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Elementos para la educaciòn virtual
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ELEMENTOS A CONSIDERAR EN EDUCACIÓN VIRTUAL
Por: Magister Luz Bety Díaz Subieta
De acuerdo a Duart y Sangra (2000), la educación virtual es: “el espacio
asincrónico en el que se produce, de forma real, el proceso de aprendizaje gracias a las
tecnologías de la comunicación y la información”. Se puede decir que el e – learning es
una modalidad formativa enmarcada dentro de la denominada educación a distancia y
que se refiere en definitiva a un proceso de enseñanza y aprendizaje mediado por la
tecnología que puede darse de forma sincrónica o asincrónica. En dicha modalidad
intervienen todos los elementos de un modelo pedagógico virtual: contenidos,
adecuación pedagógica, diseño instruccional, participantes, tutores, evaluaciones,
actividades, plataforma, interacción, herramientas web 2.0, etc.
De otra parte Collis, de Boer, y Van Der Veen, (2001) comprenden por educación
virtual, los procesos formativos que no son guiados directamente por la presencia de un
profesor en el aula, pero que si incluyen la planeación y orientación de docentes a través
de un medio de comunicación tecnológico que permite el desarrollo de la interrelación
docente-estudiante.
En general se concibe la educación virtual como el desarrollo de procesos
formativos a través de sistemas de comunicación impresos y electrónicos o personas que
participan en un proceso de aprendizaje en lugares y horarios asincrónicos y diferentes
a las aulas de clase y a espacios físicos y dados desde un ambiente virtual de
aprendizaje.
Clarificando la visión sobre educación virtual, Silvio,(2000) recalca que la gran
revolución tecnológica se ha incorporado en los ámbitos formativos de la educación
tradicional, como primer acercamiento a la comprensión de las TIC en la educación
actual llevando a una conceptualización compleja de e-learning por que es una
modalidad que implica el uso constante de herramientas y medios electrónicos,
digitales, comunicacionales y virtuales, establecidos sobre plataformas informáticas
robustas, conjugadas con planteamientos pedagógicos modernos y eficaces que facilitan
el proceso de enseñanza-aprendizaje. Así entonces, puede decirse que la inclusión de
tecnología en educación aporta facilidades de espacio, locación geográfica, tiempo,
optimización de recursos tanto para alumnos como docentes y actores de los sistemas
formativos, permitiendo mayor cobertura, centrando la mirada en el auto aprendizaje y
auto regulación del proceso por parte del estudiante y transformando claramente el rol
del docente, ahora más de guía y orientador.
De lo mencionado arriba, se concluye que al superarse el tema de espacios físicos e
infraestructuras y las condiciones excluyentes para la formación de un alto número de
personas que por diferentes razones no pueden estudiar de manera presencial, pero al
contar con el recurso de los componentes tecnológicos e informáticos, se ganan espacios
diferentes de conocimiento que facilitan el que muchas personas puedan acceder a
programas de formación que respondan a sus necesidades particulares, sean estas de
tipo laboral, fisiológico, de movilización e incluso económicas.
Al respecto, Becerra (2002) indica que precisamente, si una propiedad caracteriza
de modo distintivo a la educación virtual respecto de los entornos presenciales, pero
también respecto de las modalidades tradicionales de educación a distancia, es la
posibilidad de interacción con autonomía del tiempo y de las distancias. Esta posibilidad
es definida como asincrónica. Este elemento es parte fundamental del componente
formativo virtual ya que es el que permite manejar lapsos de tiempo en la comunicación
que van desde los modelos comunicativos en línea, en tiempo real hasta el logro de
programaciones especificas de actividades de aprendizaje que permiten a muchas
personas interactuar con docentes virtuales o especialistas formativos de manera
efectiva, determinando lapsos de tiempo específicos entre los aportes y las
retroalimentaciones, que no vayan en detrimento del proceso formativo, de igual
manera, el uso de estas herramientas facilita el almacenamiento y transmisión de
grandes volúmenes de información en tiempos mínimos de entrega, así como un
desarrollo didáctico del proceso de aprendizaje, basado en los avances tecnológicos y
sus componentes digitales.
Enfatizando lo planteado hasta aquí, para Sánchez (2008), es claro que la
virtualidad ha cambiado la forma de comunicarnos e interactuar, esto ha hecho que
muchas posturas y prácticas entren en crisis, sin embargo para el caso específico de la
educación, los diferentes actores deben acercarse a los entornos virtuales de aprendizaje,
a las redes sociales y a las herramientas web 2.0 para conocerlas, apropiarlas y
utilizarlas adecuadamente como potenciadores del aprendizaje.
En lo relacionado con las TIC como herramientas de comunicación hoy,
Sánchez (2008) las define como plataformas de transmisión de información, que
conectan comunidades y generan redes sociales. Esto hace que tanto la academia como
el mundo empresarial las utilicen en sus operaciones diarias como facilitadoras de
conocimiento a través del desarrollo de nuevas metodologías de aprendizaje con
presentaciones novedosas de los contenidos y actividades a desarrollar por parte de
quien aprende.
En Colombia, El Ministerio de Educación Nacional, en su documento oficial
Propuesta de Lineamientos para la Educación virtual en la Educación Superior (2010),
propone las directrices desde las cuales debe enfocarse la educación virtual en
Colombia, esto lo hace bajo el programa gubernamental “Revolución Educativa” en el
cual se define que la educación es un aspecto prioritario para abordar la complejidad de
los retos sociales. La seguridad, la economía, la ciudadanía y en general, todo lo que
tiene que ver con el desarrollo humano, encuentra en la educación uno de los
facilitadores más potentes para el alcance de logros establecidos en dichas materias. La
propuesta del Ministerio se direcciona hacia el desarrollo de cinco temas específicos:
Cobertura, Calidad, Pertinencia Social, Investigación Científica y Capacitación Técnica.
De esta manera la educación virtual se ha convertido en una importante opción
para ampliar y facilitar el acceso a la educación y dentro de esta las instituciones de
Educación Superior son las primeras convocadas a participar comprometidamente en la
transformación de los procesos formativos, mediante la incorporación de las TIC,
entendidas como herramientas que permiten el desarrollo de conocimiento por parte de
un mayor número de personas.
4.1. El estudiante en educación virtual
Respecto al nuevo rol del estudiante en el marco de la inclusión de TIC en la
educación, en primera instancia es pertinente retomar el hecho de que el aprendizaje es
un proceso mediado por la socialización, de acuerdo a Vigotsky (1979), que plantea el
desarrollo cognitivo y el aprendizaje a partir del contacto con el mundo social para
luego pasar a internalizarse. El estudiante aprende de otros seres humanos, en el
establecimiento de interrelaciones, ya que naturalmente convive en grupos y estructuras
sociales, apropiándose de estas experiencias en un contexto histórico que lo determina
para incorporar e internalizar así en sus esquemas cognitivos los aprendizajes dados
desde las pautas sociales. Claramente uno de los elementos preponderantes de los
desarrollos vigotskianos es el carácter innegablemente histórico social del aprendizaje a
partir de la apropiación de los elementos culturales que realiza el sujeto.
Para profundizar en el acercamiento a la educación virtual Iván Illich citado en
Santamaría (2009) nos dice: “podemos dar al aprendiz nuevos enlaces al mundo en
lugar de continuar canalizando todos los programas educativos a través del profesor”.
Es decir que todos los actores educativos deben tener claro hoy que el perfil de los
estudiantes ha cambiado sustancialmente, debido a muchos factores, entre los cuales por
supuesto se destacan los grandes cambios tecnológicos y el cada vez más creciente uso
de las redes sociales. Entonces, sin lugar a dudas, la educación virtual debe enfocarse
en las relaciones entre los participantes de un proceso formativo, puesto que esto
permite mirar los procesos de aprendizaje de una manera diferente a través de las
dinámicas globales dadas en las redes sociales que se generan en dichos procesos. Tanto
las instituciones educativas como los docentes deben ser conscientes de los pasos que
deben dar y de los cambios que deben incluir hoy en día, para responder a las nuevas
demandas del contexto y del estudiante, valorando más las diferencias individuales, las
necesidades de los aprendices y los interesantes procesos y conocimientos que entre
ellos se dan, permitiendo así que la educación en verdad avance de lo transmisionista a
lo colaborativo. Logrando de esta manera la potenciación del aprendizaje a través del
uso de estas redes y medios virtuales.
4.2 El rol del docente en educación virtual hoy
Estos recursos tecnológicos, permiten una mayor capacidad de interacción entre los
usuarios, siendo ésta una de las mayores potencialidades que ofrecen las redes. En este
sentido, la importancia que la interactividad ha adquirido en los entornos virtuales de
aprendizaje, ha provocado un cambio en el rol del profesor, pasando de experto a
facilitador. En este sentido, autores como Gómez y Gewerc (2002), destacan que estas
modificaciones en el ámbito educativo han ocasionado que los roles tradicionalmente
asignados al docente y al estudiante sean intercambiables, lo que provoca un mayor
logro del progreso cognitivo mediante la interacción, otorgándole a ésta un gran valor
pedagógico.
Para García y Ruíz (2007), el aprendizaje no depende del diseño de contenidos de
enseñanza sino de cómo éstos son empleados por docentes y estudiantes. En general las
teorías de educación virtual están considerando estos aspectos y el debate se centra
ahora en analizar cómo los contenidos de enseñanza (tanto los elaborados por
profesionales como los que crean los estudiantes) pueden ser usados como eje de las
actividades de aprendizaje y el desarrollo de competencias cognitivas, más que como
paquetes de información desvinculados de la práctica, aprovechando las redes sociales y
la tecnología.
Terminando este apartado Martínez (2003) comenta que la interactividad cognitiva
entre personas demuestra que la comunicación humana no es exclusiva de la
presencialidad, es cierto que se pierden aspectos no verbales, pero igualmente es cierto
que gana en flexibilidad espacio – temporal; es cierto que pierde emotividad pero
también que gana en permanencia de la información en un soporte físico.
De acuerdo a Sangrá (2001), ahora los estudiantes requieren procesos educativos
mediante el uso de tecnología, tanto porque se sienten a gusto con ella, aprenden mejor
e interactúan de manera decidida con su entorno como por que las exigencias sociales y
laborales así lo requieren. Esto necesariamente supone que los docentes en respuesta a
dichas demandas deben desarrollar esquemas de aprendizaje acorde a estas necesidades
puntuales, de igual manera es el docente en primera instancia quien debe prepararse de
antemano para afrontar estos cambios educativos, ya que no solo se convierte en
orientador de la asignatura como tal, sino de igual manera debe enfocar el proceso de
acople tecnológico de los alumnos al sistema académico y formativo.
4.3 Nuevas consideraciones en educación desde la modalidad virtual
Claramente la educación virtual no es mejor que la presencial, ni tampoco está
última va a desaparecer, lo que sucede es que de acuerdo a los nuevos estilos de vida
humana, la tendencia educativa se orienta más hacia modalidades a distancia y virtuales
que presenciales. (Blázquez, 2001). Lo que sí es evidente, es que ahora todas las
modalidades educativas incorporan en mayor o menor medida el uso de TIC para
apoyar el desarrollo de sus procesos y facilitar el logro de los objetivos formativos.
(Díaz, Barriga, 2002).
Complementando lo anterior, en el momento en que la educación empezó a incluir
las tecnologías, bien fuera como apoyo a la educación tradicional o como un viraje total
a procesos de formación virtual sincrónica o asincrónica, cambio rápida y claramente la
forma de aprender, puesto que ahora la interacción del estudiante no se da solo con su
docente sino también con otras personas de su contexto o de otros países, además
interactúa con diferentes herramientas web 2.0 que le permiten tener información más
actualizada y a la mano de manera constante, y por otro de las redes sociales, que son
una nueva forma de comunicación e interrelación mediadas ahora por tecnología, las
redes sociales pueden incluir usuarios de muy diferentes perfiles y tener objetivos
bastante amplios, como la socialización con conocidos, o conocer nuevas personas,
contactos de trabajo, publicación de eventos personales, intercambio de información
entre muchos otros, las redes sociales se unen a los procesos formativos, en el punto de
intercambio de información, ya que existe actualmente una forma específica de redes
sociales, denominadas redes virtuales de aprendizaje, cuyos objetivos son más
específicos y se relacionan directamente con compartir información sobre una temática
amplia con tópicos específicos, dicha información es proporcionada a la red bien sea por
expertos o por cualquier miembro de la red que haya encontrado algo al respecto, las
redes sociales de aprendizaje pretenden aparte de compartir información, generar
conocimiento, se da un proceso informal de recibir información, reconstruirla, aprender
y generar conocimiento.
Hoy más que nunca surgen necesidades de actualización en los contextos educativos
que respondan a los cambios del contexto actual permitiendo formación y aprendizaje
pertinente y estudiantes competentes y actualizados, al igual que docentes preparados y
sintonizados con dichos cambios pasando de centrarse en la información a centrarse en
el estudiante, quien aprende, con recursos tecnológicos e informacionales que
enriquezcan ampliamente el entorno de conocimiento, faciliten al estudiante el
aprendizaje, le permitan la toma de decisiones sobre su proceso y lo relacionen con
otros en redes personales de aprendizaje para la co construcción del conocimiento,
migrando a metodologías evaluativas mucho menos memorísticas, mas de comprensión
y sobre todo de aplicación en contextos reales, con propuestas , la universidad debe
involucrar a las familias en la educación de los hijos, haciendo como mínimo charlas
informativas donde se muestre al núcleo familiar que la tecnología en vez de distraer al
estudiante, puede potenciar enormemente su aprendizaje.
En este siglo la tecnología adquirió un papel protagónico que ha permeado todos los
ámbitos del ser humano, entre ellos la educación, por supuesto en el contexto mundial,
el acelerado y fuerte desarrollo e inclusión de tecnología introdujo cambios
fundamentales y relevantes en todas las esferas, especialmente en la formación, con la
inclusión de TIC (Tecnologías de la información y las comunicaciones), en los procesos
de enseñanza y aprendizaje que se desarrollan de manera muy diferente a como se hacía
en épocas pasadas, para afirmar si esto es positivo o negativo se requiere de un profundo
análisis, lo cierto es que el uso de la tecnología en la educación es cada vez más
frecuente y de mejor calidad, Sarto (2009).
Entre los principales focos de análisis que requiere actualmente el marco de la
educación virtual, está el hecho de que la inclusión de TIC en educación ha alcanzado
niveles importantes de aceptación en los procesos formativos de educación superior, sin
embargo, la apropiación de herramientas que contribuyen a fortalecer los procesos de
enseñanza y aprendizaje aún no es suficiente ni clara. (García Aretio, 2009). Esto se
hace frecuentemente de manera intuitiva, sin un análisis real de los factores que
intervienen en dichos procesos, y sin una capacitación formal y eficiente. Este aspecto
limita el uso apropiado de la tecnología en la educación. También debe considerarse que
no solo la interacción docente – estudiante y estudiante-estudiante, generan aprendizaje,
sino que también lo hacen todas las interacciones humanas, a pesar de ello diversas
instituciones educativas continúan generando las estrategias de enseñanza – aprendizaje
únicamente en el ambiente educativo sea de modalidad presencial o virtual,
desconociendo el hecho de que hoy las personas utilizan continuamente las TIC para
diferentes aspectos como: interacción social, creación y seguimiento de grupos
académicos, ecológicos, etc., asistencia a eventos presenciales y /o virtuales, entre otros
usos. Por ello, es fundamental que en el ámbito académico se considere la influencia
que tienen estas tecnologías de la información y la comunicación en el mundo, cada vez
con mayor protagonismo en la generación de conocimiento.
El desconocimiento por parte de los diferentes actores educativos (instituciones,
docentes, estudiantes) frente al papel potencializador de las TIC en el aprendizaje, ha
ocasionado que en varios países, aún en este momento se sigan subestimando y
excluyendo del proceso formativo. Es usual que quienes están desarrollando educación
virtual lo hacen por iniciativa propia y no por inclusión formal de estas desde la
institución educativa donde se están formando. La participación de los estudiantes en
los procesos de educación virtual, en varios casos sigue siendo escasa y confusa, bien
sea por qué no entienden su funcionamiento, por qué no le ven la importancia, por qué
su formación no involucra actividades didácticas de aprendizaje a través de medios
virtuales, para el logro de objetivos propuestos por los diferentes cursos de un pregrado
o posgrado, o por otras razones, que aún no se conocen a profundidad.
Para terminar es importante anotar que si se quiere una excelente educación virtual,
tanto la institución educativa, como los estudiantes y los docentes deben estar
actualizados frente a las políticas y los requerimientos del Ministerio de Educación
Nacional MEN, de esta manera el proceso educativo en verdad puede alinearse a las
necesidades del contexto nacional.
4.4 Fundamentos pedagógicos para la educación virtual
Cada vez es más claro que por alta y moderna infraestuctura tecnológica que se
tenga si el aspecto pedagógico no es claro, de calidad y motivante en educación virtual,
se está perdiendo todo esfuerzo (La Cruz, 2006). Este eje pedagógico en esta modalidad
de educación debe incluir un fuerte componente motivacional, de presentar el contenido
relevante de manera agradable, propiciar la búsqueda y profundización de información,
elegir recursos pertinentes y diseñar actividades que generan aprendizaje significativo.
Así se potenciará el aprendizaje en una excelente combinación de lo tecnológico y lo
pedagógico en un ambiente virtual de aprendizaje.
Siguiendo esta línea Cabero, Duarte y Barroso (1997) enfatizan en que los
recursos tecnológicos se debe incorporar a la información, pero integrando otros
aspectos indispensables como lo curricular, en donde el objetivo principal, debe ser
potenciar y enriquecer el aprendizaje de los estudiantes; lo psicológico, referido a que
en el AVA se deben incorporar recursos psicológicos a favor del aprendizaje; considerar
seriamente el aspecto actitudinal de los actores del proceso, proveer una actitud positiva
ante la integración de las tic en el proceso de enseñanza-aprendizaje; formando para el
uso crítico de los medios; y pragmático, aprendizaje de situaciones reales orientado
desde el autoaprendizaje guiado y desde el aprendizaje significativo, entre otros.
Desde esta misma mirada pedagógica, Barajas (2003) señala que los ambientes
virtuales de aprendizaje implican per se nuevas formas de enseñanza y deben
necesariamente estar diseñado en base a una clara y actual línea pedagógica que
responda de manera específica a los requerimientos de esta modalidad, mediante la
incorporación de nuevas metodologías de transmisión de conocimientos, nuevos
recursos educativos, nuevos sistemas de evaluación y seguimiento. Todo lo anterior
enfocado a lograr un completo modelo educativo que garantice el logro de estándares de
calidad educativa, de igual manera como se hace en los sistemas presenciales. De aquí
se desprende el paso de cursos virtuales a Universidades Virtuales, que tienen la
capacidad de adaptarse, actualizarse e incorporar herramientas de punta para desarrollar
los procesos formativos, gracias a su estructura, basada en desarrollos tecnológicos y
comunicacionales.
Según Pimienta (2007) una metodología efectiva para la planeación de clases en la
modalidad virtual debe contener un formato en el cual a criterio del docente se definan
el tema y el nivel de asimilación, objetivos, título de la clase, método, estrategias de
enseñanza-aprendizaje, recursos, reactivación de los conocimientos previos, situación
problemática, construcción de significados, organización del conocimiento, aplicación
de los conocimientos, evaluación del proceso y las tareas.
Concluyendo el tema del diseño pedagógico en educación virtual, López, P. (2006)
expone que se considera un entorno virtual de aprendizaje cuando se ha diseñado una
estructura específica y adecuada, para ayudar a los docentes a crear cursos de calidad
en Internet, esta estructura debe estar orientada a dar soporte e información en un
marco de educación social, inclusiva, con desarrollos cognoscitivos específicos,
aplicados a la capacidad del estudiante de resolver problemas y formular propuestas, de
manera que logre desenvolverse e interactuar mediante esquemas de formación
autónoma y constructivista.
Específicamente el constructivismo hoy, es considerado como uno de los mejores
enfoques para la educación virtual (Omrod (2005) puesto que concibe al ser humano
como un sujeto activo frente al conocimiento, como un ser inteligente con capacidad de
aprender, de construir conocimiento y de reconstruirlo de acuerdo a sus experiencias y
necesidades. Desde el constructivismo se alienta a presentarle situaciones problemáticas
al estudiante con el fin de que desarrolle las maneras de solucionarlas, basado en la
investigación y la experiencia. De acuerdo a este enfoque el proceso de aprendizaje
funciona, de manera que el estudiante aprende basado en su experiencia previa, pero
también con respecto a los sentimientos que generaron esas experiencias. En este
aspecto el autor puntualiza que hay que entender al individuo como un ser complejo,
afectado no solo por sus aprendizajes previos y su inteligencia también por sus
sentimientos, elementos sensoriales, empatías etc.
Desde este mismo enfoque, Biggs (2006) establece que las relaciones dadas en
educación virtual promueven un esquema de enseñanza-aprendizaje cooperativo en el
que el estudiante es protagonista activo en su propia formación, implicando que el rol
del docente debe ir más allá de la administración de conocimientos, creando un
ambiente apropiado que le permita al estudiante construir su propio conocimiento a
partir de las orientaciones del profesor, los materiales didácticos y los recursos y
actividades que proporciona el sistema.
Incorporar las tecnologías de la información y comunicación en los procesos
formativos es un reto que están asumiendo los actores, estamentos y organizaciones en
todo el contexto mundial y no se excluye la región latinoamericana donde se evoluciona
hacia una sociedad del conocimiento y a mayores posibilidades de alcanzar nuevos
niveles de desarrollo
Referencias
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