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EL MERCOSUR Y LA INDUSTRIA VENEZOLANA DE MOTOCICLETAS —Boletín de Investigación— No.3
El Mercosur y Las Zonas Francas
¿Qué implica el Polo Industrial de Manaos para Venezuela? El reglamento vigente del Mercosur otorga a los Estados miembros del bloque el derecho pleno de establecer áreas aduaneras especiales y zonas francas comerciales e industriales dentro de sus límites territoriales. Con ello se entiende, que dichas zonas o áreas especiales son espacios delimitados en el territorio de una nación que están sujetos a un régimen aduanero, fiscal y administrativo especial que les otorga beneficios tributarios, tales como la exención o reducción del pago de impuestos. En general, los gobiernos optan por crear zonas francas en sus territorios con el objetivo de incrementar la actividad económica y fomentar el desarrollo en regiones apartadas de los centros más poblados y productivos de una nación, por lo cual estas medidas suelen traducirse en la creación de grandes centros de compras en esas localidades y en la instalación de polos de producción industrial en las regiones beneficiadas.
Cuando estas políticas están bien diseñadas, el sistema de beneficios fiscales garantiza la efectividad y sostenibilidad de las zonas francas, incentivando la inversión de capital en las regiones seleccionadas. Así, por lo menos, lo demuestra la experiencia exitosa de Brasil en la ciudad amazónica de Manaos, donde el gobierno estableció, en 1967, una zona franca que hoy es un pujante Polo Industrial que alberga más de 600 plantas y fábricas, entre ellas las de los mayores productores y ensambladores de motocicletas del continente.
Según los datos de la Superintendencia de la Zona Franca de Manaos, el 22% de la facturación del Polo Industrial corresponde a la industria de motocicletas, la cual aglutina empresas de alto calibre internacional y cuenta con una producción global de 2,1 millones de motos por año. La empresa Honda de Japón, es la productora insigne de motos en el Polo Industrial de Manaos, con un nivel de producción que sobrepasa 1,6 millones de motocicletas por año. Le sigue la Yamaha, con 275 mil unidades; Dafra, con 52 mil unidades; y la Suzuki, con un promedio de 33 mil. Los fabricantes BMW, Kawasaki, y Harley Davidson, también tienen presencia en el polo.
Fuente:http://www.petroguia.com/pub/?q=sites/default/files/imagecache/400xY/chavezrusse10-‐8.jpg
Fuente: http://www.ub.edu/geocrit/aracne/aracne-‐161_archivos/image001.jpg
EL MERCOSUR Y LA INDUSTRIA VENEZOLANA DE MOTOCICLETAS —Boletín de Investigación— No.3
Si bien la zona franca de Manaos ha logrado capturar las inversiones de esos fabricantes gracias a los incentivos fiscales del gobierno, el gran éxito de esta política federal responde a una serie de medidas complementarias al programa de incentivos que se conoce en Brasil con las siglas de PPB, formalmente llamado el Proceso Productivo Básico.
El PPB de Brasil establece los requisitos que deben cumplir las empresas de Manaos para acceder a los beneficios que ofrece el reglamento de la zona franca. Dichos requisitos consisten en el cumplimiento de determinadas cuotas de agregación de valor nacional y de incorporación de componentes locales en los procesos productivos de las empresas.
Este sistema de obligaciones y recompensas ha promovido que las empresas primarias del Polo Industrial generen en su entorno un conglomerado de empresas subsidiarias que no sólo proveen a las primarias con insumos básicos y avanzados, sino que a su vez agregan valor nacional en su propia actividad productiva y generan puestos estables de empleo para la ciudad.
Incluso cumpliendo con los requisitos del PPB, las cuales incrementan los costos de producción de las empresas beneficiarias, sigue siendo rentable para los fabricantes instalar sus parques industriales en Manaos, dado el paquete de incentivos que ofrece el gobierno y las grandes oportunidades de negocio que brinda el mercado brasilero. El delicado balance entre el PPB y el programa de incentivos es lo que ha garantizado el éxito de la zona franca de Manaos.
El Mercosur y la Zona Franca de Manaos Aunque el modelo de Manaos haya resultado efectivo para la economía brasilera, dentro del marco de una unión aduanera como lo es el Mercosur, las zonas francas y demás áreas especiales corren el riesgo de atentar en contra del buen funcionamiento del bloque. Dado el reciente ingreso de Venezuela al Mercosur, es necesario que estemos al tanto de ello y de los riesgos que existen para el país con respecto a este tema.
Incentivos Fiscales Zona Franca de Manaos
• Impuesto de Importación (II) — Reducción de 88% sobre insumos destinados a la
industrialización
• Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) — Exención total
• Impuesto Sobre la Renta (IR) — Reducción de 75% exclusivamente para reinversión
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EL MERCOSUR Y LA INDUSTRIA VENEZOLANA DE MOTOCICLETAS —Boletín de Investigación— No.3
El Artículo 1 del Tratado de Asunción, con el cual se fundó el Mercosur en 1991, constata que las dos condiciones básicas para la existencia del bloque son: “La libre circulación de bienes, servicios, y factores productivos entre los países firmantes”; y “El establecimiento de un Arancel Externo Común [con] la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados.” Principalmente en eso consiste la unión aduanera del Mercosur. Ahora bien, esas dos condiciones dependen de que exista un marco equitativo de justicia e igualdad entre los Estados miembros ya que, si se permite que las empresas e industrias de cada uno de los países participen sin restricciones de un mercado común, se debe garantizar que todas las partes puedan competir y complementarse en igualdad de condiciones. Las zonas francas, por naturaleza, son espacios de excepción que existen fuera del marco fiscal y tributario del país en el que se encuentran. Como ya hemos mencionado, en estas áreas especiales, se crean espacios donde se promueve de manera directa y artificial la producción masiva de bienes industrializados a través de un robusto sistema de incentivos fiscales. Esto implica que la actividad productiva que se realiza fuera de las zonas francas—en cualquiera de los países del bloque—opera sin los beneficios que existen dentro de las mismas.
La disparidad entre las obligaciones fiscales de las empresas que operan dentro y fuera de las zonas francas, produce un ambiente de desigualdad competitiva que atenta en contra de los principios de equidad y justicia que rigen los acuerdos del Mercosur. Y precisamente para corregir esa situación, en 1994 el Consejo del Mecosur decidió excluir a las zonas francas y áreas aduaneras especiales de las operaciones del bloque.
Esta medida cautelar se formalizó en la Decisión No. 8/94 del Consejo, la cual establece que aunque los países miembros del bloque tengan el derecho de crear zonas francas y áreas especiales en sus territorios, los mismos
deben aplicar “el Arancel Externo Común…a las mercadería provenientes de zonas francas.” A partir de esa normativa, el Mercosur decide tratar a las zonas francas y áreas especiales como si fueran espacios ubicados fuera del limite geográfico del bloque y aplica sobre ellas las mismas medidas que rigen los acuerdos comerciales del Mercosur con terceros países.
Según el texto de la Decisión 8/94, la medida responde tanto a las “disparidades” competitivas que estas zonas generan entre los Estados miembros, como a “las distorsiones en los flujos comerciales, de inversiones y en los ingresos aduaneros” que las mismas pueden provocar a lo interno del bloque, por lo cual la misma se celebra como una medida que garantiza la igualdad y justicia competitiva entre los miembros.
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¿Qué implica esto para Venezuela?
La Decisión 8/94 del Mercosur es vinculante para todos los miembros activos del bloque, incluyendo a Venezuela. Esto significa que una vez Venezuela finalice su ingreso pleno, las mercaderías que entren a Venezuela provenientes de Manaos y demás zonas francas del bloque, recibirán el trato indicado en el reglamento vigente.
Sin embargo, más allá de la Decisión 8/94 Consejo del Mercosur, los países miembros del bloque tienen derecho a consignar acuerdos bilaterales que alteren o corrijan lo indicado en la Decisión del Consejo.
Tal es el caso, por ejemplo, del acuerdo suscrito entre los gobiernos de Brasil y Argentina en 1994, donde ambas partes resuelven retirar la aplicación del Arancel Externo Común sobre los bienes producidos en la Zona Franca de Manaos y en el Área Aduanera especial de Tierra del Fuego. Dicho acuerdo entró en efecto en enero de 1995 y vincula exclusivamente el comercio bilateral entre las partes.
De igual manera, Brasil suscribió un acuerdo con el gobierno de Uruguay en 2001 que determina que el intercambio de bienes producidos en Zona Franca de Manaos y la Zona Franca de Colonia en Uruguay también queda exento del Arancel Externo Común. A diferencia del acuerdo entre Brasil y Argentina, el que Brasil firmó con Uruguay especifica la lista de bienes excluidos del Arancel Externo Común y establece cuotas comerciales para el intercambio de los productos seleccionados.
El historial de estos acuerdos es relevante para Venezuela ya el país debe definir nuestra postura respecto las zonas francas de nuestros aliados en las negociaciones que sostendremos con el Mercosur antes de finalizar nuestro ingreso al bloque. Y en ese contexto surgirán varias preguntas esenciales.
ACE-59 vs. Mercosur
En la actualidad, el comercio entre Venezuela y la Zona Franca de Manaos se rige por los establecido en el Acuerdo de Complementación Económica No. 59 (ACE-‐59), suscrito bajo ALADI en 2004 entre Venezuela, Colombia, Ecuador, y los miembros del Mercosur.
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Fuente: http://www.comexi.gob.ec/comexi/images/ace59.gif
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El ACE-‐59, a pesar de otorgar salvaguardas para ciertos productos, deja abierta la posibilidad de intercambiar libremente los bienes producidos en las zonas francas de los países firmantes, incluyendo la Zona Franca de Manaos.
Antes que se finalice el ingreso de Venezuela al Mercosur, nuestro equipo de negociadores deberá decidir si se mantiene la apertura establecida en el ACE-‐59 respecto las zonas francas, o si se apega a la Decisión 8/94 del Consejo, la cual aplica el Arancel Externo Común a las zonas francas del bloque.
Esta es una decisión sumamente importante tanto para el desempeño de la economía venezolana, como para el futuro y bienestar de la industria venezolana de motocicletas.
Como se ha demostrado en los dos últimos boletines, la industria venezolana de motocicletas es un sector pujante de la economía venezolana que ha triplicado su capacidad productiva en los últimos dos años y actualmente emplea a casi 13.000 compatriotas de manera directa e indirecta.
Esta es una industria que ha apostado por la industrialización de Venezuela al instalar plantas ensambladoras de motos en el territorio nacional. Es una industria que cree firmemente en el futuro productivo de la nación, que apoya con plenitud la integración suramericana, y que por ello celebra, junto al país, nuestro histórico ingreso al Mercosur.
Por encima de estos compromisos, el objetivo principal de la industria de motocicletas en Venezuela, es establecer un sector industrial en el país cada vez más capaz de generar empleo digno y calificado para los venezolanos y cada vez más fuerte y sostenible en términos productivos.
Para alcanzar este objetivo y poder acompañar al país en la senda de su industrialización, la industria de motos en Venezuela necesita apoyo y protección del Gobierno Nacional ante la inminente apertura de nuestro mercado.
Como mencionamos con anterioridad, en la Zona Franca de Manaos están concentrados los mayores productores de motocicletas de América del Sur. En su globalidad, éstos ensamblan más de 2,1 millones de motos por año gracias, entre otras cosas, al apoyo significativo que les brinda el gobierno brasilero a través del programa de beneficios fiscales.
Pedirle a nuestra industria de motocicletas que compita con el conglomerado industrial de Manaos, es pedirle que participe es una contienda desigual, no sólo por la evidente asimetría en capacidad productiva, sino sobre todo por la disparidad en las obligaciones fiscales de las partes. Los que se necesita es que se tomen las medidas necesarias para garantizar que nuestras ensambladoras de
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Fuente: http://stevenmorales.files.wordpress.com/2012/02/solidarity_graphic.jpeg
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motocicletas puedan competir en igualdad de condiciones con sus contrapartes productivas. Se necesita la disposición del Gobierno Nacional de atender el llamado de esta industria para juntos impulsar el crecimiento de la economía venezolana y el desarrollo de nuestro sector industrial.
¿Cuáles medidas nos convienen?
El comercio entre Venezuela y el estado Amazonas en brasilera, donde se ubica la Zona Franca de Manaos, es variado y sustancioso, pero beneficia más a la economía brasilera que a la economía venezolana. En 2008, el balance comercial entre Venezuela y el norte de Brasil, favoreció al vecino país en más de USD 164 millones.
Dado el volumen de este intercambio, sería un duro golpe para integración regional aplicar el Arancel Externo Común a todos los productos importados desde Manaos. Sin embargo, en pos de apoyar al sector industrial de la economía venezolana, y en particular a la creciente industria de motos en el país, Venezuela debería negociar que se limite la libre importación de motocicletas brasileras hechas en Manaos.
En ese sentido, Venezuela debe procurar consignar un acuerdo con el Gobierno de Brasil parecido al que tiene ese país con la República de Uruguay.
Venezuela debe procurar que al tiempo de establecer la libre importación de bienes hechos en la Zona Franca de Manaos, se liberalice el comercio solamente de los productos esenciales para la economía Venezolana, excluyendo completamente a las motocicletas de ese acuerdo comercial. Ése el modelo de acuerdo que tiene Brasil con Uruguay respecto a las zonas francas y sólo un acuerdo de esa naturaleza pudiera garantizar el crecimiento sostenido de nuestra industria nacional de motocicletas.
Dada la cercanía geográfica de Manaos respecto a Venezuela, se hace urgente que fijemos una posición clara y beneficiosa para el país sobre este tema. Debemos tener en mente el futuro de nuestro sector industrial y de los miles de trabajadores venezolanos que hacen vida en el mismo al acordar los términos de nuestro ingreso al Mercosur.
Si bien es importante para la región que fortalezcamos los lazos económicos y sociales que nos unen, lo más importante para el país es garantizar la industrialización de nuestra economía y el bienestar de nuestros trabajadores. Para lograr esos dos objetivos, es primordial que protejamos a nuestra industria de motocicletas del Polo Industrial de Manaos, ya que el mismo opera con beneficios extraordinarios que no aplican para nuestras empresas .
Elaborado por:
Juan Víctor Fajardo Asesor de la Fundación Génesis [email protected]
18/10/2012
