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El MINISTERIO JUVENIL – UN ENFOQUE BÍBLICO 1

1 JUVENTUD IGLESIA UNIDA METODISTA PENTECOSTAL

El MINISTERIO JUVENIL Un enfoque bíblico

Talleres de Capacitación JJ. Juventud Iglesia Unida Metodista Pentecostal



El MINISTERIO JUVENIL



“…A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.”

Efesios 4.12–13. Editorial Fundamentos. Juventud Iglesia Unida Metodista Pentecostal, JIUMP. Enrique Rivera 1762, Independencia. Santiago de Chile. Primera edición Agosto 2014.



Contenidos: Prólogo Introducción 1. Un vistazo al contexto actual.

I. La cultura posmoderna. II. La adolescencia. III. La cultura de la adolescencia.

2. ¿Qué es el ministerio juvenil?

3. ¿Quién es el Jefe de Juventud?

4. Seis principios básicos del ministerio juvenil.

I. Propósitos II. Oración III. Discipulado IV. Ser y Parecer V. Sacrificios VI. Amor

5. Algunas prácticas que te podrán ayudar.



Prólogo

A pocos días de cumplir nuestro Cuadragésimo Aniversario como Juventud de la Iglesia Unida Metodista Pentecostal, tenemos la alegría de lanzar oficialmente nuestra primera capacitación para Jefes de Juventud de nuestras iglesias a lo largo de todo Chile y en el Extranjero. Desde el inicio la misión y visión de nuestro movimiento ha sido ir en ayuda de la iglesia del Señor. La dirección de Dios hoy nos ha mostrado que esa dirección ha sido múltiple, abarcando primeramente la predicación del evangelio en nuestras iglesias locales, pasando por el crecimiento espiritual de nuestras juventudes, e incluso a ámbitos como SENAME, Hospitales de Niños y Misiones. Y ahora nos alegra también, con la ayuda del Señor, poder por medio de la Palabra capacitar a nuestros Jefes de Juventud. Esperamos que el Espíritu Santo del Señor siga ayudándonos y dirigiéndonos para que cada día la iglesia del Señor siga creciendo. “ …a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” Efesios 4.12–13. Introducción. Debemos partir esta capacitación acerca del ministerio de juvenil confesando algo importante, algo que debiera hacernos reflexionar y también algo que validará nuestro ministerio juvenil. Esto es que el ministerio juvenil no debiera existir (¿¿¿¿quéeeee???? ¿que no debiera existir?). Sí, escuchaste bien. El ministerio juvenil no debiera existir por la simple razón de que cada joven y adolescente debiera siempre encontrar en su familia y entorno más cercano apoyo, respuestas, consejos, amistades, ánimo, motivación, enseñanza bíblica, y todo lo que un adolescente promedio necesita. Si esto se supliera en las familias y en las relaciones más cercanas no habría necesidad de un ministerio juvenil. El punto está que en gran parte de la vida de los jóvenes, todas estas necesidades no están siendo suplidas por la familia. Vemos una necesidad inmensa de poder contribuir al desarrollo de nuestras juventudes, y aportar también en la formación cristiana. Más adelante echaremos un vistazo a diferentes problemáticas actuales ya sea en la sociedad, la cultura y la familia. Pero por el momento debemos entender que el pecado y la maldad producto de la caída han afectado también estas áreas. Por lo tanto, nos vemos hoy en la necesidad y posibilidad de decir que los ministerios juveniles son casi indispensable para una iglesia actual.



1. Un vistazo al contexto actual.

La cultura posmoderna. Es importante tomar conciencia de la cultura en la cual vivimos. Sus valores, sus formas, sus pensamientos, sus esperanzas, problemas, deseos, etc. Los grandes pensadores y académicos han denominado a nuestra época actual como época posmoderna. Esto es muy fácil de entender, trataré de explicarlo de la siguiente manera. Desde el siglo XVII con la finalización de la revolución francesa y el inicio de la revolución industrial se marcó profundamente la época moderna. La cual estaba llena de esperanzas en el desarrollo humano. Por una parte teníamos los grandes ideales sobre la libertad y por otra teníamos el auge del desarrollo industrial del hombre, junto con los grandes avances científicos. Parecíamos invencibles, llenos de esperanza, llenos de poder y razón. Pero esta época de las luces, de razón y modernidad tuvo su fin. Ahora en época contemporánea, nos hemos vuelto como sociedad más débiles y pesimistas, algunos hablan sobre una sociedad líquida, o sea sin consistencia. Las guerras nos han dado a entender que ya hay ninguna esperanza en el hombre, y la juventud actual cada vez cree menos en los valores universales. Se cuestiona el matrimonio, la iglesia, la bondad, la realidad del pecado, la justicia, la educación, etc. Hoy vivimos en esa época, la época posmoderna. Donde uno de los rasgos más peligrosos es La verdad como perspectiva: donde la verdad es cuestión de perspectiva o contexto más que algo universal. No tenemos acceso a la realidad, a la forma en que son las cosas, sino solamente a lo que nos parece a nosotros. Esto da paso a un potente subjetivismo y relativismo, donde cada uno tiene su verdad y sus propios valores. Es por eso que hoy más que nunca se están dando las grandes discusiones éticas: matrimonio, homosexualidad, aborto, eutanasia, drogas, etc. ¿Qué es la Adolescencia? Como indicamos anteriormente, la adolescencia es una etapa particular en el desarrollo del individuo. La misma comienza con la llegada de la pubertad y se extiende hasta la temprana adultez. Es común subdividir la adolescencia en tres etapas: (extracto sacado del libro Introducción a los ministerios juveniles). 1. La adolescencia temprana: Por lo regular, esta etapa comienza a los 12 años y se extiende hasta los 15. Durante esta etapa se llega a la pubertad, alcanzando así la madurez sexual.



2. La adolescencia mediana: Se extiende desde los 15 a los 18 años. Durante esta etapa se termina la educación escolar (la llamada «escuela superior» en el sistema estadounidense; la «preparatoria» o el «bachillerato» en los sistemas educativos latinoamericanos). 3. La adolescencia tardía: Esta etapa puede extenderse hasta los 24 años. Incluye los años universitarios (de los 18 a los 22) de quienes alcanzan la educación superior. Durante esta etapa la persona escoge su oficio o carrera; se independiza económica y emocionalmente de los padres; y establece sus primeras relaciones amorosas duraderas. Durante la adolescencia ocurren toda una serie de cambios físicos, intelectuales, y sociales. Podemos afirmar que el propósito principal de la adolescencia es formar la identidad de la persona. Para lograr esto, es necesario que la persona enfrente en forma positiva los cambios que experimentará durante la adolescencia, que llegue a conocerse a sí misma, y que determine sus creencias y valores. La iglesia puede jugar un papel muy importante en el desarrollo juvenil. Por un lado, puede ofrecerle a la juventud el sistema de creencias religiosas y valores humanos que necesita desarrollar para encontrarle sentido a la vida. Por otro lado, puede ofrecer una comunidad de apoyo que ayude a la persona joven a desarrollar su sentido de identidad.1 La cultura de la Adolescencia.

Es individualista y privatizante: En nuestra cultura individualista la mayor parte de los jóvenes—así como la mayor parte de los adultos—piensan primeramente en su mundo personal. Sus preocupaciones giran en torno a su propia vida amorosa, familia, amistades, estudios, trabajo, y futuro económico. Estas preocupaciones se han agudizado por diversos factores. Entre otros, podemos indicar que el período de escolaridad necesario para alcanzar una profesión rentable ha aumentado en forma considerable. La educación universitaria prácticamente se ha convertido en una necesidad. Esto aumenta el período de tiempo que la persona debe depender de sus padres. También limita la entrada de la persona al mundo del trabajo, limitando a su vez sus recursos económicos. Es necesario que la juventud aprenda a manejar efectivamente las tensiones que conlleva la adolescencia. Quienes sucumben ante la presión corren el peligro de caer en el abuso de bebidas alcohólicas, el uso de drogas ilegales, los desórdenes en el consumo de comida, la conducta sexual autodestructiva, y hasta el suicidio. Es solitaria: Vivimos en un tiempo donde las relaciones familiares están en crisis. Quizás todo esto explique el aumento de los espacios que Marc Augé, un antropólogo

1 Pablo A. Jiménez, Introducción a los ministerios juveniles (Decatur, GA: Libros AETH, 1997), 19–20.



francés, llama los «no lugares».20 Estos son los espacios sociales anónimos donde una persona puede estar completamente «sola» en medio de una multitud. El «no lugar» por excelencia es el centro comercial o mall. Los mall son como refugios para los jóvenes, ya que encuentran en ellos lugares a los cual pueden entrar sin que nadie les pregunte quienes son y donde pueden estar sin supervisión alguna. Por lo regular, las personas que trabajan en un mall son perfectas extrañas que no se molestarán en llamar a los padres de un adolescente para informarles sobre su conducta. Además, en el mall el dinero es ley; siempre y cuando se tenga el dinero suficiente para pagar lo que se compra o se consume, el adolescente puede presuponer que será tratado como si fuera un adulto. Es «pluralista»: Gracias a los adelantos tecnológicos, la juventud actual tiene mucho más acceso a personas de diversas culturas y religiones que las generaciones anteriores. La televisión nos trae «en vivo y en directo» eventos que ocurren en rincones distantes del mundo. Las comunicaciones telefónicas—incluyendo la transmisión de facsímiles—facilitan la comunicación con el resto del mundo. Las redes de computadoras («Internet») nos permiten comunicarnos con personas de otros países por el precio de una llamada local. El transporte aéreo facilita el intercambio y la migración de ideas. La afluencia económica nos permite viajar con mayor frecuencia. Este contacto con culturas, filosofías y creencias que hace 30 años parecían «exóticas» puede contribuir a la confusión que caracteriza la adolescencia. Es «electrónica»: Nuestros jóvenes han crecido en un mundo dominado por los estímulos audiovisuales. Vivimos rodeados por la radio, la televisión, el cine, las computadoras, los juegos electrónicos, y los aparatos reproductores de música.22 El problema es que los programas, las películas, los juegos, y la música que transmiten y venden los medios de comunicación no son moralmente «neutrales». Por el contrario, cada cual presenta una o más filosofías, creencias, valores y estilos de vida. Como bien dijera Daniel S. Schipani en su magnífico libro Comunicación con la juventud, los medios de comunicación masiva presentan una gran variedad de «currículos» en nuestra cultura. Estos «planes educativos» compiten por cautivar la atención y asegurarse la lealtad de la juventud.23 Además podemos decir que es: consumista, crítica, está desesperanzada, altamente suicida, altamente viciosa. 20 Marc Augé, Los “no lugares” espacios del anonimato: Una antropología de la sobremodernidad (Barcelona: Editorial Gedisa, 1996). 22 Ibid, p. 60. 23 Daniel S. Schipani, et. al, Comunicación con la juventud: Diseño para una nueva pastoral (San Juan: Seminario Evangélico de Puerto Rico, 1994), p. 23.



2. ¿Qué es el ministerio Juvenil?

Es sumamente importante que cada una de las actividades de la iglesia esté fundada en el Evangelio de la Palabra de Dios. La teología bíblica es nuestra base segura para estar tranquilos en lo que hacemos dentro de la iglesia. Por eso, para comprender de mejor manera la valides y la importancia del ministerio juvenil echemos una mirada a algunos principios en la palabra de Dios. Para responder esta pregunta debemos separar primero este título “ministerio juvenil” en dos: Ministerio y Juvenil. La palabra fuerte de este título es ministerio. Dejémonos ayudar por un diccionario y veamos qué significa:

• Ministerio: MINISTERIO. Es un vocablo de significados diversos. Señala a las variadas tareas a través de las cuales la iglesia cumple con su misión en el mundo (1 Co. 12:5; Ef. 4:11–12). Oficio, deberes y funciones de un ministro, y el conjunto de quienes cumplen tales servicios (Col. 4:17; 1 Ti. 1:12; 2 Ti. 4:5). 2 MINISTERIO—[Del lat. ministerium] Oficio, cargo y función. La principal característica del ministerio cristiano es el servicio. En esto sigue las recomendaciones de Cristo que vino a este mundo no para ser servido, sino para servir.3

Ministerio m. 1 empleo, funciones, ocupación, cargo, oficio*.4

Entonces para redondear las definiciones utilizadas por los diccionarios podemos decir que: el ministerio es la forma en que la iglesia cumple su misión principal. La biblia nos muestra muchas tareas como: predicar el evangelio, hacer discípulos, ayudar a los necesitados, bautizar, enseñar, exhortar, apoyar, etc. Por lo tanto, podemos decir que hay muchos tipos de ministerios (1 Corintios 12.5).

2 Pablo A. Deiros, «Preacio a la Edicion Electronica», Diccionario Hispano-‐Americano de la misión (Bellingham, WA: Logos Research Systems, 2006). 3 Claudionor Corrêa de Andrade, Diccionario Teológico: Con un Suplemento Biográfico de los Grandes Teólogos y Pensadores (Miami, FL: Patmos, 2002), 225. m. nombre masculino * Indica la palabra en que el lector encontrará mayores aclaraciones. 4 Eladio Pascual Foronda, Diccionario manual de sinónimos y antónimos: de la lengua española (Barcelona: VOX, 2007), 526.



• Juvenil: Es el ámbito en el cual se desarrollan los ministerios bíblicos. El contexto de este ámbito está marcado por la participación de jóvenes, mayoritariamente solteros o que aun no han concebido matrimonio. Jóvenes que normalmente son parte y miembros de una iglesia local. También podemos decir que es el ámbito en el cual los jóvenes de una iglesia son juntamente ayudados, motivados, y capacitados, principalmente por la Palabra de Dios, ya sea por medio de la predicación como por medio de la consejería bíblica, y también de la comunión de los hermanos y amigos. Entonces podemos decir que el ministerio juvenil es un ámbito en el cual podemos cumplir y desarrollar la misión del Señor en el mundo. 3. ¿Quién es el Jefe de Juventud?

El jefe de jóvenes es el instrumento de Dios para llevar a los jóvenes a los propósitos de Dios. El sentimiento de Dios. Siempre he dicho que en la palabra de Dios encontramos los sentimientos de Dios. Tanto en su ley, en sus canticos y sabidurías, como en las últimas doctrinas vemos una gran gama de pensamientos, sentimientos y enseñanzas que nos vienes de parte de nuestro Señor, todas estas inspiradas por el Bendito Espíritu Santo. No es que Dios imponga una orden arbitraria hacia hacer algo, sino que por medio de la Palabra nos enseña a elegir lo correcto. Y uno de esos sentimientos es el orden. Dios no resistió ver un cosmos desordenado y vació, y lo primero que realizó fue un buen aseo, ordenó las cosas y empezó a hermosear todo por medio de sus creaciones. De este sentimiento acerca del orden llegamos al liderazgo o la dirección de un pueblo o grupo de personas. La palabra nos muestra que ha Dios no le gusta el desorden, el caos, el anarquismo. Es un Instrumento de Dios. Con respecto a este último punto sobre el anarquismo es que encontramos que en la historia de la humanidad siempre hubo personas puestas por Dios para dirigir a su pueblo en la dirección que Dios deseaba. Lo vemos por ejemplo con José, Moisés y con el rey David. Vemos en la historia del pueblo hebreo que estas personas son realmente importantes para los propósitos que Dios tuvo con su pueblo. Fueron personas realmente destacadas, pero no por tener algo propio en especial, sino porque eran capacitadas por Dios, para los propósitos de Dios. No tan solo vemos este tipo de



personas o instrumentos escogidos en el Antiguo Testamento o en la historia del pueblo hebreo, sino que también lo vemos en el Nuevo Testamento o en la historia de la Iglesia de Cristo. “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;” Hechos 9.15. “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.” 2 Timoteo 2.21. En estos versículos vemos en especial la vida del Apóstol Pablo. El apóstol era una hombre que rechaza a Cristo, hasta que el mismo Señor lo escogió y lo llamó para llevar a cabo los propósitos de Dios. El jefe de jóvenes es el instrumento de Dios para llevar a los jóvenes a los propósitos de Dios. Todo se levanta o cae por el dirección. Con este punto debemos entender la importancia que tiene cualquier instrumento de Dios. Entender que su llamado más que un estado de honra (que sí lo es), es una responsabilidad que llevar. Con esto entendemos que la dirección es importante. Un cuerpo sin una cabeza no funciona. Tal como un auto, que puede ser hermoso y tremendamente potente, con una cilindrada superior y neumático deportivos, si no tiene una dirección, si su tren delantero no funciona entonces de poco servirá. Como una nación sin un jefe de estado, o un ejercito sin su general. Con esto entendemos que la dirección en todo ámbito es sumamente importante y es la pieza fundamental para hacer funcionar cualquier proyecto, institución o equipo. Es importante que entendamos esto, ya que cuando somos puestos por nuestros pastores, tenemos la responsabilidad de dirigir al cuerpo de jóvenes. Acordémonos de un mal ejemplo: los fariseos. Jesús llegó a decirles a estos dirigentes del pueblo que eran ciegos guías de ciegos. Nosotros sabemos que Dios es soberano, y que el Espíritu Santo hoy sigue dirigiendo su iglesia, pero eso no quita y no contradice el hecho de que somos responsables. Hoy existen muchas iglesias que han caído, hay muchas misiones que han sido desviadas de la sana doctrina, y no fue porque la totalidad de los hermanos han querido seguir ese camino, sino por los malos dirigentes que han llevado al error a su pueblo. Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. Isaías 56.10–11.



Es importante estimado hermano que usted sienta el peso de la dirección. Dios lo ha puesto como atalaya en su viña de jóvenes. Favor termine este punto leyendo y estudiando el siguiente pasaje: Exequiel 3.17-‐21. ¿Qué debe saber el jefe de jóvenes? Respuesta: Debe saber los propósitos de Dios encontrados en las Sagradas Escrituras. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3.14–17. Con esto debemos entender que el jefe de juventud es un instrumento de Dios para salvación y guía de otros jóvenes. El evangelio es un camino de fe y conocimiento del Señor. Las personas son salvas sólo por gracia del Señor, pero esa gracia es dada por medio de la fe. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.” Efesios 2.8. La pregunta que debiéramos hacernos es: ¿de dónde sacamos la fe?. La palabra del Señor también nos responde: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10.17. Entonces si queremos cumplir y hacer que nuestros jóvenes crezcan en la fe del Evangelio entonces debemos predicarles la Palabra de Dios. Pero para enseñar la Palabra necesariamente debemos aprenderla y ser capacitados en ella y por ella. “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. 1 Timoteo 4.15-‐16. El Apóstol aconseja a su hijo en la fe a poder permanecer en la sana enseñanza de la Palabra de Dios, porque será de mucho provecho. Nos advierte que tengamos cuidado de las cosas que enseñamos, incluso de nosotros mismos, y que persistamos en lo que se nos ha enseñado, porque de esta manera nos salvaremos a nosotros mismos y a los que nos oyen. Este último punto nos da una gran responsabilidad como jefes de juventud. Parece que ya nos dimos cuenta que esto de ser jefes de jóvenes no significa sólo planificar reuniones o actividades dentro de la iglesia, sino que es un llamado a la enseñanza, el cuidado y el servicio para nuestros hermanos en la fe.



Ningún jefe de juventud puede servir sólo. En otras palabras en la iglesia del Señor no hay llaneros solitarios. De hecho uno de los sentimientos de Dios es la compañía, el estar juntos y acompañados. Veamos algunos ejemplos claros: En el Génesis podemos ver cómo Él crea en compañía “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”, (Génesis 1.26). David: David nunca estuvo sólo. Siempre Dios proveyó amigos y personas fieles que lo acompañaron en el gran desafío de ser rey de Israel: “Estos son los principales de los valientes que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová.” 1 Crónicas 11.10. Jesús: El Maestro no tardó mucho tiempo al iniciar su ministerio, en buscar personas que le ayudaran en su labor de predicar las buenas nuevas de salvación. Buscó primeramente unos discípulos que mas tarde se convertirían en sus amigos y sus apóstoles. El Maestro tenía claro que su misión era predicar el evangelio, y sabía muy bien que no le vendría nada de mal un par de manos extras. No tuvo un pensamiento orgulloso de querer hacer todo el sólo, sino que compartió su gloria y sus enseñanzas, y permitió que muchos otros pusieran sus manos en el arado, que muchos obreros más vinieran a trabajar a la viña del Señor. Apóstol Pablo: El Apóstol no fue una excepción. Primeramente fue mandado con su compañero Bernabé, y luego mucha gente fue fiel y estuvo a su lado en la plantación y predicación de múltiples iglesias en Grecia y en el Asia menor. También tenía muy claro que debía ser ayudado y sostenido. La palabra del Señor nos muestra que aunque somos muchos miembros, somos sólo un cuerpo en Cristo el Señor, y “en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.” Efesios 2.22. Como jefes de juventud no debemos olvidar que una de las cosas más importantes que el Maestro nos enseñó fue el compartir entre hermanos. El poder ser ayudados y sostenidos evita que en muchas ocasiones caigamos en la soberbia y la altanería, y que siempre mantengamos la humildad en nuestro corazón, porque la obra es del Señor. El poder ser ayudados y sostenidos nos recuerda que somos insuficientes y que siempre necesitamos primeramente la ayuda del Señor y la de nuestros hermanos en Cristo Jesús. Una de las tareas más importantes como jefe de juventud es poder encontrar compañeros de milicia, ayudadores en el ministerio, personas que nos sostengan en los tiempos difíciles y en los problemas, que estén cuando nosotros no podamos estar,



para que así siempre la iglesia del Señor siga adelante. Un buen indicio de que estamos cumpliendo con este punto es lograr y ver que las actividades, cualquiera sea, puedan cumplirse sin nosotros. Pero si usted se enferma o falta y al otro día se entera de que nada funcionó, entonces busque con urgencia y con la ayuda del Señor otros colaboradores. 4. Seis principios básicos del ministerio juvenil.

I. Propósito. El ministerio juvenil debe obedecer su quehacer siempre a los principios de Dios. Acordémonos que el jefe de juventud es el instrumento de Dios para llevar a los jóvenes a los propósitos de Dios. Entonces de igual manera el ministerio juvenil tiene el mismo objetivo, que es ayudar a los jóvenes a cumplir los propósitos de Dios. El muy importante tener claro nuestro propósito, objetivo, dirección, o como quiera llamarle, en el ministerio juvenil. Y le voy a decir el porqué: Cuando nosotros, las personas, avanzamos en pro de algo, es muy común que nos desviemos, que nos distraigamos, que nos salgamos del camino. También es muy común que suceden cosas impredecibles durante el camino, problemas, situaciones, etc. Usted sabe que una pequeña desviación en un punto, al avanzar se puede convertir en kilómetros de distancia.

Por lo tanto, empezar a trabajar definiendo un propósito bíblico para el ministerio juvenil será una ayuda que siempre nos estará avisando y alertando si es que nos hemos desviado del camino. Además con un propósito establecido y claro podremos cambiar el rumbo y volver al propósito de Dios.

Una pequeña distracción

No estar en el lugar o en el propósito de Dios

Propósito de Dios



¿Cómo definir un propósito? Creo que tenemos dos versículos claves para esto:

1. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Mateo 22.37–40.

2. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre

del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:19-‐20.

Son cinco los propósitos se encuentran en estos dos pasajes: 1. Adoración: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón» 2. Ministerio: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» 3. Evangelización: "Vayan y hagan discípulos» 4. Comunión: «Bautizándolos» 5. Discipulado: «Ensenándoles a obedecer» Te dejamos un ejemplo de cómo construir un propósito. “La Juventud de la primera de San Bernardo existe para exponer a los jóvenes al amor de Dios, preparar a estos con la palabra de Dios, ofrecerse para servir a Cristo y cuidarse el uno al otro.”

OBJETIVO PROPOSITO PASAJES BÍBLICOS

OFRECER ADORACIÓN “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón” (Mateo 22, 37)

EXPONER EVANGELIZACIÓN “Vayan y hagan discípulos” (Mateo 28, 19)

PREPARAR DISCIPULADO “Enseñándoles a obedecer”(Mateo 28, 20)

CUIDAR COMUNIÓN “Bautizándolos…” (Mateo 28, 19)

SERVIR MINISTERIO “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22, 39)



Ten presente al hacer el propósito lo siguiente:

• Tiene que ser bíblico. • Tiene que ser claro. • No debe ser muy extenso. • Debe ser acorde a tu realidad.

II. Oración

“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres”. 1 Timoteo 2.1. “Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones”. 1 Pedro 3.12. Tal vez te puedas estar diciendo “esto de la oración ya lo he escuchado muchas veces, ¿Qué hay de nuevo?” y la verdad es que no hay nada nuevo, pero si lo has escuchado muchas veces es porque realmente es fundamental. Nunca olvidaré cuando el Señor me llamó a colaborar en la juventud, le pregunté a nuestro pastor Nacor Arredondo Moya (iglesia de Quilicura) acerca de qué es lo más importante en el trabajo juvenil, él me responde: “Lo más importante en cada ministerio (todos los ministerios) es la oración”. Yo buscaba una respuesta extravagante y llamativa, pero quedé igualmente asombrado. Ahora que han pasado unos años, me he dado cuenta que la oración realmente es el sostén de todo trabajo espiritual. También debo confesar que me ha costado demasiado establecer este hábito en mi vida, y de hecho aún me cuesta. Pero hace un poco tiempo he sentido la obligación de recurrir a la oración, y esto lo digo porque la oración es un acto de dependencia. Soy un agradecido de la gracia de Dios, él ha hecho que muchas tareas y programas hayan salido adelante sin saber yo el cómo. Y esto ha producido que ante toda tarea me sienta necesito del poder de Dios y por lo tanto obligado a humillarme y adorar. El trabajo espiritual tiene un éxito espiritual. Nos equivocamos al pretender que los trabajos espirituales tengan un resultado material (entender el éxito del ministerio juvenil por lo atractivo de sus programas o por el número de jóvenes). Y con esto quiero decir también, que los trabajos espirituales no tan sólo tienen una consecuencia espiritual sino también una causa espiritual, que es la santidad, la búsqueda de Dios, el ser sensibles a su voz, y por su puesto la oración. Si buscas un atajo, una respuesta rápida, una fórmula secreta, una solución directa, debo insistir en una cosa “La Oración”.



Actúa Inventa tu propia definición de Oración y compártelas con la juventud de tu iglesia. (No menos de 10 palabras ni más 30). La Oración es…

Haz este ejercicio.

En lo personal. Establece al menos 3 instancias en el día para orar a Dios. Apóyate de alarmas, post-‐it, o avisos en los celulares, ¡que no haya posibilidad de olvido!

En lo ministerial. Suma todas las horas de actividades con tus jóvenes en el mes y analiza cuanto es el tiempo para orar. Actividades Tiempo Ocupado Tiempo de Oración Reunión de jóvenes 3 horas 20 minutos Total Si sus jóvenes se reúnen aproximadamente 10 horas en el mes, al menos 1 hora debe estar dedicada a la oración, o sea el 10% como mínimo. Si es así ¡felicitaciones!, sino apróntate raudamente y provoca un cambio en tu programa de actividades, para que así logres que más allá de las actividades tu juventud tenga una verdadera comunicación con su Señor.



III. Discipulado Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; Mateo 28.19. Este cuarto principio para el ministerio juvenil es muy importante porque tiene que ver con una orden del Señor. En la lengua original griega del Evangelio de Mateo podemos ver que en realidad el verbo imperativo no es id, sino “Haced discípulos” (μαθητεύσατε / matheteúsate). Con esto podemos pensar q ue la idea principal o el verbo más importante de los 3 de este versículo (id, haced discípulos, bautizar) es justamente «haced discípulos». Aunque en la traducción española se traduzca ir por un imperativo «id». ¿Qué significa ser discípulo? Discípulo, una palabra con muchas connotaciones. En algunas ocasiones abusada y en otras olvidada. μαθητής (mathetés) la palabra original usada por el evangelista tiene entre sus significados alumno, aprendiz, seguidor y discípulo. Y estas cuatro significancias nos dan una idea en común, el mathetés es la persona que está en un constante aprendizaje, o más claro, en un constante aprendiendo. Esto sin embargo, trae a nosotros una dificultad de interpretación. En esta última época vivimos y hacemos carreras por periodos de tiempos, para al final de los estudios o prácticas podamos graduarnos, llegando a ser un tipo de persona. Sin embargo, el sentido de esta palabra, y sobre todo para el mundo cristiano el ser discípulo es una opción de vida o un estilo de vida. Para el mundo pagano y judio el discípulo podía llegar a ser maestro cuando adquiría todo el conocimiento y cuando su maestro moría, así el discípulo ya no era más discípulo. Por el contrario en el cristianismo nuestro Maestro no es un hermano, sino Cristo Jesús. El hijo de Dios, el rey de reyes, eterno y todopoderoso. ¿Cabe aquí la posibilidad de llegar a ser maestros?, pues no. El discípulo de Cristo será siempre un aprendiz e irá siempre en una constante transformación al carácter de su Maestro.

• “El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.” Mateo 10.24

• “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” 1Pedro 5.10.

• “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1.6.

• “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.” Efesios 4.15.



• “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.” Colosenses 1.10.

¿Qué significa hacer discípulos? Entonces en vista a la descripción anterior, hacer discípulos es primero llevar un vida de discípulo. La primera forma de enseñar es reflejando en nuestra propia vida lo que estamos enseñando. Esto no significa ser perfecto en todas las áreas, sino que cada día podamos ir en un constante crecimiento hacia la perfección en Cristo el Señor. Claramente seríamos mentirosos si dijéramos que no tenemos pecados. Pero es muy distinto ser falto ante el Señor que llevar un vida apóstata o en contraria dirección al Señor. Por otro parte debemos guiar a nuestros jóvenes a que cada día puedan crecer en el carácter cristiano. Esta guía significa o se realiza en tres pasos importantes.

• Primeramente, mostrándoles el camino del discipulado. • Segundo, animándoles a ser partícipes de este camino. • Tercero, ayudándoles y caminando junto con ellos en este camino.

Hay muchas cosas que uno puede decir sobre el discipulado, pero creo que hay una por sobre todas. El discípulo tiene muchas características, pero hay una que es sine qua non, con la cual el discípulo dejar de ser discípulo si carece de ella. Y esta es la obediencia. Enseñe a sus jóvenes la obediencia, ejercítelos en ella, pruébelos en ella, y por sobre todo sea usted obediente. Muestre en su vida la gloria y la bendición de vivir una vida obediente al Señor y a su iglesia. Realce, magnifique, engrandezca la vida de obediencia, porque la única forma en que sus jóvenes deseen vivir una vida de obediencia no es con meras palabras, sino con ejemplos potentes. Si usted muestra la gloria de la obediencia en su vida, entonces sus jóvenes querrán vivir de la misma manera.

IV. Ser y parecer. Cuando estaba en primero medio, mi profesora de matemáticas, solía llamarme la atención con una frase que nunca la pude olvidar “Arredondo, usted no tan sólo tiene que ser, sino también parecer”. Ella sabía que yo era cristiano, conocía a mis padres, y sabía que en mi familia se vivía el cristianismo. También me conocía muy bien, y sabía que no era un chico malo, ni mucho menos con malas intenciones, pero muchas veces veía que mi comportamiento no tenía nada que ver con mis buenas intenciones. Era un poco desordenado, muy distraído y bastante flojo. Entonces cada vez que me sorprendía en acciones no muy buenas me lanzaba la frase “¡No tan solo ser, sino también parecer!”. Hoy entiendo mucho mejor esa frase, y he llegado a pensar que la



relación entre ser y parecer es una y muy estrecha. La biblia también nos responde y nos hablar con respecto a esto: “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.” Mateo 12.35. “Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.” Mateo 15.8. “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios” Marcos 7.21. La idea es clara, lo que hay en el corazón, habla tu boca. En otras palabras, lo que eres por dentro es lo que parecer por fuera. A veces he escuchado a personas decir cosas como: “No importa, a Dios lo que le importa es mi corazón (no como me comporto)” o “hermano, no mire las apariencias, no vea los hecho, ¡mire las intenciones!”. Aunque algo de razón tienen estos dichos, fallan en un punto. Y es porque justamente lo que aparentamos es lo que somos. Con esto queremos decirle que no se conforme solo con tener buenas intenciones, sino que esas buenas intenciones sean siempre manifiestas. Usted como un vaso de honra debe cuidar su forma de andar y comportarse hasta en lo más mínimo. Su peinado, su vestimenta, su lenguaje, sus comentarios, su forma de saludar, sus publicaciones fotográficas, etc., deben justificar sus buenas intenciones y su carácter. Terminemos con 3 ejemplos:

• Si tal persona dice “soy obediente”, y en su peinado o vestimenta da la impresión

que en vez de un siervo parece un niño rebelde, entonces podemos poner en duda su obediencia.

• Si tal persona dice “amo a mi hermano”, y lo saluda como si no le importara, entonces no está reflejando su buena intención.

• Si tal persona dice “soy humilde y sencillo”, y si en sus álbumes fotográficos tiene más de 300 fotos sólo de él, como si fuera una estrella de rock o algo por el estilo, entonces pareciera que podemos poner en duda su buena intención de ser humilde y sencillo”.

“Si siembras un pensamiento cosecharás un acción”. “Sea y parezca un cristiano, sea y parezca un jefe de jóvenes”.



V. Sacrificios

“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”Filipenses 2.15-‐16.

“Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.1 Timoteo 3.8-‐10. El sacrificio por decirlo de alguna manera, es el botón que activa las transformaciones internas del hombre por medio de la enseñanza de Jesús. Los discípulos de Jesús se vieron cada día confrontados con una vida sacrificada. Ahora debemos hacer una salvedad. Una vez que hablé sobre este tema con una amiga ella me dijo: “¿pero no que Dios dice: misericordia quiero y no sacrificios?” Claramente mi amiga no me estaba entendiendo. Cuando Dios habla de Misericordia quiero y no sacrificios, está demandando al pueblo del antiguo pacto. Ellos estabas acostumbrados a hacer los sacrificios de la ley, o sea, matar un carnero, para que poder redimir sus pecados, creo que todos entendemos eso. Y sucedió que todo ese sistema de sacrificio se vició. Los hombres ya no tenían ningún temor al realizar los sacrificios y sus corazones aun seguían llenos de ídolos, sin amor, justicia y misericordia, hasta el punto en que Dios cansado de esta situación les dice que ya está hastiado de todo este sistema, lo que al final quiere realmente es que en sus corazones allá más amor y misericordia. Con esto queremos decir que no nos estamos refiriendo a sacrificios por lo pecados, sino sacrificios de alabanza a Dios. Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12.1. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él (Cristo), sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13.15-‐16. Ahora estamos hablando de un asunto distinto. Estamos confiando en el Maestro, hemos decidido seguirle. Pero en el camino Él nos va exigiendo sacrificios. Primero nos pidió que nos deshiciéramos de todo lo que impida seguirle, tuvimos que sacar los ídolos de nuestro corazón. Ser como Jesús seguirá implicando más sacrificios. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16.24.



La vida nos manifiesta un principio en el ámbito de las responsabilidades. Ese principio es el hecho de que los jefes de Juventud o personas a cargo de un grupo o trabajo son responsables de lo que administran. Lo vemos desde un empresario que puede ser juzgado por lo que sucede en su negocio sin ser el directamente el culpable, o también el padre de familia que tiene la responsabilidad de alimentar y proveer lo necesario para la existencia de sus hijos. Por lo tanto, toda persona que tiene la honra de estar a cargo de un grupo o trabajo tiene el deber de responder por ellos. Pero no tan sólo deben ser los responsables legalmente, sino que, si pretende que su negocio o familia tenga orden y vaya por buen camino, él debe proveer el buen ejemplo para que esto suceda, de lo contrario no podrá lograr dicho objetivo. Este principio se da en la vida diaria, y las Sagradas Escrituras también nos revelan el mismo principio. Podemos ver en el libro del profeta Hageo, donde Dios, para poder despertar al pueblo y hacer que vuelvan a construir el templo, trata con los jefes espirituales y políticos del pueblo judío, y dice la palabra que Jehová despierta el espíritu de Zorobabel (gobernador de Judá) y de Josué (sumo-‐sacerdote), las dos personas más influyentes de esa época. También lo revela en las epístolas del Apóstol Pablo al colocarse él como ejemplo de los cristianos, no por su propia justicia, sino por la justicia que seguía de Cristo (1º Corintios 11.1). Es así que la honra de estar a cargo es también una gran responsabilidad que debemos llevar y una gran demanda de ejemplo que debemos cumplir. Como juventud de la Iglesia Unida Metodista Pentecostal, Dios nos ha dado un hermoso trabajo, y nos ha bendecido con toda bendición espiritual. Por lo tanto, debemos dimensionar cuán grande es la honra de estar a cargo de un cuerpo local, o tener algún cargo en la zona que nos corresponde. Y como dijimos en el principio, esto incluye la responsabilidad de la tarea encomendada, y la demanda de ejemplo, ya que siempre los ojos están puestos, para bien o para mal, en los instrumentos de Dios.

¿Cómo llevar a cabo la responsabilidad? “Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario”. (1 Crónicas 22.5). El servicio sacerdotal del pueblo hebreo nos muestra una dirección muy clara sobre cómo a Dios le gustan las cosas. Sus servicios, sus implementos, el método estricto de realizar los sacrificios, y la forma excelente y perfecta del Templo. La naturaleza también nos muestra la misma idea. Los colores, la flora y la fauna, los astros y los elementos básicos, nos gritan desesperadamente la excelencia por excelencia de Dios. Nada está hecho mal, nada está al azar, nada es feo, antiguo ni chueco, todo es excelente. A Dios le gusta la Excelencia. Cómo siervos de Dios debemos observar y aprender de nuestro Señor y Maestro. La excelencia debe distinguirse en todo nuestro proceder. En el hablar, en el ordenar, en el proceder, al realizar trabajos para la iglesia. La puntualidad y el cumplir lo prometido también nos muestra cuán excelentes somos. Dios quiere que todo lo hagamos con amor y excelencia. Y ¿para qué? ¿Para vanagloriarnos? Dios nos libre. La



demanda de excelencia es con el único fin de Glorificar el Nombre a nuestro Señor. No para que nosotros seamos los ejemplos, sino para que vean que la excelencia es por la imitación del carácter de nuestro Dios.

¿En qué debemos ser ejemplos los jefes de jóvenes? “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”. 1 Timoteo 4.12. El Apóstol le habla a Timoteo, quien estaba mandado a ser un siervo en la obra de Dios. La iglesia del Señor tiene distintos servicios, como un cuerpo tiene muchos miembros, uno para cada función. Es así, que usted mi estimado hermano, que está leyendo este sencillo escrito, Dios le ha entregado un ministerio para servir, y al igual que Timoteo debe cumplir con responsabilidad y ejemplo lo que se le ha mandado. Porque es importante no perder lo que se le ha dado (ver parábolas de los talentos). En el verso que leímos al principio, el apóstol Pablo nos aconseja (manda) y detalla las distintas áreas en que debemos procurar ser buenos ejemplos, ¿Para qué? ¿Para vanagloriarnos? Claramente no. Sino para poder bendecir y ayudar a los hermanos a los cuales servimos. El ser ejemplo tiene una importancia tremenda. Ya que los jóvenes y niños son educados en gran parte por el ejemplo, ya sea de sus padres, hermanos y/o amigos. Los buenos ejemplos muchas veces escasean, pero los malos abundan. Por lo cual, si no existen los bueno ejemplos, ¿dónde mirarán nuestros jóvenes? Sin lugar a duda no habrá otra que mirar a los malos. Estimado hermano, Tu cargo u honra como jefe de juventud no es por mero gusto de la iglesia, ni es por querer mantener a los jóvenes entretenidos con actividades. Dios no nos ha llamado a ser negligentes con nuestras honras, sino muy por el contrario, a ser medios de bendición para mucho jóvenes que buscan en nosotros un ejemplo de conducta a seguir, de Palabra para animar, de Amor a imitar, de Espíritu a igualar, de Fe a sobrepasar, y de Pureza a demandar. Sé un soldado de Jesucristo, se excelente, se irreprensible, no te conformes con menos. Se buen ejemplo, te darás cuenta que cuesta una enormidad, pero verás con el tiempo que verdaderamente ¡vale la pena!



ACTÚA (Autoevaluación) En el siguiente cuadro evalúa con una nota en cada área, y posteriormente proponte dos maneras para ser mejor ejemplo en cada una de estas áreas. 1 2 3 4 5 6 7 Propuesta 1 Propuesta 2 Palabra

X (Ej.) Orar pidiendo a Dios que me ayude a entender aún más las escrituras

(Ej.) Estudiar de manera sistemática la vida y obra de Jesús en los Evangelios.

Conducta

Amor

Espíritu

Fe

Pureza

VI. Amor. Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 1 Corintios 12.31–13.1. La verdad es que todo lo anterior es muy útil y necesario, pero si fuéramos excelentes y prolijos en todos los detalles y tareas, pero el combustible en nosotros que echa a andar todas las cosas no fuera el amor, en vano sería todo. La biblia y la vida nos muestran muchos ejemplos de personas que han logrado grandes cosas, pero nada en ellos ha sido movido por amor. Hay personas que llegan al éxito por mera gloria personal, por querer estar en los grandes lugares, estar en las mejores fotografías, ser coronado de bonitas honras, y sentirse necesario y ver que las demás personas dependen de ellos. La verdad es que uno puede llegar al éxito fácilmente si se lo propone. Pero otra cosa es estar movidos por la pasión y el amor a las personas y a la obra del Señor. Es parecido a lo que le sucede a una persona que va con prisa hacia un lugar, sólo corre y se apresura, saca fuerzas, se arriesga y lucha por llegar a tiempo, y la verdad es



que puede llegar. Pero no disfrutará del viaje, no aprenderá mientras camina, no disfrutará de las personas, ni de los paisajes, ni tampoco podrá apreciar las oportunidades que podrían existir en el camino. Su objetivo de querer llegar le hará perder la pasión y el deleite de viajar. Es muy distinto a una persona que viaja por amor, disfruta cada detalle, camina con pausa, no se quiere perder nada. Aprovecha las circunstancias del camino, si surgen imprevisto los supera, y también disfruta de la compañía. Esa persona al llegar a su destino habrá ganado todo su viaje. Habrá ganado el recuerdo del aroma de los campos y los paisajes en su mente, tendrá historias que contar, habrá hecho amigos y buenos compañeros, esto porque realmente viajo por amor, no mirando tanto el destino, sino el camino que le hizo llegar. Aunque lo anterior tiene mucho sentido y en parte es muy verdadero, lo más importante del amor en la obra del Señor es que es un mandamiento y es la forma en que agrada al padre. Debemos entender que el camino del ministerio juvenil no es nuestro camino, no es nuestro objetivo, ni es por causa de nosotros, sino que es la actitud obediente con la cual glorificamos al padre por causa de su hijo. El apóstol Pablo lo ilustró muy bien. Podemos decir que el apóstol conocía al revés y al derecho la dinámica de la iglesia, era un entendido, ya venía de vuelta, y en sus largos y duros años trabajando por la iglesia se dio cuenta que todo es en vano si no lo hacemos por amor. Es más nos mostró lo miserable que podemos llegar a ser cuando trabajos sin amor. El mencionó al hombre que trabaja sin amor como “un metal ruidoso, como una campana desafinada”. Estimado Jefe de Juventud, si hay algo en lo cual tu puedes ser recordado, no será tu gran carisma, ni tu conocimiento, ni tu forma excelente de hacer las cosas, sino por cuánto amor entregaste a tus jóvenes y a la causa de Cristo. 5. Algunas prácticas que te podrán ayudar.

No pretendemos abarcar todas las buenas prácticas que un jefe de jóvenes pueda llegar a tener. Son demasiadas y tú mismo puedes descubrir otras nuevas. Pero de todas, queremos entregarte algunas que creemos imprescindibles para que te vaya bien y tu ministerio en lo práctico sea más eficaz.

Descubre a padres aliados. Uno de los puntos más importantes y a la vez más descuidados en los ministerios juveniles es la participación de los padres de los jóvenes. Los padres tienen un rol importante en el ministerio juvenil, y pocas veces se echa mano a ello. Muchos ignoran



el desarrollo que podrían tener si tuvieran a los padres de aliados y trabajando junto a los jóvenes. Los padres son ejemplos. Nunca debemos olvidar que trabajamos con preadolescentes, adolescentes y jóvenes, personas que en la mayoría están en constante desarrollo de carácter y en una etapa difícil por las decisiones que se toman. Por lo tanto, debemos preocuparnos de que ellos miren a buenos ejemplos, y que estos nunca les falten. Gran parte de las malas decisiones y conductas provienen de la falta de buenos ejemplos o por la abundancia de los malos. Entonces la tarea es buscar a buenos padres para que participen junto a nosotros en algunas tareas o programas determinados.

7 Beneficios de trabajar con padres en el Ministerio Juvenil: (ojo! Que cuando decimos padres nos referimos a un matrimonio: un hombre con su esposa).

1. Genera seguridad en otros padres, y esto se convierte en mayores permisos. 2. Genera que en el grupo hayan más personas a quien imitar. 3. Realzas la importancia del matrimonio y la familia. 4. Convierte la visión negativa (restrictiva, sin onda, sin preocupación por los

jóvenes, autoridad ciega, etc) que los adolescentes tienen de los padres, por una visión positiva (autoridad responsable, apañadores, preocupados, confiables, etc.).

5. Podrás tener ayuda madura dentro de tu grupo. 6. Podrás tener acceso a críticas maduras y responsables de personas con más

experiencia. 7. Amplías el grupo y pones a más personas a trabajar por el Reino de Dios.

Por último busca a padres que sean verdaderos ejemplos no tan solo para ti como jefes de juventud, o a tus jóvenes, sino para toda la iglesia. A veces cometemos el error de invitar a gente que nos cae bien o que son simpáticas, pero que no tienen las condiciones de ser ejemplos para la juventud. Para evitar esto, es importante la consulta a su pastor.

Identifica una línea de trabajo constante. Una de las peores cosas que podemos hacer es creer que los jóvenes no se dan cuenta de cómo hacemos las cosas. Pensar en realizar cosas a la rápida o sin dedicación muestra mucho de cómo eres tú y cuánta pasión le pones a tu ministerio. Los jóvenes valoran cuando te pones la camiseta. Hay un valor en la vida y del cual puedes sacar muchos beneficios y hasta muchas veces te sorprende con todo lo que puedes alcanzar, ese valor es sencillamente el de



“Hacer las Cosas Bien”. Cuando logras hacer las cosas bien, no tan sólo logras que resulten bien, sino que empiezas a echar andar una serie de consecuencias como; 1. Te tengan confianza para realizar cosas nuevas. Se escucha mucho el reclamo

de jefes de jóvenes acerca de que sus pastores no les permiten realizar nuevas cosas o embarcarse en proyectos fuera de lo común. Y debo decir que la culpa es de los propios jefes de jóvenes, y esto porque en las tareas pequeñas como ser activos en los cultos, llegar a tiempo y simplemente realizar reuniones de jóvenes sin ningún problema, fracasan y no logran la confianza de las autoridades de la iglesia y menos de sus pastores. Y es ahí desde donde debemos partir. No podemos pretender que el gobierno de la iglesia confié en que realizaremos un gran operativo social y evangelístico, o un atractivo y emocionante campamento de fin de año o algo tan común como un paseo a la playa, si por ejemplo no logramos coordinar un trasporte para las reuniones zonales, sumándoles el reclamo de los padres porque sus hijos no llegan a una hora correcta a la casa. Es contraproducente que queramos realizar una mega evangelización si nos es imposible llevar a nuestros jóvenes a la predicación del domingo, ¿no crees?. Por lo tanto, debes entender que muchas veces las negativas de los siervos de Dios son más bien por la poca confianza en ti que por la imposibilidad de tus proyectos. ¡Se fiel en lo poco, y en lo mucho te pondrán!

2. Tus jóvenes querrán participar de los trabajos. Los jóvenes saben muy bien distinguir entre un producto mula o pirata de uno original. Ellos más bien son expertos en eso. Desde pequeños han sido entrenados para ello, al comprar los video-‐juegos, zapatillas y todo tipo de aparatos tecnológicos. Y entienden muy bien a pesar de su bajo costo, que un producto mula dura poco y no conviene. Y al contrario, el original es apreciado, y cuando se obtiene rara vez se comparte. Y ya debes saber lo que quiero decir con esto, ¡sí! Sólo en la medida que ellos vean dedicación, pasión y constancia en tu trabajo, querrán tenerlo y participar de ello.

Constancia y seriedad en tus programas. En relación a lo anterior, hay ciertas prácticas que muestran señales a los jóvenes y que conviene tenerlas en cuenta. La constancia muestra seriedad e inspira confianza. Si programas una reunión para un día sábado a las 17 hrs. y llegando ese día tus jóvenes se preguntan ¿habrá reunión hoy? Déjame decirte que estás en problemas. Esa sola pregunta manifiesta que tus reuniones y programas carecen de seriedad. Y ¡ojo! No hablo de caras enojadas y feas o de reuniones donde la alegría no tenga lugar, sino que, lo que se proponga se lleve a cabo según lo acordado, y no se cambia a último minuto por algún imprevisto de poco peso, o por un quehacer que no se tenía en cuenta, como la hora al dentista, eso no puede suceder. ¡Todo! excepto lo sumamente urgente e importante se subordina a las responsabilidades de tu ministerio. Por lo tanto te aconsejo lo siguiente:



Determina una hora, fecha y lugar para todas tus reuniones de jóvenes. Esto hará que tus jóvenes no tengan que estar memorizando todas las semanas la hora y fecha de tu próxima reunión. Sino que van a saber por adelantado cuándo y dónde será, y destinarán sus actividades personales para otros días. Por ejemplo, en mi iglesia local realizamos todas las reuniones de jóvenes siempre los terceros sábados del mes a las 18 hrs. en un salón que está en el segundo piso. Esto hace que me evite hacer una reunión para avisar sobre la reunión. Sino que basta con un simple recordatorio. Y tampoco tengo que estar en la puerta avisando que es en el segundo piso, sino que ellos por si solos suben al llegar. Además, logra claridad y coordinación con otros cuerpos. Los ciclistas, por ejemplo, realizan sus reuniones el 4to. sábado y el coro ensaya el 2do. Sábado. Por lo tanto, siempre tenemos todo los instrumentos y herramientas a nuestra disposición. Que tus jóvenes sepan a qué van. Otra cosa importante es que tus jóvenes tengan una idea clara de lo que se hace en una reunión de jóvenes. Es ideal que en tus programas o reuniones los elementos sean seguros y haya también un pequeño porcentaje para la sorpresa o algo nuevo. Por ejemplo, que la predicación siempre sea por una o dos personas predeterminadas, así los jóvenes no tendrán miedo a que los saquen en el mismo momento a predicar, lo mismo sucede con las alabanzas y la adoración. Y esto por dos cosas: primero, porque hace que tus jóvenes vayan preparados para realizar cada tarea; como llevar la Biblia o un Lápiz. Por ejemplo, si en algunas reuniones de jóvenes no hay predicación o lectura de la palabra, hará que en otras reuniones en que si las haya, tus jóvenes no lleven su biblia. Segundo, les hará tener confianza para invitar a nuevo amigos. Muchas veces a los jóvenes le da miedo llevar amigos a las reuniones de jóvenes porque creen que algo raro podría suceder, o que sus amigos se podrían sentir incomodos por alguna idea extraña que tuvo el jefe de jóvenes de un instante a otro, por lo tanto, evita todas estas cosas. Hazlos sentir seguros y cómodos como en casa. Deja de hacer y tómate tiempo para escuchar. La importancia del trabajo arduo y constante en el ministerio juvenil es importantísima. Pero no por eso debemos cometer el error de dejar de lado tareas fundamentales. ¡No te confundas! El ministerio juvenil no sólo es un espacio para desarrollar actividades y llevar a cabo programas, sino también un medio donde los jóvenes puedan encontrar buenos amigos, buenos consejos, y un buen lugar para ser escuchados y acogidos. Hoy es preocupante la escases de espacios de confianza que tienen los jóvenes en sus propias familias. Es muy probable que un porcentaje considerable de los jóvenes de su iglesia no tenga espacios de conversación y apoyo en sus casas, colegios, trabajos, etc., y que además no lo tengan en la iglesia ¡es demasiado!. Te aconsejamos 3 cosas:

1. Al iniciar las reuniones dales un tiempo para comentar su semana, agradecer a Dios o simplemente comentar algún suceso.

2. Háblales durante la semana, que no crean que sólo les interesas cuando deben asistir a una reunión o hacer algún trabajos.



3. Date un tiempo o espacio para compartir con ellos, pídeles compañía al hacer alguna compra o algún trabajo en la iglesia, genera espacios de confianza.

4. Simplemente escúchalos más y reflexiona en lo que te dicen. Estimado hermano, como mencioné en el principio, las buenas conductas son muchas, y usted a medida que pasa el tiempo en la obra del Señor irá ganando muchas más. Pero sin duda, cada una de las que mencionamos en este material, ayudarán a complementar su ministerio para un mejor provecho. Sin embargo, esperamos en Dios, que por sobre todo esfuerzo propio, de Él venga toda gracia y sabiduría. ¡Dios le Bendiga!

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