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El Templo de Salomon

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Page 2: El Templo de Salomon

TEMPLO DE SALOMON

Nota importante: Me pareció una interesante recopilación sobre el templo, por eso pongo a su

alcance este texto, los incito a ver la fuente original sapiens.ya.com/jrcuadra/jrhist-6.htm

De Isaac Newton a la Ilustración

Las reconstruciones de los últimos arquitectos barrocos desembocarán en las estructuras geometrizantes del Siglo de las Luces. Tambien destaca el surgimiento de una

masonería en alza que culminará el siglo siguiente con grandes reconstrucciones.

Nikolaus Goldmann y Leonhard Christoph Sturm

El matemático y profesor de arquitura alemán Nikolaus GOLDMANN (1611-1665) fue autor de la «Introducción completa a la arquitectura civil», un compendio de la

arquitectura de su época, publicado póstumamente (1696), donde el Templo se proponía como patrón de perfección para medir y regular todas las ramas de la arquitectura.

Presta particular atención al uso de módulos en la construcción, así como a la teoría de las proporciones. En realidad se trata de una versión simplificada, sin los muros y pérgolas exteriores, de la propuesta de Villalpando, adaptada a los nuevos gustos

arquitectónicos de la época. El Santuario también se adapta a alguna de las últimas

Sus notas y diseños habían sido utilizados dos años antes en Leipzig por el editor de aquella

obra, el teólogo y arquitecto Leonhard Christoph STURM (1669-1719) en su obra

«Sciagraphia Templi Hierosolymitani», basada directamente en la traducción que hizo Lutero de la Vulgata. Los elegantes caracteres góticos de ésta se mezclan con eruditas citas en hebreo y griego. La obra contiene sólo cuatro grabados, ya que la

propuesta completa que incluiría alzados se

Goldmann. En realidad Sturm presenta dos ropuestas: el Templo de Herodes (lám. 1: «Designatio Templi juxta Talmudicos

Doctores») y el de Ezequiel. El primero es clásica propuesta rectangular de 340x1

codos, con la novedad de situar los espacios auxiliares del Templo fuera del rectángulo, en lugar de sobre el mismo muro, como será abitual. Los patios de las cocinas («culinis populi») son cuadrados, de 40x40 codos. En

reconstrucciones.

presentó dos años después en la edición de

p

una 40

h

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cuanto al Templo de Ezequiel, Sturm se basa claramente en Villalpando, al que, todavía, añade un atrio exterior concéntrico («atrium gentium», 3000x3000 codos, que sería el

tamaño del «montis sancti»), que recoge el atrio de las mujeres (1000x1000) y un templo semejante al propuesto por Villalpando (800x800). Repite las dos

nsideraciones más dudosas de Villalpando: la división del atrio exterior en siete atriocuadrados y la extensión del Templo fuera del cuadrado de 500x500. También rediseña

el área del Santuario y añade, en una curiosa entente con los textos rabínicos, dconjuntos de patios cruciformes de 40x30 codos en dos de los atrios exteriores, así como elementos de tabiquería allí donde Villalpando sólo preveía columnatas para

disponer los numerosos habitáculos auxiliares del Templo que el jesuíta, más reocupado por la belleza de sus láminas, olvidaba. Las citas al Talmud son habituales,así como las de teóricos como Ribera, Cappel (de quien toma la disposición de los

patios perimetrales), Coccejus, Judá León (a través de la edición de Sauberto), hius y, por sup

1695: Abraham ben Jacob

El Amsterdam Haggadah (conservado en la New York Public Gallery) se convirtió pronto en una imagen clásica dentro de la iconografía rabínica de la religión judía, especialmente por su amplia difusión en el occidente europeo. Amsterdam se había

convertido en el siglo XVII en uno de los grandes centros del judaismo tras la independencia del Imperio Español. Numerosos judíos españoles y portugueses llegaron aquí animados por el ambiente tolerante y abierto de los Países Bajos. A diferencia de

Venecia, allí no se puso ninguna restricción a la propiedad de imprentas por judíos, por lo que su número creció rápidamente: «Impreso en Amsterdam» pronto fue un signo de

excelencia tipográfica y de diseño, así como de fiabilidad textual.

Esta imagen del

Templo, con el Sol tardeciendo tras el

templo, ha sido

copiada

saciedad en los

judíos hasta la

así como unmapa de

Canán con la ruta del

Éxodo y los límites de la Tierra. Hay algo de ironía en todo esto, ya que Abraham ben acob -un judío converso que había sido sacerdote cristiano- tomó prestadas la mayoría

co s

todo os

p

Goldmann, Wasmut uesto, Villalpando.

a

hasta la

Haggadah

actualidad,

J

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de las ilustraciones de artistas cristianos. La conocida imagen del Santuario está tomada de las Icones Bibliae de Mathaeus Merian, que Abraham debió conocer bien como erdote. Pese a ello, se le reconoce haber ampliado los límites de la ilustración de l

bros judíos. Las innovaciones no estaban sólo en las ilustraciones sino, principalmenten la técnica. Fue la primera Haggadah en la que se usaron planchas de cobre en lugar

adera.

Es interesante destacar la hábil lateralidad centralizada del teólogo luterano holandés

nnes LUND (Flensburgo, 1638-86) en «Die Alten Juedischen Heilightuemer» enel gran número de intentos, donde la fuerte influencia de las bellas estampas de

Villalpando se contrapone a las más exactas descripciones de los rabinos, cuya falta de simetría molestaba hasta a los más fieles seguidores. Las citas, sobre todo, a Judá León «Templo» son contínuas. Sus ilustraciones fueron usadas para una de las más famosas

ealizada por los administradorania) en 1718.

El arquitecto austriaco Johann Bernhard FISCHER VON ERLACH (Graz, 1656 -

Viena, 1723) concibió el «Entwurff einer historischen Architektur» (Viena, 1721), un tratado escrito en alemán y francés en el que compara las diferentes culturas universales a lo largo de la historia. En él se hacía eco de la reconstrucción de Villalpando, de la que

luye una planta y una perspectiva, citando también a Josefo para el Segundo Templo, l Viaje de la Tierra San

sac os li , e

de m

1701: Johannes Lund

Joha tre

maquetas del siglo XVIII, la r es del orfanato de Glaucken (Halle, Alem

1721: Johann Fischer von Erlach

inca Lightfoot para el interior y a ta de Doubdan para la actual

mezquita de la Roca.

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1728: Isaac Newton

También el físico y matemático inglés Isaac NEWTON

(Whoolstorge, 1642-1725) aportó su conocimiento del hebreo y del problema del templo a un serio estudio del Templo de

Salomón y Ezequiel, el «Chronology of the Anctient Kingdoms...» (1728), publicado póstumamente, con una descripción de la Corte Interior del Templo de Salomón

basado en elementos de Ezequiel, pero descartando todo lo que añadieron Zorobabel y Herodes, es decir, la parte

asimétrica o diferente de las tres descripciones. Las medidas son 200x250 codos, de proporción 5:4 = 1,25. Sus manuscritos han sido recientemente

editados en un libro en castellano.

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También dejó inéditos numerosos diagramas con notas manuscritas, que demuestran su erudición filológica y exegética. Uno de los manuscritos trata directamente el tema del

Templo de Salomón. En él, demuestra un exhaustivo conocimiento de las fuentes bíblicas ortodoxas, sin caer en la tentación de los simbolismos arbitrarios, inluso permitiéndose corregir aspectos mal traducidos por San Jerónimo. Cita también a

Josefo, Maimónides, la Misnah de Compiègne de Veil, Ricardo, Montano, Vatable, l'Empéreur, Villalpando, Drusius y Cappel demostrando una gran erudición filológica con inesperadas claras ideas de la arquitectura del Templo. A estos dos últimos autores y su «Critici Sacri», la compilación teológica más importante de su momento, parece deber no sólo las principales ideas, sino sobre todo los procedimientos ilustrados de

exégesis bíblica. Las diferente traducciones seguramente fueron tomadas de la políglota de Walton.

En cuanto a la disputa sobre qué templo se parecía más al de Salomón, si el de Herodes o el de Ezequiel, toma claro partido, pero demostrando su conocimiento del segundo: "El Templo de Salomón junto con sus atrios no ha sido descrito suficientemente en

ningún sitio, salvo en las visiones de Ezequiel [...] cabe esperar que los edificios levantados sobre los mismos cimientos se clarifiquen mutuamente". También demostró

una gran erudición con un tema que nos concierne especialmente: el de las medidas hebreas. Pero tendremos que volver sobre el tema en otro momento.

- Isaac Newton, The Chronology of Ancient Kingdoms Amended, London, 1728.

- Isaac Newton, El Templo de Salomón, Ed. crítica, trad. española y estudio de Ciriaca Morano, Debate CSIC, Madrid, 1996.

1731: Johann Jacob Scheuchzer

El alemán Johann Jacob SCHEUCHZER es el autor de «Physica Sacra» (1731-35), una

monumental obra que alcanzó gran reconocimiento en su tiempo, en la que se dedica una documentación muy completa al Templo. Incluye las reconstrucciones de

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Villalpando, Lund y Sturm, que le deben parte de su notoriedad.

1741: John Wood

Algo posterior es la propuesta del arquitecto inglés John

WOOD (1704-1754), masón y misticista, que tanto hizo

desde la ciudad-balneario de

neopaladianismo en Inglaterra. En su obra «The Origin of

Building» defiende el origen hebreo, a través de Grecia y

Egipto, de la arquitectura pagana romana. Esta discutible

tesis es una manifestación tardía de la vieja idea de

Villalpando de eliminar de la arquitectura clásica toda asociación pagana a fin de justificar su uso en el cristianismo. Con una potente concepción geométrica, casi

podríamos decir que racionalista, vuelve a la disposición rectangular con dos atrios, pero sin la presencia de los atrios interiores cruciformes de las cocinas, reminiscencia de

los grabados de Vatable. La inscripción del Santuario dentro de sucesivos niveles de muros es clásica de las representaciones judías.

1750: Christopher Wren

El gran arquitecto británico Christopher WREN (East Knoyle, Wiltshire 1632 - Londres 1723) es más conocido por ser el arquitecto de la reconstrucción de la catedral de San Pablo en Londres, el hospital de Greenwich o el palacio de Kensington, pero también tuvo relación con el salomonismo. Algunos de los tratados de arquitectura de Wren, incluidos por su hijo Christopher en el Parentalia, se refieren a edificios antiguos,

aunque muestran escaso interés por las armonías Pitagóricas o los sagrados principios que Dios empleó como arquitecto. Wren se interesó por el Templo de Salomón, pero no creía que su calidad estuviera causada por su inspiración divina. Muestra su admiración por el elegante orden corintio de Villalpando, al que define como una "fine romantick

Piece". Rechaza la asociación de Vitruvio de los órdenes con las proporciones humanas, sino que cree que tiene más que ver con los árboles que con los hombres.

- Christopher Wren, Parentalia: or, Memoirs of the Family of the Wrens, p. 360, Londres, 1750. La parte de Sir Christopher se editó aparte en 1903 y en facsímil en

1965: Life and works of Sir Christopher Wren from the Parentalia or Memoirs by his son.

1767: Hilario Santos Alonso y Manuel Josef Martín

Aunque no hace ninguna alusión al monasterio del Escorial, es muy interesante esta obra, ya que no abundan precisamente los tratados salomónicos en la España de la

Bath por la propagación del

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ilustración borbónica. En esta época, el edificio de Felipe II se trataba desde el punto de vista arquitectónico, despojándolo de toda tradición simbólica o dinástica. Se inscribía

así en una discusión más amplia sobre el clasicismo arquitectónico europeo de los siglos XVI y XVII. Estos dos escritores, inscritos en la moda de imitaciones del Quijote y su

constumbrismo, escriben en una prosa popular, breve y asequible. - Historia verdadera y sagrada del Rey Salomón, y fábrica del gran Templo de

Jerusalén. Sacada de la Sagrada Escritura, según Calmet, Villalpando y otros insignes expositores, su autor Don Hilario Santos Alonso, en Madrid, en la imprenta de D.

Manuel Martín, 24 pp. (ed. 1771 Valencia, 1772 Murcia); ed. de Madrid, 1778, por Manuel Josef Martín.

Apéndice: la Masonería

Durante la segunda mitad del siglo y todo el siguiente, sólo la masonería parece interesarse por el Templo. De hecho, muchos de los últimos reconstructores que

acabamos de ver y la mayoría de los del siguiente capítulo eran masones. La intención filológica y científica de Arias Montano y Villalpando se transforma en una lectura

espiritual y esotérica del Templo a partir del siglo XVIII. Todo se lee con símbolos y se lee lo que se quiere leer. Se descubren ingeniosos trazados reguladores que

«demuestran» intenciones esotéricas en cualquier edificio medieval. Se inventan también magníficas leyendas, como la que magnifica el papel del arquitecto Hiram en la construcción del Templo de Salomón, según conviene a la tradición constructora de la

masonería. Se construye una tradición iconográfica propia basada en las columnas Jakim y Boaz y la disposición tripartita del Santuario. Pero, sobre todo, se transforma a

Salomón en el mayor mago de todos los tiempos.

1) Representación satírica de una logia masónica (1747). Es una

evocación de las perspectivas de Vatable y Arias Montano del Templo

de Jerusalén.

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2) Lámina francmasona (Inglaterra, ca. 1780). 3) Ketima Vere, Der compass der Weisen (El compás de los sabios), Berlín, 1782.

EL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX: EL MARQUÉS DE VOGÜE Y PERROT-CHIPIEZ

En este siglo las reconstrucciones del Templo se dividen claramente en dos corrientes.

Mientras algunos historiadores participan de los ideales románticos y viajeros de la época, dibujando hermosos templos que marcaran el cénit de las reconstrucciones desde

Villalpando, los masones toman como símbolo el Templo de Salomón, al autoproclamarse continuadores de los templarios. Considerando al rey Salomón y a su arquitecto Hiram Abiff los iniciadores de su larga tradición esotérica, era lógico que el Templo de Salomón y, sobre todo, sus dos columnas -Hakim y Boaz- fueran objeto de

nuevos intentos de reconstrucción.

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1853: el Marqués de Vogüe

Ya en el siglo XIX, el arqueólogo y académico C.

J. Melchior (París, 1829 - 1916), marqués de VOGÜE y embajador de Francia en Palestina, se

dió a conocer por una serie de artículos publicados en su juventud titulados «Mélanges d'architecture

orientale» (1853-54) realizados tras un viaje a Tierra Santa. En su libro «Le Temple de

Jérusalem» propone una versión con intención realista arqueológica del Templo de Herodes, que no niega un cierto regusto romano, justificado por

su construcción en el siglo I a.C., durante la colonización romana de Israel. Sus medidas son de 350x225 codos, ya que a las medidas de los textos usados añade las de las paredes, y al ancho general de 135 codos añade los muros y dos veces los 40

de los patios de las cocinas, que con ello pierden su aspecto cruciforme.

Con una gran erudición y contínuas citas de los

originales de Josefo en griego y el Middot en hebreo, así como en árabe para las fuentes del Domo, propone un original alzado trapezoidal con fuertes aires egipcios para el

Templo de Salomón. La única decoración que se permite son unas Jakim y Boaz propias de las modas arqueológicas, que en su propuesta sujetan el dintel de la pared del

vestíbulo, frente a otros que las prefieren exentas delante del Templo. Especialmente originales son las secciones, organizadas en base a trazados reguladores con líneas paralelas, basadas en la proporción del Sancta (30x40 codos) y del alzado (75x100

codos), es decir, la cuarta o diatesaron (3:4). Merecen ser destacadas las escaleras de acceso desde las puertas exteriores, ya que tienen una disposición semejante a las que

acceden a la terraza superior de los frailes en El Escorial.

1861: Eliphas Lévi

Se trata de un seudónimo con el que se conoció al famoso escritor masón Alphonse-Louis Constant (París 1810 - 1875). Tiene una fuerte intención realista basada en la

moda de los descubrimientos arqueológicos, con un evidente orientalismo ecléctico. El sueño romántico de los ilustrados alemanes y franceses inventó un Templo de Jerusalén al gusto de la novela gótica tan de moda en su tiempo. Los masones pretendían poseer el candelero y las columnas de la entrada al Templo, Jakim y Boaz, por lo que llegaron a

ocupar un lugar fundamental dentro de la simbología e iconografía masónica.

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1887: Perrot y Chipiez

Así llegamos a la quasi perfección de la más que es, junto con la de Villalpando, la más bella reconstrucción llevada a cabo hasta la

fecha del Templo de Ezequiel, la del estudiante francés de arquitectura André PERROT (1882-1912) y el arquitecto, académico y embajador de Francia en

Palestina Charles CHIPIEZ (Ródano, 1835-1920), un magnífico tratado de arqueología de

lo imaginario que halaga con elementos orientales los gustos del eclecticismo

imperante a finales de siglo. Las fuentes principales son los alemanes Smend y Stade.

Los grabados no están exentos de cierta exagerada grandiosidad, por otra parte necesaria dada las medidas del Libro del Profeta.

Posteriormente, la parte dedicada al Templo se editó por separado: «Le Temple de Jérusalem et la Maison deu Bois-Liban, restitués d'aprés Ezéchiel et le livre des Rois...»

(Paris, Hachette, 1889).

1896: Schick

Desmesurado barroquismo oriental el que propone el Dr. C. SCHICK en Die Stiftshütte, reeditado por Mr. E. Meyers en Jerusalén (The Story of the Tabernacle and the Temples of Jerusalem, L. J. S. Press). Las maquetas y dibujos parecen excesivamente recargadas, con más fantasía que imaginación. Merece destacarse la propuesta, por otra parte muy dudosa debido a los mínimos datos que nos han llegado, del Templo de Adriano. Para

Schick, guarda una fuerte semejanza con el primitivo Santo Sepulcro, con planta centralizada con cúpula de fuerte sabor bizantino, que anticipa las formas del Domo de

la Roca.

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1903: Saint-Yves D'Alveydre

Dentro de la importante corriente masónica-teosófica-esotérica de las reconstrucciones del Templo de finales del siglo pasado, resulta curioso estudiar una idea ya adelantada

tres siglos antes por Villalpando. Saint-Yves D'ALVEYDRE, según sus notas compiladas y completadas por acólitos de su círculo teosófico en 1911, enumera

rigurosamente las medidas y versículos de la arquitectura bíblica del Arca, el Tabernáculo y los Templos de Salomón y Ezequiel, que él identifica. Ello le lleva a

proponer el Archéomètre, un método de composición válido tanto para la arquitectura como para la música basado en la antiguos conceptos platónicos de la Armonía

Universal: "Estos pasajes prueban con sobrada abundacia la importancia capital que Dios daba a todos estos números, para la construcción de sus Templos, los cuales

números eran, sin dudarlo, otras tantas Palabras musicales y constituían, en su conjunto, una armonía perfecta".

LOS ESTUDIOS CONTEMPORÁNEOS

En general, pocas aportaciones a la reconstrucción del Templo nos han ofrecido nuestros contemporáneos. Algunas reinterpretaciones de modelos clásicos -sobre todo la

de Perrot-Chipiez-, y curiosas aportaciones basadas en los últimos descubrimientos arquológicos. También destacan recopilaciones como las de Helen Rosenau.

1925 HELMLE y CORBETT: en Pencil Points

Estos arquitectos, al más espectacular estilo neoclásico, representaron la Ciudadela y el Templo de Salomón, en un aparatoso ejercicio de desbordada imaginación. El modo de

composición deja ver modos ya pasados de moda para 1925, más propios del siglo pasado, a la vez que intenta mostrar una cierta intención arqueológica al dibujar, por

ejemplo, las pequeñas cámaras de alrededor del Santuario. Al ser la reconstrucción de la Ciudadela, se permite usar fuentes más libres (el Libro de Reyes apenas habla de medidas, sólo de disposiciones), frente a la disposición más recta y modular de la

descripción de Ezequiel o Josefo.

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1926 H. GRESSMAN: Altorientalische Texte und Bilder zum Alten Testament

Separa el Santuario de Salomón de los elementos extraños de Herodes y Ezequiel que

tradicionalmente completaban la escasa descripción bíblica. La fantasía se concentra en imaginar la imagen que tendría el edificio a la luz de templos similares de esa época que

construyeron otros pueblos por la misma zona.

1933 Carl WATZINGER: Denkmäler Palästinas. Eine einführung in die archäologie des Heiligen Landes, 2 vols., Leipzig, 1933-35

Estudio sobre los monumentos palestinos desde el punto de vista arqueológico. La

reconstrucción del Templo de Salomón es muy ortodoxa: simple y rectangular. La de Herodes se reduce al santuario, en forma de «T» invertida, con dos alturas y fachada de clara influencia romana, con cuatro columnas corintias sujetando un atrio triangular con una cornisa encima que lo inscribe en un cuadrado. Un águila imperial romana corona la

entrada.

1954 L. Hugues VINCENT: «Le Temple Herodien d'apres la Misnah», en Revue Biblique, nº 71, 1954, pp. 5-35 y 398-418.

El investigador francés propone una densa construcción que, según Busink, representa

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un retroceso hacia una visión decimonónica del Templo de Herodes. Claramente basada en las propuestas de Vogüe, simplifica la disposición de patios perimetrales, lo que le

lleva a sustituir los patios cruciformes de las cocinas por una galería para las mujeres, a la usanza de las antiguas sinagogas judías. En 1956 y 1962 republicó su propuesta dentro de Jerusalem dans l'Ancien Testament (vol. II y III, J. Gabalda, París) y The

interpreter's Dictionary of the Bible.

1955 G. Ernest WRIGHT y William Foxwell F. ALBRIGHT: «The Stevens' Reconstruction of the Solomonic Temple», en Biblical Archaeologist, nº 18, 2, 1955,

pp. 4-44.

Representación ortodoxa del Templo de Salomón, con un cuerpo central rectangular rodeado de dos más bajos sobre una plataforma. Decoración sencilla, con ventanas

pequeñas horadadas en el muro y dos grandes columnas de estilo oriental flanqueando la entrada. Cornisa plana típica oriental con decoración triangular compuesta con

ladrillo.

1956

Especial notoriedad iconográfica, sobre todo en las guías contemporáneas, ha tenido la maqueta de la Jerusalén de los tiempos de Cristo que puede contemplarse en los jardines

del Holyland Hotel, al sudoeste del Jerusalén moderno. Se basó en las propuestas del eminente historiador y arqueológo Dr. Michael AVI-YONAH, director del Museo de Israel, y fue construida por los arquitectos E. Schaeffler y Rolf Bront Zen gracias a la

financiación del propietario de dicho Hotel.

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Desde la muerte del Dr. Avi-Yonah, se

han continuado aportando datos datos de las últimas excavaciones por el Dr. Y. Tsafrir ejecutadas por Ch. Peretz. El

modelo está construido a escala 1:50, con materiales autóctonos semejantes a los que debieron utilizarse en su tiempo:

piedra, mármol, cobre, hierro y madera.

El estilo, en el que la influencia que pudo tener la ocupación romana no intenta

ocultarse, se aleja de otras propuestas orientalistas que piensan más en el templo que Salomón construyó en el mismo lugar seis siglos antes. La influencia sobre otras

maquetas, como la de la ilustración adjunta, sita en un convento de la Vía Dolorosa en Jerusalén, ha sido muy fuerte.

1960 André PARROT: El

Templo de Jerusalén,

Barcelona, Garriga, 1961; trad. de Le

Temple de Jérusalem,

Delachaux, París.

Uno de los dibujos que más se han celebrado, sobre todo por las biblias ilustradas. Forma parte de una serie de estudios arqueológicos de eventos bíblicos, entre los que destaca también el del Arca

de Noé.

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1965 Robert LAFONT: Histoire de Jérusalem, Ed. R. Lafont, Paris, 1965.

Incluye una curiosa vuelta atrás a la época de Arias Montano, ya que el Patio de las Mujeres prácticamente desaparece, quedando un edificio ligeramente disimétrico con

tendencia al cuadrado.

1970 Th. A. BUSINK: Der Tempel von Jerusalem, von Salomo bis Herodes, 2 vols., Nederlands Inst., Leiden, 1970-80.

Magna y exahustiva compilación de otras propuestas y aportación de una propia,

semejante a la de Wright de 1955. En la sección, el Sancta Sanctorum aparece como un cubo sin ventanas dentro de la nave, de mayor altura. Jakim y Boaz están coronadas por capiteles esféricos. Hay abundantes influencias egipcias en la decoración e, incluso, en

los mismos querubines que flanquean el arca.

1971 Encyclopaedia Judaica, Keter, Jerusalem, 1971 (con la intervención del Pr. Avi-Yonah).

Reproduce el Templo de Herodes rectangular del Atlas de Israel de medidas generales

178x278 codos, con los cuatro patios cruciformes de las cocinas cuadrados de 40 codos. Existe una edición resumida en castellano: Jerusalén. Libro de bolsillo, trad. de A.

COMEY, Keter, Jerusalem, 1980. Joan COMAY reprodujo también esta propuesta, ligeramente simplificada, en The Temple of Jerusalem (Holt, Rinehart and Winston,

New York, 1975).

Insistió siempre en la posición de los cuatro patios de las cocinas porque, tal vez, sea la principal coincidencia con el esquema arquitectónico de El Escorial. Sin embargo, no

todas las reconstruciones lo incluyen, o no en posición cruciforme. Desde que Vogué lo propuso, muchos le siguieron dejando el patio de las mujeres exento. Las fuentes más

antiguas los sitúan de forma simétrica en las esquinas de un patio mayor cuadrado, como en la presente ilustración.

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1977 Kurt GALLING: Biblisches Reallexikon, J.C.B. Mohr, Tübingen, 1977.

Diccionario bíblico, en el que en la voz «Tempel» se simplifican las propuestas de

Galling, Möhlenbrinck y Schult para los santuarios de Salomón, Ezequiel y Herodes, aunque en el caso del primero pone en duda las propuestas de estos autores.

1978 John WILKINSON: Jerusalem as Jesus knew it. Archeology as evidence, Thames and Hudson, London, ed. 1988. Existe tradución castellana de Eulalia

Carreter: La Jerusalén que Jesús conoció: la arqueología como prueba, Barcelona, Destino, 1990.

Reconstrucción ortodoxa del Templo de Herodes, semejante a la de la Encyclopaedia

Judaica y, por tanto, perteneciente a las que tienen un esquema coincidente con el de El Escorial.

Sus medidas generales son de 340x140 codos, con patios cruciformes de 40 codos.

Reproduce la fachada de Watzinger.

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1979 Helen ROSENAU: Vision of the Temple. The image of the Temple of Jerusalem in Judaism and Christianity, Oresko Books, London, 1979.

Posiblemente la más completa recopilación de reconstrucciones del Templo de

Jerusalén. Se trata de un estudio que abarca la imagen del Templo de Jerusalén desde las monedas de Bar Kochba (132-135 d.C.) hasta la arquitectura contemporánea religiosa, con cerca de 160 reproducciones del Templo. A este estupendo tratado deben remitirse

los que quieran ampliar la información de estas páginas.

1980 Rabbi Moshe EISEMANN: «Yechezkel: The book of Ezekiel. A New translation with a Commentary Anthologized from Talmudic, Midrashic and

Rabbinic Sources», Mesorah Publ. Brooklyn, N.Y., 1980.

Entre los estudios hebreos modernos, el de este rabino acerca de los comentarios de Rashi sobre Ezequiel destaca por su originalidad y aportación de nuevas soluciones a la conciliación de los tres templos, El templo tendría según esta versión 312 x 317 codos en lugar de los 500 x 500 normalmente aceptados. Tal discrepancia es consecuencia de

haber supuesto que las cámaras adyacentes a las puertas se hallaban a lo largo de los muros [lám. 58]. Así, el cuadro «mengua» en cuatro veces 50 codos, la profundidad de las puertas, es decir 200 codos. Los 12 y 17 codos adicionales se deben al grosor de los muros del atrio interior. Estas «artimañas» lo significan como un intento de identificar

el Templo de Ezequiel y el de Herodes.

1988 Stanley TIGERMAN: The arquitecture of Exile, Rizzoli, Nueva York, 1988.

Obra de recopilación en la línea de Rossenau, con alguna aportación importante e interesantes aportaciones de propuestas de estudianes. Entre las propuestas modernas

que recoge destacan una de las más claras propuestas con patio cruciforme que data de 1937 (p. 104, Tiferal Israel, según la Misnah Middot de Maimónides), las de Yigael

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YADIN (The Temple Scroll: the Hidden Law of the Dead Sea Sect, 1985).

1996 Leen RITMEYER: The Temple and the Rock, Ritmeyer Archaeological Design, Harrogate, England, 1996.

Importante aportación arqueológica, basada en su tesis doctoral, «The Architectural

Development of the Temple Mount in Jerusalem», patrocinada por la Fundación Rothschild y leida en 1992. Otras publicaciones de este autor han sido «The Ark of the

Covenant, where it stood in Solomon's Temple» (Biblical Archaelogy Review, Ene/Feb, 1996) y «Locating the original Temple Mount» (B.A.R., Mar/Abr, 1996. La tesis básica

sitúa el templo de Salomón en un cuadrado de 500 codos de 52'5 cm apoyado en un punto de inflexión del actual muro oriental del monte Moriah con el Templo situado en

su esquina Noroeste, tal como describe la Misnah. La propuesta más controvertida, espléndidamente argumentada, es la de la situación del Sancta Sanctorum sobre la roca

de la Mezquita de la Roca. Josefo cuenta que Herodes amplió la explanada, probablemente hacia el Norte y el Sur, por lo que todo encaja a la perfección. Para la orientación, propone un pequeño giro de la traza actual, de manera que el templo se

apoye en las marcas de la roca y quede orientado hacia el punto más alto del Monte de los Olivos.

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1997 Alec GARRARD: The splendour of the Temple, Moat Farm Publications, Fressingfield, Eye, Suffolk, 1997. Este libro reproduce con profusión imágenes de la maqueta que el autor ha realizado por pura fascinación de maquetista basándose en Josefo, la Misnah, el Carta's Atlas on Jerusalem de Dan Bahat (1983), el Ready to rebuild de Tomas Ice and Randall Price, Bellow the Temple Mount in Jerusalem, de Shimon Gibson y David M. Jacobson, la obra de Ritmeyer y otras fuentes. Garrard comenzó su maqueta en 1980 sobre un tablero de 20x12 pies con auténticas «piedras» y casi 4.000 pequeñas figuras de personas pintadas a mano, con vestidos de la época. Existe también un doble vídeo realizado con el profesor de Biblia Rev. Christopher Hill, que resumen ocho seminarios en cuatro horas de imágenes.