Upload
dodat
View
223
Download
2
Embed Size (px)
Citation preview
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE TEOLOGÍA
EL VALOR DEL MARTIRIO EN GUATEMALA,
ESPECIALMENTE EL DEL SACERDOTE EUFEMIO HERMÓGENES LÓPEZ CUARCHITA
TESIS
EDWIN GERARDO RODRÍGUEZ VELÁSQUEZ
Carné: 13362-07
Guatemala, febrero de 2012 Campus Central
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE TEOLOGÍA
EL VALOR DEL MARTIRIO EN GUATEMALA, ESPECIALMENTE EL DEL SACERDOTE EUFEMIO
HERMÓGENES LÓPEZ CUARCHITA
TESIS
Presentada al Consejo de la Facultad de Teología
Por:
EDWIN GERARDO RODRÍGUEZ VELÁSQUEZ
Previo a conferírsele el grado académico y título profesional de: LICENCIADO EN TEOLOGÍA
Guatemala, febrero de 2012
Campus Central
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
Rector P. Rolando Enrique Alvarado López, S.J.
Vicerrector Académico Dra. Lucrecia Méndez de Penedo
Vicerrector de Investigación y Proyección P. Carlos Cabarrús Pellecer, S.J.
Vicerrector de Integración Universitaria P. Eduardo Valdés Barría, S.J.
Vicerrector Administrativo Lic. Ariel Rivera Arias
Secretaria General Licda. Fabiola de la Luz Padilla
CONSEJO DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA
Decano M.A. Rodolfo Alberto Marín Angulo
Secretario Lic. Guillermo Enrique Téllez
Director del ICCRE Lic. José Antonio Revuelta, F.S.C.
Directora Licenciatura en Teología M.A. María de la Luz Ortiz Martínez
Director del Diplomado en Teología Lic. Francisco Romero González
Director del Profesorado en Filosofía M.A. Agustín Maté Mansilla
ASESORA DE TESIS
H. Santiago Otero Diez, fms
REVISOR DE TESIS
MA. Herbert Álvarez
4
5
6
AGRADECIMIENTOS
A DIOS:
Por darme la vida y encontrar en él una fuerza inagotable para amar y servir a los
demás.
A MI ESPOSA: ANA MARIA HERNANDEZ MARTINEZ
Por su cariño y apoyo incondicional a lo largo de mi carrera.
A MI HIJO: EDWIN FRANCISCO RODRIGUEZ HERNANDEZ
Que es mi orgullo y mi fortaleza, ya que sé con certeza que ha logrado alcanzar
sus sueños y sus realidades a través de su esfuerzo, lucha y vivo ejemplo de sus
padres.
A MIS PADRES: FRANCISCO RODRIGUEZ VASQUEZ Flores sobre tu tumba y
desde el cielo está feliz por este logro que el siempre soñó para un hijo, MARIA
CRUZ VELASQUEZ DE RODRIGUEZ por su cariño brindado y sus primeras
enseñanzas en el amor a Dios, educándome en el amor y la honestidad.
A MIS HERMANOS: ALVARO Y DONALD
Con la certeza que están siempre conmigo
A MIS HERMANAS: ELVIA, ALICIA Y MAYRA
Con todo el amor que les tengo
AL HERMANO SANTIAGO OTERO DIEZ, FMS
Por su amistad y dedicación en la asesoría de mi tesis
A MIS COMPAÑEROS DE LA LICENCIATURA EN TEOLOGÍA Gracias por su amistad y los momentos compartidos.
A MIS AMIGOS Y COMPAÑEROS: NELSON CACERES, MARIO CHOJOLAN,
NERY LIKE, ANGEL PAIS,
Por el apoyo en la elaboración de mi tesis y de estudios.
7
Dedicatoria Especial a:
OTTO FERNANDO CORZO PEDROZA, Q. E. P D.
Asesinado el día que me encontraba trabajando esta tesis, fue muerto a balazos
por unos asaltantes que golpeaban a una señora indefensa y que él defendió con
su propia vida en la parada de la Ruta 83, Colonia 30 de junio de la zona 6 de la
Ciudad Capital.
Nació el 27/10/1991 y murió el 14/11/2011
Un mártir mas que dio su vida por defender a un ser humano indefenso y de
avanzada edad.
Mi eterna gratitud por este gesto de humanidad demostrado por mi amigo Otto,
que Dios perdone a los asesinos que truncaron una vida de un joven de tan solo
20 años, lleno de vida y con un futuro promisor por delante.
ÍNDICE
8
CONTENIDO PÁGINA
INTRODUCCIÓN............................................................................................. 11
CAPÍTULO I
Historia del Martirio en Guatemala desde la época de la conquista basada en el sufrimiento de un pueblo.
…………………………………………………………………............................... 21
CAPÍTULO II
Existe un desconocimiento de los conceptos fundamentales de la teología de la espiritualidad y el martirio de acuerdo a la Tradición y Magisterio de la Iglesia. ¿Cómo remediar esta gran laguna en el pueblo cristiano?
……………………………………………………………………………………….. 29
CAPÍTULO III
Escaza formación de los principios teológico-bíblicos que se desprende del martirio de la vida de Jesús, y los primeros cristianos.
……………………………………………………………………………………….. 38
CAPÍTULO IV
Abusos de modelos masoquistas, espirituales e influencias para canonizar la vida de cristianos.
……………………………………………………………………………………….. 45
CAPÍTULO V
Excesivo lenguaje de las florecías entorno a la vida de los santos.
……………………………………………………………………………………….. 55
9
CAPÍTULO VI
La opción por los pobres signo de martirio.
……………………………………………………………………………………….. 56
CAPÍTULO VII
Referencias de los documentos del Magisterio de la Iglesia respecto al martirio.
……………………………………………………………………………………….. 61
CAPÍTULO VIII
Desconocimiento de las causas históricas sobre el martirio del Padre Hermógenes López Coarchita.
……………………………………………………………………………………….. 67
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.................................................. 73
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................ 76
10
RESUMEN
Durante el desarrollo del presente trabajo titulado EL VALOR DEL MARTIRIO EN
GUATEMALA, ESPECIALMENTE EL DEL SACERDOTE EUFEMIO
HERMÓGENES LÓPEZ CUARCHITA manifiesto que el punto más importante es
que todos los bautizados debemos de asumir nuestra responsabilidad como tales,
no importa en qué ámbitos nos movamos, estamos llamados desde nuestra
condición de laicos a buscar el bien común para todos.
Asumir el martirio y vivirlo desde la familia, como consta en el presente informe. El
martirio es el camino del cristiano comprometido, debe morir a su orgullo, a su
pasividad, dejar por un lado las ideologías y trabajar en la transformación de un
país sin buscar intereses personales y ser un vivo testimonio del amor de Dios; ver
en los demás el rostro sufriente de Jesús y ayudarlos a vivir como seres humanos.
El ejemplo de este gran sacerdote nos enseña cómo debemos asumir nuestro
compromiso como bautizados, nos dejo un gran legado de como difundir el
evangelio a aquellos que no tienen esperanza en la vida, hacer algo por ellos para
que sepan de que Jesús existe, que vean en nosotros su rostro misericordioso.
Que la presente investigación sea una ofrenda sobre la tumba de muchos
mártires, pero en especial a aquellos que solo son recordados por Dios y que
están inscritos en el libro de la vida
11
INTRODUCCION:
Discípulos y misioneros son dos términos que mutuamente se reclaman;
históricamente hemos podido comprobar que la puesta en práctica de tales ejes
del evangelio, como dimensiones concretas en las que se desarrolla la marcha de
la iglesia local en Guatemala, pueden llevar, y de hecho han llevado a muchos
cristianos a arriesgar su vida y hasta derramar su sangre a causa de la fe que
profesan, como praxis del proyecto de Jesús, que no es otro que la realización del
reino de Dios.
De este modo, las comunidades eclesiales en Guatemala se han visto
confrontadas con la realidad del martirio de unos o varios miembros de las
mismas, desde catequistas o directivos, hasta religiosos o sacerdotes, que han
sido víctimas de un sistema contrario a los valores del evangelio, marcados en la
vida de la iglesia.
El siglo XX en Guatemala fue un siglo de muchos mártires, algunos nombres han
sido reconocidos, otros muchos son conocidos solo por el Señor, pero el
anonimato no es su lugar. El Papa Juan Pablo II invitaba a que su testimonio no se
olvidara; “Es preciso que las iglesias locales hagan lo posible por no perder el
recuerdo de quienes han sufrido el martirio, recogiendo para ello la documentación
necesaria”
Si el Papa hace esta petición es porque realmente los mártires juegan un papel
muy importante en la Iglesia Católica; es digno reconocer el testimonio cristiano
que tantos hombres y mujeres esparcieron en nuestra geografía, las semillas del
evangelio,: su ejemplo de vida y santidad constituyen un regalo precioso para el
camino creyente de los guatemaltecos, con valentía han perseverado en la
promoción de los derechos de las personas, fueron penetrantes en el
discernimiento crítico de la realidad a la luz de la enseñanza social de la Iglesia y
creíbles por el testimonio coherente de sus vidas, el hombre contemporáneo
12
escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si
escuchan a los que enseñan es porque dan testimonio. 1
El valor del martirio lo señaló claramente el Concilio Vaticano II al reconocer: “Por
el martirio, el discípulo se hace semejante a su maestro, que aceptó libremente la
muerte para la salvación del mundo y se identificó con él derramando su sangre”;
por eso la iglesia considera siempre al martirio como el don por excelencia y como
la prueba suprema del amor.
El martirio significa la opción más radical por Jesucristo, el mayor acto de amor a
los hombres, el signo más claro de madurez en la fe de una persona y de una
comunidad. Que toda la sangre derramada sirva para que nuestra Guatemala sea
distinta, como la que soñó el sacerdote Eufemio Hermógenes López Coarchita.
Por tanta sangre derramada de sacerdotes, religiosas, hombres, mujeres y niños,
la palabra martirio adquiere una singular actualidad entre nosotros, el compromiso
de anunciar el evangelio nace de la fe y se prolonga en la caridad esperanzada en
la búsqueda de una tierra y unos cielos nuevos donde habite la justicia.
“Qué hermosos son sobre los cerros los pies del mensajero que anuncia la paz,
que trae la buena nueva y anuncia la victoria” (Is. 52,7). Todos los mártires
hicieron suyas las palabras de quienes enviaron a enseñar el evangelio haciéndolo
con prontitud; esta actitud es propia de la gente humilde. Es por eso que la
mayoría de mártires son indígenas, campesinos, hombres y mujeres que vivían
de la tierra como jornaleros. Hacer memoria de su entrega, más que una tesis,
1 Conferencia Episcopal de Guatemala. (2007). TESTIGOS FIELES DEL EVANGELIO. Ed. San
Pablo, Guatemala p. 17 - 30
13
pretendo hacer una contemplación, meditativa, porque el martirio es como un
misterio, se respeta, se celebra y agradece como don de Dios, el cual que acerca
también al misterio de cada ser humano, al sentido último de la vida. Estos
hermanos nuestros tan humildes y desposeídos de bienes temporales, son
gigantes en el amor y la fe; han sido verdaderos anunciadores del evangelio.2
Los catequistas, sacerdotes y obispos asesinados, forman parte de una iglesia
que ha sido perseguida. La historia a nivel mundial demuestra que muchos
católicos han muerto a manos de grupos como el nazismo, los grupos islámicos
o regímenes contrarios; ¿cómo en Guatemala puede ser esto posible si no
somos un país pagano? Sin embargo durante los últimos años han existido
muchos mártires bajo formas más sutiles, los acusaron de diversas formas, pero
nunca se encontró una causa justificable para asesinarlos, únicamente su interés
de buscar el bien para la humanidad.
Los mártires de Guatemala nunca pensaron que fuera un riesgo vivir el evangelio,
pues lo consideraron un don preciosísimo y la prueba suprema de amor.
Recibiendo de Dios esa fuerza para cada día morir por su causa, no escucharon
consejos de parte de gente prudente dentro de la misma Iglesia, quienes
aconsejaban que dejasen inclusive su parroquia, como fue el caso del Padre
Hermógenes, a quien vigilaban muy de cerca de la casa parroquial, llegando
hombres fuertemente armados a intimidarlo, hasta que estos planes macabros se
hicieron realidad el 30 de junio de 1978.
2 Ibid, p. 18, 32
14
Hay que reconocer que el martirio en Guatemala es un lugar teológico, los
seguidores de Jesús hicieron su proyecto de vida siguiéndolo hasta la Cruz,
dándonos un verdadero ejemplo de su servicio en el anuncio del evangelio.
“Cuando el cordero abrió el quinto sello, vi con vida debajo del altar a los que
habían sido asesinados por la palabra de Dios y por el testimonio que habían
dado” (Ap, 6,9).
El testimonio valiente de estos hermanos me alentó a escribir sobre este tema,
animado por las Sagradas Escrituras y por el apoyo recibido de la iglesia,
especialmente por el Papa Juan Pablo II, recordando las palabras que escribe a
los obispos de Guatemala en 1984:
“Cuando la historia más reciente de vuestra iglesia sea presentada a las
generaciones futuras ¿será posible dar a conocer en sus páginas la larga lista de
nombres de tantos catequistas, generosos sembradores de la Palabra de Dios,
que en el cumplimiento de su misión cayeron víctimas del odio fratricida?”
Este es un motivo muy fuerte para hacer esta tesis, que sirva como una ofrenda
sobre la tumba de muchos mártires, que son conocidos en base a testimonios de
gente que los conoció, pero en especial a aquellos que solo son recordados por
Dios y que están inscritos en el libro de la vida. 3
En algún momento al escribir no pude evitar que los ojos se me llenaran de
lágrimas, al pensar que lo más preciado que hemos recibido de Dios es la vida y
que mi madre haya tenido ese cuidado maternal desde que salí de su vientre
que nada ni nadie me hiciera daño, pues era parte de su ser. Nace de aquí la
inquietud de investigar por qué hay seres humanos que ofrendan lo más preciado
3 Ibid, p. 42
15
que Dios ha otorgado a la humanidad, los mártires por amor a los demás han
muerto para que otros vivan. En esta investigación intentaremos dilucidar de
donde obtienen esa fuerza que los motiva. Inicio con una breve historia del
pueblo sufriente de Guatemala, porque desde la conquista hemos arrastrado una
vida de martirio que parece no terminar y que ha dejado sus huellas en
sacerdotes, religiosos y muchos laicos que han derramado su sangre por defender
los intereses de los más desposeídos y desvalidos de nuestra sociedad. Son
estos los que al final sufren las consecuencias de los intereses mezquinos de los
poderosos, invasores, políticos corruptos y todos los malos guatemaltecos y
extranjeros, que solo velan por sus intereses, los cuales generan muerte, siendo
responsables de tanta sangre derramada por muchos hermanos nuestros.
Es un grupo muy numeroso de personas que como la muchedumbre del libro
sagrado a lo largo de la historia provocan interrogantes en nuestra vida e
interpelan el caminar de nuestra iglesia.4
El tema del Martirio en Guatemala no es un tema de moda, ¿cómo se puede ser
cristiano en un mundo tan miserable como el actual? Surgen entonces reacciones
como la que me motivó a escribir sobre el martirio. Si realmente quisiéramos en la
actualidad una vida digna para todos, deberían existir gran cantidad de mártires
dando su vida a causa de las injusticias del mundo actual. Existe un gran
desconocimiento de la vida de los mártires en Guatemala, esto puede ser un
motivo por el cual no haya personas que realmente se comprometan con
causas como la de buscar un mundo más humano, que exista igualdad en todos
los ámbitos de la vida, y esto como fruto de la práctica de la fe y el amor.
4 Ibid, p. 237
16
Al elegir este tema de investigación lo hice con la intención de aumentar la
información relacionada con el Martirio en Guatemala, enfocado en el ejemplo del
sacerdote Eufemio Hermógenes López Coarchita, para que su legado no quede
en el olvido, ya que es un prototipo de mártir en Guatemala digno de imitar. El
motivo principal de la tesis es que vivió el evangelio y se convirtió en un nuevo
mártir para Guatemala.5 Fue muy coherente con lo que dice el evangelio y dio
testimonio de vivir y morir por él, nunca fue indiferente con lo que le sucedía a
sus “pínulas”, como él llamaba a sus feligreses de la Parroquia de San José
Pínula.
Por esto y muchas cosas más es importante recordarlo, porque no morirá si el
pueblo no lo olvida. Son las comunidades donde cada mártir ha dejado huellas
quienes deben mantener viva la inquietud de recoger todos los testimonios para
que esos seres que han muerto a causa de su fe y caridad, vivan en la memoria
de chicos y grandes: Su ejemplo debe servirnos para luchar siempre por una vida
justa y digna para todos.
Detrás del nombre del Padre Hermógenes hay un rostro, una historia, un
compromiso de fe, un testimonio de vida, un discípulo de Jesús, este es otro
motivo más para tratar su vida. Desde niño mostró mucha humildad y una fuerte
tendencia al sacerdocio; definitivamente que fue en su familia donde nació esta
vocación de un verdadero amor a Dios y hacia los demás. Conozco a su familia y
se puede decir que económicamente eran estables. ¿Como un joven con todas las
comodidades renuncia a éstas y se entrega de lleno a la vida sacerdotal? es algo
que no se puede entenderse fuera del Espíritu Divino.
Estoy plenamente convencido de que el padre Hermógenes nunca esperó ser
recompensado por su entrega al martirio, pero me conforta la palabra de Dios al
17
expresar “Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría
contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el
Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Uno de los
Ancianos tomó la palabra y me dijo: Esos que están vestidos con vestiduras
blancas ¿quiénes son y de dónde han venido? Yo le respondí: Señor mío, tú lo
sabrás, me respondió: Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado
sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero. Por eso están
delante del trono de Dios, dándole culto día y noche en su Santuario; y el que está
sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed;
ya no les molestará el sol ni bochorno alguno. Porque el cordero que está en
medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la
vida. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos” (Ap 7, 9.13-17.)
Basado en esta cita bíblica deduzco que el padre Hermógenes no necesita ser
canonizado y ser llamado santo por la iglesia, desde que dejó este mundo Dios lo
tiene en lugar muy especial intercediendo por todos nosotros y especialmente por
sus “pínulas”.
18
PLAN DE ESTUDIO:
El presente estudio consta de los siguientes capítulos:
Primero: Se refiere a la Historia del Martirio en Guatemala, desde la época de la
conquista, basado en el sufrimiento de todo un pueblo.
Segundo: Existe un desconocimiento de los conceptos fundamentales de la
teología de la espiritualidad y el martirio de acuerdo a la Tradición y Magisterio de
la Iglesia. ¿Cómo remediar esta gran laguna en el pueblo cristiano?
Tercero: Se refiere a la escasa formación de los principios teológico-bíblicos que
se desprenden del martirio, de la vida de Jesús y los primeros cristianos.
Cuarto: Trata lo referente a los abusos de modelos masoquistas, espiritualistas e
influencias para canonizar la vida de cristianos.
Quinto: El excesivo lenguaje de las florecillas entorno a la vida de los santos.
Sexto: La opción por los pobres signo de martirio.
Séptimo: Referencias de los Documentos del Magisterio de la Iglesia respecto al
Martirio.
Octavo: Desconocimiento de las causas históricas sobre el martirio del Padre
Hermógenes.
19
Marco Teórico o conceptual:
A la luz de lo anteriormente expuesto, queremos centrarnos en el estudio del
objetivo que pretendemos, a partir de las siguientes dimensiones: Dimensión
bíblica del martirio, Realidad martirial o de persecución, Incidencia Eclesial,
Mártires en la iglesia, Mártires por el reino de Dios.
Planteamiento del problema:
La vida del padre Hermógenes López constituye una fuente de inspiración para
recuperar una autentica espiritualidad martirial en medio de la persecución
institucional contra la Iglesia, en años pasados.
El desconocimiento de la espiritualidad martirial a partir de la praxis de la vida de
Jesucristo y los santos de la Iglesia Católica, es debido a la poca formación
crítica y catequética sobre la vida histórica de los mártires particularmente del
Padre Hermógenes, a nivel arquidiocesano.
Objetivos:
General
Mostrar el origen del martirio desde sus fundamentos bíblicos y teológicos, a partir
del testimonio del sacerdote guatemalteco, Eufemio Hermógenes López
Coarchita, y recapitular la fuerza de tales hechos para la transformación de las
dinámicas de trabajo pastoral de la misma iglesia.
Específicos
Mostrar que al Martirio del Padre Hermógenes no se le ha dado el valor real,
como llamada y desafío para los cristianos, hoy.
20
Que los mártires han marcado el paso para ejemplificar la vida digna de los
cristianos y de todo ser humano que busque el bien, la verdad y la justicia.
Metodológicamente queremos partir de los hechos ya discernidos por la iglesia, y
que nos ofrecen propuestas históricas sumamente elocuentes, que podemos
colocar en el caudal de la tradición de nuestra iglesia y que reproducen prácticas
genuinas de los mártires de la primitiva iglesia.
21
CAPITULO I
Historia del Martirio en Guatemala desde la época de la conquista basada en
el sufrimiento de un pueblo.
Nuestro Mártir nació y vivió en Ciudad Vieja, como actualmente se conoce.
Fue fundada en el año de 1527 en el valle de Almolonga y fue la Segunda Capital
del Reino de Guatemala, un pedacito de tierra de un país llamado de la eterna
primavera; que desde la conquista española hasta nuestros días, viene
arrastrando una extensa historia de sufrimiento y de dolor, por negarse a callar y
a morir en sumisión a la esclavitud por lo que podría llamarse el país de la eterna
impunidad, al quedar impunes muchas muertes cometidas contra integrantes de
la Iglesia en Guatemala.6
Es importante conocer el pasado para poder entender la lucha incesante a lo largo
de la historia de nuestros mártires, los cuales desde la conquista mostraron una
fuerte resistencia a ser conquistados. Los pueblos mayas en 1524 fueron
invadidos por soldados de don Pedro de Alvarado, que según los testimonios
mayas de la época fue cruel entre los crueles, aprovechándose de la falta de
unidad entre las distintas etnias existentes en aquel tiempo. La resistencia puesta
por los indígenas no fructificó tomando en cuenta la superioridad militar de los
castellanos que muy pronto conquistaron sus tierras, su ideología, su cultura, su
libertad y sobre todo la soberanía.
6 BERMUDEZ LOPEZ, Fernando (2000). SEMILLAS DE SANGRE. Mártires de la Diócesis de San
Marcos. Litografía Nawal Wuj San.Marcos, p. 17-19
22
Ante tal situación de esclavitud se esperaba una reacción de la Iglesia de ese
tiempo, sin embargo ésta guardó silencio y no hubo muchos pronunciamientos, a
excepción de los insignes fray Bartolomé de Las Casas y el obispo Francisco
Marroquín y otros más. Los conquistadores se apropiaron de las tierras y
sometieron a todos los indígenas a su régimen. Durante los 300 años que duró la
colonia, los indígenas no se daban por vencidos ante el desalojo y la explotación
de sus propiedades y en numerosas rebeliones mostraron su espíritu de lucha
por defender su cultura, su tierra y su libertad, aunque esto les significara la
muerte, pues esto terminó en numerosas masacres las cuales se dieron de forma
masiva.
Cada 15 de septiembre veo cómo nuestra identidad cae por los suelos y es
pisoteada, se nos olvida toda la opresión y discriminación que hemos tenido a lo
largo de la historia. Es repugnante que en las escuelas; incluso indígenas, los
niños integren las famosas bandas de guerra celebrando la independencia, a lo
cual me pregunto, ¿qué independencia? Esta independencia fue un triunfo del
proyecto político de los criollos. La misma no trajo ningún beneficio para los
indígenas, todo lo contrario, se dieron nuevas formas de explotación y despojo.
La situación no cambió a pesar de las reformas liberales que trataban de
sacudirse el poder político, dominado todo ese tiempo por familias desciendes de
los conquistadores.
El país salió de esta situación para caer en dictaduras militaristas, los indígenas
fueron despojados de sus mejores tierras y obligados a trabajar en fincas
cafetaleras que eran de su propiedad. En esta época el general Justo Rufino
Barrios desato una fuerte persecución contra la Iglesia católica en Guatemala y
por primera vez aparecieron las iglesias protestantes, como forma de dividir a los
chapines con la idea de aplicar el famoso dicho que dice, “divide y vencerás”
23
Los indígenas siempre han sufrido represiones con mucha crueldad y fue en la
dictadura del general Jorge Ubico (1931-44) quien con lujo de autoritarismo les
impuso trabajo forzado, creó una política secreta para controlar y evitar la
oposición de éstos por medio del secuestro y asesinato. En este régimen fue
creado el reclutamiento forzado y discriminatorio para el servicio militar, para
reclutar a los jóvenes en las áreas rurales y el campo, fueron designados los
comisionados militares entre la población civil. La iglesia seguía sin pronunciarse
en relación a estos atropellos en contra de los indígenas y de los marginados.
Años después, el Sacerdote Eufemio Hermógenes López Coarchita, desde su
condición de párroco de San José Pínula escribe en una carta abierta de fecha 29
de junio de 1978, al presidente de la República, general Eugenio Laugerud
García y, le solicita que no continúe con el reclutamiento forzoso y discriminatorio
para los jóvenes de San José Pínula. 7
Por el poder prepotente de ciertos sectores políticos como la oligarquía, el pueblo
se organiza y en la revolución de octubre de 1944 se consiguen logros
importantes para la nación, como el derecho de voto a los analfabetos. En 1945
se llevan a cabo las primeras elecciones libres desde la época de la conquista. Se
llevo acabo la reforma agraria y con esto se recuperó parte de las tierras robadas
a los indígenas. El gobierno de los Estados Unidos ve un peligro latente en esos
logros en el país y considera a Guatemala comunista y en complicidad con
algunos militares y terratenientes guatemaltecos, crean un proyecto de
intervención. Las autoridades eclesiásticas representadas por el arzobispo
Mariano Rossell Arellano mantuvieron una postura contendiente frente a las
reformas de Arbenz, por considerarlas de índole comunista, favoreciendo de esta
manera a la intervención contrarrevolucionaria.
7 Conferencia Episcopal de Guatemala. (2007). TESTIGOS FIELES DEL EVANGELIO. Ediciones
San Pablo, Guatemala. p. 83
24
Guatemala quiso dar un ejemplo para toda América Latina de democracia,
queriendo dar a entender que por él medio pacífico era posible un cambio hacia la
democracia, pero lamentablemente los Estados Unidos, la oligarquía y sectores
de la Iglesia Católica no respetaron el proceso democrático. A raíz de la postura
de las partes antes mencionadas, surgieron grupos de rebeldes que
posteriormente se multiplicarían por todo el país. Esto trajo consigo el
derramamiento de mucha sangre por defender los intereses de un pueblo sufriente
que desde la época de la conquista sufre los embates de los más poderosos, que
siguen dejándonos sin identidad, se siguen llevando nuestros tesoros, nuestros
recursos naturales, como el caso de las minas en la actualidad.
Por si todo esto no fuera suficiente, nuestro país entra en una lucha entre
hermanos, pues los militantes de la guerrerilla eran en su mayoría indígenas y por
el otro lado, el ejército también era integrado en su mayoría por estos
compatriotas que lucharon por causas distintas. Una gran oscuridad invadió a
Guatemala, pues hubo mucha persecución contra catequistas, sacerdotes,
campesinos y obreros, la tierra se dividió otra vez entre los terratenientes y los
Estados Unidos. Se disolvieron muchos sindicatos, se prohibió la lectura de
algunos libros, en sí, fue un duro golpe a nuestra cultura y la incipiente
democracia.
En este ambiente y con el afán de terminar con la represión surgen grupos
clandestinos, como las FAR, EGP, ORPA, PGT, todas estas agrupaciones
culminan en 1982 con una sola organización y la denominan Unidad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). El ejército se ve presionado y los
Estados Unidos envían a los soldados boinas verdes como apoyo para el combate
de estos
25
grupos insurgentes, la violencia alcanzó un índice inconcebible de asesinatos
selectivos en contra de sindicalistas, estudiantes y muchos dirigentes políticos de
izquierda.
Mientras sucedía esa revuelta seguían ausentes los derechos económicos y
sociales del pueblo, se incrementó la desnutrición infantil, el analfabetismo. Los
reclamos populares eran acallados violentamente. En el mes de mayo de 1978
durante el régimen a cargo del general Eugenio Laugerud García se llevo a cabo
la masacre de Panzós, donde murieron más de120 personas, entre hombres,
mujeres y niños indígenas q`eqchies.8
A finales de la década de los setenta e inicio de las ochenta fueron años de terror,
a diario aparecían torturados, la guerrilla ganaba terreno y el ejército los combatía.
Guatemala entró en una indiscutible circunstancia de polarización política extrema,
La situación actual es parecida a ésta, con la única diferencia de que en ese
tiempo un sector luchaba por un ideal.
Los militares dominaban el poder en todo este tiempo, entre ellos los generales
Romeo Lucas García y Efraín Ríos Montt. Se crearon, con el asesoramiento de
especialistas norteamericanos, las patrullas de autodefensa civil, con base a la
experiencia que habían tenido en Vietnam. Lo anterior trajo más enfrentamientos
y destrucción entre el mismo pueblo. Alrededor de un millón de campesinos fueron
obligados a integrar las PAC, quienes fueron responsables directos de muchas
masacres en todo el territorio. Cuando se llevó a cabo la política de Tierra
arrasada impuesta por el general Ríos Montt, el objetivo era erradicar por
8 Op. Cit, p.27
26
completo a la guerrilla, para esto fueron incendiados pueblos completos; ríos,
arroyos y pozos de agua envenenados, hombres, mujeres y niños ametrallados,
poblaciones enteras bombardeadas. Los resultados de este conflicto fueron
fatales: 448 aldeas de la geografía guatemalteca desaparecieron, 14,000 muertos
(hombres mujeres y niños), un millón de desplazados internos, de estos 30,000
viviendo en la montaña bajo los árboles, más de 150,000 refugiados en países
vecinos.9
En el desarrollo de este tema hago mención que desde la conquista de nuestro
país, los indígenas han sufrido de manos de los poderosos. En esta época de
conflicto solo cambió de nombre la nación opresora, pues cuando los Estados
Unidos observó que el general Ríos Montt ya no era de su interés por su
descrédito internacional, se inventaron otro “golpe de estado” llegando al poder
otro general. Era el turno de Mejía Víctores. En el gobierno anterior era ministro de
la defensa y la crueldad siguió en su mandato: fueron asesinados más de 3,000
guatemaltecos, un sacerdote y muchos catequistas de la Iglesia.
Por denunciar todos estos atropellos y por buscar esclarecer la justicia, Monseñor
Juan Gerardi Conedera se convirtió en el mártir de la verdad y de la paz. Por
pronunciarse muchas veces a favor de los desposeídos y por su compromiso con
la verdad estuvo en el exilio y a su regreso coordina el proyecto de la
recuperación de la memoria histórica (REMHI), con el único fin de ayudar a dar
acompañamiento y brindar apoyo para el redescubrimiento de la dignidad y
sanar cicatrices que dejó la guerra. Esta guerra duró más de 30 años.
Esta breve reseña la considero necesaria para entender la vida de los mártires. El
fin del conflicto armando interno culmina con la firma de paz. Una paz firme y
9 Op. Cit, p.28
27
duradera, que solo el nombre y en documentos se ha quedado pues siguen los
pueblos marginados, olvidados, vienen y van gobiernos y nunca ha existido un
verdadero diálogo que termine con la intolerancia, la confrontación ideológica y
armada.
La Conferencia Episcopal de Guatemala en un mensaje de la comisión de
Educación y de la Parroquia Universitaria a los alumnos de secundaria y
Universidades de Guatemala, efectuado en enero de 1980, les informa que la
violencia no es cristiana y condena todos los métodos contrarios de la plena
realización humana, exhortándolos a buscar medios que puedan ayudar a los
demás que no sea la violencia. La iglesia de esos años estaba preocupada porque
de estos centros de educación salieron muchos militantes rebeldes, que lucharon
por una justicia de igualdades sociales.
Bajo el lema de “Violencia engendra más violencia”, intentaron enviar un mensaje
como apagafuegos para evitar que estos jóvenes tomaran la justicia por sus
manos, pues en ese tiempo las manifestaciones eran de destruir el patrimonio de
los poderosos. Pedían no hacer alborotos pues estos restaban horas de trabajo
productivas y también horas de estudio, esto aumentaba el temor y disminuía las
oportunidades de trabajo lo cual influía en los salarios que de por sí, eran muy
bajos.10
La violencia es un contrasentido para aliviar el dolor de los otros y causa dolor a
otros; en este tiempo a todos dolía la pobreza en que vivían tantos hermanos
nuestros y confieso que yo estuve a punto de enrolarme en grupos insurgentes
10 Conferencia Episcopal de Guatemala. (1997). AL SERVICIO DE LA VIDA, LA JUSTICIA Y LA
PAZ.. Ed. San Pablo, Guatemala, p.251
28
para aliviar y ayudar a tantos hermanos que sufrieron los embates de la lucha
armada que duró 36 años.
Hago referencia de este mensaje para situarnos en la época que sucedió la
muerte del Padre Hermógenes y saber en qué ambiente estaba el país.
29
CAPITULO II
Existe un desconocimiento de los conceptos fundamentales de la teología
de la espiritualidad y el martirio de acuerdo a la Tradición y Magisterio de la
Iglesia. ¿Cómo remediar esta gran laguna en el pueblo cristiano?
La vida del padre Hermógenes constituye una fuente de inspiración para
recuperar una auténtica espiritualidad martirial, que brota del evangelio y de las
comunidades cristianas que asumen la causa de Jesús.
El desconocimiento de la espiritualidad martirial desde la vida de Jesucristo y los
santos de la Iglesia Católica es debido a la poca formación crítica catequética
sobre la vida histórica de los mártires particularmente del Padre
Hermógenes, a nivel arquidiocesano.
Una auténtica espiritualidad es la que lleva al cristiano a dar la vida por los demás,
el mártir es un testigo del amor y con su testimonio conforma la verdadera fe. Esta
la demuestra defendiendo con su vida a los que ama. Podríamos confundirnos al
decir que al principio toda la iglesia fue mártir. Hay que distinguir que en esta
primera época, debido al fuerte impulso de los misioneros toda la iglesia fue
perseguida. En las santas escrituras hay muchos ejemplos de martirio, pero uno
que me impacta quizás por el tiempo y porque fue el primer mártir después de la
muerte de Jesús es Esteban, quien murió lapidado. El significado de su nombre
es “coronado” y seguro este premio lo recibió al morir en defensa de las causas de
los desposeídos de su época: “Pero él, lleno del Espíritu Santo, miro fijamente al
cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la diestra de Dios; y dijo:
Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de
Dios. Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus oídos y se precipitaron
30
todos a una sobre él; le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle”.
(Hechos 7, 55-58). 11
El cuestionamiento aquí es, si los mártires actuales viven una espiritualidad como
la de Esteban. Se debe tomar en cuenta que el primer mártir de la iglesia no había
leído mucho sobre mártires o no tenia ejemplos a seguir, únicamente contaba con
un testimonio vivo que es el punto de partida del martirio, Jesús.
Hablar de Espiritualidad es hablar de serios peligros, a pesar de esto su
espiritualidad lo llevó a defender a las viudas. En el discurso previo a su muerte
hablo de injusticias que se encuentran escritas en el Antiguo Testamento, y por
esta época defendió a unas mujeres que veían cómo sus derechos no eran
respetados. A este mártir de la iglesia primitiva se le llama protomártir por tener el
privilegio de ser el primero que derramó su sangre por proclamar su fe en
Jesucristo.12
La santa Biblia se refiere a él por primera vez en el libro de los hechos de los
apóstoles y narra que en Jerusalén hubo una protesta de las viudas helenistas.
Las viudas alegaban que en la distribución de la ayuda que recibían a diario se le
daba más preferencia a los israelitas que a los pobres del extranjero. Por estar
lleno del Espíritu Santo y por gozar de buena conducta Esteban fue electo por
votos junto a Nicanor y a otros cristianos, como protector admínistrador de los
bienes comunes de las mujeres.
11
PADOVESE, Luigi (2000). INTRODUCCION A LA TEOLOGIA PATRISTICA. España. Ed. Verbo
Divino. Segunda Edición. p. 191 12 CASTILLO, José M. (2007). ESPIRITUALIDAD PARA INSATISFECHOS. Los peligros de la
Espiritualidad, Ed. Trotta, S.A. Madrid, p. 15
31
Al igual que Jesús, Esteban fue llevado ante el Sanedrín. Esteban hablaba de
Jesucristo con una espiritualidad que ganaba corazones y por esto sus enemigos
no podían hacerle frente. Esteban sabe que esta lucha la ganaría únicamente con
la fuerza del Espíritu. Sus enemigos representan al demonio. Esta formulación es
interesante, pues un mártir que lleva consigo el Espíritu Santo siempre chocará
con el mal y de ahí vienen las consecuencias del martirio. Fue por esto que sufrió
Jesús, porque se puso absolutamente de parte de todas las víctimas del
sufrimiento humano.13
La muerte violenta contra Esteban se propagó contra todos los integrantes de la
iglesia. Esto fue aprovechado por Saulo. Las circunstancias del martirio indican
que la lapidación de San Esteban no fue un acto de violencia de la aglomeración
sino una ejecución judicial, cualquier parecido es pura coincidencia. Menciono
esto porque lo mismo ocurrió con el Padre Hermógenes y otros mártires de
nuestra iglesia en Guatemala.
Algo impactante y qué es propio de un mártir leal es que al morir pide a Dios que
el pecado de sus verdugos no sea tomado en cuenta. La espiritualidad de San
Esteban es auténtica. Muere por una causa justa. Algunos de los discípulos de
Jesús se distribuyeron en varias regiones anunciando el evangelio con valentía
como lo hace un verdadero cristiano que no tiene temor a entregar su vida por los
demás.
13 Op. Cit, p.15
32
La palabra martirio no deja de ser sorprendente, viene del vocablo griego “martys”
y es aplicado a una persona que sufre y da la vida por la fe en Cristo. Es también
una persona que da testimonio y que ha soportado sufrimientos por una causa
justa y noble. La muerte de un mártir es producto de la fuerza de la resurrección
de Jesús pues dentro de la espiritualidad del mártir debe prevalecer la vida en el
espíritu. Donde hay un mártir ocurren milagros, y varios personajes del magisterio
de la iglesia y que ahora son santos han encontrado su conversión en los mártires
de la iglesia: Justino, por ejemplo, confiesa su conversión por la valentía de los
mártires. 14
Definitivamente los primeros mártires de la iglesia fueron los mismos apóstoles.
Los primeros cristianos los veneraban en sus tumbas de donde sale la tradición
de darle culto a los difuntos. La misma eucaristía es un homenaje al mártir por
excelencia, Jesús, pues en torno a él hay una comunidad.
Referente al culto de los mártires la iglesia en el siglo IV hace cambios, y el culto
a los mártires desaparece. San Agustín dice que no debemos rezar por ellos, al
contrario ellos interceden por nosotros. No hay que olvidar que los mártires fueron
humanos, y por lo tanto el otro cambio importante que se da es que se eliminan
los grandes banquetes para honrar la muerte de un mártir.
El mártir para nosotros muchas veces se convierte en una pieza de museo, nos
parece muy lejano y quizás por eso deja de hacer eco en nosotros su lucha su
esfuerzo. Su muerte no cobra ningún sentido para nosotros porque lo hemos
relegado a épocas y periodos históricos que pertenecen al pasado. El mártir es
14
DI BERARDINO, Ángelo. (1992). DICCIONARIO PATRISTICO Y DE LA ANTIGÜEDAD
CRISTIANA, Ed. Sígueme, Salamanca. p.1175
33
nuestro contemporáneo, de no ser así la iglesia desde hace rato hubiera dejado
de producir mártires que diéran plenitud al amor que estos tienen a la humanidad,
como ese amor mostrado por Jesús en su muerte, y después mostrados en la
teología paulina: “Hijos míos sufro por vosotros como si os estuviera de nuevo
dando a luz que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4,19).
El mártir entonces es aquel que da su vida con amor y por todos. Hace creíble el
anuncio del evangelio. Este dato es interesante porque para la iglesia la forma
más correcta de medir si el evangelio está surtiendo efecto es el martirio: La
comunidad cristiana debe saber que el martirio tiene un alto valor comunitario,
como un signo eficaz del amor. Entre nosotros esto lo entiende hasta el más
sencillo de los campesinos. Todos los que se han parecido a Jesús y le han
seguido, los que han trabajado por la justicia, la paz y la dignidad de los oprimidos,
han sido perseguidos y hasta asesinados. La praxis del reino, estorba a los
grandes.15
La iglesia en el Concilio Vaticano II por medio del documento de la Constitución
Dogmática sobre la iglesia Lumen Gentium, se refiere al martirio exactamente en
el capítulo V, donde dice: “La vocación universal a la santidad en la Iglesia” (LG
39-42): Leemos: “Jesús, el Hijo de Dios, mostró su amor dando su vida por
nosotros. Por eso, nadie tiene mayor amor que el que da su vida por Él y por sus
hermanos”
(Juan 3, 16; Juan 15, 13).
Desde este momento los cristianos estamos llamados a dar testimonio del amor
delante de todos. Pero no se asume este papel como se debería; sólo los que
15 SOBRINO Jon. (2007). FUERA DE LOS POBRES NO HAY SALVACION, Ed. Trotta S.A. Madrid,
p. 123
34
realmente por medio de la espiritualidad se hacen semejantes a Jesucristo son
capaces de llegar al martirio derramando su sangre. Esto es considerado por la
iglesia como un don por excelencia. No todos lo tenemos pero todos debemos de
estar dispuestos a confesar a Cristo ante los hombres y a seguirlo en el camino
de la cruz en medio de las persecuciones (LG, 42).
Su Santidad El Papa Juan Pablo II en todas sus enseñanzas, especialmente en
las encíclicas, habla al pueblo católico y al magisterio de la iglesia sobre el martirio
y nos enseña que es la exaltación de la santidad inviolable de la ley de Dios.
El Papa lo repite también en una carta apostólica al concluir el Gran Jubileo del
Año 2000: “Novo Millennio Ineunte”. Hablando sobre los testigos de la fe, dice:
“Sin embargo, la viva conciencia penitencial no nos ha impedido dar gloria al
Señor por todo lo que ha obrado a lo largo de los siglos, y especialmente en el
siglo que hemos dejado atrás, concediendo a su Iglesia una gran multitud de
santos y de mártires. Para algunos de ellos el Año jubilar ha sido también el año
de su beatificación o canonización. Respecto a Pontífices bien conocidos en la
historia o a humildes figuras de laicos y religiosos, de un continente a otro del
mundo, la santidad se ha manifestado más que nunca como la dimensión que
expresa mejor el misterio de la Iglesia. Mensaje elocuente que no necesita
palabras, la santidad representa al vivo rostro de Cristo”.
La Iglesia de Cristo jamás ha puesto en tela de duda la obligación del martirió. En
sus muchas enseñanzas, se afirma que nunca se da una circunstancia en que
estaría justificado negar a Jesucristo, si no que todo lo contrario, el martirio se
tiene que sentir como primera y fundamental obligación, Hay que destacar que la
postura de la Iglesia ante el martirio es muy equilibrada y excluye toda actitud
extremista.
35
La iglesia dice que el cristiano no puede aprovecharse del martirio para ganar
gracia o indulgencias. La postura de la Iglesia ha sido prudente, moderada y
realista, sin embargo, hubo cristianos, especialmente en la Iglesia primitiva, que
veían el martirio de modo extremista.
Como ya he mencionado la iglesia toma el martirio como carisma pero esto no se
puede tomar como una función de la misma. Esto es interesante porque entonces
hay distinguir el apostolado, del martirio. No hay diferencia de origen entre los
ritos del culto de los difuntos y el culto a los mártires porque uno deriva del otro.16
Los primeros mártires que tuvo la iglesia fueron los apóstoles. La Iglesia tendrá
mártires siempre que se anuncie con valentía la buena nueva, es decir hasta el fin
del mundo. La historia nos demuestra que en distintas épocas ha habido muchos
y en otras menos pero siempre los habrá.
Ante esta realidad brotan también preguntas respecto a los perseguidores, como:
¿quiénes son?, ¿qué destino les espera?, etc. No se puede hablar sobre ellos
como si fuesen hombres abstractos; son hombres concretos, reales que eligiendo
el mal han servido para mostrar el rostro misericordioso de Dios.
En este espacio considero prudente recordar las palabras de la Constitución
Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, que dice que en este mundo hay
hombres que “engañados por el Maligno, se pusieron a razonar como personas
vacías y cambiaron el Dios verdadero por un ídolo falso, sirviendo a las criaturas
16 DI BERARDINO, Ángelo. (1992). DICCIONARIO PATRISTICO Y DE LA ANTIGÜEDAD
CRISTIANA, Ed. Sígueme, Salamanca, p.1377
36
en vez de al Creador (cfr. R m 1, 21 y 25). Otras veces, viviendo y muriendo sin
Dios en este mundo, están expuestos a la desesperación más radical” (LG, 16).
La teoría de que el martirio es propiedad de la iglesia la mantienen y defienden
varios teólogos, enfocándola desde varios ámbitos. En esta cuestión, una de
las mejores interpretaciones es la de Karl Rahner, uno de los más grandes
teólogos del siglo XX. Según Rahner, el “martirio pertenece a la Esencia de la
Iglesia. No ha habido y no hay épocas en la Iglesia sin martirio y mártires.
¡Además debe ser así! Precisamente porque el testimonio de la Iglesia de Jesús
crucificado no se limita solamente a las palabras. El testimonio (martirio) de la
vida confirma el testimonio de la palabra.
No basta confesar la fe en Jesús crucificado y hacerla presente en el misterio de la
Eucaristía. La Iglesia vive esta verdad también en el martirio. Realmente la Iglesia
vive esa verdad en todos sus fieles, en los que llevan su cruz tras Jesucristo cada
día, en los que llevan estigmas de Jesús escondidos en lo cotidiano.17
La Iglesia no es solamente una realidad de gracia y, por tanto, invisible, sino que,
precisamente gracias a esta gracia, transciende lo invisible y vive como signo
visible de lo invisible. Por esto, la crucifixión de la Iglesia se repite constantemente
hasta el fin del mundo. El signo visible y el testimonio firme de esta realidad de la
Iglesia es el constante martirio.
“Es por esta razón que, los mártires no forman un grupo hermético, especial,
privilegiado, en la Iglesia, estas personas son las que han recibido el don especial
del martirio, son los que han sido sellados con el sello del Cordero”
17 LATOURELLE RENE, Fisichella Rino. (1992). DICCIONARIO DE TEOLOGIA FUNDAMENTAL.
Ed. Paulinas, Madrid, p. 1669
37
Todo esto es afirmado por el Papa Juan Pablo II en la carta encíclica Veritatis
Splendor diciendo: “Finalmente, el martirio es un signo preclaro de la santidad de
la Iglesia: la fidelidad a la ley santa de Dios, atestiguada con la muerte es anuncio
solemne y compromiso misionero”. Este semejante testimonio es de gran valor no
solo para, la sociedad sino también para toda la iglesia, inclusive para las no
católicos.
38
CAPITULO III
Escaza formación de los principios teológico-bíblicos que se desprende del
martirio de la vida de Jesús, y los primeros cristianos.
El testimonio mayor del amor es el que se desprende de la Cruz. Pueden haber
muchas formas de martirizar pero esta es la que precede a todas. La centralidad
de la muerte de Jesucristo fue la que invitó a los primeros cristianos a morir por su
causa pues fue una muerte solidaria. Un ejemplo de moda es la repartición de
bolsas que lleva a cabo el del gobierno actual y que termina en estos momentos
en Guatemala. Su causa era llegar a los más pobres y desvalidos en su momento,
y así fue Cristo con su muerte, fue esperanza para los oprimidos y una gran
decepción para los poderosos que se dieron cuenta que en realidad era Dios. 18
Para hablar de la Teología del Martirio debo mencionar que ésta tiene su
fundamento en la muerte de Jesucristo y en su significado.
Cristo es tomado como el siervo doliente de Dios pues en él se consume la
salvación del mundo, no podría haberse salvado sin sangre. La sangre es
circunstancial, no predestinación.
El Concilio Vaticano II confirma que la muerte de Jesús en la Cruz es fundamental
para comprender que en la iglesia siempre ha habido mártires y que los seguirán
habiendo. Y es que Jesús hace la invitación a seguirlo cuando dice “El que no
18 Op. Cit, p. 1669
39
toma su cruz y me sigue no es digno de mí; el que encuentre su vida la perderá, y
el que la pierda por mí la encontrara” (Mt 10, 38-39). Para acuñar más esta
interesante formulación también se encuentra esta otra cita bíblica: “En verdad en
verdad, os digo que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo;
pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde el que odia su
vida en este mundo la conservará en la vida eterna. Si alguno se pone a mi
servicio, que me siga, y donde esté yo allí estará también mi servidor” (Jn. 12, 24-
26).
Existen dos datos que no pueden pasar desapercibidos para la teología del
martirio, uno de ellos es el sentido semántico del término que nos da el significado
que tiene en nuestros días, el segundo es cuando surge una Teología del Martirio.
De estos principios Teológico bíblicos va teniendo forma lo que han vivido
nuestros mártires en Guatemala cuando los conocen. La solidaridad con la que
murió Jesucristo fue la que motivó la vida del Sacerdote Eufemio Hermógenes
López Coarchita Q.E.P.D., La pregunta ahora sería de ¿donde aprendió esto él?
Pues se nota a luces que en Guatemala no hay formación adecuada sobre esto.
Con toda certeza puedo afirmar que gran parte de su aprendizaje de compartir lo
obtuvo de su familia. Nació en una Ciudad de mucha paz y tranquilada, vivió en
una finca de café entre Ciudad Vieja y la Antigua Guatemala. Por testimonios
compartidos de parte de familiares y personas que, lo conocieron pude determinar
que siempre tenía que dar. Cuando sus papás y demás familia lo visitaban en su
parroquia siempre lo veían con ropa muy deteriorada y le llevaban ropa nueva. La
recibía pero luego la regalaba a los más pobres de su comunidad. Cuando llegaba
a visitar a sus papás a la finca de café en la Antigua, cuenta don Nicolás Salazar,
mozo de la finca que llegaba hasta donde se encontraban en las labores del
40
campo con una caja de madera llena de gaseosas y se las proporcionaba. De esta
manera mostraba su solidaridad con los demás.19
Por diversos testimonios de personas de su parroquia se sabe que en varias
aldeas de San José Pínula y también dentro del perímetro central del pueblo
visitaba a todas las familias de escasos recursos. Estas personas siempre le
regalaban gallinas, frutas, verduras. Algunas familias sin pensarlo le regalaban
sus mejores quesos, algo de su mejor cosecha.
Todo lo anterior eran regalos de gratitud o muestras de cariño de gente del pueblo
para la gente del mismo pueblo. Cuando el Padre Hermógenes regresaba en
vehículo que era de su propiedad, hacia la parroquia, regalaba todo lo que traía
a las familias pobres, jóvenes y niños más necesitados que encontraba a su paso.
A pesar de que él Padre Hermógenes pertenecía a una familia de una posición
económica estable, había aprendido a compartir con los demás. Cuentan los
hermanos del Padre Hermógenes que desde pequeño sentía mucha inclinación
por todo lo religioso y que quizá era debido a que sus padres siempre le inculcaron
el respeto hacia Dios y participar en la santa Misa y en la parroquia.
Doña Victoria y don Ángel siempre le inculcaron el respeto a sus semejantes, así
como a sus padres y hermanos. El Padre Hermógenes lo practicaba y de la
misma forma ellos eran consientes del respeto debido hacia un sacerdote, aún
sabiendo que era su hijo y hermano respectivamente. Sin duda alguna, desde el
seno de su hogar y familia aprendió los valores humanos, morales y espirituales
que lo distinguieron como persona, como cristiano y como sacerdote.
19 Pater Julius.(2003). AQUEL SANTO QUE YO CONOCI, Talleres Gráficos San Antonio,
Guatemala. p.13
41
No distinguía niveles económicos para tratar a las personas Así como trataba a
una persona humilde así trataba también a una persona muy adinerada. El trato
humano, humilde y sencillo era característico del padre Hermógenes y se quedó
grabado en el corazón en cada uno de sus feligreses con los cuales compartió su
apostolado y los años de formación tanto en su hogar como en el seminario.
Se entregaba con gran intensidad a la oración frente a Jesús Sacramentado. La
inspiración del Espíritu Santo se posicionó en él y se puso a reflexionar de la
importancia y el momento histórico que le tocaba vivir en San José Pínula. Esto es
lo mismísimo que hizo JESUS en el huerto de los Olivos el día Jueves Santo. Su
ejemplo quedo impregnado en la gene de San José Pínula, lo recuerdan ni más ni
menos como un santo.
El martirio se desprende de Jesús y se extiende a los primeros cristianos porque lo
que pertenece a Cristo es también de su iglesia. La aplicación de la kénosis como
concepto cristológico tiene su raíz y su base en las sagradas Escrituras, en la
carta que San Pablo le escribe a los Filipenses Capitulo 2 y versículo 7 al 8 “Sino
que se despojo de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a
los hombres y apareciendo en su parte como hombre; y se humilló a si mismo
obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz”, 20
Un auténtico cristiano ya sea laico o consagrado no puede desconocer la kenosis,
pues de aquí se desprende el martirio, de la muerte en cruz a la que se entrego
Jesucristo por amor a todos. En el Nuevo Testamento encontramos otros pasajes
que nos hacen referencia al vaciamiento del hijo de Dios hacia la humanidad que
naciendo de una mujer se sometió a la ley de los hombres y de la tierra para ser
20 LATOURELLE RENE RENE, Fisichella Rino. (1992). DICCIONARIO DE TEOLOGIA
FUNDAMENTAL, Ed. Paulinas, Madrid, p. 1669
42
humillado, perseguido y posteriormente morir como pobre para enriquecernos a
todos nosotros por toda la eternidad.
Por esta formulación la iglesia nace y se mantiene construyendo como una roca
firme sobre el fundamento de Cristo mártir quien recorrió un camino de
humillación, de sufrimiento, de muerte, de cruz, que terminó posteriormente con la
resurrección en una situación de gloria.
Esto lo conoció a la perfección el padre Hermógenes quien no le importo ser
humillado, pisoteado en su dignidad terrena y lógicamente estaba seguro que
alcanzaría la gloria en la resurrección a una vida en el cielo a la diestra de Dios
padre; aunque conociendo su humildad sólo pensaba en hacer el bien sin esperar
esta recompensa de parte de Dios.21
De manera especial la teología contemporánea, de una forma ecuménica ha
prestado y presta una gran atención a la afirmación bíblica del auto vaciamiento
de Jesucristo, honrada por la tradición teológica, aunque con diversos acentos. Su
orientación de fondo en la profundización teológica, en consonancia con la
enseñanza neo testamentaria, se muestra concreta y sumamente sensible a la
dimensión escatológica del acontecimiento cristológico.
La teología actual de la cruz anda empeñada en explorar las profundidades
abismales de la bajada del Hijo divino, y con él en cierto sentido la de toda la
Trinidad.
21 Conferencia Episcopal de Guatemala. (2003). TESTIGOS FIELES DEL EVANGELIO. Ed. San
Pablo, Guatemala, p. 9
43
Para terminar este capítulo que se refiere al desprendimiento del martirio de
Jesús y los primeros cristianos es preciso decir que el anuncio valiente del
evangelio provoca que el mártir sea repudiado por los que andan en la oscuridad.
Este fue el caso del Padre Hermógenes que en varias ocasiones fue amenazado
de muerte, recordemos que Jesús también se escapo de ser apedreado pero su
fidelidad al evangelio le hizo huir de las amenazas.22
Jesús quiso darle un sentido a su muerte, sabía que su comportamiento, sus
acciones y sus palabras lo llevarían directo a una muerte violenta. El hecho de
que sus mismos contemporáneos lo reconocieran como profeta era porque
realmente vivía conforme al evangelio. Hechos como la expulsión de los
mercaderes del templo, las palabras duras contra los sacerdotes, la critica a la ley
mosaica, la sospecha de que practicaba la hechicería fueron motivos suficientes
para su muerte violenta.
En Mc. 8, 34-55 dice la palabra de Dios “Llamando a la gente a su vez que a sus
discípulos, les dijo: si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome
su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien
pierda su vida por mi y por el evangelio, la salvará.”
Esto es interesante y en esta formulación se esconde la intención del presente
trabajo, llamando a la gente a su vez que a los discípulos, ¿porqué son tan pocos
los laicos comprometidos si el llamado que Jesús hizo también los incluye de
forma directa?.
22 Conferencia Episcopal de Guatemala. (2007). TESTIGOS FIELES DEL EVANGELIO, Ed. San
Pablo, Guatemala, p. 81
44
En esta parte es donde la Iglesia ha cometido errores porque no se difunde a
conciencia que el compromiso de todo bautizado es conocer cuáles son sus
deberes como tal y ponerlos en práctica. Claro que la persona que se mantiene
con una buena espiritualidad no necesita de que le estén recordando cuáles son
sus compromisos como cristiano. Una recomendación sería entonces incluir en
cada catequesis una seria formación a los aspirantes al bautismo por medio de los
papás y padrinos.
La formación escolar también debería incluir una catequesis al respecto. Con esto
lograríamos hacer conciencia para que cada niño desde pequeño asuma su
compromiso y se encamine a confirmar su fe con esa convicción del llamado que
hace Jesús no solo a los discípulos sino también a los bautizados. Si nos
pusiéramos a buscar que beneficios encontraríamos con este planteamiento
serían muchos; los seminarios llenos, mejores hijos, mejores hermanos, mejores
padres, mejores ciudadanos y encontraríamos una sociedad comprometida en
busca de vivir todos con dignidad.
La iglesia actual no ha llevado con verdadera responsabilidad la Catequesis
apostólica, en la actualidad hay mucho desconocimiento de todos los laicos en
temas como el del martirio, no es que sea una cuestión básica para un cristiano
pero desconocerlo conlleva a no darle valor a las personas que han pasado por el
martirio como el Padre Hermógenes.
45
CAPITULO IV
Abusos de modelos masoquistas, espiritualistas e influencias para
canonizar la vida de cristianos.
Es importante conocer algunos pensamientos de personas que han vivido quizás
no el martirio pero que han llevado una vida congruente conforme al evangelio.
Existente dentro de la iglesia especialmente en sus inicios algunas exageraciones
sobre la vida martirial al punto que hasta en sus oraciones le piden al Dios sentir
las espinas de la corona de Jesús o piden sufrimiento para parecerse a él. La
mortificación cristiana puede ser de muchos tipos como los ejemplos siguientes
escritos en distintas épocas y por personas con otras formaciones según las
Ordenes a las que pertenecen y que influyen de manera especial en los mismos.
San Agustín: Año 391
“Esa cruz que el Señor nos invita a llevar, para seguirle más deprisa ¿qué significa
sino la mortificación?” (Epist. 243, 11)
San Gregorio Magno: Año 573
"Pasó el tiempo de las persecuciones, pero también nuestra paz tiene un martirio
propio: no doblamos ya nuestro cuello bajo el hierro, pero con la espada del
espíritu nosotros mismos matamos los deseos carnales de nuestra alma".
Santa Brígida: Año 1335
"Has de saber, hija mía, que mis caudales y tesoros están cercados de espinas,
basta determinarse a soportar las primeras punzadas, para que todo se trueque en
dulzuras."
46
San Francisco de Borja: año 1546
"Para poder sufrir más, Cristo no abrió enseguida su costado. Lo abrió después de
morir, para revelar el amor de su corazón, para enseñarnos que el amor no se
hace espiritualmente presente antes de la muerte del hombre viejo que vive en
nosotros según la carne."
Santa Teresa de Jesús: Año 1573
"El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él".
San Juan de la Cruz: Año 1582
"El amor no consiste en grandes cosas, sino en tener grande desnudez y padecer
por el Amado"
El Señor se le apareció con la cruz a cuestas y le dijo: "Juan, pídeme lo que
quieras", El Santo respondió: " Padecer, Señor, y ser por Vos despreciado".
San Francisco de Sales: Año 1602
"El corazón lleno de amor ama los mandamientos, y cuanto más difíciles son, los
encuentra más dulces y agradables, porque complacen más el Amado y le dan
más honor."
"Hay que dejar que rodeen nuestro cerebro las espinas de las dificultades, y dejar
traspasar nuestro corazón por la lanza de la contradicción; beber la hiel y tragar el
vinagre, ya que eso es lo que Dios quiere".
47
"Besad de corazón frecuentemente las cruces que Nuestro Señor mismo pone
sobre vuestros hombros; no miréis si son de madera preciosa o perfumada; ellas
son más cruz cuanto sean de una madera más vil, abyecta y maloliente".
Santa Micaela del Santísimo Sacramento: Año 1856
"Los santos no nacieron santos; llegaron a la santidad después de una larga
continuidad de vencimientos propio."
Santa Gema Galgani: Año 1898
"Jesús, Dueño mío... Cuando mi cabeza se acerque a la tuya, hazme sentir el
dolor de las espinas que te punzaron. Cuando mi pecho se recline sobre el tuyo,
haz que yo sienta la lanzada que te traspasó”.
San Josemaría Escrivá: Año 1970
“Si no eres mortificado nunca serás alma de oración”. (Camino, n. 172.)
“Esa palabra acertada, el chiste que no salió de tu boca; la sonrisa amable para
quien te molesta; aquel silencio ante la acusación injusta; tu bondadosa
conversación con los cargantes y los inoportunos; el pasar por alto cada día, a las
personas que conviven contigo, un detalle y otro fastidiosos e impertinentes...
Esto, con perseverancia, sí que es sólida mortificación interior” Camino, n. 173.
“Busca mortificaciones que no mortifiquen a los demás”. (Camino, n. 179).
48
Deje los pensamientos de Josémaría Escrivá para el final pues cuestiono a la
iglesia en cuanto a su pronta canonización habiendo muchos mártires a nivel
mundial y más énfasis en los latinoamericanos. Me llevaría gran parte de este
capítulo para mencionarlos, conociendo un poco la personalidad de José María
Escriba estoy seguro que él no hubiera querido esto, pero los cristianos que están
en su entorno según mi análisis tienen mucha influencia en su pronta
canonización.
Hay normas específicas que la Iglesia tiene para la canonización de un fiel,
regidas por el derecho canónico. Las normas litúrgicas son las que autorizan al
pueblo cristiano a la veneración de un santo. La canonización actualmente está
reservada únicamente a la autoridad pontificia. Se estudia muy a profundidad cada
causa que hay, algunas duran siglos. El acto de canonización se lleva a cabo en
la Basílica de San Pedro en una misa muy solemne. También se puede llevar a
cabo en viajes papales como cuando se beatificó al Santo Hermano Pedro de San
José de Betancourt en la Ciudad Capital.
Esto también tuvo sus “bemoles” porque para el pueblo de Guatemala el Santo
Hermano Pedro fue santo toda su vida pues ocurrían milagros impresionantes en
cada día de su vida. El gobierno de turno negoció con el Vaticano a través de sus
encajadores fortaleciendo sus relaciones y le dieron a Guatemala un Santo. 23
El canon 1403 declara que el proceso que se sigue en las causas de canonización
se rige por una ley especial:
23 Conferencia Episcopal de Guatemala. (1997).AL SERVICIO DE VIDA, LA JUSTICIA Y LA PAZ,
Ed. San Pablo, Guatemala, p.1074
49
Canon 1403 § 1: Las causas de canonización de los Siervos de Dios se rigen por
una ley pontificia peculiar.
El procedimiento que se debe seguir en las causas de canonización está recogido
actualmente en la Constitución Apostólica Divinus perfectionis Magister, de 25 de
enero de 1983 (AAS 75 (1983) 349-355) y en las “Normae servandae in
inquisitionibus ab episcopis faciendis in causis sanctorum” promulgadas por la
Congregación para las Causas de los Santos el 7 de febrero de 1983 (AAS 75
(1983) 396-403).
Estas son normas que modifican y actualizan lo referente a los orígenes de una
canonización, normas que coleccionan a veces costumbres muy antiguas.
También se deben tener en cuenta otros documentos; entre ellos destaca el
Mensaje de Benedicto XVI al prefecto de la Congregación para las Causas de los
Santos.
Para que la canonización de un fiel se lleve a cabo se necesita que se
desarrollen una serie de procesos. La iglesia solicita que se ingresen causas de
beatificación de fieles que hayan fallecido con fama de Santidad en un lapso de
cinco años después de su muerte o que no hayan transcurrido más de cincuenta
años después de ésta. El paso más trascendente es la prueba de un milagro, la
mayoría de estos son por sanaciones. En el caso del Padre Hermógenes hay
muchos pero el más gracioso según mi investigación es que siempre llevaba algo
que regalar. Cuando eran dulces los pobladores veían que nunca se le terminaban
por muchos niños que hubieran, aunque no le regalaba solo a niños. Los mayores
también eran endulzados por este siervo de Dios que siempre paso haciendo el
bien.
Con ocasión de la visita de Su santidad Juan Pablo II a Guatemala el 5 de febrero
de 1996 la Presidencia de la Conferencia Episcopal de Guatemala presentó una
50
lista de testigos de la fe para Introducir la causa Martirial de muchos mártires en
Guatemala encabezando este listado el Sacerdote Eufemio Hermógenes López
Coarchita. Textualmente la introducción de este homenaje que la Conferencia hizo
a Sacerdotes, catequistas y agentes de pastoral que derramaron su sangre por
causa del evangelio dice así: “Beatísimo Padre: El día de ayer, 5 de febrero, al
descender del avión que le transportó desde Roma, le presentaron para su
bendición, un puñado de tierra guatemalteca, integrado con muestras recogidas en
todas las circunscripciones eclesiásticas del país. Tierra, no sólo regada con el
sudor cotidiano de campesinos y agricultores, sino fecundada con la sangre de
aquellos, que por su fe y por el ejercicio de su ministerio eclesial, fueron inmolados
violentamente en un pasado muy reciente. En el desempeño de su labor
evangelizadora proclamaban el mensaje de Cristo y vivificaban cristianamente las
comunidades fortaleciéndolas en la FE, la ESPERANZA y la CARIDAD”.
La Conferencia Episcopal de Guatemala con esta petición hace la solicitud oficial
para que en breve se les pueda dar el titulo de Mártires con la calificación oficial y
el reconocimiento magisterial de la iglesia.
La parte final de esta solicitud dice “La lista, girón luminoso de la historia de la
Iglesia en Guatemala, está encabezada por un sacerdote diocesano a quien
todos recordamos con gran cariño, el Presbítero Hermógenes López Coarchita. A
la par de él hay varios sacerdotes, tanto religiosos como diocesanos y les
acompaña una cohorte de números catequistas, en su mayoría, indígenas y
campesinos, provenientes de diversas diócesis: la Arquidiócesis, Quiché,
Huehuetenango, Sololá, Verapaz, San Marcos, Escuintla, Vicariato Apostólico de
Izabal, Vicariato Apostólico de Petén”.
Lista de Testigos de la fe para la Introducción a la causa Martirial:
A) Arquidiócesis de Guatemala.
51
01 HERMOGENES LOPEZ COARCHITA
02. Fray Augusto Ramírez Monasterio, O.F.M.
B) Vicariato Apostólico de Izabal
03. Reverendo Padre Tulio Marcelo Maruzo Rappo, O.F.M.
04. Zacarías Hernández.
05. Luis Obdulio Arrollo.
06. Pablo Bac.
07. Felipe Caal Mucu y Familia.
08. Antonio Guales.
09. Antonio García.
10. Julián Jiménez.
11. Jorge Mucu.
12. Guillermo Molina.
13. Gerardo Pérez.
14. Benito de la Cruz.
15. Gerónimo Gómez.
16. Ángel Hernández.
17. Daniel Ruiz.
18. Emilio Caal Ich.
19. Felipe Caal.
20. Manuel Cuc Tec.
21. Sebastián García.
22. Alberto López.
23. Braulio López J.
24. Silvio J. Ortiz B.
52
25. Rigoberto Sanabria.
26. Luis Che.
27. Patrocinio G. Pérez R.
C) Diócesis de Santa Cruz del Quiche
.
28. Reverendo Padre José María Gran Cirena, M.S.C.
29. Reverendo Padre Faustino Villanueva Villanueva M.S.C.
30. Reverendo Padre Juan Alfonzo Fernandez, M.S.C.
31. Rosalió Benito y 48 compañeros.
32. Juan Barrera Méndez
33. Tomás Canil Saquic.
34. Salvador Argueta.
35. Gaspar Reyes Hernández y compañeros.
36. Jerónimo Ixcotoyac Sajbin.
37. Jose Itsep Michicoj.
38. Diego Xinic Ramírez.
39. Nicolás Tum Castro.
40. Sabino Pacheco Quixtán.
41. Pedro Gómez de la Cruz.
42. Juan Cruz Pacheco
43. Juan Toma Marroquín
44. Domingo Córdova Rodríguez
45. Jacinto Chamay
46. Miguel Tiu Imul.
47. Martin Vicente Gómez
48. Nicolás Calo.
53
49. Miguel Pacheco Luz y siete de sus hijos.
50. Vicente Gómez de Paz.
51. Juan Xotoy Ramírez
52. Juan Calel Ajmac.
53. Juan Calel Zapeta
54. Pedro Santos Yax.
55. Herman García Méndez
56. Francisco Coj.
57. Silverio Morente y dos de sus hijos.
58. Pablo Hernandez Ponce
59. Agustín García y tres compañeros.
60. Salvador Zacarías Mejía.
61. Antonio Chitop Vicente.
62. Miguel Ramos Pastor.
63. Antonio Caba Caba.
64. Domingo del Barrio Batz.
65. Tomas Ramírez Caba.
66. Diego Pacheco
67. María Mejía.
68. Cayetano Ajmac Reinoso
69. Julio Quevedo Quezada.
D) Vicariato Apostólico de Petén
70. Longinos.
71. Manuel de Jesús Salam.
E) Diócesis de Huehuetenango
54
72. Reverendo Padre Guillermo Woods. M.M.
73. Francisco Juan Mateo.
74. Andrés José Primero.
75. Francisco Andrés
76. Laureano Díaz Montejo.
77. Hermano Santiago Miller.
Firma Monseñor Julio Cabrera Ovalle, Obispo de Santa Cruz del Quiché,
Secretario General de la CEG.
55
CAPITULO V
Excesivo lenguaje de las florecías entorno a la vida de los santos:
Entre los años 64 y 313 de nuestra era fue tan fuerte el impacto del martirio de
tantos cristianos producto de la oposición a los gobernantes del imperio
romano que nació en un fuerte culto a los mártires constituyendo uno de los
principales movimientos de toda la historia de la iglesia vista a partir del
pueblo.24
Fue tan grande el movimiento que marcó la religiosidad popular en el siglo IV
al extremo que todos los cristianos se afanaban por conseguir una sepultura
próxima al lugar donde estaba enterrado un mártir. Esto se convirtió en una
florecilla hacia los mártires. Fue necesario que el emperador Teodosio entre
los años 378 y 395 prohibiera formalmente cortar los cuerpos de los santos y
comerciar sus reliquias.
Esto es hasta cierto punto condenable pues partían en pedacitos el cuerpo
muerto del mártir y lo vendían como amuletos. Sin duda esto forma parte de
una concepción y praxis propia de la época.
Como parte de nuestra religiosidad popular pude comprobar que los
parroquianos de San José Pínula tienen dentro una urna la túnica que llevaba
puesta el día del asesinato el Padre Hermógenes, en otro lado tienen los
zapatos y en fin tienen todas la reliquias de este santo varón que dio su vida
por sus pínulas.
24 Conferencia Episcopal de Guatemala. (1997).AL SERVICIO DE LA VIDA, LA JUSTICIA Y LA
PAZ, Ed. San Pablo, Guatemala, p.1074
56
CAPITULO VI
La opción por los pobres signo de martirio:
Existe una frase de San Pablo que se ha vuelto proverbio, esta frase
sistemáticamente ha sido olvidada. La cita está en la segunda carta que San
Pablo le escribe a los Corintios capitulo 3 versículo 6 “La letra mata, y el espíritu
vivifica” (2ª. Corintios 3,6). Esta formulación de San Pablo nos deja claro lo que
Jesús significó para Israel, prácticamente la letra del Antiguo Testamento lo mató.
Esto es terrible porque lo mismo sucede con el evangelio pues es también letra
que mata.
En cada mártir que es privado de la vida terrenal violentamente, por la causa
del evangelio vemos el mismo rostro de Jesús que está presente en este
cristiano, estas son consecuencias de haber difundido y defendido el evangelio
por la opción hecha hacia los pobres.
Conforme a su comportamiento Jesús interpreta a Dios, por lo tanto todas la
cosas que hace en por de los más pobres son buenas a sus ojos. De esta
afirmación entonces deducimos que los Mártires de la Iglesia Católica han
interpretado a Jesús.
Dios sigue manifestándose en los pobres como signos de los tiempos, los pobres
deberían de ser la prioridad para la Iglesia Católica pues por ellos fue que
Jesucristo entrego su vida al martirio al reclamar justicia, condiciones de vida
acordes a su dignidad, respeto a sus derechos. Los pobres son y seguirán siendo
el que hacer de la acción pastoral de la iglesia.
57
Los pobres y desposeídos al ver que no tienen ninguna opción continuamente
manifiestan si ser escuchados. En la capital vemos movimientos de campesinos
buscando apoyo para subsistir en el campo. Los sindicatos luchando por una
igualdad laboral, las mujeres buscan un mejor trato sin que la iglesia se
promulgue y se pronuncie en contra de todos los atropellos que sufre esta gente.
Por los antecedentes que hay, la iglesia de mantiene al margen de esto porque
saben que la lista de mártires en Guatemala puede aumentar. Es un país sin
justicia social, con grandes violaciones a los derechos humanos y laborales.
Existe una gran discriminación de razas, hay una mala distribución de las riquezas
y como ya vimos en la introducción, sabemos cuáles han sido las causas del
derramamiento de tanta sangre inocente en nuestro país Guatemala.25
Dios con profundo amor ama a los pobres y los defiende, una muestra de ello es
que el mensaje de Jesucristo fue enfocado hacia ellos, en los pobres se ve el
rostro sufriente de Cristo, el hijo de Dios mostró su compromiso para con los
pobres al hacerse humano y hacerlos su opción.
En los capítulos anteriores cité un mensaje que la Conferencia Episcopal de
Guatemala envió a los jóvenes en la época de los ochentas. Se les pedía no
intervenir en cuestiones violentas pues esto traía más destrucción al país. La
celebración de la Conferencia de obispos latinoamericanos en Medellín motivó a la
iglesia en Guatemala a tomar un compromiso serio con los pobres y marginados
promoviendo la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Esto trajo
graves consecuencias, pues los confundieron con la estrategia contrainsurgente
25 Op. Cit, p.1074
58
y consideraron a los católicos aliados de la guerrilla. Hubo persecución muerte y
expulsiones del país de algunos compatriotas y misioneros que se fueron al exilio,
entre ellos, el Mártir testigo de la paz y el amor, Juan Gerardi Conedera.26
Guatemala atravesaba por momentos complicados de la guerra interna cuando
llega el terremoto de 1976 donde hubo alrededor de 26,000 muertos en su
mayoría gente pobre. Los obispos de Guatemala escribieron en la Carta Pastoral
“Unidos en la esperanza” “que este fenómeno natural deja al descubierto la
precariedad del país, fue como una radiografía tomada a nuestra patria, este
fenómeno natural enluta a muchas familias por lo que la iglesia promueve un
cambio estructural para la construcción de una Guatemala mejor haciendo una
opción por los pobres.”
En esta transformación de la iglesia los laicos comprometidos forman la columna
vertebral del trabajo pastoral después de hacer conciencia en la realidad por la
que atravesaba el país y que les exige trabajar por la transformación del país. Se
forma el comité Pro Justicia y Paz el cual es conformado en su mayoría por laicos
junto con algunos sacerdotes religiosos y religiosas. A comienzos de los ochentas
los obispos, a excepción del cardenal Mario Casariego, toman una clara y valiente
postura a favor de los pobres y la defensa de la vida del pueblo frente a la salvaje
represión del que eran objeto por las fuerzas militares y políticas.
Esta organización de parte del pueblo católico desató una persecución y represión
contra la iglesia católica en Guatemala, por causa de los pobres. Esto molestó a
militares y a los sectores poderosos del país acusando a la iglesia en los distintos
medios de comunicación como comunista.
26
OTERO DIEZ, Santiago. (2009). MONSEÑOR GERARDI, OBISPO MARTIR EN UNA IGLESIA
MARTIR. Revista Latinoamérica, p. 335
59
Monseñor Juan Gerardi en el entierro del Padre José María Gran, asesinado por el
ejército el 4 de junio de l980 dijo, “No le den oídos a las voces que quieren enlodar
este testimonio. No den ustedes oídos a aquellos que dicen que a los curas y a
las monjas hay que matarlas porque son comunistas. Hermanos ¡no!”.
Dentro de toda esta revuelta mucha gente honesta fue perseguida: sindicalistas,
estudiantes, maestros, políticos de izquierda y la iglesia fueron perseguidos y
asesinados. Dentro de los políticos asesinados estaba dirigentes demócratas
como Manuel Colon Argueta y Alberto Fuentes Mohr, sin contar catequistas que
por ejercer el liderazgo que les caracteriza fueron especialmente buscados por el
ejército, la policía judicial y los escuadrones de la muerte sufriendo torturas,
secuestros y luego asesinados. En uno de los capítulos anteriores menciono
algunos nombres, sus causas fueron ingresadas para que la iglesia oficialmente
los reconozca como mártires.27
De manera clandestina estos hombres continuaban su misión; En muchas
regiones de Guatemala ya no se podía celebrar la palabra de Dios, la Biblia era
considerada como un libro subversivo, sobre todo la versión Latinoamericana;
poseer una biblia en Guatemala era signo de martirio.
Durante esta época fueron asesinados diecinueve sacerdotes y una religiosa entre
de ellos nuestro Mártir el Sacerdote Hermógenes López. Justo el día 30 de junio
27 Op. Cit. 339
60
de 1978, fecha que quedo inmortalizada, pues la iglesia en Guatemala celebra
en esta fecha el día de los mártires.
61
CAPITULO VII
Referencias de los Documentos del Magisterio de la Iglesia respecto al
Martirio.
LUMEN GENTIUM:
En el capítulo V referente a la Universal vocación a la Santidad en la Iglesia de la
Constitución Dogmática, sobre la Iglesia, dice acerca del Martirio: «Dios es
caridad, y el que permanece en la caridad permanece en Dios y Dios en él» (1
Jn 4, 16). Y Dios difundió su caridad en nuestros corazones por el Espíritu Santo,
que se nos ha dado (cf.Rm 5, 5). Por consiguiente, el primero y más
imprescindible don es la caridad, con la que amamos a Dios sobre todas las cosas
y al prójimo por El. Pero, a fin de que la caridad crezca en el alma como una
buena semilla y fructifique, todo fiel debe escuchar de buena gana la palabra de
Dios y poner por obra su voluntad con la ayuda de la gracia. Participar
frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, y en las
funciones sagradas. Aplicarse asiduamente a la oración, a la abnegación de sí
mismo, al solícito servicio de los hermanos y al ejercicio de todas las virtudes.
Pues la caridad, como vínculo de perfección y plenitud de la ley (cf. Col 3,
14; Rm 3, 10), rige todos los medios de santificación, los informa y los conduce a
su fin. De ahí que la caridad para con Dios y para con el prójimo sea el signo
distintivo del verdadero discípulo de Cristo.
Dado que Jesús, el Hijo de Dios, manifestó su amor entregando su vida por
nosotros, nadie tiene mayor amor que el que entrega su vida por El y por sus
hermanos (cf. 1 Jn 3,16; Jn 15,13). Pues bien: algunos cristianos, ya desde los
primeros tiempos, fueron llamados, y seguirán siéndolo siempre, a dar este
supremo testimonio de amor ante todos, especialmente ante los perseguidores.
Por tanto, el martirio, en el que el discípulo se asemeja al Maestro, que aceptó
libremente la muerte por la salvación del mundo, y se conforma a él en la efusión
de su sangre, es estimado por la Iglesia como un don eximio y la suprema prueba
de amor, y, si es don concedido a pocos, sin embargo, todos deben estar prestos
62
a confesar a Cristo delante de los hombres y a seguirle, por el camino de la cruz,
en medio de las persecuciones que nunca faltan a la Iglesia. (LG 42)
El estado de persecución es el estado normal de la Iglesia en el mundo. En
consecuencia, el mártir es el estado normal de la profesión del cristiano: el mártir
es la realización más perfecta del testimonio, ya que su muerte suele estar
preparada por la vida entera, comienza ya y se realiza en cada una de las
opciones de la vida cotidiana.
En cualquier proceso legal, los testigos gozan de impunidad; sólo el acusado
arriesga la vida. En cambio, en el caso del mártir, el testigo mismo se convierte en
el máximo acusado, que, aun siendo inocente, debe pagar con su vida. Por esta
razón, el martirio es la máxima expresión del valor ético del testimonio, puesto que
el testigo es capaz de morir por lo que cree. Por eso cambia de nombre: de
simple testigo se convierte en mártir. Y toda evangelización se hace por testigos,
no sólo con sus palabras, sino con la propia vida. 28
El sumo pontifice Juan Pablo II escribe al espiscopado, al clero, y a los fieles como
preparacion del jubiléu del año 2,000 la carta apostolica Tertio Millennio
Adveniente: “La Iglesia del primer milenio nació de la sangre de los mártires:
« Sanguis martyrum, semen christianorum ». Los hechos históricos ligados a la
figura de Constantino el Grande nunca habrían podido garantizar un desarrollo de
la Iglesia como el verificado en el primer milenio. Si no hubiera sido por
aquella siembra de mártires y por aquel patrimonio de santidad que caracterizaron
a las primeras generaciones cristianas. Al término del segundo milenio, la Iglesia
ha vuelto de nuevo a ser Iglesia de mártires. Las persecuciones de creyentes,
sacerdotes, religiosos y laicos han supuesto una gran siembra de mártires en
28 http://www.vatican.va
CARTA APOSTÓLICA TERTIO MILLENNIO ADVENIENTE:28
63
varias partes del mundo. El testimonio ofrecido a Cristo hasta el derramamiento de
la sangre se ha hecho patrimonio común de católicos, ortodoxos, anglicanos y
protestantes, como revelaba ya Pablo VI en la homilía de la canonización de los
mártires ugandeses.
Es un testimonio que no hay que olvidar. La Iglesia de los primeros siglos, aun
encontrando notables dificultades organizativas, se dedicó a fijar en martirologios
el testimonio de los mártires. Tales martirologios han sido constantemente
actualizados a través de los siglos, y en el libro de santos y beatos de la Iglesia
han entrado no sólo aquellos que vertieron la sangre por Cristo, sino también
maestros de la fe, misioneros, confesores, obispos, presbíteros, vírgenes,
cónyuges, viudas, niños.
En nuestro siglo han vuelto los mártires, con frecuencia desconocidos; casi « militi
ignoti » de la gran causa de Dios. En la medida de lo posible no deben perderse
en la Iglesia sus testimonios. Como se ha sugerido en el Consistorio, es preciso
que las Iglesias locales hagan todo lo posible por no perder el recuerdo de quienes
han sufrido el martirio, recogiendo para ello la documentación necesaria. Esto ha
de tener un sentido y una elocuencia ecuménica. El ecumenismo de los santos, de
los mártires, es tal vez el más convincente. La communio sanctorum habla con
una voz más fuerte que los elementos de división. El martyrologium de los
primeros siglos constituyó la base del culto de los santos. Proclamando y
venerando la santidad de sus hijos e hijas, la Iglesia rendía máximo honor a Dios
mismo; en los mártires veneraba a Cristo, que estaba en el origen de su martirio y
de su santidad. Se ha desarrollado posteriormente la praxis de la canonización,
que todavía perdura en la Iglesia católica y en las ortodoxas. En estos años se han
multiplicado las canonizaciones y beatificaciones. Ellas manifiestan la vitalidad de
las Iglesias locales, mucho más numerosas hoy que en los primeros siglos y en el
primer milenio. El mayor homenaje que todas las Iglesias tributarán a Cristo en el
umbral del tercer milenio, será la demostración de la omnipotente presencia del
Redentor mediante frutos de fe, esperanza y caridad en hombres y mujeres de
64
tantas lenguas y razas, que han seguido a Cristo en las distintas formas de la
vocación cristiana.
Será tarea de la Sede Apostólica, con vista al Año 2000, actualizar los
martirologios de la Iglesia universal, prestando gran atención a la santidad de
quienes también en nuestro tiempo han vivido plenamente en la verdad de Cristo.
De modo especial se deberá trabajar por el reconocimiento de la heroicidad de las
virtudes de los hombres y las mujeres que han realizado su vocación cristiana en
el Matrimonio: convencidos como estamos de que no faltan frutos de santidad en
tal estado, sentimos la necesidad de encontrar los medios más oportunos para
verificarlos y proponerlos a toda la Iglesia como modelo y estímulo para los otros
esposos cristianos” (Tertio Millennio Adveniente No. 37)
Carta del Papa Juan Pablo II a los Obispos de Guatemala:
El papa Juan Pablo II escribe una carta a los obispos de Guatemala en donde se
refiere al martirio de la siguiente manera: “Entre los casos de injusticia y de
violencia que continúan dándose aun en vuestro País he de recordar el drama de
los desaparecidos y la plaga de secuestros de personas. Es este un uso inhumano
que ha vestido de luto tantas familias o que las deja en una angustiosa
incertidumbre. La gravedad y crueldad de estos innobles delitos, es aún mayor
cuando se cometen contra personas inocentes con fines intimidatorios o de
represalia.
No puedo dejar de recordar que entre las víctimas de la violencia y del odio se
encuentran innumerables evangelizadores de la Cruz y de su mensaje de caridad:
sacerdotes, religiosos y religiosas y, sobre todo, ministros de la Palabra. Cuando
la historia más reciente de vuestra Iglesia sea presentada a las generaciones
futuras ¿será posible dar a conocer en sus páginas la larga lista de nombres de
tantos catequistas, generosos sembradores de la Palabra de Dios, que en el
cumplimiento de su misión cayeron víctimas del odio fratricida?
65
Me inclino con reverencia ante el sacrificio de estos humildes y valientes
trabajadores de la viña del Señor, en vuestras ciudades y, sobre todo, en vuestros
pueblos, a los cuales ha sido dado no solo a creer en el Evangelio y proclamarlo,
sino que han llegado incluso a derramar su sangre en el servicio a la Palabra de
vida.
La palabra de Dios como dice el profeta Isaías “es como la lluvia y la nieve que
bajan del cielo y que no vuelven allá sin antes haber empapado y fecundado la
tierra haciéndola germinar; ella no vuelve vacía sino que lleva a cabo aquello por
lo que fue mandada” ( Isaías 55, 10-11).
Por lo tanto exhorto a las madres, a las esposas y a los hijos, privados de sus
allegados, a mirar con esperanza al cielo, donde el Señor acoge a quienes
trabajaron y murieron por su reino.
Al renovar mi viva participación en el sufrimiento de vuestras comunidades
cristianas, privadas de tantos catequistas validos y con el consuelo que nace de la
certeza de que la semilla de su testimonio cruento como el de los sacerdotes y
religiosos muertos no será inútil, os invito a continuar con esperanza, queridos
hermanos en el episcopado, vuestra labor de formación de otros ministros de la
Palabra, para que en tiempo no lejano la Iglesia en ese país pueda contar de
nuevo con numerosos y fieles mensajeros del Evangelio de la Paz.
Desde lo más profundo de mi corazón dirijo, a través de vosotros, una llamada
también a los responsables de la sociedad civil, con la confianza de que querrán
aceptarla, para que el carácter sagrado de la vida de todo hombre sea respetado y
hecho respetar.” (Carta del Papa Juan Pablo II a los Obispos de Guatemala)
La V Conferencia del Episcopado latinoamericano y del Caribe en Aparecida Brasil:29
29 http://www.arquidiocese.org.br
66
En el capítulo 4 la vocación de los discípulos misioneros a la santidad del
documento de aparecida numero 140 dice “identificarse con Jesucristo es también
compartir su destino: “donde yo estaré estará también el que me sirve” (Jn.12,26).
El cristiano corre la misma suerte del Señor, incluso hasta la Cruz “Si alguno
quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo que cargue con su cruz y que
me siga” (Mc.8,34).
Nos alienta el testimonio de tantos misioneros y mártires de ayer y de hoy en
nuestros pueblos hasta la entrega de su vida”.
En el capítulo 6, el itinerario formativo de los discípulos misioneros numeral 275
dice “Nuestras comunidades llevan el sello de los apóstoles y además; reconocen
el testimonio cristiano de tantos hombres y mujeres que esparcieron en nuestra
geografía las semillas del evangelio, viviendo valientemente su fe, incluso
derramando su sangre como mártires. Su ejemplo de vida y santidad constituye un
regalo precioso para el camino creyente de los latinoamericanos y, a la vez, un
estimulo para imitar sus virtudes en las nuevas expresiones culturales de la
historia. Con la pasión del amor a Jesucristo han sido miembros activos y
misioneros en su comunidad eclesial. Con valentía, han perseverado en la
promoción de los derechos de las personas, fueron agudos en el discernimiento
crítico de la realidad a la luz de la enseñanza social de la Iglesia y creíbles por el
testimonio coherente de sus vidas. Los cristianos de hoy recogemos su herencia
y nos sentimos llamados a continuar con renovado ardor apostólico y misionero el
estilo evangélico de vida que nos han transmitido.
67
CAPITULO VIII
Desconocimiento de las causas históricas sobre el martirio del Padre
Hermógenes.
Sin saber que a dejar la vida llegaba a ese lugar, el día 26 de noviembre de 1966
el Sacerdote Eufemio Hermógenes López Coarchita arriba al Primoroso valle de
San Pínula para hacerse cargo de la parroquia del lugar. Este bello municipio
está ubicado a veinte kilómetros en un valle cercano al sur de la capital de
Guatemala, Ese lugar está rodeado de muchas aldeas. Cuando llego encontró en
el centro del pueblo una escuela primaria para 300 alumnos, un par de canchas de
deportes, un parque, un mercado y una población católica, casi en su mayoría,
que los domingos y días festivos acogía a los visitantes de las aldeas vecinas. Sin
duda por su carisma es enviado para guiar a este pueblo que en su mayoría era
de condición humilde.30
Por su facilidad para convivir y su don de gente el sacerdote se integró pronto en
la comunidad. Manejaba la filosofía de Dios que es igual a la filosofía de los
hombres, era alegre, bromista, se enroló de lleno y participaba en reuniones de
vecinos. Acostumbraba regalar dulces a los niños de los lugares que visitaba en
su tarea pastoral. Las personas cuentan que nunca se le terminaban estos dulces.
Su filosofía se confundía con su espiritualidad. Era un hombre de mucha oración,
según algunos. Se caracterizaba por su ingenuidad, esta ingenuidad le valió
ganarse rápidamente a los parroquianos. Esto ya lo traía de familia pues su
Padre, don Ángel López era igual en su forma de tratar a las personas. Tuve la
30 Conferencia Episcopal de Guatemala. (2007). TESTIGOS FIELES DEL EVANGELIO, Ed. San
Pablo, Guatemala, p. 83
68
bendición de poderle asistir domingo a domingo durante cinco años con el viático
de la Sagrada Eucaristía en su casa en la Finca “el Pirú” junto doña Victoria su
esposa. En esta casa en la actualidad existe una capillita especial donde en un
escaparate tienen algunas reliquias del padre Hermógenes.
La adaptación al lugar y a la gente no le fue difícil pues en Ciudad Vieja el
ambiente es igual. Era un hombre de pueblo acostumbrado a gente humilde.
Como siempre en cada lugar hay gente poderosa y no era extraño que también
aquí los existierán por lo que lo normal era que el alcalde municipal de San José
Pínula fuera controlado por familias poderosas y conservadoras.
El alcalde de San José Pínula Miguel Ángel Cifuentes, un joven maestro y
estudiante universitario, era manejado por las familias poderosas del lugar,
incluyendo a un ex alcalde. Negociaban el agua del pueblo y vendían a la
empresa Aguas, S.A. para ser llevaba a la capital. Siendo su deber como pastor
de esta parroquia defendió a sus pínulas; oponiéndose a este proyecto de la
empresa Aguas S.A., que pretendía llevarse el agua de los riachuelos que
circundaban la región, para abastecer la ciudad capital.31
Esto fue considerado como un total atropello contra la población, los argumentos
que el padre Hermógenes utilizó fueron alegando el irreversible daño ambiental y
las negativas consecuencias que su realización tendría para las familias
campesinas. Se verían afectadas sus siembras y el pasto del ganado. Calificó el
proyecto como un negocio entre los propietarios de las fincas de la zona y los
empresarios de Aguas S.A.
31 Op. Cit, p. 84
69
El desconocimiento de las causas del martirio del padre Hermógenes dentro de los
actuales sacerdotes y del clero en general es aprovechado por algunas
autoridades para actuar a su sabor y antojo en vender o apropiarse de los
recursos naturales de nuestros pueblos y de nuestro país. La ecología en
Guatemala está siendo maltratada severamente y ya empieza a pasarnos las
primeras facturas. En cada invierno que pasa nos deja muerte y dolor por no tener
un control sobre el tema en cuestión. Con toda la valentía que lo caracterizaba y
sin pensar en las consecuencias el 3 de febrero de 1977 escribe la siguiente carta
a uno de los empresarios interesados en el agua:
"Estamos en peligro de perder nuestras aguas y no podemos ante tal peligro,
permanecer impávidos. En mi modesto esfuerzo he tocado todas las puertas
posibles; solamente me faltan dos. Una de estas últimas es la de usted.
Una mañana nos encontramos como a eso de las diez. Acababa usted de dejar el
honroso cargo de alcalde. Y usted me ofreció sus buenos oficios como siempre y
me dijo que prácticamente usted seguiría siendo el alcalde. Me habló de sus
seguras influencias, el retrato que usted me hizo de usted mismo lo delineó con
rasgos de influjos de peligro y de miedo. Aquellos 'poderes', entonces, y aquellas
influencias, deben servir para algo; y qué bien está usarlas a favor del pueblo No
hacerlo, es ingratitud! Dejar de hacerlo, sospecha de complicidad. Póngase
entonces al servicio del Pueblo con esos dones o habilidades con que el Cielo le
ha adornado.
Consciente de que esta carta me sitúa en el límite del peligro, me atrevo a firmarla
con la nitidez de la verdad”.
70
Los poderosos ya lo tenían visto, era un peligro latente para sus intereses. En
este tiempo también se realizada el reclutamiento forzado por parte del ejército.
Cada trimestre los comisionados militares y soldados del ejército de Guatemala
reclutaban a jóvenes para el servicio militar forzoso y discriminatorio, con ese
amor hacia el ser humano el Padre Hermógenes se opuso. En cuanto a los
reservistas del Ejército, fue tal su oposición a las prácticas de entrenamiento
militar a la que aquéllos se veían forzados, que a dicha oposición se atribuye que
la institución armada haya optado por eximir a los reservistas de San José Pínula
y Fraijanes de la realización de las mismas durante esta época.32
En esta época todo se hacía por carta. En nuestro tiempo hubiese sido un e-mail
pues con la inmediatez que actuaron los criminales, se puede decir que el envío
de esta carta fue la gota que derramo el vaso. El día anterior a su muerte, en una
carta abierta de fecha 29 de junio de 1978, se dirige al presidente de la República,
general Eugenio Laugerud García, y solicita la "supresión del Ejército Nacional"
Las reacciones ante las posturas asumidas por el sacerdote no se hicieron
esperar.
En la actualidad veo a los sacerdotes que se meten al agua pero no todo el
cuerpo, solo los piecitos para no mojarse. Las municipalidades y otras autoridades
gubernamentales son callados con pequeñas donaciones hechas a las parroquias
para que no se manifiesten en contra de los atropellos cometidos y que atentan
contra la dignidad de del ser humano.
32 Op. Cit, p. 84
71
El ambiente “se puso color de hormiga” como se dice en buen chapín, llegaron las
intimidaciones, amenazas de muerte para el Padre Hermógenes. Fue acusado de
pertenecer a la insurgencia, un diputado dirige una carta a monseñor Casariegos,
solicitando a la máxima jerarquía de la iglesia retirar al padre Hermógenes de la
parroquia de San José Pínula, aduciendo que estaba alterando los ánimos de la
población campesina de este lugar.
Se vivía un ambiente complicado y el Padre Hermógenes presentía la muerte. En
la homilía del día domingo 25 de junio de 1978 pronuncio la siguientes
palabras: "Si es necesaria la sangre de uno de nosotros para que haya paz en
Guatemala, yo estoy dispuesto a derramar la mía"; cinco días después era
asesinado. Cuando escucho la alabanza que dice “Hombres de valor necesita
Dios” me viene a la mente este mártir que es un icono de la Iglesia Martirial en
toda América Latina.33
Su martirio se lleva a cabo el día 30 de junio de 1978. El 30 de junio de cada año
ha sido declarado día de los mártires de la Iglesia Católica en Guatemala, algo
bien contradictorio pues ese día hay asueto nacional pero por el día del ejército.
Ese día recibe un mensaje de ir a visitar a un enfermo; de regreso es emboscado
y es asesinado como un criminal; un hombre de paz que solo buscó que sus
pínulas vivieran con dignidad.
33 Op. Cit, p. 84
72
El caso fue estudiado por la CEH determinando que el sacerdote Eufemio
Hermógenes López Coarchita fue ejecutado extrajudicialmente por sujetos que
contaron con la posterior protección y encubrimiento del Estado de Guatemala.
Las entidades faltaron gravemente a su deber de investigar y sancionar los hechos
como muchos que han quedo impunes en nuestro país.
Este hecho de sangre ilustra el grado de intolerancia que se vivió en Guatemala
durante la época del enfrentamiento armado interno. Este se suma a muchos
donde han eliminado a personas pacíficas tan solo por oponerse a los intereses
de los poderosos.34
34
Op. Cit, p. 84
73
Conclusiones o recomendaciones:
Al concluir con esta investigación manifiesto que el punto más importante es que
todos los bautizados debemos de asumir nuestra responsabilidad como tales no
importándo en que ámbitos nos movamos, estamos llamados desde nuestra
condición de laicos a buscar el bien común para todos.
La experiencia del trabajo pastoral hecho en mi parroquia desde hace años me ha
enseñado que se le debe dar seguimiento a cada paso de la evangelización para
que no se pierda o caiga en saco roto el esfuerzo conjunto de párroco, laicos y la
parroquia en general. Que sea aprovechado este trabajo para tener mejores
familias, mejores ciudadanos y mejores católicos.
Asumir el martirio y vivirlo desde la familia, como consta en el presente informe. El
martirio es el camino del cristiano comprometido, debe morir a su orgullo, a su
pasividad, dejar por un lado las ideologías y trabajar en la transformación de un
país sin buscar intereses personales y ser un vivo testimonio del amor de Dios; ver
en los demás el rostro sufriente de Jesús y ayudarlos a vivir como seres humanos.
Como ya vimos las consecuencias de esto pueden ser fatales pero esto no nos
debe importar. La persona que habla con la verdad y busca la justicia cae mal,
incomoda pero esta es la prueba de que las cosas se están haciendo bien y al
final será la recompensa.
El cuestionamiento de la presente tesis no es solo para el clero si no para todos en
general, ¿será que la muerte del padre Hermógenes ha dejado una huella en la
feligresía de Guatemala? , ¿Su muerte causó un cambio en la Iglesia de
Guatemala? La causa fue su muerte y su martirio el efecto, que este efecto deje
74
en nosotros una verdadera conversión en busca de una mejor realización de
nuestra parte como personas. ¿Porque solo en San José Pínula lo recuerdan?
Las causas se encuentran en el presente informe y debemos ser juzgados según
nuestra conciencia y asumir nuestro papel como estudiantes, como trabajadores,
como catedráticos, buscar una unidad para buscar la paz, esa paz que tanta falta
nos hace en Guatemala.
Recomendaciones:
En realidad pueden ser muchas pero enumero las que según mi criterio son las
más concretas y se puedan cumplir, porque está en nosotros en que puedan
llevarse a la praxis. El objetivo es comprometernos a cumplir por lo menos las que
menciono a continuación:
Que exista coherencia entre lo que hablamos y nuestras acciones, a menudo se
escucha decir, “predica pero no se convierte”. Que estas frases ya no existan en
nuestro vocabulario.
Asumir nuestro compromiso como bautizados en el trabajo y difundir el evangelio
a aquellos que no tienen esperanza en la vida, hacer algo por ellos para que
sepan de que Jesús existe, que vean en nosotros su rostro misericordioso.
No criticar el trabajo en nuestras parroquias sino al contrario con la formación
recibida integrarnos y trabajar en forma conjunta con las autoridades
eclesiásticas. No llegar a buscar puestos si no a ofrecer nuestro apoyo en busca
de una mejor condición de vida para todos los cristianos.
75
Difundir y revisar si los centros educativos del país tienen en su pensum de
estudios clases de religión para que desde ahí se pueda orientar a los niños, los
cuales son el futuro de nuestro país.
Honor a quien honor merece. Los listados de los mártires ya están inscritos en el
libro de la vida. Que el orgullo y la vanidad no nos lleve a buscar el martirio para
que en la posteridad seamos recordados como tales.
Darle seguimiento a las causas ingresadas para que nuestros mártires sean
recocidos por la iglesia y poder difundir las formas de su martirio para la
conversión de los pueblos; la cual ayuda a que se conozca la realidad del pasado
en Guatemala.
Pedir perdón en nombre de la Iglesia, y del pueblo en general, a Dios y a las
familias de los Mártires de nuestro país, primero por no tomar su ejemplo y luego
por la forma salvaje en la que fueron asesinados la mayoría.
76
Bibliografía:
Conferencia Episcopal de Guatemala. (1997).AL SERVICIO DE LA PAZ Y LA
JUSTICIA. Guatemala. Ediciones San Pablo.
Conferencia Episcopal de Guatemala. (2003). TESTIGOS FIELES DEL
EVANGELIO. Guatemala. Ediciones San Pablo.
Conferencia Episcopal de Guatemala. (2007). TESTIGOS FIELES DEL
EVANGELIO. Guatemala. Ediciones San Pablo.
BERMUDEZ LOPEZ, Fernando (2,000.) SEMILLAS DE SANGRE. Mártires de la
Diócesis de San Marcos. Litografía Nawal Wuj, S. Marcos
BERMUDEZ LOPEZ, Fernando (1998). VIVIR SEGÚN EL ESPIRITU. Reflexiones
sobre espiritualidad de cara al tercer milenio. Guatemala. Editorial Católica Kyrios.
CADAVID DUQUE, pbro. Álvaro. (1998). HACER CREIBLE EL ANUNCIO
CRISTIANO EN AMERICA LATINA. Colombia. Lito Esfera Ltda.
CASALDALIGA, Pedro, Vigil, José María. (1992). ESPIRITUALIDAD DE LA
LIBERACION. España . Editorial Sal Terrae Santander.
CASTILLO, José M. (2007). ESPIRITUALIDAD PARA INSATISFECHOS. Los
peligros de la Espiritualidad. Madrid. Editorial Trotta, s.a..
GUTIERREZ, Gustavo. (1993). EN BUSCA DE LOS POBRES DE JESUCRISTO.
El pensamiento de Bartolomé de Las Casas. Salamanca. Ediciones Sígueme.
HOORNAERT Eduardo (1985). SERIE I EXPERIENCIA DE DIOS Y JUSTICIA. La
memoria del pueblo cristiano. Brasil. Ediciones Paulinas.
MARTINEZ OKRASSA, Carlos.(2006). APUNTES DE HISTORIA DE LA IGLESIA
DESDE LAS VICTIMAS DE CENTRO AMERICA. Guatemala. Cmokrassa. Primera
edición
77
OTERO DIEZ, Santiago. (2008) .DIARIO DE LA PARROQUIA DE SAN JOSE
PINULA. Guatemala. Ediciones San Pablo.
PADOVESE, Luigi (2000). INTRODUCCION A LA TEOLOGIA PATRISTICA.
España. Editorial Verbo Divino . Segunda Edición.
PATER JULIUS, (2003). AQUEL SANTO QUE YO CONOCI. Guatemala. Talleres
Gráficos San Antonio
RICHARD , Pablo. 10 PALABRA CLAVE SOBRE LA IGLESIA EN AMERICA
LATINA. El camino de la Iglesia en América Latina. España. Editorial Verbo divino
SEGUNDO, Juan Luis (1990). LA HISTORIA PERDIDA Y RECUPERADA DE
JESUS DE NAZARET. De los sinópticos a Pablo. Montevideo (Uruguay). Editorial
Sal Terrae Santander
SOBRINO JON. (2007). FUERA DE LOS POBRES NO HAY SALVACION. Madrid.
Editorial Trotta S.A..
78
DICCIONARIOS
DE LA BROSSE, Oliver, Rouilllard, Philippe. (1986). DICCIONARIO DEL
CRISTIANISMO. Barcelona. Editorial Herder.
DI BERARDINO, Angelo. (1992). DICCIONARIO PATRISTICO Y DE LA
ANTIGÜEDAD CRISTIANA. Salamanca. Ediciones Sigueme
LATOURELLE René, Fisichella Rino. (1992). DICCIONARIO DE TEOLOGIA
FUNDAMENTAL . Madrid. Ediciones Paulinas.
STEFANO DE FIORES, T. Goffi, Augusto Guerra (1983). NUEVO
DICCIONARIO DE ESPIRITUALIDAD. Madrid . Editores Paulinos. 5ª. Edición.
REVISTAS
ELLACURIA, Ignacio, (1989), EL PUEBLO CRUCIFICADO, ENSAYO DE
SOTERIOLOGIA HISTORICA, El Salvador. Centro de Reflexión Teológica
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
GONZALES FAUS, José Ignacio. (2007). MONACATO Y OPCION POR LOS
POBRES MISTICA Y PROFESIA. El Salvador. Centro de Reflexión Teológica
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
MAIER, Martin S.J, (2010). EL ECUMENISMO DE LOS MARTIREZ. El Salvador.
Centro de Reflexión Teológica Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
PICO HERNANDEZ, Juan, (1990), MARTIRIO EN LA UCA: PROCESO AL
MUNDO, El Salvador. Centro de Reflexión Teológica Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas
SOBRINO, Jon. (1999). LOS MARTIRES JESUANICOS EN EL TERCER
MUNDO, El Salvador. Centro de Reflexión Teológica Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas
79
TAMAYO – ACOSTA, Juan Jose. (2002). LA UTOPIA DE LOS POBRES Y EL
REINO DE DIOS, El Salvador. Centro de Reflexión Teológica Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas.
TAMEZ, Elsa. (2005). LOS MARTIRES DE AMERICA LATINA A LA LUZ DEL
MARTIRIO DE PERPETUA Y FELICITAS. El Salvador. Centro de Reflexión
Teológica Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
OTERO DIEZ, Santiago. (2009). MONSEÑOR GERARDI, OBISPO MARTIR EN
UNA IGLESIA MARTIR. El Salvador. Centro de Reflexión Teológica Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas
OTRAS FUENTES
http://www.arquidiocese.org.br
http://www.vatican.va