ELEMENTOS PARA LA IMPLEMENTACION DE INCENTIVOS ECONOMICOS CON ENFOQUE SISTEMICO EN LA GESTION DEL RECURSO HIDRICO EN COLOMBIA

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This document proposes several aspects to consider, in order to apply an environmental policy for the management of the water resource in Colombia (South America). based in the systemic approach, that take in account the implantation of economics incentives founded in the integral and holistic view of the environment, the natural resources and your interactions.

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ELEMENTOS PARA LA IMPLEMENTACION DE INCENTIVOS ECONOMICOS CON ENFOQUE SISTMICO EN LA GESTION DEL RECURSO HIDRICO EN COLOMBIA

INTRODUCCIN El agua es el lquido esencial, su presencia en la Tierra desde hace millones de aos, ha hecho posible la vida y el surgimiento de miles de especies que contribuyen a la biodiversidad del planeta. As mismo es el sostn de la poblacin mundial e insumo bsico para la produccin de alimentos, aunque en algunas zonas, su escasez haya llegad a ser un problema de primera importancia para los Estados, y se hayan adoptado medidas muy estrictas para garantizar una oferta mnima del lquido. Las polticas de manejo del agua , siempre han estado ligadas primordialmente a su uso como factor de desarrollo econmico, y de abastecimiento de poblaciones, desde un punto de vista antropocntrico, en el cual el agua es un recurso ms, que se puede aprovechar de manera ilimitada, debido a su aparente inagotabilidad. Sin embargo y a pesar de que la oferta de agua pareciera inacabable, la humanidad ha socavado y est amenazando de manera grave la persistencia de aquellas estructuras y relaciones que hacen posible la continua provisin del lquido vital. No sobra decir que como toda conducta humana, el uso del agua ha sido objeto de regulaciones sociales y reglas estrictas, en el caso de las civilizaciones antiguas. En la poca moderna se hace uso de instrumentos normativos para administrar el recurso y garantizar su efectiva distribucin. No obstante existir actualmente polticas que consideran el mantenimiento de la oferta hdrica como un rengln estratgico dentro de la economa y el orden social de un pas, estas se encuentran basadas sobre un modelo dirigista del Estado de comando y control, es decir se apela al principio de autoridad y al establecimiento de reglas permisos y regulaciones estrictas de orden coactivo, para garantizar que el agua sea utilizada de manera racional. En este sentido, Colombia no ha sido ajena a proceso de juridizacin del uso del agua,. esquema que no obstante estar fundado sobre slidas bases legales no ha sido mayormente efectivo, en razn a que la puesta en obra de las normas y su misma eficacia, acusa una debilidad estructural, como es la reticencia al acatamiento de las normas jurdicas y la escasez de recursos del Estado para lograr una aplicacin efectiva de aquellas. Es as como vemos un panorama legalista bastante amplio, fundado sobre un aparato estatal que se dedica a producir normas en serie, asumiendo que su expedicin va a solucionar los problemas que aquejan a la gestin ambiental en el pas. Se puede decir que el abanico de normas ambientales, actualmente hay ms de 1300 expedidas, no ha sido muy efectivo a la hora de producir resultados en el campo de la proteccin de los recursos naturales. Esta inflacin jurdica choca con un modelo de desarrollo econmico dependiente del uso intensivo de recursos naturales, y en esencia depredador en materia ambiental, una cultura ambientalista mnima, centrada en la produccin agropecuaria, hasta muy entrado el siglo XX, y unas condiciones ambientales especiales del pas que lo hacen

bastante atractivo como proveedor de bienes y servicios derivados de sus recursos naturales. Sin embargo la gestin adelantada hasta el momento no arroja resultados alentadores, los niveles de contaminacin de las aguas son representativos, existen zonas del pas donde ya se presentan problemas de tensin hdrica, generados por la escasez y prdida del recurso. Las medidas adoptadas por el Estado hasta empiezan a mostrar resultados en materia de control de vertimientos y manejo de ecosistemas estratgicos para la provisin del recurso agua. No obstante, la calidad del agua potable consumida por la poblacin colombiana, dista mucho de ser la adecuada para un importante sector del pas. Asumiendo que el esquema basado en normas y permisos para la utilizacin del recurso hdrico, debe ser complementado con una poltica de incentivos, la cual si bien ha sido implementada en el pas desde el ao 1997, con el cobro dela tasa retributiva por vertimientos a fuentes de agua, y ms recientemente la tasa por uso de agua, el presente trabajo propone explorar nuevas alternativas para la gestin del recurso hdrico utilizando herramientas conceptuales, que se considera pueden constituir un punto de partida, para el diseo e implementacin de una poltica pblica estratgica, que involucre dentro de su esquema funcional, el anlisis de las diversas interacciones y redes que se entretejen entre los diferentes componentes naturales, biticos y abiticos del ciclo del agua o ciclo hidrolgico. Si bien el tema de investigacin, inicialmente propona el estudio a nivel nacional e internacional, de los instrumentos de gestin ambiental de ecosistemas asociados al mantenimiento de la oferta hdrica, la complejidad del tema y el difcil acceso a la bibliografa especializada, casi toda disponible en idioma ingls, hace que los objetivos del ensayo sean ms humildes y se limiten al estudio de los instrumentos de gestin del agua, en el entendido de que el tema puede ser abordado de un manera ms fcil y comprensible, sin tener pretensiones de profundidad, sino ms bien de exploracin, abierta la crtica y al aporte desde una variedad de disciplinas . El enfoque de tipo sistmico, que asume la organizacin natural como un conjunto de redes en constante interaccin, dentro de un esquema o patrn organizador y regulador, puede servir para el diseo de una estrategia de accin, concebida con ayuda de la economa ambiental, disciplina que se encarga de asignar valores a los bienes y servicios provenientes de los ecosistemas y la naturaleza en general, con el objeto de lograr un mejor y ms racional aprovechamiento, sin disminuir la capacidad e regeneracin de aquellos. Esta estrategia involucrara la creacin de marcos de accin y regulatorios, concebidos con un enfoque sistmico e integrador, que acte sobre los diferentes componentes de los sistemas naturales que hacen posible el mantenimiento de una oferta de agua constante y garantizan su aprovechamiento sostenible. No obstante las dificultades presentadas en el estudio de un tema complejo y an poco explorado en el pas, creemos que la investigacin realizada presenta un panorama general, aunque claro de la gestin del recurso agua en Colombia y en otros pases del mundo, y demuestra que a nivel nacional se ha desarrollado un interesante trabajo de administracin de los recursos naturales bajo el esquema de instrumentos econmicos, si bien los incentivos para la proteccin y conservacin del aguas no estn muy bien definidos y deben ser objeto de impulso, como una

importante alternativa dentro de la gestin ambiental. En consecuencia la propuesta contenida en el presente trabajo est abierta a la discusin y complementacin, por cuanto en el marco de la teora de de sistemas y pensamiento sistmico no se ha trabajado mucho en el pas, y los mayores esfuerzos se han hecho en el campo de las ciencias humanas y sociales. Vale decir que el camino hasta ahora comienza y que disciplinas como la economa ambiental, herramienta calve en la gestin ambiental moderna deben permear de manera profunda los esquemas actuales de las polticas que sobre recursos naturales y medio ambiente tiene dispuestas el Estado.

1. GENERALIDADES 1.1 FORMULACIN DEL PROBLEMA

Cuales son las posibilidades actuales de aplicacin de instrumentos econmicos complementarios para la gestin integral de los ecosistemas existentes en Colombia, que se encuentran directamente asociados a la preservacin y conservacin de la oferta hdrica, teniendo en cuenta una valoracin de costos ambientales basada en los principios de la economa ecolgica y la teora de sistemas. 1.2 OBJETIVOS

1.2.1 Objetivo General. Analizar la conveniencia de la implementacin de instrumentos econmicos complementarios que puedan ser aplicados en Colombia dentro del contexto de una poltica pblica ambiental, para la proteccin y conservacin de ecosistemas directamente asociados al mantenimiento de la oferta hdrica. 1.2.2 Objetivos Especficos Identificar y evaluar los instrumentos econmicos actuales utilizados para la gestin ambiental de ecosistemas y el recurso hdrico en Colombia, sus alcances, limitaciones y las posibilidades de modificacin. Analizar estudios de caso y experiencias internacionales en materia de implementacin de instrumentos econmicos en la gestin ambiental de ecosistemas y recurso hdrico, con el objeto de establecer ventajas y desventajas para la aplicacin de los mismos en nuestro pas.

Proponer elementos de anlisis para el diseo de una poltica pblica ambiental basada en la aplicacin de instrumentos econmicos y la valoracin de costos ambientales, dentro de un enfoque sistmico y cuyo objetivo central sea el mantenimiento de la oferta hdrica en el pas. 1.3 JUSTIFICACIN

La gestin actual del recurso hdrico en Colombia requiere una visin integral que tenga en cuenta la totalidad de los factores que intervienen para la regulacin de la oferta hdrica, en especial los factores de tipo bitico. Si bien se acude a los llamados mecanismos de comando y control, basados en el otorgamiento de permiso o concesiones para la utilizacin del recuso hdrico para fines de consumo humano, agropecuarios, industriales y recreativos entre otros y el posterior control y seguimiento de las obligaciones establecidas por las autoridades administradoras del recurso y de manera complementaria se busca racionalizar su uso y transferir a los usuarios parte de los costos generados por la descontaminacin de fuentes de agua, a travs del cobro de tasas por el uso de las aguas y por la descarga directa de vertimientos. Estas acciones se consideran insuficientes para la gestin eficaz del agua, debido a que no tienen en cuenta los costos generados por la afectacin de zonas de recarga hdrica y de importancia para la regulacin del ciclo hidrolgico, como son las zonas de pramos, los acuferos, las zonas de reserva forestal, humedales entre otros, que contribuyen al mantenimiento de la oferta hdrica. Por otra parte la poltica de ordenacin de cuencas que se ha plasmado en el Decreto 1729 de 2002, no tiene en cuenta de manera directa una valoracin de costos ambientales que implica la gestin de cuencas hidrogrficas sometidas a una alta presin antrpica. El presente trabajo busca explorar y analizar las posibilidades de aplicacin de instrumentos econmicos complementarios a los ya existentes como son las tasas retributivas y por uso del agua, as como las inversiones forzosas contempladas en la ley y que deben hacer los usuarios del recuso hdrico, por causa de su utilizacin y aprovechamiento. Estos instrumentos econmicos objeto de anlisis, no van enfocados directamente a intervenir sobre el uso del agua en s misma para diversas actividades o como receptor de vertimientos; su enfoque de tipo sistmico est dirigido principalmente a intervenir sobre todos los componentes e interacciones que posibilitan la regulacin del ciclo del agua y el mantenimiento de la oferta hdrica. Es decir operan sobre los sistemas naturales que tienen que ver directa o indirectamente con la produccin de agua, ya sean humedales, reservas forestales nativas, cuencas y microcuencas, zonas de recarga hdrica, reas de pramos entre los ms importantes. De esta manera los principios y metodologa de incentivos, gravmenes, beneficios tributarios. fondos etc. que son utilizados en la proteccin de la biodiversidad, de reas protegidas, la atmsfera, los suelos manejo de residuos slidos y peligrosos, pueden ser aplicados para la gestin del recurso hdrico en Colombia y complementar los instrumentos econmicos ya existentes. 1.4 DELIMITACIN

1.4.1 Unidad de anlisis. El objeto de anlisis lo constituyen los instrumentos econmicos para la gestin ambiental de ecosistemas y del recurso hdrico, y las posibilidades de implementacin en Colombia de polticas ambientales asociadas a una valoracin de costos fundamentada en el enfoque sistmico, las cuales contribuyan desde el esquema de las leyes de mercado al mantenimiento de la oferta hdrica a nivel nacional. 1.4.2 Cronolgica La investigacin abarca un anlisis de la implementacin en los ltimos veinte aos de instrumentos econmicos para la gestin ambiental de ecosistemas y recurso hdrico a nivel internacional y especialmente en Colombia y las posibilidades de implementar a futuro una poltica ambiental de valoracin de costos con enfoque sistmico. 1.4.3 Geogrfica-espacial Se busca hacer a un anlisis del caso colombiano, examinando las normas y polticas existentes al respecto y la situacin actual de ejecucin de las polticas a nivel de las autoridades ambientales del pas. Sin embargo dentro de la investigacin se abordarn casos y experiencias presentadas en otros pases, principalmente de Centroamrica y Amrica del Sur, como es el caso de Brasil, Mxico, Honduras, Ecuador, Argentina entre otros y pases como Espaa y Estados Unidos. 1.5 POSIBLES USUARIOS DE LOS RESULTADOS

Como posibles usuarios de los resultados de la investigacin se tienen las autoridades ambientales como es el caso de las Corporaciones Autnomas Regionales y el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. As mismo se considera que el documento puede ser de inters para economistas interesados en la gestin ambiental, grupos ambientalistas y ecologistas, abogados especializados en derecho ambiental, usuarios del recurso hdrico, como juntas de acueducto, empresas agrcolas e industriales, ONG`S, universidades y centros de investigacin.

2. MARCO DE REFERENCIA 2.1 MARCO HISTRICO

El progreso de la raza humana siempre ha estado ligado a la utilizacin directa de los recursos naturales. La socializacin de la naturaleza implic la utilizacin de materia primas provenientes de los diversos ecosistemas del planeta. Sin embargo nunca se haban tenido en cuenta las implicaciones de este uso irracional del medio ambiente y sus componentes. Es a partir de de los aos 50 cuando se empieza a tener conciencia del valor de estos recursos naturales y se los incorpora dentro de los anlisis econmicos, especialmente en Norteamrica y Europa. Si bien los primeros anlisis estn fundados en la teora econmica clsica, posteriormente se incorporan otras variables de anlisis que permiten enriquecer el debate. En los aos 60s se empiezan a aplicar algunas tarifas en Europa, especialmente en

Alemania a aquellas empresas que contaminan el recurso hdrico con sus procesos productivos (principio del que contamina paga). La cumbre de Estocolmo y la promulgacin de la agenda 21 son un intento para concientizar a los Estados, sobre todo a los ms desarrollados sobre las implicaciones econmicas, ambientales y sociales del mal uso y despilfarro de los recursos naturales y se empieza a hablar de internalizar costos, es decir de asumir las consecuencias en trminos monetarios y productivos las consecuencias de la contaminacin y degradacin ambiental generadas por las empresas (externalidades negativas). La Cumbre de Ro evidenci los pocos progresos hechos sobre el tema a nivel mundial y en su declaracin de principios acogida por la mayora de pases participantes estableci como obligacin de los estados la valoracin de los costos ambientales y la consolidacin del principio de que aquellos que contaminan deben responder por las consecuencias ambientales negativas generadas por sus procesos productivos. Colombia no ha sido ajena a esta tendencia y a ha establecido normas precisas de internalizacin de costos generados por el uso y afectacin de recurso naturales como son las tasas retributivas y las tasas por uso. As mismo en las ltimas dcadas han surgido y tomado fuerza disciplinas como la economa ambiental, la economa ecolgica y la ecologa poltica que plantean alternativas para el desarrollo sostenible y el adecuado uso y aprovechamiento de los recuso naturales, basada sobre los principios de mercado. Esta literatura especializada tuvo una enorme acogida e influencia en las dos ltimas dcadas del siglo pasado y sus principios y planteamiento siguen siendo utilizado actualmente en el diseo de polticas ambientales basadas en la asignacin de valor econmico a los recursos naturales . Por otra parte la teora de sistemas, la cual se empez a esbozar durante los aos 40, ha tenido un enorme progreso desde esa poca, siendo aplicada inicialmente a la planificacin y organizacin de operaciones militares a gran escala, durante la Segunda Guerra Mundial y luego a investigaciones llevadas a cabo en el campo de la fsica, las ciencias sociales y el anlisis poltico y econmico. En los ltimos aos la teora de sistemas ha sido utilizada como una eficaz herramienta de anlisis en el campo de la ecologa y la biologa, siendo el sostn de influyentes teoras sobre el comportamiento, interaccin y organizacin de los seres vivos. 2.2 MARCO TERICO Y ESTADO DEL ARTE

La transformacin de los ecosistemas en el planeta tierra ha sido un proceso ininterrumpido desde la aparicin de la especie humana. La suma de las interrelaciones fsicas y bioqumicas que dan sustento a la vida en nuestro entorno natural es el resultado de un complejo y lento proceso de interaccin entre los elementos que data de ms de 3.8 billones de aos, tiempo en el cual se han creado ciertas estructuras y equilibrios que permiten el surgimiento, mantenimiento y evolucin de millones de especies. Sin embargo, el hombre, con su sorprendente habilidad de adaptacin ha tenido un papel predominante dentro de la estructura del sistema biofsico de la Tierra, con las consecuentes transformaciones y efectos negativos que ahora conocemos. Uno de los componentes del sistema natural que ms ha sido afectado por la accin

del hombre ha sido el agua. El recurso hdrico, vital para la vida de las especies ha sido aprovechado de manera irracional a partir del advenimiento de los modos de produccin organizados de tipo industrial con fines de intercambio de mercancas. As mismo uno de sus usos ms importantes por no decir el ms perjudicial, el de depsito de vertimientos contaminantes y otros desechos han alterado notablemente en algunas zonas la calidad del agua hacindola no apta para otros usos. A lo largo de los siglos el agua se ha utilizado en labores agrcola de manera poco planificada lo que ha generado problemas de escasez y de agotamiento de fuentes. Si bien muchas civilizaciones milenarias fueron capaces de crear toda una cultura alrededor del uso del agua, entendiendo que esta haca parte de un ciclo que supona la interaccin de todos los componentes y fenmenos existentes en la naturaleza, estos conocimiento fueron prontamente desechados con el desarrollo de las sociedades y el aumento de las poblaciones lo que hizo necesario un uso mayor del recurso con fines agrcolas e industriales. El galopante avance de las sociedades agrcolas, transformadas posteriormente en sociedades industriales, consumidoras y despilfarradoras de recursos naturales, desemboc en un deterioro relevante de los ecosistemas con consecuencias ambientales graves, especialmente en algunas regiones del mundo donde la oferta ambiental iba disminuyendo en proporcin directa al ethos depredatorio, propio de una cultura occidental enmarcada en el ciclo de produccin de mercancas, a partir de materias primas existentes en la naturaleza. De esta manera los flujos de energa generados dentro de los sistemas naturales, y dependientes de la interaccin de sus componentes qumicos, fsicos y biolgicos, han sido profundamente afectados por la actividad extractiva propia de la civilizacin industrial; esto se traduce en la modificacin de los ciclos de nutrientes y en una prdida de la productividad biolgica, sostn del modelo actual de desarrollo econmico. En consecuencia y ante el agotamiento de las enormes reserva de recursos naturales, principalmente el agua, biodiversidad y la disminucin de la capacidad de autoregeneracin de los sistemas naturales, muchos estudiosos llegan a la conclusin sobre la insostenibilidad del modelo de desarrollo econmico imperante, basado en la extraccin irracional de recursos naturales renovables y no renovables para alentar y aumentar la produccin de bienes y servicios cuyo destino es un mundo inmerso en la ola consumista. Si bien la economa por antonomasia, ha sido la disciplina ms utilizada para sostener y legitimar el modo de produccin capitalista, bsicamente depredador en trminos medio ambientales, esta misma disciplina ha servido para plantear alternativas de desarrollo sustentable, el cual implica continuar con el crecimiento y desarrollo econmicos propios de la mentalidad industrial de corte occidental, buscando sin embargo un uso racional y planificado de los recursos naturales, con miras a mantener la oferta ambiental para las generaciones futuras y garantizar su supervivencia. De esta manera se busca hacer clculos sobre la estabilidad, capacidad productiva y niveles crticos de los ecosistemas para determinar en que cantidades se puede hacer uso de sus componentes naturales, sin romper el equilibrio que garantiza su existencia. Es decir se trata de mantener sus propiedades autopoiticas o de regeneracin frente a las modificaciones causadas por su interaccin con su entorno. Dentro de los servicios prestados por los sistemas naturales, los cuales son posibles nicamente en la medida en que se mantenga la continua interaccin de sus componentes a pesar de las alteraciones y perturbaciones externas, se encuentran

el mantenimiento de los gases de la atmsfera, la regulacin de los ciclos hidrolgicos, la generacin de suelos, el mantenimiento de los bancos genticos, la multiplicacin y sobrevivencia de especies entre otros. Estos servicios ambientales desde el punto de vista de la economa deben ser analizados en lo que tiene que ver con las causas econmicas de su disminucin o desaparicin, la valoracin de los mismos dentro de un contexto de mercado y su aporte dentro de una estrategia de desarrollo sostenible. Uno de los grandes debates que surge es como utilizar las herramientas de la economa para contribuir al mantenimiento de los ecosistemas, partiendo de su valoracin econmica y del diseo de instrumentos que permitan una gestin racional y sustentable de los recursos naturales, entre estos el agua. Partiendo de estos principios bsicos las diversas teoras econmicas han formulado sus propios supuestos o perspectivas de accin. La visin propia de la teora economicista neoclsica parte desde una orientacin antropocntrica, la cual considera que los bienes ambientales solamente tienen un valor en la medida en que sirven a las necesidades del hombre o que satisfacen sus deseos. En este sentido los sistemas naturales y todas sus interacciones son vistos como un medio para satisfacer las necesidades humanas. De esta manera se hace necesario establecer una relacin entre economa y medio ambiente, poner precio a los sistemas naturales y a sus componentes a fin de regularlos mediante una lgica de oferta-demanda, basada en los diversos valores que se pueden asignar a los bienes y servicios ambientales para contribuir a sus conservacin, disminuir las externalidades negativas, es decir los costes sociales y econmicos que implica la actividad de los agentes econmicos en lo que tiene que ver con afectaciones ambientales y que no son cargados a sus costos de produccin sino que son asumidos por la sociedad entera. Para la economa ambiental existen tres funciones econmicas del medio ambiente como son la de proveedor de recursos naturales para actividades productivas, asimilador de desechos de la produccin y fuente directa de utilidades; en funcin de estos principios es posible asignar valores a los componentes del medio ambiente, valores que tienen como punto de partida el proceso de seleccin que hace la gente de los bienes y servicios, en este caso los ambientales. En una economa de mercado esta clasificacin se logra comparando los precios de los bienes con la voluntad o preferencia de pagar de los consumidores. En consecuencia se trata de encontrar una voluntad de pagar de la sociedad por un determinado bien o servicio ambiental para determinar una lnea de accin que implique un cambio en la gestin de lo ambiental. Es decir la proteccin de determinados sistemas naturales y los bienes y servicios que estos proveen se basa en las preferencias de los consumidores, medidas a travs de una curva de demanda y en un anlisis de costo beneficio. Dentro de esta visin se incorporan las diversas clases de usos asignados a un sistema natural y que son objeto de valoracin econmica, y dentro de los cuales se encuentran los usos directos como son la extraccin de madera de un bosque, los usos del agua para actividades agrcolas, la extraccin minera, la extraccin de material gentico de plantas y animales; usos directos no extractivos como el turismo y la recreacin; usos indirectos tales como servicios ecolgicos, la regulacin de los ciclos hidrolgicos, la fijacin de carbono y nitrgeno, regulacin de microclimas. Por otro lado estn los valores de opcin que implican los usos futuros de los componentes del sistema natural y los valores de existencia que se relacionan con el deseo de la poblacin de pagar por la

permanencia o conservacin de aquel. Desde este punto de vista, la economa ambiental puede proveer herramientas para el diseo de polticas ambientales, que tomen en cuenta la valoracin econmica total de los recursos naturales y de esta manera garantizar su aprovechamiento racional y la correccin de las fallas del mercado que generan degradacin ambiental. En ltimas se trata de suministrar instrumentos que permitan internalizar los beneficios prestados por los sistemas naturales y hacer que la gente pague cuando obtenga algn beneficio de ellos; de esta forma se busca racionalizar el uso de los recursos naturales y aliviar la enorme presin generada por un modelo de desarrollo insostenible a futuro. Dentro de las estrategias de conservacin planteadas por la economa ambiental se encuentran los incentivos de tipo econmico que en esencia buscan estimular aquellas conductas deseadas y orientadas hacia la proteccin y conservacin de los sistemas naturales. Otro de los objetivos fundamentales es disminuir los impactos y efectos negativos que una medida de conservacin, preservacin o proteccin pueda generar sobre una determinada poblacin dependiente de un sistema natural y racionalizar la explotacin y uso de recursos biolgicos. Por tanto se tratara de compensar a la poblacin referida por las prdidas que puedan sufrir por la aplicacin de las medidas de control ambiental. Desde un enfoque diferente trabaja la economa ecolgica, que ha surgido como una tendencia interdisciplinaria y parte de una concepcin holstica o sistmica del complejo funcionamiento de los sistemas naturales. Desde esta perspectiva de carcter ecocntrico se mira a la naturaleza no en funcin nicamente de los beneficios que puede prestar a la especie humana como satisfactora de sus necesidades, sino como una organizacin o conjunto de interacciones biticas y humanas a nivel planetario. La naturaleza es concebida como un todo o un supraorganismo viviente compuesto de concentraciones de energa utilizable, de carcter activo, no lineal sino cclico. La economa sera un subsistema dependiente de un sistema global finito, que se encuentra en funcin de las complejas interrelaciones existentes dentro de una organizacin nica, compuesta de mltiples subsistemas interdependientes. En consecuencia se parte del hecho de que la economa y la ecologa se encuentran funcionado en un sistema conjunto y que la permanencia de este se debe a la capacidad de resiliencia o de mantenimiento de su funcionalidad frente a los cambios experimentados desde el entorno. As las cosas, el valor econmico de los sistemas naturales est en estrecha relacin con las funciones qumicas, fsicas y biolgicas dentro de un solo sistema global, y todos y cada uno de sus componentes desempean un papel en el mantenimiento del equilibrio o autopoiesis. El objetivo ltimo dentro de esta concepcin es el mantenimiento de la resiliencia del sistema global para garantizar as mismo la continuidad de sus funciones. Partiendo desde este nuevo paradigma que hace nfasis en las funciones ecolgicas de los sistemas naturales para el mantenimiento de la vida en el planeta y de las condiciones en que se mantiene el equilibrio o capacidad de resiliencia de cara las interacciones con el entorno, se analiza el papel que debe desempear la economa y su capacidad para generar nuevos instrumentos y polticas de conservacin del medio ambiente y los recursos naturales. En consecuencia se deben fijar lmites a las actividades econmicas y productivas cuando estas amenacen el equilibrio de los sistemas naturales. Los instrumentos

de regulacin antes que pensar en una valoracin econmica basada en las preferencias de la poblacin, deben centrarse en el mantenimiento de la funcionalidad del sistema en general, su capacidad de resiliencia y fijar lmites crticos de intervencin sobre este, a fin de no afectar su funcin esencial de soporte de la vida. Para el caso del recurso hdrico, en Colombia se ha trabajado en el diseo e implementacin de instrumentos econmicos tales como las tasas retributivas, derivadas del principio del contaminador pagador y las tasas por uso, que gravan el consumo del agua otorgada en concesin por el Estado. Este enfoque pretende la captura de fondos a partir de situaciones en las cuales el recurso hdrico ha sido objeto de usos especficos, como son el de sumidero o vertedero de residuos lquidos generados por procesos productivos o provenientes de ncleos urbanos o sus usos con fines de consuno humano, agropecuario, industrial, recreativo, energtico entre los ms importantes. Los dineros recaudados son utilizados para proyectos de descontaminacin hdrica o proteccin de zonas de recarga o acuferos, si bien se presentan discrepancias por las diversa disposiciones legales que generan confusin en cuanto al destino especfico de estos recursos. Desde un enfoque integral, que parte de considerar que la gestin del recurso agua a partir de instrumentos econmicos no debe hacerse con soluciones al final del tubo para el caso de los vertimientos de aguas residuales o simplemente contabilizando la cantidad de lquido concesionada, para determinar un gravamen que debe ser pagado por los usuarios sin que an se tenga total claridad, en el caso colombiano, sobre el destino final de los recursos, se plantea la posibilidad de disear instrumentos econmicos que partan de una visin sistmica o de conjunto. Los bienes y servicios ambientales que son provedos por una determinada cuenca, no estn representados nicamente en la oferta hdrica disponible, es decir la cantidad de aguas que puede ser utilizada con fines de consumo o como vertedero de residuos, sino que deben ser valorados a partir de las interacciones que se presentan entre los componentes biticos y abiticos y que hacen posible la provisin del agua, entendindose este proceso como un cmulo de relaciones, acciones, funciones y atributos interdependientes, que deben ser mantenidos en un estado de equilibrio con el objeto de garantizar la permanencia del ecosistema sometido a intervenciones de tipo antrpico, y como tal su oferta de servicios ambientales, entre los cuales se destaca la oferta hdrica Siguiendo con este planteamiento los instrumentos econmicos traducidos en incentivos, tasas, beneficios fiscales, permisos negociables entre otros, no apuntaran nicamente a garantizar la descontaminacin de las fuentes hdricas o a la proteccin de zonas de recarga, esquema predominante en la actualidad, sino a lograr la conservacin y proteccin de los atributos totales de un sistema natural que ha sido identificado como productor de agua, para garantizar su resiliencia y funcionalidad y como tal su oferta de servicios ambientales. Desde el marco de la economa ambiental existen aportes interesantes que conservan plena actualidad tales como los planteamientos de autores de la talla de Herman Daly, David Pearce, F. OConnor, E. Barbier, T. Panatoyou entre los ms importantes y que desde la perspectiva del Primer Mundo, abogan por una visin econmica flexible del medio ambiente, no centrada en el mercado y en la ley de oferta demanda, sino en una valoracin de los recursos desde del mbito

ecolgico que tenga en cuenta las dinmicas presentes al interior de los sistemas naturales y su interrelacin con los procesos productivos actuales. Tericos de la talla del mexicano Enrique Leff, el espaol Joan Martnez Alier y el indio Vanadava Shiva han realizado anlisis recientes partiendo el marco de la economa ecolgica y tomando principios de la economa poltica para replantear la discusin generando una nueva disciplina que ha adquirido importancia a raz de los enormes problemas de degradacin ambiental, la desigual distribucin de los bienes y el eterno conflicto Norte-Sur, derivado del modelo de desarrollo econmico imperante. Esta nueva disciplina denominada Ecologa Poltica, que se alimenta de las vertientes de la economa poltica de corte marxista y neomarxista, plantea un nuevo esquema de reapropiacin social de la naturaleza y de una gestin y distribucin ms equitativas de los recursos naturales, donde los pases menos desarrollados y con una reserva significativa de recursos naturales tengan oportunidad de competir en el mercado mundial en condiciones ms favorables, dentro del principio del desarrollo sostenible y con plena autonoma e independencia para el manejo, aprovechamiento y comercializacin de sus recurso naturales. Por otra parte han sido muy importantes los aportes de organizaciones como IUCN (Unin para la Conservacin de la Naturaleza), con respecto al financiamiento de trabajos sobre economa ecolgica adelantados por tericos e investigadores de todo el mundo, A nivel colombiano las tasas retributivas y por el uso de las aguas son de reciente aplicacin, apenas en el ao 1997 se promulg el Decreto 901 de 1997 sobre tasa retributivas y en el ao 2004 fue expedido el Decreto 0155, el cual se encuentra en proceso de implementacin. No obstante fue necesaria la instauracin de una accin de cumplimiento, por parte de uno de los expertos ms importantes a nivel nacional en materia de economa ambiental, el Dr. Mauricio Monroy Rosas, para que el Ministerio en el ao 2003, inobservancia de lo establecido en el artculo 5 de la Ley 99 de 1993, adoptara las metodologas a utilizar en Colombia para la valoracin de bienes y servicios ambientales, produciendo un documentos que simplemente es una recopilacin carente de un anlisis profundo de metodologas ya conocidas utilizadas a nivel internacional, sin que por otra parte el Estado Colombiano haya adoptado hasta el momento una poltica seria de valoracin de costos ambientales con fines de planificacin ambiental econmica y social . Esta situacin es igualmente evidente a nivel acadmico en el pas, donde existe un nmero muy reducido de centros universitarios que han incluido dentro de sus programas de formacin acadmica, posgrados en economa ambiental, produciendo algunos trabajos de investigacin que analizan situaciones a nivel local, como es el caso de la Universidad de los Andes. Por otra parte y a nivel del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y las Corporaciones Autnomas Regionales, no se han emprendido an acciones serias y planificadas que impliquen la valoracin de costos para la gestin de los recursos naturales y el medio ambiente, como insumos para una poltica pblica de gestin ambiental, a pesar de que existen disposiciones legales que hacen obligatoria su ejecucin 2.3 MARCO LEGAL

Dentro de las normas y regulaciones de orden nacional e internacional, relacionadas de manera directa con la aplicacin de instrumentos econmicos para la gestin ambiental se encuentran las siguientes: Constitucin Poltica de Colombia. Artculos 58, 79, 80, 333, 338,339,345,360,334. Declaracin sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Carta de la Tierra), hecha en el marco de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible en Rio de Janeiro, 1992. Decreto 2811 de 1974. Renovables. Por medio del cual se dicta el Cdigo de Recursos Naturales

Ley 99 de 1993. Por medio de la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente y se reordena el sector pblico encargado de la gestin y conservacin del medio ambiente. Decreto 3100 de 2003. Por medio del cual se reglamenta el cobro retributivas por vertimientos puntuales. Decreto 3440 de 2004. Norma que modifica el Decreto 3100 de 2003. Decreto 901 de Por medio del cual se crea el certificado de incentivo forestal. de tasas

Decreto 3172 de 2002, Por medio del cual se establece el procedimiento para la certificacin de inversiones en control y seguimiento ambiental, con fines de exencin tributaria. Decreto 0155 de 2004. Por medio del cual se reglamenta el cobro de las tasas por uso del agua. Decreto 1541 de 1978. Por medio del cual se dictan disposiciones para el uso de las aguas. Ley 685 de 2001. Por medio de la cual se expide el Cdigo de Minas. Decreto 1594 de 1984. Por medio de la cual se regula lo referente al manejo, tratamiento y disposicin final de vertimientos lquidos. Ley 812 de 2003. Por medio de la cual se Adopta el Plan Nacional de Desarrollo. Resolucin No. 1478 de 20O3 del Ministerio de Ambiente , Vivienda y Desarrollo Territorial Por medio de la cual se adopta el documento tcnico denominado Metodologas para la Valoracin Econmica de Bienes, Servicios Ambientales y Recursos Naturales.

Proyecto de Ley el Agua ( borrador del 21 de Septiembre de 2004) el cual cursa actualmente en el Congreso de la Repblica. Proyecto de Ley No. 032. Repblica. Ley de Pramos, objeto de debate en el Congreso de la

3.

DISEO METODOLOGICO

Como metodologa del trabajo se proyecta realizar una investigacin de tipo exploratorio, la cual implica en primer lugar, el anlisis de bibliografa de autores nacionales y extranjeros en temas relacionados con la teora de sistemas, economa ambiental, ecologa y medio ambiente, ecologa poltica y economa ecolgica, instrumentos econmicos para la gestin ambiental y derecho ambiental comparado, entre los ms importantes, la cual brinde las herramientas tericas necesarias para el contexto de la investigacin. Se considera de relevancia el estudio de casos puntuales en los cuales se haya trabajado con valoracin de costos ambientales y aplicacin de instrumentos econmicos para la gestin de los recursos naturales, y el anlisis de las experiencias de pases de Norte, Centro y Suramrica y de la experiencia colombiana en el manejo de estos mecanismos. As mismo se proyecta considerar como herramienta de anlisis el enfoque sistmico aplicado en otras disciplinas cientficas como la biologa, la sociologa, la psicologa entre otras, que permitir tener una visin global e integrada para efectos de los objetivos que se persiguen. A partir de esta informacin se hara inicialmente un diagnstico de la situacin actual del pas y de algunos pases de Amrica Latina y otros como Estados Unidos y Espaa, en materia de preservacin proteccin y conservacin de sistemas naturales a travs de instrumentos econmicos. Posteriormente y como otra etapa dentro de la investigacin se analizara la posibilidad de incorporar el enfoque sistmico, como herramienta de anlisis, en lo que tiene que ver con la interrelacin de los sistemas naturales y las interacciones que contribuyen al mantenimiento de la oferta hdrica, con el objeto de hacer una aproximacin a la valoracin de costos ambientales y a la gestin del recurso agua, partiendo de un enfoque integral fundado en la teora de sistemas.

Una tercera etapa consiste en utilizar las herramientas de tipo terico y exploratorio producto del anlisis realizado previamente, como punto de partida para un anlisis ms detallado que permita la construccin de una propuesta de poltica ambiental, integrada y viable de valoracin de costos ambientales y de aplicacin de nuevos instrumentos econmicos que complementen de manera eficaz los ya existentes, considerando siempre el punto de vista sistmico de la relacin sistemas naturales y su entorno, en este caso el antrpico y su estrecha interdependencia 3.1 TAMAO POBLACIONAL

Para los efectos de la investigacin, la poblacin la constituyen las autoridades ambientales y organismos estatales encargados de la gestin ambiental, de los pases sobre los cuales se va a hacer el anlisis de los instrumentos econmicos. Tambin se pueden incluir los beneficiarios de los servicios ambientales prestados por los ecosistemas, como son los usuarios del recuso hdrico con fines de consumo humanos, industrial, minero, recreativo entre otros, usuarios de los bosques naturales y reas protegidas que se constituyen como ecosistemas de inters estratgico. 3.2 TAMAO MUESTRAL

El tamao de la muestra esta dado por los pases sobre los cuales se va a realizar el anlisis de sus instrumentos de mercado para la gestin ambiental dentro de sus respectivos territorios, como es el caso de Brasil, Argentina, Ecuador, Honduras, Estados Unidos y Espaa, entre los ms importantes 3.3 RECOPILACIN DE INFORMACIN TCNICO ADMINISTRATIVA

Se preve la recopilacin de la informacin a travs de consulta directa de bibliografa especializada que se puede encontrar en bibliotecas universitarias, pblicas, como la Luis Angel Arango de la ciudad de Bogot, donde se encuentran los archivos ms completos sobre los diferentes temas que se deben analizar dentro de de la investigacin. As mismo es necesario consultar el centro de documentacin del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, especialmente de la Oficina de Anlisis Econmico, donde es posible encontrar documentos tcnicos de gran inters para el trabajo. Las fuentes de informacin disponibles en Internet se consideran de especial relevancia, teniendo en cuenta que all tienen sus pginas WEB, gran nmero de entidades y centros de investigacin que desarrollan temas afines al objeto de la investigacin. Por otra parte se tiene prevista la consulta de textos e informacin de propiedad del autor y que constituyen bibliografa especializada sobre el tema del ensayo. Es importante en la medida de lo posible realizar entrevistas y consultas con funcionarios estatales, consultores, investigadores y organizaciones pblicas y privadas que manejen el tema de la valoracin de costos ambientales y la aplicacin de instrumentos econmicos para la gestin ambiental

3.4

ANLISIS DE LA INFORMACIN

La informacin va a ser manejada en forma manual principalmente. No se descarta la creacin de una base de datos con fines de seguridad y como una base nemotcnica que permita su procesamiento de manera ms fcil y metodolgica.

4. LA GESTION DEL RECURSO HDRICO EN COLOMBIA. HISTORIA, ALCANCES Y PERSPECTIVAS Colombia ha sido reconocida desde hace muchos aos a nivel mundial por su gran potencial en biodiversidad y en especial por su importante oferta de recursos hdricos. Desde la poca de la Conquista y la Colonia, los cronistas de las grandes travesas de corte casi pico, hechas por los exploradores ibricos y de otras nacionalidades, han reconocido admirados, la majestuosidad y diversidad de nuestros ros, lagos, humedales, lagunas e innumerables fuentes de agua y han reflejado en sus escritos la belleza, voluptuosidad, enormidad y diversidad de nuestras aguas y el maremagnum de vida y complejidad que se ha desarrollado alrededor de esta riqueza natural. Segn datos recopilados para el ao 2004, Colombia cuenta con una disponibilidad en metros cbicos de agua por habitante 5 veces mayor al promedio mundial, la cual equivale a 33.630 m3 percpita. La oferta hdrica total es de 2000 km3,

equivalente a 57.000 mts3 persona /ao, disminuyendo en un ao seco a 26.700 m3 persona /ao. En comparacin con estas cifras, el promedio mundial apenas llega a una disponibilidad por habitante de 9.000 m3 percpita. Otro interesante planteamiento basado en investigaciones cientficas en el campo de la hidrologa y la meteorologa, acoge la expresin Complementariedad Hidrolgica, para explicar la abundancia del recurso hdrico en Colombia, la cual obedecera a la privilegiada posicin que ocupa el pas dentro del contexto planetario. Es decir, la localizacin del territorio nacional, dentro de la denominada Zona de Convergencia Intertropical, lo hace privilegiado en materia de recursos hdricos, debido a que se presenta un interesante fenmeno de interaccin de masas de aire clido y hmedo, generando bajas presiones y condensacin. Este fenmeno, que igualmente causa las ms altas tasas de evaporacin en esa zona del globo terrestre, ha hecho que la misma sea reconocida como el surtidor hdrico del planeta, configurando dentro de nuestro pas varias formas de regmenes pluviales, que a su vez generan diferentes regmenes hdricos superficiales, que se complementan, dependiendo de la regin geogrfica donde se presenten las lluvias; es decir los perodos secos que se presentan durante el ao en algunas vertientes hdricas, son equilibrados o compensados por los perodos hmedos que tienen lugar en otras vertientes, caracterizadas por un rgimen diferente de lluvias, garantizando una oferta de agua constante que debe ser objeto de un profundo estudio y de la aplicacin de polticas estratgicas enfocadas hacia el mantenimiento y aprovechamiento de esta especial situacin en materia de planificacin hidrolgica. La importante oferta de recurso hdrico con que cuenta Colombia, ha posibilitado por una parte el desarrollo de algunas regiones, especialmente la Andina, cuya produccin agrcola ha hecho un uso continuo, aunque no totalmente racional del recurso hdrico. As mismo ros de gran importancia a nivel nacional como son el Magdalena y el Cauca han sido utilizados como medios de subsistencia y vas medios de comunicacin, posibilitando la interaccin social econmica y cultural entre las regiones centrales del pas y la Costa Atlntica. Por otra parte se ha aprovechado este considerable potencial hdrico para la generacin de energa en varias zonas del pas y para el establecimiento de ciudades en zonas estratgicas del territorio. Sin embargo el desarrollo de la nacin y el aumento de la poblacin han trado consigo nuevas implicaciones de tipo ambiental para el recurso hdrico, asociadas directamente a la produccin de bienes y servicios y a la permanencia e incremento de asentamientos humanos en reas definidas. Muchos ros, quebradas, caos, lagunas y otras fuentes, se han convertido en vertederos de residuos lquidos y slidos, lo cual ha degradado en un porcentaje considerable la calidad de las aguas, hacindolas no aptas para otros usos. Si bien se ha insistido mucho sobre el tema y las agencias gubernamentales han creado normas y establecido planes de accin y programas de descontaminacin, para tratar de controlar el vertimiento de aguas residuales en las fuentes hdricas y mitigar sus efectos nocivos, no sobra recordar casos tristemente clebres en materia de contaminacin hdrica como el del ro Bogot, paradigmtico a nivel mundial por su gravedad y el del ro Magdalena, la principal arteria fluvial del pas, el cual a diario arrastra hacia el mar su duradera

agona, propiciada por un sinnmero de causas, entre las que cabe destacar ampliamente la contaminacin generada por aguas residuales urbanas e industriales, vertidas a lo largo de la mayor parte de su curso, la sedimentacin proveniente de los procesos erosivos de las montaas andinas y la alta tasa de deforestacin de sus riberas; el ro Cauca, aquejado por los mismos males de su hermano mayor, las lagunas de Fquene y Tota, presas de un devastador y entrpico proceso de contaminacin por agroqumicos y sedimentos orgnicos y las mltiples fuentes de agua nacidas en medio de bosques naturales, envenenadas de manera perversa y continua por los productores y traficantes de estupefacientes. 4.1 ANTECEDENTES DE LA LEGISLACIN DE AGUAS EN COLOMBIA

Si se mira desde el punto de vista histrico, el inters por la proteccin y preservacin del recurso hdrico, ha sido asumido desde una perspectiva estatal e institucional, solamente desde mediados del siglo XX. Antes, la conciencia ecolgica no tena cabida en las preocupaciones de una naciente repblica que luchaba por consolidarse y mantenerse como una Nacin- Estado y cuyos principales objetivos estaban centrados en la estabilidad poltica y en la organizacin de una precaria economa basada en la produccin de materias primas, a ms de entenderse con una conflictiva organizacin social heredera del orden colonial y con la presencia de mltiples factores de desequilibro y desorden, asociados en gran parte a la particular diversidad cultural, social y poltica. Las primeras normas expedidas en el pas sobre recurso hdrico datan de la poca de la Colonia y tienen un fuerte influjo del derecho de Indias, establecido durante la dominacin espaola. Posteriormente durante la poca del gobierno de Simn Bolvar se dictaron normas sobre usos de las aguas, determinando zonas de corrientes o quebradas donde se podan realizar actividades como lavado de ropas, vertimientos y derivacin de aguas para consumo humano. En el Cdigo Civil, adoptado en el ao de 1887, se establece un rgimen jurdico de las aguas, donde se vislumbran algunos principios relativos a la proteccin del recurso, aunque su orientacin est marcada por la influencia del concepto de propiedad privada, si bien se consagraron como bienes de uso pblico los ros y todas las aguas que corran por cauces naturales. Es claro el enfoque economicista y antropocntrico de estas normas, donde se consideraban los recursos naturales como bienes a explotar y fuente de ganancias, enfocando la proteccin de los recursos naturales, dentro de un criterio de aprovechamiento, ya fuera por el Estado o por particulares a travs de concesiones u otro tipo de contratos pblicos. Posteriormente, las normas expedidas por el Gobierno Nacional fueron apuntando hacia la administracin del recurso hdrico y su proteccin en las fuentes de origen como son los pramos, inicialmente lugares de alto contenido simblico y religioso para los indgenas de la zona andina y colonizados de manera agresiva por los espaoles con fines agropecuarios , las zonas de recarga de acuferos y los nacimientos de vertientes de aguas, donde desde haca varios siglos se desarrollaban labores de tipo agropecuario, lo que implicaba el desmonte y quema de reas donde se localizaban nacimientos de aguas. Es claro que para esa poca (primera mitad del siglo XX), Colombia no experimentaba un crecimiento demogrfico que estuviera representado en la creacin y desarrollo de grandes asentamientos urbanos, por lo que el problema de vertimientos de tipo domstico e industrial, no era considerado por los planificadores estatales.

Entre las normas proferidas para esa poca, se encuentran la Ley 113 de 1928, mediante la cual se definieron los estudios tcnicos necesarios para aprovechar las corrientes y cadas de aguas por su fuerza hidrulica; as mismo se estableci el dominio pblico sobre las aguas y se dejaron a salvo las concesiones otorgadas a departamentos y municipios, fijndose como trmino mximo 50 aos, para las autorizaciones de aprovechamiento de aguas otorgadas por el Gobierno. Entre otra de las disposiciones jurdicas expedidas se encuentra la Ley 200 de 1936, normatividad que intent regular y hacer posible un proceso de reforma agraria y titulacin de tierras, dentro de un enfoque socialista y progresivo. Es significativo que uno de los recursos jurdicos utilizado por los grandes terratenientes para proteger sus enormes propiedades y negar los derechos de los poseedores, fuera denunciar ante las autoridades policivas y judiciales, a los campesinos tenedores de bienes baldos, como autores de la tala de bosques que preservaban vertientes de aguas (actualmente denominadas microcuencas), prohibicin contenida en el artculo 8 de la mencionada ley . Aos despus se intent organizar a travs de los Ministerios de Economa y Agricultura lo relativo al aprovechamiento de aguas para consumo humano principalmente; los Decretos Leyes 1381 y 1382, promulgados en el ao de 1940, se referan al cobro de tasa por suministro de agua para acueductos rurales, la cual sera reinvertida en la construccin de acueductos. As mismo estas normas prohiban a los departamentos y municipios establecer gravmenes o impuestos por el uso del aguas pblicas. Tambin se exiga a los prestadores del servios de acueducto solicitar las respectiva merced de aguas o permiso para el uso del recurso hdrico (Artculo13 Decreto 1380/41). El Decreto 891 de 1942 estableci el servicio de vigilancia del agua y facult a las entidades pblicas para cobrarlo en las corrientes de aguas nacionales o de uso pblico reglamentadas o aprobadas por el Gobierno Nacional . As mismo vale la pena mencionar el Decreto 1300 de 1941, sobre proteccin de nacimientos de aguas y la Ley 2 de 1959, que creaba siete grandes reservas forestales en el pas, teniendo como uno de sus principales objetivos la proteccin de las aguas, cuya existencia se asociaba directamente a la permanencia de los bosques, los cuales sin embargo han venido siendo objeto de aprovechamiento y explotacin constantes para permitir el desarrollo de proyectos forestales, mediante la figura jurdica de la sustraccin de reas, establecida en esa misma regulacin. Con la creacin del INDERENA, ente pblico adscrito al Ministerio de Agricultura, se busc canalizar y hacer efectiva la naciente poltica ambiental y ecologista, surgida como eco de un movimiento a nivel mundial, que demandaba de los Estados una proteccin de sus recursos naturales y exiga as mismo aguas limpias, cielos menos contaminados y espacios naturales protegidos, entre otras aspiraciones netamente ecologistas; anhelos que surgan de las comunidades y grupos de presin ambientalistas con enfoque ecocntrico, con el objeto de poner freno al desmesurado ethos desarrollista e industrializado propio de los pases de Occidente y que tuvo un gran impulso despus de la Segunda Guerra Mundial. El INDERENA, en ejercicio de la poltica pblica de administracin y proteccin del recurso hdrico, y mediante varios acuerdos o actos administrativos, entre los que se encuentran el No. 27 de 1970 y el No. 26 de 1974, estableci el servicio de vigilancia en corrientes de uso pblico para varios departamentos del

pas, creando grupos de control y vigilancia y fijando una cuota por este servicio que se cobrara a los beneficiarios del recurso hdrico asignado por la entidad a travs de resoluciones de reglamentacin de aguas, para fines de consumo domstico, abrevadero, acueducto, industrial, riego, generacin de fuerza hidrulica entre otros. Sin embargo, estos pagos estaban encaminados a cubrir los costos del servicio prestado por la entidad y an no apuntaban hacia una gestin del recurso hdrico como objetivo principal . La Ley 23 de 1973, dot de facultades extraordinarias al Gobierno para la expedicin de un Decreto Ley que marcara el derrotero estatal para el manejo, administracin y proteccin de los recursos naturales y el Medio Ambiente, profirindose en el ao 1974, el Decreto Ley 2811 de 1974 o Cdigo Nacional de los Recursos Naturales, donde ya se determinaba de manera clara una poltica pblica estatal sobre el manejo de las aguas y los dems recursos naturales renovables. Esta nueva regulacin era consecuencia de la conciencia ambientalista surgida a nivel mundial a raz de la crisis del petrleo en la dcada del 70, del siglo pasado . Esta nueva normativa marc un punto de quiebre con respecto a la gestin ambiental, y propici la creacin de nuevos modelos de legislacin ambiental, basados en principios o premisas naturalistas universales, impuestos y difundidos de manera sutil por los pases del primer mundo. No es casualidad que pocos aos despus de que los Estados Unidos fijaran su poltica ambiental a travs de la NEPA o National Environmental Policy Act , proferida en 1970, nuestro pas diera luz verde a su propia regulacin ambiental, estructurada a travs de un decreto con fuerza de ley, norma que consagraba principios y directrices relativos a la conservacin, proteccin y administracin del recurso hdrico, manejo de cuencas hidrogrficas, de suelos, aire y recurso forestal, enmarcados dentro de una poltica de administracin centralizada, con amplias facultades de accin y con potestades enmarcadas dentro del llamado poder de polica. 4.2 POLTICAS Y LEGISLACIN ACTUAL PARA LA GESTIN DEL RECURSO HDRICO

A partir de la expedicin del Decreto Ley 2811 de 1974, surgi un gran nmero de normas que intentaban desarrollar sus principios y adecuar a la realidad nacional sus declaraciones de alto contenido simblico, que planteaban enormes problemas a la hora de su puesta en obra, debido a la falta de coordinacin institucional, la escasez de recursos financieros, la ausencia de una estructura organizativa fuerte y de una verdadera tica pblica que soportaran y orientaran la gestin ambiental estatal. Para el caso del recurso hdrico se expidieron dos decretos, 1541 de 1978 y 1594 de 1984, normas de gran relevancia, alrededor de las cuales ha girado una gran parte de la gestin estatal del agua, y que todava son objeto de una amplia aplicacin por parte de las entidades pblicas encargadas de la administracin, control y vigilancia de los recursos naturales y el medio ambiente. Siguiendo con el anlisis de los decretos antes citados, se puede decir que el Decreto 1541 de 1978, ha orientado durante los ltimos 25 aos la administracin del recurso hdrico en Colombia, estableciendo los derechos y obligaciones con relacin a las aguas de uso pblico y privado y determinando entre otros aspectos, los modos de adquirir el derecho al uso y aprovechamiento de las aguas de dominio pblico, los procedimientos y trmites requeridos, los trminos y condiciones de las concesiones, las obligaciones y prohibiciones de los usuarios de las aguas, adems de establecer requerimientos tcnicos para obras

hidrulicas, la competencia para el cobro de las tasas por uso del agua, creadas por el Cdigo Nacional de Recursos Naturales, las prioridades de uso del recurso hdrico y los regmenes jurdicos para la clases de aguas, de acuerdo a la clasificacin hecha por la norma, como son las superficiales, subterrneas, lluvias y termominerales principalmente. Es importante anotar que, si bien el Decreto 1541 de 1978, estableca normas precisas para iniciar el proceso de cobro de tasas por el uso de las aguas, por su utilizacin para la descarga de vertimientos de aguas residuales, as como por el beneficio recibido por la construccin de obras hidrulicas, siendo una norma pionera en su momento a nivel internacional en lo que respecta al uso de instrumentos econmicos para la gestin del recurso hdrico, dichas normas fueron ineficaces, debido a la falta de un soporte institucional que posibilitara el desarrollo de este tipo de programas. Esta falencia y eficacia apenas simblica de las normas que creaban gravmenes a cargo de los usuarios del recurso hdrico, fue reemplazada por un enfoque de comando y control , que intent regular lo relativo a las gestin del agua, mediante la figura de permisos y concesiones y el respectivo control y seguimiento, en la medida en que los recursos gubernamentales y la disponibilidad de personal calificado lo permitan. Por su parte el Decreto 1594 de 1984 ( reglamentario de la Ley 9 de 1979 o Cdigo Sanitario Nacional), regula lo referente a la utilizacin de las aguas como receptores de vertimientos lquidos, normas de calidad de las aguas, sustancias de inters sanitario, cuerpos de aguas aptos para receptar vertimientos lquidos, tipos de vertimientos, lmites mximos permisibles de carga contaminante, procedimientos para la obtencin de permisos de vertimiento y planes de cumplimiento, tipos de infracciones y procedimiento para su sancin; obligaciones y prohibiciones de los usuarios. Esta norma intent remediar en parte la falencia presentada en el Decreto 1541, respecto del cobro de las tasas retributivas por vertimientos de residuos lquidos y reglament el mtodo para el clculo de las mismas, creadas por el Cdigo Nacional de Recursos Naturales. Se determin que estas deban ser calculadas y liquidadas de acuerdo con la cantidad de carga contaminante vertida a una fuente de agua, como una forma de que los particulares, las entidades territoriales y las empresas respondieran econmicamente por las externalidades negativas derivadas del uso de los cuerpos de agua como fuentes receptoras de vertimientos contaminantes, en un clara aplicacin del principio contaminador -pagador, originado desde el derecho ambiental alemn. Las dos normas antes referenciadas, han sido objeto de fuertes crticas por parte de los ejecutores de la poltica ambiental, abogados y autoridades ambientales argumentando para el caso del Decreto 1541 de 1978, que no se ajusta a la actual dinmica de los usos del agua, as mismo que muchas de sus disposiciones no han sido objeto de aplicacin y que los instrumentos de gestin del recurso hdrico que plantea, en muchos casos son obsoletos, debido a que estn basados mayormente en el esquema de mandato y control y no responden a las expectativas de un pas con una importante dinmica econmica y social, donde ya es posible aplicar otros instrumentos para la gestin ambiental y en especial del recurso agua. En tal sentido, argumentan algunos de sus detractores que el enfoque para el uso y aprovechamiento del agua, debe contemplar una funcin de intercambio comercial de acuerdo con el balance hdrico de las diferentes fuentes (esquema mercantil de

oferta-demanda) y que se debe aplicar la figura de contratos privados para la cesin del derecho al uso del aguas, otorgado por mandato estatal, lo cual hara posible la creacin de un mercado del agua autorregulado. Para el caso del Decreto 1594 de 1984, se habla de su complejidad tcnica y su falta de coherencia y tcnica jurdica, lo cual ha motivado incluso la declaratoria de nulidad de algunos de sus artculos. As mismo se revalan los niveles permisibles de descarga de contaminantes y los diferentes usos que establece su articulado, por cuanto presenta vacos que hacen muy difcil su aplicacin por parte de las autoridades ambientales, sin contar que los procedimientos no estn definidos en forma clara y su enfoque es propio de una norma de tipo sanitario, donde no tiene relevancia suficiente el componente ambiental, que permita una gestin eficiente del recurso hdrico, enfocado hacia el control y manejo de los vertimientos lquidos no solamente al final del tubo, sino desde el inicio de los procesos productivos dentro de un esquema de ecoeficiencia. Mencin aparte merece la Constitucin Poltica de Colombia, promulgada en el ao 1991 y considerada por muchos como la Constitucin Verde o Ecolgica, debido a que un gran nmero de sus artculos hacen referencia la proteccin del medio ambiente y los recursos naturales, entre ellos el agua como un bien jurdico pblico y primordial . Entre los valores constitucionales esenciales, con carcter de derechos colectivos se encuentran la proteccin del medio ambiente y los recursos naturales como entidades vitales para el ser humano y necesarias para el aseguramiento de la calidad de vida y el bienestar general de la poblacin colombiana, cuya garanta constituye un obligacin del Estado. Es a partir de la Carta Poltica y sus posteriores desarrollos legislativos , como se ha generado una cultura de proteccin y defensa de los recursos naturales, entre los cuales se destaca el recurso hdrico, tarea que ha sido asumida principalmente por las comunidades afectadas por el mal uso de estos recursos y organizaciones ecologistas y ambientalistas conscientes de la importancia del agua. De esta manera, no sorprende que abunden las acciones de tutela y populares, como los mecanismos jurdicos ms utilizados para la defensa del recurso hdrico y que los accionantes hayan logrado importantes victorias en sus lucha ambientales ante los tribunales de todo el pas . La ley 99 de 1993, norma que reorganiz y reforz la gestin ambiental estatal en Colombia, a travs de la creacin del SINA o Sistema Nacional Ambiental, cre as mismo autoridades ambientales autnomas encargadas de realizar la gestin ambiental a nivel regional, estableciendo funciones precisas, entre las cuales se pueden destacar la evaluacin, control y seguimiento ambiental del uso, aprovechamiento y afectacin de los recursos naturales renovables y no renovables y la expedicin de los permisos, licencias, concesiones y autorizaciones respectivas para estas actividades. Esta ley tambin estableci como uno de sus ejes centrales, la gestin del recurso hdrico, al dedicar de manera especfica varias de las disposiciones de su articulado a temas tan importantes como las tasas retributivas y compensatorias por el uso del agua para los diversos consumos y como receptor de vertimientos, la proteccin especial de zonas de recarga de acuferos, de pramos y subpramos, la declaratoria de utilidad pblica e inters social de los procesos de adquisicin por negociacin directa o expropiacin de predios de inters hdrico o que surtan

acueductos municipales, que deben ser ejecutados en forma prioritaria por las entidades territoriales y ambientales, la obligacin de los usuarios del agua para grandes proyectos, de invertir recursos en la proteccin y preservacin de cuencas, la obligacin de las autoridades ambientales de valorar los costos ambientales asociados al uso, aprovechamiento y afectacin de los recursos naturales renovables, entre las principales. Por otra parte asign funciones especficas a los departamentos y municipios en materia de gestin ambiental. La ley 99 de 1993, gener un innovador paradigma en la legislacin ambiental en Colombia y consolid una nueva dinmica en las polticas pblicas ambientales del pas, dotando de instrumentos financieros y de gestin a las entidades que hacen parte del SINA, fundamentando su accionar en el principio del desarrollo sostenible o utilizacin racional de los recursos naturales con criterios de continuidad y de aseguramiento de la calidad de vida y el bienestar de las generaciones futuras. Dentro del eje programtico desarrollado bajo el marco de esta norma, desempea un rol importante la gestin y administracin del recurso hdrico, como parte de una poltica pblica estratgica orientada al mantenimiento de la oferta hdrica nacional. 4.3 INSTRUMENTOS ECONMICOS PARA LA GESTIN DEL AGUA EN COLOMBIA.

Es importante tener en cuenta en este anlisis, las normas expedidas para la gestin del agua a partir de un enfoque de valoracin de costos y dentro de un esquema basado en la aplicacin de instrumentos econmicos para la gestin del recurso hdrico con fines ambientales, que como se mencion anteriormente, no es ms que la creacin de gravmenes a cargo de los usuarios, por el uso del aguas con fines de consumo o como sumidero; es decir receptor de vertimientos. Las tasas retributivas, causadas por la contaminacin del recurso hdrico por descargas de vertimientos lquidos, y las tasas por uso, cuyo hecho generador lo constituye la utilizacin del agua en virtud de una concesin o permiso otorgado por la autoridad ambiental, tienen sus antecedentes normativos en el Decreto Ley 2811 de 1974 o Cdigo Nacional de los Recursos Naturales, el cual las consagr en sus artculos 18,19, 158 y 159. La ley 99 de 1993, en su artculo 43, mantuvo el mismo esquema para la clasificacin de estos tributos, considerando que los usuarios deben asumir un costo por la externalidades negativas generadas por sus actividades, para el caso de las tasas retributivas representado en la contaminacin de cuerpos de aguas. En el caso de las tasas por uso, su esquema bsico es el cobro de un gravamen por la utilizacin del agua, sea cual fuere su destinacin, que debe haber sido aprobada por la autoridad ambiental respectiva mediante un acto administrativo. La norma establece que los recursos generados por el cobro de las tasas retributivas y por uso, los cuales son recaudados por las autoridades ambientales regionales (CARS), deben ser reinvertidos en proyectos de preservacin proteccin y gestin del recurso hdrico. Una de las grandes ventajas de esta disposicin legal es que se da plena autonoma a las Corporaciones Autnomas Regionales como entidades fiscales en el mbito ambiental, a diferencia de otros pases, donde los recaudos son recibidos directamente por la autoridad fiscal y se presenta un sinnmero de inconvenientes de tipo jurdico y administrativo para la realizacin de las transferencias a las entidades encargadas de la gestin ambiental.

Para el caso de Colombia, las autoridades ambientales liquidan y cobran estas tasas a los usuarios de las aguas y reinvierten los dineros recaudados en proyectos de inters hdrico, los cuales deben estar orientados primordialmente a la descontaminacin de cuerpos de aguas, construccin y operacin de sistemas de tratamiento de aguas residuales, educacin ambiental con nfasis en la gestin del agua, reforestacin, proteccin y manejo de cuencas, proyectos de produccin ms limpia, adquisicin de reas de inters hdrico, entre los ms relevantes. En el caso de las tasas retributivas, estas se encontraban desarrolladas inicialmente en el Decreto 1541 de 1978 establecindose que solamente podan ser objeto del cobro de este tributo las actividades lucrativas, lo que para muchos significaba que quedaba exento del cobro el vertimiento de aguas residuales generadas en centros urbanos . El Decreto 1594 de 1984, relativo a vertimientos lquidos, como ya se anot, estableci los mtodos de clculo de las mismas, aunque no hizo claridad sobre el procedimiento para su cobro, vaco que se pretenda fuera llenado por la autoridad competente, en esa poca el INDERENA, facultndose posteriormente a otras entidades pblicas con competencia sobre el manejo de los recursos naturales y el medio ambiente, como es el caso de las primeras Corporaciones Autnomas Regionales (CAR, CVC). Es interesante observar que dicho decreto hace alusin a los planes de ordenacin del recurso, cuyo objetivo principal es que luego de haber sido llevado a cabo el diagnstico y caracterizacin de una fuente de agua, se establezca una serie de usos por tramos de cuenca, limitando aquellos que puedan afectar la calidad el agua en determinadas reas con el fin de garantizar su aptitud para otros usos. Es decir, de acuerdo con estos planes es posible por parte de la autoridad ambiental restringir el uso de un ro como receptor de vertimientos industriales o domsticos, en aras de garantizar la calidad de las aguas para consumo humano, usos agrcolas o pecuarios Posteriormente se expidi el Decreto 901 de 1997, que reglament lo pertinente al cobro de las tasas retributivas por vertimientos de tipo directo o indirecto . Esta norma facultaba a las Corporaciones Autnomas Regionales para el cobro de tasas retributivas a aquellos usuarios que hicieran vertimientos a fuentes hdricas receptoras e inclusive al suelo, estableca la obligacin de las autoridades ambientales de concertar metas de reduccin de la contaminacin por vertimientos lquidos con los diversos usuarios, determinaba la forma de clculo de la tasa, que debera ser establecida de acuerdo con los kilogramos de carga contaminante vertida a las fuentes receptoras sobre las cuales se cobrara el gravamen. La aplicacin de este Decreto, el cual en teora materializaba un anhelo de los ambientalistas y autoridades ambientales, contemplado desde la dcada del 70 del siglo pasado, con el Cdigo Nacional de Recursos Naturales, tuvo bastante tropiezos en razn de la fuerte oposicin presentada por los gremios de industriales y entidades territoriales ( municipios), generadores de vertimientos lquidos principalmente domsticos, que representan el 70% de los vertimientos a nivel nacional, la cual tuvo su causa principalmente en la falta de una cultura de preservacin y proteccin del recuso hdrico, la tradicional reticencia al pago de gravmenes o impuestos, la ausencia de mtodos efectivos de recaudo y en menor grado, la falta de legitimidad y credibilidad de las autoridades ambientales regionales, muchas de reciente creacin, que an no lograban incorporarse en el inconsciente colectivo como los entes protectores del medio ambiente y agentes reguladores del uso de los recursos naturales.

No obstante las anteriores consideraciones, la evaluacin de la efectividad de la tasa retributiva, realizada por el Ministerio del Medio Ambiente en el ao 2002, basada en gran parte en anlisis economtricos, mostraba que los niveles de vertimientos reaccionaban de manera significativa al cobro de la misma; el anlisis conclua que despus de un perodo de rezago en el pago del gravamen, se incrementaban los niveles de recaudo, evidencindose resultados positivos en las Corporaciones que tenan un tiempo de implementacin mayor de este instrumento econmico. El anlisis de costo efectividad demostr una reduccin en el costo institucional por unidad de contaminante controlada. Para el caso de CORNARE el costo del control pas de 103 por kilogramo de DBO5 con el programa tradicional de comando y control, a 35 pesos por kilogramo con el programa de tasa retributiva. En la CVC para la misma sustancia, se pas de 16 a 12 pesos y de 93 a 33 pesos en DADIMA. Sin embargo el Decreto 1594 impuso una talanquera para un efectivo control de los vertimientos, estableciendo lmites permisibles de vertimiento iguales para todas las fuentes y la obligacin de realizar inversiones en materia de construccin de sistemas de tratamiento, sin considerar la posibilidad de desarrollar proyectos ms costo efectivos y que involucren principios como rediseo de procesos productivos dentro del marco de la produccin ms limpia . Actualmente se encuentra vigente el Decreto 3100 de 2003, derogatorio del Decreto 901 de 1997 y modificado por el Decreto 3440 de 2004, el cual establece el cobro de la tasa retributiva, pero nicamente para vertimientos puntuales hechos a fuentes hdricas receptoras; la norma determina as mismo la posibilidad de que cada usuario concerte con la autoridad ambiental metas de reduccin, introduciendo un criterio nuevo para el manejo de la contaminacin hdrica, como es el de la capacidad de asimilacin y dilucin de las fuentes de agua. De otra parte exige que los prestadores del servicio pblico de alcantarillado deben presentar un Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos, con el objeto de lograr la reduccin en forma gradual de la contaminacin generada por este tipo de residuos lquidos. Adicionalmente el decreto retoma lo dispuesto en el 901 de 1997, respecto de los Fondos Regionales de Descontaminacin Hdrica, mediante los cuales se incentiva al sector pblico y privado a presentar proyectos de descontaminacin de fuentes hdricas, los cuales son financiados con los ingresos obtenidos por el cobro de la tasa retributiva, lo que se constituye en una excelente herramienta para motivar a los usuarios del recurso hdrico a invertir en sistemas de recoleccin y tratamiento de aguas residuales, como una de las medidas ms relevantes para el manejo, tratamiento y disposicin final de aguas residuales. Al respecto el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial expidi la resolucin 1443 del 13 de Diciembre de 2004, mediante la cual fija la metodologa para la presentacin de los Planes de Saneamiento y Manejo de Vertimientos y determina un plazo mximo de Un (1) ao, para la presentacin ante la autoridad ambiental de dichos estudios tcnicos, para el caso de los municipios o empresas que presten el servicio pblico de alcantarillado. Estos planes estn sujetos a la fijacin de objetivos de calidad para cada tramo, por parte de la autoridad ambiental. Es decir las acciones a realizar por los municipios o E.S.P. s, las cuales obedecen a un nuevo enfoque de planificacin y de gestin ambiental en materia de vertimientos, se condicionan a los estudios tcnicos hechos por las autoridades ambientales en los cuales se determinen los mejores usos para cada

fuente receptora, o tramo de aguas donde se realizan los vertimientos, las normas de calidad del agua aceptables y las respectivas restricciones. Es importante hacer referencia a una norma que a pesar de tener casi diez aos de promulgada, apenas comienza a ser aplicada por las autoridades ambientales del pas. La ley 373 de 1997 introdujo figuras novedosas con respecto a la gestin del agua, Es as como estableci los denominados Planes de Ahorro y Uso eficiente del agua, que deben ser elaborados por aquellos usuarios del recurso hdrico bajo la modalidad de concesin, en especial las empresa administradoras de acueductos. Tambin se establece la obligatoriedad del reuso del agua y la obligacin de las autoridades ambientales y las entidades territoriales de adquirir predios de importancia hdrica, con fines de proteccin y preservacin, Sin embargo estos instrumentos de gestin no han sido debidamente socializados y se asiste a un ejemplo ms de eficacia simblica de las normas, que en ocasiones son promulgada buscando un efecto poltico diferente, al que se lograra si fueran debidamente aplicadas . Otra de las estrategias que actualmente viene siendo utilizada por el Estado para la gestin del recurso hdrico, tiene que ver con un manejo integral de las cuencas hidrogrficas, que es objeto de regulacin en el Decreto 1729 de 2002, reglamentario del Decreto 2811 de 1974. La norma establece la obligacin de las autoridades ambientales de llevar a cabo la ordenacin de las cuencas hidrogrficas de su jurisdiccin, contando con una participacin amplia de la comunidad y dems actores sociales involucrados en la dinmica de cada cuenca. Esta poltica pblica estratgica permitira establecer un diagnstico preciso de cada cuenca hidrogrfica sobre su estado actual, usos, conflictos de uso, potencialidades y posteriormente llevar a cabo un anlisis prospectivo sobre escenarios deseados, que deben ser concertados con todas las partes involucradas, teniendo como marco de referencia la proteccin, conservacin y preservacin del recurso hdrico en las cuencas. 4.4 PROYECTOS DE LEY EN CURSO, RELACIONADOS CON EL RECURSO HDRICO

Vale la pena anotar que actualmente cursan en el Congreso de la Repblica los proyectos de Ley de Pramos y Ley del Agua, el primero con un enfoque claramente conservacionista, en la medida que restringe actividades como la agricultura, ganadera, minera y otro tipo de proyectos dentro de las reas de pramo y establece plazos para que los propietarios de predios ubicados en estas zonas de especial inters ambiental, dejen de ejecutar actividades generadoras de impactos y daos ambientales en tales reas. Este enfoque conservacionista ha sido objeto de mltiples objeciones por parte de algunos gremios de productores y empresarios, as como de las mismas comunidades de campesinos habitantes del pramo que ven reducido su margen de accin y limitado su derecho a la explotacin econmica de sus predios, ya sea con fines agroindustriales mineros o de simple subsistencia. Sin embargo una regulacin del uso de los pramos es bienvenida teniendo en cuenta que estas zonas desempean un papel estratgico en la provisin de bienes y servicios ambientales, principalmente la regulacin del ciclo hidrolgico y el mantenimiento de la oferta hdrica en amplias zona del pas. Por ltimo es pertinente referirse nuevamente al proyecto de Ley No. 365 de 2005,

o Ley del Agua, el cual cursa actualmente en el Congreso de la Repblica y pretende unificar en una sola norma la gestin del recurso hdrico en Colombia. Examinados sus principios y disposiciones especiales, es fcil concluir que este proyecto ha recogido artculos y disposiciones jurdicas ya existentes y ha pretendido organizarlas y estructurarlas en un solo cuerpo normativo, con el objeto de buscar un manejo ms integrado del recurso agua. Se destaca en este proyecto, la inclusin del Plan Hidrolgico Nacional, con un horizonte de ejecucin de 20 aos y el cual determina las acciones, planes y programas que se deben ejecutar a nivel nacional para la eficaz gestin de el agua y la proteccin y preservacin de este recurso vital. Se incluyen las formas jurdicas tradicionales para tener derecho al uso y aprovechamiento del recurso, considerado este como bien pblico y bajo la tutela del Estado, los mecanismos econmicos para su proteccin y preservacin como son las tasas retributivas, por uso y compensatorias, ya contempladas en la legislacin nacional, los planes de ordenacin y manejo de las cuencas hidrogrficas ((previstos en el Decreto 2811 de 1974 y 1729 de 2002), establecindolas como unidad principal de manejo del recurso hdrico. En suma el proyecto de Ley del Agua, constituye ms un esfuerzo de integracin de normas, sin introducir cambios radicales o al menos reformas sustanciales en la gestin del recurso hdrico. Bastante polmica ha generado un artculo de la misma, que de acuerdo a una interpretacin inicial permite el libre traspaso de las concesiones otorgadas por las autoridades ambientales, sin que medie una autorizacin previa de estas, lo que en opinin de algunos crticos y detractores de la ley, constituye el paso inicial para el establecimiento de un mercado libre del aguas, sujeto a las necesidades e intereses de personas o grupo de privados, el cual generara transacciones de orden econmico sobre el recurso hdrico y establecimiento de derechos de tipo privado, sobre un bien de uso pblico, que en casos extremos abrira el espacio a prcticas de tipo monoplico y especulativo, sujetas a intereses econmicos sobre un bien de uso pblico . Por otra parte la ley del Agua trata de dar una mayor amplitud y autonoma a la gestin del recurso hdrico, permitiendo introducir el concepto de mercado del agua y liberalizar las transacciones hechas sobre este compuesto vital, como una nueva forma de regular la demanda del recurso. No obstante los logros alcanzados en materia de implementacin de instrumentos econmicos para la gestin del agua, no existe una verdadera poltica de incentivos que estimule a los actores sociales a invertir en acciones de descontaminacin y proteccin de fuentes hdricas y conservacin de ecosistemas con potencia hdrico, o a abandonar o reconvertir de manera gradual procesos de interaccin poblacional y productivos altamente impactantes en materia medio ambiental y que inciden directamente en la calidad y disponibilidad del recurso hdrico, como son los vertimientos de aguas residuales urbanas, la agroindustria, el pastoreo intensivo, la existencia de complejos industriales en cercanas de cuerpos de agua estratgicos, la deforestacin de bosques andinos, tropicales y selvas entre los ms importantes. 4.5 OTROS INCENTIVOS RELACIONADOS CON LA GESTIN DEL AGUA A NIVEL NACIONAL.

Es bien sabido que el ciclo hidrolgico y la regulacin del flujo de agua estn

determinados de manera importante por la existencia de bosques naturales y que existe una relacin directamente proporcional entre la presencia de bosques en una determinada rea y la oferta de agua existente en la misma. Sin embargo, y a pesar de existir normas que establecen reas de reserva forestal, como la famosa Ley 2 de 1959 que prohiba actividades antrpicas impactantes como la tala, agricultura, caza, ganadera entre otras en zonas boscosas previamente delimitadas. Para el ao 1999, el Instituto Alexander Von Humboldt, en un informe sobre el estado de los recursos naturales y la biodiversidad, revelaba un panorama desolador, en el cual solamente el 20% en las reas inicialmente protegidas por dicha ley, se encontraba aun inclume y sin intervencin humana; el resto haba sido incorporado a actividades productivas, en un galopante y perverso proceso de socializacin de la naturaleza, tomando prestada la expresin del cientfico social Anthony Giddens . En este orden de ideas los incentivos para la conservacin y proteccin del recurso hdrico, no han sido desarrollados de manera adecuada e integral por de la legislacin y las polticas pblicas ambientales en Colombia, existiendo solamente algunos intentos de promover la proteccin y conservacin del recurso forestal, como un intento de transversalizar la gestin del agua a travs del mantenimiento de los bosques, sin que este sea el objetivo central de estos incentivos. Como ejemplos de este tipo de incentivos de conservacin de bosques o ecosistemas que de manera indirecta contribuyen al mantenimiento de la oferta hdrica se encuentran los Certificados de Incentivo Forestal de Plantaciones y de Conservacin, establecidos por la Ley 139 de 1994 y el Decreto 900 de 1997, mediante los cuales se paga anualmente una suma de dinero a propietarios privados por el mantenimiento de bosques plantados o naturales dentro de sus predios. Este incentivo no ha sido exitoso, debido en gran parte a los recortes en materia presupuestal para la gestin ambiental, como consecuencia de las polticas neoliberales de los gobiernos recientes, lo que genera falta de credibilidad y legitimidad de las agencias gubernamentales ambientales . A nivel impositivo se han dado avances como son las deducciones tributarias, principalmente en el impuesto a la renta por gastos e inversiones en reforestacin, descuentos por reforestacin y por venta de inmuebles que ayudan a proteger ecosistemas, consagradas en los artculos 83, 157 y 253 del Estatuto Tributario y en la Ley 223 de 1995 y las deducciones en el impuesto a la renta por inversin en sistemas y tecnologas de control ambiental y reduccin de la contaminacin, previstas en el Decreto 3172 de 2002. No obstante dichos mecanismos no han sido debidamente socializados y pocas empresas e inversionistas hacen uso de ellos, a pesar de que constituyen una excelente herramienta para la gestin ambiental y la reduccin de costos, e incentivan la destinacin de fondos privados para el control de la contaminacin y la conservacin y proteccin de los recursos naturales Otro ejemplo importante es de los incentivos o deducciones tributarias creados mediante acuerdo por algunos municipios, como el descuento al impuesto predial por conservacin de reas estratgicas, algunas de ellas con ecosistemas de

pramo, establecidos en los municipio de Pitalito,Pasto, Armenia, Chuquiquir entre otros. Sin embargo existen algunos casos, como el del Incentivo Econmico a La Conservacin creado en el municipio de Chinavita (Boyac), mediante el acuerdo municipal No. 16 de 1999, el cual ha sido objeto de estudios y reseas en algunas publicaciones, como ejemplo de un incentivo de conservacin que puede ser implementado a nivel local y con recursos propios de las entidades territoriales , sin que en la prctica haya sido desarrollado de manera eficaz por parte de esa administracin municipal, lo que constituye otra demostracin de la eficacia simblica de las normas, inspiradas en un loable pero ingenuo criterio ecologista, pero que no son objeto de un anlisis econmico serio para determinar los costos de transaccin asociados a su implementacin y los beneficios econmicos y ambientales a futuro. As las cosas, es interesante apreciar como Colombia es un pas que cuenta con una gran ventaja comparativa respecto de otros pases, en relacin al destino de los gravmenes dedicados a la proteccin del medio ambiente y los recursos naturales, pues los recursos recaudados no entran directamente al aparato fiscal centralizado del Estado, sino que van a los presupuestos de las entidades encargadas de la gestin ambiental, facilitando el direccionamiento y control de la inversin, la cual es hecha de manera descentralizada y atendiendo necesidades y objetivos de carcter regional. A pesar de esta enorme ventaja que permite un mejor flujo de recursos para la gestin ambiental, en Colombia si bien se cuenta con algunos incentivos tributarios y econmicos y otros instrumentos de gestin ambiental como son las tasas retributivas y las tasas por uso, no hay un mecanismo o sistema integrador que agrupe los esfuerzos institucionales de gestin del agua y de los ecosistemas bajo este enfoque, y desplace al esquema de comando y control como herramienta de administracin del recurso. No sobra decir que las tasas mencionadas son instrumentos de muy reciente y difcil implementacin, debido a la fuerte oposicin de los usuarios del recurso hdrico y a la carencia de efectivos instrumentos de control y monitoreo por parte de las autoridades ambientales que dificultan la captura y procesamiento de informacin y aumentan los costos de transaccin de la fiscalizacin de los usos del agua . Esta situacin permite vislumbrar una accin institucional emergente y an dbil en la implementacin de polticas publicas asociadas a la gestin integral del agua y de los ecosistemas con potencial hdrico, lo cual se ha tratado de subsanar con la implementacin de los Planes de Ordenacin de Cuencas Hidrogrficas, normas sobre proteccin de pramos y zonas de recarga hdrica, planes de manejo de microcuencas y reas protegidas y planes de ordenacin de cuencas; acciones legales y tcnico ambientales con un componente de gestin social y participacin ciudadana, que no obstante plantear objetivos coherentes, social y ambientalmente viables y haber sido pensadas con un enfoque integral, no poseen un criterio sistmico.

5. INSTRUMENTOS ECONOMICOS PARA LA GESTION DEL AGUA A NIVEL INTERNACIONAL En este captulo se intenta analizar de una manera rpida y somera, cuales han sido los avances y experiencias de otros pases, en relacin con la gestin del recurso hdrico, con el objeto de determinar sus niveles de ejecucin, la pertinencia de los mismos y sus posibilidades de xito, e inclusive de aplicacin local, teniendo en cuenta que los mismos operan en marcos institucionales y legales diferentes a los del caso colombiano. Como se dijo anteriormente, uno de los factores que condicionan el xito o fracaso en la implementacin de los instrumentos econmicos es la existencia de autoridades ambientales autnomas, de carcter descentralizado, con presupuestos propios y que no dependan de otros organismos pblicos para la gestin de los recursos derivados de la aplicacin de dichos mecanismos de tributacin ambiental. Esto es palpable en el caso de Colombia, donde las tasas retributivas, las tasas por uso y otros gravmenes que hacen parte de la renta de las autoridades a