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8/8/2019 ELPEORVERANODEMIVIDA[1] - Roberto Bolao
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Playa por Roberto Bolao
Dej la herona y volv a mi pueblo y empec con el tratamiento de metadona
que me suministraban en el ambulatorio y poca cosa ms tena que hacer salvo
levantarme cada maana y ver la tele y tratar de dormir por la noche, pero no
poda, algo me impeda cerrar los ojos y descansar, y sa era mi rutina, hasta
que un da ya no pude ms y me compr un trajebao negro en una tienda del
centro del pueblo y me fui a la playa, con el trajebao puesto y una toalla y una
revista, y puse mi toalla no demasiado cerca del agua y luego me estir y
estuve un rato pensando si darme un bao o no drmelo, se me ocurran
muchas razones para hacerlo, pero tambin se me ocurran algunas razones
para no hacerlo (los nios que se baaban en la orilla, por ejemplo), as que alfinal se me pas el tiempo y volv a casa, y a la maana siguiente compr una
crema de proteccin solar y me fui a la playa otra vez, y a eso de las 12 me
march al ambulatorio y me tom mi dosis de metadona y salud a algunas
caras conocidas, ningn amigo o amiga, slo caras conocidas de la cola de la
metadona que se extraaron de verme en trajebao, pero yo como si nada, y
luego volv caminando a la playa y esta vez me di el primer chapuzn e intent
nadar, aunque no pude, pero eso ya fue suficiente para m, y al da siguientevolv a la playa y me volv a untar el cuerpo con proteccin solar y luego me
qued dormido sobre la arena, y cuando despert me senta muy descansado,
y no me haba quemado la espalda ni nada de nada, y as pas una semana o
tal vez dos semanas, no lo recuerdo, lo nico cierto es que cada da yo estaba
ms moreno y aunque no hablaba con nadie cada da me senta mejor, o
diferente, que no es lo mismo pero que en mi caso se le pareca, y un da
apareci en la playa una pareja de viejos, de eso me acuerdo con claridad, sevea que llevaban mucho tiempo juntos, ella era gorda, o rellenita, y deba de
andar por los 70 aos aproximadamente, y l era flaco, o ms que flaco, un
esqueleto que caminaba, yo creo que eso fue lo que me llam la atencin,
porque por regla general apenas me fijaba en la gente que iba a la playa, pero
en stos me fij y la causa fue la delgadez del tipo, lo vi y me asust, coo, es
la muerte que viene a por m, pens, pero no vena a por m, slo era un
matrimonio viejo, l de unos 75 y ella de unos 70, o al revs, y ella pareca
gozar de buena salud, y l haca pinta de que iba a palmarla en cualquier
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levantaba, me pona la toalla como capa y me iba a sentar en uno de los
bancos del Paseo Martimo, en donde finga quitarme la arena que no tena de
las piernas, y desde all, desde esa altura, la visin de la pareja era distinta, me
deca a m mismo que tal vez l no estuviera a punto de morir, me deca a m
mismo que el tiempo tal vez no exista tal como yo crea que exista,
reflexionaba sobre el tiempo mientras la lejana del sol alargaba las sombras de
los edificios, y luego me iba a casa y me daba una ducha y miraba mi espalda
roja, una espalda que no pareca ma sino de otro tipo, un tipo al que an
tardara muchos aos en conocer, y luego encenda la tele y vea programas
que no entenda en absoluto, hasta que me quedaba dormido en el silln, y al
da siguiente vuelta a lo mismo, la playa, el ambulatorio, otra vez la playa, los
viejos, una rutina que a veces interrumpa la aparicin de otros seres que
aparecan en la playa, una mujer, por ejemplo, que siempre estaba de pie, que
jams se recostaba en la arena, que iba vestida con la parte de abajo de un
bikini y con una camiseta azul, y que cuando entraba en el mar slo se mojaba
hasta las rodillas, y que lea un libro, como la vieja, pero estaba mujer lo lea de
pie, y a veces se agachaba, aunque de una manera muy rara, y coga una
botella de pepsi de litro y medio y beba, de pie, claro, y luego dejaba la botella
sobre la toalla, que no s para qu la haba trado si no se tenda nunca sobre
ella y tampoco se meta en el agua, y a veces esta mujer me daba miedo, me
pareca excesivamente rara, pero la mayora de las veces slo me daba pena,
y tambin vi otras cosas extraas, en la playa siempre pasan cosas as, tal vez
porque es el nico sitio en donde todos estamos medio desnudos, pero que no
tenan demasiada importancia, una vez cre ver a un ex yonqui como yo,
mientras caminaba por la orilla, sentado en un montculo de arena con un nio
de meses sobre las piernas, y otra vez vi a unas chicas rusas, tres chicasrusas, que probablemente eran putas y que hablaban, las tres, por un telfono
mvil y se rean, pero la verdad es que lo que ms me interesaba era la pareja
de viejos, en parte porque tena la impresin de que el viejo se iba a morir en
cualquier instante, y cuando pensaba esto, o cuando me daba cuenta de que
estaba pensando esto, el resultado era que se me ocurran ideas disparatadas,
como que tras la muerte del viejo iba a ocurrir un maremoto, el pueblo
destruido por una ola gigantesca, o como que iba a ponerse a temblar, unterremoto de gran magnitud que hara desaparecer el pueblo entero en medio
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de una ola de polvo, y cuando pensaba lo que acabo de decir ocultaba la
cabeza entre las manos y me pona a llorar, y mientras lloraba soaba (o
imaginaba) que era de noche, digamos las tres de la maana, y que yo sala de
mi casa y me iba a la playa, y en la playa encontraba al viejo tendido sobre la
arena, y en el cielo, junto a las otras estrellas, pero ms cerca de la Tierra que
las otras estrellas, brillaba un sol negro, un enorme sol negro y silencioso, y yo
bajaba a la playa y me tenda tambin sobre la arena, las dos nicas personas
en la playa ramos el viejo y yo, y cuando volva a abrir los ojos me daba
cuenta de que las putas rusas y la chica que siempre estaba de pie y el ex
yonqui con el nio en brazos me contemplaban con curiosidad, preguntndose
acaso quin poda ser aquel tipo tan raro, el tipo que tena los hombros y la
espalda quemados, y hasta la vieja me observaba desde la frescura de su
sombrilla, interrumpida la lectura de su libro interminable por unos segundos,
preguntndose tal vez quin era aquel joven que lloraba en silencio, un joven
de 35 aos que no tena nada, pero que estaba recobrando la voluntad y el
valor y que saba que an iba a vivir un tiempo ms.