIER BAULUZ, XUAN BELLO _ FOTOGRAFÍA ALBERTO MORANTE Y

ARCHIVO CCOO _ DISEÑO EDITORIAL E ILUSTRACIONES JORGE LORENZO _ IMPRIME

GRÁFICAS EUJOA _ TIRADA 35.000 EJEMPLARES _ DEPÓSITO LEGAL O-2.040/86 _

EDITA CCOO DE ASTURIAS, SANTA TERESA, 15 - OVIEDO 33005_ CON UNA AYUDA

DE LA OBRA SOCIAL Y CULTURAL DE CAJASTUR

Sumario

Número 0 del periódico, noviembre de 1986.

ANTONIO PINO

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Editorial

Son las preocupaciones principales de nuestro sindicato: el trabajo, la falta de trabajo, las condiciones de trabajo, la salud y la seguridad en el trabajo. Y el contenido de esta nueva publicación de CCOO de Asturias da prueba de ello. Porque la crisis no sólo ha destrozado el mercado laboral, arrojando a millones de personas al desempleo en todo el mundo, sino que está deteriorando gravemente las condiciones de trabajo.

La Organización Internacional del Trabajo estima que en 2013 la cifra de personas des-empleadas en el mundo aumentará en5,1 millones, hasta superar los 202 millones. El paro juvenil ha crecido un 80% en los cuatro últimos años y la precariedad se ha exacerbado. Además, el aumento del desem-pleo está “lastrando los salarios reales”, alerta en el último informe. El director de la OIT, Guy Ryder, a quien Javier Doz entrevista en este número, defiende la capacidad del sindica-lismo internacional organizado para luchar contra la creciente injusticia.

No hay que alejarse mucho de nuestro en-torno para detectar la explotación laboral: en Asturias la Fiscalía acaba de solicitar varios años de prisión para dos empresarios por abusar de un grupo de inmigrantes que realizaban tareas de reparto de publicidad y buzoneo, y que se encontraban en nuestro país sin permiso de trabajo. Pero además de estas prácticas ilícitas y reprobables, los de-rechos laborales están sufriendo un retroceso sin precedentes en la democracia española, fruto de los recortes del neoliberalismo más radical, que ha roto el equilibrio de relaciones entre capital y trabajo, y que se traduce en el sometimiento absoluto del trabajador a las de-cisiones unilaterales del empresario. Si escla-vizar es “tener sometido a alguien o hacerle trabajar excesivamente”, también en nuestro país avanza un nuevo tipo de esclavismo labo-ral. A ello dedicamos el informe.

Para defender el empleo y los derechos la-borales y sociales que nos está quitando el Gobierno, hay que movilizarse. En Asturias,

donde mantenemos una legendaria tradición reivindicativa, lo venimos haciendo de manera sostenida. Para sumar en la reivindicación, los sindicatos mayoritarios hemos impulsado la Cumbre Social, una plataforma ciudadana que aglutina en Asturias a 65 organizaciones.

Los representantes legales de los trabajadores y trabajadoras tenemos un papel cada vez más decisivo en las empresas. En el reportaje sobre mujeres delegadas ellas mismas explican los retos y dificultades en distintos sectores para llevar a cabo su labor en defensa de los dere-chos del conjunto de la clase trabajadora.

La seguridad y la salud laboral han adquirido también un protagonismo cada vez mayor en la acción sindical cotidiana. Siniestralidad, enfermedades profesionales, prevención de riesgos, forman parte de nuestra agenda. Casos como la intoxicación por mercurio en Asturiana de Zinc, que analiza María José López Jacob, técnica de ISTAS, siguen justifi-cando la preocupación.

De igual modo, el medio ambiente ocupa un interés creciente en CCOO. Juan Manuel Ne-bot da las claves de nuestro rechazo a la inci-

neración y defiende la apuesta por el reciclaje en la gestión de los residuos.

Las políticas sociales son un elemento de co-hesión y justicia redistributiva que debemos reforzar, especialmente en tiempos de crisis y desempleo. El salario social en Asturias, un logro sindical en la concertación, como ex-plica el sociólogo José Manuel Parrilla, debe garantizar la dignidad mínima de los cada vez más desfavorecidos.

No podemos olvidarnos en este número de la memoria histórica. El profesor Rubén Vega ahonda en el movimiento obrero durante el franquismo, y el histórico dirigente de CCOO Francisco Prado Alberdi, presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico, abre una sec-ción en la que rescatará hitos y conquistas del sindicato.

Finalmente, el premio Pulitzer de fotografía Javier Bauluz y el prestigioso escritor as-turiano Xuan Bello componen una última página que pretende ser un homenaje a la resistencia, una llamada a la rebelión demo-crática contra los ataques a nuestros dere-chos y libertades.

Trabajoy dignidad

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Entrevista

Con treinta años de ex-periencia en el mundo del trabajo, cree que hay que “fortalecer la capacidad de los go-biernos y de los agen-tes sociales para refor-zar su contribución a la recuperación a través del diálogo social”. Guy Ryder (Liverpool, 1956), director de la OIT desde 2010, fue el primer secretario gene-ral de la Confederación Sindical Internacional, creada en noviembre de 2006 con alrededor de 300 sindicatos de más de 150 países. Desde la CSI dio prio-ridad a la defensa y promoción de los dere-chos sindicales, y situó el desarrollo sostenible y el cambio climático entre los objetivos

Entrevistacon Guy

Ryder

Director de la Organización Internacional del Trabajo

JAVIER DOZ

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¿Cuál está siendo el impacto de la crisis sobre el empleo y las condiciones de trabajo en el mundo?¿Qué regiones lo están pasando peor?

El impacto de la crisis sobre el empleo continúa siendo muy severo. Aún se necesitan alre-dedor de 30 millones de empleos para devolver el empleo a niveles pre-crisis. De este déficit, en tor-no a 16,7 millones corresponde a los puestos que se necesitarían para que los jóvenes que están alcanzando la edad laboral pu-diesen tener un empleo.

En cuanto a la evolución del empleo por regiones, la Unión Europea tiene el mayor proble-ma de pérdida de empleos y de desempleo. En concreto, harían falta casi 6 millones de empleos para recuperar las tasas de empleo previas a la crisis. De hecho, sólo 5 de los 27 países de la Unión Europea (Alemania, Austria, Hungría, Luxemburgo y Malta) han conseguido al-canzar tasas de empleo como las que tenían en los años an-

teriores a la crisis. En especial, los países de la periferia de la Eurozona son los que muestran la peor evolución en esta ma-teria: las tasas de empleo han caído más de 3 puntos porcen-tuales sólo en los dos últimos años en Chipre, España, Grecia y Portugal.

Por lo que respecta a las econo-mías emergentes y en desarrollo, las estimaciones de la OIT mues-tran que en estas economías las tasas de empleo tendrán en 2014 valores como los previos a la recesión. El contraste es muy importante respecto de las eco-nomías avanzadas, pues en és-tas se estima que sólo retornarán en 2017 a los niveles de empleo anteriores a la recesión.

En muchos países, entre ellos España, los trabajadores y la mayoría de la población no ven la luz de salida del túnel. ¿Qué opinión le merecen las políticas de austeridad y reformas estructurales, léase recortes sociales y laborales, impuestas por los respon-

sables políticos europeos a todos los países de la UE? Ante desequilibrios macroeco-nómicos de especial gravedad, como los sufridos en algunas economías avanzadas, son inevi-tables políticas de ajuste como las de consolidación fiscal. No obstante, desde la OIT lo que se enfatiza es que dichas políticas no pueden hacerse sin tener en cuenta el grave impacto que pueden tener sobre el empleo, creando serios problemas socia-les. Diferentes trabajos realiza-dos en el seno de la OIT mues-tran que plazos más amplios del proceso de consolidación fiscal y evitar que los países entren en reformas laborales que da-ñen los estándares básicos son posibles porque generan menos costes en términos de pérdidas de empleo e incremento del desempleo, permitiendo a la vez la consecución de los objetivos macroeconómicos de control del déficit público y de la evolución del endeudamiento público. Esos mismos trabajos muestran que la coordinación de medidas (en

especial, dentro de la Eurozona) es algo esencial para poder tener una política económica “amiga-ble” con el empleo.

¿Existe algún tipo de incom-patibilidad entre crecimiento económico-empleo-pro-ductividad-competitividad y derechos sociales y laborales avanzados?

La OIT trabaja precisamente para buscar caminos y medidas de política económica que permitan afrontar los problemas macroeco-nómicos existentes de forma que no resulten dañinos para el empleo y sin erosionar los derechos socia-les avanzados. No se trata, pues, de menospreciar objetivos como la consolidación fiscal cuando la eco-nomía se ve afectada por graves desequilibrios, sino de buscar un diseño de política económica que ponga el empleo al mismo nivel de relevancia que el resto de objetivos macroeconómicos.

La magnitud y extensión mundial de la actual crisis es algo con escaso parangón en la historia

EntrevistaGuy Ryder

“Las economías avanzadas sólo retornarán en 2017 a los niveles de empleo anteriores a la recesión”

“El empleo debe ser objetivo central de la política económica”

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EntrevistaGuy Ryder

reciente. Sin embargo, existen experiencias en el pasado re-ciente de países que atravesaron crisis financieras graves y que experimentaron con respuestas políticas que buscaban atender a los grupos más vulnerables de la sociedad, facilitar calendarios de consolidación fiscal que no hundiesen aún más el empleo, etc. Por ejemplo, experiencias como las de Suecia en los no-venta, Argentina a principios de la década pasada o Indonesia a finales de los ochenta, son algu-nos casos que ofrecen diferentes enseñanzas al respecto.

¿Qué deberían hacer los gobiernos y las instituciones internacionales para salir de la crisis y volver al crecimien-to y a la creación de empleo? ¿Qué papel puede jugar la OIT

necesidades y problemas de los trabajadores colocan de manera directa en cualquier negociación los problemas que les afectan. El mercado de trabajo es un ámbito de relaciones económi-cas pero también sociales. Es decir, cualquier medida no sólo debe valorarse por su carácter “técnico” sino también por sus implicaciones sociales. Por ejemplo, cualquier cambio en los mecanismos de determina-ción de los salarios afecta a la distribución de la renta, hacién-dola más o menos desigual y, por tanto, acercándose o aleján-dose de lo que los miembros de una sociedad consideren como justo o adecuado. Al participar en las negociaciones propias del diálogo social, los sindicatos facilitan que las cuestiones so-ciales estén presentes y se ten-gan en cuenta en la búsqueda de soluciones de los problemas económicos.

¿Cuáles son los principales problemas y retos a los que se enfrenta la OIT? ¿Qué refor-mas introduciría en la decana de las organizaciones interna-cionales multilaterales?La OIT se enfrenta a desafíos profundos como: proporcionar investigación de alta calidad basada en evidencia empíri-ca; facilitar el intercambio de experiencias, incluyendo la difusión de buenas prácticas; proporcionar asistencia técnica a los constituyentes en la im-plementación de los estándares laborales internacionales rele-vantes; fortalecer la capacidad de los gobiernos y de los agen-tes sociales para reforzar su contribución a la recuperación a

para ayudar a ello?Que las economías avanzadas (con la excepción de unos pocos casos nacionales) presenten la evolución más preocupante del empleo, supone un riesgo muy importante para la economía mundial. Esto significa que la coordinación internacional tie-ne que desempeñar un papel importante en el diseño de las políticas económicas para re-cuperar la economía mundial. Esto se aplica muy en especial a los países de la Eurozona, al constituir ésta un área monetaria común con graves problemas en algunos países miembros, los que incluso han tenido que ser objeto de programas de asisten-cia financiera con la condiciona-lidad que eso implica sobre toda su política económica.

Un organismo internacional como la OIT puede proporcionar un foro especialmente adecuado para que esa coordinación ten-ga en cuenta el empleo como objetivo central de la política económica. Su carácter tripar-tito facilitaría la negociación de medidas que fomentasen la confianza social, muy afectada en algunos países de la Eurozona por la negativa evolución de sus mercados de trabajo en los últi-mos dos años.

Desde su perspectiva de ha-ber sido secretario general de la CIOSL y de la CSI, ¿cuál sería la principal aportación del sindicalismo a la salida de la crisis? Los sindicatos son agentes sociales esenciales en el funcio-namiento del mercado de tra-bajo. Al ser canalizadores de las

través del diálogo social; y pro-mover sinergias y la coherencia de las políticas con diferentes organizaciones regionales e internacionales, sobre temas macroeconómicos, laborales y de protección social.

En definitiva, puede decirse que la actual situación económica y social demanda una respuesta excepcional de la OIT. En este sentido, la OIT busca aumentar y reforzar su presencia inter-nacional, como sucede con su participación en el G20, con colaboraciones con la Comisión Europea, aparte de sus tradicio-nales tareas de formación sobre diseño y gestión de políticas de empleo, tanto para funcionarios gubernamentales como para miembros de sindicatos y orga-nizaciones de empleadores.

“Hay que evitar que los países entren en reformas laborales que da-ñen los estándares básicos”

“Es importante que se faciliten calen-darios de consoli-dación fiscal que no hundan aún más el empleo”

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Los nadies, “que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nom-bre, sino número”.

No hace falta hacer una radio-grafía exhaustiva del mercado laboral ni viajar a otros continen-tes para encontrar empleos muy precarios. En el conjunto del país y en Asturias, en particular, los hay, y muchos. Lejos de mejorar, con la nueva legislación el resto de trabajos también perderán calidad.

Lo explica el responsable de Em-pleo de CCOO de Asturias. “Con la globalización y las reglas del capitalismo de obtener beneficio a costa de quien sea, la precarie-dad laboral es algo normal”. Por

ello, prosigue Adrián Redondo, “lo que antes era un problema coyuntural ahora es estructural y se está convirtiendo en habitual”. Hasta hace bien poco, “empleos temporales de baja cualificación e ínfima remuneración se daban, en ocasiones, sobre todo en los jóvenes en el momento de su entrada al mercado laboral”. Sin embargo, en plena crisis econó-mica “la realidad se hace más cruda y muchas familias subsis-ten a base de estos trabajos que llegan a esclavizar tanto laboral como vitalmente”.

Aunque no esté reconocida su figura como tal, en nuestro país tenemos larga experiencia en los llamados “minijobs”, puntualiza

Adrián Redondo. “En el período de prácticas se empiezan a vislumbrar abusos laborales de todo tipo: en muchas empresas se exceden las cuarenta horas semanales y se obliga realizar trabajos que no tienen nada que ver con la formación”.

Maquillando las palabras, se usa el término flexibilidad labo-ral para referirse realmente a una forma de exprimir más al trabajador, que tendrá que estar siempre a disposición de la em-presa, imposibilitando la conci-liación. Hasta tal punto llega esta “nueva forma de explotación”, que desde el sindicato se están detectando casos de personas a las que despiden, alegando faltas disciplinarias, por no estar a disposición de sus patrones en sus días libres y vacaciones. Hay empleos con salarios ínfimos y que exigen la disponibilidad total las 24 horas del día, los 365 días del año. Eso sí, sólo se cotiza y remunera el tiempo presencial.

Un ejemplo sangrante de estas

Jornadas abusivas y salarios ínfimos. Disponibilidad total las 24 horas del día. Los em-pleos que exprimen y someten son una realidad que, con la crisis y la reforma laboral, está cada vez más extendida. Una tendencia que CCOO combate cada día con su acción sindical

Para hacer frente a la crisis, con recetas neoliberales y al dictado de Europa, el Gobierno ha op-tado por reducir las rentas del trabajo, los derechos laborales y el Estado social, degradando las condiciones sociales de la ciudadanía y sometiéndola a un empobrecimiento alarmante. Las nuevas medidas y la crisis eco-nómica han traído consigo unas dramáticas cifras del paro, baja-da salarial y aumento de jornada. Con este panorama, los peores empleos, que siempre CCOO intentó mejorar y dignificar, cada vez son la tónica más habitual de nuestro agonizante mercado laboral. Este reportaje trata de las personas que ocupan estos empleos y, como dice el escritor Eduardo Galeano en su poema

La nuevaesclavitud laboral

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Informe

JULIÁN GUTIÉRREZ DEL OLMO

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Informe La nueva esclavitud laboral

teléfono, lo que generaba más inseguridad. Como sólo con-tábamos con escasos sesenta minutos para el desplazamiento teníamos siempre un bocadillo y los uniformes en el coche”. La acción sindical hizo que las cosas cambiaran. Sin embargo, “con la reforma laboral el dueño nos amenazó literalmente con volver a las antiguas condicio-nes ya que echarnos le costaba dos pesetas”.

A los ritmos de trabajo mara-tonianos, añade el responsable de Acción Sindical de CCOO de Asturias, hay que sumarle “la tendencia absurda de creer que cuando hay problemas de productividad tiene que haber un aumento de la jornada”. La reforma laboral supone una agresión radical a la clase tra-bajadora, agrega Gilberto García Buelga. A partir de ahora, “habrá un mayor desequilibrio a favor

del empresariado, que podrá modificar a su antojo las condi-ciones laborales”.

Coincidiendo con el “boom eco-nómico”, aparecieron nuevas figuras laborales que se esca-paban de la regulación. De esta forma, se creó un “empleo abu-sivo”, reconoce Gilberto García Buelga, como el del falso autóno-mo. La empresa se ahorra costes evadiendo todas las responsabili-dades y el trabajador carga sobre sí mismo las cotizaciones. Este concepto, que es una “utilización perversa” de la legalidad, somete a la persona, que tendrá que es-tar a expensas de su empleo, “no como asalariado”, sin apenas cotizar. En empresas pequeñas, sin apenas control, están siendo cada vez más emergentes este tipo de relaciones laborales. La figura del falso autónomo está tan extendida que hasta la Uni-versidad también la utiliza con

sus profesores asociados.Aunque parezca extraño, prosi-gue Gilberto García Buelga, “los empleos de alta cualificación también están siendo víctimas de la precariedad”. En las empresas que ofrecen servicios avanzados, donde priman las relaciones individuales, no regidas por un convenio, hay auténticas des-igualdades. “Son entornos donde es muy difícil lograr una organi-zación de los trabajadores”.

Una figura que se fue pervir-tiendo a lo largo del tiempo fue la de los “merchands” (repone-dores de marcas comerciales):

prácticas fue el caso de una empresa de seguridad, que tras la acción de CCOO y las denuncias, “puso fin a la escla-vitud a la que tenía sometida a sus empleados”, resalta un delegado. “Trabajábamos sin cuadrante, nos llamaban por te-léfono a cualquier hora y si dos veces no lo cogías era causa de despido; muchos se fueron a la calle por este motivo. Podíamos trabajar de cuatro a dieciséis horas cualquier día, sin cobrar nocturnidad ni festivos, en unas pésimas condiciones. Muchas veces no había servicios hi-giénicos, ni cobertura en el

El miedo como instrumento de dominio

Es una realidad que las condiciones laborales se están deteriorando a un ritmo alarmante. Muchas veces se hace desde los mecanismos legales que hay para ello y otras con métodos fuera de la legalidad, como la economía sumergida. Sin embargo, el peor enemigo para combatir la explotación es el miedo, que como resalta la Resolución General del 11º Congreso de CCOO de Asturias, “es el instrumento de dominio de las relaciones laborales”. Con la amenaza del paro se logra desactivar la lucha por la dignidad del trabajo. Ejemplos son “las permanentes amenazas de deslocalización de empresas para imponer nuevas condicio-nes de trabajo, disminución de los salarios, regulaciones abusivas de las jornadas laborales e incrementos de las mismas”.

Con la crisis se está detectando un alza muy preocupante de la economía sumergida. “Lo que antes suponía un complemento salarial, ahora es el principal sustento familiar y el empleador lo sabe”, resalta el responsable de Política Social de CCOO de Asturias. Además, “los trabajadores no suelen denunciar las prácticas fraudulentas, por temor a perder el empleo”, apunta Juan José Palacios. Tal es la necesidad actual de trabajo que los empleos que solían copar personas inmigrantes ahora lo hacen nacionales. Aun así, “los extranjeros, que han sido desplazados de los trabajos que hacían, siguen siendo víctimas principales y padeciendo abusos y hasta vejaciones, como las que sufrieron unas personas inmigrantes en una empresa de buzoneo en Oviedo, recientemente, y estafas, como la de pagar por una oferta de trabajo para obtener el permiso de residencia”.

Se están detec-tando casos de personas a las que despiden por no estar a disposición en sus días libres y vacaciones

La acción y las de-nuncias de CCOO pusieron fin a la explotación de una empresa de seguri-dad con sus em-pleados

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Trabajos feminizados como la ayuda a domicilio o el de las empleadas del hogar son el pro-totipo de la precariedad. Como se explica desde el sindicato, “son profesiones muy antiguas pero de regulación muy recien-te”. Además, estos empleos están siendo muy maltratados con los recortes, donde se prima abaratar costes, sin importar el servicio ni las condiciones laborales.

El “culmen de la explotación” se da en aquellos trabajos en los que, a pesar de realizar la labor profesional, no se cobra. Ejemplos los hay, como los de empresas subcontratadas por las administraciones u otras em-presas para dar servicios. En el momento en el que la empresa principal no paga empieza una espiral en la que el trabajador es el más damnificado: no puede dejar de trabajar, ni tampoco solicitar prestaciones, siendo una auténtica presa de su empleo.

antes trabajaban para reponer los productos de una marca, teniendo la relación laboral con esta última; después pasaron a ser el último escalafón de los grandes almacenes. El empleo de reponedor tiende a des-aparecer porque con la nueva legislación y un convenio en los grandes almacenes -no suscrito

por CCOO-, se modifican trabajo y jornada, incidiendo negativa-mente en el trabajador y en la atención al cliente.

En el comercio las cosas no van mucho mejor. Con la disminución de las ventas la situación de sus trabajadoras y trabajadores va deteriorándose progresivamente. La hostelería es un sector donde suele haber mucha economía su-mergida y empleos sin declarar. Lo extraordinario se ha converti-do en rutinario y lo más habitual es que se trabaje muchas más horas de las cotizadas.

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ReportajeLa nueva esclavitud laboral

Los trabajadores y trabajadoras no suelen denunciar las prácticas frau-dulentas por temor a perder el empleo

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Resolviendo dudasMutuas / Subsidio por desempleo / Jubilación parcial

¿Es cierto que el Gobierno va-lora la posibilidad de otorgar la potestad a los médicos de las Mutuas para dar altas en los procesos de Incapacidad Temporal derivados de enfer-medad común?

Efectivamente, el Gobierno ha elaborado un proyecto de Decreto sobre medidas para la mejora de la gestión de la Incapacidad Temporal (IT) durante los primeros trescientos sesenta y cinco días, al que CCOO ya ha remitido las alegaciones oportunas, conforme al cual los facultativos de las Mu-tuas pueden hacer propuestas de alta en procesos de IT derivados de contingencias comunes. Si los médicos de los Servicios Públicos de Salud no contestan en el plazo de 4 días, la propuesta se convier-te en alta efectiva, sin tan siquiera la existencia de un reconocimiento médico previo, y basándose única-mente en los informes del Servicio Público de Salud. Para ello, las Mutuas tendrán acceso a todo el historial médico del trabajador y no sólo a los informes relacionados con la patología de que se trate, con lo que vulneran la intimidad de los trabajadores y trabajadoras.

No es admisible dar eficacia negativa al silencio de los médi-cos de los Servicios Públicos de Salud cuando estamos ante un

acto limitativo de derechos que, por tanto, tiene que ser motivado y expreso.

Esto supone una grave agresión no sólo a la salud y al derecho a la recuperación de su capacidad para el trabajo de las personas, sino también a los médicos de los Servicios Públicos de Salud, que serán los responsables de la consecuencia inmediata de todo el proceso, que es la reincorpo-ración de los trabajadores y tra-bajadoras a su puesto de trabajo, aunque no hayan tomado ellos la decisión, por la imposibilidad práctica, sobradamente demos-trada, de contestar en tan breve espacio de tiempo.

Tengo 55 años y he agotado la prestación por desempleo. Mi mujer cobra 1.000 euros y no tenemos hijos. ¿Tengo dere-cho al subsidio de desempleo para mayores de 55 años?

La última reforma de este subsidio, introducida por el Real Decreto Ley 5/2013, establece que el requisito de carencia de rentas sólo se cumple cuando la suma de las rentas de todos los integrantes de la unidad familiar, incluido el soli-citante, dividido por el número de miembros que la componen, no supere el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

En el año 2013, el SMI es de 645,30 euros, con lo que 483,97 (75%) es el límite que no puedes superar. Los 1.000 euros cobra-dos por tu mujer, integrante de la unidad familiar, divididos por dos miembros dan un resultado de 500 euros, superando, por tanto, el citado límite. Con este nuevo requisito no tendrías derecho al citado subsidio.

Este nuevo requisito, que afecta gravemente a las personas más vulnerables y necesitadas, se suma a las modificaciones ya introduci-das el verano pasado, que también endurecían los requisitos, pasando de 52 a 55 años, rebajando las cotizaciones durante la percepción del subsidio del 125% del salario mínimo al 100%, y limitando su duración, ya que si bien antes podía percibirse hasta alcanzar la edad ordinaria de jubilación, ahora sólo se extiende hasta la primera edad posible de jubilación.

En mi empresa hay un Acuer-do de Jubilación Parcial sus-crito en noviembre de 2012. En enero de 2014 cumplo 61 años. ¿Me puedo jubilar par-cialmente en esa fecha? De ser así, ¿en qué condiciones?

A las personas incluidas en convenios colectivos, acuerdos, etc., suscritos antes del 1 de abril de 2013 y registrados en el INSS antes del 15 del mismo mes, se les seguirá aplicando la legislación anterior, aunque entren en jubilación parcial con posterioridad al 1 de abril, siempre que lo hagan antes del 1 de enero de 2019, tal y como establece la Disposición Final Duodécima de la Ley 27/2011, conforme a la redacción dada por el Real Decreto Ley 5/2013. Por tanto, si se cumplen el resto de los requisitos podrás jubilarte parcialmente al cumplir los 61 años.

Resolviendodudas

?AMABLE GONZÁLEZ

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de hace año y medio agudizada por el de Rajoy, no hemos dejado de responder a las agresiones. Durante este tiempo los sindi-catos mayoritarios hemos con-vocado tres huelgas generales y decenas de manifestaciones, en los últimos meses en confluencia con la Cumbre Social, que en As-turias reúne a 65 organizaciones. El 10 de marzo nos movilizamos en Gijón contra el paro; defendi-mos la minería el 17 de abril en Mieres; reivindicamos la salud y seguridad en el trabajo el 25 de abril en Oviedo; pedimos empleo y rechazamos los recortes el 1 de Mayo en Langreo.

Y lo seguiremos haciendo en defen-sa del Estado Social y por la im-plantación de urgentes políticas que reactiven la economía y el empleo.

CCOO de Asturias también continuará apoyando las reivin-dicaciones de todos los sectores, empresas, colectivos, que ven peligrar sus empleos y las con-quistas salariales y sociales que hemos conseguido en tantos años con tanto esfuerzo.

Movilizados

jo, a favor del empleo y de nues-tros sectores productivos, por la salud y seguridad, en defensa del Estado de bienestar y de las libertades democráticas.

Desde que hace tres años nos impusieron la política de recortes sociales y laborales, primero des-de el Gobierno de Zapatero y des-

Sigue la protesta

Oviedo, 25 de abril. A favor de la salud y seguridad en el trabajo

Langreo,1 de mayo. Por el empleo y contra los recortes sociales

Mieres, 17 de abril. En defensa del carbón y las comarcas mi-neras

Gijón, 10 de marzo. Contra el paro y por una democracia social y participativa

CCOO nunca ha dejado de movilizarse. Desde que existe el sindicato. Junto con la negocia-ción forma un binomio clásico de nuestra acción sindical. Y el objetivo es uno: la defensa de los derechos de la clase trabajadora.

Nos hemos manifestado en las calles y en los centros de traba-

EL SINDICATO

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En tornoa la CumbreSocial

La Cumbre Social llamó a participar en la movilización del 9 de mayo en defensa de la escuela pública

Dossier

La Cumbre Social celebró en Madrid el 26 de abril su noveno plenario, para abordar la reforma de la Administración Local que el Gobierno pretende llevar a cabo con la clara voluntad de socavar la capacidad de intervención de los ayuntamientos en la solución de los problemas de la ciudadanía.

Pero ese día se publicaba la última Encuesta de Población Activa, que arrojaba unas ci-fras dramáticas de desempleo en nuestro país: 6.202.700 personas que queriendo tra-bajar no puedan hacerlo, de ellas 122.700 en Asturias. Por eso, en su declaración final la Cumbre alertaba de que “no se puede seguir así”. Y añadía: “O los poderes públicos y la iniciativa empresarial incentivan políticas para impulsar la activi-dad económica y la creación de empleo, o el clima social y labo-ral alcanzará cotas insostenibles de precariedad, marginación y exclusión social que convertirán en más contundente e imprevi-

sible la movilización social y ciudadana”.

En esta declaración hacía suyas las reivindicaciones del movi-miento sindical, reiteraba las críticas a la política de recortes y ataque a los servicios públicos y llamaba a toda la ciudadanía a participar en las protestas y actos que se convocaran. La Cumbre manifestaba su apoyo a la huelga promovida en la ense-ñanza para el 9 de mayo y a las movilizaciones en la sanidad.

Las 150 organizaciones que conforman la Cumbre Social han respaldado también a CCOO y UGT en su denuncia de que el Gobierno se propone asestar un golpe casi definitivo a la negocia-ción colectiva como herramienta para consolidar y mejorar los derechos de la clase trabajado-ra. Y alertan sobre el retroceso democrático que sufre el país. El Gobierno quiere “convertir el conflicto social en un problema de orden público”.

El secretario general de CCOO de Asturias, que asistió el 18 de abril a la última reunión de la Cumbre Social Asturiana, en-tiende su relevancia porque es indispensable sumar esfuerzos contra el “incuestionable fraca-so” de las políticas del Gobierno. Antonio Pino defiende que “las movilizaciones siguen siendo fundamentales”.

Desde entonces la Cumbre ha venido apoyando la creciente movilización contra las políticas y recortes del Ejecutivo, destacando su activo papel en las dos huelgas generales y en la Marcha a Madrid del 15 de septiembre. En 2013 promovió la manifestación del 10 de marzo contra el paro y por la re-generación democrática, y llamó a la movilización el Primero de Mayo. También ha animado a participar en las protestas contra los desahu-cios y la corrupción política.

Sumar esfuerzos para hacer frente a las agresiones que nos afectan a todos. Es el objetivo de la Cumbre Social, que CCOO y UGT constituyeron a nivel confederal el 25 de julio de 2012. Cinco días después, 65 organizaciones la formalizaban en Asturias.

El Gobierno quiere “convertir el con-flicto social en un problema de orden público”

JUANJO BARRAL

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Reportaje

“Soy delegada de CCOO sin esperar nada a cambio. Es una cuestión de ideología, tengo que defender y luchar por los derechos de todos y todas”.

Con estas palabras resume una representante de los tra-bajadores y trabajadoras su día a día laboral y sindical.

Mujeres y delegadas

JULIÁN GUTIÉRREZ DEL OLMO

Las delegadas reunidas por “El Sindicato”, a la puerta de la sede en Oviedo

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ELSIN-DICA-TO

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Reportaje Mujeres y delegadas

En una reunión promovida por El Sindicato y presidida por la secretaria de la Mujer, Mapy Artidiello, delegadas de CCOO de Asturias en todos los secto-res hablaron para este reportaje de porqué se afiliaron y deci-dieron hacerse representantes de los trabajadores y trabaja-doras, de las relaciones con sus compañeros, de los planes de igualdad, de la conciliación y los permisos de maternidad y, sobre todo, de su día a día laboral, de su lucha por mejorar las condiciones laborales y sociales, de la negociación y de la necesidad de la moviliza-ción. Para comenzar, afirman categóricamente: “conseguimos muchas cosas y conseguiremos más, pero no renunciaremos a ser mujeres”.

Delegadas de sectores muy feminizados como la ayuda a domicilio o la limpieza, de otros masculinizados como la cons-trucción, de servicios públicos como enseñanza y sanidad, y de empleos con alta presencia femenina como los del comer-cio, el telemarketing y servicios financieros explican su labor sindical. “Estar en CCOO es una cuestión de ideología y convic-ción, defendemos y luchamos por los derechos de todos nues-tros compañeros y compañeras, sin esperar nada a cambio”. Aunque a veces su labor de sindicalista no se comprende bien, “si tiras del carro y resuel-ves los problemas te respetan y apoyan”. Sin embargo, “hay muchísimas trabas: por estar en un sindicato la empresa te pone en su punto de mira y te hace la vida imposible”.

trabajo; seguimos con el rol de eternas cuidadoras”.Sobre la relación laboral con sus compañeros, las delegadas coinciden en que “hay que darse a respetar, muchas veces los compañeros nos tenían como simples floreros”. Pero “cuando ven que les sacas las castañas del fuego, cambian totalmente las cosas”.

¿Los hombres en trabajos feminizados?

Un tema que tiene diferentes puntos de vista entre las mujeres delegadas es la irrupción mascu-lina en trabajos muy feminizados. Factor que, con la crisis y el avance del paro, es cada vez más habitual. Algunas sostienen que, aunque ciertas compañe-ras de otras organizaciones los rechacen, “bienvenidos sean los hombres a sectores como el de la limpieza”. Pero no todas pien-san lo mismo, ya que “la entrada de hombres en sectores muy precarizados e históricamente femeninos como la ayuda a do-micilio puede traer consigo más paro entre nosotras”.

La otra cara de la moneda del mercado laboral, donde los sueldos son más altos, está en las direcciones de las empre-sas, controladas en su mayoría por hombres o “por mujeres excesivamente masculinizadas”, ironiza una delegada de CCOO en el sector financiero. “Lamen-tablemente el techo de cristal existe y a las mujeres nos va a costar más llegar a un puesto de responsabilidad, ya que no se favorece nuestra promoción in-

Las que más tiempo llevan afilia-das también reconocen que “el movimiento sindical cambió en los últimos años a mejor”, ya que “muchas personas no veían con buenos ojos a una mujer delega-da”. Tal como afirma una histó-rica delegada en el sector de la construcción, primera mujer en su comité de empresa, “hay poca cultura de sindicalismo en las mujeres y además, como se nos exigen tantos roles a la vez, no le damos prioridad”.

Las delegadas de CCOO de As-turias lo tienen claro: “Hay que educar en igualdad, y cambiar”. La conciliación es hoy todavía tabú para algunos hombres y en las empresas sólo las mujeres suelen pedir reducción de jorna-da. En centros de trabajo femini-zados “nosotras mismas somos las que nos ponemos trabas para conciliar”. A veces, “incluso otras mujeres te plantean cuando llega la maternidad que dejes el

terna”. Incumpliendo la legalidad, “las grandes empresas muchas veces no ven la necesidad de implementar planes de igualdad, y no los aplican”.

En el trabajo, en la protesta y en la negociación

El quehacer diario de las delega-das de CCOO de Asturias se resu-me primero en el trabajo; es decir, en el desarrollo de su actividad profesional; después en la nego-ciación y representación de sus compañeros y compañeras; y, por último, en la movilización en de-fensa del empleo. Ante las críticas al movimiento sindical -sobre todo por si salió elegida por su “cara bonita o para coger horas”-, una representante sostiene que “pue-den desacreditar mi labor lo que quieran, pero al mismo tiempo que estaba dando el pecho, nego-ciaba a favor del mantenimiento de los puestos de trabajo, que finalmente conseguí”. A la hora movilizar y salir a la calle, algunas sostienen que, en el momento actual, de agresión continua a la clase trabajadora, habría que “tener más fuerza en la protesta”; y otras consideran que se deben modular más las acciones porque se “nota el mie-do y el agotamiento”. Y apuntan que para lograr un mayor apoyo de la ciudadanía, CCOO debe recuperar su perfil propio.

La conciliación to-davía es un tema tabú para algunos hombres y normal-mente sólo las mu-jeres piden reduc-ción de jornada

Hay poca cultura de sindicalismo en las mujeres y ade-más, como se nos exigen tantos roles a la vez, no le da-mos prioridad

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Reportaje Mujeres y delegadas

El sindicato las necesita aún más

En una sociedad muy masculinizada, el papel de las mujeres era prácticamente invisible. Como resalta la secretaria de la Mujer de CCOO de Asturias, Mapy Artidiello, “históricamente se ha dado menor valor a los trabajos que han desarrollado las mujeres, los llamados sectores feminizados, ya que sindicalmente esa hegemonía masculina que imperaba en nuestra orga-nización no era capaz de ver que ese trabajo resultaba de suma importancia para el desarrollo de la sociedad”. Sin embargo, “poco a poco, la valentía de unas pocas hizo mucho por todas y todos”.

En CCOO de Asturias las mujeres cada día están más presentes: el 31,2% de la afiliación y casi el 35% de la representación de los trabajadores y trabajadoras en nuestro sindicato son mujeres. La secretaria de Organización, Emilia Escudero, reconoce que “todavía queda mucho camino por recorrer”. Por ejemplo, de las 22 estructuras (uniones comarcales y federaciones) del sindicato solo tres tienen como secretaria general a una mujer (Oviedo, Actividades Diversas y Grado).

Para Mapy Artidiello, “ellas cada vez participan más en el sindicato, pero se las necesita aún más. Y ya podemos decir orgullo-sas que no somos las mujeres de los trabajadores, sino trabajadoras, y no somos las mujeres de los sindicalistas, sino mujeres sindicalistas”. Pero, “debemos implicarnos más en el sindicato, yendo en las candidaturas de elecciones sindicales, saliendo como delegadas e involucrándose en el trabajo sindical; sólo con la presencia activa se puede aportar e impulsar la paridad”, concluye la secretaria de la Mujer.

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Notas sobre lasintoxicacionesprofesionales pormercurioen Asturias

Salud laboral¿Qué ocurrió en AZSA?

sos que rodearon al accidente. Básicamente señalan la “subva-loración del riesgo de exposición al mercurio” y la “inadecuación de las medidas de prevención”.

Nuestra revisión de la documenta-ción aportada por la empresa y del análisis de los informes realizados corrobora esta conclusión: ni la evaluación de riesgos incluía cla-ramente el riesgo de exposición al mercurio (ni otros tóxicos), ni las acciones preventivas al respecto se plantean o ejecutan adecuada-mente. Observamos, por ejemplo, que la formación preventiva que daba la contrata para la que traba-jan los trabajadores afectados fue dada por buena por AZSA aunque

zar la prevención sin dar lugar a los fallos identificados.

Además, se abren interrogantes sobre la posible existencia de otros problemas de prevención laboral y medioambiental. Se sabe que la industria de la pro-ducción de zinc, actividad en la que ocurrió el accidente, es una fuente de riesgos relacionados con la exposición a mercurio y sus compuestos, pero también a otros importantes tóxicos como el plomo o el cadmio. Además, se tiene perfecto conocimiento de accidentes previos, como el ocurrido en Japón en 19932 y hay también múltiples estudios sobre contaminación del entorno y sus efectos en la salud3.

Sobre este caso de masiva exposición a mercurio hay ya informes del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Labo-rales y de la Mutua Fremap, que ponen de manifiesto deficiencias importantes relativas a los suce-

luego el propio personal de AZSA comprueba, durante las tareas pe-ligrosas, que ni siquiera los recur-sos preventivos conocían que los dos tipos de equipos de protección individual para la protección res-piratoria propuestos servían para dos tipos de contaminantes.

Llama la atención especialmente que pese a que se supo que existieron fugas, problemas con los filtros y una cantidad de humo visible al abrir el recinto donde ocurrió la mayor exposición, no se midió la presencia de contaminan-tes sospechosos antes de permitir la entrada al espacio problemático. O que el control biológico obliga-torio (medición de contaminantes en sangre o/y orina) no se hiciera durante el período de exposición, sino sólo una vez terminados los trabajos, por lo que no sirvió para lo que tienen que servir, que es prevenir precisamente estas situa-ciones de riesgo. Hay otros deta-lles, como la situación descuidada de los vestuarios, la deficiente gestión de la ropa de trabajo o la vigilancia de las medidas higiéni-cas que denotan falta de cuidado en la gestión de la exposición al riesgo químico.

Quedan muchas dudas por re-solver; la inadecuada gestión del riesgo por exposición al mercurio abre interrogantes sobre la ade-cuación de la gestión preventiva respecto al plomo, o al cadmio, un conocido cancerígeno presente en el proceso. Según las memorias revisadas de la empresa se hacen controles biológicos al respecto que indican exposición en los propios empleados (por cierto, al-gunos de ellos superaron el nivel permitido en sangre para el cad-

El accidente en la empresa AZSA, en el que más de una centena de trabajadores han estado en contacto con el mercurio y han sufrido intoxicación, ha ocurrido al parecer durante unas tareas de reparación, consistentes en el re-entubado de unas instalaciones. El mercurio es uno de los elementos químicos más preocupantes tanto desde el punto de vista de la salud laboral como medioambiental; se trata de una sustancia tóxica para la que existe estricta normativa, por sus importantes efectos ne-gativos. Estos efectos en la salud de las personas expuestas pueden ser tanto agudos como a largo plazo y dañan de manera persis-tente el medio ambiente. Dado que este riesgo es perfectamente conocido, debía haber estado meridianamente controlado, lo que pone de manifiesto una defi-ciente gestión de la prevención de riesgos laborales. El conocimiento profesional experto acumulado1 debería haber constituido un punto de partida suficiente para organi-

MARÍA JOSÉ LÓPEZ JACOB

Ni la evaluación in-cluía claramente el riesgo de exposi-ción al mercurio ni la prevención fue adecuada

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Salud laboral¿Qué ocurrió en AZSA?

El Gobierno también pone en peligro nuestra salud

Los sindicatos han denun-ciado que las reformas y los recortes del Gobierno en la prevención de riesgos, superiores al 40%, hacen peligrar la salud y la seguri-dad en el trabajo.

El secretario de Salud La-boral de CCOO de Asturias advierte también de que la ocultación de las bajas está aumentando a causa de la crisis y por el temor a perder el puesto de trabajo, una cir-cunstancia que se ve favore-cida por los cambios legales introducidos por el Partido Popular y que facilitan el despido cuando se produz-can faltas de asistencia aun-que estén justificadas.

José Antonio Iglesias critica igualmente el poder que el Ejecutivo quiere otorgar a las mutuas, primando más el control administrativo que la vigilancia médica sobre la salud, y denuncia que muchas enfermedades con origen laboral siguen sin ser reconocidas. Con lo cual, “cada vez tendremos una sociedad más enferma”.

CCOO recuerda que en 2012 se produjeron en Astu-rias 32 accidentes laborales cada día y pide más implica-ción de los empresarios y las administraciones para ga-rantizar el derecho a la salud y seguridad en el trabajo.

mio según la memoria de 2010). Pero poco se sabe de cómo se están vigilando los efectos en la salud -estas sustancias se acumulan, tienen una larga vida en el interior del cuerpo y pueden producir daño renal y neurológico a largo plazo además de otras alteraciones- que los trabajadores afectados pueden estar padecien-do y de qué manera los trabaja-dores expuestos de las contratas están protegidos al respecto. La información disponible se ciñe al caso de los trabajadores de la contrata IMSA, aunque otras mu-chas empresas participaron en los trabajos que dieron lugar al pro-blema. ¿Qué ha pasado con los demás trabajadores?, ¿cómo les están atendiendo?, ¿quién vigila y cómo su salud?, ¿cómo se ha gestionado esta cuestión?, ¿están adecuadamente protegidos con-forme a la legalidad vigente?

Otros interrogantes importantes se sitúan en torno a la gestión medioambiental de los residuos y emisiones. Un estudio publicado en 2003 acerca de una zona de Asturias4 muestra cómo las con-centraciones de cadmio, mercurio y zinc en el polvo de las calles y en muestras de suelo se in-crementan en la medida que las muestras se toman más cerca de la industria de zinc allí situada.

La evidencia de la pobre gestión preventiva del riesgo tóxico debería ser una llamada de aten-ción para que las autoridades controlen de manera decidida y transparente esta cuestión.

1 La gestión del riesgo por exposición profesional a mercurio (también a otras sustancias peligrosas como cadmio y plomo) en la industria del zinc está muy desarrollada, como en el caso de Boliden, según sus sucesivas memo-rias anuales. Un informe de la empresa Akita Zinc apunta a el sector debe reconocer que las impurezas, incluyen-do mercurio en la materia prima, están aumentando y la importancia de una gestión del mercurio adecuada.

2 El accidente que en Akita, Japón, causó la intoxicación de varios trabajadores por compuestos de mercurio ocurrió precisamente realizando las mismas tareas que las que se realizaban en AZSA y fue publicado en una de las revistas científicas más conocidas. Koizumi A et al. Mercury, not sulphur dioxide, poisoning as cause of smelter disease in industrial plants producing sulphuric acid. The Lancet, 1994.343(8910)1441-2.

3 Como ejemplo, el estudio más conocido sobre la exposiciones en la población cercana a una industria del zinc (Estudio Cadmibel) se desarrolló en Bélgica entre 1985-1988 en áreas cercanas a plantas de zinc y entre las conclusiones se incluye un riesgo mayor de efectos renales (subclínicos, sólo se identifican mediante analítica) cuando el cadmio supera un nivel determinado. También en Holanda o en Suecia se realizaron estudios similares en torno a plantas de zinc valorando la presencia de mercurio y cadmio.

4 Ordóñez A et al. Distribution of Heavy Metals in the Street Dusts and Soils of an Industrial City in Northern Spain. Arch. Environ. Contam. Toxicol., 2003. 44(160–170)

María José López Jacob es técnica del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS)

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Medio Ambiente

samente los que mejor queman son los más sencillos de recu-perar y reciclar: plásticos, papel y cartón o madera. Con lo que la incineración es un potente disua-sor del avance en las políticas de Residuos Cero.

Se trata de una tecnología que no es limpia, no consigue que los residuos desaparezcan, pues genera al menos un 20% de su volumen en escorias, cenizas volátiles y gases, que son muy tóxicos pues liberan metales pesados y otras sustancias que según el Convenio de Estocolmo se deberían dejar de producir por sus graves efectos sobre la salud

rren a la importación de residuos para mantener sus incinera-doras en su mayor capacidad de funcionamiento posible. En algunos existe una pugna por los residuos entre las empresas que gestionan estas instalaciones, para usarlos como combustible, y las empresas dedicadas a la reutilización y el reciclaje, que los necesitan como materia prima para nuevos productos.

Y este es uno de los principales motivos para rechazar la incine-ración, porque destruye recursos que deberían ser recuperados y retornados a los ciclos naturales o al sistema productivo. Y preci-

de las personas y el medio am-biente, como las dioxinas y los furanos. Y por tanto, no evitan la necesidad de vertedero, sino que precisan de un vertedero para sustancias peligrosas; y también usan como vertedero los pulmo-nes o los terrenos de las perso-nas que viven en la proximidad de la planta.

Económicamente no es rentable, pues añade coste al proceso de tratamiento de los residuos sin añadir ningún valor, la energía que se recupera es mucho menor de la que se ahorraría con el reciclaje de los residuos quemados, y su efecto sobre el empleo también es menor que el de las políticas basadas en el objetivo de Resi-duos Cero, que generan entre siete y veinte veces más empleo.

En lugar de persistir en poner en marcha una técnica desfa-sada, sucia, cara e insostenible, nuestro Gobierno debería de aprender de la naturaleza y ha-cer un esfuerzo por implantar un sistema de gestión de residuos basado en el ecodiseño, la ex-tensión de la responsabilidad del productor y el reciclado integral, contando con la participación de la ciudadanía.

La incineración es una técnica de eliminación de residuos que se adoptó en unos momentos en que el ecodiseño y los tratamientos basados en la reducción, la reutili-zación y el reciclado estaban poco desarrollados en países del norte y centroeuropa que tenían dificul-tades para instalar vertederos.

Aunque en diversas administra-ciones españolas, como nuestro Gobierno regional, se está tra-tando de vender la incineración como una técnica moderna y la panacea para “deshacernos de nuestra basura”, los países que fueron pioneros en esta técnica la están abandonando, o recu-

Incinerar no es la

soluciónJOSÉ ANTONIO SIERRA NEBOT

La incineración que defiende el Gobierno regional es una técnica des-fasada, sucia, cara e insostenible

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Estado Social

reconocer el llamado “doble dere-cho”: a la renta básica y a la in-serción social, entendidos ambos como derechos complementarios. Este enfoque del doble derecho se funda en la convicción de que la sola transferencia económica deja a menudo sin resolver las

tante, que en 2011 fue de 35,20 euros (creció un 14% entre 2008 y 2011), en cuantía básica del ingreso (442,96 euros frente a una media de 422,36 euros) y en tasa de cobertura de la población en riesgo de pobreza: 18% frente a una media del 5,4%, habiendo aumentado en más de 7 puntos porcentuales desde el inicio de la crisis en 2008.

Son éstos los efectos más positi-vos de la Ley 4/2005 de Salario Social Básico (SSB), que supuso un avance sobre el anterior Ingre-so Mínimo de Inserción (IMI), al

causas de fondo de la exclusión, entendida como un fenómeno multidimensional en el que con-fluyen aspectos estructurales, colectivos y personales, mediados por factores diversos como los económicos y laborales, políticos, étnicos o de género, entre otros.

A la vez, reconoce que las me-didas de incorporación social solamente se pueden aplicar con esperanza de éxito si se adaptan lo más posible a la pluralidad de situaciones y procesos que producen la exclusión en cada persona o grupo. Por ello la Ley

Los salarios sociales o rentas mínimas de inserción son los dispositivos más específicos de lucha contra la pobreza con los que cuenta nuestro sistema de protección social. Son políticas de ámbito autonómico que solamen-te en unos pocos casos, entre los que se encuentra Asturias, han superado el carácter de subsidio graciable y alcanzan una cober-tura significativa de la población en situación o riesgo de pobreza. De hecho, Asturias es la tercera de las comunidades autónomas, tras el País Vasco y Navarra, en gasto en salario social por habi-

La re-conquista del salario socialJOSÉ MANUEL PARRILLA FERNÁNDEZ

En el actual esce-nario el Salario So-cial Básico es un valioso dispositivo que puede y debe funcionar mejor

Asturias es la tercera comunidad autónoma que más destina al salario social por habitante

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Estado SocialLa re-conquista del salario social

del SSB y el Plan de Inclusión del Principado de Asturias (por cierto caducado ya y sin que sepamos si se va a prorrogar o qué lo va a sustituir) prevén la elaboración de programas personalizados de incorporación social y la creación de proyectos de integración so-cial diseñados para dar respuesta a las múltiples formas y dimen-siones de la exclusión social.

Este enfoque del salario social intentaba superar las limitacio-nes del antiguo IMI, que vincu-laba de un modo muy directo la renta mínima al empleo protegi-do, intencionalmente orientado a la inserción laboral, pero cuyos resultados a la hora de insertar en el mercado laboral normaliza-do eran escasos.

Los retos actuales y las asig-naturas pendientes

La ya prolongada crisis econó-mica pone a prueba los dispo-sitivos de inclusión existentes: ha hecho aflorar nuevas formas de pobreza y ha empobrecido a personas que nunca pensaron llegar a esa situación. El Salario

Social Básico fue diseñado para una situación con menor inci-dencia de la pobreza y perfiles de exclusión diferentes a los actuales: el desempleo masivo y los desahucios son ahora los dos grandes vectores de pobreza-exclusión, junto con los recortes en la práctica totalidad de las políticas de bienestar.

Por otro lado, la Ley constituye el Salario Social Básico como un derecho, por lo que no se puede negar a quien se encuentra en las situaciones previstas, lo que obliga a aumentar la partida pre-supuestaria correspondiente en este período de fuerte crecimien-to del riesgo de pobreza, en que las solicitudes aumentan signi-ficativamente: la Consejería de Bienestar Social reconoce más de seis mil solicitudes pendientes, que acumulan un retraso de casi dos años, lo que supondría casi duplicar el número de titulares.

Las dificultades de tramitación, unidas a la fuerte demanda subsiguiente a la crisis y a los cambios frecuentes de Gobier-no autonómico, han derivado en un alto riesgo de desvirtuar esta prestación: cuando se han acumulado varios miles de soli-citudes sin resolver se pierde el efecto de inserción y sobrecarga otros dispositivos ya sean muni-cipales (ayudas de emergencia social que están sustituyendo durante muchos meses al salario social en tramitación) y ayudas de las ONGs: Cáritas de Asturias constata que una proporción no-table de quienes piden su ayuda son personas que aguardan la resolución de su solicitud del salario social.

Ante este escenario, el Salario Social Básico es un valioso dis-positivo que puede y debe fun-cionar mejor. Para ello es nece-sario y urgente no sólo resolver el actual atasco de varios miles de solicitudes acumuladas sino a la vez fortalecer los instrumentos de incorporación social evitando caer en una visión reduccionista que todo lo fía a una pretendida formación para el empleo. Un empleo que con la crisis actual está aún más difícil de lograr, incluso para quienes -sin otros factores añadidos- han caído en la pobreza precisamente a con-secuencia de estar excluidos del mercado laboral.

Reconquistar derechos socia-les para los excluidos

La actual reconfiguración de la po-breza hace preciso también recon-siderar los dispositivos previstos en la Ley del SSB para responder a una realidad diferente: sería un error aplicar una lógica activadora reduccionista, que parece que solamente entiende la incorpora-ción social en términos laborales,

detrayendo para ello buena parte de los recursos necesarios para proyectos de integración social multidimensionales que deben gestionar los municipios.

El SSB ha sido una conquista importante de derechos sociales para quienes se ven excluidos de los niveles de bienestar bási-cos. Una conquista de la socie-dad asturiana, porque políticas de esta índole mejoran la cohe-sión social y dan mayor estatura ética a la comunidad. Una con-quista en la que las organizacio-nes sindicales mayoritarias han sido protagonistas destacadas, mediante su tenaz propuesta en el marco de la concertación social autonómica.

El difícil momento actual requiere una nueva apuesta por aplicar con solvencia esta política y re-formular lo que ya no responde a la situación social presente; requiere una reconquista de este derecho a la inclusión social, en un contexto que se ha tornado brutalmente excluyente, afectan-do a estratos de población que se hallaban perfectamente inte-grados social y económicamente. Las organizaciones sindicales mayoritarias, junto con otros movimientos sociales y las orga-nizaciones del tercer sector, están llamadas a impulsar de nuevo una fuerte conciencia social sobre la necesidad de estas polí-ticas y su buen funcionamiento.

El desempleo masi-vo y los desahucios se han convertido en los dos grandes vectores de pobre-za y exclusión

José Manual Parrilla Fernández es profesor de Sociología en la Universidad de Oviedo y autor del libro “Sindicatos, Concertación y Salario Social en Asturias” (KRK, Oviedo 2012)

STOPSTOP

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Cultura SindicalEl movimiento obrero en Asturias durante el franquismo

Acerca de laAsturias obreraque marcaba el caminocontra la dictadura franquista

El movimiento obrero asturiano ha desempeñado a través del siglo XX un rol de extraordinaria relevancia, no ya como verdadera columna vertebral de la articu-lación sociopolítica de la región sino como actor destacado en el devenir histórico del conjunto de España e incluso como ocasional centro de atención de las miradas del resto del mundo. Sin duda, el movimiento revolucionario de octubre de 1934 constituye el episodio de mayor alcance a este respecto. El que provocó en su tiempo la más honda conmoción y el que ha dejado más larga estela de memoria. Las huelgas de 1962 supusieron también un momento cumbre en la con-testación social a la dictadura franquista y concitaron no poca atención dentro y fuera de Espa-ña. Seguramente sin estos dos hitos, la historiografía que se ocu-pa de la Asturias contemporánea hubiera prestado al movimiento una atención muy inferior. Pero la memoria del movimiento obrero asturiano no es materia privativa de los historiadores sino que forma parte de un acervo colecti-vo al que han contribuido muchos otros creadores y transmisores,

RUBÉN VEGA

Javier del Río . “Hay una luz en Asturias…”, 2002, óleo sobre tela. Colección CCOO de Asturias.

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del momento suscriben sucesivos manifiestos de solidaridad con las huelgas de 1962 y 1963. Son, sin duda, los años cumbre del protagonismo del movimiento obrero asturiano en el escenario de la movilización social contra la dictadura.

Sobre esta base de una Asturias obrera conflictiva y resistente, de mineros y metalúrgicos que desafían a la dictadura, han hecho fortuna algunos lugares comunes que la investigación histórica no puede corroborar y que son justificables no desde el análisis de los hechos sino desde la comprensión de los mecanismos de construcción del imaginario colectivo. Tanto la idea de que Asturias fue pionera en la reaparición de la conflictividad tras la guerra civil como la de que las Comisiones Obreras tienen su origen en la mina de La Camocha carecen de rigor y no dan cuenta de lo realmente sucedido sino de la identificación casi automática entre la referencia asturiana y la lucha antifranquista. La convic-ción de que el movimiento obrero asturiano emerge de forma tem-prana (“en la posguerra cabera, en levantate dafechu fuisti tamién la primera”, según cantaba Nu-beru) olvida que la primera huel-ga de envergadura, afectando a varios miles de trabajadores y a más de una empresa, no tiene lugar hasta 1957, transcurridos

dando lugar a la imagen de una Asturias obrera y combativa que aún no ha sido borrada y de la que recientemente han dado cuenta los apoyos suscitados por la última huelga minera.

La larga noche del franquismo tuvo en Asturias -particularmente en sus mineros- una contestación vigorosa y persistente. El Régi-men vio siempre a Asturias como un territorio hostil y desplegó no-tables esfuerzos por neutralizar el resurgir del movimiento obrero y por reprimir sus manifestaciones. En circunstancias extraordinaria-mente adversas, las tradiciones militantes, las adscripciones ideo-lógicas, las lealtades organizati-vas, los valores, las identidades y los mecanismos de solidaridad subsisten en los medios obreros a través de los durísimos años del hambre y la represión feroz de la posguerra y reaparecen de forma cada vez más abierta a medida que la clandestinidad va siendo menos estricta y los conflictos colectivos irrumpen en el escenario para quedarse. En consonancia con esta evolución, Asturias (o, lo que viene a ser lo mismo, su movimiento obrero) desempeñará un papel de refe-rencia obligada para los oposi-tores de todo signo. Cuando la propaganda comunista acuña el lema “Asturias marca el camino” y Chicho Sánchez Ferlosio extien-de a través de las ondas la idea de que la luz de esperanza que alumbra a España entera ha sido encendida en Asturias, Picasso dibuja un puño vigoroso soste-niendo una lámpara minera y una larga nómina de intelectuales entre quienes se cuenta lo más granado de la cultura española

veinte años desde la caída del Frente Norte. Entre tanto, en Vizcaya había habido dos huelgas generales en 1947 y 1951 y en Barcelona se había producido la huelga de tranvías, por citar los hitos más relevantes.

En cuanto al tópico, repetido has-ta la saciedad, de que Comisiones Obreras nació en La Camocha, no es más, ni tampoco menos, que un mito fundacional. Por una razón muy simple: porque aquellas primitivas comisiones de obreros no eran un sindicato o tan siquiera un movimiento, como luego llegaron a ser, y por tanto no tienen su cuna en un lugar concreto sino en muchos lugares y momentos distintos que acaban componiendo un fenómeno multi-focal y ascendente que, a base de ser repetido e ir tomando cuerpo experimenta una metamorfosis basada en su estabilización, su coordinación y su autodefinición como movimiento sociopolítico antes de transformarse en sin-dicato. Con certeza podemos afirmar que hubo comisiones actuando en conflictos muy an-teriores al de enero de 1957 en La Camocha y que a esta altura existía ya un análisis -debido fundamentalmente al PCE- acerca de sus potencialidades y una propuesta estratégica de la vía a seguir para su consolidación. Ahora bien, como en El hombre que mató a Liberty Valance, los hechos son mucho menos im-portantes que el relato adoptado como verdadero. Tampoco el 8 de marzo conmemora realmente el incendio de una fábrica en el transcurso de una huelga de mu-jeres y no por ello la celebración pierde su sentido.

En todo caso, para reconstruir un itinerario por los lugares donde yace la memoria del movimiento obrero asturiano La Camocha, María Luisa, Fondón, Nicolasa, Fábrica de Mieres, Moreda-Gijón, el Dique de Duro Felguera… son nombres obligados. En todos estos y en bastantes otros se contienen las bases del sustento económico de generaciones pasadas, la forja de una identidad de clase, reivin-dicativa y luchadora y el aliento de aspiraciones de emancipación y libertad que nos legaron una sociedad menos opresiva. Quizá no sea una mera coincidencia que con la disolución de la memoria de este pasado se nos estén hurtan-do también las conquistas que tan duro precio exigieron a aquellos abnegados militantes clandes-tinos. Quienes pretenden cerrar lo que aún mantiene actividad productiva y, cuando esto sucede, se dan prisa en demoler los ves-tigios materiales de ese pasado están tratando de borrar una parte sustancial de nuestro patrimonio, tanto arqueológico como ideoló-gico. Vale la pena afirmar, contra esa lógica, que la memoria del trabajo es nuestra memoria social y democrática y saber que tan sólo afrontándola podremos compren-der cabalmente las asechanzas que nos sobrevienen.

Rubén Vega es historiador y ha coor-dinado el libro “El movimiento obrero en Asturias durante el franquismo 1937-1977”, editado en 2013 por la Fundación Juan Muñiz Zapico

La larga noche del franquismo tuvo en Asturias una contestación vigo-rosa y persistente

Cultura SindicalEl movimiento obrero en Asturias durante el franquismo

Tratan de borrar una parte sustan-cial de nuestro pa-trimonio, arqueoló-gico e ideológico

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Lecciones de la Historia

comisiones de obreros surgidas en España en los años 50 para dar respuesta a problemas con-cretos en los centros de trabajo, que después se fueron haciendo estables y posteriormente se coordinaron hasta acabar enca-bezando las luchas obreras en este país.

Pretendíamos que, una vez conquistada la libertad, se es-tableciera un sindicato unitario de los trabajadores, un sindicato que representara a todos y

Pero ¿de qué historia estamos hablando?, ¿qué período de tiempo abarca esta historia? Porque las Comisiones Obreras no nacen, no se fundan cuando en la Asamblea de Barcelona decidimos transformarnos en una organización sindical. Los que en julio de 1976 tomamos esa decisión nunca habíamos querido ser un sindicato.

Conformábamos un “movimiento sociopolítico organizado” que había tenido su origen en las

donde estuviéramos todos, in-dependientemente de las ideas políticas que cada cual pudiera tener. Luchábamos juntos comu-nistas, cristianos progresistas, diferentes tendencias socialistas y personas sin ninguna adscrip-ción política. Es obvio que aquel sueño no fue posible y que las Comisiones Obreras acabaron transformándose en lo que hoy es la Confederación Sindical de CCOO.

Pero ahora que se ve a los sindi-catos como simples instituciones y no como organizaciones de los trabajadores, conviene recordar que nuestros orígenes están en aquel movimiento capaz de mo-vilizar y organizar a los trabaja-dores en los duros tiempos de la dictadura y de la clandestinidad. Y de ahí quizá pueda sacarse una primera lección para los tiempos actuales: hay que adap-tar y adecuar la organización y las formas de luchar a cada momento histórico. La organiza-ción debe ser una herramienta y no un fin en sí mismo. En todo momento hay que ser firmes en los principios, pero flexibles en las formas y los medios para alcanzarlos.

Somos herederos de aquellos viejos sindicalistas que comen-zaron a unirse para crear orga-nizaciones de socorro mutuo, para reclamar el derecho de los trabajadores a votar y a estar representados en los parlamen-tos políticos o a movilizarse para conseguir la jornada de ocho horas. “Ocho horas de trabajo, ocho de reposo y ocho para la recreación”, exigían.

Toda esa historia es nuestra historia. Todas esas historias son nuestras historias. Y algo útil podemos aprender de ellas.

La historia no nos dará solucio-nes, pero sí puede darnos leccio-nes. Lecciones que nos pueden ayudar a buscarlas y a aplicarlas. Y cuando una experiencia como la nuestra es tan larga y tan intensa podemos sacar múltiples enseñazas útiles, tanto de las victorias como de las derrotas. Suele resultar más fácil evitar errores que otros ya cometieron que repetir los aciertos… De esto tratará esta sección, de recordar historias de las que se pueda extraer alguna lección.

Lo queenseñanestas siglasFRANCISCO PRADO ALBERDI

Marcelino Camacho interviniendo en la Asamblea de Barcelona, julio 1976. Foto: Jordi Soteras

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ELSIN-DICA-TO

La última

Nun dexo últimamente de da-y vueltes a una idea: cómo se pierde nun momentu lo que costó xeneraciones arrincar. Ye daqué que m’asusta, que me tien doliosamente obsesionáu. Hubo un tiempu en que pensé qu’abondaba l’esfuerzu d’unos pocos pa cambiar el mundu. Pero agora, pasada la xuventú, breve guerra perdida, doime cuenta de que ye preci-samente lo contrario: basta l’interés d’unos pocos p’acabar con too.

La Revolución Industrial truxo a Asturies la esperanza d’un cambiu permanente. La esperanza que se cocinó en cárceles, en fuelgues llargues, en pozos mineros onde la muerte, cola so garra impura, escucaba. Esperanza que se tresformó en realidá, en derechos so-ciales, en vida digna; l’inmensu sufrimientu de bien de xeneraciones, l’esfuerzu y la xenerosidá de tantos, truxo pa toos -inclusive pa los poderosos- la redención.

La mio familia ye campesina y el mundu de la mina hasta va unos años quedábame familiarmente llonxe. Esto cambió va unos años, cuando casé cola mio muyer, y conocí al Güelu Xuan, el bisagüelu de la mio fía, un home de 94 años que trabayó dende los doce na mina. Nel so exemplu, hai una ética obrera que quiero rescatar. Un testimoniu.

La traxedia de la mina ye mui bona de contar. Al Güelu Xuan, de los Saltapatrás de Turón, un home que lluchó pola llibertá na Gue-rra Civil, que s’organizó sindicalmente nos años 70, detectáron-y la enfermedá d’Alzheimer y agora malapenes tien memoria. Los primeros indicios foron especialmente tristes pa la familia. Llevan-tábase, con munchu mieu, en mediu de la nueche y yera mui difícil sosegalu. Un día punxo’l colchón de la cama na ventana y la cama na puerta. Gritaba:

-¡Vienen los falangistes! ¡Vienen los falangistes!

Y depués, cuando yá se calmaba un poco, señalaba pa la so bisnieta y dicía:

-A esa neña hai qu’aprendela a resistir.

Resistencia. Inda nun sanaran les mancadures de la memoria y hai que volver a resistir. Organizase. Lleer. Esforzase. En mediu de la nueche de la Historia la lucidez pa dar l’avisu. Tener, mentes fuerces haya, pa que’l mundu nun esbarrumbe achaplando a los nuestros.

XUAN BELLO

El Güelu Xuan

Javier Bauluz