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EL SUPERREALISMO Y EL AMOR 1  Signo inequívoco de la fliación romántica o neo-romántica, como se pr efera, del superrealismo es la encues ta sobre el amor de La Révolution Surréaliste. ¿Se concibe en la Europa occidental, burguesa, decadente, una encuesta sobre el amor? El pensamiento más escéptico ni!ilista sobre el amor, ¿no !a sido e"presad o acaso por una mu#er escritora de $rancia %&¿El amor? 'os seres que traicionan a otro(). Es menester el cor a#e de una *al ang e vanguardista, su reto sistemático a las ideas corrientes, su desprecio por los tabús +  burgueses, para someter a la literatura *rancesa contemporánea a la prueba de una encuesta sobre el amor. Encuesta convocada sin neutralidad, sin agnosticismo, con un sentido lírico del amor, patente en los rminos mismos del in terrog atorio, qu e es interesante, por esto, transcribir &. ¿/ué clase de esperan0a pone 1d. en el amor?( &+. ¿2ómo contempla 1d. el pase de la idea del amor al !ec!o de amar? ¿3aría 1d. al amor, de buen gr ado o no, el sacr ifcio de su libertad? ¿4o !a !ec!o 1d.? ¿2onsentiría 1d. en el sacrifcio de una causa que !asta entonces 1d. se !abía creído obligado a de*ender, si *uera necesario a sus o#os, para no desmerecer del amor? ¿5ceptaría 1d. no llegar a ser aquel que !abría podido ser, si a este precio debiese lograr plenamente la certidumbre de amar? ¿2ómo #u0garía 1d. a un !ombre que *uera !asta traicionar a sus convicciones por agradar a la mu#er que ama? ¿Seme#ante prenda, puede ser demandada, ser obtenida?( &6. ¿Se reconoce 1d. el derec!o de privarse por alg7n tiempo de la pr esen ci a de l ser qu e ama, sabi en do a qu é pu nto la ausencia es e"altante para el amor, mas percibiendo la mediocridad de tal cálculo?( &8. ¿2ree 1d. en la victoria del amor admirable sobre la vida sórdida o de la vida sórdida sobre el amor admirable?( 9o pocas respuestas son, en parte, una rectifcación o una crítica de estas preguntas, de per*ecta entonación romántica, algunas de las cuales no serían concebibles ni e"cusables en gente que careciera de la  #uventud , de la solvencia poética de la calidad artística de los su pe rrealistas. 3ace *alta un gu sto absoluto po r el desao la

El Superrealismo y El Amor

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EL SUPERREALISMO Y EL AMOR1

 

Signo inequívoco de la fliación romántica o neo-romántica, como

se prefera, del superrealismo es la encuesta sobre el amor de LaRévolution Surréaliste. ¿Se concibe en la Europa occidental,

burguesa, decadente, una encuesta sobre el amor? El pensamiento más

escéptico ni!ilista sobre el amor, ¿no !a sido e"presado acaso por una

mu#er escritora de $rancia %&¿El amor? 'os seres que traicionan a

otro(). Es menester el cora#e de una *alange vanguardista, su reto

sistemático a las ideas corrientes, su desprecio por

los tabús+ burgueses, para someter a la literatura *rancesa

contemporánea a la prueba de una encuesta sobre el amor. Encuesta

convocada sin neutralidad, sin agnosticismo, con un sentido lírico del

amor, patente en los términos mismos del interrogatorio, que esinteresante, por esto, transcribir

&. ¿/ué clase de esperan0a pone 1d. en el amor?(

&+. ¿2ómo contempla 1d. el pase de la idea del amor al !ec!o de

amar? ¿3aría 1d. al amor, de buen grado o no, el sacrifcio de su

libertad? ¿4o !a !ec!o 1d.? ¿2onsentiría 1d. en el sacrifcio de una

causa que !asta entonces 1d. se !abía creído obligado a de*ender, si

*uera necesario a sus o#os, para no desmerecer del amor? ¿5ceptaría 1d.

no llegar a ser aquel que !abría podido ser, si a este precio debieselograr plenamente la certidumbre de amar? ¿2ómo #u0garía 1d. a un

!ombre que *uera !asta traicionar a sus convicciones por agradar a la

mu#er que ama? ¿Seme#ante prenda, puede ser demandada, ser

obtenida?(

&6. ¿Se reconoce 1d. el derec!o de privarse por alg7n tiempo de la

presencia del ser que ama, sabiendo a qué punto la ausencia es

e"altante para el amor, mas percibiendo la mediocridad de tal cálculo?(

&8. ¿2ree 1d. en la victoria del amor admirable sobre la vida sórdida ode la vida sórdida sobre el amor admirable?(

9o pocas respuestas son, en parte, una rectifcación o una crítica

de estas preguntas, de per*ecta entonación romántica, algunas de las

cuales no serían concebibles ni e"cusables en gente que careciera de la

 #uventud, de la solvencia poética de la calidad artística de los

superrealistas. 3ace *alta un gusto absoluto por el desa*ío la

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provocación para reivindicar de un modo tan apasionado los *ueros del

amor, en un pueblo que, como alguien !a dic!o, !a reducido el amor a

la rigolada.6 4a $rancia poincarista, de la estabili0ación del *ranco, es el

pueblo menos romántico del mundo contemporáneo. :odo el teatro

*rancés burgués que !a e"plotado, metódicamente, en la alta comedia

en el ba#o vaudeville,8 el tema del adulterio, en crisis desde la genial

sátira de 2rommeln;, no tiende a otra cosa que a la depreciación

sentimental e intelectual del amor. E"presador genuino de la burguesía,

a cuo divertimiento se destinaba este arte de bulevar o de salón, es

2lement <autel, que responde con estas palabras a la encuesta de los

suprarrealistas &El amor no es, en realidad, sino una de*ormación del

instinto de la reproducción. 4a naturale0a nos tiende el la0o del placer

el deseo es, en el *ondo, puramente fsiológico. 'igo puramente,

porque no es puro sino lo que es natural(. =asado el romanticismo, la

literatura burguesa adoptó, en general, una concepción positivista delamor, que revela, en el orden sentimental, lo que vale

el idealismo burgués, tan dispuesto siempre a escandali0arse, en el

orden intelectual, del materialismo neto de las proposiciones mar"istas.

Se sabe la ad!esión que al *reudismo, en psicología, al

mar"ismo, en política, manifestan los superrealistas. 9o es

contradictorio ni anómalo pro*esar los principios de $reud sobre la libido

con*esar el más poético romántico sentimiento del amor. $reud que

tan visiblemente !a o*endido el idealismo *ormal de las ideas

burguesas de la sociedad occidental, por este solo !ec!o está muc!omás cerca de los superrealistas que de 2lement <autel, su positivismo

de cronista de un gran rotativo de autor de vaudeville.

$rancis de >iomandre observa, en su respuesta, que en su insólita

e"altada apologética del amor, los superrealistas van insistiendo

 #ustamente en su lado amena0ante, peligroso, son feles a su sentido

de la vida del arte. &=ues para ellos escribe >iomandre el amor es

como su !ermana la poesía, una tentativa desesperada de asir la

verdad. es lo patético de esta situación, a la que se proponen

permanecer feles, lo que los !ace a tal punto déseme#antes de los otrosescritores, a tal punto más interesantes(.

4a respuesta más malévola re*ractaria es la de un e"-

superrealista, acremente califcado por 5ndré @retón en su 7ltimo

manifesto Aoger <itrac. &2reo en la victoria de la vida admirable sobre

el amor sórdido( !a escrito <itrac en LIntransigeant,B en una nota

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que >arcel $ourrier considera &un magnífco espécimen de esa literatura

policial( que él denuncia preces en un artículo de La Révolution

Surréaliste.

¿2ómo responden a su propio cuestionario los adalides

animadores del superrealismo? 4ouis 5ragón declara &>e sé capa0 deamar, no me creo capa0 de esperar. Sin embargo, para evitar un

equívoco que regoci#aría a los puercos, diré que, en la medida en que la

esperan0a es una idea-límite en la medida en que, en el límite, la idea

del amor se con*unde con la del bien flosófco, coloco toda mi esperan0a

en el amor como en la revolución, de la cual en este mundo límite donde

todo se con*unde no es de ning7n modo di*erenciable(. 5 la segunda

parte del cuestionario, 5ragón contesta así &El amor es la sola pérdida

de libertad que nos da *uer0asC, esta *rase que o tengo de quien me es

más caro en el mundo, resume todo lo que o sé del amor. Si el amor

e"ige el sacrifcio de todo lo que !ace la dignidad de la vida, niego que

esto sea el amor(. 5ndré @retón suscribe como sua la respuesta de una

mu#er, Su00anne >u0ard, que entre otras cosas dice &9o deseo ser

libre, lo que no comporta ning7n sacrifcio de mi parte. El amor tal como

o lo concibo no tiene ni barrera que *ranquear ni causa que traicionar(.

=aul Eluard escribe &3e creído largo tiempo !acer al amor el doloroso

sacrifcio de mi libertad, pero todo !a cambiadoD la mu#er que o amo no

se muestra más ni inquieta ni celosa, me de#a libre o tengo el valor

de serlo. 'emandada a un !ombre !onrado seme#ante prenda no puede

sino destruir su amor o conducirlo a la muerte(.

9o escasean las observaciones fnas sagaces en las respuestas

de escritores de otros campos. 4uc 'urtain reconoce en la tercera una

Cpregunta de amanteC envidia a quien la *ormula. 9o se podría

ciertamente, pensar en la *unción e"altante de la ausencia a la edad de

 . 3. Aosn cua respuesta comien0a diciendo C9inguna esperan0a,

esto en el ocaso de mi vidaC. >aurice 3eine remarca &4a vida no es

e"clusivamente sórdida, ni el amor necesariamente admirable. ¿9o se

puede concebir una vida admirable por !aber triun*ado de un amor

sórdido?(. la respuesta que en otro tiempo !abría pasado por ser lamás superrealista, al menos como lengua#e, es la de @laise 2endrars &o

pongo en el amor una sola esperan0a la esperan0a de la desesperación.

 :odo el resto es literatura(. ¿9o pretende Emmanuel @erl que el

superrealismo !a *undado un club de la desesperan0a, una literatura de

la desesperan0a, una poesía de la desesperan0a? @erl en#uicia todo un

*enómeno, todo un proceso, por un gesto un síntoma. Es un mal

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clínico, a quien escapa, seguramente, la sutil entraFable ra0ón por la

que Eluard es más lírico que 2endrars.

 

!O"AS

1 Publicado en Mundial: Lima, 22 de Marzo de 1930.

2 Prohibiciones de origen mágico que persisen en la sociedad conemporánea.

3 !roma.

" #na manera de zarzuela.

$ %l &nransigene.