El último Barthes (por Todorov).docx

8/18/2019 El último Barthes (por Todorov).docx

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El último Barthes

Es trivial escribir de un ser que es insustituible (¿quién no lo es?). Veo sin

embargo una razón suplementaria para aplicar a esta frase a Bartes! razón

que se relaciona con el papel que asum"a en nuestra vida intelectual.

#ormaba parte$ en #rancia$ de esa corta lista de nombres que ocupan la

c%spide de la pir&mide intelectual' era uno de aquellos cuos %ltimos libros se

espera siempre que aa le"do uno$ libros que pod"an ser tema de

conversación entre desconocidos$ era también uno de esos de quienes le

ped"an a uno noticias autom&ticamente en el etran*ero$ como si la celebridad

del nombre garantizase la familiaridad con el persona*e! ¿+ qué es del #ulano?

¿+ en qué traba*as Bartes? ,od"an también leerse enumeraciones seg%n las

cuales tal escuela de pensamiento$ tal movimiento art"stico o filosófico estaba

compuesto por$ o ten"a como cabecillas a -$ +$ oland Bartes /. 0ubiera

podido pensarse que$ por esa razón no era insustituible! una gu"a de

pensamiento entre otros.

,ero *ustamente Bartes no era un gu"a de pensamiento$ aun cuando ocupaba

ese piso superior del edificio intelectual$ en eso es en lo que era %nico. 1&s


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que ser un gu"a entre otros$ produc"a un efecto de distanciamiento en todos los

discursos guiadores que nos rodean! e*erc"a sobre cada uno de ellos un

desplazamiento apenas perceptible$ después del cual sin embargo no se pod"a

a entenderlo como antes. 0ab"a creado para s" mismo una función $ alasumirla$ se ab"a eco indispensable' es dif"cil ver quién podr"a sustituirlo en

esa función' consist"a en subvertir la gu"a magistral inerente al discurso.

2ostaba muco traba*o situar los tetos de Bartes en uno de los grandes tipos

de discursos que nos son familiares$ que nuestra sociedad recibe como

naturales' eso serv"a a menudo de punto de partida para un ataque contra

Bartes$ por parte de uno de esos esp"ritus que confunden la cultura con una

naturaleza$ con una le penal' no es de veras un cient"fico$ dec"a$ ni del todo un

filósofo$ después de todo tampoco un novelista. 3 veces$ cediendo a la

presión$ produc"a un teto claramente inscrito en el género 4cient"fico4 o

4filosófico4 (son los menos logrados)' entonces$ para verle ocupar

sucesivamente todas las casillas del cuadro poder asignarle un lugar tal vez

definitivo$ divulgaban periódicamente el rumor de que Bartes se iba a dedicar

a la novela. 5emostraban con eso que no ab"an comprendido en qué

consist"a la novedad de su discurso. 6o que escrib"a era a ficción$ pero una

ficción que incumb"a al acto mismo de su enunciación. 1&s que el novelista

auténtico de una istoria ficticia$ Bartes era el enunciador inauténtico de

istorias (o de discursos) verdaderos.

Bartes ab"a llegado pues a poner en peligro el discurso magistral

produciendo él mismo un discurso de estatuto inédito! de contenido intelectual

(cient"fico7filosófico)$ estaba sin embargo desprovisto de la modalidad asertiva$

no se prestaba$ como ubiera debido$ a la prueba de la verdad. 8u modalidad

propia era la de la ficción$ a la que no se le dirige la pregunta de lo verdadero

lo falso! la modalidad de la cita. 9o lo ocultaba$ ab"a puesto a la cabeza de

uno de sus libros! :odo esto debe considerarse como dico por un persona*e

de novela.

6legaba a este resultado de varias maneras. En el interior de cada teto$ por untraba*o sobre el lengua*e! paronimias$ anfibolog"as$ met&foras. 6os tetos de


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Bartes empiezan a menudo como art"culos eruditos! se plantea una distinción$

se definen términos. El lector &vido de saber se regoci*a a! a aqu"$ se dice$

armas bien eperimentadas que en lo sucesivo podré usar a mi vez. ,ero poco

a poco$ como por efecto de una estrategia concertada$ la esperanza quedadefraudada' si eisten bartesianos en alguna parte del mundo$ no se

reconocen por un acervo de conceptos comunes! aquellos que en cambio an

utilizado aplicado a Bartes$ lo an confundido con uno de sus persona*es.

6as palabras de Bartes no se convierten nunca en armas$ no permiten asir

(begreiffen)' a medida que el teto avanza$ en lugar de precisarse$ estallan$ se

dispersan$ desaparecen.

3%n si cada teto ubiera sido una eposición coerente de ideas$ la secuencia

de los diferentes tetos ubiera bastado para destruir la ilusión de sistema. En

un filósofo$ en un gu"a de pensamiento$ cada libro nuevo ilumina un trozo

diferente del mismo sistema! simplemente$ no se puede ablar de todo a la vez'

se tratan pues los aspectos del problema uno por uno. 9ada de esto en

Bartes como tampoco se ve en sus tetos sucesivos formar la pare*a después

de todo tranquilizadora de la contradicción (tiene uno ciertamente dereco a

cambiar su opinión$ es decir a me*orarla). 6os libros suos est&n solamente

desnivelados$ desplazados$ embrollados los unos respecto de los otros. 6os

diferentes métodos se suceden sin articularse$ sin renegarse tampoco' m&s

bien por deslizamiento. 2ada voz pod"a parecer auténtica si se la escucaba

aisladamente' *untas$ cada una marca a la otra con la se;al del préstamo (si no

del robo).

#inalmente$ para quien no ubiese percibido ni la dispersión intratetual ni el

embrollo intertetual$ Bartes escribió$ en el %ltimo per"odo de su vida$ varios

libros$ especialmente su oland Bartes$ donde describe con detalle cómo

trata de producir un discurso que no se enuncie en nombre de la 6e o de la

Violencia$ un discurso que renuncie a los valores militares! ero"smo$ victoria$

dominación. 9adie deber"a seguir tomando a Bartes por un semiólogo$ un

sociólogo$ un ling


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ecuación estructuralista sonriendo$ la sonrisa asume all" la función de las

comillas).

6os libros de Bartes no son eposiciones de ideas sino gestos verbales$ sonaction =riting! contaba intransitivamente$ por el acto mismo de la producción.

,ero abandonando la ambición de ser el detentador de la verdad$ no pod"a a

ser un gu"a (un gu"a de pensamiento$ en todo caso! un gu"a de vivir$ tal vez)'

no siendo un gu"a magistral$ se desinteresaba del poder. 3 favor de una

ma%scula f&cil (el ,oder)$ se puede$ es cierto$ impugnar esta %ltima

proposición! Bartes participaba sin duda del ,oder intelectual$ pero en lo que

se refiere al poder (al de verdad). 9o sólo no lo buscaba sino que u"a de él'

prefer"a los onores$ los signos de amor.

,odr"a decirse también que Bartes no quiso asumir nunca el discurso del

,adre (otra ma%scula fr&gil! ¿ si los padres no se portasen como ,adre?).

0ab"a siembre algo adolescente e incluso infantil en él. 9o ten"a una verdad

que imponer a los otros$ ni siquiera a s" mismo' por eso (tal vez) era tan

vulnerable a los ataques a los que lo somet"an periódicamente$ no sab"a de

veras defenderse de ellos (un mal guerrero$ decididamente). ,arec"a tener

siempre la edad de los estudiantes de su %ltimo seminario (mientras que entre

tanto enve*ec"an las promociones anteriores)$ no le costaba ning%n traba*o

estar al nivel de las recientes innovaciones. 6os #ragments d>un discours

amoreu parten también de una palabra adolescente$ la de erter' ponen en

escena el amor$ no el deseo. En el universo de las sensaciones$ el polo

negativo estaba ocupado por lo pega*oso$ como en los ni;os$ su fantas"a de

la familia era también la de los ni;os$ eco solamente de las relaciones

verticales! el deseo no ten"a por qué comprometerse en ella. 9o$ no pod"a ser

sino un ,adre paradó*ico$ como las madres de 3pollinaire i*as de sus i*as'

padre de su madre como dice en su %ltimo libro$ padre de s" mismo. + su

muerte ¿no es la de un ni;o? 3l cruzar la calle.

:zvetan :odorov. 6ing


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